Departamento de Arquitectura
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Título: Transformación del hábitat precario urbano. Diagnóstico y propuesta en cuarterías de Santa Clara.
Autora: Arlet Mara Tejera Lugo
Tutor: Dr.C. Andrés Olivera Ranero
, Junio, 2019
Departamento de Arquitectura
Title: Transformation of urban precarious habitat. Diagnostic and proposal in cuartería of Santa Clara.
Author: Arlet Mara Tejera Lugo
Thesis Director: Dr.C. Andrés Olivera Ranero
, June, 2019
Academic Departament of Architecture
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Este documento es Propiedad Patrimonial de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, y se encuentra depositado en los fondos de la Biblioteca Universitaria “Chiqui Gómez Lubian” subordinada a la Dirección de Información Científico Técnica de la mencionada casa de altos estudios.
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Resumen
Las cuarterías constituyen un fenómeno urbano muy complejo que aún se mantiene latente
en muchas ciudades cubanas. A pesar de los problemas que se transfieren a la ciudad, no
solo por su magnitud sino también para exteriorizarse hacia el espacio público, se
identifican con modos de vida que son portadores de valores inmateriales, lo que se ha
tenido en cuenta en intervenciones constructivas realizadas en diferentes lugares del
mundo. Sin embargo, la política de vivienda social en Cuba durante las últimas décadas
priorizó la ejecución de obras nuevas en zonas periféricas de las ciudades sobre la
conservación del fondo existente, lo que ha condicionado que las mismas subsistan hasta
hoy en las zonas centrales de las principales ciudades cubanas. Con el transcurso del
tiempo algunos problemas intrínsecos de las cuarterías han perdurado, en tanto otros
nuevos problemas se les han sumado, como resultado de las transformaciones
descontroladas realizadas por la propia población en busca del mejoramiento de sus
condiciones de vida. La ciudad de Santa Clara posee un número elevado de cuarterías,
diagnosticadas en estado crítico para el hábitat. Este trabajo se basa en el diagnóstico de
las cuarterías en Santa Clara, lo que ha permitido diseñar una estrategia de transformación
o rehabilitación, desde una perspectiva participativa y sostenible. Los resultados van
dirigidos hacia la mejora de la calidad del hábitat de los residentes en las cuarterías.
Palabras Clave: hábitat, precariedad urbana, cuarterías, hacinamiento, transformación
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Abstract
The cuarterías constitute a very complex urban phenomenon that still remains latent in many
Cuban cities. In spite of the problems that are transferred to the city, not only by its magnitude
but also to externalize itself towards the public space, the cuarterías are identified with ways
of life that are carriers of intangible values, which has been taken into account in interventions
building projects carried out in different parts of the world. However, the policy of social housing
in Cuba during the last decades priorized the execution of new Works in peripheral áreas of
the cities on the conservation of the existing fund, which has conditioned that the romos remain
until today in the central áreas of the main Cuban cities. Over time some intrinsic problems of
the cuarterías have lasted, while other new problems have been added, as a result of the
uncontrolled transformations made by the population itself in search of the improvement of
their living conditions.
Key words: habitat, transformation, cuarterías, urban precariousness
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Índice
Introducción. 5
Capítulo I. Marco teórico-conceptual sobre el fenómeno de la precariedad urbana. Antecedentes y problemática actual en las ciudades cubanas.
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1.1. Hábitat y ciudad como punto de partida 1
1.2. La nueva política económica y social aplicada en Cuba posterior a 1959 21
1.3. La precariedad urbana. Cuarterías y ciudadelas 24
1.4. Condiciones, formación y desarrollo del fenómeno de las cuarterías en Cuba 27
1.4.1 Proceso de formación de las cuarterías 27
1.4.2 Situación actual de las cuarterías 32
1.5. Regularidades en la transformación del hábitat en cuarterías 35
1.6. Conclusiones parciales 46
Capítulo II. Análisis y diagnóstico para la estrategia de intervención de cuarterías en la ciudad de Santa Clara
49
2.1. Factores condicionantes de habitabilidad en las cuarterías 50
2.2. Variables de transformación para la rehabilitación de las cuarterías 54
2.3. Análisis de herramientas de diagnóstico del hábitat precario 58
2.4. Propuesta de instrumento para el diagnóstico de cuarterías 66
2.5. Conclusiones parciales 80
Capítulo III. Aplicación demostrativa del instrumento de diagnóstico en
cuarterías de Santa Clara
3.1. Selección de casos de estudio 81
3.2. Caracterización de los casos de estudio 82
3.3. Aplicación del instrumento de diagnóstico 83
3.4. Procesamiento de resultados 85
3.5. Bases para la rehabilitación 87
3.6. Conclusiones de la aplicación 90
3.7. Conclusiones parciales 92
Conclusiones generales 93
Recomendaciones generales 94
Referencias Bibliográficas 95
Anexos 117
7
Introducción
A pesar de que han pasado varios años desde la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, hoy la humanidad se enfrenta a un hábitat inseguro y carente
de los mismos. Los gobiernos siguen mostrando su incapacidad para gestionar la
seguridad de los ciudadanos, su acceso a la educación, la salud y una vivienda
digna. La constante lucha del hombre por asegurar su vida, hábitat y el bienestar
de su familia, hacen que encuentre formas de subsistencia y resistencia, en un
sistema que no preserva sus derechos y lo excluye.
El acelerado crecimiento urbano de las ciudades (muy acelerado en la región
latinoamericana (Di Virgilio, 2014) es el fenómeno social más impactante del siglo
XX y XXI (Sáez Giráldez, 2010). Impacta en las estructuras sociales, económicas,
espaciales y ambientales en las escalas local, regional y nacional en los países
donde estos procesos se presentan. Hay que entender que estos se retroalimentan
o relacionan directamente con la ciudad, aunque se concentren mayormente en sus
periferias, vienen siendo una expansión de la misma y de esta manera impactan en
su vida cotidiana.
Dicho crecimiento ha provocado un incremento en el hábitat informal y el aumento
de la desigualdad urbana, dejando como consecuencia serias diferencias socio-
económicas (Vargas, 2010) en la población. Esta desigualdad está dada por la
disparidad del ingreso, la inadecuada distribución de los recursos urbanos y la
discriminación o inaccesibilidad al mercado formal de la vivienda, acrecentando así
la concentración de población marginada asentada en la ciudad (Díaz, 2015). Esta
condición social-urbana segrega los distintos grupos de población, ya que esta se
localiza en los espacios acordes con sus ingresos, se va fragmentando el tejido
social, trayendo consecuencias negativas para el hábitat (Gissi & Soto, 2010).
El hábitat informal es la consecuencia directa a la necesidad de la población de
procurar un techo para su familia y no tener los recursos económicos para acceder
a la vivienda formal. Tiene distintas manifestaciones en la región Latinoamericana
y del Caribe, está directamente relacionado a las condiciones económicas, políticas
y sociales en un territorio.
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Tiene un epicentro: la vivienda. La vivienda genera estatus y seguridad. El estatus
va asociado al poder que otorga la posesión de una propiedad, a la independencia
y auto-suficiencia o satisfacción que implica la tenencia de un lugar donde vivir. La
seguridad que confiere la tenencia de una vivienda, es la satisfacción de esa
primera necesidad de refugio y viene aparejada a la capacidad de generar esa
estabilidad económica cuando los habitantes obtienen un empleo. La gestión que
engloba esta célula habitacional, puede verse como todos estos procesos
integrados o como el círculo productivo que ella crea desde el punto de vista
urbano, social, y de producción. Desde el punto de vista social, la vivienda es la
célula del hábitat informal.
El crecimiento acelerado de la población mundial ha vuelto el tema de la vivienda
uno de los principales problemas a resolver. Una de las causas de mayor incidencia
es el incremento de las migraciones hacia los grandes centros urbanos en busca
de mejores oportunidades. Esto ha generado consigo el incremento de barrios
precarios e insalubres, lo cual se expresa de forma más aguda en los países
subdesarrollado, con énfasis en América Latina y algunos países de África, Asia e
India.
Cuba no escapa a esta realidad. La búsqueda de alternativas para el acceso
equitativo a la vivienda ha acompañado el desarrollo de la Revolución Cubana.
Desde los grandes conjuntos habitacionales a partir de la prefabricación de edificios
multifamiliares y los proyectos de micro brigadas de la construcción hasta las
formas de construcción por esfuerzo propio. No obstante, el alto grado de deterioro
del fondo habitacional y urbano, los modelos obsoletos y repetitivos, la
desproporción del sistema territorial y de asentamientos humanos y la poca
aplicación de estudios multidisciplinarios acordes a la realidad de la sociedad actual
dificultan el logro de un hábitat humano óptimo.
Hoy Cuba enfrenta la problemática de darle solución al fenómeno urbano de las
cuarterías, una de las problemáticas más acentuadas en las ciudades cubanas,
como muestra de la precariedad de muchos de sus habitantes. La problemática de
9
la insatisfacción de la demanda de viviendas juega un papel primordial en las
dinámicas que giran en torno al tema.
Las zonas centrales de las principales ciudades cubanas se encuentran en un
estado de deterioro acelerado debido a numerosos factores, entre los que se
pudieran mencionar el escaso mantenimiento y el débil poder de gestión de los
gobiernos locales para revertir esta situación. Este problema es particularmente
acentuado en el caso de la vivienda, por su presencia mayoritaria en el tejido urbano
de lo cual se deriva su impacto sobre el uso del suelo, la imagen de la ciudad y la
calidad de vida de los habitantes.
Las casas de vecindad o cuarterías figuran entre las tipologías del hábitat con
mayores problemas, por su antigüedad, sus precarias condiciones de habitabilidad,
sus complejidades legales y por su significativa presencia en las zonas centrales
de las principales ciudades cubanas y en especial en La Habana, donde ocupan
las áreas más demandadas por su centralidad, accesibilidad y cercanía a los
servicios, lo que plantea en la práctica, contradicciones difíciles de resolver.
Desde hace varias décadas, numerosos arquitectos, urbanistas, académicos y
otros profesionales de diversas instituciones nacionales intentan buscar caminos
para las transformaciones futuras de la gran urbe, entre los cuales se destacan los
enfoques dados muy recientemente por Coyula y García Pleyán .Sin embargo, los
estudios particulares sobre las casas de vecindad, que fueran recurrentes en los
años 80 y 90 en el país se han detenido, con lo cual los problemas de esta tipología
de vivienda continúan acumulándose e impactando negativamente sobre la ciudad.
Parece razonable entonces reflexionar sobre el futuro de las cuarterías como parte
de los procesos de desarrollo que se emprendan en la ciudad, dado que no se trata
simplemente de un problema técnico y constructivo, sino de un fenómeno de
proporciones urbanas, con una huella sensible en su estructura física, fuertemente
enraizado en la vida de gran cantidad de personas y en la identidad de barrios
enteros, un fenómeno de alto contenido social.
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Problema de investigación
¿Cómo lograr un diagnóstico de las características socioeconómicas de los
residentes y de las condiciones arquitectónicas, técnico constructivas y urbanas de
las cuarterías que permita elaborar propuestas de transformación integral de dicho
hábitat precario?
El problema se caracteriza por los siguientes elementos
-Objeto de estudio: El hábitat precario urbano
-Campo de acción: Las cuarterías en la ciudad de Santa Clara
Objetivo general
Diseñar un instrumento metodológico para el diagnóstico integral de las cuarterías
y sus habitantes, que permita fundamentar propuestas de transformación integral
que contribuyan a elevar la calidad de vida de los residentes y rehabilitar los
inmuebles a nivel técnico, arquitectónico y urbano.
Objetivos específicos
1. Establecer el marco teórico de la transformación del hábitat precario urbano y
los factores claves para su diagnóstico y rehabilitación.
2. Elaborar un instrumento de diagnóstico integral de las condiciones de las
cuarterías, tanto de las características de sus residentes, como de las
potencialidades de transformación técnica, arquitectónica y urbana.
3. Aplicar demostrativamente los instrumentos de diagnóstico y transformación
producidos a casos de estudio de la ciudad de Santa Clara.
