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European Review of Latin American and Caribbean Studies 64, June 1998 I 69-104 EI joven Furtado y el pensamiento económico de su época Carlos Mallorqufn Desde que estudiaba economia en Europa buscaba entender el problema brasilefio; Brasil y sus caractensticas distintivas. El ansia de comprender a Brasil, que Gilberto Freyre cuenta que 10 asaltó cuando estudiaba en los Estados Unidos, la senti yo también cuando estudiaba en Europa. i,Por qué Brasil permanece atrasado? [... ] Me casé con ese problema (Furtado 1985:43). Aquf examinaré la estrategia teórica del joven Celso Furtado para superar los obstáculos conceptuales que segun éllimitaban a la ciencia económica hege- mónica para explicar la evolución y 'crecimiento' de las economfas 'atrasadas'. Veremos que a medida que progresa en su objetivo y critica, Furtado utiliza el vocabulario conceptual de la 'ciencia económica'; luego, y a rafz de su trans- formación conceptual, surgirán las categorias que posibilitaron la creación de la concepción estructuralista de la economfa y la noción de subdesarrollo. Si, por una parte, acepta la mayoria de sus postulados, y elabora una serie de 'modelos' 0 'tipificaciones' para pensar las economfas de la periferia, por otra encontramos una critica de la estructura teórica pretérita y presente del pensa- miento económico. Se observa, por 10 tanto, una constante tensión entre reto- mar las categorias vigentes de la ciencia económica y simplemente acercarlas a 'realidades históricas concretas', para librarlas de su 'generalidad' y 'grado de abstracción' y, simultáneamente, dar inicio a una busqueda conceptual altema- tiva, sfntoma de su negativa para reconocerlas plenamente como adecuadas para descifrar las economfas 'subdesarrolladas'. En otras palabras, para Furta- do pareciera no haber contradicción entre el hecho de que la 'ciencia económi- ca' excluyera la posibilidad de proponer una 'teoria del desarrollo' y su propia postura de inaugurar dicha construcción sin antes haber transformado sus pos- tulados. Cabe subrayar que la 'duda' sobre la capacidad explicativa de la ciencia económica para explicar el desarrollo económico de los pafses no industrializa- dos se encuentra presente en su obra desde sus inicios. Pero esta rebeldfa a sus postulados, en sus escritos del primer lustro de los alios cincuenta, aparece sin antes haber establecido teóricamente el sustento de su sospecha; esto se debe a la inexistencia de una formación discursiva opuesta a la economfa convencio- nal. A pesar de ello, esta duda y rebeldfa tuvo un feliz desenlace teórico. Por esos alios, su obra manifestaba una constante insistencia: pensar el 'crecimien- to' de la periferia; no obstante, ello no significó homogeneidad alguna en la forma de concebirlo y menos aun restricciones sobre los ámbitos geográficos para abordar la cuestión. Además de hacer una revisión del pensamiento 'eco- nómico' a partir de los 'clásicos', Furtado elaboró sus primeras perspectivas sobre cómo se debfa concebir la teoria del 'crecimiento' en tomo a las naciones 'en desarrollo', y escribió varios ensayos - 'modelos' - sobre la manera de

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European Review of Latin American and Caribbean Studies 64, June 1998 I 69-104

EI joven Furtado y el pensamiento económico de su época

Carlos Mallorqufn

Desde que estudiaba economia en Europa buscaba entender el problema brasilefio; Brasil y sus caractensticas distintivas. El ansia de comprender a Brasil, que Gilberto Freyre cuenta que 10 asaltó cuando estudiaba en los Estados Unidos, la senti yo también cuando estudiaba

en Europa. i,Por qué Brasil permanece atrasado? [ ... ] Me casé con ese problema (Furtado 1985:43).

Aquf examinaré la estrategia teórica del joven Celso Furtado para superar los obstáculos conceptuales que segun éllimitaban a la ciencia económica hege­mónica para explicar la evolución y 'crecimiento' de las economfas 'atrasadas'. Veremos que a medida que progresa en su objetivo y critica, Furtado utiliza el vocabulario conceptual de la 'ciencia económica'; luego, y a rafz de su trans­formación conceptual, surgirán las categorias que posibilitaron la creación de la concepción estructuralista de la economfa y la noción de subdesarrollo.

Si, por una parte, acepta la mayoria de sus postulados, y elabora una serie de 'modelos' 0 'tipificaciones' para pensar las economfas de la periferia, por otra encontramos una critica de la estructura teórica pretérita y presente del pensa­miento económico. Se observa, por 10 tanto, una constante tensión entre reto­mar las categorias vigentes de la ciencia económica y simplemente acercarlas a 'realidades históricas concretas', para librarlas de su 'generalidad' y 'grado de abstracción' y, simultáneamente, dar inicio a una busqueda conceptual altema­tiva, sfntoma de su negativa para reconocerlas plenamente como adecuadas para descifrar las economfas 'subdesarrolladas'. En otras palabras, para Furta­do pareciera no haber contradicción entre el hecho de que la 'ciencia económi­ca' excluyera la posibilidad de proponer una 'teoria del desarrollo' y su propia postura de inaugurar dicha construcción sin antes haber transformado sus pos­tulados.

Cabe subrayar que la 'duda' sobre la capacidad explicativa de la ciencia económica para explicar el desarrollo económico de los pafses no industrializa­dos se encuentra presente en su obra desde sus inicios. Pero esta rebeldfa a sus postulados, en sus escritos del primer lustro de los alios cincuenta, aparece sin antes haber establecido teóricamente el sustento de su sospecha; esto se debe a la inexistencia de una formación discursiva opuesta a la economfa convencio­nal. A pesar de ello, esta duda y rebeldfa tuvo un feliz desenlace teórico. Por esos alios, su obra manifestaba una constante insistencia: pensar el 'crecimien­to' de la periferia; no obstante, ello no significó homogeneidad alguna en la forma de concebirlo y menos aun restricciones sobre los ámbitos geográficos para abordar la cuestión. Además de hacer una revisión del pensamiento 'eco­nómico' a partir de los 'clásicos', Furtado elaboró sus primeras perspectivas sobre cómo se debfa concebir la teoria del 'crecimiento' en tomo a las naciones 'en desarrollo', y escribió varios ensayos - 'modelos' - sobre la manera de

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teorizar sobre la evolución económica no sólo de Europa sino también de Bra­sil a partir del siglo XVI. Es notoria, por inocultable, en su temprana obra, una concepción unilineal 0 teleológica de la historia, observable en su interpreta­ción de la evolución económica de uno u otro ámbito geográfico (Mallorqufn 1993).

Pero antes de haber construido los conceptos que se constituirfan en la con­cepción estructuralista de la economfa, es insoslayable la ambivalencia respec­to de la 'cientificidad' del pensamiento económico hegemónico de la época. Retrospectivamente, la transformación teórica y sus productos pueden visuali­zarse como un proceso unilineal y predeterminado si se la mide a partir de sus puntos culminantes, 0 se a, si se adopta una lectura teleológica del proceso teórico; sin embargo, otra lectura tendrfa que llevarnos a concluir que a pesar de tod as las ambigüedades presentes en sus sospechas sobre la ciencia econó­mica hegemónica estamos ante un esfuerzo teórico heroico que intentaba transformar las categorias de la economfa ortodoxa convencional.

Es la historia del proceso teórico que antecede a su concepción estructuralis­ta de la economfa la que quiero describir a continuación: la man era titubeante en que hablaba de la ciencia económica y sus categorfas. Si bien el propósito de este ensayo no es el de exponer su concepción estructuralista de la economfa (Mallorqufn 1998) 0 su concepción del subdesarrollo, cuya aparición teórica puede datarse hacia los afios 1958 y 1962 (Mallorqufn 1993), tendremos que decir algo sobre la misma y sobre cómo dicha denominación puede utilizarse para sus ideas posteriores al perfodo teórico que aquf se examinará. El hecho de que nuestro trabajo intente un análisis y descripción de la evolución discur­siva previa a la constitución de su muy sui generis 'estructuralismo', no nos libera de la tarea de intentar delimitarlo, 10 que a su vez implica exponer una breve gufa de las actividades de Furtado durante la década de los afios cincuen­ta: la construcción de sus libros. Esto facilitará comprender mejor la historia de la travesfa teórica que realiza por la economfa convencional y su punto termi­nal: la concepción estructuralista de la economfa.

Comenzaremos con una gufa de su obra y trabajo intelectual de 'juventud', prosiguiendo con una presentación de su esquema estructuralista, para pasar luego al tema central de nuestro análisis: su critica e interpretación del pensa­miento económico hegemónico de su época, el que hemos dividido en dos secciones.

Obra intelectual del joven Furtado y las vicisitudes del estructuralismo

Celso FurtadoJ estudió Derecho en la Universidad de Brail y obtuvo su licen­ciatura en Rio de Janerio en 19442• Relata (1973) que cuando inició sus estudios 'las ciencias sociales apenas empezaban a ensefiarse [ ... ]. No se impartfa Eco­nomfa [y para] el tercer afio cambiéde Derecho a Administración, donde gra­dualmente me interesé en problemas de organización' (1973:32; 1985:15).

Durante la segunda guerra mundial, Furtado habfa transitado por Italia, culminando su labor en Parfs como integrante de las fuerzas expedicionarias brasilefias (de reserva). Precisamente de sus experiencias de la guerra en Euro-

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pa, y redactadas en forma de ensayos periodisticos autobiográficos, surge su primer libro: De Nápoles aParfs - Cuentos de la vida expedicionaria (1946).

Además, en 1946, estando él en la Ciudad Luz y habiendo desechado la idea de atravesar una Europa 'devastada', fue convencido por Maurice Byé de que realizara algun estudio sobre la economia del Brasil y se inscribiera para escri­bir una tesis doctoral (1946) en economia en la Universidad de Paris. La tesis doctoral, L'économie coloniale brésilenne (XVle et XVIIe Siècles): Eléments d'histoire économique appliqués, Universidad de Paris (1948),3 supondrá un análisis de la inserción de 'Brasil' en el comercio internacional. El tema privile­giado de la tesis fue el periodo en que dominó la producción de azucar; el asesor Maurice Byé invocó un estudio comparativo con la economia antillana donde el azucar y la mano de obra esclava habian destruido la pequefta propie­dad. Entre sus profesores también puede mencionarse a F. Perroux.

Un afto después de haberse fundado la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de manera provisoria en 1947, Furtado logró ocupar un pues­to en sus oficinas en Chile; alli habria de permanecer por casi ocho aftos (1948-57), un periodo que puede caracterizarse como uno de sus más productivos. Dadas sus inagotables energias, sus responsabilidades e importancia en el seno de la comunidad de la CEPAL, que entonces podia contarse con los dedos de la mano, crecieron exponencialmente.4

Asimismo, Furtado inicia la publicación de una serie de articulos en la Revis­ta Brasileira de Economia (1952; 1953; 1954; Argawala & Singh 1963 [1973]), que serán incluidos más tarde en su primer libro sobre economia y el desarroIlo en general (1954a).

Como puede verse, su estancia en Santiago de Chile no Ie impide mantener­se cerca de los acontecimientos politicos e intelectuales en Brasil. Antes, en 1950, habia publicado 'Caracteristicas generales de la economia brasilefta', el que también es incluido en ellibro mencionado anteriormente y cuyo conteni­do central presenta la tesis sobre la 'socialización de pérdidas', denominación usada para explicar la transformación estructural y la industrialización de la economia brasilefta sin detrimento alguno para los sectores productivos en cuestión (1950).5 En Brasil, en el mismo afto, se convierte en el primer presi­dente de la sociedad civil Club de Economistas, la que inicia la publicación de una nueva revista: Económica Brasileira, intentando con esta promover ideas independientes de la linea que regia las publicaciones de la Fundación Getulio Vargas, en ese entonces bajo con trol de Eugenio Gudin y Octavio Bulhoes.

El más renombrado de sus tempranos ensayos, 'La formación de capital y el desarroIlo económico' de 1952, formó forma parte de la polémica con Ragnar Nurkse sobre el desarroIlo, que se llevó a cabo en Brasil.

A cuatro aftos de haber iniciado su labor como economista de la CE PAL, Furtado pro duce A economia brasileira (1954) que, como veremos a continua­ción, es producto de divers as reflexiones que comenzaron dur ante sus estudios doctorales.

No obstante sus futuras desavenencias en la propia CEPAL, Furtado habla de circunstancias excepcionales para reflexionar y avanzar teóricamente sobre la problemática del desarroIlo económico en América Latina.6

Tampoco debemos olvidar la coyuntura histórica: era la época del Brasil de Getulio Vargas, cuyo apoyo fue crucial para que la CEPAL superara los tres aftos iniciales de 'prueba' y lograra constituirse en un órgano independiente en

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1950, a pesar de la oposición vehemente del gobierno estadounidense (Mallor­quin 1994; Santa Cruz 1985; Pollock 1987). Brasil representaba quizás la nación latinoamericana más pura de aquello que se denominó 'el proyecto nacional de desarrollo'. La 'industrialización', anhelo primordial en las ideas de Getulio Vargas, personificaba la 'ideologia desarrollista', que entonces recorria el mun­do y ganaba impulso por doquier (Mallorquin 1991) y que tuvo en Brasil a uno de sus impulsores más importantes en el Instituto Superior de Estudios Brasi­lefios (ISEB), apéndice del Ministerio de Educación y Cultura en 1955.

Fue en esa 'ecologia cultural' brasilefia que, en los primeros afios de la déca­da de los cincuenta, se recibió a connotados teóricos de la economia, como Gunnar Myrdal y Ragnar Nurkse, con quien, como hemos dicho, Furtado enta­bla una polémica en la Revista Brasileira de Economia, y, last but not least, J. Viner, el terror de los 'estructuralistas'.

A economia .. . 1954, libro que fue dedicado a Raill Prebisch, no recibe alien­to alguno en la CEPAL, 10 que refleja un cierto cambio de clima intelectual en la sede en 1955.7 Tal vez la causa de la desazón originada por el texto de Furta­do fue que en él se plasmaron ideas que iban más allá de la tesis de Prebisch a favor de la industrialización como consecuencia del deterioro que sufren los términos de intercambio de los paises periféricos respecto de los industrializa­dos.8 Como veremos, ciertos conceptos alli expresados ya intentan sub ver tir aigunos de los principios tanto de la economia convencional como del discurso elaborado por Prebisch.

Furtado publicaria dos afios más tarde, confiado en la preeminencia de cier­tas ideas de A economia ... 1954, extract os de ese texto bajo el titulo que mu­chos afios después se convertirfa en moneda corriente en América Latina: Uma economia dependente (Vna economia dependiente) (1956). Su contenido co­rresponde a secciones de los capitulos 2, 3, 4 Y 5 de A economia .. . 1954, que tratan precisamente la industrialización del Brasil a partir de 1930. Ese afio (1956) sale a luz 'El análisis marginal y la teoria del subdesarrollo', (al que volveremos más adelante ), donde se criticaba la perspectiva convencional ba­sada en la concepción marginalista, y complement ab a el análisis que Furtado venia elaborando contra las perspectivas clásicas y neoclásicas en torno a la problemática del 'desarrollo', aparecida en el primer y sexto capitulo de A economia ... 1954.

