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WT/COMTD/AFT/W/58 13 de octubre de 2015 (15-5363) Página: 1/226 Comité de Comercio y Desarrollo Ayuda para el Comercio QUINTO EXAMEN GLOBAL DE LA AYUDA PARA EL COMERCIO REDUCIR LOS COSTOS DEL COMERCIO CON MIRAS A UN CRECIMIENTO INCLUSIVO Y SOSTENIBLE 30 DE JUNIO A 2 DE JULIO DE 2015 Informe resumido Este informe resumido ha sido elaborado bajo la responsabilidad de la Secretaría de la OMC y sin perjuicio de las posiciones de los Miembros y de sus derechos y obligaciones en el marco de la OMC. _______________

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13 de octubre de 2015(15-5363) Página: 1/180

Comité de Comercio y DesarrolloAyuda para el Comercio

QUINTO EXAMEN GLOBAL DE LA AYUDA PARA EL COMERCIO

REDUCIR LOS COSTOS DEL COMERCIO CON MIRAS AUN CRECIMIENTO INCLUSIVO Y SOSTENIBLE

30 DE JUNIO A 2 DE JULIO DE 2015

Informe resumido

Este informe resumido ha sido elaborado bajo la responsabilidad de la Secretaría de la OMC y sin perjuicio de las posiciones de los Miembros y de sus derechos y obligaciones en el marco de la OMC.

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ÍNDICE

ÍNDICE 2INTRODUCCIÓN DEL DIRECTOR GENERAL 6AGRADECIMIENTOS 7DATOS SOBRE LOS PARTICIPANTES INSCRITOS 8PRIMER DÍA - 30 DE JUNIO DE 2015 91ª sesión: Reducir los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible 9Observaciones introductorias del Director General de la OMC 9Observaciones del Presidente del Grupo del Banco Mundial 13Observaciones del Secretario General de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos 16Observaciones del Presidente del Banco Asiático de Desarrollo 18Observaciones del Secretario General Adjunto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo 21Mesa redonda 242ª sesión: Apoyo a la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio 283ª sesión: Aplicación efectiva de las medidas sanitarias y fitosanitarias para facilitar el comercio seguro 344ª sesión: Reducir los costos del comercio en Centroamérica mediante la facilitación del comercio 375ª sesión: Función de la facilitación del comercio para promover el programa de integración regional de África 396ª sesión: Reducir los costos del comercio en Asia y el Pacífico 437ª sesión: Reducir los costos del comercio para los miembros del Grupo del Banco Islámico de Desarrollo 468ª sesión: Acceso de las economías pequeñas y vulnerables a la cooperación a través de la iniciativa de Ayuda para el Comercio 49SEGUNDO DÍA - 1º DE JULIO DE 2015 529ª sesión: OMC y desarrollo: mirando adelante, hacia la Conferencia Ministerial de Nairobi

52Observaciones del Director General de la Organización Mundial del Comercio 53Observaciones de Amina Mohamed, Embajadora, Secretaria del Gabinete, Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Kenya 5510ª sesión: Reducir los costos del comercio Sur-Sur 5911ª sesión: Presentación del nuevo MIM: el comercio al servicio del desarrollo de los PMA

62Observaciones introductorias del Director General de la OMC 62Observaciones finales a cargo de Ratnakar Adhikari, Director Ejecutivo, Secretaría Ejecutiva del Marco Integrado mejorado 6412ª sesión: El comercio electrónico y la iniciativa de Ayuda para el Comercio 6513ª sesión: Reducir los costos del comercio para fomentar los intercambios comerciales de mercancías de los PMA 6814ª sesión: Reducir los costos del comercio para fomentar los intercambios comerciales de servicios de los PMA 71

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TERCER DÍA - 2 DE JULIO DE 2015 7515ª sesión: Reducir los costos del comercio en la cadena de valor del algodón 7516ª sesión: Comercio y cuestiones de género: Empoderar a las mujeres mediante cadenas de suministro inclusivas 78Observaciones introductorias 78Mesa redonda 79Observaciones finales 8017ª sesión: Reducción de los costos del comercio y resultados del programa de Ayuda para el Comercio: enseñanzas extraídas de evaluaciones recientes y estudios de impacto

81Sesión 18: Sesión plenaria de clausura 84Declaración final del Director General de la OMC 103ACTIVIDADES PARALELAS 1071ª actividad paralela: Lecciones derivadas de los desastres naturales y de otras emergencias humanitarias sobre el papel del comercio en las actividades de socorro y reconstrucción 1072ª actividad paralela: Mombasa: un puerto, 200 millones de personas 1143ª actividad paralela: Sumar fuerzas para reducir los costos comerciales y favorecer así un crecimiento sostenible e inclusivo 1194ª actividad paralela: Reducción de los costos de la carga en el transporte aéreo - Poner alas al Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de Bali 1225ª actividad paralela: Ayuda para el Comercio y cooperación comercial intrarregional e interregional de los países francófonos: experiencias y perspectivas del comercio África-Asia y del comercio dentro del África Occidental 1256ª actividad paralela: Más allá de las medidas no arancelarias: reducción de los costos empresariales 1277ª actividad paralela: Ceremonia de entrega de la Orden del Jaguar 1308ª actividad paralela: "Fabricar el desarrollo II" 1319ª actividad paralela: Un comercio sin precedentes a partir de 2015: nuevas tendencias de los donantes en relación con la combinación de ayuda y comercio para la asistencia a los agricultores 13210ª actividad paralela: Diálogo entre los sectores público y privado sobre facilitación del comercio: cómo fomentar el debate en los comités nacionales de facilitación del comercio y mantenerlo "vivito y coleando" 13411ª actividad paralela: Programa de Cátedras OMC 13612ª actividad paralela: Asociaciones entre los sectores público y privado en el siglo XXI - Un nuevo modelo para la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio13913ª actividad paralela: Las indicaciones geográficas como motor del desarrollo 14114ª actividad paralela: Aplicar medidas de facilitación del comercio y de comercio sin papel en aras del crecimiento sostenible: datos de las comisiones regionales de las Naciones Unidas 14315ª actividad paralela: Infraestructura regional de facilitación del comercio - Repercusiones en el crecimiento y la reducción de la pobreza 14616ª actividad paralela: El futuro de la Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE - Consulta a las partes interesadas 14917ª actividad paralela: Buena gestión: una forma de aumentar los beneficios económicos, incluido el comercio en el sector de la pesca 15418ª actividad paralela: Programa de Acción de Viena en Favor de los Países en Desarrollo sin Litoral para el Decenio 2014-2024159

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19ª actividad paralela: Reducir los costos del comercio mediante un inventario de normas de sostenibilidad en las cadenas de suministro 16120ª actividad paralela: Comprender las asociaciones eficaces para promover el desarrollo - Experiencias de cooperación con los países en desarrollo y los PMA 16421ª actividad paralela: Promover el comercio entre cooperativas con miras a un desarrollo sostenible 16622ª actividad paralela: Acuerdo sobre los vehículos automóviles del Grupo de Países BBIN: principales preocupaciones, desafíos y beneficios 16923ª actividad paralela: Descubrimiento del potencial de las islas del Pacífico 17224ª actividad paralela: Gestión de las medidas no arancelarias en las estrategias de desarrollo sostenible 17325ª actividad paralela: Transforming Border Bottlenecks into Global Gateways - Herramienta de la OCDE para apoyar la facilitación del comercio 17626ª actividad paralela: Secuenciación de las reformas y preparativos para la ratificación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio17827ª actividad paralela: Ayuda para el Comercio en apoyo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 18128ª actividad paralela: Obstáculos que enfrentan las mujeres comerciantes en África: ¿cuáles son esos obstáculos y de qué manera la Ayuda para el Comercio podría contribuir a eliminarlos? 184

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Acerca del Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio

El tema del Quinto Examen Global fue "Reducir los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible". En los debates se prestó especial atención a las repercusiones de los costos del comercio para los países en desarrollo, en particular para los países menos adelantados, y se analizaron las medidas ya adoptadas por los países en desarrollo, las comunidades regionales y sus asociados para el desarrollo con miras a reducir esos costos. Asimismo, se evaluó la magnitud de los retos pendientes, así como la manera de abordarlos en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

El debate se basó en una serie de publicaciones en las que se examinaban los resultados de un extenso ejercicio global de vigilancia y evaluación, en particular en la emblemática publicación conjunta de la OCDE y la OMC titulada "La Ayuda para el Comercio en síntesis: reducir los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible", que, por primera vez, se preparó en colaboración con el Marco Integrado mejorado, el Centro de Comercio Internacional, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el Grupo del Banco Mundial y el Foro Económico Mundial.

Sobre esta publicación

Esta publicación incluye informes resumidos de las sesiones plenarias y de las actividades paralelas organizadas durante el Quinto Examen Global. Los informes resumidos de las sesiones plenarias fueron preparados por la Secretaría de la OMC. Los informes resumidos de las actividades paralelas fueron preparados por sus organizadores y por la Secretaría de la OMC.

Más información Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio

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INTRODUCCIÓN DEL DIRECTOR GENERAL

Hemos recorrido un largo camino desde que se puso en marcha la iniciativa de Ayuda para el Comercio en 2005, hace ya 10 años. Durante el período transcurrido desde entonces, la iniciativa ha adquirido un destacado perfil mundial y ha contribuido a incrementar la cuantía de la Ayuda para el Comercio hasta pasar de unos 25.000 millones de dólares EE.UU. en el período de 2002-2005 a más de 55.000 millones de dólares EE.UU. en 2013.

Los sucesivos exámenes globales bienales de la Ayuda para el Comercio han convertido este foro en un debate multilateral de alto nivel no solo sobre la Ayuda para el Comercio, sino también sobre diversas cuestiones esenciales relativas al comercio y al desarrollo. Los exámenes globales constituyen una plataforma para examinar de qué modo los países en desarrollo, y en particular los países menos adelantados (PMA), pueden aprovechar mejor las oportunidades de acceso a los mercados mediante Ayuda para el Comercio dirigida a objetivos específicos; cómo se facilita así la integración de esos países en la economía mundial; de qué manera contribuyen a ese proceso los asociados para el desarrollo; y, sobre todo, en qué medida es eficaz ese apoyo.

El Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio, celebrado del 30 de junio al 2 de julio de 2015, ha tenido lugar en un momento muy oportuno, ya que 2015 representa el 10º aniversario de la iniciativa y el 20º aniversario de la creación de la OMC, y es además un hito decisivo para la comunidad mundial del desarrollo. El Examen Global hizo patente la importancia fundamental del comercio y del sistema multilateral basado en normas en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda para el Desarrollo después de 2015 de las Naciones Unidas.

Un aspecto que quedó claro en los debates del Examen fue que los costos del comercio son importantes. Los costos del comercio elevados actúan como obstáculo a la integración de los países en desarrollo en las cadenas de valor regionales y mundiales y, en consecuencia, en la economía mundial. En las sesiones del Examen se puso de manifiesto que esa circunstancia es especialmente frecuente en el caso de los PMA, los países en desarrollo sin litoral y las economías pequeñas y remotas. Los costos comerciales elevados son particularmente onerosos para todos esos países.

Las medidas para reducir los costos del comercio facilitarán el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC será un paso importante en esa dirección. Durante el Examen Global se expusieron las experiencias de numerosos países en la promoción y aplicación de reformas en la frontera, y se describieron nuevas iniciativas. Asimismo, se facilitó información sobre la forma de hallar apoyo para la aplicación del AFC, en particular en lo que respecta al Mecanismo para el AFC, que empezó a funcionar en 2014. Durante el Examen, el Marco Integrado mejorado puso también en marcha la segunda fase de su programa de apoyo a los PMA.

Para el Examen Global del presente año se registraron más de 1.500 participantes, que aportaron valiosas contribuciones en un total de 18 sesiones plenarias y 28 actividades paralelas. Nos sentimos muy complacidos por el alto nivel de participación a lo largo de los tres días de duración de la actividad, con asistencia de los jefes ejecutivos de numerosas instituciones de desarrollo multilaterales y regionales y ministros de países desarrollados y países en desarrollo.

Espero que la presente publicación, en la que se resumen los debates del Quinto Examen Global, contribuya a reafirmar la iniciativa de Ayuda para el Comercio como componente del crecimiento económico y el desarrollo basados en el comercio, un componente que será incluso más importante cuando se ponga realmente en marcha la labor para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel mundial.

Roberto AzevêdoOctubre de 2015

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AGRADECIMIENTOS

El Quinto Examen Global fue organizado por la Unidad de Ayuda para el Comercio de la División de Desarrollo de la OMC. Queremos dar las gracias a todos los oradores y a todos los organizadores de las actividades paralelas celebradas durante el Examen.

Este informe resumido se basa en los informes preparados por los organizadores de las actividades paralelas y por el personal de la División de Adhesiones, la División de Agricultura y Productos Básicos, la División del Consejo y del CNC, la División de Desarrollo, la División de Estudios Económicos y Estadística, la secretaría del Marco Integrado mejorado, la División de Propiedad Intelectual, el Instituto de Formación y Cooperación Técnica, la División de Asuntos Jurídicos, el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio, la División de Comercio y Medio Ambiente, la División de Examen de las Políticas Comerciales y la División de Comercio de Servicios.

La División de Desarrollo expresa su reconocimiento a los voluntarios de la Secretaría de la OMC que trabajaron sin descanso durante la reunión.

También deseamos expresar nuestro especial agradecimiento al personal de la Sección de Diseño Gráfico, Impresión y Distribución de Documentos, de la Sección de Gestión, Control y Producción de Documentos, y de las Secciones de Traducción e Interpretación de la División de Servicios Lingüísticos, Documentación y Gestión de la Información; al Grupo Técnico de las Salas de Conferencias, al Grupo de Servicios de Conferencias y Visitantes, al Servicio de Gestión de Instalaciones y al Servicio de Seguridad y Vigilancia de la División de Administración y Servicios Generales.

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DATOS SOBRE LOS PARTICIPANTES INSCRITOS

Quinto Examen Global 2015: Estadísticas de los participantes inscritos, por categorías

Categoría TotalRepresentantes del sector empresarial 71Consultores 57Funcionarios públicos 710Organizaciones internacionales 446Periodistas 5Representantes de ONG 136Estudiantes 24Otros (incluidos académicos y parlamentarios) 105Total 1.554

0 200 400 600 800

Estudiantes

Representantes de ONG

Periodistas

Organizaciones internacionales

Consultores

Representantes delsector empresarial

Otros (incluidos académicos y parlamentarios)

Funcionarios públicos

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PRIMER DÍA - 30 DE JUNIO DE 2015

1ª sesión: Reducir los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible

Observaciones introductorias: Roberto Azevêdo, Director General, Organización Mundial del Comercio

Ángel Gurría , Secretario General, Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos

Jim Kim , Presidente, Grupo del Banco Mundial

Takehiko Nakao , Presidente, Banco Asiático de Desarrollo

Joakim Reiter, Secretario General Adjunto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo

Moderador: Sean Doherty, Director, Director de Comercio Internacional e Inversión, Foro Económico Mundial

Mesa redonda: Antoni Estevadeordal , Gerente, Sector de

Integración y Comercio, Banco Interamericano de Desarrollo

Arancha González , Directora Ejecutiva, Centro de Comercio Internacional

Philippe Le Houérou , Vicepresidente de Políticas y Cooperación, Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo

Moono Mupotola, Director, División de Integración Regional y Comercio, Banco Africano de Desarrollo

Magdy Martínez-Solimán , Administrador Auxiliar y Director de la Dirección de Políticas y de Apoyo de Programas, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Hani Sonbol , Director Ejecutivo interino, Sociedad Islámica de Seguros de Inversiones y Créditos a la Importación y Director Ejecutivo interino, Corporación Islámica Internacional para la Financiación del Comercio

Los elevados costos del comercio dejan de hecho fuera de los mercados mundiales a muchos países en desarrollo, no solo en lo que respecta a sus exportaciones, sino también al acceso a las importaciones. Como resultado de ello, es posible que no se aprovechen las ventajas comparativas en el comercio de mercancías y que tampoco se exploten las posibilidades de crecimiento económico que ofrece el comercio de servicios.

El reto de reducir los costos del comercio y la contribución que esa reducción puede aportar al crecimiento inclusivo y sostenible -un concepto fundamental en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos- constituyen el tema central de la publicación "La Ayuda para el Comercio en síntesis" de este año.

En esta sesión se examinó de qué manera las medidas encaminadas a reducir los costos del comercio pueden contribuir a la nueva Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo después de 2015, junto con la Financiación del Desarrollo, y se dio a los representantes de otros organismos internacionales la oportunidad de exponer sus opiniones sobre la cuestión de los costos del comercio.

Observaciones introductorias del Director General de la OMC

Bienvenidos al Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio. Es para mí un placer estar aquí esta mañana en compañía de Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE; Jim Kim, Presidente del Grupo del Banco Mundial; Takehiko Nakao, Presidente del Banco Asiático de Desarrollo; y Joakim Reiter, Secretario General Adjunto de la UNCTAD.

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Este año contamos con la participación en el Examen Global de personas de muy diversos ámbitos, entre ellas: más de 20 ministros de todo el mundo, incluida la Región del Pacífico, que es la zona que ha de hacer frente a los costos comerciales más altos debido a su lejanía; un número similar de líderes de organizaciones internacionales; representantes del sector privado; y más de 1.000 profesionales del mundo del comercio y el desarrollo. Así pues, les doy la bienvenida a todos una vez más.

Este año el tema del Examen es la reducción de los costos comerciales con miras a apoyar un desarrollo sostenible e inclusivo.

Los elevados costos asfixian el comercio y limitan sus beneficios. Y lo que es peor, la pesada carga de esos elevados costos comerciales recae especialmente sobre los países más pobres, las empresas más pequeñas y los consumidores con menos ingresos. En África, debido a los elevados costos comerciales en la región, solo el 5% de los productos alimentarios de primera necesidad importados se compran a otros países africanos.

Si se requieren 40, 50, 60 o más días para exportar los productos, no se aprovecha al máximo el sistema de comercio. La expresión "el tiempo es oro" no podría ser más apropiada. Si el transporte de las mercancías lleva tanto tiempo, los costos aumentan, y los comerciantes sencillamente se ven excluidos del mercado a causa de sus precios. Por consiguiente, se quedan atascados en el primer eslabón de la cadena de valor, y comerciarán principalmente con productos no perecederos.

En 34 de los 49 países menos adelantados (PMA), el 70% o más de sus exportaciones de mercancías corresponde a solo tres productos. Las economías desequilibradas tienen dificultades para obtener resultados equilibrados en cuanto a desarrollo. Sin diversificación, el crecimiento sostenible e inclusivo es prácticamente imposible. Los elevados costos comerciales desconectan la economía del flujo internacional de bienes y servicios. Por tanto, ahogan la creatividad, esto es, el motor de la productividad que impulsa el crecimiento económico.

Los consumidores también padecen las consecuencias de esta situación. Los precios de los productos importados son más altos y la oferta es limitada. Eso representa un grave problema cuando se gana menos de 1 dólar con 25 centavos al día, y alrededor de 1.000 millones de personas viven todavía en esas condiciones. De ahí que sea tan importante reducir los costos comerciales, en particular para los más pobres.

Este es un año crucial para el comercio y el desarrollo. Si me lo permiten, daré unas cuantas cifras más:

este es el Quinto Examen Global, estamos preparando en Nairobi la Décima Conferencia Ministerial de la OMC, que será la

primera Conferencia Ministerial que se celebre en África, y este año conmemoramos el vigésimo aniversario de la OMC.

A lo largo de estos 20 años, la OMC ha contribuido enormemente al desarrollo en todo el mundo, así como a la integración de los países en desarrollo en el sistema mundial de comercio.

Desde principios del decenio de 1990 han salido de la pobreza extrema 1.000 millones de personas. Unos dos tercios de esa reducción de la pobreza se han debido al crecimiento económico en los países en desarrollo, y el comercio ha sido un importante impulsor de ese crecimiento.

Así pues, este año en que el mundo se reúne para definir la agenda para el desarrollo después de 2015 y llegar a un acuerdo sobre los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos asegurarnos de que el comercio desempeñe su función plenamente. Habida cuenta de todo esto, considero que debemos hacer mucho más.

Muchas personas siguen desconectadas del sistema de comercio, o no perciben todos sus beneficios. Debemos encontrar la manera de recortar aún más los costos comerciales, reducir los obstáculos al comercio, aminorar las subvenciones que causan distorsión y aumentar la capacidad de comerciar de las personas, a fin de que los más pobres tengan mayor acceso a los beneficios que puede reportar el comercio.

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Afortunadamente, tenemos a nuestra disposición muchas herramientas para obtener todos estos resultados.

En primer lugar, como veremos hoy, tenemos la posibilidad de realizar grandes avances por medio de la propia iniciativa de Ayuda para el Comercio.

La Ayuda para el Comercio desempeña un importante papel sobre el terreno, que es donde más nos interesa incidir. En más de 15 países africanos, los desembolsos realizados a través de esta iniciativa representan más del 2% de su PIB. Por lo tanto, es vital que optimicemos los resultados de la Ayuda para el Comercio. Me complace decir que las pruebas recogidas en el Examen Global muestran que eso está sucediendo. La Ayuda para el Comercio está ayudando a las personas a conectarse al sistema de comercio y, por lo tanto, está mejorando sus vidas.

En segundo lugar, podemos dar un gran paso adelante en lo referente a la reducción de los costos comerciales poniendo en aplicación el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC, que se concluyó en Bali en diciembre de 2013. El informe titulado "La Ayuda para el Comercio en síntesis" contiene muchos ejemplos del éxito de los esfuerzos de modernización de las fronteras. Camboya, Guatemala, Kenya, Lesotho, el Perú, Tayikistán y el Togo son solo algunos de los Miembros de la OMC que han declarado que los plazos de despacho son más cortos, los ingresos aduaneros han aumentado, y los gastos de los comerciantes han disminuido gracias a las iniciativas de modernización de las fronteras. Estos ejemplos dan una idea de los efectos que puede tener el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC. Estamos hablando de un posible impulso anual a la economía mundial de 1 billón de dólares, y de 18 millones de nuevos puestos de trabajo en el mundo en desarrollo.

Y existen muchos medios para ayudar a los países a poner en aplicación el Acuerdo. El Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC será un importante cauce para proporcionar apoyo, como lo serán los programas de muchos de nuestros asociados hoy aquí presentes: organizaciones internacionales, bancos de desarrollo y donantes. También, será de vital importancia dar cumplimiento a las demás decisiones tomadas en Bali, en especial las dirigidas a beneficiar a los PMA.

El tercer paso -quizá el más importante que podemos dar- consistiría en negociar nuevos resultados en materia de desarrollo en la Conferencia Ministerial que celebraremos en Nairobi el próximo mes de diciembre. Este es uno de los principales objetivos de nuestro trabajo este año, y estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los Miembros a lograr resultados. Las negociaciones son intensas. Es una tarea ardua, como todas las que acometemos. Pero seguimos debatiendo y avanzando en la buena dirección. Durante los próximos tres días habrá muchas oportunidades de abordar cada una de estas cuestiones, y otras más.

Habrá muchas sesiones y deliberaciones en las que participar, así como un sinfín de informes y datos nuevos que tomar en consideración. Permítanme, pues, destacar algunos de los puntos fundamentales tal y como yo los veo:

En primer lugar, los costos comerciales siguen siendo demasiado elevados y actúan todavía como un poderoso freno al desarrollo de los más pobres. Ponen en desventaja a la pequeña empresa y a los consumidores más pobres.

En segundo lugar, para recorrer el camino del desarrollo sostenible e inclusivo debemos hacer algo más por reducir los costos comerciales.

En tercer lugar, para los países en desarrollo y sus asociados financieros, eso significa dar prioridad a las cuestiones comerciales y movilizar recursos a fin de crear capacidad.

En cuarto lugar, aquí en la OMC, el mensaje es aún más elemental: apliquemos el Paquete de Bali, en particular el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, y logremos resultados en materia de desarrollo en Nairobi.

Hagamos de 2015 el año del comercio y el desarrollo.

Les deseo a todos tres días muy productivos.

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Gracias.

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Observaciones del Presidente del Grupo del Banco Mundial

Buenos días. Gracias por invitarme a participar en el Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio de la OMC.

La promoción de un comercio más libre e inclusivo es parte esencial del plan del Grupo del Banco Mundial para eliminar la pobreza extrema no más tarde de 2030. Al decir esto, soy consciente de que, para algunos, el argumento de que el comercio ayuda a los pobres ha sido polémico. Sin embargo, los datos más fiables de que disponemos apuntan a que, cuando los países están efectivamente integrados en los mercados regionales y en el mercado mundial, sus ciudadanos más pobres pueden lograr beneficios sustanciales. Nuestro plan para eliminar la pobreza debe abarcar dos objetivos: ampliar las oportunidades de participación en el comercio para los países de ingreso bajo y mediano; y reducir los denominados "costos del comercio", obstáculos que impiden la participación de los pobres y vulnerables en la actividad comercial y, como resultado, limitan sus oportunidades de desarrollar plenamente su potencial.

Durante años, muchos han debatido sobre si el comercio favorece o perjudica a los pobres. Hace 20 años, el Banco Mundial y yo manteníamos posturas encontradas en ese debate. Las instituciones financieras internacionales percibieron acertadamente que el potencial de expansión del comercio era un multiplicador para el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, ni esas ni otras organizaciones pusieron suficiente empeño en delimitar las situaciones en las que determinados grupos de personas pobres se veían en la imposibilidad de aprovechar las ventajas del comercio o resultaban afectadas negativamente por la mayor competencia mundial. De ahí que algunos pensaran que el Banco Mundial, junto con la OMC y otras entidades partidarias de la liberalización del comercio, impulsaban un programa sin tener en cuenta los costos que imponía a las poblaciones pobres y vulnerables. Las protestas frente a la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Seattle en 1999 expresaron con vehemencia ante la opinión mundial ese convencimiento.

Desde entonces hemos aprendido algunas lecciones importantes. Por ejemplo, sabemos que el comercio beneficia a los países en desarrollo cuando adoptamos modelos que permiten la conexión de sus ciudadanos más pobres con los mercados mundiales. También sabemos que facilitar el acceso de esas personas a las oportunidades del comercio contribuye en forma espectacular a la reducción de la pobreza extrema.

Basta con observar los datos. Desde 2000, la participación de los países en desarrollo en el comercio mundial ha pasado del 33% al 48%, lo que, a su vez, ha contribuido a estimular el crecimiento en los países de ingreso bajo y mediano y ha acelerado la reducción de la pobreza. Desde que se adhirió a la OMC en 2001, China ha triplicado su participación en el comercio mundial, y ello ha contribuido a reducir su tasa de pobreza extrema del 36% al final del decenio de 1990 al 6% en 2011. En conjunto, los beneficios resultantes del comercio para los países en desarrollo contribuyeron a reducir a la mitad entre 1990 y 2010 la proporción de la población mundial que vivía en condiciones de pobreza extrema, lo que permitió alcanzar el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio con cinco años de antelación.

La contribución del comercio a la reducción de la pobreza en esa escala no se produjo por accidente: los gobiernos habían adoptado medidas intersectoriales específicas para integrar a las comunidades pobres en los mercados mundiales mediante reformas nacionales y acuerdos internacionales.

En Viet Nam, la "renovación" económica (Doi Moi) de finales del decenio de 1980 sentó las bases para los incrementos de la productividad agrícola que ayudaron al país a convertirse en uno de los principales exportadores de arroz, café y té durante los tres decenios siguientes. La reforma agraria reforzó los derechos de los agricultores sobre el uso de sus tierras y, unida a la mejora de las conexiones con los mercados, aumentó la productividad y los ingresos y redujo la vulnerabilidad de las explotaciones agrícolas. Tras un largo proceso, Viet Nam se adhirió a la OMC a comienzos de 2007, mejorando así el acceso de sus productores a los mercados mundiales.

Las consecuencias han sido notables: Viet Nam ha reducido su tasa de pobreza extrema de más del 60% a comienzos del decenio de 1990 a menos del 3% en la actualidad. La transformación se ha debido a la reducción de los obstáculos al comercio, combinada con una reforma económica nacional que ha promovido el desarrollo del sector privado.En realidad, son muchos los ejemplos de reformas específicas y apertura al comercio que han ayudado a los pobres. En Camboya, la combinación de reformas y apertura hizo posible la venta en los mercados internacionales del arroz producido por los agricultores pobres y la creación de

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nuevos empleos en las zonas urbanas a través del sector del vestido, en el que más del 80% de los trabajadores son mujeres. Entre 2007 y 2011, la tasa de pobreza extrema en Camboya pasó del 30,8% al 10,1%.

En Etiopía, las exportaciones de flores cortadas de una empresa a la Unión Europea contribuyeron a abrir la puerta a un sector de exportación que actualmente ocupa a 50.000 trabajadores, ha generado empleo asalariado más seguro y ha marcado el camino para salir de la pobreza. En Lesotho, el sector del vestido orientado a la exportación ha creado empleo para las mujeres, muchas de las cuales tienen pocas oportunidades de trabajar formalmente en otros sectores debido a su bajo nivel de capacitación.

Muchos de esos países siguen teniendo dificultades para acabar con la pobreza extrema. Sin embargo, los datos muestran que la expansión del comercio, cuando se acompaña de reformas internas que aumentan la capacidad de los pobres, es un poderoso instrumento de reducción de la pobreza.

A decir verdad, el comercio beneficioso para los pobres es una de las razones por las que hemos hecho enormes progresos durante los 25 últimos años en nuestra misión de eliminar la pobreza extrema. En total, el número de personas que viven actualmente con menos de 1,25 dólares EE.UU. al día se ha reducido en unos 1.000 millones respecto de 1990. Sin embargo, casi 1.000 millones de personas siguen sobreviviendo por debajo de ese umbral. Acabar con la pobreza extrema para 2030 es un objetivo ambicioso, pero alcanzable si promovemos un crecimiento sin exclusiones: un crecimiento abierto equitativamente a la población pobre y vulnerable.

Por consiguiente, el tema del Examen Global de este año es oportuno. La reducción de los costos del comercio -con independencia de que se deban a la precariedad de las infraestructuras, la ineficacia y la corrupción en los puestos fronterizos, o las desigualdades de género- puede impulsar la demanda, aumentar los ingresos y crear puestos de trabajo. Como resultado, esa reducción de los costos del comercio puede promover un crecimiento sin exclusiones.

La reducción de los costos del comercio será también esencial para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que, al mejorar las perspectivas de crecimiento, convierte a los países en desarrollo en destinos más atractivos para las inversiones. Esos resultados facilitarán el logro de uno de los objetivos de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Etiopía en julio: desbloquear las inversiones del sector privado para pasar de miles de millones de dólares en asistencia para el desarrollo en el extranjero a billones de dólares en gasto para el desarrollo.

Las investigaciones muestran que, cuanto más pobres son algunos países, mayores son sus costos comerciales. Los exportadores de países de ingreso bajo se enfrentan a costos comerciales en el sector manufacturero que son, como promedio, casi tres veces mayores que los registrados en las economías avanzadas. Y esos costos son todavía más elevados en el sector agrícola. Puesto que el 70% de las personas en situación de pobreza extrema de todo el mundo viven en zonas rurales, cultivando pequeñas explotaciones agrícolas o trabajando en el sector informal, esos costos crean obstáculos sustanciales a la expansión de un comercio que beneficie a las personas vulnerables y reduzca la pobreza extrema.

Los datos disponibles indican que podemos hacer que la actividad comercial beneficie a las poblaciones pobres y vulnerables si reducimos los obstáculos al comercio entre países y los costos comerciales dentro de los países mediante enfoques intersectoriales. A nivel mundial, apoyamos plenamente los esfuerzos desplegados por la OMC para dinamizar las negociaciones comerciales multilaterales y lograr progresos en la Conferencia Ministerial que se celebrará en Nairobi este año. E instamos a las partes a ratificar y aplicar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

En el interior de los países, la pobreza rural, la discriminación de género, la fragilidad y los conflictos, y la economía informal plantean problemas específicos que impiden a los pobres aprovechar las ventajas del comercio. Por ejemplo, sin carreteras mejores y servicios de transporte más competitivos, la pobreza impide a los agricultores colocar sus productos en el mercado. Cuando se acompañan de políticas comerciales que faciliten el acceso de los agricultores a semillas y abonos modernos, las reformas internas que reducen los costos del transporte pueden aumentar significativamente los ingresos de los agricultores y el rendimiento comercial del sector agrícola.

El Grupo del Banco Mundial colabora con los gobiernos en la adopción de enfoques intersectoriales para hacer frente a esos problemas en muchos lugares, entre ellos la Región de los Grandes Lagos

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de África, en la que se hallan algunas de las mayores concentraciones de pobreza extrema del mundo. En la República Democrática del Congo, el 88% de la población vive con menos de 1,25 dólares EE.UU. al día. Además, es un país afectado por la fragilidad y los conflictos, con un amplio sector informal, y en el que el 85% de los pequeños empresarios que cruzan la frontera para comerciar son mujeres.

Nuestro proyecto de facilitación del comercio en la Región de los Grandes Lagos contribuye a reducir los costos del comercio para los ciudadanos de ese país y los de Burundi, Rwanda, Tanzanía, Uganda y Zambia. El proyecto, de un costo de 130 millones de dólares EE.UU., modernizará las infraestructuras y simplificará los procedimientos en frontera y mejorará la capacidad de los organismos que intervienen en ella. También se centra en facilitar la participación de las pequeñas empresas en el comercio transfronterizo, lo que ayudará a las mujeres empresarias.

Por supuesto, queda mucho por hacer. El Grupo del Banco Mundial ha reestructurado sus operaciones para prestar una ayuda más eficaz. Bajo la dirección de Anabel González, nuestro programa de Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad está a punto de finalizar su primer año de actividad. A través de iniciativas como el proyecto de los Grandes Lagos, el programa colabora con los gobiernos para aplicar los mejores conocimientos mundiales y asegurar que el comercio contribuya a reducir la pobreza. Anabel y su grupo ayudan también a los países a elaborar políticas que les permitan aprovechar al máximo los beneficios de un comercio más libre.

Además, el equipo de Comercio y Competitividad está a la cabeza de importantes asociaciones, entre ellas, nuestra colaboración con la OMC. Hace apenas unos momentos, Roberto y yo presentamos un informe en el que se establece un programa de acción más amplio para reducir los costos del comercio y maximizar los beneficios de ese comercio para los más pobres. Nuestras organizaciones elaborarán también indicadores para detectar los costos del comercio que más afectan a los pobres a nivel mundial. A la larga, esa iniciativa nos ayudará a diseñar mejores proyectos comerciales y vigilar más eficazmente los progresos realizados en la reducción de los costos del comercio para los pobres.

Trabajando juntos, la OMC, el Grupo del Banco Mundial y los demás asociados pueden lograr importantes avances hacia la eliminación de la pobreza extrema. Debemos seguir trabajando con todos ustedes para poner nuestros conocimientos mundiales a su servicio, a fin de que el comercio facilite un crecimiento sin exclusiones. Si alcanzamos juntos ese resultado, seremos la generación que acabe con la pobreza extrema en el mundo, y ese será uno de los mayores logros de la humanidad. Muchas gracias.

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Observaciones del Secretario General de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos

Nuestra reunión tiene lugar en un momento determinante del programa internacional de desarrollo. El alcance y la ambición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ofrecen una oportunidad excepcional para eliminar la pobreza, proteger nuestro medio ambiente y hacer realidad un desarrollo sostenible para todos. Lo que nos reúne hoy es el convencimiento de que la función del comercio será decisiva en ese empeño.

Por ello, es para mí un gran placer presentar la publicación conjunta de la OCDE y la OMC "La Ayuda para el Comercio en síntesis", que se centra en la reducción de los costos del comercio.

La publicación es resultado de un verdadero esfuerzo de colaboración entre nuestras instituciones asociadas -a saber, el Grupo del Banco Mundial, la Secretaría del Marco Integrado mejorado, el Centro de Comercio Internacional, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y el Foro Económico Mundial-, que pone de manifiesto nuestra disposición colectiva a convertir el comercio en un motor de crecimiento inclusivo y sostenible.

La Ayuda para el Comercio funciona

El comercio internacional es una de las principales fuerzas de desarrollo. Pero sus elevados costos impiden a un gran número de países en desarrollo el aprovechamiento pleno de las oportunidades que ofrece el mercado mundial: más desarrollo, crecimiento y empleo.

Las economías pequeñas, remotas y sin litoral están marginadas a causa de unos costos que son consecuencia de su situación geográfica, no de su capacidad. En realidad, el informe que publicamos hoy muestra claramente que, aunque los productos de los países de ingreso bajo suelen ser competitivos al salir de las explotaciones agrícolas y las fábricas, no pueden competir en el mercado internacional. Esto se debe a los procedimientos aduaneros engorrosos, las infraestructuras deficientes, la falta de financiación y complejidad de las normas.

Esta es exactamente la razón por la que pusimos en marcha la iniciativa de Ayuda para el Comercio: ayudar a los países en desarrollo a crear su propia capacidad de oferta y superar las dificultades que les impiden conectarse a los mercados mundiales.

La buena noticia es que estamos avanzando. Desde que se puso en marcha la iniciativa hace 10 años, los donantes han desembolsado 264.500 millones de dólares EE.UU. como financiación de programas de Ayuda para el Comercio, y los compromisos anuales se sitúan ya en 55.000 millones de dólares EE.UU. Además, se han desembolsado otros 190.000 millones de dólares EE.UU. en otros flujos oficiales de ayuda relacionada con el comercio, al tiempo que la ayuda Sur-Sur en esa esfera contribuye también a reducir los altos costos comerciales en los países en desarrollo.

Pero lo importante no son solo las cifras escuetas, sino también el empleo creado, el aumento de las inversiones nacionales y extranjeras y, en último término, la mejora del nivel de vida de hombres y mujeres en todo el mundo. La OCDE ha comprobado que 1 dólar en Ayuda para el Comercio genera 8 dólares en comercio adicional para todos los países en desarrollo y 20 dólares para los países de ingresos bajos. ¡Qué impresionantes rendimientos los de esas inversiones!

Reducir los costos comerciales a través de la facilitación del comercio

Y no olvidemos que la Ayuda para el Comercio es un complemento, no un sustitutivo, de una liberalización más general de los mercados. Por esa razón, los 161 Miembros de la OMC, al llegar a un acuerdo sobre el Paquete de Bali hace casi dos años, renovaron su compromiso de abrir el comercio internacional a los países en desarrollo.

El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC ofrece una importante oportunidad para reducir los costos del comercio y aumentar la participación en las cadenas de valor mundiales. Hacer mejoras en la facilitación del comercio es, posiblemente, la reforma de política que más puede influir en las decisiones sobre utilización de insumos extranjeros.

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En la OCDE hemos calculado que la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio podría reducir los costos del comercio a nivel mundial hasta en un 17,5%. Y los beneficios serán mayores para quienes más cabalmente apliquen el Acuerdo. Los países que apliquen el AFC en su totalidad reducirán sus costos comerciales hasta en cuatro puntos porcentuales más que los que se limiten a la aplicación mínima que exige el Acuerdo.

La ayuda desempeña también un papel fundamental de asistencia a los países en la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Desde 2005, los donantes que informan a la OCDE han desembolsado unos 1.900 millones de dólares EE.UU. en ayudas para la facilitación del comercio. Los compromisos anuales ascienden actualmente a 668 millones de dólares EE.UU., lo que representa una ayuda de donantes ocho veces mayor que en 2005. Y, según el estudio de la OCDE/OMC, se espera un incremento de esa ayuda.

La OCDE ha desarrollado también Indicadores de la Facilitación del Comercio, que abarcan a 152 países y pueden ser útiles para aplicar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Este instrumento permite a los países vigilar y comparar sus resultados en materia de facilitación del comercio, establecer esferas prioritarias de acción y movilizar recursos de asistencia técnica y creación de capacidad para alcanzar objetivos específicos.

Reducir los costos del comercio en asociación con el sector privado

Por último, permítanme recordarles que debemos aunar fuerzas con el sector privado para lograr la reducción de los costos del comercio. El sector privado no solo puede ayudar a determinar qué costos del comercio causan más distorsión y sugerir cuál es la mejor forma de reducirlos, sino que también puede dar consejos sobre el uso eficaz de los diferentes instrumentos de financiación del desarrollo ofrecidos por una gran diversidad de entidades.

Me complace saber que ustedes van a examinar esta cuestión con más detalle en un momento posterior del día, en el curso de una actividad paralela organizada conjuntamente por el ITC, el Foro Económico Mundial y la OCDE. Ese esfuerzo en colaboración entre los sectores público y privado en los países desarrollados y los países en desarrollo permitirá sin duda aprovechar al máximo la contribución del comercio al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La OCDE está dispuesta a unir sus fuerzas con los gobiernos, con las organizaciones internacionales y con el sector privado para subir el listón del desarrollo. Estoy firmemente convencido de que la reducción de los costos comerciales a través de la facilitación del comercio y de la Ayuda para el Comercio será un elemento esencial de los esfuerzos internacionales desplegados en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estamos avanzando, y debemos mantener el rumbo correcto.

La OCDE está dispuesta a trabajar con ustedes y para ustedes con miras a aplicar mejores políticas de Ayuda para el Comercio que permitan a muchas personas acceder a una vida mejor.

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Observaciones del Presidente del Banco Asiático de Desarrollo

Es para mí un honor asistir hoy a esta importante reunión.

En primer lugar, quiero felicitar a la OMC en su 20º aniversario, y reiterar el continuo apoyo del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) al logro de los objetivos de la OMC, tanto en lo que respecta a la aplicación del Paquete de Bali como al respaldo de la Ayuda para el Comercio.

En la región de Asia y el Pacífico, la apertura del comercio y las inversiones seguirá siendo un motor de crecimiento y reducción de la pobreza. La economía de nuestra región sigue siendo fuerte. Según nuestras previsiones, el ritmo de crecimiento del 6,3% registrado en 2014 continuará en 2015 y 2016. Las reformas estructurales y las políticas macroeconómicas prudentes aplicadas en numerosos países asiáticos son, cada vez en mayor medida, factores de crecimiento. En un entorno de regímenes abiertos de comercio e inversión, las cadenas de valor mundiales son cada vez más importantes, particularmente en el Asia Oriental y Meridional. Por supuesto, no debemos confiarnos, sino seguir luchando contra la pobreza restante y la desigualdad creciente mediante la promoción de un crecimiento sin exclusiones. En las 45 economías en desarrollo miembros del Banco, más de 500 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza de 1,25 dólares EE.UU. al día, a pesar de los notables progresos realizados en la región.

Lo que el BAsD está haciendo

La Ayuda para el Comercio es esencial para hacer frente a los elevados costos del comercio y apoyar la integración comercial, a fin de promover un crecimiento sin exclusiones basado en el comercio. ¿Qué está haciendo el BAsD para promover esa Ayuda en Asia y el Pacífico? El enfoque adoptado por el BAsD tiene tres vertientes: i) financiación de infraestructuras, ii) facilitación y reforma del comercio, y iii) financiación del comercio. En nuestra reunión anual celebrada el mes pasado, dije que necesitábamos un Banco Asiático de Desarrollo más fuerte, mejor y más rápido. Permítanme explicar de qué forma se aplican esas características a la Ayuda para el Comercio.

En primer lugar, un mecanismo más fuerte de crédito del BAsD para infraestructuras mejora la conectividad en nuestra región. Las infraestructuras de carreteras, ferrocarriles, instalaciones marítimas y aeroportuarias, suministro eléctrico y telecomunicaciones de calidad son una condición previa para el comercio y permiten acceder a las cadenas de valor mundiales. Nuestro innovador y recientemente aprobado sistema mixto de ventanillas de crédito ordinario y en condiciones de favor aumentará el valor anual de los proyectos y programas aprobados por el BAsD, que pasará de 13.000 millones a no menos de 20.000 millones de dólares EE.UU., lo que representa un aumento del 50% respecto del nivel actual. Nuestra asistencia a los países pobres aumentará hasta en el 70%. Ampliaremos nuestros préstamos en condiciones de favor a los países pobres sin cambiar el régimen anterior. También mantendremos y reforzaremos el Fondo Asiático de Desarrollo como fondo de donaciones destinado a prestar asistencia a los países más pobres que reúnan los requisitos exigidos.

Una parte importante del sistema de créditos del BAsD para infraestructuras es la relativa a la financiación de carreteras, ferrocarriles, suministro eléctrico y servicios aduaneros transfronterizos. Esas infraestructuras facilitan el comercio, las inversiones y la movilidad de las personas entre países. Habida cuenta de los riesgos que entrañan para las inversiones, la mayoría de esos proyectos se financian con fondos públicos y requieren una cooperación económica subregional. El BAsD colabora con grupos como la ASEAN, el Programa de Cooperación Económica Regional de Asia Central (CAREC) y el Programa de Cooperación Económica Subregional de Asia Meridional (SASEC) para ayudar a planificar, preparar y aplicar proyectos transfronterizos. A través de esos programas, junto con los países en desarrollo miembros del BAsD y los socios cofinanciadores, hemos destinado casi 50.000 millones de dólares EE.UU. a proyectos de infraestructuras transfronterizas desde 1990.

Además de los proyectos financiados con fondos públicos, las asociaciones público-privadas han pasado a ser más importantes para la financiación de infraestructuras. Nuestra nueva Oficina de Asociaciones Público-Privadas presta servicios de asesoramiento sobre transacciones y facilita la identificación de esas asociaciones y la preparación de proyectos.

En segundo lugar, el BAsD tiene como fin ofrecer mejor apoyo para la facilitación del comercio y su reforma. Con ello ayuda a los países y las empresas a reducir los elevados costos del comercio y a aumentar su competitividad.

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El BAsD presta especial atención a la aplicación de acuerdos internacionales sobre facilitación del comercio, la simplificación de las reglamentaciones, la mejora del intercambio de información y la reforma de las administraciones de aduanas. Desde esa perspectiva, el BAsD apoya el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, y colabora con sus miembros en desarrollo para que alcancen el nivel previsto en el Convenio de Kyoto revisado, que es un marco para simplificar y armonizar los procedimientos aduaneros en consonancia con el AFC.

Debe tenerse presente que, para finales de 2015, se pondrá en marcha la Comunidad Económica de la ASEAN, que facilitará el comercio entre los miembros de la ASEAN y creará un mercado de más de 600 millones de personas. Además, la Comunidad constituirá un marco de examen por homólogos para la aplicación de políticas económicas bien fundadas y reformas orientadas al mercado. El BAsD presta asistencia técnica en relación con la ventanilla única de la ASEAN y las ventanillas únicas nacionales para agilizar la circulación de mercancías dentro de la Comunidad.

El BAsD presta un apoyo creciente para la facilitación del comercio en Asia Meridional, Asia Central y el Pacífico; parte de esa labor se lleva a cabo en colaboración con la Organización Mundial de Aduanas y la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico. Esas subregiones están más atrasadas que las de Asia Oriental y Asia Sudoriental en lo que respecta a la vinculación del comercio y las inversiones dentro de cada subregión y con otras partes del mundo.

En tercer lugar, el BAsD apoya una financiación del comercio rápida y eficaz. Nuestro Programa de Financiación del Comercio ha contribuido a ampliar las oportunidades comerciales, especialmente desde la crisis financiera mundial. En 2007, cuando la financiación del comercio se restringió por falta de liquidez después de la crisis, el BAsD amplió el programa y su utilización se aceleró. Actualmente, ese programa concede garantías y préstamos por un valor superior a 3.800 millones de dólares EE.UU. al año. El BAsD trabaja con más de 200 bancos asociados y ha financiado a más de 1.500 pymes en mercados sin explotar o difíciles.

El informe "Ayuda para el Comercio en Asia y el Pacífico 2015" del BAsD

Esta tarde, en la 6ª sesión plenaria paralela, examinaremos el proyecto de informe del BAsD sobre la Ayuda para el Comercio en Asia y el Pacífico. El informe se preparó en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional de Australia, la OMC y la Secretaría del Foro de las Islas del Pacífico. En él se examinan los diferentes desafíos que plantea el comercio dentro de la región y los elevados costos comerciales a los que siguen enfrentándose muchos países.

Además, en el informe se estudia el potencial de la economía digital para promover el comercio. Las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) ayudan a las empresas de la región, incluidas las pequeñas y medianas empresas, a ampliar su alcance a potenciales clientes a nivel mundial y enlazar con las cadenas de valor mundiales. Asimismo, las TIC incrementan el acceso a nuevas tecnologías y facilitan la creación de capacidad. También pueden mejorar la eficiencia de las empresas dirigidas por mujeres al reducir sus limitaciones de tiempo y de movilidad relacionadas con el cuidado de niños y otras responsabilidades familiares y, al mismo tiempo, darles acceso a nuevas oportunidades comerciales.

El informe tiene especial interés para las regiones del Pacífico y de Asia Central. Los beneficios potenciales de la conectividad digital son mayores para esas subregiones, cuya distancia a los mercados es un obstáculo considerable. El BAsD apoya los sistemas de cables submarinos de banda ancha entre Fiji y Tonga y otros países insulares del Pacífico y presta asistencia técnica en relación con la economía digital.

Conclusión

Para terminar, quiero señalar que el BAsD seguirá impulsando la Ayuda para el Comercio en colaboración con la OMC, la OMA, el Banco Mundial y otros socios. El Banco mantiene su compromiso con unas inversiones en infraestructuras más sólidas, una mejor reforma para la facilitación del comercio, y una financiación del comercio más rápida y eficaz con miras a promover un crecimiento sostenido e inclusivo en Asia y el Pacífico.

Muchas gracias.

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Observaciones del Secretario General Adjunto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo

El año 2015 es especial.

Es el año en el que todos ustedes -los gobiernos del mundo- se comprometerán con la dignidad para todos, la prosperidad para todos y un planeta sostenible para todos.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen la manifestación de un enorme optimismo, una expresión de determinación individual y colectiva que probablemente supera cualquier otro compromiso que hayamos adquirido, como comunidad mundial, en la historia de las Naciones Unidas. Y entrañan un plan de trabajo para el desarrollo completamente nuevo, global y coherente, que requerirá transformaciones profundas y en el que el comercio puede y debe desempeñar una función importante si queremos que el mundo sea como deseamos para 2030.

Esta mañana, quiero destacar brevemente en mis observaciones tres aspectos: En primer lugar, la magnitud del desafío que representan los ODS, en particular las

dificultades que deben superar los países menos adelantados (PMA) en lo que respecta al comercio y al crecimiento.

En segundo lugar, la forma en que la reducción de los costos del comercio mejora la vida de las personas y crea capacidad productiva.

En tercer lugar, la función de la Ayuda para el Comercio en la respuesta al desafío planteado por ese nuevo, ambicioso e innovador programa a nivel mundial, nacional y regional.

En primer lugar, hay que considerar la escala del problema en los PMA. La proporción de pobres que había en China en 1994 era aproximadamente igual a la proporción de pobres que hay en los PMA actualmente: el 46% de la población que vive con menos de 1,25 dólares EE.UU. al día.

La renta per cápita de China creció a un ritmo medio anual del 9,4% durante 15 años; a pesar de ello, en 2009, el 12% de su población seguía viviendo en la pobreza. Esto significa que, para acabar con la pobreza en los próximos 15 años, como se establece en los ODS, los PMA necesitarán un milagro económico mayor que el de China. Y, por consideraciones ambientales, los PMA deberán lograr ese milagro de crecimiento sin la huella de carbono de China.

Por si esto fuera poco, hemos previsto que los PMA logren tasas de crecimiento similares a las de China en una época en que la economía mundial se enfrenta a un "estancamiento secular". Añádase a ello el actual déficit de inversiones de 2,5 billones de dólares EE.UU. al año, monto que se necesitaría para cumplir los ODS en los países en desarrollo en su conjunto.

Se trata, pues, de una tarea formidable, cuya realización requerirá una actuación decidida. El comercio puede ayudarnos a hacer frente a ese desafío, ya que no es solo uno de los principales motores de crecimiento, sino también la mayor fuente de financiación externa privada y pública para los PMA. En 2013, los ingresos por exportaciones de los PMA ascendieron a 213.000 millones de dólares EE.UU., es decir, más del doble de sus ingresos conjuntos por concepto de asistencia oficial para el desarrollo (AOD), inversiones extranjeras directas (IED) y remesas. Las iniciativas de Ayuda para el Comercio son esenciales para asegurar que esas grandes sumas promueven un desarrollo inclusivo y sostenible.

Estos planteamientos me llevan a mi segunda observación, que se refiere a la forma en que la reducción de los costos del comercio mejora la vida de las personas.

Los elevados costos del comercio actúan como una espada de doble filo: por un lado, reducen los salarios de los trabajadores en el sector de exportación; por otro, aumentan los precios de los bienes de consumo importados. Y actúan como factor disuasorio de las inversiones. En una época en la que cada dólar cuenta para las inversiones en programas de desarrollo sostenible y en la que hemos de erradicar la pobreza, nadie puede permitirse ese despilfarro.

Actualmente, sabemos que los beneficios del comercio no consisten solo en la mejora del acceso a los mercados, sino también -especialmente cuando se acompañan de otras medidas- en la aportación de conocimientos, el aumento de la productividad y la creación de más y mejores puestos de trabajo para la población.

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Y ese proceso puede transformar estructuralmente las economías y mejorar la vida diaria de las personas. Por eso es tan importante reducir los costos del comercio. No es un problema de desreglamentación, sino de eficiencia. Y esa reducción de los costos contribuye además a reforzar la capacidad gubernamental para recaudar ingresos fiscales internos y atender las necesidades de los ciudadanos.

Por ejemplo, el programa SIDUNEA de la UNCTAD, que automatiza los procedimientos aduaneros en más de 80 países, ayudó al Afganistán a incrementar los ingresos aduaneros, que pasaron de 50 millones de dólares EE.UU. a más de 700 millones de dólares EE.UU. (en un período de siete años), durante el cual el crecimiento del propio comercio se mantuvo entre el 5% y el 7% anual. Por consiguiente, mediante la reducción de los trámites burocráticos y la mejora de la eficiencia, la Ayuda para el Comercio ha incrementado la capacidad nacional del país para pagar los servicios públicos que la población necesita.

Lo mismo cabe decir de las medidas no arancelarias. Tampoco en este ámbito se trata de actuar menos, sino de evitar las actuaciones que tengan efectos de restricción del comercio y entrañen costos comerciales. Esto es particularmente importante en el marco de la nueva Agenda para el Desarrollo después de 2015. En muchos casos, las medidas de política nacional adoptadas para alcanzar los ODS pueden, por inadvertencia, constituir obstáculos no arancelarios, como medidas sanitarias y fitosanitarias y obstáculos técnicos al comercio. Para los PMA exportadores en particular, esas medidas representan un formidable desafío.

Mi tercer y último mensaje de esta mañana se refiere a la forma en que la UNCTAD cree que la Ayuda para el Comercio debe ayudar a aplicar la Agenda para el Desarrollo después de 2015.

En lo que respecta a la adopción de medidas globales para reducir los costos del comercio, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) del pasado año representó un cambio cualitativo, e instamos a los países a ratificar y aplicar ese Acuerdo. El proceso está en marcha y dará un nuevo impulso -esperamos que decisivo- al Programa de Doha para el Desarrollo en la reunión que se celebrará en Nairobi en diciembre.

La Ayuda para el Comercio es un elemento esencial en la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. La UNCTAD colabora estrechamente en el marco de ese programa con otros asociados, en particular con el Centro de Comercio Internacional y la Comisión de las Naciones Unidas para Europa. Por otra parte, nos complace anunciar que la semana pasada pusimos en marcha un nuevo mecanismo de Ayuda para el Comercio con objeto de ayudar a los países en desarrollo a agilizar la ratificación y aceptación del AFC. Esa nueva iniciativa de Ayuda para el Comercio de la UNCTAD tiene como objetivo ayudar a muchos países pobres con limitaciones internas de tipo jurídico y de capacidad a ratificar el Acuerdo.

La Ayuda para el Comercio debe armonizarse a nivel mundial, regional y nacional. Para ello se necesita un enfoque global e integrado que vincule entre sí la actividad empresarial, las inversiones y el comercio. La UNCTAD cumplirá su papel. Nuestros programas de creación de capacidad en relación con la actividad empresarial y las inversiones y con la reglamentación del comercio electrónico, nuestras soluciones de automatización aduanera en el marco del SIDUNEA, nuestro apoyo al comercio electrónico y a las tecnologías de la información y las comunicaciones, y nuestro programa de capacitación para operadores portuarios son ejemplos de actividades técnicas muy específicas de Ayuda para el Comercio. Por no mencionar el grupo sobre comercio y capacidad productiva, que nos ayuda, como sistema de las Naciones Unidas, a trabajar unidos en la acción.

La Ayuda para el Comercio debe también consolidarse a nivel regional. El pragmático regionalismo actual ofrece los elementos necesarios para actuar sobre los costos del comercio regional y mejorar y revitalizar la expansión de ese comercio. Los acuerdos de alcance regional son el marco natural de las cadenas de valor regionales que numerosos países en desarrollo necesitan para mejorar la productividad y crear empleos de calidad para todos. Las iniciativas de Ayuda para el Comercio desempeñan una función esencial en la integración comercial regional.Este año, nuestro Examen de la Ayuda para el Comercio es especial, ya que debemos mirar más hacia el futuro que hacia las actividades pasadas. Estamos asistiendo a negociaciones que solo se dan "una vez en la vida", que se están celebrando en diversos foros para determinar de qué forma ha de contribuir el comercio a la conformación del mundo en el que todos deseamos vivir dentro de 15 años.

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Debemos asegurar el éxito de esas negociaciones. Cuando hayan finalizado, habremos respondido a la pregunta "¿qué?". Entonces tendremos que empezar a buscar respuesta a la pregunta "¿cómo?".

Quiero invitarlos a todos a que se unan a nosotros en el 14º período de sesiones de la UNCTAD, que se celebrará del 14 al 18 de marzo de 2016 en Lima (Perú) y será la primera gran conferencia mundial de la época posterior a 2015. En esa reunión tenemos previsto avanzar en las deliberaciones, pasando de la fase de negociación y debate a la de acción y aplicación. Espero con gran interés las contribuciones de todos ustedes a esos esfuerzos y valoro en mucho su persistente compromiso y apoyo en el marco de la Ayuda para el Comercio.

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Mesa redonda

Sean Doherty, Director de Comercio Internacional e Inversión, Foro Económico Mundial, explicó que en la mesa redonda se explorarían dos temas principales, a saber: i) los nexos entre los costos del comercio y el crecimiento y la forma de reducir esos costos y sus repercusiones sociales, y ii) los nexos entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la financiación para el desarrollo. También se procedería a un examen más general de la función del sector privado y sus vínculos con la inversión.

Arancha González, Directora Ejecutiva, Centro de Comercio Internacional (ITC), presentó una visión de conjunto de las esferas en que la iniciativa de Ayuda para el Comercio podía contribuir a la reducción de los costos del comercio y describió a grandes rasgos la labor del ITC con las organizaciones de promoción del comercio y las pequeñas y medianas empresas (pymes) en los países en desarrollo y los PMA. Subrayó que dichos costos importaban a todos, incluidas las empresas. En particular, constituían una gravosa carga para las pymes, en las que los costos fijos representaban una proporción mayor de los costos unitarios que en el caso de las empresas más grandes, que podían exportar mayores cantidades de productos y servicios. Los costos del comercio con frecuencia representaban para una empresa la diferencia entre verse limitada a operar en su pequeño mercado interno y la posibilidad de hacerlo en el plano internacional. Las pymes constituían la mayor parte de los agentes económicos en la mayoría de las economías y proporcionaban puestos de trabajo a mujeres y jóvenes. Además, esos costos eran importantes, ya que las pymes presentes en los mercados internacionales eran más competitivas, innovadoras y productivas; por lo tanto, su reducción era igualmente importante. La adopción del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC era un paso hacia la reducción de los costos del comercio. La oradora destacó los que en su opinión revestían especial interés para las pymes y a los cuales debía prestarse más atención, a saber, las medidas no arancelarias, el costo del cumplimiento de las normas privadas allí donde la disparidad y los elevados costos de certificación y verificación planteaban con frecuencia dificultades, y el acceso a información estratégica sobre el comercio y los mercados (es decir, qué oportunidades había de comerciar, y dónde). El 65% de las pymes habían indicado que estas cuestiones eran su principal preocupación.

En lo que respecta a la región latinoamericana, Antoni Estevadeordal, Gerente, Sector de Integración y Comercio, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que en el informe de 2014 del BID, titulado "Fábricas Sincronizadas", se documentaba la disparidad existente en lo que se refería a las cadenas de valor mundiales de la región latinoamericana, la falta de integración y de participación de la región en los mercados mundiales y las disparidades en relación con el comercio interregional. La participación de América Latina en el comercio mundial, que se había reducido del 10% en los decenios de 1950 y 1960 a alrededor del 6% en la actualidad, era muy baja en comparación con la de Asia, de alrededor del 25%. El porcentaje correspondiente al comercio interregional era del 20%, más bajo que el de Europa (60%) y el de Asia (40%). Sin embargo, el tema principal del informe era la limitada participación de la región de América Latina en las cadenas de valor mundiales, como ponía de relieve un examen, aún somero, de la proporción de exportaciones de partes y componentes en las exportaciones totales, que seguía siendo de alrededor del 15% y no había variado en los últimos 25 años, en tanto que en Asia había aumentado del 30% en el decenio de 1990 al 40% hoy día. Un parámetro más avanzado para examinar la participación de la región, utilizado bajo la dirección de la OCDE y la OMC, era el porcentaje del valor añadido de origen extranjero en las exportaciones de la región, que variaba entre el 15% y el 20%, dependiendo del país (por ejemplo, México estaba bien integrado en la cadena de valor de la producción de los Estados Unidos). En el caso de las exportaciones de Asia y Europa, las proporciones eran de alrededor del 35% y el 40%, respectivamente. En el informe del BID se señalaba que era preciso tomar medidas para reducir los costos del comercio a nivel nacional (es decir, medidas unilaterales) y en el marco de la cooperación internacional o regional. Recalcando este punto, el orador dijo que era necesaria la coordinación entre países en el plano internacional para que las medidas internas tuvieran los resultados y beneficios positivos requeridos. Como ejemplo de esa coordinación se refirió al apoyo que prestaba el BID a los países para la implantación de prácticas tales como el sistema de ventanilla única, de importancia decisiva para el comercio, en particular para las pymes, y dijo que los beneficios derivados de la interoperabilidad de la ventanilla única dependían de esa coordinación. El Sr. Estevadeordal señaló que la región de América Latina y el Caribe había quedado rezagada con respecto a otras regiones en cuanto a su integración en los mercados mundiales, el comercio intrarregional y la participación en las cadenas de valor, y que para reducir los costos del comercio era necesario tomar medidas a nivel nacional, internacional y regional.Moono Mupotola, Jefa, División de Integración y Comercio Regionales, Banco Africano de Desarrollo (BAfD), dijo que en el continente africano había cada vez más conciencia de los elevados costos del comercio y su relación con la infraestructura, y se estaba prestando especial

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atención a la creación de servicios de infraestructura para reducir esos costos. Con el apoyo del BAfD, se había formulado un programa -el Programa de desarrollo de infraestructuras en África-, que servía de guía para el establecimiento de los eslabones que faltaban para conectar a los países africanos. El programa, que se encontraba ahora en su fase de aplicación, contaba con apoyo político y era considerado parte del temario de cuestiones de comercio como herramienta para reducir los costos. La oradora también destacó la importancia de la infraestructura no física, es decir, las políticas y reglamentos internos, y dijo que el 10% de los préstamos otorgados por el Banco estaban destinados a abordar esas preocupaciones, como la creación de capacidad y las reformas normativas. También se estaban examinando los costos del comercio relacionados con la energía. La oradora señaló que esta era indudablemente una cuestión importante y que solo siete países africanos tenían una capacidad comercial de más del 50%. En la actualidad se prestaba gran atención al desarrollo de la infraestructura en África como medio de reducir esos costos. La oradora subrayó asimismo la necesidad de voluntad política para que el proceso de integración regional siguiera avanzando en África, y describió la forma en que algunas iniciativas en curso tenían en cuenta cuestiones tales como las medidas no arancelarias y el desarrollo industrial.

Hani Sonbol, Director Ejecutivo interino, Sociedad Islámica de Seguros de Inversiones y Créditos a la Exportación (ISIC) y Director Ejecutivo Adjunto, Corporación Islámica Internacional para la Financiación del Comercio (ITFC), proporcionó una vista de conjunto de la labor del Banco Islámico de Desarrollo (BIsD) y subrayó que, desde su creación, el Banco había valorado la contribución del comercio a la reducción de la pobreza. Observó que en la actualidad se reconocía que el comercio era un motor del crecimiento y una herramienta para el alivio de la pobreza y la integración y la cooperación económicas y que el tema del Examen Global, "Reducir los costos del comercio", mostraba cómo había cambiado la función de los bancos multilaterales de desarrollo, que de promotores de la liberalización del comercio habían pasado a ser herramientas de desarrollo social y económico en los países miembros.

El BIsD tenía una estructura singular, ya que todas sus operaciones estaban centradas en el comercio. Así lo indicaba la creación de la Sociedad Islámica de Seguro de Inversiones y Créditos a la Exportación (ISIC), que promovía políticas de facilitación del comercio, y de la Corporación Islámica Internacional de Financiación del Comercio (ITFC), una institución del Grupo del BIsD encargada de la financiación y el desarrollo del comercio. El Banco consideraba que la conectividad era uno de los factores que más contribuían a reducir los costos de la actividad comercial. Como resultado directo, al igual que el caso del BAfD, la creación de infraestructura era uno de los principales objetivos del Banco, que hasta ahora había financiado proyectos de esa índole por valor de 40.000 millones de dólares EE.UU. La cartera activa del Banco incluía 190 operaciones cuyo valor ascendía a 15.000 millones de dólares y el año anterior el Banco había financiado 51 proyectos de infraestructura por un total de 1.300 millones de dólares. La ISIC y la ITFC también habían financiado proyectos por valor de aproximadamente 10.000 millones de dólares. El BIsD también había participado activamente en la iniciativa de Ayuda para el Comercio desde su creación, y en ese marco había emprendido iniciativas especializadas, entre ellas la AfTIAS1, que se había puesto en marcha en 2013, y otra en la región de Asia Central.2 Había en curso varios proyectos transafricanos, entre ellos el de la carretera transafricana, que unía a Marruecos, Mauritania, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y el Senegal. El orador también mencionó el proyecto de la carretera transahariana, que uniría al Níger, Malí y el Chad, además de Nigeria, Argelia y Túnez, proyecto al que el BIsD había contribuido con 300 millones de dólares. El BIsD también hacía una contribución importante a la reducción de los costos del comercio suministrando ayuda para un "aterrizaje suave", como asistencia técnica y asistencia para la creación de capacidad, destinada a mejorar la eficiencia general en la economía, lo cual a su vez reducía los costos. El orador opinó que en el futuro el progreso de los países miembros del BIsD dependería en gran medida del comercio.

1 Iniciativa de Ayuda para el Comercio para los Países Árabes. Véase http://www.itfc-idb.org/en/content/aid-trade-initiative-arab-states.

2 Programa Especial de las Naciones Unidas para las Economías de Asia Central. Los países participantes en esta iniciativa son el Afganistán, Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

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Phillipe Le Houérou, Vicepresidente de Políticas y Cooperación, Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), describió a grandes líneas algunas de las iniciativas del Banco relacionadas con el comercio, incluidas las emprendidas en la esfera de la infraestructura para el comercio y la financiación del comercio, y destacó la importancia de las reformas normativas y de las asociaciones público-privadas para reducir los costos del comercio. Se refirió, en particular, a la cuestión de la seguridad alimentaria y su relación con los costos del comercio, y señaló que, teniendo presente el pronóstico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura de que la demanda de alimentos aumentaría en el curso de los próximos 20 años, sería necesario no solo aumentar la producción de alimentos, sino también intensificar la actividad comercial. Sin embargo, los costos del comercio de productos agropecuarios eran dos veces superiores a los del comercio de productos industriales, y para aliviar la pobreza sería necesario tomar medidas en las zonas rurales. Esta ha sido una cuestión prioritaria para el BERD, que contribuía al alivio de la pobreza prestando apoyo al sector privado, que era a la vez parte de la solución y parte del diagnóstico del problema. Como ejemplo se refirió al comercio en Ucrania, el mayor exportador de cereales, y en Egipto, el principal importador de trigo. En lo que respecta a la infraestructura del comercio y al sector privado en Ucrania, en el contexto de ese sector había sido necesario aumentar de manera significativa la financiación para el transporte (ferrocarriles) a fin de acarrear el trigo desde el interior del país al puerto de Odesa. El Banco también colaboraba con el sector privado en varias operaciones dirigidas a crear la capacidad necesaria para facilitar la carga del producto. Además del diálogo sobre la política pública se estaban tomando varias iniciativas en el sector privado para reducir los costos del comercio. En Egipto, los importadores privados colaboraban con el sector público para abordar el problema de los trámites burocráticos y examinar el proceso de licitación. El resultado no era la imposición de condiciones "de arriba abajo" sino un enfoque ascendente destinado a mejorar los procedimientos de licitación pública. Esto ya había generado economías para el Estado por valor de más de 30 millones de dólares EE.UU. El orador subrayó que el interés del Banco en la agroindustria se centraba en operaciones comerciales concretas, pero no necesariamente relacionadas con la creación de infraestructura física, sino más bien con el transporte de la carga, las operaciones de carga y descarga y la reforma de políticas. La atención prestada en general a la agroindustria tenía por fin mejorar la estructura de todo el sector, desde las transacciones comerciales hasta las actividades de producción, y el orador señaló que este vínculo era muy firme.

Magdy Martínez-Solimán, Administrador Auxiliar y Director, Dirección de Políticas y de Apoyo de Programas, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo , dijo que el mensaje de la próxima Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo a los encargados de las negociaciones en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se celebraría en septiembre debía reflejar el nivel de ambición expresado en la Agenda- que era de amplio alcance e incluía 17 objetivos y 169 metas- y su universalidad. Los objetivos de la Agenda en materia de medición, rendición de cuentas, participación y transparencia eran también ambiciosos. Los medios de aplicación y la financiación para el desarrollo debían estar a la altura de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en consonancia con su contenido. Incumbía a los gobiernos, en particular a los de los países desarrollados, asegurar que las corrientes de asistencia oficial para el desarrollo (AOD) y de Ayuda para el Comercio, así como las medidas que se adoptaran a nivel nacional para la consecución de esos objetivos, alcanzaran ese nivel de ambición; lo mismo cabía esperar de las corrientes procedentes de los países en desarrollo y del sector privado. El orador señaló que la Ayuda para el Comercio era AOD que podía servir de agente catalizador y generar inversiones internas y corrientes privadas; creaba la necesidad de contar con mejores servicios de infraestructura, reformar las políticas y reducir el costo del comercio. En el contexto de la Agenda para el Desarrollo Sostenible se planteaba la cuestión de la medición de los progresos, que estaba relacionada con la rendición de cuentas y tenía suma importancia, porque era una forma de determinar si la política pública estaba dando resultados. Se estaban considerando indicadores, incluida la posibilidad de incorporar los costos del comercio, lo cual podía hacerse fácilmente porque esos costos eran cuantificables y su estructura interna era sencilla. Al concluir sus observaciones iniciales, el orador subrayó que el Quinto Examen Global debía enviar un mensaje de ambición a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo que se celebraría en Addis Abeba en julio.

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Observaciones finales de los participantes en la mesa redonda

Hani Sonbol señaló a la atención del público un estudio relativo al Índice de Desempeño Logístico y sus efectos en el comercio en distintos países. Era digno de mención que varios países miembros del grupo del BIsD habían hecho la transición y alcanzado un puesto más alto en el índice, demostrando de ese modo que el comercio era un factor que mejoraba su clasificación. El orador señaló que durante el período de transición los países habían tropezado con dificultades pero que el Banco había prestado apoyo a través del comercio, y reiteró que el comercio había resultado ser un factor clave que había ayudado a esos países a acelerar su desarrollo. Seguiría siendo decisivo en los esfuerzos por lograr un crecimiento sostenible e inclusivo a nivel de país, en particular en el período siguiente a la transición. En lo que respecta a la Agenda para el Desarrollo después de 2015, el orador instó a promover el paquete de medidas de Bali y la aplicación del Acuerdo sobre Contratación Pública (ACP), así como las asociaciones y la colaboración entre instituciones. Concluyó destacando la importancia del sector privado y la tecnología como medio de reducir los costos del comercio y reforzar las medidas tendentes a facilitar la actividad comercial.

Phillipe Le Houérou puso de relieve la importancia de las políticas y la contratación pública para reducir los costos del comercio. Dijo que el BERD prestaba asistencia a Montenegro para terminar de negociar el Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC y que estaba previsto que Ucrania y Moldova concluyeran ese proceso en breve. Sobre la cuestión de la financiación del comercio, el orador dijo que, a pesar de que el Banco asignaba menos prioridad a la cuestión, sí reconocía que era un factor que aumentaba los costos del comercio, por ejemplo en lo relacionado con las operaciones bancarias, por el riesgo que entrañaban las transacciones internacionales. Por consiguiente, el BERD había proporcionado apoyo para la financiación del comercio a los bancos comerciales locales a fin de ayudar a reducir los riesgos de las transacciones internacionales. Básicamente, el BERD otorgaba garantías a los bancos de países más avanzados para cubrir los riesgos relacionados con los bancos comerciales locales. Como ejemplo, el orador dijo que desde 1999, se habían proporcionado 10.000 millones de dólares EE.UU. en concepto de financiación del comercio para un total de entre 16.000 y 17.000 transacciones internacionales. Por último, destacó la importancia de las asociaciones público-privadas, en particular en las iniciativas para reducir los costos del comercio, y señaló que eran necesarios los esfuerzos de las entidades tanto nacionales como internacionales. La función del BERD era colaborar directamente con el sector privado.

Moono Mupotola dijo que los actuales acuerdos de libre comercio (ALC) de África contenían una agenda para el desarrollo. En los últimos tiempos se había puesto en marcha el ALC tripartito, que abarcaba 26 países que representaban el 58% de la población del continente. La oradora señaló que antes se había centrado la atención en la reducción de aranceles, en tanto que ahora se asignaba más importancia a las medidas no arancelarias. Una de las partes, el Mercado Común para África Oriental y Meridional (COMESA), había reducido más del 90% de las medidas no arancelarias en 19 países miembros. Otro componente de esos acuerdos era el desarrollo industrial; se habían determinado los sectores en los que se establecerían cadenas regionales de valor dentro de la zona de libre comercio, y el sector privado, que era un asociado importante, participaba activamente en este proceso. La oradora destacó la importancia de la voluntad política y la participación en los acuerdos de libre comercio y citó como ejemplo el entorno existente en África Oriental.

Antoni Estevadeordal dijo que la inversión era un elemento de importancia crítica en las deliberaciones sobre la reducción de los costos del comercio y que el comercio favorecería a los proveedores de países en los que, a su vez, hubiera condiciones propicias.

Arancha González subrayó que el comercio prosperaba en países que no eran los candidatos más evidentes y que las empresas de esos países estaban avanzando en las cadenas de valor; las pymes estaban intensificando su actividad en el plano internacional, las mujeres comenzaban a participar y había actividad comercial. Dijo que esta tendencia era posible gracias a la existencia de sólidas asociaciones internacionales, la actividad del sector privado, las inversiones y los mercados, así como las reformas internas; a este respecto, señaló que el 50% de las medidas no arancelarias se aplicaba dentro de las fronteras nacionales.

