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    INDICE GENERAL

    HIPTESIS DE INVESTIGACIN. ....................................................... XI

    INTRODUCCIN.................................................................................... 1Bosquejo cultural e histrico de los pueblos semitas ....... 4

    I. UNIDAD ANTROPOLGICA y TICA ................................ 21Seccin I. Corporalidad unitaria. ...................................... 22Seccin II. Libertad y responsabilidad. ............................ 34

    El dualismo tico-csmico trgico , 34. El drama de la libertad humana , 39.

    II. INTERSUBJETIVIDAD O METAFSICA DE LAALIANZA. ................................................................................... 47

    Seccin I. Intersubjetividad en Israel . ............................... 48Primaca del grupo tnico sobre el individuo. (Elantiguo Israel), 52. La experiencia del exilio (586-538), 54. Primaca de la comunidad religiosa enun individualismo adulto (El judasmo), 56. Uni-versalismo y trascendencia de la comunidad cristiana primitiva, 59.

    Seccin II. Intersubjetividad en el Islam . .......................... 64Etapas de la evolucin, 65. Estructura de la inter-subjetividad, 67. La igualdad del creyente, 69. Dia-lctica entre autoridad, ley e individuo, 71

    III. TEMPORALIDAD DE LA EXISTENCIA. ........................... 75Seccin I.Temporalidad de la realidad csmica . .............. 75

    Ritmo de la biosfera, 76. Antecedentes presemitas,77. Los primeros semitas, 79. La tradicin yahvista(J) y el cdigo sacerdotal (P) en Israel, 81. Losltimos aportes del pensamiento judo, 83. Corolariosmetafsicos originales, 85.

    Seccin II. Historicidad de la existencia humana . ............. 88Origen y proceso de la historia propiamente dicha,92. Estructura de la realizacin de la historia, 94.

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    Tensin escatolgica como soporte de la historicidad juda,96.

    IV. TRASCENDENCIA PERSONAL DEL CREACIONISMO

    MONOTESTA. .......................................................................... 107Seccin I. La lgica del monotesmo . .............................. 101Desierto y trascendencia, 110. Evolucin de la con-ciencia monotesta de Israel, 113.

    Seccin II. El humanismo semita de Israel . ...................... 118

    CONCLUSIONES GENERALES ................................................. 121

    EPLOGO

    SOBRE LA FILOSOFA "IMPLCITA" EN ELSEMITOCRISTIANISMO ............................................................ 123

    APNDICEUNIVERSALISMO y MISIN EN LOS POEMAS DELSIERVO DE YAHVEH .................................................................. 127

    I. Anlisis de los Textos ...................................................... 129A. En el primer poema (Isaas 42, 1-7) .................... 129B. En el segundo poema (Isaas 49, 1-7) .................. 134C. En el cuarto poema (Isaas 52,13; 53,12) ............ 137

    II. Significacin histrica del universalismo de los poemas. ................................................................................ l43

    A. Ciro y la liberacin .............................................. 143B. Israel, comunidad universalizada. ........................ 146C. Celebracin litrgica anual. ................................. 147

    III. Universalismo y misin .................................................. 150A. El siervo de Yahveh ............................................. 150

    1. El poloindividual-histrico del Siervo, 154.2. El polocolectivo-histrico del Siervo, 156

    B. El servicio en la Teologa de la Historia. ............. 159C. El universalismo de la propaganda religiosa ........ 163D. Imposibilidad teolgica de la misin. ................... 166

    Conclusin del Apndice ....................................................... 169

    CRONOLOGA DE LOS PUEBLOS SEMITAS ........................................ l71

    INDICE DE AUTORES ............................................................................... 175

    Mapa del mundo semita originario. .............................................................. 8Simplificacin esquemtica tendiente a demostrar la aparicinentre los pueblos semitas e indoeuropeos ..................................................... 20X

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    HIPTESIS DE INVESTIGACIN

    En esta obra se expone una de las etapas de la constitucindel tema que estudia la antropologa filosfica: el hombre y su

    mundo. La destruccin de la historia de la ontologa no debeolvidar este momento; dicho olvido sera tambin un olvido del ser (Seinsvergessenheit).

    En nuestro trabajo anterior sobre El humanismo helnicohemos ya mostrado, prcticamente, la utilizacin de un mtodoque permite analizar ciertos elementos de la estructura de laconciencia colectiva y personal, histrica y circunstanciada, atravs de la cual cada hombre, situado en el espacio y el tiempo,vive su existencia concreta, visualiza el universo y su posicinen el mundo.

    En este corto trabajo proponemos una estructura antagnicaa la expuesta en la investigacin anterior. All veamos el modocmo el griego, uno de los pueblos indoeuropeos, conceba oviva su existencia como hombre, como realidad moral, societa-ria y atemporal; hemos visto la evolucin de ese fenmeno desdelos clanes de las invasiones primitivas hasta el cosmopolitismoalejandrino.

    Aqu, en cambio, analizaremos una tradicin totalmentedistinta. Su cuna y desarrollo, los elementos constitutivos, la

    posicin del hombre ante s mismo, ante lo divino, ante el mundo y la historia, diferirn como el da y la noche de la cosmovisinde los griegos. Y esta diferencia es tanto ms importante paraexplicar despus la influencia que el pensamiento semita tendrdentro del cosmopolitismo alejandrino y el Imperio Romano, pa-ra llegar a constituir tanto el Imperio Bizantino como el Sacro

    Imperio Romano, ambos de inspiracin cristiana. Se trata de una problemtica que, a primera vista y sin medir las consecuencias, pareciera del todo alejada de las preocupaciones del hombrecontemporneo latinoamericano; pero, si indagamos un poco ms

    profundamente los contenidos mismos de nuestra conciencia ac-tual, si pretendemos fundar los valores de nuestra propia cul-

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    tura, entonces comprenderemos que no se trata de una investi- gacin gratuita e intil, sino de gran necesidad para abarcarcientficamente los supuestos de nuestro "mundo" latinoame-ricano. 1

    Institut fr europische Geschichte Prof. Dr. ENRIQUE DUSSEL Maguncia ( Alemania ) , 1964.

    _______________1 En nuestro curso de Historia de la cultura (Facultad de Huma-

    nidades, Universidad Nacional del Nordeste, Argentina) hemos expuestodetalladamente el sentido de la historia universal como pre y proto -historia latinoamericana . Lo que explicamos all de un modo histrico-circunstancial, lo exponemos aqu en el nivel del ncleo tico-mticoo aquel complejo de valores y actitudes existenciales que fundan iodocomportamiento personal y colectivo. Estamos muy lejos de adoptar una posicin kantiana, lo que demostraremos en otro trabajo futuro sobre Historia y realidad.

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    INTRODUCCIN

    En 1958 y en 1959-1961 hemos contemplado varias veces eldesierto sirio-arbigo desde Damasco (de la ermita de Mar-Elis),

    desde Judea, desde el valle del Jordn (a travs de los balconesdel viejo monasterio ortodoxo del MonteQuarantal ), desdeShdom... Siempre hemos tenido conciencia de descubrir lo que pudiramos llamar la cuna del foco intencional que orientarnuestra cultura, al menos durante muchos siglos, permitindoleimponer paulatinamente su temple particular.l

    1. El pensamiento semita tiene, segn nuestra interpre-tacin, una tal importancia para la comprensin de la historiauniversal del pensamiento y la cultura humana que la eleccinde nuestro tema nos ha sido impuesta no solamente a causa dela profunda simpata que experimentamos por estos pueblos,sino, principalmente, por saberlos esenciales en la articulacinde la conciencia contempornea. Nuestra hiptesis, que deberser demostrada como conclusin de otros trabajos en elaboracin,es la siguiente: la cultura llamada occidental, e igualmente la bizantina y rusa, que se universalizan (y formando parte deella, aunque secundariamente, el mundo hispanoamericano) esel fruto de un proceso histrico cuyo foco conductivo fue el judeo-cristianismo, y cuyo instrumental es preponderantementeinspirado en lacivilizacin greco-romana. No admitimos enton-ces que la cultura medieval sea la sntesis de dos trminos dia-

    _________________l Este trabajo es, tanto por su mtodo como por su objeto, un

    ensayo filosfico, historia de las estructuras de la conciencia, bien quede hecho hemos debido utilizar materiales que pueden hacer pensarque se trata de una obra teolgica. No podemos aqu analizar la cues-tin, pero en el caso de una objecin fundada, podramos discernir ladiferencia entre este ensayo filosfico y el que realizara un telogoen ejercicio de su hbito cientfico propio.

    Robert Smith, en 1889, estudi el pensamiento semita occidentalen sus conocidas lecciones: Lectures on the religion of the Semites, lomismo que Wellhausen investig la cultura preislmica en su Reste arabischen Heidentums (1897).

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    lcticos: lo greco-romano y lo judeo-cristiano, subsumidos en laEuropa de Carlomagno, constituyendo as la novedad de nuestracultura. Preferimos afirmar, y es lo que pretendemos demostrar,que nuestra cultura es laEVOLUCINorgnica de una tradicin, queha sido orientada substancialmente por el foco intencional

    del judeo-cristianismo, vida colectiva que se enriquece, entra encrisis, elabora, inventa usos de civilizacin inspirados en losinstrumentos que otras civilizaciones le transmiten, muchas ve-ces en estado embrionario. De todas esas civilizaciones, la pre- ponderancia de la greco-romana es fundamental, ya que en suseno nuestros pueblos adquirieron elementos estructurales fun-damentales, aunque no el ltimo horizonte interpretativo.

    2. El mismo gran historiador de la filosofa y la cultura,Wilhelm Dilthey, piensa en este sentido de la maneratradicional ,es decir, en la direccin de la sntesis:

    En la filosofa griega ha prevalecido la facultad humana de pensar plstica, intuitivamente, con una energa nica... El cen-tro de la vidaromana estaba constituido por la voluntad que so-mete el mundo exterior en la propiedad, en el contrato, en elderecho pblico y en el orden administrativo... Los pueblosorien-tales encuentran su centro en el sentimiento, en el nimo, en lasexperiencias ms ntimas de lo religioso-moral. Especialmente eldesarrollo dela religiosidad juda ha codeterminado la metafsicadel Occidente... Como una fuga se compone de pocos motivos fun-damentales, as tambin estostres motivos dominan toda la me-tafsica.2

    Esta divisin tripartita es hoy tradicional, y se origina en lalogicizacin del proceso histrico efectuado por Hegel. La histo-ria universal, para el gran filsofo, se divide en las siguientes partes: Die orientalische Welt , die griechische Welt und die r-mische Welt , y como tercera parte, y culminacin, Die germa-nische Welt .3

    Esta divisin, sin embargo no puede ser mantenida. Entre el pueblo semita-judo y las tribus medo-persas (indoeuropeas), por ejemplo, que tanto Hegel como Dilthey clasifican en el am-

    _______________2 Hombre y mundo, trad. de Eugenio Imaz, Mxico, F. C. E., 1944,

    pp. 3-4.3 Vorlesungen ber die Philosophie der Gesshichte, Stuttgart, Re-

    clam. 1961, en Inhaltsverzeichnis, pp. 609-612.