Es necesaria una descripción de los libros y la transformación-superación de los mismos entre los afios 1950 y 1962 para facilitar la comprensión de la histo­ria y critica teórica de Furtado a la ciencia económica asi como la de la apari­ción del estructuralismo. A economia .. . 1954, fue un libro incorporado casi en su totalidad en el texto hoy clásico sobre la historia económica brasilefia: For­mación económica del Brasil (1962[1959], que citaremos en adel ante como Formación económica ... 1959). Encontramos que una parte del capftulo 2, asi como los capitulos 3, 4 Y 5 de A economia ... 1954, fueron recuperados en For­mación económica .. . 1959. Afios después, los capitulos que presentan la histo­ria de la ciencia económica fueron a su vez publicados en DesarroIlo y subdes­arroIlo (en adelante, DesarroIlo y ... 1961); 0 sea, las secciones del primer capi­tulo y sexto de A economia ... 1954.

Obviamente, la inclusión de A economia ... 1954 en Formación económi­ca ... 1959, impuso una serie de retoques conceptuales, demostrando la muta­ción teórica en proceso entre un libro y otro: nociones tales como 'economia

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colonial' fueron desplazadas por 'economias subdesarrolladas' 0 'exportado­ras'. Gran parte de la historia económica brasilefia a partir de la colonia hasta el afio 1950, fue subsumida en Formación económica ... 1959. Asimismo, cabe suponer que las secciones en tomo al periodo colonial del Brasil provienen de su tesis doctora1.9 Obviamente, los datos de Formación económica .. . 1959 fue­ron actualizados respecto de los de 1954a, al mismo tiempo que se agregaban nuevos capitulos.

Formación económica ... 1959 también es un producto teórico del periodo posterior a los afios 1950-54: refleja las inquietudes que desarrollaria durante su estancia en Cambridge en 1957. En este periodo Furtado ya tiene claridad en tomo a la idea de que la especificidad latinoamericana requiere de una teorización sui generis y que el discurso económico ortodoxo (asf como el so­ciológico) es inoperante para constituir un enfoque que comprenda al 'subdes­arroIlo'.

Por ultimo, es importante indicar que en ocasiones es el propio Furtado quien desorienta sobre la procedencia de Formación económica ... 1959. Por ejemplo, en su introducción menciona que este libro conti ene material de A economia ... 1954, pero afirma que unicamente 10 'sigue de cerca', en lugar de decir que 10 repro duce 'literal' 0 'fielmente'. Incluso asegura que tal vez la unica variante serfa el 'enfoque', conservándose las mismas conclusiones. Por otra parte, Furtado alude a que su deuda con ese libro se presenta en los 'capf­tulos del XXXI al XXXV', cuando de hecho puede encontrarse material a retazos y hasta capftulos enteros de dicho libro en los capftulos IX, XXVI, XXVII, XXVIII Y XXx. lO

Por 10 tanto, no es sólo conjetura concluir que buena parte de Formación económica .. . 1959 conti ene el trabajo elaborado en su tesis doctoral de 1948, secciones enteras de A economia .. . 1954 y ciertos agregados contemporáneos y posteriores a su estancia en Cam bridge.

Ahora bien, A economia .. . 1954, como ya se indicó antes, también contribu­ye a la conformación de Desarrollo y ... 1961, cuyo sexto capftulo se convierte en los dos primer os capitulos de este ultimo texto. Nuevamente estamos ha­blando de escritos cuyas condiciones teóricas de existencia son muy divers as y no cabe duda de que en A economia ... 1954 presenciamos una interpretación nada ortodoxa de la historia económica brasilefia modema. Sin embargo, sus capitulos - digámoslo asi - 'metodológicos', que tratan de la 'teoria del des­arroIlo' 0 de la economia como disciplina que de be analizar el tema del des­arroIlo, aun presentan una ambivalente cercania, si no reverencia, al discurso económico convencional keynesiano.

Pero esta estrategia critica delata una sospecha de sus limitaciones. Esta tensión teórica en A economia ... 1954, se 'supera' en Desarrollo y ... 1961 que, como ya se mencionó, contiene escritos elaborados dur ante el segundo lustro de la década de los afios cincuenta. De hecho, los ensayos marcados por los afios 1957-58 demuestran un claro distanciamiento respecto de los escritós de los afios anteriores. ll

Nuevamente, las transformaciones entre texto y texto se presentan con nue­vas reconceptualizaciones cuando se habla de los paises 'subdesarrollados', pero la mayor ruptura que se observa entre los escritos que aparecen en A economia .. . 1954 que son 'repetidos' en Desarrollo y .. . 1961, son aquellas sec­ciones excluidas en éste ultimo texto y en las cuales todavia sostenia la idea de

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la existencia de una 'ciencia' económica universal. Veremos que en el ultimo libro ya no habrá ambigüedad aIguna: gran parte del acervo teórico de la eco­nomfa convencional es irrelevante e inoperante para comprender la realidad especffica de los pafses 'subdesarrollados'. De hecho, el texto ya se comprome­te como parte de una teorización 'estructuralista'.

De vuelta en Brasil, después de su estancia posdoctoral en la Universidad de Cambridge, elige empleo sin dificultad alguna en un área de su predilección: es nombrado director del Banco Nacional de DesarroIlo Económico (BNDE) para la región del nordeste, 10 que puede explicarse por su afecto a su tierra natal. Luego se convirtió en el creador de la Superintendencia para el Des­arrollo del Nordeste (SUDENE) y su primer Superintendente. Ese perfodo vio nacer Uma politica de desenvolvimento económico para 0 nordeste (1959), has­ta hoy uno de los análisis y diagnósticos más renombrados, constituyéndose en un documento base para la creación de la SUDENE.

Es más que obvio que su visión 'estructuralista' sobre las naciones 'subdes­arrolladas' emerge a mediados de 1958; para entonces era ya un teórico incon­fundibIe con aquel otro enfant terrible del 'estructuralismo': Raul Prebisch. Por 10 tanto, est a breve historia de sus actividades y libros durante la década de los cincuenta tuvo el objetivo de crear las bases para cuestionar las interpretacio­nes teleológicas que se han propuesto del proceso teórico en cuestión.

Para liberarse de la estrategia teórica que busca 'orfgenes' 0 'precursores' para establecer la paternidad y fecha de nacimiento de una concepción teórica, tenemos que distinguir entre la aparición de ciertas palabras y la construcción de un concepto. De otra forma, Furtado ya serfa un dependentista en su libro Uma economia dependente (1956), 0 Anfbal Pinto, en su libro La economia dependiente en 1945 (1991).

No obstante, cabe subrayar que gran parte de las recientes interpretaciones, desde las más variadas perspectivas, han hecho de Furtado, para bien 0 para mal, el teórico y hasta progenitor de la teorfa de la dependencia (Love 1989; 1990; Arndt 1987; Brookfield 1975; Blomstrom & Hettne 1984; Kay 1989). Si revisamos las estrategias con dichas caracterfsticas, tendrfamos que aceptar, como propone H. W. Arndt,12 que Furtado fue el primer teórico de la depen­dencia, perspectiva que se manifiesta en Formación económica ... 1959, 10 que significarfa que ya 10 era en 1954 porque desconoce, como hemos dicho más arriba, que dicho libro incorporarfa capftulos deA economia ... 1954, de donde también surgieron los capftulos publicados en Uma economia dependente. Se estaba dando entonces una mutación teórica entre uno y otro libro, 10 que no ha sido considerado en algunas interpretaciones de su obra.

De manera simiIar, pero con otros supuestos, dado su conocimiento de A economia brasileira, Joseph Love (1989; 1990)13 y Ricardo Bielschowsky (1989), sostienen que este libro ya representa un análisis 'estructural' de la historia económica brasiIefia.

Cabe destacar que toda esta discusión se realiza sin intentar determinar con­ceptualmente cuáles fueron los conceptos y categorfas que establecieron la concepción estructuralista de la economfa de Furtado. Por 10 tanto, la convic­ción de que las interpretaciones mencionadas sean congruentes en términos teóricos, dependerá de 10 que se entienda por 'estructuralismo'. Aquf he indi­cado de que A economia ... 1954 sólo provee aIgunos elementos conceptuales al 'estructuralismo' de Furtado (Mallorqufn 1993)14. No cabe duda de que ciertas

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ideas pueden encontrarse en sus escritos de 'juventud', pero ya hemos dicho que la presencia y/o aparición de ciertos vocablos no significa que formaran parte de los conceptos que hacen posible hablar de una concepción estructura­lista de la economfa, los que, debe decirse, fueron incorporados posteriormen­te al corpus dependentista (André Gunder Frank, Ruy Mauro Marini, Feman­do H. Cardoso, Vania Bambirra, Osvaldo Sunkel y Dos Santos T., entre otros).

Más cerca a nuestra apreciación, (Cristóbal Kay 1989) propone que la mejor parte de la teorización del 'estructuralismo' por parte de Furtado emerge des­pués de su partida de la CEPAL, 0 sea, en 1958.

Si est a interpretación es factible, sorprende que aquellos que han escrito sobre su obra, y que alguna vez se consideraron 'furtadianos', 10 asuman a partir de la lectura de Formación económica .. . 1959 (véase, por ejemplo, el caso de Francisco De Oliveira 1983). Por otra parte, encontramos una perspectiva como la de Guido Mantenga (1984), que Ie dedica el segundo capftulo. Aquf, junto a la importancia que otorga a los trabajos como Formación económi­ca .. . 1959 y Desarrollo y .. . 1961, describe al Furtado del primer quinquenio de la década de los aftos cincuenta porque no se pereat a que gran parte de la procedencia de sus capftulos datan de 1955. Esto explica la perspectiva trunca­da que surge del pensamiento estructuralista de Furtado.15

Segun Antonio José Avelas Nunes, la primera tipificación del discurso lati­noamericano sobre la economfa como 'estructuralista'16 surge de las discusio­nes en tomo a las caracterfsticas de la inflación en América Latina en los pri­meros aftos de la década del sesenta.

Aquf hemos dicho que el 'estructuralismo' de Furtado, cuya hazafta teórica culmina entre 1958 y 1962, obviamente se inicia antes con su evaluación e historia de la ciencia académica, las que detaIlaremos a continuación. Dicho 'estructuralismo' supone una concepción de la economfa en la que se hace explfcita la función histórica y sociológica de los agentes económicos y polfti­cos para su explicación y análisis. Esta será la peculiaridad de su 'estructuralis­mo', la base de su concepción de la teorfa del subdesarrollo.

Si buscásemos definir las caracterfsticas conceptuales de su perspectiva que reflejan el orden fundamental de sus propuestas teórico-polfticas, pero que se derivan de su estructuralismo y hacen posible los discursos que emanan a partir de los aftos sefialados, serfa necesario remitimos a los libros que se publican subsecuentemente. Con tal objetivo podemos seftalar dos de ellos, que pronto se convirtieron en 'clásicos' del 'estructuralismo': Teoria y politica del desarro­llo económico (1974 [primer a edición en portugués en 1967] y La economia latinoamericana (1980 [primera edición en portugués en 1969]).

No obstante, hay que advertir que Teoria y politica del desarrollo económico presenta problemas similares al de otros libros antes mencionados y paga un alto costo teórico por reunir eclécticamente distintos ensayos, y de divers as épocas, en un sólo libro: incluye todo DesarroIlo y ... 1961 yencontramos nue­vamente las reformulaciones a finales de párrafo, 0 simples exclusiones de éstos, obstruyendo la comprensión de su evolución conceptual. Incluso, pasa­ron inadvertidas al 'censor' nociones sobre la 'escasez de capital' (1980:187) cuando intentaba explicar el 'subdesarrollo' 0 la 'dependencia'.

En el 'Anexo metodológico' 0 los capftulos 14, 16, 18 Y 20 de Teoria y politica del desarrollo económico, se presenta 10 que se denomina como la dependencia que pre domina ba por ese entonces, asf como un acercamiento e interpretación

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del 'estructuralismo' a la luz de autores como A. Hirschman, W. Lewis, R. Nurkse y Rosenstein Rodan. También se ofrece la problemática del estanca­miento (1980).

Es necesario pasar ahora a intentar definir las caracteristicas conceptuales del 'estructuralismo' de Furtado. Veremos Teoria y politica del desarroIlo eco­nómico (pero no exclusivamente) para delimitar sus aspectos especfficos. Co­mo se observará a continuación, se privilegian los fenómenos históricos socio­lógicos para explicar el comportamiento 'infiexible' de las 'variables económi­cas'. Es asi que Furtado se compromete a una explicación exhaustiva de las condiciones de existencia de las relaciones sociales históricas y legales de los 'factores productivos': tenencia de la tierra, formas de acumulación, comporta­miento de los agentes empresariales y condición politica de los actores sociales. Son es as condiciones las que explican la infima propagación del progreso téc­nico hacia el conjunto económico global. Por otra parte, y simultáneamente, se observa la proclividad al desequilibrio externo como consecuencia de las asi­métricas elasticidades de la demanda/ingreso entre los paises que comprenden el comercio internacional (desarrollados y subdesarrollados) y su efecto corre­lativo: el 'deterioro de los términos de intercambio'. Una vez más, las 'asimetri­as' en cuestión deben recibir una explicación social/politica y cultural para poder lograr una comprensión global de sus causas y efectos.

Las especificaciones del estructuralismo que emergen en Teoria y politica del desarroIlo económico, y en las nuevas secciones del texto (tales como el 'Anexo metodológico'), demuestran que se trata de un libro que descifra los fenóme­nos económicos a partir de una 'matriz estructural', vale decir, la manera en que se interrelacionan y se determinan las variables 'exógenas' y 'endógenas' que constituyen dicha matriz. Furtado destaca desde un principio que los mo­delos económicos conti enen 'un numero indeterminado de estructuras' (1980:79).

Para el prefacio de la edición de 1970, Furtado sintetiza y subraya 10 que considera como la 'teorfa del desarrollo' por excelencia, asf como sus limitacio­nes; también hace referencia al discurso económico convencional, cuyas carac­terfsticas niegan sistemáticamente la posibilidad de teorizar sobre la 'econo­mia del subdesarrollo':

Uno de los primeros frutos de la teorfa del desarrollo es una percepción más lucida de la historia económica reciente. La importancia de los facto­res no-económicos en el funcionamiento y en la transformación de los sistemas económicos, asi como la del grado de información de los agentes responsables por las decisiones económicas, cada vez se hacen más evi­dentes [ ... ]. Al establecer la importancia de 10 no-económico en las cade­nas de decisiones que llevan a la transformación de los conjuntos econó­micos complejos, la teorfa del desarrollo se encarga de pon er al descubier­to sus propias limitaciones como instrumento de previsión. En la medida en que 10 no-económico revela la capacidad del hombre para crear la his­tori a e innovar en el sentido más fundamental, la previsión económica tiene que limitarse necesariamente a establecer un campo de posibilida­des [ ... ], [y] si a ese mayor campo de posibilidades [Ie] corresponde [un] espacio más amplio para la acción del individuo [ ... ], éste es problema al que quizá la psicologfa social pueda dar respuesta algun dfa (1980:3).