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2ª sesión: Apoyo a la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio

Moderadora: Anabel González, Directora Superior, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Mesa redonda: Shamshad Akhtar , Secretaria Ejecutiva,

Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP)

Marcus Cornaro , Director General Adjunto, Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo, Comisión Europea

Gilbert Langat, Director, Consejo de Transportistas para África Oriental

Paul Steele, Primer Vicepresidente, Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA)

Kunio Mikuriya , Secretario General, Organización Mundial de Aduanas (OMA)

Eric G. Postel , Administrador Adjunto, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)

Alioune Sarr , Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal

Thomas Silberhorn , Secretario Parlamentario de Estado, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania

Desmond Swayne , Ministro de Estado, Departamento de Desarrollo Internacional, Reino Unido

El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC prevé una serie de medidas encaminadas a agilizar el movimiento, el levante y el despacho de aduana de las mercancías, incluidas las mercancías en tránsito. Estas medidas de índole técnica imponen a los Miembros de la OMC la obligación de aumentar la transparencia, racionalizar y modernizar los procedimientos y las técnicas de control en frontera y mejorar la gestión pública mediante la introducción de disciplinas en los procedimientos de elaboración de normas y adopción de decisiones. Varios estudios económicos parecen indicar que el AFC tendrá un importante efecto de reducción de los costos del comercio y que las economías resultantes beneficiarán a los países en desarrollo.

Una característica distintiva del AFC es la flexibilidad para su aplicación que ofrece a los Miembros de la OMC. En la sección II del Acuerdo se establecen varias obligaciones en materia de trato especial y diferenciado para los países en desarrollo y los países menos adelantados Miembros, en relación, por ejemplo, con los períodos de transición y la adquisición de la capacidad necesaria para la aplicación del Acuerdo mediante el suministro de asistencia y apoyo para la creación de capacidad. En 2013, los compromisos de apoyo a la modernización de las aduanas y las fronteras notificados a la OCDE alcanzaron un valor aproximado de 667 millones de dólares EE.UU. Entre 2006 y 2013 se desembolsaron unos 1.900 millones de dólares en concepto de asistencia para la facilitación del comercio.

¿Qué se ha conseguido con ese apoyo y qué enseñanzas pueden extraerse para la aplicación del Acuerdo, en particular para el funcionamiento del Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC? Estos son dos de los temas que se examinaron en esta sesión plenaria.

Como introducción al debate, la sesión comenzó con un vídeo de dos minutos3 presentado por Jens Munch Lund-Nielsen, Jefe de Proyectos en Mercados Emergentes, Sostenibilidad, Maersk Group, en el que se señalaban los costos comerciales del transporte de un contenedor a través de varios países. En el vídeo se mostraba el itinerario de un contenedor de flores de Kenya a Holanda y se destacaba, en particular, que 30 entidades distintas debían procesar más de 200 documentos para que el contenedor avanzara en su ruta. La "cadena de valor" mostraba que el sistema era susceptible de errores y retrasos que, en última instancia, resultarían costosos para el contenedor, que transportaba flores por valor de 100.000 dólares EE.UU. Este problema sistémico ocurría en todos los mercados pero, en el caso que se mostraba en el vídeo, el orador dijo que Maersk estaba colaborando en el marco de la iniciativa TradeMark East Africa (TMEA) para considerar, junto con las distintas entidades interesadas, la posibilidad de adoptar una solución más eficiente ("basada en la nube") para el intercambio de documentación.Anabel González, Directora Superior, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial, proporcionó información sobre el apoyo prestado

3 El vídeo completo puede verse en: http://www.maersk.com/en/the-maersk-group/about-us/publications/maersk-post/2015-2/can-the-cloud-lift-global-trade).

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por el Grupo del Banco Mundial y señaló que una de las principales prioridades de las Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad del Banco era respaldar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC). El Acuerdo podía generar diversos beneficios para la economía mundial y los países en desarrollo y sus comerciantes. El firme compromiso de los países desarrollados y las instituciones internacionales de desarrollo, incluido el Grupo del Banco Mundial, de apoyar la aplicación plena y eficaz del AFC tenía una importancia decisiva para la adopción del Acuerdo. El Grupo del Banco Mundial aceptaba este compromiso, que se encuadraba en la labor más amplia del Banco en la esfera de la facilitación del comercio y el transporte. Lo importante ahora era lograr la rápida ratificación del Acuerdo y centrar la atención en la aplicación de las múltiples medidas positivas que preveía. La oradora dijo que el Grupo del Banco Mundial estaba decidido a prestar asistencia a todos los países que lo solicitaran, ya fuera en el proceso de ratificación o en la aplicación del Acuerdo.

Shamshad Akhtar, Secretaria Ejecutiva, Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP), presentó una visión de conjunto de la facilitación del comercio en la región de Asia y el Pacífico, basada en una encuesta realizada recientemente por la Comisión. La región estaba obteniendo buenos resultados y la mayoría de los países en desarrollo estaban en vías de aplicar el Acuerdo. Algunas de las conclusiones más notables de la encuesta eran las siguientes: la tasa media de aplicación de las medidas de facilitación del comercio de la OMC en los países en desarrollo de Asia y el Pacífico sobrepasaba el 50%; muchos países habían aplicado más de las dos terceras partes de las medidas previstas y el 40% de los países utilizaban el sistema de ventanilla única. En paralelo, también se habían aplicado medidas para aumentar la transparencia. Como ejemplos cabía mencionar la publicación de leyes y reglamentos, la creación de comités nacionales de facilitación del comercio y el fortalecimiento de la cooperación y la coordinación entre organismos. Los datos obtenidos también mostraban que había más posibilidades de promover la creación y puesta en funcionamiento de ventanillas únicas y sus beneficios. La oradora destacó las diferencias existentes en la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio en la región de Asia; si bien las medidas aplicadas por Singapur y la República de Corea iban más lejos que los mandatos de la OMC establecidos en el AFC, era necesario redoblar los esfuerzos en Asia Central y Sudoriental y los pequeños Estados insulares en desarrollo, en particular en las islas del Pacífico, donde las economías más remotas apenas habían aplicado el 20% de las medidas previstas. La oradora subrayó que la tasa de aplicación de medidas de facilitación del comercio no estaba necesariamente relacionada con el nivel de desarrollo de un país y citó como ejemplos los casos de Camboya y la República Democrática Popular Lao, países miembros de la ASEAN que estaban resueltos a promover la conectividad regional y que habían logrado mejores resultados que otros países más desarrollados. Sobre la base de los datos obtenidos, incluidas la encuesta de la CESPAP y la base de datos del Grupo del Banco Mundial sobre los costos del comercio, y en consonancia con las cifras de la OCDE y otras entidades, se estimaba que la aplicación del AFC en todas las regiones conduciría a una reducción de los costos del comercio del 16% al 17% como promedio.

La Sra. Akhtar dijo que la CESPAP, una de las comisiones regionales de las Naciones Unidas, desarrollaba actividades en varios frentes para apoyar la aplicación del AFC. Se refirió a estudios analíticos basados en datos empíricos en los que se pasaba revista a los progresos logrados y se señalaban los componentes que estaban retrasados. La CESPAP colaboraba con sus asociados del Banco Mundial y otros organismos. Ofrecía asistencia para la creación de capacidad, de la que había una gran demanda, sobre todo a través de la red de expertos de las Naciones Unidas en comercio electrónico en la región de Asia y el Pacífico, una red regional de especialistas en facilitación del comercio que permitía compartir los conocimientos en esta esfera de las principales economías del mundo. La red también ofrecía, conjuntamente con la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y el Servicio de Aduanas de Corea, cursos anuales sobre el funcionamiento de la ventanilla única, basados en un conjunto integrado de cinco guías jurídicas y técnicas que había elaborado la CESPAP. La Comisión desarrollaba actividades en la esfera legislativa desde hacía varias décadas y proporcionaba una plataforma para la negociación y aplicación de acuerdos regionales tendientes a reducir los costos del comercio y aumentar la conectividad. Había recibido de sus Estados miembros el mandato de promover la conectividad regional y prestaba apoyo para facilitar el tránsito de mercancías y el comercio transfronterizo. También participaba en actividades de fomento de la conectividad por medio de la tecnologías de la información y las comunicaciones, lo que contribuiría a impulsar el comercio electrónico. Los Estados miembros de la CESPAP estaban negociando el texto de un tratado regional destinado específicamente a la facilitación del comercio transfronterizo regional, y ese tratado reforzaría la aplicación de las disposiciones más generales del AFC, lo cual ayudaría a la región a mantener su competitividad, y serviría de modelo para la cooperación y el desarrollo regionales. Era necesario abordar la facilitación del comercio en el contexto macroeconómico general, ya que ayudaría a impulsar el crecimiento del comercio y a revitalizar la economía mundial. La oradora dijo que era necesario despolitizar la cuestión de la

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facilitación del comercio; se trataba de un adelanto verdaderamente histórico que requería esfuerzos excepcionales, porque ello fomentaría la confianza en la agenda para el futuro.

Gilbert Langat, Director General, Consejo de Transportistas para África Oriental, dijo que si bien se habían realizado progresos en África Oriental, los procedimientos y la documentación relacionados con la importación y la exportación seguían siendo muy engorrosos. Había en la región muchos retrasos e inconvenientes, debidos al desconocimiento de los procedimientos vigentes, que exigían la armonización de la documentación y del flujo de información. En el caso de los productos agrícolas, eran muchos los organismos que intervenían en la emisión de permisos y licencias. Desde el punto de vista del sector privado, esto parecía obedecer a la voluntad de recaudación de ingresos, y no a la de facilitación del comercio, que era una cuestión importante en la región. En el plano regional, era preciso encarar la facilitación del comercio desde el punto de vista de la entrada y la salida de mercancías, es decir, de los procedimientos en los puertos y los puestos fronterizos. Sin embargo, también entre los puntos de entrada y de salida había múltiples procedimientos que cumplir. El orador dijo que era necesario proporcionar más información a los agentes que participaban en el comercio, y señaló que alrededor de un 60% de la actividad comercial tenía lugar en el sector informal. Se refirió al caso del territorio aduanero único de la Comunidad de África Oriental (CAO), que había comenzado por las importaciones pero que últimamente también había dedicado más atención a las exportaciones. Recordó que la mayor parte de la carga que pasaba por el territorio de la Comunidad (alrededor del 96% de todas las mercancías) se transportaba por carretera. El sistema ferroviario no funcionaba bien, pero se estaban introduciendo mejoras para aumentar su capacidad. Se estaba estableciendo el sistema de ventanilla única, y algunos países asiáticos prestaban asistencia con ese fin. Esto ocurría en Kenya, Rwanda y otras partes de la región, donde varios organismos prestaban ayuda para asegurar la aplicación efectiva de los sistemas aduaneros utilizados (Simba, en Kenya, y SIDUNEA en otras regiones). En síntesis, una vez que se pusieran en práctica todas estas medidas disminuirían los retrasos y el volumen de la documentación, lo cual significaba que también se reduciría el costo de los negocios. En opinión del orador, para que la facilitación del comercio y la Ayuda para el Comercio obtuvieran buenos resultados era necesario adoptar determinadas medidas: coordinación con las estrategias comerciales y de desarrollo generales; formulación de diagnósticos correctos; y fomento de la participación de los gobiernos y del sector privado. En África Oriental se había avanzado en ese sentido con la adopción de la Carta del Puerto de Mombasa.

Eric G. Postel, Administrador Adjunto, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), destacó la función del sector privado y señaló que una firme asociación entre el sector empresarial y los gobiernos donantes podía contribuir a apoyar el AFC, y a este respecto era muy importante determinar la "secuencia apropiada". El caso del paso fronterizo de Malaba, entre Kenya y Uganda, mostraba que el punto de partida más importante era el diálogo entre los sectores público y privado y la participación del sector privado desde las primeras etapas. Se habían establecido comités fronterizos mixtos que habían conseguido reducir considerablemente -de unos cuatro días a dos horas- el tiempo necesario para cruzar la frontera. Además, el costo de las formalidades aduaneras que debían cumplir los transportistas se había reducido en unos 50 millones de dólares EE.UU., lo cual demostraba lo que era posible lograr con una secuencia apropiada de las operaciones aduaneras y en estrecha asociación con el sector privado. La USAID colaboraba estrechamente con el Sr. Langat y el Consejo de Transportistas de África Oriental para reforzar su capacidad de lograr la participación del sector privado y empezar a colaborar con los gobiernos de los países de la región con el fin de aumentar la competitividad en materia de transporte y logística. La organización TradeMark East Africa también prestaba asistencia en este ámbito. El orador dijo que, en el futuro, el próximo paso sería lograr la plena participación del sector privado en el proceso de ratificación del AFC. Subrayó que, como actividad paralela, los Estados Unidos organizarían un debate de mesa redonda sobre facilitación del comercio junto con una auténtica asociación de empresas y gobiernos donantes (la Alianza) con el fin de crear servicios a los que pudieran tener acceso los países receptores para trabajar en la parte del AFC relativa a la categoría C.

Kunio Mikuriya, Secretario General, Organización Mundial de Aduanas (OMA), comenzó su intervención refiriéndose a un estudio sobre el tiempo necesario para despacho de mercancías realizado en África Oriental. La Unión Aduanera Mundial había prestado inicialmente asistencia a la región para realizar ese estudio en 2012. Su organización recomendaba que, en este tipo de estudios se incluyera a todas las partes interesadas porque los retrasos con frecuencia se debían no a los servicios de aduana sino a otros organismos estatales. Las empresas también podían causar demoras si no facilitaban los datos necesarios a los organismos de reglamentación, incluida la administración de aduanas; un aspecto importante era cómo acelerar la presentación de esos datos. Sobre la base de ese estudio, la OMA había recomendado que se elaborara un plan de

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acción para mejorar el desempeño de cada una de las partes interesadas, por ejemplo mediante la utilización de documentación electrónica. La OMA exigía la presentación de información normalizada a los servicios de aduana y otros organismos estatales; el correspondiente modelo de datos era la base de la ventanilla única, que muchos países ya estaban implantando. La OMA también recomendaba una mayor coordinación con los demás organismos estatales con el fin de realizar conjuntamente las operaciones de despacho de aduana en las fronteras. Por último, era importante obtener la colaboración de las empresas. Por esa razón, se había prestado ayuda para establecer un sistema de coagentes económicos autorizados, es decir, comerciantes que cumplieran todos los requisitos, para que, por medio del diálogo y de consultas fuera posible mejorar la observancia y los servicios de aduana pudieran facilitar los trámites. Como resultado, durante el año en curso, la OMA había realizado una encuesta entre empresas en el marco de un proyecto piloto, en la que se había constatado que el tiempo necesario para el transporte de mercancías de Mombasa a Kampala se había reducido en 5 días, del total de 18 que se necesitaban antes según el estudio inicial de 2012.

El orador opinó que para aplicar el AFC eran necesarios tres elementos, a saber: i) voluntad política; ii) una forma adecuada de encarar la cuestión: anteriormente, las cuestiones aduaneras estaban relacionadas en su mayor parte con la labor de los organismos fiscales y la recaudación de ingresos, en tanto que en la actualidad los servicios de aduanas aspiraban a contribuir a la competitividad económica mediante la racionalización de los procedimientos en frontera (con lo que, en última instancia, se ampliaría la base imponible y en consecuencia las recaudaciones), y iii) colaboración, se habían actualizado las asociaciones entre servicios aduaneros en el marco de la OMA y se alentaba a los 180 miembros de la organización a intensificar el diálogo acerca de las necesidades de las empresas. El orador dijo que esta actividad se realizaba de dos formas: se trataba de asegurar que las empresas conocieran más a fondo los requisitos aduaneros y de ampliar la comunicación y los contactos con otros organismos estatales, como los de reglamentación sanitaria y fitosanitaria, para aprovechar las relaciones sinérgicas en esta esfera. A este respecto, el orador dijo que no era necesario "volver a inventar la rueda", por cuanto ya existía un acuerdo de la OMC y también había herramientas de la OMA disponibles, como mejores prácticas y servicios de expertos.

Desmond Swayne, Ministro de Estado, Departamento de Desarrollo Internacional, Reino Unido, dijo que era importante que los proyectos financiados por los países donantes mantuvieran una relación costo-calidad óptima. Para ello las organizaciones y los particulares que recibían asistencia debían hacerse responsables de los proyectos. La colaboración con otros donantes y empresas multinacionales para llenar lagunas mediante la cooperación contribuiría al logro de ese objetivo. Una rigurosa vigilancia de los costos y los resultados de los proyectos de principio a fin también ayudaría a alcanzar ese objetivo. El orador subrayó que ciertos cambios relativamente pequeños podían tener grandes repercusiones, como la utilización por TradeMark East Africa (TMEA) de mensajes SMS sobre medidas no arancelarias, que había reducido a la mitad el número de controversias. El presupuesto anual del Reino Unido de Ayuda para el Comercio era de alrededor de 1.500 millones de dólares EE.UU., de los que 260 millones estaban expresamente destinados a la facilitación del comercio. El orador dijo que también acababa de autorizar la asignación de otros 23 millones de dólares EE.UU. para ayudar a los países a aplicar el AFC. La importancia del Acuerdo radicaba en los enormes beneficios que traería aparejados, que se estimaba que ascenderían para toda la economía mundial a alrededor de 100.000 millones de dólares EE.UU., de los cuales 10.000 millones beneficiarían a África en particular. En síntesis, el AFC tendría gran importancia para los países en desarrollo. Como conclusión, el orador dijo que se trataba de una cuestión básica que requería la ratificación urgente del Acuerdo a fin de reducir los costos del comercio y aliviar la pobreza.

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Marcus Cornaro, Director General Adjunto, Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo, Comisión Europea (UE), dijo que la facilitación del comercio tenía suma importancia para la UE. En Europa, la facilitación del comercio resultante del mercado único había añadido entre un 5% y un 8% a la riqueza agregada de los países miembros. Sumándose a lo dicho por el Sr. Swayne, el orador opinó que lo que había permitido a la UE progresar era una serie acumulativa de medidas en menor escala. Señaló que la asistencia de la UE incluía tanto programas como equipo informático. Un proyecto digno de mención en África Oriental era la labor realizada por el equipo de la UE en el corredor septentrional, en el que la financiación disponible de la UE y otros donantes se había combinado con préstamos en condiciones favorables. Se había construido una red de carreteras que unía a Burundi, la República Democrática del Congo, Rwanda, Uganda y Sudán del Sur con el puerto marítimo de Mombasa, en Kenya, con lo que se habían obtenido considerables beneficios. Estas obras habían tenido que complementarse con programas informáticos; de ahí el impulso a la continuación de los esfuerzos por aplicar el AFC. El proyecto principal era de carácter regional; por consiguiente, la UE había duplicado los fondos disponibles para la cooperación a ese nivel, centrando su atención en el adelanto de la labor de integración económica regional por medio de acuerdos comerciales mejorados. El orador instó a que se ratificara el AFC y recordó que una vez que la UE y sus 28 Estados miembros lo ratificaran, se habría obtenido el 25% del total de votos necesarios para la entrada en vigor del Acuerdo. Destacó la flexibilidad prevista en el AFC para que los países en desarrollo determinaran sus prioridades en materia de asistencia y el ritmo de aplicación de diversas medidas. Esto, a su vez, ayudaría a la UE, uno de los donantes con compromisos multianuales a más largo plazo, a priorizar el apoyo que prestaba. El orador subrayó que el AFC podría dar impulso a la agenda para aumentar la eficacia de la ayuda, que la UE se había comprometido a apoyar.

Paul Steele, Primer Vicepresidente, Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), señaló que el 90% del tiempo de transporte de la carga aérea transcurría en tierra, a la espera de su procesamiento. La carga aérea representaba en volumen el 0,5% del comercio mundial, pero alrededor del 35% en valor. Tenía, pues, gran importancia, y el tiempo de transporte era un factor crucial. El orador se refirió al comercio de flores cortadas y al breve vídeo exhibido al comienzo de la sesión, y dijo que, según estimaciones del Consejo del Comercio de Flores de Kenya, de ese comercio dependían directamente 90.000 puestos de trabajo y los medios de subsistencia de un total aproximado de 500.000 personas en Kenya; el sector representaba el 1,6% de la economía y reportaba alrededor de 1.000 millones de dólares EE.UU. en divisas. En el vídeo se mostraban las dificultades que experimentaba el transporte de carga aérea, como la falta de coordinación entre distintos organismos, la falta de soluciones inteligentes en frontera, como el sistema de ventanilla única, la falta de procedimientos automatizados y de fletes y cartas de porte aéreo electrónicas, etc. Además, no era posible cumplir las formalidades aduaneras antes del aterrizaje para acelerar el despacho; muchas autoridades no utilizaban métodos basados en la evaluación del riesgo y tendían a manipular toda la carga de la misma forma y seguir los mismos (y dilatados) procedimientos, debido a que en ciertas zonas se planteaban más problemas de seguridad que obligaban a controlar todos los envíos. Todos estos factores demoraban la carga aérea hasta el punto de que el 90% del tiempo de viaje transcurría en tierra.

En este contexto, el AFC brindaba una oportunidad excepcional para facilitar el movimiento de la carga por todos los modos de transporte, y las empresas de transporte aéreo de carga estaban interesadas en todas las disposiciones que facilitaran soluciones tales como el flete electrónico, procedimientos acelerados de despacho de aduana, métodos de gestión del riesgo, acuerdos de reconocimiento mutuo y medidas para evitar la duplicación. La carga aérea hacía una importante contribución a la economía mundial, en particular en el caso de los países en desarrollo; por ello la IATA se había ocupado de diseñar herramientas para la creación de capacidad basadas en las normas de la OMA, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), que eran muy apropiadas para facilitar la aplicación del Acuerdo. Cabía mencionar programas tales como los de flete electrónico y seguridad de la carga, cuyo fin era acelerar el transporte de carga aérea en condiciones seguras. La buena marcha de estos programas requería una estrecha colaboración entre todos los participantes y no solo la de los gobiernos. La IATA mantenía buenas relaciones de cooperación con la OMA, la CEPE, la Cámara de Comercio Internacional (ICC) y la OACI para ofrecer soluciones concretas a largo plazo. También se cooperaba con los Estados para facilitar la ratificación de acuerdos como el Convenio de Montreal de 1999, que facilitaría la introducción de cartas de porte aéreo electrónicas y la ratificación del AFC.

Alioune Sarr, Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal, subrayó que el Senegal había sido el primer PMA en notificar a la OMC sus compromisos de la categoría A y que la aplicación del AFC era muy importante para África Occidental. La armonización de los regímenes aduaneros se estaba convirtiendo en realidad

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gracias al apoyo de la UEMAO4: actualmente los países de la región utilizaban los mismos programas informáticos para sus servicios de aduanas. El orador opinó que la región podía llegar a ocupar una posición ventajosa como resultado de la aplicación del AFC. En la actualidad, el sector de servicios representaba el 0,6% de las exportaciones de África. Los progresos en ese sector se repetirían en otros, lo cual mejoraría el comercio interafricano. El AFC permitiría intensificar el comercio entre los países africanos, por cuanto la decisión de introducir reformas comerciales atraería inversiones del sector privado. La gobernanza era también importante, y el logro de un acuerdo en la Décima Conferencia Ministerial, que se celebraría en diciembre, sería un importante paso adelante.

Thomas Silberhorn, Secretario Parlamentario de Estado, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania, informó sobre el apoyo que prestaba Alemania al régimen de liberalización del comercio de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO). Alemania había prestado asesoramiento a los países asociados sobre las reformas jurídicas que era preciso introducir en la administración de aduanas y sobre la forma de cumplir las normas de calidad exigidas para acceder a los mercados. La facilitación del comercio tenía repercusiones importantes en la inversión y por lo tanto era un factor del que dependía la competitividad en toda la gama de actividades de cooperación económica. Este proyecto tenía por objetivo incorporar los niveles regional y nacional en este proceso de integración (la labor "cotidiana" de la UE) para aplicar normas comunes en las economías nacionales. Alemania, el principal donante de la UE en el marco de la iniciativa de Ayuda para el Comercio, había aportado en 2013 3.400 millones de dólares EE.UU. en concepto de ayuda y facilitación del comercio, y en el año en curso la cifra aumentaría a 5.000 millones de dólares. El proyecto mostraba la necesidad de adoptar un enfoque holístico del sistema de comercio teniendo en cuenta todos los componentes de las cadenas de valor, y de articular nuevas perspectivas para los países en desarrollo en el marco de la integración regional a fin de crear nuevas cadenas regionales que pudieran complementarse mutuamente y actuar como catalizadores de la integración de esos países. Dadas las dificultades y obstáculos que entorpecían el comercio con los países en desarrollo, las empresas no estaban muy informadas acerca de las oportunidades económicas que existían en regiones y continentes enteros. Por ejemplo, había 370.000 empresas alemanas que operaban en el plano internacional, y de ellas solo 1.000 tenían actividades en África. Esto ponía de manifiesto el enorme potencial existente para dar a conocer las posibilidades ofrecidas en mercados mejor integrados. En su opinión, la aplicación del AFC contribuiría a aprovechar ese potencial.

4 Unión Económica y Monetaria de África Occidental.

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3ª sesión: Aplicación efectiva de las medidas sanitarias y fitosanitarias para facilitar el comercio seguro

Moderador: Keith Rockwell, Director, División de Información y Relaciones Exteriores, Organización Mundial del Comercio

Mesa redonda: Martha Byanyima, Experta en MSF,

Mercado Común para África Oriental y Meridional

Oscar Camacho Inostroza , Director General Adjunto, Servicio Agrícola y Ganadero de Chile

Chusak Chuenprayoth , Presidente, Kamphaeng-Saen Commercial Co. Ltd, Tailandia

Monique Eloit , Directora General Adjunta y Directora General electa, Organización Mundial de Sanidad Animal

Anabel González , Directora Superior, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

José Graziano da Silva , Director General, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

Mike Robach , Vicepresidente, Programas de Inocuidad y Calidad Alimentaria y Legislación, Cargill

Las autoridades fronterizas encargadas de aplicar las prescripciones relativas a las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) y diversos organismos internacionales de normalización han expresado su preocupación por la posibilidad de que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC merme su capacidad para proteger la salud de las personas y los animales y preservar las plantas de los riesgos derivados de plagas y enfermedades relacionadas con la importación de productos alimenticios y vegetales.

Las investigaciones iniciadas recientemente por el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio indican que los países pueden progresar en la reducción de los costos de las transacciones comerciales relacionados con las MSF y al mismo tiempo fortalecer o reforzar la protección de la salud de las personas y de los animales y la preservación de las plantas si se aplican debidamente el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC y las medidas establecidas en el AFC.

La finalidad de esta sesión plenaria era debatir la cuestión de cómo podía combinarse la facilitación del comercio con controles sanitarios y fitosanitarios sólidos y basados en criterios científicos y en una evaluación de los riesgos. Se examinaron casos de aplicación y la función que podía desempeñar la Ayuda para el Comercio con miras al logro de esos dos objetivos.

La sesión comenzó con la exhibición de un vídeo distribuido recientemente5 por el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (STDF), que mostraba ejemplos de buenas prácticas de vigilancia de la inocuidad de los alimentos y las medidas zoosanitarias y fitosanitarias para facilitar el comercio seguro a través de las fronteras. En el vídeo se describían las medidas adoptadas por Chile, el Perú y Colombia para acelerar el flujo transfronterizo de mercancías y, a la vez, impedir la propagación de plagas o enfermedades de los animales y las plantas y asegurar la inocuidad de los alimentos para los consumidores.

José Graziano da Silva, Director General, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló el papel fundamental que podía desempeñar el comercio internacional en el desarrollo del sector agrícola y el mejoramiento de la inocuidad de los alimentos y la nutrición, procesos que iban a la par de la adopción de medidas para asegurar la inocuidad de los productos alimenticios de las agroindustrias. Destacó la importancia de las normas internacionales basadas en datos científicos para facilitar el comercio seguro, así como de la coordinación entre los diversos organismos sanitarios y fitosanitarios y los encargados del comercio para asegurar la aplicación eficaz de medidas en ese ámbito y agilizar el movimiento de mercancías. En su opinión, varias de las disposiciones del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio podían considerarse "medidas sanitarias y fitosanitarias reforzadas", ya que las obligaciones allí estipuladas iban más lejos que el Acuerdo MSF. La FAO consideraba que tenía una función clave que cumplir en apoyo de la aplicación del AFC.Monique Eloit, Directora General Adjunta y Directora General electa, Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), dijo que la comunicación efectiva entre los organismos internacionales y las instituciones nacionales podía ayudar en gran medida a los países en desarrollo a garantizar la inocuidad de sus productos. Destacó, en particular, la importancia de

5 El vídeo puede verse en: https://youtu.be/Eww1MsewAOk.

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reforzar la capacidad de los servicios de veterinaria y señaló a la atención de los participantes la herramienta de la OIE para evaluar el desempeño de esos servicios (Herramienta PVS), que permitía a los países fijar prioridades para la creación de capacidad y poner en marcha iniciativas estratégicas. Instó a intensificar la cooperación interinstitucional para evitar la multiplicación de medidas y procedimientos de inspección engorrosos. La adopción de métodos basados en la evaluación del riesgo y la utilización de medios de comunicación modernos, como bases de datos y procedimientos de certificación electrónica, permitirían que el comercio de mercancías se realizara en condiciones seguras.

Anabel González, Directora Superior, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial, dijo que la facilitación del comercio de productos alimenticios en condiciones seguras era esencial para la seguridad alimentaria mundial e importante para la reducción de la pobreza. El sector rural necesitaba en todo el mundo asistencia técnica para cumplir las normas sanitarias y fitosanitarias internacionales y aumentar el comercio de productos agropecuarios. También era importante mejorar de manera constante el diseño de los sistemas MSF nacionales y reducir el costo del cumplimiento de esas normas. La oradora dijo que la facilitación del comercio tenía el potencial no solo de reforzar los sistemas MSF sino también de racionalizarlos, y recordó que la inocuidad de los alimentos y la eficiencia no se excluían mutuamente sino que eran objetivos que se apoyaban entre sí.

Martha Byanyima, Experta en MSF, Mercado Común del África Oriental y Meridional, se refirió a las iniciativas regionales para reducir los costos de las transacciones relacionados con las MSF y brindar a la vez una protección adecuada de la salud. Los países africanos debían colaborar entre sí para mejorar los controles y los servicios de inspección en este ámbito y aumentar su participación en los órganos de normalización. La oradora destacó la importancia de examinar la forma en que se aplicaban las normas sanitarias y fitosanitarias, así como la necesidad de contar con sistemas sanitarios y fitosanitarios eficaces y eficientes. A este respecto, dijo que era esencial la correcta aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en una evaluación de los riesgos, que no fueran restrictivas y que se acompañaran de procedimientos administrativos simplificados.

Oscar Camacho Inostroza, Director General Adjunto, Servicio Agrícola y Ganadero de Chile, describió las experiencias de Chile y América Latina en lo que se refería a la reducción de los costos en la esfera sanitaria y fitosanitaria, la agilización del tránsito de las mercancías y el reforzamiento de los controles en frontera. Una esfera en que era necesario continuar la labor era el mejoramiento de las medidas de control antes de cruzar la frontera y la evaluación previa del riesgo. El orador destacó la importancia de la certificación electrónica y a este respecto citó el ejemplo de la asociación de Chile con China.

Chusak Chuenprayoth, Presidente, Kamphaeng-Saen Commercial Co. Ltd, Tailandia, dijo que era necesario contar con sistemas MSF eficaces y viables y que las medidas que se adoptaran se basaran en una evaluación de los riesgos y el reconocimiento mutuo, a fin de evitar duplicaciones. Una cuestión importante para el sector privado era la aplicación de métodos que redujeran el tiempo de espera y racionalizaran los procedimientos demasiado complejos. Los sectores público y privado debían establecer una relación de trabajo y cooperar entre sí para beneficiar colectivamente a los consumidores en todo el mundo. El orador señaló también que las normas privadas eran un elemento importante en el comercio internacional y que el sector público no debía ignorarlas.

Mike Robach, Vicepresidente, Programas de Inocuidad y Calidad Alimentaria y Legislación, Cargill, proporcionó información sobre la Iniciativa Mundial de Inocuidad de los Alimentos (GFSI), un mecanismo de colaboración en el que participaban expertos en inocuidad de los alimentos de los sectores minorista, manufacturero y de servicios de alimentación. En concreto, a través del Programa de Mercados Mundiales del GFSI se prestaba ayuda a las empresas pequeñas y/o menos avanzadas para desarrollar su capacidad de asegurar la inocuidad de los alimentos. El orador señaló que había oportunidades de establecer sistemas de inspección previa a la expedición para evitar que las mercancías fueran rechazadas por motivos no justificados científicamente. Señaló que si bien el sector privado había apoyado el Acuerdo MSF y las normas internacionales, se requerían muchos más esfuerzos y cooperación por parte de los gobiernos nacionales, y esto constituía el mayor desafío.

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4ª sesión: Reducir los costos del comercio en Centroamérica mediante la facilitación del comercio

Esta sesión plenaria fue organizada conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Secretaría de Integración Económica Centroamericana.

Orador principal: Carmen Gisela Vergara, Secretaria General, Secretaría de Integración Económica Centroamericana

Mesa redonda: Elena María de Alfaro, Miembro de la

Cámara de Comercio e Industria y Presidenta de la Fundación Empresarial para la Acción Social, El Salvador

Antoni Estevadeordal , Gerente, Sector de Integración y Comercio, Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Jhon Fonseca, Viceministro, Ministerio de Comercio Exterior, Costa Rica

Alejandro Gamboa Castilla , Director General, Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, Colombia

En esta sesión, dedicada específicamente a una región, se abordó la contribución que podía aportar la facilitación del comercio a la integración regional en Centroamérica, y se examinó cómo se ajusta al programa comercial y económico de la región, las políticas y medidas encaminadas a abaratar los costos del comercio, las necesidades del sector privado y el apoyo de las partes interesadas al proceso de integración.

Se consideraron las siguientes cuestiones clave: o ¿qué enseñanzas se pueden extraer de

las iniciativas en curso?o ¿qué papel desempeñan las asociaciones

entre los sectores público y privado? y o ¿qué papel desempeña la cooperación

bilateral y Sur-Sur para asegurar el éxito de las iniciativas de facilitación del comercio?

La sesión comenzó con un vídeo sobre la integración centroamericana y la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA).6

Carmen Gisela Vergara, Secretaria General, Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), dijo que el proceso de integración económica en Centroamérica había comenzado en 1960 y que el papel de la SIECA en ese proceso se había vuelto a definir en 1993 por medio del Protocolo de Guatemala. También se había establecido un Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO) a fin de prestar apoyo para fortalecer y ampliar la zona de libre comercio en Centroamérica. La oradora dijo que, tras la incorporación de Panamá en la SIECA, la región centroamericana ocupaba en la actualidad el séptimo lugar entre las principales economías del continente americano. La integración centroamericana estaba basada en una unión aduanera. La oradora dio ejemplos de los cambios ocurridos desde 1960: los Estados miembros de la SIECA eran actualmente seis, y la República Dominicana y Belice también habían expresado interés en sumarse; el 94% de los aranceles que se aplicaban en Centroamérica estaban armonizados, y la región había incrementado su comercio interno de 30 millones de dólares EE.UU. a más de 8.000 millones en 2014. El comercio interregional había aumentado incluso durante la crisis financiera y la región había mantenido una tasa de crecimiento superior a la del resto de América Latina. La oradora señaló que en la actualidad más del 85% del comercio tenía lugar con países con los que la región centroamericana había concertado acuerdos de libre comercio y anunció que la semana anterior la región había iniciado las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur.

Otro motivo por el que la región centroamericana atraía inversiones extranjeras directas era que ofrecía un mercado de 45 millones de consumidores en lugar de mercados aislados de apenas 7 millones de personas en promedio. En los últimos 50 años se había ejecutado una serie de proyectos de gran envergadura encaminados a mejorar los recursos humanos, el principal recurso de la región, y promover el desarrollo de las pymes, la conectividad electrónica, la seguridad y la facilitación del comercio. El COMIECO reconocía que la integración económica era una alternativa viable para el desarrollo y mejoraría la competitividad de cada país; colaboraba con las instituciones asociadas de la SIECA, con donantes y con el sector privado para alcanzar en forma concertada los objetivos de integración de la región. En la práctica se trataba de simplificar los procesos para facilitar el comercio, incluidos los procedimientos de aduana, migración y seguridad en el marco de nuevas iniciativas del COMIECO. También se reconocía que la región centroamericana debía ser competitiva, productiva e incluyente. Por esa razón, la SIECA colaboraba estrechamente con las organizaciones internacionales y los donantes, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo España-SICA, el Grupo del Banco Mundial, las Naciones Unidas, el Taipei Chino y la UE, sin los cuales no sería posible lograr progresos en este ámbito.

6 https://www.youtube.com/watch?v=EZZA1Qo1Qps&feature=youtu.be&a.

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Jhon Fonseca, Viceministro, Ministerio de Comercio Exterior, Costa Rica, señaló que los países centroamericanos tropezaban con dificultades para lograr economías de escala debido al tamaño de sus mercados, que era el motivo por el que la integración regional era un camino viable hacia el desarrollo. El orador dijo que esos países estaban dedicados a crear una plataforma común de comercio exterior que les permitiera acceder a los mercados de exportación. Un elemento de importancia primordial de esa plataforma era la reducción de los costos del comercio, ya que para los países de la región los costos logísticos representaban alrededor del 40% de los costos totales, en tanto que en los países desarrollados la proporción no pasaba del 8%. Las medidas de facilitación del comercio equivaldrían a una reducción de los aranceles del 24%. Los costos del comercio también eran un motivo de preocupación para el sector privado, que había determinado que la facilitación del comercio era la política pública que tendría mayor efecto en el desarrollo. Centroamérica aspiraba a adoptar las mejores prácticas existentes para reducir esos costos, lo cual, a su vez, aumentaría la productividad y la competitividad, incrementaría las corrientes comerciales, el empleo y el bienestar y reduciría la pobreza.

En nombre del sector privado de la región, Elena María de Alfaro, miembro de la Cámara de Comercio e Industria y Presidenta de la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS), El Salvador, dijo que para ser competitivas y aprovechar las nuevas oportunidades comerciales, las empresas centroamericanas necesitaban medidas de facilitación del comercio. También era importante reducir los costos del comercio y estimular el crecimiento económico, atraer inversiones extranjeras, generar más empleos en la región y reducir la violencia. Las consultas que celebraban las instituciones regionales encargadas de la adopción de decisiones con las confederaciones industriales del sector privado para determinar cuáles eran los principales obstáculos que entorpecían el comercio representaban un importante paso adelante en el proceso de integración regional. Esto había permitido al sector privado que sus puntos de vista se tuvieran en cuenta en la hoja de ruta regional para el comercio exterior.

Alejandro Gamboa Castilla, Director General, Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, Colombia, dijo que las iniciativas de desarrollo de Colombia tenían dos objetivos principales, a saber, la internacionalización de la economía y la transformación productiva. Para ello se requería financiación de las entidades asociadas en el desarrollo. Por ese motivo, Colombia había incluido capítulos relativos a la creación de capacidad comercial en los acuerdos comerciales regionales (ACR) suscritos con países desarrollados y deseaba hacer lo propio en sus ACR con países en desarrollo. Una tercera parte de las inversiones extranjeras directas de Colombia en el exterior estaban destinadas a Centroamérica, lo cual había contribuido a aumentar las corrientes comerciales. Colombia también consideraba que el Banco Interamericano de Desarrollo era una autoridad imparcial que podría generar un consenso sobre las mejores prácticas para la cooperación regional.7

Antoni Estevadeordal, Gerente, Sector de Integración y Comercio, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que el Banco invertía en proyectos regionales tanto de infraestructura física como de formulación de políticas de reglamentación encaminados a promover la integración económica, habiendo fijado el objetivo de que al menos el 15% de la financiación del Banco se destinaría a proyectos de integración regional. El Banco también era consciente de que los proyectos nacionales de creación de capacidad solo tendrían resultados satisfactorios si se ejecutaban a la par de intervenciones regionales. Asimismo, era importante promover el diálogo entre los sectores público y privado. El orador dijo que el BID había elegido la región centroamericana para ejecutar algunos proyectos piloto sobre facilitación del comercio, desarrollo de la capacidad productiva e infraestructura económica y que algunos de ellos, como el proyecto TIM (Tránsito Internacional de Mercancías), habían tenido éxito y se estaban ejecutando actualmente en otras regiones. Tras la declaración del Sr. Estevadeordal se exhibió un vídeo en el que se destacaba la contribución de ese proyecto a la reducción de los costos del comercio en los países centroamericanos.8 El proyecto TIM, que en la actualidad gestionaba la SIECA, se ejecutaba en Colombia y el Ecuador.5ª sesión: Función de la facilitación del comercio para promover el programa de integración regional de África

Esta sesión plenaria fue organizada conjuntamente con la Unión Africana, el Banco Africano de Desarrollo y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas.

7 La información sobre la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC) de Colombia puede consultarse en: https://youtu.be/VHFWx20tFPQ.

8 El vídeo puede verse en: https://www.youtube.com/watch?v=7oxpjtw0IaQ&feature=youtu.be.

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Moderadora: Natasha Walker, Consultora en Comunicaciones Internacionales

Mesa redonda: Fatima H. Acyl , Comisionada de

Comercio e Industria, Unión Africana (UA)

Alassane Diop, Director General, Dubai Ports World Dakar, Senegal

Abdalla Hamdok , Economista Jefe y Secretario Ejecutivo Adjunto, Comisión Económica para África de las Naciones Unidas (CEPA)

Ahmed Hamid , Comisionado, Departamento de Comercio, Aduanas, Industria y Libre Circulación, Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO)

Hiroshi Kato, Vicepresidente, Organismo Japonés de Cooperación Internacional

Moono Mupotola, Jefa de División, División de Integración y Comercio Regionales, Banco Africano de Desarrollo (BAfD)

Alioune Sarr , Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal

Thomas Silberhorn , Secretario Parlamentario de Estado, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania

Hope K. Situmbeko, Coordinadora de la Ayuda para el Comercio, Mercado Común para el África Oriental y Meridional

Hanna S. Tetteh, Ministra de Relaciones Exteriores e Integración Regional, Ghana

En esta sesión plenaria, dedicada específicamente a una región, se examinó la contribución de la facilitación del comercio a la integración regional de África, en particular en el contexto del establecimiento de la Zona Continental de Libre Comercio (ZCLC).

La facilitación del comercio puede contribuir a promover una integración regional efectiva en África, lo que permitirá aprovechar los beneficios en términos de comercio y desarrollo que augura la creación de esta Zona. Este aspecto es especialmente importante para los países sin litoral, que pueden beneficiarse en gran medida de la reducción de los costos relacionados con el comercio, como se reconoce expresamente en el Programa de Acción de Viena.

Sainabou Taal, Analista de Políticas Comerciales, Organización Mundial del Comercio (OMC), inició la sesión esbozando las principales conclusiones de un informe de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África titulado "Reducing Trade Costs to Support Africa's Transformation: the Role of Aid for Trade" (Reducción de los costos del comercio para apoyar la transformación de África: la función de la Ayuda para el Comercio).9 En el informe se constataba que los costos del comercio estaban disminuyendo en algunas regiones pero seguían siendo persistentemente elevados en otras, en particular en el comercio interafricano. En términos generales, el estudio de vigilancia y evaluación de la OCDE/OMC de 2015 confirmaba que las reformas dirigidas a la facilitación del comercio se consideraban intervenciones prometedoras que reducirían los costos relacionados con la actividad comercial. Varios ejemplos de entre los casos presentados en relación con ese estudio indicaban que los proyectos de facilitación del comercio debidamente planificados podían tener una excelente relación costo-calidad. El informe confirmaba que el continente estaba haciendo progresos en su agenda de integración. Por ejemplo, el Acuerdo Tripartito Conjunto de Libre Comercio del Mercado Común para África Oriental y Meridional (COMESA), la Comunidad de África Occidental (CAO) y la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo (SADC) estaba avanzando, y habían comenzado las negociaciones con objeto de establecer una Zona Continental de Libre Comercio. El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC podía fijar nuevas metas para esas iniciativas y darles impulso para seguir adelante. Además, la movilización de inversiones extranjeras directas tanto del propio continente como de otras procedencias para salvar la brecha en materia de financiación de servicios de infraestructura era una posibilidad interesante. La Ayuda para el Comercio se adaptaba a estas nuevas realidades y también aportaba una contribución importante en otras esferas.

9 https://www.wto.org/english/tratop_e/devel_e/a4t_e/global_review15prog_e/uneca_final.pdf.

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Thomas Silberhorn, Secretario Parlamentario de Estado, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania, subrayó que, como donante, Alemania podía contribuir al aumento de la transparencia y la previsibilidad de la Ayuda para el Comercio mediante la adopción de las directrices sobre la eficacia de la ayuda, y destacó que la coordinación entre los donantes era un factor clave. También puso de relieve la importancia de la participación del sector privado, en particular las pequeñas y medianas empresas (pymes). Para promover el espíritu de empresa, las intervenciones de facilitación del comercio también debían centrarse en la creación de instituciones sólidas y de un entorno favorable.

Fatima H. Acyl, Comisionada de Comercio e Industria, Unión Africana (UA), señaló que las corrientes de Ayuda para el Comercio destinadas a África habían aumentado en el último decenio; aproximadamente el 53% de esa ayuda se había asignado a servicios de infraestructura y el 44% al desarrollo de la capacidad productiva. No obstante, la oradora instó a que se prestara más Ayuda para el Comercio para el desarrollo industrial. También destacó la cuestión de la inestabilidad de los compromisos y los desembolsos destinados a África y destacó la necesidad de que tanto unos como otros fueran más previsibles. Habida cuenta de que la integración regional era la meta principal de la UA, la oradora elogió las medidas positivas adoptadas por los países africanos para comenzar las negociaciones tendientes a establecer una Zona Continental de Libre Comercio (ZCLC) a fin de estimular el comercio interafricano. Recomendó que en el futuro la Ayuda para el Comercio prestada a África se asignara en particular a la facilitación del comercio, el desarrollo de la infraestructura y la industrialización. También puso de relieve el importante papel de la mujer y de las pymes. Anunció que la UA y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África se reunirían este año con todos los bancos centrales africanos para tratar la cuestión del acceso a la financiación.

Hanna S. Tetteh, Ministra de Relaciones Exteriores e Integración Regional, Ghana, dijo que la facilitación del comercio y la Zona Continental de Libre Comercio (ZCLC) tenían como objetivo fundamental la creación de cadenas regionales de valor y suministro. Opinó que, hasta la fecha, la mayoría de las iniciativas se habían centrado en los principales puntos de entrada (puertos marítimos y aeropuertos). Recomendó que, para maximizar su efecto, las intervenciones se orientaran hacia los centros comerciales donde operaban pymes, es decir, las fronteras terrestres, lo cual facilitaría el comercio de tránsito y las cadenas regionales de suministro. También opinó que la infraestructura no física debía ir acompañada de infraestructura física a lo largo de toda la cadena de suministro. El acceso a la financiación, la eliminación de los obstáculos no arancelarios y la creación de servicios de infraestructura transfronterizos eran elementos importantes para promover la participación de la mujer y las pymes. La introducción de una tarjeta biométrica de identidad en África Occidental, que comenzaría a utilizarse antes del fin de 2016, debería aumentar de manera significativa la movilidad. La Ministra concluyó sus observaciones diciendo que la aplicación del Arancel Externo Común de África Occidental y la armonización de los procedimientos aduaneros eran medidas positivas en la región de la CEDEAO.

Ahmed Hamid, Comisionado, Departamento de Comercio, Aduanas, Industria y Libre Circulación, Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), dijo que en los últimos cinco años se habían logado considerables progresos en África Occidental en la esfera de la facilitación del comercio, en particular en lo que se refería a la libre circulación de las personas físicas. No obstante, los países sin litoral enfrentaban dificultades en relación con el transporte y el almacenamiento de mercancías y la energía. El orador lamentó que el acceso al crédito para el desarrollo industrial y de la infraestructura fuera limitado y su costo, elevado, e instó a que se mejorara la calidad de la educación y la capacitación. El Comisionado señaló que, para la CEDEAO, las prioridades regionales eran el corredor Lagos-Abidján y el ferrocarril que unía Niamey con Cotonú, así como el mejoramiento del sistema bancario. Los gobiernos tenían una función que desempeñar en ese ámbito, y la Ayuda para el Comercio debía centrarse en proyectos cuyos resultados tuvieran efectos más positivos (la construcción de caminos y ferrocarriles y, sobre todo, la educación). Por último, la educación debía tener un amplio alcance, en el sentido de que debería incluir la formación profesional además de la enseñanza universitaria.

Hope K. Situmbeko, Coordinadora de la Ayuda para el Comercio, Mercado Común para África Oriental y Meridional (COMESA), dijo que era evidente que la facilitación del comercio era necesaria y que había acuerdo general al respecto. En cuanto a sus efectos, la oradora destacó algunas de las principales esferas en que el COMESA adoptaba medidas para reducir los costos del comercio, incluso mediante programas de ayuda para el ajuste y regímenes comerciales simplificados para facilitar la actividad comercial de las pymes. Esos proyectos habían conducido a un aumento del comercio transfronterizo, sobre todo en los países sin litoral. La activación de la Zona Tripartita de Libre Comercio COMESA-CAO-SADC también generaría nuevas reducciones de

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los costos. La oradora dijo que el COMESA prestaba apoyo para el ajuste a sus miembros a fin de que pudieran elaborar programas para resolver los problemas que experimentaban al tratar de aprovechar las oportunidades de integración regional, en particular las que ofrecía el Acuerdo Tripartito.

Abdalla Hamdok, Economista Jefe y Secretario Ejecutivo Adjunto, Comisión Económica para África de las Naciones Unidas (CEPA), recordó que los costos del comercio seguían siendo un factor determinante clave de la competitividad, debido a la importancia de las medidas no arancelarias y las modalidades de subcontratación de las empresas multinacionales. Señaló que el aumento de los costos de la mano de obra en las economías emergentes daba a África la oportunidad de ser la "nueva frontera" en las cadenas mundiales de valor. A este respecto, África tendría que centrarse en la creación de sólidas instituciones y servicios de infraestructura regionales y en el desarrollo de sus recursos humanos. El orador observó también que se había dado un gran impulso a la integración regional y que los países africanos debían asegurarse de que aplicarían el Acuerdo Tripartito antes del fin de 2017. Por último, anunció que se estaba elaborando un índice de integración regional para el seguimiento de la aplicación de los tratados a nivel continental y subregional.

Moono Mupotola, Jefa, División de Integración y Comercio Regionales, Banco Africano de Desarrollo (BAfD), dijo que África contaba con reservas de aproximadamente 600.000 millones de dólares EE.UU., de los que un 50% podría utilizarse para financiar íntegramente proyectos de infraestructura que permitieran subsanar las deficiencias existentes. Opinó que la incapacidad de aprovechar estos recursos se debía a la falta de proyectos financiables, instó a que se reforzara la creación de capacidad para la preparación de proyectos y mencionó como ejemplo a ese respecto el Fondo Africano para el Comercio. En cuanto a los efectos de esas actividades, se refirió a las cadenas de valor creadas en Rwanda y Zambia para la producción de miel, en las que se había ayudado a las pymes a acceder a los mercados formales y se les había prestado el apoyo necesario.

Hiroshi Kato, Vicepresidente, Organismo Japonés de Cooperación Internacional, opinó que la expresión "previsibilidad de la ayuda" ya no era pertinente y que en realidad era más necesaria la previsibilidad en materia de políticas, programas y proyectos. Dijo que el Programa para el Desarrollo de la Infraestructura en África (PIDA) era un ejemplo de buenas prácticas para asegurar la previsibilidad y recomendó que se adoptaran planes maestros análogos a nivel de las comunidades económicas regionales. En su opinión, esos planes regionales no solo fomentarían la confianza de los inversores sino que también ofrecerían un enfoque integrado del desarrollo de la infraestructura en los distintos países. El desarrollo de la infraestructura, los recursos humanos y el sector privado era fundamental para estimular el crecimiento, y dijo que celebraría que las políticas del desarrollo del Japón siguieran promoviendo estos tres elementos fundamentales.

Alassane Diop, Director General, Dubai Ports World Dakar, Senegal, instó a promover la participación del sector privado en los programas de fomento del comercio y dijo que era importante determinar si las inversiones en la reducción de los costos del comercio habían tenido algún efecto en los usuarios finales. En su opinión, un camión que tenía que esperar 92 horas en la frontera perdía productividad; la facilitación del comercio a través de una asociación público-privada en el puerto de Dakar había permitido reducir el tiempo de espera y acelerado el movimiento de la carga. El orador destacó la importancia de que el sector privado ejerciera presión sobre los gobiernos para que eliminaran obstáculos innecesarios. Cabría mencionar como impedimento para el comercio los obstáculos existentes en el corredor de Malí. Persuadir a las partes interesadas de que el desarrollo del corredor tendría una repercusión positiva para todos era una tarea importante, aunque difícil.

Alioune Sarr, Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal, expresó la esperanza de que la facilitación del comercio no se considerara una tendencia transitoria y el tema siguiera siendo parte del diálogo sobre el comercio y el desarrollo. Propuso otras esferas de intervención, incluido el apoyo a las pymes (que representaban el 90% del empleo en África), la creación de un entorno empresarial favorable y el establecimiento de marcos de reglamentación, así como la necesidad de promover el comercio interafricano. También era preciso centrar la atención en el comercio de servicios, que aportaba más del 50% del producto interno bruto de la mayoría de los países. El orador señaló que el Senegal invertiría 1.000 millones de dólares EE.UU. en el mejoramiento de los ferrocarriles, 1.000 millones de dólares en la construcción de una carretera de 113 km para unir las principales ciudades del país y 120 millones de dólares en la construcción de una universidad y en proyectos para mejorar la seguridad alimentaria, por ejemplo mediante el fomento de la horticultura (cultivo de arroz y diversas hortalizas). Recomendó que la CEDEAO continuara ejecutando proyectos de

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facilitación del comercio, en particular para la circulación de las personas físicas. En su opinión, la facilitación del comercio solo surtiría el efecto deseado si las personas de negocios podían viajar con facilidad.

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6ª sesión: Reducir los costos del comercio en Asia y el Pacífico

Esta sesión plenaria se organizó conjuntamente con el Banco Asiático de Desarrollo.

Moderadora: Shamshad Akhtar, Secretaria Ejecutiva, Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico

Presentación del informe conjunto: Alisa DiCaprio, Especialista en cooperación regional, Departamento de Investigación Económica y Cooperación Regional, Banco Asiático de Desarrollo

Oradores principales: Tekreth Kamrang, Secretaria de Estado,

Ministerio de Comercio, Camboya Naindra Prasad Upadhaya , Secretario

Permanente, Departamento de Comercio y Gestión de la Oferta, Nepal

Marokon Alilee, Director General, Ministerio de Turismo, Comercio y Negocios Autóctonos de Vanuatu, Vanuatu

Temate Melitiana, Secretario Permanente, Ministerio de Asuntos Exteriores, Comercio, Turismo, Medio Ambiente y Trabajo, Tuvalu

Barrett Salato, Oficial Superior de Comercio, Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, Islas Salomón

Mesa redonda: John Adank , Embajador, Representante

Permanente ante la OMC, Nueva Zelandia Merewalesi Falemaka, Embajadora,

Representante Permanente del Foro de las Islas del Pacífico ante la OMC

Esta sesión plenaria dedicada específicamente a una región se centró en la forma en que los países de Asia y el Pacífico hacen frente a los costos del comercio en un entorno comercial internacional cambiante. En ella se hizo hincapié en los problemas específicos que afrontan los exportadores de la subregión del Pacífico debido a la distancia que los separa de los mercados.

En la sesión se hizo también una valoración prospectiva del potencial de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y de la economía digital para hacer frente a los costos del comercio y fomentar la integración.

Alisa DiCaprio, Especialista en cooperación regional, Departamento de Investigación Económica y Cooperación Regional, Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), presentó las principales conclusiones de un nuevo informe del BAsD titulado "La Ayuda para el Comercio en Asia y el Pacífico: perspectivas de los costos comerciales y la economía digital".10 El informe, financiado con asistencia del Programa de Ayudas de Australia, se centró en tres cuestiones: el comercio electrónico, la integración de la mujer en el comercio, y la región del Pacífico. La oradora explicó que, en los últimos años, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) habían cobrado más relevancia en el gasto en Ayuda para el Comercio. La mejora de las infraestructuras y el mayor uso de las TIC podrían atenuar el aislamiento geográfico de las islas del Pacífico. Las empresas dirigidas por mujeres podrían beneficiarse de la proliferación del comercio electrónico, debido también a que la participación de las pymes en el comercio era mucho mayor en el comercio electrónico que en el tradicional. Y, dado el pequeño tamaño de las empresas en las islas del Pacífico, la logística comercial debía adaptarse a los pequeños envíos.

Tekreth Kamrang, Secretaria de Estado, Ministerio de Comercio, Camboya, dijo que Camboya confiaba en que el comercio electrónico representase una oportunidad para reducir los costos del comercio y promover el crecimiento. En los últimos años, Camboya había mejorado su infraestructura de TIC y aumentado su utilización. Al principio, los consumidores camboyanos habían sido reacios a comprar en línea, pero el creciente uso de las TIC había contribuido a generar confianza en la actividad comercial en línea. En cuanto a la política, el Gobierno había preparado una ley sobre comercio electrónico que se adoptaría probablemente a finales de 2015.Naindra Prasad Upadhaya, Secretario Permanente, Departamento de Comercio y Gestión de la Oferta, Nepal, destacó las dificultades geográficas y los problemas estructurales a los que se enfrentaba Nepal y que lo situaban en el grupo de países con costos comerciales más

10 http://www.adb.org/publications/aid-trade-asia-and-pacific-thinking-forward-about-trade-costs-and-digital-economy.

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elevados. Tras el reciente terremoto, los costos del comercio habían aumentado hasta niveles sin precedentes y se había requerido asistencia para reconstruir las unidades de producción de las empresas y ayudarlas a recuperar su capacidad exportadora. También era apremiante la necesidad de ayuda para el desarrollo de infraestructuras. El orador observó que las ayudas deberían también tener como objetivo mejorar los conocimientos de las empresas locales, por ejemplo mediante capacitación técnica.

Marokon Alilee, Director General, Ministerio de Turismo, Comercio y Negocios Autóctonos de Vanuatu, señaló que Vanuatu reconocía la importancia de las TIC y su vinculación con el crecimiento económico sostenible, e hizo referencia a tres políticas -sobre TIC, ciberseguridad y acceso universal- que habían contribuido a mejorar la conectividad. La asociación de los sectores público y privado había permitido a Vanuatu conectarse a la banda ancha a través de cables submarinos. El aumento de la competencia en el sector de las telecomunicaciones había reducido los precios y mejorado el acceso de la población a las TIC. En cuanto a la Ayuda para el Comercio, el orador insistió en que las TIC desempeñarían una función esencial en diversas esferas, por ejemplo en lo relativo a la información sobre los mercados extranjeros o la enseñanza a distancia.

Barrett Salato, Oficial Superior de Comercio, Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, Islas Salomón, señaló que las Islas Salomón, con un territorio integrado por 900 islas, se enfrentaban a problemas específicos derivados de su propia dispersión interna y de la lejanía de los principales mercados. El Gobierno consideraba que las intervenciones de política destinadas a mejorar la infraestructura física y no física eran fundamentales para promover el comercio y el desarrollo. Sobre la base de su Estrategia Nacional de Desarrollo, las Islas Salomón habían adoptado un Plan Nacional de Transportes (2011), un Plan Nacional de Inversiones en Infraestructuras (2013) y un Marco de Política Comercial (2015). El orador expresó su agradecimiento a los donantes, y se refirió en particular al apoyo prestado por el Japón en el marco de la iniciativa de Ayuda para el Comercio para la construcción de un puerto y una carretera en Honiara, así como al recibido de Nueva Zelandia para la construcción de un segundo aeropuerto internacional y una carretera que conectara la capital con una población que contaba con una planta de envasado de atún, obras que, según observó, impulsarían el turismo y constituían una oportunidad para los exportadores de pescado.

Temate Melitiana, Secretario Permanente, Ministerio de Asuntos Exteriores, Comercio, Turismo, Medio Ambiente y Trabajo, Tuvalu, dijo que, si bien Tuvalu se había beneficiado del apoyo prestado para infraestructuras eléctricas y de transporte en el marco de la iniciativa de Ayuda para el Comercio, ese apoyo no bastaba para solucionar plenamente sus limitaciones infraestructurales. Tuvalu se enfrentaba a desafíos tales como el aislamiento geográfico y la falta de economías de escala. Por otra parte, Tuvalu aún no había determinado qué productos le permitirían participar ventajosamente en el comercio internacional. Recientemente, el Gobierno había finalizado un marco de política comercial, con ayuda del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Marco Integrado mejorado (MIM). El Marco de Política Comercial destacaba la agricultura especializada, el turismo, la movilidad laboral y la pesca como esferas en las que Tuvalu podía incorporarse con éxito a los mercados internacionales. Estaban en marcha varios proyectos relativos a infraestructuras económicas, y se requerían nuevas inversiones para mejorar la conectividad y reducir los costos del comercio de servicios de transporte aéreo, transporte marítimo, telecomunicaciones y banca con miras a facilitar el comercio electrónico.

John Adank, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Nueva Zelandia, destacó la gran extensión y la extraordinaria diversidad de la región de Asia y el Pacífico, que hacían inviable un enfoque único para todos. En los últimos años, Nueva Zelandia había reorientado su estrategia de Ayuda para el Comercio hacia el desarrollo sostenible. Para Nueva Zelandia, las TIC eran una prioridad de la Ayuda para el Comercio en el Pacífico, no solo en lo que respecta a la mejora de las infraestructuras, sino también con miras a un mayor uso de esas tecnologías en los servicios gubernamentales, la atención sanitaria, la asistencia en casos de desastre y la actividad del sector privado. Además, el acceso a Internet podría contribuir a promocionar las islas del Pacífico como "marca" de turismo y de productos. El orador destacó la importancia del turismo, la pesca y la agricultura para las islas del Pacífico. La creación de vínculos entre esos sectores -por ejemplo, mediante el suministro de productos alimenticios locales a los turistas- debería ser prioritaria. Además, en relación con la pesca, los países asociados deberían asegurar a los países insulares del Pacífico el aprovechamiento del valor total de sus recursos mediante la reducción de los obstáculos a la exportación y las subvenciones a la pesca.

Merewalesi Falemaka, Embajadora, Representante Permanente del Foro de las Islas del Pacífico ante la OMC, insistió en que las islas del Pacífico se enfrentaban a costos comerciales

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más elevados debido a su pequeño tamaño y su alejamiento geográfico. La Secretaría del Foro de las Islas del Pacífico, en colaboración con el Grupo del Banco Mundial, había organizado talleres para ayudar a los países insulares del Pacífico a preparar notificaciones y determinar sus necesidades de asistencia técnica. La aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio podía favorecer la integración regional de las islas del Pacífico. La oradora observó que, a pesar de las oportunidades que ofrecían las TIC y el comercio electrónico, por ejemplo en el sector de los servicios culturales, el comercio de mercancías seguía sujeto a elevados costos comerciales y limitaciones relacionadas con la oferta, tales como el cumplimiento de normas, por lo que la Ayuda para el Comercio continuaba siendo necesaria. En consecuencia, para los pequeños países menos adelantados del Pacífico sería importante el apoyo del MIM.

En respuesta a una pregunta de los asistentes, la Sra. DiCaprio dijo que, en su opinión, la logística para los pequeños exportadores y la armonización de las leyes sobre comercio electrónico eran las esferas en las que se necesitaba más Ayuda para el Comercio. Otro asistente tomó la palabra para destacar el potencial de las TIC para la expansión del comercio de servicios, y el problema planteado por la falta de legislación sobre actividades informáticas en las islas del Pacífico.

Shamshad Akhtar cerró la sesión insistiendo en que los diferentes problemas a los que se enfrentaban las islas del Pacífico no debían considerarse de forma aislada, sino más bien dentro de un enfoque global. Además, los países insulares del Pacífico requerían esfuerzos especiales en ámbitos como las TIC y el acceso a los servicios de logística. En cuanto a este último aspecto, la oradora señaló que, en una reciente reunión de la CESPAP, se había considerado que la conectividad marítima constituía un desafío especial para los países insulares del Pacífico.

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7ª sesión: Reducir los costos del comercio para los miembros del Grupo del Banco Islámico de Desarrollo

Organizó esta sesión plenaria el Grupo del Banco Islámico de Desarrollo (IDB).

Maestro de ceremonias: Hilda Ali Rashid Al-Hinai, Representante Permanente Adjunta de Omán ante la OMC

Moderadores: Hani Sonbol, Director Ejecutivo interino, Sociedad Islámica de Seguros de Inversiones y Créditos a la Importación y Director Ejecutivo interino, Corporación Islámica Internacional para la Financiación del Comercio

Oradores principales: Saidrahmon Nazriev, Primer Viceministro

de Desarrollo Económico y Comercio, Tayikistán

Marc Yombouno, Ministro de Comercio, República de Guinea

Mesa redonda: Abdolazeez S. Al-Otaibi, Embajador,

Representante Permanente ante la OMC, Reino de la Arabia Saudita

Slimane Chikh, Embajador, Organización de Cooperación Islámica

Amr Ramadan, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Egipto

Mariam Md Salleh , Embajadora, Representante Permanente ante la OMC, Malasia

Ponentes: Tom Butterly , Director Adjunto, División de

Comercio y Cooperación Económica, Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas

Margareta Davidson-Abdelli, Consejera, Embajada de Suecia en el Cairo, y Representante de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo en la región árabe

Lassaad Ben Hassine, Gerente, AfTIAS, Corporación Financiera Internacional para el Comercio Islámico

Lilia Naas, Jefa, Oficina para los Estados Árabes, Centro de Comercio Internacional

En esta sesión dedicada específicamente a una región se abordaron los esfuerzos por abaratar los costos del comercio entre los Estados miembros del Grupo del Banco Islámico de Desarrollo en un contexto dinámico, caracterizado por la persistencia de tasas de crecimiento elevadas en algunos miembros, la inestabilidad económica en otros, y los importantes retos fiscales generados por la desaceleración de los precios de los productos básicos en muchos.

Se examinó la facilitación del comercio en ese contexto, prestándose especial atención a los ejemplos de excelencia mundial en los sectores del transporte y la logística en algunos Estados miembros del Banco Islámico de Desarrollo y a los retos que plantean los gravosos y lentos procedimientos en frontera aplicados en otros lugares.

Se examinó asimismo el reto que supone lograr que las normas de los miembros del Banco Islámico de Desarrollo sean tan rigurosas como las que se aplican en los países que obtienen los mejores resultados, que a menudo son líderes mundiales en sus respectivas esferas.

La sesión comenzó con el resumen de una serie de actividades recientes organizadas por el Banco Islámico de Desarrollo (BIsD) en relación con la reducción de los costos comerciales y la facilitación del comercio, entre las que destacó un seminario regional preparatorio sobre el tema "Reducir los costos del comercio para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible", celebrado en Ammán (Jordania) del 21 al 23 de abril de 2015.

Hani Sonbol, Director Ejecutivo interino, Sociedad Islámica de Seguros de Inversiones y Créditos a la Importación y Director Ejecutivo interino, Corporación Islámica Internacional para la Financiación del Comercio (ITFC), hizo referencia a las recomendaciones del seminario regional celebrado en Ammán, a saber: el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) era importante para reducir los costos comerciales; debían aplicarse acuerdos comerciales bilaterales y regionales para impulsar el comercio entre países árabes y el comercio internacional; la asistencia para reducir los costos del comercio debía

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centrarse en los procedimientos en frontera, las infraestructuras de transporte y de redes, y las medidas no arancelarias; los procedimientos en frontera (es decir, la facilitación del comercio) debían basarse en la cooperación entre los organismos que intervienen en la frontera; y la participación del sector privado tenía una importancia fundamental.

Abdolazeez S. Al-Otaibi, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Reino de la Arabia Saudita, insistió en que, para reducir los costos del comercio, era necesario modernizar las normas y reglamentaciones, mejorar las infraestructuras y utilizar la tecnología moderna. Los costos del comercio afectaban también a los servicios. El orador insistió en que los Estados miembros del BIsD que reuniesen las condiciones exigidas debían beneficiarse del trato especial y diferenciado. También destacó la importancia del sector privado.

Marc Yombouno, Ministro de Comercio, República de Guinea, dijo que en su país se estaban ejecutando varios proyectos destinados a reforzar las infraestructuras del sector privado para reducir los costos del comercio. Asimismo, se refirió a los efectos negativos que el reciente brote de Ébola había tenido en la economía -en particular para el sector privado- e insistió en que cualquier marco financiero del BIsD debería contar con un mecanismo de resiliencia incorporado para gestionar las crisis de ese tipo.

Slimane Chikh, Embajador, Organización de Cooperación Islámica (OCI), observó que el Quinto Examen Global ayudaría a hacer frente a los desafíos de la cooperación entre las naciones del Golfo en el siglo XXI. Destacó la labor realizada en las reuniones del Grupo Consultivo durante los siete últimos años y se refirió al actual plan de acción decenal (2016-2025), cuyo principal objetivo era seguir desarrollando el comercio dentro de la OCI. También destacó la importancia del sector privado, así como de la seguridad nacional y regional, para la cooperación comercial.

Amr Ramadan, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Egipto, se refirió a la particular importancia que había cobrado el comercio como consecuencia del auge de las cadenas de valor mundiales. Afirmó que había varios factores que contribuirían a reducir los costos comerciales no directamente relacionados con la facilitación del comercio (es decir, con los elementos presentes en la frontera). Los desafíos relacionados con las infraestructuras eran importantes, y proyectos tales como la ampliación del Canal de Suez contribuirían a reducir los costos del comercio. Los países de la OCI tenían particular interés en mejorar su aportación al valor añadido en la producción. El orador insistió en la importancia del sector privado (incluidas las pymes) y destacó, como esferas prioritarias para la reducción de los costos del comercio, el marco jurídico, la capacidad institucional y los recursos humanos de los países.

Mariam Md Salleh, Embajadora, Representante Permanente ante la OMC, Malasia, presentó una visión general de la experiencia de Malasia y de las características de su comercio internacional y regional, y señaló que otros países podían aprender esa experiencia. Observó que Malasia había sido el quinto país en ratificar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC y que la facilitación del comercio era una prioridad esencial para Malasia, en consonancia con las funciones de la Presidencia de la ASEAN que ejercía actualmente.

Tom Butterly, Director Adjunto, División de Comercio y Cooperación Económica, Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), destacó los 50 años de participación de la Comisión en actividades de reducción de los costos del comercio y dijo que la obtención de resultados concretos dependía de las hojas de ruta y los planes de acción estratégicos generalmente aprobados en los países. Sin embargo, el AFC desempeñaba una función esencial, ya que era el mecanismo que determinaba la acción. La Guía de Implementación de la Facilitación del Comercio11 de la CEPE era uno de los instrumentos para lograr esos resultados, y el orador recomendó la utilización de normas mundiales en la práctica de la facilitación del comercio, ya que con ello se favorecería la eliminación gradual de procedimientos innecesarios. Eran muchos los instrumentos que podían utilizarse en relación con la facilitación del comercio, incluidos los comités nacionales de comercio, que podían desempeñar una función decisiva para alcanzar los objetivos de política (incluida la elaboración de hojas de ruta), y la red de pares de las Naciones Unidas para expertos en facilitación del comercio, utilizada en Asia.Margareta Davidson-Abdelli, Consejera, Embajada de Suecia en el Cairo, y Representante de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) en la región árabe, se refirió a los orígenes de la ayuda de Suecia, tanto en la región árabe como a nivel internacional, incluida la decisión de vincular la ayuda y el comercio a la cooperación para el desarrollo. La oradora señaló que la actual estrategia de la ASDI finalizaría en diciembre de 2015, y que estaba examinándose una nueva estrategia que incluiría la integración

11 http://tfig.unece.org/SP/.

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económica y las condiciones de trabajo y el mercado laboral. En su descripción general de las actividades de ayuda de la ASDI, destacó la necesidad de crear capacidad y prestar asistencia técnica para asegurar la sostenibilidad de los programas. La labor de creación de capacidad y asistencia técnica se llevaba a cabo en relación con los obstáculos técnicos al comercio (OTC) y las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF). La oradora subrayó la importancia de adoptar planes de acción que permitiesen aplicar los Acuerdos básicos de la OMC -especialmente, el Acuerdo OTC y el Acuerdo MSF- en respuesta al apremiante problema de la seguridad alimentaria.

Lassad Ben Hassine, Gerente, AfTIAS, Corporación Financiera Internacional para el Comercio Islámico, puso ejemplos de iniciativas y programas del BIsD en la esfera de la Ayuda para el Comercio. En particular, se refirió a la iniciativa de Ayuda para el Comercio en los Estados Árabes (AfTIAS)12 puesta en marcha en 2013 para prestar asistencia a los Estados Árabes en el desarrollo del comercio mediante la mejora de su competitividad y eficacia en los mercados regional y mundial. En 2014, la iniciativa había ejecutado cinco proyectos relacionados con las medidas no arancelarias; la mejora de la gestión en la frontera; la promoción de la integración regional; la capacitación para el comercio y la diversificación económica; y la creación de capacidad para facilitar la adhesión a la OMC. El orador concluyó que, para reducir los costos del comercio, era necesario mejorar las infraestructuras, desarrollar las redes de transporte y construir más puertos.

Lilia Naas, Jefa, Oficina para los Estados Árabes, Centro de Comercio Internacional (ITC) , informó sobre la función del ITC en la reducción de los costos del comercio en la región árabe y a nivel mundial, y señaló que los elevados costos del comercio tenían repercusiones directas en la capacidad del sector privado para aprovechar las ventajas de los procesos comerciales y de la globalización. Entre los proyectos del ITC había estudios sobre medidas no arancelarias cuyos resultados eran los siguientes: la mayoría de esas medidas afectaban al comercio regional; las medidas aplicadas en el país de origen entorpecían el comercio; los obstáculos de procedimiento eran más problemáticos y aumentaban los costos del comercio; y faltaba información y transparencia. La ayuda del ITC se orientaba también a los procedimientos aduaneros, las normas de origen, los obstáculos técnicos al comercio y las medidas sanitarias y fitosanitarias.

Preguntas y observaciones

Un miembro del público observó que la región árabe y los países en desarrollo podrían utilizar más eficazmente los instrumentos internacionales para reducir los costos del comercio. Ya existían varios instrumentos, como el Convenio aduanero relativo al transporte internacional de mercancías al amparo de los cuadernos TIR (Convenio TIR) y el Convenio aduanero relativo al tránsito internacional de mercancías, que habían sido muy beneficiosos para la región árabe. Otro participante indicó que la acreditación era un instrumento para crear confianza y reforzarla, reducir los costos y garantizar la sostenibilidad.

Tom Butterly, CEPE, recomendó que la región adoptase un enfoque específico y utilizase la Iniciativa de Análisis de Procesos Comerciales para comprobar el lugar y el momento en que se producían los costos y utilizarlos como referencia. Añadió que la Iniciativa era un medio eficaz y práctico para aplicar medidas de facilitación del comercio a nivel nacional o incluso regional.

12 http://www.itfc-idb.org/en/content/aid-trade-initiative-arab-states.

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8ª sesión: Acceso de las economías pequeñas y vulnerables a la cooperación a través de la iniciativa de Ayuda para el Comercio

Moderador: Gyan C. Acharya, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo

Mesa redonda: Wayne McCook, Embajador,

Representante Permanente ante la OMC, Jamaica

Arnold Jorge, Director, Sección de Ayuda Multilateral al Comercio, Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Australia

Lautafi Fio Selafi Purcell, Ministro de Empresas Públicas, Samoa

Jodie Keane, Asesora Económica, División de Comercio, Secretaría del Commonwealth

Carmen Gisela Vergara , Secretaria General, Secretaría de Integración Económica Centroamericana

Muchas pequeñas economías tropiezan con problemas específicos al participar en el comercio mundial. Sus reducidas economías de escala y la escasez de sus recursos naturales y humanos se ven agravadas por los elevados costos del transporte. El aislamiento físico y el alejamiento geográfico de los mercados son dos de las múltiples razones que explican los elevados costos del comercio, situación que se ve agravada por el reducido volumen del comercio, que constituye un desincentivo para las empresas comerciales y de transporte.

Investigaciones recientes de la OMC sobre la participación de las pequeñas economías en las cadenas mundiales de valor han mostrado que, atrayendo más inversión, reduciendo los costos del comercio mediante la especialización y la mejora de las calificaciones de la mano de obra, las pequeñas economías pueden de hecho agregar más valor a sus procesos de producción en sectores tan diversos como la pesca, los textiles o los servicios de turismo.