Hipótesis
Para lograr propuestas de transformación integral de la calidad de vida de los
residentes en cuarterías y de las condiciones arquitectónicas, técnico constructivas
y urbanas de estos lugares, es preciso disponer de diagnósticos inclusivos que
reflejen la situación sociológica, económica, cultural, ambiental y de otra índole que
brinden los elementos para que los cambios que se conciban y diseñen permitan la
elevación de la calidad de vida de los habitantes y una correspondencia con las
regulaciones urbanas y otras condicionantes del contexto.
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Aportes
Teórico: Estado del arte de los problemas y prácticas más actuales para la
transformación del hábitat precario urbano, apropiados para las condiciones de
Cuba.
Metodológico: Instrumentos metodológicos para el diagnóstico y esquemas de
análisis para la transformación de las condiciones de precariedad en cuarterías.
Práctico: Diagnóstico y propuestas de transformación a casos de estudio
específicos de la ciudad de Santa Clara, aplicables por las entidades y organismos
encargados de ello en la práctica social.
Métodos
Para la realización de la investigación se aplica métodos científicos del nivel teórico
y empírico, entre los que se encuentran:
Del nivel teórico: Recopilación, análisis y síntesis de información bibliográfica
documental y digital para obtener argumentos teóricos que sirven de fundamento a
la propuesta de investigación.
Del nivel empírico:
Observación: de la realidad estudiada para constatar las características de las
cuarterías en la ciudad de Santa Clara.
Análisis de documentos como: Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano
(PGOTU) de Santa Clara; Plan de Desarrollo Integral (PEDI) e Informe sobre el
levantamiento de las cuarterías en la ciudad de Santa Clara.
Levantamiento del área de estudio: para constatar las necesidades y
potencialidades que fundamenten la propuesta de transformación.
Procedimiento metodológico
Se basa en la metodología general de la investigación científica. Se divide en tres
etapas: análisis, síntesis y resultados. Los métodos empleados son inducción-
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deducción, histórico-lógico, la evaluación pasiva de documentos, el análisis de la
realidad concreta mediante diversas consultas y el método activo de entrevistas. El
método inductivo específico se emplea en el análisis de los resultados
investigativos y la formulación de conclusiones y propuestas.
Las cuatro etapas del procedimiento metodológico incluyen:
Etapa 1: Definición del problema, hipótesis y objetivos; Planeamiento metodológico
del trabajo, fases, tareas y cronogramas; establecimiento de los fundamentos
teóricos y conformación del marco teórico-conceptual y metodológico; estado de la
problemática en Cuba e internacionalmente, así como estudio de regularidades en
la transformación del hábitat precario.
Etapa 2: Establecimiento de los fundamentos teóricos y conformación del marco
teórico-conceptual y metodológico; Estado de la problemática en Cuba e
internacionalmente, así como estudio de repertorio. Análisis de regularidades en la
transformación del hábitat precario.
Etapa 3: Síntesis de los resultados; Análisis de problemáticas específicas en un
sistema de cuarterías como caso de estudio, diagnóstico del área y estudio de
planes; Definición de metodologías e instrumentos de diagnóstico a emplear en las
cuarterías.
Etapa 4: Aplicación del instrumento propuesto, elaboración de recomendaciones
para los casos seleccionados de cuarterías en la ciudad de Santa Clara y,
finalmente la elaboración de conclusiones y recomendaciones generales.
Esquema 1. Procedimiento metodológico del trabajo. Fuente: Elaboración por el autor
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Estructura del trabajo de diploma
El documento del trabajo de diploma está compuesto por una introducción, tres
capítulos, las conclusiones y recomendaciones finales y el listado de la bibliografía
utilizada. Además, incluye anexos y utiliza gráficos y esquemas introducidos en el
texto.
El Capítulo I se titula: “Marco teórico -conceptual sobre el fenómeno de la
precariedad urbana. Antecedentes y problemática actual en las ciudades
cubanas”. En el mismo se analiza el estado del arte referente a los temas que dan
cuerpo al presente trabajo de diploma: la problemática social de las cuarterías en
América Latina y Cuba, se abordan los términos y definiciones referidos al tema, se
analizan los antecedentes del fenómeno de las cuarterías, así como los diferentes
métodos de intervención empleados en países de América Latina, Europa y Cuba.
El Capítulo II tiene como título: “Análisis y diagnóstico para la estrategia de
intervención de cuarterías en la ciudad de Santa Clara”. En el mismo se
analizan los factores condicionantes (económicos, sociales, legales,
arquitectónicos, urbanos, higiénico-ambientales) de habitabilidad en las cuarterías;
la influencia de las variables en la transformación del hábitat en las cuarterías. Se
analizan instrumentos de diagnóstico empleados en instituciones, trabajo de
diplomas, tesis de maestría y por último, en base al análisis de los elementos
anteriores, se realiza la propuesta del instrumento de diagnóstico basado en
variables e indicadores mediante fichas de diagnóstico y se dan las conclusiones
del capítulo.
El Capítulo III se denomina: “Aplicación demostrativa del instrumento de
diagnóstico en cuarterías de Santa Clara”. En este capítulo se procede a la
selección de la muestra de las cuarterías a aplicar el instrumento de diagnóstico,
realizando una caracterización general de las mismas. En base a la selección
realizada se aplica el instrumento de diagnóstico mediante la aplicación de las
fichas de diagnóstico, se organiza la información y datos obtenidos y se realiza un
procesamiento de resultados. A partir de la información obtenida se proponen las
bases para un proceso de rehabilitación, posteriormente se dan las conclusiones
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de la aplicación del instrumento, señalando fortalezas del mismo y
recomendaciones para la aplicación y, finalmente las conclusiones del capítulo.
Revisión Bibliográfica
Fuentes bibliográficas consultadas Cantidad %
Total de fuentes consultadas 60 100
Referidos en el texto 48 75
Distribución de las fuentes
Según su antigüedad
Anteriores a 2000 12 20
Período 2000-2010 18 30
Posterior a 2010 30 50
Según su tipo
Libros, manuales y folletos 18 30
Artículos en revistas, periódicos 22 36.7
Ponencias, conferencias, discursos, informes, talleres, comisiones, eventos
4 6.6
Decretos, resoluciones, leyes, planes, proyectos, estrategias, metodologías, políticas
10 16.6
Trabajos de diploma, tesis de maestría, tesis de doctorado
6 10
Según su carácter
Nacionales 38 63.3
Internacionales 22 36.7
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Capítulo I: Marco teórico-conceptual sobre el fenómeno de la
precariedad urbana.
La comunidad mundial ha tomado conciencia que ya aproximadamente la mitad de
la población mundial es ahora urbana; con un aumento de la migración del campo
a la ciudad que ha sido preocupante en los últimos años. Esta problemática
repercute a varios niveles y de diferentes formas en el hábitat construido,
aumentando su nivel de precariedad.
El presente capítulo pretende introducir el tema de la precariedad mediante el
análisis de conceptos generales y el tratamiento que se le da a nivel internacional.
Este tema, además, asocia una serie de conceptos que se analizan debido a la
estrecha relación que tienen con otros fenómenos, como los de la informalidad en
la vivienda.
Es oportuno considerar como el Gobierno Cubano se preocupa por el tema de la
precariedad y se empeña en asimilar el contenido acordado en la Nueva Agenda
Urbana en medidas para el mejoramiento de la calidad de vida de su población. Se
pretende estudiar el tema a través del análisis de los documentos del VII Congreso
del Partido Comunista de Cuba y las visiones del Instituto de Planificación Física en
cuanto a este tipo de hábitat.
Después de un recorrido por conceptos generales que definen el hábitat precario,
su ubicación en el contexto internacional y su expresión en Cuba, se identifica un
conjunto de factores que condicionan la precariedad en el hábitat construido, y su
manifestación en el ámbito global y particular.
1.1. Hábitat y ciudad como punto de partida.
Hábitat
Cada vez parece más evidente que el hábitat no existe como tal, sino que se construye
alrededor del espacio de vida del ser humano en base a lo que ahí posee. Por supuesto,
al introducir el concepto de pertenencia, se llega paulatinamente al objeto vivienda que
suele ser el contenedor más próximo donde o desde donde se tiene, tanto los bienes
materiales como el patrimonio intangible, sin que, por supuesto, el hábitat se limite a la
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vivienda o habitáculo de vida, pero sí la vivienda como componente estructural del
hábitat.
El concepto de HÁBITAT es, sin duda, un articulador de saberes: de un lado, su uso es
recurrente dentro del campo de diversas disciplinas; y por otro, ha sido incorporado al
marco institucional en varios idiomas, debido a su carácter emblemático en el interior
del programa de asentamientos humanos y vivienda de la Organización de las Naciones
Unidas. En el ámbito internacional el término se asocia a un conjunto de programas de
cooperación técnica, cuyos orígenes están en la inmediata postguerra europea. Dichos
programas fueron agrupados en la Primera Conferencia Mundial sobre Vivienda y
Hábitat (HÁBITAT I), realizada en Vancouver en el año de 1976, y con el
establecimiento posterior del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos
Humanos (UNCHS), en Nairobi, Kenya.
Como HÁBITAT URBANO, analizando el concepto desde un enfoque urbanístico, se
considera el espacio en donde se definen vínculos de identidad cultural, que suponen
la participación de los individuos y las comunidades en diversas esferas, y podemos
asociarlo a problemas sociológicos y políticos. Hábitat humano sería el conjunto de
factores materiales e institucionales que condicionan la existencia de una población
humana localizada. Es el resultado de la interacción de un conjunto socialmente
organizado, integrado por los seres humanos. Las relaciones y dinámicas que se
establecen en todos los niveles dan forma y sentido a nuestro hábitat.
Isaza, (1993) precisa: “El hábitat comprende la casa de las puertas hacia adentro, el
entorno (de las puertas hacia afuera, el barrio) y el contorno (ciudad)”. De tal manera
que el hábitat corresponde a la vivienda más el entorno.
En este sentido, analizando las palabras de Isaza, (1993) se considera el hábitat en el
contexto urbano, como un sistema cuyos componentes son el espacio urbano, sus
ocupantes (caracterizados por un contexto, procesos sociales, económicos, históricos
y culturales, recorridos y modos de comunicación), el entorno natural como físico-
espacial, el contexto político-institucional y las relaciones como vínculos que estos
elementos tejen entre sí.
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Las manifestaciones y expresiones que se tienen desde el hábitat implican lo individual
y colectivo, lo que como individuos hace desenvolverse y como se refleja este
intercambio social en la colectividad, entendiéndose como familia, medio productivo y
la comunidad. La visión colectiva del hábitat es inherente al ser humano, e implica una
serie de normas y conductas que estructuran la vida en él.
Ciudad
CIUDAD y hábitat humano van de la mano, se puede definir la ciudad desde distintas
perspectivas, entre las que se encuentran las visiones sociológicas, las físico-
espaciales, las económicas, antropológicas y políticas, entre otras. Sin dudas los
elementos de la sociedad en un espacio determinado hacen ciudad (Sáez, 2010). Una
visión física pudiera analizar la ciudad como expresión del sistema de los soportes
materiales de la sociedad (Torres, 2009), y es correcto entender la ciudad formal y
espacialmente, pero se abordarán las visiones sociales que sobre ciudad se pueden
encontrar, porque permiten entenderla globalmente.
Sin dudas este es un espacio favorecido para el marco de intercambio socio cultural,
Gallardo, (2001) expresa que “puede ser entendida como un espacio privilegiado para
la constitución de la ciudadanía y de una identidad colectiva, en la medida que ofrece
un contexto en donde aumentan las posibilidades de encuentro y de intercambio de
comunicaciones”.
Castells, (1996) considera la ciudad como proyección del conjunto de elementos de la
sociedad en el espacio y:
Así mismo, “… pensar las relaciones entre los elementos de la estructura social, en el
interior de una unidad definida en una de las instancias de la estructura social. Más
concretamente, la delimitación de ‘lo urbano’ co nnota una unidad definida o bien en la
instancia ideológica, o en la instancia político-jurídica ”.