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    biguo pueblos orientales o mundo oriental, hay ms diferen-cias que entre los mismos medos y los dorios. Una sntesis es lamanera ms fcil de resolver el nacimiento de algo original onuevo, que quiz no sea tan original si se conocieran las arti-culaciones autnticas de los perodos que han hecho posible su

    nacimiento, su explosin o manifestacin. 3. De igual modo, el mismo Dilthey, en su obraWeltan-

    schauung und Analyse des Menschen, nos dice:

    Tres motivos se haban concertado en un todo sinfnico...El motivo religioso (das religioese Motiv)... Este motivo religioso,en su forma ms alta, la del cristianismo, ha condicionado todala metafsica europea posterior... El segundo motivo... radicaen la actitudcientfico-esttica (sthetisch-wissenschaftlichen Ver -halten) del hombre (griego)... El tercero es el que se ha mani-festado en losconceptos vitales y en la metafsica nacional de los

    romanos (der nationalen Metaphysik der Roemer )....4

    Vemos nuevamente aparecer la triloga, aunque en este casocon significacin diferente. Para nosotros no existe esta triloga,ni el mtodo a usar debe ser el meramente dialctico, cuandoesto significa la aplicacina priori de un esquema lgico a larealidad histrica. Pensamos que el mtodoevolutivo es el msadecuado. Lo que existen son diversas familias culturales, tantoen Asia como en Europa, Africa o Amrica, que entran en con-tacto, dialogan, se combaten, hasta se destruyen, o, a veces, re-alizan un sincretismo difcil de discernir. No existe, entonces,

    una unidad geogrfica como mundo oriental. Ese mundo orien-tal est dividido en un sinnmero de tradiciones, pueblos y es-tructuras concienciales, que nos impiden una rpida generali-zacin.

    Hemos adoptado el siguiente esquema: en el horizonte deuna familia humana estudiaremos particularmente el puebloms caracterstico; en la tradicin indoeuropea, altamente mez-clada con las culturas prearias, hemos estudiado a los griegos;en la tradicin semita,al pueblo hebreo. Tenemos conciencia deque estudios parciales, y con un mismo esquema, permitirn poseer una visin filosfica de la evolucin de la conciencia pre-

    _______________4 Hombre y mundo, pp. 11-18;Gesammelte Schriften, Gttingen,

    Vandenhoeck-Ruprecht, 1960, t. II, pp. 1-8.

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    filosfica individual y colectiva de la humanidad, es decir, es-clarecer lo obvio no-filosfico del ser-en-el-mundo cultural.

    BOSQUEJO CULTURAL E HISTRICO

    DE LOS PUEBLOS SEMITAS

    4. La posicin geogrfico-cultural del pueblo semita no pasa inadvertida al observador ms vulgar. En un primer mo-mento, el del predominio del continente, de los caminos, de lascaravanas como medios necesarios de la transmisin de la cul-tura, el pueblo semita se encuentra como puente entre el con-tinente africano (de la temprana civilizacin egipcia y posibleorigen de la raza humana, al menos si se tienen en cuenta losrecientes descubrimientos paleontolgicos de Kenya) y el asi-tico (centro de las grandes culturas indias, chinas y medio-orien-tales). En un segundo momento, el del predominio del mar, dela navegacin y las flotas, que nace en torno a Creta y Fenicia,que se contina en Grecia, Cartago, Roma, con los rabes, turcos,venecianos (genoveses, etc.), portugueses, espaoles, holandeses,ingleses y norteamericanos, el judeo-cristianismo se sita en elcorazn de esta civilizacin martima, primero como dispora juda, despus como Iglesia ecumnica del Mediterrneo y pos-teriormente de Europa. En eltercer momento, el del predominiode la tcnica, es nuevamente junto a Roma y las ciudades delcentro de Italia donde nace la nueva civilizacin: la ciencia dela economa va aunada con las ciencias matemticas y naturales, para permitir una explotacin racional de la Naturaleza.5

    El objeto de esta investigacin abarca solamente el primermomento y el componente judo del segundo, dejando el pro- blema del cristianismo para otra investigacin en curso, y con-tinuando, aunque rpidamente, una lnea lateral del semitismo:el pensamiento rabe.

    _______________5 Estudiaremos en otro trabajo el origen del llamado Frhkapita-

    lismus desde el sigloXI, que no es simplemente un temprano capitalis-mo, sino algo mucho ms importante; es decir, no es el origen delsistema capitalista, sino deun sistema mucho ms amplio, en el queel capitalismo no ha sido sino una expresin, y del cual el sistema socia-lista de las repblicas populares es otra expresin. La naciente civiliza-cion tcnica universal se mostrar como el fruto ms maduro de aquelsistema instrumental originado en los burgos medievales, y en las ciu-dades-estados del centro-norte italiano. 4

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    5. Es fcil de discernir la existencia de ciertos centros productivos de cultura: por ejemplo los centros egipcios, meso- potmicos, del Indo, del ro Amarillo y de Amrica nuclear (esdecir, la regin comprendida entre el Imperio azteca e inca). Almismo tiempo existen centros expansivos o difusivos de donde

    emigran nmades que chocan, dialogan o se integran paulatina-mente con las culturas sedentarias ya constituidas y con un gra-do mayor de evolucin cultural; pinsese en los pueblos quehabitan las estepas y los desiertos euroasiticos, de Siberia, deLibia o de la pennsula arbiga. Estos nmades invasores, contralo que pudiera pensarse en un primer momento, no son pueblosabsolutamente primitivos, sino que han alcanzado un grado va-riable de cultura.6

    Cuando miramos el mapa del Asia occidental o del Africaoriental nos admira el aspecto masivo que ofrece la penn-sula arbiga, slidamente fundada sobre una ancha base, sepa-rada de Egipto por el Mar Rojo y de Persia por el Golfo Prsico.Al norte aparece igualmente aislada del mundo, ya que quedacomo encerrada por el desierto de Siria. Si no es una regin decultura estable, al menos es un camino transitable, que conducea pases admirablemente frtiles. Arabia es el centro del mundosemita que, como una masa en ebullicin, se desborda rebalsandosus fronteras.7

    Los pueblos semitas8 de las zonas esteparias y desrticas dela gran pennsula arbiga habitaron habitualmente en Mesopo-tamia, en Siria, en Egipto y llegaron hasta Etiopa. El inmensodesierto de Neydd tiene algunos contados oasis, en su centroel de Er Riad. Al sudoeste hay una zona frtil para la agricul-tura, Asir Yemen, e igualmente al sudeste, Omn. La ciudad deMedina est junto a unos oasis, y la Meca, en el extremo norte

    _______________6 Cf. Laviosa Zambotti, Les origines et la diffusion de la civilisa-

    tion, Pars, Payot, 1949, pp. 11 y ss.7 Marie-Joseph Lagrange, tudes sur les religions smitiques,

    Paris, Lecoffre, 1903, pp. 42-53.8 Sobre la pobreza de la civilizacin como condicin de la creati-

    vidad al nivel del ncleo mtico-ontolgico, nos dice Claude Tresmontanten su libro tudes de mtaphysique biblique, Pars, Gabalda, 1955, p. 217:

    La pauvret de la civilisation palestinienne biblique, la pauvret dela langue hbraque, la pauvret des nabis dIsrael... sont la conditionncessaire luniversalit de lenseignement et sa capacit dexpres- sion... Si (elle) avait t chargs de toutes les superstructures contin- gentes qui sont l apanage d une civilisation, comment aurait-elle pu serepandre et se communiquer aux autres civilisations? 5

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    del Yemen. Sus habitantes, desde el Paleoltico, fueron nmades,y en el Neoltico se transforman lentamente en pastores bedui-nos de camellos y cabras. Su alimento fue la leche de camello,los dtiles, algunos quesos. El hombre debe luchar contra la se-qua permanente y el calor abrasador del desierto (los desiertos

    de lava,harra; de arena,nefou; de piedras,hamada), lo que creaen ellos unethos, un temple, un carcter de suma dureza, peroal mismo tiempo de gran hidalgua, fidelidad y altruismo.

    Los ms recientes descubrimientos manifiestan que todosestos pueblos no debieron ser originarios de la pennsula arbiga,sino ms bien inmigrantes venidos del nordeste, quiz del Tur-questn. De todos modos, se arraigaron tan profundamente enla pennsula arbiga, que en el momento del nacimiento de lahistoria mediterrnea, poda ya crerseles procedentes de eselugar.

    6. Cuando hablamos de semitas, aunque nos referire-mos de hecho principalmente a los hebreos, queremos abarcartodos esos pueblos que han sido clasificados bajo una tal apela-cin:a) orientales: los acadios (o asirios-babilnicos),b) occiden-tales: los amorrheos (ugarticos, canaaneos y arameos, feniciosy pnicos, hebreos, moabitas),los rabes, himaritas y etopes.9

    Los semitas dialogaron desde sus comienzos tanto con los pueblos que se organizaron junto a las riberas del Nilo pin-sese que el pueblo egipcio es la mezcla de pueblos berberes (deloeste), bantes (del sud) y semitas (del este)10, como los quese desarrollan junto al ufrates y Tigris, donde los acadios co-existen y dominan por ltimo a los smeros.

    Como los indoeuropeos y los mongoles, los semitas, esencial-mente nmades, invaden ininterrumpidamente los pueblos se-dentarios que los rodean, hasta transformarse paulatinamenteen civilizaciones urbanas. Sin embargo, su ncleo tico-mticoser siempreurnico o el del pastor o beduino nmade, estruc-tura de la conciencia del hombre del desierto, en nombre de la

    _______________9 Pensamos que no existe ninguna obra que trate la totalidad de

    los pueblos semitas, desde los acadios hasta el Islam, en un nivel filos-fico. Vase por cuanto es el origen de toda una tradicin, la obra clsicade Ernest Renan, Histoire gnrale et systme compar des langues s- mitiques, Pars, 1855; Leguest, tudes sur la formation des langues smitiques, Pars, 1858, y desde entonces una bibliografa creciente.

    10 Jacques Pirenne, Les grandes courants de lhistoire universelle, Neuchtel, Ed. de la Baconnire, I, 1945, pp. 4-5.

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    cual se elevarn los profetas para criticar la riqueza, la corrup-cin, el desorden de la comunidad urbano-agrcola.

    Podemos decir que, en la medida en que dichos pueblos seinstalan como sociedades urbano-agrcolas, pierden su poder proftico y su mensaje original. Quiz justamente por esta con-

    dicin el pueblo hebreo, como lo veremos, guardar y desarro-llar celosamente su profetismo en los perodos en que es fiela su condicin nmade de hombre del desierto, que exige una purificacin progresiva y demitificante de sus creencias yuna singular libertad en la invencin de nuevos elementos desu estructura, de su mundo, de su conciencia colectiva.

    Los semitas se oponen no solamente a un tipo de civilizacinagrcola-urbana presemita, sino especialmente a los pueblos indo-europeos que invaden, desde el norte, el Asia Menor y Europa.Estas invasiones produjeron en el Mediterrneo oriental grandesarrollo de la civilizacin martima (los pueblos predorios ylos fenicios se lanzan al mar como nica solucin ante los inva-sores del continente), y, por otra parte, motiva la invasin ef-mera de los hiksos en Egipto. Ante estaVlkerwanderung , lossemitas no podrn oponer una resistencia fsico-militar, pero encambio mostraron, especialmente en el caso del pueblo hebreo,una frrea oposicin religioso-cultural.

    La filosofa de la cultura debe analizar ese dilogo, esa acul-turacin de los diversos pueblos, y concluir cules son los ele-mentos de la estructura de la conciencia colectiva que nos permiten definir una comunidad. Toynbee nos dice que a lacivilizacin siraca le debemos tres descubrimientos principales:la invencin del alfabeto, el haber alcanzado el Atlntico y unaconcepcin particular del Absoluto... no conocida ni por el pensamiento egipcio, smero, preindio ni helnico.11 Los dos primeros hechos se atribuyen al pueblo canaaneo-fenicio, eltercero principalmente al semita-hebreo.