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De est a manera, Furtado pone en evidencia que la teorización del crecimiento tiene que considerar factores 'psicológicos' 0 sociales que inciden en el des­arrollo de una comunidad. Es insuficiente la mera cuantificación de las varia­bles para explicar la praxis de los agentes productivos porque la 'previsión económica tiene que limitarse necesariamente a establecer un campo de posi­bilidades', y el aprovechamiento por el hombre de un horizonte más amplio de acción es algo que sólo la historia social puede explicar.

Cuando Furtado se interna en la delimitación del objeto teórico del estructu­ralismo, vemos que utiliza a F. Perroux para destacar 10 que se debe entender por estructura:

Proporciones y relaciones que caracterizan un conjunto económico locali­zado en el tiempo y en el espacio (1980:79).17

Pero Furtado va más allá de Perroux en su exposición teórica. Primero critica los modelos económicos por 'ahistóricos', 'estáticos' y 'abstractos', 10 que ex­plica el surgimiento de modelos que intentaron, con insignificantes frutos, in­corporarles una 'dinámica' 0 formas de introducir el tiempo ('eje diacrónico') a sus postulaciones teóricas. Enseguida, Furtado explicit a que el 'estructuralis­mo económico' latinoamericano no tiene nada que ver con la 'escuela estructu­ralista francesa':

Lo que se entiende por pensamiento 'estructuralista' en economia no tie­ne relación directa con la escuela estructuralista francesa, cuya orienta­ción general ha sido dar importancia al eje de las sineronias en el análisis social y establecer una 'sintaxis' de las disparidades en las organizaciones sociales. El estructuralismo económico (escuela de pensamiento que sur­ge en la primera mitad de la sexta década entre economistas latinoameri­canos) tiene como objeto principal tomar en cuenta la importancia de los 'parámetros no-económicos' de los modelos macroeconómicos. Como el comportamiento de las variables económicas dep ende en gran medida de tales parámetros [ ... ], esos parámetros han de ser objeto de meticuloso estudio. Esta observación es particularmente pertinente con respecto a sistemas económicos heterogéneos, social y tecnológicamente, como su­cede con las economias subdesarrolladas (1974:80-81).18

Vemos, por 10 tanto, la significación primordial de los elementos históricos que deben integrarse al modelo estructuralista de procedencia latinoamericana. Si bien la estrategia teórica de Furtado no desplaza totalmente la noción teórica de Perroux, ésta adquiere un significado muy distinto al ser incorporada a su esquema estructuralista por medio de su recomposición conceptual via la his­toria y las especificidades regionales. Es precisamente esa 10 que observamos en la teorización y critica de Furtado a los modelos 'macroeconómicos'.19 Se­gun Furtado, estos modelos son construcciones que podrian generalizarse fue­ra del ámbito para los cuales fueron elaborados, siempre y cuando la 'materia prima' con que se engendran esté marcada por la 'realidad histórica' que servi­rá de guia y explicación del proceso del desarrollo; en otras palabras, estos modelos deben corresponder a una 'realidad histórica' determinada.

Sefiala que todos los modelos, tanto los de la microeconomia, como los ma-

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croeconómicos, suponen ciertos supuestos sobre el comportamiento de los agentes productivos y, por 10 tanto, son mer as 'construcciones lógicas' para 'volver inteligible el comportamiento de la multiplicidad de agentes' (1974:82). Asi, la fusión de la micro y la macroeconomia es factible siempre que se en tien­da que el 'lenguaje económico' describe una interacción y condicionamiento mutuo entre 10 'económico' y 10 'no económico', es decir, esta subsume bajo sus categorîas un 'proceso histórico' (1974:81-83):

El progreso del análisis económico requiere de la combinación de ese doble enfoque: por un lado, el estudio de los procesos históricos, 0 de las realidades sociales globales, y la construcción de tipologias referentes a aquellos; por el otro, la profundización de la comprensión del comporta­miento de los agentes económicos a partir de contextos perfectamente definidos. Ambos se complementan y enriquecen uno al otro. El que sea necesario combinarlos indica la complejidad del trabajo de teorización en la ciencia económica (1974:82-83).

Puede decirse entonces que el discurso estructuralista va mucho más allá de los modelos 'dinámicos' del crecimiento.20 Hemos visto que Furtado insiste en la trascendental función de 10 'institucional' y 10 'no económico'. A su vez, por encima del conocimiento del funcionamiento de los modelos macroeconómi­cos es necesario, por un lado, compenetrarse de un saber sobre la 'estructura agraria' para lograr una plena comprensión de la 'rigidez en la oferta', y, por otro, de los efectos que trae consigo el 'dualismo estructural'. Nótese de paso que esta concepción sólo se 'acerea' a los modelos macroeconómicos dinámi­cos del discurso convencional.

En efecto, sin un conocimiento adecuado de la estructura agraria no seria posible entender la rigidez de la oferta de alimentos en ciertas economias; sin un análisis del sistema de decisiones (cuyo control puede estar en ma­nos de grup os extranjeros) no serîa fácil entender la orientación de las innovaciones técnicas; sin la identificación del dualismo estructural no se­ria fácil explicar la tendencia a la concentración del ingreso, etc. Como esos factores 'no económicos' - régimen de propiedad de la tierra, control de las empresas por grupos extranjeros, existencia de una parte de la po­blación 'fuera' de la economia de mercado - integran la matriz estructural del modelo con que trabaja el economista, quienes hicieron hincapié en el estudio de tales parámetros fueron llamados 'estructuralistas'. En un cier­to sentido, el trabajo de esos economistas se acerea al de aquellos que se preocupan por dinamizar los modelos macroeconómicos (Furtado 1974).

Pero Furtado no concluye alli. Describe incluso 10 que supone ser uno de los elementos genealógicos del 'estructuralismo': el 'marxismo', de donde dice que sustrajo la idea de 'estructuras', un discurso que pone énfasis en las 'estruc­turas sociales' que a su vez describen el 'comportamiento de las variables eco­nómicas'.

Ahora es necesario examinar su obra temprana para ver cómo inicia la criti­ca y transformación del vocabulario teórico de la ciencia económica conven­cional.

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La historia del pensamiento económico

Un primer paso requiere examinar su lectura muy particular del pensamiento económico, la que, como veremos, es desvergonzadamente teleológica. Su lec­tura se inicia con la economia politica clásica para terminar con Alvin Hansen. Observaremos de cerca tanto aquellos aspectos que demuestran una interpre­tación relativamente convencional sobre los 'precursores' de las ideas 'econó­micas', asi como el anacronismo histórico de la presentación de las mismas cuando pasa a imputar a los teóricos del pasado una problemática de reciente aparición (Mallorquin 1991; 1993; Arndt 1978).

La aparente incompatibilidad de sefialar como imltil más de 150 afios del pensamiento económico para teorizar sobre el 'crecimiento' de las economias subdesarrolladas, y, al mismo tiempo, su intención de elaborar 'modelos' a partir de sus postulados (sin dejar de afirmar en ocasiones que aigunos teóricos tenian 'en mente' los 'mismos problemas' aunque, como hemos dicho, estos son posteriores a la segunda guerra mundial, ya que, en gran parte, se 10 debe­mos al propio Furtado) (Mallorquin 1993) sólo puede disolverse y compren­derse al examinar la estrategia discursiva e interrogantes del autor en cuestión: reconstruir las formas de pensar e interpretar la especificidad de las economias latinoamericanas y su respectivo 'crecimiento'; intento heroico, pero destina­do a fracasar dadas las categorias económicas conceptuales vigentes.

Del análisis de la obra temprana de nuestro autor podemos observar que la estrategia teórica adoptada, con todas sus ambigüedades, parece repetir tradi­ciones académicas. Segun Richard Rorty, tanto la estrategia teórica de revisar 'precursores' y/o las refiexiones históricas de las ideas dominantes - yen este caso se trata del pensamiento económico - asi como sus problemas teóricos, forman parte de todos los movimientos 'revolucionarios dentro de una discipli­na intelectual' que requieren siempre una 'revisión histórica de tal disciplina' (Rorty 1989:211). La descripción de su estrategia conceptual debe comenzar con la interpretación de nuestro autor de la historia de las ideas económicas.

Veremos que en muchas ocasiones la estrategia teórica asumida por Furtado entre los afios 1950-1957 10 obliga incluso a desvirtuar su propio recuento de más de 150 afios del pensamiento económico. Si, por un lado, en 10 substantivo y a partir de su propio diagnóstico, este pensamiento no ofrecia alternativas teóricas para explicar y teorizar sobre las economias periféricas, vemos, por otro, que no habia logrado desplazar la perspectiva que est a tradición ofrecia sobre estas economias, y menos aun sus categorias que, de hecho, utilizaria para elaborar sus primeros 'modelos' y teorizaciones sobre el 'crecimiento' y la tipificación de la evolución de las economias en cuestión.

Asimismo, la evaluación y revisión que Furtado realizó de los 'economistas' del pasado fue utilizada para imputarles - ya sea a los 'clásicos' 0 neoclásicos y keynesianos, interrogantes, la del 'crecimiento' de la periferia y su especifici­dad - surgidas después de la segunda guerra mundial. No sorprende el anacro­nismo histórico mencionado; sus condiciones de existencia son la casi total ausencia de un vocabulario teórico desde el cual repensar la particularidad de los paises subdesarrollados.

Por esos afios, como nos 10 ha recordado J. Love, Paul Samuelson habia 'elevado la teoria neoclásica del comercio a nuevas alturas de elegancia' (Love 1980:402) y 'las nuevas ideas', especialmente las de Prebisch, habrian de luchar

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contra esta teoria. Hemos mencionado que la CEPAL creó las condiciones tanto 'espirituales' como prácticas para producir muchas de las ideas sobre el 'desarrollo' que veremos plasmadas en Furtado. Prebisch, al haber problema­tizado la división del trabajo internacional, y sobre la cual se afincaba la teoria neoclásica, dia un nuevo impulso a una busqueda teórica alternativa. Tampoco olvidemos su advertencia sobre la 'falsa universalidad' de la 'ciencia económi­ca' entonces en boga; empero, Prebisch sólo habfa advertido, indicado la exis­tencia de un espacio especffico (la periferia) para ser teorizado. Es en esta dirección que prontamente se dirigió Furtado.

En 'La teoria del desarrollo en la ciencia económica' (1954b ),21 Furtado pre­senta una revisión del discurso económico en torno a la problemática del 'cre­cimiento'. Comienza con los clásicos, pasando por los neoclásicos, para termi­nar con los keynesianos. Allf ofrece una perspectiva triste y desoladora del pensamiento económico de más de 150 afios, demasiado saturado por deficien­cias conceptuales como para explicar la problemática del 'desarrollo'. Sin em­bargo, debe mencionarse la manera oscilante en que se presenta dicha inter­pretación.

'La teorfa del...1954' rastrea la economfa clásica (Smith, Say, Ricardo, Se­nior, Mill), y a ellos les atribuye un déficit discursivo: el de la 'teoria del des­arrollo':

[ ... ] vefan en el proceso de la acumulación del capital no la clave de una teoria del crecimiento, y sf una prueba de que el desarrollo que entonces se observaba era un fenómeno fugaz. El problema les parecfa simpie: con la acumulación el uso del equipo tiende a aumentar, vale decir, la propor­ción del capital fijo tenderfa a crecer, 10 que acarrearfa una mayor dosis de capital por operario y por 10 tanto, una menor cantidad de 'valor' creado por unidad de capital aplicado. Esa tendencia de la tasa de ganancias a disminuir no estimularfa el ahorro e indirectamente reduciria el ritmo de acumulación del capital. Por otro lado, la acumulación del capital no crea­ba mejores condiciones de vida en la clase operaria, pues segun la ley de Malthus, dogma básico de la economfa clásica, el crecimiento del salario real provocarfa necesariamente un aumento más que proporcional de la población (Furtado 1954a; 1961).

Como dicha 'ley', acoplada al principio de población, aterrizaba en una 'ten­dencia al estadio estacionario' donde disminuirfa la acumulación y el creci­miento, se imponfa pues al discurso clásico, segun Furtado, teorizar sobre las posibles opciones para salir del atolladero estacionario.22

La teoria de la 'distribución' era uno de los obstáculos teóricos: limitaba la visión del 'progreso económico', olvidando los efectos de la tecnologfa asf co­mo los de la producción en general, para explicar la intensidad y el grado de acumulación que podrfa desplazar la tendencia de la economfa hacia un esta­dia estacionario. Sin embargo, cabe sefialarse que para Furtado la noción del 'progreso económico' elaborada por A. Smith, y su punto de partida, era un fenómeno natural y dogmático, a pesar de las lagunas teóricas que se hallan en la explicación de la relación y articulaciones entre la acumulación del capital, el nivel de la productividad y el del progreso técnico. 'Esa idea del progreso eco­nómico no encuentra, entre tanto, en Smith, una explicación que la integre en

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el cuerpo de la ciencia económica. Si bien se refiere ampliamente a la acumula­ción del capita 1, se limita a la descripción extema del proceso' (1954a:219-220; 1961:23).

De est a forma, Furtado va imponiendo al discurso de la economia politica problemas y preguntas que, para mayor exactitud, emergen y pertenecen a una formación discursiva posterior a la segunda guerra mundial:23

Los economistas clásicos, no cabe duda, parecen ten er en vista, en la cons­trucción de sus esquemas, economias en desarrollo (1954a:219; 1961:23).

En términos politicos e ideológicos, en una versión posterior a este ensayo aparecida en Desarrollo y .. . 1961, Furtado, va incluso más lejos: presenta a Smith y a Ricardo como los empedemidos teóricos de la oposición a la clase terrateniente y sus instituciones 'feudales'.24 Además, entre la escuela clásica y la teoria de los neoclásicos 'marginalistas', Furtado razona que los ultimos representan una visión apologética del capitalismo. En cambio, la óptica de los clásicos era 'innovadora' y hasta cierto 'punto revolucionaria' en relación a los neoclásicos, que 'se armaban con una ideologia defensiva y hasta cierto punto reaccionaria'.25 El discurso neoclásico emerge simplemente como una 'ideolo­gia defensiva' contra los residu os de la economia clásica - el tema del 'valor trabajo' y la relación 'salarios-ganancias', particularmente el 'excedente' - im­plicitos en los discursos de los socialistas. Por su lado, la misma emergencia de las politicas anticiclicas keynesianas obedece a la aparición de nuevos grupos sociales en el escenario politico, desplazando las nociones mecánicas hacia el 'equilibrio' de la economia sustentada por el discurso neoclásico.