Otra manera de apreciarla es desde las ciencias sociales, como lo hace Topalov, (1979)
cuando reconoce la ciudad como socialización capitalista de las fuerzas productivas y
la entiende como resultado de la división social del trabajo, donde se concentran las
condiciones generales de la producción. Esta mirada recuerda que la producción y
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circulación del capital mueven y en muchos casos determinan la vida en las ciudades.
Por lo que se puede concluir que la misma viene siendo el resultado de múltiples
variables, es un sistema en constante movimiento, tan amplio y complejo como las
dinámicas humanas.
Es difícil tener una visión única de la ciudad, pues es tan relativa su percepción como
lo es la experiencia de cada persona, hay que admitir que se vive en la ciudad, y está
constantemente en la esfera de los intereses ciudadanos.
Precariedad urbana
Como punto de partida, el Diccionario de la Real Academia de Lengua Española se
refiere al término PRECARIO como un adjetivo que describe objetos que poseen
poca estabilidad o duración, que no poseen los medios o recursos suficientes. Bajo
esta acepción, es correcto compararlo con el término de pobreza urbana, el cual, a
pesar de no referirse al mismo tema, establece varios puntos de contacto entre
ambos conceptos.
Cuando se habla de PRECARIEDAD URBANA Jordán y Martínez (2009) se refieren
a ella como un desbalance en la demanda de servicios básicos que existe en una
ciudad o parte de ella, la cual existe como un indicador directo de la vulnerabilidad
social de sus habitantes.
El término se define entonces como las características deficitarias cualitativas del
hábitat de las familias, especialmente respecto a la vivienda, ya sea a nivel de
tenencia segura, acceso adecuado al agua potable, al saneamiento y a otros
servicios básicos urbanos; así como a la tipología de vivienda y la calidad
estructural, y a determinados niveles de hacinamiento. Si se analizan los
indicadores de esta variable para la definición de este concepto, es conveniente
centrarse en la vivienda y en el hábitat precario y no sólo en las situaciones de
pobreza de la población. De esta forma, dentro el concepto de pobreza urbana
existen varios elementos que coinciden, pero sólo aquellos vinculados a la condición
de las viviendas y del hábitat urbano y barrial se vinculan al de precariedad urbana
(Jordán y Martínez, 2009).
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Mac Donald, (2015) sintetiza en el Esquema 1, las distintas dimensiones a ser
consideradas, distinguiendo de manera central los conceptos de pobreza urbana,
precariedad urbana y tugurio, refiriéndose al stock de capital como la cantidad de
dinero con la que cuenta una vivienda para suplir sus necesidades básicas, estando
asociado directamente con el concepto más básico de pobreza.
Gráfico 1. Dimensiones de la pobreza y precariedad urbana. Fuente: Mac Donald, 2004.
Vivienda
La proliferación sin precedentes de asentamientos precarios y otros asentamientos
informales es la manifestación física de una falta crónica de viviendas adecuadas y
asequibles en ciudades resultado de inadecuadas políticas urbanas públicas. La
Estrategia Mundial de Viviendas de ONU-Hábitat tiene como objetivo ayudar a los
Estados miembros en el proceso de implementación del derecho a una vivienda
digna.
El derecho a una vivienda digna (como componente del derecho a un nivel de vida
adecuado) está consagrado en varios instrumentos internacionales de derechos
humanos. Los más reconocidos dentro de esa lista son la Declaración Universal de
los Derechos Humanos (art. 25.1) y el Pacto Internacional de Derechos
20
Económicos, Sociales y Culturales (art. 11.1). La Segunda Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (HÁBITAT II) aprovechó este
impulso en 1996. Los resultados de la conferencia, la Declaración de Estambul y la
Agenda Hábitat, constituyen un marco en que el desarrollo de asentamientos
humanos se une con el proceso de desarrollo de los derechos humanos en general
y el derecho a la vivienda, en particular.
En el texto oficial de la Constitución de la República de Cuba, aprobada el 24 de
febrero de 2019, se hace referencia al tema de la vivienda como derecho ciudadano,
expresando que:
Artículo 71: Se reconoce a todas las personas el derecho a una vivienda adecuada
y a un hábitat seguro y saludable.
La VIVIENDA es una célula habitacional que crea ciudad (Sáez, 2010) y es a la vez
un sistema en constante transformación diseñado para satisfacer las necesidades
humanas. Tiene uso, vida útil y expresa los rasgos identitarios de los inquilinos y la
comunidad. Refleja y establece los intercambios naturales que entre ella y la ciudad
se generan. Su dinámica intra-espacial está siempre en constante cambio, pues es
espejo de las dinámicas humanas que a nivel socio-económico y espiritual se gestan
en ella.
La autora Hernández, (2009) en su opinión de la vivienda como objeto tangible del
hábitat construido hace reflexionar en: como la relación de la vivienda con el
entorno, tiene un carácter profundamente social, al señalar que: “Establece y genera
acciones entre ella misma y sus habitantes, y entre éstos y los vecinos, familiares y
la comunidad, en un diálogo permanente” .
La misma autora expresa una visión que hace referencia, en el marco del Análisis
del Barrio Puerta al Llano, a su valor material: “La edificación de la vivienda es la
expresión espacial del hábitat que desde el uso de la técnica se transforma en un
valor de forma, que expresa niveles de calidad de vida.”. Se pued e concluir que, ya
sea desde sus valores espirituales o materiales, la vivienda es la más valiosa forma
del hábitat y también la más necesaria.
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La Estrategia Mundial de Vivienda de ONU-Hábitat (re) posicionará a la vivienda en
el debate contemporáneo global sobre ciudades inclusivas con economías
sostenibles y viables tanto ambiental y cultural como socialmente. Además, la
Estrategia dará varios resultados importantes, tales como:
o Un cambio de paradigma en el pensamiento y la práctica de la política de vivienda
o Una contribución a los objetivos de desarrollo sostenible después del 2015
o La promoción de reformas sistémicas que permiten un mayor acceso a una
vivienda digna con una variedad de soluciones de vivienda que responden a las
demandas efectivas
o El fortalecimiento del vínculo entre la vivienda y otros sectores de la economía
o La descentralización de la producción de viviendas
o El aumento del uso de diseños y tecnologías sostenibles para edificios y barrios
que generan soluciones rentables, eficientes, flex ibles en cuanto al manejo de la
energía.
Déficit Habitacional
El DEFÍCIT HABITACIONAL, no es sólo la ausencia o falta de vivienda, sino el
conjunto de carencias o precariedad en la vivienda y las condiciones del entorno
que determinan las condiciones en que habita la población en un territorio
determinado. La visión integral del déficit habitacional se plantea desde un enfoque
de derechos, principalmente en cuanto al derecho a la vivienda adecuada y el
derecho a la ciudad.
El déficit de vivienda no es un simple desajuste en el mercado habitacional, o
consecuencia de diferencias técnicas, organizativas o de diseño en la producción
de viviendas; su explicación debe referirse estructuralmente a otras carencias como
las referidas al empleo y al ingreso, que inciden en su determinación causal,
impidiendo que gran parte de la población, pueda pagar lo altos costos da la
vivienda y de sus elementos componentes: tierra, materiales de construcción, fuerza
de trabajo, financiamiento y tecnología.
El concepto de déficit habitacional está compuesto por dos dimensiones:
22
a) la precariedad, que hace referencia a la calidad de los materiales con que está
construida la vivienda y al nivel de prestación de servicios internos y;
b) el hacinamiento, en sus dos subdimensiones (hacinamiento por cuarto y
hacinamiento de hogares). El primero se refiere a la relación entre las personas que
habitan una vivienda y la cantidad de cuartos disponibles, mientras que el segundo
hace alusión a la residencia en una vivienda de más de una familia. Precariedad y
hacinamiento son dos fenómenos que no van siempre unidos. Si bien la experiencia
en medición del déficit habitacional ha demostrado la alta frecuencia en la aparición
simultánea de estas dos situaciones, estos dos fenómenos están presentando en
los últimos años una evolución diferencial que podría estar vinculada, por una parte,
con los efectos de las políticas habitacionales y, por otra, con la generalización del
fenómeno de la pobreza.
Calidad de vida en el hábitat
La calidad de vida en las ciudades depende de la distribución equitativa de la
riqueza generada en ellas y esto depende de la manera de que a sus habitantes se
les deben garantizar los mismos derechos y libertades básicos, las mismas
oportunidades y los mismos medios generales, como los ingresos monetarios y la
riqueza. Estos elementos permitirán sentar las bases sociales del respeto a sí
mismo, buscando la igualdad social y monetaria para la concepción de una ciudad
más justa (Mac Donald, 2003).
Al garantizar este acceso a los bienes primarios, ampliará el espectro de
capacidades que le permitirán al individuo ser y hacer lo que desea, elevándose el
ejercicio de su libertad. De esta forma, la ciudad será habitada por seres libres e
iguales, que se reconocen y son reconocidos por sus otros conciudadanos en el
espacio público; lo que repercutirá en la consolidación de una sociedad con un
mayor grado de desarrollo, equidad y justicia para todos sus integrantes; evitándose
todo tipo de segregación social, económica y espacial. Es así que se genera una
espiral virtuosa que aumenta la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad.
Este tipo de aglomeraciones independientemente, de donde se desarrollen, deben
buscar una igualdad social y un conjunto de condiciones básicas para el desarrollo
23
de la vida, por tanto, evaluando ciertos parámetros que afectan a la calidad de vida
se puede evaluar la calidad del hábitat debido a la estrecha relación que existe entre
los mismos. Algunos de estos parámetros son: el acceso a los servicios, dígase
servicios policiales, hospitalarios u otros; el autoconstrucción de las viviendas
además del tipo de materiales con que se realizan las mismas, la planificación
urbana de cada una de estas áreas, el acceso al agua potable, el acceso al mercado
laboral, entre otros aspectos que pueden decidir dichas condiciones de vida en un
hábitat determinado.
1.2. La nueva política económica y social aplicada en Cuba posterior a
1959
En el texto oficial de la Constitución de la República de Cuba, aprobada el 24 de
febrero de 2019, se hace referencia al tema de la vivienda como derecho ciudadano,
expresando que:
Artículo 71: Se reconoce a todas las personas el derecho a una vivienda adecuada
y a un hábitat seguro y saludable.
El Estado hace efectivo este derecho mediante programas de construcción,
rehabilitación y conservación de viviendas, con la participación de entidades y de la
población, en correspondencia con las políticas públicas, las normas de
ordenamiento territorial y urbano y las leyes.
A partir del 2011 con el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba se determina
un cambio en la política inversionista para el sector de la construcción y la vivienda,
con la adopción de formas no estatales de gestión con el fin de solucionar la
problemática habitacional. Ello queda reflejado en varios de sus lineamientos:
• Lineamiento 233. Establecer el Programa Nacional de la Vivi enda de forma
integral, que abarque las directivas principales de la construcción, las formas de
gestión para la producción, incluyendo la no estatal y por esfuerzo propio, la
rehabilitación de viviendas y las urbanizaciones, definiendo las prioridades para
resolver el déficit habitacional, teniendo en cuenta un mayor aprovechamiento del
suelo y el uso de tecnologías más eficientes.
24
• Lineamiento 235. Adecuar la legislación sobre la vivienda al modelo de desarrollo
económico y social, asegurando la racionalidad y sustentabilidad de la solución al
problema habitacional, manteniendo los principios sociales logrados por la
Revolución y diversificando las formas para su acceso y financiamiento.
• Lineamiento 293. Deberá prestarse especial atención al aseguramien to de los
programas de viviendas a nivel municipal, a partir de las materias primas existentes
en cada lugar y las tecnologías disponibles para fabricar los materiales necesarios.
• Lineamiento 299. Los materiales de la construcción con destino a la conservación,
rehabilitación y construcción de viviendas se venderán a precios no subsidiados. En
los casos que se requiera, se aplicará el subsidio a las personas, parcial o
totalmente, dentro de los límites planificados. (Lineamientos de la Política
Económica y Social del Partido y la Revolución, 2011).
