Directo 50

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Directo Bogotá - Edición No. 50 - Octubre 2015 / Pontificia Universidad Javeriana

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  • Foto: Helena Calle

    FotoensayoEncuentra tu playa

  • 50

    DirectoBogot

    Revista escrita por los estudiantes de la carrera de Comunicacin Social

    Fundada en 2002

    50ediciones

    Directora

    Maryluz Vallejo

    Asistente editorial

    Helena Calle

    Portada y Contraportada

    Daniel Soler

    Diseo y diagramacin

    Anglica Ospina

    [email protected]

    Ilustradores

    Daniela Caicedo,

    Laura Vela,

    Daniel Soler

    Correccin de estilo

    Gustavo Patio

    [email protected]

    Impresin

    Javegraf

    Decana Acadmica

    Marisol Cano Busquets

    Directora de la Carrera de Comunicacin Social

    Mnica Salazar

    Director del Departamento de Comunicacin

    Mario Morales

    Informes y distribucin

    Transversal 4 No. 42-00, piso 6

    Telfono: 3 20 83 20, ext 4587

    Escrbanos a: [email protected]

    Consulte nuestro portal:

    www.directobogota.co

  • 004 Este especial...

    005 Ruta de entradas a Bogot

    009 Ruta de portales de Transmilenio 046 Ruta de plazas de mercado

    013 Ruta de inmuebles recuperados 049 Ruta de mercados de pulgas

    017 Ruta de rascacielos 052 Ruta de tatuajes

    020 Ruta de libreras independientes 054 Ruta del t

    022 Ruta vegetariana 057 Ruta de estadios

    024 Ruta de cementerios 060 Ruta china

    027 Ruta de devociones 062 Ruta de boleras

    029 Ruta de cuenteros 065 Ruta de hostales

    031 Ruta de turismo barrial 067 Ruta de anticuarios

    034 Ruta de libreras de viejo

    036 Ruta de templos

    039 Ruta esotrica

    042 Ruta de sectores de produccin

    Contenido50ediciones

    octubre 2015

  • 082 Ruta del tejo

    118 Ruta de novias086 Ruta de caminantes

    120 Ruta de rumba089 Ruta de clubes sociales

    123 Ruta de humedales092 Ruta de jardines verticales

    127 Ruta de parques094 Ruta de galeras de arte

    130 Ruta de relojes098 Ruta del caf

    133 Ruta del skate101 Ruta del Medio Oriente

    139 Ruta de museos curiosos103 Ruta de ilustres

    138 Ruta de ros

    105 Ruta del vinilo

    140 Ruta de casinos

    069 Ruta vintage

    107 Ruta del colesterol

    143 Ruta subterrnea

    071 Ruta de calles y carreras

    110 Ruta del cine independiente075 Ruta de vas neurlgicas

    112 Ruta de pasteleras079 Ruta afro

    114 Ruta de Victor Schmid

    Ilustracin: Daniel Soler

    03Directo Bogot

  • 0150Este especial...rutas porBogotPara celebrar la edicin nmero 50 de la revista trimestral Directo Bogot, cuyo primer nmero apareci a finales de 2002, retomamos una de las secciones ms consolidadas, la de Colectivos, que ha permitido trazar mapas de la ciudad de amplia cober-tura y ha servido de gua a propios y extraos, sin caer en los estereotipos tursticos y promocionales.

    En esa primera poca de la revista que fundamos con Alejandro Manrique, di-seada por Juan Esteban Duque uno de los creadores de populardelujo.com, el cabezote Dto Bogot repli-caba una tableta de los viejos buses de la ciudad y el concepto grfico respon-da a la iconografa caracterstica del transporte pblico.

    Pero hace un par de aos nos pusimos a tono con el nuevo Sistema Integra-do de Transporte Pblico: Anglica Ospina, quien nos acompaa en el equipo desde hace diez aos, transfor-m el cabezote y el diseo de la revista, que sigui su misma ruta editorial, salvo por las secciones que surgen o desaparecen al vaivn de los intereses de la cambiante redaccin que cursa cada semestre esta pasanta. En esta edicin los estudiantes tambin son los artfices del diseo desde la portada hasta la contraportada, con los iconos diseados por ellos, as como las ilustraciones de portadas interiores

    con la gua de las calles bogotanas que recuperan sus verdaderos nombres.

    Con estos recorridos de doble va, que saltan del pasado al presente y del norte al sur, queremos afianzar el sentido de identidad y de pertenencia de los habitantes de Bogot com-binando referentes del patrimonio ma-terial e inmaterial, tradiciones y ten-dencias contemporneas que sirven para retratar la ciudad desde nuevos ngulos y puntos de encuentro. Por su carcter antolgico, este nmero revive rutas ya publicadas, aunque sin los mapas que las acompaaron debi-do a limitaciones de espacio, y ofrece 40 rutas inditas. Si bien todas las ciudades pueden contar con sitios y referentes similares como los cafs y los relojes pblicos, aqu se enri-quecieron con la mirada del cronista, las voces de la gente y datos signifi-cativos. Todas esas particularidades que puede alojar una minicrnica de menos de 250 palabras.

    Literalmente abrimos este especial que contiene el doble de pginas habitual y el doble de policromas, con las puertas de entrada y salida de Bogot. En adelante, los lectores sabrn dnde apearse para tomar un descanso o seguirn Directo Bogot sin paradas. Y pronto podrn hacer este recorrido con ms lugares en las rutas, mapas y galeras de fotos en nuestra plataforma integrada Directo Bogot (www.directobogota.co), donde adems de los 138 estudiantes que participaron en esta edicin impresa, podrn interactuar los lectores.

    Maryluz VallejoDirectora

    Ilustracin: Daniel Soler

    04 Directo Bogot

  • 01Texto y fotos:

    ngel Jos [email protected]

    Entradasa Bogot

    Despus de transitar por la concesin Sabana de Occidente y de pagar el peaje, el viajero se encon-trar con el enorme edificio de Siemens. Las altas velocidades caracterizan una ruta muy transitada no solo por los viajeros, sino tambin por las trac-tomulas y los camiones, debido principalmente a la presencia fronteriza, desde el 2007, del terminal terrestre de carga en esta entrada a Bogot.

    Se sabe que se est entrando a la ciudad por el puente sobre el ro Bogot. Tambin hay un letrero muy grande que dice Bienvenido a Bogot y de por s se sabe que uno va entrando por el trancn que se forma. Es tenaz, dice Sebastin Aragn, uno de los viajeros.

    Despus de cruzar el puente, se siente la potestad urbana al parar en el primer semforo bogotano. All, a un costado del camino, un viajero necesitado de bebidas, chucheras o bao puede entrar en la tienda La Bienvenida que se propone como un segundo peaje para los que entran en la ciudad.

    Al esperar el verde del semforo, los vehculos se toparn con otro de los sitios que se han converti-do en caractersticos de la Bogot actual: El Portal de la 80. Con sus vueltas en U y sus retornos, el portal de Transmilenio ubicado en esta zona de la ciudad es un smbolo de los ires y venires que ha tenido el sistema de transporte masivo en la relacin con sus usuarios.

    Calle 80

    La Conejera es probablemente una de las en-tradas con mayor diversidad que los curiosos viajeros pueden encontrar. Desde un centro de entrenamiento canino, pasando por los elegantes restaurantes a los costados del camino, hasta los artesanales jarillones, que pretenden proteger la va de las inundaciones, La Conejera es un deleite para los amantes del popurr urbano.

    El paisaje miscelneo lo completan la presencia simultnea de caminantes, bicicletas y alimenta-dores de Transmilenio, y la no tan armnica convi-vencia de una constructora y un humedal.

    La ruta es estrecha: los andenes no existen y la circulacin de vehculos de carga est prohibida en las horas pico. Por lo que la movilidad es un tanto complicada para aquellos que usan esta entrada diariamente. Sin embargo, para un viajante que decida conocer Bogot desde La Conejera se en-contrar con las inusuales colinas de Suba, con el sistema de bicitaxis, con el hospital de Suba y con una gran variedad de avenidas que la circundan: Ciudad de Cali, Boyac y calle 80.

    Ver La Conejera significaba para m ya estar cerca de Bogot. Significaba que faltaba poco para ver los edificios grandes y las personas ms alboratadas de lo que sola verlas en otras partes del pas, recuerda Aura Galindo.

    La Conejera

    Ilustracin: Daniel Soler

    05Directo Bogot

  • Colombia es un pas donde un inge-niero civil condecorado con la Cruz de Boyac puede morir de un ataque cardiaco durante su secuestro. Ese ingeniero civil, llamado Argelino Durn Quintero, es quien le da nombre al tnel ms cercano a la capital, por la va Bogot-Villavicencio. En el tnel de 2405 metros de longitud que dicta el camino hacia la entrada por el sur de la avenida Boyac, los viajeros tienen el poder de decisin: escuchar el tenaz ruido de los ventiladores o la msica instrumental colombiana, combinada con mensajes ambientales y de autopropaganda del consorcio en-cargado de la carretera, en la emisora diseada para los tneles.

