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7/17/2019 Dialnet-JuanRoaSierra-4862208 http://slidepdf.com/reader/full/dialnet-juanroasierra-4862208 1/36  · n.° 22 · 2008 · issn 0120-3045 · páginas 169-201 Universidad Nacional de Colombia · Bogotá [ 169 ] :  Juan Roa Sierra: the persistence of a Ghost or the evanescence of the myth laura astrid ramírez elizalde Universidad Nacional de Colombia · Bogotá * * [email protected] Artículo de investigación recibido: 15 de mayo del 2008 · aprobado: 29 de junio del 2008

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JuanRoaSierra

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Juan Roa Sierra the persistence of a Ghostor the evanescence of the myth

laura astrid ramiacuterez elizaldeUniversidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

lauraastridramirezgmailcom

Artiacuteculo de investigacioacuten recibido 15 de mayo del 2008 middot aprobado 29 de junio del 2008

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

resumen

A partir de los acontecimientos desatados en el paiacutes el 9 de Abril de 1948 y centrando el

anaacutelisis en la imagen de Juan Roa Sierra presunto asesino del liacuteder poliacutetico Jorge

Elieacutecer Gaitaacuten este artiacuteculo reflexiona sobre la construccioacuten historiograacutefica y los

preceptos temporales en que esta se fundamenta Este hombre es el ejemplo

que se utilizaraacute a fin de analizar la forma en que la historia asume de maneras

divergentes la construccioacuten de personajes de una misma eacutepoca un mismo territorio

y un mismo contexto social Mientras el intereacutes por los autores intelectuales

del magnicidio ha sido un tema recurrente y casi obsesivo en la historiografiacutea

nacional la referencia de la autoriacutea material ha quedado relegada al expediente

Palabras clave Juan Roa Sierra Jorge Elieacutecer Gaitaacuten 9 de Abril de 1948historiografiacutea temporalidad mito historia colombiana magnicidio crimen

abstract

This paper approaches the historiographic construction of the image of Juan Roa Sierra

alleged assassin of the Liberal political leader Jorge Elieacutecer Gaitaacuten based on

the events unleashed in Colombia on April 9 1948 and focusing its analysis

the temporal precepts on which it is grounded This man is the example used to

analyze how history assumes in diverging ways the construction of charactersof the same epoch the same territory and the same social context While the

interest on the masterminds of this assassination has been a recurring almost

obsessive subject for the national historiography the reference to the material

authorship has been relegated to the record This paper focuses on getting more

acquainted with the character of Juan Roa Sierra using primary sources historical

and literary texts and assuming the methodological importance of linking

anthropology with other disciplines in order to analyze the elaboration of this

characterrsquos image as an evidence of the mythological construction of culture

Keywords Juan Roa Sierra Jorge Elieacutecer Gaitaacuten April 9 1948

historiography temporality myth Colombian history magnicide crime

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ldquoiquestQueacute es un fantasma preguntoacute Stephen

Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable

mdashpor muerte por ausencia por

cambio de costumbresmdashrdquo

983114983137983149983141983155 983114983151983161983139983141

El olvido es memoria y la memoria es olvido Esta enunciacioacutenen apariencia contradictoria me ha llevado a reflexionar sobre

el tiempo el que se ve como pasado presente y futuro o aquelque se plantea como antes y despueacutes Ambas concepciones parten de ver la historia como una liacutenea secuencial de acontecimientos En elprimer caso la determinacioacuten de los tres elementos (pasado presentey futuro) dependen primero del momento justo en que se enfoca lamirada pues son categoriacuteas moacuteviles temporalmente que se modificancontinuamente con el pasar del reloj y segundo de quieacuten hace la mi-rada esta continuidad es subjetiva y parte del punto de vista de quien

observa En el segundo caso el antes y el despueacutes tienen como eje dereferencia una diseccioacuten especiacutefica en la linealidad iquestantes y despueacutesde queacute En ambas posibilidades de contemplacioacuten del tiempo la me-moria se presenta como un tejido finamente elaborado con los restosdel olvido pues la naturaleza del recuerdo es difusa Asiacute al reflexionarsobre la construccioacuten historiograacutefica es importante preguntarse iquestqueacutees lo que se olvida y queacute lo que se recuerda

Este escrito es una reflexioacuten sobre la ausencia no nos lleva al rei-no de la nada es el imperio de los fantasmas resalta la carencia de lascosas que han dejado una huella que se diluye con el tiempo En ellazo indisoluble entre pasado presente y futuro iquestqueacute papel tiene esteabandono iquestcoacutemo marca el antes y el despueacutes A estas preguntas nosenfrentamos cuando abordamos la construccioacuten de la memoria desdeun personaje como Juan Roa Sierra presunto asesino de Jorge ElieacutecerGaitaacuten La sintomaacutetica ausencia de este hombre en la historiografiacuteanacional evidencia la inequitativa seleccioacuten de los personajes que tie-nen derecho a trascender en la historia

La historia labrada entre el olvido y la memoria estaacute llenade Juanes Roa de personajes no recordados escindidos Pero no

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necesariamente desaparecidos para siempre La memoria estaacute llenade fantasmas que tocan a su puerta y Juan Roa Sierra es el ejemploperfecto del abandono que la historia da a un hombre que parecierano ser digno de reconocerse como un ceacutelebre magnicida

March Bloch nos dice ldquoEl pasado es por definicioacuten un dato queya nada habraacute de modificar Pero el conocimiento del pasado es algoque estaacute en constante progreso que se transforma y se perfeccionasin pararrdquo (Bloch 983090983088983088983094 983094983089) Este proceso deshace la idea de accederal momento histoacuterico como fenoacutemeno puro lo trasforma en un pun-to focal en una imagen de la cual se desprende un haz de conjeturas

anaacutelisis e interpretaciones Se conjugan en la construccioacuten del pasa-do nacional la historiografiacutea la memoria y la miacutetica para construir elpasado en un presente que evoca El pasado renaciendo se mitifica deuna forma distinta a como aparecioacute inicialmente y diferente tambieacutena como se manifestaraacute en un futuro camaleoacuten adherido al paisaje quelo contiene pues nuestro tiempo pende del presente que lo construyeque lo vuelve fuego vivo y mantildeana la interpretacioacuten que hoy se hacedel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no seraacute maacutes que cenizas del tranviacutea del tiempo

que cristalizadas presentaraacuten una nueva imagen de lo sucedidoLa imagen del 983097 de Abril es la geacutenesis de un mito Mircea Eliade(983089983097983094983093) sentildeala que los hechos histoacutericos se transforman en mitos cuan-do dejan de ubicarse en el transcurrir histoacuterico de la vida profana parasituarse en el campo de lo sagrado de lo originario En esta ocasioacuten elsuceso no se ubica en el lugar originario del eacuterase una vez o de al prin-

cipio de los tiempos el suceso mantiene unas coordenadas histoacutericasdefinidas el 983097 de Abril se incrusta claramente en el antildeo de 983089983097983092983096 Estasituacioacuten se debe a que no es una mitificacioacuten del origen del hombreo del origen de los tiempos la narracioacuten se ha visto como una rup-tura en la continuidad histoacuterica es un acontecimiento originario quemarca la diferencia entre el antes y el despueacutes Asiacute se inscribe en lamemoria como un hecho paradigmaacutetico y arquetiacutepico que conlleva aque la memoria colectiva situacutee alliacute el inicio de una nueva etapa social

La produccioacuten bibliograacutefica en torno al 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no hasido homogeacutenea a lo largo del tiempo variacutea en la cantidad en la cali-dad y en las perspectivas Las formas de contar la historia se moldean

dependiendo de los paradigmas y corrientes de las eacutepocas en las quese realiza la lectura y la verdad se establece por los discursos y las

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realidades sociales poniendo la construccioacuten acadeacutemica en el campode la interaccioacuten social Asiacute la reconstruccioacuten del pasado se presentacomo un diaacutelogo entre eacutepocas y actores Juan Roa Sierra y Jorge ElieacutecerGaitaacuten son personajes construidos por las contingencias histoacutericas delos uacuteltimos sesenta antildeos para estudiar a estos personajes es necesario ver maacutes allaacute de la diacroniacutea histoacuterica de los procesos sociales e intro-ducir en el anaacutelisis las concepciones simboacutelicas del lenguaje pues el vehiacuteculo que moviliza a la colectividad a un pensamiento comuacuten es ellenguaje simboacutelico miacutetico

Los estudios sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han prestado poco inte-

reacutes a la figura del magnicida Mientras la historia construye discursossobre el pasado que tratan de unir unas huellas con otras el narradorliterato teje sobre los lugares en blanco sobre lo que no ha trascendidoen el tiempo Son estos tenues espacios de olvido donde tiene cabidala imaginacioacuten el lugar desde el que se ha rescatado maacutes claramentela imagen de nuestro personaje Su nombre sin duda se registra en lostextos histoacutericos cuando se retoma el expediente del caso cuando serastrean los moacuteviles del crimen pero ademaacutes de la prensa de la eacutepo-

ca y del desarrollo del proceso judicial es en la literatura donde se habuscado caracterizar al personaje y por tanto es alliacute donde lo pode-mos rastrear En El orden de la memoria el tiempo como imaginarioJacques Le Goff (983089983097983097983089 983090983090983095) hablando de la memoria colectiva y su for-ma cientiacutefica la historia nos recuerda que

[] en efecto lo que sobrevive no es el complejo de lo que ha

existido en el pasado sino una eleccioacuten realizada ya por las fuerzas

que operan en el desenvolverse temporal del mundo y de la huma-

nidad ya por aquellos que se han ocupado del estudio del pasado

y de los tiempos pasados los historiadores

La literatura es una de esas fuerzas que operan en el desenvol- verse temporal del mundo lo que la transforma en un dispositivo dememoria

A la historiografiacutea se le antildeade un valor agregado la concienciade que la historia se construye y se legitima por la sociedad presentemaacutes que por la realidad ancestral Esto les permite a los pueblos y a

la academia emprender una lucha por la autonomiacutea de su construc-cioacuten histoacuterica Ello no deslegitima a la historia como constructora de

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conocimiento por el contrario obliga a un anaacutelisis maacutes riguroso delos actores que construyen la historiografiacutea a una observacioacuten maacutesdetallada de coacutemo se reconstruyen interpretan y analizan los acon-tecimientos sucedidos permitiendo un sustento maacutes fuerte de lascoordenadas de construccioacuten del conocimiento que legitiman la dis-ciplina histoacuterica

La imagen de Juan Roa Sierra como una marioneta manejadapor una fuerza poliacutetica sean los conservadores los comunistas o losliberales entre otros es indicativa del proceso de construccioacuten so-ciohistoacuterico Este hombre se fragmenta en diversas posibilidades de

argumentacioacuten que justifican lo que tesis contradictorias han creidocomprobar sin embargo los datos que podriacuteamos llamar veriacutedicos serestringen a su identificacioacuten y no a una caracterizacioacuten profunda desu persona En el texto de Galaacuten (983089983097983096983094 983096983092) aparecen las palabras del juez primero superior Simoacuten Montero Torres en auto proferido en983089983097983093983089 donde meciona que

El hombre capturado en el lugar de los hechos es el mismo

que se introdujo a la drogueriacutea Granada el mismo que de alliacute se

sacoacute para arrastrarlo por la carrera seacuteptima el mismo que conver-tido en cadaacutever fue abandonado frente al Palacio Presidencial el

mismo cuyo cadaacutever fue levantado a las dos y cincuenta minutos

de la tarde por el Juzgado Primero Central y finalmente eacutel [es]

a quien pertenece la ceacutedula de ciudadaniacutea 983090983095983093983088983091983088983088 de Bogotaacute y

cuyo cuerpo se depositoacute en la fosa nuacutemero 983090983096 del Cementerio Cen-

tral Todo esto estaacute plenamente comprobado en los autos

Esta es la conclusioacuten de los investigadores en el expediente delcaso Gaitaacuten Estos hechos que se plantean como ldquoplenamente com-probadosrdquo no contradicen la loacutegica de la investigacioacuten no existe laduda histoacuterica sobre la identidad del hombre que fue linchado porla muchedumbre y arrastrado por la carrera seacuteptima Sin embargocuando se recrea la escena del asesinato cuando se preguntan si fuerealmente Juan Roa quien disparoacute el arma cuando se cuestionan porla filiacioacuten poliacutetica de este hombre y por los moacuteviles que lo llevarona apuntar contra Gaitaacuten la respuesta no es unaacutenime Juan Roa Sierra

es un caleidoscopio que a partir de los mismos datos se le presenta acada espectador de una forma diferente Esta es la caracteriacutestica de la

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imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

resumen

A partir de los acontecimientos desatados en el paiacutes el 9 de Abril de 1948 y centrando el

anaacutelisis en la imagen de Juan Roa Sierra presunto asesino del liacuteder poliacutetico Jorge

Elieacutecer Gaitaacuten este artiacuteculo reflexiona sobre la construccioacuten historiograacutefica y los

preceptos temporales en que esta se fundamenta Este hombre es el ejemplo

que se utilizaraacute a fin de analizar la forma en que la historia asume de maneras

divergentes la construccioacuten de personajes de una misma eacutepoca un mismo territorio

y un mismo contexto social Mientras el intereacutes por los autores intelectuales

del magnicidio ha sido un tema recurrente y casi obsesivo en la historiografiacutea

nacional la referencia de la autoriacutea material ha quedado relegada al expediente

Palabras clave Juan Roa Sierra Jorge Elieacutecer Gaitaacuten 9 de Abril de 1948historiografiacutea temporalidad mito historia colombiana magnicidio crimen

abstract

This paper approaches the historiographic construction of the image of Juan Roa Sierra

alleged assassin of the Liberal political leader Jorge Elieacutecer Gaitaacuten based on

the events unleashed in Colombia on April 9 1948 and focusing its analysis

the temporal precepts on which it is grounded This man is the example used to

analyze how history assumes in diverging ways the construction of charactersof the same epoch the same territory and the same social context While the

interest on the masterminds of this assassination has been a recurring almost

obsessive subject for the national historiography the reference to the material

authorship has been relegated to the record This paper focuses on getting more

acquainted with the character of Juan Roa Sierra using primary sources historical

and literary texts and assuming the methodological importance of linking

anthropology with other disciplines in order to analyze the elaboration of this

characterrsquos image as an evidence of the mythological construction of culture

Keywords Juan Roa Sierra Jorge Elieacutecer Gaitaacuten April 9 1948

historiography temporality myth Colombian history magnicide crime

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[ 171 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ldquoiquestQueacute es un fantasma preguntoacute Stephen

Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable

mdashpor muerte por ausencia por

cambio de costumbresmdashrdquo

983114983137983149983141983155 983114983151983161983139983141

El olvido es memoria y la memoria es olvido Esta enunciacioacutenen apariencia contradictoria me ha llevado a reflexionar sobre

el tiempo el que se ve como pasado presente y futuro o aquelque se plantea como antes y despueacutes Ambas concepciones parten de ver la historia como una liacutenea secuencial de acontecimientos En elprimer caso la determinacioacuten de los tres elementos (pasado presentey futuro) dependen primero del momento justo en que se enfoca lamirada pues son categoriacuteas moacuteviles temporalmente que se modificancontinuamente con el pasar del reloj y segundo de quieacuten hace la mi-rada esta continuidad es subjetiva y parte del punto de vista de quien

observa En el segundo caso el antes y el despueacutes tienen como eje dereferencia una diseccioacuten especiacutefica en la linealidad iquestantes y despueacutesde queacute En ambas posibilidades de contemplacioacuten del tiempo la me-moria se presenta como un tejido finamente elaborado con los restosdel olvido pues la naturaleza del recuerdo es difusa Asiacute al reflexionarsobre la construccioacuten historiograacutefica es importante preguntarse iquestqueacutees lo que se olvida y queacute lo que se recuerda