En la sesión plenaria del Parlamento en este 2019, se dio a conocer la nueva Política
de la Vivienda en Cuba, la cual proyecta una solución integral al problema sensible
y priorizado de la vivienda en nuestro país para el período 2016-2021.
En ella se destaca la necesidad de la vivienda como uno de los principales
programas que se debe impulsar por parte del gobierno y Declara que la Política de
la Vivienda tiene como punto de partida los Lineamientos de la Política Económica
y Social del Partido y la Revolución para 2016-2021, en especial:
a) Política inversionista: lineamientos 88, 90, 91, 92, 95 y 97.
b) Política social (gratuidades y subsidios): lineamiento 144.
c) Política para las construcciones, viviendas y recursos hidráulicos: lineamientos
228, 229, 231 al 237, 239 y 242.
Esta política integra ideas, fuerzas, principios de concepción sobre la vivienda,
elementos de organización e integra la ciencia y la innovación, pues se destacan el
aporte de varios grupos universitarios.
Los aportes brindados por los programas llevados a cabo con la participación de
todos, garantizan la movilización de la fuerza de empleo y convoca a todos a
25
construir viviendas, por el Estado, a los organismos y a las instituciones que puedan
crear brigadas con sus trabajadores. Debe ser un movimiento en todos los
municipios e incluye lo que se pueda hacer por esfuerzo propio de la población. El
éxito de este programa es lo que determinará el futuro de la vivienda en Cuba, en
aras de la recuperación del déficit habitacional existente en el país.
Otro acuerdo de vital importancia en relación con la situación legal de la vivienda en
Cuba ha quedado registrado en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, como
parte del Decreto-Ley No. 272 “De la organización y funcionamiento del Consejo de
Ministros”, con fecha 12 de marzo de 2019.
El acuerdo ha aprobado el Reglamento sobre ordenamiento y legalización de
viviendas, cuartos, habitaciones, accesorias y locales; el cual regula el proceso de
ordenamiento y legalización de viviendas, cuartos, habitaciones, accesorias y
locales sin status legal o sin observar las formalidades en su construcción, siempre
que cumplan con las regulaciones territoriales y urbanísticas, con el fin de
transferirlas en concepto de propiedad a las personas naturales que ocupen estas.
Entre las disposiciones generales destacan:
-El proceso se desarrolla en un período de seis años,
-La legalización se efectúa al margen de la aplicación de lo dispuesto a los que han
construido ilegalmente e incumplen con las regulaciones territoriales y urbanísticas.
-El proceso incluye las viviendas ubicadas en las zonas urbana y rural.
-La transferencia en concepto de propiedad a las personas naturales que ocupen
legalmente viviendas, cuartos, habitaciones, accesorias o locales, se autoriza a los
casos siguientes:
usufructuarios y ocupantes de cuartos, habitaciones o accesorias,
convertidas en viviendas adecuadas o que pueden serlo.
De igual manera se autoriza la legalización de viviendas y locales terminados
o en ejecución por el Estado o la población, sin cumplir las formalidades
legales.
26
La aprobación y puesta en vigor de este acuerdo constituye un paso de avance en
cuanto a tenencia legal de la vivienda se refiere, fundamentalmente para los
sectores más informales del hábitat en Cuba, entre ellos los residentes de las
cuarterías.
1.3. Términos y definiciones sobre cuarterías y ciudadelas
Son varios los términos y definiciones empleados indistintamente en los países de
América Latina, Europa y Cuba.
En la región iberoamericana a esta modalidad del hábitat se le conoce con
diferentes términos. En Chile y Santo Domingo se denominan cuarterías; en Perú
se les nombra solares; en Argentina y Uruguay conventillos; en México vecindades;
en El Salvador y Zacatecas (México) mesón; en Sao Paulo (Brasil), cortiços;
mientras que en España se les conoce como corralas, ciudadelas en Colombia y
Cuba; cités en Chile y callejones en Perú. (Ver Anexo 1)
Las casas de vecindad, ciudadelas, solares o cuarterías son términos que se
emplean indistintamente en Cuba para denominar a la tipología de vivienda
destinada al alquiler de habitaciones asequibles para las familias pobres, con
habitaciones alrededor de un patio o pasillo que contiene los servicios de uso
común.
A pesar de su presencia aún muy extendida en distintas ciudades cubanas, no
existe en la actualidad ningún término legal para designar a este tipo de vivienda,
por lo que las casas de vecindad se incluyen dentro de la categoría de edificios
multifamiliares atendiendo a la presencia de elementos comunes de servicios como
son el terreno, los vestíbulos, las galerías, las escaleras y las vías de comunicación,
entre otros. No obstante, las distintas dependencias del sistema de planificación
física y de la vivienda sí independizan esta tipología residencial de otros edificios
multifamiliares y aunque no exista un consenso en el término apropiado, la
nomenclatura más utilizada es la de ciudadela.
27
Tugurios en zonas centrales
Los otros tipos que se denominan tugurios son las viviendas deterioradas del centro
de las ciudades y de las cuales actualmente no existe una gran información y no
han sido objeto de muchos estudios en la región.
Las zonas centrales de las ciudades sufrieron un cambio en la intensidad de su uso,
las grandes casas, ya deterioradas, fueron subdivididas, acogiendo a algunos
sectores obreros y asalariados sin especialización que vieron en estas viviendas
una posibilidad de vivir junto a sus familias, a los que se sumaron algunos
inmigrantes rurales. Gran parte de este cambio de uso fue propiciado por los dueños
de las propiedades, especuladores y corredores de propiedades que vieron en este
proceso la posibilidad de obtener una alta rentabilidad.
La población que habita y habitaba en esos asentamientos lo hacía en forma
precaria y con frecuencia irregular y las condiciones de las viviendas, en términos
de materialidad y servicios, eran deplorables.
En la actualidad, este tipo de asentamiento sufre un proceso de deterioro y
degradación, las condiciones de las viviendas, debido a su estructura, no han
cambiado con el tiempo, manteniéndose la misma configuración y diseño, que no
se ha podido adaptar al crecimiento y a los cambios de sus pobladores.
En algunos sectores del centro de las ciudades aún existen asentamientos con
habitación que se reducen a un par de piezas, producto de la subdivisión de algunas
casonas, cuya principal característica es el hacinamiento y donde sus habitantes
deben realizar todas sus labores domésticas en pocos y pequeños cuartos.
Pero actualmente está en marcha un proceso de reparación y restauración,
comercial, cívica y habitacional de los sectores centrales de las ciudades, lo que ha
hecho que el valor del suelo aumente, ante la presión de las inmobiliarias y
constructoras. Esto producirá necesariamente un desplazamiento gradual de la
población que habita en las zonas deterioradas hacia otros sectores de la ciudad,
que posiblemente sea la periferia.
28
Inquilinatos
Se le denomina en Ecuador, Colombia y Venezuela a la forma de alojamiento o
vivienda colectiva en la cual varias familias pobres comparten una casa,
generalmente una por cada cuarto o habitación, usando en forma comunal los
servicios sanitarios y de acueducto. Por ser formas de alojamientos baratos y
modestos suelen presentar malas condiciones higiénicas por el hacinamiento.
Pasajes
Se caracteriza por ser el resultado de una ampliación espontánea de viviendas, las
cuales se abren hacia el interior de la manzana y con el tiempo se hace necesario
una salida independiente e inmediata hacia la calle. Surge así el fenómeno de
Pasajes como el resultado entre dos viviendas que se fueron subdividiendo en sus
partes traseras respectivamente, identificándose por su longitudinalidad y
dimensiones espaciales reducidas, no presentan patios interiores.
Conventillos
Es como se denomina a un tipo de vivienda urbana colectiva donde una familia o un
grupo de hombres solos alquilaban cuartos. Los servicios (como comedor y baños)
solían ser comunes para todos los inquilinos. Muchas veces el conventillo
representaba el uso tardío de casas residenciales o petits hoteles en vecindarios
que habían descendido de categoría social. Solían presentar malas condiciones
sanitarias, por el hacinamiento. En general, estaban estructurados en galerías
alrededor de uno o varios patios centrales, las paredes y el techo eran de chapas
metálicas y la estructura de vigas de madera armadas con piedras o ladrillos.
El concepto de Conventillo parece derivar del convento de origen religioso, por
cuanto conventus significa congregación, reunión. Además, su morfología recuerda
la de los conventos, en tanto estos presentan un conjunto de celdas de pequeño
tamaño a las que se accede habitualmente por el claustro, que no deja de ser un
corredor.
Ciudadelas
Conjunto de cuartos o habitaciones interiores, con puerta a un pasillo o patio común
cuyo origen es el resultado de un proceso de tugurización debido a la división y
29
ocupación en edificios que anteriormente fueron instalaciones públicas o
residencias unifamiliares. También conocidas como solares. Presentan grandes
dimensiones espaciales debido a que su origen constituía grandes casas palaciegas
de la alta burguesía.
Cuarterías
Una cuartería es un grupo de pequeñas edificaciones destinadas a vivienda
temporal, cuyas condiciones de habitabilidad y salubridad son precarias.
Normalmente están dispuestas en línea, en torno a patios o huecos interiores, con
formas cuadrangulares.
Conjunto de cuartos o habitaciones interiores en una casa de vecindad de una o
más plantas, habitada por varios núcleos familiares, en el cual los patios y servicios
son generalmente de uso común, su origen parte de recintos residenciales
construidos como pequeñas habitaciones contiguas para el alquiler de las personas
de bajo ingreso.
Aposento utilizado como dormitorio y uso múltiple, compuesto de un solo local,
enclavado en un inmueble, dedicado a la vivienda de una o más personas,
generalmente con servicio sanitario y baño de uso común, agua afuera de la pieza
o alguna de ellas en su interior.
1.3. Condiciones, formación y desarrollo del fenómeno de las cuarterías en
Cuba
1.3.1. Proceso de formación de las cuarterías
Es sabido que el inquilinato fue una respuesta temprana al hábitat de la población
de menos recursos en las grandes ciudades del mundo. Este fenómeno también
tuvo lugar en el ámbito latinoamericano, con la aparición de las casas de vecindad
que tuvieron en sus orígenes marcadas semejanzas tipológicas debido a similitudes
geográficas, así como a circunstancias análogas ocurridas en el proceso de
conformación de sus ciudades. Particularmente en Cuba, esta tipología edilicia
apareció en el siglo XIX, asimilando características de culturas foráneas como las
provenientes de las corralas españolas y de las construcciones de esclavos libertos
30
con fines religiosos en solares urbanos. Algunos autores distinguen también en
estos edificios, influencias provenientes de los barracones de esclavos, de las
caballerizas y de transformaciones realizadas a las casas de huéspedes. En
cualquier caso, esta tipología se adaptó de forma coherente a la trama compacta y
semi-compacta de las zonas urbanas de enclave, evidenciándose desde el inicio,
su marcado componente especulativo en el uso del suelo.
En referencia a los antecedentes del fenómeno de las cuarterías, particularmente
en Cuba, su presencia estuvo asociada con el aumento desmedido de una
población desposeída de bienes, como los esclavos libertos; los inmigrantes
extranjeros que evadían conflictos de diversa índole; los campesinos que buscaban
mejorar sus condiciones de vida, así como la clase obrera emergente. Sin embargo,
este aumento demográfico no se acompañó de políticas estatales para la vivienda
de los sectores más humildes de la población, lo que fue aprovechado con fines de
lucro por la empresa privada para la producción de viviendas que no ofrecían
condiciones apropiadas de vida. Consecuentemente, la expansión urbana ocurrida
en La Habana en el siglo XIX estuvo directamente relacionada con las
características propias de esta modalidad de vivienda, lo que dejó una huella visible
en la ciudad que persiste hasta nuestros días.