    Entrar por aqu significa para los viajeros que la ciudad los reciba con la parroquia de Santo Toms de Aquino y el relleno sanitario de Doa Juana. Significa tambin contem-plar la accidentada geografa en la que estn edificados los barrios de Lucero Alto y Lucero Bajo y avanzar por la avenida hasta llegar al parque ms importante del sur de la capital, donde inicialmente se jug bisbol en la ciudad: el Parque El Tunal.

    Es mejor entrar por ac porque uno encuentra menos trancn. Pero a uno le toca estar pendiente. Apenas se ven las primeras casas y edificios se empieza a sentir el ambiente tenso y una voz in-terna le empieza a decir a uno que si no se est pilas lo pueden robar, advierte David Duarte, viajero de la ruta.

    Avenida Boyac sur/ avenida Villavicencio

    La calle 13 es la entrada que huele a ACPM. Las industrias, las bodegas y, en general, el ambiente laboral son protagonistas desde esta perspectiva de Bogot. Los talleres para vehculos, los camiones y algunas flotas compo-nen un paisaje rido que se completa con el olor del ro Bogot, cuya pre-sencia en las narices marca la frontera invisible entre el afuera y el adentro de la ciudad.

    Al entrar por la 13 uno hace la com-paracin entre la vida de pueblo y la de ciudad. Tambin ve algo de progre-so porque hay mucha industria y eso me hace sentir que estoy en la capital del pas, comenta Marcela Beltrn.

    Es comn ver containers y vehculos con gas propano en esta, la entrada del trabajo bogotano. Y no es ca-sual que cuando hay rumor de paro camionero, la avenida Centenario el nombre oficial de la calle 13, sea la primera amenazada. A pesar de su compleja movilidad, causada por la alta densidad de vehculos de carga pesada, taxis con afn e inquietos buses del SITP, la calle 13 es una de las entradas ms importantes de la urbe. Por lo que no es extrao ver por esta ruta seguidillas de agentes de trnsito, vehculos que van esquivando huecos y peatones que aprovechan el trancn para cruzar de lado a lado sin necesidad de semforo. Ni que la ban-da puertorriquea Calle 13 se hubiera inspirado en ella para interpretar sus trepidantes gneros urbanos

    Calle 13

    Un peaje simblico es la referencia para entrar a la capital por la avenida carrera sptima. En las afueras de la ciudad, y antes de pasar ese peaje, los viajeros vienen de un camino marcado por los asados, los colegios bilinges y las cometas. Despus del peaje, se ven las colinas, el arte urbano y las llantas decorativas que conforman el paisaje en El Codito.

    Al continuar la transversal Alberto Lleras Camargo como es llamada oficialmente, sigue la exhibicin de los contrastes bogotanos con los altos edificios de los sectores residenciales ms exclusivos de la ciudad y la diver-sidad arquitectnica que determinan los estratos sociales hasta llegar al centro de la ciudad.

    All, la transversal con el nombre del presidente de la Repblica, abandona su preferencia por buses hbridos, taxis y vehculos, y se convierte en la carrera de los entusiastas pea-tones que aprovechan su amplitud para caminar con todo el gusto entre artesanas, vendedores y bicicletas prestadas por el Distrito.

    La sptima

    06 Directo Bogot

  • La llegada a Bogot por los aires est recin cam-biada. Un inmenso puente curvo es el nuevo prota-gonista de un paisaje en el que antes primaban las montaas. Con su nuevo aeropuerto Bogot se siente moderna. Y se ve organizada, a la altura de los tiempos, dice Carlos Navarro, un cartagenero recin bajado del avin.

    Tal vez en contraste con esa entrada organizada en la que, mediante la sealizacin, cada actor vial sabe el lugar que le corresponde en el asfalto, est la mala demarcacin con la que se encuentran los vehculos al salir del aeropuerto. Entre los taxis, los carros particulares, las camionetas de trans-porte y los recin incorporados buses hbridos de Transmilenio, se observa la confusin que generan tantas lneas y curvas, que sumadas a la perenne obra en construccin, crea un caldo de cultivo para los pitos, los insultos y los choques.

    Si se supera este primer filtro para valientes, los conductores y pasajeros que transiten por la avenida Eldorado probablemente no encuentren el legendario oro del nuevo mundo. Pero se encon-trarn con las grandes zonas verdes descritas en las crnicas de la Colonia, al lado de los imponen-tes edificios de oficinas y de hoteles que caracteri-zan la modernidad.

    En esa avenida que conduce hacia los cerros, los observadores se encontrarn, adems, con las esculturas de acero que para el bogotano comn se mimetizan con el ambiente. Eclipse, El viajero o Ventana quizs no sean palabras con las que el capitalino relacionara a la calle 26, pero son los nombres de esas esculturas negras que le dan el ttulo de Museo Vial Avenida Eldorado.

    Aeropuerto

    Bogot est ubicada en una meseta y su paisaje corresponde a esa naturaleza. Entrar por La Calera significa sentir la capital desde las curvas que llevan a la urbe. Un camino sinuoso que invita a los ciclis-tas a hacer un alto en la ruta y comerse una mazor-ca en los miradores dispuestos en la carretera.

    La Calera te ayuda mucho a conocer tu cuerpo y tu ritmo: requiere mucha concentracin porque siempre es en subida. Adems, aunque pasan mu-chos carros, uno pasa al lado de montaas gigantes muy bonitas lo que la hace muy relajante. De hecho, cuando uno llega arriba, hay muy buenas cafeteras, el ambiente es chvere y tienes una vista maravillo-sa, entonces vale la pena todo el esfuerzo, afirma Natalia Pamplona, ciclista de La Calera.

    Caravanas de motos, ciclistas y conductores con alma de Juan Pablo Montoya buscan diariamente la emocin de las subidas y bajadas del asfalto de La Calera, mientras otros encuentran negocio en esa poblacin flotante. Desde el tradicional vendedor de pueblo que ofrece los repuestos para las ollas a presin y las bolas de naftalina, pasan-do por la mujer que lleva 20 aos vendiendo las flores silvestres que nacen en los terrenos baldos cercanos, hasta los negocios que ofrecen meren-gue, almuerzos, piedras macizas, lea y tejas: La Calera es una miscelnea en descenso.

    Ya sea para ir algn fin de semana a los bares y restaurantes que componen la va o entrar definiti-vamente a la capital desde su lado ms andino, La Calera, con su zigzag de montaa y su ambiente bru-moso, es la frontera difusa entre ciudad y no ciudad.

    La Calera

    07Directo Bogot

  • 02Para quien observe desde un costado del camino, la Autopista Norte puede ser entendida como un desfile en el que todos sus participantes van sobre ruedas. En esta particular procesin, en vez de entrenados animales circen-ses, hay coloridas flotas intermunici-pales. En lugar de hermosas reinas de belleza, hay vehculos de alta gama. Y como todo buen desfile necesita espectadores, en la Autopista Norte los muchos rboles a los lados de la carretera observan maravillados las organizadas series.

    Tal vez este desfile no cuente con los pintorescos vendedores de pitos y cor-netas que suelen acompaar este tipo de fiestas, pero se vale de los vende-dores de extintores y kits de carretera que con sus llamativos destellos

    La autopista Sur es la principal va de acceso desde el suroccidente, lo que significa que comunica a la capital con Soacha y con ciudades como Ibagu, Cali o Pasto. Es decir, muchos son los caminos que conducen a esta entrada de Bogot. Tal vez por ello sea una de las entradas ms evitadas por los afanados viajeros que se desesperan con el trancn constante y permanen-te de esta va.

    Se nota un resto la diferencia al entrar a Bogot. Uno pasa el peaje y se acaba la dicha: de una hay huecos, ruido y trancones, reclama Paula Huertas, viajera de la autopista.

    Es difcil diferenciar los momentos en que los viajantes traspasan las fronte-ras entre Bogot y Soacha. Se asume que se ha entrado a la capital desde el momento en que se ven edificacio-nes, aunque tcnicamente estas se encuentren en la ciudad del Varn del Sol (sua significa sol; y cha, varn).

    El ingreso por la autopista Sur implica tambin para los viajeros que la primera visin de ciudad que tendrn sern las estaciones de Transmilenio, el arte urbano que se ha tomado las bodegas e industrias de Soacha y la oleada de gente que camina por la ca-lle, en paralelo a los carros. Continuar el trayecto por la autopista que es la S de la sigla NQS significa tambin observar desde abajo el barrio que alberga el mayor nmero de despla-zados por la violencia en el pas: Altos de Cazuc.