Diversos organismos bilaterales y multilaterales están prestando apoyo en concepto de Ayuda para el Comercio a las pequeñas economías en las regiones del Pacífico, África y América Latina y el Caribe. Las experiencias de los donantes y los asociados han sido hasta la fecha dispares.

En esta sesión se examinaron los resultados positivos y negativos de las iniciativas encaminadas a ayudar a las pequeñas economías a obtener más beneficios del comercio.

Como introducción al debate, Gyan C. Acharya, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, preguntó de qué forma la Ayuda para el Comercio podía seguir prestando apoyo a las economías pequeñas y vulnerables en el Pacífico, el Caribe y América Central y Meridional.

Lautafi Fio Selafi Purcell, Ministro de Empresas Públicas, Samoa, dijo, en relación con la Ayuda para el Comercio, que Samoa había recibido asistencia del Marco Integrado mejorado (MIM) y había dejado de pertenecer a la categoría de los PMA en 2014, y que hasta el momento la transición se producía sin contratiempos. Explicó que Samoa deseaba mantener tantas ventajas aplicables a los PMA como le fuera posible, pero también estaba tratando de reforzar su integración regional mediante un comercio más intenso con los Estados del Pacífico. A ese respecto, estaban en marcha proyectos relativos a la agricultura, la facilitación del comercio y el turismo, y se fomentaban el comercio y las inversiones. El orador dijo que el MIM había contribuido a aumentar la capacidad comercial y reforzar las relaciones con el sector privado, con el que el Gobierno trataba de estrechar aún más sus lazos.

Arnold Jorge, Director, Sección de Ayuda Multilateral al Comercio, Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Australia, dijo que Australia estaba firmemente comprometida con el Pacífico y señaló que la región se enfrentaba a desafíos complejos y que, a veces, los proyectos de Ayuda para el Comercio podrían haberse aplicado mejor. Por ejemplo, en el caso de determinados proyectos, un mayor nivel de consultas habría ayudado a los asociados a asegurar el funcionamiento regular de toda una cadena de valor, desde el almacenamiento de los productos hasta su comercialización en el extranjero. Añadió que los esfuerzos de los donantes podrían haber sido menos conservadores y más ambiciosos,

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especialmente en el caso de proyectos con el sector privado. Además, para seguir reduciendo los costos del comercio en el Pacífico, debería darse más importancia al logro de un crecimiento económico sostenible y a la integración de la mujer en los programas de Ayuda para el Comercio de la región. Los esfuerzos futuros se centrarían más en acuerdos comerciales regionales como el PACER Plus13 y programas que ayudaban a los Estados a cumplir las normas de calidad alimentaria y beneficiarse más de los sistemas de banca móvil y de las plataformas de comercio electrónico.

Carmen Gisela Vergara, Secretaria General, Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), dijo que las economías pequeñas y vulnerables se enfrentaban a dificultades y debían integrarse a nivel regional. Los gobiernos de Centroamérica habían tratado de mejorar su integración económica durante más de 50 años, y el sector privado instaba ahora a esos gobiernos a actuar con más voluntad política para hacer efectiva una mayor integración regional. Un campo de actuación fundamental era el relativo a la reducción de los trámites burocráticos para el despacho de mercancías y la solución de los problemas de equipo físico e informático en el proceso de facilitación del comercio. En lo que respecta al equipo físico, la región estaba aplicando una estrategia de competitividad con asistencia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Actualmente, los sistemas de despacho tenían en cuenta las marcas de fábrica o de comercio centroamericanas, y se aplicaban resoluciones anticipadas para agilizar el despacho de mercancías. En cuanto a los programas informáticos, la SIECA funcionaba como centro de gestión de documentos de despacho electrónico y apoyaba la iniciativa para integrar cinco requisitos de notificación diferentes en un único documento de despacho electrónico que permitía gestionar aproximadamente 1 millón de solicitudes al año.

Wayne McCook, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Jamaica, explicó que las economías pequeñas y vulnerables tenían dificultades para llevar a cabo los grandes proyectos de infraestructuras, como aeropuertos, y con frecuencia necesitaban asistencia externa. Los pequeños Estados entendían ya claramente que todo lo que contribuyese a mejorar la actividad comercial de un país se consideraba Ayuda para el Comercio. El orador informó de que, con su Estrategia de Ayuda para el Comercio 2013, la CARICOM se centraba principalmente en la asistencia a los países para promover su presencia en los principales mercados de exportación. La Estrategia se basaba en un enfoque holístico de las necesidades para modernizar la infraestructura económica básica y asegurar el funcionamiento de la logística de transporte. La región seguía enfrentándose a dificultades en la conexión de sus distintos Estados, pero varios donantes, principalmente la Unión Europea, el Canadá y el Reino Unido, tenían en marcha proyectos para fomentar la innovación empresarial, el desarrollo de las exportaciones y la reforma comercial.

Jodie Keane, Asesora Económica, División de Comercio, Secretaría del Commonwealth, explicó que los donantes no siempre entendían las necesidades de los pequeños Estados, y que las corrientes de Ayuda para el Comercio destinadas a las economías pequeñas y vulnerables tendían a ser erráticas e impredecibles. Desde 2005, se había acumulado un déficit de unos 2.300 millones de dólares EE.UU. entre la cantidad comprometida y la realmente desembolsada. Además, las economías pequeñas y vulnerables habían recibido el 1% de las corrientes de Ayuda para el Comercio, en comparación con el 7% destinado a los PMA. Por otra parte, el Caribe había recibido menos ayudas que el Pacífico y África. La oradora explicó que las distintas regiones atraían diferentes cantidades de asistencia, y señaló que también había diferencias acusadas entre los tipos de proyectos financiados: por ejemplo, el Caribe se centraba más en el ajuste relacionado con el comercio, la creación de aptitudes y la mejora de la productividad, mientras que la región del Pacífico daba prioridad a cuestiones relacionadas con el transporte y el almacenamiento.

13 Acuerdo del Pacífico sobre Estrechamiento de Relaciones Económicas (PACER) Plus. Véase http://dfat.gov.au/trade/agreements/pacer/pages/pacific-agreement-on-closer-economic-relations-pacer-plus.aspx.

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Preguntas y respuestas

Los participantes examinaron la necesidad de más inversiones del sector privado y preguntaron de qué forma los pequeños Estados podían atraer más financiación de ese sector. También se formularon observaciones acerca de los niveles crecientes de deuda pública y los problemas relacionados con el logro de financiación de los donantes que, cada vez en mayor medida, trataban de establecer diferencias entre los pequeños Estados en función de su renta per cápita. Algunos opinaron que los fondos regionales podían ayudar a dar respuesta a esos dos desafíos. Asimismo, se expresaron opiniones acerca de la necesidad de prestar más atención a las cadenas de valor mundiales y la mejora de la competitividad y sobre la posibilidad de crear un marco específico de Ayuda para el Comercio para las economías pequeñas y vulnerables, dados los numerosos desafíos a los que esas economías se enfrentaban.

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SEGUNDO DÍA - 1º DE JULIO DE 2015

9ª sesión: OMC y desarrollo: mirando adelante, hacia la Conferencia Ministerial de Nairobi

Moderador: Keith Rockwell, Director, División de Información y Relaciones Exteriores, Organización Mundial del Comercio

Mesa redonda: Roberto Azevêdo , Director General,

Organización Mundial del Comercio Amina Mohamed , Embajadora, Secretaria

del Gabinete, Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Kenya

En 2015 la OMC celebra su vigésimo aniversario. El sistema de normas transparentes y multilateralmente acordadas que encarna la OMC ha contribuido notablemente al vigor y la estabilidad de la economía mundial. La OMC ha ayudado a impulsar el crecimiento del comercio y a resolver numerosas diferencias comerciales. En los 20 últimos años, el comercio mundial de mercancías casi se ha cuadruplicado: en 2013 alcanzó un valor de 19 billones de dólares EE.UU., frente a 5 billones de dólares EE.UU. en 1996. Durante el período comprendido entre 1995 y 2015, no solo hubo una expansión del comercio mundial del orden del 7,6% anual en promedio, sino que además aumentó la participación de los países en desarrollo en dicho comercio hasta representar casi la mitad de su volumen. Según el Informe sobre el Comercio Mundial 2014 de la OMC, el auge del mundo en desarrollo es el acontecimiento más significativo de nuestro tiempo. Los autores señalan que "debido en parte al cambio hacia políticas económicas más abiertas al exterior, al efecto de las nuevas tecnologías de transporte y comunicaciones y a los niveles sin precedentes de apertura de la economía mundial, las economías emergentes han podido aprovechar la globalización para lograr tasas excepcionales de crecimiento económico en virtud de las cuales 11 economías, que representan la mitad de la población mundial, han crecido en conjunto a un ritmo superior al 6% anual desde 2000".

Entre los países en desarrollo, muchos han visto cómo el comercio impulsa el crecimiento de su economía y mitiga la pobreza, pero otros siguen haciendo frente a las mismas limitaciones de la oferta y la infraestructura relacionadas con el comercio que llevaron a los Ministros a poner en marcha en 2005 la iniciativa de Ayuda para el Comercio, y a reiterar su compromiso con dicha iniciativa en la Conferencia Ministerial de Bali, celebrada en diciembre de 2013.

La finalidad de esta sesión era pasar revista a los logros alcanzados en materia de comercio y desarrollo desde la creación de la OMC y a los retos del futuro, examinando la función que puede desempeñar la Ayuda para el Comercio para resolver estos problemas, en particular en el marco de la Conferencia Ministerial de la OMC que se celebrará en Nairobi en diciembre de 2015.

La Conferencia Ministerial, la primera de la OMC en África, constituye una oportunidad para

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profundizar en los logros realizados hasta el momento y para trazar la línea de actuación futura de la Organización. Para contribuir a guiarnos en los asuntos que nos ocupan, la Secretaria del Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional de Kenya y el Director General de la OMC presentaron sus puntos de vista y respondieron a las preguntas de los Miembros.

Se publicó el corto titulado "Transformar vidas", en el que un camionero de Kenya y su familia transmitían un claro mensaje sobre la forma en que la reducción de los costos del comercio podía transformar la vida de las personas.14

Observaciones del Director General de la Organización Mundial del Comercio

Es para mí un gran placer reunirme hoy con nuestra amiga y colega, la Embajadora Amina Mohamed, Ministra de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional de Kenya.

Como saben ustedes, la Embajadora Mohamed también será la Presidenta de la Décima Conferencia Ministerial de la OMC, que se celebrará en Nairobi del 15 al 18 de diciembre de este año.

De esa Conferencia es precisamente de lo que vamos a hablar esta mañana.

En torno a ella ha girado gran parte de la labor realizada este año en la OMC. Así pues, al igual que nuestro amigo del vídeo, ¡todos estamos yendo a Nairobi!

La sesión de esta mañana es muy corta, así que solo diré unas pocas palabras para explicar por qué creo que Nairobi es tan importante.

Esta Conferencia Ministerial será la primera oportunidad que tengamos tras el éxito de nuestra reunión de Bali de 2013 de mostrar que el sistema multilateral de comercio puede obtener resultados negociados, en particular para beneficio de los más pobres y más marginados.

Será además la primera Conferencia Ministerial de la OMC que se celebre en África y creo que la prueba de la verdad consistirá en saber si podemos obtener resultados beneficiosos para África.

Estos últimos años han cambiado las perspectivas sobre el comercio.

Curiosamente, en una encuesta reciente de la opinión pública mundial se determinó que quienes tenían la opinión más positiva del comercio no eran los habitantes de Asia ni de América del Norte, sino los de África.

Muchos ven cada vez más el comercio -con razón- como un poderoso instrumento para el desarrollo.

Todos sabemos que 2015 es un año muy importante en el calendario del desarrollo sostenible, pues se están discutiendo a nivel multilateral los nuevos objetivos de desarrollo sostenible, su financiación y el futuro del clima.

El comercio tiene un papel destacado que desempeñar en ese debate.

Desde la creación de la OMC en 1995, unos dos tercios de la reducción de la pobreza se deben al crecimiento económico de los países en desarrollo y el comercio ha sido el gran motor de ese crecimiento.

La OMC ha dado a un número cada vez mayor de países en desarrollo un lugar en la mesa de negociación, donde su voz cuenta tanto como la de los otros.

Hoy cuatro de cada cinco Miembros de la OMC son países en desarrollo.

14 En el Atrio se ofreció una proyección continua del vídeo.

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Intervienen en la administración del sistema, en la configuración de su programa de trabajo y en la negociación de sus acuerdos.

Y su participación en el comercio mundial va en aumento.

La participación de los países en desarrollo en el comercio mundial de mercancías ha pasado del 27% en 1995 a más del 43% en la actualidad. En el comercio de servicios comerciales, ese porcentaje ha pasado de en torno al 25% a alrededor del 35% durante el mismo período.

Así pues, se han hecho grandes progresos, pero es evidente que tenemos que hacer más. La OMC se ha esforzado por obtener resultados, sobre todo mediante negociaciones.

Por eso es tan importante que en 2013 lográramos acordar el Paquete de Bali.

Con eso se demostró que los Miembros pueden obtener importantes resultados negociados, y que pueden hacerlo situando el desarrollo en un lugar central y con los países en desarrollo desempeñando un papel destacado en las negociaciones.

El paquete se componía de:

• el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio para reducir los costos comerciales;• varias medidas en favor de los PMA; y• medidas relativas a varias cuestiones agrícolas, como el algodón y la seguridad alimentaria.

Bali fue una primicia en muchos sentidos. Ante todo, fue el primer acuerdo multilateral de la OMC, pero también abrió nuevas perspectivas en la asistencia técnica prevista para ayudar a los Miembros a aplicar sus disposiciones. Hemos empezado ya a prestar esa asistencia a través del Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

Así pues, prestar ayuda práctica para la creación de capacidad es otro elemento crucial de nuestra labor.

En eso consiste la Ayuda para el Comercio. Hasta la fecha se han desembolsado más de 245.000 millones de dólares para programas y proyectos de asistencia oficial para el desarrollo.

¿Cómo podemos velar por que el comercio y la OMC sigan ejerciendo su función de apoyo al desarrollo, y potenciar todavía más la contribución del comercio?

Creo que a escala multilateral tenemos dos cometidos esenciales para respaldar el crecimiento y el desarrollo: primero, debemos seguir aplicando las decisiones adoptadas en Bali a fin de que los importantes beneficios prometidos se hagan realidad. Y, segundo, debemos seguir progresando en lo relativo al Programa de Doha para el Desarrollo.

Las grandes cuestiones de la Ronda de Doha como la agricultura, los productos industriales y los servicios llevan demasiado tiempo languideciendo en la mesa de negociación.

Los resultados en estos ámbitos podrían transformar vidas en todo el mundo.

Creo que los Miembros tienen por principal objetivo obtener resultados significativos que respalden el crecimiento y el desarrollo en diciembre, en Nairobi.

Y haré cuanto pueda, junto con la Secretaría, para ayudarles en ese esfuerzo.

Hemos celebrado todo tipo de conversaciones y de consultas en lo que llevamos de año. Y hemos progresado en cuanto al compromiso real sobre estas grandes cuestiones.

Pero no ha sido fácil.El camino a seguir todavía no está despejado. Por eso ha llegado el momento de abordar seriamente la tarea y de empezar a tomar importantes decisiones políticas.

Tenemos que trazar la ruta que nos llevará a Nairobi y que nos permitirá obtener resultados en diciembre.

El éxito de la Conferencia de Nairobi sería el broche de oro de este año histórico para el desarrollo.

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Y eso daría un enorme impulso a todo nuestro trabajo en todas las esferas que he mencionado.

Como ha dicho elocuentemente Amina, "acoger la Conferencia Ministerial en Kenya no solo es motivo de orgullo para Kenya, sino para todo el continente africano".

Creo que hay grandes expectativas. Antes he mencionado la actitud positiva que han expresado muchas personas en todo el continente con respecto al comercio como motor del desarrollo.

Recompensemos esa fe.

Compartimos la responsabilidad de velar por que el comercio siga desempeñando plenamente su función en el desarrollo, así como de seguir mejorando las condiciones de vida en África y en todo el mundo de una manera sumamente concreta y práctica.

Nairobi es una oportunidad de pasar a la acción ya, no deberíamos desperdiciarla.

Gracias.

Observaciones de Amina Mohamed, Embajadora, Secretaria del Gabinete, Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Kenya

Quiero dar las gracias a Roberto por haberme invitado a participar en este Quinto Examen Global, y por su liderazgo al frente de la OMC en este difícil momento. Este agradecimiento al Director General quiero hacerlo extensivo a todo el personal de la Secretaría, sin olvidar a nadie, por haber organizado este impresionante y provechoso Quinto Examen Global. Me he visto antes en esta tesitura, y sé cuánta energía, dedicación, creatividad y capacidad de organización requiere la puesta en marcha de este examen. La OMC se merece un gran aplauso.

Este es un año de aniversarios e hitos: 20 años de la OMC, 10 años desde el lanzamiento de la iniciativa de Ayuda para el Comercio en 2005, y el año en el que una Conferencia Ministerial de la OMC se celebrará, por primera vez, en África, en Nairobi. Por consiguiente, al tiempo que celebramos esos aniversarios y reconocemos esos acontecimientos decisivos, deberíamos reservar también un momento para la reflexión. ¿Qué es lo que hemos logrado? ¿Qué debemos hacer para aumentar las probabilidades de que el comercio y el desarrollo futuros sean coherentes, reduzcan la pobreza y aumenten el bienestar?

Me complace estar hoy aquí con todos ustedes para participar en este Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio. El tema de este año es "Reducir los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible".

El diseño original del programa de la Ayuda para el Comercio sigue siendo sólido e incuestionable. El sistema multilateral de comercio basado en normas requiere una dimensión de desarrollo. Sea cual sea su formulación, los objetivos últimos de la política y de las normas comerciales deben ser la reducción de la pobreza, el crecimiento, el bienestar y el desarrollo eficaces para todos los miembros de la economía mundial. Tenemos una OMC que funciona razonablemente bien, aunque caben mejoras. Si bien tratamos de mejorar y fortalecer la OMC para adaptarla a un entorno mundial siempre cambiante, los cimientos de la Organización son firmes, y seguiremos construyendo el futuro sobre ellos, como es nuestro deber.

El Examen Global de este año llega muy a tiempo. Es nuestra oportunidad bienal de hacer colectivamente el inventario, la evaluación y la planificación que permitan asegurar una Ayuda para el Comercio eficaz en la asistencia a los países en desarrollo, en particular a los países menos adelantados (PMA), para crear la capacidad de oferta y las infraestructuras relacionadas con el comercio que necesitan para beneficiarse del sistema multilateral de comercio basado en normas y participar significativamente en una economía mundial cada vez más competitiva.

Por consiguiente, la Ayuda para el Comercio es un componente importante de los aspectos relacionados con la oferta de la dimensión de desarrollo de la OMC (no solo del Programa de Doha para el Desarrollo).

Sin embargo, también sabemos que las reformas internas, incluidas las estructurales, deben acompañarse de programas de creación de capacidad que favorezcan el crecimiento sostenido y el desarrollo. Esta es una lección fundamental que hemos aprendido colectivamente a partir de los resultados de las adhesiones a la OMC y de nuestras propias experiencias. Los Miembros que se han adherido a la OMC desde 1995 lo han hecho utilizando la negociación sobre la adhesión como

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instrumento de reformas internas. Debemos tomar buena nota de que las reformas internas son también fundamentales para la competitividad, el crecimiento sostenido y el desarrollo.

Una vez más, quiero felicitar a Roberto por los notables logros alcanzados recientemente en la esfera de las adhesiones, que conllevan una estrategia de reformas internas para el crecimiento y el desarrollo. Me sumo a los demás Miembros de la OMC en su felicitación a Kazajstán por haber culminado su proceso de adhesión. Liberia, que pertenece a la categoría de los PMA, debería finalizar en breve ese proceso. El Afganistán, otro PMA, tiene previsto hacerlo a lo largo del presente año, posiblemente a tiempo para la reunión de Nairobi.

Consideremos 2015 desde una perspectiva más amplia. Este año debería constituir un hito significativo para la agenda del desarrollo. Las grandes negociaciones mundiales en curso deberían llegar a término y dar resultados durante el presente año.

La comunidad internacional se reunirá pronto en Addis Abeba (Etiopía) en la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo (fruto del Consenso de Monterrey). Se ha hecho mucho trabajo, y ahora es el momento de finalizarlo. La fase de aplicación será decisiva.

La Agenda para el Desarrollo después de 2015 está intrínsecamente relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible; la protección del medio ambiente es un objetivo mundial sagrado. Por ello, no hay que escatimar esfuerzos para alcanzar un nuevo acuerdo sobre el cambio climático basado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Y la OMC debe desempeñar su función contribuyendo al crecimiento y al desarrollo mediante un programa de trabajo que permita a la Organización concluir satisfactoriamente el PDD y reforzar todos los pilares de su labor: actividades ordinarias; negociaciones multilaterales, incluidas las adhesiones; y solución de diferencias.

Los resultados de la labor de la OMC deben ser siempre sustantivos y concretos y contribuir al logro de soluciones efectivas y duraderas para el crecimiento y el desarrollo.

Considero que el multilateralismo tiene valor para el desarrollo. En este 20º aniversario de la OMC, debemos tratar de reforzar el sistema multilateral de comercio. El GATT/OMC ha desempeñado una importante función en el fortalecimiento del multilateralismo; ha promovido un sistema de comercio inclusivo, abierto, basado en normas y no discriminatorio; y ha contribuido al rápido crecimiento económico. El marco jurídico y normativo de la OMC sigue siendo un baluarte frente al proteccionismo. A quienes plantean cínicamente interrogantes acerca de la utilidad de la OMC debemos preguntarles con una sola voz por qué, desde 1995, se han adherido más de 30 nuevos Miembros, o lo que es lo mismo, el 20% del total de Miembros de la OMC. La OMC ha contribuido a mejorar el bienestar de esos Miembros y al crecimiento de la economía mundial. Veinte países más están negociando su adhesión.

Nuestro deber colectivo es seguir reforzando a la OMC como sistema multilateral de comercio basado en normas. Debemos trabajar juntos para alimentar el motor del multilateralismo comercial. El incremento del comercio contribuye a la recuperación y al crecimiento de la economía mundial y aumenta con ello el nivel de vida de los países menos adelantados.

Podemos y debemos centrarnos en el logro de resultados tangibles durante el tiempo que nos queda hasta la celebración de la Décima Conferencia Ministerial en Nairobi. Hemos establecido el objetivo de lograr un nivel de ratificación suficiente del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC), a fin de que entre en vigor coincidiendo con la reunión de Nairobi, a más tardar.

Por consiguiente, es importante que los Miembros agilicen sus procesos internos de ratificación para que, a finales de noviembre de este año, hayamos alcanzado el umbral de dos tercios del número total de aceptaciones necesario para que el AFC entre en vigor.

Kenya está poniendo todo su empeño en el proceso y pronto debería depositar su instrumento de aceptación del Protocolo relativo al Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. El AFC simplificará los procedimientos aduaneros y reducirá los trámites burocráticos y los costos administrativos relacionados con la exportación y la importación de mercancías. Según estimaciones aproximadas que ustedes ya conocen, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio debería incrementar el PIB mundial en 1 billón de dólares EE.UU. al año y crear 21 millones de puestos de trabajo. Tal vez esas cifras acaben siendo mayores, o tal vez menores.

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Ayer, el tema común de los debates en sesión plenaria y en mesa redonda fue la constatación de que los elevados costos del comercio constituyen un freno para la integración comercial, el crecimiento y el desarrollo. La facilitación del comercio es una ventaja para los países en una economía mundial integrada y competitiva.

El establecimiento de un Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio ha sido una medida de gran utilidad. Se trata de un mecanismo esencial y concreto en virtud del cual la Ayuda para el Comercio permite a los países en desarrollo y los países menos adelantados aprovechar las ventajas de la facilitación del comercio.

Sin embargo, la reducción de los costos comerciales y la facilitación del comercio no son medidas aisladas, sino que deben acompañarse de un programa de trabajo para la apertura del comercio. Los Miembros hemos cargado una pesada responsabilidad sobre los hombros de nuestro Director General. Pero debemos darle el margen de acción y la flexibilidad necesarios para dirigir y desarrollar un programa de trabajo posterior a Bali y Nairobi que sea realista, equilibrado y útil, que reduzca los obstáculos al comercio y contribuya a la recuperación económica mundial y al crecimiento para todos: países desarrollados, países en desarrollo y países menos adelantados. Ninguna otra solución funcionará. Los beneficios deben compartirse.

El programa de trabajo tendrá que establecer un equilibrio entre los elementos fundamentales de las negociaciones, es decir, la agricultura, el AMNA y los servicios, por un lado, y las necesidades y los intereses especiales de los países en desarrollo y países menos adelantados, por otro. Los aspectos relacionados con el desarrollo serán horizontales y se integrarán en todos los elementos del programa de trabajo.

No podemos construir desde cero, sino tomando como base los progresos realizados durante años de negociaciones y las decisiones adoptadas en Bali, a fin de elaborar un programa de trabajo que adapte, actualice y modernice lo logrado, mientras seguimos reforzando y ampliando el sistema multilateral de comercio.

Nos queda poco tiempo. Es preciso hallar soluciones aquí en Ginebra, con antelación suficiente a la reunión de Nairobi.

Nuestro objetivo común es que la Conferencia Ministerial de Nairobi sea un foro en el que podamos lograr los resultados específicos que hemos examinado hoy aquí: adhesiones, un ambicioso programa de trabajo posterior a Bali y Nairobi, y la entrada en vigor del AFC.

Hagamos balance nuevamente cuando no reunamos en octubre con ocasión del Foro Público de la OMC.

Este Examen Global que se celebra cada dos años es una idea extraordinaria, llevada a cabo de forma impecable, y se ha convertido en una de las actividades más emblemáticas del compromiso de la OMC con la comunidad mundial. Sigamos con ella sin perder la creatividad.

Les doy las gracias a todos por su atención.

Preguntas y observaciones

En respuesta a la pregunta del Moderador sobre las razones por las que el AFC era importante para África, la Embajadora Mohamed dijo que el AFC debía ser ratificado a tiempo para la Conferencia de Nairobi, e insistió en que Kenya y los países del África Oriental estaban "totalmente convencidos" y debían convencer a los demás. La oradora puso ejemplos detallados y concretos de las enormes mejoras en la competitividad, y mencionó las reducciones en tiempo y costo de las actividades comerciales realizadas a través del Puerto de Mombasa y la necesidad de aprovechar los recursos mediante infraestructuras físicas y asociaciones público-privadas (refiriéndose también al ferrocarril de ancho de vía estándar entre Mombasa y diversos destinos, como Kampala, Kigali, etc.). En definitiva, la facilitación del comercio había resultado muy ventajosa para Kenya, y algunos de sus aspectos requerían recursos, mientras que otros podían dar resultados concretos con poco esfuerzo.

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10ª sesión: Reducir los costos del comercio Sur-Sur

Moderador: Shishir Priyadarshi, Director, División de Desarrollo, Organización Mundial del Comercio

Mesa redonda: Alejandro Gamboa Castilla , Director

General, Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, Colombia

Alhaji Usman Boie Kamara, Ministerio de Comercio e Industria, Sierra Leona

Pranav Kumar, Director, Política Comercial Internacional, Confederación de Industrias de la India

Saidrahmon Nazriev, Primer Viceministro de Desarrollo Económico y Comercio, Tayikistán

Syed Tauqir Shah, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Pakistán

Jianhua Yu, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, República Popular China

La cooperación Sur-Sur es una característica consabida del panorama de la Ayuda para el Comercio. Un creciente número de actores interviene en esta esfera, y están surgiendo nuevas instituciones. Un rasgo distintivo de gran parte de la cooperación Sur-Sur es la importancia atribuida al desarrollo y la mejora de la infraestructura, a fin de hacer frente a una limitación que los países en desarrollo clasifican sistemáticamente como el más grave de los factores que limitan su participación en el comercio mundial.

Hace 20 años, el comercio Sur-Sur representaba aproximadamente el 10% del comercio mundial; en la actualidad esa cifra asciende al 30%. Las elevadas tasas de crecimiento de las economías emergentes mantienen el dinamismo de las corrientes comerciales Sur-Sur. Las economías en desarrollo representan más de la mitad de las corrientes mundiales de inversión extranjera directa, y un porcentaje cada vez mayor de esa inversión procede del Sur. Por ello, no son solo los participantes en el comercio Sur-Sur los que tratan de aprovechar este sector en crecimiento del comercio mundial.

El propósito de esta sesión fue examinar las oportunidades de transformación de la economía que ofrece el comercio Sur-Sur en el contexto de la nueva Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo después de 2015 y de qué manera las medidas encaminadas a resolver el problema de los elevados costos del comercio podían contribuir a promover estas oportunidades económicas.

Shishir Priyadarshi, Director, División de Desarrollo, Organización Mundial del Comercio, señaló que en los últimos dos decenios había aumentado considerablemente la importancia del comercio Sur-Sur, así como la tendencia de los países en desarrollo y las economías en transición a determinar la agenda para el desarrollo del comercio. En un evento reciente se había puesto de relieve esta evolución como uno de los cambios más significativos en el panorama del comercio mundial de los últimos 20 años. En términos de valor, el comercio Sur-Sur había sobrepasado al comercio Norte-Sur. En cuanto a la cooperación para el desarrollo Sur-Sur, no se trataba solo de asistencia para el desarrollo, sino también de corrientes comerciales y de inversión. Los debates sobre la cooperación para el desarrollo Sur-Sur ocupaban un lugar cada vez más prominente en el Examen Global. Actualmente se reconocía plenamente el relevante papel que desempeñaban las economías en desarrollo en la cooperación Sur-Sur.

Pranav Kumar, Director, Política Comercial Internacional, Confederación de Industrias de la India, destacó la importante función del sector privado en la cooperación para el desarrollo Sur-Sur, especialmente en el contexto de la Ayuda para el Comercio y la movilización de nuevas fuentes de financiación del desarrollo. La proporción del comercio Sur-Sur en las exportaciones totales de los países en desarrollo había aumentado del 40% en 2000 a un 59% en la actualidad. Tomó nota de la puesta en marcha de un proyecto relacionado con el sector privado (juntamente con el Centro de Comercio Internacional y el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido) a fin de establecer vínculos entre la India y el África Oriental, que demostraba la importancia de vincular la cooperación Sur-Sur con el comercio y la inversión. Gracias a este proyecto, la inversión casi se triplicó, de poco más de 6,4 billones de dólares EE.UU. a 18 billones de dólares EE.UU. La inversión extranjera directa (IED) también era importante. En los últimos 10 años, la India, China y el Brasil habían pasado a ser fuentes cada vez más importantes de IED.

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Era posible mejorar el comercio, la inversión y el crecimiento si se armonizaban mejor las metas del sector privado y los objetivos de desarrollo de los gobiernos. Si bien la ayuda -en particular la Ayuda para el Comercio- podía facilitar el comercio y el desarrollo, lo que se requería para un crecimiento sostenible eran inversiones para el comercio. Hizo referencia a los cónclaves India-África de la Confederación de Industrias de la India, en los que se estableció un marco para la cooperación entre los sectores privados de la India y de África. Desde el inicio del Cónclave en 2005 se habían considerado casi 2.000 proyectos por valor de 172.000 millones de dólares EE.UU. Otra iniciativa de esta índole, el Cónclave Económico del Asia Meridional, también se había puesto en marcha con apoyo del Grupo del Banco Mundial. En su opinión, no podían crearse cadenas de valor si no se reducían los costos del comercio.

Compartiendo su experiencia relativa al comercio y las asociaciones Sur-Sur, Jianhua Yu, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, República Popular China, observó que el desarrollo inclusivo requería la adopción de medidas colectivas por los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA) a fin de participar en el comercio mundial. Según cifras de la OMC, el comercio Sur-Sur había ido aumentando hasta representar un 45% del comercio mundial. El comercio Sur-Sur representaba el 70% del comercio total de China. Señaló que era necesario establecer la meta común de reducir los costos del comercio a fin de mejorar la capacidad comercial de los países en desarrollo y crear nuevas oportunidades. La cooperación Sur-Sur de China incluía, entre otras cosas, el aumento de la capacidad comercial (190 millones de dólares EE.UU. para proyectos de infraestructura medianos y grandes, por ejemplo la Ruta de la Seda y el Banco de Desarrollo de la Infraestructura de Asia); la reducción de los costos del comercio (participación en la negociación y aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, contribución al Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio y seminarios de intercambio de experiencias); y creación de oportunidades comerciales (acceso libre de derechos y de contingentes para los PMA respecto del 90% de las líneas arancelarias). Era preciso movilizar un mayor volumen de recursos, a nivel mundial y local, y aumentar el apoyo prestado por los asociados de los sectores público y privado.

Alhaji Usman Boie Kamara, Ministro de Comercio e Industria, Sierra Leona , observó que en la actualidad la participación de los PMA en el comercio mundial era inferior al 1%. El objetivo era duplicar esta cifra para 2020. El comercio -incluido el comercio Sur-Sur- era un medio de aumentar el bienestar de los países, y era preciso hacer un esfuerzo consciente para colmar esa brecha sin menoscabar los intereses nacionales. Era necesaria una revisión total del orden comercial mundial a fin de identificar las causas de esas desigualdades y hallar soluciones. Se requerían inversiones y conocimientos especializados para mejorar la infraestructura, la situación energética, etc., con el fin de que los países en desarrollo pudieran aprovechar las oportunidades que ofrecía el comercio Sur-Sur. Gracias al éxito de las relaciones bilaterales se había establecido una red ferroviaria entre los cinco países miembros de la Comunidad del África Oriental (CAO). Los países miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) podían adoptar una iniciativa de esta índole.

Saidrahmon Nazriev, Primer Viceministro de Desarrollo Económico y Comercio, Tayikistán, destacó la importancia de la infraestructura para la facilitación del comercio y la integración. Mencionó, en particular, los proyectos de la Cooperación Económica Regional para el Asia Central y del corredor de transporte de la Ruta de la Seda como ejemplos de buena cooperación interregional que habían facilitado el comercio -y reducido los costos del comercio-entre 10 países de Asia. El Programa Especial de las Naciones Unidas para las Economías de Asia Central15 era otro ejemplo de cooperación exitosa para la facilitación del comercio.

Syed Tauqir Shah, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Pakistán, informó acerca de las iniciativas regionales, en particular el proyecto regional de electricidad CASA 1000, que vincula el Asia Central con el Asia Meridional, y el proyecto de gasoducto de gas natural para Turkmenistán, el Afganistán, el Pakistán y la India, que constituye un apoyo vital para el proyecto de la Ruta de la Seda. El reciente proyecto para el Corredor Económico China-Pakistán, por valor de 46.000 millones de dólares EE.UU., que abriría nuevas rutas de comercio y transporte en toda Asia, también es un ejemplo de la mejor cooperación comercial Sur-Sur.

Alejandro Gamboa Castilla, Director General, Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, Colombia, destacó el papel dual que desempeñaba Colombia como beneficiario y donante. La cooperación Sur-Sur también incluía la transferencia de conocimientos, no solo para los países en desarrollo sino también para los países desarrollados. Colombia había puesto en

15 Las economías abarcadas por el Programa son las siguientes: el Afganistán, Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

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marcha estrategias regionales en Centroamérica, el Caribe, América del Sur , África y Asia con miras a establecer herramientas y mecanismos para el intercambio de conocimientos, pero se requería más apoyo de los donantes. Para una cooperación Sur-Sur eficaz era necesario tener en cuenta las necesidades específicas del sector privado, así como las necesidades regionales. En consecuencia, Colombia había formulado estas estrategias ("giras de aprendizaje") centrando la atención en la promoción del espíritu empresarial. Se habían realizado giras de aprendizaje en El Salvador y Honduras y se preparaban otras en Benin, Ghana, Kenya y Sudáfrica.

Desde la sala, el representante de la ONUDI anunció la publicación de la edición de 2015 de la Guía de recursos interinstitucionales para el fomento de la capacidad comercial, centrada en la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular.16

16 http://www.unido.org/tcbresourceguide2015.html.

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11ª sesión: Presentación del nuevo MIM: el comercio al servicio del desarrollo de los PMA

Observaciones introductorias: Roberto Azevêdo, Director General, Organización Mundial del Comercio

Moderadora: Deborah Berlinck, Periodista, colaboradora del diario Folha de São Paulo, Brasil

Mesa redonda: Arancha González, Directora Ejecutiva,

Centro de Comercio Internacional Joshua Setipa, Ministro de Comercio e

Industria, Lesotho Morten Høglund, Secretario de Estado,

Ministerio de Relaciones Exteriores, Noruega

Aziz Mahamat Saleh, Ministro de Economía, Comercio y Desarrollo, Chad

Dominik Ziller, Director General Adjunto de Políticas de Desarrollo Internacional, Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, Alemania

Marokon Alilee, Director General, Ministerio de Turismo, Comercio y Empresas de Ni-Vanuatu, Vanuatu

Naindra Prasad Upadhaya, Secretario Permanente, Ministerio de Comercio y Suministros, Nepal

Cecilia Björner, Directora General, Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Suecia

Daniel Blockert, Presidente del Comité Directivo del MIM

Yvette Stevens, Presidenta de la Junta del MIM

Observaciones finales: Ratnakar Adhikari, Director Ejecutivo, Secretaría Ejecutiva del Marco Integrado mejorado

El Marco Integrado mejorado (MIM) -el único programa mundial de Ayuda para el Comercio centrado exclusivamente en los PMA- fue objeto recientemente de una evaluación independiente completa de su primera fase (2009-2015). En las conclusiones de la evaluación se confirmó la importancia que seguía teniendo el MIM para las prioridades de los PMA en materia de comercio y desarrollo, se indicó que los resultados estaban dando muestras positivas de sostenibilidad y se señalaron las esferas en las que es necesario reforzar la eficiencia y la eficacia.

A raíz de las recomendaciones formuladas tras la evaluación, los participantes en el MIM aprobaron la segunda fase del programa (2016-2022) e iniciaron un proceso de reforma inclusivo que culminó con la organización de la Plataforma Mundial del MIM, que congregó en Ginebra a casi 250 profesionales del MIM procedentes de PMA, donantes y organismos asociados, para debatir las mejoras propuestas.

En el acto de presentación se presentó a la comunidad de la Ayuda para el Comercio el nuevo marco del MIM para una segunda etapa del programa.

La sesión comenzó con una presentación audiovisual sobre los logros del Marco Integrado mejorado (MIM) en los cinco últimos años. A continuación se presentaron otros materiales audiovisuales en relación con las consultas inclusivas celebradas entre los miembros de la comunidad más amplia del MIM, que dieron lugar a importantes reformas y modificaciones del nuevo Programa del MIM, y con el calendario de la conferencia sobre promesas de contribuciones al MIM prevista en diciembre en Nairobi.17

Observaciones introductorias del Director General de la OMC

El Director General subrayó la importancia del Programa del MIM para los PMA como herramienta para el crecimiento, el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza. Anunció la conferencia sobre promesas de contribuciones que patrocinaría en el marco de la 10ª Conferencia Ministerial en Nairobi y en la que instaría a los donantes a prestar apoyo sustantivo al Programa.

A través de mensajes enviados por videoconferencia, los Jefes de los Organismos Asociados del MIM (el PNUD y la UNCTAD), así como representantes de alto nivel del FMI y del Grupo del Banco Mundial, aseguraron su continuado apoyo y expresaron su firme compromiso de contribuir al logro de los objetivos del MIM en la segunda etapa del Programa del MIM.18

17 Véase http://www.enhancedif.org/en/media/3788%20 y http://www.enhancedif.org/en/media/3790.18 Véase http://www.enhancedif.org/en/media/3785%20.

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Mesa redonda

Hablando en nombre de los Organismos Asociados del MIM, Arancha González, Directora Ejecutiva, Centro de Comercio Internacional, acogió con beneplácito las reformas que contribuirían a mejorar el funcionamiento del Programa. Pidió a la comunidad de la Ayuda para el Comercio que empoderara al MIM para que pasara a ser un motor del desarrollo económico en los PMA y destacó el hecho de que el MIM podía ser un vehículo para hacer realidad la visión de la Agenda para el Desarrollo después de 2015 para los PMA.

A continuación se entabló un diálogo interactivo entre los ministros de los PMA y los funcionarios superiores durante el cual se mostraron grabaciones cinematográficas realizadas por beneficiarios directos del proyecto, seguido de las declaraciones de apoyo de los donantes participantes en la mesa redonda y la presentación del nuevo Programa del MIM.

Joshua Setipa, Ministro de Comercio e Industria, Lesotho, explicó la forma en que Lesotho había utilizado el MIM como plataforma de coordinación entre diversos ministerios, en consonancia con la labor realizada en la Estrategia de Desarrollo Nacional. Puso de relieve el hecho de que el proyecto sobre invernaderos financiado con cargo al MIM estaba dando resultados concretos y transformando la vida de muchos de los pequeños agricultores, proporcionando medios de sustento a 200 personas pobres con un nivel de ingresos que oscilaba de un mínimo de 0 a un ingreso mensual colectivo de 86.000 dólares EE.UU. Su intervención fue respaldada por una de las beneficiarias del proyecto, dueña y supervisora principal de cultivos de tomate y champiñones.

Morten Høglund, Secretario de Estado, Ministerio de Relaciones Exteriores, Noruega, destacó que el comercio era fundamental para el desarrollo de los PMA y el MIM era el principal medio de canalizar la asistencia a los PMA. A este respecto, Noruega anunciaba una donación de 150 millones de coronas noruegas para la segunda etapa del MIM durante los próximos cinco años (2016-2020). Alentaba también a otros donantes y asociados para el desarrollo a que siguieran el ejemplo de Noruega e hicieran contribuciones a la segunda etapa del MIM, especialmente con ocasión de la próxima conferencia sobre promesas de contribuciones para el MIM.

Aziz Mahamat Saleh, Ministro de Economía, Comercio y Desarrollo, Chad, presentó información sobre el apoyo que el Chad había recibido del MIM a fin de movilizar recursos adicionales de Ayuda para el Comercio en el sector del cuero, lo que había permitido a su país producir por primera vez calzado con la especificación "Hecho en el Chad", así como una gama de productos de cuero normalizados. Tras su intervención hizo uso de la palabra uno de los beneficiarios del proyecto, un artesano en cueros y pieles que diseñaba y fabricaba calzado en la Dependencia de Capacitación del Centro Artesanal de N’djamena.

Dominik Ziller, Director General Adjunto de Políticas de Desarrollo Internacional, Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, Alemania, reiteró su apoyo al Programa del MIM y describió el apoyo prestado por el MIM a los programas bilaterales de Ayuda para el Comercio de Alemania. Hizo hincapié en que para poder cumplir sus responsabilidades en materia de desarrollo, los PMA necesitaban apoyo de los asociados para el desarrollo. Reconoció que el MIM proporcionaba el mecanismo para canalizar ese apoyo concertado a las necesidades de los PMA, y que correspondía a los propios PMA dirigir el proceso con el objetivo de mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos. Anunció la intención de Alemania de mostrar su apoyo con aportaciones concretas en la conferencia sobre promesas de contribuciones al MIM en diciembre.

En el contexto de la ubicación remota de la región del Pacífico y de las devastadoras consecuencias del ciclón, Marokon Alilee, Director General, Ministerio de Turismo, Comercio y Empresas de Ni-Vanuatu, Vanuatu, señaló que el MIM había marcado un hito en la política comercial de su país. Describió cómo gracias al MIM se habían fortalecido la capacidad de gestión del Comité Nacional para el Desarrollo del Comercio y la aplicación del Marco Nacional para la Política Comercial. Teniendo en cuenta que la economía de Vanuatu se basaba en los servicios, destacó el proyecto de apoyo al turismo, financiado conjuntamente con cargo al MIM y a fondos de Nueva Zelandia. A este respecto, presentó a uno de los beneficiarios del proyecto de turismo, una vendedora de artesanías en el mercado de Port Vila, cuyas actividades turísticas habían sido gravemente afectadas por el ciclón.

En su presentación, Naindra Prasad Upadhaya, Secretario Permanente, Ministerio de Comercio y Suministros, Nepal, esbozó los resultados conseguidos gracias al MIM en Nepal en las esferas de incorporación del comercio, creación de capacidad y apoyo a las prioridades comerciales para acceder a las oportunidades de mercado. Explicó cómo el Programa del MIM apoyaba la reconstrucción más sostenible de Nepal tras el trágico terremoto mediante la

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promoción de las oportunidades comerciales y el sector del comercio en Nepal. Esto incluía asimismo el apoyo al empoderamiento económico de la mujer por medio del proyecto del MIM relativo al gengibre. Su intervención fue respaldada por una productora de gengibre y por la Presidenta de la Cooperativa de Productoras de Gengibre.

Cecilia Björner, Directora General, Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Suecia, explicó por qué los donantes deberían invertir en la segunda etapa del MIM. Recordó que Suecia había sido el país anfitrión de la primera conferencia sobre promesas de contribuciones para el MIM, hizo hincapié en que el MIM era una plataforma singular e importante para ayudar a los PMA a acceder a los mecanismos necesarios para aprovechar las oportunidades de desarrollo que ofrecía el comercio. Destacó que el MIM era una herramienta importante para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda para el Desarrollo después de 2015. Afirmó que el MIM era un medio de centrar la atención en el empoderamiento económico de la mujer y la igualdad de género en los PMA y señaló asimismo que el comercio podía ser una herramienta poderosa para aprovechar el potencial productivo de las mujeres. Por último, declaró que Suecia proporcionaría apoyo concreto al MIM en la conferencia sobre promesas de contribuciones que se celebraría en Nairobi.

Preguntas y respuestas

Bangladesh, en nombre de los PMA y en su calidad de Coordinador de los PMA , celebró la donación de Noruega a la segunda etapa del MIM y pidió a otros asociados para el desarrollo que apoyaran el Programa del MIM.

Presentación del nuevo Marco de Programa del MIM

Yvette Stevens, Presidenta de la Junta del MIM, y Daniel Blockert, Presidente del Comité Directivo del MIM, presentaron las principales novedades del nuevo Marco de Programa del MIM. Entre estas se incluían, entre otras: una mejor relación costo-calidad del Programa; el establecimiento de un presupuesto comprendido entre 247 y 320 millones de dólares EE.UU. para financiar la segunda etapa; un marco de resultados más exigente; y una estrategia completa de evaluación de riesgos. Los presentadores describieron en detalle los medios por los que el Programa ofrecería una ayuda mucho más eficiente, flexible y eficaz a las naciones más pobres para que pudieran disfrutar de los beneficios del comercio para el desarrollo económico.

Tras poner de relieve todas las modificaciones efectuadas en el Programa del MIM, se inauguró formalmente su segunda etapa con la presentación del nuevo logo del MIM y su lema: Comercio para el Desarrollo de los PMA.

Observaciones finales a cargo de Ratnakar Adhikari, Director Ejecutivo, Secretaría Ejecutiva del Marco Integrado mejorado

En sus observaciones finales, el Director Ejecutivo respondió a las preguntas formuladas. El Director Ejecutivo también agradeció y celebró la donación de Noruega, que ayudaría al MIM a seguir obteniendo resultados en los países más pobres sin perder el impulso logrado.

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12ª sesión: El comercio electrónico y la iniciativa de Ayuda para el Comercio

Moderador: Alfredo Suescum, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Panamá

Mesa redonda: Michael Ferrantino , Economista Principal,

Práctica Global de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Torbjörn Fredriksson , Jefe, Sección de Análisis de las TIC, División de Tecnología y Logística, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo

Kemal Huseinovic , Jefe, Infraestructura, Entorno Habilitador y Ciberaplicaciones, Unión Internacional de Telecomunicaciones

Hanne Melin , Directora, Política Pública Global, eBay Inc.

Lautafi Fio Selafi Purcell, Ministro de Empresas Públicas, Samoa

Carlos Grau Tanner , Director General, Global Express Association

En el último Informe sobre la Economía de la Información de la UNCTAD se indica que algunas de las actividades más dinámicas de comercio electrónico se realizan en los países en desarrollo. En la página Research by eBay se señala que los obstáculos al comercio entre lugares alejados se reducen hasta en un 94% para los países en desarrollo en el mercado electrónico en comparación con los mercados tradicionales. Sus investigaciones documentan la aparición de las "micromultinacionales", que registran mayores tasas de supervivencia que las empresas equivalentes que no operan en línea y llegan a muchos mercados de exportación desde las primeras etapas de su existencia.

Sin embargo, las oportunidades que ofrece el comercio electrónico siguen en gran medida desaprovechadas. Muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) siguen sin poder acceder a servicios de red fiables. A falta de plataformas móviles para la transferencia de dinero o de servicios postales o de reparto de paquetes, muchas pymes de países en desarrollo experimentan dificultades para lograr que la presencia en línea les resulte provechosa. Hay quienes opinan que quizá sea necesaria una iniciativa de Ayuda para el Comercio Electrónico a fin de acelerar la revolución mundial del comercio electrónico

En la sesión se examinaron esas cuestiones y se estudió qué más se podía hacer para promover la ayuda, la inversión y la transferencia de tecnologías y conocimientos, en lo que se estaba convirtiendo en una poderosa herramienta para la integración de las pequeñas empresas de los países en desarrollo en el sistema de comercio.

Alfredo Suescum, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Panamá, inauguró la sesión y puso de relieve las oportunidades que ofrece el comercio electrónico, los posibles costos de no participar en el comercio electrónico y la posibilidad de una iniciativa de Ayuda al Comercio Electrónico.

Lautafi Fio Selafi Purcell, Ministro de Empresas Públicas, Samoa, destacó el gran mejoramiento observado en Samoa en el último decenio con respecto a la infraestructura de tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), su utilización y su aplicación al comercio electrónico. La apertura del sector de las telecomunicaciones de Samoa en 2005, la privatización y la continuación de la reforma normativa constituían la base de este progreso. En la actualidad, Samoa utilizaba la TIC para obtener información sobre el acceso a los mercados, el destino y comercialización de los productos, los servicios de reserva en línea y los servicios financieros, incluida la recepción de remesas. Con apoyo del Grupo del Banco Mundial, Samoa tenía prevista la introducción de un segundo cable de fibra óptica a fin de mejorar el acceso a los servicios de banda ancha y estaba elaborando una estrategia de gobierno electrónico destinada a mejorar la prestación de los servicios públicos y las vinculaciones entre los distintos organismos gubernamentales. Si bien el Gobierno había aprobado una Ley de Operaciones Electrónicas, Samoa aún necesitaba formular estrategias para lograr una mejor vinculación entre los sectores privado y público, así como estrategias para los sectores del turismo y las finanzas. Mencionó asimismo que Samoa había actualizado recientemente su sistema aduanero y estaba utilizando el Sistema Automatizado de Datos Aduaneros (SIDUNEA), que proporcionaba procedimientos más eficientes, y

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señaló que Samoa debía aún aprovechar mejor las oportunidades que ofrecía el comercio electrónico mediante el fortalecimiento de la confianza, la infraestructura y las capacidades humanas.

Hanne Melin, Directora, Política Pública Global, eBay Inc., dijo que el análisis de los vendedores en la plataforma de mercado de eBay mostró que estaba en curso una revolución del comercio. En contraste con las empresas tradicionales, la gran mayoría de las empresas pequeñas, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo, utilizaba la plataforma de eBay para la exportación. Las plataformas electrónicas podían considerarse como tiendas virtuales que llegaban a todos los países del mundo. Subrayó que el comercio electrónico permitía a algunas pequeñas empresas exportar productos sin tener que convertirse en empresas grandes ni alcanzar un determinado nivel de productividad para poder exportar. Una eventual iniciativa de Ayuda para el Comercio Electrónico podía fomentar la cooperación entre múltiples partes, impulsar la revisión de los procesos aduaneros y ayudar a abordar los problemas y las oportunidades resultantes del comercio electrónico. Hizo un llamamiento a reforzar la cooperación entre las empresas y las aduanas. Los comerciantes creaban una matriz electrónica y esos datos podían utilizarse para la elaboración de sistemas de modelación y evaluación de riesgos.

Carlos Grau Tanner, Director General, Global Express Association, describió las empresas internacionales de mensajería rápida, como DHL, FedEx, TNT o UPS, como proveedores de servicios en el marco de una cadena logística rápida y segura para empresas grandes y pequeñas, así como para consumidores particulares de informática. Las empresas de mensajería encontraban obstáculos tanto en las fronteras como en el interior de los países. Entre estos últimos destacaban las dificultades para el establecimiento de una presencia comercial (modo 3 del AGCS), como restricciones a la inversión y cuestiones relacionadas con las licencias y el entorno normativo. El aspecto que las empresas de mensajería rápida no controlaban en las fronteras eran los procedimientos aduaneros. La aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio sería sumamente provechosa para el comercio tradicional y el comercio electrónico. Advirtió que convenía estar al corriente de todos los procedimientos fronterizos, dado que en ocasiones una mera formalidad, como la necesidad de contar con una firma original, podía obstaculizar la buena marcha de los procesos electrónicos.

Michael Ferrantino, Economista Principal, Práctica Global de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial, ilustró las oportunidades y los problemas que planteaba el comercio electrónico con ejemplos concretos de países en desarrollo. En particular, citó el ejemplo de una empresa en Ghana que producía mantequilla y jabones de karité para los mercados local e internacional y proporcionaba insumos a las cadenas de valor mundiales. Otro ejemplo era una empresa de Kenya que utilizaba el comercio electrónico para ofrecer una plataforma de exportación a productores locales de bisutería tradicional. Además, dio ejemplos de empresas de servicios innovadoras del Senegal y de Nepal en los sectores de análisis de medios de comunicación social y programación de aplicaciones, respectivamente. Puso de relieve los desafíos relacionados con el comercio electrónico, como la falta de sistemas electrónicos de pago (incluidas las tarjetas de crédito) en los países en desarrollo, así como el hecho de que aproximadamente una tercera parte de la población mundial no tenía una dirección electrónica. Previno a los países en desarrollo contra el establecimiento de políticas de localización de datos por motivos de seguridad e intimidad, pues ello podía facilitar los delitos cibernéticos. A su juicio, debía confiarse más en las empresas para que manejaran esos datos, pues tenían mejor tecnología y mayores incentivos para proteger los datos.

Torbjörn Fredriksson, Jefe, Sección de Análisis de las TIC, División de Tecnología y Logística, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo , destacó algunas de las conclusiones del Informe sobre la Economía de la Información de la UNCTAD para 2015, en el que se habían evaluado las potencialidades del comercio electrónico en los países en desarrollo. Según el Informe, en años recientes se había ampliado el alcance del comercio electrónico como resultado de los siguientes factores: i) una mejor conectividad de la TIC; ii) un menor número de barreras de entrada para el comercio electrónico (plataformas de comercio electrónico, soluciones de pago); y iii) un rápido aumento del comercio electrónico en las empresas de países en desarrollo. El volumen de las operaciones entre empresas, que ascendió a 15,2 billones de dólares EE.UU., fue superior al número de transacciones entre empresas y consumidores, cuyo valor fue de 1,2 billones de dólares EE.UU. Para las empresas más pequeñas, resultaba a menudo más fácil realizar operaciones entre empresas dado que de esta forma tenían que atender a un menor número de clientes. No obstante, las empresas pequeñas seguían estando rezagadas respecto de las más grandes y sus operaciones en línea solían ser de compra, más que de venta. La mayor parte del comercio electrónico seguía siendo de ámbito nacional. En su opinión, los desafíos más importantes eran el bajo nivel de aceptación del comercio electrónico por

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los consumidores, el acceso asequible a los servicios de banda ancha, los sistemas de transporte, el desarrollo de las aptitudes, la calidad de los datos y la necesidad de contar con marcos jurídicos sobre las operaciones electrónicas, los delitos cibernéticos y la protección del consumidor. Señaló que la UNCTAD estaba compilando leyes relacionadas con el comercio electrónico y que la regulación del comercio electrónico entrañaba la participación de varias instituciones públicas, como los bancos centrales, los organismos reguladores de las telecomunicaciones y las agencias de protección del consumidor.

Kemal Huseinovic, Jefe, Infraestructura, Entorno Habilitador y Ciberaplicaciones, Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), hizo hincapié en que el comercio electrónico requería una infraestructura de TIC fiable, accesible y flexible. La UIT estaba dispuesta a ayudar a los países a formular estrategias y planes nacionales a este respecto. La banda ancha constituía una infraestructura nacional clave (al igual que la electricidad y la red vial), razón por la cual la  UIT y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) habían establecido la Comisión sobre la Banda Ancha con el fin de ampliar el acceso a la banda ancha. Mencionó asimismo que era necesario educar y capacitar a los ciudadanos para que confiaran en la infraestructura y los servicios de TIC. Además, la UIT ayudaba a los países a establecer un marco normativo flexible y propicio y estaba dispuesta a colaborar con otras instituciones internacionales a este respecto.

Por último, Alfredo Suescum preguntó a los participantes en la mesa redonda qué podía hacer la OMC para promover el comercio electrónico. El Sr. Ferrantino sugirió que se evaluaran los compromisos en los sectores de servicios que tenían importancia para el comercio electrónico. El Sr. Fredriksson estimaba que debía hacerse hincapié en el marco legal y los regímenes normativos, en particular en la cuestión de la firma electrónica como parte de las leyes relativas a las operaciones electrónicas. La Sra. Melin propuso que la OMC enviara una clara señal a los Miembros sobre las ventajas del comercio electrónico. El Ministro Purcell puso de relieve la continuada necesidad de Ayuda para el Comercio destinada a fortalecer la infraestructura y la capacidad. El Sr. Huseinovic sugirió que la OMC firmara un memorando de entendimiento sobre el comercio electrónico con la UIT en la próxima conferencia (Telecom World 2015), que se celebraría en Budapest. El Sr. Grau Tanner destacó la necesidad de ratificar el AFC antes de la Conferencia de Nairobi y de examinar a fondo los servicios en el marco de un amplio debate de ideas.

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13ª sesión: Reducir los costos del comercio para fomentar los intercambios comerciales de mercancías de los PMA

Moderador: Robbert de Kock, Secretario General, Federación Mundial de la Industria de Artículos Deportivos

Mesa redonda: Marten van den Berg, Viceministro de

Relaciones Económicas Exteriores, Países Bajos

Célestin Monga , Director Ejecutivo, División de Apoyo a los Programas y Administración General, Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial

Phouvieng Phongsa, Director General Adjunto, Departamento de Planificación y Cooperación, Ministerio de Industria y Comercio, República Democrática Popular Lao

Joshua Setipa , Ministro de Comercio e Industria, Lesotho

Sorasak Pan, Secretario de Estado, Ministerio de Comercio, Camboya

Jeffrey Whalen, Consejero Jurídico Superior, Aduanas y Comercio Internacional, Nike Inc.

Reducir los costos de las transacciones comerciales puede redundar en una significativa mejora de la capacidad de un país para competir eficazmente en la economía mundial. Los 27 países menos adelantados (PMA) que respondieron al cuestionario de autoevaluación en el marco del seguimiento de la Ayuda para el Comercio de 2015 consideraban que los procedimientos de exportación/en frontera y la infraestructura de transporte eran los principales orígenes de los costos del comercio de exportación de mercancías.

La comparación de los costos de las transacciones para los PMA y los demás Miembros de la OMC confirma que los PMA tienen una desventaja comparativa en cuanto a los costos de exportación de mercancías. Además, las dificultades de transporte y algunas medidas no arancelarias menoscaban las posibilidades de los PMA de integrarse en las cadenas de valor.

En esta sesión se examinó la cuestión de los costos del comercio para los PMA desde el punto de vista del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio adoptado por los Miembros en Bali en 2013. Se examinaron asimismo las decisiones de Bali en particular desde el punto de vista sectorial, y se determinó qué aspectos impedían a los productores e inversores sacar provecho de los programas de acceso a los mercados.

El debate se estructuró en torno a los problemas relacionados con la expansión del sector de los artículos deportivos, de importancia creciente en los PMA.

Robbert de Kock, Secretario General, Federación Mundial de la Industria de Artículos Deportivos, señaló a la atención de los participantes el hecho de que la industria mundial de artículos deportivos, que actualmente tenía un volumen de negocios superior a los 300.000 millones de dólares EE.UU., hacía una contribución positiva al promover y recomendar la adopción de estilos de vida físicamente activos.

Hablando desde la perspectiva del sector privado, Jeffrey Whalen, Consejero Jurídico Superior, Aduanas y Comercio Internacional, Nike Inc., señaló que Nike era la empresa líder del calzado y la ropa para deportes en el mercado y tenía fábricas en 42 países que empleaban a más de 1 millón de trabajadores. Añadió que, aunque los PMA habían comenzado a integrarse en las redes mundiales de producción de artículos deportivos, las decisiones de la empresa en materia de suministros dependían de una serie de factores como el estado de la infraestructura, los servicios públicos, la disponibilidad de mano de obra y profesionales especializados, la legislación laboral local y su aplicación, la aplicación estricta de las leyes de propiedad intelectual y la protección de las inversiones.

Joshua Setipa, Ministro de Comercio e Industria, Lesotho, dijo que el principal problema para Lesotho era su situación geográfica. Como país sin litoral donde el puerto más cercano estaba a 800 kilómetros, el costo del transporte era el mayor problema que menoscababa la competitividad de Lesotho en las exportaciones mundiales. Por tanto, uno de los objetivos prioritarios de Lesotho era el mejoramiento de la infraestructura para la facilitación del comercio, más que las medidas destinadas a industrias específicas.

Sorasak Pan, Secretario de Estado, Ministerio de Comercio, Camboya, afirmó que el desafío más importante que enfrentaba Camboya, donde se registraba un rápido aumento de la fabricación de calzado, era el nivel insuficiente de infraestructura industrial. Señaló que la iniciativa de Ayuda para el Comercio había contribuido a movilizar fondos para el Enfoque Amplio del Sector

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del Comercio de Camboya, un enfoque integrado de la Ayuda para el Comercio, y que en la Estrategia de Integración Comercial de Camboya para el período 2014-2018 se habían determinado las esferas clave para apoyar el desarrollo de su sector comercial.

Phouvieng Phongsa, Director General Adjunto, Departamento de Planificación y Cooperación, Ministerio de Industria y Comercio, República Democrática Popular Lao, observó que el problema principal para la República Democrática Popular Lao guardaba relación con los mercados a los que estaban destinadas las exportaciones de sus artículos deportivos y señaló que actualmente la UE absorbía el 80% de las exportaciones de prendas de vestir de su país. El abastecimiento de insumos (concretamente, de textiles) también estaba concentrado en unos pocos países, en particular Tailandia, de donde procedía el 60% de los textiles. Mencionó asimismo, como cuestión crítica, el plazo de entrega, añadiendo que en la República Democrática Popular Lao la fabricación de un artículo requería casi 70 días desde el momento en que se recibía el pedido, mientras que para los proveedores competitivos el tiempo medio requerido era de 30 a 35 días.

Célestin Monga, Director Ejecutivo, División de Apoyo a los Programas y Administración General, Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), instó a que se reconsideraran las estrategias de desarrollo. Subrayó las dificultades que enfrentaban las industrias con gran densidad de mano de obra en los países de ingreso bajo y sugirió que los PMA centraran la atención en fortalecer esas industrias e hicieran intervenciones selectivas, como se estaba haciendo en Etiopía y el Senegal. Por otra parte, explicó que los problemas de infraestructura podían resolverse mediante el diseño cuidadoso de parques industriales en un país o el establecimiento de zonas económicas "especializadas". Estimaba que en un mundo con exceso de ahorro, lo que faltaba era una forma de vincular ese ahorro con oportunidades de inversión en países de ingreso bajo. Señaló que la ONUDI podía ayudar a los  PMA y otros países en desarrollo a encontrar apoyo financiero para sus iniciativas de desarrollo industrial.

Marten van den Berg, Viceministro de Relaciones Económicas Exteriores, Países Bajos , recordó la tragedia de Rana Plaza ocurrida en Bangladesh en 2013, que había puesto de relieve en la industria del vestido la cuestión del desempeño social. Recalcó que si bien era decisivo reforzar el marco normativo, la capacidad de los países para aplicar las normas (por ejemplo, inspecciones periódicas de las fábricas para verificar el cumplimiento) también era deficiente. Asimismo, reconoció que en el contexto de las cadenas de valor era difícil garantizar una conducta empresarial responsable.

En el debate, con respecto a las dificultades de acceso al mercado en la industria de los artículos deportivos, algunos participantes en la mesa redonda (Lesotho, República Democrática Popular Lao) no consideraban que esta fuera una cuestión fundamental per se, dado que para ellos lo más urgente era la solución del problema general de la competitividad económica. Para Lesotho el factor más importante que le impedía desarrollar plenamente sus potencialidades era el costo del transporte, mientras que para la República Democrática Popular Lao el aumento de los salarios, la escasez de mano de obra y la apreciación de la moneda eran los factores que planteaban una amenaza potencial para su industria del vestido.

El Sr. Pan señaló que las condiciones relacionadas con las normas de origen afectaban al desarrollo de la industria de la bicicleta en Camboya. Por ejemplo, algunas de las condiciones previstas en el Sistema General de Preferencias de la UE se consideraban desfavorables para Camboya al dificultar el suministro de piezas de repuesto por países vecinos. Algunos participantes señalaron que la lógica misma de las cadenas de valor terminaría por convertir en superfluas las normas de origen.

El Sr. Whalen subrayó la necesidad de un acceso transparente, previsible y "justo" al mercado de los artículos deportivos. Afirmó que los aranceles medios aplicados a la industria de los artículos deportivos se contaban entre los más altos, y observó que en los Estados Unidos, por ejemplo, el arancel medio aplicable al sector del vestido era de aproximadamente el 14%. Aunque los artículos deportivos representaban solo el 1,8% del valor total de las importaciones de los Estados Unidos, el sector aportaba el 70% de los ingresos aduaneros del país. Señaló asimismo que mientras los países exportadores sujetos a la Ley sobre crecimiento y oportunidad en África19 gozaban de exención de impuestos en el mercado estadounidense, los proveedores asiáticos de Nike tenían limitaciones para acceder al mercado en la medida en que el calzado y las prendas de vestir no estaban incluidos en el esquema del Sistema Generalizado de Preferencias de los Estados Unidos.

19 Ley sobre crecimiento y oportunidad en África. Véase http://trade.gov/agoa/.

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Reconoció la contribución hecha por la OMC en la Conferencia Ministerial de Bali al proporcionar un marco de normas de origen transparentes y sencillas para las exportaciones de los PMA. Observó además que ciertos instrumentos de política comercial de los países se estaban aplicando de forma arbitraria, e instó a que las normas de la OMC se aplicaran de manera uniforme.

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14ª sesión: Reducir los costos del comercio para fomentar los intercambios comerciales de servicios de los PMAEsta sesión se celebró en colaboración con el Centro de Comercio Internacional (ITC) y el Centro Internacional de Comercio y Desarrollo Sostenible (ICTSD).

Moderador: Gyan C.   Acharya , Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo

Mesa redonda: Bernard Hoekman , Profesor, Centro

Robert Schuman de Estudios Avanzados, Instituto Universitario Europeo

Rogers Karebi, Secretario General y Miembro Fundador, Uganda BPO Association

Darlington Mwape, Embajador e Investigador Superior, Centro Internacional de Comercio y Desarrollo Sostenible (ICTSD)

Alioune Sarr , Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal

Myat Su , empresaria, Silk Road to Asia Travels and Tours Company Ltd, Myanmar

En comparación con el comercio de mercancías, el comercio de servicios ha recibido menos atención por parte de los economistas y de quienes formulan las políticas. Esta situación está empezando a cambiar. En el marco de las iniciativas recientes, se ha reunido a expertos en el sector de los servicios para debatir de qué manera podría la política comercial promover más eficazmente la contribución de los servicios al crecimiento y el desarrollo (ICTSD) y se ha dado capacitación a los delegados de los PMA en relación con los obstáculos y las negociaciones que afectan a los servicios (ITC). Se reconoce cada vez más el potencial del sector de los servicios como impulsor del crecimiento económico de los países en desarrollo. Además, el comercio de servicios puede desempeñar un papel importante en relación con el desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza y el empoderamiento económico de la mujer, que constituyen objetivos fundamentales de la nueva Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo después de 2015.Un número considerable y creciente de investigaciones ilustra el hecho de que, además de los habituales obstáculos para el acceso a los mercados, aspectos como las infraestructuras de red y la reglamentación interna aumentan considerablemente los costos del comercio para los proveedores de servicios. En la reunión de alto nivel del Consejo del Comercio de Servicios de la OMC celebrada en febrero de 2015 a fin de poner en práctica la exención para los PMA en la esfera de los servicios se adoptó una importante medida para hacer realidad el potencial desaprovechado de los servicios. En la reunión quedó patente la voluntad de los interlocutores comerciales de los PMA de otorgar preferencias significativas a los servicios y los proveedores de servicios de los PMA.En ese contexto, en esta sesión se pusieron de relieve las oportunidades para que los PMA pudieran ingresar en los mercados de servicios comerciales aumentando la capacidad de oferta y abordando los obstáculos al comercio de servicios. Sobre la base de ejemplos concretos, esta sesión se centró en algunos de los principales retos que enfrentaban las empresas basadas en PMA y examinó posibles soluciones para facilitar el comercio de servicios, así como el apoyo de los inversores y la Ayuda para el Comercio para hacer posible un firme crecimiento de los sectores de servicios y una mejora de los resultados de exportación de los PMA a fin de contribuir a la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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Gyan C. Acharya, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, dijo que esta sesión complementaría la sesión precedente ("Reducir los costos del comercio para fomentar los intercambios comerciales de mercancías de los PMA") al presentar las perspectivas y opiniones del ámbito académico y de los sectores público y privado y al señalar las potencialidades, las oportunidades y los problemas de los países menos adelantados en sus esfuerzos por ser competitivos en el comercio de servicios. Añadió que, pese a su importancia cualitativa y cuantitativa, a menudo se pasaba por alto el sector de los servicios como fuente de diversificación de las exportaciones. Si bien este sector representaba el 47% del producto interno bruto (PIB) de los PMA, la participación del comercio de servicios en las exportaciones de estos países era solo del 13%. Esta disparidad ponía de manifiesto el potencial de crecimiento del sector de los servicios en los PMA y el papel que este sector podía desempeñar en el desarrollo económico y la erradicación de la pobreza. Para lograrlo, era necesario velar por que tanto las mercancías como los servicios estuvieran integrados en los mercados mundiales. Por ejemplo, el sector de los servicios de informática e información era el más dinámico, con un crecimiento del 3%, seguido del turismo, la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), el transporte aéreo y los suministros de construcción. El verdadero problema era cómo podía ayudarse a los PMA a crear infraestructura y aumentar su capacidad y su participación en las exportaciones. En consecuencia, la reducción de los costos del comercio de servicios para los PMA podía ser un elemento importante que los ayudaría a aumentar su participación en las exportaciones de servicios. Si se reforzara el potencial del sector de servicios de los PMA, ello podía contribuir considerablemente al cumplimiento de la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Era alentador comprobar que la Ayuda para el Comercio ayudaba a los PMA a solucionar algunos de los problemas más graves en este sector, especialmente en relación con el desarrollo de infraestructura, y a aumentar la capacidad de los PMA en el sector de servicios y acceder a los mercados internacionales.

Bernard Hoekman, Profesor, Centro Robert Schuman de Estudios Avanzados, Instituto Universitario Europeo, observó que para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los servicios -que representaban el 50% del PIB e incluso más (cerca del 70%) en economías más desarrolladas- tenían una importancia fundamental. Al abordar la cuestión del papel del comercio en este contexto, y de por qué se prestaba tan poca atención al comercio de servicios, señaló que ello se debía principalmente al hecho de que los servicios eran comercializables a través de canales diversos, por ejemplo mediante la inversión extranjera directa. El comercio de servicios tenía costos mucho más elevados que el de mercancías debido a que contaba con menos apoyo normativo. El comercio era importante porque era un factor fundamental para lograr el octavo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El comercio facilitaba las importaciones, las exportaciones, la transferencia de tecnología y la actualización de los conocimientos especializados. El comercio de servicios también tenía una función importante para el logro de estos objetivos. Añadió que las cadenas de valor mundiales requerían un enorme volumen de comercio de servicios. También era cierto que los costos del comercio de servicios eran más elevados que los del comercio de mercancías. Esto se debía principalmente a los numerosos obstáculos normativos que existían en este sector (como, por ejemplo, los relacionados con la presencia comercial y los visados), que dificultaban la interacción del proveedor de servicios con los compradores. Los obstáculos institucionales también incrementaban los costos del comercio de servicios. La mitigación de esas limitaciones de política y obstáculos institucionales ayudaría a los PMA a reducir los costos de su comercio de servicios. A su juicio, era lamentable que la cuestión de los servicios se debatiera ahora fuera de la OMC, en el marco del ACS20, que no incluía a los PMA ni a las economías emergentes.

Presentando una perspectiva del sector privado sobre esta cuestión, Rogers Karebi, Secretario General y Miembro Fundador, Uganda BPO Association, proporcionó información sobre los desafíos y las oportunidades del comercio de servicios en Uganda. Refiriéndose a la Visión 2040 de Uganda, mencionó varias de las iniciativas que hacían de Uganda un buen candidato para la subcontratación. Con una gran disponibilidad de jóvenes graduados que dominan el inglés y habida cuenta del arraigado espíritu empresarial de la juventud de Uganda, el país ofrecía un considerable acervo de recursos humanos. A fin de hacer frente a su alta tasa de desempleo, Uganda tenía previsto crear empleos mediante la inversión en la subcontratación de procesos empresariales con miras a crear 200.000 puestos de trabajo en los próximos dos años. Si surtían efecto las políticas complementarias que se habían puesto en marcha, en los próximos años se crearían otros 600.000 empleos. Destacó varios problemas que redundaban en un elevado costo para el comercio, como el costo exorbitante de los servicios de Internet, que constituía un obstáculo para la

20 Acuerdo sobre el Comercio de Servicios.

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subcontratación; el nivel prohibitivo de los alquileres de inmuebles; la insuficiente protección en materia de propiedad intelectual y la insuficiente normativa sobre protección de datos; la renuencia del gobierno a subcontratar algunas de sus funciones a proveedores de servicios locales; un clima de inversión poco propicio para atraer inversiones (incluida inversión local); una política fiscal excesiva e irracional; las dificultades de acceso a los mercados (esfera en la que el Centro de Comercio Internacional estaba prestando un valioso apoyo); y los tipos de interés excesivos (por encima del 24%) que obstaculizaban el acceso a la financiación. Para mitigar estos problemas, a fin de que los PMA pudieran competir con países con un nivel de costos más bajo, se requería un plan, que podría incluir los siguientes elementos: conexión a infraestructura básica; incubadoras; y establecimiento de un parque de TIC. En conclusión, señaló que Uganda había comenzado a aplicar una política de comercio electrónico que podía constituir una iniciativa prometedora. Era hora de contar con la participación de jóvenes innovadores y ayudarlos a comercializar sus ideas. A este respecto, el establecimiento de enlaces con las industrias, la agricultura y el turismo iba en la dirección correcta.

Alioune Sarr, Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal, dijo que para la mayoría de los PMA los servicios (por ejemplo, los bancarios, de aviación, marítimos, etc.) eran la piedra angular de la economía. Aunque los servicios tenían una repercusión directa en el desarrollo y el crecimiento económico de un país -en una proporción cercana al 60% del PIB- lamentablemente no se otorgaba al sector la atención que merecía. El sector de los servicios era el núcleo de la economía del Senegal, en la que el sector bancario, por ejemplo, representaba el 26% y crecía a una tasa superior al 20%. Por tanto, la facilitación del comercio, que reducía el costo del comercio de servicios para los PMA, era sumamente importante. Puso de relieve en particular el papel que desempeñaban las mujeres en el sector de los servicios, así como la falta de protección social que dificultaba su participación. La política de telecomunicaciones del Senegal había tenido como resultado una considerable penetración en el sector de las telecomunicaciones, hasta el punto de que había un mayor número de teléfonos que de personas. El Senegal también había promulgado varias leyes y adoptado una serie de medidas de política para aplicar la Visión de las Telecomunicaciones del Senegal (también en materia de seguridad, delitos cibernéticos y protección de datos). Afirmó que el Senegal había centrado la atención en la facilitación del comercio, lo que había propiciado la creación y la gestión de empresas. Se estaban haciendo inversiones en educación con miras a mejorar y reforzar el capital humano. La Facilitación del Comercio en el contexto de los PMA suponía prestar atención especial a la creación y el mejoramiento de la infraestructura de servicios. En el ámbito de las políticas públicas, los PMA necesitaban canalizar inversiones hacia el sector de los servicios, y para lograrlo era fundamental facilitar el comercio. Otro desafío importante consistía en fomentar el crecimiento y la creación de empleo para los jóvenes menores de 25 años, que representaban el 60% de la población del Senegal.