En general las casas de vecindad se caracterizan por ser construcciones en las
cuales se aprovechaba al máximo el área disponible en el lote para la creación de
habitaciones para alquilar a familias o individuos de escasos recursos. Tales
habitaciones se organizaban, según las proporciones de la parcela, alrededor de un
patio o pasillo que servía como circulación principal y a la vez, como fuente de
ventilación e iluminación. En el centro o al final de ese espacio exterior se ubicaban
aquellos servicios de uso común como los baños, los lavaderos y la cocina. El
esquema se desarrollaba indistintamente en uno o varios niveles, y por lo general,
se jerarquizaban los espacios con conexión directa con la calle. Era común que
estos edificios tuvieran muy escasa decoración, ya que se ejecutaban rápidamente
y con muy pocos recursos. Las habitaciones tenían alrededor de 16 m2 de área y su
altura oscilaba entre 4 y 6 metros, respetando las regulaciones constructivas de la
31
época. Esta tipología casi siempre disponía en su parte delantera, de viviendas
unifamiliares, servicios, o accesorias y no solo se diseñaban para completar la parte
posterior de un lote, sino que también se les utilizaba para rellenar los interiores de
las manzanas luego de haberse ocupado todas las franjas directamente vinculadas
con la calle.
Los propietarios de estos inmuebles generalmente rentaban los mismos a un
arrendatario por un alquiler total, quien, a su vez, se encargaba de lidiar con los
inquilinos y velar por el orden y la higiene interior. Los alquileres fluctuaban según
la situación económica imperante en el país, pero llegaron a consumir casi el 40 %
del salario de una persona con trabajo fijo, que no era el caso de la mayoría de los
habitantes. Se conoce que en algunas de las casas de vecindad el arrendatario
tenía la potestad de regular el tipo de inquilinos, discriminando por sexo, raza,
estado civil e incluso, por la presencia de menores de edad.
Aunque estas construcciones eran realizadas generalmente por empresas
particulares, el Estado reconocía de forma legal esta modalidad edilicia y reguló los
requerimientos que debían cumplir las mismas en las “Ordenanzas Sanitarias”. En
dicho documento se estipulaban los servicios que debían tener las casas de
vecindad, como baños, inodoros y vertederos, con pisos y paredes impermeables,
además de las bateas o vasijas destinadas para lavar. También fijaban estándares
mínimos de 9 m 2 de superficie y altura de 4 m para las habitaciones. Se exigía un
estado técnico apropiado y la obligatoriedad de mantener el ambiente limpio, así
como de pintar las edificaciones una vez al año. En estas ordenanzas se prohibía
obstaculizar el paso del aire y la luz que entraba a través de los vanos, así como
realizar las actividades domésticas como lavar y cocinar dentro de las habitaciones.
Tales disposiciones que regulaban el ambiente interior en su mayoría eran
infringidas, aunque por el contrario estaban bien controlados aquellos aspectos que
afectaran la imagen urbana, tales como la alineación de las fachadas, las alturas de
los edificios y la expresión de las fachadas, entre otros.
El fuerte contraste entre una imagen exterior perfecta y armoniosa y un interior
insalubre y con gran hacinamiento era totalmente indiferente para los organismos
32
gubernamentales y para la prensa, que se encargaba de hacer ver estos
descalabros como parte del folklor popular. No obstante, según apunta Peñate
varias publicaciones de la época divulgaron la valiente denuncia de algunos
profesionales ante esta situación que alcanzaba proporciones urbanas, y cita, entre
ellos: el discurso “La vivienda en pro común sus inconvenientes y reformas que debe
introducirse” del doctor Diego Tamayo 1904; el estudio de Luis Bay y S evilla
publicado en 1924 en el libro “La vivienda del pobre. Sus peligros en el orden moral
y de la salud”; el libro “La Habana Actual” escrito por Martínez, (1925) y la tesis de
doctorado de Juan M. Chailloux Cardona publicada en 1939 bajo el título de “L os
horrores del solar habanero. Síntesis histórica de la vivienda popular” (Matamoros,
2015).
En estos materiales se criticaron las pésimas condiciones de las casas de vecindad
y se condenó el estado higiénico; el hacinamiento; el papel vacilante de los
propietarios ante las necesidades de mejoras o al cumplimiento de las normativas;
la dificultad para realizar las labores domésticas; la falta de agua potable; la falta de
ventilación e iluminación natural y los altos alquileres. Se planteaba también que
este panorama era el causante de la mayoría de las enfermedades existentes en la
ciudad y señalaron su influencia sobre el ambiente social, que favorecía la
criminalidad, la prostitución y la pérdida de los valores y de la moralidad
(Matamoros, 2015).
Martínez, (1925) propuso ciertas condiciones mínimas apropiadas que deberían
tener las viviendas y se pronunció por la construcción de viviendas individuales o
vinculadas en grupos de a seis, para las zonas periféricas, recomendando que las
grandes “casas” de las áreas centrales podían ser divididas en apartamentos. El
propio autor también advirtió sobre la necesidad de realizar estudios que permitieran
conocer la demanda de habitaciones, así como la situación real de las casas de
vecindad, el tipo de familia que vivían en inquilinato y la cercanía con los centros de
trabajo, entre otros. A pesar de la falta de información precisa, estimó en 20 mil el
déficit de casas, lo que representaría una inversión de 80 mil pesos incluyendo el
costo del terreno. Basándose en la experiencia internacional, advirtió que el Estado
33
no podía asumir todos estos costos por lo que debía trabajar de conjunto con
particulares, entidades benefactoras y cooperativas, como intermediario o protector,
a partir de leyes que promovieran y apoyaran la construcción de casas baratas
mediante préstamos y subvenciones, inversiones en el transporte y facilidades para
la adquisición de terrenos.
Por su parte Bay, (1925) estimó que, en relación con la situación de 1919, un tercio
de las casas de vecindad habían desaparecido para el año 1925, debido a que sus
propietarios optaron por levantar en estos terrenos negocios más lucrativos como
garajes, industrias y comercios. Tales acciones, sumadas a la presión ejercida por
las denuncias a las precarias condiciones de las casas de vecindad, condicionaron
que en las Ordenanzas Sanitarias de 1938 se prohibiera su construcción. Sin
embargo, ante el vacío de medidas estatales para el hábitat de las clases humildes,
esta modalidad edilicia persistió en el tiempo y junto a ella, todos sus males
asociados.
Como parte del Programa del Moncada, la Revolución Cubana trató de mejorar el
problema de la vivienda de las clases humildes. A partir de 1959 los inquilinos de
las casas de vecindad se vieron beneficiados con la rebaja de hasta un 50 % en los
alquileres y posteriormente con la Ley de Reforma Urbana se convirtieron en
usufructuarios gratuitos de las habitaciones en las cuales residían, ya que la falta
de condiciones mínimas de estas viviendas las invalidaba para que pudieran
otorgarse títulos de propiedad. Como parte de la política de mejoramiento de las
casas de vecindad, a lo largo de varias décadas se realizaron diferentes planes
auspiciados sucesivamente por el Ministerio de Obras Públicas; la Administración
Regional de La Habana y por la población con ayuda del Estado. Estos planes
solucionaron problemas técnicos y constructivos en algunas de las edificaciones y
mejoraron parcialmente las condiciones de habitabilidad al incorporar en los
espacios interiores las cocinas y los baños.
Sin embargo, la política de la vivienda social en Cuba durante las últimas décadas
priorizó la ejecución de obras nuevas en zonas periféricas de las ciudades, sobre la
conservación del fondo existente, lo que ha condicionado que las casas de vecindad
34
subsistan hasta hoy en las zonas centrales de las principales ciudades cubanas,
estimándose que existen más de 19 mil habitaciones en cuarterías en el país y de
ellas, más de 11 mil en la capital, según datos aportados por el censo del 2012.
(Matamoros, 2015).
Con el transcurso del tiempo algunos problemas intrínsecos de las casas de
vecindad han perdurado, en tanto otros nuevos problemas se les han sumado, como
resultado de las transformaciones descontroladas realizadas por la propia
población, en busca del mejoramiento de sus condiciones de vida. No obstante,
cualquier intento de revertir los problemas heredados debe partir de considerar el
papel determinante que esta tipología ha tenido y tiene, en la conformación de las
principales zonas centrales de La Habana y de otras ciudades cubanas, así como
el que han desempeñado en la consolidación de formas de vida particulares y, por
tanto, en la identidad de numerosos barrios tradicionales. (Matamoros, 2015).
1.3.2. Situación actual de las cuarterías en Cuba
Las zonas centrales de las principales ciudades cubanas se encuentran en un
estado de deterioro acelerado debido a numerosos factores, entre los que se
pudieran mencionar el escaso mantenimiento y el débil poder de gestión de los
gobiernos locales para revertir esta situación. Este problema es particularmente
acentuado en el caso de la vivienda, por su presencia mayoritaria en el tejido urbano
de lo cual se deriva su impacto sobre el uso del suelo, la imagen de la ciudad y la
calidad de vida de los habitantes. Las casas de vecindad ocupan una parte
considerable del tejido urbano en zonas centrales de las principales ciudades
cubanas. A pesar de las transformaciones realizadas en distintos momentos, dichas
construcciones continúan presentando condiciones de habitabilidad altamente
inadecuadas, a tal punto que actualmente se consideran una de las tipologías del
hábitat con mayor problematicidad en las ciudades cubanas. Su antigüedad,
precariedad en el hábitat, la inexistencia de estudios que aborden la problemática,
las complejidades legales a tal punto que no existe término legal para definir este
tipo de vivienda, lo convierten en un fenómeno que se vuelve cada día más complejo
de resolver.
35
Las cuarterías constituyen un fondo habitacional en riesgo permanente; tanto por
su vulnerabilidad física ante amenazas de desastres naturales; como por su
vulnerabilidad social, debido a las pésimas condiciones de habitabilidad e higiénico-
sanitarias y al modo de convivencia de sus residentes. Además, presentan
dificultades complejas como: espacio insuficiente, hacinamiento, falta de privacidad,
precariedad, nocividad ambiental, alto deterioro técnico-constructivo, derrumbes
parciales redes técnicas en colapso, sobre-explotación estructural, conflictos
sociales, promiscuidad, conflictos de convivencia, manifestación de ilegalidades,
índices de insalubridad persistentes. Por lo general las cuarterías contienen entre 4
y 9 sub-viviendas, lo que se expresa directamente en la pérdida de los valores
estéticos de los edificios y la descualificación del entorno, al modificarse la
composición formal de fachadas y volúmenes.
Ante esta problemática tan acentuada en las ciudades cubanas resulta necesario
reflexionar no solo sobre el futuro sino sobre el presente inmediato de las cuarterías,
como parte de los procesos de transformación y mejoramiento que se emprenden
en las ciudades, dado que este constituye un fenómeno que va más allá de un
simple problema técnico-constructivo o desconocimiento de sus habitantes, sino
que constituye un fenómeno de proporciones urbanas, con una huella indestructible
en su estructura física, fuertemente vinculado con la vida de numerosas personas y
la identidad de los barrios, un fenómeno que más allá de abarcar un componente
arquitectónico-urbano, se ha convertido en un fenómeno de carácter social.
Los esfuerzos por garantizar una vivienda adecuada y sostenible en Cuba se han
convertido en asunto estratégico y constantemente han estado en el centro de las
preocupaciones de las políticas sociales. Ello no significa que se hayan podido
resolver ni mucho menos los déficits de viviendas que tiene el país, no solo debido
a razones objetivas, sino también subjetivas. Las restricciones económicas,
comerciales y financieras impuestas por el bloqueo de los estados Unidos de
América al país por casi sesenta años, unido a las propias debilidades estratégicas
en la solución integral del problema de la vivienda, no han permitido avanzar con
mayor celeridad y mejores resultados.
36
Sin embargo, las transformaciones que se operan en el país luego del año 2011, en
que se establecen y comienzan a implementarse nuevos lineamientos de políticas
económicas y sociales, como parte del proceso de actualización del modelo
económico, traen aparejadas reformas regulatorias, nuevos mecanismos de
políticas y diversificación de actores asociados al proceso de construcción de
viviendas; abriendo así un camino mucho más flexible y diverso, que debe ser
estudiado para lograr el gran empuje que se precisa en la solución integral y
sistémica del secular problema social que es la vivienda.