    Autopista Norte Autopista Surnaranjas le dan la variedad cromtica que necesita la festividad celebrada todos los das en la autopista Norte.

    En la avenida Paseo de los Liberta-dores, como tambin se le conoce, nada es gratuito, ni siquiera su nom-bre, porque, como afirman algunos de sus transentes, el trancn hace parte del paseo. Y no estn muy ale-jados de la realidad, pues pareciera que la esencia del regalo que le hizo a la capital el general Gustavo Rojas Pinilla en 1956 fuera trancarse todos los puentes festivos.

    No se ha terminado de entrar y ya se siente lo abrumador de Bogot por la cantidad de carros. Y cuando es puente, son una mamera esos trancones que se forman. Pero lo bueno es que es amplia, entonces, por lo menos se mueve, reflexiona Alejandra Benavides, una de las participantes del desfile.

    08 Directo Bogot

  • 02Texto y fotos: Daniel Steven Tmara Duarte

    [email protected]

    de Transmilenio Ruta de portales

    Si no pasa un bus rpido, esto va a colapsar. El Portal Norte est compuesto por dos plataformas, divididas por una especie de barrera que se com-pone de rejas horizontales, taquillas, avisos publi-citarios y, por supuesto, los famosos torniquetes. El piso est dividido por pequeos cuadrados grises de textura rocosa. El gris, evidentemente, predomina: en el techo, en las paredes, el piso, las rejas, el da, los gestos.

    El servicio alimentador 2-1 recorre el barrio Mirandela. Se trata de un bus verde no articulado que se encarga de acercar a los usuarios. Vanessa acaba de bajarse de un alimentador y se dirige a los torniquetes. Una tarjeta roja le da entrada a los servicios troncales. No puede ir muy rpido, el ro de gente hace que la velocidad se reduzca a un paso cada tres segundos.

    Portal Norte Autopista Norte, entre calles 173 y 175

    El significado de lejana, en el contexto capitalino, tiende a variar. Todo depende de dnde se viva. No obstante, existe cierto consenso con la palabra portal. Dnde vive?, Cerca al Portal, Uy! Eso queda

    muy lejos, son frases que se suelen escuchar. Quien quiera conocer mejor la ciudad puede aventurarse en este viaje con nueve estaciones.

    El portal es pequeo, con plataformas estrechas. La logstica tampoco ayuda: un articulado se pue-de demorar hasta 20 minutos en pasar. A lo lejos, una seora agarra su bolso como si lo quisiera levantar y se rasca la cabeza. Ha estado esperando bastante tiempo y empieza a clamar por un bus. Para acceder a la otra plataforma, los usuarios de-ben pasar por un tnel casi subterrneo que forma una medialuna en el extremo del portal. A veces prefiero esperar los buses en la estacin Santa Fe. Es menos llena, dice Vanessa.

    Las inversiones del gobierno distrital son bastante peculiares. Desde hace tres aos funcionan dos estaciones despus del Portal Norte, lo cual lo convierte en una especie de punto suspensivo. Una de esas estaciones es la de Santa Fe. La otra, la filosfica, es la de Terminal. Filosfica por una sencilla razn: su construccin nos ha hecho vol-ver al viejo dilema de si fue primero el huevo o la gallina: hay estacin, claro, pero no Terminal.

    09Directo Bogot

  • El Portal Eldorado es sofisticado, parece una extensin del mismo ae-ropuerto. Tiene una gran plataforma principal con un borde que, intentando formar una escalera acostada, crea distintas figuras geomtricas. A cada costado hay una plataforma ms chi-ca, menos elaborada, solo una lnea recta configura el borde. All trabaja John Rodrguez, oriundo de Quibd, con Misin Bogot, una iniciativa de la Alcalda que hace presencia en todos los portales y cuya misin consiste en resolver las dudas de los usuarios. Nos preguntan por la rutas: que por dnde pasa tal articulado, que dnde estacionan los alimentadores. A veces pienso que muchas de las dudas son fsica pereza: a la gente no le gusta leer los letreros []. Muchas personas creen que llegar al portal es llegar al aeropuerto. Llegan diciendo que cmo entran al aeropuerto, que dnde est el Puente Areo. De ac salen rutas que llegan hasta all, pero la gente se confunde por el nombre del portal.

    John tiene un afro puntiagudo que se levanta sin gel y permanece esttico cuando camina. Sus ojos son negros, su esclertica se funde en un amarillo di-fuminado. Estamos en el occidente, s o qu. Yo le pondra a este lugar: Portal de Occidente.

    El Portal del Tunal tiene una sola plataforma dividida, en dos partes iguales, por torniquetes, columnas y avisos publicitarios. Por un lado se co-gen las rutas troncales; por el otro, las alimentadoras. Ese detalle nos hace pensar en la capacidad del portal, nos genera preguntas; pero ese tipo de inquietudes no se expresan. Hay algo que las vuelve insignificantes y banales: el olor. No hace falta bajarse del articulado para sentirlo. El ro se presenta en su estado ms contami-nado. Un incesante olor a pescado se posa sobre la plataforma y pronto empieza a dar la sensacin de que el portal mismo est podrido.

    Son las curtiembres de San Carlos y San Benito, dice John Lpez, un seor con algunos kilos de ms y poco cabello, habitual usuario del portal: El agua con la que lavan los cueros termina en el ro Tunjuelito. De ah provine el mal olor. Eso, sin contar cuando queman el cuero y empieza el olor a lisina. Adems, muy cerca del portal se encuentra el botadero de Doa Juana, emblema capital de los desperdicios. Cuando el botadero se rebota, ah s que el olor se hace insoportable, acota John. Al hablar de rebote, l se refiere a la liberacin de los gases que se almacenan en las bolsas de basura; seal de que el botadero alcanza un tope. De qu?: De suciedad, de desperdicios, de desatencin, qu se yo.

    Empez a funcionar en septiembre de 2012 y hace parte de la Fase III de Transmilenio. Para muchos, tambin es el ms bonito. Consta de dos pisos: al primero llegan los articulados, y del segundo salen los alimentadores. Al fondo del primer piso se puede apreciar un tnel que forma media circunferencia y sirve para que los articulados que llegan den la vuelta y puedan salir nuevamente. Para pasar de un piso a otro hay escaleras. Lue-go, una especie de rampa que forma una V da entrada en sus costados a las dos plataformas alimentadoras.

    Lo ms difcil ac es tratar con los colados. Muchos me dicen que no tie-nen para el pasaje, otros se alborotan. La Polica no debera encargarse de eso; ms bien, es un problema que debera resolver Transmilenio, dice un auxiliar de polica.

    Las personas que llegan al portal, sin embargo, se encuentran con un colado especial, uno que podra traer mayores inconvenientes: El Ejrcito no tendra que estar aqu, dice el auxiliar de Polica, y es cierto. l cuenta que desde que se les permite a los muchachos, como l, hacer su servicio militar en la Polica, el Ejrcito ha perdido muchos reclutas. Ac hay una especie de pac-to entre Transmilenio y el Ejrcito para que se lleven a los remisos.

    Eldorado Avenida calle 26, entre avenida Ciudad de Cali y la transversal 93

    Portal del Tunal Avenida calle 56A Sur con avenida carrera 24

    Veinte de Julio Carrera 5A con calle 31 Sur

    10 Directo Bogot

  • Salir de Bogot por Soacha, en un puente festivo, suele tomar varias horas. Tiempo suficiente para disfrutar de la vista: primero, la Terminal del Sur y su muro amarillo; ms adelante, el Portal Sur. La diferencia es que de uno salen y llegan buses, y del otro, articulados.

    El portal consta de dos plataformas. Cada una con baldosas que parecen turnarse los colores: unas son de un amarillo envejecido y otras son grises. Algunas veces los colores comparten la misma baldosa. Frente a una mesa donde arma grupos de monedas de $50 y de $200, se encuentra Sandra Velsquez. Su labor consiste en regular la entrada de las personas a los baos. Y s, aunque no muy visibles, todos los portales tienen baos. Ac hay uno en cada plataforma, aclara Sandra, a quien lo que ms le gusta del portal es el paisaje: Se ven rboles y muchos animalitos.

    Antes de llegar al portal, el articulado realiza una ltima parada en la estacin Patio Bonito, nombre que toma del barrio que la rodea.

    Despus de hacer el recorrido que pocos hacen ir de portal a portal, Orlando Gonzlez se encuentra en su momento de descanso. Ge-neralmente no s cundo voy a descansar. Un trayecto de portal a portal puede durar entre una hora y diez y una hora y veinte. Muchas veces hay que continuar con el siguiente trayecto. Pueden ser tres, cuatro o hasta cinco horas manejando. Orlando fue uno de los afortunados en estrenar este portal en 2004: La mejora del sector ha sido inmensa. Con la construccin de este portal se empezaron a necesitar vas, se requiri pavimen-tar esto, que era un chiquero, para que los buses de Transmilenio llegaran hasta ac.