Darlington Mwape, Embajador e Investigador Superior, Centro Internacional de Comercio y Desarrollo Sostenible (ICTSD), observó que los servicios cumplían un papel crucial en las cadenas de valor mundiales y eran necesarios para participar en las cadenas de valor tanto de mercancías como de servicios. Los servicios no debían concebirse de forma compartimentada sino como un todo; la creación de marcas, el diseño, la fabricación, la comercialización y demás procesos eran complementarios y mutuamente inclusivos. Añadió que los obstáculos existentes en el sector de los servicios eran de carácter principalmente político y normativo. La mera liberalización y el acceso al mercado no bastaban. Se requerían reformas políticas y normativas para ayudar a los PMA a alcanzar el crecimiento. Por ejemplo, con arreglo al modo 4 (movimiento de personas físicas) del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), los procedimientos de concesión de visados eran engorrosos, lo que aumentaba los costos. Otro ejemplo era el de Zambia, que tenía dificultades para atraer inversiones en los servicios de transporte aéreo debido a lo que denominaba una política fiscal "irracional" con respecto al combustible. Por consiguiente, era necesario realizar intervenciones específicas a fin de resolver algunos de estos problemas y se requerían reformas de política por parte tanto de los proveedores como de los receptores de servicios. El ICTSD había encargado la realización de estudios por países a fin de identificar los sectores prioritarios, así como los obstáculos concretos en determinados sectores. Esos estudios tenían por objeto servir de base para formular recomendaciones sobre reformas que contribuyeran a aprovechar plenamente el comercio de servicios. La Ayuda para el Comercio, especialmente en la esfera de la reforma de políticas, podía ayudar a generar cambios positivos para los PMA y proporcionaba un escenario inmejorable para garantizar el éxito. Las reglamentaciones debían complementar el acceso a los mercados, y el artículo 8 del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, que requería que los reguladores compartieran las buenas prácticas, constituía un buen modelo a este respecto.

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Myat Su, empresaria, Silk Road to Asia Travels and Tours Company Ltd., Myanmar, señaló que con sus 3 millones de visitantes anuales, el sector del turismo era un motor de la economía de Myanmar y constituía, por tanto, una prioridad económica y política para la creación de empleo y la mitigación de la pobreza. La cultura y el ecoturismo eran otras prioridades clave. Se refirió a los muchos desafíos que enfrentaba Myanmar en el sector de servicios, entre los que se contaban los siguientes: falta de infraestructura de calidad, incluidas carreteras; acceso y suministro insuficientes de agua y electricidad; escasez de buenos hoteles; acceso insuficiente a la tecnología de la información; dificultad para obtener visados; preocupaciones relativas a la seguridad y la estabilidad política; dependencia de monedas extranjeras e ineficiencia de los servicios bancarios; acceso a las finanzas, elevado tipo de interés (13%) y políticas bancarias sujetas a frecuentes cambios, lo que las hacían poco transparentes e impredecibles para las empresas; elevados tipos impositivos; y falta de políticas adecuadas para la creación de negocios y empresas. La formación profesional, el fortalecimiento de los recursos humanos y el apoyo al Gobierno y las pymes podían contribuir a mitigar algunos de estos problemas.

Antes de dar por concluida la sesión, el Sr. Acharya señaló los siguientes aspectos: los servicios desempeñaban un papel sumamente importante no solo en cuanto a la mejora del acceso de los PMA a los mercados mundiales, sino también en la creación de oportunidades de crecimiento y desarrollo dentro de un país; los servicios debían abordarse con un enfoque holístico (que abarcara las políticas normativas, la infraestructura, la coordinación interinstitucional y entre organizaciones, el acceso al mercado, etc.); la necesidad de canalizar las inversiones hacia la educación, la salud, la creación de empleo, la capacitación y el perfeccionamiento de los recursos humanos; la necesidad de dirigir la inversión hacia el desarrollo de infraestructura y la creación de capacidad; la importancia no solo del acceso a los mercados sino también de las reformas normativas, las medidas de política, la inversión en infraestructura, y las asociaciones con todas las partes interesadas y en particular con el sector privado; la necesidad de recurrir a los estudios monográficos sobre los países a fin de determinar el nivel de desarrollo del sector de servicios de los PMA y supervisar los progresos realizados sobre la base de plazos establecidos con arreglo a las reformas normativas, así como del acceso al mercado; las enormes potencialidades de crecimiento existentes si se hacían inversiones en infraestructura y reformas normativas y si se brindaban mejores oportunidades de acceso al mercado de manera más integrada; y el acceso a las finanzas, la promoción del sector privado y la inversión en TIC como factores decisivos. Algunos organismos como el Centro de Comercio Internacional, el Centro para la Promoción de las Importaciones de Países en Desarrollo de los Países Bajos, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, y el Marco Integrado mejorado también cumplían una función importante en la ayuda a los PMA. Además de permitir abordar todas estas cuestiones, la Ayuda para el Comercio también podía contribuir a identificar de forma más concreta las esferas clave hacia las que podía dirigirse el apoyo internacional y en que la voluntad política nacional y los cambios internos permitirían al sector de servicios dar un salto cualitativo.

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TERCER DÍA - 2 DE JULIO DE 2015

15ª sesión: Reducir los costos del comercio en la cadena de valor del algodón

Moderador: Adam Sneyd, Profesor Asistente, Departamento de Ciencias Políticas, Universidad de Guelph, Canadá

Mesa redonda: Paul Brenton , Economista Principal,

Práctica Global de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Hippolyte Dah , Ministro de Industria, Comercio y Artesanado, Burkina Faso

Kai Hughes , Director Gerente, Asociación Internacional del Algodón

Claude Allagbe, Director General de Comercio Interno, Ministerio de Industria, Comercio y Pequeñas y Medianas Empresas, Benin

Abdel K. Konaté , Ministro de Comercio e Industria, Malí

Steve MacDonald , Economista Agrícola, Servicio de Investigaciones Económicas, Departamento de Agricultura de los Estados Unidos

Aziz Mahamat Saleh , Ministro de Economía, Comercio y Desarrollo del Turismo, Chad

José Sette , Director Ejecutivo, Comité Consultivo Internacional del Algodón

En esta sesión plenaria se examinó la cuestión de los costos del comercio desde el punto de vista sectorial, prestando especial atención a la cadena de valor del algodón.

Los elevados costos del comercio merman la competitividad de los proveedores de bajos ingresos. En los debates y negociaciones celebrados en la OMC desde la presentación en 2003 de la "Iniciativa sectorial en favor del algodón" se ha afirmado que el sector del algodón es un motor del crecimiento económico y la reducción de la pobreza en los países en desarrollo, y especialmente en los países menos adelantados (PMA). El comercio de algodón también puede contribuir al empoderamiento económico de la mujer. Las investigaciones indican diversos aspectos que encarecen los costos del transporte para los proveedores de algodón, como las deficiencias en la infraestructura de transporte, los regímenes de tránsito y los problemas relacionados con la documentación aduanera.

La finalidad de esta sesión fue examinar la cuestión de los costos del comercio para los exportadores de algodón, analizar cómo los PMA pueden determinar las esferas prioritarias de crecimiento, los obstáculos a los que pueden enfrentarse al crear capacidad en esas esferas y la manera de atraer la ayuda de los asociados para el desarrollo y los inversores a fin de mejorar los resultados de exportación y agregar valor a la cadena del algodón. 

Adam Sneyd, Profesor Asistente, Departamento de Ciencias Políticas, Universidad de Guelph, Canadá, inauguró la sesión formulando preguntas que invitaban a reflexionar sobre la posibilidad de concebir una nueva visión del desarrollo mediante enfoques sostenibles e innovadores con respecto a la inversión y de actualizar las escalas a fin de lograr mejores resultados en la reducción de la pobreza.

Abdel K. Konaté , Ministro de Comercio e Industria, Malí, explicó que la economía de Malí era sumamente dependiente de la producción y las exportaciones de algodón. Aunque se habían realizado varias reformas institucionales a fin de reducir los costos del comercio y aumentar la producción de algodón, las cuestiones del acceso al mercado y las subvenciones a la exportación seguían planteando dificultades para los países africanos. En su opinión, era importante que estas dos cuestiones se mantuvieran en la mesa de negociación en la OMC. Señaló que menos del 2% de la producción de algodón se transformaba localmente, por lo que era preciso abordar con la debida atención las cuestiones relativas a la infraestructura física y no física. Informó de que se estaba preparando un ambicioso programa de desarrollo industrial de tres años de duración destinado a fomentar la transformación local del algodón en Malí, al que se había destinado un 15% del presupuesto nacional.

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Hippolyte Dah, Ministro de Industria, Comercio y Artesanado, Burkina Faso, recalcó que para mejorar su competitividad en los mercados internacionales del algodón, los países africanos, y en particular el grupo de los Cuatro del Algodón21, debían reforzar la integración regional y armonizar la legislación interna. Subrayó la necesidad de que los países africanos ratificaran los acuerdos a los que se habían adherido. Observó que también debían abordarse los obstáculos no arancelarios que afectaban a los productores de algodón, a nivel tanto bilateral como multilateral.

Aziz Mahamat Saleh, Ministro de Economía, Comercio y Desarrollo del Turismo, Chad , reconoció la necesidad de entrar en la cadena de valor del algodón pero advirtió, con respecto a las exportaciones del Chad, que debía evitarse una dependencia del algodón a largo plazo. Cuestionó la sostenibilidad del sector del algodón en los PMA a la luz de los grandes acuerdos regionales que se estaban negociando en ciertas regiones. Propuso que este fuera uno de los temas de debate fundamentales durante la Décima Conferencia Ministerial de la OMC que se celebraría en Nairobi.

Claude Allagbe, Director General de Comercio Interno, Ministerio de Industria, Comercio y Pequeñas y Medianas Empresas, Benin, destacó la importancia del sector del algodón para la economía de Benin y explicó las reformas que se habían realizado hasta la fecha, incluido el enfoque de ventanilla única para reducir las demoras debidas a la congestión portuaria y el período de tránsito interno y facilitar así las exportaciones de algodón.

José Sette, Director Ejecutivo, Comité Consultivo Internacional del Algodón, se refirió a la competitividad del sector del algodón en África en general, haciendo hincapié en que, aunque baja en comparación con las cifras mundiales, la producción africana de algodón era competitiva en términos de escala. Los costos del transporte y de los procedimientos fronterizos eran muy elevados y duplicaban los de otros países. Subrayó que la situación había comenzado a mejorar gracias a los acuerdos regionales que se estaban concertando y al giro que favorecía las políticas impulsadas por el sector privado frente a la intervención gubernamental.

Paul Brenton, Economista Principal, Práctica Global de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial, recalcó la importancia que el Banco Mundial otorgaba a los costos de logística comercial, especialmente para los productos agrícolas. Señaló que en África las limitaciones de infraestructura y normativas eran enormes. Hizo referencia a un proyecto recientemente iniciado por el Banco Mundial sobre la coordinación de la reforma de política en el corredor Abidjan-Uagadugú con miras a mejorar la calidad de los servicios de transporte por carretera y simplificar los procedimientos aduaneros a fin de reducir los costos del comercio. Puso de relieve la importancia de seguir de cerca los resultados de este proyecto, el cual podría repetirse más adelante o realizarse en otros países.

Steve MacDonald, Economista Agrícola, Servicio de Investigaciones Económicas, Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, sugirió que los países africanos invirtieran en el sector de los textiles y lo modernizaran, dado que las oportunidades futuras se situarían en el tramo superior de la cadena de valor. A su juicio, la participación del sector privado y las soluciones regionales eran fundamentales, habida cuenta del carácter desigual de la productividad y la especialización en el sector algodonero de África y del bajo nivel de intercambios entre los países.

Kai Hughes, Director Gerente, Asociación Internacional del Algodón, se refirió a las consecuencias adversas de las controversias sobre contratos y de las quiebras a nivel mundial, que estaban menoscabando la reputación de ciertos países. Opinó que los gobiernos debían abstenerse de adoptar políticas proteccionistas e intensificar la formación y la creación de capacidad, principalmente en su sistema judicial.

Los participantes preguntaron dónde se encontraban las mejores oportunidades en la cadena de valor e hicieron observaciones sobre la importancia del acceso a la financiación para los productores de algodón en el África Occidental, la necesidad de crear un entorno comercial favorable para desarrollar la cadena de valor del algodón y la cuestión de la interconectividad de las carreteras y los puertos marítimos.

21 Benin, Burkina Faso, el Chad y Malí.

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Observaciones finales de los participantes en la mesa redonda

Los participantes en la mesa redonda hicieron varias sugerencias con respecto a la iniciativa de Ayuda para el Comercio, a saber, que la Ayuda para el Comercio debía utilizarse para financiar la infraestructura física y no física en África, especialmente en los países sin litoral, a fin de facilitar el acceso del sector privado a capitales privados y aprovechar las oportunidades que ofrecían los mercados mundiales de textiles y productos derivados del algodón, y que la Ayuda para el Comercio también podía utilizarse para aumentar el suministro de insumos agrícolas, fortalecer los servicios de extensión y mejorar el entorno empresarial.

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16ª sesión: Comercio y cuestiones de género: Empoderar a las mujeres mediante cadenas de suministro inclusivas

Observaciones introductorias: Pamela Hamamoto , Embajadora,

Representante Permanente de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra

Päivi Kairamo , Embajadora, Representante Permanente ante la OMC, Finlandia

Moderadora: Arancha González, Directora Ejecutiva, Centro de Comercio Internacional

Mesa redonda: Axel Marcel Addy , Ministro de Comercio

e Industria, Liberia Archana Bhatnagar, Directora Gerente,

Haylide Chemicals Louise James , Directora Gerente,

Accenture Shinto Nugroho, Jefa de Políticas

Públicas y Relaciones con el Gobierno, Google Indonesia

Mayela Quesada, productora de café, Costa Rica

Observaciones finales: Hamish McCormick, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Australia

Las investigaciones económicas de diferentes autores señalan que los ingresos de las mujeres impulsan la reducción de la pobreza. Las mujeres tienen mayor propensión a emplear sus ingresos y su mayor poder de negociación para adquirir bienes y servicios que mejoran el bienestar de la familia, creando así un círculo virtuoso: los gastos de las mujeres promueven el desarrollo del capital humano, lo que a su vez impulsa el crecimiento económico.

La finalidad de esta sesión consistió en ayudar a comprender mejor la importancia de la integración de la mujer en las cadenas de valor, así como los principales motores de una integración satisfactoria, y contribuir a fomentar el debate acerca de las medidas que la comunidad de la Ayuda para el Comercio está adoptando para mejorar la situación actual.

En la sesión se examinó asimismo la función de la mujer en el comercio, tema en el que hicieron hincapié muchos de los relatos de experiencias concretas recibidos durante el ejercicio de seguimiento de la Ayuda para el Comercio de 2011. Las mujeres fabrican productos, transportan mercancías a través de las fronteras, son propietarias de empresas comerciales y las administran, o bien trabajan para dichas empresas. Sin embargo, el potencial de las mujeres a menudo se ve frenado por las numerosas limitaciones que padecen, incluidos los obstáculos al comercio.

Observaciones introductorias

Basándose en la propia experiencia de Finlandia, Päivi Kairamo, Embajadora, Representante Permanente ante la OMC, Finlandia, subrayó la importancia de empoderar a las mujeres mediante el comercio internacional. Además, destacó el hecho de que el comercio no podía lograr la igualdad por sí solo, sino que debía complementarse con el cambio social y cultural.

Pamela Hamamoto, Embajadora, Representante Permanente de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, puso de relieve la pertinencia e importancia del tema del empoderamiento de la mujer y dijo que debían señalarse constantemente los desafíos que enfrentaban las propietarias de empresas y las mujeres emprendedoras a fin de facilitar e intensificar su papel en la economía global. Observó que pese a que las mujeres representaban actualmente el 40% de la fuerza de trabajo mundial y eran propietarias de aproximadamente la tercera parte de las pymes, según la práctica totalidad de los indicadores globales las mujeres estaban más expuestas a la exclusión económica que los hombres. Señaló que el tema del Quinto Examen Global, centrado en la reducción de los costos del comercio, también era particularmente ventajoso para las pymes y, por tanto, para la mayoría de las empresas que eran propiedad de mujeres. Presentó dos iniciativas recientes: "The Future She Deserves"22, cuya finalidad general era influir en las instituciones con sede en Ginebra para que aumentaran la protección y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y la "Geneva Gender Champios Initiative"23, destinada a crear una red de mujeres dirigentes comprometidas personalmente con la promoción de la igualdad de género y el liderazgo de las mujeres.

Mesa redonda22 https://geneva.usmission.gov/2015/02/06/press-release-launch-of-the-future-she-deserves-initiative/.23 https://geneva.usmission.gov/2015/07/01/international-geneva-gender-champions-launch-

ambassador-hamamotos-remarks/.

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Axel Marcel Addy, Ministro de Comercio e Industria, Liberia, centró la atención en las medidas adoptadas por Liberia en apoyo del empoderamiento de la mujer. Se mostró un vídeo sobre el caso de una exitosa agricultora de Liberia que recientemente había logrado acceder a los mercados de exportación.24 Dijo que el empoderamiento económico de la mujer era un componente necesario de las estrategias de desarrollo y destacó el papel de la contratación pública como factor importante para fortalecer la capacidad económica de las empresarias. Liberia había aprobado recientemente una ley conforme a la cual el 25% de los contratos debían adjudicarse a pymes, y el 5% de estos debía concederse a empresas que fueran propiedad de mujeres. Liberia, con apoyo internacional, prestaba asistencia a las mujeres en la creación de una red internacional, por ejemplo mediante ferias comerciales y visitas a otros países. Por último, señaló que las empresarias habían contribuido activamente a los esfuerzos para combatir el brote de Ébola.

Archana Bhatnagar, Directora Gerente, Haylide Chemicals, hablando en calidad de representante de una pequeña empresa de mujeres, dijo que al apoyar a una mujer empresaria no se apoyaba únicamente a la propietaria de la empresa, sino también a sus empleados. Refiriéndose a su propia empresa, dedicada a la fabricación de productos de limpieza "verdes", observó que los obstáculos no arancelarios y la falta de certificación eran dificultades que había tenido que superar. Era fundamental contar con programas que dieran a la mujer acceso a la financiación, la tecnología, los mercados y otros factores necesarios. Señaló además que los programas basados en la contratación pública habían sido ventajosos para las empresas de mujeres en la India. Recomendaba que el sector empresarial adoptara planes de esa índole, y a ese respecto mencionó el carácter habilitador de la labor del Centro de Comercio Internacional para la creación de una red de empresas de mujeres. Por último, recalcó que era necesario aplicar un enfoque descendente a fin de lograr que los cambios se hagan efectivos en la práctica.

Mayela Quesada, productora de café, Costa Rica, describió su experiencia como propietaria de una pequeña empresa. En 2007, su microempresa había ganado el premio "tasa de excelencia" y a partir de entonces pudo ampliar considerablemente su negocio, entre otras cosas mediante exportaciones a Asia. La venta del producto final envasado era esencial para que su empresa gozara de todos los beneficios económicos disponibles en el sector del café. Persistían desafíos en relación con la falta de acceso a la certificación y la gestión de las corrientes financieras. Su empresa estaba orgullosa de haber conseguido atraer a los mejores tostadores de café ofreciéndoles los mejores salarios de la región, y subvencionaba la educación de los hijos de los empleados. Su segunda empresa se dedicaba a la producción de alimentos libres de gluten, que tenía la intención de exportar a los mercados mundiales en forma de alimentos congelados envasados. Sin embargo, la disponibilidad de financiación para obtener la certificación seguía siendo un problema. El apoyo internacional en forma de asistencia para la participación en ferias comerciales con compradores internacionales había sido sumamente útil y la había ayudado a conseguir varios contratos. A este respecto, las instituciones de promoción del comercio cumplían una función muy útil. Por último, expresó la opinión de que era esencial apoyar a las pymes para superar las dificultades financieras relacionadas con la carga tributaria y las contribuciones sociales.

Shinto Nugroho, Jefa de Políticas Públicas y Relaciones con el Gobierno, Google Indonesia, se refirió a la forma en que la tecnología ayudaba a las mujeres a avanzar como empresarias o en cualquier otra situación. Google había creado programas para apoyar el acceso de la mujer a la tecnología y encontrar a mujeres empresarias en Indonesia. Otro programa tenía por objeto apoyar a las mujeres empresarias que utilizaban la tecnología en sus empresas. Observó que la tecnología era un factor clave que permitía a las empresarias ampliar su negocio y exportar. Las oportunidades de vincularse con redes eran esenciales a este respecto y creaban cadenas de suministro mundiales. La tecnología también permitía a las mujeres armonizar sus empresas con las obligaciones sociales y familiares. Además, se había creado una comunidad en línea para ayudar a las mujeres a superar los obstáculos relacionados con la obtención de acceso a la financiación. El Gobierno prestaba ayuda mediante la creación de centros de acceso a Internet a fin de que las mujeres pudieran obtener la información necesaria para la exportación, que a veces también creaba oportunidades de creación de redes.

Louise James, Directora Gerente, Accenture, se refirió al programa sobre diversidad de proveedores de Accenture. Para Accenture, comprador con un considerable poder de compra, tenía sentido, desde el punto de vista económico, integrar en sus cadenas de suministro a empresas de propiedad de mujeres. La orientación y la interconexión eran fundamentales, y Accenture, en su calidad de empresa consultora, había creado programas en los que sus empleados brindaban

24 https://youtu.be/brbyG3QY4Vk.

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orientación a las empresas de mujeres. Accenture estimaba indispensable establecer una política de acción positiva en materia de adquisiciones, con supervisión y seguimiento adecuados. El éxito dependía de la existencia de patrocinadores locales que comprendieran las ventajas de trabajar con proveedoras. Se necesitaban asociados internacionales. Por último, el tamaño de los contratos y la reunión de los proveedores eran factores importantes para que las empresas de mujeres pudieran aceptar pedidos. El programa de Accenture no era de carácter filantrópico, sino que tenía por objeto atraer a las proveedoras más innovadoras y flexibles. Recalcó la importancia de señalar e identificar los aspectos que no funcionaban a fin de aprender de las dificultades y mejorar los programas para alcanzar un nivel de calidad superior.

Las intervenciones del público presente incluyeron preguntas sobre lo que impedía a las mujeres la entrada a los sectores comerciales de la tecnología y la innovación. En respuesta, los participantes en la mesa redonda mencionaron la educación como factor importante que permitía a las mujeres desarrollar plenamente su potencial, especialmente en el sector empresarial relacionado con la tecnología y la innovación. Se expresó asimismo la opinión de que las percepciones de la mujer en esas esferas empresariales debían modificarse con el tiempo, por ejemplo proporcionándoles modelos de éxito en esas funciones. Los participantes también destacaron la importancia de la política de contratación pública para la creación de mercados para las empresarias. Por último, el Banco Asiático de Desarrollo informó acerca de uno de sus estudios, en el que se concluía que una postura de neutralidad respecto del género no era suficiente para asegurar el acceso de la mujer a los mercados de exportación.

Observaciones finales

Hamish McCormick, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Australia, señaló que, si bien los gobiernos y las empresas se esforzaban cada vez más por apoyar el empoderamiento de la mujer mediante el comercio, existía aún una brecha entre las aspiraciones y la realidad. En la mayoría de los países, la contratación pública representaba más del 30% del producto interno bruto (PIB), pero menos del 1% de ese mercado correspondía a las mujeres. Tanto los gobiernos como las empresas debían utilizar la contratación pública para lograr un crecimiento inclusivo. En adelante era necesario crear nuevos programas e iniciativas y adaptar los programas existentes. Las mujeres debían estar representadas directamente en el proceso de formulación de políticas mediante una mayor transparencia e inclusión, y todas las partes interesadas debían colaborar para abordar los complejos desafíos que planteaba el empoderamiento económico de la mujer.

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17ª sesión: Reducción de los costos del comercio y resultados del programa de Ayuda para el Comercio: enseñanzas extraídas de evaluaciones recientes y estudios de impacto

Moderador: Tom Pengelly, Director Gerente, Saana Consulting y Saana Institute

Mesa redonda: Bernardo Calzadilla-Sarmiento , Director,

Subdivisión de Creación de Capacidad Comercial, Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial

Alex Thomas Ijjo , Investigador, Centro de Estudios de Política Económica, Uganda

Miguel Jiménez-Pont, Jefe, Evaluación y Supervisión, Centro de Comercio Internacional

Melvin Spreij, Secretario, Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio, Organización Mundial del Comercio

Annette Mutaawe Ssemuwemba, Directora Ejecutiva Adjunta, TradeMark East Africa

Joaquim Tres , Especialista Líder de Integración y Comercio, Banco Interamericano de Desarrollo

Daniela Zehentner-Capell, Directora, Plan de cooperación para el desarrollo relacionado con el comercio, BMZ, Alemania

La efectividad en el desarrollo de las actividades de Ayuda para el Comercio es fundamental para reducir los costos del comercio innecesarios, reforzar la voluntad política nacional y movilizar coaliciones en favor de la reforma, incluido el apoyo de los donantes y la cooperación triangular o Sur-Sur. El Marco Integrado mejorado, el Centro de Comercio Internacional, el Fondo para la Aplicación de las Normas y el Fomento del Comercio, el Servicio de Facilitación del Comercio del Grupo del Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial han sido objeto de evaluaciones independientes desde el último Examen Global, realizado en 2013. El Banco Interamericano de Desarrollo estableció un Fondo de Ayuda para el Comercio centrado en los resultados para informar a las partes interesadas y un programa pionero de integración y creación de capacidad comercial cuyo impacto está siendo evaluado con resultados novedosos que pueden resultar útiles para otras organizaciones. El Centro de Estudios de Política Económica de Uganda también ha llevado a cabo sus propias investigaciones acerca de las repercusiones de la Ayuda para el Comercio en sus resultados comerciales. Actualmente existen múltiples técnicas de evaluación y una experiencia creciente respecto de las ventajas e inconvenientes de los diferentes métodos.

La finalidad de este grupo de ponentes era examinar las distintas técnicas, compartir los principales resultados y enseñanzas extraídos de las evaluaciones y evaluaciones del impacto recientes y señalar de qué manera se utilizaban para adoptar decisiones estratégicas fundamentadas acerca de los programas. Los oradores reflexionaron asimismo sobre las lecciones acerca de cómo sacar el máximo partido posible de los resultados de las futuras evaluaciones en gran escala de los programas de Ayuda para el Comercio. El debate pretendía contribuir a comprender mejor las evaluaciones y las evaluaciones del impacto, así como su importancia para garantizar la prestación eficiente y eficaz de Ayuda para el Comercio con miras a reducir de manera más efectiva los costos del comercio y a impulsar la rendición de cuentas hacia las partes interesadas a escala nacional e internacional.

En sus observaciones introductorias, Tom Pengelly, Director Gerente, Saana Consulting y Saana Institute, indicó que la Ayuda para el Comercio era una "industria" cuyo valor ascendía a alrededor de 55.000 millones de dólares EE.UU. Se calculaba que alrededor del 5% de los presupuestos de los proyectos se dedicaba a la tarea de vigilancia y evaluación. El número cada vez mayor de evaluaciones que se llevaban a cabo representaba una oportunidad para el aprendizaje sumamente positiva, a condición de que existiera la posibilidad de compartir los resultados de la labor de vigilancia y evaluación en los proyectos y programas y entre ellos, lo cual

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no ocurría en ese momento. El orador se refirió a un estudio realizado en 2014 por el Centro Europeo de Gestión de las Políticas de Desarrollo (ECPDM) en el que se afirmaba que en la UE no se habían utilizado de forma eficaz las enseñanzas y los resultados de las evaluaciones, principalmente por la falta de implicación de las personas involucradas, para quienes la evaluación era una actividad aislada, de final de proyecto. Para ayudar a orientar las deliberaciones se presentó el siguiente gráfico, tomado de la publicación conjunta de la OMC y la OCDE titulada "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2013".25

Melvin Spreij, Secretario, Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (FANFC), Organización Mundial del Comercio, se refirió a la evaluación de la que había sido objeto el FANFC recientemente y a las evaluaciones en curso de proyectos del Fondo, todas las cuales habían sido publicadas. Un aspecto en que las evaluaciones habían influido en las actividades del FANFC era el de los términos de referencia de los proyectos, cada vez más estrictos y exigentes y que se habían traducido en la consecución de resultados bien definidos al término del proyecto. Se refirió también al equilibrio entre costos y resultados, recordando que existían dificultades bien conocidas, relativas a la obtención de los resultados de las actividades de promoción de "más alto nivel". También destacó la desconexión existente entre las conclusiones habituales de los evaluadores sobre la gestión basada en los resultados y la práctica en materia de desarrollo. Uno de los elementos que a su juicio mejoraría el funcionamiento del FANFC en ese aspecto sería la contratación de una persona dedicada específicamente a la labor de vigilancia y evaluación.

Bernardo Calzadilla-Sarmiento, Director, Subdivisión de Creación de Capacidad Comercial, Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), indicó que la evaluación era un instrumento poderoso de gestión del cambio. Aunque se consideraba que la evaluación era el elemento final de una actividad, en realidad tenía que formar parte de la fase de planificación e iniciación del proyecto.

Miguel Jiménez-Pont, Jefe, Evaluación y Supervisión, Centro de Comercio Internacional (ITC), hizo referencia a las dos evaluaciones institucionales de que había sido objeto el ITC, realizadas por la propia institución y por el organismo de supervisión de las Naciones Unidas. Ambas evaluaciones habían puesto de relieve la misma deficiencia en los sistemas de vigilancia y evaluación internos del ITC, a saber, que si bien existía información sobre los productos, no reflejaba los resultados y el impacto. La evaluación independiente había sido un instrumento importante de gestión del cambio. Se había llevado a cabo de forma participativa y consensuada y no como un "ejercicio contable", lo que significaba que había existido una aceptación de los resultados por la institución y su nueva dirección.

25 La Ayuda para el Comercio en síntesis 2013: Conectarse a las cadenas de valor; capítulo 5: Evaluación de la eficacia de la Ayuda para el Comercio, página 185.

Planificación estratégica

Medición de los resultados

Gestión basada enlos resultados

Identificación de los objetivos (resultados) claros y medibles

Selección de indicadores para medir el progreso

Establecimiento de metas específicas para cada indicador

Supervisión de los resultadosExamen y comunicación de los resultados

Integración de la evaluación para proporcionar información complementaria sobre los resultados

Utilización de la información sobre los resultados para la rendición de cuentas, el aprendizaje y la adopción de decisiones

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Annette Mutaawe Ssemuwemba, Directora Ejecutiva Adjunta, TradeMark (TMEA), destacó la importancia de incluir indicadores en el diseño de los proyectos, observando que el "medidor de resultados" de TradeMark permitía conocer antes de que surgieran los problemas los aspectos en los que un proyecto no cumplía las expectativas, lo que hacía posible tomar medidas correctivas. TradeMark utilizaba frecuentemente indicadores y objetivos, especialmente para potenciar la responsabilización al acordar esos parámetros con los beneficiarios de los proyectos. Así, TradeMark utilizaba los objetivos como medio de establecer la responsabilidad de los asociados en la ejecución, procedimiento que funcionaba bien gracias a la identificación de las partes interesadas con los resultados.

Joaquim Tres, Especialista Líder de Integración y Comercio, Banco Interamericano de Desarrollo, insistió en la importancia de la evaluación continua y de que las evaluaciones se redactaran con un lenguaje claro. También sugirió que publicar los resultados negativos y demostrar la voluntad de adaptar los proyectos sobre la base de esos resultados era prueba de rigor intelectual y despertaba confianza tanto entre los donantes como entre las partes interesadas.

Alex Thomas Ijjo, Investigador, Centro de Estudios de Política Económica, Uganda, se refirió a su investigación sobre el impacto de la Ayuda para el Comercio en Uganda y analizó algunos de los que denominó "elementos faltantes", particularmente con respecto a la capacidad y el empoderamiento. Su intervención se centró en la necesidad de aumentar la inclusión y la participación.

Daniela Zehenter-Capell, Directora, Plan de cooperación para el desarrollo relacionado con el comercio, BMZ, Alemania, destacó que Alemania destinaba 3.000 millones de euros anuales a la Ayuda para el Comercio. Consideraba que transcurrido un decenio desde el comienzo de la Ayuda para el Comercio había llegado el momento de examinar las mejores prácticas. Alemania trabajaba en colaboración con la UE en la reformulación de sus políticas de Ayuda para el Comercio.

En el curso del debate, Nigeria señaló la importancia crucial de la evaluación, pero cuestionó la necesidad de realizar múltiples evaluaciones de la misma institución o de los mismos programas y también se preguntó sobre la conveniencia de la participación de los beneficiarios en el diseño de las preguntas relativas de evaluación. En su respuesta, la ONUDI se refirió al proyecto "Creación de confianza", proyecto realizado para fortalecer la capacidad de evaluación de la conformidad de Nigeria, en el que los beneficiarios del proyecto habían participado en su evaluación.

Respondiendo a una observación de Noruega, TradeMark indicó que se aseguraba la transparencia realizando reuniones de evaluación trimestrales. También resaltó que por primera vez los datos debían generarse cambiando direcciones si era necesario, y la transparencia.

En respuesta a una observación de Raymond Saner, del Centro de Desarrollo Socioeconómico (CSEND), Daniela Zehenter-Capell resaltó la importancia de la rendición de cuentas a los contribuyentes y afirmó que disponer de datos era esencial a esos efectos, particularmente porque la evaluación alemana realizada recientemente se había llevado a cabo como un estudio teórico.

En sus observaciones finales, el Moderador reiteró la necesidad de que la actividad de vigilancia y evaluación promoviera una cultura del aprendizaje, en lugar de ser considerada como una actividad aislada, de final de proyecto.

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Sesión 18: Sesión plenaria de clausura

Esta sesión plenaria brindó a los Miembros y observadores la oportunidad de formular declaraciones formales sobre el tema de la reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible, así como de presentar sus puntos de vista sobre el futuro de la iniciativa de Ayuda para el Comercio.

La sesión estuvo presidida por Juan Esteban Aguirre Martínez, Embajador, Representante Permanente del Paraguay ante la Organización Mundial del Comercio y Presidente del Comité de Comercio y Desarrollo de la Organización Mundial del Comercio.

Juan Esteban Aguirre Martínez, Embajador, Representante Permanente del Paraguay ante la Organización Mundial del Comercio y Presidente del Comité de Comercio y Desarrollo de la Organización Mundial del Comercio, dijo que el Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio había reunido a profesionales del comercio y el desarrollo de un gran número de Miembros, organizaciones internacionales, instituciones académicas y la sociedad civil. Los debates que se habían mantenido durante los tres días sobre distintas cuestiones relacionadas con el tema principal del Examen Global, "Reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible", habían facilitado mucha información sobre la forma en que los costos del comercio afectan a la integración comercial de los países en desarrollo y países menos adelantados, ralentizando su crecimiento económico e incidiendo negativamente en sus perspectivas de desarrollo. Las deliberaciones también se habían centrado en lo que ya se estaba haciendo -y lo que había que hacer- para abordar la reducción de los costos del comercio, así como en la forma en que la iniciativa de Ayuda para el Comercio podría contribuir a afrontar esos problemas.

Bangladesh, hablando en nombre del Grupo de los Países Menos Adelantados (Grupo de los PMA), expresó su satisfacción por la atención que se seguía prestando a la Ayuda para el Comercio y respecto del tema del Examen Global. En el curso de las deliberaciones se había puesto en evidencia hasta qué punto los elevados costos del comercio impedían a los PMA aprovechar todo su potencial en el comercio mundial y que los PMA sufrían una desventaja comparativa en la exportación de mercancías a los mercados mundiales. La disminución de los costos del comercio haría posible que los PMA compitieran eficazmente en los mercados internacionales. Los gobiernos de los PMA habían comenzado a adoptar medidas adecuadas para facilitar el comercio, pero también era necesario el apoyo de la comunidad internacional. El ejercicio de vigilancia y evaluación y los resultados que pudiera arrojar contribuirían a identificar medidas concretas, pragmáticas y operativas que podrían reducir -o incluso eliminar- las ineficiencias y problemas que impedían a los PMA participar efectivamente en las cadenas de valor mundiales y regionales. En ese orden de cosas, la Agenda para el Desarrollo después de 2015 debería ser uno de los elementos que orientaran la elaboración del nuevo Programa de Trabajo sobre la Ayuda para el Comercio, de conformidad con la correspondiente Decisión Ministerial de Bali.

El Grupo de los PMA celebraba, asimismo, el comienzo de la segunda fase del Marco Integrado mejorado (MIM) y el compromiso de Noruega, anunciado recientemente, de aportar 20 millones de dólares EE.UU., que desembolsaría en enero de 2016. El Grupo pidió que dicho compromiso se materializara y aplicara de forma rápida y eficiente, en particular en el marco de la conferencia sobre promesas de contribuciones que estaba previsto celebrar coincidiendo con la Décima Conferencia Ministerial, en la que el Grupo de los PMA esperaba que la comunidad de donantes asumiera un firme compromiso político y financiero.

El Grupo de los PMA subrayó que la distribución de la Ayuda para el Comercio a los PMA debía ser proporcional a las necesidades y problemas de esos países en materia de desarrollo y a las dificultades estructurales y múltiples vulnerabilidades que enfrentaban, y pidió un esfuerzo mayor y sostenido por parte de los asociados para el desarrollo con el fin de asegurar que la parte de la Ayuda para el Comercio destinada a los PMA fuera de al menos un tercio del total y que el componente de donación de la ayuda aumentara progresivamente hasta las cuatro quintas partes del total. Los recursos de la Ayuda para el Comercio debían estar en consonancia con las prioridades y necesidades nacionales, respetando el principio de implicación nacional y el liderazgo del país de que se tratara en el proceso de desarrollo, y el Grupo de los PMA hacía un llamamiento para que se movilizara Ayuda para el Comercio dirigida a incrementar la capacidad productiva, fomentar la diversificación económica y subsanar los estrangulamientos en materia de infraestructura, en particular en las esferas de la energía, la conectividad, el transporte por carretera y otros medios de transporte, con arreglo a las necesidades de los PMA.

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Refiriéndose a la puesta en marcha del Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, afirmó que los PMA y los países en desarrollo esperaban recibir la ayuda que necesitaban para hacer efectivo el Mecanismo y beneficiarse de su aplicación y confiaban en que hubiera avances a ese respecto.

El orador concluyó sus observaciones diciendo que si bien la Ayuda para el Comercio podría ser un complemento importante del Programa de Doha para el Desarrollo (PDD), no podía sustituir los beneficios que resultarían para el desarrollo de una conclusión satisfactoria del PDD. Teniendo esto presente, el Grupo de los PMA exhortó a los Miembros a que pusieran en práctica políticas comerciales que favorecieran sus exportaciones. Añadió que en el período previo a la celebración de la Décima Conferencia Ministerial sería necesario aplicar las decisiones de Bali de forma que los PMA pudieran obtener los beneficios que contemplaba el conjunto de los Miembros. En consecuencia, el Grupo de los PMA instó a los Miembros a que diseñaran preferencias en materia de servicios para los PMA que les permitieran conseguir beneficios económicos. El Grupo esperaba también que en la reunión del Comité de Normas de Origen que se celebraría próximamente se hicieran avances concretos, dado que se necesitaban mejoras para que los PMA obtuvieran preferencias. Por último, el Grupo instó a los Miembros a avanzar en la aplicación de la Decisión de Bali relativa al acceso a los mercados libre de derechos y de contingentes y señaló que si en la Décima Conferencia Ministerial se podía convenir en un conjunto de medidas adecuadas para los PMA, los esfuerzos de la iniciativa de Ayuda para el Comercio darían resultado.

Benin, hablando en nombre del Grupo Africano, dijo que el tema del Quinto Examen Global revestía especial importancia para el Grupo Africano a la luz de las deliberaciones en curso sobre el establecimiento de la Zona Continental de Libre Comercio (CFTA) en África. El objetivo que se pretendía conseguir con esa iniciativa era promover la integración regional, intensificar la participación de África en el comercio internacional y crear un entorno favorable para el comercio y la inversión con objeto de fortalecer la competitividad y la capacidad de África para acceder a las cadenas de valor regionales y mundiales. Con respecto a la reducción de los costos del comercio, el Grupo pidió que se adoptara un enfoque pragmático para abordar los problemas del continente, aprovechar los logros, compartir buenas prácticas e identificar y resolver los restantes retos. También la facilitación del comercio tenía importancia para África, y el Grupo esperaba que el Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC se pusiera en marcha lo antes posible a fin de que proporcionara a los países en desarrollo y PMA el apoyo que necesitaban para llevar a cabo reformas en el marco del AFC y pudieran beneficiarse de las ventajas económicas que ello reportaría. El próximo programa de trabajo bienal sobre la Ayuda para el Comercio debería establecer el marco para la adopción de medidas que hicieran posible que los países en desarrollo y los PMA pudieran alcanzar ese objetivo.

A ese respecto, el Grupo Africano consideraba que los recursos de la Ayuda para el Comercio debían ser adicionales, previsibles, eficaces y sostenibles. Eso era particularmente importante si se tenía en cuenta que los datos más recientes mostraban que si bien África y Asia eran los principales destinatarios de las corrientes regionales de Ayuda para el Comercio, en 2013 los compromisos de contribuciones para Asia habían superado los destinados a África, pues las corrientes de ayuda a Asia habían ascendido a 22.700 millones de dólares EE.UU. y las recibidas por el continente africano a 19.300 millones de dólares EE.UU. Esas cifras representaban, con respecto a 2012, un incremento del 33% de la Ayuda para el Comercio destinada a Asia y una disminución del 12% de la destinada a África, de manera que el continente africano era la única región en la que se había registrado una doble contracción de los compromisos de Ayuda para el Comercio desde el comienzo de la crisis financiera mundial en 2009. La reducción de la ayuda había afectado particularmente a las ya vulnerables pequeñas economías africanas y, en particular, a los PMA, en los que durante el período comprendido entre 2011 y 2013 la Ayuda para el Comercio había representado más del 5% del producto interno bruto. Otro problema que había que resolver era el del nivel y la proporción de los desembolsos de Ayuda para el Comercio en relación con los compromisos, que en África se cifraba en el 71%, frente al 73% en Asia, el  77% en Oceanía, el 83% en América, y el 86% en Europa.

El Grupo Africano consideraba que el éxito del Quinto Examen Global dependía de la aplicación eficiente de los resultados a los que se llegara en el curso de los debates. En consecuencia, recomendó a los Miembros que trabajaran conjuntamente con otros interesados en la Ayuda para el Comercio, como las comunidades económicas regionales, los bancos regionales de desarrollo, el sector privado, etc., para hacer un seguimiento eficaz de la Ayuda para el Comercio y confeccionar el siguiente programa de trabajo sobre la ayuda. La Décima Conferencia Ministerial, que marcaría también el décimo aniversario de la iniciativa de Ayuda para el Comercio, debería ser, asimismo, una oportunidad para reiterar el compromiso con la iniciativa y para movilizar recursos adicionales, previsibles, eficaces y sostenibles. El décimo aniversario debería ser una oportunidad para evaluar

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los resultados conseguidos desde el comienzo de la iniciativa en 2005. Luego, en la Décima Conferencia Ministerial se debería evaluar la aplicación de la iniciativa para que se pudieran formular directrices sobre su orientación futura.

El Paraguay, hablando en nombre de los países en desarrollo sin litoral, se refirió a la actividad paralela que había llevado a cabo conjuntamente con Tayikistán, en la que se habían presentado los principales elementos del Programa de Acción de Viena en Favor de los Países en Desarrollo sin Litoral para el Decenio 2014-2024, en particular aquellos en los que la Ayuda para el Comercio podía ser de una importancia crucial. En la actividad paralela -la primera que organizaban los países en desarrollo sin litoral- también se había examinado el progreso realizado por los países en desarrollo sin litoral en la aplicación de las reformas relativas a la facilitación del comercio, y se había resaltado la importancia de superar, abordando sus causas profundas, la debilidad estructural que impedía a esos países aprovechar el comercio para conseguir el crecimiento económico, así como los cauces a través de los cuales podían integrarse en la economía. Todos los ponentes habían convenido en que había que instar a los donantes y las organizaciones internacionales a que redoblaran sus esfuerzos para reducir los elevados costos del comercio, especialmente como medio de apoyar la aplicación del Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC. También se había prestado especial atención al desarrollo y la expansión de sistemas de tránsito eficientes y al desarrollo del transporte, la facilitación del comercio, el aumento de la competitividad, la expansión del comercio, la transformación estructural y la cooperación regional, con el fin de convertir a los países en desarrollo sin litoral en países en desarrollo comunicados por tierra. En ese sentido, se indicó que el objetivo principal del Programa de Acción de Viena era afrontar de forma más coherente las necesidades y problemas de desarrollo que aquejaban a los países en desarrollo sin litoral en razón de su lejanía y su situación geográfica, y contribuir a promover en ellos un crecimiento más intenso, sostenible e inclusivo.

Finlandia informó de que la Ayuda para el Comercio y el desarrollo del sector privado seguirían figurando entre las prioridades principales de la cooperación finlandesa en el ámbito del desarrollo y que preveía aumentar la inversión en las actividades de Ayuda para el Comercio. Finlandia valoraba muy positivamente la importancia que se atribuía al tema del comercio y las cuestiones de género en el Quinto Examen Global y dijo que desde el punto de vista de la liberalización del comercio era importante apoyar la igualdad de género y respaldar a las empresarias. El proteccionismo y el cierre de los mercados frenaban los progresos en la igualdad de género y se traducían en menos oportunidades para las empresarias y salarios más bajos para las trabajadoras. Era necesario traducir el objetivo de la liberalización del comercio en acciones concretas. En ese sentido tenían gran importancia las actividades de la OMC y de otras organizaciones, como la conclusión de las negociaciones sobre el PDD, la plena aplicación del AFC y la iniciativa de Ayuda para el Comercio en general. Finlandia esperaba ver un nuevo decenio de éxitos en el ámbito de la Ayuda para el Comercio.

El Taipei Chino señaló que, de los 274 millones de dólares EE.UU. que aportaba en concepto de asistencia oficial para el desarrollo (AOD), más del 30% se dedicaba a mejorar la infraestructura económica y el sector productivo de los países asociados, fortaleciendo de ese modo su desarrollo económico. El Taipei Chino había compartido sus experiencias de colaboración en países en desarrollo y PMA en la actividad paralela que había organizado durante el Quinto Examen Global, en la que se habían presentado relatos de experiencias positivas en África ("Programa de producción y comercialización de batatas" en Swazilandia), en América Latina y el Caribe ("Proyecto sobre los procedimientos aduaneros y la facilitación del comercio" en Belice) , y en el Pacífico ("Proyecto de desarrollo de hortalizas y frutas tropicales" en Fiji). Señalando el vínculo existente entre el tema del Quinto Examen Global, "Reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible", y el "Proyecto sobre los procedimientos aduaneros y la facilitación del comercio" del Taipei Chino en Belice, que implicaba la implantación de un sistema de base de datos de la Unidad de Control de Suministros (SCU) y del Sistema Automatizado de Gestión de Datos Aduaneros (SIDUNEA) de la UNCTAD para digitalizar los procesos de concesión de licencias de importación y exportación y simplificar los procesos administrativos, el Taipei Chino dijo que esos servicios en línea fortalecerían la capacidad de Belice para analizar los datos de importación y exportación y redundarían en un intercambio comercial más eficiente, dado que se esperaba que el tiempo medio que se tardaba en tramitar las solicitudes de los permisos y licencias se reduciría a solamente 1,6 días. Se estimaba que alrededor de 5.000 personas se beneficiarían en Belice de las mejoras en el servicio en materia de comercio y aranceles aduaneros. Con la aplicación de esta medida de facilitación del comercio disminuirían los obstáculos al comercio, se gestionarían mejor los procedimientos comerciales, y se estabilizarían los precios internos en Belice.

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En relación con la asistencia técnica y la cooperación, el Taipei Chino había firmado recientemente un memorando de entendimiento con la OMC para contribuir al Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio durante tres años más. La contribución ascendía a 240.000 dólares EE.UU., que se destinarían a mejorar las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) en países en desarrollo y PMA. En cuanto a los preparativos para la Décima Conferencia Ministerial, el Taipei Chino reafirmó que debían aplicarse todas las Decisiones de Bali referentes a los PMA, incluida la exención relativa a los servicios. La decisión de celebrar la Décima Conferencia Ministerial en África por primera vez en 20 años era una clara demostración del compromiso de la comunidad internacional de facilitar la integración de África en el sistema multilateral de comercio. Era necesario poner mayor empeño para hacer posible que los PMA utilizaran el comercio para impulsar el crecimiento y el desarrollo, y el Taipei Chino pretendía vincular más estrechamente sus estrategias de Ayuda para el Comercio con las directrices emanadas de la Agenda para el Desarrollo después de 2015 de las Naciones Unidas y los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible que se acordarían en septiembre de 2015. Junto con sus dos conceptos de ayuda exterior ("Asociaciones para el progreso" y "Desarrollo sostenible") y basándose en sus tres principios rectores ("Perseguir los objetivos adecuados", "Actuar de acuerdo con la ley" y "Realizar una administración eficaz"), el objetivo del Taipei Chino era forjar asociaciones de cooperación más eficaces para impulsar la integración de todos los países en desarrollo y PMA en el comercio mundial. Una actividad periódica como los exámenes globales de la Ayuda para el Comercio era vital, no solo como foro donde los donantes, países asociados y organismos de ejecución pudieran compartir sus experiencias y mejores prácticas, sino también como mecanismo para mantener el dinamismo de la Ayuda para el Comercio. El Taipei Chino reafirmó su compromiso con la iniciativa de Ayuda para el Comercio y dijo que deseaba colaborar con sus asociados para el desarrollo con el fin de reducir el costo del comercio, extender la facilitación del comercio y fomentar la integración de todos los países en desarrollo y PMA en el sistema mundial de comercio.

Zimbabwe suscribió las declaraciones de Benin (en nombre del Grupo Africano) y el Paraguay (en nombre de los países en desarrollo sin litoral). Reconoció la importancia de la iniciativa de Ayuda para el Comercio y su notable contribución al comercio y el desarrollo de los Miembros, expresó su satisfacción por el hecho de que siguieran aumentando los niveles de la Ayuda para el Comercio y dijo que durante el período objeto de examen Zimbabwe había recibido ayuda relacionada con el comercio por valor de más de 3 millones de euros, cifra que incluía 2,9 millones de euros procedentes de la Unión Europea para la aplicación de programas relacionados con el comercio en el marco del Proyecto de desarrollo del sector privado del Centro de Comercio Internacional. El proyecto prestaba ayuda a Zimbabwe para aplicar el Acuerdo de asociación económica provisional mediante la facilitación del acceso a información sobre el mercado y oportunidades de mercado, la creación de capacidad institucional de su organismo de fomento de las exportaciones, ZIMTRADE, las asociaciones empresariales, el gobierno y otros organismos comerciales y del sector privado.

Con respecto a la facilitación del comercio, dijo que el tema del Quinto Examen Global, "Reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible", era pertinente para la aplicación del AFC y que Zimbabwe realizaría en breve una evaluación de las necesidades para determinar las deficiencias relativas a la capacidad de aplicación y cumplimiento del Acuerdo. A juicio de Zimbabwe, pues, la Ayuda para el Comercio debería centrarse en los programas relacionados con la aplicación del AFC. Para cumplir plenamente las disposiciones del Acuerdo, Zimbabwe hizo un llamamiento a la comunidad de donantes y los asociados para el desarrollo a fin de que proporcionaran financiación para proyectos de infraestructura, como los relacionados con carreteras, ferrocarriles, conectividad de Internet, puestos fronterizos de ventanilla única, corredores de transporte, puertos secos, energía, y modernización de las instalaciones aduaneras. Si la Ayuda para el Comercio se destinaba a ese tipo de proyectos de infraestructura, Zimbabwe obtendría mayores ventajas, que redundarían en desarrollo y reducción de la pobreza. La representante de Zimbabwe celebró la movilización de recursos por parte del Banco Africano de Desarrollo para proyectos de infraestructura y para establecer un servicio de financiación, y añadió que la Ayuda para el Comercio también debería servir para afrontar las limitaciones relacionadas con la oferta a fin de aumentar la eficacia de esa iniciativa. Con respecto al Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, Zimbabwe consideraba que todavía no estaba suficientemente capitalizado, y pidió que se incrementara su financiación.

Como ejemplo de proyecto de infraestructura que había dado buenos resultados mencionó el puesto fronterizo de ventanilla única establecido en 2009 entre Zimbabwe y Chirundu (Zambia), que habían financiado el Mercado Común para el África Oriental y Meridional (COMESA) y otros organismos donantes. Desde la introducción de dicho puesto fronterizo la recaudación de ingresos había aumentado un 50% en ambos países, los costos del despacho de mercancías se habían reducido de forma significativa y había aumentado notablemente la eficacia en frontera. Se trataba de un proyecto positivo y de gran impacto que debería reproducirse en todos los puestos

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fronterizos de Zimbabwe, y a ese respecto podía citarse como ejemplo el puesto fronterizo de Beitbridge entre Zimbabwe y Sudáfrica.

Zimbabwe tenía que afrontar problemas específicos derivados de su condición de país sin litoral y de su situación geográfica, que hacían que los costos del comercio fueran mucho más elevados que en los países costeros. Por consiguiente, la Ayuda para el Comercio debería servir para comunicar por tierra al país con diferentes destinos comerciales. Zimbabwe hizo un llamamiento a la comunidad de donantes y a los asociados para el desarrollo para conseguir que una mayor proporción de la Ayuda para el Comercio se destinara a los países en desarrollo sin litoral y que la concesión de ese tipo de ayuda se alineara con los objetivos de política del país beneficiario. Zimbabwe pidió también a los Miembros que se aplicara el Programa de Acción de Viena, que beneficiaría a los países en desarrollo sin litoral.

Noruega señaló que crear las condiciones adecuadas para la expansión de la actividad empresarial y del comercio era esencial para la creación de empleo y para el desarrollo. La ayuda era importante para apoyar y promover el desarrollo del sector privado, el comercio y las inversiones, y las empresas eran un asociado fundamental para lograr objetivos de desarrollo. La mayor parte de las economías que experimentaban un crecimiento acelerado contaban con un sector comercial dinámico. El comercio era una fuente de ingresos valiosa e inmediata, y, si bien en términos generales la expansión del comercio contribuía al crecimiento económico y al aumento del empleo, un número considerable de países en desarrollo y, en particular, muchos países menos adelantados, seguían estando al margen de ese proceso. Por ello, suscitaba preocupación el hecho de que, desde 2006, solamente tres PMA figuraban entre los 10 principales receptores de Ayuda para el Comercio. Noruega entendía que los países más pobres debían ser destinatarios de una parte más sustancial de los recursos de la Ayuda para el Comercio y de la AOD en general. En ese contexto Noruega había aportado 150 millones de coronas noruegas a la segunda fase del MIM. La Ayuda para el Comercio era especialmente importante para hacer frente a las limitaciones de la oferta que sufrían los PMA y podía estimular la necesaria transformación. Las medidas de facilitación del comercio eran un ejemplo concreto, y era importante que los países donantes mantuvieran su compromiso de ayudar a los países en desarrollo en la aplicación del AFC.

La integración regional también era esencial para las economías en crecimiento, y en ese sentido Noruega veía como un hecho positivo la nueva zona tripartita de libre comercio en África, que podía marcar un nuevo inicio para el comercio intraafricano. Según estimaciones optimistas, el comercio entre países africanos podría aumentar entre un 12% y un 30%, siempre que existiera la voluntad política necesaria para aplicar el Acuerdo.

El empoderamiento económico de la mujer debía figurar en primer plano en el programa de la Ayuda para el Comercio, habida cuenta de que promover la igualdad de oportunidades para la mujer en la producción y el comercio era vital para el crecimiento económico, así como un requisito indispensable para conseguir una sociedad justa. El desarrollo exigía invertir en el recurso más valioso de un país, es decir, su población. La educación de las niñas, los derechos legales de la mujer a la tierra y el acceso de la mujer a los servicios financieros eran cruciales para que se integrara en la economía y el comercio. Los gobiernos que no se esforzaban para incluir a las mujeres en la población activa deberían tomar conciencia de que esa omisión tenía un precio: niveles de vida mucho más bajos y niveles de bienestar inferiores para el conjunto de la sociedad.

El problema del cambio climático también guardaba relación con los desafíos del desarrollo, y en la Ayuda para el Comercio debía incorporarse una perspectiva relativa al cambio climático. A los donantes internacionales les estaba reservada una función crucial en la prestación de apoyo a los países en desarrollo en sus esfuerzos destinados a mitigar el cambio climático y adaptarse a él. La liberalización del comercio de bienes ambientales favorecería el acceso a una tecnología moderna respetuosa del clima.

Noruega concluyó su intervención afirmando que era necesario conseguir que la ayuda fuera más eficaz, lograr resultados concretos y aumentar la garantía de calidad de los esfuerzos en la Ayuda para el Comercio y dijo que Noruega propugnaba un enfoque más estratégico, basado en datos y orientado a los resultados.

La República de Guinea dijo que el tema del Quinto Examen Global era oportuno dado que la producción de bienes y servicios estaba globalizada y la globalización de la producción exigía distintas vías para conseguir las mejores condiciones en los mercados. Por lo tanto, la República de Guinea tenía la convicción de que la Ayuda para el Comercio podía ser utilizada para dar respuesta a los problemas y exigencias de los mercados mundiales. La asociación entre los sectores público y privado era esencial en los países en desarrollo y los PMA para que pudieran construir

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infraestructuras básicas y mejorarlas, particularmente en los ámbitos de las telecomunicaciones, la energía, el transporte y la logística, la educación y la salud. La coordinación entre los principales agentes a escala regional e internacional también era crucial para la aplicación de los programas y proyectos nacionales. Si bien era cierto que la modernización del entorno empresarial e industrial, mediante la inversión y la transferencia de tecnología, podía contribuir a facilitar el comercio, más importante aún era la reducción de los costos del comercio para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo. La República de Guinea recomendaba que prosiguieran los exámenes globales periódicos y consideraba que la iniciativa de Ayuda para el Comercio había demostrado su importancia, particularmente a través de mecanismos como el MIM. La integración del comercio en el programa nacional de reducción de la pobreza había resultado eficaz en la República de Guinea y había hecho posible mejorar la coordinación con los asociados. El MIM había sido un elemento fundamental a ese respecto.

Refiriéndose a la Conferencia Ministerial de la OMC de próxima celebración, dijo que debería ser una oportunidad para que los Miembros reafirmaran y fortalecieran su compromiso con la Ayuda para el Comercio.

Concluyó su intervención explicando que el brote de Ébola había aislado económicamente casi por completo a la República de Guinea porque había llegado a reducir y encarecer enormemente el transporte aéreo y marítimo. Ese hecho se había traducido en un incremento de los costos de las exportaciones e importaciones del país. Agradeció el apoyo recibido e instó a que se mantuviera la ayuda para que la República de Guinea pudiera superar la crisis sanitaria.

Tanzanía dijo que en los debates que habían tenido lugar en el curso del Quinto Examen Global se habían podido analizar en profundidad los factores por los que aumentaban los costos del comercio y que se habían estudiado distintas formas de reducir esos costos tan gravosos, a través de la financiación de la Ayuda para el Comercio, con el fin de encontrar soluciones sostenibles que promovieran un crecimiento inclusivo. Sin embargo, desde hacía mucho tiempo los elevados costos del comercio eran para la mayoría de los PMA un problema que en último extremo incidía en los precios de las importaciones y exportaciones y erosionaba su competitividad en los mercados internacionales.

El MIM, y el nuevo marco programático para su segunda fase, era el único programa de múltiples donantes que abordaba las necesidades comerciales de los PMA y la vía esencial para canalizar los recursos de la Ayuda para el Comercio hacia esos países. Tanzanía agradecía los esfuerzos desplegados hasta ese momento por los asociados para el desarrollo respecto de la Ayuda para el Comercio en los PMA y se congratulaba del compromiso anunciado recientemente por Noruega de aportar 20 millones de dólares EE.UU. en apoyo de la segunda fase del MIM. Tanzanía se había beneficiado de la Ayuda para el Comercio a través de distintos programas, proyectos, actividades de creación de capacidad y trabajos de análisis. Los PMA se enfrentaban a distintos problemas, como las limitaciones relacionadas con la oferta, que afectaban a su capacidad para integrarse en el comercio internacional, y Tanzanía veía con satisfacción el comienzo de la segunda fase del MIM y la conferencia sobre promesas de contribuciones que se celebraría con ocasión de la Décima Conferencia Ministerial como otro paso más en la confirmación del apoyo a los PMA. Tanzanía pedía a los organismos multilaterales y a las instituciones financieras que siguieran prestando apoyo para facilitar el acceso a financiación por parte del sector privado, que era también parte del motor y un catalizador del desarrollo económico de los PMA. Hizo hincapié en la importancia de que los donantes y asociados cumplieran los compromisos que asumieran en la conferencia sobre promesas de contribuciones y que aseguraran su desembolso puntual. Los países beneficiarios estaban deseosos de trabajar conjuntamente para velar por que lo que se había acordado se tradujera en hechos concretos, y esperaban con gran interés seguir cooperando con todos los asociados.

Nepal suscribió las declaraciones que había hecho Bangladesh (en nombre del Grupo de los PMA) y dijo que en su condición de PMA y de país en desarrollo sin litoral sabía que los costos excesivos del comercio podían hacer imposible la integración de una economía en el sistema multilateral de comercio e impedirle conseguir beneficios sustanciales. El Quinto Examen Global había ofrecido la oportunidad de debatir y estudiar distintas vías y procedimientos de reducir los costos del comercio para propiciar el funcionamiento eficiente y sin trabas del comercio mundial, con miras a lograr un desarrollo inclusivo y sostenible y reducir la pobreza. Desde su inicio en 2005, la iniciativa de Ayuda para el Comercio había desempeñado una función fundamental en la creación de capacidad comercial y de infraestructura y en la tarea de afrontar las limitaciones relacionadas con la oferta que sufrían los países en desarrollo y los PMA. La reciente publicación "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2015" ponía de manifiesto que desde 2006 se habían desembolsado en los países en desarrollo 246.500 millones de dólares EE.UU. en concepto de AOD, además

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de 190.000 millones de dólares EE.UU. correspondientes a otras corrientes oficiales destinadas a financiar programas relacionados con el comercio. El porcentaje de dichas sumas que habían recibido los PMA era reducido, especialmente a la luz de los numerosos retos que debían afrontar los países más pobres, como los PMA. Más de tres cuartas partes del total de la Ayuda para el Comercio se habían invertido en la financiación de proyectos en cuatro sectores básicos: transporte y almacenamiento, producción y suministro de energía, desarrollo de la agricultura y servicios bancarios y financieros. Todos ellos eran sectores de importancia crucial para el crecimiento económico y para convertir el comercio en motor de crecimiento en las economías de los PMA. Así pues, Nepal reiteró que en adelante la Ayuda para el Comercio debería basarse en los principios fundamentales de adicionalidad, previsibilidad y sostenibilidad, así como en la eficacia.

Refiriéndose al MIM, dijo que había funcionado de forma extremadamente positiva como programa de Ayuda para el Comercio específica adaptada a las necesidades de los PMA. Nepal se comprometía a intensificar las asociaciones y movilizar todos los recursos posibles para una ejecución más eficaz de proyectos en el marco del MIM, con especial atención a la diversificación de las actividades y el desarrollo de productos, y esperaba que todos los donantes y organismos internacionales competentes prestaran al MIM la atención necesaria para que la segunda fase consiguiera incluso mejorar los resultados.

Respecto de la facilitación del comercio, afirmó que el AFC era un hito en la historia de la OMC. Si aplicaban medidas y disposiciones constructivas en materia de facilitación del comercio, los países más pobres podrían dar pasos importantes en la reducción del costo de sus transacciones comerciales, el incremento de la competitividad y la integración en las economías regionales e internacionales y en las cadenas de valor. Para ello era vital forjar asociaciones a escala mundial y liberar los recursos necesarios para adoptar medidas eficaces de facilitación del comercio que afrontaran las necesidades reales de países que se encontraban en distintos niveles de desarrollo.

Con respecto a la Ayuda para el Comercio, en el futuro tendría que atender las necesidades y problemas específicos de las economías más vulnerables y marginadas, en particular aquellas que, como Nepal, sufrían privaciones causadas por una catástrofe devastadora. A ese respecto, una Ayuda para el Comercio específica, sostenible y previsible, y la supresión o relajación de las medidas arancelarias y no arancelarias, eran elementos esenciales para ayudar a aquellos PMA en los que los costos del comercio eran elevados.

Por último, Nepal pidió a la comunidad internacional que en la preparación de la siguiente fase de la iniciativa de Ayuda para el Comercio tuviera en cuenta todos los mensajes surgidos del Quinto Examen Global.

Indonesia manifestó que el Quinto Examen Global había ofrecido la oportunidad de mantener debates importantes y fructíferos sobre la reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible. Seguidamente se refirió al informe sobre la Ayuda para el Comercio en Asia y el Pacífico, que se había presentado en el Cuarto Examen Global en 201326, y resaltó algunas de las conclusiones del informe, que entroncaban con el tema del Quinto Examen Global. En el informe se hacía hincapié en que el comercio organizado a través de cadenas de valor era un motor de crecimiento importante en los países de la región. Más del 80% del comercio de mercancías de Asia consistía en piezas y componentes, y la proporción seguiría creciendo. Aunque la región obtenía importantes beneficios de su participación en el sistema mundial de comercio, los beneficios eran desiguales debido a la falta de capacidad comercial de los distintos países. La creación de capacidad comercial y la participación del sector privado eran esenciales, pues, para que esos países pudieran acceder a las cadenas de valor mundiales, y ese concepto tenía que formar parte de cualquier programa nacional de Ayuda para el Comercio.

Indonesia participaba muy activamente en las actividades relacionadas con la Ayuda para el Comercio y durante los 10 últimos años había recibido por ese concepto alrededor de 3.200 millones de dólares EE.UU., que se habían dedicado al desarrollo de la infraestructura económica y la creación de capacidad comercial productiva. En el caso de Indonesia, la infraestructura interna, la mejora del entorno para la inversión y el aumento de la financiación del comercio eran cruciales para potenciar al máximo los beneficios del comercio y lograr objetivos nacionales. El desarrollo de la infraestructura era la prioridad principal del nuevo Gobierno de Indonesia, a fin de conseguir que la economía nacional fuera más competitiva. Para cumplir ese objetivo, Indonesia tenía el propósito de construir 2.000 kilómetros de carreteras en el conjunto de

26 Aid for Trade in Asia and the Pacific: Driving Private Sector Participation in Global Value Chains (La Ayuda para el Comercio en Asia y el Pacífico: fomentar la participación del sector privado en las cadenas de valor mundiales). Véase https://www.wto.org/english/tratop_e/devel_e/a4t_e/global_review13prog_e/aftrtg_asian_e.pdf.

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la nación, 10 nuevos aeropuertos, 10 puertos y 10 polígonos industriales para fortalecer el sistema logístico nacional, relanzar la producción y fomentar la integración económica. Con el fin de mejorar el entorno para la inversión, Indonesia estaba poniendo en marcha el Centro de servicios de ventanilla única, que establecería un servicio de concesión de licencias rápido, sencillo, transparente e integrado. El gobierno también ofrecía la posibilidad de ejecutar proyectos de asociación de los sectores público y privado para acelerar la creación de infraestructura con la finalidad de estimular el crecimiento económico hasta alcanzar el nivel previsto del 5,7%. Se esperaba que tales proyectos de Ayuda para el Comercio favorecieran el programa nacional de desarrollo a fin de conseguir un desarrollo sostenible. En consecuencia, aumentar la eficacia de la ayuda revestía gran importancia ante la tendencia a la reducción de la asistencia financiera de la Ayuda para el Comercio.

Desde que se convirtiera en un país de ingreso mediano en 2008, Indonesia había dejado de ser "beneficiario" de la cooperación internacional para convertirse en participante más activo. También había sustituido los procedimientos tradicionales en el ámbito de la cooperación por un enfoque basado en la eficacia de las actividades de desarrollo y en una asociación a escala mundial. Desde esa nueva perspectiva, Indonesia consideraba la cooperación internacional y, en particular, la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular, como un instrumento capaz de propiciar la cooperación eficaz en las actividades de desarrollo, con atención especial al intercambio de conocimientos. En ese orden de cosas, Indonesia había participado en una serie de actividades de cooperación como asociado y como donante y durante el período comprendido entre 2000 y 2014 había llevado a cabo más de 404 programas y actividades con al menos 4.472 participantes de las regiones de Asia, el Pacífico, África, el Oriente Medio y América del Sur. Indonesia pretendía ampliar sus actividades de intercambio de conocimientos como parte del proceso de creación de capacidad haciendo hincapié en la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular, que, a su juicio, podían considerarse como modelo de asociación mundial para el desarrollo portuario, dado que establecían un proceso de aprendizaje de dos o tres direcciones en el que todas las partes aportaban sus mejores activos, de manera que existía una auténtica cooperación mutuamente beneficiosa. En ese contexto, la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular eran para Indonesia un complemento esencial de la cooperación Norte-Sur.

Indonesia concluyó su intervención diciendo que participaba en la nueva Agenda para el Desarrollo después de 2015 de las Naciones Unidas, cuya finalidad era propiciar la elaboración de una agenda mundial para el desarrollo que todos los países y todas las partes interesadas consideraran que afrontaba los retos globales a los que tenían que hacer frente y respondía a sus aspiraciones de conseguir un futuro mejor. Era necesario, pues, utilizar y generar recursos de ayuda para apoyar las peticiones de ayuda después de 2015.

El Ecuador dijo que la Ayuda para el Comercio tenía que promover una economía diversa e inclusiva orientada al conocimiento y a la innovación social y tecnológica en los países en desarrollo y en los PMA. Debía centrarse, entre otras cosas, en la solución de los problemas existentes en materia de logística, productividad, conectividad, transferencia de conocimientos y acceso a los mercados con miras a reducir los costos empresariales, de manera que las microempresas y las pymes de esos países pudieran acceder a las cadenas de valor mundiales. Desde esa perspectiva, el AFC podía contribuir al logro de ese objetivo mediante la aplicación efectiva de la sección II del Acuerdo.

La Ayuda para el Comercio solo sería eficaz si se reducían las asimetrías en el sistema mundial de comercio. Como había afirmado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 27, el Ecuador creía que esas asimetrías se reflejaban en la falta de coherencia entre la importancia de los países en desarrollo y su nivel de participación en el comercio mundial o sus oportunidades de acceder a los mercados. Por esa razón, era imperativo que en el Examen Global se evaluara cuál había sido la contribución de la Ayuda para el Comercio a los esfuerzos realizados por los países en desarrollo y los PMA para incrementar su participación en el comercio internacional. El Ecuador, al igual que otros países, entendía que el comercio era una herramienta para conseguir el desarrollo mediante la creación de capacidad, el intercambio de conocimientos y experiencias y la transferencia de tecnología. A través de programas comunes, debía fortalecer la integración regional y la cooperación Sur-Sur teniendo en cuenta las necesidades en materia de desarrollo de cada uno de los países involucrados en el proceso de integración.

27 Financiamiento para el desarrollo en América Latina y el Caribe: Un análisis estratégico desde la perspectiva de los países de renta media. Véase

http://www.cepal.org/en/publications/37767-financing-development-latin-america-and-caribbean-strategic-analysis-middle.

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Para reducir los costos del comercio era necesario reforzar el sector productivo con objeto de aumentar la productividad y la calidad de los productos de exportación, prestando especial atención a los procesos de las microempresas y las pymes. Por consiguiente, la Ayuda para el Comercio debería orientarse hacia una producción diversificada y eficiente desde el punto de vista ecológico, encaminada a promover una economía exportadora de bienes y servicios de suficiente calidad para ser reconocida en los mercados, teniendo en cuenta los factores naturales y sociales.

La República Centroafricana hizo suyas las observaciones de Bangladesh (en nombre del Grupo de los PMA), Barbados (en nombre del Grupo ACP), y Benin (en nombre del Grupo Africano). Acogió con satisfacción la oportunidad de evaluar los progresos realizados en la iniciativa de Ayuda para el Comercio que ofrecía el Quinto Examen Global y agradeció el apoyo de los asociados técnicos y financieros, que habían hecho posible que los países en desarrollo y, en particular, los PMA, pudieran reducir los costos del comercio y mejorar el acceso a las cadenas de valor mundiales. Seguía habiendo una serie de desafíos que era necesario afrontar, por ejemplo, brindar apoyo para potenciar el comercio de los países más vulnerables, especialmente aquellos que habían sido víctimas de catástrofes naturales que habían limitado gravemente su capacidad productiva y exportadora, así como su infraestructura comercial, que, en algunos casos, había resultado totalmente destruida. En el Quinto Examen Global se habían destacado en particular las dificultades de los países en desarrollo sin litoral con respecto a unas políticas comerciales que tenían repercusiones sobre los esfuerzos desplegados para reducir la pobreza. Los obstáculos no arancelarios, por ejemplo, eran un elemento disuasorio que impedía que los importadores invirtieran en países en desarrollo sin litoral como la República Centroafricana, y ello, a su vez, afectaba a las mercancías en tránsito. En consecuencia, el AFC debía hacer posible la eliminación de todos los obstáculos al comercio y contribuir al crecimiento sostenible. Reducir los costos del comercio exigía invertir en la energía indispensable para la producción, así como en los medios de transporte para facilitar el traslado de los productos de un lugar a otro y hacer posible que los consumidores pagaran el precio justo. En los debates del Quinto Examen Global habían quedado patentes los efectos beneficiosos del comercio y se había señalado que cada dólar invertido en Ayuda para el Comercio se traducía en 20 dólares de exportaciones. Sin embargo, una evaluación no podía limitarse a las cifras. También era necesario evaluar los efectos concretos de la Ayuda para el Comercio destinada a sectores específicos que se prestaba a los países y regiones geográficas, y esa era la razón por la que los costos del comercio deberían tomarse en consideración en la Agenda para el Desarrollo después de 2015. La República Centroafricana se congratulaba del comienzo de la segunda fase del MIM y consideraba que ese programa contribuiría eficazmente a fortalecer la capacidad productiva de los países en desarrollo y a aumentar el valor de sus productos.Guatemala, en nombre de las economías pequeñas y vulnerables, manifestó su satisfacción por la oportunidad que se ofrecía a las economías pequeñas y vulnerables de participar activamente en el Quinto Examen Global, y agradeció el apoyo de los asociados y donantes. Las economías pequeñas y vulnerables consideraban que seguían existiendo problemas y retos importantes en relación con la Ayuda para el Comercio, como, por ejemplo, la distribución geográfica de la ayuda. La reducción de los costos del comercio era crucial para que las economías pequeñas y vulnerables pudieran disfrutar de una mayor competitividad e integración en las cadenas de valor mundiales. Las deliberaciones del Quinto Examen Global habían hecho posible un intercambio significativo de puntos de vista y Guatemala esperaba que en las actividades futuras de la Ayuda para el Comercio se siguieran teniendo en cuenta las necesidades de las economías pequeñas y vulnerables.