En la sesión plenaria del Parlamento, se dio a conocer la nueva Política de la
Vivienda en Cuba, la cual proyecta una solución integral al problema sensible y
priorizado de la vivienda en nuestro país, destacándola como uno de los principales
programas que se debe impulsar por parte del gobierno. En dicha sesión se declara
que la Política de la Vivienda tiene como punto de partida los Lineamientos de la
Política Económica y Social del Partido y la Revolución para 2016-2021, en especial
los referidos a la Política inversionista (88, 90, 91, 92, 95 y 97) y la Política social
(gratuidades y subsidios) lineamiento 144.
El fondo habitacional en Cuba se encuentra dañado considerablemente, arrojando
índices de altos de precariedad. Los datos arrojados por la Dirección General de la
Vivienda del MICONS destacan que el fondo habitacional cubano con un total de 3
824 861 viviendas (según Censo del 2012 y evolución del fondo con cierre junio
2017), posee un 39% en regular y mal estado técnico-constructivo. Por su parte, el
fondo precario presenta un total de 9 823 cuarterías y ciudadelas, con 84 452
viviendas, de ellas 117 775 poseen pisos de tierra y 854 edificios se encuentran en
estado crítico (de ellos 696 en La Habana, con 6 960 apartamentos); estimándose
un fondo precario 849 753 personas afectadas.
Tomando como base los datos analizados anteriormente y la consulta de
documentos y datos oficiales referidos al problema de la vivienda en Cuba, se ha
realizado un análisis histórico del fenómeno de las cuarterías en Cuba. Partiendo
desde el siglo XX tenemos que, en 1904 existían 2 839 casas de vecindad con un
total de 33 230 habitantes (1/3 de la población habanera de ese momento), para un
37
índice de ocupación de 2.58 inquilinos por habitación. Con la Ley de Reforma
Urbana, los inquilinos de las ciudadelas pasaron a ser usufructuarios gratuitos, lo
que permitió hacer transformaciones que antes no permitían sus dueños. Antes de
1959, en La Historia me Absolverá Fidel hace alusión que en Cuba había 12 000
bohíos y chozas; 400 000 familias del campo y de la ciudad viven hacinadas en
barracones, cuarterías y solares sin más elementales condiciones de higiene y
salud.
El Censo de Población y Vivienda en 2012 arrojó la existencia de 11 167 325
habitantes, correspondientes a 2.87 personas por vivienda; 19 000 habitaciones en
cuarterías en el país, de ellas más de 11 000 en la capital. Estableciendo un índice
de 3 inquilinos por cuarterías, arroja un aproximado de 57 000 personas viviendo en
cuarterías. Si a esto se suma que en relación con las 2 992 unidades de locales de
trabajo destinadas a viviendas encontramos 3 015 hogares, de igual forma sucede
con las 484 colectividades (otra alternativa de vivienda), donde convive una
población de 27 730 habitantes, o sea, un promedio de 57.29 habitantes por
colectividad, en ambos casos encontrándose niveles altos de hacinamiento. En
2016 existían 9 823 cuarterías, considerando un índice de ocupación de 3 inquilinos
por vivienda, existe un total de 29 469 personas que viven en cuarterías. Del total
de 3 824 861 viviendas existentes en el país representan el 0.002 %, un índice
relativamente bajo en comparación con el resto de países de América Latina y el
resto del mundo.
Estos datos demuestran que la política de la vivienda social en Cuba durante las
últimas décadas priorizó la ejecución de obras nuevas en zonas periféricas de las
ciudades, sobre la conservación del fondo existente, lo que ha condicionado que las
casas de vecindad subsistan hasta hoy en las zonas centrales de las principales
ciudades cubanas.
1.4. Regularidades para la transformación del hábitat en cuarterías
Cuando se habla de hábitat precario, en el plano internacional, no se puede dejar
de mencionar las conferencias que cada veinte años ha venido realizando las
Naciones Unidas, organizadas por su Programa para los Asentamientos Humanos
38
(ONU-Hábitat) para discutir el futuro urbano del planeta. En la Conferencia de las
Naciones Unidas celebrada en la ciudad de Quito, en octubre de 2016, la
Conferencia HÁBITAT III permitió aprobar la Nueva Agenda Urbana (NAU), como
plataforma consensuada por los Estados miembros de las Naciones Unidas, para
trazar la forma en que deberían evolucionar las ciudades para que sean entornos
amigables para los seres humanos, seguros, sostenibles, resilientes a las amenazas
naturales, inclusivos, compactos y saludables (Padrón, 2016).
Actualmente, una de las manifestaciones de hábitat precario lo constituyen las
cuarterías o ciudadelas, como son conocidas en Cuba, pero erradicar este
fenómeno no es una tarea sencilla. Algunos estudios aseguran que las casas de
vecindad no llegan al 3 % del total de las viviendas en países como Argentina, Chile,
Costa Rica, Perú y Ecuador. Este dato podría tomarse como indicador de la
tendencia de demoler estas edificaciones, debido a los intereses especulativos y al
papel del mercado en territorios tan demandados por su centralidad, por la
presencia de servicios y por los valores históricos-culturales que poseen,
ocasionando una sensible transformación en las principales ciudades
latinoamericanas. A pesar de esto, se han realizado intervenciones importantes en
esta tipología arquitectónica, dentro de las que se destacan las realizadas en los
conventillos de Valparaíso en Chile, en las corralas de Madrid en España y las casas
de vecindad en Cuba.
La recuperación de inmuebles con participación social ha ido desarrollando
estrategias, sobre todo, las intervenciones en países de América Latina y Europa. La
evidencia más importante lo constituye Chile con las Intervenciones en Conventillos
de Valparaíso.
La Rehabilitación integral y participativa de la Población Unión Obrera de
Valparaíso constituye una de las principales experiencias que tiene Chile en la
rehabilitación de un edificio de vivienda social con carácter patrimonial.
La propuesta surge de la iniciativa de recuperar la ciudad, y con ella las casas de
vecindad con la participación social de todos sus habitantes. La realización de un
diagnóstico y planeamiento permitió identificar los inmuebles con esta tipología y a
39
partir de ahí determinar la situación legal, social y técnico-constructiva; analizar las
posibilidades de rehabilitación estimando costos de inversión y proponer herramientas
capaces de propiciar los distintos planes para la intervención de los conventillos.
El proceso de intervención se dividió en tres etapas:
Una primera etapa, de organización de la comunidad y saneamiento del inmueble
(regularización de títulos de dominio). Se realizan labores de participación social
basado en encuestas y propuestas de los habitantes, caracterización de la población
residente en el inmueble en cuanto a las fuentes de empleos, el nivel económico,
cultural y social. (Ver Anexo 2)
La segunda etapa, elaboración de una propuesta de proyecto de arquitectura con el
fin de gestionar el cofinanciamiento con la Junta (Para poder obtener el
cofinanciamiento era importante tener un proyecto preliminar del que se pudiera hacer
una estimación económica y así poder obtener establecer qué porcentaje podría ser
asumido con el subsidio de vivienda (FSV) y cuanto sería el remanente a financiar,
que sería asumido por la Junta)
La tercera etapa, donde se realizan labores de ejecución de obra y se pone en marcha
la propuesta arquitectónico-urbana aprobada en conjunto entre la Junta y los
habitantes de la casa de vecindad. Esta etapa contempló dos momentos importantes:
el primero fue el abandono que hicieron los pobladores del inmueble como medida de
presión para que se diera inicio a las obras, dirigiéndose a casas de familiares o, en
el caso de los de mayores recursos, arrendar alguna casa o departamento y el
segundo, la ejecución de las obras que contempló el reforzamiento estructural,
desarme y reserva de piezas de madera a reutilizar, redistribución de departamentos,
nuevas instalaciones.
En la parte técnica, el proyecto consistió en mantener el módulo cúbico existente en
el primer y segundo nivel como unidad de habitación dentro de la cual incorporar la
flexibilidad, estableciendo conexiones entre dos, tres o cuatro módulos según el
tamaño de cada familia para lograr departamentos de superficie variable (de uno, dos
o tres dormitorios, entre 45 m 2 y 70 m 2). En el tercer nivel, aprovechando que la
40
techumbre debía reconstruirse, se habilitaron viviendas dúplex utilizando el volumen
del entretecho para construir altillos.
Fortalezas
‐ Es un proyecto en donde las intervenciones son de alta calidad técnica, tanto para
el inmueble en términos patrimoniales como para la calidad de vida de los habitantes
y sus descendientes.
‐ Proyecto de alta sustentabilidad en el tiempo, las mejoras en el inmueble permitirán
que esas viviendas se mantengan vigentes por lo menos por 30 años,
salvaguardando la integridad y valor patrimonial del inmueble.
‐ Proyecto integral que abarca desde el saneamiento de títulos del inmueble, hasta
la regularización de la propiedad del suelo.
‐ Empodera a los habitantes reconfigurando y potenciando las redes sociales
comunitarias
Debilidades
‐ Proyecto financiado en 98% por el Estado y por privados, el beneficiario aporta
muy poco económicamente, asistencialista.
‐ No hay un liderazgo claro del proyecto, no hay una institución que maneje la mayor
parte de las variables, depende mayoritariamente del nivel organización de la
comunidad.
‐ Involucra a un gran número de actores, por lo que es difícil de organizar.
‐ Proyecto de larga duración, toma tiempo organizar a los actores involucrados.
‐ Requiere de gran voluntad política y enormes esfuerzos en gestión.
El caso europeo, se basa en la Recuperación de valores y cambio de uso en las
Corralas Españolas. Uno de los programas de rehabilitación habitacional con
mejores resultados es el denominado “Rehabilitación Autonómica” creado desde el
año 1985 y que ha permitido intervenir hasta el año 2011 unas 180 mil viviendas de
toda la región. Este programa persigue como objetivos mejorar el estado técnico-
41
constructivo y mejorar las condiciones de habitabilidad. Estos proyectos eran
encargados y financiados por la Administración y además la Junta de Andalucía
asumía el 50% de la actuación.
En la mayoría de las intervenciones se ha tratado que permanezca la población
originaria para lo cual se han creado distintas herramientas tanto de participación
como de financiamiento, ya que los vecinos asumen casi la mitad de la inversión,
de forma tal que a partir de créditos o exenciones de pago se protejan a los
habitantes con peor situación económica.
En cuanto a las intervenciones técnicas: En la primera se demuelen todos los
interiores manteniendo únicamente las fachadas y se reconstruye posteriormente el
mismo siguiendo la misma distribución y estructuración tipológica original, e incluso
se amplían en ocasiones las dimensiones de los patios para mejorar las condiciones
ambientales en los interiores; y la segunda rehabilita la estructura existente a partir
del refuerzo y sustitución parcial de la misma. Si bien en ambos casos persiguen
lograr alcanzar las condiciones de habitabilidad que corresponden a la vida
moderna, cada opción se selecciona en dependencia de la complejidad técnica de
la intervención, así como de los recursos disponibles para la misma .
Este tipo de inmuebles han sido de gran aceptación para sectores jóvenes por ser
un pequeño espacio a precios económicos en zonas muy céntricas de la ciudad.
Para esto los dueños de los mismos no solo han intervenido en las condiciones
técnico-constructivas, sino que además han realizado nuevas soluciones de
interiorismo que han permitido aprovechar la escasa área útil.
Las favelas (asentamientos residenciales para familias de bajos ingresos)
constituyen el símbolo y la realidad de la pobreza urbana. Las favelas son muy
heterogéneas y presentan, además, significativas diferencias internas. En 1992 se
instituyó la ley que aprobaba el nuevo Plan Director de la Ciudad, dicho plan impulsó
diversas políticas municipales, entre ellas la referida al tema de la vivienda y surge
así el Programa Favela-Barrio de 1994 como una iniciativa municipal.