    El Portal Amricas es amplio. Tiene tres platafor-mas con techo azul, todas del mismo tamao. En

    Portal Sur Autopista Sur, entre la carrera 72D y la transversal 73

    Portal Amricas Avenida Ciudad de Cali con avenida Ciudad de Villavicencio

    la plataforma del centro hay un ascensor y escale-ras que desembocan en un tnel azuloso que, a su vez, permite el acceso a las rutas alimentadoras. Yo descargo mi hoja de ruta por Internet. All me salen los trayectos que debo suplir por da. El lu-nes puedo saber los de toda la semana y el jueves puedo saber los del fin de semana, dice Orlando, cuyo bigote se mueve a la par de sus labios. Su piel es morena y la barriga es propia de quien pasa la mayor parte de su vida sentado.

    La empresa para la que trabaja se llama Exprs del Futuro y cuenta con 420 operadores en todo el sistema de Transmilenio. Yo le habra puesto Portal de Kennedy porque esto ya es Kennedy. La avenida Las Amricas se acaba antes de la esta-cin Biblioteca, ah en la glorieta que est frente al Tintal.

    El panorama hace olvidar la ciudad. Los pajaritos revolotean. Se ven montaas y un intento de llanu-ra. El ambiente es clido y las muchachas, como si se creyeran el cuento, andan en ombliguera. Nos sentimos, desde ya, en tierra caliente. No se crea, aqu hace mucho fro, corrige Sandra. Sus ojos son verdes, bonitos, pero apagados. Sonre mirando a la mesa. Arregla las monedas. Un seor le dice que le faltan $50 para completar los $500 que cuesta la entrada al bao, que si lo deja entrar. Sandra lo mira fijamente y voltea la cabeza de un lado a otro. Cada entrada al bao que no sea pagada o est incompleta me toca pagarla a m. Todos los das hay colados y ese dinero sale de mi bolsillo.

    11Directo Bogot

  • 03Ir hasta Usme es, tal vez, el trayecto menos apetecido de Transmilenio. Muchos revisan el nmero del articula-do que los lleva: H73, H51. Se percatan, si acaso, del lugar de destino: Portal Usme. Pero su ruta es ms corta, debe ser ms corta.

    Con baldosas azules en las paredes, que recuerdan la profundidad de una piscina y columnas de color amari-llo, que bien podran ser las duchas de esa imaginada pileta, el portal de Usme parece un sitio de veraneo. Eso es ahorita. En las maanas es diferente. Se lo digo: es casi imposi-ble coger un bus. La gente se agita y llegan los empujones y las peleas. Sandra Marlo tiene chaleco rojo, pren-da que le entrega la misin de recibir las rutas de los articulados que entran al portal.

    Sandra vive en Santa Librada. Todos los das llega en alimentador. Hay poca tolerancia y respeto por las normas. Vea: los articulados tienen la obliga-cin de parar unos metros antes del lugar donde se encuentra la multitud que lo va a abordar, para que los disca-pacitados puedan entrar primero. Pero esa detencin result contraproducen-te. Todo el mundo se sube!. En ese instante, un nuevo Transmilenio llega y Sandra vuelve a su labor.

    Si se pudiera ver desde las alturas, seguramente, se asemejara a un boomerang. En este momento, Dolly Parra, en medio de ros de personas, ansa verlo desde all. Acaba de llegar al Portal y ha quedado atrapada, in-mvil, resignada entre brazos y codos que la encierran. No puede andar. Una seora, de baja estatura y figura abultada, la acaba de empujar. Dolly la mira y ve cmo se aleja.

    El portal 80 fue el primero en cons-truirse y por eso saltan los defectos a la vista, como su pequeo tamao. Dolly cree que fue mal construido, que debieron tenerse en cuenta detalles mnimos como que, en un futuro, el sistema llegara a transportar casi tres millones de personas. A lo lejos, Dolly ve llegar un D20. Sabe que se detendr justo donde ella est parada. Primero se debe dejar salir a los llegan. Luego s entramos, dice, con la ilusin de que recayeran en algn odo.

    El articulado llega, se detiene y abre las puertas. La multitud no espera: ya ha esperado demasiado. Y entra, sin importarle que los pasajeros no hayan salido.

    Se dice que, en un futuro, las guerras sern por el agua. De acuerdo. Pero hoy, en este portal, las guerras son por las sillas.

    El Portal Suba es un lugar comn. Pa-rece ser la repeticin de algo. Un lu-gar donde ya se estuvo. El techo tiene forma de chulo, solo que las alas no son semicrculos sino lneas en diago-nal. Se parece, en algo, al del Portal Amricas. El piso tambin es familiar: baldosas de color amarillo antiguo, como las del Portal Sur. No hay nada nuevo, ni algo con qu encontrarse. Ni siquiera rutas.

    Del Porta Suba salen nicamente cuatro rutas: una para el Tunal, otra para el Portal Sur, otra para Usme y otra para Las Amricas. Las rutas que van al norte, a la 80, al Veinte de julio y a El dorado no existen. No en este Portal. La gente deambula buscando un articulado, uno que pare en alguna estacin donde pueda hacer trasbor-do. El trasbordo, en este Portal, es palabra clave.

    Jos Rangel, de unos 20 aos, se de-tiene frente a una seora. Le pregunta por una ruta que vaya hacia el norte. Ella le responde: De ac no sale nin-guna. Si quiere coja un H15, que ese lo deja en la estacin Escuela Militar. Y ah hace trasbordo: puede coger o un B5 o un B11. Jos hace lo que le indican y se sita debajo de un letrero que, en nmeros pequeos, dice H15. Y espera

    Portal Usme Avenida Carrera 14 con calles 65 y 68 sur

    Portal de la 80 Avenida Medelln entre la Avenida Longitudinal de Occidente y la carrera 100

    Portal Suba Avenida Suba con Avenida Ciudad de Cali

    12 Directo Bogot

  • 03Texto y fotos: Laura Tatiana Pelez Vanegas

    [email protected]

    recuperadosRuta de inmuebles

    El Camarn del Carmen, el Matadero Municipal, el Teatro Faenza, la Casa Santa Clara, la casa vecina a la Iglesia de Las Nieves y el Hotel mbar (antiguo Palacio Espaa) son inmuebles que tuvieron una segunda vida y por su valor histrico hacen parte de la memoria de la ciudad.

    El Barrio La Candelaria es el smbolo de Santa Fe de Bogot, y el Camarn del Carmen el smbolo de La Candelaria, dijo alguna vez el expresidente Belisario Betancur. Y no le falt razn. Entrar al Camarn del Carmen es tener una experiencia nueva. Hoy se come donde quedaba la capilla, adornada por flores de la misma edad del recinto que no se marchitan. Unas escaleras en forma de caracol llevan a un recinto oscuro donde se velaban los muertos, custodiados por una mancha bendita que, segn dicen los que la ven, es la Virgen del Carmen. Tal vez, herencia del monasterio del mis-mo nombre que fund en 1605 Elvira Padilla.

    Ya no es un espacio religioso, aunque le pertenez-ca a la comunidad salesiana y aunque su estruc-tura de 410 aos evidencie lo contrario. La cripta y el camarn pintado con tintas vegetales sobre clara de huevo por las hermanas carmelitas no corresponden al centro cultural que resurgi en 1982 tras la restauracin. El Camarn es ahora un restaurante administrado por Martn Pez. Adems, la energa se canaliza diferente: ya no se reza, se acta, pues tambin es una sala de teatro, administrada por la fundacin Escada, que reposi-cion el arte en el corazn bogotano.

    Camarn del Carmen Calle 9 # 4-93, La Candelaria

    13Directo Bogot

  • Casa de Las NievesFoto: archivo Directo Bogot

    14 Directo Bogot

  • Ariel Prez, un hombre de ojos verdes, pelo color plata y clida sonrisa, espera en la cima del cerro tutelar de Bogot para invitar a los caminantes a disfrutar de la comida tpica colom-biana, y cuando llega el momento de las onces santafereas, ofrece tamal con chocolate, almojbana con queso y otras delicias de la regin andina. Ariel hace parte de las 24 familias que sostienen este restaurante en funcio-namiento desde 1985.

    Lo que pasa es que un sastre bogo-tano [el empresario Carlos Navarro] se enamor de los planos de la casa en Francia y all fue donde naci Santa Clara, relata Ariel. La casa se construy en Usaqun (carrera 7 con calle 116), en 1924, luego perteneci a las hermanas salesianas y debido a la ampliacin de la carrera 7 fue trasladada al cerro de Monserrate en 1979. Las piezas de madera y bahare-que se subieron en el funicular hasta la cima. Para mantener a Santa Clara intacta, la Arquidicesis de Bogot, su propietaria, debe invertir cerca de $30 millones mensuales. De esta mane-ra los fieles, turistas y caminantes disfrutan de la mejor panormica de la ciudad mientras degustan los platos tpicos colombianos de la carta.