Corea señaló que la Ayuda para el Comercio había sido indispensable para el crecimiento económico de los países en desarrollo y, en particular los PMA, como había quedado patente en los exámenes globales anteriores. Como parte de ese exitoso proceso, Corea había incrementado continuamente su Ayuda para el Comercio, que en 2013 había superado los 500.00 dólares EE.UU., cifra que representaba más del 40% de la ayuda bilateral total otorgada por el país. La reducción de los costos del comercio era crucial para el desarrollo y para el crecimiento económico de los países en desarrollo y PMA, y en el Quinto Examen Global se había resaltado la importancia de rebajar esos costos, no solo en el caso de las mercancías, sino también en el sector de los servicios. Los debates del Quinto Examen Global habían contribuido a comprender mejor que las medidas de facilitación del comercio eran imperativas para el crecimiento sostenible del comercio mundial y para el desarrollo inclusivo de los países en desarrollo. El orador expuso los logros de su país en la esfera de la facilitación del comercio, indicando que desde los primeros años del decenio de 1990 Corea había implantado varios sistemas aduaneros innovadores (por ejemplo un sistema aduanero electrónico automatizado, un sistema de declaración de las importaciones sin papel, un sistema de ventanilla única y un sistema de operadores económicos autorizados) que le habían permitido aumentar el volumen del comercio a una tasa anual de casi el 14%, cuando el comercio mundial crecía a una tasa anual del 7,6%. A través de iniciativas conjuntas con la OMC y con la

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Organización Mundial de Aduanas, así como de programas de ayuda bilaterales, Corea también había prestado asistencia a los países en desarrollo para la modernización de las aduanas y la creación de capacidad en el ámbito de la facilitación del comercio. Con miras a la Décima Conferencia Ministerial, Corea estaba haciendo todo lo posible para culminar sus procedimientos internos de ratificación del AFC.

Corea celebró el comienzo de la segunda fase del MIM y dijo que continuaría apoyando firmemente el programa, como había hecho durante la primera fase.

Refiriéndose al vigésimo aniversario de la OMC, afirmó que la conclusión satisfactoria de las negociaciones sobre el PDD y la Agenda para el Desarrollo después de 2015 era esencial para dar una nueva orientación al desarrollo inclusivo de la economía mundial. La Ayuda para el Comercio era indispensable a ese respecto, no solo para el crecimiento del mundo en desarrollo, sino también para la prosperidad de todos. A la luz de los numerosos e importantes acontecimientos mundiales que tendrían lugar próximamente, como la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y la Décima Conferencia Ministerial, 2015 era un año de gran valor simbólico para abordar la Ayuda para el Comercio. Corea esperaba que mediante el esfuerzo concertado y colectivo de la comunidad internacional se aprovecharan esas oportunidades para impulsar el programa de la Ayuda para el Comercio. Por su parte, seguía contribuyendo para garantizar el éxito de todas esas iniciativas.

Uganda hizo suyas las observaciones de Bangladesh (en nombre del Grupo de los PMA), Benin (en nombre del Grupo Africano), y el Paraguay (en nombre de los países en desarrollo sin litoral). Dijo que los debates que habían tenido lugar en el curso del Quinto Examen Global habían ofrecido la oportunidad de comprender la función de la Ayuda para el Comercio en la reducción de los costos del comercio para lograr un desarrollo sostenible. Uganda celebraba el inicio de la segunda fase del MIM e instaba a que la contribución de Noruega de 105 millones de coronas noruegas se considerara una buena práctica que deberían seguir otros asociados. Uganda confiaba en que en la conferencia sobre promesas de contribuciones que se celebraría coincidiendo con la Décima Conferencia Ministerial se obtendrían buenos resultados.

En relación con el AFC, dijo que con el apoyo de asociados en el desarrollo como TradeMark East Africa, la Comunidad del África Oriental (CAO) ya había adoptado medidas importantes de facilitación del comercio. Se había planificado el establecimiento de 13 puestos fronterizos de ventanilla única, 7 de los cuales ya estaban operativos. La CAO también había establecido, entre otras cosas, un Territorio Aduanero Único que había suprimido numerosas básculas puente y controles policiales y aduaneros en la ruta Mombasa-Kampala-Kigali, así como un sistema de despacho de aduana informatizado y de seguimiento electrónico de las mercancías que había hecho posible eliminar numerosos obstáculos a lo largo del Corredor Septentrional. Con esas medidas se había reducido alrededor del 50% el costo de hacer negocios en la región de África Oriental, pues, por ejemplo, el tiempo necesario para el envío de mercancías de Mombasa a Kampala había pasado de 18 días a 4 y el tiempo que tardaba un camión en desplazarse desde Mombasa a Kigali, que antes era de 21 días, ahora era de 3 días. La CAO también había promulgado una ley de ámbito regional para eliminar los obstáculos no arancelarios existentes e impedir que se crearan nuevos obstáculos. De los 95 obstáculos no arancelarios que se habían identificado, 71 habían sido eliminados, y se había adoptado un programa de trabajo de duración limitada para suprimir los otros 24 obstáculos. Además de las diferentes estrategias nacionales de respuesta existentes, se había establecido un mecanismo nacional de respuesta para reunir información en tiempo real, mejorar la coordinación interinstitucional y reducir el tiempo de respuesta para resolver la cuestión de los obstáculos no arancelarios dentro del país. Uganda había puesto en marcha los procesos necesarios para ratificar el AFC y, a su juicio, la Décima Conferencia Ministerial debería centrarse, por tanto, en la labor que quedaba por hacer.

La Ayuda para el Comercio revestía especial importancia para África, región en la que se situaban más del 70% de los PMA. Los déficits de infraestructura de África eran alarmantes considerando que había informes que indicaban que menos del 40% de la población del continente tenía acceso a electricidad, que un tercio de la población rural tenía acceso a carreteras y que solamente el 5% de la agricultura era de regadío. En consecuencia, en el continente se necesitaban presas para la generación de energía hidroeléctrica y líneas de transmisión de electricidad para facilitar la producción, carreteras, ferrocarriles y puertos para facilitar el comercio, e infraestructura básica de tecnología de información y de comunicaciones para propiciar el comercio de bienes y servicios, así como estructuras de gobernanza. Si se afrontaban todas estas cuestiones sería posible reducir los costos del comercio; el costo de solucionar el déficit de infraestructura de África se había estimado en unos 90.000 millones de dólares EE.UU. anuales durante el siguiente decenio. La CAO

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tenía la firme determinación de conseguir que todos se beneficiaran de la integración regional. El Programa de infraestructura del corredor septentrional, por ejemplo, comprendía 14 proyectos relacionados con los ferrocarriles, la tecnología de la información y las comunicaciones, el comercio y el turismo. Asimismo, se había elaborado un plan para construir la línea férrea de ancho de vía internacional que atravesaría todo el corredor.

En el período que faltaba hasta la celebración de la Décima Conferencia Ministerial, era necesario adoptar una actitud basada en la utilización del comercio como vehículo para el desarrollo. Uganda hacía un llamamiento a la Presidencia del Comité de Comercio y Desarrollo para que instara a los Miembros a que siguieran el ejemplo de la CAO como una buena práctica; por ejemplo, las medidas adoptadas por la CAO para eliminar los obstáculos no arancelarios podrían servir de base para las deliberaciones sobre el acceso los mercados. La Décima Conferencia Ministerial debería tener en cuenta los logros conseguidos hasta ese momento y cumplir los objetivos de desarrollo recogidos en la Declaración Ministerial de Doha.28 Subrayó que la Ayuda para el Comercio era un vehículo en relación con los beneficios para el desarrollo que se derivarían de la conclusión satisfactoria del PDD, pero no podía sustituirlos. Uganda pidió a los Miembros que dieran prioridad a las necesidades e intereses de los PMA conforme a lo expresado en el párrafo 57 de la Declaración Ministerial de Hong Kong.29 Los compromisos de Ayuda para el Comercio relativos a los PMA deberían ser proporcionales a sus necesidades y desafíos en materia de desarrollo y estar en consonancia con las limitaciones estructurales y múltiples vulnerabilidades de cada uno de ellos. Uganda instó a los asociados para el desarrollo a que garantizaran que al menos un tercio del total de la Ayuda para el Comercio se destinara a los PMA e insistió en la necesidad de que hubiera adicionalidad, previsibilidad, sostenibilidad y eficacia en los recursos de la Ayuda para el Comercio.

Nigeria hizo suyas las observaciones de Benin (en nombre del Grupo Africano), Bangladesh (en nombre del Grupo de los PMA), el Paraguay (en nombre de los países en desarrollo sin litoral), Guatemala (en nombre of las economías pequeñas y vulnerables), y Barbados (en nombre del Grupo ACP). La publicación conjunta de la OCDE y la OMC "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2015: reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible" había resultado ser una buena base para las deliberaciones del Quinto Examen Global, que habían puesto en evidencia que, desde sus inicios, la iniciativa de Ayuda para el Comercio había mantenido el impulso necesario para cumplir sus objetivos. También había demostrado que los países asociados y los donantes se ocupaban con seriedad de la cuestión de los costos del comercio y que la actuación en esa esfera seguía siendo el centro de atención de los trabajos.

Era pertinente centrar el Quinto Examen Global en el contexto del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, habida cuenta de que muchos países en desarrollo se veían excluidos del mercado mundial a causa de los elevados costos del comercio derivados, por ejemplo, de los estrangulamientos e ineficiencias en las fronteras y de las dificultades relacionadas con el entorno empresarial. Los elevados costos del comercio suponían una gran preocupación y un obstáculo importante desde el punto de vista de los resultados del comercio en África y explicaban en gran medida su escasa competitividad en el mercado mundial. El comercio internacional era esencial para reducir la pobreza, y Nigeria, al igual que otros países, reconocía la importancia del comercio para ayudar a los países a desarrollarse, crear empleo y conseguir un desarrollo y un crecimiento económicamente sostenibles. Sin embargo, el incremento de las medidas no arancelarias suponía un nuevo problema para las actividades internacionales de desarrollo, y Nigeria entendía que, si no se abordaban adecuadamente cuestiones tales como los obstáculos no arancelarios, los aranceles y los costos del transporte, no solo quedarían excluidas de los mercados mundiales las exportaciones de los países en desarrollo, sino que, lo que era más importante, resultarían gravemente menoscabados los objetivos globales de la Agenda para el Desarrollo después de 2015. Para muchos países en desarrollo, y en especial para las pymes, el cumplimiento de las exigencias que establecían las normas privadas resultaba difícil en muchos casos y comportaban un aumento de los obstáculos y de los costos del comercio, en lugar de reducirlos. Nigeria compartía las respuestas a la encuesta de seguimiento de la OCDE y la OMC en el sentido de que las tres esferas principales en que la Ayuda para el Comercio podía contribuir a reducir los costos del comercio eran la infraestructura; los procedimientos en frontera (facilitación del comercio); y las medidas no arancelarias (como las normas relativas a los productos).

Con este telón de fondo, Nigeria subrayó algunos aspectos fundamentales: i) en algunos casos la reducción de los costos del comercio se podía conseguir con mayor eficacia y de forma más económica en el plano regional que en el internacional; ii) los datos mostraban que se podía intensificar el comercio en el marco de los sistemas regionales de integración existentes y

28 https://www.wto.org/english/thewto_e/minist_e/min01_e/mindecl_e.htm.29 https://www.wto.org/english/thewto_e/minist_e/min05_e/final_text_e.htm.

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mediante reformas sencillas y menos costosas; iii) el comercio se percibía cada vez más, en especial en los PMA, como un instrumento clave para alcanzar objetivos de desarrollo, en particular el crecimiento económico inclusivo y la reducción de la pobreza, como se desprendía de algunos de los relatos de experiencias presentados en relación con el ejercicio de vigilancia; iv) era importante la participación del sector privado, que podía mejorar el entorno empresarial y vincular la política comercial con la Ayuda para el Comercio; v) era necesario establecer un nexo entre las iniciativas multilaterales, regionales y bilaterales de apertura del comercio y las estrategias nacionales de creación de capacidad comercial, utilizando la Ayuda para el Comercio como catalizador; vi) era especialmente importante la disponibilidad de proveedores eficientes y competitivos de servicios privados en ámbitos tales como la financiación del comercio, el seguro contra riesgos, el transporte por camión, el flete aéreo y el almacenamiento; y vii) muchos países asociados creían que las reformas aduaneras y arancelarias y la mejora de la infraestructura eran las medidas que daban resultados más positivos para reducir los costos del comercio de bienes y servicios.

Aunque quedaban cosas por hacer, lo cierto era que la Ayuda para el Comercio tenía una cierta incidencia, como se ponía de manifiesto en la publicación conjunta y los relatos de experiencias que habían presentado los beneficiarios, que indicaban que algunas de las intervenciones de la Ayuda para el Comercio habían servido para mejorar los resultados del comercio y habían atraído más inversiones nacionales y extranjeras. Ese tipo de asistencia tenía, pues, una importancia vital y cada vez mayor para el continente africano. Cabía esperar que los recursos de la Ayuda para el Comercio fueran adicionales, previsibles y sostenibles desde el punto de vista de la distribución regional, particularmente porque en 2013 la mayor parte de los compromisos de Ayuda para el Comercio se habían destinado a Asia (22.600 millones de dólares EE.UU. en total, lo cual representaba un aumento de 5.600 millones dólares EE.UU. con respecto a 2012) en tanto que los compromisos para África habían ascendido a 19.300 millones de dólares EE.UU. (lo que suponía una disminución de 2.600 millones dólares EE.UU. en relación con el año 2012). El objetivo de la evaluación consistía en determinar el resultado global, y era necesario mejorar el impacto de la Ayuda para el Comercio, incluso en lo referente a la participación efectiva y oportuna de las partes interesadas. Nigeria consideraba también que la evaluación debería ser la base, y un instrumento importante, para gestionar la aplicación. Nigeria agradeció a los donantes su constante compromiso con la iniciativa de Ayuda para el Comercio, especialmente en apoyo de la creación de capacidad comercial, incluso en relación con el objetivo de reducir las diferencias en cuanto al desarrollo de la infraestructura.

Nigeria concluyó su declaración afirmando que en el contexto de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo que tendría lugar próximamente era importante asegurar las sinergias entre los objetivos de financiación de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, incluso en el contexto de las iniciativas multilaterales en marcha encaminadas a promover la cooperación internacional para el desarrollo.

La India afirmó que en el curso de las deliberaciones del Quinto Examen Global se habían expuesto algunos elementos importantes del debate relativo a la Ayuda para el Comercio, por ejemplo que podía ser de enorme importancia para ayudar a los países en desarrollo, y a los PMA en particular, a construir su infraestructura y su capacidad productiva, que eran fundamentales para promover el comercio y la inversión. En el análisis de la reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible se había hecho hincapié en las ventajas de la facilitación del comercio para reducir los costos del comercio relativos a los procedimientos en frontera. Se habían señalado también otros tipos de costos del comercio de mercancías, como los de la infraestructura relacionada con el comercio (corredores ferroviarios o viarios, puertos, y tecnología de la información y las comunicaciones), servicios logísticos de calidad, medidas no arancelarias, acceso a financiación del comercio, infraestructura de redes, etc.

El representante de la India dijo que varios estudios habían revelado que los países en desarrollo se integraban en el segmento inferior de las cadenas de valor mundiales y que los beneficios derivados de la integración eran muy limitados. Mientras que las principales empresas de los países avanzados controlaban las actividades de creación de mayor valor añadido (como las de investigación y desarrollo, comercialización y distribución, etc.), las empresas proveedoras de los países en desarrollo llevaban a cabo actividades de menor valor añadido (como la fabricación o el montaje). Ascender en las cadenas de valor era extremadamente difícil para los países en desarrollo como consecuencia de su escasa base tecnológica, falta de infraestructura y de mano de obra cualificada, etc. El representante de la India citó una de las conclusiones del Informe sobre el Comercio Mundial 2014 de la OMC, en el sentido de que "[a] menudo una empresa líder posee aptitudes poco comunes, mientras que los demás proveedores de la cadena compiten

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intensamente entre sí, lo que tiene como resultado que la empresa líder del país desarrollado obtenga una parte importante de los beneficios".

Para la India era alentador el crecimiento de la cooperación Sur-Sur, que también se reflejaba en las estimaciones de la OCDE respecto de nueve países que realizaban actividades bilaterales de cooperación para el desarrollo, en la reciente publicación conjunta de la OCDE y la OMC "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2015". La India prestaba asistencia para el desarrollo a los países asociados mediante líneas de crédito, proyectos de asistencia en forma de donaciones y programas de creación de capacidad. Por ejemplo, durante el último decenio se habían asignado 214 líneas de crédito por un valor global aproximado de 13.300 millones de dólares EE.UU., de los que más de 7.500 millones de dólares EE.UU. se habían destinado a países africanos y alrededor de 5.700 millones de dólares EE.UU. a países no africanos. Varios proyectos de desarrollo relacionados con la asistencia en forma de donaciones de la India se estaban ejecutando en muchos países asociados, especialmente en países vecinos y en África, en los ámbitos del desarrollo de la infraestructura, la energía hidroeléctrica, la transmisión de electricidad, etc. En el marco del Programa de Cooperación Económica y Técnica de la India (ITEC) y otros programas, se habían proporcionado cada año más de 8.000 puestos de formación en 280 cursos en 47 instituciones. El régimen preferencial de franquicia arancelaria de la India para los PMA proporcionaba acceso libre de derechos y de contingentes respecto de alrededor del 96% de las líneas arancelarias de la India (a nivel de 6 dígitos del SA) y otro 2,2% de las líneas gozaban de derechos preferenciales. El representante subrayó que la cooperación Sur-Sur de la India era voluntaria y que continuaba a pesar de los problemas internos a los que se enfrentaban los países que participaban en la cooperación Sur-Sur. La cooperación Sur-Sur no podía sustituir a la asistencia y la cooperación Norte-Sur, que era la principal fuente de la Ayuda para el Comercio.

El representante señaló con preocupación que, según el Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD), en 2014 la ayuda bilateral a los PMA había disminuido en un 16% en cifras reales a 25.000 millones de dólares EE.UU., y la AOD, como proporción del ingreso nacional bruto, no había sobrepasado el 0,29%, y solamente 5 de los 28 países miembros del CAD habían superado el objetivo fijado por las Naciones Unidas de mantener la AOD en el 0,7% del ingreso nacional bruto.

En opinión de la India, la Ayuda para el Comercio era una de las principales contribuciones que podía hacer la OMC a la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que constituirían el marco del comercio internacional como medio de conseguir el crecimiento inclusivo y sostenible; confiaba en que los donantes asumieran un compromiso a largo plazo mediante una financiación adicional y previsible de la Ayuda para el Comercio. La India expresó también la esperanza de que el Quinto Examen Global contribuyera al diálogo que se había entablado sobre la prestación de ayuda adicional, previsible, sostenible y eficaz a los países en desarrollo para que pudieran cumplir sus aspiraciones en materia de desarrollo.

Los Estados Unidos dijeron que se habían hecho progresos importantes desde el Cuarto Examen Global de 2013 y que, habida cuenta de la labor tan intensa que se había llevado a cabo para concertar y aplicar el AFC, era particularmente apropiado que el Quinto Examen Global se centrara en la reducción de los costos del comercio. Los debates del Quinto Examen Global habían reafirmado la importancia del AFC para propiciar unos sólidos resultados de desarrollo en la esfera del comercio, además de recordar la amplia disponibilidad de asistencia técnica relevante de múltiples fuentes. A ese respecto, los Estados Unidos instaron a los Miembros de la OMC a tomar las medidas internas necesarias para notificar a la OMC su ratificación del Acuerdo. La entrada en vigor del AFC sería un notable logro que celebrar en la Décima Conferencia Ministerial.

Una conclusión clara e inequívoca que dimanaba de las observaciones introductorias del Quinto Examen Global era la de que unos costos del comercio más reducidos contribuían significativamente al crecimiento sostenible, ecológico e inclusivo y a la reducción de la pobreza. Ese hecho constituía la propia esencia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos. El representante de los Estados Unidos citó la publicación conjunta de la OCDE y la OMC, en la que se indicaba que "[l]os elevados costos del comercio frenan la integración comercial de muchos países en desarrollo y, en particular, de los países menos adelantados. A fin de liberarlos de ese freno es preciso adoptar medidas concertadas", y manifestó que eso se habría de tener en cuenta durante los próximos meses previos a la celebración de la Décima Conferencia Ministerial.

El representante se refirió a la actividad paralela de los Estados Unidos titulada "Asociaciones entre los sectores público y privado en el siglo XXI - El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio beneficia a todos", en la que el sector privado había subrayado que la facilitación del comercio era un factor que influía en sus decisiones de inversión y podía afectar decisivamente a su balance final. Los

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Estados Unidos, Alemania, el Canadá y el Reino Unido también habían manifestado su intención de cooperar con la Cámara Internacional de Comercio, el Foro Económico Mundial y el Centro para la Empresa Privada para dar a luz una nueva iniciativa que utilizara los conocimientos del sector privado para aplicar de manera solvente el AFC. La Alianza Mundial para la Facilitación del Comercio -que se pondría en marcha oficialmente a finales de 2015- aprovecharía el liderazgo y los conocimientos especializados del sector privado para realizar reformas significativas desde el punto de vista comercial en materia de facilitación del comercio basadas en los parámetros del mundo real. La Alianza crearía un nuevo marco de cooperación para la Ayuda para el Comercio entre el sector privado, los donantes y los países receptores con el fin de aprovechar al máximo el enorme potencial del AFC para acelerar el desarrollo y ofrecer amplias oportunidades. Los Estados Unidos, conjuntamente con otros participantes en la Alianza, esperaban con interés poder intercambiar más información sobre la Alianza en la Décima Conferencia Ministerial y actualizar sus resultados en los años venideros.

El Japón dijo que los debates que se habían mantenido durante el Quinto Examen Global habían ofrecido la oportunidad de hacer balance de lo conseguido hasta la fecha y de analizar lo que se podía hacer para mejorar la Ayuda para el Comercio. Se habían mencionado numerosas nuevas iniciativas y experiencias que ponían de manifiesto que la expansión del comercio era indispensable para el crecimiento y para luchar contra la pobreza y resultaba cada vez más pertinente en relación con el acceso a las cadenas de valor mundiales. Refiriéndose a la experiencia del Japón en ese aspecto, el representante dijo que el desarrollo y la prosperidad económica del país durante la posguerra eran fruto de la expansión del comercio. También había tenido lugar un sólido desarrollo de cadenas de valor regionales e interregionales en Asia y el Pacífico. Basándose en esa experiencia propia, y antes incluso de que se elaborara el concepto de Ayuda para el Comercio, el Japón había participado activamente en la prestación de asistencia encaminada a apoyar cada una de las etapas del comercio, a saber, la producción, el transporte, el despacho de aduana, la distribución y las ventas. Como principal donante de la Ayuda para el Comercio, el Japón había aportado 26.900 millones de dólares EE.UU. aproximadamente durante el período 2011-2013.

En su nueva "Carta de la Cooperación para el Desarrollo", publicada en febrero, el Japón había expresado su firme compromiso con la reducción de la pobreza mediante su contribución para lograr un "crecimiento de calidad" y consideraba muy alentador que algunas de las esferas a las que se dirigía su política de asistencia -como la infraestructura, las pymes y el empoderamiento de la mujer- eran los elementos fundamentales a los que repetidamente se había hecho referencia en el curso del Quinto Examen Global. El Japón estaba dispuesto a trabajar por un "crecimiento de calidad" en los países en desarrollo, en estrecha alianza con otros donantes como el Grupo del Banco Mundial, con bancos regionales de desarrollo como el Banco Asiático de Desarrollo, y con el sector privado, y mencionó algunas iniciativas concretas en esa esfera. La primera era el anuncio realizado recientemente por el Primer Ministro Shinzo Abe de que aportaría 110.000 millones de dólares EE.UU. durante los próximos cinco años a la iniciativa Asociación para una Infraestructura de Calidad en Asia. Otra era la cumbre de la TICAD30 de 2016, que el Japón esperaba celebrar por primera vez en África. El Japón tenía la determinación de apoyar el crecimiento de calidad en África brindando asistencia para la creación de capacidad, la construcción de infraestructura y el fomento del comercio y la inversión.

Refiriéndose al tema central del Quinto Examen Global, el representante del Japón señaló que era muy importante que el AFC comenzara a aplicarse sin tardanza y anunció que el Japón había aceptado el Protocolo del Acuerdo el 1º de junio y consideraba alentador que muchos Miembros en desarrollo ya hubieran notificado las disposiciones de la categoría A. El Japón esperaba con gran interés colaborar con otros Miembros -en estrecha coordinación con la OMC y con otros donantes, especialmente con la Organización Mundial de Aduanas- para propiciar una rápida entrada en vigor y aplicación del Acuerdo.

Barbados, en nombre del Grupo de África, el Caribe y el Pacífico (Grupo ACP) , se sumó a la declaración que habían hecho Benin (en nombre del Grupo Africano), Bangladesh (en nombre del Grupo de los PMA), y Guatemala (en nombre de las economías pequeñas y vulnerables). Los países ACP figuraban entre los principales beneficiarios de la Ayuda para el Comercio desde su implantación en 2005. La Ayuda para el Comercio cumplía una función de primer orden en la tarea de afrontar las limitaciones relacionadas con la oferta de los países en desarrollo, un reto importante para los países ACP. El Grupo ACP exhortó a que se siguiera prestando atención al desarrollo de la infraestructura relacionada con el transporte en los países ACP con el fin de que pudieran obtener mayores beneficios de un aumento del comercio y de los ingresos en divisas. El

30 Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África.

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Grupo elogió la labor del MIM, un instrumento importante para impulsar la capacidad productiva de los PMA, y expresó su satisfacción por el comienzo de la segunda fase del MIM.

Los países ACP dijeron que en los nuevos proyectos de Ayuda para el Comercio se deberían tener en cuenta la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y cuestiones relativas a sectores específicos, y, habida cuenta de que los costos relacionados con el comercio seguían siendo un obstáculo para el comercio entre países ACP, también instaron a que la Ayuda para el Comercio se dedicara a resolver los estrangulamientos relacionados con el comercio y se ampliara para incluir un gran número de esferas en las que se necesitaba apoyo, como la facilitación de ajustes sostenibles en el contexto del cambio climático. Por otra parte, la financiación de la Ayuda para el Comercio debería ser adicional, previsible y accesible y no debería sustituir a la AOD. Los países ACP también instaron a los países desarrollados a que contribuyeran al Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC.

Los debates del Quinto Examen Global habían sido una oportunidad para intercambiar conocimientos y ofrecer orientación, que podía ser beneficiosa para todos, sobre las opciones existentes para ayudar a superar los problemas que planteaban la creación de capacidad y el incremento del comercio.

Papua Nueva Guinea hizo suyas las observaciones de Barbados (en nombre del Grupo ACP) y Guatemala (en nombre de las economías pequeñas y vulnerables). El representante de Papua Nueva Guinea afirmó que el Quinto Examen Global había puesto en evidencia los retos a los que se enfrentaban Papua Nueva Guinea y otros países insulares del Pacífico por su situación singular y por ser una de las regiones donde los costos del comercio eran más elevados. La atención prestada al AFC resultaba muy oportuna, y el orador señaló que Papua Nueva Guinea y los Miembros de la OMC de la región del Pacífico estaban agilizando los trámites necesarios para la notificación y ratificación del Acuerdo. De todos modos, recordó a los asociados para el desarrollo los importantes problemas que existían todavía para el comercio en la región del Pacífico, que se exponían en el informe del Banco Asiático de Desarrollo.31 Resaltó la importancia de la Ayuda para el Comercio y el MIM para solucionar los problemas de los pequeños productores en los ámbitos de la infraestructura comercial, la capacidad de exportación, la conformidad con las normas y la conectividad por medio de las TIC, así como para facilitar el ajuste hacia la producción sostenible a fin de mitigar el impacto del cambio climático. Papua Nueva Guinea y los países insulares del Pacífico querían asegurarse de que un nuevo Programa de Trabajo sobre la Ayuda para el Comercio y el nuevo MIM se adaptarían a las necesidades relacionadas con el comercio de las pequeñas economías.

Las Islas Salomón dijeron que el tema del Quinto Examen Global era oportuno, en especial porque la vinculación entre comercio y crecimiento había sido demostrada y verificada empíricamente. No obstante, la representante observó que el crecimiento podía no ser inclusivo y favorable a los pobres si no se adoptaban las medidas de política adecuadas. Los elevados costos del comercio suscitaban preocupación, particularmente entre los países en desarrollo y los PMA, y esa cuestión se debía abordar de manera integral. En primer lugar, había que señalar la importancia del desarrollo de productos y de las capacidades productivas para participar en el comercio internacional y, en su opinión, los futuros recursos de la Ayuda para el Comercio deberían dar prioridad y orientarse a la creación de capacidad productiva. En segundo lugar, la infraestructura relacionada con el comercio, como la de transporte, energía, comunicaciones, etc., era esencial para conectar los productos con los mercados mundiales. En consecuencia, había que dedicar la atención necesaria y mayores recursos de la Ayuda para el Comercio al desarrollo de las infraestructuras relacionadas con el comercio. El sector privado, y en particular las pequeñas empresas, llevaban a cabo la mayor parte de la actividad económica en los países pobres, pero carecían de capital, acceso a financiación, conocimientos técnicos adecuados sobre el mercado mundial y las normas del comercio, etc. Por consiguiente, las actividades de la Ayuda para el Comercio deberían incluir proyectos y programas de creación de capacidad en el sector privado para facilitar su entrada en los mercados internacionales. También había que estimular la asistencia para el desarrollo de los recursos humanos, tanto en el sector público como en el sector privado, y en especial para la formación y la adquisición de aptitudes por parte de los agricultores y trabajadores en el proceso de elaboración en la cadena de valor, así como para el desarrollo de conocimientos técnicos especializados.

Era necesaria una coordinación eficaz reforzada en la programación de los recursos de la Ayuda para el Comercio, no solo entre los donantes, sino también entre los donantes y los países receptores. En ese orden de cosas, la oradora se refirió a la función fundamental que

31 "Aid for Trade in Asia and the Pacific: Thinking Forward about Trade Costs and the Digital Economy".

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desempeñaba el MIM en relación con la creación de capacidad comercial en los PMA, y añadió que ese aspecto seguía siendo sumamente pertinente para las Islas Salomón. Por lo tanto, las Islas Salomón pidieron que los organismos asociados y los donantes siguieran prestando apoyo al MIM, que era de gran ayuda para el fomento del comercio y el desarrollo en los PMA.

Chile expresó su satisfacción respecto de los debates y el intercambio de puntos de vista que habían tenido lugar en el Quinto Examen Global sobre el tema de la "Reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible", en particular porque la cooperación comercial era uno de los ejes de la política de cooperación de Chile. La integración en la economía internacional, fundamentalmente mediante la concertación de 24 acuerdos comerciales con 63 economías, había influido de forma decisiva en el crecimiento económico de Chile. A su vez, este había permitido a Chile pasar de país receptor neto a país de ingreso mediano y participar en la cooperación Sur-Sur y en la cooperación triangular con la finalidad de promover el desarrollo del comercio y la integración en la región de América Latina y el Caribe y en otros lugares. Ejemplos de esa cooperación eran las actividades de formación (es decir, cursos, talleres, seminarios y conferencias) y la prestación de asistencia técnica para determinadas esferas de interés y para el fomento del comercio. El representante subrayó que el apoyo de Chile a la cooperación Sur-Sur se centraba en la "cooperación comercial" y añadió que Chile tenía la firme determinación de que todos los países en desarrollo, en especial los PMA, pudieran conseguir una mayor competitividad comercial.

El Brasil dijo que estaba adquiriendo creciente importancia la cuestión de los costos del comercio y que los Miembros debían encontrar formas concretas y eficaces de contribuir a una mayor integración de los países en desarrollo y los PMA en las cadenas de valor mundiales y regionales, que cada vez más sustentaban y determinaban las corrientes comerciales mundiales. El AFC era un paso importante en esa dirección, y el Brasil, que había notificado en 2014 sus compromisos sobre las disposiciones de la categoría A, había comenzado a adoptar las medidas internas necesarias para la ratificación y aplicación del AFC. El Acuerdo concordaba con las iniciativas que estaba adoptando el Brasil para modernizar la administración aduanera, como el sistema de ventanilla única que debía estar plenamente operativo en 2017, y el régimen aduanero simplificado para operadores económicos autorizados. El representante del Brasil indicó que en la más reciente sesión del Comité Preparatorio sobre Facilitación del Comercio, el Brasil se había mostrado interesado en el intercambio de experiencias con los Miembros en relación con la aplicación de los compromisos en el marco del AFC. Dentro de sus limitaciones presupuestarias y de recursos humanos, el Brasil tenía el propósito de contribuir a la creación de capacidad para la aplicación satisfactoria de las disciplinas del AFC, particularmente en lo referente a la modernización de los sistemas, la reestructuración de los procesos, la ventanilla única y la inspección de las mercancías después de su llegada.

El orador indicó que el Quinto Examen Global tenía lugar en un año emblemático para el desarrollo en todas sus dimensiones, con la próxima celebración de reuniones tales como la Décima Conferencia Ministerial, la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y la Cumbre de las Naciones Unidas para la adopción de la Agenda para el Desarrollo después de 2015. Informó a los Miembros sobre las principales iniciativas del Brasil en la cooperación Sur-Sur, observando, en particular, que la cooperación brasileña se basaba en los principios del respeto de la soberanía y no injerencia en los asuntos internos, y además estaba exenta de intenciones económicas y comerciales y de condicionalidades políticas. África seguía siendo para el Brasil la principal prioridad; 33 naciones africanas, incluidos los países lusófonos, se beneficiaban de la cooperación técnica a través de 146 proyectos centrados principalmente en la educación, la formación profesional, la agricultura y la atención sanitaria, en particular la lucha contra enfermedades tales como la malaria, la tuberculosis y el SIDA. La agricultura era con diferencia el sector en el que existía mayor demanda de cooperación bilateral y trilateral, no solo por lo que se refería a la actividad agroindustrial, sino también a la producción en pequeña escala, que contribuía a fortalecer la agricultura familiar, la seguridad alimentaria y la inclusión social. La cooperación en el sector del algodón, como ilustraba el proyecto en favor de los países del grupo de los Cuatro del Algodón (Benin, Burkina Faso, el Chad y Malí), podría ser considerada un éxito a ese respecto. Desde 2010, una parte sustancial de la compensación obtenida por el Brasil en el marco de la diferencia relativa al algodón con los Estados Unidos se había destinado a programas de cooperación con otros países en desarrollo, especialmente en el África Subsahariana, los países miembros y asociados del MERCOSUR y Haití. La segunda fase del proyecto, que había comenzado en 2014, se había ampliado para incluir al Togo, y se había comenzado a formular proyectos similares en otras regiones de África y América Latina.

El Centro de Comercio Internacional (ITC) dijo que el Quinto Examen Global había arrojado luz sobre varias cuestiones importantes, desde las normas y los servicios hasta las cuestiones de

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género y la integración regional, todas las cuales incidían en los costos del comercio, y había ofrecido la oportunidad de reunirse con los asociados en la Ayuda para el Comercio, desarrollar la cooperación y fortalecer la colaboración. El AFC era el eje central del enfoque global sobre la facilitación del comercio, y el ITC seguiría prestando asistencia a los Miembros, especialmente a los PMA, los países en desarrollo sin litoral y las economías pequeñas y vulnerables, para clasificar, notificar y aplicar el Acuerdo. Los debates del Quinto Examen Global habían confirmado que la facilitación del comercio era un concepto amplio que comprendía las normas, especialmente las normas privadas, la competitividad de las pymes, las medidas no arancelarias y cuestiones relacionadas con el empoderamiento económico, sobre todo de las mujeres. El representante informó de que el ITC continuaría prestando asistencia a los países en desarrollo en todos esos aspectos y colaboraría con otros organismos para aprovechar los conocimientos especializados respectivos. Refiriéndose a la reciente reunión del Grupo Consultivo Mixto, dijo que el ITC estaba profundizando y ampliando el alcance de sus intervenciones de Ayuda para el Comercio para centrarse en la eficacia, los resultados y el impacto. El ITC celebraba la oportunidad que se había dado, por primera vez, a otros organismos de colaborar en la preparación de la publicación "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2015", en la que la aportación del ITC se había centrado en el impacto de los costos del comercio sobre las pymes, y esperaba que se continuara esa práctica. Se congratuló del comienzo de la segunda fase del MIM y afirmó que el ITC seguiría siendo un firme defensor del programa. El representante concluyó haciendo votos por el éxito de la Conferencia Ministerial de Nairobi.

La Organización para el Desarrollo Industrial (ONUDI) dijo que, como había indicado la Embajadora Amina Mohamed, debían seguir realizándose los exámenes bienales de la Ayuda para el Comercio. Tras celebrar el feliz comienzo de la segunda fase del MIM, elogió a Noruega por su promesa inicial de aportar 20 millones de euros al programa y expresó su esperanza de que otros donantes hicieran contribuciones similares en la conferencia sobre promesas de contribuciones que tendría lugar coincidiendo con la Décima Conferencia Ministerial. La ONUDI había sido un asociado para el desarrollo comprometido y activo desde el comienzo de la iniciativa de Ayuda para el Comercio, colaborando con los países donantes y asociados en el cumplimiento de los objetivos de la iniciativa, y tranquilizó a los países asociados en el sentido de que la ONUDI mantendría su compromiso. Indicó que una contribución esencial de la ONUDI a la Ayuda para el Comercio era la Guía de recursos para la creación de capacidad comercial, y recordó que la edición de la Guía de 2015 -que prestaba especial atención al comercio Sur-Sur- se había publicado durante la sesión del Quinto Examen Global que se había ocupado del tema "Reducir los costos del comercio Sur-Sur". El comercio Sur-Sur era un elemento fundamental que debían fortalecer los asociados para el desarrollo, y la ONUDI se felicitaba de poder contribuir a esa tarea. Habida cuenta de la importancia del cumplimiento de las normas, al que se había hecho referencia en varias ocasiones durante los debates del Quinto Examen Global, la ONUDI tenía el propósito de seguir investigando los rechazos en frontera de las exportaciones de productos agropecuarios procedentes de países en desarrollo. Se había publicado una nueva edición del Informe de la ONUDI sobre el cumplimiento de las normas comerciales, que arrojaba más luz sobre las causas profundas del incumplimiento e indicaba la forma más adecuada de abordarlas por medio de asistencia técnica.

En el contexto del debate sobre el futuro de las prioridades y programas de la Ayuda para el Comercio, el representante de la ONUDI planteó la cuestión de la industrialización, que había tenido una importancia fundamental para el desarrollo económico, y dijo que solamente en circunstancias especiales, como una extraordinaria abundancia de tierra o de recursos, habían podido algunos países desarrollarse sin industrialización. Este hecho se reconocía de nuevo en la teoría y la práctica del desarrollo, con un renovado interés en la transformación estructural, y un análisis comparativo de los resultados económicos de los países había demostrado que aquellos que habían conseguido un desarrollo económico ininterrumpido, impulsado por la industrialización, el comercio internacional y los servicios conexos, eran los que más habían avanzado en la reducción de la pobreza. El papel del desarrollo industrial en la transformación económica estructural y en la creación de empleo, y la forma en que podía contribuir el comercio a ese proceso se reconocían y analizaban debidamente en el informe "La Ayuda para el Comercio en síntesis 2015". Si bien era cierto que el desarrollo industrial tenía un enorme potencial transformador, el modelo de desarrollo industrial en el mundo había sido muy desigual. Por esa razón, el Grupo de Trabajo Abierto establecido para elaborar un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible en el contexto de la Agenda para el Desarrollo después de 2015, había propuesto que se incluyera un objetivo específico sobre la industrialización inclusiva y sostenible (el Objetivo de Desarrollo Sostenible 9, "Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación"). En vista de ello, y considerando la importancia comparativamente modesta que se atribuía a la industria en la Ayuda para el Comercio -importancia que había disminuido aún más en los últimos años- la ONUDI, en su calidad

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de organismo de las Naciones Unidas al que se había asignado la función de coordinador central y promotor de la cooperación internacional para el desarrollo industrial inclusivo y sostenible en el sistema de las Naciones Unidas, expresó su preocupación acerca de las limitadas asignaciones para la industria, especialmente en África. La ONUDI hacía, pues, un llamamiento a la comunidad de donantes para que se invirtiera esa tendencia y se aumentaran sustancialmente los compromisos futuros para la industria manufacturera, como reconocimiento de la prioridad que atribuían los países en desarrollo al objetivo del desarrollo industrial inclusivo y sostenible, especialmente en África.

La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), señaló a la atención de los Miembros la labor que estaba desarrollando la CEPE sobre la facilitación del comercio, y los invitó a participar en ella. En ese orden de cosas, la representante dijo que la CEPE albergaba el Centro de las Naciones Unidas para la Facilitación del Comercio y las Transacciones Electrónicas (UN/CEFACT) 32, e invitó a los Miembros a contribuir a la tarea que estaba llevando a cabo el Centro. En relación con la aplicación de las normas, recomendaciones y mejores prácticas, la CEPE recurría a asociaciones con otras entidades, con resultados tales como la Guía de Implementación para la Facilitación del Comercio de las Naciones Unidas (un instrumento de gestión del conocimiento en cuya elaboración habían participado más de 10 organizaciones internacionales), y el memorando de entendimiento firmado recientemente con el ITC y la UNCTAD para apoyar la aplicación del AFC.

La Organización International del Trabajo (OIT), hablando en nombre de los organizadores de la actividad paralela "Promover el comercio entre cooperativas con miras a un desarrollo sostenible", organizada conjuntamente por el CSEND, la OIT y la ICA, dijo que las cooperativas eran actores importantes en la economía mundial. Según los datos más recientes que había dado a conocer la Alianza Cooperativa Internacional (ICA), el volumen de negocio conjunto de las 300 mayores cooperativas del mundo había ascendido en 2014 a 2,2 billones de dólares, y alrededor de 250 millones de personas trabajaban en cooperativas u obtenían su sustento gracias a ellas. Las cooperativas eran empresas económicamente viables y en su calidad de organizaciones "impulsadas por los miembros" y "centradas en las personas", ofrecían oportunidades de conseguir un crecimiento inclusivo a sectores de la sociedad muchas veces necesitados de apoyo, como los jóvenes desempleados, las comunidades indígenas y las personas aquejadas de discapacidades. Además de su inclusividad, las cooperativas también ofrecían oportunidades más equitativas a los pequeños productores agrícolas, los artesanos, las mujeres y los comerciantes para conseguir economías de escala en el acceso a los insumos, el crédito, la tecnología y los mercados. Las cooperativas daban a los productores una voz colectiva y poder de negociación con los principales actores de la cadena de valor para conseguir beneficios más justos para sus miembros.

Tras indicar que en septiembre de 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio serían sustituidos por Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que abarcaban el desarrollo social, económico y ambiental sostenible, dijo que los estudios recientes de la OIT y la ICA habían mostrado que las cooperativas habían acreditado su eficacia como instrumento para cumplir los tres aspectos de los ODS. Las cooperativas ofrecían un sólido fundamento económico complementado con una inclusividad, una gestión participativa y una ciudadanía social transparente bien demostradas. A pesar del volumen reducido del comercio entre cooperativas -desde la perspectiva del productor y el consumidor- el comercio existente ponía de manifiesto el potencial sin explotar para conseguir que las cadenas de suministro mundiales fueran más justas y eficientes. Sin embargo, lo que faltaba, lamentablemente, era el seguimiento de los datos sobre la contribución de las cooperativas al comercio internacional. Por consiguiente, había que incluir a las cooperativas en las principales estadísticas comerciales de la OMC a fin de poder comprender y documentar mejor su aportación. Ya existía un precedente a ese respecto, a saber, las empresas de comercio de Estado, que se regían por las disposiciones del párrafo 1 a) del artículo XVII del GATT y por el Grupo de Trabajo sobre Empresas de Comercio de Estado.

La comunidad comercial internacional necesitaba establecer urgentemente una cláusula referida específicamente a las "empresas comerciales cooperativas" y categorías estadísticas y recogida de datos conexas con capacidad de difusión a nivel de la Secretaría de la OMC. El desarrollo sostenido de cooperativas en los PMA, los países en desarrollo sin litoral y los países en desarrollo de ingreso bajo exigía una intensa labor de creación de capacidad. La OIT instó a los asociados para el desarrollo a aportar los recursos financieros y técnicos necesarios para asegurar el crecimiento sostenido de las cooperativas, lo que a su vez incidiría positivamente el crecimiento económico, el empleo y la consecución de los ODS.

32 http://www.unece.org/cefact.

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La Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMAO)33, suscribió las declaraciones de Benin (en nombre del Grupo Africano), Bangladesh (en nombre del Grupo de los PMA), y el Paraguay (en nombre de los países en desarrollo sin litoral). La UEMAO expresó su satisfacción por los debates constructivos y exhaustivos que habían tenido lugar durante el Quinto Examen Global sobre la reducción de los costos del comercio, con miras a un crecimiento sostenible e inclusivo, y por el interés creciente del sistema multilateral de comercio y la comunidad internacional en la facilitación del comercio. En relación con el AFC, el representante dijo que, con la asistencia financiera del Grupo del Banco Mundial, la UEMAO había elaborado y estaba aplicando el Programa Regional de Facilitación del Comercio (RTFP), y añadió que la ayuda financiera de otros asociados para la aplicación del programa sería bien recibida. Como complemento del RTFP, la UEMAO estaba dedicando también cuantiosos recursos a la creación y puesta en marcha de puestos de control en las fronteras de sus Estados miembros y se estaba esforzando por reducir las prácticas irregulares en todos los corredores de la Unión. Consciente de lo que era necesario cambiar para que sus Estados miembros pudieran participar en el comercio internacional, la UEMAO había iniciado una exitosa colaboración con el ITC a través de un Proyecto conjunto UEMAO/ITC en apoyo de la competitividad y la integración regional en el que se tenían en cuenta las condiciones necesarias para el crecimiento económico, por ejemplo, los efectos cuantitativos y cualitativos de la diversificación de las exportaciones, el fomento del comercio y la inversión y la integración en las cadenas de valor mundiales. La UEMAO celebró el comienzo de la segunda fase del MIM, así como la contribución de Noruega al programa por valor de 150 millones de coronas noruegas, y dijo que era necesario continuar y reforzar el apoyo del MIM a las iniciativas regionales. También se valoraba la prórroga durante 10 años más de la Ley sobre Crecimiento y Oportunidades para África,34 que favorecería el comercio entre los Estados Unidos y los países africanos receptores.

La Organización Mundial de Aduanas (OMA), mencionó su cooperación con la OMC, particularmente en lo que se refería a los comités técnicos de los Acuerdos de la OMC que se ocupaban de la valoración en aduana y las normas de origen. En cuanto a la facilitación del comercio, la OMA figuraba entre las "organizaciones del anexo D", dado que desde el principio había apoyado activamente la conclusión del AFC. En la OMC se habían negociado varias medidas de facilitación del comercio y la OMA ofrecía su ayuda para aplicarlas. Los instrumentos, herramientas y red de expertos nacionales en asuntos aduaneros y los asociados del sector privado eran indispensables y estaban disponibles para la aplicación de las medidas de facilitación del comercio. Con respecto a la aplicación del AFC, y en cumplimiento de la Declaración Ministerial de Bali de 201335, la OMA había puesto en marcha una iniciativa estratégica -el Programa Mercator- en apoyo de la facilitación del comercio. La finalidad del programa era ayudar a los gobiernos de todo el mundo a poner en práctica las medidas de facilitación del comercio de manera expedita y armonizada mediante el uso de los instrumentos y herramientas básicos de la OMA, como el Convenio de Kyoto Revisado, a nivel nacional, regional y mundial, apoyando asimismo las medidas de integración regional. El programa aseguraba también la conectividad en las fronteras y en las cadenas de valor mundiales con el fin de ofrecer una plataforma consolidada que propiciara la circulación fluida de las corrientes de mercancías que eran objeto de comercio en el mundo. La OMA seguía siendo un asociado esencial y estaba dispuesta a apoyar la aplicación del AFC aportando los conocimientos especializados, las herramientas y la red de la comunidad aduanera del mundo entero.36

Declaración final del Director General de la OMC

Permítanme dar las gracias a todos los que han intervenido esta tarde.

Me han informado cumplidamente de sus aportaciones a lo largo del Examen Global, y deseo agradecerles su participación.

33 Benin, Burkina Faso, Côte d'Ivoire, Guinea-Bissau, Malí, el Níger, el Senegal y el Togo.34 http://trade.gov/agoa/.35 https://www.wto.org/english/thewto_e/minist_e/mc9_e/balipackage_e.htm.36 Declaración no pronunciada, que se ha incluido en el informe del Quinto Examen Global a petición de

la OMA.

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Esta semana se ha caracterizado por un notable dinamismo, que se refleja en las cifras de este evento: más de 1.000 participantes en los tres últimos días, 46 sesiones y varios miles de páginas de análisis. Este dinamismo también se ha percibido en los animados intercambios y debates que hemos celebrado.

Me gustaría destacar algunos de los principales mensajes que se han oído durante el Examen Global y, a continuación, plantear algunas cuestiones que podrían orientar nuestra labor futura. Evidentemente, son ustedes, los Miembros, quienes luego tendrán que discutir esas cuestiones y definir esa labor.

Creo que el mensaje más claro es el de que los costos del comercio tienen gran importancia y no deben pasarse por alto sus repercusiones en la conectividad.

El comercio será un elemento clave en la consecución de los ODS. Sabemos que si los costos del comercio siguen siendo prohibitivos, especialmente para los más pobres, no lograremos nuestro propósito.

No obstante, también sabemos que los costos del comercio no son inmutables. Podemos tomar medidas para reducirlos y, de hecho, ya se está haciendo una gran labor a ese respecto.

En el Examen Global se han presentado muchas iniciativas impulsadas en Asia, África, América Latina, el Caribe y el Pacífico.

Tomemos, por ejemplo, el caso del Pacífico.

Simplemente por su geografía, esa región se enfrenta a algunos de los mayores obstáculos naturales para conectarse con el sistema mundial de comercio. Por eso me complace observar el éxito que han tenido varios proyectos en apoyo de las islas del Pacífico.

Hemos conseguido comprender mejor los costos del comercio que soportan las pymes, que son desproporcionadamente altos, y hemos tomado nota de diferentes enfoques que podrían ayudar a esas empresas a aligerar su carga.

Otro de los temas que ha surgido con fuerza ha sido el de las cuestiones de género. Las mujeres se enfrentan a una serie de restricciones que limitan su capacidad de participar en el comercio. En mi opinión, es preciso que prosigan las investigaciones y la acción en este ámbito.

Muchas de las sesiones y muchos ponentes se han centrado en el tema de la facilitación del comercio. Una de las principales razones que hacen que los costos del comercio sean pertinazmente elevados sigue siendo la lentitud y la ineficacia de los procedimientos en frontera.

Para resolver este problema, podemos tomar medidas colectivas e individuales a fin de aplicar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC, empezando por la ratificación del Acuerdo. Para que entre en vigor, el Acuerdo debe ser ratificado por dos tercios de los Miembros de la OMC. Por consiguiente, debe ser un asunto prioritario.

Ayer escuchamos a la Ministra Amina Mohamed de Kenya, que presidirá nuestra Décima Conferencia Ministerial, hablar acerca de lo importante que será que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio entre en vigor a su debido tiempo.

Es tanto más importante en vista de la excepcional estructura del Acuerdo, que reconoce la necesidad de asistencia técnica para ayudar a los países en desarrollo Miembros de la OMC a cumplir sus compromisos. De hecho, el año pasado se estableció en la OMC el Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, a fin de responder a esta importante necesidad.

También hemos sido informados de los esfuerzos de facilitación del comercio que se están realizando a nivel regional, como los que han permitido reducir considerablemente los costos y los plazos de tránsito en el África Oriental.

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Esos esfuerzos son muy positivos. Demuestran el enorme valor de esta labor, y creo que pueden contribuir a acelerar la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

Además, hemos comprendido que es importante invertir en infraestructura física (como puertos, aeropuertos y carreteras) y también en infraestructura no física. Es absolutamente indispensable optar por los procesos de reglamentación adecuados y crear un entorno empresarial estable, transparente y previsible.

También hemos descubierto que la facilitación del comercio podría tener algunas ventajas sorprendentes, como, por ejemplo, la de contribuir a superar los problemas y los retrasos con que se enfrentan los organismos de ayuda humanitaria y de reconstrucción al gestionar crisis o desastres naturales.

Como bien saben, este es un año de grandes acontecimientos.

A medida que se aproximaba el décimo aniversario de la Ayuda para el Comercio, hubo quienes preguntaban si la iniciativa seguía dando frutos.

¿Qué conclusiones podemos sacar después de este Examen Global?

Creo que podemos afirmar con certeza que la Ayuda para el Comercio es un tema en el que los Miembros siguen participando activamente y que están decididos a impulsar.

La Ayuda para el Comercio está dando resultados, pero, como en cualquier iniciativa de ese tipo, debemos seguir actuando con flexibilidad y con una actitud abierta sobre la forma de lograr que aporte más, y sobre cuáles deben ser las prioridades en el futuro.

Me parece que debemos considerar las diferentes sugerencias que se han formulado esta semana sobre la forma de hacer avanzar esta iniciativa.

Por ejemplo, algunos sugirieron que se enfocara de forma más sistemática la vigilancia de los costos del comercio. Creo que es una idea interesante sobre la que se podría trabajar más y de diversas formas. Es evidente, sin embargo, que corresponde a los Miembros considerar la cuestión y decidir qué enfoque conviene adoptar.

Ha habido otros tres elementos que me ha parecido que los Miembros deben considerar al discutir el futuro de la Ayuda para el Comercio.

En primer lugar, hay que adaptar esta labor a fin de que complemente el nuevo marco de financiación para el desarrollo que se acordará en Addis Abeba en apenas dos semanas.

En segundo lugar, los Miembros deberán mantener un debate similar acerca de la manera en que debe evolucionar la iniciativa para que responda a la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuando se aprueben en Nueva York en septiembre.

En tercer lugar, he oído a muchas delegaciones insistir en la necesidad de lograr resultados concretos para los países pequeños, débiles y marginados. Considero que este es un punto sumamente importante que debe tenerse en cuenta.

Por ejemplo, se ha recalcado que actualmente los PMA no son los principales receptores de la financiación de la Ayuda para el Comercio. En este contexto, me ha complacido observar que los PMA y sus preocupaciones han sido el foco de atención de muchas de las sesiones y que los Miembros siguen dándoles prioridad.

Además, ayer presentamos la nueva fase del MIM. En el acto de presentación, fue un placer para mí oír a Noruega anunciar una donación muy importante para la nueva fase. Durante los próximos meses tendremos que obtener otras promesas de contribuciones al MIM, de modo que pueda continuar y mejorar su labor de apoyo a los PMA.

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Tenemos mucho en que reflexionar. Para concluir, me gustaría hacer algunas sugerencias sobre el camino a seguir.

No cabe duda de que para seguir la senda del crecimiento inclusivo y sostenible, tenemos que esforzarnos más por reducir los costos del comercio, que son excesivamente altos.

Como miembros de la comunidad del comercio, tenemos a nuestro alcance algunas medidas claras e inmediatas que pueden contribuir de forma concreta a la realización de este objetivo.

En primer lugar, debemos aplicar el Paquete de Bali, incluidos el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio y las decisiones en favor de los PMA.

En segundo lugar, en la Décima Conferencia Ministerial de Nairobi debemos obtener resultados concretos que respalden el crecimiento y el desarrollo.

Ahora que el Examen Global toca a su fin, hay muchos elementos que se han planteado durante los debates que merecen mayor atención, incluidos algunos a los que me he referido esta tarde.

Por ello, invito a los Miembros a que sigan reflexionando. A fines de mes, presentaré al Consejo General un informe más formal sobre todas estas cuestiones.

Me siento muy orgulloso de haber organizado este Examen Global y de haber podido observar una demostración tan amplia de conocimientos, entusiasmo y compromiso.

Esta experiencia me ha reafirmado en mi convicción de lo mucho que podemos hacer cuando somos creativos y tenemos una actitud abierta.

Así pues, prosigamos este debate.

Por último, antes de terminar deseo dar las gracias a todos los que, en la OMC, han trabajado tanto para que este Examen Global de la Ayuda para el Comercio fuera un éxito. Y lo ha sido.

Enhorabuena a todos.

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ACTIVIDADES PARALELAS

1ª actividad paralela: Lecciones derivadas de los desastres naturales y de otras emergencias humanitarias sobre el papel del comercio en las actividades de socorro y reconstrucción

Organizada por:

Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR)

Grupo del Banco Mundial

Organización Mundial del Comercio (OMC)

Moderador: Coordinador de la Ayuda para el Comercio, División de Desarrollo, OMC

Ponentes: Selina Jackson, Representante Especial

ante las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio, Grupo del Banco Mundial, Ginebra

Naindra Prasad Upadhaya, Secretario Permanente, Departamento de Comercio y Gestión de los Abastecimientos, Nepal

Esteban Conejos, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Filipinas

Axel Marcel Addy, Ministro de Comercio e Industria, Ministerio de Comercio e Industria, Liberia

Elise Baudot, Jefa de políticas, estrategia y conocimientos, Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

Frank Clary, Director de Responsabilidad Social de las Empresas, Agility

Recientes desastres naturales han puesto de manifiesto el papel que el comercio puede desempeñar tanto en las actividades de socorro como en las de reconstrucción, y cómo la capacidad reducida, la insuficiente infraestructura comercial y las limitaciones relacionadas con la oferta que dificultan la participación de los países en desarrollo en el comercio internacional pueden también entorpecer las actividades de socorro y reconstrucción. Por ejemplo, el Grupo del Banco Mundial ha estimado en no menos de 1.600 millones de dólares EE.UU. las pérdidas de crecimiento económico sufridas por Guinea, Liberia y Sierra Leona en 2015 como consecuencia del brote de Ébola. Investigaciones realizadas por la secretaría del Commonwealth han puesto de manifiesto cómo los efectos comerciales de esta crisis se han difundido mucho más allá de los tres países afectados por el Ébola debido a los cierres de fronteras terrestres y a los controles de cargas.

En la reunión se produjo un debate sobre la relación entre el comercio y los asuntos humanitarios en el que participaron representantes ministeriales de gobiernos de países afectados recientemente por desastres y sus asociados internacionales. La actividad paralela se inició con una exposición a cargo del Grupo del Banco Mundial de las conclusiones preliminares de unos trabajos de investigación realizados en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en los que se describe la relación entre el comercio y las emergencias humanitarias.

Michael Roberts, Coordinador de la Ayuda para el Comercio, División de Desarrollo, OMC, al inaugurar la reunión destacó que más de 100 millones de personas habían resultado afectadas en 2014 por desastres naturales, y otros 58 millones de personas se habían visto desplazadas como consecuencia de conflictos.37 La comunidad mundial gastó en 2014 aproximadamente 24.500 millones de dólares EE.UU. para responder a crisis humanitarias, cifra comparable al producto interior bruto (PIB) de El Salvador o de Uganda. Esta cifra equivalía a una cantidad considerable de bienes y servicios, algunos que se podrían adquirir localmente y muchos otros que habría que comprar en los mercados internacionales. Aunque no se tratara de comercio en un sentido tradicional, gran parte de la ayuda humanitaria pasaba a través de canales comerciales. Todos los días, el Programa Mundial de Alimentos contrataba unos 30 buques para llevar ayuda humanitaria. En varias crisis recientes, grandes compañías de logística habían prestado apoyo a operaciones humanitarias, por ejemplo, a través de los Logistics Emergency Teams (LET, agrupación creada por UPS, TNT y Agility) del Consejo de la Agenda Global de Ayuda Humanitaria del Foro Económico Mundial. Los organismos humanitarios han empezado a trabajar en estrecha relación con las redes de proveedores de servicios, en particular los proveedores de servicios de telefonía móvil, para ofrecer información y socorro a través de sistemas de pago por teléfono móvil. El Sr. Roberts concluyó sus observaciones introductorias señalando que, si la conectividad comercial podía ayudar a responder a las crisis, la actividad comercial podía a su vez

37 Fuente: Global Humanitarian Assistance Report 2015, Development Initiatives: http://www.globalhumanitarianassistance.org/report/gha-report-2015.

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repercutir en la conectividad durante las crisis. Las expediciones de mercancías podían ser retenidas a causa de las normas de importación; la prestación de servicios podía verse dificultada a causa de los reglamentos internos. Dado que normalmente las mercancías y los servicios humanitarios tenían que llegar con rapidez a los destinatarios previstos, sería lamentable que se produjesen retrasos derivados de decisiones de política comercial.

Selina Jackson, Representante Especial ante las Naciones Unidas y la OMC, Grupo del Banco Mundial, Ginebra, explicó la relación existente entre el comercio y los desastres naturales a través de sus observaciones sobre los resultados que estaba arrojando una investigación conjunta realizada por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y la OMC sobre asuntos de política comercial que afectaban a las actividades de respuesta humanitaria, recuperación y reconstrucción. Aunque la FICR hubiera ya realizado anteriormente investigaciones sobre los obstáculos reglamentarios, no había investigado los asuntos humanitarios desde la perspectiva de la política comercial. El objetivo de la labor conjunta era colmar esta laguna e informar a los responsables de la elaboración de políticas con el fin de colaborar en la preparación ante posibles desastres. Su presentación se centró en cinco áreas: gestión de las fronteras, agricultura, acceso a medicamentos, mercancías y servicios.

Los asuntos relacionados con la gestión de las fronteras eran la preocupación de carácter reglamentario citada con más frecuencia por la comunidad humanitaria. Las preocupaciones cotidianas de los comerciantes por el despacho de aduanas tendían a magnificarse durante las crisis humanitarias debido al aumento de las importaciones, que podía desbordar incluso los sistemas mejor organizados. El personal responsable del despacho de aduanas con frecuencia tenía que atender situaciones de crisis en sus propias familias, lo que mermaba las disponibilidades de personal. La infraestructura aduanera también podría resultar dañada por el desastre. La Sra. Jackson, al enumerar los problemas citados por la comunidad humanitaria en relación con la gestión de las fronteras, destacó las prescripciones burocráticas administrativas, los requisitos gravosos de documentación, la inflexibilidad de los horarios de trabajo, la falta de coordinación de los diferentes organismos del gobierno y la escasa capacidad institucional. Señaló que estos defectos guardaban estrecha relación con las cuestiones que estaban examinándose en el contexto del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

La Sra. Jackson presentó ejemplos de crisis recientes, principalmente la de Nepal, donde la ayuda había quedado atascada mientras las autoridades seguían recurriendo a los procedimientos fronterizos habituales, se había dejado sentir la escasez de personal y este había resultado desbordado por el gran volumen de la ayuda recibida. Durante la crisis del Ébola, los abastecimientos médicos habían quedado retenidos durante meses en las aduanas esperando su despacho. La ayuda alimenticia también había sufrido retrasos en el Cuerno de África debido a cuellos de botella en las fronteras y retrasos en su despacho. En Sri Lanka e Indonesia los retrasos en las fronteras habían afectado también a la pronta distribución de suministros de ayuda en respuesta al tsunami de 2004.

La Sra. Jackson puso de manifiesto una serie de instrumentos no vinculantes que la comunidad humanitaria internacional había aprobado para resolver asuntos relacionados con el despacho de aduanas, en concreto:

Organización Mundial de Aduanas (OMA) - Recomendación para acelerar el encaminamiento de los envíos de socorro con ocasión de catástrofes, 1970

OMA: Convenio aduanero relativo a la admisión temporal, 1990 OMA: Anexo B.3 del Convenio Internacional para la simplificación y armonización de

regímenes aduaneros, 1999 OMA/Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios: Acuerdo

modelo entre las Naciones Unidas y un Estado Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR):

Directrices sobre la facilitación y reglamentación nacionales de las operaciones internacionales de socorro en casos de desastre y asistencia para la recuperación inicial, 2007

Ley Modelo para la facilitación y la reglamentación de las operaciones internacionales de socorro en casos de desastre y asistencia para la recuperación inicial, 2013, FICR, Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Unión Interparlamentaria.

Señaló que aunque los negociadores comerciales no tuvieran en la cabeza las situaciones de socorro en casos de desastre cuando aprobaron el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, algunas de las características de este Acuerdo respondían a preocupaciones planteadas por la comunidad humanitaria, entre ellas: la publicación de los procedimientos, la coordinación de

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la gestión de las fronteras, la aplicación de enfoques basados en los riesgos, la tramitación anterior a la llegada y el trato prioritario de las mercancías perecederas. Otra característica importante del Acuerdo era que finalmente ofrecía un marco jurídico vinculante dentro del cual las organizaciones internacionales de socorro podían operar con mayor confianza. Además, había en el Acuerdo disposiciones importantes sobre la asistencia técnica que ayudarían a promover unas prácticas óptimas.

La escasez de alimentos era una característica habitual de casi todas las crisis humanitarias. En 2013, el Programa Mundial de Alimentos compró 2,1 millones de toneladas métricas de alimentos por un valor de 1.600 millones de dólares EE.UU. en 91 países diferentes. Las políticas comerciales que hacían subir el costo de los alimentos tenían efectos negativos para los agentes humanitarios. Las investigaciones del Banco Mundial también destacaban que el comercio de productos agropecuarios tenía unos costos superiores a los del comercio de otros productos básicos. La Sra. Jackson sugirió que, para reducir estos costos, la plena aplicación del AFC, y en particular las disposiciones respecto a los productos perecederos, podía dar muchas satisfacciones en el futuro. También era importante lograr un equilibrio adecuado en las normas entre los objetivos legítimos (seguridad y calidad de los alimentos) y las acuciantes necesidades de las poblaciones afectadas por desastres. Y, en este contexto, la Sra. Jackson señaló que los alimentos genéticamente modificados habían suscitado interrogantes en los organismos reguladores de algunos países receptores. Las restricciones derivadas de la encefalopatía espongiforme bovina había hecho que se detuvieran antes de su distribución raciones de alimentos listos para ser consumidos que había suministrado el Reino Unido a raíz del huracán Katrina. La Sra. Jackson subrayó que también generaban dificultades las restricciones a la exportación y los aranceles elevados. Durante la crisis alimentaria de 2007, unos 26 países exportadores netos de alimentos habían introducido restricciones a la exportación.

Haciendo referencia al acceso a los medicamentos, la Sra. Jackson señaló que también se planteaban muchas cuestiones con respecto a los aranceles y las medidas no arancelarias. En algunos casos se había tardado más de seis meses en conseguir exenciones de los aranceles aplicados a los artículos médicos para situaciones de emergencia. También señaló que en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) se otorgaba a los Miembros un cierto margen de flexibilidad, materializado principalmente en la Decisión relativa a los ADPIC y la Salud Pública.

Refiriéndose a la esfera de los servicios, la Sra. Jackson recordó que esta esfera era fundamental, ya que los países necesitaban unos servicios sólidos de transporte, de logística, de tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) y de telecomunicaciones. Las innovaciones, como la aportación de efectivo por medio de la telefonía móvil, dependían de la existencia de una infraestructura de TIC sólida. Aunque la liberalización del comercio de servicios no fuese una opción realista a corto plazo que pudiera pretenderse introducir inmediatamente después de una emergencia, era un objetivo importante a considerar en relación con la preparación de un país para casos de desastre y con la planificación de la gestión de riesgos.

Como conclusión de sus observaciones introductorias, la Sra. Jackson recordó que el comercio había resultado gravemente afectado en una serie de emergencias recientes. Presentando como ejemplo la crisis del Ébola, citó las estimaciones del Banco Mundial de que solo en 2014 Sierra Leona, Liberia y Guinea habían sufrido pérdidas de crecimiento económico por valor de unos 1.600 millones de dólares EE.UU. Los terceros países podían paliar algunos de los efectos adoptando medidas positivas, por ejemplo, estimular la recuperación mediante la oferta de preferencias comerciales temporales. Señaló, sin embargo, que también se había dado el caso de que algunos países adoptasen medidas restrictivas del comercio como respuesta a crisis. Su conclusión era que la política comercial guardaba una estrecha relación con el tema de la respuesta humanitaria y la recuperación, y que el asunto merecía un estudio más profundo.

Naindra Prasad Upadhaya, Secretario Permanente, Departamento de Comercio y Gestión del Abastecimiento, Nepal, destacó el costo humano (unos 9.000 muertos y muchas decenas de miles de personas sin hogar) y los daños económicos (de la infraestructura, de edificios públicos y de viviendas privadas) causados por los terremotos que había sufrido Nepal el 25 de abril y el 12 de mayo de 2015. Esos seísmos habían significado un retroceso importante para el desarrollo económico de Nepal y para sus esperanzas de salir de la categoría de los países menos adelantados y lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos puntos se destacaban en un breve vídeo sobre el terremoto y la destrucción que había causado.

Retomando los asuntos planteados por la Sra. Jackson en su intervención, el Secretario Permanente Upadhaya señaló que durante los primeros días después del terremoto se habían

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registrado dificultades en el aeropuerto de Katmandú, donde se trabajaba para hacer frente al volumen de ayuda que estaba llegando y para conciliar el tráfico comercial y el tráfico humanitario. Como respuesta, el Gobierno había reunido a los representantes de los organismos responsables del despacho de aduana para racionalizar los procesos. Las dificultades iniciales para despachar la ayuda humanitaria (principalmente la utilización del sistema de ventanilla única) se habían resuelto, y el despacho se producía en 15-20 minutos. El servicio de aduanas del Nepal había aplicado las disposiciones de la Ley Modelo para la facilitación y la reglamentación de las operaciones internacionales de socorro en casos de desastre y asistencia para la recuperación inicial, lo que incluía la simplificación de los trámites de inmigración de los trabajadores humanitarios, incluidos los que llegaban sin visado. La coordinación de donantes, organismos humanitarios y Gobierno estaba funcionando mucho mejor. También se habían registrado obstáculos en la distribución de artículos de socorro, debido a la perturbación del sistema de transporte y al mal tiempo.

Esteban Conejos, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Filipinas, describió someramente la destrucción provocada por el tifón Haiyan (o Yolanda, como se lo conocía en Filipinas) que había golpeado el país el 6 de noviembre de 2013. Este tifón tropical fue uno de los mayores registrados nunca, y los vientos de 300 km por hora habían generado una marea de tempestad de 5 metros, que había causado la muerte de unas 6.300 personas y afectado a alrededor de 16 millones de personas en todo el país, con unos 4,1 millones de desplazados internos. Las prioridades del Gobierno inmediatamente después del desastre habían sido: i) atender a las operaciones de búsqueda y rescate; y ii) proporcionar alimentos, vestido y ayuda a los afectados. Los planes de contingencia encomendaban esos servicios a los gobiernos locales, pero todos los aeropuertos y los puertos marinos de las zonas afectadas se habían visto desbordados por la magnitud del desastre.

Refiriéndose al papel de la gestión de las fronteras en la crisis, el Embajador Conejos destacó que la legislación de Filipinas preveía expresamente que la distribución de ayuda humanitaria formase parte de los planes de contingencia del país frente a desastres. Estos procedimientos habían permitido establecer procedimientos simplificados para el despacho de aduana y que los artículos de socorro entrasen en el país libres de derechos e impuestos. Inmediatamente después del tifón, se habían establecido en las zonas afectadas mecanismos de ventanilla única para la entrada de mercancías. Señaló que los compromisos de Filipinas en la esfera de los servicios restringían el acceso de buques extranjeros a la prestación de servicios nacionales de transporte marítimo. Esta prohibición se había suspendido para permitir la entrada de buques extranjeros en aguas filipinas con objeto de llevar alimentos y suministros a las zonas afectadas. Las misiones diplomáticas de Filipinas tenían instrucciones de facilitar la llegada de vuelos humanitarios y tramitar en un solo día las solicitudes de visado del personal de ayuda. Fundamental en estos esfuerzos había sido la inversión del Gobierno en iniciativas de preparación frente a desastres. Todos los años llegaban a tierras filipinas 9-10 tifones y otros 9-10 atravesaban las aguas territoriales del país. Por lo tanto, Filipinas contaba con amplia experiencia en ese ámbito. El Embajador Conejos destacó la importancia de la preparación para responder a los desastres.

Acel Marcel Addy, Ministro de Comercio e Industria, Ministerio de Comercio e Industria, Liberia, señaló que cuando estalló la crisis del Ébola, los resultados económicos de Liberia ya se habían visto afectados negativamente por la continua caída de los precios de unos productos básicos que eran fundamentales en las exportaciones del país: el mineral de hierro y el caucho. En febrero de 2014, el Gobierno de Liberia había examinado formas de ampliar las actividades mediante la oferta de estímulos a las nuevas inversiones en capacidad minera. Desafortunadamente, estos planes nunca se habían llevado a la práctica ya que al estallar en marzo la crisis del Ébola, se había producido un éxodo del personal expatriado, incluido el personal de las explotaciones mineras. Este hecho había tenido un efecto dominó sobre la economía, ya que las empresas locales que prestaban servicios a la comunidad de expatriados habían cerrado y habían despedido a los trabajadores, lo que se había traducido en un aumento del número de desempleados. Lo que había empezado como una crisis sanitaria se había convertido rápidamente en una crisis económica, en cuyo centro había un problema de percepción del riesgo.

El Ministro Addy explicó que Liberia también había tenido que hacer frente a lo que describió como "un bloqueo informal". Una de las primeras labores fue establecer acuerdos de importación con los principales proveedores, principalmente de petróleo y de arroz, lo que supuso tranquilizar a las líneas de tráfico marítimo y a las líneas aéreas asegurándoles que en los puntos de entrada en Monrovia se estaban aplicando protocolos médicos. Las reservas de arroz habían ayudado considerablemente a aliviar las dificultades por el lado de la oferta. En agosto de 2014 hubo un período especialmente difícil de abastecimiento de arroz. Todos los buques dirigidos a Liberia que tuviesen previstas múltiples escalas tenían que esperar en aguas internacionales durante 21 días

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para poder viajar a su próximo destino. Como solución, Liberia había negociado una entrega directa de arroz para facilitar la distribución de alimentos. Observó que las ONG habían tenido que resolver numerosas dificultades para lograr el personal y los recursos necesarios para responder a la emergencia. El liderazgo mostrado por el Presidente Obama, primero describiendo por escrito a la comunidad internacional el carácter global de la crisis de Ébola y desplegando luego la capacidad logística del ejército de los Estados Unidos, había cambiado totalmente la situación. La respuesta militar había contribuido a reducir el papeleo, al igual que las reuniones semanales del Presidente Johnson Sirleaf con los principales interesados.

El Ébola había tenido un efecto devastador sobre la economía de Liberia. Una vez descubierto el virus, las pérdidas de ingresos, superiores a 100 millones de dólares EE.UU., habían sometido a presión a todas las áreas de la administración y comprometido la prestación de servicios esenciales. El Gobierno estaba todavía trabajando con los inversores del sector minero, pero intentaba al mismo tiempo resolver el problema del elevado desempleo, que afectaba también a la producción agrícola. El Ministro Addy señaló que el "estigma" era un gran obstáculo para la recuperación. La atención prestada por los medios de comunicación había demostrado su utilidad para atraer la atención internacional, pero también había tenido un efecto perjudicial al perpetuar la imagen negativa de Liberia. Por eso, uno de los principales desafíos planteados era el de redimir al país y liberarlo del "estigma del Ébola".

Elise Baudot, Jefa de políticas, estrategia y conocimientos, Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), alabó al Banco Mundial por su resumen de los problemas técnicos con que se encontraban los organismos humanitarios. Presentando la labor de la FICR, señaló que sus operaciones mundiales respondían tanto a emergencias humanitarias tan importantes como la de Nepal como a acontecimientos mucho menores que no habían ocupado las cabeceras de los periódicos. Los programas que la Sra. Jackson había expuesto se dejaban sentir en todas las operaciones de la FICR. La Sra. Baudot destacó que el "sector humanitario" estaba evolucionando, y participaban en él más actores: el sector privado, las organizaciones sin ánimo de lucro, los organismos humanitarios, los organismos de las Naciones Unidas y otros organismos de desarrollo internacional. Citó el ejemplo del terremoto de Haití, donde muchas miles de ONG se habían implicado en respuesta al desastre, lo que planteaba la cuestión de si todos los actores debían recibir el mismo trato a efectos aduaneros.