Como hemos visto más arriba, la presentación de los 'clásicos' por parte de Furtado durante los aiios entre 1950-55, no tie ne prácticamente nada que decir sobre Marx; pero en la edición posterior de 'La teoria del. .. 1954' aparecida en Desarrollo y .. . 1961, Furtado usa la oportunidad para incluir un apartado espe­cial donde expone 'El modelo de Marx'. Es necesario indicar que para esa época (1960) Furtado ya se encontraba ocupando importantes puestos en la administración publica del Brasil (como en la Superintendencia del Desarrollo para el Nordeste) y gran parte de sus interlocutores en tomo a su proyecto de Nación y de desarrollo provenian de un amplio espectro de las fuerzas politico­sociales que incluian a la 'izquierda' (Mallorquin 1993).

En claro con traste con la posterior incorporación de Marx a su pensamiento, especialmente el Marx 'politico' , el de las clases sociales, y el Estado, la critica que aqui se Ie realiza se concentra en la teoria del valor y el 'determinismo' de sus concepciones. En este ensayo, Marx emerge como el teórico del derrumbe.

Por 10 visto, Furtado parece haberse olvidado de las 'contratendencias' ex­puestas por el propio Marx,26 pero aun en la ausencia de estas especificaciones, si se parte de la idea de que el universo económico no tiene limites preestable­cidos, no existe razón alguna para que se materialicen las tendencias en la polaridad concentración/centralización y sus secuelas fatalistas. Esto se debe al simple hecho de que siempre existirán, y apareciendo constantemente, un sin fin de unidades productivas sujetas a condiciones de existencia muy particula­res por las propias necesidades de las grandes industrias y coparticipes de la división social del trabajo. Además, no se atribuye mérito alguno a la teoria de la 'acumulación' de Marx como una posible pista para conformar los elemen-

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tos de una 'teorfa del desarrollo'. Esto se debe a que Marx, dice Furtado, no está interesado en cómo se desarrolla el capitalismo, sino en la forma en que evoluciona hacia su autodestrucción; además, 'Marx no indica claramente cuá­les son los principios que gobieman la distribución del excedente entre el con­sumo de los capitalistas y la acumulación' (1961:37).

El mismo ensayo realiza un diagnóstico de la visión de los neoclásicos27 a partir de la problemática del 'crecimiento económico'. Se destaca en particular el distanciamiento de esta corriente de los presupuestos clásicos y, más especffi­camente, de la amnesia respecto al 'excedente' y a la relación ganancias-sala­rios. Cabe destacar algunas de las especificaciones en tomo a las deficiencias de la economfa neoclásica elaboradas en 'La teorfa del. .. 1954', aunque luego ten­dremos ocasión de volver sobre el tema cuando Furtado se acerque al mismo con otra estrategia. Aquf, los aspectos recalcados se refieren a la inexistencia de la problemática del 'progreso económico'.

Este problema [el del estancamiento), entre tanto, no llegó a preocupar a los economistas neoclásicos, por el simple hecho de que ellos nunca dedi­caron mayor atención al concepto del progreso económico (1954a:224; 1961:56).

En este ensayo, Furtado sostiene que el proceso del desarrollo 0 'progreso económico', a diferencia de la concepción clásica, no tiene lugar teórico alguno más que si se supone un sistema fuera de 'equilibrio' y donde las acciones maximizadoras de las utilidades por parte de los agentes y factores de produc­ción no logran realizarse como un proceso automático de ajuste 0 de 'equili­brio'. Pero el planteamiento teórico explfcito de esta concepción de la econo­mfa no dice mucho sobre el 'progreso económico'. Es sólo de manera implfcita, a partir del estancamiento de la economfa que cabrfa postular que este discurso tenga algo que decir al respecto; en ese sentido, esta noción de la economfa y sus interrogantes es diametralmente opuesta a la de los clásicos, que se concen­traban en la idea de una inevitable tendencia del estancamiento económico y la explicación del 'progreso económico'. Por consiguiente, si en el discurso neo­clásico existe un lugar para la problemática de la 'teorfa del desarrollo', éste la supondrfa como resultado de un proceso automático:

[ ... ) el aumento de productividad del trabajo (que se refleja en el aumento del salario real) es una consecuencia de la acumulación del capital, la cual, a su vez, está en dependencia de la tasa anticipada de remuneración de los nuevos capitales. Es fácil percibir que la acumulación de capital, provo­cando un aumento en los salarios reales, tenderfa a incrementar la partici­pación de los asalariados en el producto y, por 10 tanto, a reducir la tasa media de rentabilidad del capita!. Ahora bien, disminuyendo el 'precio de demanda' del capital, se dejarfa de estimular el ahorro y consecuentemen­te se reducirfa el ritmo de acumulación del capita!. Retrocedemos asf a la teorfa del estancamiento (1961:228).28

Considerando que los economistas neoclásicos no se preocuparon de las 'inte­rrelaciones entre la forma de organización de la producción y el proceso acu-

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mulativo' (1954a:228; 1961:61). Furtado pasa a desarrollar esta temática en la sección titulada 'La teoria del empresario'.

Aqui se subraya particularmente el proceso por medio del cual se ahorra y se incorporan ciertos recursos para la formación de capital, la manera en que se concretiza por medio de la inversión, ya que 'la teorfa del desarrollo tiene que concentrarse no en el análisis de la 'abstinencia 0 de los efectos de la acumula­ción sobre la repartición de la renta, sino en la de los incentivos a la inversión' (1954a:229; 1961:62).29

En est a sección del mismo capftulo, la busqueda de teóricos precursores sobre el desarrollo y la descripción del discurso 'keynesiano' dominante por esa época, lleva a Furtado a plante ar a Wickselpo y a Schumpeter como sus puntos de partida. El primero se concentró en explicar el nivel de los precios a partir de la demanda existente por el capital, porque si los empresarios calcula­ban que las inversiones productivas tendrian un mayor rendimiento que el que otorgaba la tas a de interés rein ante, ello motivaria una mayor competencia por los factores de la producción, elevándose, como consecuencia, los precios. Re­conoce que la teorfa de la inversión no iba más lejos y pasa a Schumpeter, quien es bautizado como el teórico que da inicio a la reflexión sobre las condiciones que hacen posible que el empresario impulse las transformaciones producti­vas.

Segun Furtado, Schumpeter abandona el problema de Wicksell en tomo al ajuste de los agentes productivos con la fluctuación de los precios, para subra­yar el hecho de que el empresario no es sólo un 'calculador de ganancias', sino, además, un procreador de las transformaciones productivas, que rompe con los 'equilibrios' precedentes; la importancia de su función trata la problemática de si su 'propia acción tiende a transformar el proceso productivo' (1954a:231; 1961:64). Durante las fases de crecimiento rápido ('equilibrio dinámico'), 10 que se vislumbra es la sagacidad de aIgunos empresarios, quienes 'a través de la introducción de 'innovaciones' en el proceso productivo' (1961:64), promue­ven una mutación y expansión del aparato productivo. Segun Furtado, es el enfoque de Schumpeter, sobre el dinamismo de la economia capitalista, 10 que posibilita la observación sobre 'la importancia del progreso tecnológico como factor dinámico', pero esta visión, no obstante sus diferencias con la neoclásica, fue insuficiente para explicar satisfactoriamente el proceso de desarrollo eco­nómico.

De acuerdo con Furtado, Schumpeter no logra distinguir las relaciones so­ciales 0 el periodo histórico y, por tanto, etemiza la noción del empresario (una 'falsa universalidad'), reduciéndola a una 'teoria de las ganancias'. Para Furta­do era indispensable elaborar las condiciones sociales bajo las cu ales se abrfa cauce a una situación de cuasi monopolio para el empresario como resultado de alguna 'innovación' en el proceso productivo. Es ese elemento el que impul­sa y fomenta el crecimiento económico y en especial el que lleva a reducir los costos via el incremento de la productividad.

La clave para comprender el desarroIlo pertenece al ámbito del análisis y explicación del proceso de acumulación de capital. Ast, Furtado pasa a enalte­cer la figura de A. Hansen como el máximo representante de un 'caso tfpico de teoria especial en el campo del desarrollo' (1954a:240; 1961:70).

Hansen es personificado como esencialmente keynesiano, ya que replantea la problemática de Keynes en relación al monto de inversión necesario para

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ocupar la mayor proporción posible de los recursos productivos, y ello implica refiexionar sobre los factores que 'inducen a los empresarios a invertir'. Por otra parte, niega que Keynes haya elaborado dicho esquema ('El análisis de los factores que inducen al empresario a invertir, es ciertamente, la parte más pobre de la obra de Keynes' (1954a:242-243; 1961:73)31; Hansen expo ne esta problemática, dice Furtado, a largo plazo, indicando, a su vez, 'aigunos vicios estructurales del sistema económico' que hacen factible establecer 'una posi­ción de partida para una teoria del desarrollo' (1954a:243; 1961:73).

Para nuestro autor, Hansen teoriza simultáneamente sobre la crisis de los aîios treinta en términos de una insuficiencia de la demanda efectiva, y como un problema más profundo de la 'estructura'. 'Por esa puerta, escribe Furtado, entra el análisis del desarrollo' (1954a:243; 1961:73). Este análisis asume que, debido a la reducción de las 'fronteras' geográficas, la ampliación y aumento de la inversión limitarian el grado de acumulación en el sector de bienes de capi­tal; a medida que se alcanzasen dichas fronteras, los montos de capital requeri­dos para proseguir el desarrollo serian proporcionalmente mayores. Pero con la incorporación casi total de la mano de obra, el sistema económico perderia su fiexibilidad y, correlativamente, se reducirian las oportunidades de inver­sión. Debe mencionarse que si bien Furtado niega atributos de universalidad a dicha perspectiva del desarrollo, ello no Ie impidió caracterizarla como 'cienti­fica'; es decir, en la medida en que est a concepción se articula a los problemas económicos de cierta época histórica (los aîios treinta), su aplicación y explica­ción son compatibles con la época. La entonces existente reserva de amplias capas poblacionales que min podian ser absorbidas por el proceso de expan­sión económica facilitaba que la economia siguiera creciendo. Pero más allá de est a problemática y espacio histórico, est a concepción perdia capacidad expli­cativa y pertinencia.

Antes de pasar a examinar la otra cara de la 'duda fundadora' de Furtado, que Ie permite criticar a la ciencia económica como inadecuada, es interesante resaltar que el diagnóstico fin al de los clásicos, neoclásicos y keynesianos de 'La teoria del...1954', que originalmente aparece enA economia ... 1954, que­dó excluido (casi página y media) en la edición posterior de DesarroIlo y .. . 1961. Alli vemos un lamentable panorama respecto de la utilidad y capaci­dad de la 'ciencia económica' para comprender el 'desarroIlo':

Las observaciones hechas anteriormente [clásicos y neoclásicos-keynesia­nos] ponen en evidencia que el problema del desarroIlo ocupó siempre un segundo plano en la ciencia económica. Hasta el presente, la atención de los economist as se habia concentrado en los problemas relativos a la re­partición del producto social, a las fiuctuaciones del nivel de precios y a la insuficiencia periódica del grado de ocupación de la capacidad productiva. Y de una manera general esas consideraciones habian conducido antes a la formulación de una teoria del estancamiento que del desarroIlo [ ... ]. l,De dónde arrancan los economistas esa idea del estancamiento si la reali­dad habia sido otra? Aparentemente, ella es resultado de las insuficiencias de las propias formulaciones teóricas. Habia estado inmanente en las ex­plicaciones que elaboraban los economist as del proceso económico. El estancamiento de la escuela clásica es una simple reductio ad absurdum ingenuamente hecha por J. S. Mill de los argumentos polémicos de Ricar-

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do. Entre los neoclásicos es una consecuencia de su impotencia para for­mular una teoria más realista de las ganancias. Finalmente, entre los key­nesianos resulta de la negativa de estos a reconocer la necesidad de modi­ficaciones institucionales en cara del entorpecimiento del mecanismo de los precios.

Antes de abandonar sus preconceptos y posiciones establecidas a priori, los economistas, de manera general, vienen prefiriendo aceptar la idea milenaria de una tendencia al estancamiento. Esa actitud es responsabie por el atraso de los trabajos de carácter cientifico con enfoque directo en los problemas del desarrollo. El gran esfuerzo que actualmente se realiza para subsanar esa enorme laguna podrá abrir perspectivas enteramente nuevas a la ciencia económica (Furtado 1954a:243-246).

Esto nos conduce al modelo de validación teórica en el que se apoya Furtado.

El espejo del desarroIlo universal y la incierta e imprudente ciencia económica

Como se pudo observar en la estimación realizada por Furtado del pensamien­to económico en los primeros afios de los cincuenta, existe una inestable con­traposición no resuelta entre utilizar sus categorias y demostrar su impertinen­cia para los problemas del desarrollo de las economfas periféricas. No des­concierta entonces el hecho de que Furtado esté relativamente cerca de las concepciones convencionales sobre el crecimiento y su equiparación con el 'desarrollo':

En una simplificación teórica se podrfa admitir como plenamente des­arrolladas, en un momento dado, aquellas regiones en que, no habiendo desocupación de factores, sólo es posible aumentar la productividad (la producción real per cápita) introduciendo nuevas técnicas. Por otro lado, las regiones cuya productividad aumenta 0 podrfa aumentar por la simple implantación de las técnicas ya conocidas, serfan consideradas en grados diversos de subdesarrollo. El crecimiento de una economfa desarrollada es, por 10 tanto, principalmente un problema de acumulación de nuevos conocimientos cientfficos y de progresos en la aplicación de es os conoci­mientos. El crecimiento de las economfas subdesarrolladas es, sobre todo, un proceso de asimilación de la técnica prevaleciente en la época (1954a:194; 1961:80-81).32

El desarrollo aparecfa simplemente como un problema de 'asimilación' tec­nológica. No se intentaba especificar las particularidades del 'subdesarrollo', fenómeno que de todas formas seria superado por medio del 'crecimiento'. Además, est a concepción estaba articulada a nociones relativamente ortodo­xas sobre el subdesarrollo como una entidad en la que la 'escasez de capita}' constitufa una de sus caracteristicas principales.

La idea de que el 'subdesarrolIo' era consecuencia de la 'escasez de capita}'33 estaba ampliamente difundida por el discurso de la economfa ortodoxa en ese entonces en boga, y de elIa encontramos más que rastros en las proposiciones de Furtado:

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Dentro de los patrones de la técnica conocida, en una región subdesarro­llada siempre existe una utilización deficiente de los factores de produc­ción. Sin embargo, esa deficiencia no resulta necesariamente de la mala combinación de los factores existentes. Lo más comun es que resulte de la escasez del factor capital (Furtado 1954a:194; 1961:81).