    7. Entre los pueblos irnicos, nos detendremos ms par-ticularmente en las doctrinas ticas de los medos y persas, yaque significaron el medio cultural en el cual naci el zoroastris-mo, sistema religioso inspirado en el mazdesmo. El gran Imperio

    _______________11 Lhistoire. Un essai dinterprtation, Pars, Gallimard, 1951, p.

    108. El alfabeto no es una invencin fenicia; ya elugartico lo emplea(cf. James Fvrier, Histoire de lescriture, Pars, Payot, 1959, pp. 172y ss.).

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    El mundo semita originario8

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    indoeuropeo de los aquemnides usar una lengua semita (elarameo), al mismo tiempo que el babilnico y el irnico; estareligin, tolerante y sincrtica, de fondo dualista, el mazdes-mo12, se cumple bajo la hegemona del dios semita Marduk .

    El pueblo que habitaba el pas de Irn juega un gran papel

    en la relacin de las culturas de la Media Luna y la India.Influida desde el oeste por las culturas sumerias, asirias y babi-lnicas semitas desde el norte por las diversas invasionesindoeuropeas entre las cuales debe contarse el pueblo medoy persa , desde el este por las civilizaciones del Indo, la cul-tura irnica (que se organiza junto a los desiertos de Lut y delSalado) es, al igual que las estepas y desiertos sirio-arbigos,un foco expansivo e inventivo deWeltanschauung.13 Nos inte-resa particularmente por cuanto significa un puente entre laconcepcin hind de la existencia y la mesopotmica: los semi-tas y especialmente el pueblo de Israel criticarn su estruc-tura metafsica, siendo, sin embargo, influidos por las religionesde la tradicin del mazdesmo. La originalidad de la visin delmundo hebreo no puede explicarse sino gracias al dilogo quedurante dos milenios sostuvo con dichos pueblos, bien que indi-rectamente.14 Pero ms an, la estructura metafsica de la cos-movisin irnica es absolutamente sui generis, por el hecho desintetizar la tradicin aria (monista) y la tradicin antropo-lgica del mundo Nilo-mesopotmico (unidad entitativa del hom- bre), que exigir un dualismo intermedio entre el Creador y elhombre. Los magos del mazdesmo influirn sobre el pensa-miento griego, de origen igualmente indoeuropeo, desde sus primeros pensadores, pero especialmente sobre los estoicos y, demanera clara, sobre el neoplatonismo. El gnosticismo, con su jerarqua de potencias: aiones, es una sntesis helnico-irnica.El maniquesmo, en cambio, es propiamente una religin irnica(Mani era llamado el Zaratustratema: Zoroastro por excelen-

    _______________12 J. Duchesne-Guillemin, Zoroastre, Pars, 1948.13 Cf. G. Bartholomae, Zarathustra, sein Leben und seine Lehre,

    Heidelberg, 1919; E. Herfeld, Zoroaster and his World , Princeton, 1947;L. C. Casartelli, Philosophy of the Mazdayasnian Religion under theSassanids, Bombay, 1889; H. S. Nyberg, Die Religionen des alten Iran,

    Leipzig, 1938; A. Carnoy, La religion de lIran, en Histoire des religions,Pars, Bloud et Gay, II, 1954; Herv Rousseau, Le Dieu du mal , Pars,PUF, 1963.

    14 A. Carnoy,op, cit ., p. 258. El libro deTobas es el ejemplo msrepresentativo ( Aeshma dava).

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    cia).15 Los bogomilos maniqueos blgaros , los ctaros16 yalbigenses, deben inscribirse en esta tradicin.17 He aqu unasde las tradiciones ms persistentes y secretas del pensamientooccidental, que, en su vertiente antipelagiana, es el fundamentodel luteranismo y el jansenismo, y, en su vertiente mstico-ger-

    mana, es la base del idealismo postkantiano, del marxismo ydel nacismo.La ms antigua explosin histrica demogrfica del desierto

    siriaco-arbigo es la producida por el pueblo acadio, que se en-frenta a la civilizacin organizada por los smeros; dicha inva-sin se produce en el sigloxxv a.C.18 desde el oeste del ufratesdonde se establecen definitivamente, constituyendo la base delImperio asirio-babilnico.19 La invasincanaanea, ms violenta,alcanza el Egipto y llega hasta Espaa, alrededor del 2500,20 siendo el prototipo anticipado de la conquista musulmana. Los fenicios, grupo canaaneo secundario, se instalan en las costas

    mediterrneas y alcanzan su apogeo martimo en el sigloXI a.C.21

    En tiempos ms recientes, los hebreos invadirn la Palestinadesde el desierto, a modo de tribus nmades, y se impondrnsobre la civilizacin canaanea decadente, a partir del sigloXIIa.C. Despus vendrn los rabes.

    Veamos esto ms detenidamente.Sargn, elSharukinde los primeros semitas que constitu-

    _______________15 Ibid ., pp. 260-261.16 Cf. Puech-Vaillant, Le trait contre les bogomiles de Cosmas le

    Prtre, Pars, Institut dtudes Slaves, 1945.17 Si pensamos que Boehme ha sido influido por la teosofa gns-

    tico-maniquea, y que Hegel es un discpulo de esta tradicin germana, encontraremos ciertas razones histrico-doctrinarias para explicarnosel antisemitismo del nacismo.

    18Cf. E. Dhorme, Les religions de Babylonie et d Assyrie, ParsPUF, pp. 5 y ss. Lagrange,op. cit ., nos dice: desde el 3500 hasta el 2500,la marea que procede de Arabia sumerge la antigua civilizacin sume-ria (p. 53).

    19 Hammurabi del pueblo semita de los Amorrheos o Amurru ,de origen sirio, es un ejemplo del genio jurdico del pueblo semita (Cf.Dhorme,op. cit ., p. 356).

    20 Lagrange;op. cit ., p. 53.21 Este contacto semita sobre el norte de Africa y el sur de Europa

    no es el primero ya que los canaaneos han llegado antes, de donde seformar el idioma pnico y tiene gran importancia por cuanto serun nuevo elemento de la profunda sedimentacin de semitismo quese deposita, hasta conquistarlas absolutamente, en las costas del MarMediterrneo. Los cartagineses son como un antecedente semita del cris-tianismo y el Islam. 10

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    yeron un reino histrico, invadi las regiones de la ciudad pre- ponderante de la baja Mesopotamia, Kish, para trasladar lacapital, despus, a Akad. Conquist la Mesopotamia, el Elam, los pases de Amurru (tambin semitas), llegando hasta Chipre yCapadocia.22

    La decadencia de la tercera dinasta de la ciudad de Ur per-miti a las tribus semitas hacerse cargo nuevamente de la situa-cin en Mesopotamia as como Sargn haba reinado desde2340 a.C. en Akad . Un siglo haba transcurrido desde la cadade Ibbisin, cuando emergi en Babilonia el rey Hammurabi,semita, que gobern entre el 1792-1750 a.C. (1728-1686?). Gra-cias a los archivos descubiertos en Mari,23 vemos cmo de entrems de treinta Estados, algunos de ellos de los amorreos-semitas,se destacaron los de Mari, Babilonia (en el centro) y Asiria (alnorte). Hammurabi supo imponerse, y en el eplogo de su famosoCdice se nos dice:

    He puesto fin a la guerra, he creado el bienestar,he dado descanso al pueblo en moradas tranquilas,no he tolerado la intromisin de los perturbadores...Los he gobernado en paz,los he defendido con mi sabidura,de modo que el fuerte no oprimiese al dbil,y se hiciera justicia al hurfano y a la viuda...

    La dinasta babilnica dur casi dos siglos (desde Sammsu-ditana I hasta Sammsuditana II), siendo conquistada la granciudad por Mursili I (en el 1530 a.C. segn la cronologa corta,

    y en torno al 1601) segn otras interpretaciones). Por primeravez los indoeuropeos se imponen sobre los semitas, gracias alImperio hitita, y poco a poco los desplazarn en todos los frentes.

    _______________22 Cf. Leonard Wolley,Ur , La ciudad de los Caldeos, Mxico, F.C.E.,

    1953;Saeculum Weltgeschichte, Freiburg, Herder, t. I, pp. 239-281; Ali-men-Steve,Vorgeschichte, Hamburg, Fischer, I, pp. 229-251; para una bibliografa vase nuestro curso Latinoamrica en la historia universal ,Ed. Rotraprint, UNNE (Argentina), t. I, pp. 106-270.

    23 Cf. Sabatino Moscati, Las antiguas civilizaciones semticas, Bar-celona, Garriga, 1960, pp. 34 y ss. Sobre los semitas, adems de la biblio-grafa indicada, vase: S. Moscati,The Semites in Ancient History, Car-diff, 1959; J. Kuper-Bottero-Boyer, Archives royales de Maris, Pars,1941 y ss.; L. King,The letters and inscriptions of Hammurabi, Londres,1898, t. I-III; considrense las Historias Universales comoCristo y las religiones del mundo, II, bibliografa en pp. 418-419; Histoire des reli- gions, Pars, Bloud et Gay, s. f., t. II;,The Cambridge Ancient History,vol. I y ss. 11

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    Aleppo, de la zona Siria de los semitas de Amurru, ha sido igual-mente tomada por Mursili I (en el 1535 a.C., segn la cronolo-ga corta). Poco despus, Gandash, el Kassita, se impone sobreBabilonia, que quedar dominada hasta el sigloXI a.C.

    8. Al norte d Babilonia, sobre el Tigris, desde el sigloxx a.C., se haba organizado un reino semita, cuya capital eraAssur (Ashshur).24 Poseemos desde hace poco una lista proce-dente de Korsabad,25 donde figuran los reyesasirios; unostenan nombres hurritas (es decir, no semitas), pero la ma-yora, semitas. Debieron, entonces, recibir la influencia de losreinos Mitanni, cuyo apogeo se sita entre los siglosXVIy XV a.C.La decadencia de stos permiti a los asirios un lento pero se-guro proceso civilizador. Nnive ser, por su parte, la ciudad delos santuarios, la meta de las peregrinaciones asirias. Aunquedependientes de Ur, de Babilonia o de los hurritas, los asiriosmantuvieron sus tradiciones. Su primer esplendor se debi aShamshi-Adad I, contemporneo de Hammurabi, pero mante-nindose todava como un reino vasallo y de segunda categora.Las incursiones de los arameos desorganizaban las relaciones co-merciales.26 Los asirios comienzan las luchas contra las kassitasde Babilonia, y logran dominarlos desde el sigloXIV a.C. En esemomento en que los hititas estaban en su apogeo, y Egipto debian inclinarse ante su poder, Asiria comienza igualmente a serreconocida como reino independiente. Pero solo con Tiglat-Pile-ser I (muere en 1060 a.C.), los semitas logran reeditar las proe-zas de sus antecesores acadios, y constituyen un gran reino quellega al Mediterrneo.

    (Yo soy) Tiglat-Pileser rey legtimo, rey del mundo, rey deAsiria, rey de las cuatro partes de la Tierra, el hroe poderoso protegido por los orculos de Assur y de Ninurta... Bajo el man-do de mi seor Assur, mi mano ha extendido la conquista msall del ro Zab meridional hasta el mar Superior, que est alOccidente... Despus me he dirigido al Lbano... He vuelto con-tra la regin de Amurru... He recibido el tributo de Biblos, deSidn y de Arvad.27

    ________________24

    Cf.The Cambridge Ancient History, Vol. III, pp. 1 y ss.25 Cf. Les premires civilisations, en Peuples et civilisations, I, pp. 162 y ss.