Este escrito es una reflexioacuten sobre la ausencia no nos lleva al rei-no de la nada es el imperio de los fantasmas resalta la carencia de lascosas que han dejado una huella que se diluye con el tiempo En ellazo indisoluble entre pasado presente y futuro iquestqueacute papel tiene esteabandono iquestcoacutemo marca el antes y el despueacutes A estas preguntas nosenfrentamos cuando abordamos la construccioacuten de la memoria desdeun personaje como Juan Roa Sierra presunto asesino de Jorge ElieacutecerGaitaacuten La sintomaacutetica ausencia de este hombre en la historiografiacuteanacional evidencia la inequitativa seleccioacuten de los personajes que tie-nen derecho a trascender en la historia

La historia labrada entre el olvido y la memoria estaacute llenade Juanes Roa de personajes no recordados escindidos Pero no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

necesariamente desaparecidos para siempre La memoria estaacute llenade fantasmas que tocan a su puerta y Juan Roa Sierra es el ejemploperfecto del abandono que la historia da a un hombre que parecierano ser digno de reconocerse como un ceacutelebre magnicida

March Bloch nos dice ldquoEl pasado es por definicioacuten un dato queya nada habraacute de modificar Pero el conocimiento del pasado es algoque estaacute en constante progreso que se transforma y se perfeccionasin pararrdquo (Bloch 983090983088983088983094 983094983089) Este proceso deshace la idea de accederal momento histoacuterico como fenoacutemeno puro lo trasforma en un pun-to focal en una imagen de la cual se desprende un haz de conjeturas

anaacutelisis e interpretaciones Se conjugan en la construccioacuten del pasa-do nacional la historiografiacutea la memoria y la miacutetica para construir elpasado en un presente que evoca El pasado renaciendo se mitifica deuna forma distinta a como aparecioacute inicialmente y diferente tambieacutena como se manifestaraacute en un futuro camaleoacuten adherido al paisaje quelo contiene pues nuestro tiempo pende del presente que lo construyeque lo vuelve fuego vivo y mantildeana la interpretacioacuten que hoy se hacedel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no seraacute maacutes que cenizas del tranviacutea del tiempo

que cristalizadas presentaraacuten una nueva imagen de lo sucedidoLa imagen del 983097 de Abril es la geacutenesis de un mito Mircea Eliade(983089983097983094983093) sentildeala que los hechos histoacutericos se transforman en mitos cuan-do dejan de ubicarse en el transcurrir histoacuterico de la vida profana parasituarse en el campo de lo sagrado de lo originario En esta ocasioacuten elsuceso no se ubica en el lugar originario del eacuterase una vez o de al prin-

cipio de los tiempos el suceso mantiene unas coordenadas histoacutericasdefinidas el 983097 de Abril se incrusta claramente en el antildeo de 983089983097983092983096 Estasituacioacuten se debe a que no es una mitificacioacuten del origen del hombreo del origen de los tiempos la narracioacuten se ha visto como una rup-tura en la continuidad histoacuterica es un acontecimiento originario quemarca la diferencia entre el antes y el despueacutes Asiacute se inscribe en lamemoria como un hecho paradigmaacutetico y arquetiacutepico que conlleva aque la memoria colectiva situacutee alliacute el inicio de una nueva etapa social

La produccioacuten bibliograacutefica en torno al 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no hasido homogeacutenea a lo largo del tiempo variacutea en la cantidad en la cali-dad y en las perspectivas Las formas de contar la historia se moldean

dependiendo de los paradigmas y corrientes de las eacutepocas en las quese realiza la lectura y la verdad se establece por los discursos y las

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realidades sociales poniendo la construccioacuten acadeacutemica en el campode la interaccioacuten social Asiacute la reconstruccioacuten del pasado se presentacomo un diaacutelogo entre eacutepocas y actores Juan Roa Sierra y Jorge ElieacutecerGaitaacuten son personajes construidos por las contingencias histoacutericas delos uacuteltimos sesenta antildeos para estudiar a estos personajes es necesario ver maacutes allaacute de la diacroniacutea histoacuterica de los procesos sociales e intro-ducir en el anaacutelisis las concepciones simboacutelicas del lenguaje pues el vehiacuteculo que moviliza a la colectividad a un pensamiento comuacuten es ellenguaje simboacutelico miacutetico

Los estudios sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han prestado poco inte-

reacutes a la figura del magnicida Mientras la historia construye discursossobre el pasado que tratan de unir unas huellas con otras el narradorliterato teje sobre los lugares en blanco sobre lo que no ha trascendidoen el tiempo Son estos tenues espacios de olvido donde tiene cabidala imaginacioacuten el lugar desde el que se ha rescatado maacutes claramentela imagen de nuestro personaje Su nombre sin duda se registra en lostextos histoacutericos cuando se retoma el expediente del caso cuando serastrean los moacuteviles del crimen pero ademaacutes de la prensa de la eacutepo-

ca y del desarrollo del proceso judicial es en la literatura donde se habuscado caracterizar al personaje y por tanto es alliacute donde lo pode-mos rastrear En El orden de la memoria el tiempo como imaginarioJacques Le Goff (983089983097983097983089 983090983090983095) hablando de la memoria colectiva y su for-ma cientiacutefica la historia nos recuerda que

[] en efecto lo que sobrevive no es el complejo de lo que ha

existido en el pasado sino una eleccioacuten realizada ya por las fuerzas

que operan en el desenvolverse temporal del mundo y de la huma-

nidad ya por aquellos que se han ocupado del estudio del pasado

y de los tiempos pasados los historiadores

La literatura es una de esas fuerzas que operan en el desenvol- verse temporal del mundo lo que la transforma en un dispositivo dememoria

A la historiografiacutea se le antildeade un valor agregado la concienciade que la historia se construye y se legitima por la sociedad presentemaacutes que por la realidad ancestral Esto les permite a los pueblos y a

la academia emprender una lucha por la autonomiacutea de su construc-cioacuten histoacuterica Ello no deslegitima a la historia como constructora de

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conocimiento por el contrario obliga a un anaacutelisis maacutes riguroso delos actores que construyen la historiografiacutea a una observacioacuten maacutesdetallada de coacutemo se reconstruyen interpretan y analizan los acon-tecimientos sucedidos permitiendo un sustento maacutes fuerte de lascoordenadas de construccioacuten del conocimiento que legitiman la dis-ciplina histoacuterica

La imagen de Juan Roa Sierra como una marioneta manejadapor una fuerza poliacutetica sean los conservadores los comunistas o losliberales entre otros es indicativa del proceso de construccioacuten so-ciohistoacuterico Este hombre se fragmenta en diversas posibilidades de

argumentacioacuten que justifican lo que tesis contradictorias han creidocomprobar sin embargo los datos que podriacuteamos llamar veriacutedicos serestringen a su identificacioacuten y no a una caracterizacioacuten profunda desu persona En el texto de Galaacuten (983089983097983096983094 983096983092) aparecen las palabras del juez primero superior Simoacuten Montero Torres en auto proferido en983089983097983093983089 donde meciona que

El hombre capturado en el lugar de los hechos es el mismo

que se introdujo a la drogueriacutea Granada el mismo que de alliacute se

sacoacute para arrastrarlo por la carrera seacuteptima el mismo que conver-tido en cadaacutever fue abandonado frente al Palacio Presidencial el

mismo cuyo cadaacutever fue levantado a las dos y cincuenta minutos

de la tarde por el Juzgado Primero Central y finalmente eacutel [es]

a quien pertenece la ceacutedula de ciudadaniacutea 983090983095983093983088983091983088983088 de Bogotaacute y

cuyo cuerpo se depositoacute en la fosa nuacutemero 983090983096 del Cementerio Cen-

tral Todo esto estaacute plenamente comprobado en los autos

Esta es la conclusioacuten de los investigadores en el expediente delcaso Gaitaacuten Estos hechos que se plantean como ldquoplenamente com-probadosrdquo no contradicen la loacutegica de la investigacioacuten no existe laduda histoacuterica sobre la identidad del hombre que fue linchado porla muchedumbre y arrastrado por la carrera seacuteptima Sin embargocuando se recrea la escena del asesinato cuando se preguntan si fuerealmente Juan Roa quien disparoacute el arma cuando se cuestionan porla filiacioacuten poliacutetica de este hombre y por los moacuteviles que lo llevarona apuntar contra Gaitaacuten la respuesta no es unaacutenime Juan Roa Sierra

es un caleidoscopio que a partir de los mismos datos se le presenta acada espectador de una forma diferente Esta es la caracteriacutestica de la

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imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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[ 177 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 171 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ldquoiquestQueacute es un fantasma preguntoacute Stephen

Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable

mdashpor muerte por ausencia por

cambio de costumbresmdashrdquo

983114983137983149983141983155 983114983151983161983139983141

El olvido es memoria y la memoria es olvido Esta enunciacioacutenen apariencia contradictoria me ha llevado a reflexionar sobre

el tiempo el que se ve como pasado presente y futuro o aquelque se plantea como antes y despueacutes Ambas concepciones parten de ver la historia como una liacutenea secuencial de acontecimientos En elprimer caso la determinacioacuten de los tres elementos (pasado presentey futuro) dependen primero del momento justo en que se enfoca lamirada pues son categoriacuteas moacuteviles temporalmente que se modificancontinuamente con el pasar del reloj y segundo de quieacuten hace la mi-rada esta continuidad es subjetiva y parte del punto de vista de quien

observa En el segundo caso el antes y el despueacutes tienen como eje dereferencia una diseccioacuten especiacutefica en la linealidad iquestantes y despueacutesde queacute En ambas posibilidades de contemplacioacuten del tiempo la me-moria se presenta como un tejido finamente elaborado con los restosdel olvido pues la naturaleza del recuerdo es difusa Asiacute al reflexionarsobre la construccioacuten historiograacutefica es importante preguntarse iquestqueacutees lo que se olvida y queacute lo que se recuerda

Este escrito es una reflexioacuten sobre la ausencia no nos lleva al rei-no de la nada es el imperio de los fantasmas resalta la carencia de lascosas que han dejado una huella que se diluye con el tiempo En ellazo indisoluble entre pasado presente y futuro iquestqueacute papel tiene esteabandono iquestcoacutemo marca el antes y el despueacutes A estas preguntas nosenfrentamos cuando abordamos la construccioacuten de la memoria desdeun personaje como Juan Roa Sierra presunto asesino de Jorge ElieacutecerGaitaacuten La sintomaacutetica ausencia de este hombre en la historiografiacuteanacional evidencia la inequitativa seleccioacuten de los personajes que tie-nen derecho a trascender en la historia

La historia labrada entre el olvido y la memoria estaacute llenade Juanes Roa de personajes no recordados escindidos Pero no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

necesariamente desaparecidos para siempre La memoria estaacute llenade fantasmas que tocan a su puerta y Juan Roa Sierra es el ejemploperfecto del abandono que la historia da a un hombre que parecierano ser digno de reconocerse como un ceacutelebre magnicida

March Bloch nos dice ldquoEl pasado es por definicioacuten un dato queya nada habraacute de modificar Pero el conocimiento del pasado es algoque estaacute en constante progreso que se transforma y se perfeccionasin pararrdquo (Bloch 983090983088983088983094 983094983089) Este proceso deshace la idea de accederal momento histoacuterico como fenoacutemeno puro lo trasforma en un pun-to focal en una imagen de la cual se desprende un haz de conjeturas

anaacutelisis e interpretaciones Se conjugan en la construccioacuten del pasa-do nacional la historiografiacutea la memoria y la miacutetica para construir elpasado en un presente que evoca El pasado renaciendo se mitifica deuna forma distinta a como aparecioacute inicialmente y diferente tambieacutena como se manifestaraacute en un futuro camaleoacuten adherido al paisaje quelo contiene pues nuestro tiempo pende del presente que lo construyeque lo vuelve fuego vivo y mantildeana la interpretacioacuten que hoy se hacedel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no seraacute maacutes que cenizas del tranviacutea del tiempo

que cristalizadas presentaraacuten una nueva imagen de lo sucedidoLa imagen del 983097 de Abril es la geacutenesis de un mito Mircea Eliade(983089983097983094983093) sentildeala que los hechos histoacutericos se transforman en mitos cuan-do dejan de ubicarse en el transcurrir histoacuterico de la vida profana parasituarse en el campo de lo sagrado de lo originario En esta ocasioacuten elsuceso no se ubica en el lugar originario del eacuterase una vez o de al prin-

cipio de los tiempos el suceso mantiene unas coordenadas histoacutericasdefinidas el 983097 de Abril se incrusta claramente en el antildeo de 983089983097983092983096 Estasituacioacuten se debe a que no es una mitificacioacuten del origen del hombreo del origen de los tiempos la narracioacuten se ha visto como una rup-tura en la continuidad histoacuterica es un acontecimiento originario quemarca la diferencia entre el antes y el despueacutes Asiacute se inscribe en lamemoria como un hecho paradigmaacutetico y arquetiacutepico que conlleva aque la memoria colectiva situacutee alliacute el inicio de una nueva etapa social

La produccioacuten bibliograacutefica en torno al 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no hasido homogeacutenea a lo largo del tiempo variacutea en la cantidad en la cali-dad y en las perspectivas Las formas de contar la historia se moldean

dependiendo de los paradigmas y corrientes de las eacutepocas en las quese realiza la lectura y la verdad se establece por los discursos y las

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[ 173 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

realidades sociales poniendo la construccioacuten acadeacutemica en el campode la interaccioacuten social Asiacute la reconstruccioacuten del pasado se presentacomo un diaacutelogo entre eacutepocas y actores Juan Roa Sierra y Jorge ElieacutecerGaitaacuten son personajes construidos por las contingencias histoacutericas delos uacuteltimos sesenta antildeos para estudiar a estos personajes es necesario ver maacutes allaacute de la diacroniacutea histoacuterica de los procesos sociales e intro-ducir en el anaacutelisis las concepciones simboacutelicas del lenguaje pues el vehiacuteculo que moviliza a la colectividad a un pensamiento comuacuten es ellenguaje simboacutelico miacutetico

Los estudios sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han prestado poco inte-

reacutes a la figura del magnicida Mientras la historia construye discursossobre el pasado que tratan de unir unas huellas con otras el narradorliterato teje sobre los lugares en blanco sobre lo que no ha trascendidoen el tiempo Son estos tenues espacios de olvido donde tiene cabidala imaginacioacuten el lugar desde el que se ha rescatado maacutes claramentela imagen de nuestro personaje Su nombre sin duda se registra en lostextos histoacutericos cuando se retoma el expediente del caso cuando serastrean los moacuteviles del crimen pero ademaacutes de la prensa de la eacutepo-

ca y del desarrollo del proceso judicial es en la literatura donde se habuscado caracterizar al personaje y por tanto es alliacute donde lo pode-mos rastrear En El orden de la memoria el tiempo como imaginarioJacques Le Goff (983089983097983097983089 983090983090983095) hablando de la memoria colectiva y su for-ma cientiacutefica la historia nos recuerda que

[] en efecto lo que sobrevive no es el complejo de lo que ha

existido en el pasado sino una eleccioacuten realizada ya por las fuerzas

que operan en el desenvolverse temporal del mundo y de la huma-

nidad ya por aquellos que se han ocupado del estudio del pasado

y de los tiempos pasados los historiadores

La literatura es una de esas fuerzas que operan en el desenvol- verse temporal del mundo lo que la transforma en un dispositivo dememoria

A la historiografiacutea se le antildeade un valor agregado la concienciade que la historia se construye y se legitima por la sociedad presentemaacutes que por la realidad ancestral Esto les permite a los pueblos y a

la academia emprender una lucha por la autonomiacutea de su construc-cioacuten histoacuterica Ello no deslegitima a la historia como constructora de

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conocimiento por el contrario obliga a un anaacutelisis maacutes riguroso delos actores que construyen la historiografiacutea a una observacioacuten maacutesdetallada de coacutemo se reconstruyen interpretan y analizan los acon-tecimientos sucedidos permitiendo un sustento maacutes fuerte de lascoordenadas de construccioacuten del conocimiento que legitiman la dis-ciplina histoacuterica

