UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

DEPARTAMENTO DE POSTGRADO DIPLOMADO EN EDUCACIÓN UNIVERSITARIA (4TA VERSIÓN) MÓDULO: METODOLOGÍA DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE

DOCUMENTO 02

LECTURA

MODELO ACADEMICISTA O TRADICIONAL

El modelo academicista surge en la tradición medieval con el trívium y el

cuadrivium y alcanza fuerza especial con la aparición de los estados nacionales

y la ideología del liberalismo burgués, desarrollando una concepción

educacional que se conoce como ESCUELA TRADICIONAL dirigida la

mantenimiento del status quo de estas capas dominantes, con su pensamiento

filosófico-político-económico.

Este modelo se posesionó de los paradigmas intelectuales y morales que

garantizaban aquellos propósitos. Impregnada de la filosofía positivista, puso la

ciencia positiva, exacta, fáctica y documental en lugar privilegiado, en el que el

método por excelencia y prácticamente exclusivo, es el objetivo y experimental

propio de las ciencias puras y exactas. Ninguna cabida a la subjetividad del

investigador, ni a la interpretación de los datos; hace del maestro el depositante

del saber investigado, representante de la verdad y su misión es reproducirla

con la mayor exactitud a los efectos de que, a su vez, el alumno tome de su

discurso la mayor cantidad de la misma e inmodificable información.

La metodología de la ESCUELA TRADICIONAL consiste en el traslado de los

conocimientos, tomados literalmente de la

ciencia y que pone en boca del maestro. Es una

acción externa, reproductiva, que no pasa por lo

profundo del intelecto del docente, pero en su

discurso verbalista y academicista aparece

como dueño del saber. Esta situación genera la

imagen del autoritarismo en la educación, del

conocimiento que no se discute, que no puede

ser modificado y produce una metodología que se caracteriza por la copia de la

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información, que casi siempre se identifica con la expresión “impartir el

contenido”.

Los contenidos son, entonces, los conocimientos, lo único del saber; se aspira

llevar al alumno información y, en el mejor de los casos, erudición. Por lo tanto,

los métodos son

reproductivos y los

procedimientos que los

acompañan son

memorísticos y repetitivos.

La enseñanza que

despliega el docente es

pasiva intelectualmente,

mientras el alumno sufre

un aprendizaje igualmente pasivo. El primero, en el proceso de enseñar, es

dueño de todas las situaciones, pero de hecho depende de la ciencia, de su

estructura y datos conocidos. Se trata de que en sus métodos de enseñanza

“quepa” la mayor cantidad de información conocida hasta el momento y no

existe la posibilidad de inferir en esta decisión por interés o necesidad del

alumno. A su vez, el alumno tiene dependencia del maestro, fuente que

asegura el saber, pues no es preparado para afrontar el aprendizaje por su

propia cuenta, para pensar con autonomía en el proceso de conocer.

Una dimensión de los métodos de la ESCUELA TRADICIONAL o academicista

que vale la pena comentar es la referida a la parte afectiva de la acción

educativa. En realidad, lo que hay que señalar es que no da cabida a una

relación afectiva. Las relaciones entre el alumno y el maestro no son de

carácter subjetivas, ellas están mediatizadas por la disciplina sin que haya

oportunidad de opinar, criticar, interpretar, valorar ni, por tanto, desplegar

sentimientos. Los métodos, bajo este signo, son fríos, despojados de toda

calidez; en todo caso el alumno le teme al conocimiento y al maestro; las fallas

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llevan consigo al castigo y todo el proceso educativo está envuelto en la

aureola del temor.

Como resultado de la pleitesía que se le rinde a la ciencia en este modelo

didáctico, esta deviene el objeto del proceso educativo. Lo central y

verdaderamente importante es el cuerpo de conocimientos, que el docente

vierte con su verbo y que el alumno tiene que recordar.

La escuela academicista está vigente hoy en día en muchas instituciones

educativas. Tal vez, la presión académica y la del poder administrativo

potencian el mantenimiento de este modelo. En él los contenidos siguen siendo

lo nuclear y básico de la enseñanza y acorde con ello, los modelos curriculares

son disciplinares e interdisciplinares en los que juegan un destacado papel los

exámenes finales.

Después del fracaso de varios modelos educativos en los países desarrollados,

se ha dado un regreso hacia lo básico, buscando aprendizajes fundamentales

como la lectura, la escritura y el cálculo, orientados hacia rendimientos

tangibles. Hay que prestar atención a esta situación. Una cosa es centrarse

otra vez en la cultura básica y otra es volver al contenido por el contenido,

despreciando lo mejor de otros modelos que ya hemos conocido en las últimas

décadas. El buen docente debe dedicar especial atención a la enseñanza de

los conocimientos y a la relación de estos con la disciplina científica, sin obviar

el desarrollo integral de sus alumnos y sin pretender que los métodos sigan

siendo, como antaño, la sola exposición del profesor.

Extraído de ÁLVAREZ DE ZAYAS, Rita. Metodología de aprendizaje y enseñanza. 2da edición. Editorial “La Edad de

Oro”. Cochabamba-Bolivia, 2010. p. 3-5.

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El Modelo de transmisión o perspectiva tradicional, concibe la enseñanza

como un verdadero arte y al profesor/a como un artesano, cuya función es

explicar claramente y exponer de manera progresiva sus conocimientos,

enfocándose de manera central en el aprendizaje del alumno; el alumno es

visto como una página en blanco, un mármol al que hay que modelar, un vaso

vacío o una alcancía que hay que llenar.

Dentro de esta concepción educativa se pueden distinguir dos enfoques

principales:

El primero es un enfoque enciclopédico, donde el profesor es un especialista

que domina la materia a la perfección; la enseñanza es la transmisión del saber

del maestro que se traduce en conocimientos para el alumno. Se puede correr

el peligro de que el maestro que tiene los conocimientos no sepa enseñarlos.

El segundo enfoque es el comprensivo, donde el profesor/a es un intelectual

que comprende lógicamente la estructura de la materia y la transmite de modo

que los alumnos la lleguen a comprender como él mismo.

En ambos enfoques se da gran importancia al conocimiento relacionado con

otras disciplinas. En su modo de transmisión y presentación, el conocimiento

que adquiere el alumno se deriva del saber y de la experiencia práctica del

maestro, quien pone sus facultades y conocimientos al servicio del alumno.

En resumen, en esta perspectiva, el aprendizaje es la comunicación entre

emisor (maestro) y receptor (alumno) tomando en cuenta la comprensión y la

relación con sentido de los contenidos.

Extraído de http://es.wikipedia.org/wiki/Modelos_de_ense%C3%B1anza.

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