    26 R. Turner, Las grandes culturas de la humanidad , F. C. E., M-xico, 1953, p. 239.

    27Citado por Moscati, p. 37.

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    Assur unifica entonces la Mesopotamia hasta el Caspio y elMediterrneo, y lograr asegurar y aumentar sus conquistasdurante cinco siglos. El ltimo rey asirio ser Assurbanipal de-rrotado en el 612 a.C. En ese entonces, los asirios haban llegadoa conquistar el Egipto:

    En mi primera campaa march contra Egipto y Etiopa di-ce Assurbanipal . Tirhaka, rey de Egipto y de Nubia... olvidel poder de Assur... Con la ayuda de Assur, Bel y Nab, losgrandes dioses mis seores que avanzaban a mi lado, derrot susejrcitos de Tirhaka en una gran batalla campal.28

    La cada del Imperio asirio la produjeron los medos, indo-europeos que dominaban el norte del Irn. Junto con ellos ha- bia participado en la cada de Assur, el rey de Babilonia, ahorarenaciente, llamado Nabopolasar, semita de la familia de los cal-deos. Este rey (625-605 a.C.) logra reconquistar para Babiloniatoda la Mesopotamia menos el norte, en manos de los medos .En el 612 a.C. conquistan, medos y babilnicos, a Nnive. Losegipcios, que pretenden un equilibrio de fuerzas, llegan tarde para apoyar a los asirios (con el faran Neka II, 609-594 a.C.),derrotando de paso en Megido al rey de Jud, Josas, que pre-tenda por su parte apoyar a los babilnicos. Los medos con-tinuaban sus victorias en el norte29.

    El florecimiento de Babilonia, bajo Nabucodonosor y Na- bnides, no alcanz un siglo, porque ya en el 538 a.C., Ciro, elrey persa, ocupaba Babilonia, que nunca ms podr reponersede su derrota. Mientras tanto (614-538 a.C.) Babilonia haba

    mantenido las conquistas asirias, sin poder recuperar Egipto, pero implantando mucho mejor su dominio sobre Palestina.

    Para Marduk, el soberano, hice navegar hasta Babilonia, al igualque caas llevadas por el ro, vigorosos cedros, altos y fuertes... abun-dante producto del Lbano30.

    _______________28 Ibd ., p. 39.29Se impusieron sobre otro pueblo de origen indoeuropeo; era un

    reino que ocupaba del lago Van al Urmia, y que floreci desde el si-glo IX hasta el VI a. C (Cf.The Kingdon of Van, en The Cambridge Ancient History, III, pp. 169 y 55.), enemigos del Imperio asirio.30 Cita de Moscati, p. 40.

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    Mientras los ltimos caldeos de la Babilonia derrotada seentristecen por la destruccin, los que haban sido sus sb-ditos esclavizados cantan himnos de alegra:

    Sintate en el polvo (en signo de duelo),virgen, hija de Babilonia.Pstrate en tierra, destronada,hija de los caldeos ( Isaas 47, 1).

    Salid de Babilonia, huid de los caldeos.Con un cntico de alegra anunciad y proclamade idos hasta la extremidad de la Tierra.

    Decid: Yahveh ha liberado a su servidor Jacob ( Ibd. 48, 20).

    10. Una zona privilegiada, ya que significaba el puenteque necesariamente debi ser siempre cruzado, fue el rea geo-grfica ocupada por los fenicios, sobre el Mediterrneo, por los

    sirios, entre los Antilbanos y el desierto sirio y los palestinos,al sur de los dos pueblos antes nombrados, y que habitaban lacuenca del ro Jordn y las costas correspondientes hacia el marMediterrneo. Como hemos visto, nunca llegaron los pueblos se-mitas de estas tres regiones a organizar un reino importante ymucho menos un imperio. Dependan siempre, en mayor o me-nor medida, de sus poderosos vecinos, de los mesopotmicos, ode los hititas al norte, o de los egipcios al sudeste. Sus vidasestaban pendientes siempre de la misericordia de dichos Es-tados.

    En los siglosXV y XIV a.C. se haban organizado los grandes

    Imperios de la Babilonia kassita, el asirio, el hitita y el Egiptoen su gran esplendor. Los siglosXIII y XII depararon, en cam- bio, la ruptura del equilibrio y la aparicin de nuevos pueblosen todos los horizontes del mundo civilizado. Entre ellos se en-cuentran los arameos, filisteos, hebreos; los fenicios, en cambio, posean ya una antigua historia de proezas navieras. Todos ellosfueron pueblos de grandes aptitudes comerciales y culturales, pero no de facultades guerreras o polticas; esto nos explica sulugar privilegiado en una historia de la cultura, pero no en unahistoria poltica mundial.

    Los fenicios31 de origen incierto, sea del Mar Rojo o del

    _______________31 Adems de la bibliografa general, puede consultarse el antiguo

    Movers, Die Phoenizier , Leipzig, 1841-1856, vol. I-III; G. Contenau, Lacivilisation phnicienne, Pars, 1926; R. Weil, La Phnicie et l Asie occi-dentales, Pars, 1939; etctera.

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    Golfo Prsico o de la misma Palestina , pueblo de las palme-ras (significacin del nombre que llevan), estaban ya en elIII milenio en relacin con Egipto, y la ciudad de Biblos, porejemplo, deba pagarles tributo. Los descubrimientos de Ras-Shamra (Ugarit) y Minet el-Beida (su puerto) nos muestran

    que, adems de haber sufrido las invasiones de egipcios, kassi-tas, hurritas e hititas, sucumbieron ante el empuje de los Pue- blos del mar. Ms al sur, en cambio, otras ciudades, comoSidn, Tiro y Biblos supieron aprovecharse del caos del sigloXII a.C. para salir florecientemente beneficiadas. Habiendo des-aparecido el podero naviero de Micenas, los fenicios se com- portaron como dueos del Mediterrneo oriental. La poltica deestas ciudades se subordinaba al nico inters comercial. A ve-ces uno, otras veces otro de los reyezuelos, gobernaba sobre lascostas fenicias con una cierta supremaca. Sin embargo, tuvie-ron que pagar tributos al Imperio asirio, y, a causa de las suce-sivas rebeliones, Sennaquerib produjo la ruina de Tiro. Estacomunidad naviera no pudo permanecer largo tiempo en elMediterrneo oriental expulsada por los griegos , lo cual lallev a alejarse hacia el Mediterrneo occidental. La fundacinde Cartago ( Kart-hadasht = la ciudad nueva) en el 814-813 a.C.marca una fecha importante en la historia del comercio medi-terrneo y universal.

    Desde la antigua necrpolis neoltica de Biblos (3000 a.C.),desde la fundacin de Tiro (2750 a.C.), transcurrieron largos si-glos hasta que los fenicios objetivaron en un sistema consonn-tico su escritura (aproximadamente en el sigloXIII a.C.), cuyoms antiguo documento se encontr en la tumba de Ahiram enBiblos.

    11. No ya sobre la costa, como los fenicios, sino ocu- pando las pocas tierras frtiles junto al ro Oronte y en eloasis, el ms bello y extenso, el de Damasco , que limitan conel gran desierto oriental, habitaban diversos pueblos semitasde escaso talento poltico, pero de gran habilidad comercial yexpertos en relaciones internacionales. Se trata de los pue- blosarameos32de Siria, que fueron conocidos igualmente con elnombre de los habitantes de Amurru (del Occidente), posi- blementes procedentes de Harram y de la regin del ro Balikh,

    ________________32Cf. E. Kraeling, Aram and Israel , Nueva York, Columbia Uni-

    versity Press, 1918; etc.

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    afluente del ufrates, y nombrados en los textos de EI-Amarna bajo la denominacin de Akhlameos.

    Los arameos invaden la Mesopotamia y la Siria entre lossiglosXIV y XI a.C. Es probable que su pas de origen fuerael desierto siro-rabe, como la mayora de los semitas33. Entre

    el sigloXI y elX alcanzan su esplendor, siendo derrotados aloccidente por los semitas-fenicios, que les impiden llegar al mar,y al sudoeste por los hebreos, especialmente por David ( II Sa-muel 10,15-19). Desde el sigloVIII comienzan una rpida deca-dencia, la que no impide una gran expansin de la lengua ara-mea los mismos asirios necesitan de los escribas arameos paraentenderse con las diversas poblaciones , que reemplazando elacadio, se transforma en la lengua de la diplomacia en el mun-do palestino-mesopotmico desde el sigloVII. Gracias a Daro,dicha lengua llega hasta el Indo y el Nilo sin reemplazar,ciertamente, las lenguas propias de cada pueblo, es decir, elirnico, acadio, fenicio, hebreo o egipcio ; fue el arameo lalengua semita del Imperio aquemnide, el Reichsaramisch, yque ser despus reemplazado solo por el griego34 como lenguaoficial, y por el rabe, desde el sigloVII de nuestra era, comolengua popular.

    Constituyeron los arameos pequeos reinos que luchabanentre s. Limitaban al norte con Karkemish. Sufrieron eviden-temente la influencia de los hititas y los mesopotmicos. Gra-cias a su posicin, sus caravanas intercambiaban sus productoscon los de los comerciantes fenicios venidos del Mediterrneoy los transportaban hasta el Irn.

    _______________33 Cf. Dupont-Sommer, Les Aramens, Pars, Maisonneuve, 1949,

    p. 15.34 Es interesante anotar, a ttulo simplemente marginal, que Jess

    de Nazaret hablaba arameo es decir, la lengua popular del oriente palestinense o arameo comn , mientras que Sal de Tarso se expre-saba en griego (procedente de Anatolia) y hebreo (lengua exclusiva-mente cultural). LosTargums nacieron en esta poca traduccionesarameas de la Biblia , lo mismo que elTalmud de Jerusaln. El arameooriental ser la lengua en la que se expresarn los documentos cristianos judeo-babilnicos, mazdeicos y siracos. Los rabes descubrirn a Aris-tteles en la lengua arameo-siraca y con ella la racionalidad griega.La escritura aramea (alfabeto consonntico derivado del semita-fenicio)es igualmente una preparacin o como la base del griego del Imperioselucida. Por el griego y el latn, la invencin semita de la escrituraconsonntica y despus alfabtica en el plano de la civilizacin se hauniversalizado.