La imagen de Juan Roa Sierra como una marioneta manejadapor una fuerza poliacutetica sean los conservadores los comunistas o losliberales entre otros es indicativa del proceso de construccioacuten so-ciohistoacuterico Este hombre se fragmenta en diversas posibilidades de

argumentacioacuten que justifican lo que tesis contradictorias han creidocomprobar sin embargo los datos que podriacuteamos llamar veriacutedicos serestringen a su identificacioacuten y no a una caracterizacioacuten profunda desu persona En el texto de Galaacuten (983089983097983096983094 983096983092) aparecen las palabras del juez primero superior Simoacuten Montero Torres en auto proferido en983089983097983093983089 donde meciona que

El hombre capturado en el lugar de los hechos es el mismo

que se introdujo a la drogueriacutea Granada el mismo que de alliacute se

sacoacute para arrastrarlo por la carrera seacuteptima el mismo que conver-tido en cadaacutever fue abandonado frente al Palacio Presidencial el

mismo cuyo cadaacutever fue levantado a las dos y cincuenta minutos

de la tarde por el Juzgado Primero Central y finalmente eacutel [es]

a quien pertenece la ceacutedula de ciudadaniacutea 983090983095983093983088983091983088983088 de Bogotaacute y

cuyo cuerpo se depositoacute en la fosa nuacutemero 983090983096 del Cementerio Cen-

tral Todo esto estaacute plenamente comprobado en los autos

Esta es la conclusioacuten de los investigadores en el expediente delcaso Gaitaacuten Estos hechos que se plantean como ldquoplenamente com-probadosrdquo no contradicen la loacutegica de la investigacioacuten no existe laduda histoacuterica sobre la identidad del hombre que fue linchado porla muchedumbre y arrastrado por la carrera seacuteptima Sin embargocuando se recrea la escena del asesinato cuando se preguntan si fuerealmente Juan Roa quien disparoacute el arma cuando se cuestionan porla filiacioacuten poliacutetica de este hombre y por los moacuteviles que lo llevarona apuntar contra Gaitaacuten la respuesta no es unaacutenime Juan Roa Sierra

es un caleidoscopio que a partir de los mismos datos se le presenta acada espectador de una forma diferente Esta es la caracteriacutestica de la

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imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

necesariamente desaparecidos para siempre La memoria estaacute llenade fantasmas que tocan a su puerta y Juan Roa Sierra es el ejemploperfecto del abandono que la historia da a un hombre que parecierano ser digno de reconocerse como un ceacutelebre magnicida

March Bloch nos dice ldquoEl pasado es por definicioacuten un dato queya nada habraacute de modificar Pero el conocimiento del pasado es algoque estaacute en constante progreso que se transforma y se perfeccionasin pararrdquo (Bloch 983090983088983088983094 983094983089) Este proceso deshace la idea de accederal momento histoacuterico como fenoacutemeno puro lo trasforma en un pun-to focal en una imagen de la cual se desprende un haz de conjeturas

anaacutelisis e interpretaciones Se conjugan en la construccioacuten del pasa-do nacional la historiografiacutea la memoria y la miacutetica para construir elpasado en un presente que evoca El pasado renaciendo se mitifica deuna forma distinta a como aparecioacute inicialmente y diferente tambieacutena como se manifestaraacute en un futuro camaleoacuten adherido al paisaje quelo contiene pues nuestro tiempo pende del presente que lo construyeque lo vuelve fuego vivo y mantildeana la interpretacioacuten que hoy se hacedel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no seraacute maacutes que cenizas del tranviacutea del tiempo

que cristalizadas presentaraacuten una nueva imagen de lo sucedidoLa imagen del 983097 de Abril es la geacutenesis de un mito Mircea Eliade(983089983097983094983093) sentildeala que los hechos histoacutericos se transforman en mitos cuan-do dejan de ubicarse en el transcurrir histoacuterico de la vida profana parasituarse en el campo de lo sagrado de lo originario En esta ocasioacuten elsuceso no se ubica en el lugar originario del eacuterase una vez o de al prin-

cipio de los tiempos el suceso mantiene unas coordenadas histoacutericasdefinidas el 983097 de Abril se incrusta claramente en el antildeo de 983089983097983092983096 Estasituacioacuten se debe a que no es una mitificacioacuten del origen del hombreo del origen de los tiempos la narracioacuten se ha visto como una rup-tura en la continuidad histoacuterica es un acontecimiento originario quemarca la diferencia entre el antes y el despueacutes Asiacute se inscribe en lamemoria como un hecho paradigmaacutetico y arquetiacutepico que conlleva aque la memoria colectiva situacutee alliacute el inicio de una nueva etapa social

La produccioacuten bibliograacutefica en torno al 983097 de Abril de 983089983097983092983096 no hasido homogeacutenea a lo largo del tiempo variacutea en la cantidad en la cali-dad y en las perspectivas Las formas de contar la historia se moldean

dependiendo de los paradigmas y corrientes de las eacutepocas en las quese realiza la lectura y la verdad se establece por los discursos y las

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realidades sociales poniendo la construccioacuten acadeacutemica en el campode la interaccioacuten social Asiacute la reconstruccioacuten del pasado se presentacomo un diaacutelogo entre eacutepocas y actores Juan Roa Sierra y Jorge ElieacutecerGaitaacuten son personajes construidos por las contingencias histoacutericas delos uacuteltimos sesenta antildeos para estudiar a estos personajes es necesario ver maacutes allaacute de la diacroniacutea histoacuterica de los procesos sociales e intro-ducir en el anaacutelisis las concepciones simboacutelicas del lenguaje pues el vehiacuteculo que moviliza a la colectividad a un pensamiento comuacuten es ellenguaje simboacutelico miacutetico

Los estudios sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han prestado poco inte-

reacutes a la figura del magnicida Mientras la historia construye discursossobre el pasado que tratan de unir unas huellas con otras el narradorliterato teje sobre los lugares en blanco sobre lo que no ha trascendidoen el tiempo Son estos tenues espacios de olvido donde tiene cabidala imaginacioacuten el lugar desde el que se ha rescatado maacutes claramentela imagen de nuestro personaje Su nombre sin duda se registra en lostextos histoacutericos cuando se retoma el expediente del caso cuando serastrean los moacuteviles del crimen pero ademaacutes de la prensa de la eacutepo-

ca y del desarrollo del proceso judicial es en la literatura donde se habuscado caracterizar al personaje y por tanto es alliacute donde lo pode-mos rastrear En El orden de la memoria el tiempo como imaginarioJacques Le Goff (983089983097983097983089 983090983090983095) hablando de la memoria colectiva y su for-ma cientiacutefica la historia nos recuerda que

[] en efecto lo que sobrevive no es el complejo de lo que ha

existido en el pasado sino una eleccioacuten realizada ya por las fuerzas

que operan en el desenvolverse temporal del mundo y de la huma-

nidad ya por aquellos que se han ocupado del estudio del pasado

y de los tiempos pasados los historiadores

La literatura es una de esas fuerzas que operan en el desenvol- verse temporal del mundo lo que la transforma en un dispositivo dememoria

A la historiografiacutea se le antildeade un valor agregado la concienciade que la historia se construye y se legitima por la sociedad presentemaacutes que por la realidad ancestral Esto les permite a los pueblos y a

la academia emprender una lucha por la autonomiacutea de su construc-cioacuten histoacuterica Ello no deslegitima a la historia como constructora de

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conocimiento por el contrario obliga a un anaacutelisis maacutes riguroso delos actores que construyen la historiografiacutea a una observacioacuten maacutesdetallada de coacutemo se reconstruyen interpretan y analizan los acon-tecimientos sucedidos permitiendo un sustento maacutes fuerte de lascoordenadas de construccioacuten del conocimiento que legitiman la dis-ciplina histoacuterica

La imagen de Juan Roa Sierra como una marioneta manejadapor una fuerza poliacutetica sean los conservadores los comunistas o losliberales entre otros es indicativa del proceso de construccioacuten so-ciohistoacuterico Este hombre se fragmenta en diversas posibilidades de

argumentacioacuten que justifican lo que tesis contradictorias han creidocomprobar sin embargo los datos que podriacuteamos llamar veriacutedicos serestringen a su identificacioacuten y no a una caracterizacioacuten profunda desu persona En el texto de Galaacuten (983089983097983096983094 983096983092) aparecen las palabras del juez primero superior Simoacuten Montero Torres en auto proferido en983089983097983093983089 donde meciona que

El hombre capturado en el lugar de los hechos es el mismo

que se introdujo a la drogueriacutea Granada el mismo que de alliacute se

sacoacute para arrastrarlo por la carrera seacuteptima el mismo que conver-tido en cadaacutever fue abandonado frente al Palacio Presidencial el

mismo cuyo cadaacutever fue levantado a las dos y cincuenta minutos

de la tarde por el Juzgado Primero Central y finalmente eacutel [es]

a quien pertenece la ceacutedula de ciudadaniacutea 983090983095983093983088983091983088983088 de Bogotaacute y

cuyo cuerpo se depositoacute en la fosa nuacutemero 983090983096 del Cementerio Cen-

tral Todo esto estaacute plenamente comprobado en los autos

Esta es la conclusioacuten de los investigadores en el expediente delcaso Gaitaacuten Estos hechos que se plantean como ldquoplenamente com-probadosrdquo no contradicen la loacutegica de la investigacioacuten no existe laduda histoacuterica sobre la identidad del hombre que fue linchado porla muchedumbre y arrastrado por la carrera seacuteptima Sin embargocuando se recrea la escena del asesinato cuando se preguntan si fuerealmente Juan Roa quien disparoacute el arma cuando se cuestionan porla filiacioacuten poliacutetica de este hombre y por los moacuteviles que lo llevarona apuntar contra Gaitaacuten la respuesta no es unaacutenime Juan Roa Sierra

es un caleidoscopio que a partir de los mismos datos se le presenta acada espectador de una forma diferente Esta es la caracteriacutestica de la

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imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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[ 197 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 173 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

realidades sociales poniendo la construccioacuten acadeacutemica en el campode la interaccioacuten social Asiacute la reconstruccioacuten del pasado se presentacomo un diaacutelogo entre eacutepocas y actores Juan Roa Sierra y Jorge ElieacutecerGaitaacuten son personajes construidos por las contingencias histoacutericas delos uacuteltimos sesenta antildeos para estudiar a estos personajes es necesario ver maacutes allaacute de la diacroniacutea histoacuterica de los procesos sociales e intro-ducir en el anaacutelisis las concepciones simboacutelicas del lenguaje pues el vehiacuteculo que moviliza a la colectividad a un pensamiento comuacuten es ellenguaje simboacutelico miacutetico

Los estudios sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han prestado poco inte-

reacutes a la figura del magnicida Mientras la historia construye discursossobre el pasado que tratan de unir unas huellas con otras el narradorliterato teje sobre los lugares en blanco sobre lo que no ha trascendidoen el tiempo Son estos tenues espacios de olvido donde tiene cabidala imaginacioacuten el lugar desde el que se ha rescatado maacutes claramentela imagen de nuestro personaje Su nombre sin duda se registra en lostextos histoacutericos cuando se retoma el expediente del caso cuando serastrean los moacuteviles del crimen pero ademaacutes de la prensa de la eacutepo-

ca y del desarrollo del proceso judicial es en la literatura donde se habuscado caracterizar al personaje y por tanto es alliacute donde lo pode-mos rastrear En El orden de la memoria el tiempo como imaginarioJacques Le Goff (983089983097983097983089 983090983090983095) hablando de la memoria colectiva y su for-ma cientiacutefica la historia nos recuerda que

[] en efecto lo que sobrevive no es el complejo de lo que ha

existido en el pasado sino una eleccioacuten realizada ya por las fuerzas

que operan en el desenvolverse temporal del mundo y de la huma-

nidad ya por aquellos que se han ocupado del estudio del pasado

y de los tiempos pasados los historiadores

La literatura es una de esas fuerzas que operan en el desenvol- verse temporal del mundo lo que la transforma en un dispositivo dememoria

A la historiografiacutea se le antildeade un valor agregado la concienciade que la historia se construye y se legitima por la sociedad presentemaacutes que por la realidad ancestral Esto les permite a los pueblos y a

la academia emprender una lucha por la autonomiacutea de su construc-cioacuten histoacuterica Ello no deslegitima a la historia como constructora de

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 174 ]

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conocimiento por el contrario obliga a un anaacutelisis maacutes riguroso delos actores que construyen la historiografiacutea a una observacioacuten maacutesdetallada de coacutemo se reconstruyen interpretan y analizan los acon-tecimientos sucedidos permitiendo un sustento maacutes fuerte de lascoordenadas de construccioacuten del conocimiento que legitiman la dis-ciplina histoacuterica

La imagen de Juan Roa Sierra como una marioneta manejadapor una fuerza poliacutetica sean los conservadores los comunistas o losliberales entre otros es indicativa del proceso de construccioacuten so-ciohistoacuterico Este hombre se fragmenta en diversas posibilidades de

argumentacioacuten que justifican lo que tesis contradictorias han creidocomprobar sin embargo los datos que podriacuteamos llamar veriacutedicos serestringen a su identificacioacuten y no a una caracterizacioacuten profunda desu persona En el texto de Galaacuten (983089983097983096983094 983096983092) aparecen las palabras del juez primero superior Simoacuten Montero Torres en auto proferido en983089983097983093983089 donde meciona que

El hombre capturado en el lugar de los hechos es el mismo

que se introdujo a la drogueriacutea Granada el mismo que de alliacute se

sacoacute para arrastrarlo por la carrera seacuteptima el mismo que conver-tido en cadaacutever fue abandonado frente al Palacio Presidencial el

mismo cuyo cadaacutever fue levantado a las dos y cincuenta minutos

de la tarde por el Juzgado Primero Central y finalmente eacutel [es]

a quien pertenece la ceacutedula de ciudadaniacutea 983090983095983093983088983091983088983088 de Bogotaacute y

cuyo cuerpo se depositoacute en la fosa nuacutemero 983090983096 del Cementerio Cen-

tral Todo esto estaacute plenamente comprobado en los autos

Esta es la conclusioacuten de los investigadores en el expediente delcaso Gaitaacuten Estos hechos que se plantean como ldquoplenamente com-probadosrdquo no contradicen la loacutegica de la investigacioacuten no existe laduda histoacuterica sobre la identidad del hombre que fue linchado porla muchedumbre y arrastrado por la carrera seacuteptima Sin embargocuando se recrea la escena del asesinato cuando se preguntan si fuerealmente Juan Roa quien disparoacute el arma cuando se cuestionan porla filiacioacuten poliacutetica de este hombre y por los moacuteviles que lo llevarona apuntar contra Gaitaacuten la respuesta no es unaacutenime Juan Roa Sierra

es un caleidoscopio que a partir de los mismos datos se le presenta acada espectador de una forma diferente Esta es la caracteriacutestica de la

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imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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[ 197 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conocimiento por el contrario obliga a un anaacutelisis maacutes riguroso delos actores que construyen la historiografiacutea a una observacioacuten maacutesdetallada de coacutemo se reconstruyen interpretan y analizan los acon-tecimientos sucedidos permitiendo un sustento maacutes fuerte de lascoordenadas de construccioacuten del conocimiento que legitiman la dis-ciplina histoacuterica

La imagen de Juan Roa Sierra como una marioneta manejadapor una fuerza poliacutetica sean los conservadores los comunistas o losliberales entre otros es indicativa del proceso de construccioacuten so-ciohistoacuterico Este hombre se fragmenta en diversas posibilidades de

argumentacioacuten que justifican lo que tesis contradictorias han creidocomprobar sin embargo los datos que podriacuteamos llamar veriacutedicos serestringen a su identificacioacuten y no a una caracterizacioacuten profunda desu persona En el texto de Galaacuten (983089983097983096983094 983096983092) aparecen las palabras del juez primero superior Simoacuten Montero Torres en auto proferido en983089983097983093983089 donde meciona que