Furtado expone una noción del 'crecimiento' cuyas caracteristicas denotan un proceso automático y mecánico fluido en cuanto a sus efectos multiplicadores:

Por 10 tanto, las grandes dificultades del desarroIlo se encuentran en los niveles más bajos de productividad. Iniciado elproceso de crecimiento, la dinámica propia de este hace que parte del aumento de la renta se reserve para la capitalización (1954a:196-197; 1961:84).

Cuando Furtado describe los factores que son necesarios para el crecimiento, su dinámica, y la interrelación entre los sectores (1954a:195-198), as! como la propagación de sus efectos a través del sistema basado en cierto ritmo de capi­talización (1954a:205-208), pone gran énfasis en los procesos presumiblemente automáticos que el proceso engendra ya sea por factores externos 0 internos. La idea de elasticidad -la posible variación en la demanda de los productos de exportación respecto a algun cambio de sus precios - as! como el de la diversifi­cación de la demanda, consagran el 'crecimiento' y su articulación como algo mecánico. Son inocultables las tesis ortodoxas sobre la inmanencia automática de todo el proceso:

El aumento de productividad proporciona, por 10 tanto, al sector benefi­ciado un aumento de renta. Al iniciarse un proceso de desarroIlo, confor­me vimos, ese aumento se transforma casi totalmente en ganancias, per­mitiendo acumular capitales para intensificar la producción, 10 que sucede cuando persiste el estimulo de una demanda extema creciente (1954a:199; 1961:87).

Hoy sabemos, y gran parte debido a Furtado, que fue precisamente de las criticas a dichos postulados que surgirá el discurso 'estructuralista'. Empero, la demostración lógica de estas nociones es intachable:

Una vez que el proceso de crecimiento se afirme y aumente la demanda de manD de obra, los salarios reales tenderán a crecer. Consecuentemente, el aumento de la renta real tenderá a ser distribuida entre el consumo y la inversión. La demanda aumentada de los consumidores ejercerá presión sobre los precios en ciertos sectores, 10 que determinará que las nuevas inversiones se encaminen hacia éstos, absorbiéndose de esa forma el aho­rro adicional que se está creando (1954a:199; 1961:87).

No se cuestiona el mecanismo de los precios y las fuerzas automáticas que de alli se derivan y presumiblemente ocasionan una óptima asignación de recur­sos. Esto queda claramente expuesto cuando describe las consecuencias de las nuevas inversiones:

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[ ... ] se hacen, en gran parte, con miras a la demanda futura. Como esa demanda se va diversificando, el aparato de producción tiende a modificar su estructura a medida que se eleva el ingreso re al. Por más abierta que sea una economia, siempre existe una gran cantidad de bienes y servicios que no es posible irnportar. Explicase asi que aun aquellas que evolucionan en el sentido de una creciente integración en el comercio intemacional, ha­yan diversificado progresivamente su estructura productiva (1954a:201; 1961:89).

Vemos la forma en que Furtado elabora las relaciones y magnitudes necesarias para promover cierta 'intensidad del crecimiento', la tasa de inversión y la productividad del capital, modalidad enunciativa keynesiana por excelencia.34

Cuando Furtado explica las diferencias del producto per cápita entre regio­nes, dice que inicialmente sus:

[ ... ] variaciones dependen, principalmente, de fluctuaciones en el grado de utilización de la capacidad productiva. Aun fuera de las fluctuaciones ciclicas inherentes a la economia de libre empresa, existe una serie de factores de fricción que impiden la plena utilización de la cap acid ad productiva de las instalaciones existentes (1954a:204; 1961:93).35

Igualmente, parece seguir las definiciones habituales sobre 10 que significaba el 'desarroIlo económico':

La teoria del desarroIlo económico trata de explicar, desde un punto de vista macro-económico, el proceso de expansión de la productividad del factor trabajo (1954a:211).36

Si bien Furtado menciona el cuestionamiento que se ha hecho a semejante parámetro, la especificación anterior de ninguna manera podria aparecer co­mo heterodoxa ante el discurso hegemónico en la época en que escribiaY

Entonces, A economia ... 1954 se concentra en reflexiones en tomo a la ma­nera de especificar el 'desarroIlo' 0 crecimiento. Gran parte de la labor teórica estaba comprometida a desarrollarse a través de la 'construcción de modelos' tan en boga por ese entonces en la ciencia económica dominante. Casi de ma­nera indistinta, retomaba la teorización del crecimiento tanto en términos de la dicotomia desarrollo-subdesarrollo, asi como bajo el supuesto de la existencia de diversos 'modelos' y/o 'economias' con sus respectivas formas de ere eer 0

ampliar el universo económico, ya fueran 'coloniales' 0 'dependientes', 'de autosubsistencia', 'esclavistas', 'estacionarias', 'comerciales' e 'industriales', incluso cuando se refiere al Brasil. Con excepción del ultimo capftulo de A economia ... 1954, donde vemos una hegemonia discursiva del duplo 'desarro­Ilo' y 'subdesarroIlo' y no siempre como entidades excluyentes, el texto utiliza la noción de 'economia' en un doble sentido: cuando hace referencia a 'secto­res' propiamente dichos del sistema económico, y la otra acepción que supone a la totalidad en particular, 0 'sistema económico'. Por eIlo fue obligado, segun Furtado, a utilizar 'la técnica del análisis que los economistas Ilaman la cons­trucción de modelos' (1954a:14).

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No obstante, enA economia ... 1954 puede advertirse cierta indecisión sobre el propio vigor y eficacia de la 'ciencia económica':

En el campo de las ciencias sociales el rigor metodológico parece ser fun­ción invers a del alcance de la observación. Lo que se gana en exactitud cientîfica, se paga en el horizonte visual. El economist a logró refinar una serie de instrumentos de trabajo que Ie permit en analizar los fenómenos sociales en un nivel de abstracción en el que ya es posible obtener resulta­dos de elevado rigor cientifico. Esa, tal vez, es la razón por la cual él sea, dentro de los estudiosos de la sociedad humana, el menos capacitado para observar el proceso histórico en su conjunto. Acostumbrado a lidi ar con fenómenos cuantificables y avanzar en la observación sobre una base de datos que Ie permite pens ar en términos de grandes numeros, se siente incómodo e incapaz cuando es llamado a observar la corriente heterogé­nea y no dócil de cualquier disciplina, del complejo de fenómenos que constituyen el proceso de la vida social (1954a:13).

En el prefacio, Furtado, cautelosamente, dice que ellibro A economia ... 1954 debe tomarse tan sólo como experimento; 10 que estaba en juego eran ciertas 'hipótesis' fundadas en la 'teoria de las fluctuaciones cfclicas':

Las ideas expuestas [aqui], como aquellas en todos los otros capitulos, son simp les hipótesis de trabajo. Conforme ya indicamos, a ese nivel de gene­ralidad el economist a siente que sus instrumentosde análisis se tornan imprecisos cuando no inutiles [ .. .]. En el caso presente reconocemos que las hipótesis sugeridas son extremademente inmaduras, mereciendo los problemas tratados un análisis mucho más detenido. Con todo, su simp Ie formulación tuvo para nosotros la virtud de permitirnos abarcar un hori­zonte más amplio (1954a:15-16).

La categoria del 'subdesarrollo' (tan predominante en su obra posterior), emerge por primera vez en la página 54 de A economia .. . 1954 y alli aun signifi­ca algo análogo a una economia 'estacionaria'. Es en este sentido que habla de 'equilibrio con subdesarrollo'. Cuando en la página 120 aparece nuevamente la noción de 'subdesarrollo',38 esta se re fiere a una totalidad con estructuras pro­ductivas muy especfficas.

De hecho, la preocupación axial que Furtado describe en el prefacio de A economia .. . 1954 in di ca una busqueda de los factores que hicieron posible el crecimiento 0 que inducen el estancamiento en los 'sistemas económicos'.

Hemos intentado demostrar que la concepción del crecimiento que presenta A economia .. . 1954', en explfcita referencia a las economias 'subdesarrolladas', asi como los 'model os' , están emparentados con el pensamiento económico hegemónico. Sin embargo, existen dudas importantes en al gun as de las obser­vaciones respecto de su 'cientificidad'. Se entiende la 'timidez' de Furtado ante la inexistencia de un nuevo cuerpo conceptual para enfrentar a la ciencia eco­nómica convencional.

Es obvio que está cuestionando su 'universalidad' , pero no lanza un ataque frontal contra sus supuestos, y tampoco intenta desplazarlos por medio de otras categorfas. lnicia la problematización de las teorfas convencionales con el

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sefialamiento de que sus teorias están elaboradas con un alto grado de 'abstrac­ción' y 'generalidad'. Insiste en que deben ser adaptadas a 'realidades' históri­cas concretas.

Segun Furtado, la elaboración de una teorfa del desarrollo económico, asi como su utilización, hubiera requerido, entre otras cosas, diferenciar 'dos pla­nos'. Por un lado el aspecto 'abstracto' y general que concierne a las formula­ciones de los modelos y esquemas simplificados del proceso de crecimiento y que tom a en cuenta sólo aquellas 'variables' consideradas de 'sobresaliente importancia' y por el otro, subsecuentemente, contrast ar y confrontar estos 'modelos' con la 'realidad'.39 La tarea teórica no concluye con la creación de modelos abstractos. Debido a que las categorias conceptuales tienen una vi­gencia histórica determinada, su posible generalización fuera del tiempo y geo­grafia para los cuales fueron elaborados requiere que se sujeten a una 'verifica­ción'.

Por otra parte, sorprende que la mirada de Furtado, que explfcitamente nie­ga la 'universalidad' ('falsa') de la ciencia económica, adopte 'un punto de vista bast ante aceptado' (1954a:193).40 Segun este 'punto', queda clausurada la ela­boración de una perspectiva para pensar el 'crecimiento' de las economias 'subdesarrolladas'. La 'ciencia económica' dominante negaba toda pertinencia a dicha interrogante; la evaluación de la ciencia económica dominante por parte de los centros universitarios estadounidenses habia llegado a la conclu­sión de que ello no era objeto para su disciplina.41 La 'teoria del crecimiento' nada tenia que ofrecer a la economia como 'disciplina', dadas sus caracteristi­cas de compartimento estanco. Para resolver dicha problemática se requeria del apoyo de los discursos sociológicos, antropológicos y de la historia.

Pero Furtado, como ya hemos visto, no se queda alli; paradójicamente, acep­ta dicho dictamen a medias, pasando inmediatamente al intento de 'identificar aigunos mecanismos' del proceso y teorización del desarrollo. Digo 'paradóji­co', porque funda su estrategia negando la perspectiva 'ampliamente aceptada' que suponia cerrar el paso a dicha teorización. Menciona tanto las carencias como la importancia del discurso keynesiano para teorizar el crecimiento, pero de ninguna manera 10 rechaza, como 10 haria posteriormente. Cuando se exa­minó 'La teoria del. .. 1954' vimos cómo se apropió del mencionado discurso; asi destacaba las relaciones entre la inversión y el ahorro y la importancia del consumo y su diversificación para que prosiguiera el ritmo del crecimiento. Es obvio ent on ces que Furtado oscila reiteradamente entre asumir plenamente como válidas las categorias del análisis económico, y sus implicaciones, al mis­mo tiempo que las critica y busca que dialoguen con 'realidades concretas'.

Segun Furtado, las categorias son sumamente abstractas, y es a ese nivel que suponen ser 'universales " pero esta ciencia 'apenas nos capacita para describir aigunos mecanismos generales del proceso económico' (1954a:237; 1961:97) y, por tanto, son insuficientes para concebir plenamente el sendero del desarrollo de los paises subdesarrollados. Furtado prosigue su critica a la 'ciencia econó­mica' contraponiendo sus aspectos 'abstractos' al ámbito de la 'realidad' ,pero ello no es suficiente para librarlo del discurso cuasi keynesiano:

En ese plano de generalización, no es posible construir una teoria que nos dé una explicación comprensiva del proceso de desarrollo, tal como 10 observamos en la realidad. No basta decir que el crecimiento resulta de la

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acumulación - considerando como parte integrante de ésta al avance de la técnica - y que la capitalización está condicionada por la tasa de inversión y por la productividad media del capital [ ... ]. De este modo, la teoria de la inversión es una pieza fundamental de la teoria del desarrol/o. Ahora bien, el análisis de los factores que estimulan la inversión no debe ser realizado en términos puramente abstractos; de 10 contrario caerfamos en las generali­zaciones subjetivas de Wicksell. En ese punto, la teorfa del desarrol/o tiene que bajar al plano histórico, 10 que implica el agrupamiento de las econo­mîas de acuerdo con ciertas categorfas relevantes al caso. Es en este senti­do que hablamos de economîas desarrolladas y subdesarrolladas; de eco­nomîas autónomas y dependientes, etc. Consecuentemente, la teorîa del desarroIlo, después de haber sido presentada en términos generales, para adquirir mayor precisión deberá asumir formulaciones especiales relati­vas a de term in ad os procesos históricos de desarroIlo [ ... ]. Serîa tot almen­te irreal asimilar los problemas de es as economîas [las latinoamericanas] a aquellos que conocieron otras, actualmente más desarrolladas, en etapas anteriores de su crecimiento (1954a:237-238; 1961:97-98).

Vemos entonces que en 'La teorîa del.. .1954'42 asume que la teorîa del des­arrollo, para explicar y promover el 'crecimiento', debe tener como cimiento el proceso de acumulación. Pero debido al grado de generalidad con que funcio­na la 'ciencia económica', la observación teórica debe 'descender' de la 'abs­tracción' general hacia la consideración de los casos concretos:

Ahora bien, el proceso de acumulación no puede ser explicado con una formulación puramente abstracta, pues está întimamente ligada a la for­ma en que se organiza la producción. Y no es solamente esa: es indispen­sable descender a la observación de cada caso concreto, pues no existen dos economîas con similitudes tan grandes que sea factible esperar de ell as reacciones idénticas ante una determinada situación. No hay duda que existe una serie de categorfas comunes a todas las economîas, y un numero todavîa mayor de otras comunes a ciertos grupos de economîa. Y es solamente por esa que existe una ciencia económica (1954a:237).43

Sin embargo, es obvio que Furtado se encuentra en dos ámbitos teóricos muy distintos; por un lado, intenta desplazar nociones convencionales de la econo­mîa, y por otro, trata de construir una perspectiva teórica que pudiera englobar a las economîas latinoamericanas. Reniega de los 'instrument os del análisis' convencional y expone la necesidad de efectuar una ampliación de 'los cuadros de la construcción teórica, para que quepa, dentro de ellos, cada vez [un] ma­yor numero de casos especiales' (1954a:240; 1961:100).