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    12. Por ltimo, ocuparon el valle del Jordn y las mon-taas de Samaa y Judea un grupo de tribus procedentes en primer lugar de Harram. El Padre del Pueblo ( Aba -ham =Abraham) era descendiente de la familia de Terakh que habaemigrado de Ur a Rasan. Por su parte Abraham, uno de los

    tantos nmades que cruzaban el desierto en esperanza de mejorfuturo, condujo sus rebaos en tierra de arameos, para des- pus instalarse entre los canaaneos (grupo de pueblos semitasque ocupaban la Palestina). Todo esto en el sigloXIX a.C. Partedel grupo se dirigi despus a Egipto. De all los Bene-Israel ,conducidos por Moiss, hebreo de origen egipcio, reconquistan progresivamente lo que ser su morada definitiva hasta el ao70 d.C. Las invasiones debieron estar de algn modo ligadas algran movimiento de pueblos del sigloXV. En 1400 a.C. los hijosde Israel estaban ya en el Jordn, conducidos en la guerra deconquista por jefes ms o menos espontneos (los jueces).Solo con Sal, coronado rey por el profetaSamuel , los israeli-tas logran la unidad. David (1010-970 a.C.) extiende las fronte-ras, y Salomn da a los hebreos la posibilidad de un ciertoesplendor (970-935 a.C.). Pero, despus, las tribus se separaron,quedando solos los judos (y no ya los israelitas-samaritanos)como testimonios de la originalidad de este pueblo, en torno ala capital Ierushalaim (la antigua Uru-Salim de los iebuseos).Desde el sigloX a.C., la literatura juda comienza a producir lasmayores obras (en sus orgenes solo a modo de tradicionesorales, de las cuales las tres ms importantes, son denomina-das actualmente por la hermenutica: latradicin yahvista,elohista y sacerdotal ). Poco despus aparece un movimiento de profetas (nabiim) que lucha con clara conciencia contra los sin-cretismos del pueblo; sincretismo entre la doctrina mosaica ylos cultos agrarios de los canaaneos. Con un monotesmo conse-cuente, cuya coherencia no tiene precedentes, los profetas setransforman en el alma del pueblo. Conquistada Jerusaln por Nabucodonosor, despus de valiente defensa, toda lalite juda es deportada a Babilonia. Durante aquellos cincuenta aos(ya que sern liberados por Ciro en el 538 a.C.), contrariamentea lo que pudiera pensarse, el pueblo judo acrecent la cohe-rencia de su posicin y tom conciencia adulta de las estruc-turas intencionales de su cosmovisin, de susethos. Sus escri- bas trabajaron incansablemente para objetivar por escrito unadoctrina tradicional (ahora, en gran parte, bajo el ropaje de los

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    smbolos y mitos babilnicos o egipcios). El Dios nacional deAbraham, Isaac y Jacob haba cobrado ilimitada universalidad.Los judos debern tener una muy corta poca de paz, para des- pus ser nuevamente dominados por los persas. La religin ju-da pasar as de ser una mera expresin de un grupo tnico,

    para transformarse en la exposicin coherente, en doctrina, cul-to y prcticas, de un monotesmo propuesto por una comunidadreligiosa liberada de las estructuras de una civilizacin deter-minada, en el nivel de losinstrumentos. He aqu una ventajainsospechada del universalismo israelita; los judos como civi-lizacin eran uno de los pueblos ms pobres de la historia uni-versal.

    Los judos, por las continuas guerras que soportaron en susterritorios, por su espritu nmade, por el comercio, se fuerondispersando por los diversos territorios del mundo civilizado delMediterrneo oriental. Los encontramos numerosos, en el sigloIV y III a.C., en el Egipto, en la Mesopotamia, en Siria y Fenicia,en las islas del Mediterrneo y aun en Anatolia. Este fenmenoes denominado la Dispora, cuyo contenido cultural es el judas-mo. En torno a la Ley, tradicionalmente dictada por Moiss, sereunan los creyentes en las sinagogas del helenismo, frecuente-mente bajo la autoridad moral y doctrinal de un fariseo, almenos en el sigloI a.C. Es decir, el judasmo era uno de los gru- pos religiosos dentro del gran Imperio helenista desde que, enel 331 a.C., Alejandro haba conquistado la Palestina.

    A Israel le ha tocado una funcin esencial en la historia del pensamiento universal. Sea por su antropologa implcita, porsu visin de la historia, por las estructuras todava no devela-das, pero ya conscientes de su metafsica, de su teologa, el pueblo de Israel propone una estructura nueva, adulta y msconsecuente con las premisas de todos los pueblos semitas. Enel nivel propiamente cultural Israel no puede ser dejado delado.

    13. Losrabes, por ltimo, influyen sobre el nordesteafricano (la Etiopa), y desde el sigloVII, gracias al profetaMahomet invaden los reinos cristianos del Medio Oriente, delImperio Bizantino, el norte de Africa, la pennsula ibrica, delImperio Romano latino; al este se extienden hasta el Indo, y progresivamente, por medio de los comerciantes e intelectuales,hasta la Indochina e Indonesia. El Islam ha sido la difusinsemtica ms importante si dejamos de lado el cristianismo.

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    14. Metodolgicamente debemos tener en cuenta tres planos que pueden ser discernidos claramente desde un puntode vista estructural e histrico:

    En primer lugar, los pueblos y las estructuras de la con-ciencia colectiva, presemitas o fronterizos: los egipcios al oeste,

    los smeros en la Mesopotamia, y los medos y persas al este.En segundo lugar, las civilizaciones o pueblos semitas quesonabsorbidas por las culturas presemitas: tanto los acadios,amorritas, y posteriormente los arameos, como los canneos(con sus ramas secundarias de fenicios, moabitas, edomitas, etc.)Estos pueblos semitizan, siendo en definitiva succionados porel medio cultural.

    Por ltimo, la irrupcin del genio semita en su plenitud. Nos referimos al pueblo de Israel , especialmente en las tribusdel sur: la de Benjamn y de Jud, y el Islam por la accin pro-ftica de Mahomet. El cristianismo, como Iglesia universal, y elIslam, como religin tambin universal, son el fruto madurode la estructura que denominamos elementos o contenidos dela cosmovisin semita no nos referimos al mundo como ima-gen; es decir, un modo de comportarse con respecto al ser, comoSer y seres 35. Las estructuras ontolgicas de la conciencia se-mita constituyen uno de los captulos fundamentales de la meta-fenomenologa o historia de los supuestos intencionales de lametafsica como ciencia. La metafsica actual en crisis busca enla historia los perodos de su constitucin, para lo cual, cierta-mente, debemos dejar los estrechos marcos del genial perolimitado pueblo helnico. Las estructuras metafsicas vividas y portadas en un comportamiento precientfico y prefilosfico, nocomienzan a existir solo desde Tales de Mileto.

    _______________35 La comprensin aun poltica y actual, entre Israel y los Estados

    rabes, entre el cristianismo, el judasmo y el Islam, debe emprendersea partir del nivel ontolgico; volviendo a su origen, se encontrara almismo tiempo la explicacin de la divisin. Por otra parte, podemosdecir que, desde la ocupacin marxista de la China, el mundo se haculturalmente semitizado (a excepcin de la India y el sudeste asiti-co), aunque igualmente secularizado. Esto lo estudiaremos detenida-mente en otros trabajos en curso. Po XII dijo alguna vez que el cris-

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    CAPITULO I

    UNIDAD ANTROPOLGlCA Y TICA

    Es evidente que el mundo tico se funda sobre una antro-

    pologa. Los supuestos, la estructura antropolgica determinanla moral. Como veremos, el semita concibe al hombre unitaria-mente, como un todo indivisible; en este sentido puede hablar-se de monismo, por oposicin al dualismo helnico. De igualmodo, la visin semita de la realidad social se caracterizar poruna solucin propia que evita la ambigedad de la visin hel-nica (de la solitaria bonitas, en irreductible contradiccin conla unidad genrica y totalizante de la polis). La poltica y latica semitas se originan en su monismo antrpico, que no nece-sita concebir un dualismo ntico-tico tal como el soroastrismolo expresa, por la entificacin objetiva en dos poderes opues-tos que existencian el bien y el mal. Es, entonces, una po-sicin sui generis entre el dualismo antrpico de los griegos yel dualismo o pluralismo jerrquico (los poderes) ntico-ticode las religiones irnicas1.

    _______________1 Recomendamos la lectura de Claude Tresmontant , Essai sur la

    pense hbraique, Pars, Cerf, 1953, II; tudes de Mtaphysique biblique,Pars, Gabalda, 1955; Daniel Lys, Nphsh Histoire de lme dans la revelation dIsral au sein des religions proche orientales, Pars, PUF,1959; E. Dhorme, Lemploi mtaphorique des noms de parties du corpsen hbreu et en akkadien, en Revue Biblique (1920), pp. 470 y 85.; P.

    van Imschoot,Thologie de l Ancien Testament , Tournai, Descle, 1956,t. II: Lhomme. Para una visin general vase: Encyclopedia Judaica.Vas Judentum in Geschichte und Gegenwart , Berln, Eschkol 1928-34,I-X; Jdisches Lexikon, ed. George Herlitz, Berln, Jd. Verlag, 1927-30,I-IV; G. Kisch,Schriften zur Geschichte der Juden, Tbingen, Mohr,1959; M. Buber, Drei Reden ber das Judentum, Rtten-Loening, 1923;Hans Kohn, Martin Buber . Sein Werk und seine Zeit , Hegner, Hellerau,1930; Leo Baeck, Entwicklungsstufen der jdaischen Religion, Tpel-mann, Giessen, 1927; Hans Urs von Balthasar, Einsame Zwiesprache. Martin Buber und das Christentum, Colonia, Hegner, 1958; A. Barrois, La religion dIsrael des origines la dispersion, en Histoire gnrale

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    SECCIN I. CORPORALIDAD UNITARIA

    En nuestro tiempo, el hecho de que la existencia humanaha sido redescubierta no como teniendo un cuerpo, sino como siendo un cuerpo2, nos permite investigar los orgenes mis-

    mos de este elemento esencial de nuestro modo de existir 3

    . 1. Al este del mundo semita, y como su lmite occiden-

    tal, se encuentra Egipto. El culto y los ritos nos permiten com- prender una antropologa diversa de la de los helnicos. Elegipcio embalsama, guarda, venera elcadverde los muertos,mientras que el griego lo arroja al mar, lo quema, lo olvida. Elgriego piensa en el alma divino-substancial. El egipcio prestaatencin a la carne, al corazn, como sujeto de la persona con-creta. Desde el Egipto prehistrico encontramos tumbas, a veceshumildsimas, que nos hablan del respeto del cuerpo4. LosTextos de los sarcfagos, losTextos de las pirmides, el Librode los muertos son unnimes en este sentido.

    Junto a la carne, en ella, con ella, existen dos facultadesambiguas y difciles de definir:ka, la fuerza vital individual, eltemple de una persona, que le acompaa durante la vida y quees necesario alimentar durante la muerte en la tumba;ba, la

    _______________des religions, Gorce-Mortier, Pars, Quillet, 1948, pp. 405-446; Max We- ber, Das Antike Judentum, en Gesammelte Aufstze zur Religionssozio- logie, t. III, Tbingen, Mohr; Otto Eissfeldt,Geschichtliches und Ueber- geschichtliches im Alten Testament , Berln, Evangelische Verlagsan-stalt, 1947; L. Wchter,Gemeinschaft und Einzelner in Judentum, Stutt-gart, Calwer, 1961, etctera.

    2 Cf. las obras de Gabriel Marcel (p.e., Diario metafsico, BuenosAires, Losada, 1957); Heidegger,Sein und Zeit , Halle, Niemeyer, 1927;J. Sartre, El ser y la nada, Buenos Aires, Iberoamericana, 1954; Mer-leau-Ponty, Phnomnologie de la perception, Pars, Gallimard, 1945;A. de Waelhens, La philosophie et les expriences naturelles, La Haya, Nijhoff, 1961, etctera.

    3 La desviacin fundamental y la prdida de la corporalidad esun fruto del dualismo de Descartes y Kant. El idealismo moderno redu-ce al hombre a una mera subjetividad, a uncogitodescorporalizado. Eldescubrimiento del mundo ha exigido al mismo tiempo la revaloracindel cuerpo, de la corporalidad de la existencia, que no es la merares extensa.