El hombre capturado en el lugar de los hechos es el mismo

que se introdujo a la drogueriacutea Granada el mismo que de alliacute se

sacoacute para arrastrarlo por la carrera seacuteptima el mismo que conver-tido en cadaacutever fue abandonado frente al Palacio Presidencial el

mismo cuyo cadaacutever fue levantado a las dos y cincuenta minutos

de la tarde por el Juzgado Primero Central y finalmente eacutel [es]

a quien pertenece la ceacutedula de ciudadaniacutea 983090983095983093983088983091983088983088 de Bogotaacute y

cuyo cuerpo se depositoacute en la fosa nuacutemero 983090983096 del Cementerio Cen-

tral Todo esto estaacute plenamente comprobado en los autos

Esta es la conclusioacuten de los investigadores en el expediente delcaso Gaitaacuten Estos hechos que se plantean como ldquoplenamente com-probadosrdquo no contradicen la loacutegica de la investigacioacuten no existe laduda histoacuterica sobre la identidad del hombre que fue linchado porla muchedumbre y arrastrado por la carrera seacuteptima Sin embargocuando se recrea la escena del asesinato cuando se preguntan si fuerealmente Juan Roa quien disparoacute el arma cuando se cuestionan porla filiacioacuten poliacutetica de este hombre y por los moacuteviles que lo llevarona apuntar contra Gaitaacuten la respuesta no es unaacutenime Juan Roa Sierra

es un caleidoscopio que a partir de los mismos datos se le presenta acada espectador de una forma diferente Esta es la caracteriacutestica de la

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imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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Colombia Bogotaacute Colombia

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 175 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

imagen simboacutelica miacutetica poeacutetica en la que de acuerdo a Durand ldquo[]no hay ruptura entre lo racional y lo imaginario el racionalismo noes maacutes que una estructura polarizarte particular entre otras muchasdel campo de las imaacutegenesrdquo (Durand citado en Garagalza 983089983097983097983088 983093983094)

991266Teniendo en cuenta que la intencioacuten de este trabajo no es opo-

ner los discursos literarios a los elaborados por los historiadores sinoreflexionar sobre las dinaacutemicas de construccioacuten de los personajeshistoacutericos en sus significados simboacutelicos utilizaremos fuentes diver-sas para realizar el anaacutelisis textos historiograacuteficos textos literarios y

fuentes primarias Con las diferentes versiones sobre el 983097 de Abril de983089983097983092983096 podemos identificar elementos comunes que permiten el reco-nocimiento de imaacutegenes constantes de Juan Roa Sierra que llaman areflexionar sobre la construccioacuten historiograacutefica

Para comprender los diferentes relatos histoacutericos literarios otestimoniales es importante el concepto de temporalidad pues lametodologiacutea utilizada para recrear este momento histoacuterico instauracomo estrategia un juego con la memoria que instituye una cercaniacutea

entre el texto y el lector Al trascender la caracteriacutestica diacroacutenica dela historia que estudia el movimiento como procesos progresivos lasnarraciones se instauran como un dispositivo que activa en torno alrecuerdo la reconstruccioacuten de una historia que adquiere rasgos deuniversalidad dejando al lector libre para identificarse con circuns-tancias personajes o sentimientos especiacuteficos Asiacute la doble dimensioacutende la narracioacuten histoacuterica y miacutetica se presenta en teacuterminos de acon-tecimiento y recuerdo el primero es finito por pertenecer al campode las vivencias mientras que el segundo carece de las fronteras queenmarcan el suceso Sin embargo la libertad de reminiscencia se cir-cunscribe al marco que delimita la forma en que la sociedad se piensay recuerda a siacute misma que tambieacuten es reflejo de coacutemo la sociedad seproyecta hacia el futuro pues el acontecimiento recordado adquiereimportancia por lo que hubo antes y lo que habraacute despueacutes de eacutel

Las fuentes serviraacuten para ilustrar tres caracteriacutesticas principalesque se asocian a la figura de Roa la primera de ellas es la del pobreloco imagen de una primera etapa que se refleja tanto en las novelas

de la deacutecada de los cincuenta como en los primeros artiacuteculos de pren-sa y croacutenicas periodiacutesticas Esta imagen se justifica en una supuesta

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 176 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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[ 177 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

evidencia de trastorno mental que encuentra su argumento centralen la afirmacioacuten de que Roa soliacutea creerse la reencarnacioacuten del generalSantander la imagen se gesta en la declaracioacuten que algunos de sus fa-miliares dan en el caso Gaitaacuten En el anaacutelisis del caso que realiza GalaacutenMedelliacuten (983089983097983096983094 983096983096) se registra

La personalidad de Roa Sierra seguacuten lo que acabamos de de-

cir y exponer parece que era esencialmente esquizoide y paranoica

es decir que se trataba de un individuo introvertido reservado y

poco comunicativo Si se tiene en cuenta que la personalidad de

Juan Roa Sierra era la correspondiente a un esquizoide paranoi-

co como parecen demostrarlo sus antecedentes y las declaracionesque figuran en el informativo

La segunda es la imagen de un hombre que no tiene escapatoriaa un destino fatal esta imagen se justifica en el caraacutecter humilde deRoa en su procedencia de un estrato popular y su incapacidad paraobtener un empleo acaacute la figura de Roa se opone paradoacutejicamente ala de Gaitaacuten quien proveniente del mismo grupo social se transfor-

ma en heacuteroeLa tercera imagen es la de su caraacutecter de coacutemplice como cola-borador de un actor poliacutetico que planificoacute el asesinato de Gaitaacuten conla intencioacuten de truncar su veloz ascenso poliacutetico Esta uacuteltima idea hatenido muacuteltiples actores liberales conservadores y comunistas en-carnaron el grupo poliacutetico del que Roa fue coacutemplice sin embargo enel anaacutelisis del caso no se logroacute establecer la filiacioacuten del asesino conninguno de estos grupos por lo que sobrevivieron en el tiempo conmayor intensidad las dos primeras imaacutegenes En muchos de los rela-tos las tres imaacutegenes se yuxtaponen en algunos casos se jerarquizany en otros no sin embargo los tres son elementos caracteriacutesticos dela descripcioacuten que se hace de Roa siendo la siguiente una conclusioacutenrecurrente de las diferentes etapas de investigacioacuten del caso Gaitaacuten(Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983093)

Juan Roa Sierra el autor material del asesinato del jefe liberal

habiacutea nacido en Bogotaacute el 983090983092 de noviembre de 983089983097983090983089 De profesioacuten

no definida y con un nivel muy humilde Escaso de recursos pe-

cuniarios hasta ser paupeacuterrimo y sin probabilidades de obtenerlosdado el croacutenico estado de fabulacioacuten que lo mantuvo por completo

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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aislado de su miacutesera realidad [hellip] Este hombre insignificante al

parecer esquizofreacutenico sin embargo manteniacutea un exacerbado re-

sentimiento por su condicioacuten de desprotegido y la escasez de los

dineros para vivir

Los textos literarios historiograacuteficos y las fuentes primarias sonel centro de anaacutelisis utilizado para estudiar al personaje antagonistadel 983097 de Abril de 983089983097983092983096 Sin embargo el anaacutelisis se centra en el primergeacutenero el literario pues la literatura como lenguaje artiacutestico funda-mentalmente simboacutelico rescata los rasgos maacutes caracteriacutesticos de los

sucesos y los personajes para darles vida en la narracioacutenLa literatura inspirada en el 983097 de Abril y surgida en la eacutepoca de

mediados del siglo 983128983128 es anecdoacutetica y seguacuten algunos criacuteticos carecede calidad esteacutetica Pese a esto la imagen de Juan Roa Sierra que sepresenta en esta primera oleada bibliograacutefica ya esboza los trazos prin-cipales con los que se reconoce auacuten hoy al personaje Goacutemez (983089983097983093983089983089983089983091-983089983089983093) lo caracteriza de la siguiente manera

Se trataba de un hombre delgaducho y desgarbado de com-

plexioacuten fiacutesica extremadamente pobre de grandes ojos inexpresivosy movimientos mecaacutenicos de maniquiacute automaacutetico [hellip] El hombre

con gesto de idiota se encasquetoacute el sombrero y siguioacute adelante

como impulsado por una fuerza oculta

La descripcioacuten de Juan Roa Sierra como un ldquohombre pequentildeoen el que nadie habiacutea reparadordquo983089 (El Tiempo 983089983097983092983096) se instauroacute desdeun primer momento y ha persistido a lo largo del tiempo Juan Roaha sido visto tan pequentildeo en la historia de Colombia que auacuten la gentesuele no reparar en eacutel El fragmento citado anteriormente correspon-de a una breve novela El 983097 de Abril publicada en 983089983097983093983089 y pertenece auna serie de novelas que se han categorizado como ldquoseudoliteraturardquopues su intereacutes se encuentra maacutes cercano a la croacutenica que a la produc-cioacuten artiacutestica983090 Son relatos con una intencioacuten testimonial presentan

983089 Es justamente esta la descripcioacuten que aparece de Juan Roa Sierra en la edicioacuten delperioacutedico El Tiempo posterior al 983097 de Abril de 983089983097983092983096

983090 Mariacutea Mercedes Andrade en La ciudad fragmentada una lectura de las novelasdel Bogotazo se plantea que laquoSi bien es cierto que existe una enorme literaturasocioloacutegica histoacuterica y poliacutetica del fenoacutemeno de la Violencia de Colombia es

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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estereotipos como signos de un significado directo en donde se anulael sentido el lenguaje artiacutestico y la multiplicidad del siacutembolo quedanrestringidos y se erige el estereotipo mutilador de la imagen enton-ces esta ya no invita a la imaginacioacuten evocadora sino que implica unmensaje limitado una idea baacutesica de los acontecimientos

Este tipo de relatos nos sirven para identificar algunos rasgosfundamentales que se han tomado como reveladores de la imagen deRoa descripciones que han sido evidencia de la ldquoverdadera persona-lidadrdquo del supuesto asesino Sin embargo la idea de representacioacutensocial tomada como un elemento al que se le puede adjudicar un va-

lor de verdad como un reflejo verdadero o falso de La Violencia ode Juan Roa Sierra es restringida y quizaacutes inalcanzable indeseablepor su estatismo lo interesante consiste en comprender la produc-cioacuten el sentido y la afectacioacuten de estos reflejos en la praxis de la vidasocial reflejos muacuteltiples verdaderos y falsos en su dinamismo Lo valioso de estas primeras representaciones del 983097 de Abril es que al ob-servar las expresiones de nuestro pensamiento en una eacutepoca pasadapodemos develar en el recorrido histoacuterico el movimiento de nuestro

pensamiento simboacutelico Nuestro pasado es imagen memoria y olvidoimagen sincroacutenica que acuna la historicidad entera en el momento enque vemos en ella los significados pues el sentido nace de un partoconjunto entre el espectador y la imagen

El cruce de los diferentes tipos de fuentes nos permite revelar laimagen miacutetica del personaje La literatura basada en la violencia histoacute-rica como contexto o eje de la trama que se desarrolla es una expresioacutenartiacutestica que evidencia lo artificioso de las fronteras establecidas entreficcioacuten y realidad La imagen que se presenta en la novela de la prime-ra oleada bibliograacutefica es el boceto del retrato de Juan Roa Sierra quese iraacute consolidando con el paso de los antildeos la misma imagen que sepresentoacute desde un primer momento en las revistas y perioacutedicos pu-blicados a finales del mes de abril y durante el mes de mayo de 983089983097983092983096cuando despueacutes de los incendios lograron publicarse las primeras

muy poco lo que se ha dicho sobre las obras narrativas que se ocupan de estetema Como ha sentildealado Lucila Ineacutes Mena este silencio se debe en parte a que lanovela de la Violencia con conocidas e ilustres excepciones ha sido consideradacomo ldquopseudoliteraturardquo que debido a su carencia de distancia se aproxima maacutes altestimonio o al documento socioloacutegicoraquo (Andrade 983090983088983088983090 983092)

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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983095983091 983097983094-983097983096

Galaacuten M R (983089983097983096983094) El crimen de abril lo que no se ha revelado del proceso

Gaitaacuten Bogotaacute Ecoe

Garagalza L (983089983097983097983088) La interpretacioacuten de los siacutembolos hermeneacuteutica y lenguaje

en la filosofiacutea actual Barcelona Anthropos

Ginzburg C (983089983097983096983097 [983089983097983096983094]) Indicios Raiacuteces de un paradigma de inferencias

indiciales En Mitos emblemas e indicios morfologiacutea e historia (pp 983089983095983094-

983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

Hegel G (983089983097983096983088 [983089983096983091983095]) Lecciones sobre filosofiacutea de la historia universal

Traduccioacuten de Joseacute Gaos Madrid Alianza Editorial

Jelin E (983090983088983088983090) Los trabajos de la memoria Madrid Siglo 983128983128983113

Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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noticias del 983097 de Abril Sin embargo nos centramos en dos novelascontemporaacuteneas porque en ellas se evidencia lo que podemos llamarldquoel caraacutecter antropoloacutegico de la novelardquo

La historia del desarrollo de la novela como geacutenero literario haestado marcada por las disertaciones sobre las apuestas axioloacutegicasque en ella se plantean del idealismo aceacuterrimo se ha pasado paula-tinamente a una postura realista que a lo largo del desarrollo de lamodernidad marcoacute la pauta revolucionaria de la novela como an-tropologiacutea caracterizada por la buacutesqueda de verosimilitud que seexigiacutea a siacute misma como respuesta al advenimiento del proceso moder-

no reafirmando su papel histoacuterico y socioloacutegico En la modernidadel hombre es ambiguo asiacute que al origen de cualquier produccioacuten deconocimiento se le marca la duda Las formas literarias de la moder-nidad mdashla novelamdash registran un proceso de inquietud el no saber delhombre el cuestionamiento al mundo

En los uacuteltimos antildeos se han publicado dos novelas sobre el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 en el 983090983088983088983093 El cadaacutever insepulto de Arturo Alape y enel 983090983088983088983094 El crimen del siglo de Miguel Torres este uacuteltimo es uno de

los pocos textos que ha rescatado la figura de Juan Roa Sierra comoun personaje central en este caso el protagonista de la novela Ambasnovelas gracias a la distancia temporal de los sucesos recogen la me-moria colectiva que se ha construido en torno al 983097 de Abril

Cuando el escritor literario se refiere al hecho histoacuterico activa enla conciencia de sus lectores un recuerdo que los identifica y sensibili-za la asociacioacuten de la literatura con un momento determinado influyedirectamente en el proceso de evocacioacuten en este proceso se constru-yen idearios sociales en los que la memoria es un actor dinaacutemico quese alimenta constantemente de las nuevas experiencias y representa-ciones En la novela histoacuterica geacutenero en el que se pueden vincular lasdos novelas que hacen parte fundamental del cuerpo de anaacutelisis laimaginacioacuten y con esta la creacioacuten del texto ficcional es una activi-dad que parte de la realidad histoacuterica y socioloacutegica para unificar enla novela la investigacioacuten social y la creacioacuten artiacutestica y presentarlacomo el universo donde imaginacioacuten y realidad configuran una tota-lidad que activa la memoria social Asiacute la imaginacioacuten que hace parte

de las formas de representacioacuten con las que el mundo es aprehendidose constituye como parte fundamental de la construccioacuten de realidad

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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[ 185 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El hecho histoacuterico se presenta al investigador literario al igualque al historiador como un fenoacutemeno al que se pretende accederpor medio de pistas e indicios La perspectiva policiaca del personajeque sigue las huellas de Juan Roa Sierra en El cadaacutever insepulto nosrecuerda las reflexiones de Carlo Ginzburg quien plantea que el cono-cimiento del historiador es indicial y lo define como la capacidad dehacer profeciacuteas retrospectivamente (Ginzburg 983089983097983096983097) Como el oficiodel detective la construccioacuten histoacuterica se fundamenta en la concate-nacioacuten de los indicios pistas o huellas que explican los fenoacutemenos983091Asiacute se ilustra el operar de la investigacioacuten en la novela de Alape (983090983088983088983093

983094983089) quien tomoacute como persojane protagoacutenico a un narrador detecti- vesco que estaacute basado en la figura de Felipe Gonzaacutelez Toledo cronistapoliciaco de los antildeos cuarenta y personaje fundamental en el desarro-llo de los sucesos del 983097 de Abril