Todos los países, desarrollados y en desarrollo, eran golpeados por desastres, y los obstáculos al comercio no eran exclusivos de los países en desarrollo, como demostraban las dificultades que habían experimentado el Japón y los Estados Unidos. Las previsiones apuntaban a que en el futuro se producirían muchos desastres de gran escala, principalmente relacionados con el cambio climático. Además de las limitaciones físicas a la capacidad de los países de despachar los artículos humanitarios, también suscitaba interrogantes el hecho de que los organismos humanitarios facilitaran en ocasiones suministros inadecuados. Eso daba lugar muchas veces a bloqueos, y el endurecimiento de los trámites de inspección de las importaciones hacía que quedaran retenidos otros envíos de suministros adecuados.

En opinión de la Sra. Baudot, la legislación y las políticas eran factores decisivos, en cuanto a los requisitos inadecuados o gravosos, o los marcos legales cambiantes solía ocurrir que en el primer momento de una crisis se practicara una política de puertas abiertas, y, después, dos o tres meses más tarde, se fueran introduciendo obstáculos. Hacer el seguimiento de la evolución del ambiente político era una labor que requería mucho tiempo. Las normas dependían muchas veces del carácter de la organización humanitaria. Las organizaciones internacionales disfrutaban de privilegios e inmunidades con los que no contaban otros miembros de la comunidad humanitaria. Las normas diferían de un país a otro y de un agente a otro y se modificaban continuamente. A la vista de este panorama, alabó a Filipinas por el planteamiento de "ventanilla única" para todos los agentes humanitarios.

Frank Clary, Director de Responsabilidad Social de las Empresas, Agility, describió las operaciones de su empresa, que tenía más de 400 oficinas en 100 países, la mayoría de ellas en mercados emergentes en los que Agility también estaba implantada. Agility se había comprometido con operaciones humanitarias a través de su programa de responsabilidad social de la empresa, y se había convertido en proveedor de donaciones y de servicios comerciales de logística. A través de su programa de responsabilidad social, Agility había establecido una relación bilateral con International Medical Corps y una relación multilateral con UPS, Maersk, el Programa Mundial de Alimentos y la agrupación logística mundial de las Naciones Unidas. Agility, a través de estas relaciones, había podido enviar especialistas en logística, donar camiones, almacenes y otros

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servicios, junto con socios comerciales como UPS y Maersk. En los últimos siete años, Agility había respondido a unos 25 desastres.

En cuanto a las lecciones extraídas, destacó que las relaciones comerciales eran fundamentales para responder a los desastres y para la reconstrucción. En todos los desastres en los que Agility había aportado su ayuda, las autoridades aduaneras estaban sobrecargadas de trabajo, infradotadas de recursos y optaban por una gestión basada en "exenciones". Eran necesarias exenciones para permitir la entrada de mercancías, personas y servicios. El Sr. Clary indicó que actuar de este modo tenía un importante costo de oportunidad, ya que el personal tenía que encargarse de autorizar y gestionar las exenciones aduaneras, en lugar de colaborar directamente en la respuesta a la crisis. También hacía que aumentaran los costos de los organismos humanitarios, que tenían que enviar más personal para gestionar las cuestiones logísticas. Los envíos eran retenidos en tránsito, lo que obligaba a los organismos humanitarios a mantener unas existencias mayores y afectaba negativamente a los costos y a la entrega de los suministros. La reducción de la complejidad del comercio tendría un efecto inmediato en la respuesta a los desastres. En su opinión, también se reducirían las oportunidades de corrupción.

El Sr. Clary observó que allí donde ya había un comercio libre y abierto no se había pedido a Agility que colaborara en la respuesta, ya que existía por lo general capacidad local sobre el terreno. Destacó que inmediatamente después de una crisis había mucha buena voluntad por parte del gobierno y de la comunidad empresarial, pero que un semestre o un año más tarde las reglamentaciones aduaneras tendían a estar de nuevo en vigor y la buena voluntad empezaba a escasear: una situación peligrosa cuando todavía se dejaban sentir los efectos del desastre. Destacó la conveniencia de que se mantuviesen controles aduaneros reducidos incluso después de que se hubiese puesto término al desastre.

Las observaciones del público asistente se centraron en la necesidad de coordinación de la respuesta a los desastres. Citando el ejemplo de Nepal, se observó que el Gobierno había sido criticado por adoptar un enfoque global en vez de un enfoque fragmentado. El orador señaló que si los agentes humanitarios hubieran podido distribuir lo que querían y allí donde querían, hubiera habido importantes lagunas en la prestación de socorro. Volviendo sobre la cuestión de la recuperación, volvió a plantear el tema de la percepción, señalando que, aunque el terremoto no había afectado a la mayor parte de la infraestructura turística del país, la cobertura negativa de la situación en Nepal por los medios de comunicación había hecho que muchos turistas renunciaran a viajar. La Misión de los Países Bajos señaló la importancia de esta actividad paralela y de relacionar la ayuda humanitaria y el comercio, mencionó las disposiciones del Convenio de Kyoto Revisado relativas a los envíos de socorro y lamentó que esas disposiciones no hubiesen sido recogidas en el texto final del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

La CEPE destacó su labor sobre la facilitación del comercio y el medio ambiente, principalmente la gestión transfronteriza de los accidentes industriales, y preguntó a los ponentes cómo se podía integrar la gestión de riesgos en la gestión de los desastres. La secretaría del Commonwealth retomó el tema del papel del comercio en la reconstrucción y en el desarrollo de la fase posterior a la crisis y pidió a los oradores que hicieran observaciones sobre los mecanismos disponibles para ayudar a los países durante la fase de recuperación. En este contexto, se hizo referencia a las preferencias comerciales que se habían otorgado al Pakistán a raíz de las inundaciones de 2010.En sus observaciones finales, Elise Baudot (FICR), señaló que era necesario establecer un equilibrio con el Estado soberano afectado. Las directrices de la FICR sobre la facilitación y reglamentación nacionales de las operaciones internacionales de socorro en caso de desastre y asistencia para la recuperación inicial, adoptadas en 2007, resultaban útiles a este respecto, y hasta el momento 19 gobiernos habían actualizado sus leyes para integrar esas disposiciones en sus sistemas jurídicos nacionales. También observó que se estaba otorgando más importancia al efectivo como alternativa a la entrega de bienes por los organismos humanitarios. Respondiendo a una pregunta sobre la utilización innovadora de las TIC y de las telecomunicaciones, sugirió que los mensajes de texto por teléfono móvil, los medios de comunicación social y las nuevas aplicaciones podían facilitar la rendición de cuentas de los organismos humanitarios ante las comunidades afectadas por desastres a las que intentaban servir. La Sra. Baudot también subrayó la necesidad de colaboración entre los sistemas de distribución de ayuda de los organismos.

El Embajador Conejos (Filipinas), señaló que el AFC se había negociado a lo largo de un período de nueve años. Recordó que a finales de noviembre de 2013 se había examinado una propuesta tendente a incorporar una disposición sobre los envíos de socorro, justo en el momento en que las negociaciones habían llegado a un punto crítico y cuando todavía quedaban unos 200 corchetes. Por consiguiente, la propuesta no había sido consideraba por los negociadores, que se esforzaban por llegar a un acuerdo sobre las propuestas de texto ya presentadas. Aunque dudaba de que

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fuera posible introducir esta disposición una vez que el AFC estuviera en vigor, subrayó que la aplicación de este Acuerdo crearía un entorno favorable que permitiría a los Miembros responder con más rapidez a crisis futuras.

El Ministro Addy (Liberia), recomendó que se recurriera más a los vendedores locales en las operaciones de respuesta humanitaria, y citó el ejemplo del arroz del que se disponía en el país, pero que había tenido que competir con el arroz suministrado como ayuda alimentaria por los gobiernos donantes. Señaló que con frecuencia se manifestaba resistencia a la utilización de proveedores locales de servicios con el pretexto de que no estaban en condiciones de satisfacer los criterios de los organismos humanitarios o eran incapaces de hacer las entregas a tiempo. Algunos beneficiarios vendían a veces los bienes distribuidos como ayuda humanitaria, compitiendo a la baja con los proveedores locales de los mismos bienes o de bienes equivalentes. Sugirió que parte de la ayuda facilitada podía haberse utilizado mejor, por ejemplo, para mejorar las instalaciones hospitalarias de Monrovia.

Naindra Prasad Upadhaya (Nepal), concluyó que la coordinación de los diferentes organismos era fundamental para lograr que la ayuda llegara a las personas adecuadas. En este contexto, también subrayó la importancia de la calidad de la infraestructura y el respeto de las disposiciones del Convenio de Kyoto sobre el despacho con prontitud de las mercancías importadas con fines humanitarios.

Frank Clary (Agility), sugirió que una medida fundamental que los países podían adoptar para estimular la recuperación era eliminar los obstáculos al comercio, no solo temporalmente, durante la situación de emergencia, sino de forma permanente. Allí donde el comercio era más libre, había menos necesidad de intervención internacional y las respuestas eran más eficaces. Sugirió que los obstáculos al comercio podían por sí mismos generar desastres. En este contexto, defendió la aplicación oportuna y eficaz del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC.

Selina Jackson (Grupo del Banco Mundial), terminó dando las gracias a la FICR y a la Organización Mundial del Comercio por su colaboración en la reunión. Recordó que estaba disponible un proyecto de informe para que lo examinasen los presentes y señaló que en el otoño se organizaría un seminario de seguimiento.

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2ª actividad paralela: Mombasa: un puerto, 200 millones de personas

Organizada por:

TradeMark East Africa (TMEA)

Misión Permanente de Dinamarca ante la OMC, Ginebra

Ponentes: Amina Mohamed, Embajadora, Secretaría

del Gabinete, Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Kenya

Desmond Swayne, Ministro de Estado, Departamento de Desarrollo Internacional, Reino Unido

Frank Matsaert, Director Ejecutivo, TMEA Gilbert Langat, Director Ejecutivo, Shippers

Council for East Africa Gichiri Ndua, Director Gerente, Autoridad

Portuaria de Kenya David Kennedy, Director de Desarrollo

Económico, Departamento de Desarrollo Internacional

Steve Felder, Director Gerente para Africa Oriental, Maersk

El puerto de Mombasa es la terminal de contenedores con más actividad de África Oriental y sirve de entrada a esta región, donde el Corredor del Norte comunica con el mundo a los 230 millones de personas que viven en Kenya, Tanzanía, Uganda, Rwanda, Burundi, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.

Fundada por Bélgica, el Canadá, Dinamarca, Suecia, Finlandia, los Países Bajos, el Reino Unido y los Estados Unidos, TradeMark East Africa ha sido un vehículo innovador de la Ayuda para el Comercio en la Comunidad de África Oriental (CAO) para conseguir el logro de sus antiguos objetivos de integración regional y traducir la voluntad política de los Estados miembros en resultados concretos de mejoramiento de la facilitación del comercio.

Bajo el liderazgo de la CAO y sus Estados miembros, las iniciativas en torno al Corredor del Norte y al mejoramiento del puerto de Mombasa están ayudando a reducir los costos del comercio y los plazos de entrega, no solo en el puerto sino también para las pequeñas y medianas empresas situadas a lo largo del Corredor. En esta actividad paralela se explora cómo la Ayuda para el Comercio innovadora se está utilizando para apoyar el impulso político de los países del África Oriental y aprovechar la inversión privada para beneficiar a la región en su conjunto.

Presentación

Amina Mohamed, Embajadora, Secretaría del Gabinete, Ministerio Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Kenya, agradeció a TradeMark East Africa y al Ministerio de Relaciones Exteriores de Dinamarca la oportunidad que le habían ofrecido de pronunciar el discurso inaugural y sumarse a los ponentes en esta actividad. El Gobierno de Kenya estaba comprometido y participaba intensamente en el desarrollo del Corredor del Norte a través de la facilitación del comercio, el desarrollo de infraestructuras y las reformas que se estaban realizando en el puerto de Mombasa. El puerto de Mombasa, uno de los más activos de la costa africana, servía de portal de entrada al África Oriental y Central. La ruta era fundamental para el crecimiento de las economías y para el mejoramiento de los medios de vida de la región, e importante para la competitividad global de toda la región del África Oriental y Central. Hasta hacía muy poco, el puerto tenía problemas importantes: la terminal de contenedores estaba muy congestionada, lo que hacía que se requiriera mucho tiempo para el procesamiento de las mercancías, había numerosos controles en puentes de pesaje, y la calidad de los servicios era en general baja.

Con el objetivo general de mejorar las operaciones portuarias se habían introducido diversas reformas: modernización de los servicios portuarios, formación profesional de los trabajadores portuarios, ampliación de la capacidad del puerto de Mombasa para permitir la entrada de buques de mayor tamaño, establecimiento de asociaciones público-privadas para el desarrollo de la infraestructura del puerto, tomando como referencia otros servicios internacionales. La voluntad política y el compromiso con la rehabilitación del puerto y con la inversión a lo largo del Corredor del Norte se habían manifestado al más alto nivel, el de los Jefes de Estado de la CAO. Las reformas habían aumentado considerablemente la eficacia y la capacidad del puerto, que ahora operaba las 24 horas del día, 7 días a la semana. Un cambio importante había sido la mejora de la coordinación de las administraciones portuarias. Como resultado de estas y otras reformas el tiempo de tránsito por el Corredor del Norte entre Mombasa y Malaba se había reducido espectacularmente, un 50% durante el último año y medio.

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Eran necesarias nuevas reformas. Señaló que el Gobierno de Kenya estaba desarrollando otro puerto comercial y abriendo otro corredor de tránsito con el interior. También estaba creando una zona de libre comercio en la costa, con instalaciones para almacenes, industria ligera y actividades de elaboración, capaz de prestar servicios a 10.000 unidades empresariales. Para realizar nuevas inversiones en infraestructura en el puerto de Mombasa y a lo largo del Corredor eran precisas entradas masivas de capital, y para ello se necesitaba expresamente la ayuda de los asociados en el desarrollo y del sector privado. El puerto de Mombasa era solo uno de los aspectos del desarrollo del Corredor del Norte. Los Estados miembros de la CAO, apoyados por donantes, estaban invirtiendo también en mejorar el abastecimiento de energía, en un oleoducto, en la facilitación de los viajes interregionales y el comercio transfronterizo, en la adopción de un visado turístico para África Oriental y en una red única de telefonía móvil.

La Secretaria del Gabinete Mohamed subrayó que los cambios positivos no se habrían podido lograr sin el apoyo de los asociados en el desarrollo y, en particular, de TradeMark East Africa, que era uno de los principales. TMEA había convencido a los políticos de la CAO de que la facilitación del comercio era fundamental para mejorar la competitividad de la región en su conjunto. El Gobierno de Kenya esperaba que se mantuviera en el futuro esa asociación con TMEA.

Desmond Swayne, Ministro de Estado, Departamento de Desarrollo Internacional, Reino Unido, subrayó la importancia del puerto de Mombasa para el empleo, los medios de vida y el desarrollo profesional de las personas que vivían allí.

Frank Matsaert, Director Ejecutivo, TradeMark East Africa, subrayó que el puerto de Mombasa tenía la terminal de contenedores con más actividad del África Oriental, pues había procesado casi 25 millones de toneladas de carga en 2014, cifra que se esperaba que se incrementara en un 400% para 2030. La carga viajaba en su mayor parte por carretera hacia el interior, lo que se traducía en una fuerte congestión de las carreteras. TMEA apoyaba diversas iniciativas para lograr sus objetivos estratégicos de aumentar el acceso físico a los mercados y mejorar el entorno físico y la competitividad de las empresas, así como los ingresos derivados del incremento del comercio, y, en último extremo, erradicar la pobreza de la región de la CAO. Para aumentar la competitividad comercial de la región, TMEA trabajaba en los corredores, los puertos, las fronteras y los ferrocarriles.

El Corredor del Norte era un largo corredor que prestaba servicio a Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, además de a los Estados de la CAO. Servía de portal de entrada para una base de consumidores de 200 millones de personas. El puerto de Mombasa procesaba el 30% de la carga en tránsito y había experimentado un crecimiento de la carga procesada del 11,5% entre 2013 y 2014. Había una serie de deficiencias que reducían la eficacia del puerto: bajo rendimiento general de la interfaz entre el buque y tierra; crecimiento importante y aumento del tamaño medio de los buques; insuficiente capacidad de almacenamiento de contenedores; problemas de acceso al puerto desde la ciudad de Mombasa, complicados por una mala planificación urbana en los alrededores del puerto; disposiciones administrativas que hacían que el despacho y entrega de las mercancías fuese lento.

TradeMark East Africa y la Autoridad Portuaria de Kenya habían elaborado un programa conjunto destinado a aumentar la capacidad del puerto (en especial para el tráfico de contenedores) y mejorar su eficacia. El programa había sido financiado por el Reino Unido con 94 millones de dólares EE.UU. Entre las actividades realizadas se contaban las siguientes: repavimentación del muelle 5 para aumentar la capacidad de manipulación de contenedores; ampliación de las entradas y las carreteras de acceso al puerto; ampliación de la carretera a Port Reitz, importante para la nueva terminal de contenedores; revisión de la Ley de la Autoridad Portuaria de Kenya y el Nuevo Reglamento Portuario; apoyo técnico para actualizar, reforzar, profundizar y enderezar los puntos de atraque 1-10, 11-14; establecimiento de parámetros de referencia para aumentar la productividad; y formulación de una política portuaria verde. Estas inversiones fueron apoyadas también por el mejoramiento de la tecnología, incluidos un nuevo sistema aduanero y una ventanilla única que ayudaría a reducir los costos de transacción y racionalizar los procesos.

TMEA estaba apoyando también el mejoramiento de la eficiencia logística a través de su fondo de Innovación Logística para el Comercio (LIFT). Mejorar la capacidad y al mismo tiempo la eficacia era importante: cuanto más se mejoraba la productividad, menos era el aumento de capacidad necesario. De ahí que gracias a la mayor eficacia se redujese la inversión de capital necesaria.

La Carta de Reforma del Puerto de Mombasa reunía a 25 organismos públicos y privados y estaba respaldada por el compromiso político de las más altas autoridades con la prosperidad del puerto

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de Mombasa y la región adyacente. El territorio aduanero único de la CAO y la iniciativa del Corredor del Norte habían dado nuevo impulso al progreso regional al reducir los costos del comercio. Hasta el momento, los resultados habían sido alentadores: los tiempos de espera y de tránsito se habían reducido. El tiempo de tránsito entre Mombasa y Kampala se había reducido de 18 días a 4-6 días. Estas mejoras impulsarían la inversión y la creación de puestos de trabajo en África Oriental.

Gilbert Langat, Director Ejecutivo, Shippers Council for East Africa, señaló que otros asuntos, que no tenían nada que ver con el puerto, afectaban a los precios y, por consiguiente, a los consumidores, en particular el uso continuo de la infraestructura de carreteras para transportar carga desde el puerto al interior. En la actualidad, aproximadamente un 95-96% de la capacidad de la carretera estaba ya utilizada. La conexión del puerto con una red de ferrocarril era vital para lograr nuevas mejoras del puerto y a lo largo del Corredor del Norte, en particular en lo relativo a la capacidad de transportar más carga. Con una tasa de crecimiento del 11% de la carga procesada a través del puerto, era necesario incrementar la capacidad de transporte de carga al interior.

Dijo que era necesario que el puerto de Mombasa no se considerase como una institución "aislada", sino como parte de un conjunto, que incluía el corredor que daba acceso al puerto. El East African Shippers Council medía las pérdidas que suponían los tiempos de espera del tráfico en función del tiempo medio de espera, que actualmente se situaba alrededor de cuatro horas. Era necesario que el sector público y el sector privado colaborasen para mejorar la eficacia del puerto y utilizar los servicios que en él se prestaban. El East African Shippers Council había realizado auditorías de los proveedores de servicios (transitarios, navieras) asegurándose de que estos comprendían cómo podían mejorar sus servicios. Sobre esta base, era muy importante que los proveedores de servicios invirtieran en la profesionalización de sus servicios. El East African Shippers Council también había realizado una encuesta sobre el funcionamiento de la logística a lo largo de todo el Corredor, para determinar dónde se planteaban los problemas y cuáles eran los mejoramientos necesarios tanto en términos de políticas como de administración.

David Kennedy, Director de Desarrollo Económico, Departamento de Desarrollo Internacional, Reino Unido, opinó que el crecimiento económico de los países en desarrollo dependía de que se aprovechasen las oportunidades que ofrecían las cadenas de suministro, tanto en la agricultura como en las manufacturas. En todos los ejemplos se hacía referencia al comercio regional e internacional. El Departamento de Desarrollo Internacional estaba llevando a cabo en ese momento un proceso de diagnóstico del crecimiento inclusivo, que ayudaría a entender cuáles eran las oportunidades de crecimiento económico y los obstáculos que impedían a los países beneficiarse de estas oportunidades. En el análisis se consideraban no tanto los obstáculos al crecimiento como lo que podría hacerse para eliminarlos. Los obstáculos al crecimiento muchas veces se planteaban especialmente a escala regional más que a escala nacional. Este análisis ayudaría al Departamento a entender cómo podría utilizar mejor sus recursos para eliminar estas limitaciones al crecimiento.

Gichiri Ndua, Director Gerente, Autoridad Portuaria de Kenya, señaló que la productividad del puerto dependía de una serie de factores, como la mano de obra y la congestión del tráfico entrante y saliente. No obstante, los principales factores que elevaban los costos del comercio en África Oriental eran la dependencia excesiva de la infraestructura de carreteras y el muy bajo nivel de utilización de la capacidad en el tráfico de camiones. Las ulteriores reformas del puerto debían concentrarse en conectarlo con una red de ferrocarril. También era importante generar un cambio de cultura entre los trabajadores portuarios, ofreciéndoles más formación y mejores prácticas para lograr una mayor eficacia, en particular sobre cómo podía el sector privado complementar los esfuerzos del sector público. El mecanismo de ventanilla única era especialmente importante para reducir las intervenciones físicas de los trabajadores y, por consiguiente, las oportunidades de corrupción. La Carta del Puerto había mejorado la rendición de cuentas al poner al descubierto ante toda la sociedad las responsabilidades de cada organismo; la población había dejado de echar la culpa exclusivamente a la Autoridad Portuaria. La firma de contratos por cada uno de los organismos había garantizado que todos ellos tuvieran que rendir cuentas.

Steve Felder, Director Gerente para África Oriental, Maersk, sugirió que para entender el costo del comercio era importante tener no solo en cuenta el puerto sino también todo el ecosistema que rodeaba el puerto de Mombasa y, más allá, el Corredor del Norte. El costo del transporte marítimo era superado por el de la logística terrestre: transportar por vía marítima un contenedor de 40 pies de Hong Kong a Mombasa solo costaba 2.500 dólares EE.UU., pero el costo de llevar por camión ese mismo contenedor de Mombasa a Juba ascendía a alrededor de 7.000 dólares EE.UU. El hecho era que la región dependía mucho de las importaciones, lo que significaba

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que por cada tres contenedores que se importaban llenos, solo uno se exportaba lleno, lo que generaba unos costos enormes para las navieras de línea y los transportistas, que tenían que recuperar en una sola dirección el costo de un viaje de ida y vuelta. Estos costos se trasladaban en último término al consumidor.

El puerto de Mombasa se llevaba la parte del león en el comercio contenedorizado de la región, alrededor del 60%. Del movimiento de carga contenedorizada a través del puerto de Mombasa, en torno al 40% tenía su origen o destino en los países del interior, a lo largo del Corredor del Norte, y otro 40% de las importaciones terminaba en la zona del gran Nairobi. Maersk, en su calidad de mayor usuario del puerto y del Corredor, había observado una mejora importante del tiempo de espera de la carga desde que había entrado en vigor la Carta del Puerto de Mombasa. El tiempo de espera de la carga en el puerto se había reducido a la mitad, para situarse en un promedio de tres días, el tiempo de los trámites de aduanas se mantenía estable en dos horas, y el 95% de los camiones cumplían los reglamentos en los puentes de pesaje. Había todavía importantes mejoras que introducir, ya que el tiempo de espera en el puerto era todavía excesivo y había necesidad de racionalizar los procesos. Los cuellos de botella se estaban ahora trasladando fuera de la terminal, donde el flujo de contenedores vacíos se veía dificultado por la congestión de la carretera y la ineficacia de las instalaciones de depósito de los contenedores vacíos. Aunque el trabajo hecho por TradeMark East Africa y la Autoridad Portuaria de Kenya había sido un buen comienzo, sugirió que era necesario ser todavía más ambiciosos. Los cambios más importantes eran la transformación del puerto existente en un sistema de "arrendamiento portuario", objetivo que también estaba consignado en la Carta; y la inauguración de la segunda terminal de contenedores. Estos compromisos tenían que ser llevados a la práctica.

Preguntas y observaciones del público

Un participante preguntó a David Kennedy acerca de la Iniciativa de Libre Comercio para África del Departamento de Desarrollo Internacional, que se lanzó en 2011. Tras haber logrado muchos de sus objetivos originales, existía la posibilidad de volverla a poner en marcha con una nueva serie de objetivos ambiciosos, quizá en la Décima Conferencia Ministerial. El Sr. Kennedy respondió que el Departamento de Desarrollo Internacional estaba actualmente en un proceso de diagnóstico del crecimiento inclusivo en el que se definirían sus estrategias futuras para abordar las cuestiones relacionadas con el comercio, aunque podría ocurrir que el proceso no se concluyera a tiempo para relanzar la iniciativa en diciembre.

Los participantes también preguntaron por las enseñanzas extraídas de la iniciativa con respecto al puerto de Mombasa que resultaran aplicables a otros programas de Ayuda para el Comercio. Los ponentes se refirieron en sus respuestas a diversos aspectos: el examen de los obstáculos al comercio a lo largo de todo el Corredor del Norte había sido fundamental para el éxito de la rehabilitación del puerto de Mombasa; la conveniencia de actuar a la vez sobre la infraestructura física y no física; la importancia de contar con un instrumento como TradeMark East Africa, que trabajaba en estrecha relación con todos los asociados en el proceso de reforma; la importancia de implicación política al más alto nivel y la asunción de la iniciativa por las instituciones portuarias y las capitales; la creación de mecanismos tales como la Carta, que permitía vigilar el cumplimiento de los compromisos y generaba responsabilidad; y la creación de marcos asociativos sólidos entre el sector público y el privado que sentaran las bases normativas para las inversiones del sector privado.

Conclusión

Las reformas del puerto de Mombasa eran vitales para el desarrollo de la región de la CAO en su conjunto y para mejorar el nivel de vida en toda África Oriental. De importancia fundamental para el éxito de las reformas habían sido la voluntad política y el compromiso de los Jefes de Estado y el singular modelo de asociación de TradeMark East Africa y las inversiones que se habían hecho en el puerto para mejorar su capacidad y su eficacia, así como su infraestructura física y no física, pero también a lo largo del Corredor del Norte. La estrecha relación entre la voluntad de los gobiernos de realizar reformas y el planteamiento de TMEA, como asociado que apoyaba el proceso de reforma y no solo como simple mecanismo de desembolso de fondos, habían sido factores importantes que habían contribuido a los impresionantes resultados logrados. La rehabilitación del puerto de Mombasa, junto con otras inversiones en el Corredor del Norte, eran un modelo excelente que encerraba importantes enseñanzas para otros puertos africanos.

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3ª actividad paralela: Sumar fuerzas para reducir los costos comerciales y favorecer así un crecimiento sostenible e inclusivo

Organizada por:

Centro de Comercio Internacional (ITC)

Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)

Foro Económico Mundial

Moderador: Shishir Priyadarshi, Director, División de Desarrollo, OMC

Ponentes: Pedro Cruz, Director Gerente, SabMiller,

Mozambique Margareta Drzeniek-Hanouz, Directora y

Economista Principal, Red de Competitividad Global y Marcos de Referencia, Foro Económico Mundial

Marion Jansen, Economista Principal, ITC Brenda Killen, Directora Adjunta, Dirección

de Cooperación para el Desarrollo, OCDE

La actividad se centró en debatir la forma en que los sectores público y privado podían sumar fuerzas para lograr un crecimiento económico sostenible e inclusivo. Entre las conclusiones derivadas del debate cabe mencionar que: i) las alianzas estratégicas entre el sector público y el privado producen resultados beneficiosos para ambas partes, para las empresas y para la sociedad; ii) en general, la Ayuda para el Comercio se dirige hacia donde más se necesita; iii) la facilitación del comercio debe centrarse en las pymes que son fundamentales para el desarrollo económico (por ejemplo, son la mayores fuentes de empleo a escala nacional); iv) para promover la productividad de las pymes, la información sobre las oportunidades exportadoras tiene que ser transmitida de forma eficaz, debe asegurarse el acceso a financiación y los gobiernos y otras organizaciones e instituciones (como las cámaras de comercio) deben facilitar información sobre los procesos y los reglamentos de exportación/importación; y v) la financiación del desarrollo se puede mejorar y aumentar si se estimula un diálogo eficaz y basado en los intereses mutuos entre los gobiernos, el sector privado y la comunidad de desarrollo.

Presentación

Pedro Cruz, Director Gerente, SABMiller, Mozambique, explicó cómo las alianzas entre el sector público y el privado daban lugar a situaciones en las que solo había ganadores y en las que el sector privado desempeñaba el papel de catalizador de un crecimiento económico inclusivo. Mozambique había logrado un crecimiento del PIB del 7,5% en 2015 y se esperaba un nuevo aumento en 2016. No obstante, el consumo privado no había crecido al mismo ritmo. Tal era el resultado cuando aumentaba la inversión extranjera directa pero esta no era inclusiva. El Sr. Cruz dirigía Cervejas de Moçambique, que producía cerveza a partir de raíces de mandioca (yuca). Las raíces de mandioca (yuca) no tenían anteriormente ningún valor comercial, no se comercializaban sino que solo se utilizaban para alimentar a las familias. Cervejas de Moçambique, al producir cerveza a partir de raíces de mandioca (yuca), había creado un nuevo mercado que había beneficiado a unos 7.500 agricultores y se preveía que en 2018 vincularía con la cadena de valor a unos 100.000 agricultores.

Explicando cómo Cervejas de Moçambique había logrado un efecto tan inclusivo, sugirió que ante todo era fundamental establecer unas fuertes relaciones comerciales con los productores locales. Cervejas de Moçambique había creado asociaciones con agricultores locales, "llevando el mercado a los campos". En segundo lugar, tenía que haber una reglamentación medioambiental razonable. Gracias a esto, había disminuido de hecho en el país el consumo de bebidas alcohólicas ilícitas, con la consiguiente mejora general de la situación sanitaria y Cervejas de Moçambique había conseguido aumentar su presencia en el mercado.

Margareta Drzeniek-Hanouz, Directora y Economista Principal, Red de Competitividad Global y Marcos de Referencia, Foro Económico Mundial, consideró la iniciativa de Ayuda para el Comercio a través del Índice de Facilitación del Comercio del Foro Económico Mundial (que abarcaba 75 países beneficiarios de la Ayuda para el Comercio y que se componía de cuatro subíndices y siete pilares). Del análisis se deducía que los países que tenían mejores calificaciones en ese índice recibían los flujos mayores de Ayuda para el Comercio. En otras palabras, la Ayuda para el Comercio se dirigía, en general, hacia los países que más la necesitaban, entre ellos los países menos adelantados, donde los flujos de Ayuda para el Comercio ascendían aproximadamente al 2,3% de su PIB.

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La Sra. Margareta Drzeniek-Hanouz añadió un par de observaciones. En su opinión, el Chad, Côte d'Ivoire y Zimbabwe recibían suficiente Ayuda para el Comercio. A nivel agregado, los flujos de Ayuda para el Comercio no guardaban correlación con la administración de las fronteras ni con variables relacionadas con las TIC, sino con las infraestructuras. Estas diferencias hacían imposible un planteamiento global (infraestructuras más administración de las fronteras) que pudiera generar un ciclo virtuoso, reforzando el efecto benéfico de la Ayuda para el Comercio.

Concluyó subrayando cinco elementos que contribuían a que se estableciesen asociaciones eficaces entre el sector público y el privado: i) un nivel elevado de ayuda; ii) la designación de un órgano que institucionalizase las asociaciones; iii) la existencia de una visión colectiva y unas ideas compartidas; iv) la coordinación para el logro de un objetivo final compartido; y v) la participación continua en el establecimiento de prioridades entre las reformas y en la realización de reformas, incluidos mecanismos de gestión.

Marion Jansen, Economista Principal, Centro de Comercio Internacional (ITC), señaló que las pymes se enfrentaban a muchos retos en términos de niveles de productividad y creación de capacidad, en especial en el mundo en desarrollo. Según las investigaciones del ITC, los retos más importantes a que se enfrentaban las pymes eran el acceso a información sobre las oportunidades de exportación, así como sobre las normas y reglamentos, y la disponibilidad de crédito. Con el fin de ayudar a las pymes, el ITC había desarrollado plataformas de información e instrumentos de aprendizaje por vía electrónica sobre las medidas no arancelarias y sobre las normas voluntarias. Subrayó la necesidad de reducir los obstáculos técnicos al comercio a través de la información facilitada por las instituciones comerciales, por ejemplo, las organizaciones de promoción del comercio o las cámaras de comercio.

Brenda Killen, Directora Adjunta, Dirección de Cooperación para el Desarrollo, Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, dijo que mejoraría la financiación del desarrollo si se entablara un diálogo eficaz y orientado por el interés mutuo. Trazó una hoja de ruta sobre la forma de incentivar al sector privado para establecer con éxito asociaciones entre el sector público y el privado: 1) apoyo de los gobiernos al mejoramiento del medio ambiente. Sostuvo que después de la iniciativa de Ayuda para el Comercio podía lanzarse una iniciativa de Ayuda para la Inversión; 2) aumento del diálogo entre el sector público y el privado; y 3) comprensión de los instrumentos financieros más adecuados para mitigar el riesgo de las inversiones para el sector privado.

Preguntas y observaciones del público

El Jefe de la División Económica del Ministerio de Cooperación de Alemania señaló que su país era el segundo mayor donante de ayuda para el comercio, con unos compromisos que sumaban aproximadamente 3.400 millones de dólares EE.UU. desde 2008, y dijo que la facilitación del comercio era fundamental para lograr mejores resultados y unos objetivos sostenibles.

Varios participantes sostuvieron la necesidad de ir más allá de la asistencia oficial para el desarrollo y explorar nuevas formas de cooperación. Estas nuevas formas debían caracterizarse por un mayor grado de flexibilidad y debían suponer un enfoque multilateral, basado en la participación de múltiples interesados.

Con respecto al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Marion Jansen señaló que las pymes eran menos productivas (en Alemania un 70% menos que las empresas mayores y en el Brasil un 30% menos), y señaló que estas diferencias de productividad se dejaban sentir en los salarios y, por consiguiente, en los niveles de vida: a menor productividad, menor salario. Señaló que la facilitación del comercio centrado en las pymes podía contribuir a mitigar estas diferencias, y sugirió que el comercio facilitaría el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Un participante del Consejo de Cooperación del Golfo planteó la cuestión de la seguridad como fuente de preocupación para el sector privado que quería comprometerse con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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Conclusión

En la actividad paralela se subrayó que la Ayuda para el Comercio estaba funcionando y que llegaba a los receptores adecuados. En segundo lugar, los ponentes iban más allá y, preparando el terreno para que fuera un éxito la implicación del sector privado, sugirieron cómo se podía hacer que esta implicación fuese inclusiva, cuáles eran los retos con que se encontraban las pymes y cómo incentivar la implicación del sector privado. Se sugirió que, de ponerse en práctica, estas políticas reforzarían la iniciativa de Ayuda para el Comercio, impulsando el crecimiento inclusivo y con capacidad de resistencia.

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4ª actividad paralela: Reducción de los costos de la carga en el transporte aéreo - Poner alas al Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de Bali

Organizada por:

Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA)

Global Express Association (GEA)

Ponentes: George Anjaparidze, Economista Principal,

IATA Carlos Grau Tanner, Director General, GEA Tom Butterly, Jefe, Sección de Soluciones

Comerciales Globales, Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE)

Gerard McLinden, Especialista Principal en Facilitación del Comercio, Grupo del Banco Mundial

Esta actividad paralela se inició con un debate sobre cómo el transporte de carga aéreo podía reducir el costo logístico y la velocidad de entrega de las mercancías a través de las fronteras en el contexto del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC). Los ponentes sostuvieron que el transporte aéreo se utilizaba para cargas de mayor calidad, no de mayor volumen, y añadía valor a las mercancías comerciadas y hacía que el comercio fuese más eficaz y previsible. La Global Express Association (GEA) presentó el análisis que había hecho de las diferencias entre países con respecto a la aplicación del AFC, que ponía de manifiesto la incompatibilidad de algunos procedimientos aduaneros con unos servicios más rápidos de transporte aéreo y, por consiguiente, con la aplicación de las disposiciones del Acuerdo. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) puso de relieve cómo se podía mejorar la calidad de los servicios y gestionar la capacidad de las compañías de transporte aéreo de carga gracias a la optimización de los gastos y controles fronterizos, en cumplimiento del AFC. Los ponentes debatieron también la posibilidad de atraer más apoyo técnico e inversiones de las organizaciones donantes para dirigirlos hacia el sector del transporte aéreo de carga. Se presentaron los instrumentos estratégicos, técnicos y operativos que podrían utilizarse para aumentar el efecto positivo del Acuerdo mediante el fortalecimiento del transporte aéreo de carga, que se examinaron desde la perspectiva de las organizaciones privadas, internacionales y multilaterales

Presentación

George Anjaparidze, Economista Principal, Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), inauguró la reunión presentado estadísticas sobre la industria del tranporte aéreo y su lugar en el comercio y en el desarrollo. Señaló que, anualmente, el transporte aéreo de carga trasportaba mercancías por valor de 3.300 millones de dólares EE.UU. y aportaba un 3,4% al PIB. El Sr. Anjaparidze subrayó que la ampliación del mercado del transporte aéreo de carga supondría hacerse cargo de mercancías y materiales valiosos y promovería la inversión.

Aunque actualmente el transporte aéreo de carga representaba solo un 0,5% del comercio mundial, el valor de las mercancías transportadas era muy superior, de 6,5 billones de dólares EE.UU. anuales. El moderador, en consecuencia, subrayó el papel que correspondía a las aduanas en la facilitación de la logística aérea. Presentó como ejemplo la red mundial de producción de Dell, que mostraba que cada uno de los elementos técnicos (CD-ROM, pilas, tarjetas de sonido, etc.) procedía de un lugar diferente del mundo, generando relaciones adicionales entre mercados. El transporte aéreo de carga tenía el potencial de reforzar esta conexión y añadía valor al comercio gracias a la mayor velocidad de los servicios de carga y también su mayor fiabilidad y previsibilidad. No obstante, la IATA constataba constantemente una importante fragmentación y complejidad de los procedimientos aduaneros, lo que retrasaba la facilitación del comercio y socavaba las ventajas que derivaban de los servicios de transporte aéreo de carga. El Sr. Anjaparidze señaló la importancia del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio adoptado en Bali y los beneficios que supondrían para el transporte aéreo de carga una mayor automatización de los servicios de tramitación aduanera, una mayor seguridad y una transparencia mayor en las fronteras.

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Carlos Grau Tanner, Director General, Global Express Association (GEA), argumentó que las cadenas integradas de logística contribuían a mantener las mercancías en condiciones de seguridad y control. La GEA, en colaboración con la organización Frontier Economics, y movida por la voluntad de acelerar la aplicación del AFC, había llevado a cabo una investigación sobre el desfase respecto del AFC, cuyo objetivo era recoger información sobre la compatibilidad de las aduanas, las disposiciones institucionales y la cooperación de las administraciones de aduanas de países y regiones de todo el mundo. Los datos mostraban que el grado de previsibilidad de los procedimientos aduaneros era muy bajo, lo que socavaba las bases de los sistemas de logística más avanzados. La investigación había identificado unos indicadores fundamentales de resultados, como el uso de certificados electrónicos y programas informáticos para presentar declaraciones y realizar evaluaciones automáticas de los riesgos, con el fin de valorar cómo se aplicaban los artículos del AFC y vigilar su cumplimiento en 140 países de todo el mundo. El Sr. Tanner subrayó que los beneficios del transporte aéreo de carga no se materializarían plenamente mientras no se resolvieran las diferencias de eficacia en los controles fronterizos mediante la aplicación del AFC. El Acuerdo podía mejorar la situación en las fronteras, pues la investigación demostraba que las corrientes comerciales dependían en gran medida de los controles en las fronteras de los países.

Tom Butterly, Jefe, Sección de Soluciones Comerciales Globales, Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, resaltó también la importancia del AFC para la industria del transporte aéreo de carga. El Sr. Butterly definió tres categorías de instrumentos para interconectar los objetivos del transporte aéreo de carga y las disposiciones del AFC. Se trataba de instrumentos estratégicos, técnicos y de aplicación, cuyo objetivo era aumentar las corrientes comerciales a través de los servicios de transporte aéreo de carga. También mencionó la importancia de la voluntad política de ratificar el Acuerdo, señalando que todavía había que elaborar mapas de carreteras de importancia estratégica. Sugirió además que los análisis de los procesos empresariales se podían utilizar como guía para ver cómo el transporte aéreo de carga se relacionaba con las reglamentaciones nacionales de las cadenas de valor mundiales y, en concreto, de los sistemas integrados de logística. Afirmó que los sistemas de ventanilla única eran un instrumento muy útil para integrar las corrientes de información en el sistema de comercio. Las plataformas de comercio electrónico y de tramitación aduanera electrónica podían ayudar a que el transporte aéreo de carga asumiera su lugar en el conjunto de mecanismos de transporte y de entrega.

Gerard McLinden, Especialista Principal en Facilitación del Comercio, Grupo del Banco Mundial, reflexionó sobre la falta de información acerca del transporte aéreo de carga. Dijo que el Grupo del Banco Mundial, como donante orientado por la demanda, necesitaba disponer de análisis más profundos sobre la relación entre el transporte aéreo de carga y el AFC. El transporte aéreo de carga tenía el potencial de acelerar el sistema de comercio y de ampliar las oportunidades de aprovisionamiento y de inversión. Los donantes habían descuidado desde hacía mucho tiempo las reformas necesarias en el sector del transporte aéreo de carga, y había llegado el momento de atribuir a la industria una mayor participación en la financiación del desarrollo. El Sr. McLinden señaló la importancia que para el transporte aéreo de carga tenían la asistencia técnica, la financiación de proyectos, las actividades de promoción y la formación en gestión aduanera. El Grupo del Banco Mundial facilitaba las consultas sobre los marcos asociativos entre el sector público y el privado y sugirió que este era el modelo para mejorar los indicadores del desempeño logístico y la gestión de las fronteras. Además, si se lograba una secuencia correcta de servicios en las fronteras y entre empresas de transporte se conseguiría equilibrar el tiempo con la calidad de los procedimientos comerciales. El Sr. McLinden mencionó a Camboya como ejemplo de cómo la facilitación del comercio había reducido la pobreza extrema en un 30%. Si el transporte aéreo de carga se extendía a los países en desarrollo y se podían expedir más mercancías en períodos más breves de tiempo, se multiplicaría el crecimiento económico inclusivo.

Preguntas y observaciones del público

Durante el debate se examinó con más detalle cómo el AFC mejoraría el transporte aéreo de carga. El Sr. Butterly sugirió que los países menos adelantados debían disponer de información sobre los servicios de transporte aéreo de carga, que podían impulsar sus exportaciones. No cabía duda de que la aceleración de los procesos de despacho de aduana, las medidas de evaluación de riesgos y la automatización de los servicios podían contribuir al crecimiento del PIB gracias a los costos más asequibles del comercio y a la mayor calidad de los servicios de logística. Otros ponentes contribuyeron al debate señalando que la gestión de las fronteras no debía interrumpir las cadenas mundiales de valor. Como el AFC suponía beneficios para todos los modos de transporte, el transporte aéreo de carga debía ser incluido en la estrategia de aplicación del Acuerdo. El Sr. McLinden respondió a una pregunta de la audiencia sobre las posibilidades de apoyo financiero y

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señaló que no había escasez de financiación, sino que debía disponerse de más información sobre cómo las líneas aéreas internacionales podían beneficiarse de la integración en las cadenas mundiales de valor y llegar a las regiones en desarrollo.

Conclusión

El transporte aéreo de carga entregaba las mercancías en el momento oportuno, en el lugar oportuno y en excelente condición. Aunque el transporte aéreo de carga acelerase las corrientes comerciales, era incapaz de transportar mercancías más rápido de lo que permitían los organismos reguladores que debían controlarlo. Todos los ponentes señalaron que el intercambio de información entre organismos era extremadamente importante. Las nuevas tecnologías de la información eran una fuerza impulsora de la modernización de las fronteras, que era un componente vital del AFC y de las nuevas oportunidades que se abrían al transporte aéreo de carga. Todos los ponentes apoyaron la idea de que se ratificase pronto el Acuerdo y se mostraron de acuerdo en la necesidad de que hubiese una reglamentación del transporte aéreo de carga más previsible y fiable.

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5ª actividad paralela: Ayuda para el Comercio y cooperación comercial intrarregional e interregional de los países francófonos: experiencias y perspectivas del comercio África-Asia y del comercio dentro del África Occidental

Organizada por:

Organización Internacional de la Francofonía (OIF)

Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC)

Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO)

Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMAO)

Centro de Comercio Internacional (ITC)

Ponentes: Etienne Alingué, Director de Economía, OIF Aïcha Puye, Directora de la División de

Apoyo a las Empresas y a las Instituciones, ITC

Imamo Ben Mohammed Imamo, Administrador Principal, ITC

Aziz Mahamat Saleh, Ministro de Economía, Comercio y Desarrollo del Turismo, Chad

Alioune Sarr, Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal

Eloi Laouru, Embajador, Representante Permanente Adjunto ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Benin

Beneficiarios: Alphonsine Ngoua-Mba (Gabón) Razack Ishola Kinninon (Benin) Sisanouk Sisombat (RDP Lao) Jaime De Melo (Fundación FERDI) Hoang Duc Nhuan (Viet Nam) Nguyen Thi-Chi (Foro Viet Nam-África) Alain Basile Batongue (Agrupación

Interpatronal del Camerún) Amadou Dieng (UEMAO)

La Organización Internacional de la Francofonía y el Centro de Comercio Internacional llevan a cabo desde 2003 un proyecto de promoción del comercio intrarregional e interregional en el mundo francófono, que se centra en los países francófonos de África Central y Occidental y en los que se encuentran en las orillas del río Mekong. En esta actividad se dieron a conocer experiencias sobre la promoción del comercio intrarregional e interregional; se evaluaron los resultados obtenidos por el proyecto desde el punto de vista de sus beneficiarios; se consideraron las perspectivas de las asociaciones OIF-ITC-OMC para promover el comercio interregional entre África, Asia y Europa; y se examinó la ampliación del programa para incluir a otros asociados en el desarrollo regional y/o interregional.

Etienne Alingué, Director de Economía, OIF, inauguró esta actividad paralela señalando la importancia de las cuestiones a las que estaba dedicada, en particular la promoción de la cooperación Sur-Sur y tripartita como medio de desarrollar los intercambios económicos y comerciales entre regiones francófonas, con miras a la aplicación de una estrategia económica en los países francófonos.

Aïcha Pouye, Directora, División de los Servicios de Apoyo a las Empresas y a las Instituciones, ITC, añadió que en el programa conjunto se abordaban perfectamente dos prioridades comunes a las dos organizaciones, a saber, la integración de la mujer y la integración de los jóvenes en los ciclos económicos.

Imamo Ben Mohammed Imamo, Administrador, Programa de Fortalecimiento del Apoyo al Comercio, ITC, recordó el funcionamiento del programa (identificación de sectores con gran potencial comercial, estudios sectoriales, identificación de beneficiarios, reuniones entre compradores y vendedores) y el consiguiente crecimiento del comercio gracias al proyecto.

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Aziz Mahamat Saleh, Ministro de Economía, Comercio y Desarrollo del Turismo, Chad , y Alioune Sarr, Ministro de Comercio, Sector Informal, Consumo, Promoción de Productos Locales y Pymes, Senegal, aplaudieron la iniciativa conjunta de la OIF y el ITC que tenía por objetivo infundir dinamismo en la zona económica francófona, gracias a una labor de contacto entre vendedores y compradores de zonas geográficas poco acostumbradas a comerciar entre ellas.

Eloi Laourou, Embajador, Representante Permanente Adjunto ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Benin, y Copresidente del Grupo de Trabajo sobre Comercio y Desarrollo de los embajadores francófonos en Ginebra, dijo que la iniciativa triangular tenía una gran importancia porque ayudaba a promover la difusión de experiencias comerciales positivas.

Alphonsine Ngoua-Mba (Gabón) y Razack Ishola Kinninon (Benin), explicaron cómo gracias a este programa se habían podido reunir con inversores vietnamitas, lo que les había permitido desarrollar empresas conjuntas de transformación de la madera y de elaboración de anacardos. Sisanouk Sisombat (RDP Lao) y Jaime De Melo, Investigador Superior (Fundación para los Estudios e Investigaciones sobre Desarrollo Internacional), insistieron en que el idioma francés operaba como motor de integración, tanto entre el África francófono como entre los tres países francófonos de Asia que se encontraban en la zona del Mekong.

Hoang Duc Nhuan (Viet Nam), explicó que el comercio entre las zonas económicas en las que se centraba este programa había aumentado considerablemente desde finales del decenio de 2000, y en el caso del comercio de Viet Nam con la zona de la CEEAC casi se había quintuplicado. Añadió que este programa había pasado por encima de fronteras geográficas y psicológicas. Por último, Nguyen Thi-Chi (Foro Viet Nam-África), Alain Basile Batongue (Agrupación Interpatronal del Camerún) y Amadou Dieng (UEMAO), destacaron las prometedoras oportunidades comerciales que se abrirían, tanto para el África francófona como para la región del Mekong, si proseguían estos intercambios. Pero también destacaron los retos pendientes, entre los cuales se situaba en primer lugar la cuestión de la infraestructura.

Conclusión

Las partes interesadas pidieron que se intensificara la asociación OIF-ITC, prestando más atención a la implicación de los países beneficiarios, al compromiso de realizar inversiones conjuntas y a la ampliación a otros asociados técnicos y financieros. La OIF y el ITC tomaron nota de estas sugerencias, que integrarían en las actividades en curso tendentes a fortalecer su asociación.

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6ª actividad paralela: Más allá de las medidas no arancelarias: reducción de los costos empresariales

Organizada por:

Centro de Comercio Internacional (ITC)

Misión Permanente del Reino Unido, Ginebra

Misión Permanente de Côte d'Ivoire

Ponentes: Arancha González, Directora Ejecutiva, ITC Archana Bathnagar, Propietaria, Haylide

Chemicals Green Cleaning Company, India Chusak Chuenprayoth, Presidente,

Kamphaeng-saen Commercial, y Director, Junta de Comercio de Tailandia

Marcus Cornaro, Director General Adjunto, Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo, Comisión de la UE

Nazaire Gounongbe, Director del Gabinete, Ministerio de Comercio, República de Côte d'Ivoire

Israhyananda Dhalladoo, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Mauricio

Julian Braithwaite, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Reino Unido

Las empresas, ahora que los tipos arancelarios eran en todo el mundo más bajos que nunca, se centraban en las medidas no arancelarias como obstáculos a la entrada en los mercados extranjeros. El creciente número de medidas no arancelarias reflejaba en gran parte las mayores expectativas de los consumidores con respecto a la calidad y la seguridad de los productos. Cumplir estas medidas suponía costos para las empresas, que resultaban especialmente gravosos para las pymes de los países en desarrollo. Las experiencias empresariales en relación con las medidas no arancelarias en más de 20 países, documentadas en las encuestas que realizaba el ITC, mostraban que había preocupaciones comunes, y que los costos del comercio se podían reducir con cambios de las políticas y los reglamentos. Muchos problemas con que se encontraban las empresas se podían resolver dentro de las fronteras de un país simplificando los procedimientos, mejorando la transparencia de los reglamentos y procedimientos conexos, y adoptando otras medidas de facilitación del comercio. Las encuestas también ponían de manifiesto diferencias en la aplicación de los acuerdos regionales, pues los exportadores encontraban muchos problemas de carácter reglamentario y de procedimiento en los mercados vecinos y regionales.

Los representantes de Côte d'Ivoire y Mauricio expusieron cómo habían utilizado sus países los resultados de las encuestas para reducir el impacto negativo de las medidas no arancelarias en las pequeñas y medianas empresas (pymes). Desde la perspectiva de los donantes, los representantes de la Comisión Europea y del Reino Unido pusieron de manifiesto la importancia de reducir los costos del comercio para las pymes con el fin de que estas creasen empleo y redujesen la pobreza. Las encuestas sobre medidas no arancelarias habían sido calificadas de herramientas útiles para unir la Ayuda para el Comercio con la asistencia al desarrollo, con las negociaciones comerciales y con los exámenes de las políticas comerciales.

Como parte de esta actividad, el ITC lanzó un nuevo sitio en Internet en el que se mostraban los resultados de las encuestas sobre medidas no arancelarias (www.ntmsurvey.org) y presentó una nueva publicación: "The Invisible Barriers to Trade", en la que se mostraban los resultados generales de las encuestas entre empresas sobre medidas no arancelarias.

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Presentación

En sus observaciones iniciales, Arancha González, Directora Ejecutiva, ITC, resumió las conclusiones de las encuestas realizadas por el ITC en más de 30 países, en las que se reunían las opiniones de más de 15.000 empresas. Más del 25% de las medidas no arancelarias onerosas eran aplicadas por el país de origen de la exportación, y más del 70% de las medidas no arancelarias aplicadas por el país interlocutor eran obstáculos de procedimiento, de los que la gran mayoría se aplicaban en el plano nacional. Además, las medidas no arancelarias onerosas eran aplicadas en su mayoría por países interlocutores en el marco de acuerdos comerciales regionales. Las pequeñas empresas estaban también desproporcionadamente afectadas por las medidas no arancelarias en comparación con las grandes empresas.

Archana Bathnagar, Propietaria, Haylide Chemicals Green Cleaning Company, India, ofreció una visión de primera mano de los efectos de las medidas no arancelarias y explicó las repercusiones en su empresa de los requisitos de identificación y etiquetado, así como de las restricciones a la importación de materias primas y maquinaria. Se refiere a lo que describe como normas anticuadas de la India sobre los productos verdes. Sugiere que las pymes no tienen acceso suficiente a los responsables de la elaboración de políticas y destaca la gran importancia de las encuestas sobre las medidas no arancelarias como instrumento para que las pymes hagan oír sus opiniones.

Chusak Chuenprayoth, Presidente, Kamphaeng-saen Commercial, y Director, Junta de Comercio de Tailandia, subrayó la importancia de las medidas no arancelarias aplicadas por los países exportadores, como los análisis obligatorios, que resultaban superfluos si en el país importador no se reconocían los certificados. Señaló el costo de realizar dentro del país dichas pruebas y la falta de capacidad de los laboratorios para llevar a cabo los análisis exigidos por los interlocutores. También subrayó la importancia de una estrecha colaboración entre el sector público y el privado.

Marcus Cornaro, Director General Adjunto, Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo, Unión Europea (UE), alabó la labor realizada por el ITC y destacó la importancia del sector privado para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible en los países en desarrollo. El Sr. Cornaro indicó que, por mucho que las pymes se esforzasen por incrementar su productividad y su capacidad comercial, había obstáculos al comercio que escapaban a su control. Así pues, los países tenían que resolver cuestiones que se planteaban "detrás de las fronteras", y no "en las fronteras", en otras palabras, las medidas no arancelarias, para que los responsables de las empresas pudieran materializar todo su potencial comercial. También destacó la necesidad de transparencia comercial y de que el sector privado adquiriera en los países menos adelantados la capacidad necesaria para hacer frente a las medidas no arancelarias justificadas. La UE estaba abordando asuntos relacionados con las medidas no arancelarias en sus acuerdos comerciales y en su política de desarrollo, y el Sr. Cornaro subrayó la importancia a este respecto de la cooperación y de la integración regionales. Además, el Sr. Cornaro presentó ejemplos de la labor del ITC/UE de recogida de datos sobre las medidas no arancelarias y la realización de encuestas entre empresas.

Nazaire Gounongbe, Director del Gabinete, Ministerio de Comercio de la República de Côte d'Ivoire, reconoció los beneficios de la iniciativa de Ayuda para el Comercio y transmitió la experiencia de Côte d'Ivoire en la realización de la encuesta del ITC y en la forma de hacer frente a las medidas no arancelarias. En particular, explicó que el Gobierno había establecido una plataforma en Internet (mecanismo de alerta sobre los obstáculos al comercio), donde el sector privado podía registrar sus quejas y entrar en contacto con las diferentes instituciones que intervenían en el proceso de exportación para señalar problemas y obtener respuestas. Destacó que un cierto número de obstáculos al comercio se habían eliminado ya gracias a este sistema, y que muchos más estaban en proceso de solucionarse. Además, se había puesto en marcha un sistema de "ventanilla única" que permitía a las empresas presentar formularios a través de Internet y ayudaba así a reducir el tiempo necesario para obtener un documento importante o una licencia.

Israhyananda Dhalladoo, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Mauricio, presentó los resultados y las medidas de seguimiento de la encuesta del ITC sobre las medidas no arancelarias. En particular, los resultados ponían de manifiesto que el 31% de las empresas se encontraban con obstáculos al comercio relacionados con medidas no arancelarias. A continuación, subrayó que el Gobierno de Mauricio ya había eliminado 28 permisos y tenía previsto eliminar otros 70 permisos más, tramitar automáticamente la renovación anual de algunos tipos de licencias y permisos, y establecer un sistema de "ventanilla única" para las pymes y un sitio nacional en Internet para denunciar las medidas no arancelarias onerosas (mecanismo de alerta

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sobre los obstáculos al comercio). El Embajador Dhalladoo mencionó también que la colaboración ITC/UNCTAD había permitido a Mauricio establecer una plataforma idónea para planificar la aplicación del AFC de la OMC teniendo en cuenta las necesidades de las empresas. Señaló que la mayoría de las medidas no arancelarias eran aplicadas por países asociados y pidió al ITC y a los organismos asociados que apoyaran las intervenciones regionales con respecto a las medidas no arancelarias y los obstáculos al comercio conexos.

Julian Braithwaite, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Reino Unido, se mostró de acuerdo en que reducir las medidas no arancelarias era fundamental para liberalizar el comercio mundial. Los datos e informes del ITC sobre las medidas no arancelarias servirían al Reino Unido como fuente de recursos para diseñar la labor de aplicación del AFC, y se podían utilizar los informes específicos sobre las medidas no arancelarias de los distintos países como información para los programas de desarrollo económico, a escala nacional o a escala regional. Señaló por último que el Programa de Desarrollo de Doha sería un paso importante para dar a las medidas no arancelarias toda su importancia.

Preguntas y observaciones

En sus intervenciones, el Asesor Principal de la USAID y los representantes de Jamaica y del FANFC reconocieron la buena labor que había realizado el ITC al apoyar la búsqueda de soluciones para hacer frente a las medidas no arancelarias y mencionaron la experiencia pertinente de cooperación con el ITC en los ámbitos respectivos. Los ponentes también comentaron que era importante incentivar a los servicios públicos para que trabajasen y respondiesen a los retos con mayor rapidez, y subrayaron que aunque no se pudieran eliminar algunas medidas no arancelarias, se podían simplificar.

Conclusión

En sus observaciones finales, la Directora Ejecutiva González subrayó los resultados positivos de las encuestas sobre las medidas no arancelarias que ya se habían traducido en medidas sobre el terreno y pidió nuevos trabajos para hacer frente a las medidas no arancelarias. En particular, subrayó que el análisis debía ampliarse para abarcar el comercio de servicios y que también debía ampliarse ulteriormente la cobertura de datos. Alentó asimismo a que se aprovechasen las sinergias y se ofreciesen los incentivos correctos a escala nacional para que se adoptasen medidas más coherentes. La Sra. González presentó la nueva versión de la encuesta por Internet del ITC sobre las medidas no arancelarias, www.ntmsurvey.org, junto con un nuevo documento sobre las medidas no arancelarias titulado "The Invisible Barriers to Trade" (www.intracen.org/publications/ntm).

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7ª actividad paralela: Ceremonia de entrega de la Orden del Jaguar

Organizada por:

Secretaría de la Integración Económica Centroamericana (SIECA)

La Secretaria General de la Secretaría de la Integración Económica Centroamericana, Carmen Gisela Vergara, entregó la Orden del Jaguar a Roberto Azevêdo en su calidad de Director General de la Organización Mundial del Comercio. La SIECA otorga la Orden del Jaguar a organizaciones, instituciones y personas en reconocimiento de su apoyo a los esfuerzos desplegados por la región de Centroamérica para lograr la integración económica. Después de la ceremonia de entrega se ofreció un cóctel.38

38 Para más información, véase: http://www.sieca.int/Portal/Pagina.aspx?PaginaId=3066&ver=1.

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8ª actividad paralela: "Fabricar el desarrollo II"

Organizada por:

Alianza Internacional de Fabricantes de Cerveza

En este acto social de alto nivel se reunieron participantes de las comunidades del comercio y el desarrollo para mantener un intercambio informal de ideas con la Alianza Internacional de Fabricantes de Cerveza y los cuatro fabricantes de cerveza más importantes del mundo (SABMiller, Anheuser-Busch InBev, Carlsberg y Heineken) acerca de los esfuerzos de los fabricantes de cerveza por reducir los costos del comercio en los países en desarrollo mediante inversiones en las cadenas de valor. Los participantes pudieron probar cervezas procedentes de distintos mercados, incluidos países en desarrollo. Se pusieron a su disposición informes, folletos y vídeos informativos sobre las inversiones de los fabricantes de cerveza en las cadenas de valor, y en las economías emergentes en particular, con objeto de ilustrar la positiva contribución de la industria cervecera al desarrollo económico.

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9ª actividad paralela: Un comercio sin precedentes a partir de 2015: nuevas tendencias de los donantes en relación con la combinación de ayuda y comercio para la asistencia a los agricultores

Organizada por:

Plataforma Mundial de Donantes para el Desarrollo Rural

Ponentes: Marcel Vernooij, Ministerio de Relaciones

Exteriores, Países Bajos Gordana Delic-Radovic, Ministerio de

Relaciones Exteriores, Canadá James Baxter, Ministro Consejero y

Representante Permanente Adjunto ante la OMC, Australia

Tekreth Kamrang, Secretario de Estado, Ministerio de Comercio, República de Camboya

Christopher Onyanga Aparr, Embajador, Representante Permanente de la República de Uganda ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra

Luisa Volpe, Oficial de Políticas, World Farmers' Organization

Los donantes se esfuerzan cada vez más por armonizar sus objetivos comerciales y de desarrollo a fin de aplicar políticas sostenibles, partiendo de la premisa de que el comercio es el principal motor del crecimiento económico en los países asociados. En particular, el comercio de productos agrícolas es importante para el proceso posterior a 2015 habida cuenta de la relevancia de la agricultura para el comercio, la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza en muchos países en desarrollo. La integración de la ayuda, el comercio y las inversiones es un ámbito relativamente nuevo y, en ese contexto, esta actividad de la Plataforma Mundial dio a los países asociados y a las organizaciones de agricultores una oportunidad de responder a esta nueva tendencia de los donantes en función de sus propias necesidades de desarrollo en Asia y África, así como de las necesidades específicas de los agricultores.

La cuestión de cómo las nuevas políticas de los donantes contribuirían a mejorar el acceso de los agricultores a los mercados y a reducir los costos del comercio, paralelamente a un aumento de la productividad, fue un tema central del debate, tanto para los donantes como para los países asociados. En el curso de las deliberaciones se puso de relieve el hecho de que para estos países y para los agricultores era de suma importancia concentrar la atención en la facilitación del comercio y dar clara prioridad a la infraestructura a fin de posibilitar el acceso de los agricultores a los mercados y añadir valor a los productos. Además, la eliminación de los obstáculos al comercio, tanto de carácter arancelario como no arancelario, era fundamental para reducir los costos del comercio y asegurar condiciones de competencia equitativas.

Presentación

Marcel Vernooij, Ministerio de Relaciones Exteriores, Países Bajos, abriendo el debate, explicó que los Países Bajos habían adoptado una nueva política con respecto a la Ayuda para el Comercio. Esta política combinaba la ayuda, el comercio y la inversión bajo el lema del desarrollo económico inclusivo. Pese a su tamaño, los Países Bajos representaban el 3% del comercio mundial y eran el segundo exportador de productos agrícolas del mundo, lo que reflejaba su posición decisiva en el contexto del comercio y la ayuda. El Sr. Vernooij señaló que la prioridad dada por su país al desarrollo económico inclusivo se debía a cuatro razones, a saber: mejoraba las cadenas de valor mundiales; tenía en cuenta a una creciente clase media con enorme poder adquisitivo en los países en desarrollo; modificaba la percepción de los países en desarrollo como "los pobres", receptores de ayuda; y consideraba a los países en desarrollo como socios económicos sumamente importantes, en los que los agricultores eran tratados como socios comerciales. De acuerdo con esta política, los Países Bajos habían enviado recientemente una misión comercial a Liberia, Guinea y Sierra Leona con la tarea de apoyar a estos países durante la crisis del Ébola y prestarles ayuda para su recuperación. Por último, el Sr. Vernooij se refirió a la creación, en cooperación con el Banco Mundial, de un Grupo de Expertos holandeses sobre logística agrícola.

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Gordana Delic-Radovic, Ministerio de Relaciones Exteriores, Canadá, informó a los participantes del apoyo que estaba prestando el Canadá a los países en desarrollo. En junio de 2013 se había reestructurado el Departamento de Relaciones Exteriores, y actualmente las relaciones exteriores y el desarrollo internacional estaban a cargo del mismo Ministerio. Se había adoptado esta estrategia por varias razones, entre las que cabía destacar la búsqueda de una mayor coherencia y coordinación de las políticas, la posibilidad de examinar más a fondo las vinculaciones entre el comercio y el desarrollo, y la de formular políticas de más amplio alcance (mediante, por ejemplo, la formación multidisciplinaria del personal, las negociaciones en materia de libre comercio e inversiones y su aplicación a fin de llegar a ser "mejores socios").

James Baxter, Ministro Consejero y Representante Permanente Adjunto ante la OMC, Australia, observó que Australia también había reunido los departamentos de relaciones exteriores y desarrollo. En su calidad de productor agrícola altamente competitivo, Australia era un partícipe clave en el desarrollo y había prestado asistencia técnica a países en desarrollo y países menos adelantados con la finalidad principal de aumentar la productividad agrícola y mejorar la seguridad alimentaria. Por otra parte, el Sr. Baxter señaló que las disparidades en la agricultura se debían a los subsidios a los productos agrícolas que tenían un efecto de distorsión del comercio e instó a los Miembros de la OMC a que finalizaran la Ronda de Doha poniendo ambiciosamente a la agricultura en el centro de las deliberaciones. Por último, hizo hincapié en la necesidad de contar con políticas que propiciaran la función del comercio como motor del desarrollo mundial.

Tekreth Kamrang, Secretario de Estado, Ministerio de Comercio, República de Camboya, explicó a los participantes el éxito del sector del arroz en Camboya. Recalcó ante todo la importancia que tenía para Camboya la agricultura, que representaba el 71% de su PIB. Gracias a haberse beneficiado de proyectos de Ayuda para el Comercio, el sector del arroz de Camboya había registrado un enorme crecimiento, se habían modernizado las instalaciones de producción y se había establecido una gestión más eficaz. No obstante, señaló que el sector tenía planteados algunos desafíos: la competencia con los países vecinos, el mejoramiento de la capacidad de exportación y de almacenamiento, y la reducción de los costos de transporte.

Christopher Onyanga Aparr, Embajador, Representante Permanente de la República de Uganda ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, destacó el papel del desarrollo como proceso conducente al mejoramiento sostenible de la calidad de vida de las poblaciones rurales, que eran las más pobres de África. El Embajador explicó que Uganda había aprovechado la ayuda aportada por los donantes para aumentar la calidad de vida de los agricultores. Esta mejora había sido posible gracias a la ejecución, de 2007 a 2013, en colaboración con el Banco Africano de Desarrollo y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, de un proyecto estratégico destinado a aumentar la productividad de las explotaciones agrícolas de Uganda, examinar las deficiencias en materia de infraestructura para la elaboración de productos agrícolas, facilitar el acceso a los mercados y administrar los recursos naturales, prestando atención a estrategias de aumento del valor añadido.

Luisa Volpe, Oficial de Políticas, World Farmers' Organization (WFO), explicó que el mandato de la WFO era aumentar la participación de los agricultores en los procesos de adopción de decisiones e instó a los gobiernos a aprovechar los conocimientos especializados de los agricultores y a adoptar un criterio inclusivo a la hora de planificar las políticas y promulgar las leyes.

Conclusión

En el diálogo se llegó a la conclusión de que al perseguir los objetivos para el período posterior a 2015, el compromiso de los donantes con respecto a la promoción del comercio y al desarrollo de las cadenas de valor debía centrarse en la facilitación del comercio y en la participación socialmente responsable del sector privado, cuestiones que se habían señalado como las principales necesidades de los países asociados y los agricultores. Las pequeñas inversiones destinadas directamente a ayudar a los agricultores, como en Uganda, pero también las dirigidas al sector privado con el fin de fomentar las alianzas público-privadas, eran útiles para proporcionar mayor liquidez a los agricultores, así como para propiciar el éxito de las pymes.10ª actividad paralela: Diálogo entre los sectores público y privado sobre facilitación del comercio: cómo fomentar el debate en los comités nacionales de facilitación del comercio y mantenerlo "vivito y coleando"

Organizada por: En la actividad paralela se examinó el enfoque adoptado por los Países Bajos con respecto a las

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Misión Permanente de los Países Bajos, Ginebra

Ponentes: Frank Heijmann, Jefe de Relaciones

Comerciales, Administración de Aduanas, Países Bajos

Yao-Hua Tan, Profesor, Universidad de Tecnología de Delft

Albert Veenstra, Profesor, Universidad de Tecnología de Eindhoven, y Director Científico, Instituto de Logística Avanzada de los Países Bajos

Dennis Heijnen, Asesor en Política Comercial Internacional, Asociación de Empresarios de Logística y Transporte EVO

Bram van Helvoirt, Director de Programas sobre Inteligencia del Mercado, Centro para la Promoción de las Importaciones Provenientes de los Países en Desarrollo (CBI)

consultas sobre facilitación del comercio, el cual se centra en tres ámbitos: el académico, el empresarial y el aduanero. La estrecha cooperación entre estas partes brinda una base mutuamente beneficiosa para las reformas en materia de facilitación del comercio y ha propiciado un exitoso enfoque de la facilitación del comercio que recibió una alta calificación en las evaluaciones de la logística internacional y la facilitación del comercio. En esta actividad paralela se examinaron tres esferas de colaboración en este enfoque centrado en la comunidad académica, el medio empresarial y las autoridades aduaneras:

Comités Nacionales de Facilitación del Comercio

Investigación e innovación Educación y capacitación

La actividad paralela mostró que esta comunidad de facilitación del comercio, al crear un lenguaje y una actitud comunes, así como un entendimiento mutuo y una asociación entre los distintos integrantes de la cadena de suministro, brindaba ventajas reales a todas las partes interesadas dado que reducía los costos del comercio y promovía el cumplimiento. En los Países Bajos esto ha dado lugar a un singular programa maestro internacional sobre Aduanas y Facilitación del Comercio en el que participan todos los representantes de los sectores académico, empresarial y aduanero que se ocupan de cuestiones relacionadas con la Facilitación del Comercio.

Presentación

Frank Heijmann, Jefe de Relaciones Comerciales, Administración de Aduanas, Países Bajos, explicó que la confianza y la comprensión mutuas eran esenciales para que las autoridades aduaneras pudieran reducir al mínimo el nivel de interferencia en las cadenas de suministro. El punto óptimo de interferencia (en caso de inspección) dependía de las particularidades de la cadena de suministro y requería información sobre esa cadena.

Yao-Hua Tan, Profesor, Universidad de Tecnología de Delft, recomendó que las autoridades aduaneras reutilizaran los datos de control interno de las empresas para fines de inspección gubernamental. La parte encargada del embalaje del contenedor disponía de toda la información que requerían las aduanas. El acceso a esta información evitaría interrupciones innecesarias e inoportunas en la cadena de suministro.

Albert Veenstra, Profesor, Universidad de Tecnología de Eindhoven y Director Científico, Instituto de Logística Avanzada de los Países Bajos, observó que en muchos casos la cuestión de la confidencialidad de la información solo se planteaba en el contexto del intercambio de datos entre los gobiernos. Para las empresas resultaba muy ventajoso facilitar información a fin de minimizar las demoras. Los datos estaban disponibles y podían facilitarse si las circunstancias eran apropiadas.Dennis Heijnen, Asesor en Política Comercial Internacional, Asociación de Empresarios de Logística y Transporte EVO, explicó por qué era importante para las empresas, la comunidad académica y las autoridades aduaneras cooperar en la elaboración de programas de capacitación y formación para los profesionales dedicados a cuestiones de aduanas (tanto del sector administrativo como del empresarial o del académico). Esto les brindaba una base y un enfoque comunes que contribuían a la cooperación y a la facilitación del comercio. Explicó asimismo que era necesario crear programas de capacitación y formación a distintos niveles para lograr una combinación apropiada de conocimientos en toda la profesión aduanera.

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Bram van Helvoirt, Director de Programas sobre Inteligencia del Mercado, Centro para la Promoción de las Importaciones Provenientes de los Países en Desarrollo (CBI), explicó que el CBI se proponía mejorar el cumplimiento de las normas comerciales por parte de las pymes exportadoras de países en desarrollo a fin de ayudarlas a integrarse con éxito en las cadenas de valor mundiales. Esto entrañaba el fortalecimiento de su capacidad para cumplir la amplia gama de requisitos y procedimientos vigentes en el comercio internacional: control de calidad, ensayo y muestreo, envasado y etiquetado, reglamentaciones legales como normas sanitarias y fitosanitarias, y seguridad de los productos, rastreabilidad, etc. El cumplimiento de una norma privada a menudo requería un considerable esfuerzo de reunión de datos y de seguimiento de la información relativa a los productos y la producción, lo que podía ayudar a las pymes a mejorar su cumplimiento de las normas comerciales.

Preguntas y observaciones

La representante de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) observó que el enfoque basado en la asociación entre las comunidades académica, empresarial y aduanera coincidía con lo que la OMA denominaba "co-creación", que era una forma más avanzada de cooperación que la mera consulta o comunicación entre las autoridades aduaneras y las empresas. Preguntó cuánto tiempo se requería para establecer ese tipo de cooperación estrecha. Frank Heijmann respondió que las formas más avanzadas de cooperación se habían logrado en un período de 10 a 15 años. Las consultas periódicas entre las aduanas y las empresas se iniciaron a principios del decenio de 1990.

Un representante del Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio puso de relieve la necesidad de facilitar el comercio en la esfera de las normas sanitarias y fitosanitarias y deseaba obtener más información sobre la experiencia de los Países Bajos con respecto a la cooperación interinstitucional entre las autoridades aduaneras y el organismo encargado de las normas sanitarias y fitosanitarias. Un participante de Madagascar preguntó cuáles eran los requisitos de entrada del programa de maestría ejecutiva en cuestiones aduaneras y gestión de la cadena de suministro (desarrollado sobre la base de la cooperación entre los sectores académico, empresarial y aduanero) y solicitó información sobre el acceso de participantes de los PMA al programa. Se le explicó que esta maestría era un programa destinado a un grupo específico con formación o experiencia concreta en esa esfera. El programa estaba concebido para su seguimiento en línea, de modo que la presencia física se limitaba a una semana cada seis a ocho semanas. En el marco del programa de maestría se estaba estudiando la posibilidad de ofrecer subsidios a los participantes procedentes de PMA para el próximo ciclo.