En otras ocasiones, Furtado utiliza otra estrategia discursiva; relativiza la pertinencia de las teorîas convencionales para los paîses 'subdesarrollados'. En este sentido, considera que el argumento por analogîa puede ser contraprodu­cente, ya que con duce necesariamente a la pérdida de los aspectos esenciales de estas formaciones sociales. En 1952, en un ensayo que subsecuentemente serîa integrado a A economia . .. 1954 como parte de 'La teorfa del. .. 1954', Fur­tado se atrevîa a decir:

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La ausencia de información básica y la ignorancia resultante de los hechos reales han dado origen, entre los economistas de los paises subdesarrolla­dos, al hábito de razonar por analogia, con la creencia errónea de que hasta cierto punto, los fenómenos económicos son iguales en todas partes. Desgraciadamente, no es siempre posible extraer conclusiones aplicables a situaciones concretas de teorias que, aunque sean sólidas lógicamente, son, en muy gran medida, construcciones abstractas. Sin embargo, debe esperarse que el enorme esfuerzo de investigación estadistica que se lleva a efecto en el momento presente en muchos paises subdesarrollados pue­da contribuir a la transformación del pensamiento económico en dichos paises en un instrumento [ ... l poderoso (en Agarwala & Singh 1973:259).44

Dada la importancia del pensamiento económico convencional para las ideas de Furtado por ese entonces, fue indispensable citarlo de manera extensa. Por consiguiente, la validez de cierta teoria debe medirse a partir de su adecuación y/o 'verificación' respecto de cierta 'realidad' , pero también por su capacidad para formular eficazmente los 'problemas':

Es indispensable no olvidar que una teoria solo se justifica cuando nos arma para conocer y explicar la realidad. La aplicación de cualquier teoria exige un trabajo preliminar de 'identificación de problemas'. En la econo­mia, la falsedad no siempre está en las teorias, las que son formuladas con una serie de calificaciones que se olvidan. El error está en la identificación del problema. Por ejemplo, se admitia en abstracto el principio de libre cambio; enseguida se condena la industrialización de un pais subdesarro­llado porque, porque dado el bajo nivel de productividad relativa de las nuevas industrias, éstas no resistirian la competencia externa y por tanto son artificiales. El error alli no está en aceptar 0 no el principio del libre cambio y si en la identificación del problema, el cual no consiste en saber si, dadas las condiciones de libre cambio es 0 no ventajosa la instalación de cierta industria en cierto pais. El problema consiste en saber si, dadas las condiciones que prevaleeen en el mundo real -las cuales no tienen nada que ver con el libre cambio -, se justifica 0 no. etc., [ .. .]. Este problema refleja el choque, que en economia es posiblemente mayor que en cualquier otra ciencia, entre la posibilidad de generalizar y la capa­cidad de explicar. Esto se debe al hecho de que el economista, para no perder el 'rigor cientifico' y la elegancia expositiva, se refugia en un eleva­do plano de generalización, en el cuallos problemas concretos, se trans­forman en vagas imágenes. Evidentemente esa deficiencia sólo podrá ser subsanada llevando mucho más lejos el conocimiento que tiene el econo­mista de la realidad económica. El elevado nivel de abstracción no signifi­ca rigor, sino solamente que nuestros instrumentos de análisis no nos per­miten explicar sino un pequeiio numero de fenómenos, que aislamos de los demás. Los casos especiales a priori tienen que ser abandonados. El progreso de la ciencia se hace ampliando los cuadros de la construcción teórica, para que dentro de ellos encuentren espacios más y más casos especiales. Lo que es totalmente anticientifico es pretender conservar a todo costo una teoria, y transformarla en un lecho de Procusto para los problemas que transbordan sus limites (1954a:237-240; 1961:99-100).

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Por otro lado, tempranamente, en A economia .. . 1954, se indicaba la importan­cia de un apoyo social para que ciertas ideas logren simultáneamente cientifici­dad y pertinencia para una sociedad:

Una teoria cientifica presupone la existencia de uno 0 más problemas cuya solución es motivo de preocupación por parte de algun grupo social. Es indispensable, por 10 tanto, que se reconozca la existencia del problema para que su solución pueda constituir objeto de especulación de los hom­bres de pensamiento (1954a:191; 1961:76).

La perspectiva 'sociológica' del conocimiento que acabamos de sintetizar, es algo que nunca desaparecerá de la obra de Furtado. La encontramos en mu­chos textos de forma pasajera,45 0 un poco más elaborada como la de La nueva dependencia y también en Breve introducción al desarroIlo - Un enfoque inter­disciplinario.

Dos afios después de haber escrito A economia ... 1954, Furtado retorna al nucleo teórico hegemónico del pensamiento económico ortodoxo, pero esta vez haciendo referencia explfcita al problema del 'subdesarrollo'. El titulo es elocuente en cuanto a sus intenciones: 'El análisis marginal y la teoria del sub­desarrollo'.46 En esta ocasión en que el 'subdesarrollo' será confrontado con la teoria marginalista, obviamente las insuficiencias conceptuales para explicar los paises subdesarrollados fueron alarmantes. Además, ya se deja entrever que la perspectiva es inadecuada, incluso para explicar el proceso de creci­miento de los propios paises industriales, y afirma que es hora de nuevas 'hipó­tesis' para su comprobación empirica.

En este punto, Furtado propone una analogia con la fisica para justificar y promover cambios no sólo en la acepción teórica 'marginalista' sino en la 'cien­cia económica'. En otras palabras, son urgentes y necesarias las transformacio­nes de sus hipótesis, pero existen 'resistencias desesperantes'. Plante a que los nuevos conocimientos se obtienen por medio del contraste de hipótesis:

[ ... ] cada dia surgen problemas nuevos, muchos de los cuales han llevado a más de un investigador a abandonar hipótesis de uso corriente en la cien­cia económica contemporánea. Ninguna ciencia se niega, hoy dia, a reno­var sus técnicas de investigación, 0 reivindica principios inmutables. Es natural que en las ciencias sociales, en las que existe inevitablemente una ancha faja donde se racionalizan intereses ligados a la estructura social existente, las iniciativas renovadoras encuentran mayores resistencias. El edificio dos veces secular de la mecánica newtoniana fue subvertido por la revolución relativista en pocos afios. Pues bien, en el campo de las ciencias sociales, construcciones mucho menos sólidas ofrecen resistencias desespe­rantes. Empero, el magnifico esfuerzo constructor realizado por los eco­nomistas en los ultimos afios es un indicio de que no solamente las ciencias fisicas lograron ese grado de madurez en que se admiten auténticas revo­luciones. Conviene, con todo, evitar malentendidos. No hay que olvidar el hecho de que la ciencia económica, no obstante la persistencia de aflora­ciones doctrinarias, consiste en un conjunto de teorias con asiento en hi­pótesis fundadas en la observación. El progreso de la ciencia se hace a través de la sustitución de una 0 varias de es as hipótesis al plantearse

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nuevos problemas suscitados por un conocimiento empirico más amplio 0

por una realidad social en continua transformación. A partir del momento en que se ampliaron las perspectivas del conoci­miento económico por medio del análisis de estructuras sociales mucho más dispares de las que preocuparon a los economist as del siglo pasado, más de una hipótesis de uso corriente en la teoria económica se reveló insuficiente. Es cierto que no se debe dejar a un lado una hipótesis, a menos que se disponga de otra más fructffera, pues el progreso de la cien­cia se va haciendo a partir de posiciones anteriores perfectamente estable­cidas. Por esa es que tendremos que profundizar en el estudio de las teori­as convencionales si pretendemos de alguna manera superarlas (1956b:438).

Pero Furtado no anuncia una ruptura tot al con dicha ciencia, como se prop on­drá en los aflos subsiguientes. Aun menciona la importancia del poderoso ins­trumental teórico marginalista, pero destaca la falacia de la noción implfcita sobre la sustitución infinita entre si de los factores productivos como posible estrategia para romper con el esquema de los rendimientos decrecientes (fun­dada por Ricardo respecto de la renta de la tierra). La lejania del discurso respecto a la 'realidad' no descubre que existen varios obstáculos para conju­gar y sustituir de maner a infinita el trabajo por el capital.

Este enfoque esencialmente de la 'empresa', dice Furtado, fue trasladado a nivel 'macroeconómico' para fundar una teoria de la distribución segun la cual el salario corresponde a su productividad marginal, instaurándose asi un nivel general para las industrias bajo los efectos de la competencia. Algo similar sucederia al capital y sus remuneraciones, resultado de la incesante movilidad de los factores productivos hacia actividades mejor remuneradas, que a su vez inducirian un proceso de igualación en la productividad y remuneración margi­nales.

Para Furtado esta teoria personificaba la puesta en escena de un perfodo histórico especffico, representando una visión en la que se supone cierta 'ho­mogeneidad' tecnológica. Sin embargo, este supuesto es el que imposibilita explicar los fenómenos económicos en los albores de la industrialización euro­pea don de no existfa una amplia sustitución entre los factores productivos; pero, sobre todo, est a concepción diffcilmente puede comprender la pro ble­mática del 'subdesarrollo'.

La combinación del capital y la mano de obra no se realiza en el vacfo; siempre existe un marco concreto básico desde el cual se puede analizar este fenómeno que depende del nivel de la demanda y de la técnica, pero alli donde existe cierta heterogeneidad tecnológica tiende a sobrar uno de los factores productivos, y aqui el análisis marginal es improcedente.

Lo que más tarde Furtado llamará la 'heterogeneidad tecnológica' hace inu­til la noción de una productividad marginal uniforme. Furtado concluye que esta tesis tiende 'necesariamente, [a] alejarse mucho de la realidad' (1956b:441). lndica la banalidad de este esquema a través del ejemplo de un pais con abundancia de tierras y donde la gran mayoria de la población vive a un nivel de subsistencia. La transferencia de mano de obra de un sector manual hacia uno mecanizado genera un menor grado de productividad marginal en este ultimo, que en el sector manual; asi surge un declive en el producto global,

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a pesar de que en el sector mecanizado exista una mayor proporción de capital por trabajador, impidiendo a su vez la igualación de las productividades fisicas marginales entre ambos sectores. Pero en la visión automática y autocorrecto­ra de los neoclásicos, el capital tendria que transferirse hacia los sectores arte­sanales, 10 cual no ocurre debido a la existencia de una demanda y tecnologia especificas.

De esta manera, si las productividades fisicas no se igualan, entonces no cabe esperar una relación necesaria e inequivoca entre el nivel salarial y la producti­vidad. De esta manera, el sector mecanizado estaria recibiendo una cuasi ren­ta, pagando salarios determinados por el nivel del sector artesanal. Para este ensayo, Furtado menciona explicitamente al hoy clásico de las ciencias econó­micas de A. Lewis: 'Economic Development with Unlimited Supplies of La­bour'.

Habiendo desarticulado la teoria marginal, Furtado se pregunta si las econo­mias 'subdesarrolladas' estaban en proceso de copiar la industrialización acae­cida en los paises desarrollados. Para los albores de la industrialización men­ciona que el capital era un factor 'escaso', por 10 que tampoco alli la tesis marginal tendria cabida para explicar la evolución de la economia. Alli donde las transferencias de mano de obra entre sectores conduce a una elevación de la productividad media global, es cuando puede decirse que el nivel salarial deja de depender del nivel de subsistencia. Asi, el desarrollo viene aparejado con un nivel salarial medio, consecuencia de la homologación tecnológica y de la de­manda en cuestión.

Este enfoque no posee elementos para explicar el funcionamiento de las economias subdesarrolladas, particularmente donde los niveles salariales y la desigualdad y distribución del ingreso obedecen al nivel de subsistencia. Su­mando el efecto de la tecnologia y del crecimiento poblacional en los paises subdesarrollados, el nivel salarial se estabilizará a un minimo. Dada la estruc­tura de la demanda, 0 estabilidad de los salarios, no existen bases ni incentivos para desarrollar el mercado de los productos de consumo.

Este es uno de los principales factores responsables de la lentitud con que se forma un mercado interno en las actuales economias subdesarrolladas (1956b:441).

Por otra parte, en estos paises existe una demanda intensa de bienes suntua­rios, producto de la concentración del ingreso, que generalmente obstaculiza 'la expansión de las industrias que más se benefician de rendimientos crecien­tes' (1956b:441), 0 sea la producción de bienes de consumo en general. Pero sobre todo este tipo de demanda impone graves dificultades para la balanza de pagos, ya que los bienes suntuarios generalmente son importados. Esta ten­dencia sólo logra colmarse si se incrementa la capacidad para importar, que históricamente ha sido una de sus graves dificultades.

Es obvio, entonces, que Furtado ya no supone adecuados los postulados del discurso marginalista para los paises subdesarrollados; propone incluso muta­ciones teóricas para la 'ciencia económica'.

Hemos descrito la evolución discursiva del análisis y critica del joven Furta­do hacia el pensamiento de económico asi como las formas de evaluarsu perti­nencia para los paises 'en desarrollo'. Se subrayó la relativa ortodoxia concep-

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tual en su temprana obra y la ambivalencia en el uso que se da a sus categorias: el discurso económico como parámetro para pensar las economias atrasadas y su evolución, inadecuado, pero sin alternativas explicitas.

Hoy sabemos, gracias a la obra de Furtado, que la constitución de un discur­so sobre la periferia requeria una transformación 0 desplazamiento de gran parte del corpus teórico entonces dominante. Pero ante la aparente ausencia de categorias 0 alternativas teóricas, Furtado inicia la tarea via la negación de su adecuación. Obviamente se requeria una construcción conceptual, pero su 'sospecha' sobre la pertinencia y validez de la ciencia económica fue crucial para dar los primeros pasos.

Las deficiencias conceptuales se explican por el grado de generalidad y de abstracción. Aparentemente, Furtado sugiere que la transformación teórica de los discursos requieren de un proceso de 'verificación' y/o 'contraste' de sus 'hipótesis' con la 'realidad' .

Hacia el final del periodo que analizamos, Furtado planteó de un modo más severo la analogia con la Fisica y argumentos cuasi positivistas para evaluar los discursos, pero también puso en tela de juicio a la teoria marginal por las insufi­ciencias lógicas de sus conceptos, demostrando que sus planteamientos no po­dian sostenerse en sus propios términos: el producto global declina con la transferencia de manD hacia los sectores mecanizados, un proceso que no se podia teorizar hacia condiciones donde reina la heterogeneidad técnica.