Regueacute sobre el escritorio las fichas del tarjetero y en una es-

pecie de juego de cartas comenceacute a contar los Juanes Roa Sierra

Juan Manuel Juan Joseacute y asiacute fui eliminando los nombres hasta que

quedoacute reducida a unos cinco o seis Juego de paacutelpitos hasta alliacute lle-

gaban mis deducciones ahora requeriacutea los dedos del cadaacutever delasesino para la comprobacioacuten definitiva de sus huellas

La diferencia entre el historiador y el detective o el cronista ra-dica justamente en la escala temporal pues la escala de trabajo de lainvestigacioacuten histoacuterica desborda las fronteras del acontecimiento nosolo debe tener en cuenta las huellas que dan la explicacioacuten de un he-cho especiacutefico sino que tiene que tomar el hecho en siacute como la huellade un fenoacutemeno dilatado en el tiempo que no se ata a la fecha con-creta sin embargo los indicios son muchas veces los mismos Comoen la novela histoacuterica los puntos focales desde los que se desprende lanarracioacuten coinciden con el registro del pasado El personaje de la no- vela de Alape (983090983088983088983093 983094983091) sentildeala que

983091 Ginzburg establece una analogiacutea entre el meacutetodo investigativo del historiador dearte Morelli Sherlock Holmes y Freud Esta relacioacuten se basa en el modelo de laldquo[] sintomatologiacutea o semioacutetica meacutedica la disciplina que permite diagnosticarlas enfermedades inaccesibles a la observacioacuten directa por medio de siacutentomassuperficiales A veces irrelevantes a ojos del profanordquo (Ginzburg 983089983097983096983097 983089983092983091)

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

practicaron la diligencia del levantamiento no lo pudieron retirar

de alliacute por el intenso tiroteo Cuando el ejeacutercito pudo lo recogioacute

con otros centenares de cadaacuteveres hallados en calles y plazas y lo

llevoacute al Cementerio Central Entre esa traacutegica montantildea quedoacute con-

fundido Afortunadamente Felipe Gonzaacutelez Toledo cronista de El

Espectador pudo conseguir la ceacutedula de ciudadaniacutea que llevaba el

criminal Asiacute se supo su nombre Juan Roa Sierra y se obtuvieron

las primeras pistas

La memoria tiene un potencial poliacutetico capaz de dirigir la ac-

cioacuten social y en ella permanecen elementos de resistencia imaacutegenescondenadas al olvido que logran escapar a su castigo La verdad lahistoria el pasado son al igual que cualquier idea que se compartesocialmente la convergencia de creencias que se legitiman mediantediscursos sociales La idea que construimos del pasado debe ser indi-cativa de nuestras expectativas sociales pues como ya hemos dichoel recuerdo prescribe un antes y un despueacutes pasado y futuro que con- vergen en el presente que rememora y la memoria no es solo recuerdo

es la construccioacuten de historias en torno a este991266Hemos hablado de dos formas de concepcioacuten temporal por un

lado tenemos el antes y el despueacutes donde el 983097 de Abril se presentacomo una diseccioacuten en la linealidad marcando una ruptura y con ellael inicio de un nuevo ciclo al que algunos investigadores denomina-ron La Violencia y por otro tenemos la secuencia pasado presente yfuturo Ahora nos dedicaremos a esta segunda divisioacuten temporal clavepara la construccioacuten histoacuterica

Las investigaciones sobre el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 han tomado comouna de las principales herramientas metodoloacutegicas la elaboracioacuten deentrevistas y la recopilacioacuten de testimonios de personas que vivieronlos hechos para resaltar la legitimidad del estar ahiacute como prueba de ve-racidad de la interpretacioacuten En estos relatos se presenta la idea de unfuturo perdido el futuro fundado en las ideas poliacuteticas de Jorge Elieacute-cer Gaitaacuten Eacutel representaba el progreso social y el 983097 de Abril es vistocomo esa diseccioacuten histoacuterica en la que se destruye el camino hacia ese

posible porvenir que ya se habiacutea vislumbrado desde la candidaturapresidencial de Gaitaacuten en 983089983097983092983094 La imagen del futuro que se presenta

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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en algunos textos sobre el 983097 de Abril es un tiempo potencial una trun-cada materializacioacuten de las expectativas sociales de la eacutepoca ejemplode esto son los testimonios de los gaitanistas despueacutes de la muerte desu liacuteder que son registradas por Alape (983089983097983096983093)

Podemos identificar que este porvenir se bifurca en dos perspec-tivas fundamentales la primera de ellas marcada por una visioacuten de laplanificacioacuten social en un sentido progresista es el mantildeana labradopor la conciencia humana sea individual o colectiva y la accioacuten semotiva por el porvenir La segunda se fundamenta en la incertidum-bre esta puede presentarse como un destino preestablecido por una

fuerza externa a la humanidad desde esta oacuteptica el futuro es algo queya estaacute dado desde el momento del nacimiento se ha jugado la suer-te de la vida entera de tal manera que el futuro ya existe pero no seconoce o puede presentarse como la idea del no futuro es decir elfuturo no se piensa como una construccioacuten o como una proyeccioacutenhacia el mantildeana sino que se va construyendo en el diacutea a diacutea en estauacuteltima perspectiva la posibilidad de transformacioacuten del mantildeana seencuentra atada a la suerte del presente una especie de juego de azar

que les permite a los sujetos ir apostando a lo largo de su vida algu-nos de sus deseosEstas perspectivas se ejemplifican con las figuras de Juan Roa Sie-

rra y Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Mientras Gaitaacuten se erige como siacutembolo delprogreso y de la planificacioacuten nacional Roa encarna la incertidumbredel porvenir y el sino de la fatalidad Esta diferencia de concepcionesde futuro se relaciona directamente con las formas en que la historiaincluye a los personajes y selecciona los acontecimientos que formanel conjunto sobre el que se entreteje su legado Mientras auacuten hoy seensentildea en las escuelas que Gaitaacuten es un heacuteroe de la patria la figura deRoa renace en el lenguaje novelesco pero en los textos escolares e his-toriograacuteficos ha quedado relegada y circunscrita a una imagen pobre

Sandra Rodriacuteguez (983090983088983088983096) analiza la manera en que el Ministe-rio de Educacioacuten Nacional asumioacute e implantoacute las poliacuteticas despueacutes de983089983097983092983096 para ello muestra coacutemo el Estado generoacute un aacutembito educativoque condujera al civismo y al olvido El texto inicia justamente conesta cita de Elizabeth Jelin (983090983088983088983090 983091983088)

Toda poliacutetica de conservacioacuten y de memoria al seleccionarhuellas para preservar conservar rememorar tiene impliacutecita una

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 184 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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[ 185 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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[ 187 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 188 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

voluntad de olvido Esto incluye por supuesto a los propios histo-

riadores e investigadores que eligen queacute contar queacute representar o

que escribir en un relato

El Ministerio de Educacioacuten Nacional despueacutes de abril de 983089983097983092983096se interesoacute en vigilar la planificacioacuten y el desarrollo de la ensentildeanzarazoacuten por la cual aumentoacute la educacioacuten sobre la historia patria en pri-maria y secundaria convirtioacute las escuelas en marcas territoriales decaraacutecter conmemorativo manteniendo de manera permanente la ban-dera y el escudo en los centros educativos al igual que los retratos de

Simoacuten Boliacutevar y de Francisco de Paula Santander ademaacutes se empeza-ron a realizar izadas de bandera como conmemoraciones a la patriay reconocimiento del buen comportamiento En los textos escolarespublicados entre 983089983097983092983097 y 983089983097983094983095 Sandra Rodriacuteguez identifica tres elemen-tos baacutesicos en la evocacioacuten del 983097 de Abril que contribuyeron con elolvido del movimiento gaitanista y el posible futuro que representoacuteGaitaacuten primero la afirmacioacuten de que fue un atentado de ldquoizquier-distasrdquo y ldquoapoacutestoles de Moscuacuterdquo contra el orden institucional del paiacutes

segundo el pueblo saqueador dedicado al asesinato y a la traicioacutenque se subleva contra el patrimonio cultural la Iglesia y el comercioy finalmente se ilustra la idea de que el entonces presidente MarianoOspina Peacuterez fue el heacuteroe del 983097 de Abril por salvar la institucionali-dad El texto muestra coacutemo el gobierno contribuyoacute a invisibilizar elmovimiento popular y la movilizacioacuten de los diferentes sectores delpaiacutes presentando a Mariano Ospina Peacuterez como el heacuteroe de la patriay a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten como una viacutectima del comunismo internacio-nal a quien se le da un caraacutecter de heacuteroe caiacutedo de maacutertir de la nacioacutenPor su parte a Juan Roa Sierra apenas se le menciona laquoDel asesinosolamente se menciona que era un desconocido y que momentos des-pueacutes fue ldquolinchado por las turbas que se congregaron en el sitio delcrimenrdquoraquo (Rodriacuteguez 983090983088983088983096)

Mientras la muerte de Gaitaacuten auacuten convoca en cada conmemora-cioacuten la imagen de Roa no tiene la misma cabida en la historiografiacuteay renace en el lenguaje novelesco en la criacutetica simboacutelica del arte Lamuerte de Gaitaacuten significoacute en su momento la muerte de esa idea pro-

gresista y planificada del futuro pero la imagen simboacutelica de Roa hasido la encargada de cargar con tal fatalidad

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[ 185 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 186 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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[ 187 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 188 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 185 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ldquoEn las conversaciones que teniacuteamos siempre se interesaba muchoRoa Sierra en preguntarme cuaacutel seriacutea su suerte inmediatardquo (ArchivoJorge Elieacutecer Gaitaacuten Universidad Nacional de Colombia [983125983118] caja 983092983095fol 983092983096-983093983089)983092 declara en el expediente de la muerte de Jorge Elieacutecer Gai-taacuten el quiromaacutentico Juan Umland a quien Juan Roa soliacutea visitar comoafirma el declarante El personaje que ha pasado a la historia por haberdisparado a uno de los liacutederes poliacuteticos maacutes importantes del siglo 983128983128en Colombia manifiesta la angustia por la incertidumbre de su futuropor el desconocimiento de su suerte y caracteriza el abandono que lahistoria le da a un hombre comuacuten Roa Sierra logroacute trascender los liacute-

mites de su muerte a causa de haber disparado al cuerpo de Gaitaacutenpero ha sobrevivido en el tiempo como un pobre diablo se ha consi-derado la uacuteltima ficha de una estructura que no logroacute descifrarse hasido visto como el autor material enviado por crueles asesinos que hanpermanecido en la impunidad laquoYa va siendo tiempo de privilegiar enel expediente sobre el 983097 de Abril casi con rango de prueba reina estasentencia proferida por el magnicida ldquoSoacutelo tengo que hacer la vida Ysolo tengo que seguirrdquoraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096)

El crimen del siglo la novela de Miguel Torres rescata la figurade Roa Sierra y la desarrolla a partir de la evocacioacuten del narrador quemuestra las circunstancias azarosas del destino que tienen a Roa apunto de acabar con su vida La novela inicia con la visita que hace RoaSierra al quiromaacutentico personaje inspirado en el mismo Juan Umlandque en el testimonio del caso Gaitaacuten hace manifiestas las inquietu-des de Roa por su suerte En la novela esta visita se presenta como unuacuteltimo esfuerzo por detener el destino ya trazado pero desconocido(Torres 983090983088983088983094 983089983091)

El viernes 983097 de abril de 983089983097983092983096 en las horas de la mantildeana un jo-

ven obrero sin trabajo llamado Juan Roa Sierra llegoacute al consultorio

del astroacutelogo alemaacuten Johan Umland Gert con las agallas previa-

mente infladas para no desfallecer cuando lo tuviera delante de sus

983092 En el momento de la consulta febrero del antildeo 983090983088983088983096 la Divisioacuten de Archivo ycorrespondencia de la Universidad Nacional se encontraba elaborando el cataacutelogodel material pues el archivo de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten habiacutea sido recientementetrasladado de la Casa Museo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Por lo tanto la ubicacioacuten de losaparatados del archivo acaacute mencionados pueden no corresponder con la nuevacatalogacioacuten

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 188 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

ojos [hellip] He sabido arrancoacute por fin y no me pregunte coacutemo que

hoy piensan asesinar a Jorge Elieacutecer Gaitaacuten El impaciente Umland

chasqueoacute la lengua eso se oye decir todos los diacuteas Juan no le pare

bolas a esos rumores No son rumores reviroacute Roa Sierra iquestY usted

coacutemo lo sabe [hellip] Roa Sierra lo encaroacute sin pestantildeear Porque el

que va a matarlo soy yo [hellip] Usted no es capaz de matar ni una

mosca Juan como si no lo conociera

No cualquier persona puede revelar verdades estas solo se creencuando las dice aquel que tiene la envestidura social que acredita al

personaje que lo enviste con el don de la palabra y la sabiduriacutea JuanRoa no era visto maacutes que como un pobre hombre quizaacutes con algunosrasgos de desequilibrio mental que preocupaban a su madre por tener-lo al borde de la locura como a su hermano Gabriel recluido en Sibateacuteella misma lo manifiesta asiacute en el testimonio que da en la investigacioacutendel asesinato iquestCoacutemo creer que un hombre como Juan Roa Sierra se-riacutea la causa de lo desatado el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 El quiromaacutentico nopudo verlo la insignificancia de la presencia de un personaje como

Juan Roa le enceguecioacute la mirada en esas manos no vio a un magni-cida solo a un joven humilde que no era capaz de matar una moscaiquestcoacutemo iba a ser digno de asesinar al personaje protagonista de la po-liacutetica nacional Al parecer las investiduras sociales son maacutes fuertesque las artes adivinatorias y seguramente lo que maacutes sobresaliacutea en lasmanos de Roa eran las liacuteneas que van grabando la vida misma en lasmanos de la gente humilde

La apertura y el cierre de la novela de Miguel Torres presentan aRoa Sierra como un condenado Eacutel el loco en la novela advirtioacute el ase-sinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten y ni siquiera el adivinador lo creyoacute ldquoesose oye decir todos los diacuteas Juan no le pare bolas a esos rumoresrdquo com-plicada situacioacuten para un personaje carente de persuasioacuten eacutel anunciael futuro pero no puede evitarlo reflejo de la vida de un hombre quepareciera no tener escapatoria Gaitaacuten siacutembolo del porvenir repre-sentante del progreso nunca vivioacute el futuro por eacutel sentildealado futuroprometido en un pasado futuro que hoy no es presente

El tiempo en la novela de Miguel Torres se manifiesta desde el

presente del narrador que reconstruye lo sucedido a Juan Roa Sierraen un relato conjugado en pasado La historia se desarrolla desde la

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 190 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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visita de Roa al quiromaacutentico hasta su muerte en manos de la multi-tud dando paso al ldquoBogotazordquo La totalidad del relato no trascurre el983097 de Abril el narrador va evocando e hilando una serie de aconteci-mientos que terminan por configurar El crimen del siglo A lo largode la novela el lector descubre los axiomas que estructuran el pen-samiento de Roa El texto aborda lentamente los diferentes aspectosde la vida del joven que se ven frustrados por la falta de empleo en la vida familiar se refleja la imposibilidad de sostener su propio hogarla relacioacuten con su madre es de dependencia econoacutemica y con sus her-manos de inferioridad social sus intentos por conseguir un trabajo

fracasan uno tras otro es un ser atado indisolublemente a condicio-nes socioeconoacutemicas de absoluta limitacioacuten Roa Sierra deposita todassus esperanzas en la fe en Umland que de cuando en cuando puedeprestarle un peso y darle pistas sobre su destino y su suerte La nove-la va y viene en el tiempo es el 983097 de Abril el eje del viaje temporal elpunto de convergencia