    4 A. Erman, La religion des egyptiens, Pars, Payot, 1937, pp. 242y ss.; Lagrange, tudes sur les... smites, pp. 280-284.

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    vida misma, que en el momento de la muerte vuela como un pjaro y se confunde despus con diversos animales o plantas.Todo ello es concebido unitariamente yka puede ser al mismotiempo el corazn; no ya un alma substancial y espiritual comolo piensa el helnico.

    Nos dice la tradicin egipcia:Corazn de mi madre, corazn de mi madre, msculo car-

    daco de mi madre, corazn de mi devenir. No te levantes paratestimoniar contra m, no me acuses en el tribunal. No inclineslos brazos de la balanza, pues t eres mika, que reside en m,t eres el Khnoum, que origina la salud de mis miembros... Nohagas que mi nombre exhale mal olor en la corte. No profierasmentiras contra m.5 Palabras dichas porThot , que transmite Mata laGran Enada que est en presencia deOsiris: Yo he juz-gado el corazn de N. Su principio de vida ha sido su propio tes-timonio. Su caso es exacto sobre la Gran Balanza. Ningn crimen

    puede serle imputado....6

    Lo que verdaderamente nos interesa es anotar que para elegipcio lo importante no es la inmortalidad del alma substan-cial espiritual, sino, muy por el contrario, la resurreccin totaldel viviente. Esta doctrina se organiza paulatinamente en tornoa la figura mtica deOsiris. Este dios asume poco a poco lasfunciones de muchos otros dioses, hasta convertirse de hechoen el soberano del panten egipcio. A l se le atribuye el cursoanual del Sol7, el agua nueva la inundacin del Nilo que

    _______________5 E. Budge,The Book of the Dead (Papyrus of Ani), Londres,

    1894,text pp. 11-12 (cf. J. Yoyotte, Le jugement des morts dans lEgypte ancienne, en Le jugement des morts, Pars, Seuil, 1961, p. 47). Estetexto nos habla del momento del juicio de un hombre. Khnoum es eldios-alfarero, que crea los seres animados (cf. en la misma coleccinSources orientales, La naissance du monde I, p. 41).

    6 Ibd., text pp. 15-17. Nos sera muy fcil multiplicar los ejemplos, pero por razones de espacio solo podemos indicar las lneas esencialesde esta antropologa. Cf. J. Vandier, La religin gyptienne, Pars, PUF,1949, pp. 71 y ss.

    7 Cf. Ermar.,op. cit ., pp. 62 y ss.; Vandier,op. cit ., pp. 81 y ss.;E. James, Mythes et rites dans le proche-orient ancien, Pars, Payot,1960, pp. 36 y ss ;la Enada son los nueve dioses principales del pantenegipcio: Atum (R=Sol),Shu (Atmsfera),Te!nut (Humedad),Geb(Tierra), Nut (Cielo),Osiris, Isis, Seth y Nephthys. Esta Enada seconstituye en Helpols, lo mismo que laOgdoade (ocho dioses bajo elsupremo gobierno deThot ). Cf. James Pritchard, Ancient Near Eastern Text , New Jersey, 1950, pp. 3 y ss. En la historia del neoplatonismo y

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    permite la germinacin primaveral y, por ello, es igualmente eldios de la vegetacin; es el dios de los muertos, por cuanto habi-ta en la Tierra y del Cielo, ya que se impone sobre la Enadadivina, pues, aunque asesinado porSeth, vuelve a la vida gra-cias a R, el Sol.

    En el transcurso del Imperio Medio, el triunfo de Osiris seafirma; el mito del dios, tan simple y familiar, convierte elcorazn de todos, hasta el del ms humilde, ya que proponeque es posible llegar a ser, despus de la muerte, un Osiris, esdecir, conocer la alegra de la resurreccin. Sin dudar, la vidadel ms all, antes reservada a algunos privilegiados, permitaa los egipcios, ahora gracias a Osiris, esperar una pervivencia bien aventurada por la resurreccin8.

    2. Veamos ahora la posicin de los primeros semitas(los acadios, asirios y babilnicos)9.

    Sobre un fondo smero10 de preponderancia Ktnica, dondela Gran Diosa de la fecundidad domina el panten antes delIII milenio, es decir, bajo el dominio del ciclo agrcola los se-mitas se asimilan, a tal punto, que nos es difcil detectar clara-mente cules son los elementos smeros y cules los acadios oasirio-babilnicos. No existe, al igual que en Egipto, ningunaexposicin sistemtica sobre sus supuestos antropolgicos; sinembargo, es fcil discernir un buen nmero de principios cor-

    _______________el gnosticismo, al igual que en la escuela de Alejandra, esta coleccinde nueve y ocho elementos jugar un gran papel.Osirisera como elgrano en cuyo cuerpo resucita la vida en forma de germen (Brugsch, Re1igion und MythoIogie der AIten Aegypter , Leipzig, 1885, pp. 621 yss.); enterrar su estatua en los campos era un rito mgico que prometa buena cosecha.

    8 Vandier,op. cit ., pp. 99-100. En este sentido, el pequeo libro deOscar Cullmann Inmmortalit de lme ou Rsurrection des morts?, Neuchtel, Delachaux, 1956, viene a recordarnos una vez ms esta doc-trina tan diversa de la griega o hind. Vase el interesante captulo deE. Gilson sobre La antropologa cristiana, en Lesprit de la philoso- phie mdivale, Pars, Vrin, 1944, pp. 175 y ss.

    9 F. Martn,Textes religieux Assyriens et Babyloniens, Pars, Le-touzey, 1903; Ch. F. Jean, La littrature des Babyloniens et des Assy-riens, Paris, Geuthner, 1924; G. Contenau, Lpope de Gilgamesch,Pars. Lartisan du livre, 1939; J. Pritchard,op. cit .; Lagrange, tudes sur les religions smites ( supra) etc.

    10 Cf. G. Contenau, La religion sumrienne, en Histoire gnrale des Religions, Pars, Quillet, 1948, t. I, pp. 340 y ss.24

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    po-espirituales. Todos los tratadistas concluyen la unidad de losdiversos elementos.

    El hombre es la creacin resultante de la sangre del dios Kingu, segn el mito cosmognico de Enuma Elish11, es decir,en convivencia con los dioses. Su carne ( shre) se identifica

    con sus entraas (amut ), sede de todas las emociones, peroabsolutamente mortal. La muerte libera la sombra (etmmu),el espectro (utkku) de los vivientes. Todo el pensamiento asirio- bablnico es una bsqueda de la supervivencia, guardando sinembargo su particularidad semita: Podra haber habido en laidea del hombre creado a partir de la sangre de Kingu el puntode partida de un dualismo reconfortante (...); pero los asirio- babilnicos conciben al ser humano como un todo, que sobre-lleva en el Hades una vida muy reducida y dbil, si es que noes divinizado por una excepcin inesperada12. El largo viajeque eletmmu realizaba en el Arllu (Mansin de las Tinieblas),despojndose progresivamente de todos sus vestidos, le condu-ca a un lugar lgubre, donde no estamos seguros si se afirmabala existencia de un juicio moral final13:

    Dnde vagas as, oh Gilgamesch?Cuando los dioses crearon el hombre,compartieron con l la muerte,y guardaron la vida entre sus manos.14

    3. Los fenicios, semitas, no incineran el cuerpo. Loscadveres eran depositados en sarcfagos o tumbas cuidadosa-mente disimulados... Lanefesh, principio vital, permanece mso menos ligado al cadver15.

    Entre los otros pueblos cananeos, la sangre significar siem- pre el principio vital. Junto a la carne (basr ) est otro prin-cipio vital (nfesho barlt ). Lanfesh permanece con la carnemuerta (cadver), mientras que elraj (espritu) se encaminaal sheol (mundo del ms all)16. Es necesario alimentar la

    _______________11 Cf. Pritchard,op. cit ., pp. 72 y ss.12 D. Lys,op cit ., pp. 93-94.13

    J.-M. Aynard, Le jugenient des niorts chez les assyro-babylo-niens, enSources orientales, op. cit ., pp. 83 y ss.14 Epopeya de Gilgamesh (viejo babilnico), tabla X, col. III

    (Aynard, p. 102).15 A. Vincent, La religin des Phniciens smites, en Histoire g-

    nrale des Religions, op. cit., pp. 379-380.16 Lys,op. cit ., p. 97.

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    nfesh (lavida del muerto) con el fin de que no sea aniquilado(esto tanto entre los fenicios como entre los sirios)17.

    En la religin irnica, a partir del dualismo relativo de latradicin Avesta, gracias a la nocin dedrug (espritu de fal-sedad e impureza), se abre la puerta al dualismo consciente de

    un Zoroastro, donde losdaevas son los espritus malignos, bajoel dominio de Ahriman ( Angra Mainyu) o el prncipe del mal.Este dualismo csmico no llega, sin embargo, a la claridad deldualismo antropolgico helnico. Los escritos Pehlevis mues-tran ese dualismo indeciso, cuando explican el camino de los buenos y los malos:

    Los perros y las aves comern tu cadver (los semitas, porel contrario, no dejarn jams comer un cuerpo) y tus huesoscaern en tierra. Durante tres das y noches tu alma quedar entu cuerpo. Al cuarto da se ir, apoyada porSrosh el justo, elel buenVay y Vahramel fuerte...despus de haber dejado el cuerpo ha pasado por un camino terrible. Llevadle el mejor ali-mento, la manteca de primavera, a fin de que su alma descansedel suplicio de las tres noches....18

    Se comprende que el dualismo mazdeico haya sido absor- bido por la gnosis, segn la cual la materia es mala, y por otra parte, desarrollado, transformndose, el dualismo maniqueo19. Nos encontramos, entonces, con una tradicin que se enfrentaal semitismo, aunque no claramente, por cuanto la zona de sin-cretismos evita las oposiciones de un puro dualismo y un puromonismo antropolgico.

    4. En el pueblo de Israel, la antropologa hebrea elabo-ra una dialctica original entre la carne (basr ) y el espri-tu (raj), que le permite mantener inalterable, aunque en evo-lucin, el sentido de la unidad de la existencia humana20, que

    _______________17 Los rabes preislmicos se sitan en una misma tradicin (cf.

    E. Dhorme, Les religions arabes prislamiques y La religion primitive des smites).

    18 Nyberg, Hilfsbuch des Pehlevi, cit. por M. Mol, Le jugement

    des marts dans lIran prislamique, enS. O., pp. 162-165.19 Lys,op. cit ., p. 102.20 Tresmontant, Essai sur la pense hebraque, pp. 89 ss.; D. Lys,

    op. cit., pp. 113 ss.; A. Gelin , Lhomme selon la Bibte, Pars, Ligel, 1962;cf. en Imschoot,Thol. de lAncien Testament , Tournai, Descle, II, art.sobre El hombre, el cuerpo,la nfesh, el espritu, etc.; en elThWhNT(Kittel), los art. pnuma (Kleinknecht, Baumgrtel, Bieder, Sjberg,

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    se expresa con la palabra:nfesh. El hombre es idnticamenteuna carne-espiritual, un yo viviente y carnal, todo ello asumi-do en la unidad delnombre de cada uno, que significa la indi-vidualidad irreductible: Yo te he conocido en tunombre( xodo 33, 12 y 17)21.

    Nfesh significa sustantivamente garganta ( Jons2,6), y por una transmutacin metonmica designa igualmente el sus- piro o la respiracin22. Es el deseo o el apetito ( Prover-bio12,10; 13,2); pero, an ms, es la misma vida, el ser vi-viente ( I Reyes 3,11; 19,10; II Reyes10,24), y por ello est enrelacin con la sangre (principio de vida) ( II Samuel , 23,17).Llega a contener el sentido del yo viviente:

    Mi nfesh bendice Yahveh (Salmo 103, 1).Mi nfesh suspira y languidece en la casa del Seor (Sal-

    mo84, 3).Entonces Yahveh-Dios model al hombre con barro del suelo,

    y sopl en su nariz un aliento viviente ( jam) y el hombre llega ser unanfesh (= un ser viviente) (Gnesis 2, 7).