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11ª actividad paralela: Programa de Cátedras OMC

Organizada por: Organización Mundial del Comercio (OMC)

Observaciones introductorias: Xiaozhun Yi, Director General Adjunto,

OMC Bridget Chilala, Directora del Instituto de

Formación y Cooperación Técnica, OMC

Sesión I

Presidente: Robert Koopman, Economista Principal y Director de la División de Estudios Económicos y Estadística, OMC

Ponentes: Carlos Primo Braga, Profesor de Economía

Política Internacional (IMD) y Director del Grupo Evian

Desiree Van Gorp, Profesora de Comercio Internacional y Diplomacia, Nyenrode Business Universiteit, Países Bajos

Sesión II

Presidente: Roderick Van Schreven, Embajador, Representante Permanente ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, Países Bajos

Ponentes: Nassim Oulmane, Economista Superior,

Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, Oficina para el África Septentrional

Frederick Matwanga, Misión Permanente de Kenya, Ginebra (en nombre del Embajador Karau)

Observaciones finales: Yonov Frederick Agah, Director General

Adjunto, OMC

En esta actividad paralela, organizada por el Instituto de Formación y Cooperación Técnica (IFCT) y la División de Estudios Económicos y Estadística (DEEE) de la OMC, se examinaron las conclusiones de investigaciones realizadas por titulares de cátedras OMC. La participación de los titulares de cátedras OMC contribuyó a familiarizarlos con el proceso de Ayuda para el Comercio y facilitó las interacciones entre los responsables de la formulación de políticas y los círculos académicos. Los documentos presentados se centraron sobre todo en cuestiones relacionadas con la facilitación del comercio, la Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo después de 2015, la reducción de los costos del comercio y el desarrollo inclusivo y sostenible, los retos para el avance en las cadenas de valor mundiales y regionales, la vigilancia y evaluación de los paquetes de Ayuda para el Comercio, el desarrollo del sector privado y de la infraestructura, la integración comercial regional y la función de la OMC y los responsables de la formulación de políticas en la facilitación de este proceso.

La finalidad de la actividad era familiarizar a los titulares de cátedras OMC con la Ayuda para el Comercio y el proceso de facilitación del comercio y, al mismo tiempo, facilitar las interacciones entre los responsables de la formulación de políticas y los círculos académicos.

Esta actividad paralela contó con presentaciones de diversos estudios de investigación a cargo de los titulares de cátedras OMC.

Presentación

Se dio inicio a la actividad con las palabras de bienvenida de Xiaozhun Yi, Director General Adjunto, OMC, y Bridget Chilala, Directora del Instituto de Formación y Cooperación Técnica, OMC. El Director General Adjunto Yi señaló que la reducción de los costos del comercio era una medida en pro del desarrollo y explicó por qué, en determinadas reformas encaminadas a facilitar el comercio, constituía un elemento decisivo para esos esfuerzos. Recordó la importancia de la facilitación del comercio, y en particular del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, para los países en desarrollo. Por último, expresó el deseo de que las contribuciones de los titulares de cátedras se publicasen en forma de libro.

Sesión I

Cátedra OMC en el Brasil: El estudio de investigación realizado por Vera Thorstensen, Lucas Ferraz, Thiago Nogueira y Belisa Eleoterio sobre "El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio y sus repercusiones en la industria de transformación brasileña" abordó la creciente importancia del factor temporal, la documentación disponible sobre las ventajas de la facilitación del comercio y el "Programa Portal Unico de Comercio Exterior", un sistema en línea destinado a unificar y simplificar

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todos los sistemas de los organismos gubernamentales que participaban en los procesos de exportación e importación del país. Lucas Ferraz señaló que el Portal Unico tenía por objeto reducir de 13 a 8 días el tiempo medio requerido para las exportaciones y de 17 a 10 días el de las importaciones. Sobre la base de estimaciones empíricas, el ahorro estimado para los comerciantes internacionales brasileños como resultado de la reducción de las demoras en aduana ascendería a 22.800 millones de dólares EE.UU. en 2017 (en dólares de 2013) y a 33.400 millones de dólares EE.UU. en 2030. Se estimaba que el programa de Portal Unico podría desatar todo el potencial de la economía brasileña y contribuir sustancialmente a la transformación de la industria nacional, el crecimiento de las corrientes comerciales y las inversiones y el aumento del PIB. Además, a la luz de análisis empíricos, la reducción de los costos de transacción podía tener efectos positivos no solo para el Brasil sino también para muchos otros Miembros de la OMC.

Cátedra OMC en Rusia. Sergei F. Sutyrin, Olga Y. Trofimenko y Tatiana M. Isachenko, de la Universidad Estatal de San Petersburgo, presentaron un estudio de investigación titulado "Posibles efectos de la Unión Económica Euroasiática para la facilitación del comercio y la promoción de las cadenas de valor regionales". En el estudio se evaluaban las actividades recientes de esa Unión, creada el 1º de enero de 2015 e integrada por Rusia, Belarús, Kazajstán y Armenia. Se centraba la atención en la armonización de la política comercial, en la evolución del comercio y las inversiones y en las formas en que el AFC podía promover el comercio en la región. Se señalaron los principales problemas que aumentaban los costos comerciales en la Unión Económica Euroasiática, a saber: el bajo nivel de la infraestructura logística, una estructura de exportación no diversificada, un entorno empresarial poco propicio y la presencia de una gran variedad de obstáculos no arancelarios, incluidos obstáculos técnicos al comercio y requisitos de certificación. El costo estimado de estos obstáculos al comercio en la región se situaba entre el 15% y el 25% del valor de las exportaciones. La investigación puso de relieve las potencialidades y el interés de los miembros de la Unión Económica Euroasiática en cuanto al aprovechamiento de las ventajas del AFC a fin de impulsar el comercio regional e internacional, incluida la participación en las cadenas de valor regionales y mundiales. Se espera que la facilitación del comercio ayude a los países a mejorar sus resultados según el Índice de Desempeño Logístico, así como a mitigar los efectos negativos de las perturbaciones externas y del "mal holandés" en la región al aumentar la competitividad de los productos básicos, atraer inversiones y fomentar la transformación estructural.

Cátedra OMC en Túnez. El estudio de investigación preparado por Leila Baghdadi, de la Escuela de Administración de Negocios de Túnez, Universidad de Túnez, e Inma Martínez-Zarzoso y Hendrik W. Kruse, de la Universidad de Göttingen, se centró en el tema "La política comercial sin facilitación del comercio: lecciones de la transmisión de aranceles en Túnez". Se examinó el grado en que los cambios en los aranceles, los precios internacionales y los obstáculos no arancelarios se transmitieron a los precios al consumidor en Túnez durante el período 2000-2008. Ello ocurrió en un entorno caracterizado por aranceles y obstáculos no arancelarios relativamente elevados en Túnez y por niveles tan estrictos de control de precios que dificultaban considerablemente la medición de los efectos distributivos de los ajustes arancelarios o de otras políticas comerciales. En el estudio se formuló una ecuación que recogiera los efectos de transmisión, utilizando datos sectoriales sobre el nivel de los precios al por menor y teniendo en cuenta la posible heterogeneidad sectorial no observada. Los resultados mostraron que el efecto de transmisión de los cambios arancelarios a los precios al por menor fue en promedio de solo un 10%, nivel considerablemente inferior al registrado en otros estudios sobre países en desarrollo. El efecto de transmisión fue del 8% en la agricultura y del 7% en las manufacturas, mientras que en el sector de servicios fue negativo. A la luz de esos resultados, no se preveía una baja o un ajuste de los precios al por menor como consecuencia de una reducción de los aranceles, lo que a su vez indicaba que los consumidores no se beneficiaban de la liberalización del comercio debido a las distorsiones del mercado, los controles de precios, los subsidios y los obstáculos a la entrada. El estudio indicaba asimismo que las medidas de facilitación del comercio, incluido el mejoramiento del entorno empresarial, podían intensificar el efecto de transmisión a los precios al consumidor.

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Sesión II

Cátedra OMC en Sudáfrica. La profesora Wilma Viviers, de la North-West University, Sudáfrica, presentó su estudio sobre la racionalización de los esfuerzos por fomentar las exportaciones de Sudáfrica en el África Subsahariana mediante un enfoque modelo, el Modelo de Apoyo a las Decisiones. El estudio ponía de relieve las múltiples dificultades que enfrentaban las exportaciones de Sudáfrica en el mercado regional y mostraba que el Modelo de Apoyo a las Decisiones permitía descubrir con facilidad las oportunidades de mercado. La investigación mostró que los obstáculos al comercio, tanto para los productos como para los servicios, podían socavar la competitividad y retrasar el crecimiento y el desarrollo. La reducción de los costos del comercio ayudaba a los países en desarrollo a diversificar su economía en sectores más dinámicos. El titular de la Cátedra ha desarrollado el concepto teórico denominado Modelo de Apoyo a las Decisiones, que permite identificar los mercados "de más fácil acceso" que presentan obstáculos de entrada menos estrictos y son accesibles de forma inmediata.

Cátedra OMC en Benin. Fulbert Gero Amoussouga, Profesor, Universidad Abomey Calavi, Benin, puso de relieve el papel del subsidio otorgado por la cuenta Millenium Challenge Account, creada por el Gobierno de los Estados Unidos en 2006 para apoyar las políticas encaminadas a facilitar las reformas de la plataforma comercial en el puerto de Benin y analizar su repercusión en la facilitación del comercio. El puerto se había enfrentado a una fuerte competencia en años recientes debido a sus procedimientos administrativos engorrosos y a su lentitud, que era cuatro veces mayor a la observada en sus países vecinos. A fin de resolver estos problemas, con cargo a la Millenium Challenge Account se habían financiado varias reformas de diversos grados de profundidad. El orador señaló que las reformas realizadas con respecto a las operaciones portuarias en la bahía de Cotonú habían tenido efectos positivos de facilitación del comercio y dado lugar a un aumento significativo del volumen del comercio. Se habían reducido el tiempo y los costos relacionados con las corrientes comerciales, lo que había contribuido a acortar de cinco días a unos siete minutos el tiempo necesario para procesar los pagos. En conclusión, el orador dijo que el país continuaría las reformas en materia de facilitación del comercio con miras a garantizar su competitividad futura y a hacer del puerto autónomo de Benin un puerto para toda la región.

Cátedra OMC en Marruecos. Azzedine Ghoufrane, Profesor, Universidad Mohammed V, Souissi, Marruecos, presentó una investigación sobre la ayuda a la facilitación del comercio, la reducción de los costos del comercio y el aumento del rendimiento comercial del país. Se habían iniciado varias reformas incluso antes de la entrada en vigor del AFC, en particular la apertura de una ventanilla única para las formalidades portuarias. Esto había facilitado considerablemente las corrientes comerciales. Esta ventanilla única se estableció a fin de ayudar a reducir el costo de la logística portuaria mediante una programación óptima de las etapas previas a la llegada de los buques y la mejora del tránsito y proceso portuarios gracias a una comprensión más cabal de la información sobre los productos que pasaban a través de los puertos marroquíes.

Conclusiones

Yonov Frederick Agah, Director General Adjunto, OMC, agradeció a los titulares de Cátedras OMC su excelente labor y expresó la esperanza de que seguirían comprometidos con el programa de investigación y extensión de la OMC y brindándole su apoyo. Señaló que todos los estudios confirmaban que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio firmado en la última Conferencia Ministerial de la OMC podía generar importantes ventajas para la economía mundial, especialmente en las regiones en desarrollo. Instó a que se publicaran las investigaciones y los resultados presentados durante esta actividad por los titulares de Cátedras a fin de garantizar su más amplia difusión. Por último, expresó su gratitud al Reino de los Países Bajos por su apoyo al Programa de Cátedras OMC.

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12ª actividad paralela: Asociaciones entre los sectores público y privado en el siglo XXI - Un nuevo modelo para la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio

Organizada por:

Misión Permanente de los Estados Unidos, Ginebra

Ponentes: Eric Postel, Administrador Asociado,

Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

Dominik Ziller, Director General Adjunto, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania

John O'Neill, Ministro y Representante Permanente Adjunto ante la OMC, Canadá

Amgad Shehasta, Primer Vicepresidente, United Parcel Service

Sang Woo Kim, Presidente, Asuntos Empresariales para Europa, Samsung Electronics

Justin Bayili, Secretario Ejecutivo, Borderless Alliance

Donia Hammami, Ejecutiva de Asuntos Fiscales y Aduaneros y Facilitación del Comercio, Cámara de Comercio Internacional

Rakesh Shah, Asesor en Política Económica, Departamento para el Desarrollo Internacional, Reino Unido

Las grandes y pequeñas empresas consideran que los países en desarrollo tienen un enorme potencial comercial, pero les preocupan sus graves deficiencias, como los trámites burocráticos y la corrupción, que alargan el tiempo necesario para transportar las mercancías a través de las fronteras y encarecen su costo.

En el marco de esta actividad se anunció oficiosamente una nueva iniciativa de varios países y asociaciones del sector privado, la Alianza Global para la Facilitación del Comercio ("la Alianza"). Los integrantes de la mesa redonda alentaron a otros países, organizaciones y asociaciones del sector privado a que se sumaran a la Alianza. El lanzamiento oficial de la Alianza Global para la Facilitación del Comercio está previsto en el marco de la Décima Conferencia Ministerial que se celebrará en Nairobi en diciembre de 2015.

Presentación

En sus observaciones introductorias, Eric Postel, Administrador Asociado, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, señaló que el objetivo de la Alianza era promover la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC. Para lograr esta meta, la Alianza esperaba obtener apoyo financiero y técnico de los donantes y el sector privado. Los Estados Unidos habían asignado una donación anual por valor de 10 millones de dólares EE.UU. durante cinco años en apoyo de la iniciativa, y se invitaba a otros donantes a hacer contribuciones similares. Si bien aún no se habían precisado por completo sus funciones, a la luz de las deliberaciones iniciales cabía suponer que la Alianza tendría una estructura flexible, con un fuerte sistema de supervisión y evaluación.

John O'Neill, Ministro y Representante Permanente Adjunto ante la OMC, Canadá, hizo hincapié en que la aprobación del AFC fue una medida histórica que beneficiaba a los países en desarrollo. Por tanto, la creación de la Alianza en asociación con el sector privado sería una herramienta decisiva para la aplicación del AFC.

Dominik Ziller, Director General Adjunto, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania, afirmó que la iniciativa utilizaría fondos privados para la facilitación del comercio. Dado que los países sin litoral y los países menos adelantados enfrentaban un mayor número de obstáculos para el comercio, estos serían los países a los que la Alianza daría prioridad. Un elemento importante de la Alianza era que permitiría la cooperación entre el gobierno y el sector privado.

Amgad Shehasta, Primer Vicepresidente, United Parcel Service (UPS), señaló que de los 161 Miembros de la OMC solo 9 cumplían la norma de mejores prácticas con respecto a la facilitación del comercio. Las cuestiones fronterizas seguían siendo el principal problema para los clientes de UPS, y la participación en la Alianza daría a UPS la oportunidad de hacer oír la voz de sus clientes.

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Rakesh Shah, Asesor en Política Económica, Departamento para el Desarrollo Internacional, Reino Unido, observó que el propósito de la Alianza era contar con la opinión y la experiencia del sector privado en la fase de aplicación del AFC.

Sang Woo Kim, Presidente, Asuntos Empresariales para Europa, Samsung Electronics, se refirió a los numerosos países en que Samsung tenía instalaciones de producción y señaló que las diferencias existentes entre los procedimientos aduaneros de los países constituían uno de los principales problemas para los productos de Samsung. La armonización de los procedimientos aduaneros redundaría en una mayor eficiencia en función de los costos y capacidad de previsión para la empresa. En consecuencia, Samsung apoyaría y contribuiría a la Alianza para una aplicación efectiva del AFC.

Justin Bayili, Secretario Ejecutivo, Borderless Alliance, destacó que Borderless Alliance, cuyo objetivo era eliminar los obstáculos al comercio en el África Occidental, apoyaría la Alianza. Borderless Alliance operaba en tres ámbitos, a saber: i) la promoción del debate entre los sectores privado y público sobre los problemas fronterizos; ii) el apoyo a los centros de información administrados por ex funcionarios de aduanas con amplia experiencia a fin de respaldar la circulación de las mercancías; y iii) los esfuerzos encaminados a eliminar las restricciones en materia de administración de carreteras en todo el territorio del África Occidental. Borderless Alliance podía contribuir a la labor de la Alianza, en particular mediante la difusión de información a las partes interesadas en el África Occidental.

Donia Hammami, Ejecutiva de Asuntos Fiscales y Aduaneros y Facilitación del Comercio, Cámara de Comercio Internacional, hizo hincapié en que la aplicación del AFC contribuiría a facilitar, agilizar y abaratar el comercio. El sector privado podría ayudar a la Alianza a identificar los problemas y oportunidades a nivel local y las inversiones en las cadenas de valor mundiales, hallar posibles soluciones y brindar retroalimentación sobre los resultados de las actividades. Añadió que la Alianza complementaría la labor de otras redes existentes, como Borderless Alliance.

Preguntas y observaciones

Los asistentes formularon varias preguntas y observaciones. En respuesta a una pregunta sobre los incentivos que tendría el sector privado para invertir, el Sr. Bayili señaló que la racionalización de los procedimientos fronterizos daría acceso a millones de consumidores del África Occidental y sería un gran aliciente para las empresas de la región. El Sr. O'Neill, en respuesta a la misma pregunta, dijo que el sector privado deseaba un entorno estable y predecible para sus políticas de inversión y que la facilitación del comercio permitiría lograr mejoras a este respecto. El Sr. Kim también reiteró que la aplicación del AFC sería un incentivo para las inversiones de Samsung.

Conclusión

Los integrantes de la mesa redonda pusieron de manifiesto la firme voluntad existente entre los gobiernos y sectores privados que ya participaban en la Alianza de crear un nuevo modelo eficaz de aplicación del AFC. La Unión Internacional de Transportes por Carretera, la Organización Mundial de Aduanas, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos expresaron su apoyo a la Alianza.

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13ª actividad paralela: Las indicaciones geográficas como motor del desarrollo

Organizada por:

Misión Permanente de Francia, Ginebra

Presidente: Jean-Paul Thuillier, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Francia

Ponentes: Aurélie Ahmim-Richard, Agence Française

de Développement Siriporn Boonchoo, Directora de Normas y

Certificación para la Seda, Ministerio de Agricultura, Tailandia

Sarada de Silva, Presidente, Asociación de la Canela de Sri Lanka

Andrzej Szumowski, Presidente, Asociación Polaca del Vodka

Angelos Pangratis, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Unión Europea

A partir de los ejemplos de la seda de Tailandia, la canela de Sri Lanka y el vodka de Polonia, esta actividad paralela, que contó con una nutrida participación, mostró la importancia de las indicaciones geográficas para las estrategias de desarrollo, no solo para las comunidades locales, sino también para el desarrollo sostenible y la integración en las corrientes comerciales internacionales.

Aurélie Ahmim-Richard, Agence Française de Développement (AFD), inauguró la actividad paralela con una presentación de la labor de la AFD sobre el establecimiento de indicaciones geográficas en los países en desarrollo, que abarcaba desde estudios de viabilidad hasta ayuda para el desarrollo de marcos institucionales.

Siriporn Boonchoo, Directora de Normas y Certificación para la Seda, Ministerio de Agricultura, Tailandia, presentó la indicación geográfica que había permitido la protección de cuatro productos desde 2007 mediante un proyecto conjunto de la AFD y la FAO. Destacó las ventajas económicas para los pequeños productores de la región de Lumphun y para toda la comunidad local. Esta protección también tenía repercusiones en los planos nacional e internacional (por ejemplo, la promoción del turismo).

Sarada de Silva, Presidente, Asociación de la Canela de Sri Lanka, explicó las razones que habían conducido al sector a adoptar para la canela de Sri Lanka el enfoque basado en la indicación geográfica (actualmente en curso de aplicación con asistencia de la ONUDI y del Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio). Recalcó la importancia de proteger a nivel internacional la denominación de la canela de Sri Lanka, que estaba arraigada en la identidad del país. Esta protección había aumentado, lo que consolidaba los ingresos de los productores, así como la participación de Sri Lanka en el mercado internacional de la canela.

Andrzej Szumowski, Presidente, Asociación Polaca del Vodka, presentó el caso del vodka polaco, que tenía una historia de más de 600 años. En 2013 se había preparado una especificación de indicación geográfica para definir los ingredientes utilizados en la producción del vodka polaco y limitar su área de producción. La indicación geográfica contribuía a mantener las salvaguardias de calidad para el consumidor, así como las ventajas sociales (desarrollo rural) y ambientales.

Angelos Pangratis, Embajador, Representante Permanente ante la OMC, Unión Europea, recordó el marco europeo de denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas. Puso de relieve el interés de los países en desarrollo, especialmente de los PMA, y de las comunidades locales, incluidas las más vulnerables, por desarrollar estrategias de diferenciación basadas en las características de sus productos y asegurar la protección de estos mediante indicaciones geográficas, así como por integrarse en el sistema de comercio internacional con productos de mayor valor, todo lo cual hacía todavía más pertinente la estrategia de la UE de promoción de las indicaciones geográficas, tanto en el marco de la OMC como en otros foros.

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Preguntas y observaciones

El Embajador de Sri Lanka subrayó el interés de su país por el establecimiento de indicaciones geográficas para la creación de nuevos productos y para una mejor integración en la cadena de valor. Subrayó asimismo la importancia del apoyo prestado por los donantes. El ITC se preguntaba por el costo real de la aplicación de las indicaciones geográficas y la necesidad de analizar con exactitud el rendimiento de las inversiones, haciendo hincapié en la falta de estudios sobre esta cuestión. Los participantes en la mesa redonda también pusieron de relieve la importancia de tener en cuenta los efectos positivos que rebasaban el ámbito de los productores (desarrollo rural, creación de empleo, turismo ...). La UNCTAD relató su experiencia en esta esfera y destacó los retos a que se enfrentaba la aplicación de las indicaciones geográficas, especialmente en los PMA, dada la falta de un marco jurídico e institucional previo. La AFD confirmó estas dificultades, pero insistió en que había habido casos exitosos, y recalcó la importancia de una voluntad colectiva y del necesario apoyo por parte de las autoridades.

Conclusión

El Presidente clausuró la sesión haciendo hincapié en las potencialidades que ofrecían las indicaciones geográficas a los países en desarrollo para la integración de sus productos en las cadenas de valor. En conclusión, afirmó que las indicaciones geográficas eran un importante vector del desarrollo.

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14ª actividad paralela: Aplicar medidas de facilitación del comercio y de comercio sin papel en aras del crecimiento sostenible: datos de las comisiones regionales de las Naciones Unidas

Organizada por:

Comisiones regionales de las Naciones Unidas

Presidente: Christian Friis Bach, Secretario Ejecutivo, Comisión de las Naciones Unidas para Europa (CEPE)

Ponentes: Yann Duval, Jefe, Dependencia de

Facilitación del Comercio, División de Comercio e Inversiones, Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP)

David Luke, Coordinador, Centro de Políticas Comerciales de África, Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (CEPA)

Adel Al-Ghaberi, Primer Oficial de Asuntos Económicos, CESPAO

Tom Butterly, Director Adjunto, División de Comercio, CEPE

¿Cuál es el mejor modo de orientar la facilitación del comercio para que respalde el crecimiento sostenible en los países en desarrollo? Teniendo en cuenta los resultados de la primera Encuesta mundial sobre la facilitación del comercio y la aplicación del comercio sin papel, los representantes de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas presentaron sus enfoques, experiencias positivas, retos y lecciones extraídas al respecto. Las presentaciones ilustraron el efecto en el desarrollo de la labor de facilitación del comercio realizada por las comisiones regionales de las Naciones Unidas en esferas como racionalización de los procedimientos de despacho en frontera; creación de sinergias entre la facilitación del comercio y las funciones de control y garantía de la calidad; reducción de los costos de las transacciones; aplicación de normas internacionales sobre el comercio sin papel y otras herramientas innovadoras de facilitación del comercio.

Presentación

Christian Friis Bach, Secretario Ejecutivo, Comisión de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), inauguró la actividad paralela destacando la importancia de la facilitación del comercio y de la función de apoyo a los Estados Miembros que desempeñaban las comisiones regionales de las Naciones Unidas en esta esfera de política. Las comisiones regionales de las Naciones Unidas brindaban un apoyo sustancial a la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC mediante la creación de capacidad y la asistencia técnica.

Yann Duval, Jefe, Dependencia de Facilitación del Comercio, División de Comercio e Inversiones, Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP), presentó la Encuesta mundial sobre la facilitación del comercio y la aplicación del comercio sin papel. Esta encuesta tuvo por objeto suplir una falta de información sistemática sobre la aplicación de las medidas de facilitación del comercio, incluidas las relativas al comercio sin papel. La encuesta, que se realizó por primera vez en 2014, incluyó las medidas relacionadas con la observancia del AFC de la OMC, así como las medidas de aplicación del comercio sin papel que no dependían del cumplimiento de las disposiciones de dicho Acuerdo. Se habían reunido datos de 111 países, los cuales daban una idea cabal del grado de aplicación de las medidas de facilitación del comercio en las distintas regiones. Entre las medidas cuya aplicación era deficiente se contaban: el establecimiento y la publicación de los plazos medios de despacho (Asia Meridional, América Latina); las medidas de facilitación del comercio para operadores autorizados (Oriente Medio y África Septentrional); y la introducción de sistemas electrónicos de ventanilla única (Pacífico). Todos los datos estarían disponibles en línea a través del siguiente enlace: http://unnext.unescap.org/UNTFSurvey2015.asp. En cualquier momento podía presentarse información adicional sobre el estado de aplicación de las medidas en mayo de 2015.

David Luke, Coordinador Centro de Políticas Comerciales de África, Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (CEPA), recalcó que la evaluación de las necesidades en el marco del AFC de la OMC seguía siendo indispensable y que la Encuesta mundial sobre la facilitación del comercio realizada por las comisiones regionales de las Naciones Unidas constituía un complemento útil. Seguían representando un problema importante la calidad desigual y la cobertura incompleta de los datos, como consecuencia, por ejemplo, de las tasas de respuesta comparativamente bajas de los PMA y los países en desarrollo sin litoral. Sin embargo, era evidente que en los países africanos se habían logrado progresos como resultado de los crecientes esfuerzos desplegados en los planos nacional y regional. Los países africanos habían prestado más atención a las medidas generales de facilitación del comercio (en particular a las formalidades) que a las cuestiones relativas al comercio sin papel. Los PMA solían registrar niveles de aplicación más

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bajos, especialmente con respecto a los arreglos institucionales y la transparencia. Las comunidades económicas regionales habían desempeñado un papel importante en la promoción de la labor de facilitación del comercio, sobre todo en términos de facilitación del transporte y el tránsito. La brecha entre los PMA de África y los demás países en desarrollo parecía ser particularmente grande en materia de arreglos institucionales y transparencia. Los retos institucionales parecían ser una de las principales preocupaciones para los PMA de África, desde el punto de vista de las necesidades de coordinación y del desarrollo de la capacidad.

Roy Santana, División de Acceso a los Mercados, OMC, en sustitución de Sebastián Herreros, CEPAL, presentó los parámetros básicos de la encuesta realizada por la CEPAL, junto con los principales resultados y conclusiones respecto de los países de América Latina y el Caribe. En la región de América Latina y el Caribe, como en otras regiones, también se observaban diferentes tasas de respuesta. Entre las esferas de aplicación escasa o incompleta se incluían el establecimiento de comités nacionales de facilitación del comercio, las consultas entre los asociados sobre proyectos de normas en materia de facilitación del comercio, y los sistemas electrónicos de ventanilla única. Existía un mayor grado de aplicación de la gestión de riesgos en relación con la inspección física de las remesas y los mecanismos independientes de apelación contra decisiones aduaneras. Además, en muchos casos no se publicaban regularmente los plazos de despacho. Pese a esta aplicación incompleta, los mayores progresos se registraron en la esfera de la ventanilla única electrónica, seguida de las medidas relativas al operador económico autorizado y a la presentación de documentación por medios electrónicos. Una capacidad limitada de recursos humanos, la falta de coordinación entre los organismos gubernamentales y las restricciones financieras se mencionaron como los principales obstáculos.

Adel Al-Ghaberi, Primer Oficial de Asuntos Económicos, CESPAO, esbozó los resultados de la Encuesta sobre facilitación del comercio para la región árabe. Esos resultados mostraban que en los países árabes se observaban diversos niveles de aplicación de las medidas de facilitación del comercio. La mayoría de los países de la CESPAO habían aplicado la mayor parte de las medidas al menos parcialmente, pero en distintos grados. La medida más ampliamente aplicada era el establecimiento de comités nacionales de facilitación del comercio, mientras que la menos aplicada era la autorización previa a la llegada. En la presentación de la CESPAO también se pusieron de relieve algunas cuestiones relativas a la facilitación del comercio, en particular la logística comercial a nivel del sector privado. Una encuesta sobre la forma en que las empresas privadas de algunos países de la CESPAO manejaban la logística reveló que, contrariamente a la tendencia mundial, no se recurría a los proveedores de servicios logísticos especializados para atender a las necesidades de logística, sino que las empresas encargaban esa labor a departamentos de logística propios. Se estimaba que esta práctica incrementaba el costo de la logística y resultaba ineficiente.

Yann Duval, Jefe, Dependencia de Facilitación del Comercio, División de Comercio e Inversiones, CESPAP, presentó datos sobre la aplicación de las medidas de facilitación del comercio en la región de Asia y el Pacífico. Las tasas de aplicación eran sumamente variables en toda la región y el grado de aplicación más bajo se registraba en los pequeños Estados insulares en desarrollo, los PMA y los países en desarrollo sin litoral. Las medidas relacionadas con la transparencia y la agilización de las formalidades eran las más ampliamente aplicadas. El grupo de medidas relativas al comercio transfronterizo sin papel tenía la tasa más baja de aplicación. El intercambio electrónico de las normas sanitarias y fitosanitarias era un sector específico en que se registraba un nivel de aplicación limitado. Los mayores progresos se habían logrado en los sistemas aduaneros automatizados, la gestión de riesgos y la ventanilla única y otras medidas en la esfera del comercio sin papel. Los Miembros de la CESPAP se esforzaban activamente por subsanar las deficiencias jurídicas relacionadas con el intercambio transfronterizo y el reconocimiento legal de los datos y documentos electrónicos en aras de lograr una facilitación del comercio inclusiva y sostenible, en particular mediante la negociación en curso de un tratado regional de las Naciones Unidas sobre la facilitación del comercio transfronterizo sin papel.

Tom Butterly, Director Adjunto de la División de Comercio, CEPE, señaló que las ventajas económicas potenciales de la facilitación del comercio eran evidentes, pues los países mejor calificados según el Índice de Competitividad Mundial del Foro Económico Mundial también eran los que registraban las tasas más elevadas de aplicación de las medidas previstas en el AFC de la OMC. La CEPE, por conducto de su Centro de Facilitación del Comercio y las Transacciones Electrónicas, había desarrollado una amplia gama de normas, recomendaciones y herramientas de alcance mundial en apoyo de la aplicación de la facilitación del comercio. La serie de recomendaciones de la CEPE sobre el sistema de ventanilla única (recomendaciones 33, 34 y 35) se habían llevado a la práctica en más de 70 países de todo el mundo, no solo en la región de

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la CEPE. La Guía para la Aplicación de la Facilitación del Comercio39, preparada por las Naciones Unidas en colaboración con otras organizaciones internacionales, era una útil hoja de ruta para la aplicación. Los comités nacionales de aplicación de la facilitación del comercio desempeñaban una importante función y podían realzar el papel del sector privado en la esfera de la formulación de políticas. La CEPE prestaba servicios de extensión y apoyo a los Estados miembros para la aplicación de sus instrumentos.

3939 http://tfig.unece.org/.

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15ª actividad paralela: Infraestructura regional de facilitación del comercio - Repercusiones en el crecimiento y la reducción de la pobreza

Organizada por:

Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI, por sus siglas en inglés)

Observaciones introductorias: Louise Thomas, Jefa de Comercio para el Desarrollo, Dependencia de Política Comercial, Departamento para el Desarrollo Internacional, Reino Unido

Presidente: Ganeshan Wignaraja, Asesor, Departamento de Investigación Económica y Cooperación Regional, Banco Asiático de Desarrollo

Ponentes: Marie-Agnès Jouanjean, Investigadora

Asociada, Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI)

Olivier Cadot, Investigador Superior Asociado, Foundation for International Development Study and Research, y Director de Investigación, Institut d'Économie Appliquée

Ben Shepherd, Consultor, Developing Trade

Frank Matsaert, Director General, TradeMark East Africa

Gerald Makau Masila, Director Ejecutivo, Eastern Africa Grain Council

Jodie Keane, Asesora Económica, División de Comercio, Secretaría del Commonwealth

Jaime de Melo, Asociado Superior, Foundation for International Development Study and Research

En esta actividad se examinaron los datos relativos a las repercusiones de la infraestructura regional de facilitación del comercio en el crecimiento y la reducción de la pobreza sobre la base de un proyecto de investigación que dirige el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI, por sus siglas en inglés) y que ha sido financiado por el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido. Las conclusiones preliminares indican que las mejoras logradas en la infraestructura regional de facilitación del comercio en el África Subsahariana redundarán muy probablemente en crecimiento y reducción de la pobreza por vías directas e indirectas, si bien pueden registrarse efectos negativos para ciertos grupos si no se aplican políticas complementarias. La existencia de infraestructura adecuada promueve el comercio al reducir los costos; no obstante, se carece de estudios que aíslen los efectos específicos de la infraestructura regional. La infraestructura y la integración regionales pueden fomentar el crecimiento y la productividad mediante un aumento del comercio, la inversión y la competencia. De la interacción entre la infraestructura física (por ejemplo, carreteras, puertos) y la infraestructura no física (por ejemplo, determinados servicios de transporte, normas regionales) se derivan también efectos en el comercio.

Presentación

Louise Thomas, Jefa de Comercio para el Desarrollo, Dependencia de Política Comercial, Departamento para el Desarrollo Internacional, Reino Unido, destacó la importancia del tema en su presentación introductoria, que fue seguida de unas palabras del Presidente, Ganeshan Wignaraja, Asesor, Departamento de Investigación Económica y Cooperación Regional, Banco Asiático de Desarrollo, quien explicó el objetivo y las bases de investigación del proyecto.

La mesa redonda se inició con una presentación a cargo de Marie-Agnès Jouanjean, Investigadora Asociada, Instituto de Desarrollo de Ultramar, en la que destacó la importancia de adoptar una perspectiva regional en el África Subsahariana. Los datos disponibles mostraban que la distancia era por lo general un factor relevante y que los países solían comerciar más con sus vecinos que con el resto del mundo. Sin embargo, los países africanos estaban bastante "orientados hacia el exterior" en su práctica comercial, y a veces podía resultar más fácil comerciar con la UE que con un país vecino. Esto se debía en parte a los problemas de infraestructura y los regímenes comerciales del continente africano. Una conclusión preliminar del proyecto era la importancia decisiva de la transmisión de la reducción de costos del comercio a los productores y los consumidores con miras a incidir en el crecimiento y la reducción de la pobreza. La complementariedad entre la infraestructura no física y la infraestructura física era fundamental. En particular, para lograr una reducción de la pobreza, la etapa final era decisiva, no solo en la infraestructura física sino también en la infraestructura no física.

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Olivier Cadot, Investigador Superior Asociado, Foundation for International Development Study and Research, y Director de Investigación, Institut d'Économie Appliquée, y Ben Shepherd, Consultor, Developing Trade, presentaron sendas investigaciones en curso. Olivier Cadot utilizó datos sobre la intensidad de la luz nocturna procedentes de las imágenes satelitales para investigar el efecto de las fronteras en la actividad económica a lo largo de las carreteras transfronterizas. Sus conclusiones confirmaron la hipótesis de que la actividad económica en el África Subsahariana estaba concentrada muy cerca de las fronteras, lo que reflejaba un comercio informal que requería la presencia física (relevo de camiones, etc.). No obstante, este efecto había ido disminuyendo entre 1995 y 2013, lo que indicaba que las inversiones en la modernización de los puestos de frontera y las reformas de los regímenes comerciales habían tenido como resultado una "formalización del comercio".

Ben Shepherd presentó los progresos alcanzados hasta la fecha en su proyecto sobre "Infraestructura, comercio y conectividad en redes en el África Subsahariana". Con ayuda de cuadros de insumo-producto a nivel multirregional procedentes de la base de datos de insumo-producto multirregional EORA, mostró que los países africanos participaban menos en el comercio regional que en el comercio con grandes bloques comerciales externos a la región, como los Estados Unidos, China y la UE. La infraestructura, tanto física como no física, era uno de los factores que determinaban la posición de un país en la red de cadenas de valor mundiales.

Entre los participantes en el debate, Frank Matsaert, Director General, TradeMark East Africa, centró la atención en la identificación de vías directas e indirectas para reducir la pobreza. Observó que existían riesgos para los pobres; por ejemplo, cualquier reforma de los regímenes comerciales o las inversiones en infraestructura y puestos de frontera entrañaría costos por concepto de ajustes a nivel macroeconómico. Instó a que se establecieran estrategias de exportación para los países sin litoral a fin de apoyarlos durante el período de ajuste.

Gerald Makau Masila, Director Ejecutivo, Eastern Africa Grain Council, presentó un proyecto relativo a la modernización de un almacén en el África Oriental y los desafíos y las ventajas de la armonización normativa para los pequeños propietarios de la región. El proceso de sensibilización respecto de las normas y de su aplicación era constante. Puso de relieve los problemas relacionados con los conocimientos especializados en materia de clasificación de los productos a nivel de almacén, así como a los laboratorios, etc.

Jodie Keane, Asesora Económica, División de Comercio, Secretaría del Commonwealth, recomendó que se hiciera una distinción más clara entre las cadenas de valor especializadas verticalmente y las de carácter acumulativo y basadas en recursos, y que se analizaran los efectos posteriores del crecimiento inclusivo y la reducción de la pobreza.

Por último, Jaime de Melo, Asociado Superior, Foundation for International Development Study and Research, puso de relieve el cambio de enfoque de la reducción de la pobreza, que dejó de centrarse exclusivamente en la población muy pobre para abarcar también la mejora de la situación de las personas con ingresos diarios inferiores a 25-30 dólares en el Brasil, China, la India, Rusia y Sudáfrica.

Preguntas y observaciones

Las preguntas y observaciones del público guardaron relación principalmente con el gran volumen de comercio informal existente en África que no estaba reflejado en los datos oficiales. Las mejoras de infraestructura tendientes a reducir el tiempo que necesitaban los participantes en el comercio informal y los pequeños comerciantes para atravesar las fronteras redundarían en beneficios para el ingreso de las familias y les permitirían invertir en educación. Esto produciría un importante efecto de inversión en infraestructura que no quedaba inmediatamente reflejado en las estadísticas.

Ben Shepherd señaló que las principales conclusiones a que había llegado en su análisis de las redes se sostenían pese a la presencia del comercio informal. Mencionó un reciente análisis realizado en el África Occidental, donde había sido realmente difícil encontrar cadenas de valor regionales, dado que la mayoría de las cadenas de valor seguían limitándose al ámbito nacional. Esto indicaba que los acuerdos comerciales regionales, al menos en algunas partes de África, aún no eran efectivos en la práctica y requerían otras reformas y mejoras de infraestructura. Otro tema de debate se centró en los riesgos y las ventajas de la contenedorización a efectos de reducir el costo del comercio; el orador sugirió que esta cuestión fuera objeto de futuras investigaciones.

Conclusión

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Al término de la mesa redonda, los participantes hicieron hincapié en la necesidad de hallar medios de promover las ventajas de la facilitación del comercio para los pobres, así como en la separación de los efectos de las inversiones en infraestructura física y en infraestructura no física. Otra cuestión que habría que abordar era la forma de financiar estas medidas.

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16ª actividad paralela: El futuro de la Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE - Consulta a las partes interesadas

Organizada por:

Misión Permanente de la Unión Europea, Ginebra

Ponentes: Giorgio Cocchi, Jefe de Dependencia

Adjunto, Desarrollo del Sector Privado, Comercio e Integración Regional, DG, DEVCO

Marc Vanheukelen, Director, Desarrollo Sostenible, DG TRADE

Dominik Ziller, Director General Adjunto, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania

Frans Lammersen, Administrador Principal, Dirección de Cooperación para el Desarrollo, Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos

Stephen N. Karingi, Director, División de Integración y Comercio Regionales, Comisión Económica de las Naciones Unidas para África

Sanoussi Bilal, Ejecutivo Superior/Jefe de Programa, Transformación Económica y Comercio, Centro Europeo de Gestión de Políticas de Desarrollo

Joseph Wozniak, Director de Programas, Comercio para el Desarrollo Sostenible, Centro de Comercio Internacional

La actual Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE fue aprobada conjuntamente por la UE y sus Estados miembros en 2007. Sus objetivos cuantitativos se han cumplido e incluso superado desde 2008, lo que hace que el conjunto de la UE sea el principal proveedor mundial de Ayuda para el Comercio. La atención se ha centrado cada vez más en posibles mejoras, en particular en términos de impacto y de mejora del acceso a la Ayuda para el Comercio por los PMA y los países de ingreso mediano bajo. En 2016, la UE revisará su estrategia a fin de tener en cuenta los procesos pertinentes, especialmente la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y los sucesivos exámenes globales de la Ayuda para el Comercio, así como de determinar nuevas cuestiones prioritarias e integrar los más recientes avances teóricos y las mejores prácticas. Esta actividad paralela brindó a las partes interesadas la oportunidad de intercambiar opiniones y plantear cuestiones para su consideración en el proceso de examen.

Presentación

Giorgio Cocchi, Jefe de Dependencia Adjunto, Desarrollo del Sector Privado, Comercio e Integración Regional, DG, DEVCO, esbozó la actual Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE, los progresos logrados hasta la fecha y las cuestiones que había que tener en cuenta. Recordó que la Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE había sido aprobada conjuntamente por la UE y sus Estados miembros en 2007. La Estrategia se apoyaba en los cinco pilares siguientes: aumento general de la Ayuda para el Comercio como parte de los aumentos graduales de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) total de la UE; cumplimiento del compromiso contraído por los Estados miembros de la UE y la UE de desembolsar colectivamente, antes de 2010, 2.000 millones de euros anuales para prestar asistencia técnica relacionada con el comercio (1.000 millones de euros de los Estados miembros y otros 1.000 millones de la UE). Alrededor del 50% del aumento de la asistencia de la UE relacionada con el comercio se estaba proporcionando a países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP); intensificación de la asistencia dirigida a los pobres y mejora de la calidad de la Ayuda para el Comercio de la UE; aumento de la capacidad de toda la UE y de los Estados miembros en consonancia con los principios de eficacia de la ayuda mundialmente acordados; y mecanismos permanentes de supervisión y presentación de informes.

Respecto de los progresos alcanzados, el orador informó de que el compromiso colectivo en materia de asistencia relacionada con el comercio se había cumplido en 2008 al superarse la suma prevista de 2.000 millones de euros (desembolso que alcanzó los 2.800 millones de euros en 2013). La UE seguía siendo el principal donante de Ayuda para el Comercio, con un desembolso de 11.700 millones de euros en 2013. La Ayuda para el Comercio prestada a los PMA se había mantenido estable, con un aumento notable en 2013, en términos tanto absolutos como relativos, alcanzando la suma de 2.600 millones de euros en 2013, o un 24% del total de la Ayuda para el Comercio prestada por la UE y sus Estados miembros. Desde el punto de vista específico de los países ACP, entre 2008 y 2013 el 64% del aumento de la asistencia relacionada con el comercio se había destinado a esos países. En cuanto a la eficacia de la ayuda, actualmente la UE y sus Estados miembros tenían previstos programas conjuntos en 50 países asociados de todo el mundo, incluidos más de 20 Estados frágiles.

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En cuanto a las cuestiones que habría que considerar, el orador señaló que si bien la tendencia de la Ayuda para el Comercio era generalmente positiva, habría que preguntarse si los compromisos cuantitativos habían logrado sus objetivos. Con respecto a la Ayuda para el Comercio prestada a los PMA, preguntó si se tenía en cuenta el tamaño, la prioridad, la demanda o la capacidad. Sobre el tema de la reducción de la pobreza, preguntó cómo se seleccionaban los indicadores que mejor reflejasen el vínculo entre el comercio y la reducción de la pobreza. Otra pregunta era cómo cambiar el enfoque de la supervisión y la presentación de informes para que en vez de basarse en las corrientes de Ayuda para el Comercio se centraran en mayor medida en los efectos y los resultados. Cabía preguntarse asimismo si la Ayuda para el Comercio era el único medio que tenían los donantes para apoyar el crecimiento mediante el comercio y qué vínculos podían establecerse con otros medios de aplicación. Otra interrogante guardaba relación con las consecuencias para los donantes como la UE, que tenían políticas tanto de comercio como de desarrollo, y con la mejor forma de articular esas políticas en el marco de acuerdos comerciales y de la Ayuda para el Comercio a fin de optimizar su efecto en pro del desarrollo. Por último, preguntó qué consecuencias tendría para la Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE la transición de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Marc Vanheukelen, Director, Desarrollo Sostenible, DG TRADE, habló en nombre de DG TRADE sobre la importancia de la Ayuda para el Comercio y la forma en que las políticas comerciales y las políticas de desarrollo podían apoyarse mutuamente. El comercio por sí solo no podía lograr un desarrollo duradero, inclusivo y sostenible; por tanto, las políticas de apoyo y de habilitación a nivel nacional eran fundamentales. El apoyo a los socios comerciales para determinar, promulgar y aplicar esas políticas habilitadoras constituiría la contribución más valiosa de la Ayuda para el Comercio. Garantizar la eficacia real del efecto multiplicador ulterior que la Ayuda para el Comercio podría tener para los países en desarrollo suponía una enorme responsabilidad, pues había que asegurar que ese efecto multiplicador ocurriese donde fuera más necesario y, al mismo tiempo, tuviese la repercusión más sostenible. Esta era una responsabilidad compartida, y de ahí que la Ayuda para el Comercio, como la AOD, se programara atendiendo a las propias prioridades de los beneficiarios, teniendo en cuenta que era esencial que los países en desarrollo se sintieran implicados en su propio proceso de desarrollo. La Ayuda para el Comercio podía tener el máximo efecto cuando se vinculaba a procesos más amplios. En la esfera del comercio, esto significaba la celebración de acuerdos comerciales, ya fuesen bilaterales, plurilaterales o, sobre todo, multilaterales. La UE complementaba la aplicación de acuerdos comerciales mediante la prestación de Ayuda para el Comercio, entre otros instrumentos. La coherencia de la política comercial en la perspectiva del desarrollo constituía una obligación legal para la UE; al mismo tiempo, la Ayuda para el Comercio era el medio de apoyar a los países en desarrollo para que pudiesen aplicar y aprovechar los acuerdos comerciales. Esto reflejaba la relación de apoyo mutuo que existía entre las políticas comerciales y las políticas de desarrollo.

Dominik Ziller, Director General Adjunto, Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos, Alemania, puso de relieve el desafío que representaba para los Estados miembros de la UE la integración de las funciones del comercio y del desarrollo. El comercio con los países en desarrollo no se producía espontáneamente; requería un marco y una intervención del gobierno para propiciar el desarrollo económico de los países en desarrollo. Ello explicaba la gran importancia que revestía para Alemania la Ayuda para el Comercio, como demostraba el hecho de que había pasado a ser el mayor proveedor de Ayuda para el Comercio entre los Estados miembros de la UE, con un desembolso de 3.400 millones de dólares EE.UU. en 2013 y contribuciones previstas de 5.000 millones de dólares EE.UU. en los próximos años. En cuanto a la ayuda destinada a los PMA, estaba previsto un aumento del 100%, dado que Alemania aún no había cumplido el compromiso de destinar el 0,15% del PIB a los PMA. El orador observó que se reforzaría el papel del sector privado y de la sociedad civil a fin de que el comercio se realizara conforme a las normas sociales y ambientales, sin dumping social ni ambiental. Refiriéndose a la transición de los ODM a los ODS, señaló que era evidente que el comercio sería un medio importante para su aplicación, junto con la AOD, que fomentaría las inversiones privadas para el desarrollo.

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Frans Lammersen, Administrador Principal, Dirección de Cooperación para el Desarrollo, Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), esbozó las principales tendencias identificadas en investigaciones y estudios recientes sobre la Ayuda para el Comercio. Entre los retos que enfrentaba la iniciativa de Ayuda para el Comercio, señaló el apoyo al crecimiento económico de los países en desarrollo sin el aumento correspondiente de su huella de carbono, la necesidad de que el interés de los donantes evolucionara más allá de la AOD a fin de incluir la inversión y la movilización de recursos nacionales, el estancamiento de las negociaciones sobre el sistema comercial multilateral y la necesidad de que la Ayuda para el Comercio fuera más inclusiva. Los análisis de la OCDE mostraban que existía una fuerte correlación entre las necesidades de Ayuda para el Comercio y los desembolsos conexos. Los PMA recibían comparativamente menos en términos absolutos, pero su cifra per cápita era tres veces superior a la de los países de ingreso mediano. Observó que los préstamos de AOD de la UE se destinaban principalmente a países de ingreso mediano alto y en menor medida a los PMA. Si bien existían oportunidades en el marco de las cadenas de valor mundiales, los pobres quedaban marginados debido a los elevados costos del comercio. Era preciso reducir esos costos mediante un conjunto adecuado de instrumentos de financiación: combinación de fuentes financieras, subsidios, etc. Dar con las proporciones idóneas era un desafío permanente. Si bien una mayor armonización de los proyectos de donantes sería bienvenida, el orador estimaba que una multiplicidad de fondos fiduciarios plantearía obstáculos a la propiedad. El compromiso del sector privado era esencial, pero debía existir claridad con respecto a quién era el beneficiario: el sector privado de los países desarrollados, el de los países receptores, o el de ambos. En su opinión, no debería permitirse que la Ayuda para el Comercio distorsionase el comercio. Sugirió que la UE tratase de aplicar nuevos enfoques, por ejemplo mediante el apoyo presupuestario a la Ayuda para el Comercio, a fin de reducir los costos del comercio. Con respecto a la cuantificación de los resultados, señaló que no existía un método único y que la publicación conjunta de la OCDE y la OMC "La Ayuda para el Comercio en síntesis" era un documento de referencia útil. Por último, sugirió que sería interesante establecer objetivos con respecto a la reducción de los costos del comercio.

Stephen N. Karingi, Director, División de Integración y Comercio Regionales, Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (CEPA), brindó algunas perspectivas sobre cómo aumentar el acceso de los PMA a la Ayuda para el Comercio, así como el efecto de esta, refiriéndose al estudio de la CEPA titulado "Informe económico sobre África 2015: la industrialización mediante el comercio". Las corrientes de Ayuda para el Comercio debían considerarse en el contexto del tamaño de la economía de los beneficiarios (PMA, pequeños estados insulares en desarrollo, países en desarrollo sin litoral). Estos países recibían una mayor cantidad que otras economías africanas en términos relativos, pero el volumen no debería ser el único criterio de evaluación. El orador planteó la pregunta de cómo podría el comercio contribuir a la industrialización de África. Actualmente la coherencia era mayor, pero el efecto en la transformación socioeconómica había sido débil. Era necesario considerar la naturaleza, el carácter y la repercusión del comercio en términos de desarrollo. Durante años, la diversificación del empleo agrícola se había dirigido hacia servicios de bajo valor añadido, y no hacia el sector industrial, con mayor valor añadido y mejores salarios. La Ayuda para el Comercio podía fomentar aun más los cambios estructurales hacia una mayor productividad e intensidad laboral (con salarios decentes). África participaba en las cadenas de valor mundiales principalmente mediante la integración vertical (es decir, suministrando insumos). Podía obtenerse un efecto más intenso si se fomentaban la integración regional y una mayor integración regresiva (es decir, mediante el abastecimiento de insumos a través de las fronteras), a fin de crear mayor valor dentro del continente. Una mayor proporción de Ayuda para el Comercio podía destinarse a proyectos regionales que fomentasen la integración regresiva de las cadenas de valor. El orador destacó el hecho de que pese a su reconocida importancia, el sector de servicios recibía relativamente menos Ayuda para el Comercio, e instó a que se prestara apoyo a los PMA a fin de que obtuvieran un valor más elevado de los servicios. A su juicio, la alineación con los marcos continentales (programa de 10 años, Programa para el Desarrollo de la Infraestructura en África, etc.) también intensificaría el efecto de la Ayuda para el Comercio.

Sanoussi Bilal, Ejecutivo Superior/Jefe de Programa, Transformación Económica y Comercio, Centro Europeo de Gestión de Políticas de Desarrollo, abordó la cuestión de cómo la Ayuda para el Comercio y los acuerdos comerciales podían apoyarse mutuamente. Si bien reconocía que la ayuda era útil, existían otros medios para financiar el desarrollo. El debate ya no debería centrarse únicamente en la ayuda. El comercio no era un fin en sí mismo; era un medio de reducción de la pobreza y de transformación económica. La Ayuda para el Comercio había sido útil para apoyar a los países en desarrollo en sus negociaciones de acuerdos comerciales. El intervalo entre la conclusión de las negociaciones sobre acuerdos de asociación económica y la aplicación de esos acuerdos podía ser prolongado debido a los procedimientos administrativos y legales. Ese período debería empezar a utilizarse para preparar la fase siguiente, a saber, la agilización de la

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labor preparatoria operacional con miras a la aplicación. Los acuerdos comerciales se concertaban para que los socios comerciales sacaran provecho de las oportunidades que esos acuerdos ofrecían. Era necesario dar más prioridad a la actividad empresarial a fin de adaptar la Ayuda para el Comercio a las necesidades de las empresas. Con demasiada frecuencia la ayuda estaba compartimentada y los debates sobre el tema se mantenían artificialmente segregados. Esto requería un enfoque integrado que permitiera reducir los costos del comercio para los países en desarrollo pero también examinar qué es lo que se deseaba comerciar. Un mayor incremento de las capacidades productivas, la industrialización y el ascenso en las cadenas de valor eran factores decisivos. Demasiado frecuentemente se examinaba la Ayuda para el Comercio en términos técnicos, haciendo caso omiso de la política subyacente. Por consiguiente, debería prestarse más atención a la economía política y a la dinámica del contexto en el cual se prestaba la Ayuda para el Comercio.

Joseph Wozniak, Director de Programas, Comercio para el Desarrollo Sostenible, Centro de Comercio Internacional (ITC), se refirió a cuestiones emergentes en relación con la Ayuda para el Comercio, incluido el desarrollo sostenible. La libre disponibilidad de productos para consumo del público y la accesibilidad de la información comercial constituían una forma eficaz de contribuir al programa de Ayuda para el Comercio y a cualquier estrategia futura en esta esfera. El ITC había desarrollado una serie de productos destinados al público a nivel mundial: TradeMap, StandardsMap, MarketAccessMap, los cuales alcanzaron unos 450.000 usuarios y una tasa de crecimiento del 470% en los últimos cinco años. La estrategia del ITC tenía por objeto aumentar sus servicios de extensión para los beneficiarios, proporcionándoles soluciones basadas en la telefonía móvil y otras herramientas de tecnología de la información; brindar más información sobre las empresas participantes en el mercado (vinculando a los proveedores con los compradores); elaborar herramientas especializadas de alcance regional y vinculadas a las instituciones en las esferas del comercio y la inversión; brindar herramientas para la adopción de decisiones, y ampliar las encuestas sobre las medidas no arancelarias que las propias pymes señalaban como obstáculos que debían enfrentar. El orador sugería pasar a la utilización de datos en gran escala vinculando a las empresas a cadenas de valor sostenibles mediante el acceso a la información necesaria en el momento preciso. A su juicio, el acceso a esa clase de datos podía facilitar información y soluciones para una estrategia renovada de Ayuda para el Comercio.

Preguntas y observaciones

Era probable que el estancamiento de la Ayuda para el Comercio se debiera a conflictos de prioridades entre los países beneficiarios, lo que planteaba la cuestión del carácter adicional de la Ayuda para el Comercio en relación con el resto de la AOD. La complejidad de los procedimientos de la UE también podía constituir una dificultad para el aumento de la Ayuda para el Comercio a los PMA: en particular, el hecho de que los calendarios de las negociaciones sobre los acuerdos de asociación económica y de la Ayuda para el Comercio de la UE no estaban coordinados. La planificación de las medidas de aplicación de los acuerdos de asociación económica entre dos ciclos de programación del Fondo Europeo de Desarrollo había sido un verdadero desafío. La programación conjunta de la UE con sus Estados miembros era importante y debería alentarse a fin de hacer más previsible la financiación con cargo a la Ayuda para el Comercio en el futuro. La incorporación de nuevas consideraciones, como las relacionadas con el medio ambiente, en la Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE no debería conducir a un debilitamiento de los medios disponibles para apoyar los pilares tradicionales de la Estrategia. Debería tenerse en cuenta el carácter adicional de esa ayuda. Existía en los países donantes la voluntad de promover una contribución real del comercio al desarrollo económico, pero esa voluntad aún no había surtido pleno efecto, probablemente debido a que los donantes centraban la atención en el comercio que se realizaba en fases avanzadas del proceso de producción, mientras que también era necesario reforzar las capacidades de los países cuyo comercio se concentraba en las primeras fases del proceso.

Conclusión

En medio de los preparativos de la comunidad mundial para las reuniones que se celebrarían este año en Addis Abeba y Nueva York, la actualización de la Estrategia de Ayuda para el Comercio de la UE entrañaría el examen de diversos procesos que repercutían en el desarrollo y pondría en evidencia el hecho de que la ayuda no era el único medio de financiar el desarrollo. El comercio tendría un papel importante en el logro de los nuevos ODS siempre y cuando estuviera vinculado a un programa de Ayuda para el Comercio cuyo objetivo fuese apoyar a los países en desarrollo, en particular los PMA, para que estuvieran en condiciones de aprovechar las ventajas de la liberalización del comercio. Esto requeriría una articulación más estratégica de la política comercial y de desarrollo en torno a las negociaciones y la aplicación de los acuerdos comerciales. Los

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principios relativos a la eficacia de la ayuda y el compromiso del sector privado seguirían siendo elementos clave para la respuesta de la comunidad de donantes a las necesidades de la actividad empresarial sobre el terreno. La diversificación hacia sectores de mayor valor añadido, la industrialización, la eliminación de los obstáculos para acceder a las cadenas de valor regionales, y la alineación con las dinámicas regional y continental eran algunas de las cuestiones cuyo examen se propuso. Igualmente importante sería asegurarse de que la Ayuda para el Comercio se entregase de forma integrada, a la vez que se incorporaban de forma más apropiada las consideraciones de economía política. Las herramientas existentes y futuras para obtener información sobre los mercados podían optimizar esos procesos.

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17ª actividad paralela: Buena gestión: una forma de aumentar los beneficios económicos, incluido el comercio en el sector de la pesca

Organizada por:

Misión Permanente de Noruega, Ginebra

Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Observaciones introductorias: Morten Høglund, Secretario de Estado, Ministerio de Relaciones Exteriores, Noruega

Ponentes: Per Sandberg, Jefe del Departamento de

Estadística, Dirección de la Pesca, Noruega

Audun Lem, Director Adjunto, División de Política y Economía, Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO

Gabriella Bianchi, Oficial Superior de Recursos Pesqueros, FAO

Aasmund Bjordal, Director, Centro de Cooperación para el Desarrollo de la Pesca, Instituto de Investigaciones Marinas, Noruega

La actividad paralela se centró en la explotación razonable y sostenible de los recursos pesqueros de manera que aumentara las ventajas económicas para los participantes en el sector de la pesca. Esto requería una ordenación apropiada de las poblaciones de peces, respaldada por una reunión de datos adecuada, el control de la capacidad de captura, medidas de supervisión y control, etc. Los participantes brindaron asimismo una visión general del sector de la pesca a nivel mundial, integrado por la pesca de captura y el creciente sector de la acuicultura, en el que una importante proporción de la oferta y una creciente tasa de consumo correspondían al mundo en desarrollo. Se hizo hincapié en la rastreabilidad y el etiquetado ecológico desde el punto de vista de la sostenibilidad y el acceso a los mercados. Se explicaron los pormenores del Programa EAF Nansen, fruto de una asociación entre Noruega y la FAO, que prestaba asistencia a los países en desarrollo en el establecimiento de un enfoque ecosistémico para la ordenación de la pesca. El efecto deseado de este programa era contribuir a la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza de la población de los países participantes. El Programa Nansen también se examinó en relación con su puesta en funcionamiento de un tercer buque a fines de 2016 para la realización de investigaciones y encuestas.

Presentación

Morten Høglund, Secretario de Estado, Ministerio de Relaciones Exteriores, Noruega, inauguró la sesión. Señaló que la pesca era la segunda fuente más importante de ingresos para Noruega, por lo que la ordenación de los recursos y la eliminación de los subsidios en el sector tenían una importancia fundamental. Muchos países, incluidos países en desarrollo, gozaban de abundantes recursos pesqueros que era necesario gestionar de manera adecuada. En Noruega, por ejemplo, gracias a un enfoque ecosistémico se había podido revertir la situación que afectaba a las poblaciones de arenque y bacalao a la vez sin menoscabo de la rentabilidad y las ventajas económicas del sector. El Sr. Høglund presentó a los distintos oradores, que abordarían una serie de cuestiones pertinentes con el fin de explicar ese proceso y su posible aplicación en el mundo en el desarrollo.

La primera presentación estuvo a cargo de Per Sandberg, Jefe del Departamento de Estadística, Dirección de la Pesca, Noruega, quien destacó la importancia de la buena gobernanza a fin de optimizar las ventajas económicas en el sector de la pesca. Señaló que la buena gobernanza en este sector incluía un conocimiento cabal y una explotación razonable de los recursos pesqueros, el control de la capacidad de captura y mecanismos adecuados de supervisión, control y cumplimiento de la normativa correspondiente. Los datos procedentes de los buques de investigación eran esenciales para responder a preguntas que requerían un conocimiento a fondo de los recursos pesqueros, como el tamaño de las poblaciones de peces, sus niveles de madurez, su capacidad de reproducción y la productividad de esas poblaciones a sus diversos niveles. Estos datos eran de carácter neutral e independientes de las actividades pesqueras propiamente dichas.

El Sr. Sandberg observó que la explotación razonable de los recursos pesqueros redundaría en una optimización de las ventajas económicas. A este respecto, era importante plantearse dos preguntas: 1) ¿qué proporción de una determinada población de peces debía pescarse cada año para garantizar una captura cuantiosa y a la vez sostenible? y 2) ¿cuántos pescadores y buques pesqueros deberían estar autorizados a participar en la pesca? El Sr. Sandberg explicó que los

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pescadores tenían un incentivo económico para capturar una cantidad mayor que la que les había sido asignada. En consecuencia, existía la necesidad paralela de supervisar y controlar la actividad pesquera, entre otras cosas mediante el registro de todos los pescadores, buques y licencias, etc.

Noruega gozaba de un alto nivel de vida y tenía una bajísima tasa de desempleo. Ello entrañaba la necesidad de mantener una elevada productividad, también en el sector de la pesca, en el cual se habían establecido normas de captura a fin de explotar los recursos pesqueros con la debida cautela y obtener un alto nivel de rendimiento sostenible. Noruega también había establecido un marco destinado a lograr un equilibrio entre la actividad pesquera y la sostenibilidad de las poblaciones de peces, incluidas medidas de supervisión, control y vigilancia. Los objetivos de la ordenación de la pesca podían variar de un país a otro. Los objetivos habituales de la explotación de los recursos pesqueros eran los siguientes: rendimiento máximo, bajo riesgo de agotamiento de las especies y estabilidad en cuanto a la proporción de una determinada población de peces que los pescadores podían capturar cada año. Sin embargo, los objetivos podían variar, y en vez de una elevada productividad y rentabilidad, cabía priorizar el empleo y la seguridad alimentaria. En ambos casos, era necesario contar con conocimientos apropiados de ordenación de la pesca, en particular con respecto a los recursos pesqueros y su productividad, así como al efecto de la pesca en las poblaciones de peces, y aplicar estos conocimientos al adoptar medidas de ordenación de la pesca.

Audun Lem, Director Adjunto, División de Política y Economía, Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO, hizo una presentación sobre el comercio pesquero y la ordenación sostenible de los recursos. Comenzó su presentación invitando a todos los participantes a la conferencia para conmemorar el 20º aniversario del Código de Conducta la FAO para la Pesca Responsable, que se celebraría los días 8 y 9 de octubre de 2015 en Vigo (España). A continuación pasó a explicar que el sector mundial de la pesca era diverso, geográficamente y en cuanto a las especies explotadas, aunque Asia ocupaba en él una posición muy destacada. La producción (o la oferta) consistía en un suministro estable de especies de captura y de productos del creciente sector de la acuicultura, que en términos de consumo de pescado estaba sobrepasando a la pesca de captura. El crecimiento de la acuicultura significaba que, a largo plazo, había un mejor control de la producción y una mayor adaptación de los productos a las necesidades del mercado. La mayor parte de la expansión del sector de acuicultura se registraba en los países en desarrollo y constituiría una contribución importante a la seguridad alimentaria y la nutrición en el futuro. La pesca de captura, por su parte, incluía la pesca marina y la pesca continental en aguas interiores. Una vasta proporción de la pesca marina se realizaba al nivel de máximo rendimiento sostenible. Pese a que existía sobrepesca de algunas especies marinas, la situación parecía estar mejorando. Las poblaciones continentales seguían insuficientemente explotadas, pero algunas especies se habían agotado o estaban a punto de agotarse.

En 2014 los mayores exportadores habían sido China, Noruega, Viet Nam y Tailandia, y los mayores importadores, la UE, los Estados Unidos de América, el Japón y China. Según las proyecciones de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la FAO, estaba aumentando la participación de los países en desarrollo en el consumo de pescado. Los precios habían aumentado, pero no tan rápidamente como los de la carne. Actualmente el pescado era uno de los productos alimentarios más comercializados y a menudo cruzaba múltiples fronteras nacionales en su paso de la producción al consumo. La globalización de las cadenas de suministro, las preocupaciones en materia de seguridad alimentaria y garantía de calidad y la sensibilización de los consumidores sobre las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad de la pesca (pesca ilegal, no declarada y no reglamentada) habían dado lugar a una creciente necesidad de contar con mecanismos de rastreabilidad y directrices. Sin embargo, seguía siendo importante buscar el equilibrio entre, por una parte, la necesidad de rastreabilidad y, por otra, la reducción de los obstáculos innecesarios al comercio. La rastreabilidad se incluía actualmente entre los requisitos de acceso al mercado en los reglamentos de los principales mercados pesqueros, como la Unión Europea, los Estados Unidos y el Japón. En cualquier parte del mundo era preciso demostrar que la pesca se había capturado legalmente y procedía de una empresa pesquera con una gestión sostenible. También era un componente importante en muchos sistemas de ecoetiquetado privados. Conforme a las directrices de la FAO, toda información contenida en el etiquetado debía ser exacta y verificable mediante una cadena de custodia rastreable. Entre las ventajas del ecoetiquetado y la certificación se contaban el acceso a nuevos mercados o grupos de consumidores y el fomento de cadenas de suministro estables e integradas. Sin embargo, existían muchos nuevos tipos de etiquetado que podrían resultar confusos para el consumidor, por lo que era necesario proporcionar una mayor claridad a este respecto estableciendo un marco de referencia para el ecoetiquetado.

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La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres tenía un papel muy relevante. Las especies incluidas en las listas anteriores de esta Convención no eran por lo general muy importantes desde el punto de vista comercial. Sin embargo, la lista de nuevas especies preparada en 2013 hacía necesario intensificar el diálogo y la colaboración. En particular, la FAO tenía como una de sus prioridades prestar asistencia técnica a los países en desarrollo para aplicar los mecanismos y las prácticas pertinentes a determinadas especies incluidas en la lista de la Convención. El estudio sobre las cadenas de valor realizado por la FAO y el Organismo Noruego de Desarrollo Internacional (NORAD) mostraba que en la mayoría de los casos el comercio pesquero tenía un efecto positivo en el bienestar de la población local pero podía aumentar la presión sobre los recursos y dar lugar a sobrepesca si no se aplicaban instrumentos de ordenación de la pesca. La ordenación de la pesca consistía en toda una amplia gama de políticas y prácticas que permitían la explotación sostenible de un recurso pesquero. Los procesos de ordenación de la pesca debían llevarse a cabo con la participación de muchos agentes distintos además de la autoridad específicamente encargada de la ordenación, y debía tener debidamente en cuenta los intereses en juego y los riesgos derivados de la incertidumbre.

Las cinco esferas clave de la política de ordenación eran las siguientes: i) un enfoque ecosistémico de la pesca; ii) la pesca en pequeña escala; iii) las zonas marinas protegidas; iv) la rastreabilidad y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada; y v) el ecoetiquetado. Todos los principales acuerdos internacionales aprobados en los últimos dos decenios, incluido el Código de Conducta para la Pesca Responsable de 1995 de la FAO, habían subrayado la necesidad de tener en cuenta estos cinco elementos y de aplicar un enfoque basado en la colaboración, la descentralización y la participación de múltiples interesados que incluyera objetivos de no captura, reconociendo al mismo tiempo la necesidad de comprender y ordenar los ecosistemas en un contexto económico. La mayoría de los pescadores del mundo estaban empleados en pesquerías en pequeña escala. La comunidad internacional reconocía la necesidad urgente de elaborar marcos de política y estrategias prácticas para identificar, evaluar, supervisar y ordenar la pesca en pequeña escala. Se hacía hincapié en un enfoque basado en los derechos, incluido el derecho de los pescadores a un nivel de vida adecuado. En 2014, el Comité de Pesca de la FAO aprobó directrices voluntarias sobre la pesca en pequeña escala. Las zonas marinas protegidas podían desempeñar un papel decisivo para la pesca sostenible dado que preservaban los hábitats críticos o las etapas vitales vulnerables de las especies. Para ello debían mantener un equilibrio entre la conservación y los derechos de los usuarios actuales. El Código de Conducta para la Pesca Responsable establecía principios y normas internacionales para la adopción de prácticas responsables con respecto a las metas de conservación, ordenación y desarrollo en aras de una mayor productividad y sostenibilidad.

Gabriella Bianchi, Oficial Superior de Recursos Pesqueros, FAO, presentó el Programa EAF-Nansen para la aplicación de un enfoque ecosistémico de la pesca, cuyo objetivo era apoyar la pesca sostenible en los países en desarrollo. Desde 1975, el programa había evolucionado hasta convertirse en un singular mecanismo de cooperación, conocimientos e intercambio de recursos humanos en las regiones en desarrollo, especialmente en África. Gracias a que navegaba bajo el pabellón de las Naciones Unidas, el buque de investigación Dr. Fridtjof Nansen podía desplazarse fácilmente entre las fronteras jurisdiccionales y abordar cuestiones de ámbito transfronterizo. Actualmente los medios de propiciar el cambio en el ecosistema marino consistían en vigilar la sobrepesca y otros efectos de la pesca en el ecosistema (como fuente de alimentación, ingresos y sustento). Entre los factores externos cabía mencionar la contaminación de fuentes terrestres (incluidos los desechos marinos), la prospección y explotación de petróleo y gas, y el cambio climático y la acidificación de los océanos.

El Programa EAF-Nansen para la aplicación de un enfoque ecosistémico de la pesca abarcaba tres componentes: 1) el científico; 2) el de gestión y políticas; y 3) el de creación de capacidad. Las cuestiones transversales eran la sensibilización pública, la extensión y la movilización de recursos. Los efectos deseados del Programa eran la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza en la población de los países asociados. Estos objetivos habían de alcanzarse por medio de los tres componentes mencionados. En primer lugar, un componente científico tendiente a mejorar la base de conocimientos para la ordenación sostenible de los recursos pesqueros en un entorno de variabilidad y cambio climáticos, contaminación y presiones antropogénicas. En segundo lugar, un componente de gestión y políticas para una mejor ordenación de la pesca en los países en desarrollo, teniendo en cuenta los riesgos y las oportunidades en materia de clima, contaminación y otras presiones derivadas del medio ambiente y de la actividad humana. Por último, el tercer componente era la creación de capacidad, que suponía un aumento de la capacidad de ordenación sostenible de la pesca en los países en desarrollo y la promoción de la igualdad de género y la participación efectiva de la mujer.

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El modelo fundamental de desarrollo sostenible se basaba en el enfoque ecosistémico para la ordenación de la pesca. El mundo se caracterizaba por una actividad económica cada vez más globalizada, una creciente degradación del medio ambiente y una mayor desigualdad de ingresos. Para lograr el desarrollo sostenible era imprescindible comprender la interacción de estas tendencias en los planos nacional e internacional con el fin de encontrar formas de invertirlas. La Sra. Bianchi explicó cómo se elaboraba un plan de ordenación para una zona o sistema específico con fronteras definidas desde el punto de vista operacional. Hizo hincapié en la necesaria participación de los interesados en todos los niveles de las etapas de planificación y aplicación y señaló que se abordaban completamente los principales componentes de la pesca (el ecológico, el socioeconómico y el de ordenación), teniendo en cuenta asimismo los factores externos. El establecimiento de los objetivos de política se hacía en cuatro etapas durante un período de cinco a diez años. Esas etapas eran las siguientes: 1) preparativos y planificación; 2) identificación y priorización de los problemas; 3) formulación de un sistema de ordenación; y 4) ejecución y seguimiento.

La evaluación integrada de cada pesquería debía tener en cuenta lo siguiente: 1) el bienestar ecológico de las especies pertinentes, en función de las capturas y los desechos y del ecosistema general; 2) el bienestar humano; y 3) la capacidad de ordenación efectiva y los factores externos. El Programa comenzaría en julio de 2016 y su ejecución estaría a cargo de la FAO, en estrecha colaboración con el Instituto de Investigaciones Marinas (Noruega) y en asociación con entidades internacionales, regionales y nacionales.

Aasmund Bjordal, Director, Centro de Cooperación para el Desarrollo de la Pesca, Instituto de Investigaciones Marinas, Noruega, presentó el nuevo buque "Dr. Fridtjof Nansen". El Sr. Bjordal dijo que el Programa Nansen se había concebido en el decenio de 1960 y su primer buque había zarpado de Noruega en 1974. El segundo buque había sido inaugurado en 1993 y seguía en funcionamiento. Este se había empleado principalmente en África, pero también en América Latina, donde se había utilizado para la reunión de datos y para actividades de capacitación en el servicio. La base de datos contenía actualmente unas 4.500 especies de peces y se estaba ampliando para abarcar estudios sobre los ecosistemas.

El orador explicó que en 2014 se había iniciado la construcción de un nuevo buque, el cual debería estar listo a fines de 2016 para emprender investigaciones y estudios, lo que prolongaría la vida del Programa durante otros 20 años. La tercera embarcación desempeñaba tareas relacionadas con la oceanografía; el plancton; la biología marina; la geología; y la geofísica, entre otros ámbitos, y ofrecía al personal científico local capacitación a bordo y en el servicio. Disponía además, entre otras cosas, de laboratorios para el estudio de peces, ecosistemas húmedo/seco, y bentos/sedimentos/plancton, así como de dos hangares, una amplia sala de reuniones/lectura, un observatorio de mamíferos marinos y aves marinas e instalaciones para tres contenedores de 20 pies.

El nuevo buque de investigación era un ejemplo en muy pequeña escala del comercio relacionado con la industria pesquera. Además del comercio mundial de productos pesqueros propiamente dicho, existía asimismo un importante comercio en diversos productos derivados de los recursos pesqueros, como embarcaciones de pesca, artes y equipo de pesca, motores, combustible, instrumentos, computadoras, equipo de elaboración de productos pesqueros, plantas de refrigeración y congelación, envasado, transporte, turismo, etc.

Preguntas y observaciones

Se pidió a los participantes en la mesa redonda que explicaran más detalladamente la experiencia de Noruega en materia de reformas y la manera en que se había llevado a cabo la transición (reformas generales de política). En respuesta, se señaló que un aspecto fundamental era la baja tasa de desempleo de Noruega, que permitía a los pescadores efectuar la transición a otros sectores sin salir perjudicados. Noruega daba prioridad a dos elementos, a saber: restaurar las poblaciones de peces y lograr un nivel de captura sostenible en cooperación con sus vecinos, como Rusia y la UE. Noruega proyectaba las consecuencias para las poblaciones de peces a largo plazo, realizaba un análisis de riesgos y formulaba normas de captura también a largo plazo. Además, había puesto en marcha un programa de recompra, conforme al cual el Gobierno compraba las embarcaciones a los propietarios que abandonasen la actividad pesquera, lo que redundaba en una mayor rentabilidad de las pesquerías que seguían en funcionamiento.