Fueron diversas entonces las estrategias de validar los discursos: se paso del contraste entre teoria y realidad a la noción de que el análisis debe examinar los conceptos y sus condiciones de existencia a través de sus propios postula­dos, sin imputarles lógica externa aIguna, ya sea proveniente de la 'realidad' 0

de supuestos epistemológicos. En sintesis, en este articulo se presentó la estrategia que adoptó el joven

Furtado para evaluar y criticar el pensamiento económico y una 'historia' del mismo en relación a su pertinencia para explicar las economias 'atrasadas'. El fruto de la critica fue, unos afios más adel ante, su propia concepción estructura­lista de la economia, de la cual ofrecimos una breve resefia con el fin de subra­yar las distancias teóricas entre sus ideas de juventud (1950-1955) y las que emergen subsecuentemente.47

* * * Carlos Mallorquin ha dedicado los ultimos afios a examinar las ideas socio­económicas sobre el desarroIlo económico de posguerra en América Latina; es profesor de sociologia en el Doctorado de Sociologia del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Vniversidad Autónoma de Puebla, Puebla, México. Entre sus trabajos mas recientes podemos mencionar: Meto­dologia 0 Ciencia Social?, editorial Vniversidad Popular de Estudios Politicos, Cuadernos Republicanos, Asunción, Paraguay, 1996; Ideas e historia en torno al pensamiento económico Latinoamericano, editorial Plaza y Valdes S.A., Mé­xico, 1998 (en prensa); 'Celso Furtado: Vn retrato Intelectual' Revista Mexica­na de Ciencias Polfticas y Sociales, nUm. 163, 1996; 'El estructuralismo de Celso Furtado', Cahiers Du Bresil Contemporain Paris, Francia, julio, 1998.

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96 I Carlos Maliorqufn

Notas

1. Nuestro autor nació el 26 de julio de 1920, en Pombal, Paraiba, Brasil. Una profundización de 10 que sigue puede verse en Mallorqufn 1996, 0 también en Mallorqufn 1993. También son instructivos los textos autobiográficos de Furtado: 1973; 1988 [edición en portugues en 1985]; 1987; 1989;1991;1993.

2. De hecho, la gran mayorfa de las universidades latinoamericanas no habfan incorporado a la 'economfa' en sus cUrriculos (Consuegra 1982). Segun las fuentes anglosajonas, Furtado estu­dia 'economfa' (Blaug 1986:295-296; Gaster 1977:346; Kay 1971; Ethridge & Kopala 1967:168). Los Ultimos autores afirman erróneamente que Furtado recibió el grado de 'maes­tro' en 1944.

3. Cabe aclarar que no he tenido acceso a la tesis doctoral, y segun Joseph Love ésta 'no contiene mucho análisis económico formal de cualquier tipo' (1994). No obstante, más adelante intento sostener que la descripción colonial del Brasil es incorporada en A economia brasileira (1954), que de aquf en adelante se cita como A economia ... 1954.

4. Además de sus tareas internas, como su participación en la elaboración del Economic Survey of Latin America (1949), del que redactó la sección sobre la industria latinoamericana, tradujo al portugués el famoso 'manifiesto' latinoamericano: El desarroIlo económico de América Latina y sus principales problemas, escrito por Prebisch, asf como más tarde en 1953, dirigió y elaboró partes del Estudio Preliminar Sobre La Técnica de Programación del DesarroIlo Eco­nómico. Aqui, una vez más, cabe una pequefia precisión: Furtado, en referencia a este trabajo, en un recuento reciente de su vida y evolución teórica (Meier 1987:209) habla de la 1ntroduc­ción a la técnica de programación, tftulo de la edición posterior publicada en 1955 y ligeramen­te alterada.

5. Sin embargo, cabe mencionar que el lapsus sufrido por Furtado (Meier 1987:207, nota 2), puede confundir al lector no advertido, porque allf se dice: '[ ... ] este artfculo más tarde fue discutido en Formación económica del Brasil', y como veremos a continuación, cuando anali­cemos los antecedentes y contenidos de este libro, gran parte del artlculo apareció en 1954.

6. Furtado ha dicho que 'fue fruto de circunstancias que raramente se dan. Por un lado habfa cristalizado en nosotros la conciencia de que habia una tarea apasionante por realizar, que era liberar a la América Latina de la dependencia intelectual. Por otro, el clima de entusiasmo que prevalecfa impidió que el espiritu de competencia inhibiese la comunicación dentro del grupo. Como en las épocas en que el acto de crear era asumido como forma superior de convivencia humana, nos identificábamos personalmente con la obra que era de todos' (1982:9). No olvi­demos que entre sus colegas en la CEPAL se encontraban nada menos que R. Prebiseh, J. Noyola, J. Ahumada, A. Pinto, Regino Boti y otros. Para un análisis del periodo, véase Mallor­qufn 1993.

7. 'Espfritu restrietivo', dice Furtado (1985:160). 8. También por esa época, Juan Noyola y Regino Boti empiezan a buscar otros rumbos; de

hecho, ambos dedicaron sus vidas a la revolución cubana. 9. 'En mi tesis, dice Furtado, unicamente abordé el periodo de la economfa colonial brasilefia,

cuya caracteristica principal era la plantación de la cafia de azucar. Un afio después publiqué mi primer análisis de los cambios de la economfa brasilefia durante el siglo veinte; este ensayo contenfa en embrión las ideas que desarrollaria diez afios más tarde en mi libro sobre el crecimiento económico del Brasil (Formación económica del Brasil). Fue cuando intentaba explicar el atraso del Brasil que me topé con la idea de la especificidad del subdesarrollo' (1973:35).

10. Esa no fue la unica ocasión en que Furtado mencionó y desinformó sobre el supuesto origen dellibro, ya que si nos guiamos por La fantasia .. . 1985, veremos que Furtado relata que For­mación económica ... 1959 fue escrito cuando pasaba una estancia en Cambridge a mediados de 1957 y parte de 1958, una vez que se retiró de la CEPAL. Llega incluso a afirmar que el manuscrito de 'cuatrocientas hojas escritas a mano' se 'extravió' al enviarlo al Brasil, del que se enterara después· de que habfa sido incautado por las autoridades policiales brasilefias. Cuando en La fantasia . .. 1985 habla de 10 escrito en Formación económica .. . 1959, hace men­ción especial de los episodios históricos 'precapitalistas' que supuestamente se realizaron con la nueva información obtenida en Cambridge. Además, unas lfneas antes habia indicado que rehusaba la petición de reeditar A economia .. . 1954, causando la impresión de que Formación económica ... 1959 era una obra totalmente nueva: 'consideraba que el libro [A econo­mia ... 1954] era una obra producto de la circunstancia, una reunión de cosas heterogéneas;

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pero prometi que consideraria la hipótesis de volverlo a escribir, destacando la parte sobre Brasil para su publicación por separado' (1985:180). Agrega incluso que fue la relectura de Historia económica de Brasil de Roberto Simonsen, la que 10 indujo a 'intentar la preparación de un modelo de la economfa del az(icar de mediados del siglo XVII. De esa idea surgió Formación económica del Brasil, redactada entre noviembre de 1957 y febrero de 1958, en el 'tiempo libre' que iba robándole a la ceremonia del debate teórico. EI método era el mismo que habfa utilizado en trabajos anteriores: aproximar la Historia (visión global) al análisis económico; extraer de ésta preguntas precisas y obtener respuestas para ellas en la Historia' (1985).

11. Por ejemplo los dos capftulos en DesarroIlo y ... 1961: 'Elementos de una teoria del subdes­arroIlo' y 'EI desequilibrio extemo en las estmcturas subdesarrolladas'; capftulos cuarto y quinto respectivamente.

12. Amdt escribió que '[ ... ] el primero en traducir esta interpretación [se refiere a la teoria de Prebish sobre el centro-periferia] en una teoria de la "dependencia" parece haber sido el economista brasilefio Celso Furtado en su estudio histórico Formación económica del Brasil (1957 [sic))' (1987:120).

13. En una obra posterior, Love tiene mucho cuidado cuando habla de las 'fuentes del estructura­lismo' y sus posibles bases teóricas; menciona a aigunos economistas europeos después de la segunda guerra mundial (1996).

14. Vn análisis detallado de la integración de A economia brasileira, en Formación económica del Brasil, puede verse en el capftulo cuarto, segunda y tercera sección de Mallorqufn 1993. Re­cordemos que más de tres cuartas partes delliltimo texto de Furtado fueron escritas antes de 1958.

15. Mantenga, en un trabajo posterior (1989), en tomo a Formación económica ... 1959, siguió pensando que fue en este texto que Furtado 'desarrolló' las tesis ('preliminares' ,segun él, en A economia ... 1954) sobre la transición de una economfa agro-exportadora a una industrial (1989).

16. 'La autoria de las designaciones monetarismo y estructuralismo parece[n] ser de Roberto Campos, quien poco después se arrepentirfa de haberlo hecho, sobre todo porque la des­ignación monetarismo no parece traducir fielmente el pensamiento de los monetaristas latino­americanos, con quienes confiesa tener grandes afinidades', losé Ave1as Nunes, lndustrializa­ción y desarroIlo, ed. FCE, México, 1990; p. 127, nota num. 24.

17. Love menciona la importancia de Perroux como una de las fuentes para la conformación de 10 que entiende por 'estructuralismo' (1996:79).

18. En su anterior libro escribfa que '[. .. ]Ias peculiaridades de las estructuras socioeconómicas [ ... ], indicarfa[ n ]Ia posibilidad de una generalización del enfoque estructuralista, que predo­mina en el pensamiento económico latinoamericano contemporáneo, en el sentido de abarcar en una sola explicación teórica, no sólo el tipo de crecimiento que se desarrolla en la región, sino también la persistente elevación del nivel general de precios y la tendencia al estanca­miento' (1964:59).

19. De manera similar, en La economia latinoamericana, tanto en el prefacio de la primera edición (1969) como en el de la segunda (1975), se subraya la importancia de los aspectos 'instituciona­les' de la 'matriz estructural' - que son la base de la misma - para comprender tanto el des­arroIlo como la fuente de todos sus obstáculos.

20. Se dice inclusive que para e1aborar y materializar los planes económicos, son primordiales las 'reformas agrarias', (capftulo XXIII) y, por 10 tanto, la necesidad de modificar 'el cuadro estructural' que posibilita el accionar de los agentes sociales, y que ello presuponfa '[ ... ] avan­zar en el conocimiento de las estructuras reales, 10 que muchas veces exigfa sobrepasar el marco convencional del análisis económico' (Furtado 1980 297). Furtado niega todo tipo de capacidad al 'análisis económico tradicional' para descifrar los problemas especfficos de las economfas subdesarrolladas. La explicación delorigen de las estructuras 'heterogéneas' des­acredita sistemáticamente al discurso económico convencional. La advertencia sobre la exis­tencia de 'obstáculos estructurales', y de tendencias hacia el desequilibrio estructural externo, asf como el de la disparidad entre los niveles de ingreso, comprende parte del discurso estruc­turalista. La noción de totalidad económica que surge, implica que la acción de los agentes productivos no pueda deducirse del trasfondo de las nociones de los sujetos 'universales' y abstractos 'maximizadores' de sus deseos presupuesto por el discurso convencional. La inexis­tencia de impulsos 0 aptitudes de los segmentos económicos para expandirse y absorber otros sectores 0 áreas productivas personifica este tipo de teorización sobre la economfa. EI hecho

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de que tampoco existan 'factores homogéneos y de igual horizonte tecnológico para todos los agentes' involucrados en la producción, se orienta en ese sentido y amplia esa critica de la siguiente manera: 'Para comprender los problemas del subdesarrollo es necesario partir de hipótesis distintas, tales como la inexistencia de un mercado unificado de manD de obra y la simultaneidad de diversas funciones de producción segun sea el plano de la estructura econó­mica en que se inserte el agente productivo' (1980:102). EI énfasis teórico de este libro niega 10

que tradicionalmente compete al texto convencional de 'economia' 0 'historia económica'. La importancia de sefialar rasgos históricos, la infiación, la comparación entre pafses, todo un capftulo dedicado a exponer las tesis de la inflación estructural, supone un discurso que rebasa los limites impuestos por el discurso económico convencional.

21. En adelante se citará como: 'La teoria del. .. 1954'; segunda parte del sexto capftulo ('Formula­ción teórica del problema del crecimiento económico') de A economia .. . 1954. EI mismo capf­tulo será, posteriormente, ampliado con una serie de redefiniciones para adaptarlo a la propia evolución teórica de Furtado entre 1954 y 1962. Asf vemos que 'La teoria del...1954' se publi­ca como el primer capftulo del texto Desarrollo y subdesarrollo (1965); de aquf adelante se citará como Desarrollo y ... 1961. También está presente en Teoria y politica del desarrollo económico. Menciono el recorrido que da este capftulo entre diversos libros porque sufre importantes mutaciones conceptuales conforme se va logrando la perspectiva estructuralista del subdesarrollo de Furtado. De hecho apareció en 1952 como 'La formación del capital y el desarroIlo económico', en El Trimestre Económico, México, 1953, publicado originalmente en 1952 en la Revista Brasileira de Economia.

22. La interpretación de Dobb también destaca la importancia teórica para los clásicos del estadio 'estacionario', ya que hablando de Ricardo dice: 'En su pronóstico de largo plazo (que como hemos viste se basa sobre el supuesto de importaciones insignificantes 0 por 10 menos limita­das de grano) entra la noción del estadio estacionario, que bajo una apariencia levemente diferente y con diversos grados de énfasis, apareció en muchos de los escritos del periodo clásico. Si estuviéramos pintando el escenario con colores dramáticos, podriamos vemos ten­tados a hablar del asunto como de un fantasma de pesadilla acechando en el horizonte; es que cuando se consideran los efectos a largo plazo de las medidas de polftica, la posibilidad de su aparición provoca un constante desvelo. La meta inmutable del esfuerzo y la garantfa de la prosperidad material del total de la comunidad y para todas las clases, era el progreso de la acumulación del capita!. Adam Smith sostenfa que el 'estadio de progreso [ ... l en realidad es el estadio alegre y saludable para todos los diferentes órdenes de la sociedad' (en contraste con el cual 'el estacionario es opaco, el declinante melancólico'). Este estadio progresivo, 'mien­tras la sociedad está avanzando hacia adquisiciones futuras y no cuando ya ha colmado en forma plena sus riquezas', es aquel en que las condiciones de los trabajadores pobres, del gran cuerpo del pueblo, parecen ser más felices y más cómodas' (Dobb 1983:201). Por otra parte, a diferencia de Furtado, la cita denota la dificultad de sostener que este marco conceptual pudie­se estar articulado para pensar los 'pafses en desarroIlo'; las nociones de 'prosperidad', 'felici­dad', y 'diferentes órdenes de la sociedad' precluye todo tipo de interpretación en esa direc­ción. Hoy diriamos que se trata de un discurso sobre ética.

23. Desde otra perspectiva puede decirse que Marx, Lenin y Sun Yat Sen, pensaron esa problemá­tica con mucha anticipación; cfr., el segundo capftulo de Amdt (1987), asf como Mallorqufn (1991).

24. EI desarroIlo económico no llegó a constituir un 'problema' sino, prácticamente, hasta nuestros dias' (1954a:191). Vnos afios más tarde, en Desarrollo y ... 1961, Furtado, obviamente, tampo­co respetó la problemática de los clásicos: 'EI desarroIlo económico, que tanto preocupó a los primeros clásicos, en lucha contra los restos del feudalismo, no volvió a constituir un 'problé­ma', prácticamente hasta nuestros dias' (1961:76).