42
Favela-Barrio es uno de los programas más conocidos para lograr la
desmarginalización urbana en América Latina. Los temas de acción de dicho
programa se centran en transformar las favelas en barrios formales mediante
acciones como el suministro de agua potable, la conexión de las favelas al sistema
público de alcantarillado, la construcción de un sistema adecuado de drenaje de
aguas lluvias, la estabilización y reforestación de laderas y áreas desocupadas, la
contención del avance de la urbanización informal, la construcción de vías de
acceso adecuadas, la electrificación y el alumbrado público, la provisión de
equipamientos comunitarios y la regularización de la propiedad de los inmuebles.
El programa estuvo acompañado de un notable trabajo social que se basó en tres
ejes de acción. El primero fue la creación de Puestos de Orientación Urbanística y
Social donde mediante equipos interdisciplinarios de ingenieros, arquitectos y
trabajadores sociales, en asocio con líderes comunitarios y habitantes participaron
activamente en la concepción y desarrollo de las intervenciones de sus territorios.
El segundo elemento consistió en la creación de Centros de Capacitación para el
Empleo y el emprendimiento, donde se educaron jóvenes y adultos en actividades
productivas. El tercero consistió en la organización, mediante cooperativas y
asociaciones, de las actividades productivas existentes en las favelas.
El proceso de participación de los habitantes constituye una condición fundamental
para cualquier intervención en las favelas. Se estructuraron políticas sociales
siguiendo objetivos: colaborar en la formación del residente/ciudadano, puesto que
tras la realización de las obras deberá asumir responsabilidades colectivas para
garantizar el desarrollo de los proyectos de alcance social; fomentar la implicación
efectiva de los residentes en el debate de las proposiciones y en la comprensión
crítica del proyecto urbanístico y de las obras y actuar como elemento de
articulación entre las demandas locales y los órganos públicos, las iniciativas
privadas y la sociedad civil, ampliando las posibilidades de creación de acciones
objetivas y permanentes.
El proceso de interacción entre los distintos actores que se ocupan de satisfacer las
demandas comunitarias (instituciones de la comunidad/órganos públicos/empresas
43
privadas) define la originalidad del Proyecto Favela-Barrio, que se caracteriza por
ser una iniciativa abierta.
La ciudad de Medellín ha tenido grandes transformaciones en los últimos diez años,
que han mejorado significativamente varios sectores marginales de esta. La
transformación ha tenido como eje central el Urbanismo Social, una forma diferente
de abordar las intervenciones especialmente en los barrios marginales de la ciudad.
El Urbanismo Social es un instrumento de inclusión espacial y construcción de
equidad en el acceso a las posibilidades, busca hacer intervenciones en las zonas
marginales de la ciudad de forma integral con un fuerte componente social y de
participación ciudadana.
El diagnóstico realizado para el Proyecto Urbano Integral (PUI) Nororiental
encontró que los problemas habitacionales más representativos estaban asociados
a la ocupación de las quebradas, evidenciados en las tendencias de hacinamiento,
presencia de viviendas de alto riesgo, construcciones inadecuadas, malas
condiciones espaciales y estructurales. Es por eso que se identificó la necesidad de
ejecutar una intervención en barrios sobre la Quebrada Juan Bobo, denominada:
Consolidación Habitacional en la Quebrada Juan Bobo. La intervención tuvo tres
principios fundamentales: un principio social, la conservación de las relaciones
sociales y económicas de la comunidad mediante el proceso de reasentamiento en
sitio; un principio físico, el mejoramiento de la habitabilidad; y un principio ambiental,
atender los desequilibrios ambientales del territorio.
Como respuesta al diagnóstico en la concepción de la intervención, el proyecto se
enfrentó al gran reto de reasentamiento en sitio, y para lograrlo, de la mano de la
comunidad, se decidió construir pequeños edificios que albergaran en la misma
zona a la población reasentada y establecer una intervención del territorio en
aspectos como: el mejoramiento de las viviendas que valdría la pena conservar,
dotación de servicios públicos, el mejoramiento del espacio público y la inserción de
entidades municipales mediante acuerdos sociales y urbanos que garanticen una
adecuada intervención.
44
Posteriormente, la intervención del proyecto se focalizó en dos componentes:
consolidación habitacional (contempló el reasentamiento en sitio, mejoramiento de
vivienda y regularización de la tenencia) y recuperación ambiental. Es así como los
habitantes plantearon que la vivienda nueva que se construyera se debía levantar
en el mismo polígono, en espacios por fuera de las zonas aledañas a las quebradas.
De esta manera, las intervenciones físicas constituyen instrumentos de
fortalecimiento comunitario y no en elementos de ruptura y desintegración de las
relaciones preexistentes en las comunidades.
El Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Subnormales de Medellín
(PRIMED) constituye una exitosa experiencia en el ámbito local, cuyo objetivo fue
mejorar la calidad de vida de los habitantes de 15 barrios de laderas en tres zonas
de la ciudad. El programa fue desarrollado mediante recursos aportados por el
gobierno nacional, el municipio y el estado alemán. Los ejes de acción de este
programa se centraron en el establecimiento de mecanismos adecuados de
planificación y gestión, promoción y participación comunitaria en la solución de los
problemas barriales, mejoramiento barrial de la infraestructura básica, de los
servicios públicos, del equipamiento comunitario y del espacio público;
mejoramiento de vivienda y reubicación de las viviendas ubicadas en zonas no
recuperables y legalización de la tenencia del suelo urbano.
Los grandes aportes de esta experiencia pueden sintetizarse en dos aspectos: el
primero es la construcción de confianza entre las comunidades de los barrios
marginales y el estado mediante la identificación de líderes y actores comunitarios
capaces de desencadenar procesos de participación y el desarrollo de mecanismos
efectivos para la interacción entre los equipos técnicos y los moradores. El segundo
es la construcción de la capacidad técnica en el ámbito local para enfrentar la
complejidad de los procesos de mejoramiento integral de asentamientos humanos
marginales. Ambos aportes serían pilares fundamentales en el éxito de los procesos
enmarcados en la estrategia de Urbanismo Social en la década del 2000.
En América Latina, tanto en los enfoques conceptuales como en las prácticas, se
pueden apreciar avances notables en cuanto a programas desde el estado en Brasil,
45
Colombia, Argentina y Chile. Una visión avanzada en este campo parece ser la de
Brasil, pues combina el esfuerzo estatal con la autogestión, en un programa integral
que se articula con una gestión integrada desde el nivel central hasta los niveles
locales, y que se adapta a las particularidades y necesidades de cada territorio y
localidad.
Estas experiencias expresan una mayor sustentabilidad económica, por constituir
programas estructurados desde el estado, con un apoyo en recursos más visible. El
caso de Brasil y Colombia contempla una mayor sustentabilidad porque combina el
esfuerzo estatal con el de los aportes de la población necesitada, lo que permite
incrementar los niveles de satisfacción al beneficiar un mayor número de personas.
En Chile el estado asume la totalidad de la ejecución de los proyectos, incluida la
construcción de viviendas, el beneficiado aporta muy poco en el financiamiento.
En los ejemplos analizados anteriormente uno de los elementos comunes lo
constituye la participación comunitaria, uno de los pilares del éxito de dichas
intervenciones. En ellos se logra que la población objeto sea factor activo, tanto en
todo el proceso de diseño como en su desarrollo, se logró la apropiación de la
población originaria. En la intervención en la Quebrada Juan Bobo, en Colombia
destaca la metodología de intervención urbana por su alto contenido social, y la
conformación de los comités como eje desde donde las obras de infraestructura se
convierten en una herramienta de desarrollo social.
A través de la ejecución de los proyectos se logra una presencia permanente,
integral y coordinada entre los distintos actores e instituciones gubernamentales y
no gubernamentales del orden nacional, departamental y municipal que hicieron
parte de la transformación del territorio.
La financiación de los modelos de intervención se realizó a través de los recursos
de los Ministerios de Vivienda, las Alcaldías, Institutos Sociales de vivienda y
hábitat, los Bancos Internacionales de desarrollo y las Juntas y administraciones
locales; además contaron con financiamiento privado y comunitario.
46
En el caso cubano si bien las cuarterías han sido objeto de frecuentes
transformaciones constructivas en las últimas cinco décadas, las publicaciones en
el ámbito nacional sobre el tema son muy escasas. No obstante, la consulta de los
materiales disponibles permitió identificar tres tendencias fundamentales en las
intervenciones realizadas en los últimos años: las realizadas por la Oficina del
Historiador en La Habana Vieja (OHCH), las que realizan los gobiernos locales y;
las que emprenden por cuenta propia los habitantes de las cuarterías.
La labor realizada por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH)
en la Habana Vieja, ha permitido recuperar gran cantidad de inmuebles con pésimas
condiciones a partir de rehabilitaciones, reparaciones e intervenciones
constructivas. El sistema de gestión, planeamiento y diseño de esta estructura
atípica en Cuba ha permitido rescatar inmuebles con alto valor patrimonial, aunque
también ha posibilitado realizar pequeñas intervenciones en un porcentaje elevado
de casas de vecindad en ese territorio. En sentido general, la política seguida ha
tenido como objetivo el de preservar a la población en el lugar y priorizar, dentro de
la vivienda, la que es subvencionada por el Estado, es decir, la vivienda social.
La Rehabilitación de la casa de vecindad en San Ignacio 360, La Habana. Cuba es
uno de los ejemplos más importantes realizados por la OHCH, lo que ha permitido
su recuperación para vivienda social, con un total de 15 núcleos familiares, en tanto
que la planta baja se ha destinado a locales vinculados al soportal y a la plaza. La
intervención se llevó a cabo teniendo en cuenta tres objetivos fundamentales:
modernización, la recuperación tipológica y la recuperación de los espacios
comunes en su estructura original. (Ver Anexo 3)
Las intervenciones realizadas por los gobiernos locales en el marco del “Programa
nacional de erradicación de ciudadelas” que consiste en demoler estas
edificaciones para construir nuevas obras. No obstante, en aquellos casos en que
el financiamiento es limitado, se realizan acciones puntuales en las habitaciones
para mejorar los principales problemas técnicos-constructivos, proveer de servicios
sanitarios y de cocinas y aumentar la superficie de las viviendas, reconociéndose
que tales actuaciones son temporales, hasta que las condiciones económicas
47
permitan soluciones definitivas. Ejemplo de este lo constituye el rescate de las
cuarterías en Santa Clara, a cargo de la Unidad Municipal Inversionista (UMIV),
comenzado en 2010.
La última tendencia presente en la actualidad es la que desarrollan los moradores
por esfuerzo propio. Estas acciones si bien aparentemente resuelven algunos
problemas individuales, por lo general empeoran las condiciones ambientales de las
habitaciones y en particular, la situación a nivel de conjunto, pues en la generalidad
de los casos se realizan sin asesoría profesional, contribuyendo al caos espacial y
estético que muchas veces se transfiere al espacio público. Sin embargo, esta
experiencia tiene como elemento positivo a considerar en futuras transformaciones,
el aporte potencial de la población en la solución del problema. Un ejemplo evidente
de estas transformaciones constituye el reparto Vista Alegre, en la provincia
Santiago de Cuba.
Las principales diferencias entre los casos analizados en América Latina con Cuba
sobresalen en cuanto a los procesos de participación comunitaria y las fuentes de
financiamiento.
A diferencia de los ejemplos referidos internacionalmente, en los casos de
intervenciones cubanas, se aprecia como el nivel de participación social,
exceptuando casos puntuales, prácticamente no es tomado en cuenta en las
soluciones, lo que trae consigo las modificaciones de las viviendas por parte de sus
habitantes.
Otro aspecto significativo es en cuanto al financiamiento, si bien en los casos
internacionales el estado asume gran parte de la inversión, se trata que la población
sea partícipe de este proceso, adecuándolo a las posibilidades económicas de los
mismos, inclusive se incluyen y gestionan fuentes de financiamiento privado, algo
que en Cuba aún carecemos.