    Despus, de la muerte lanfesh permanece en relacin conel cadver, aunque no se extingue totalmente. Es como el cen-tro de conciencia, como la unidad nuclear del poder vital. Enfin, no es una parte del hombre, sino el hombre entero consi-derado desde un cierto ngulo: la vitalidad secreta y personaldel hombre.

    _______________Schweizer), VI, 330-452; srx y sma en el VII; el art. psykh; etc. Jacob,Thologie de lAncien Testamernt , Neuchtel, Niestl, 1955; Pidoux, Lhomme dans I Ancien Testament , ibid , 1953; C. Spicq, Dieu et lhomme selon le Noveau Testament , Pars, Cerf, 1961; etctera.

    21 Citamos de Biblia hebraica, Kittel, Stuttgart, 11 ed. El trmino shemse aproxima a lo que Zubiri explica diciendo: No hay contrac-cin de la especie, porque sta no es algo primario que se individualiza,sino justo al revs, la especie es una posible (...) especificacin deciertas notas constitucionales del individuo. No haycontraccin de laespecie, sinoexpansin del individuo (Sobre la esencia, Madrid, 1963, p. 168). Aqu el gran pensador, bien que negndolo un tanto, retomaa su cuenta la tesis tradicional de la metafsica cristiana contra la griega

    (Cf. Claude Tresmontant, La mtaphysique du christianisme et la crise du treizime siecle, Pars, Seul, 1964).22 Cf. Lys,op cit ., pp. 119 ss. Todos los trminos los hemos con-

    sultado enVeteris Testamenti, Concordantia hebraicae, Graz, Mandel-kern, 1955, 2 t.

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    5. Basr no significa cuerpo, porque esta nocin noexiste en el pensamiento hebreo, sino carne, o la manifesta-cin material de lanfesh. El cuerpo en el sentido griego ocartesiano, es solo el cadver ( gufah)23. El Nuevo Testamen-to traducirbasr por srx (carne) y no por sma (cuerpo).

    Juan dir: El Verbo se hizo carne ( Juan 1,14)24

    . Un griegohabra dicho: El Verbo tom un cuerpo, lo que es radical-mente distinto.

    La carne tiene diversas facultades, es decir, el viviente-car-nal posee distintas parte funcionales: elcorazn ( EzequieI36,26)es la sede de la sabidura, del entendimiento mismo (Gnesis6,5; 8,21)25; losriones, que adems del significado del corazndesignan igualmente los pensamientos secretos, la sensibilidad;el hgado, facultad de los sentimientos elementales (Mi hgado[bilis] se derram en tierra: Lamentaciones 2,11), etc.

    Mi corazn exulta, mis entraas se alegran,mi carne (basr ) descansa con seguridad... (Salmo16, 9).Mi nfesh exulta en Yahveh...todos mishuesos dirn: Yahveh, quin es semejante a Ti? (Salmo

    [35,9-10).

    La sangre, los odos, los huesos, cada rgano es una facul-tad de la unidad viviente que es el hombre. No hay, entonces,estrictamente hablando una corporalidad, sino ms bien unacarnalidad de la existencia espiritual del hombre en su radi-cal unidad viviente.

    Pero hay un elemento propiamente hebreo, y que ir to-

    mando con el tiempo una mayor nitidez, en la unidad indivisi- ble del hombre: elraj (que en griego se traducir pnuma, yno nos), el espritu. Con elraj la antropologa bblica abreuna nueva dimensin, que le es especfica. Esta dimensin sobre-natural es propia a la revelacin bblica26. Ms que una facul-

    _______________23 Cf. Dhorme, Lemploi mtaphorique (art. cit. supra) pp. 470-1.24 Cf. Mateo. 19,5; 26, 41; Marcos. 10, 8; 14, 38, etctera.25 Corneille dice: Rodrigo tienes corazn? vemos que se emplea

    el trmino en su sentido griego... Pascal dice: El corazn tiene razonesque la razn no conoce da a la palabra otro sentido, el bblico (J.Giblet, Elments danthropologie biblique, en Ad Lucem, Pars, 92, 1963, p. 22).

    26 Tresmontant, Essai..., p. 109. Vase el excelente trabajo deDaniel Lys, Rach. Le souffle dans lAncien Testament , Pars, PUF, p. 384; en esta obra puede estudiarse la cuestin ampliamente.

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    tad, que una parte, que un elemento del hombre, elraj cons-tituye radicalmente dicho hombre en unorden, distinto del debasr-nfesh: El egipcio es un hombre y no un dios; sus caba-llos son carne y no espritu ( Isaas31,3). El profeta es el hom- bre del espritu (Oseas 9,5).

    El raj se diferencia de lanfesh, en cuanto indica una ac-cin directa del Creador, ya veces apareciendo como el mismoDios:

    Mi espritu (raj) no permanecer siempre en el hombre, puesel hombre no es sino carne (basr ) (Gnesis6, 3).

    Mientras que lanfesh permanece ms unida al cadver, esel raj el que una ver retirado por el Creador produce lamuerte:

    T ocultas tu rostro, ellos se espantan,t retiras suraj, ellos mueren,al polvo retornan (Salmo 104, 29-30).

    La doctrina de la resurreccin se relaciona directamente alraj y no a lanfesh:

    He aqu que Yo abrir vuestras tumbas y os har salir fuerade vuestras tumbas, oh mi pueblo ( am )... Ya infundir miespritu (ruj ) en vosotros y viviris ( jatm); Yo os dar tran-quilidad sobre vuestro suelo, y sabris que Yo, Yahveh, lo hedicho y hecho ( Ezequiel 37, 12-14).

    Aqu el espritu tiene como sujeto todo el pueblo, conel tiempo se hablar an de una resurreccin (ponerse de pie =qum) individual ( Isaas 26,19). Antes de recibir la influenciagriega, el pensamiento hebreo no hablar de la resurreccin delcuerpo, sino del muerto, de sus huesos, de sus msculos27.

    6. La influencia griega se hizo presente en Israel, y pro-fundamente, lo que producir una conmocin en este singular pueblo:

    _______________27 l me dej en medio de un valle, un valle lleno de huesos

    (hatsmt )... completamente secos... Yo os infundir los nervios, Yohar crecer la carne (basr ), Yo os cubrir con la piel y Yo os darun espritu (raj) y viviris... ( Ezequiel37, 1-6). La nocin de cuer- po no se encuentra.

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    Vamos, hagamos alianza con las naciones que nos rodean, puesto que desde que nos hemos separado de ellas, muchos maleshemos padecido ( I Macabeos 1, 11).28

    En el medio babilnico, en la tradicin apocalptica de Eze-quiel y de Isaas, Daniel habla de un despertarse de los quehabitan en el pas del polvo, unos sern conducidos a la vidaeterna y otros al horror eterno ( Daniel , 12, 2). Desde un puntode vista antropolgico, sin embargo, no existe todava resurrec-cin de un cuerpo, sino de un durmiente, es decir, de latotalidad humana. Lanfesh permite continuar la identidad per-sonal, mientras que elraj infunde la nueva vida29.

    Mientras que, en los libros donde el helenismo se hace pre-sente, y sobre todo en la traduccin de los Setenta,basr estraducido a veces como sma, y nfesh como psykh. En Ale- jandra, en torno a los aos 100 a 50 a. C., se escribe el libro dela Sabidura. All podemos leer:

    El cuerpo ( sma) corruptible, pesa sobre el alma ( psykhn),y su mansin terrestre aturde el espritu (non) con mil pensa-mientos (Sabidura 9, 15).

    Un Flavio Josefo llegar a decir que las almas puras sub-sisten despus de la muerte y alcanzan un lugar santsimo enel cielo30.

    La escuela farisea de Palestina llevar la doctrina de laresurreccin a su pleno acabamiento, sin dejarse orientar porla antropologa helnica:

    El rey del mundo resucitar (anastsei) a los que han muerto por las leyes ( II Macabeos 7,9).31

    _______________28 Septuaginta (A. Rahlfs), Stuttgart, 1962, II p. 1040. Las siguien-

    tes citas son tomadas de la misma edicin.29 Gelin,op. cit ., p. 9.30 Gelin, p. 13. Del cielo, las almas, en la hora de la transforma-

    cin de los siglos, re-tomarn la posesin del cuerpo santificado ( Ibid ).Encontramos en la tradicin fariseo-alejandrina una gran influenciagriega, que, sin embargo, ha sabido guardar lo esencial del pensamientohebreo: el hombre no es el alma, sino la totalidad viviente.31 En verdad, ste es el primer texto absolutamente claro acercade la resurreccin (todos los otros dejan pensar en este hecho, pero pueden igualmente ser objeto de crticas diversas). Cf. igualmente11 Macabeos 12, 38-46; 14, 46. Cf. art. de Oepke,egero, enThWbNT ,11, 332-337;anstemi, I, 368-372.30

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    7. La antropologa del Nuevo Testamento es, ciertamen-te, uno de los ltimos captulos inventivos del pensamiento he- breo. El Talmudy la Mishn sern los ltimos documentos origi-nales; despus el judasmo vivir en contacto con el Oriente yel Occidente, pero sin poder ya alcanzar la genialidad de sus

    progenitores (lo que no significa negar en nada lo mucho queel dicho judasmo ha creado en las culturas con las que hacoexistido). La tradicin de la Fe de la secta ( Actas, 28, 22)cristiana32 surge en el corazn mismo de Palestina y aun deAntioqua, pero no del judasmo alejandrino. Juan y Pablo, porejemplo, proponen una antropologa juda ortodoxa:

    Lo que ha nacido de la carne ( srx) es carne, y lo que hanacido del espritu ( pnema) es espritu. No te asombres que hayadicho: es necesario nacer de arriba. El viento ( pnema) sopladonde quiere... igualmente en aquel que nace del espritu ( pne- ma) ( Juan 3, 6-8).33

    Juan posee una antropologa firme y clara: el Verbo se hacecarne y no cuerpo (1, 14); existe una voluntad de la carne(= del hombre) (1, 13); un deseo de la carne ( I Juan 2, 16).De igual modo el Padre resucitaa los muertos ( Juan 5, 21) yno a los cuerpos (como pensaba Josefo).

    Pablo, fariseo de Tarso, es an ms claro: existe una inte-ligencia de la carne (Colosenses 2, 18), una sabidura de la carne( Romanos 8, 6), que se opone a la fronma to pnematos. Conrespecto a la distincin de los dos rdenes nos explica:

    As la resurreccin (anstasis) de las muertos (tn nekrn)... se siembra en un cuerpo psquico ( sma psykhikn) y renace uncuerpo espiritual ( sma pneumatikn). Si existe un cuerpo psqui-co existe tambin un cuerpo espiritual. Est escrito: el primerhombre, Adam, fue un alma viviente (eis psykhn zsan); el ltimoAdam es un espritu vivificante (eis pnema zoopoion). Pero noes el espiritual el que viene primero; sino el psquico y despusel espiritual. El primer hombre, fue (constituido) de tierra, es

    _______________32 H. Cazelles, Le jugement des morts en Isral , enS. O., p. 133.33 Novum Testamentum Graece, Stuttgart, Nestle, 1963, p. 236.