    El 1 de abril de 2014 desapareci un lugar abandonado en la zona cntrica de Bogot, digno de las locaciones de una pelcula de terror: el matade-ro municipal. En su lugar, abri sus puertas un edificio que solo tendra una cosa en comn con su antecesor, la muerte.

    Este edificio blanco es la Biblioteca Ramn Eduardo DLuyz Nieto, cuyo nombre honra la memoria del primer egresado de ciencias topogrficas de la Universidad Distrital, en 1952. El predio fue recuperado en 2009 por la Alcalda de Bogot para hacer un centro cultural.

    Sin embargo, la historia del inmueble se ve opacada, pues durante el Bogotazo (1948) los cuerpos de liberales y con-servadores fueron llevados al matadero. Sin contar los aos en los que, por el abandono, los nicos que saben qu pas son la tierra y los escombros del inmueble santafereo.

    A veces los sensores de movimiento se activan cuando no hay nadie y los celadores ven sombras en las cma-ras, dice Gina Martnez, quien trabaja en la Biblioteca. Aun as, lo nico que puedo asegurar es que si antes las vacas encontraban aqu la muerte, ahora es la ignorancia la que muere en el antiguo matadero.

    Uno de los lugares ms romnticos de la ciudad, esos que evocan la nostalgia de todo tiempo pasado fue mejor es el Teatro Faenza, el primer teatro de proyeccin de pelculas del pas, que abri sus puertas en 1924.

    Noventa aos despus, la Universidad Central comenz, bajo la direccin de Mara del Rosario Ortiz, encargada del Departamento de Arquitectura, una ardua labor de recuperacin y restauracin para evitar que el olvido se tragara a esa edificacin declarada bien de inters cultural de carcter nacional en 1975. As pues, no se trata solamente de una fachada bonita, es un monumento arquitectnico.

    Las obras de restauracin no han aca-bado, y a diferencia de los otros dos teatros que nacieron despus de l (Bogot y Mxico), no se ven afiches de virtuosos msicos o actores, pero s uno que otro vigilante y varios obreros que revolotean de un lado para otro entre las finas lmparas, la ornamen-tacin de yeso y la pintura mural.

    Casa Santa Clara Cerro de Monserrate

    Matadero Municipal Carrera 31 con calle 13

    Teatro Faenza Calle 22 # 5-56

    15Directo Bogot

  • 04

    Mija, es que ac venden un caf delicioso, mire, ac dice Rafael a su esposa mientras entran a la casa republicana que queda justo al lado izquierdo de la iglesia de las Nieves. Sin embargo, del espe-rado caf de Rafael solo qued el quiosco donde lo vendan, y del Centro Comercial Plaza Italia, donde se encontraba el quiosco, solo quedaron unos dispensadores de papel higinico con la bandera verde, blanca y roja y el logo del centro comercial.

    Hace un ao que dej de funcionar el centro co-mercial, ahora aqu los nios se preparan para la primera comunin, afirma Jorge Yankeno, vigilan-te de la casa. Hasta hace 30 aos funcion all el Hotel Italia, y la Arquidicesis tuvo que dar la pelea por ms 15 aos para recuperar el predio. Tras el pleito, la casa qued abandonada, pero luego este patrimonio arquitectnico fue restaurado bajo la supervisin del padre Edison Sahamuel Ortiz, tambin curador de la Arquidicesis y experto en templos y conventos coloniales. As, la Casa Italia empez y termin bendecida por Dios, primero como monasterio dominico y ahora como centro de formacin de la Arquidicesis de Bogot. Pero en la fachada del sacro conjunto queda un deslucido asadero de pollos, poco po.

    Jorge Velsquez, con el pelo largo y una cinta en la cabeza, es quien recibe a los visitantes del Hotel mbar. El sincretismo que caracteriza a este lugar se proyecta, por ejemplo, en su fachada y en la pintoresca pinta de su valet parking. El hotel funciona desde abril de 2013 en el antiguo Palacio Espaa, un edificio neocolonial construido en 1926, que resalta entre los desgastados inmuebles del centro de Bogot. Pareciera que la refinada es-tructura, de tres niveles y con aspecto de palacete, se encuentra perdida en una zona estigmatizada por peligrosa y fea, pero aun as las 50 habita-ciones del hotel se llenan de extranjeros. Jean Carlo Bueno, el recepcionista colombo-espaol y polglota, de 25 aos, afirma que los extranjeros aprecian ms estos contrastes.

    Despus de haber sido inquilinato y Hotel Eliana, con 50 habitaciones a $4.000, y haber cado en el abandono, el Palacio Espaa fue adquirido por particulares que le devolvieron el esplendor al inmueble. Los ltimos dueos, inversionistas extranjeros, le pusieron nuevos pisos de madera y subieron el precio acorde con las comodidades: $100.000 la noche.

    Casa de Las Nieves Carrera 7 con calle 20

    Hotel mbar Calle 18 con carrera 8

    16 Directo Bogot

  • 04

    Texto y fotos: Mara Andrea Muoz Gmez

    [email protected]

    Ruta de los

    El edificio Cubillos (1926), con sus nueve pisos mantuvo el listn ms alto durante dos dcadas. Hoy el rcord de altura est en 67 pisos. Recorrido de vrtigo.

    Los 67 pisos del BD Bacat todava se esconden detrs de sus andamios, con el recelo de una mujer que no ha terminado de embellecerse para salir.

    Desde cuando su esqueleto elev la lnea trazada por los edificios del cen-

    Llegar al piso 50 de la Torre Colpatria es recordar que los helipuertos existen y que en Bogot hay bastantes, adems del que est unos metros arriba de los visitantes de este mirador.

    Desde agosto de 1978, este hito de la arquitectura bogotana ha ofrecido una vista lo suficientemente cautivadora como para ayudarnos a olvidar la ca-tica ciudad que est 196 metros ms abajo, y que parece crecer y cambiar al ritmo de un adolescente caprichoso.

    Entre el viento, las bromas y los me puede tomar una foto, por favor?, est Rodrigo, una de las casi 300 personas que suben al Colpatria cada da bus-cando alejarse del ruido y el estrs.

    De todos los edificios de esta ruta, la Torre Colpatria es la nica que se toma en serio el papel de adornar a Bogot, pues cada noche se ilumina con colores y diseos cambiantes. Adems, tambin es la nica que permite el ingreso de visitantes. Por $5.000, pueden tomar un ascensor que salta desde el piso 1 hasta el 33 y luego se desocupa en el 46. Otros pre-fieren subir los 980 escalones al trote, para bombear oxgeno y entrenarse para la prueba de ascenso que se realiza desde 2005, y cuya marca est en 4 minutos 42 segundos.

    BD Bacat Calle 19 # 5-20

    Torre Colpatria carrera 7 # 24-89

    tro de la ciudad a 54 pisos, un cambio en la arquitectura local ech races: Bogot est empezando a rascar el cielo, y este proyecto es la mano que ms cerca ha estado. A pesar de que el sector en el que se encuentra no es para nada envidiable, por la conges-tin vehicular, parece que trabajar en Bacat s lo es. Luzmary y Ana Mara, dos jvenes que se encargan del aseo general en los primeros tres pisos, dicen que lo que ms les gusta de su trabajo es ver cada vez que este gigante sale en las noticias y decir yo trabajo ah y lo que menos les gusta, o lo que ms miedo les da es tener que subir a asear los pisos ms altos.

    El BD Bacat que, en teora, iba a estar listo en el segundo trimestre del 2015 va a albergar un hotel de cinco estrellas con ms de 300 habitaciones, as como un hotel de larga estancia, un centro comercial, oficinas y apartamen-tos de lujo, que ya estn vendidos, todo lo cual lleva a desmentir la idea de que en esa esquina de la 19 donde funcion el tradicional hotel del mismo nombre no pueden pasar cosas de altura.

    rascacielos

    17Directo Bogot

  • Jess David Carrillo Aranda

    Edificio Nogal 75, carrera 7 # 75-51

    18 Directo Bogot

  • Coronados con el nombre de otro de los grandes bancos del pas, estn los 50 pisos del Centro de Comercio Internacional, un edificio que desde 1977 se alza imponente, emanan-do respeto y seriedad, pues entre sus huspedes estn el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Procolombia y Davivienda, empresa duea del edificio.