La narracioacuten en pasado da a la novela un caraacutecter de inmutabilidadlo que ya fue asiacute pasoacute y no puede transformarse circunscribieacutendose

al fatal final histoacuterico de Roa La novela inicia y concluye en el fatiacute-dico viernes 983097 pero cada uno de los capiacutetulos salta en el tiempo paraexplicar el camino que ha llevado a Juan Roa a ese diacutea Reflejo de laconstruccioacuten historiograacutefica que ha presentado esta fecha como fine inicio muerte y nacimiento de procesos histoacutericos que configurannuestro presente nacional El relato se elabora tras las pistas que llevana Roa al momento de cometer el crimen y se teje por una serie de suce-sos azarosos que lo van encerrando en las circunstancias hasta tenerloal frente de Gaitaacuten con el arma dispuesta a disparar Ya embargadopor la mayor desesperanza y resignado a su fatiacutedico destino de asesi-no parado al frente del edificio Agustiacuten Nieto Roa Sierra esperaba sumisioacuten Torres (983090983088983088983094 983091983092983095) lo cuenta asiacute

Ahora lo esperaba del lado sur luego era maacutes ventajoso que

saliera hacia el norte para que le fuera dando la espalda de una vez

y eso fue lo que ocurrioacute vio a Gaitaacuten de espaldas a eacutel de abrigo

y sombrero atento a la voz que susurraba en su oiacutedo pero en ese

mismo instante maacutes allaacute como entre los velos cenagosos de una

tormenta alcanzoacute a distinguir la silueta de un hombre que levan-taba el brazo con un objeto brillante en la mano [hellip] se oyoacute un

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

disparo seguido muy de cerca por otro al que sobrevino un silencio

de muerte que estalloacute con el tercer disparo

Este fragmento de la obra insinuacutea que no fue Juan Roa Sierra elautor material del crimen La novela es cruel con su protagonista puesal no conferirle la autoria del asesinato de Gaitaacuten causa de su propiamuerte erradica cualquier esperanza de que su vida estuviera desig-nada a algo grande inquietud constante que atormentoacute su alma JuanRoa quien ha creiacutedo ser la reencarnacioacuten del general Santander (comose registra en el expediente del caso Gaitaacuten) tiene el anhelo constante

de que su suerte cambie ha renunciado al suicidio pensando que auacutenteniacutea posibilidades que no debiacutea poner fin a su vida La conciencia delpersonaje ha decidido no entablar el encuentro con la muerte y tratade evitarlo y posponerlo por todos los medios que tiene a su alcanceAl borde del Salto del Tequendama Juan Roa reflexiona arrepintieacuten-dose de acabar con su vida (Torres 983090983088983088983094 983090983095)

Es verdad recapacita uno puede cambiar su suerte pero para

eso es necesario estar vivo recobrar los suentildeos trazarse un futuro

confiar como lo veniacutea haciendo desde muy joven en que el desti-no lo tiene reservado para hacer grandes cosas Ya llegaraacute su diacutea

El uacuteltimo intento que hace Juan Roa por recobrar sus suentildeos esla conversacioacuten que entabla con Umland dejando en eacutel la uacuteltima es-peranza de cambiar su destino En la primera parte de la novela sepresenta a un hombre que oscila entre la esperanza y la caiacuteda angus-tiado constantemente por no poder escapar de las condiciones socialesque enmarcan su actuar y amarran la realizacioacuten de sus suentildeos Lo quetiene a Juan Roa a punto de saltar por el Tequendama no es el pesode la idea de cargar con la muerte de Gaitaacuten que lo acompantildearaacute des-pueacutes de descubrir su fatiacutedica misioacuten lo que ha llevado a Roa a pagarleal fotoacutegrafo que se encargaraacute de capturar el momento justo de su sal-to es la situacioacuten socioeconoacutemica que ha atravesado a lo largo de su vida o mejor la pobreza que lo ha acompantildeado y lo ha distanciado desu esposa y su hija Roa Sierra es el siacutembolo del pueblo de ese puebloque quiso representar Gaitaacuten pero es Juan Roa quien lo encarna en

su maacutexima expresioacuten es eacutel la escenificacioacuten de la humanidad arroja-da a las circunstancias

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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Lisandro Duque en Todo lo del pobre es robado (983089983097983097983095) adviertela tragedia de Roa Sierra y la ejemplifica magniacuteficamente con los da-tos proporcionados por la reconstruccioacuten testimonial que se presentaen el expediente de Gaitaacuten En el texto se introduce la posibilidad deque fuera el mismo Juan Roa Sierra el autor material e intelectual delasesinato Roa encarna la tragedia de un pueblo en la tragedia de unhombre a quien se le ha desconocido la posibilidad de actuar bajo supropia ley La construccioacuten historiograacutefica en torno al asesinato reflejalas luchas de poder por el conocimiento y las luchas de poder poliacuteticocuyo cimiento lo encuentran en valores sociales que median el ldquodeber

serrdquo y marcan la planificacioacuten de la vida colectiva ldquoComo si al caudillosoacutelo pudieran detestarlo los oligarcas y no este humilde ciudadano queen mala hora pudo distinguir decepcionaacutendose la diferencia entre elGaitaacuten puacuteblico y el Gaitaacuten realrdquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983096) Lisandro Duquealliacute mismo (983089983097983097983095 983089983089983095) plantea

Si no fuera porque la autoriacutea intelectual de ese crimen se la

disputan a punta de eludirla y atribuiacutersela al siguiente candida-

tos de tan diversos pelajes (la 983107983113983105 el comunismo internacional

el conservatismo el liberalismo de centro etc) yo contribuiriacutea ala confusioacuten afirmando que en lugar de haber sido reclutado por

quienes estaban dispuestos a pagar puede que Roa Sierra haya re-

clutado a quienes le pagaron pero reservaacutendose el derecho de ir de

socio en la empresa pues se sentiacutea inspirado para cometerla Pero

como todo lo del pobre es robado a Juan Roa Sierra se le han nega-

do los creacuteditos intelectuales del magnicidio como si fuera una ley

inviolable que las gentes del comuacuten cuando se trata de homicidios

ceacutelebres soacutelo pudieran ser instrumentos de agencias misteriosas

en vez de seres independientes con odio propio

Rafael Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094 983089983088) cita a Quevedo diciendo ldquoque espreciso decir lo que fuimos para disculpar lo que somos y encaminarlo que pretendemos serrdquo Esto ejemplifica el lastre de la violencia quenos hemos encargado de cargar como sociedad y justifica constan-temente la violencia actual con el pasado histoacuterico y la necesidad detransformar el porvenir el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 se asocia al origen de la

caiacuteda El texto de Galaacuten expone las diferentes hipoacutetesis de autoriacutea inte-lectual presentadas en el caso y se declara en frontal desacuerdo con la

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

conclusioacuten tomada por el jurista a quien se asignoacute en primera instan-cia el caso Gaitaacuten quien concluye la inexistencia de autoriacutea intelectualen el crimen El magnicidio ha pasado impune a lo largo de la historiay esta impunidad es la que permite que se cobren muacuteltiples venganzas

Duque presenta la historia de Roa Sierra como una evidencia dela situacioacuten nacional ldquoEl que haya sido tambieacuten el ejecutor materialsoacutelo corrobora la precaria divisioacuten del trabajo y el caraacutecter artesanaldel paiacutes de aquel entoncesrdquo (983089983097983097983095 983089983089983096) La situacioacuten social de Juan RoaSierra situacioacuten de hombre del pueblo no le permite construir unarelacioacuten con Gaitaacuten que sea como quizaacutes Roa lo esperoacute siacutemil de la

relacioacuten entre el general Santander y el libertador Simoacuten Boliacutevar San-tander intentoacute asesinar a Boliacutevar el intento no fructificoacute y se condenoacuteal general a muerte sin embargo la condena fue revocada y el destinode Santander cambioacute su rumbo al punto de conducirlo posteriormen-te a la presidencia Pero Roa no era un general soacutelo era una parte decolectividad sin rostro propio gente del comuacuten Mientras que la ima-gen del poliacutetico se erige como la del proacutecer libertador y ldquola sombra deBoliacutevar se agranda sobre la muchedumbre cuando Gaitaacuten finaliza su

discursordquo (Torres 983090983088983088983094 983089983088983095) el precio que debiacutea pagar Roa por apa-recer como un personaje antagoacutenico en la escena nacional y en mediode un episodio tan ceacutelebre era la muerte y no teniacutea perdoacuten La cade-na de venganza se disparoacute y los verdugos del magnicida fueron otroshombres arrojados a las circunstancias y sin derecho a rostro propioasesinos del asesino que terminaron siendo fulminados por los maacutescrueles aquellos que siacute tienen un rostro pero que se jactan de cubrir-lo el pueblo fue baleado por el Estado

Mientras al general Santander el destino y la historia le ayudarona redimir su crimen al pobre Juan que sontildeaba ser como eacutel el desti-no y la historia le han cobrado con su vida un crimen del que auacuten nose tiene la certeza de que sea el responsable y una vez lo ha pagadocon sangre le han quitado el creacutedito de haber planificado motivadopor sus maacutes hondos sentimientos y largas reflexiones el asesinato delcaudillo Es el mito lo que permite hacer la asociacioacuten entre Boliacutevar yGaitaacuten el pensamiento se moviliza por la referencia de imaacutegenes mi-tificadas por la historia Pero no podemos establecer tan claramente

la relacioacuten entre Roa y Santander Roa no fue un proacutecer La preten-sioacuten de Roa que se ilustra en El crimen del siglo de labrar un futuro

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

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Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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de grandeza marca la tensioacuten de la novela donde Roa indaga por lareencarnacioacuten con la expectativa de justificar el renacimiento de San-tander en su cuerpo el sacristaacuten con quien entabla el diaacutelogo descartala posibilidad de que su alma sea la de un personaje magno diciendo(Torres 983090983088983088983094 983096983093)

Le hableacute del molde perfecto iquestno es verdad Lo que sucede es

que unas almas como las de esos grandes hombres que usted ha

mencionado van tejiendo su inmortalidad a traveacutes de otros seres

predestinados a ser tan grandes como ellos iquestO usted cree que los

personajes que rigen los destinos del mundo van apareciendo asiacute

como asiacute por generacioacuten espontaacutenea

Roa Sierra antildeora ser la reencarnacioacuten del general Santander Laobsesioacuten por la grandeza lo mantiene en buacutesqueda de sentildeales esoteacute-ricas que le indiquen el camino Esto se ejemplifica en la escena enque emprenden la buacutesqueda de un tesoro en los Cerros Orientales deBogotaacute en el estudio del caso Gaitaacuten Galaacuten Medelliacuten (983089983097983096983094983092983093) se jus-tifica de esta manera

Su caraacutecter hurantildeo introvertido y faacutecilmente sugestionablepor cualquier tipo de estiacutemulos oscilaba entre extravagantes fan-

tasiacuteas y la buacutesqueda de tesoros ocultos desde luego inexistentes

Era un inconforme de tono menor en la maligna realidad de su

pobreza vergonzante

La evidencia del alma errante de Roa se dibuja perfectamenteen la despedida que da a un amigo antes de presentarse en la escenadonde moriraacute eacutel Gaitaacuten y centenares de personas ldquoSi los indios nome matan y las fieras no me comen nos volveremos a verrdquo (Duque983089983097983097983095 983089983089983096)

La apuesta de Roa estaacute en cambiar su suerte oscila entre la esperan-za de que la pueda cambiar y la desesperanza al pensar que su condenano tiene reverso Es Roa Sierra la representacioacuten de esa forma de conce-bir el futuro como algo incierto En la novela cuando aparece en su vidala posibilidad de salir de su agobiante situacioacuten de desempleo y su papelde asesino ve el futuro como un juego de azar donde auacuten puede tener la

posibilidad de cambiar su suerte y superar la oleada de malas jugadasy el movimiento de sus acciones adquiere un potencial transformador

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

No obstante cuando cae en la desesperanza la incertidumbre del futu-ro se presenta con un mantildeana oscuro y tenebroso incierto e inalterabley al parecer es este finalmente el camino que se consuma con su muerteen el uacuteltimo capiacutetulo justamente titulado ldquoSombras en las tinieblasrdquo Sinembargo el futuro que para Juan es incierto para los lectores no lo esy el hombre estaacute condenado desde el epiacutegrafe de la novela ldquoEl que nacedesgraciado desde la cuna comienza a vivir martirizadordquo (Guapungomexicano puesto como epiacutegrafe en Torres 983090983088983088983094)

Mientras Roa Sierra representa la incertidumbre del futuro en unmovimiento pendular entre la esperanza y la desesperanza Gaitaacuten re-

presenta la planificacioacuten del porvenir individual y colectivo Asiacute rezasu ceacutelebre discurso en la Marcha del silencio el 983095 de febrero de 983089983097983092983096con el cual demuestra la fuerza para crear el mantildeana bajo la reflexioacutendel pensamiento humano

No me he engantildeado cuando he dicho que creo en la concien-

cia del pueblo porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente

en esta demostracioacuten donde los viacutetores y los aplausos desaparecen

para que soacutelo se escuche el rumor emocionado de los millares de

banderas negras que aquiacute se han traiacutedo para recordar a nuestroshombres villanamente asesinados

Sentildeor presidente [hellip] Esos espiacuteritus de mala intencioacuten calla-

riacutean al simple imperio de vuestra voluntad Amamos hondamente

a esta nacioacuten y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre riacuteos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable

Gaitaacuten cree cien por ciento en la fuerza transformadora del hom-bre lo cree en la vida colectiva y en la individual en la puacuteblica y en laprivada en la correspondencia que manteniacutea con su esposa AmparoJaramillo ella mdashreafirmando la posibilidad de planificar el futuromdashle escribe en una carta de 983089983097983091983092 ldquoLucharemos iacutentimamente unidos y elporvenir es nuestro Venceremos al destino si el destino se opone Situacute me quieres como yo a ti seremos vencedores y no vencidosrdquo (983125983118caja 983092983096 fol s n)

El destino de Roa por su parte navegaba hacia otro puerto inexo-rable ldquoEn el iacutendice de su mano derecha llevaba el anillo cabaliacutestico de

acero con una calavera y las tibias entrelazadas que recuerdan el ines-capable final de los hombresrdquo (Galaacuten Medelliacuten 983089983097983096983094 983092983094) La sortija

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[ 193 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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permanecioacute con eacutel durante su recorrido a lo largo de la carrera seacutepti-ma durante su estadiacutea primero en el Capitolio como la bandera de unpirata que sentildeala la isla conquistada y finalmente en el CementerioCentral como testimonio de un naufragio

En el expediente del asesinato de Gaitaacuten se plantea que el 983097 deAbril de 983089983097983092983096 no habiacutea sido el uacutenico encuentro entre Roa Sierra y elcaudillo Anteriormente eacutel habiacutea hablado con el abogado en su oficinalo habiacutea buscado para solicitarle una ayuda que le permitiera salir desu precaria situacioacuten econoacutemica pues era Gaitaacuten su maacutes grande espe-ranza el personaje maacutes admirado por eacutel por su familia y amigos En

la novela de Miguel Torres los recuerdos que tiene Roa de encuentroscon Gaitaacuten son rememoraciones que trazan su actuar marcan las pul-siones que despiertan en Roa admiracioacuten decepcioacuten desesperanzay finalmente un profundo rencor que concluye con la resignacioacuten Lanovela presenta una metamorfosis en la relacioacuten Roa-Gaitaacuten inspi-rada por las ambivalencias propias de un personaje puacuteblico las cualesgeneran en Roa una confrontacioacuten constante con la angustia de acep-tar que su realidad es inalterable

En las diferentes narraciones existe una incisioacuten definitiva en larelacioacuten que Roa establece con Gaitaacuten marcada por la negativa deGaitaacuten a la solicitud de ayuda que le hace Roa a fin de conseguir unempleo En El crimen del siglo la entrevista que le concede el aboga-do al joven Roa en su oficina se presenta como un foco que motivala venganza un recuerdo que posibilita el momento de empuntildear elarma En este momento se escenifica el empentildeo de Roa por cambiarsu suerte Roa ha depositado todas sus esperanzas en Gaitaacuten pues esel hombre llamado a redimir la injusticia y la inequidad Su solicitud aGaitaacuten no le sirvioacute ni para recibir un buen consejo el poliacutetico le reco-mienda escribir una carta al presidente Mariano Ospina Peacuterez (cartaque se encuentra archivada en el expediente del caso del asesinato) lanegativa al grito de auxilio arrojoacute a su futuro magnicida a las manosdel mayor enemigo poliacutetico del gaitanismo La voz firme y persuasivadel litigante se quedoacute vaciacutea la esperanza que ofreciacutea con firmeza enla plaza puacuteblica se hizo corta en su oficina laquoFrases de un poliacutetico quepor ldquono ser un hombre sino un pueblordquo se volvioacute incompetente para

hablar con quien no fuera un pueblo sino un hombre un simple Juanescindido de la muchedumbreraquo (Duque 983089983097983097983095 983089983089983095)