25. Furtado (1961:59). Cabe recordar que gran parte de este ensayo se publica en A econo­mia ... 1954 como 'La teoria del...1954', pero estos párrafos fueron agregados al texto entre 1958 y 1961 Y no pertenecen propiamente al texto original aparecido entre 1952 y 1954.

26. Posteriormente, Furtado cambió su punto de vista. En 'EI subdesarrollo en el cuadro del capitalismo industrial' un ensayo escrito en los primeros afios del sesenta y publicado en 1971 (edición en portugués en 1965), intenta dar otro giro a las nociones de los 'economistas clási­cos'. Aqui se destacan precisamente las contratendencias que impiden la materialización del famoso estadio estacionario 0 el colapso del capitalismo industrial: 'Tanto J. S. Mill como Marx hicieron referencia explfcita a los factores que, en su época, ejercfan efectos compensa-

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torios, anulando las tendencias básicas. Con todo, éstas fueron presentadas como intrinsecas al sistema, debiéndose, por tanto, admitir que llegarian a prevaleeer a largo plazo' (1968:19).

27. De paso, cabe mencionar que Furtado, al igual que G.M. Meier y Robert E. Baldwin, hace el mismo recorrido en tomo a la conformación discursiva sobre el 'desarrollo económico': des de los clásicos, Marx, neoclásicos, keynesianos y poskeynesianos y Schumpeter. Baldwin y Meier publican su libro tres afios después del de Furtado, en 1957.

28. En la edición de Desarrollo y ... 1961 se agrega el siguiente párrafo: 'En efecto, las ideas de ganancia, acumulación, desarrollo, no caben en el modelo neoclásico sino como consecuencia de un alejamiento de la posición de equilibrio' (1961:55).

29. Cabe sefialar que en la edición posterior (Teoria y politica del desarrollo económico), p. 46, desaparece 'incentivos' y se habla de 'decisiones relacionadas'. Aqui, como en otras partes del libro, la proximidad con el discurso ortodoxo obligó al autor, en la edición posterior (Teoria y politica del desarrollo económico), a ciertas transformaciones enunciativas nada casuales.

30. En la edición posterior, es a este economista a quien se Ie otorga la primacia de haber proble­matizado la 'ley de Say', es decir, la idea de que la oferta y la demanda se autoprocrean, donde cada ciclo productivo (oferta), genera los ingresos para que los bienes sean adquiridos/consu­midos (demanda). '[Fue] el primero en echar por tierra la 'ley de Say', descomponiendo la demanda global en gastos de consumo e inversiones, y la oferta global en oferta de bienes de consumo y ahorro, y no entre las variables globales' (1961:63).

31. Sin embargo, en Teoria y politica del desarrollo será precisamente esta sección la que resultará extensamente transformada e incorporada a la discusión de los mode1os Harrod-Domar. Esto se debe esencialmente al hecho de que para entonces la preeminencia 'estructuralista' (socio­lógica e histórica) en las explicaciones sobre el 'subdesarrollo' suponian el desplazamiento del 'homo economieus'. En Teoria y politica del desarrollo económico, en la misma sección del capitulo que estamos revisando tanto de Desarrollo y ... 1961 como de A economia ... 1954, se observan minimas transformaciones conceptuales, pero esa edición incluye ampliaciones con capitulos nuevos en tomo la problemática 'keynesiana' Harrod-Domar del 'crecirniento'. Sin embargo, retiene una serie de conceptos keynesianos, como son los de la relación producto/ capital, tasa de inversiones relativa a Ia población, asi como el del proceso mecánico y automá­tico del sistema económico, supuestos de los conceptos en cuestión.

32. De paso, cabe mencionar que en esta tiltima versión existen importantes cambios conceptua­les, denotando ya una teorización más especifica sobre el 'subdesarrollo'.

33. Si bien en Desarrollo y .. . 1961 Y Teoria y politica del desarrollo económico dicha tesis ya no es dominante, pasó inadvertida al censor del tiltimo libro y apareció en las páginas pp. 187-188, aunque imputándosela a Nurkse.

34. Haciendo una rápida comparación entre las variadas versiones de este articulo que nace en 1952 y después aparece en A economia ... 1954a y Desarrollo y ... 1961, para finalmente verse incluido en Teoria y politica del desarrollo económico, puede verse de manera diáfana, por un lado, una estrategia discursiva que agrega al final de cierto párrafo nuevos enunciados y, por otra parte, cambios más sustantivos en la modalidad enunciativa, denotando claramente una mutación teórica conceptuaL

35. En Ia edición posterior de Teoria y politica del desarrollo económico, esta frase se transforma en: 'Desequilibrios provocados por insuficiencia de oferta de sectores básicos,fenómeno tipi­camente estructural. Este segundo aspecto adquiere particularrelieve en el estudio del subdes­arrollo' (1974:114). Más adelante leeremos 'marco estructural' donde antes se referia a las 'relaciones de inversión'; desaparece asimismo Ia confianza para que se materialicen de mane­ra automática las inversiones. Además, conceptos tales como 'modificación estructural', 'rel a­ciones estructurales' y 'parámetros estructurales' empiezan a extenderse por el libro.

36. En Desarrollo y ... 1961, el párrafo se redefine: 'La teoria del desarrollo económico trata de explicar, en una perspectiva macroeconómica, las causas y el mecanismo de aumentos persis­tentes de la productividad del factor trabajo y sus repercusiones en Ia organización de Ia producción y en la forma como se distribuye y utiliza el producto social' (p. 13).

37. En 'El proceso histórico del desarrollo' la apreciación es idéntica: 'Desde el punto de vista económico, desarrollo equivale, básicamente, al aumento del !lujo del ingreso real, 0 sea el incremento de Ia cantidad de bienes y servicios que se encuentra a disposición de determinada colectividad, por unidad de tiempo' (p. 103). Se publica en Económica Brasileira, enero-mar­zo, 1955, y se convierte en el tereer capitulo de Desarrollo y .. . 1961. En espafiol se publica una versión ligeramente cambiada en 1956: 'Ensayo de interpretación histórico-analitica del des­arrollo económico', El Trimestre Económico, voL XXII, abril-junio. Nosotros seguiremos Ia

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versi6n de DesarroIlo y ... 1961, op. cito Se cita de aqui en adelante como 'El proceso hist6ri­cO ... 1955'.

38. 'Ese desequilibrio, subraya Furtado, es particularmente grande en una economia subdesarro­lIada, 10 que se explica por la baja elasticidad de la oferta que la caracteriza. La oferta, en las economias subdesarrolladas, está constituida en buena parte, en el sector de productos manu­facturados, por articulos importados. Este es posiblemente el sector más elástico de la oferta. Los bienes manufacturados de producci6n intema presentan, entre tanto, una oferta poco elástica, 10 que se explica por el tiempo que requiere cualquier expansi6n de la capacidad productiva. Cabe, además, tener en cuenta que una elevaci6n de la renta monetaria trae consi­go en los paises subdesarrollados, imnediatamente, un aumento de la demanda de alimentos' (1954a:120-121).

39. 'Esa tarea explicativa se proyecta en dos plan os. En el primero - podriamos lIamar el abstracto - cabe analizar el mecanismo propiamente dicho del proceso de crecimiento. En el segundo -que seria el plano hist6rico - tiene lugar el estudio critico, en confrontaci6n con la realidad, de las categorias básicas utilizadas en el análisis abstracto. No basta construir un modelo abstrac­to y explicar c6mo funciona. Es indispensable, además, criticar en términos de la realidad hist6rica, las variables estratégicas de ese modelo. La duplicidad fundamental de la ciencia econ6mica, su carácter abstracto e hist6rico, aparece asi con toda plenitud en la teoria del desarrollo econ6mico' (1954a:21l; 1961:13). En este ultimo texto existen ampliaciones y cier­tos cambios en esta temática. Por ejemplo, en la página siguiente Furtado dice: '[ ... ] el proble­ma metodol6gico que se presenta al economista es el de definir el nivel de generalidad, 0 de concreci6n, en el que resulta válida una relaci6n de valor explicativo, cualquiera que sea. En otras palabras: hasta qué punto es posible eliminar, de determinado modelo abstracto, las suposiciones simplificadoras que resultan incompatibles con la realidad hist6rica en estudio sin que ello signifique anular su eficacia explicativa. [ ... ] El problema que se nos presenta es doble: primero, saber hasta qué punto es posible generalizar, para otras estructuras, las obser­vaciones efectuadas respecto de una de ellas; segundo, definir relaciones que sean suficiente­mente generales como para tener validez en el curso de determinadas modificaciones estruc­turales. i.. Qué validez explicativa podrán tener las observaciones realizadas respecto de un modelo suficientemente general como para cumplir todos esos requisitos? El rigor del análisis econ6mico consiste, precisamente, en definir los limites de esa validez. El esfuerzo en el senti­do de alcanzar más altos niveles de abstracci6n debe ser acompafiado por otro cuyo objeto sea definir una funci6n de las realidades hist6ricas, los limites de validez de las relaciones deduci­das' (1961:14-15). Asi pasa inmediatamente a oponer el aspecto 'abstracto' de la ciencia eco­n6mica, con la 'realidad' , y asienta categ6ricamente que el 'desarrollo econ6mico es esencial­mente un fen6meno hist6rico. Cada economia que se desarrolla enfrenta una serie de proble­mas que Ie son especificos, si bien muchos de ellos son comunes a otras economias contempo­ráneas' (1954a:213).

40. En 1961 (p. 80) agrega un párrafo. Notabie la ambivalencia en 'La teoria del...1954: 'La teoria del desarrollo econ6mico no cabe, en sus términos generales, dentro de las categorias del análisis econ6mico. Y ese punto de vista es ya bastante aceptado hoy en dia, y cabria apenas citar el seminario sobre desarrollo organizado por la Universidad de Chicago en 1951, en el cual fueron reunidos soci6logos, antrop610gos e historiadores allado de los economistas. El análisis econ6mico no nos puede decir por qué una sociedad se modifica y a qué agentes sociales se debe ese proceso. No obstante, el análisis econ6mico puede precisar el mecanismo del desarrollo econ6mico. en tomo a la ciencia econ6mica' (1954a:193; 1961:80).

41. Cabe mencionar que el panorama te6rico en las universidades anglosajonas, en particular en la 'economia', no ofrecia la posibilidad de un acercamiento a este tema via la subversi6n de sus conceptos hacia una especie de 'economia socioI6gica'. 'Para los aiios veinte y treinta, ya era muy evidente que la sociologia y la economia se estaban apartando, a pesar de los esfuerzos en contra por te6ricos como Schumpeter y Weber'. [ ... ] 'Durante el periodo de 1930 a 1950, hubo aparentemente una virtual separaci6n [ ... ]. Durante el periodo 1950 a 1980, hubo muy poca interacci6n entre economistas y soci610gos, tal vez menos que antes [ ... ] con la excepci6n de Francis X. Sutton, Talcott Parsons y Neil Smelser [ ... ] Y los economistas James Duesenberry, Carl Kaysen y James Tobin' (Richard Swedberg, Economics and Sociology, Redefining their Boundaries: Conversations with Economistas and Sociologists, pp. 13 Y 15).

42. El mismo capitulo será posteriormente expandido con las redefiniciones debidas en la edici6n de Teoria y politica del desarroIlo económico.

43. En la versi6n de DesarroIlo y ... 1961 (página 70) son precisamente las dos UItimas frases las

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que son excluidas. Compárese Ia página 237 en A economia ... I954, y páginas 70 y 97 de Desarrollo y ... I96I.

44. Este párrafo no aparece en ninguna de las subsecuentes versiones, ya sea en Desarrollo y ... I96I,0 Teoria y politica del desarroIlo económico. Además, agregaba: 'Quien estudia Ia historia económica se sorprende a cada paso con Ia lucha del sentido comun contra Ia falsa ciencia. Hubiesen los gobernantes de muchos pafses, y entre eIIos el Brasil, seguido al pie de Ia letra los consejos de aqueIIos que se suponen conocedores de Ia ciencia económica, es os pafses probablemente hubieran tenido un desarroIlo menor. Esta observación se aplica inclusive a pafses como los Estados Unidos y Australia, para citar solamente aqueIIos que lefan en su propio idioma los libros de los economistas ingleses' (1954a:259).

45. Incluso en los primeros afios de Ia década de los ochenta, Furtado decfa: '[ ... ] sólo existe ideologfa cuando se abre un espacio para Ia lucha entre grupos de intereses antagónicos. Sólo se arman de ideologfa los que definen Ia preservación de un status quo social 0 los que se empefian en modificarlo. La ciencia económica surgió como un esfuerzo para reforzar, disci­plinar, corregir 0 poner en tela de juicio ciertas visiones de Ia sociedad que habfan asumido elaboradas formas ideológicas' (1982:61). Como vimos más arriba, Ia historia de Ia ciencia económica aparece estructurada unilinealmente. De manera similar, aquf se menciona a Smith (mecanismo automático), Ricardo (ventajas comparativas) y Marx (trabajo no paga­do), y '[. .. ] Ia teorfa neoclásica de distribución de Ia ingreso constituye el caso lfmite de Ia sofisticación, el disfraz de un mensaje ideológico [ ... ] en una economfa de mercado donde Ia competencia se ejerce en plenitud, [en que] cada 'factor de producción' recibe una remunera­ción adecuada a su contribución al proceso productivo. Por 10 tanto, Ia lucha por Ia elevación de los salarios sólo producirfa desocupación y/o una aplicación 'irracional' de los recursos productivos.' EI hecho de que muchas teorfas económicas contengan un mensaje, no invalida Ia existencia de una 'ciencia económica', entendida como cuerpo sistemático de conocimien­tos que nos capacita para actuar más eficazmente sobre Ia realidad [ ... ]. Sin embargo, las teorfas económicas, aun despojadas de contenido ideológico, pueden resultar inadecuadas cuando se refieren arealidades sociales cuya especificidad se les escapa. Como no poseemos una visión de conjunto del sistema capitalista en tod a su diversidad y complejidad (también en ese plano los antagonismos introducen un fuerte elemento ideológico), muchas de las teorfas más conocidas carecen de eficacia cuando pretendemos utilizarlas como base para la acción. Asf, casi tod as las teorfas del crecimiento económico fueron concebidas a partir de hipótesis de sistemas cerrados, cuando la caracterfstica fundamental del desarroIlo económico contem­poráneo concebido dentro del marco del capitalismo es la difusión de técnicas y valores a partir de economfas considerablemente avanzadas en el proceso de acumulación' (1982:61).

46. Artfculo escrito en honor a Eugenio Gudin, segun Furtado, el 'Maestro' intelectual de la ortodoxia convencional en el Brasil'. De aquf en adelante se cita como 'El análisis marginal. .. '.

47. En otro lugar hemos intentado demostrar que la concepción del subdesarollo en la obra de Furtado entre los afios 1958 y 1962 supera los problemas conceptuales y teleológicos de su obra temprana (Mallorqufn 1993).

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