    La seguridad all es cosa seria. Los explosivos son lo primero que se busca en cualquier vehculo que entra y las fotos estn prohibidas, pero en das de poco trabajo, como los fines de semana, Martnez hace sus rondas con Ron, un labrador de color choco-late que ha dedicado su vida a cuidar este edificio y que ahora solo sale a tomar aire y a abrir los ojos perezosa-mente cada vez que su amo temporal dice su nombre.

    En palabras de Martnez, este es uno de los sectores ms seguros de la ciudad, desde la calle 39 hasta la 26, porque muchos de los edificios impor-tantes de Bogot estn ah, y tambin, claro, porque l cuida parte de la zona desde hace siete aos.

    El guardia canino que llega a rele-var a Martnez se pone serio y me recuerda que las fotos estn prohibi-das, aunque su sonrisa de complici-dad dice otra cosa.

    El edificio Avianca parece ser subes-timado por los bogotanos. Tomarle fotos es considerado una ociosidad por los peatones y vendedores del parque Santander, y su utilidad ms grande parecen ser sus escaleras frontales, donde se degustan todo tipo de delicias malas para el cuerpo, pero amables con el bolsillo.

    La fama de este veterano, inaugurado en 1969 y considerado como el primer rascacielos del pas, est relacionada con la tragedia. El 23 de julio de 1973, un incendi empez en el piso 14 de la edificacin y la gente tuvo que subir al techo, donde varios helicpteros los transportaron hasta la plaza de Bolvar.

    Pero no todos corrieron esa suerte. Segn Jos Jaime Conde, que en ese momento tena 16 aos y trabajaba en un almacn de paos y telas en la carrera 9 con avenida Jimnez, varias personas no vieron otra solucin que lanzarse por las ventanas, para termi-nar engargoladas en los rboles.

    Al igual que con la cantidad de muertos en aquel incendio algunos hablan de 2, otros dicen que fueron 4 y hay quienes incluso llegan a 40, el nmero de los pisos del edificio parece estar sujeto a cambios. Las opciones ms populares son 37, 40 y 42, pero si tenemos en cuenta que el incendio no hizo que el edificio perdie-ra altura, el nmero correcto fue, es y siempre ser 42.

    Arriba de un centro comercial que solo permanece en las mentes de los bogotanos porque tiene un Crepes & Waffles, un xito y las salas de Royal Films, se alzan los 47 y 38 pisos de las dos torres de la Ciudadela San Martn, que a la vez abren el pequeo bosque de grandes rboles de cemento que se condensa en el centro de la ciudad.

    Estas dos torres entregadas en 1983, que antes albergaron a los huspedes del Hotel Hilton, ahora estn ocupa-das por diferentes usuarios: desde la Polica de Bogot y algunos residentes hasta Cntrico, un bar ubicado en el piso 41 de la torre norte. A pesar de que desde el norte ya es fcil deducir que no son los edificios ms altos del sector, pues la Torre Colpatria y el BD Bacat se ven a la distancia, la Ciu-dadela San Martn tambin tiene su grandeza, que cuesta trabajo mante-ner. Constanza es una de las encarga-das del aseo de las reas comunes de los edificios; ella y otras dos mujeres pueden barrer, trapear y limpiar el polvo de cada torre en tres horas, el tiempo que a una persona normal probablemente le llevara subir el tra-peador y la escoba de un piso a otro.

    Centro de Comercio Internacional Calle 28 # 13A-15

    Edificio Avianca Carrera 7 # 16-36

    Ciudadela San Martn (torres norte y sur) Carrera 7 # 32-16

    19Directo Bogot

  • 05Texto y fotos: Vanessa Velsquez [email protected]

    Ruta de libreras

    Los libreros se resisten a desaparecer y por ello mantienen espacios cmodos donde los visitantes se ven atrapados por la seleccin de los libros, las actividades culturales y la posibilidad de tertuliar. Lugares que desafan la estadstica de que en Colombia se lee poco.

    En el 2014 Yolanda Aza Gmez encontr la casa perfecta para abrir la librera de sus sueos. Wilborada es la santa patrona de los libreros y de las libreras. Dedic su vida a los enfermos y salv de la invasin hngara los valiosos libros de la Stiftsbibliothek de St. Gallen en Suiza.

    Hoy en da, la casa con patio en la calle 96 con carrera 11, donde naci Prlogo, es un edificio de oficinas. Desde hace dos aos, en la Zona G se encuentra la nueva sede de la librera que dirige Mauricio Lleras, ya sin caf, ni restaurante, ni patio donde realizar la hora del cuento infantil, pero s con una excelente seleccin de libros de literatura universal, hispanoamericana y colombiana, y tambin sobre historia y filosofa. Entre la oferta cultural hay cursos de lectura dirigida, presenta-ciones de libros y tertulias con autores. Cuando hay un invitado especial, los asistentes se sientan en el suelo y copan el lugar a sus anchas. En las mesas de la terraza tambin es posible tomar un caf y disfrutar de la lectura cuando hay buen clima.

    Aqu se le da vida al concepto de librero amigo, quien tras entablar una conver-sacin te puede recomendar un libro que no sabas que queras, pero que luego de leerlo agradecers haberlo encontrado. Y es que Mauricio Lleras descubri esta pasin por los libros a muy corta edad, cuando de visita en Bogot su pap lo dej al cuidado del seor Buchholz, en la famosa librera. Tras pasar un da entre murallas de libros, supo que eso era lo suyo.

    Wilborada 1047 Calle 71 # 10-47, interior 4, Quinta Camacho

    Prlogo Libros Carrera 9 # 81A-19, El Nogal

    Fue la primera mujer formalmente canonizada en el ao 1047, se lee en el separador que regalan con la com-pra. Coincidencialmente, este es el nmero que identifica la fachada de la casa de Quinta Camacho, que alberga alrededor de 15.000 libros. De lunes a sbado, desde las 10:47 de la maana, esta librera abre sus puertas a quien quiera asistir a tertulias, talleres, conciertos, lectura para locos bajitos y trueque de libros.

    Un espacio en el que se pueden pasar horas hojeando libros en un sof mientras se toma una taza de caf. Los rostros de Murakami, Vargas Llosa, Garca Mrquez, Virginia Wolf y otros autores retratados en lpiz ador-nan las paredes de los tres pisos de la librera hasta el tico, donde se llevan a cabo las tertulias y la presentacin de libros. Los ventanales que filtran luz natural, las paredes cubiertas de libros y en especial el vitral de santa Wilborada hacen de esta librera una botica para el alma del lector.

    independientes

    20 Directo Bogot

  • Las libreras se parecen mucho a sus libreros, dice David Roa, y La Madriguera del Conejo no es la excep-cin. Las paredes cubiertas de libros contienen variados ttulos y temticas de editoriales independientes nacio-nales e internacionales que reflejan los gustos de quienes la dirigen. David Roa y dgar Blanco pasan sus das en el local leyendo libros, haciendo caf, atendiendo clientes y recomendndo-les textos.

    Hay caos dentro del orden. Los es-tantes estn organizados por edito-riales, pero no alfabticamente. Les apuestan a las editoriales: Si quieres buscar un libro, tienes que leer todos los ttulos que ofrezca la editorial, as motivan a conocer nuevos autores y gneros. Desde el 2011 estn compro-metidos con la cultura; as, despus de Casa Tomada, esta es la librera que realiza ms eventos culturales. Tambin rescatan libros y marcan tendencias. A algn cliente le reco-mendaron un texto de Hebe Uhart, de quien se encontraban pocos libros en Bogot y a precios de remate. Este cliente se enamor de la autora, se la recomend a sus amigos, y se inici un voz a voz que se magnific, hasta el punto de invitarla a la versin 28 de la Feria del Libro de Bogot. Fanzines, revistas, publicaciones independien-tes, presentaciones de libros todo esto se encuentra aqu. Y un plus: se puede venir con mascotas.

    Los libros se han tomado la casa ubi-cada en el barrio Palermo de Bogot: 15.589 ttulos (al momento de escribir esta nota) llenan las estanteras de las cuatro salas de Casa Tomada, librera que desde el 2008 ha sido abanderada de la programacin cultural. Con 300 actividades culturales al ao entre clubes de lectura, proyecciones de pelculas, talleres de edicin, semi-narios y presentaciones de libros a Casa Tomada vienen decenas de per-sonas que encuentran en este lugar la opcin para desconectarse, en un ambiente dedicado a la literatura.

    Como en el cuento de Cortzar, Ana Mara Aragn se fue tomando la bella casa tipo ingls, habitacin por habitacin: una primera sala dedicada a la literatura, a la que pronto se uni la sala en la que se encuentran ttulos de ciencias sociales acomodados en estantes construidos por Fabricio, su esposo; luego el tico en el que se realizan los eventos, y una sala posterior ms grande donde se puede acompaar la lectura con un pastelito y una taza de caf. Adems, hace las veces de comedor para las reuniones del Club de Gastronoma y Literatu-ra, cuando se comparte un delicioso almuerzo mientras se conversa sobre el libro elegido para cada mes.