    Las citas siguientes estn tomadas de esta edicin. Cf. Handkonkor- danz z. g. N. T . Stuttgart, Schmoller, 1960, las palabras: sma (pp. 476-477), srx (450-452), pnema(417-422), psykh (531-532), etc. Igual-mente puede verse en el LThK , I , 1028-1048 el art. Auferstehung (Rah-ner... Schmidt).

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    terrestre; el segundo, viene del cielo... Yo lo afirmo, hermanos,la carne ( srx) y la sangre (hama) no pueden heredar el Reinode Dios ( I Corintos 15, 42-50).

    Pablo ha expuesto admirablemente la antropologa hebreaen trminos griegos, mantenindose sustancialmente judo: exis-ten dos rdenes, y el hombre puede pasar de uno al otroen su totalidad ; en esto estriba la diferencia con el griego. El cuerpo- psquico no es el mero cuerpo griego, sino ya la totalidadhumana. El cuerpo-espiritual no es el alma griega, sino lamisma totalidad asumida por la Nueva Alianza. l habla dehombre-psquico ( psykhiks nthropos) ( I Corintos 2, 14) comosinnimo de cuerpo-psquico; y de hombre-espiritual ( I Co-rintos 2, 15) como sinnimo de cuerpo-espiritual. Existe unasabidura humana (anthropnes sophas) ( I Corintos 2, 13)que se sita en otro orden al de las enseanzas del espritu(didaktos pnematos) ( Ibid .).

    En fin, Santiago expone la misma doctrina cuando dice:

    Si tenis en el corazn un celo amargo y un tempramentode discordia, no os glorifiquis ni os opongis a la verdad;34 estono procede de la sabidura ( sopha) que viene de arriba, sino(que es) terrestre (epgeios), psquica ( psykhik), demonaca(Sant . 3, 14).

    Para todos ellos, entonces, el hombre tieneuna estructura indivisible, pero posible de situarse en dos rdenes diversos. Enlo visible, terrestre, existe la carne (basr ) y lo vital (psquico-

    nfesh), el hombre primero, con su sabidura terrestre, carnalo psquica. Mientras que en el orden de la participacin a lavida divina35, existe un espritu ( pnema), participado libre-

    _______________34 Vase la relacin entre corazn y verdad. Su sentido es

    hebreo y no griego.35 Cf. I Corintos, 9,10-12 (metjein); 10,17; 21; 30; etc. Sin embar-

    go, no es en la palabra misma participacin donde la doctrina seexpresa, sino en toda la estructura misma del Nuevo Testamento: elhombre terrestre participa, por el Espritu, de la Vida de Dios ( Roma-nos, 8,14-17). Las dificultades exegticas de Lutero, en la interpretacinde la Epstola a los romanos, no son de orden teolgico, sino antropol-gico (el nominalismo le preparaba mal para comprender la ingenuidad, pero la firmeza, de la antropologa semito-hebraica de un fariseo or-todoxo y cristiano).

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    mente por un Seor absolutamente trascendente que constituyeal hombre carnal, psquico, en el orden de la Alianza, del Reinode Dios: hombre espiritual, el nombre nuevo ( Efesios 2, 15),segundo Adam, con sabidura espiritual, con un cuerpo espiri-tual. La conciencia semtica ha llegado a su estado adulto y solo

    podr ser superada por las reflexiones acerca de la persona,que el cristianismo posterior seguir elaborando.La tradicin alejandrina no influir directamente en el Nue-

    vo Testamento, pero tendr un enorme importancia al habertraducido laSeptuaginta, y, adems, ser la base de la cristian-dad egipcio que, como veremos en otro trabajo, tuvo enormesdificultades para permanecer en las estructuras metafsicas queel judeocristianismo le propona.

    8. En el pensamiento islmico no encontramos nuevoselementos estructurales. Por la alta nocin de la Unidad divina,en el Islam la dialctica de carne y espritu pierde su signi-ficado: el Islam admite, entonces, una continuidad entre el hom- bre mortal y el hombre resucitado sin transformacin propia-mente dicha36. Sin embargo, cabe destacar, desde ya, que la faltade la estructura teolgica de la Encarnacin permitir a lametafsica elaborada por los pensadores del pueblo islmicoaceptar con mayor entusiasmo las tesis griegas del neoplatonis-mo; sta es una interesante hiptesis de trabajo que mereceraser desarrollada.

    De todos modos, la unidad antropolgica permanece inal-terable:

    A cada hombre le hemos inscripto su destino en el cuelloy, el da de la Resurreccin le mostraremos una libreta que en-contrar desenroscada. Leer tu libreta, ser suficiente, en aquel da, para establecer tu juicio (Corn17, 14-15).37

    _______________36 Cf. D. Sourdel, Le jugement des morts dans lIslam, enS. O.,

    pp. 179-205. Esta simplificacin antropolgica producir, como veremos,un monismo absoluto entre la comunidad poltica y la religiosa. Mien-tras que el cristianismo podr distinguir ambos rdenes, a partir delos elementos que embrionariamente estaban ya presentes en Israel.Citamos de: Der Koran (Qurn), Arabisch-Deutsch, editado por Mau-lana Sadr-Ud-Din,Verlag der Moslemischen Revue, Berln, 1939, p.1024. El primer nmero es laSurata, el segundo el Pargrafo. (Vasela ed. francesa de Blachere, Le Coran, en 3 t.).

    37 Vase ms adelante la bibliografa utilizada. La originalidad delIslam se sita en el plano de la intersubjetividad.

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    9. Concluyamos diciendo que el semitismo, a travs desu milenaria tradicin, supo proponer ininterrumpidamente launidad de la estructura humana, poseyendo cada vez mayorconciencia de las articulaciones y las exigencias propias, organi-zando en todas las costas del Mar Mediterrneo las bases para

    la difusin del cristianismo y del Islam.Las estructuras metafsicas del pensamiento semita, en el plano antropolgico, se opondrn siempre a la ensomtosis otransmigracin del alma en diversos cuerpos; a la posibilidadde un Intelecto agente genrico o sublunar, tesis apoyada po-siblemente por Aristteles, pero desarrollada por el neoplato-nismo; se negar igualmente la existencia del gnero humanocomo gnero, para admitir solo la existencia individual y con-creta, pero religada por un modo de intersubjetividad no detipo lgico. El semita no admitir, por ltimo, la aniquilacinde la individualidad despus de la muerte. Es decir,todo un humanismo queda ya bosquejado, y las generaciones siguienteslo elaborarn, lo tematizarn, irn hasta sus ltimas consecuen-cias: pero los fundamentos comprensivos estn ya estructuraly esencialmente constituidos por Israel.

    SECCIN II. LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

    El hombre no distingue desde un comienzo entre la contin-gencia, el dolor, el sufrimiento, los cataclismos terrestres, el bien y el mal moral. En este sentido, la originalidad del pueblode Israel es manifiesta, y abre el camino a una moral antifata-lista, antitrgica, y, por ello mismo, a toda una visin de lahistoria38.

    1. El dualismo tico-csmico trgico

    Cuando se habla de dualismo tico y se busca su origen, no podemos menos que dirigirnos al Irn39. La doctrina de Zoro-

    _______________38 Un estudio introductorio puede verse en E. O. James,op. cit .,

    pp.177-207.39 En Egipto, desde el Imperio Medio la oposicin deOsirisy Seth

    hace igualmente pensar en un cierto dualismo entre el bien y el mal, pero nunca alcanzar la claridad de las religiones del mazdesmo, por

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    astro, en LosGths, nos manifiesta el poder supremo y creadorde Ahura Mazd bajo el cual existen dos poderes opuestos:

    En el origen, los dos espritus conocidos (eran) como mellizos,uno es el Bien y otro el Mal , en pensamiento, palabra, accin...

    Cuando los dos espritus se reunieron, establecieron el origende la vida y la no-vida...

    De estos espritus, el maloeligi obrar mal, mientras que elespritu muy santo, vestido del cielo,eligiel partido de lo justoYasna 30, 3-5).40

    Los dos espritus sonSpenta Mainyu y Angra Mainyu, quesern simbolizados, en los tiempos del Avesta, no ya por dosseres que eligen operar el bien o el mal, sino que son creadostrgicamente buenos o malos; el dualismo se acenta y el res- ponsable es un creador:

    El primero de los lugares y pases excelentes que he creado,yo Ahura Mazd, fue el Airyanem Vaj de la buena Ditya. An- gra Mainyu, plenamente mortfero, respondi creando la peste porel pas: la serpiente roja y el invierno, criatura de losdava (de-monios) (Vidvdt 1).

    El enotesmo es rechazado en beneficio del dualismo en lostiempos de los libros Pehlevi. La oposicin entreOhrmazdy Ahriman sobrepasa el plano tico y se objetiva en un nivel propiamente ntico y cosmolgico:

    En lo alto, la luz donde resideOhrmazd ; en lo profundo, latiniebla, donde vive Ahriman. Entre ellos el vaco.Ohrmazd co-noce la existencia de su adversario. Ahriman, que ignora la deOhrmazd , vaga en las sombras...Ohrmazd , por la proclamacinde la ley, lo mantiene en las tinieblas. As puede conformar laCreacin segn una forma ideal, y durante tres mil aos Ahrimanse mantiene apartado. Al terminar este tiempo Ahriman vuelvea1 ataque.Ohrmazd comprende que no puede vencerlo, por lo que

    _______________lo que no nos ocuparemos aqu del pueblo del Nilo. El dualismo es unaactitud indoeuropea (indios, medos, persas, griegos, etc.).

    40 A. Carnoy, Les religions de lIran ( supra), p. 265. EstaYasna 30 es la llamada laGth de la eleccin. Cf. C. Clemen, Fontes Historiae Religiones Persiae, 1920; Bartholomae, Die Gths des Awesta, Estras- burgo, 1905.

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    limita la duracin del conflicto, por intermedio del Tiempo ( Za-mn). (Gran Bundahishn, I).41

    Bajo la dominacin del zurvanismo42 el dualismo sigue sien-do el fundamento del cosmos irnico. Zurvn es solo un principio

    indeterminado; no es en verdad un dios. Ni es omnipotente, ni propiamente creador; la creacin es la obra deOhrmazdy Ahri-man. Es necesario anotar que la idea esencial del zurvanismoes que los dioses del bien y del mal tienen un origen comn,como los hijos mellizos de un principio primordial; es un con-tenido ideolgico lo que se encuentra43.

    2. El gnosticismo44 nace en el mundo persa y bajo lasiguiente problemtica: El origen y la causa de esta doctrinaes la de buscar y discutir el problema: de dnde viene el mal?(Ireneo,Contra Haer ., I, XXIV, 6). Entre el Dios Supremo yla creacin se sita el Demiourgs, que siendo el productor es almismo tiempo la causa del mal. De este modo el gnosticismoevitaba atribuir al Dios Supremo la causa del mal en el mundo.El mal se debe a la materia, a la multiplicidad, y todo esto hasido causado por el dios negativo, por el Demiourgs.

    El dualismo constituy su Iglesia universal gracias a Mani(216-282)45 hijo de un hombre profundamente religioso, perte-neciente a una secta disidente del iranismo; quiz surgida en elambiente original del mazdesmo. Babilonia, en el sigloIII, erael lugar de encuentro universal: gnsticos, cristianos o paganos,

    _______________41 H. Rousseau,op. cit ., p. 30, concluye: La historia del mazdes-

    mo puede decirse que es el ejemplo de una transicin progresiva, atravs de formas religiosas s