Otra pregunta se centró en la relación entre la ordenación de la pesca y los subsidios en el marco de las negociaciones. En su respuesta, los integrantes de la mesa redonda citaron estudios que indicaban que el exceso de capacidad conducía a la sobrepesca. Los subsidios daban lugar a un

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exceso de capacidad. La pregunta era cómo reducirlos. Una vez reducidos los subsidios disminuiría la sobrepesca y aumentaría la rentabilidad de la actividad pesquera.

Conclusión

Los integrantes de la mesa redonda dieron las gracias a los asistentes por su interés y los invitaron a asistir a futuras actividades de esta índole, en las que podrían obtener la abundante información sobre el tema de que disponían las organizaciones participantes en la mesa redonda.

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18ª actividad paralela: Programa de Acción de Viena en Favor de los Países en Desarrollo sin Litoral para el Decenio 2014-2024

Organizada por:

Misión Permanente del Paraguay, Ginebra

Misión Permanente de Tayikistán, Ginebra

Moderador: Juan Esteban Aguirre Martínez, Embajador, Representante Permanente del Paraguay ante la Organización Mundial del Comercio

Ponentes: Gyan C. Acharya, Secretario General

Adjunto de las Naciones Unidas y Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo

Nazriev Saidrahmon, Primer Viceministro de Desarrollo Económico y Comercio, República de Tayikistán

Banesaty Thepphavong, Directora General, Departamento de Importación y Exportación, Ministerio de Industria y Comercio, República Democrática Popular Lao

Christopher Onyanga Aparr, Embajador, Representante Permanente de Uganda ante la Organización Mundial del Comercio

Klaus Tilmes, Director, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

La actividad paralela fue organizada conjuntamente por el Paraguay y Tayikistán. El objetivo de la sesión era evocar el Programa de Acción de Viena y examinar las actuaciones planificadas durante un decenio para abordar de forma coherente los desafíos y necesidades especiales de desarrollo a los que se enfrentan los países en desarrollo sin litoral derivadas de la falta de litoral, la lejanía y las limitaciones geográficas. En las deliberaciones se hizo hincapié en la importancia de superar las profundas debilidades estructurales que han impedido a esos países aprovechar el comercio por lograr un crecimiento económico con equidad, centrándose en las causas fundamentales y en los cauces a través de los cuales se pueden integrar en la economía mundial. Los oradores hicieron un llamamiento a los organismos donantes y organizaciones internacionales para que intensifiquen su apoyo a los países en desarrollo sin litoral en sus esfuerzos de reforma de manera que haga posible conseguir sinergias entre los objetivos de desarrollo del transporte, la facilitación del comercio, la diversificación económica, la competitividad de las exportaciones y el alivio de la pobreza. Además, se prestó particular atención al establecimiento y expansión de sistemas de tránsito eficientes y a la cooperación regional con miras a transformar los países en desarrollo sin litoral en países comunicados por tierra.

Presentación

Gyan C. Acharya, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, inauguró la sesión refiriéndose al Programa de Acción de Viena. Los países en desarrollo sin litoral afrontaban desafíos específicos, como los elevados costos del comercio y los costos de la infraestructura logística. Era necesario prestar atención al desarrollo del comercio de los países sin litoral y a los retos conexos, medida que sería una contribución significativa al cumplimiento de los objetivos del milenio, incluida la reducción de la extrema pobreza. El orador mencionó el primer Programa de Acción de Almaty relativo a las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral, en el que se señalaban los problemas de esos países y se proponía una estrategia para solucionarlos. Hizo hincapié en la necesidad de conseguir una transformación económica estructural que diera respuesta a la necesidad de competitividad, diversificación y acceso a financiación y puso de relieve que en África la inestabilidad y la vulnerabilidad eran elevadas. Con respecto al programa mundial de desarrollo, el Programa de Acción de Viena debía ser objeto de atención especial e integrarse en las prioridades en materia de facilitación del comercio que tenían como finalidad la reducción de los costos del comercio con miras a un crecimiento sostenible inclusivo. Seguidamente, exhortó a todos los asociados en el desarrollo, incluida la OMC, a tratar de conseguir una cooperación más estrecha.

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Nazriev Saidrahmon, Primer Viceministro de Desarrollo Económico y Comercio, República de Tayikistán, expuso la experiencia de Tayikistán en materia de facilitación del comercio y reseñó las políticas que había aplicado su país para reducir la pobreza, en particular una política comercial que daba importancia a la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC (AFC). Dijo que de las 37 medidas del AFC, Tayikistán estaba aplicando 27 y solamente 10 serían consignadas en la categoría C.

Banesaty Thepphavong, Directora General, Departamento de Importación y Exportación, Ministerio de Industria y Comercio, República Democrática Popular Lao (RDP Lao), expuso la experiencia de su país, resaltando las importantísimas mejoras que habían tenido lugar gracias a la aplicación de reformas institucionales, sistemas automatizados en el servicio de aduanas, el establecimiento de una secretaría de facilitación del comercio y de un portal de comercio, y otras medidas. Indicó que la República Democrática Popular Lao había pasado de país sin litoral a país comunicado por tierra.

Christopher Onyanga Aparr, Embajador, Representante Permanente de Uganda ante la Organización Mundial del Comercio, expuso la experiencia de Uganda y manifestó que la integración regional había ayudado a superar algunos retos, incluidos obstáculos no arancelarios, a través de la adopción de iniciativas en el marco de la Comunidad del África Oriental, que habían contribuido a conseguir una importante reducción de los costos del comercio.

Klaus Tilmes, Director, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial, señaló la importancia de la información en las cadenas de valor y añadió que para conseguir que los países sin litoral estuvieran comunicados hacía falta algo más que la mera facilitación del comercio y se necesitaba una combinación de capacidad institucional e infraestructura física y de servicios. Dijo que el sector de servicios tenía un gran potencial para los países sin litoral.

Kazajstán también expuso su experiencia en su calidad de país de reciente adhesión y manifestó su compromiso con la facilitación del comercio.

Conclusión

La sesión concluyó con un llamamiento a los Miembros para que cumplieran su cometido en la aplicación del Programa de Acción de Viena, con arreglo a la facilitación del comercio, para poder lograr la reducción de los costos del comercio, que favorecería el crecimiento sostenible.

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19ª actividad paralela: Reducir los costos del comercio mediante un inventario de normas de sostenibilidad en las cadenas de suministro

Organizada por:

Misión Permanente de Suiza, Ginebra

Observaciones introductorias: Ivo Germann, Director de Operaciones, SECO, Suiza

Moderador: Remigi Winzap, Embajador, Misión Permanente de Suiza ante la OMC

Ponentes: Dominik Ziller, Director General Adjunto,

Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, Alemania

Dorothy Tembo, Directora Ejecutiva Adjunta, Centro de Comercio Internacional (ITC)

Juan Carlos Ardila, Director Gerente, Cafexport Colombia

Antonia Wanner, Jefa Mundial de Adquisición de Productos, Nestlé

Puvan Selvanathan, Director, Programa relativo a los principios en materia de alimentación y agricultura para las empresas, Iniciativa del Pacto Mundial, Naciones Unidas

En esta actividad paralela se presentó la labor del Programa "Comercio para el desarrollo sostenible" (T4SD) del ITC y se invitó a diferentes colectivos interesados fundamentales del programa a compartir sus puntos de vista sobre la importancia de las normas de sostenibilidad para fomentar el comercio sostenible y reducir los costos del comercio en los países en desarrollo.

La actividad demostró la importancia de las normas de sostenibilidad para fomentar el comercio sostenible y puso de relieve las oportunidades que pueden ofrecer a los países en desarrollo en forma de mayor competitividad y mejor acceso a los mercados. No obstante, en el curso de las presentaciones y los debates también quedó claro que el cumplimiento de las normas de sostenibilidad plantea todavía muchos problemas a los proveedores de los países en desarrollo, en particular las pymes. Los oradores convinieron en que el programa T4SD, y especialmente su producto emblemático, la base de datos Standards Map, brindaba un apoyo crucial a los países en desarrollo y sus proveedores y les permitía obtener los posibles beneficios de las normas de sostenibilidad al abrir nuevas oportunidades de mercado y reducir los costos del comercio.

Presentación

En sus observaciones introductorias, Ivo Germann, Director de Operaciones, Área de cooperación y desarrollo económicos, SECO, Suiza, destacó la importancia del comercio como motor del desarrollo y la trascendencia que atribuía Suiza a la sostenibilidad y al fomento del comercio sostenible para lograr el desarrollo sostenible. Suiza creía firmemente que las normas de sostenibilidad desempeñaban una función esencial en la promoción del comercio sostenible y ofrecían numerosas oportunidades a los países en desarrollo. Sin embargo, su cumplimiento planteaba problemas a muchos actores económicos de los países en desarrollo, en particular a las pymes. Para mitigar esos problemas y hacer posible que se materializara el potencial de las normas de sostenibilidad, Suiza había apoyado el programa T4SD del ITC desde el primer momento y tenía la convicción de que brindaba un apoyo crucial para conseguir un amplio y fácil acceso a información neutral sobre las normas, permitiendo así a las partes interesadas adoptar decisiones bien fundamentadas sobre las normas de sostenibilidad y facilitando su cumplimiento.

Dominik Ziller, Director General Adjunto de Políticas de Desarrollo International, BMZ, Alemania, (codonante), dijo que el cumplimiento de las normas de sostenibilidad daba a los países en desarrollo muchas posibilidades de allanar el camino para acceder a nuevos mercados o mejorar el acceso a los mercados ya existentes. El programa T4SD del ITC desempeñaba, a ese respecto, un papel importante en la tarea de preparar a las pymes de los países en desarrollo para cumplir las normas de sostenibilidad y conseguir así un mayor acceso al mercado. El programa era un instrumento práctico para proporcionar más transparencia y datos fiables sobre las normas de sostenibilidad, lo cual beneficiaba especialmente a los pequeños productores. Facilitar el cumplimiento de las normas era una contribución importante para frenar el dumping social y ecológico, incrementar el número de productos producidos de forma sostenible e integrar a los países en desarrollo en las cadenas de valor mundiales.

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Dorothy Tembo, Directora Ejecutiva Adjunta, ITC, hizo hincapié en que el comercio sostenible era importante para todos y en que estaba aumentando la demanda de productos producidos de manera sostenible. Las normas de sostenibilidad cumplían una función trascendente a ese respecto y no solo ofrecían nuevas oportunidades comerciales a los países en desarrollo, sino también la posibilidad de mejorar la calidad de los productos e impulsar la competitividad. Ahora bien, el panorama de las normas de sostenibilidad era complejo y su cumplimiento cada vez más difícil. Para aprovechar las oportunidades que ofrecían las normas de sostenibilidad se necesitaba un esfuerzo colectivo que facilitara el cumplimiento de las normas. La herramienta "Standards Map", que había creado el ITC, era una base de datos en línea que contenía datos exhaustivos sobre las normas de sostenibilidad en colaboración con más de 170 normas. La información se actualizaba constantemente y grupos de iguales la examinaban periódicamente, de forma que ofrecía un punto de comparación neutral y verificado y la posibilidad de autoevaluar las normas.

Juan Carlos Ardila, Director Gerente, Cafexport Colombia, explicó que aunque solo recientemente se había comenzado a medir el impacto de las normas de sostenibilidad, por su experiencia personal podía afirmar que habían servido para mitigar los problemas sociales y ambientales. Pese a que en un principio se había mostrado una cierta renuencia respecto de las normas de sostenibilidad, en Colombia, los proveedores estaban comenzando a utilizarlas cada vez más y a aprovechar las oportunidades que ofrecían. Hizo hincapié en que era necesario comenzar a pensar más allá de las explotaciones agrícolas, dado que muchas cuestiones de sostenibilidad no guardaban relación con los proveedores. También insistió en la importancia de que los proveedores cambiaran su actitud y de que se destinaran inversiones para acometer reformas estructurales en relación con el cumplimiento de las normas, a fin de que la sostenibilidad pudiera ser duradera.

Antonia Wanner, Jefa Mundial de Adquisición de Productos, Nestlé, presentó las principales enseñanzas que había extraído Nestlé de su experiencia como gran comprador multinacional en la aplicación de su modelo empresarial sostenible. En primer lugar, las normas de sostenibilidad eran un factor crucial para la sostenibilidad. La base de datos "Standards Map" del programa T4SD del ITC había sido un gran logro y había servido para quitar emotividad a los debates y centrar la atención en la actuación práctica. Sin embargo, las normas no eran la panacea y, por tanto, había que adoptar otras medidas específicas. Por ejemplo, las normas, por sí solas, no reducían la mano de obra infantil. Era necesario concienciar e informar a la población sobre lo que era y no era aceptable cuando los niños ayudaban en la empresa familiar, insistir en que mandar a los niños a la escuela era muy importante, pero al mismo tiempo hacer posible que los proveedores pudieran enviar a sus hijos a la escuela. Por otra parte, la información y la capacitación no debían circunscribirse a los proveedores, sino que la comunicación con los consumidores era igualmente esencial, habida cuenta de que la mayoría de ellos estaban mal informados sobre el significado de las normas y las etiquetas. En ese sentido, Nestlé había puesto en marcha una ambiciosa iniciativa proporcionando en las etiquetas de los productos información muy tangible y concreta sobre los proveedores.

Puvan Selvanathan, Director, Programa relativo a los principios en materia de alimentación y agricultura para las empresas, Iniciativa del Pacto Mundial, Naciones Unidas, presentó el programa del Pacto Mundial de las Naciones Unidas que se había puesto en marcha en Río en 2012 y que pretendía acordar un lenguaje común respecto de la sostenibilidad, con miras a llegar también a un entendimiento compartido sobre esas cuestiones. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas había formulado a tal efecto un conjunto de principios empresariales, teniendo en cuenta el hecho de que, cada vez más, el sector privado consideraba que la sostenibilidad era una cuestión de su incumbencia. El Pacto Mundial había comenzado a cooperar con el ITC en la elaboración de una plataforma integrada de datos a gran escala ("big data") que permitiría establecer un protocolo muy completo para buscar información entre la maraña de normas de sostenibilidad. La idea era crear un registro de proveedores asignándoles una localización mundial, o "blue numbers" (números azules), para establecer los fundamentos de la trazabilidad y comprender mejor cuántos agricultores e interlocutores comerciales existían y cómo realizaban sus actividades de cultivo y explotación, a fin de integrarlos en la comunidad mundial. El orador sugirió que era necesario establecer un registro mundial en el que los agricultores fueran visibles. Ese programa se pondría en marcha durante el período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebraría en septiembre de 2015.

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En sus intervenciones, los oradores afirmaron que todavía no existía coordinación entre las empresas, pues muchos proveedores tropezaban con el problema de que diferentes compradores exigían el cumplimiento de normas similares, aunque distintas, lo que los obligaba a cumplir varias normas similares al mismo tiempo. Asimismo, se examinó si era necesario vincular las normas públicas y privadas o, por ejemplo, examinar las normas privadas en un foro como la OMC.

Conclusión

En sus observaciones finales, los oradores subrayaron una vez más las importantes oportunidades que ofrecían las normas de sostenibilidad, pero también reconocieron que seguían existiendo muchos problemas. Los participantes convinieron en que el programa T4SD e iniciativas como la plataforma de datos a gran escala del Pacto Mundial de las Naciones Unidas eran instrumentos esenciales para aprovechar plenamente los beneficios de las normas de sostenibilidad. Aunque quedaba mucho por hacer, esos programas eran un importante paso adelante en la buena dirección y una sólida base para seguir trabajando.

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20ª actividad paralela: Comprender las asociaciones eficaces para promover el desarrollo - Experiencias de cooperación con los países en desarrollo y los PMA

Organizada por:

Misión Permanente del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu

World Vision

Ponentes: Shih-Yuan Lai, Representante Permanente

del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu ante la OMC, Ginebra

Shih-Hung Liu, Director Adjunto, Departamento Técnico y de Cooperación,ICDF, Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu

Carmen Gisela Vergara, Secretaria General, Secretaría de Integración Económica Centroamericana

Njabuliso Busisiwe Gwebu, Embajador, Representante Permanente de Swazilandia ante la OMC, Ginebra

Beris Gwynne, Director y Representante de las Naciones Unidas, World Vision International, Ginebra

Esta actividad paralela dio a conocer los proyectos de Ayuda para el Comercio del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu en América Latina, África y el Pacífico. Su finalidad era exponer a los Miembros los resultados y experiencias relativos a los beneficios que dichos proyectos brindaban a la población local de los países participantes y su importancia para los objetivos específicos de la iniciativa de Ayuda para el Comercio de la OMC.

Presentación

Shih-Yuan Lai, Embajador, Representante Permanente del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu ante la OMC, explicó que en los decenios de 1950 y 1960 el Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu era receptor de ayuda exterior, y que la utilización juiciosa y eficaz de la ayuda por parte del Gobierno para desarrollar la infraestructura económica había hecho posible el rápido crecimiento económico experimentado en los decenios de 1970 y 1980. Comenzó entonces a enviar equipos agrícolas y médicos a los PMA, con buenos resultados, por lo que, a partir de la adhesión del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu a la OMC en 2002 se destinaron más recursos de ayuda exterior a proyectos de Ayuda para el Comercio en América Latina, África y el Pacífico.

Shih-Hung Liu, Director Adjunto, Departamento Técnico y de Cooperación, ICDF, Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu, dijo que el ICDF llevaba a cabo muchos proyectos de Ayuda para el Comercio en América Latina, África y el Pacífico. Por ejemplo, un proyecto relativo a los servicios de aduana electrónicos estaba contribuyendo a reducir los costos del comercio en Belice, y varios proyectos de comercialización y promoción de hortalizas ayudaban a los cultivadores de Swazilandia y Fiji a obtener beneficios por primera vez.

Carmen Gisela Vergara, Secretaria General, Secretaría de Integración Económica Centroamericana, explicó la importancia de los esfuerzos desplegados por el Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu en América Central para el desarrollo económico de la región.

Njabuliso Busisiwe Gwebu, Embajador, Representante Permanente de Swazilandia ante la Organización Mundial del Comercio, mostró cómo contribuían los proyectos del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu al desarrollo económico de Swazilandia.

Beris Gwynne, Director y Representante de las Naciones Unidas, World Vision International, Ginebra, propuso que la Ayuda para el Comercio fuera designada como labor en pro de la sostenibilidad y manifestó que no se debían subestimar los esfuerzos del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu en esa esfera.Conclusión

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La conclusión general, tanto de los participantes como de los expertos, fue que la contribución de la Ayuda para el Comercio del Territorio Aduanero Distinto de Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu era extremadamente eficaz y merecía un reconocimiento mucho mayor en todo el mundo. Los proyectos de Ayuda para el Comercio del Territorio deberían continuar y era necesario redoblar los esfuerzos para comunicar a la comunidad internacional los resultados satisfactorios de esas asociaciones de cooperación.

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21ª actividad paralela: Promover el comercio entre cooperativas con miras a un desarrollo sostenible

Organizada por:

Centro de Desarrollo Socioeconómico (CSEND)

Organización International del Trabajo (OIT)

Alianza Cooperativa Internacional (ICA)

Ponentes: Eloi Laourou, Embajador, Representante

Permanente Adjunto de Benin ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra

Aly-Khan Jamal, experto asesor, Dalberg Global Development Advisors

Sergi Corbalan, Director Ejecutivo, Fair Trade Advocacy Office

Zhang Wangshu, Director Gerente, Departamento de Cooperación Internacional, Federación Nacional de Cooperativas de Abastecimiento y Comercialización

Rodrigo Gouveia, Director de Políticas, ICA

Raymond Saner, Director, CSEND & Diplomacy Dialogue

Las empresas cooperativas son actores importantes de la economía mundial. Según los datos más recientes que ha dado a conocer la Alianza Cooperativa Internacional (ICA), el volumen de negocio conjunto de las 300 mayores cooperativas del mundo asciende a 2,2 billones de dólares EE.UU. Alrededor de 250 millones de personas trabajan en cooperativas u obtienen su sustento gracias a ellas.Los participantes examinaron los vínculos entre las cooperativas y el comercio, experiencias prácticas de intercambios comerciales entre cooperativas y la manera en que esos intercambios podían contribuir a que las cadenas de valor fueran más cortas, más equitativas y más eficientes y competitivas.Durante la sesión se abordaron las siguientes cuestiones relacionadas con los costos del comercio: ¿Cómo contribuyen las empresas

cooperativas a abordar algunas de esas acuciantes cuestiones comerciales?

¿Qué beneficios reporta el comercio transfronterizo entre cooperativas? En particular, ¿qué beneficios adicionales entraña para los países en desarrollo y los PMA?

¿De qué manera el comercio justo y enfoques asociativos similares, que a menudo se basan en asociaciones con cooperativas, contribuyen a la reducción de los costos del comercio?

¿Cómo pueden ayudar las cooperativas a los países en desarrollo y los PMA a vincularse con las cadenas de valor regionales y mundiales?

Presentación

Eloi Laourou, Embajador, Representante Permanente Adjunto de Benin ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, afirmó que las cooperativas desempeñaban una función de gran importancia para la realización de los objetivos de desarrollo sostenible. Ayudaban a afrontar los problemas sociales, económicos y ambientales tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. El acceso a la financiación, especialmente en los países de ingreso bajo, era un problema fundamental para las cooperativas. El debate sobre las cooperativas y el comercio no debía centrarse en el acceso a los mercados, sino ocuparse también de la seguridad alimentaria. Las disposiciones sobre trato especial y diferenciado deberían formularse de manera que hicieran posible que prosperara el modelo cooperativo y beneficiara a los productores y trabajadores que no obtenían en las cadenas de suministro mundiales la parte que debería corresponderles.

Aly-Khan Jamal, experto asesor, Dalberg Global Development Advisors, subrayó que el comercio de productos agrícolas era un punto de partida prometedor para la expansión del comercio entre cooperativas. Ese tipo de comercio había alcanzado un valor de 10.000 millones de dólares EE.UU. en 2012 y consistía en su mayor parte en productos frescos de escaso valor añadido cuyo precio se fijaba de forma competitiva y que se intercambiaban a nivel nacional y regional. Numerosos obstáculos frenaban el comercio entre cooperativas en los ámbitos de la producción y recolección; selección, transformación y comercialización; distribución al por mayor; y venta al por menor y consumo. Para potenciarlo sería necesario, además de vincular a los productores con los consumidores, establecer una propuesta clara que atendiera a los intereses de

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las cooperativas de consumidores. Determinadas iniciativas podían incrementar sustancialmente las corrientes comerciales, tanto entre las cooperativas como entre ellas y el resto del mundo.

Sergi Corbalan, Director Ejecutivo, Fair Trade Advocacy Office, manifestó que el comercio justo ofrecía un modelo inclusivo al propugnar una mayor equidad en el comercio internacional por medio de asociaciones comerciales basadas en el diálogo, la transparencia y el respeto, y contribuía al desarrollo sostenible y al crecimiento inclusivo, ofreciendo mejores condiciones comerciales a los productores y trabajadores marginados y garantizándoles sus derechos. Esos elementos del comercio justo indicaban que se trataba de un movimiento claramente relacionado con las cooperativas. Cafédirect era un buen ejemplo de comercio justo en el Reino Unido. La prima iba a parar a la cooperativa (y no a los agricultores) y contribuiría a su desarrollo y fortalecimiento institucionales.

Zhang Wangshu, Director Gerente, Departamento de Cooperación Internacional, Federación Nacional de Cooperativas de Abastecimiento y Comercialización, recordó que el comercio entre empresas representaba el 34% del comercio de China Coop. Los insumos agrícolas suponían el 59,9% de las exportaciones de China y el 37,5% de sus importaciones. La diversidad de los miembros de la ICA en diferentes países y sectores hacía posible el comercio entre cooperativas basado en la ventaja comparativa y no únicamente en unos principios comunes. El comercio entre cooperativas suponía también costos de transacción más reducidos y menores riesgos. El primer obstáculo, muy evidente, en esa actividad comercial era el hecho de que las cooperativas, aunque vinculadas desde el punto de vista conceptual, estaban dispersas y aisladas en lo referente a la información y las relaciones comerciales,.

Rodrigo Gouveia, Director de Políticas, ICA, dijo que las cooperativas formaban parte del sistema de comercio justo. Se centraban en la población y estaban basadas en valores. El más importante de los siete principios cooperativos que era necesario respetar para conseguir un comercio más equitativo era el de que las cooperativas eran entidades abiertas y voluntarias sometidas a control democrático y que cooperaban entre sí. Esos principios garantizaban que los miembros de las cooperativas fueran también los principales beneficiarios y que los ingresos no salieran de las comunidades. Cabía señalar que 8 de los países en los que el comercio entre cooperativas alcanzaba un volumen más elevado figuraban también entre los 12 países con un índice más alto de desarrollo social.

Raymond Saner, Director, CSEND & Diplomacy Dialogue, destacó que las estadísticas financieras, sociales y de empleo existentes revelaban que las cooperativas eran un elemento esencial de la economía. Los datos disponibles sobre la participación de las cooperativas en el comercio eran todavía preliminares. Las cooperativas también tenían que estar presentes en los debates sobre el desarrollo del comercio. Pese a la importancia del comercio entre cooperativas, los datos disponibles al respecto eran escasos. Más allá de los esfuerzos aislados de determinadas empresas, se necesitaban estadísticas de alcance nacional y sectorial compiladas de forma más estructurada y periódica. Las cooperativas deberían integrarse en las estadísticas de la OMC estableciendo una nueva categoría de entidades comerciales -"organizaciones comerciales cooperativas"- similar a la de las empresas de comercio de Estado que ya se utilizaba en la OMC. Las cooperativas podían hacer una contribución en las tres esferas del desarrollo sostenible y en el cumplimiento de todos los objetivos conexos. Como se había puesto de manifiesto en las deliberaciones de la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada recientemente, las cooperativas eran una opción para los países con una economía informal de gran tamaño.

Preguntas y observaciones

Entre las observaciones que se formularon cabe destacar las siguientes: las cooperativas contribuían a la sostenibilidad ambiental; las cooperativas tenían una presencia cada vez mayor en el campo de las energías renovables; la gobernanza de las cooperativas era uno de los retos planteados; era importante conseguir un equilibrio entre gobernanza y democracia (la ICA tenía previsto presentar un documento sobre ese tema en su Asamblea General que tendría lugar en Turquía en noviembre de 2015); la volatilidad de los precios de los productos producidos por las cooperativas (por ejemplo, el café) era un grave obstáculo para el comercio entre cooperativas; el potencial de las cooperativas estaba muy infrautilizado a causa de la falta general de información sobre las empresas cooperativas en diferentes zonas del mundo; y las cooperativas podían contribuir a promover el desarrollo sostenible a condición de que se cumplieran determinadas condiciones, como el acceso a financiación, la existencia de un entorno favorable, etc.

Conclusión

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Para intensificar el comercio entre cooperativas sería necesario, además de crear vínculos entre productores y consumidores, establecer una propuesta clara que atendiera a los intereses de las cooperativas de consumidores. El comercio justo era un movimiento muy relacionado con las cooperativas y bien reconocido como etiqueta de calidad. Ampliar la "marca" Comercio Justo era una opción posible para apoyar a las cooperativas de reciente creación para que participaran en el mercado con mayores posibilidades de éxito. Las estadísticas mostraban que las cooperativas eran un elemento muy importante de la economía. Considerar a una cooperativa como una empresa privada más sería un error, contrario a la tendencia cada vez más pronunciada hacía la "economía compartida" o "economía de la solidaridad". Era necesario que las cooperativas figuraran en las estadísticas de la OMC para poder seguir esa tendencia, que estaba más en consonancia con el mundo posterior a 2008. Para ello habría que crear una nueva categoría de entidades comerciales -"organizaciones comerciales cooperativas"- similar a la de las empresas de comercio de Estado que ya se utilizaba en la OMC. Las cooperativas desempeñaban una función de gran importancia en la consecución de los ODS y el fomento del desarrollo sostenible.

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22ª actividad paralela: Acuerdo sobre los vehículos automóviles del Grupo de Países BBIN: principales preocupaciones, desafíos y beneficios

Organizada por:

CUTS International

Ponentes: Julien Grollier, Oficial Auxiliar de

Programas, CUTS International, Ginebra Marek Retelski, Jefe del Departamento de

Transportes Internacionales por Carretera y Facilitación del Comercio, Unión Internacional de Transportes por Carretera

William John Gain, especialista superior de desarrollo del sector privado sobre logística comercial, Práctica Global de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Mostafa Abid Khan, Ministro, Misión Permanente de Bangladesh ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra

Yann Duval, Jefe de la División de Facilitación del Comercio, Relaciones Comerciales e Inversión, Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico de las Naciones Unidas (CESPAP)

Pranav Kumar, Director de Política Comercial Internacional, Confederación de Industrias de la India

El 15 de junio de 2015, el Grupo de Países constituido por Bangladesh, Bhután, la India y Nepal (BBIN) firmó un acuerdo subregional sobre los vehículos automóviles con objeto de facilitar la circulación de la carga a través de sus fronteras. Se esperaba que redujera significativamente los costos de las transacciones comerciales y podría ser un instrumento eficaz para hacer realidad el potencial en materia de comercio e inversión. En esta actividad se examinaron los beneficios potenciales, así como las principales preocupaciones y desafíos que era necesario superar para asegurar una aplicación eficaz, incluso a través de la movilización de la Ayuda para el Comercio.

En conjunto, los participantes expresaron su gran confianza en el acuerdo y en que pudiera facilitar el comercio y agilizar el movimiento de mercancías en la región. Algunos de ellos elogiaron el carácter innovador del acuerdo marco e hicieron valiosas observaciones sobre la forma de abordar las preocupaciones de las empresas y los problemas de aplicación que cabía prever. En la actualidad subsistían preguntas y preocupaciones sobre cuestiones tales como la asignación de las rutas, los permisos, el registro de los vehículos, la reducción de la necesidad de inspección, la flexibilidad etc. La principal dificultad que se señaló era el largo proceso de armonización de la reglamentación entre las cuatro partes contratantes, para lo cual tendrían que llevarse a cabo consultas eficaces con diversas partes interesadas.

Entre otras recomendaciones, durante la sesión se consideró necesario establecer un plan acordado de puesta en práctica por etapas, en el que una de las primeras medidas podría consistir en acordar normas comunes (por ejemplo, respecto de la carga por eje) y las rutas autorizadas.

Presentación

Julien Grollier, Oficial Auxiliar de Programas, CUTS International, Ginebra, subrayó el potencial del acuerdo sobre los vehículos automóviles del Grupo de Países formado por Bangladesh, Bhután, la India y Nepal, en relación con la integración económica regional en Asia Meridional y mencionó algunas de las preocupaciones que sería necesario afrontar durante la fase de aplicación en cuanto a la asignación de las rutas, los problemas que pudieran surgir en torno a los permisos, el registro de los vehículos, los mecanismos de inspección, las diferencias en materia de capacidad, la asimetría en la información y los obstáculos políticos locales. Propuso varias posibles soluciones para reducir los costos empresariales, como la adopción de tecnologías apropiadas (GPS, televisión en circuito cerrado, sellos electrónicos) con el fin de reducir todo lo posible la necesidad de inspección. También recomendó actuar con flexibilidad con respecto al cambio de rutas, de conductor o de tractor en el curso de un trayecto, así como establecer arreglos específicos para el transporte de carga menor que camión completo.Marek Retelski, Jefe del Departamento de Transportes Internacionales por Carretera y Facilitación del Comercio, Unión Internacional de Transportes por Carretera, comenzó su

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intervención expresando su satisfacción por la firma del acuerdo y dijo que había habido un progreso sostenido y un compromiso permanente con respecto al acuerdo. Basándose en su experiencia en el transporte transfronterizo, expuso algunas de las dificultades con las que se tropieza habitualmente en la aplicación de los acuerdos internacionales y regionales de esa naturaleza.

William John Gain, especialista superior de desarrollo del sector privado sobre logística comercial, Práctica Global de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial , elogió el acuerdo por su carácter innovador y porque era un importante paso adelante hacia el desarrollo y la integración regional. Celebró el proceso participativo que había desembocado en la firma del acuerdo, en particular la colaboración y cooperación transparentes entre los sectores público y privado, y añadió que, en su opinión, nunca se insistiría lo suficiente en la necesidad para la aplicación del acuerdo, de una colaboración sostenida entre ambos sectores y entre los organismos que operaban en las fronteras. También subrayó la dificultad del camino que quedaba por recorrer, dado que la firma del acuerdo no era más que un primer paso que debería ser seguido de otros muchos. A ese respecto, sería esencial establecer normas y reglamentos bien definidos para conseguir la colaboración de las partes interesadas del sector privado.

Mostafa Abid Khan, Ministro, Misión Permanente de Bangladesh ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra, hizo hincapié en que el acuerdo sobre los vehículos automóviles del Grupo de Países BBIN era un acuerdo marco y de amplia cobertura, pues además del transporte de mercancías abarcaba el de pasajeros y el transporte personal. Aportó una visión práctica sobre algunos problemas que surgirían probablemente en la aplicación y sobre las necesidades de armonización. Por ejemplo, por las carreteras de la India podían circular camiones más cargados que por las de Bangladesh. Asimismo, las diferencias en el tamaño y la composición de los vehículos planteaban la cuestión de las definiciones y la normalización de alcance regional. Por último, el señor Abid Khan confiaba en que el turismo aceleraría la aplicación del acuerdo. Concluyó afirmando que el problema residía en los detalles.

Yann Duval, Jefe de la División de Facilitación del Comercio, Relaciones Comerciales e Inversión, Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico de las Naciones Unidas (CESPAP), coincidió con otros participantes en que la firma del acuerdo sobre los vehículos automóviles era un hecho innovador, coherente con el marco estratégico para el transporte internacional por carretera de la CESPAP adoptado por los ministros de Transporte de la región de Asia y el Pacífico en 2013. La identificación con el acuerdo de una parte sustancial de las partes interesadas sería crucial para garantizar que su aplicación favoreciera el bienestar nacional. Mencionó también una lista de 10 instrumentos y convenios internacionales que podían adoptarse en apoyo de la aplicación, además del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC. Seguidamente, formuló dos recomendaciones: en primer lugar, todo dispositivo institucional que se creara en el marco del acuerdo debería englobarse en la estructura de los comités nacionales y subregionales de facilitación del comercio; en segundo lugar, pidió que se estableciera un mecanismo de vigilancia, a ser posible en el marco de los mecanismos de facilitación del comercio que estaban estableciendo las naciones participantes en el SASEC40 con el apoyo de la CESPAP y del Banco Asiático de Desarrollo.

Pranav Kumar, Director de Política Comercial Internacional, Confederación de Industrias de la India, subrayó, al igual que otros participantes, que quedaba un largo camino por recorrer. Insistió en la necesidad de establecer un calendario de aplicación y señaló el papel que podía desempeñar la Ayuda para el Comercio a ese respecto. El sector privado de la India esperaba con interés la aplicación del acuerdo sobre los vehículos automóviles, que debería servir para que los tres países vecinos recibieran de la India vehículos automóviles de mayor calidad. Cabría prever que el acuerdo facilitaría el comercio entre la India y los tres signatarios restantes, que ya disfrutaban de un acceso libre de derechos y de contingentes a los mercados de la India para la mayor parte de los productos.

40 Programa de Cooperación Económica Subregional de Asia Meridional.

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Preguntas y observaciones

Las preguntas del público se centraron en los acuerdos sobre los vehículos automóviles firmados anteriormente en otras regiones, de los que el Grupo de Países BBIN podían extraer enseñanzas. Se mencionó el ejemplo del Acuerdo sobre la facilitación del transporte transfronterizo en la subregión del Gran Mekong, que, sin embargo, había tenido un éxito limitado debido en parte a su extrema complejidad. En el caso del Grupo de Países BBIN, se trataba de un acuerdo marco que no resultaba excesivamente enrevesado. Se podían extraer otras enseñanzas, como la necesidad de un marco de aplicación flexible y basado en principios y la de tener en cuenta el posible problema de la calidad de las carreteras, que podría revelarse como un obstáculo mayor de lo previsto.

Conclusión

Los participantes concluyeron afirmando que tenían grandes expectativas con respecto al acuerdo sobre los vehículos automóviles firmado por el Grupo de Países BBIN, y recomendaron no regatear esfuerzos en su aplicación. Como indicó uno de los participantes, "es preciso que exista colaboración antes y después de que se haya secado la tinta". En todo acuerdo existía el riesgo de que surgieran dificultades en la aplicación, pero una participación apropiada de todas las partes interesadas, la flexibilidad y la utilización de recursos preexistentes contribuirían a evitar el mayor número posible de obstáculos. Lo que se necesitaba era establecer un plan acordado de puesta en práctica por etapas, en el que una de las primeras medidas podría consistir en acordar normas comunes (por ejemplo, respecto de la carga por eje) y las rutas autorizadas.

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23ª actividad paralela: Descubrimiento del potencial de las islas del Pacífico

Organizada por:

Secretaría del Marco Integrado mejorado

Secretaría del Foro de las Islas de Pacífico

Misión Permanente de Australia en Ginebra

Organización Mundial del Comercio (OMC)

Debido a la distancia, su tamaño, su exposición a desastres naturales devastadores y su vulnerabilidad al cambio climático, los países insulares del Pacífico -y en particular los menos adelantados- están entre los más vulnerables del mundo. La Ayuda para el Comercio puede tener un impacto positivo al apoyar a estos países en su camino hacia el desarrollo, aprovechando los recursos naturales y culturales únicos de la región.

La recepción, organizada por Australia, la Secretaría Ejecutiva del Marco Integrado mejorado, el Foro de las Islas del Pacífico y la Secretaría de la OMC, proporcionó a los participantes una introducción a las islas del Pacífico en la que se mostraron algunas exportaciones de esos países impulsadas por la Ayuda para el Comercio y ofreció una muestra de la cultura, las artes y la cocina de las islas del Pacífico.

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24ª actividad paralela: Gestión de las medidas no arancelarias en las estrategias de desarrollo sostenible

Organizada por:

Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)

Centro de Comercio Internacional (ITC)

Grupo del Banco Mundial

Organización Mundial del Comercio (OMC)

Ponentes: Olivier Cadot, Universidad de Lausanne y

Fundación para Estudios e Investigaciones sobre Desarrollo Internacional

Marc Bacchetta, Consejero Superior, OMC Ralf Peters, Dependencia de Análisis del

Comercio, OCI, UNCTAD Marion Jansen, Economista Jefe, ITC Jose Guilherme Reis, Director,

Dependencia de Comercio, Grupo del Banco Mundial

La sesión se concentró en el vínculo entre las medidas no arancelarias y el desarrollo sostenible a través del comercio. El objetivo era examinar la colaboración y el progreso en diferentes instituciones en relación con las medidas no arancelarias, en aspectos como el costo del comercio, la gobernanza, la coherencia o la convergencia.

Parte del debate se refirió a la disponibilidad de datos y los progresos en el ámbito de la reunión de datos. Algunas evaluaciones realizadas utilizando datos reunidos sobre medidas no arancelarias indicaban ya que esas medidas eran más importantes para el costo del comercio que los aranceles.

Los ponentes intercambiaron también opiniones sobre la necesidad y las formas de superar otros posibles efectos adversos en el comercio. Existían algunos instrumentos al nivel multilateral, por ejemplo las disciplinas y los mecanismos de solución de diferencias, en particular las medidas comerciales correctivas o las medidas comerciales especiales. Era también fundamental el papel de los Acuerdos MSF y OTC, especialmente para el establecimiento de los principios teóricos para una reglamentación adecuada.

Al nivel regional, se consideró que la convergencia entre países era conveniente para reducir los costos de cumplimiento y mejorar la competitividad de las empresas privadas mediante la armonización y el reconocimiento mutuo de las medidas no arancelarias. Al mismo tiempo, los países podían mejorar unilateralmente su desempeño asegurando la coherencia de sus políticas para lograr los objetivos de desarrollo deseados.

Presentación

Olivier Cadot, Investigador Superior, Fundación para Estudios e Investigaciones sobre Desarrollo Internacional, Instituto de Economía Aplicada, sugirió que el temor de que las medidas no arancelarias se utilizaran como políticas proteccionistas en general no se había materializado. Existía en cambio el riesgo concreto de que una medida se hiciera extensiva a otra esfera no relacionada con el objetivo para el cual se había diseñado. La adopción de políticas nacionales tenía una importancia crucial. Los órganos de reglamentación y supervisión de un país o una región podrían asegurar una coordinación explícita para hacer frente a este riesgo u ofrecer mecanismos de solución de conflictos y de coordinación. Actualmente, los órganos institucionales más adecuados para desempeñar esas funciones eran los comités sobre medidas no arancelarias que se establecerían en virtud del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC.

Marc Bacchetta, Consejero Superior, División de Estudios Económicos y Estadística, OMC, dijo que había posibilidades de gestión y cooperación internacional en el área de las medidas no arancelarias. Era posible que los acuerdos regionales hubieran tenido consecuencias para terceros países y esa era la principal razón por la cual eran necesarias la convergencia reglamentaria y la alineación al nivel multilateral. Los Acuerdos MSF y OTC eran útiles, pero probablemente no suficientes. Algunos Miembros estaban dispuestos a examinar algunas de las

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demás cuestiones relacionadas con el acceso al mercado. En el ámbito de la disponibilidad de datos, en el Informe sobre el Comercio Mundial 2012 de la OMC se habían examinado a fondo los distintos tipos de datos, las fuentes existentes y la cobertura en términos de países y temas. Los datos disponibles sobre medidas no arancelarias no eran en absoluto suficientes. Además de las notificaciones de la OMC, la UNCTAD recopilaba activamente las medidas adoptadas a nivel oficial; la cobertura se estaba ampliando, especialmente en los ámbitos de las MSF y los OTC. Había también estudios realizados por el ITC sobre empresas comerciales que complementaban esta información para ofrecer una perspectiva diferente e incluían preocupaciones relativas a obstáculos procesales. La Global Trade Alert vigilaba las políticas que afectan al comercio mundial. No se disponía actualmente de datos sobre algunas medidas, como las subvenciones. El objetivo de la reunión de datos era apoyar análisis que permitieran adoptar decisiones bien fundamentadas sobre políticas comerciales, incluidas las medidas no arancelarias. Los efectos de esas medidas se comprendían claramente, pero no estaban documentados, dado que debían basarse en análisis de datos sólidos. Este aspecto tampoco estaba bien establecido, dado que los modelos no eran sencillos. Los numerosos estudios recientes contribuían a ampliar los conocimientos en esta esfera.

Ralf Peters, Dependencia de Análisis del Comercio, OCI, UNCTAD, puso de relieve la información reunida y disponible en la base de datos TRAINS de la UNCTAD y que se utilizaba, por ejemplo, para la estimación de los equivalentes ad valorem, indicaban que el efecto de las medidas no arancelarias era mucho mayor que el de los aranceles. Se estimaba que el efecto en las importaciones de los PMA era aún más significativo. Sin embargo, las medidas no arancelarias, al tiempo que obstaculizaban el comercio, también contribuían al logro de objetivos de política muy vinculados al desarrollo sostenible. Había un vínculo estrecho entre los dos aspectos, y la Ayuda para el Comercio podía ayudar a los países a utilizar medidas no arancelarias para lograr sus objetivos de desarrollo. La transparencia era el primer paso para facilitar el cumplimiento de los requisitos en los mercados de exportación. La UNCTAD y sus asociados preveían tener para fines de este año datos sobre medidas no arancelarias oficiales de los países que representaban el 90% del comercio mundial. Esta información se utilizaba también para apoyar la integración regional, por ejemplo mediante la facilitación de la convergencia regional. Como medida futura, la cooperación ex ante podía ayudar a los países a aplicar sus reglamentos de manera que satisficiera los objetivos declarados pero no obstaculizara el comercio, especialmente teniendo en cuenta que se esperaba que la mayoría de los países en desarrollo se pusieran al día con respecto a los reglamentos.

Marion Jansen, Economista Jefe, ITC, dijo que las pequeñas y medianas empresas eran menos productivas que las grandes empresas y la mitad de ellas se veían afectadas por las medidas no arancelarias en el comercio. La labor del ITC en esta esfera podía resumirse en cuatro pasos. Se dijo una vez más que el acceso a la información era un punto de partida para prestar apoyo a estas empresas a fin de que mejoraran su competitividad. Se apoyaba a las empresas para que mejoraran su capacidad para cumplir los requisitos de reglamentación y las normas conexas. Al nivel de los países, era necesario proporcionar infraestructura técnica para evaluar la conformidad con esos requisitos. En la frontera, la labor de facilitación del comercio suavizaba los obstáculos de procedimiento y aseguraba procedimientos transfronterizos más eficientes, especialmente mediante documentos y procedimientos simplificados y una mayor previsibilidad. Se destacó que las normas privadas podían plantear problemas para los exportadores y el ITC ofrecía una herramienta para estudiar la abundante información en esta esfera.

Jose Guilherme Reis, Director, Dependencia de Comercio, Grupo del Banco Mundial, recomendó que los gobiernos nacionales simplificaran sus reglamentaciones sobre medidas no arancelarias para asegurar la coherencia y reducir los efectos no deseados. El Banco había desarrollado un conjunto de herramientas para este fin y estaba de acuerdo en que las medidas no arancelarias eran necesarias para alcanzar objetivos de seguridad interna y desarrollo, de modo que era preciso realizar análisis caso por caso para mejorar la gobernanza reglamentaria y concentrarse en el asesoramiento sobre políticas. El enfoque no debía ser de enfrentamiento entre los sectores público y privado, dado que las medidas no arancelarias podían mejorar la competitividad.

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Debate

Hubo acuerdo en que las medidas no arancelarias no se establecían principalmente con fines proteccionistas sino con otros objetivos relacionados, por ejemplo, con la seguridad y el logro de otros objetivos de desarrollo. Se explicó también que el término "coherencia reglamentaria" se refería al diseño de las políticas dentro de un país de modo que no hubiera reglamentos en conflicto, en tanto que "convergencia de las políticas" se refería a la negociación entre dos o más países para alinear sus políticas, principalmente mediante el reconocimiento mutuo o la armonización. La negociación en esta esfera era más compleja que en el caso de los aranceles, dado que no se trataba de un precio sino, por ejemplo, del método elegido para eliminar los agentes patógenos en los alimentos, o del enfoque adoptado para determinar los ingredientes autorizados. Los datos sobre medidas no arancelarias indicaban las esferas en que los países tenían más diferencias, para así concentrar el debate en esas esferas. Se dijo que el reconocimiento mutuo de la evaluación de la conformidad podía lograr una reducción considerable de los costos de cumplimiento, y esto parecía prometedor para la labor de la Ayuda para el Comercio. Se mencionó también que podían plantearse en algunos casos cuestiones de competencia si un reglamento creaba un monopolio de facto. Esta cuestión se estaba examinando en algunas instituciones.

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25ª actividad paralela: Transforming Border Bottlenecks into Global Gateways - Herramienta de la OCDE para apoyar la facilitación del comercio

Organizada por:

Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)

Ponentes: Evdokia Moise, Analista Superior de

Política Comercial, OCDE Valérie Thielemans, Oficial Superior de

Gestión de Datos Estadísticos, OCDE Steven Pope, Jefe de Asuntos Aduaneros y

Reglamentación para Europa, DHL Gabriel Duque, Embajador, Representante

Permanente de Colombia ante la OMC Elizabeth Santucci, Oficial de Reforma del

Comercio y la Reglamentación, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

El objetivo del evento era presentar las herramientas analíticas y de referencia elaboradas por la OCDE para apoyar la aplicación de la facilitación del comercio y, sobre la base de esas herramientas, analizar el impacto de la facilitación del comercio en el costo del comercio y la contribución de la comunidad de donantes al apoyo de la facilitación del comercio.

En las presentaciones se ilustraron los distintos usos de las herramientas para los países que quieren formular sus planes de acción para la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC y obtener la asistencia técnica y el apoyo necesarios para la creación de capacidad apropiada. Los debates y las preguntas se concentraron principalmente en los métodos utilizados por la OCDE para garantizar la exactitud, pertinencia, puntualidad y robustez de los datos reunidos y los análisis realizados; la capacidad de las bases de datos de reflejar no solo los reglamentos aplicables sino también la práctica sobre el terreno y vigilar el desempeño real y no la mera percepción; la planificación de actualizaciones de los datos; y las posibilidades de incorporar la información obtenida de la respuesta de los usuarios para mejorar la pertinencia y la eficacia de las herramientas para los encargados de la formulación de políticas, los donantes y los investigadores.

Presentación

Evdokia Moise, Analista Superior de Política Comercial, y Valérie Thielemans, Oficial Superior de Gestión de Datos Estadísticos, OCDE, presentaron los Indicadores de Facilitación del Comercio y la herramienta de Simulación de Políticas. Se habían elaborado tres herramientas: la denominada "Compare su país en la facilitación del comercio"41; el simulador de políticas de facilitación del comercio42; y la base de datos interactiva de facilitación de la Ayuda para el Comercio.43 El objetivo de las herramientas era ayudar a los países a priorizar las medidas de facilitación del comercio, movilizar de manera más específica la asistencia técnica y los esfuerzos de creación de capacidad e identificar la asistencia para el desarrollo disponible. Los datos se recogían a tres niveles: datos de la OCDE, datos provenientes del sector privado y datos provenientes (actualmente) de 152 gobiernos (que serán pronto 163).

Steven Pope, Jefe de Asuntos Aduaneros y Reglamentación para Europa, DHL, subrayó el impacto de las medidas de facilitación del comercio eficaces en el apoyo y la promoción de la actividad económica y su influencia en las decisiones de las empresas acerca de su ubicación y sus fuentes.

41 http://www.compareyourcountry.org/trade-facilitation.42 http://oecd/tfi-sim.43

https://public.tableau.com/views/AFTFacilitation/Byaidprovider?:embed=y&:showTabs=y&:display_count=no?&:showVizHome=no#1.

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Gabriel Duque, Embajador, Representante Permanente de Colombia ante la OMC, destacó los progresos alcanzados por su país en la facilitación del comercio en los últimos años y la forma en que las herramientas de facilitación del comercio de la OCDE estaban ayudando a Colombia a identificar y enfrentar los desafíos restantes.

Elizabeth Santucci, Oficial de Reforma del Comercio y la Reglamentación, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, destacó la importancia de mecanismos confiables de medición y vigilancia, como las herramientas interactivas de facilitación del comercio de la OCDE, para determinar y reforzar las decisiones sobre política.

Debate

Los participantes del sector privado ofrecieron más datos e información desde la perspectiva de las empresas para enriquecer la reflexión acerca de las prácticas de facilitación del comercio sobre el terreno. Otros participantes preguntaron cómo se conciliaban en los Indicadores de Facilitación del Comercio las discrepancias entre los datos aportados por los gobiernos y los del sector privado. Los participantes analizaron el proceso en tres etapas para comprobar la exactitud de los datos y asegurar que los posibles errores pudieran ser rectificados por las administraciones pertinentes. Los participantes examinaron también la cobertura del desempeño de las autoridades fronterizas distintas de las aduanas y la posibilidad de establecer bases de referencia de prácticas óptimas y poner de relieve los problemas al nivel regional. Por último, los participantes formularon preguntas acerca de la posibilidad de profundizar y ajustar la información contenida en las herramientas para realizar diagnósticos y responder a las necesidades de formulación de políticas. Por último, la Secretaría de la OCDE invitó a que se proporcionara información sobre la pertinencia y la facilidad de utilización de las herramientas y sugerencias para introducir mejoras en el futuro.

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26ª actividad paralela: Secuenciación de las reformas y preparativos para la ratificación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio

Organizada por:

Grupo del Banco Mundial

Observaciones de apertura: Anabel González, Directora Superior,

Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Xiaozhun Yi, Director General Adjunto, Organización Mundial del Comercio (OMC)

Esteban Conejos, Presidente del Comité Preparatorio sobre Facilitación del Comercio

Moderador: Klaus Tilmes, Director, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Ponentes: William Gain, Especialista en Productos,

Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Gerard McLinden, Especialista Principal, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial

Sheri Rosenow, Consejera Superior, OMC

La finalidad de esta actividad era compartir las mejores prácticas de concepción, secuenciación y ejecución de reformas para lograr una mejor armonización con el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC).

Presentación

Anabel González, Directora Superior, Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad, Grupo del Banco Mundial, declaró abierta la actividad paralela. En su presentación, puso de relieve el impulso político para la reforma de la facilitación del comercio y la necesidad de que los Miembros aprovecharan ese impulso. Se refirió a los estudios recientes y la evidencia empírica que destacaban el impacto significativo de las reformas de la facilitación del comercio en el PIB, las corrientes comerciales y el bienestar de los países, y señaló que por cada 1% de reducción en los costos del comercio, el ingreso mundial aumentaba en 40.000 millones de dólares. Dijo que la facilitación del comercio promovía el comercio reduciendo los costos y las demoras para los comerciantes con medidas que aseguraban la previsibilidad, simplicidad, transparencia y uniformidad en los procedimientos aduaneros y otros procedimientos fronterizos.

Xiaozhun Yi, Director General Adjunto, OMC, instó a los Miembros a que aseguraran la entrada en vigor del AFC. Señaló que para que el Acuerdo entrara en vigor era necesaria su ratificación por dos tercios de los Miembros. Observó que los procesos del AFC, antes multilaterales y basados en Ginebra, se habían desplazado ahora a las capitales de los Miembros y estaban siendo examinados por las partes interesadas. Pidió a los Miembros que compartieran sus mejores prácticas para superar los problemas de aplicación. A este respecto, recalcó la importancia del apoyo de los asociados en el desarrollo, como el Banco Mundial, y señaló que la OMC seguiría desempeñando una función de "coherencia".

Esteban Conejos, Embajador, Representante Permanente de Filipinas ante la OMC y Presidente del Comité Preparatorio sobre Facilitación del Comercio, se refirió a los antecedentes históricos del AFC y pidió a los Miembros que no perdieran de vista los aspectos positivos del Acuerdo. Dijo que se preveía que muchos países ratificaran el Acuerdo antes de la Décima Conferencia Ministerial.

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El personal del Grupo del Banco Mundial presentó el Programa de Apoyo a la Facilitación del Comercio, administrado por el Grupo del Banco Mundial, que prestaba apoyo a los países en desarrollo que solicitaban asistencia para alinear sus prácticas comerciales con el AFC. El Programa de Apoyo a la Facilitación del Comercio ayudaba a los países en desarrollo a introducir reformas de facilitación del comercio encaminadas a mejorar los sistemas, servicios y prácticas comerciales con el fin de fomentar el comercio, la inversión, la creación de empleo y la competitividad del sector privado. Entre las áreas de intervención y asistencia técnica del Programa cabía citar las siguientes: i) asistencia para formular compromisos y fijar plazos de cumplimiento; ii) examen y validación de las autoevaluaciones e identificación de las deficiencias de las reformas; iii) apoyo y fortalecimiento de los Comités Nacionales de Facilitación del Comercio; iv) examen y redacción de leyes comerciales y aplicación de reglamentos para asegurar su coherencia con el AFC; v) simplificación y armonización de los procedimientos y documentos comerciales para reducir los tiempos y los costos del comercio; vi) mejora de las medidas de transparencia y rendición de cuentas en la práctica comercial; vii) fomento de las asociaciones entre los sectores público y privado para catalizar las reformas de facilitación del comercio; viii) integración de sistemas de gestión basados en el riesgo y otras formas contemporáneas de gestión de fronteras en los enfoques de los procedimientos de inspección en frontera y despacho de aduanas; ix) examen de la coordinación entre organismos y elaboración de planes para la creación de capacidad institucional; y x) apoyo a soluciones regionales para facilitar el reconocimiento de las normas convenidas para las mercancías que atraviesan fronteras y apoyo a la elaboración y aplicación de sistemas automatizados.

Sheri Rosenow, Consejera Superior, División de Acceso a los Mercados, OMC, presentó un panorama general del Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC. El Mecanismo se había creado a petición de los países en desarrollo y los países menos adelantados para asegurar que esos países recibieran la asistencia necesaria para aprovechar plenamente los beneficios de la facilitación del comercio y apoyar el objetivo final de la plena aplicación del Acuerdo por todos los Miembros. El Mecanismo había sido establecido formalmente el 22 de julio de 2014 por el Director General de la OMC Roberto Azevêdo y había entrado en funcionamiento el 27 de noviembre de 2014. Prestaría apoyo a los países en desarrollo y, los países menos adelantados Miembros en la evaluación de sus necesidades específicas y la identificación de posibles asociados para el desarrollo que los pudieran ayudar a satisfacer esas necesidades. Esto se lograría, entre otras cosas, mediante la asistencia a los Miembros en la preparación de su notificación de categorías de trato especial y diferenciado; el desarrollo y la prestación de asistencia y apoyo para la creación de capacidad con miras a asegurar que los Miembros de la OMC comprendieran plenamente el Acuerdo; la prestación de apoyo a los países en desarrollo y los países menos adelantados Miembros para acceder a la asistencia para la aplicación disponible de organismos regionales y multilaterales, donantes bilaterales y otras partes interesadas que ofrecían una amplia gama de programas; y, cuando no se dispusiera de otras fuentes de financiación, el ofrecimiento de donaciones para la preparación o ejecución de proyectos a los países en desarrollo y países menos adelantados Miembros que notificaran compromisos de la categoría C.

Las delegaciones de Zambia, Sri Lanka, Bangladesh y Rwanda presentaron las conclusiones de las respectivas autoevaluaciones y misiones de validación. La mayoría de esos países habían completado su autoevaluación y habían llevado a cabo análisis de las deficiencias en los requisitos de aplicación del AFC. Todas las delegaciones comunicaron que habían completado la categorización y validación de las medidas de las categorías A, B y C, habían notificado las medidas de la categoría A y habían establecido comités nacionales de facilitación del comercio.

Se señaló que el principal desafío que se planteaba en lo inmediato era la gestión del proceso de ratificación en los países. Entre otros desafíos cabía citar los problemas de gestión del cambio y la cooperación y coordinación entre organismos fronterizos; el establecimiento de centros de información; la creación de capacidad entre las partes interesadas; la finalización de los análisis de las deficiencias; el desarrollo de portales nacionales de información sobre comercio; el establecimiento de comités directivos de ventanilla única; la revisión de los marcos jurídicos; la incorporación del sector privado en los comités de facilitación del comercio; el acuerdo sobre prioridades para la reforma nacional; la incorporación de otros organismos de gestión fronteriza; la falta de una comprensión clara de las consecuencias jurídicas del Acuerdo; las múltiples interpretaciones del Acuerdo; y la falta general de conocimiento de los procedimientos entre los comerciantes y el exceso de procedimientos manuales. Sin embargo, las cuatro delegaciones comunicaron progresos en los procesos de reforma y modernización de sus respectivas autoridades aduaneras.

Preguntas y observaciones

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Se preguntó a los ponentes por qué se incluían en el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio disposiciones "de máximo empeño" y otras "jurídicamente vinculantes". Se respondió que se trataba así de dar flexibilidad a los Miembros en la aplicación de algunas disposiciones del Acuerdo, en particular aquellas para las que no se dispondría de financiación. Se propuso también que se utilizara un enfoque regional en la aplicación de algunas disposiciones del Acuerdo a fin promover la armonización y la coordinación.

Conclusión

El Grupo del Banco Mundial seguiría apoyando todos los esfuerzos a todos los niveles (públicos y privados) para prestar apoyo a los países con miras a la aplicación plena y efectiva del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio. Se recalcó también la necesidad de continuar el diálogo y la comunicación entre las partes interesadas sobre las cuestiones de facilitación del comercio.

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27ª actividad paralela: Ayuda para el Comercio en apoyo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Organizada por:

Misión Permanente del Canadá, Ginebra

Centro Internacional de Comercio y Desarrollo Sostenible (ICTSD)

Observaciones de apertura: Ricardo Melendez-Ortiz, Jefe Ejecutivo,

ICTSD Alice Tipping, Oficial Superior de

Programas, ICTSD

Ponentes: Liesbeth Casier, Investigadora, Instituto

Internacional para el Desarrollo Sostenible

Patrick Kanyimbo, Experto Principal en Integración Regional, División de Comercio e Integración Regional, Banco Africano de Desarrollo

Vicki Poole, Primera Secretaria, Misión Permanente de Nueva Zelandia ante la OCDE, París

Amadou Tall, Consultor Superior en Pescado y Productos de la Pesca

Stephen Yeobah, Investigador, Africa Progress Panel

El objetivo era destacar la necesidad de un enfoque coherente y amplio del desarrollo sostenible para la estrategia y la planificación de la Ayuda para el Comercio, y demostrar formas en que la Ayuda para el Comercio podía apoyar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En la sesión se destacaron en particular los vínculos entre el comercio, los ODS y varios sectores en que la Ayuda para el Comercio podía desempeñar un papel importante en apoyo del desarrollo sostenible.

En primer lugar, una exposición general de los ODS propuestos permitió que los participantes comprendieran mejor la nueva agenda para el desarrollo prevista. Se destacaron los objetivos 2, 7, 8, 14 y 17 como ejemplos de situaciones en que la Ayuda para el Comercio podía aportar una contribución. En segundo lugar, los ponentes dieron ejemplos concretos de la forma en que la Ayuda para el Comercio había apoyado proyectos de facilitación del comercio e infraestructura en África y el Pacífico que habían contribuido a la seguridad alimentaria y a mejorar el acceso a la energía sostenible y asequible. La gran deficiencia energética en África era un obstáculo importante para el desarrollo económico, incluida la expansión del comercio, y se hicieron varias recomendaciones, en particular acerca del comercio y la inversión. En tercer lugar, se ofreció una guía práctica de la forma en que podían integrarse mejor las consideraciones ambientales en los proyectos e iniciativas de Ayuda para el Comercio. Finalmente, se proporcionaron orientación y ejemplos concretos de la forma en que podían seleccionarse los proyectos de Ayuda para el Comercio para asegurar que fueran sostenibles desde el punto de vista ambiental y social.

Presentación

Ricardo Melendez-Ortiz, Jefe Ejecutivo, ICTSD, declaró abierta la reunión y señaló los vínculos entre el comercio y la Agenda para el Desarrollo después de 2015 y la forma en que podía utilizarse el comercio para apoyar los ODS.

Alice Tipping, Oficial Superior de Programas, ICTSD, inició el debate y puso de relieve que el comercio era pertinente directa e indirectamente para los 17 ODS, de los cuales se refirió específicamente a 5. El objetivo 2 consistía en poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible. Reflejaba la importancia de los mercados eficientes, las políticas comerciales, la reducción de la volatilidad de los precios y el acceso a alimentos durante todo el año. El objetivo 7 consistía en asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos. En este contexto eran pertinentes las iniciativas de Ayuda para el Comercio, incluida la necesidad de mejorar la cooperación internacional y promover las inversiones en infraestructura. El objetivo 8 se refería específicamente a la forma en que el comercio podía contribuir a promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos. El objetivo 14, que se proponía conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible, podía conseguirse también mediante el comercio y las políticas comerciales. Por ejemplo, la Sra. Tipping señaló como ejemplo la forma en que las subvenciones a la pesca podían contribuir a luchar contra la pesca excesiva.

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Destacó que las iniciativas de Ayuda para el Comercio podían también contribuir a responder al cambio climático. Por último, el objetivo 17, consistente en fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible, podía alcanzarse mediante un sistema basado en normas equitativas.

Amadou Tall, Consultor Superior en Pescado y Productos de la Pesca, destacó la importancia de la pesca para el logro del objetivo de poner fin al hambre y subrayó que la Ayuda para el Comercio tenía una función importante que desempeñar en la consecución de la seguridad alimentaria. Se concentró en el papel del pescado para la seguridad alimentaria y en su importancia en particular para los pequeños Estados insulares en desarrollo y el África Subsahariana. En 2013, el sector pesquero aportó 134.000 millones de dólares al comercio mundial. Puso de relieve las dificultades del comercio de pescado en África y la importancia de programas como el programa UE-ACP para brindar a los países oportunidades de entrar en el mercado mundial. Planteó la cuestión del aumento de la población y de la demanda de pescado que no era posible satisfacer con la infraestructura y la capacidad de gestión actuales. La Ayuda para el Comercio podía contribuir a mejorar la infraestructura, la facilitación del comercio, el cumplimiento de las normas MSF y la mejora de la cadena de frío para reducir las pérdidas y en consecuencia los precios.

Vicki Poole, Primera Secretaria, Misión Permanente de Nueva Zelandia ante la OCDE, se refirió a la transición en curso de los pequeños Estados insulares en desarrollo del Pacífico hacia la energía renovable y destacó la forma en que Nueva Zelandia apoyaba y seguiría apoyando esos esfuerzos. Explicó que Nueva Zelandia era firme partidaria de la Ayuda para el Comercio, con la que guardaba relación el 40% de su asistencia oficial para el desarrollo. Se refirió en particular a proyectos específicos de energía renovable que se estaban llevando a cabo y a las formas en que el comercio podía vincularse con la energía renovable. La estrategia de Nueva Zelandia para 2015-2018 se ocupaba de esta cuestión, en particular en la región del Pacífico.

Stephen Yeobah, Investigador, Africa Progress Panel, presentó el informe recientemente publicado por Africa Progress Panel con el título de "Power, People, Planet", centrado en los esfuerzos de África por establecer prácticas resilientes con respecto al clima y proporcionar energía limpia. Analizó la dotación de recursos energéticos de África, en particular de petróleo, gas, energía geotérmica, energía solar y energía eólica, que contrastaba con el hecho de que 600 millones de africanos no tenían acceso a la energía. Recomendó el comercio transfronterizo de electricidad, ya que en África solo se comercializaba a través de las fronteras el 5% de la energía. Mencionó también que los gobiernos estaban adoptando actualmente objetivos más ambiciosos, con reformas de gran alcance, para cambiar la dinámica en materia de energía. Sin embargo, persistían problemas relacionados con las corrientes financieras ilícitas y la corrupción. Destacó la importancia de la acción colectiva para luchar contra la corrupción y promover la transparencia.

Liesbeth Casier, Investigadora, Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, cómo y por qué era necesario integrar en la Ayuda para el Comercio consideraciones ambientales que contribuyeran al logro de los ODS. Recomendó medidas prácticas por las que la Ayuda para el Comercio podía contribuir a la sostenibilidad en los sectores de la agricultura, la energía, la infraestructura, el transporte y el turismo. La Ayuda para el Comercio no era un fin en sí misma y podía servir para impulsar una economía más ecológica. La Ayuda para el Comercio debía evitar efectos negativos como la pesca excesiva, la deforestación y el mal uso de la tierra. Entre las herramientas concretas disponibles se contaban las evaluaciones ambientales estratégicas, la mejora del acceso al mercado y el fomento de una producción más limpia. Las evaluaciones ambientales estratégicas debían realizarse al comienzo de la fase de planificación y no con carácter suplementario, a fin de determinar las consecuencias ambientales y sociales de distintas opciones, de modo que los encargados de adoptar decisiones bien fundamentadas pudieran elegir las mejores y más sostenibles.

Patrick Kanyimbo, Experto Principal en Integración Regional, División de Comercio e Integración Regional, Banco Africano de Desarrollo, proporcionó ejemplos de proyectos de Ayuda para el Comercio del Banco Africano que se alineaban con los ODS. En la selección de los proyectos y su ejecución se aplicaban las normas y procedimientos sociales, de género y ambientales del Banco. Específicamente, el Banco Africano tenía proyectos en marcha centrados en el objetivo 2, el objetivo 5 y el objetivo 12 de los ODS. Presentó el ciclo de proyectos del Banco y sus dos objetivos globales, a saber, el crecimiento inclusivo y la transición hacia el crecimiento ecológico. Señaló que el Canadá había aportado 15 millones de dólares EE.UU. en fondos de Ayuda para el Comercio al Fondo Fiduciario para el Comercio de África.

Preguntas y observaciones

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Se formularon varias observaciones acerca de la conveniencia de una mejor comprensión de la Ayuda para el Comercio en la elaboración de políticas comerciales, con el fin de centrar más los esfuerzos en el desarrollo sostenible. Se destacó, entre otros, el problema de promover la sostenibilidad sin imponer nuevos obstáculos no arancelarios que podían poner en peligro el acceso a los mercados y aumentar los costos. También se expresó preocupación acerca de la coherencia de las políticas y específicamente la necesidad de que los funcionarios encargados de asuntos comerciales comprendieran los ODS.

Conclusión

El objetivo de la sesión se logró cumplidamente: los participantes alcanzaron una mejor comprensión de la Ayuda para el Comercio y su relación con el logro de los ODS. Varios participantes elogiaron la coherencia de la sesión e indicaron que se pondrían en contacto con contrapartes de los gobiernos y los organismos de cooperación para el desarrollo con el fin de mejorar la coherencia y el apoyo mutuo entre la Ayuda para el Comercio y los esfuerzos para lograr los ODS y sus metas.

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28ª actividad paralela: Obstáculos que enfrentan las mujeres comerciantes en África: ¿cuáles son esos obstáculos y de qué manera la Ayuda para el Comercio podría contribuir a eliminarlos?

Organizada por:

Misión Permanente de Suecia en Ginebra

Moderador: Daniel Blockert, Embajador, Representante Permanente de Suecia ante la OMC

Ponentes: Paul Brenton, Líder de Práctica

Comercial en África, Grupo del Banco Mundial, y editor del volumen "Women and Trade in Africa: Realizing the Potential"

Joakim Reiter, Secretario General Adjunto, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo

Marie Ottosson, Directora para Organizaciones Internacionales y Apoyo a las Políticas, Organismo Sueco de Cooperación para el Desarrollo Internacional

Dorothy Tembo, Directora Ejecutiva Adjunta, Centro de Comercio Internacional

Las mujeres son importantes agentes en el comercio en África: fabrican productos, transportan mercancías a través de las fronteras, son propietarias de empresas comerciales y las administran o trabajan para esas empresas. Sin embargo, el potencial de las mujeres en el ámbito del comercio se ve frenado a menudo por las numerosas limitaciones que enfrentan, incluidos los obstáculos al comercio.

El Banco Mundial ha reconocido que hacer frente a los problemas de las mujeres como agentes económicos clave es "economía inteligente", y ha iniciado recientemente varios estudios sobre el comercio y el género. El volumen del Banco Mundial titulado "Women and Trade in Africa: Realizing the Potential" demuestra que las mujeres serán esenciales para que África explote con éxito su potencial de comercio y propone un conjunto de recomendaciones para facilitar la participación de las mujeres en el comercio. Sobre la base de este volumen, se mantuvo un debate sobre las oportunidades y los desafíos a que hacían frente las mujeres en el comercio y la forma en que la Ayuda para el Comercio podía contribuir a este programa.

Participaron en este evento y compartieron sus experiencias sobre el género, los obstáculos al comercio y el papel de la Ayuda para el Comercio el Organismo Sueco de Cooperación para el Desarrollo Internacional, el ITC y la UNCTAD. El Organismo Sueco integra sistemáticamente una perspectiva de igualdad de género y apoya varias actividades para fortalecer el papel de la mujer. La UNCTAD ayuda a sus países miembros a evaluar los distintos efectos del comercio y las políticas macroeconómicas en los hombres, las mujeres, los niños y las niñas, y a integrar las consideraciones de género en las negociaciones y la formulación de políticas. La ITC apoya a las mujeres empresarias, especialmente activas en pequeñas y medianas empresas.

Paul Brenton, Líder de Práctica Comercial en África, Grupo del Banco Mundial, presentó un nuevo informe del Grupo del Banco Mundial sobre las mujeres y el comercio en África y la realización de su potencial. En su presentación analizó las formas de superar los principales obstáculos a que hacían frente las mujeres empresarias y comerciantes en África, en particular en el comercio intrarregional. Esos obstáculos incluían la falta de transparencia y conocimiento de las normas, la falta de acceso a información comercial, en particular sobre los precios de mercado y la demanda, y las condiciones desfavorables en la frontera. La disponibilidad de datos desglosados por género, la aplicación de medidas de facilitación que tuvieran en cuenta el género y la concienciación sobre los peligros a que hacían frente las mujeres eran elementos cruciales para esta labor. Estas cuestiones se tratarían en un nuevo proyecto del Banco Mundial centrado en los pequeños comerciantes de la región de los Grandes Lagos de África.

Joakim Reiter, Secretario General Adjunto, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, destacó que la formulación de políticas que tuvieran en cuenta las cuestiones de género sería crucial para lograr los ODS. El 70% de los 1.000 millones de personas

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más pobres de la tierra eran mujeres y constituían un recurso enorme sin explotar. La liberalización del comercio era un motor de transformación capaz de desafiar las antiguas estructuras de poder, muchas de las cuales eran definidas por los hombres. Sin embargo, las mujeres solían desarrollar sus actividades en sectores afectados por el ajuste estructural. Además, en muchas estrategias de desarrollo se apreciaba una tendencia a estimular las zonas de producción para la exportación y las grandes empresas en lugar de mejorar el entorno empresarial en su conjunto y concentrarse en las zonas rurales y las pymes. En consecuencia, para formular políticas correctas era importante saber cómo se veían afectadas las mujeres por la liberalización del comercio. La falta de datos seguía siendo un problema, pero la incorporación de las cuestiones de género y el enfoque basado en múltiples partes interesadas eran importantes.

Dorothy Tembo, Directora Ejecutiva Adjunta, Centro de Comercio Internacional (ITC), destacó que el empoderamiento de la mujer implicaba el empoderamiento de la comunidad. La participación de las mujeres en el comercio había aumentado y en los últimos 15 años había aumentado también la conciencia, pero seguía habiendo muchos obstáculos, especialmente para las pymes a cargo de mujeres. Muchas organizaciones contaban con marcos de género amplios, pero era preciso traducirlos en medidas concretas fáciles de comprender. Un elemento importante en la formulación de políticas era el diálogo inclusivo sumado a la comprensión y la conciencia de que se trataba de un grupo heterogéneo. La labor del ITC incluía herramientas para el acceso al mercado y la incorporación del género en las estrategias de exportación. Se destacaba la importancia de la colaboración con asociados y se alentaba a los países a informar al ITC sobre sus prioridades en la esfera del comercio y el género.

Marie Ottosson, Directora General Adjunta, Organismo Sueco de Cooperación para el Desarrollo Internacional, presentó la estrategia del Organismo sobre la incorporación de la igualdad de género en la cooperación para el desarrollo. Se requería siempre un análisis del género al nivel de los programas y los países. Se procedía después a determinar cuáles eran los enfoques de integración de la igualdad de género, las actividades orientadas al género y los diálogos de concienciación sobre el género que resultaban más pertinentes para un programa o proyecto específico. El Organismo reconocía que, si bien había tenido éxito en la incorporación de las cuestiones de género en el sector social, el sector económico se había rezagado. Sin embargo, se estaban llevando a cabo trabajos estratégicos sobre el empoderamiento económico de la mujer y las mujeres comerciantes y se había demostrado que era importante encarar esta cuestión con un enfoque multidimensional. Los estudios realizados demostraban que las mujeres reinvertían más en la familia y contribuían al desarrollo sostenible, pero también que era igualmente importante la participación de los hombres.

Preguntas y observaciones

Los participantes hicieron preguntas sobre la forma en que se podía promover el cambio sobre el terreno para las mujeres comerciantes, así como sobre la importancia de trabajar en diferentes sectores, por ejemplo, el desarrollo rural y el comercio. Un participante pidió que se concentrara más la atención en los cultivos orgánicos, en los que participaban activamente muchas mujeres africanas.

Conclusión

Para reducir los obstáculos al comercio que enfrentaban las mujeres empresarias y lograr beneficios al nivel individual, de la comunidad y del país, era importante la incorporación de las cuestiones de género en todos los niveles y la traducción de un marco de género amplio en medidas concretas. Aunque se habían hecho progresos, eso no significaba que la meta deseada estuviera cerca. Se sugirió que para avanzar en este programa sería interesante que se incluyera el género como tema en el próximo Examen Global de la Ayuda para el Comercio.

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