    En Babel los nios son los protago-nistas. La librera, que naci en el ao 2001 como distribuidora exclusiva de ciertas editoriales infantiles interna-cionales, abri sus puertas en la casa esquinera en el barrio La Soledad en el 2006, aunque un ao antes ya funciona-ba bajo el mismo nombre una editorial.

    Por las tardes, Babel se llena de nios que salen del colegio a su sala de lectura mientras sus paps regresan del trabajo. Nios que resultan ser clientes exigentes porque piden ver el producto antes de comprarlo. Esta dinmica dio vida a la Biblioteca de Babel, todos los sbados, cuando se prestan de manera gratuita libros a los ms de 800 nios inscritos. No hay nada ms lindo que ver a un nio leer un libro que t conoces y en el que has trabajado tanto, dice Mara Carreo refirindose a los nios que se enamoran de los libros de la editorial Babel, la cual ha publicado 54 ttulos.

    Portadas de colores llamativos cubren las paredes, y en el centro de la sala principal una exhibicin de los libros seleccionados del mes nos refresca las historias que nos lean cuando peque-os y nos enamoraron de la literatura.

    La Madriguera del Conejo Carrera 11 # 85-52, Chapinero

    Casa Tomada Transversal 19 bis # 45D-23, Palermo

    Librera Babel Calle 39A # 20-55, La Soledad, Teusaquillo

    21Directo Bogot

  • 06Texto y fotos: Lina Mara Castillo [email protected] La cocina vegetariana ha tomado bastante fuerza en Bogot los ltimos aos, y se ha diversificado en forma y sabor para que nadie diga que es comida para conejos. Muchos jvenes de la zona universi-

    taria de Chapinero prefieren la opcin saludable para almorzar y son los clientes ms asiduos del restaurante Maha, que cambia el imaginario de que la comida vegetariana es solo lechuga y zanahoria. En el men se encuentran variados platos que van desde fajitas mexicanas, hasta hamburguesas de garbanzo y lenteja, pasando por lasa-as, as como jugos de frutas frescas complementados con sustancias natu-rales que potencian el funcionamiento del cerebro o dan energa; perfectos para acompaar largos das de estudio.

    Otro aspecto que convierte a Maha en un pequeo escape para los estu-diantes es el ambiente: al entrar al establecimiento se percibe un aire tranquilo en medio de paredes pintadas de animales, flores y paisajes y msica vdica o mantras de la India; al subir las escaleras, se puede ir leyendo en las paredes citas de personajes reconocidos de la historia que optaron por una dieta libre de crueldad, y en el segundo piso se encuentra un mural con algunos de esos rostros: Lisa Simpson, el Conde Ptula, Gandhi, John Lennon, Cristo, Pitgoras y Einstein, quienes legaron sus ensean-zas sobre los hbitos saludables.

    La berenjena es un alimento de proce-dencia asitica que contiene diversas propiedades para el metabolismo. Si bien hace siglos no era bien vista por los efectos secundarios que produca debido al mal manejo del fruto, hoy es recomendada en dietas preventivas de enfermedades cardiovasculares y tambin para prevenir el cncer. Caballete y berenjena puede ser, en-tonces, la mezcla entre este alimento con aportes alimenticios y medicina-les, y el caballete haciendo alusin al estilo vintage caracterstico del local, cuya decoracin combina lo clsico y lo familiar. Ubicado en el sector de Usaqun, muy cerca del parque principal, el restaurante cuenta con nutrida clientela los das de fin de semana. Ofrece servicios de celebra-cin de cumpleaos, aspecto que lo diferencia de los dems restaurantes, pues se aleja un poco de la asociacin vetegariana-espiritual y quiere llevar la cocina vegetariana al target chic caracterstico del sector.

    Maha Carrera 7 #42-46

    Caballete y berenjena Carrera 7 #121-09

    vegetariana

    22 Directo Bogot

  • Si alguna vez, en la seccin de conge-lados de algunos almacenes de cade-na, vio productos de la marca Sabyi, se trata de una marca vegetariana 100% colombiana; no importa que entre la variedad encuentre chorizos, baby beef o salchichas, estn preparados a base de vegetales o diferentes compo-nentes que no contienen ni un gramo procedente de algn animal y que, aun as, tienen un sabor que podra enga-ar hasta a los ms carnvoros.

    Hace 20 aos, Sabyi sali del super-mercado e incursion en el mundo de los restaurantes. En el barrio Polo Club se encuentra ubicado un restaurante en el que se atiende diariamente de 10:00 de la maana a 6:00 de la tarde (5:00 si es domingo o festivo), se ofrecen desa-yunos y almuerzos del da y a la carta, preparados con la marca y venden sus productos. Al lugar llegan todo tipo de personas, vegetarianas y no vegetaria-nas, que quieren un almuerzo saluda-ble y hay algunos que hasta tuvieron su conversin en el local.

    Aqu vena un doctor que me atenda y me dijo que para seguir en tratamiento con l, deba tener una dieta vegetaria-na, dice Norma Fonseca, quien trabaja hace ocho aos con Sabyi, y los ltimos dos siguiendo la dieta. Norma coordina la sede del restaurante y cuenta que all antes funcionaba la fbrica, pero que fue trasladada a la calle 80 con avenida Cali, dejando mayor espacio a los clientes del restaurante.

    En medio de la variedad de comida t-xica que se encuentra en el centro de la ciudad, en el eje ambiental tiene su sede Bulevar Ssamo, un restaurante que combina comida casera y platos a la carta con el fin de satisfacer a los clientes de su sucursal principal (porque tambin existe un Ssamo express en la calle 48 con carrera 8). Este es uno de los restaurantes con ms reconocimiento entre los vegetarianos, ya que en l tambin se pueden comprar productos de la mar-ca propia. Aprovecha las propiedades de la semilla ssamo de ajonjol tanto para el nombre como para los platos del men.

    En este sector empresarial existe un rinconcito al frente de Carulla de la 90 con 15 donde funciona VG-tal, que ofrece desde el almuerzo ejecutivo (el ms vendido diariamente) hasta platos a la carta. Como es un lugar pequeo, a veces hay que hacer fila, pero se justifica por la calidad de la comida.

    Govindas Avenida Caracas # 32-69

    Sabyi Carrera 24 # 86A-40

    Bulevar Ssamo Calle 15 # 4-64

    VG-tal Carrera 16 # 90-13

    Si pasando por la Zona de Tolerancia se cansa de ver tanta carne, puede seguir deambulando por el sector y llegar hasta el restaurante vegetaria-no Govindas, que gracias a su ubica-cin y llamativa fachada es fcil de reconocer. En sus alrededores, ade-ms de chicas alegres puede notar la presencia de algunos hombres calvos y mujeres vestidas con largas tnicas y en estado de calma: son los devotos de Krishna, quienes dan fe de que sus platos son cocinados igual que en la India y que, por lo tanto, tienen su toque mstico. Y podra ser verdad, ya que Govindas hace parte de una red de restaurantes con reconocimiento internacional desde 1879.

    Aqu se ofrecen platos lactovegetaria-nos y adicionalmente se promueven distintas actividades para cultivar el espritu y la mente. La palabra Govindas proviene del snscrito y es uno de los numerosos nombres con los que se conoce a Krishna; alrede-dor de esta palabra se tejen diversas interpretaciones. Una de ellas cuenta que se le rezaba a esta figura amante de las vacas para fortalecer el amor por estos animales. Otra interpreta-cin le otorga el significado de aquel que da placer a las vacas, ya que go significa vaca. Sea cual sea el signi-ficado, usted podra ignorar la carne del sector y rendir tributo a las vacas sacndolas de su plato.

    23Directo Bogot

  • 07Ruta de Con su diversidad arquitectnica, variedad de cultos y de leyendas urbanas, en los cementerios del norte y sur, quienes alguna vez habitaron la ciudad permanecen en igualdad de condiciones. Es la zona Q.E.P.D., menos turstica pero ms visitada.

    Fundado en 1665, es el cementerio ms antiguo de la capital. Se dice que este sitio era utilizado por los indgenas del poblado de Usaqun para enterrar a sus muertos, dice el prroco Jorge Daz.

    Est conformado por 40 tumbas, 3.000 osarios, 700 cenizarios y 200 mauso-leos repartidos en sus 1.700 metros cuadrados de extensin, y cuidados por santos diferentes: Santa Marta, San Jos y Santa Mara de Betania, que hacen las veces de celadores del ms all y del ms ac. El sepulturero Wilson Guzmn se ha sorprendido con algunas brujeras, gallinas muertas, sbanas con monedas, muecos de cebo con alfileres y hasta un feto en un frasco de mayonesa, mltiples viudas que disputan las herencias en los entierros o con el Seor del saco azul, quien hace ms de tres aos recorre el cementerio vociferando los nombres que yacen en las lpidas al tiempo que se persigna, mientras se ofrece la misa de intenciones a las cuatro de la tarde.