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El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

El poder retoacuterico de Gaitaacuten su persuasioacuten el hablar pausado ydecisivo no sirvioacute con Roa Sierra el poliacutetico que quiso ser un pue-blo murioacute en manos del pueblo mismo murioacute con Juan Roa Sierra yotros centenares de personas La novela de Miguel Torres es la aper-tura del ldquoBogotazordquo escenifica los moacuteviles sociales que desatan loshechos ocurridos el 983097 de Abril de 983089983097983092983096 presenta a Roa como siacutembo-lo de la sociedad un ser que alberga en su individualidad la tragediacolectiva La construccioacuten histoacuterica y sus investigadores han buscadoesclarecer los acontecimientos sin embargo la incertidumbre sobre elmoacutevil que generoacute el asesinato del liacuteder poliacutetico ha posibilitado diversas

especulaciones de influencias variables en la construccioacuten histoacutericaEs Jorge Elieacutecer Gaitaacuten la realizacioacuten del suentildeo de Juan Roa el

hombre nacido en una familia humilde que logra convertirse en unheacuteroe nacional en el vocero de los humildes es la voz y el rostro dequienes no teniacutean voz ni rostro Esto era lo que maacutes atormentaba al joven Roa

En la novela a pesar de su rencor la imagen de Gaitaacuten intimi-da a Roa pues habiacutea sentido y quizaacute sentiacutea auacuten por ldquoel Negrordquo como

llamaban al liacuteder poliacutetico un profundo respeto era difiacutecil tomar ladecisioacuten definitiva de matar al caudillo En el cierre de El crimen del

siglo al igual que al principio las reflexiones de Roa Sierra lo hacenconcluir que no quiere entablar un pronto encuentro con la muertePero ya no hay posibilidades de cambio esta vez no se enfrenta al Sal-to del Tequendama sino que tiene que resignarse al destino preescritoLa novela lo obliga a concluir como lo determinoacute la historia en 983089983097983092983096Roa finalmente se resigna a la idea de que matar al liacuteder poliacutetico no esdesafiar su destino sino realizarlo Con la resignacioacuten de Roa no solomuere su esperanza tambieacuten la de Gaitaacuten y la de todos los gaitanistasAhora Roa y el pueblo han de aprender a matar

La tragedia de Roa es universal es una representacioacuten de la hu-manidad que se encuentra atada a la condicioacuten de morir o matar y enel peor de los casos de matar y morir iquestAsesino o heacuteroe Torres (983090983088983088983094983089983093983094) cuenta

Es verdad que eacutel Juan Roa Sierra ansiaba ser un heacuteroe pero

un heacuteroe vivo y asiacute cumpliera la misioacuten para la que la vida lo teniacutea

destinado si eso le costaba la vida iquestqueacute ganariacutea con su sacrifi-cio Nada Con el miedo que le teniacutea a la muerte Tal vez acabariacutea

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por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 196 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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[ 197 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 198 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

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sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

de Archivo y Correspondencia cajas 983092983095 y 983092983096

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983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

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Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

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Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

por maacutes de un centenar de antildeos Existe ademaacutes una cuarta categoriacuteade personajes merecedores por sus hechos a aspirar a la historia peroexcluidos sistemaacuteticamente de ella No se les reconoce gloria infamiani olvido no son dignos ni siquiera del repudio simplemente parecenno haber existido son precisamente los escindidos de ella Juan RoaSierra en nuestro caso corre exactamente ese riesgo

Mientras Gaitaacuten entra por el mismo hecho histoacuterico al templode la gloria Roa Sierra ha estado a punto de ser declarado inocente pormaacutes de un autor y por tanto condenado al desvanecimiento eternoHegel (983089983097983096983088 983095983095) ha escrito sobre los ideales personales y sus frustra-

ciones en la introduccioacuten general de sus Lecciones afirmaNada maacutes frecuente ni corriente que el lamento de que los

ideales no pueden realizarse en la efectividad mdashya se trate de idea-

les de la fantasiacutea o de la razoacutenmdash y en particular de que los ideales

de la juventud quedan reducidos a ensuentildeos por la friacutea realidad

Estos ideales que asiacute se despentildean por la derrota de la vida en los

escollos de la dura realidad no pueden ser en primer teacutermino sino

ideales subjetivos y pertenecen a la individualidad que se conside-

ra a siacute misma como lo maacutes alto y el colmo de la sagacidad Peroestos ideales no son los ideales de que aquiacute tratamos Pues lo que

el individuo se forja por siacute en su aislamiento puede no ser ley

para la realidad universal asiacute como la ley universal no es solo para

los individuos los cuales pueden resultar menoscabados por ella

Puede suceder sin duda que tales ideales no se realicen El indi-

viduo se forja con frecuencia representaciones de siacute mismo de los

altos propoacutesitos y magniacuteficos hechos que quiere ejecutar de la im-

portancia que tiene y con queacute justicia puede reclamar y queacute sirve

a la salud del mundo Por lo que toca a tales representaciones digo

que deben quedar en su puesto Cabe sontildear de siacute mismo muchas

cosas que no son sino representaciones exageradas del propio va-

lor Cabe tambieacuten que un individuo sea injustamente tratado Pero

esto no afecta para nada a la historia universal a la que los indivi-

duos sirven como medio de su progresioacuten

Esta cita refleja la concepcioacuten progresista de la historia que justi-

fica la exclusioacuten de un personaje como Juan Roa Sin embargo cuandose mezcla el tiempo histoacuterico con el tiempo miacutetico la construccioacuten de

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[ 197 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 198 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

de Archivo y Correspondencia cajas 983092983095 y 983092983096

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983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

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[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

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Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

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Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

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Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 197 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

la memoria colectiva da otro resultado La posibilidad constante de ac-tualizacioacuten del mito es lo que lo transforma en una imagen propensaa reencarnar en diferentes contingencias histoacutericas Ejemplo de estoes la escena en la drogueriacutea Granada cuando le preguntan a Roa Sie-rra la motivacioacuten que tuvo para cometer el crimen y el responde ldquoAysentildeor cosas poderosas que no le puedo decirrdquo (en Duque 983089983097983097983095 983089983090983088)esta frase se ha retratado de muacuteltiples maneras en las diferentes eacutepocasy carga a Roa de un misticismo que ya le es propio Azula (983089983097983097983096 983091983097983091)desarrolla este punto asiacute

iquestCuaacutel fue el moacutevil de su crimen iquestEra un magnicida un loco

que obraba por su cuenta o detraacutes de eacutel se moviacutea una vasta con- juracioacuten poliacutetica interna o internacional que lo empleoacute como

instrumento para desencadenar los sucesos [Cuando ingresoacute a

la drogueriacutea Granada] Alguien tratoacute de interrogarlo en el interior

ldquoNo me hable mdashcontestoacutemdash iquestno ve que estoy incomunicado Y

como un segundo interpelante le preguntara el porqueacute de su cri-

men respondioacute ldquoMoacuteviles de lo altordquo

Esta versioacuten del uacuteltimo diaacutelogo de Juan Roa Sierra con los em-pleados de la drogueriacutea no corresponde con los testimonios dados porellos pero es interesante porque permite observar la mutabilidad miacuteti-ca del hecho histoacuterico que se da en la praacutectica de los discursos socialesy de los intereses poliacuteticos

991266El cristianismo inaugura el tiempo histoacuterico en el tiempo miacutetico

en la medida en que incrusta este uacuteltimo en una era bien establecidade la historia Cristo se aparece a los hombres como la manifestacioacutende Dios en un tiempo delimitado Es tal esa fuerza emergente que elcalendario se divide en el tiempo antes y despueacutes de Cristo De unamanera paralela guardadas las proporciones el mito Gaitaacuten biseca elfenoacutemeno de la violencia para hacerlo aparecer como un proceso ge-nerado luego de su asesinato La violencia continua desde el siglo 983128983113983128en Colombia y hasta nuestros diacuteas parece como la manifestacioacuten deuna doble causalidad antes y despueacutes de Gaitaacuten A propoacutesito Hernan-do Teacutellez (983089983097983093983094 983092983095) plantea

Las mutaciones histoacutericas carecen de diacutea fijo o determinadoNo se presentan con el rigor y la exactitud de los aniversarios Van

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 198 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

de Archivo y Correspondencia cajas 983092983095 y 983092983096

Fuentes secundarias

Alape A (983089983097983096983093) El Bogotazo memorias del olvido Bogotaacute Ciacuterculo de LectoresAlape A (983090983088983088983093) El cadaacutever insepulto Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Andrade M (983090983088983088983090) La ciudad fragmentada una lectura de las novelas del

Bogotazo Rhode Island Ediciones Inti

Azula R (983089983097983097983096) De la revolucioacuten al orden nuevo proceso y drama de un pueblo

Bogotaacute Fundacioacuten Mariano Ospina Peacuterez

Bloch M (983090983088983088983089 [983089983097983092983097]) Apologiacutea para la historia o el oficio de historiador

Traduccioacuten de Mariacutea Jimeacutenez Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Bloch M (983090983088983088983094 [983089983097983093983094]) Introduccioacuten a la historia Traduccioacuten de PabloGonzaacutelez y Max Aub Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Brevarios

Borges J L (983089983097983093983096) Historia universal de la infamia Buenos Aires Emeceacute

Editores

Duque L (983089983097983097983095) Todo lo del pobre es robado En El saqueo de una ilusioacuten

Bogotaacute Nuacutemero

Eliade M (983089983097983094983093) Imaacutegenes y siacutembolos ensayos sobre el simbolismo

maacutegico-religioso Traduccioacuten de Carmen Castro Madrid Taurus

Fuentes C (983089983097983096983092) Las culturas portadoras de la vida posible Nueva Sociedad

983095983091 983097983094-983097983096

Galaacuten M R (983089983097983096983094) El crimen de abril lo que no se ha revelado del proceso

Gaitaacuten Bogotaacute Ecoe

Garagalza L (983089983097983097983088) La interpretacioacuten de los siacutembolos hermeneacuteutica y lenguaje

en la filosofiacutea actual Barcelona Anthropos

Ginzburg C (983089983097983096983097 [983089983097983096983094]) Indicios Raiacuteces de un paradigma de inferencias

indiciales En Mitos emblemas e indicios morfologiacutea e historia (pp 983089983095983094-

983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

Hegel G (983089983097983096983088 [983089983096983091983095]) Lecciones sobre filosofiacutea de la historia universal

Traduccioacuten de Joseacute Gaos Madrid Alianza Editorial

Jelin E (983090983088983088983090) Los trabajos de la memoria Madrid Siglo 983128983128983113

Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 198 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

modulaacutendose como una reiteracioacuten musical en la sinfoniacutea a tra-

veacutes del proceso a traveacutes del tiempo El antes y el despueacutes dentro de

su vaguedad cronoloacutegica instituyen la uacutenica posibilidad abstracta

con que nos batimos racionalmente en el empentildeo de ser concretos

y de tomar a la historia por el cuello y hacer en su cuerpo algunos

cortes quiruacutergicos iquestAntes de queacute y despueacutes de queacute

El historiador Marc Bloch nos recuerda que el cristianismo esuna religioacuten de historiadores Mientras otras religiones fundan suscreencias fuera del tiempo humano ldquopor libros sagrados los cristia-

nos tienen libros de historia y sus liturgias conmemoran junto conlos episodios de la vida terrestre de Dios los fastos de la Iglesia y de lossantosrdquo (Bloch 983090983088983088983089 983092983090) Ademaacutes de esta vivencia histoacuterica del mitoel historiador establece otra relacioacuten

El cristianismo es ademaacutes histoacuterico en otro sentido tal vez

maacutes profundo colocado entre la Caiacuteda y el Juicio Final el destino

de la humanidad aparece ante sus ojos como una larga aventura de

la que cada vida individual cada ldquoperegrinacioacutenrdquo particular es a su

vez un reflejo Es en la duracioacuten por lo tanto en la historia que sedesarrolla el gran drama del pecado y de la redencioacuten eje central

de toda meditacioacuten cristiana

La forma en la que los dos personajes mdashRoa y Gaitaacutenmdash son asu-midos por la historia es diferente y aun asiacute la imagen de Gaitaacuten hanecesitado de la de Roa como Jesuacutes de Judas aunque acaacute si bien esGaitaacuten el inmolado es Juan Roa quien tiene que cargar la cruz y nologra redimir nada con su muerte Es la historia de una peregrinacioacuteny puede verse como un mito de caiacuteda

Jacques Le Goff nos recuerda que la memoria apunta a salvar elpasado a fin de servir al presente y al futuro por eso ldquose debe actuarde modo que la memoria colectiva sirva a la liberacioacuten y no a la ser- vidumbre de los hombresrdquo (Le Goff 983089983097983097983089 983089983096983091) Ahora bien el pensadorEstanislao Zuleta (983090983088983088983089 983090983088) nos dice

Vamos pues a invertir la proposicioacuten de San Juan en su Evan-

gelio y poner exactamente la contraria no es verdad aquello de

que ldquola verdad os haraacute libresrdquo porque faltariacutea todaviacutea saber quieacutenla tiene Maacutes bien es verdad lo contrario la libertad os haraacute veraces

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[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

de Archivo y Correspondencia cajas 983092983095 y 983092983096

Fuentes secundarias

Alape A (983089983097983096983093) El Bogotazo memorias del olvido Bogotaacute Ciacuterculo de LectoresAlape A (983090983088983088983093) El cadaacutever insepulto Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Andrade M (983090983088983088983090) La ciudad fragmentada una lectura de las novelas del

Bogotazo Rhode Island Ediciones Inti

Azula R (983089983097983097983096) De la revolucioacuten al orden nuevo proceso y drama de un pueblo

Bogotaacute Fundacioacuten Mariano Ospina Peacuterez

Bloch M (983090983088983088983089 [983089983097983092983097]) Apologiacutea para la historia o el oficio de historiador

Traduccioacuten de Mariacutea Jimeacutenez Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Bloch M (983090983088983088983094 [983089983097983093983094]) Introduccioacuten a la historia Traduccioacuten de PabloGonzaacutelez y Max Aub Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Brevarios

Borges J L (983089983097983093983096) Historia universal de la infamia Buenos Aires Emeceacute

Editores

Duque L (983089983097983097983095) Todo lo del pobre es robado En El saqueo de una ilusioacuten

Bogotaacute Nuacutemero

Eliade M (983089983097983094983093) Imaacutegenes y siacutembolos ensayos sobre el simbolismo

maacutegico-religioso Traduccioacuten de Carmen Castro Madrid Taurus

Fuentes C (983089983097983096983092) Las culturas portadoras de la vida posible Nueva Sociedad

983095983091 983097983094-983097983096

Galaacuten M R (983089983097983096983094) El crimen de abril lo que no se ha revelado del proceso

Gaitaacuten Bogotaacute Ecoe

Garagalza L (983089983097983097983088) La interpretacioacuten de los siacutembolos hermeneacuteutica y lenguaje

en la filosofiacutea actual Barcelona Anthropos

Ginzburg C (983089983097983096983097 [983089983097983096983094]) Indicios Raiacuteces de un paradigma de inferencias

indiciales En Mitos emblemas e indicios morfologiacutea e historia (pp 983089983095983094-

983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

7172019 Dialnet-JuanRoaSierra-4862208

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

Hegel G (983089983097983096983088 [983089983096983091983095]) Lecciones sobre filosofiacutea de la historia universal

Traduccioacuten de Joseacute Gaos Madrid Alianza Editorial

Jelin E (983090983088983088983090) Los trabajos de la memoria Madrid Siglo 983128983128983113

Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 199 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

os obligaraacute a tener que demostrar No os permitiraacute refugiaros en

una autoridad

Juan Roa Sierra no es el amado de Jesuacutes es el olvidado de la his-toria No obstante es eacutel quien nos recuerda que la libertad nos haraacute

veraces que los valores de verdad de los hechos histoacutericos se marcanpor la voluntad de poder en teacuterminos de Foucault que determina einstitucionaliza la autoridad El asesino logroacute que la imagen del cau-dillo se fijara sobre aquello que pudo ser y no sobre aquello que fuedejando en la ambiguumledad de la esperanza perdida la posibilidad

de que Gaitaacuten tenga muacuteltiples resurrecciones en la historiografiacutea na-cional El destino o la historia vence a Roa a Gaitaacuten y al proyectogaitanista un relato de heacuteroes y demonios unidos por un mismo sino(Torres 983090983088983088983094 983090983089983094)

A Gaitaacuten y a Roa los une la coincidencia de haber nacido

en el mismo barrio con maacutes de veintitreacutes antildeos de diferencia y a

menos de un centenar de metros de distancia En la vida todo los

separa Uno elige un camino sembrado de espinas el otro es un

juguete en las manos del destino Los dos son distintos opuestosincompatibles como el agua y el aceite Pero la coincidencia cobra

dimensiones extraordinarias cuando el ciclo de sus vidas al cerrar-

se los vuelve a unir en el traacutegico encuentro que les sentildeala el mismo

diacutea la misma hora y el mismo lugar para morir

El crimen del siglo narra el preaacutembulo de un mito que enmarcael mito en siacute Aunque lo narrado en la novela tiene unas coordenadasespacio-temporales Bogotaacute 983097 de abril de 983089983097983092983096 los personajes y lossucesos adquieren un caraacutecter de universalidad caracteriacutestica funda-mental del siacutembolo y del lenguaje miacutetico

Es Juan Roa Sierra el hombre al que la historia ha desaparecidopor muerte por ausencia y sobre todo por cambio de costumbres Elescritor mexicano Carlos Fuentes (983089983097983096983092 983097983096) insiste en que debemosconocer nuestro pasado pues si lo ignoramos

[hellip] tendremos que afirmar que todo lo duradero de nues-

tras sociedades fue construido por fantasmas y entonces nosotros

mismos seremos fantasmas Debemos estar listos a recibir el pasa-do si queremos tener un presente y un porvenir para que ellos no

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

de Archivo y Correspondencia cajas 983092983095 y 983092983096

Fuentes secundarias

Alape A (983089983097983096983093) El Bogotazo memorias del olvido Bogotaacute Ciacuterculo de LectoresAlape A (983090983088983088983093) El cadaacutever insepulto Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Andrade M (983090983088983088983090) La ciudad fragmentada una lectura de las novelas del

Bogotazo Rhode Island Ediciones Inti

Azula R (983089983097983097983096) De la revolucioacuten al orden nuevo proceso y drama de un pueblo

Bogotaacute Fundacioacuten Mariano Ospina Peacuterez

Bloch M (983090983088983088983089 [983089983097983092983097]) Apologiacutea para la historia o el oficio de historiador

Traduccioacuten de Mariacutea Jimeacutenez Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Bloch M (983090983088983088983094 [983089983097983093983094]) Introduccioacuten a la historia Traduccioacuten de PabloGonzaacutelez y Max Aub Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Brevarios

Borges J L (983089983097983093983096) Historia universal de la infamia Buenos Aires Emeceacute

Editores

Duque L (983089983097983097983095) Todo lo del pobre es robado En El saqueo de una ilusioacuten

Bogotaacute Nuacutemero

Eliade M (983089983097983094983093) Imaacutegenes y siacutembolos ensayos sobre el simbolismo

maacutegico-religioso Traduccioacuten de Carmen Castro Madrid Taurus

Fuentes C (983089983097983096983092) Las culturas portadoras de la vida posible Nueva Sociedad

983095983091 983097983094-983097983096

Galaacuten M R (983089983097983096983094) El crimen de abril lo que no se ha revelado del proceso

Gaitaacuten Bogotaacute Ecoe

Garagalza L (983089983097983097983088) La interpretacioacuten de los siacutembolos hermeneacuteutica y lenguaje

en la filosofiacutea actual Barcelona Anthropos

Ginzburg C (983089983097983096983097 [983089983097983096983094]) Indicios Raiacuteces de un paradigma de inferencias

indiciales En Mitos emblemas e indicios morfologiacutea e historia (pp 983089983095983094-

983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

Hegel G (983089983097983096983088 [983089983096983091983095]) Lecciones sobre filosofiacutea de la historia universal

Traduccioacuten de Joseacute Gaos Madrid Alianza Editorial

Jelin E (983090983088983088983090) Los trabajos de la memoria Madrid Siglo 983128983128983113

Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 200 ]

laura astrid ramiacuterez elizalde middot Juan Roa Sierra persistencia de un fantasmahellip

sean fantasmas a nosotros nos corresponde convertirlos en seres

humanos a fin de serlo tambieacuten nosotros

referencias bibliograacuteficas

Fuente primaria

Universidad Nacional de Colombia [983125983118] Archivo Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Divisioacuten

de Archivo y Correspondencia cajas 983092983095 y 983092983096

Fuentes secundarias

Alape A (983089983097983096983093) El Bogotazo memorias del olvido Bogotaacute Ciacuterculo de LectoresAlape A (983090983088983088983093) El cadaacutever insepulto Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Andrade M (983090983088983088983090) La ciudad fragmentada una lectura de las novelas del

Bogotazo Rhode Island Ediciones Inti

Azula R (983089983097983097983096) De la revolucioacuten al orden nuevo proceso y drama de un pueblo

Bogotaacute Fundacioacuten Mariano Ospina Peacuterez

Bloch M (983090983088983088983089 [983089983097983092983097]) Apologiacutea para la historia o el oficio de historiador

Traduccioacuten de Mariacutea Jimeacutenez Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Bloch M (983090983088983088983094 [983089983097983093983094]) Introduccioacuten a la historia Traduccioacuten de PabloGonzaacutelez y Max Aub Meacutexico 983108 983110 Fondo de Cultura Econoacutemica

Brevarios

Borges J L (983089983097983093983096) Historia universal de la infamia Buenos Aires Emeceacute

Editores

Duque L (983089983097983097983095) Todo lo del pobre es robado En El saqueo de una ilusioacuten

Bogotaacute Nuacutemero

Eliade M (983089983097983094983093) Imaacutegenes y siacutembolos ensayos sobre el simbolismo

maacutegico-religioso Traduccioacuten de Carmen Castro Madrid Taurus

Fuentes C (983089983097983096983092) Las culturas portadoras de la vida posible Nueva Sociedad

983095983091 983097983094-983097983096

Galaacuten M R (983089983097983096983094) El crimen de abril lo que no se ha revelado del proceso

Gaitaacuten Bogotaacute Ecoe

Garagalza L (983089983097983097983088) La interpretacioacuten de los siacutembolos hermeneacuteutica y lenguaje

en la filosofiacutea actual Barcelona Anthropos

Ginzburg C (983089983097983096983097 [983089983097983096983094]) Indicios Raiacuteces de un paradigma de inferencias

indiciales En Mitos emblemas e indicios morfologiacutea e historia (pp 983089983095983094-

983089983097983095) Traduccioacuten de Carlos Catroppi Barcelona GedisaGoacutemez P (983089983097983093983089) El 983097 de Abril Bogotaacute Editorial Iqueima

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

Hegel G (983089983097983096983088 [983089983096983091983095]) Lecciones sobre filosofiacutea de la historia universal

Traduccioacuten de Joseacute Gaos Madrid Alianza Editorial

Jelin E (983090983088983088983090) Los trabajos de la memoria Madrid Siglo 983128983128983113

Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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middot ndeg 22 middot 2008 middot issn 0120-3045

[ 201 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

Hegel G (983089983097983096983088 [983089983096983091983095]) Lecciones sobre filosofiacutea de la historia universal

Traduccioacuten de Joseacute Gaos Madrid Alianza Editorial

Jelin E (983090983088983088983090) Los trabajos de la memoria Madrid Siglo 983128983128983113

Le Goff J (983089983097983097983089 [983089983097983096983096]) El orden de la memoria el tiempo como imaginario

Traduccioacuten de Hugo Bauzaacute Barcelona Paidoacutes Baacutesica

Rodriacuteguez S (983090983088983088983096 abril) El 983097 de Abril en las poliacuteticas de la memoria oficial

el texto como dispositivo del olvido Ponencia presentada en el Simposio

Mataron a Gaitaacuten 983094983088 antildeos realizado en la Universidad Nacional de

Colombia Bogotaacute Colombia

Semana (983089983097983092983096 abril 983089983095 al 983090983092)

Teacutellez H (983089983097983092983096 abril 983089983095) Revista SemanaTeacutellez H (983089983097983093983094) Literatura y sociedad Bogotaacute Mito

El Tiempo (983089983097983092983096 abril 983089983090)

Torres M (983090983088983088983094) El crimen del siglo Bogotaacute Seix Barral Biblioteca Breve

Zuleta E (983090983088983088983089) Arte y filosofiacutea Medelliacuten Hombre Nuevo Editores

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

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Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

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Departamento de Antropologiacutea middot Facultad de Ciencias Humanas[ 202 ]

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Anexo

Este texto es una carta escrita el 983089983095 de abril de 983089983097983092983096 983096 diacuteas lue-go del asesinato de Jorge Elieacutecer Gaitaacuten Nos fue confiada porLiliam Arenas bisnieta del sentildeor Ricardo Rendoacuten quien la di-

rige a su hija Cecilia Rendoacuten de Arenas en Cumaca CundinamarcaLa presentamos como anexo al artiacuteculo Juan Roa Sierra persistenciade un fantasma o la evanescencia del mito de la antropoacuteloga LauraRamiacuterez La transcripcioacuten ha conservado todas las caracteriacutesticas del

documento original (verbatim) por tratarse de una carta personal

991266

Bogotaacute Abril 983089983095 de 983089983097983092983096

Sentildeora Dontildea

Cecilia Rendoacuten de Arenas

Cumaca

Querida hijita

Recibiacute su cartica de fecha 983091983089 del pasado mes

No quiero entrar ahora en detalles sin importancia

Ya ustedes se han dado cuenta del estado sangriento y feroz

que vive la Repuacuteblica pero es paacutelido ante el desastre que ha sufri-

do Bogotaacute en los antildeos que he vivido yo hallaacutendome en toda clase

de calamidades pedradas guerras asonadas epidemias mortan-

dades y muchos hechos terribles maacutes son nada todos juntos en

comparacioacuten de lo que ha sucedido desde el 983097 del presente mes en

Bogotaacute hasta la fecha A la una de la tarde del 983097 estaba yo almor-

zando cuando la radio dio la noticia de la muerte del Dr Gaitaacuten

inmediatamente que acabeacute de almorzar me saliacute para informarme

queacute habiacutea de cierto y tambieacuten para ir a mi puesto ya la plaza la

habiacutean cerrado en la misma plaza me estuvieron ofreciendo un

machete para entrar en la revuelta pero yo no quise aceptar el

machete lo uno por ser empleado oficial y lo otro porque yo yaconozco esta clase de movimientos asiacute que la ciudadaniacutea estaba

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

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anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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[ 203 ]Universidad Nacional de Colombia middot Bogotaacute

ya provista de machetes cuchillos y toda clase de armas blancas

Inmediatamente la muchedumbre asaltoacute las quincalleriacuteas y al-

macenes donde se proveyeron de toda clase de instrumentos que

sirvieran de arma como hachas garlanchas picas llaves de acue-

ducto tubos untildeas de llevar basuras escopetas lingotes de hierro

en fin todo instrumento que sirviera de ataque y de defensa de tal

suerte que llegoacute el momento aterrador desolador macabro terri-

ble temible imposible de describir y viene la lucha el ataque en

todo sentido contra personas y bienes en general el saqueo nunca

imaginado ni nunca visto oiacutedo ni leiacutedo por miacute aterrador creo que

el infierno si existe le queda chiquito a lo que yo pueda describirlos estancos saqueados y a beber sin tasa ni medida almacenes de

rancho y licores sin dejar ni las estanteriacuteas cuyos maderos serviacutean

de arma luego con todos los mismos instrumentos contundentes

rompiacutean los cristales de las vitrinas y lujosos almacenes y viene el

saqueo general sin contemplacioacuten de ninguna clase los incendios

todo aterrador desolador y los trasteos sin que nadie pudiera de-

cir nada La calle real desde la Iglesia de la Catedral hacia el norte

incendio general en toda su extensioacuten Calle 983089983091 hasta la estacioacutende la sabana Carrera 983089983089 entre 983089983089 y 983089ordf calle 983089983090 de la carrera 983096ordf al oc-

cidente el almaceacuten Tiacutea ni para queacute decir todos los almacenes de

calzado de la calle 983089983088ordf desde la carrera 983096ordf hasta la carrera 983089983088ordf en

fin para no fatigar maacutes de la mitad de la Ciudad en ruina general Y

viene ahora la mortandad queacute decir de esto horror horror horror

La prensa y la radio Nacional dicen que son unos trecientos

los muertos pero yo le calculo mucho maacutes de mil total desolacioacuten

tristeza miseria llanto silencio horror horror todo lo que le dejo

dicho no se lo imagina tal como es la realidad entre los muertos

conocidos hasta el momento estaacute en primer teacutermino Joseacute Portilla

el marido de Maruja y Leonidas Navarrete

Ahora le describo mi odisea afortunadamente fuera de Joseacute

en nosotros no hay ninguna novedad para poderme trasladar a la

casa del centro de la ciudad me tocoacute ir hasta el barrio de Egipto y

seguir por Beleacuten y luego el camino del barrio Buenos Aires y llegueacute

a casa a las 983093 de la tarde pero no encontreacute en la casa a Ricardo lo

que me puso en zozobra y alarma pero llegoacute a las 983095 de la noche sinnovedad Al diacutea siguiente al diacutea siguiente me saliacute al trabajo pero

7172019 Dialnet-JuanRoaSierra-4862208

httpslidepdfcomreaderfulldialnet-juanroasierra-4862208 3636

anexo middot Carta de Ricardo Rendoacuten a su hija

el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

teacuten sin novedad

Su padre

Ricardo Rendoacuten

Carrera 983090ordf Nordm 983097-983090983091 sur

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el tiroteo me impidioacute llegar a la plaza Al diacutea siguiente fui con Ri-

cardo a conseguir pan y estaacutebamos compraacutendolo por una ventana

en la calle 983092ordf (panaderiacutea de la Polaca) cuando fuimos sorprendi-

dos con una descarga por los soldados del ejeacutercito En este lugar

estaacutebamos tres hombres Ricardo otro desconocido para nosotros

y yo como no nos tocaba morir salimos ilesos pero el otro que-

doacute muerto al pie nuestro Al diacutea siguiente Ricardo salioacute conmigo

para acompantildearme al trabajo pero el tiroteo no nos dejoacute llegar

sino hasta la calle 983094ordf con carrera 983097ordf lugar donde habiacutea tendada de

muertos asiacute que no pudimos saber la suerte de Ineacutes pero despueacutes

de penalidades y escasez ella estaacute bienYo estoy trabajando pero bajo el reacutegimen militar es decir el

ejeacutercito es quien nos manda y tenemos que obedecer sus oacuterdenes

La jornada para ir al trabajo es a pie desde cualquier barrio

pues los tranviacuteas fueron incendiados la mayor parte y las liacuteneas

destruidas las horas de trabajo son de las 983096 de la mantildeana a las 983091

de la tarde en jornada continua los viacuteveres que hay digo mal los

pocos que quedaron estaacuten a precios elevadiacutesimos la situacioacuten ali-

menticia de Bogotaacute es alarmantiacutesimaCueacutenteme cuaacutel es la situacioacuten de Uds

Reciba saludes de todos junto con nuestro deseo de que es-

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Su padre

Ricardo Rendoacuten

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