    Sergio Llamas Fernndez [email protected]

    En este parque cementerio abierto en 1971, se encuentran vecinas la lpida de Kevin Alejandro Garzn, un nio de dos aos, y la de Vctor Julio Surez Rojas, alias el Mono Jojoy, en cuya lpida se lee: Juramos ven-cer y venceremos. Somos el pueblo levantado por la justicia social. Otros muertos famosos enterrados en El Apogeo son el cantante de boleros Olimpo Crdenas, y Doris Adriana Nio, cuyo asesinato se atri-buy a Diomedes Daz. Sus tumbas cuestan $6.950.000; las ms costo-sas son de $8.500.000, a la entrada de Transmilenio.

    El 2 de noviembre los vivos celebran el Da de los Difuntos y ese da en El Apogeo se hace la premiacin del concurso infantil de pinturas del cementerio. La jornada se cierra con unas danzas y una charla del prro-co sobre el manejo del duelo. Para todos los eventos, la tarima principal son las tumbas. Es el jardn de muer-tos ms vivo que se pueda ver.

    Mara Paulina Baena [email protected]

    Santa Brbara de Usaqun Carrera 7 No. 115-60, barrio Santa Brbara

    Jardines del Apogeo Calle 57Q No. 75-95, km 4 de la Autopista Sur, localidad de Bosa

    cementerios*

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  • Habitado por prceres, presidentes, poetas, historiadores, escritores y empresarios, pero tambin por revo-lucionarios, pcaros y guerrilleros es un museo de historia abierto desde 1836. En esta necrpolis son famosos los ritos en torno personalidades pol-ticas: el 18 de agosto, por ejemplo, se recuerda el fallecimiento de Luis Carlos Galn, y el 6 de mayo se conmemora la muerte del general Francisco de Paula Santander.

    Todos los lunes, los visitantes acuden sin falta a visitar a sus santos no canonizados, como el astrnomo Julio Garavito, a quien rezan como si fuera a multiplicar los billetes de $20.000 en los que aparece su rostro. Pero la ms clebre es la de Leo Siegfred Kopp Koppel, el fundador de Bavaria, a quien le susurran peticio-nes al odo. El santo de metal hace milagros siempre y cuando le saquen brillo, aclara Henry Obando, mien-tras pasa la bayetilla por la cara de la escultura de bronce que visita desde hace ms de 20 aos.

    Mateo Esteban Villalba Gil [email protected]

    Al norte de la ciudad descansan ms de 500 almas, como la del msico Lucho Bermdez, el locutor Juan Harvey Caicedo, el periodista Gabriel Cano y algunos magistrados inmolados en el Holocausto del Palacio de Justi-cia, como Yesid Reyes Echanda y Jos Eduardo Gnecco Correa. Las almas permanecen todo el da en el cemen-terio, pero es en la noche cuando, en forma de candelillas, salen a rondar entre las tumbas: son grandes, azules y alumbran, afirma Olga Beltrn, la empleada ms antigua del cementerio, quien lleva 30 aos pintando lpidas.

    Mientras Andrs Huertas, sepulturero de este camposanto desde hace ms de 35 aos, opera una excavadora para el servicio de las cuatro de la tarde, comenta que es un espacio tranquilo salvo cuando aparecen los familiares de hinchas de las barras bravas: Las mams se cogen de las mechas y los hombres traen cuchillos y pistolas. Siempre que hay un servicio as, toca llamar a la Polica.

    Juan Felipe Franky Bedoya [email protected] Mara Jos Medelln [email protected]

    A diferencia del vecino Cementerio Central, aqu no hay grandes mauso-leos ni devociones. Durante el mes de diciembre algunas familias cuelgan decoraciones navideas sobre las tumbas de sus seres queridos y se lle-van las ramas de los pinos para hacer sus rboles en casa. El Cementerio Alemn de Bogot alberga los restos de ms de 700 personas desde 1912: inmigrantes alemanes y sus familias, o que ahuyentados por las guerras de la primera mitad del siglo XX vinie-ron a buscar refugio en estas tierras. Aventureros como Erwin Krauss, pio-nero en los ascensos a los principales nevados del pas; empresarios como Wilhelm Schmidt Stadter, fundador de la Escuela Nacional Cervecera; artistas como Leopold Richter y Paul Beer, y Karl Buchholz, fundador de la legen-daria librera, ms conocido como Don Carlos, descansan in Frieden.

    Orlando Vargas, vigilante y sepulture-ro, dice que vive tranquilo y no pago arriendo ni servicios...Tengo un da libre a la semana que aprovecho para visitar a los amigos o jugar tejo por aqu cerca.

    Sebastin Serrano [email protected]

    Cementerio Central Carrera 20 # 24-80

    Jardines del Recuerdo Carrera 45 No. 207-41, localidad de Suba

    Cementerio Alemn Avenida 26 # 22-75 (Globo B del Cementerio Central)

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    Localizado en Matatigres, el Cemen-terio del Sur es a menudo confundido con el Parque Cementerio del Apo-geo, otro cementerio cercano, pero son muy diferentes. Se compone de 6.600 bvedas para adultos y 3.500 para nios que ocupan 6.380 metros cuadrados. El resto del espacio se encuentra atiborrado con osarios, cenizarios y mausoleos enormes de las sociedades ms peculiares: la Asociacin de Loteros Invlidos, la Asociacin Sindical de Emboladores, la Asociacin Mutual de Deportistas, entre muchos otros gremios.

    Recorriendo el camposanto se ven nombres tallados con palitos, tumbas selladas con cemento mezclado a medias, vrgenes maltrechas, escudos de Millonarios mal hechos y botellas de cerveza incrustadas en las lpidas. Dos capillas, un horno crematorio, una sala de exhumacin y un edificio de administracin completan este cemen-terio, del cual se dice que es el ltimo destino para los NN, ya que existen alrededor de 600 tumbas sin nombre.

    En este cementerio se le rinde culto a Mara Salom, una campesina boya-cense de sombrero, falda larga y chal, como aparece en la foto de la estampa a la que le rezan hace ms de 60 aos por milagrosa, y que fue trasladada del Cementerio Central al del Sur.

    Nathalia Guerrero nataguerrero_67hotmail.com

    El terreno de cuatro hectreas se convierte en un campo de flores los domingos, cuando van los familiares a saludar a sus seres queridos o a hacer trabajos de jardinera en sus lpidas, que son ms de 12.000.

    Miguel Gonzlez, administrador del cementerio, no cree en fantasmas ni en espritus; para l es simplemente un negocio. Y si al guardia nocturno le ha tocado sacar un par de veces a gente que llega al cementerio a hacer brujera, Miguel ha tenido que lidiar con los vivos que, como l dice, son ms peligrosos que los muertos. Cada vez que hacen auditoras se encuentran con lpidas instaladas sin haber pagado todos los derechos.

    Aqu reposa el escritor bogotano Rafael Chaparro Madiedo (1963-1995), gana-dor del Premio Nacional de Literatura por su obra Opio en las nubes, y aun-que su memoria est viva, queda de su cuerpo una triste lpida rayada.

    Daniela Puerta Padilla [email protected]

    Este cementerio, popularmente cono-cido como Cementerio de Chapinero, se fund en 1920. El camposanto est dividido por panteones de familias que mandaron construir una especie de residencia para acoger a toda la parentela. Algunos le instalan luces de colores, otros la rodean de flores y otros la pintan con tonos pasteles. Tambin se juntan personas que pertenecieron a sociedades, como la de Mutuo Auxilio La Realidad, el Sin-dicato de Vendedores de Mercancas y los loteros. La tumba de la gitana llamada Cristo de Cristo es la ms visitada del cementerio.

    En el cementerio hay aproximadamen-te 7.400 bvedas para adultos y ms de 3.000 para nios. Adems, hay ms de 5.000 bvedas, mausoleos, osarios y cenizarios de propiedad particular. Una sala de exhumacin de cadveres, dos capillas para la recepcin de cuerpos y cuatro hornos crematorios. Pero ya no queda tierra pa'tanto muerto.

    Felipe Andrade Daz [email protected] Mara Alejandra Guzmn [email protected]

    *Este colectivo se public originalmente en la revista Directo Bogot #44, marzo de 2014.

    Cementerio del Sur Avenida calle 27 Sur No. 37-83, localidad Antonio Nario

    Cementerio La Inmaculada Carrera 45 No. 207-41 (kilmetro 14 autopista Norte), localidad de Suba

    Cementerio del Norte Carrera 36 No. 68-10, barrio La Merced

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