En Cuba, en la mayoría de las intervenciones se opta por la erradicación de la
construcción, lo que trae consigo que la población que reside en esos lugares tenga
que abandonar su hogar, resultando un fenómeno complejo de resolver pues las
personas no tienen donde vivir y al estado le resulta difícil otorgarle otro lugar donde
48
estar; además de destacar que en ocasiones el arraigo al lugar es tan grande que
las personas se niegan rotundamente. En los casos analizados en América latina y
Europa se tiene como premisa garantizar la permanencia de la población originaria
del lugar.
Los resultados de las intervenciones no satisfacen las necesidades de los
habitantes, esto se debe en gran medida a que no se respetan los valores presentes
en los lugares intervenidos, ya sea tangible e intangible.
La política de la vivienda en Cuba necesita un cambio de paradigma y acción,
consolidando así los principios de la revolución socialista y llegar así a los más
humildes y trabajar con ellos y para ellos, logrando de esta forma la satisfacción y
calidad del hábitat urbano, disminuyendo así los índices de necesidad habitacional
presente en nuestras ciudades.
1.5. Conclusiones parciales
Las experiencias nacionales e internacionales, así como las opiniones de expertos
demuestran que, si bien los problemas relacionados con las casas de vecindad se
caracterizan por su alta complejidad, no obstante, se vislumbran enfoques y
caminos para la transformación de dicha realidad, a partir de procesos locales y
participativos, teniendo en cuenta los altos niveles de identificación de la población
con las características propias de este hábitat.
Se considera conveniente adoptar la denominación de casa de vecindad como
término común para las distintas modalidades de inquilinato, diferenciando las
mismas según su origen en ciudadelas y cuarterías .
Las cuarterías constituyen un micro mundo, socialmente rico por lo variado de
quienes lo habitan, marginal en ocasiones. Es por eso que resulta imprescindible
vincular a la comunidad de modo responsable, con métodos participativos donde
ellos tengan voz y aporten sus ideas, con sentido de pertenencia y
comprometimiento, ilustrándoles como colocar los intereses comunes por encima
de los particulares.
49
Para el sector de la población que vive en las cuarterías o ciudadelas, si bien puede
representar un espacio válido de convivencia colectiva, siente asimismo el peso
derivado de sus cualidades manos agraciadas: predominio de hacinamiento, redes
técnicas insuficientes, diseño precario, subdivisiones una y otra vez.
Considerando la situación tan precaria concentrada en estas unidades
habitacionales y que incide directamente en el hábitat; es necesario elaborar
proyectos de trabajo para perfeccionar los procesos de intervención. En tal sentido
constituye una línea de trabajo priorizado, por el estado cubano, revertir la situación
actual de la vivienda y brindar a propietarios y moradores mejores condiciones de
habitabilidad y mayor calidad de vida.
Un enfoque sistémico o visión integral de los procesos de intervención en los
inmuebles subdivididos con criterios de cuartería en el reparto, a partir del
rediseño del mismo y la formulación de lineamientos para su adecuado
funcionamiento.
Acciones emergentes que tengan carácter permanente cuyo objetivo sea
crear y/o mantener condiciones mínimas de habitabilidad y preservar la
seguridad de la estructura del inmueble.
La erradicación de las cuarterías y ciudadelas, que ameritan acciones
constructivas de extrema complejidad por ser inmuebles habitados con un
alto nivel de hacinamiento, deterioro y poca superficie útil disponible
El desarrollo de la vivienda se produce de acuerdo al desarrollo de la sociedad. Por
tanto, para lograr una solución sostenible de este problema es necesario abordar el
tema de la vivienda desde la perspectiva de la sociedad a la que va dirigida.
Existen ejemplos puntuales de participación social en los procesos de gestión e
intervención del hábitat, en Cuba. Sin embargo, la participación social continúa
siendo una debilidad en los temas de gestión del hábitat y la vivienda.
Una limitación en el enfoque de la vivienda social cubana actual es su rigidez e
invariabilidad. La vivienda social construida por el Estado en Cuba, donde
predominan los edificios multifamiliares de varias plantas, favorece un buen
50
aprovechamiento del suelo, pero no permite la evolución en el tiempo como
respuesta a las necesidades cambiantes y posibilidades económicas de la familia.
51
Capítulo II. Análisis y diagnóstico para la estrategia de intervención
de cuarterías en la ciudad de Santa Clara.
La inequidad, la exclusión y la invisibilización son riesgos a los que se ve expuesta
permanentemente la ciudad informal y sus habitantes, debido a que las condiciones
que los obligan a autoproducir su hábitat aumentan su vulnerabilidad física,
económica y social. Esta situación se refleja en las cuarterías existentes en las
principales ciudades cubanas, específicamente en la ciudad de Santa Clara, dada
la ausencia de alternativas para el mejoramiento de las condiciones de vida, así
como la vulnerabilidad y exclusión a las que se ven sometidos los habitantes.
Esto evidencia que la estructura gubernamental no está en capacidad de dar
respuesta a la problemática de los asentamientos humanos informales. Es de
esperar que, al menos en principio, un cambio en este sentido genere nuevas
dinámicas económicas locales y el fortalecimiento del tejido social frente a la
pertenencia del territorio.
La ciudad de Santa Clara tiene un alto número de cuarterías (414), constituyendo el
municipio más crítico de la provincia de Villa Clara, dado que representa el 74% del
total provincial. Todas las cuarterías se encuentran ubicadas dentro de la ciudad,
repartidas en 11 consejos populares, siendo el consejo popular Centro el más
afectado por esta situación. En total las cuarterías presentan 3054 cuartos con 3016
núcleos familiares, que albergan un total de 7722 habitantes.
Como parte del estudio para constatar los principales problemas existentes en este
tipo de hábitat se realizó un análisis en 9 cuarterías de la ciudad de Santa Clara.
Esta muestra se seleccionó intencionalmente a partir de su representatividad
respecto al resto; con un enfoque de investigación cualitativa, sin que responda a
un estudio estadístico en específico.
Los casos de estudio seleccionados se localizan en tres consejos populares de la
ciudad, en el consejo popular La Vigía:
Pasaje #215 4ta e-D y E;
Pasaje Moro e / B y C,
52
Cuartería #155 4ta e / C y D;
en el consejo popular Abel Santamaría:
Pablo Pich e/1ra y 2da,
y en consejo popular Centro:
Buen Viaje #5 e / Parque y Maceo,
Martí#115 e / Ignacio Pons Naranjo y Alemán,
Padre Tudurí#75 e / Zayas y Esquerra;
Plácido #57B e / Martí e Independencia,
Tristá #53 e / Villuendas y J.B. Zayas.
2.1. Factores condicionantes de habitabilidad en las cuarterías
El Capítulo I ha permitido el análisis de las cuarterías como un fenómeno que está
dado por una serie de factores, cuyo carácter multidimensional permite establecer
las condicionantes de habitabilidad en este tipo de vivienda. El estudio de las
regularidades que se dan como parte del desarrollo de dicho modelo habitacional,
posibilita abordar y caracterizar los factores que inciden en la forma de habitar de
los que residen en las cuarterías.
Factores económicos
La presencia de las cuarterías en las ciudades en el contexto internacional tiene un
elevado carácter económico. Asociada principalmente con un aumento desmedido
de una población desposeída de bienes, como inmigrantes extranjeros que evadían
conflictos de diversa índole, así como la clase obrera emergente, que no podían,
por sus bajos ingresos, acceder a una vivienda de mejor rango.
Dado su bajo alquiler, vinculado estrechamente con los bajos ingresos de quienes
la habitaban, el fenómeno urbano de las cuarterías se convirtió en una solución
rentable, aunque mínimamente habitable para aquellos que no tenían nada.
En la actualidad, en este tipo de vivienda permanecen los habitantes que mantienen
determinadas restricciones en su poder adquisitivo para acceder a un alojamiento
con mejores condiciones, aunque pueden también influir factores diversos, tales
53
como: preferencia por ese modo de vivir, centralidad o ubicación urbana, relaciones
humanas y colectivas establecidas, etc.
Factores sociales
Las condicionante sociales constituyen un factor fundamental en el surgimiento de
las cuarterías y que guardan estrecha relación con las condicionantes económicas.
Vinculadas a la carencia de vivienda de las personas de menos recursos en la
población, surge así uno de los motivos para residir en este tipo de vivienda
colectiva.
Este tipo de hábitat está directamente vinculado con la necesidad imperante de
quienes, por su condición vulnerable, tanto social como económica, encuentran en
este tipo de espacios una forma de subsistir. Los campesinos y la clase obrera
emergente constituían las principales clases sociales que se albergaban en las
mismas, dependiendo en muchas ocasiones del tipo de inquilino, pues en algunas
cuarterías el arrendatario tenía la potestad de regular el tipo de residente,
discriminando por raza, sexo, estado civil e incluso menores de edad.
En Cuba ha estado condicionado en gran parte por las migraciones de personas,
manifestándose dos fenómenos principales: migraciones desde otras provincias y
municipios del país y migraciones hacia el exterior, en dicho caso es evidente la
existencia de residentes de la tercera edad que han ido quedando como
consecuencia de la salida de miembros más jóvenes en busca de oportunidades.
Aunque con el desarrollo social que ha traído el proceso revolucionario en Cuba,
estas situaciones agudas han ido desapareciendo, es común encontrar en las
cuarterías determinadas problemáticas sociales que ponen en situación de
vulnerabilidad a sus ocupantes, tales como: mujeres separadas o madres solteras
como jefas de familia, ancianos sin respaldo familiar, jubilados con limitaciones
económicas, personas con bajos ingresos y otras.
54
Factores legales
Al tratarse de un fenómeno de alquiler de viviendas, los ocupantes no poseen
propiedad de las mismas. Con el transcurso del tiempo, quienes viven ahí han ido
ocupando los espacios, pero la tenencia sigue siendo irregular.
Este tipo de vivienda se caracterizó por poseer un propietario del inmueble, quien
se encargaba de realizar todas las modificaciones y reparaciones en los cuartos
para alquilar y, posteriormente se rentaban los mismos a un arrendatario por un
alquiler total quien, a su vez, se encargaba de lidiar con los inquilinos y velar por el
orden y la higiene interior.
En el caso de Cuba con La Ley de Reforma Urbana, los inquilinos de las cuarterías
pasan a ser usufructuarios gratuitos; no obstante, permanecen problemas de
tenencia irregular en parte de los casos.
Factores higiénico-ambientales
Las características usuales para las cuarterías, determinada por los espacios
reducidos, tanto internamente como en sus áreas comunes; la manera en que se
han ido transformando las instalaciones hidrosanitarias; los problemas de
convivencia y de indisciplinas sociales de usuarios y vecinos, así como otros
factores específicos, han llevado a afectaciones en la higiene y el ambiente interior,
entre ellos los de la disposición de los desechos sólidos y los vertimientos líquidos.
La ventilación e iluminación interior en estos espacios pueden tener dificultades en
el cumplimiento de requisitos aceptables que propicien la habitabilidad de las
personas. La ausencia de espacios interiores que garanticen la adecuada
ventilación, los bajos puntales de las viviendas y otras condicionantes, pueden
dificultar la iluminación natural, la carencia de acceso al agua potable y la
inadecuada forma de colectar y conducir las aguas servidas, lo que traen consigo
contravenciones en la forma de habitar en dichos espacios.
55
Factores arquitectónicos
Para el sector de la población que vive en este tipo de estructura habitacional, si
bien puede representar un espacio válido de convivencia, siente asimismo el peso
derivado de sus cualidades menos agraciadas como son: hacinamiento, redes
técnicas insuficientes y la ausencia de mantenimiento (situación agravada por la alta
densidad de ocupación, así como las múltiples modificaciones realizadas por sus
habitantes de manera inadecuada).
Imagen caótica, deterioro, falta de confort ambiental y funcional, hacinamiento e
insalubridad son rasgos que caracterizan este tipo de hábitat. Su diseño precario,
manifestado principalmente en las soluciones inadecuadas de los materiales, la
calidad de ejecución o la terminación del inmueble, subdividas una y otra vez por la
imperante necesidad de vivienda, el incremento de la capacidad de carga en
relación con la estructura constructiva, el deterioro manifiesto en las redes técnicas,
son causas de la marginalidad que enfrentan quienes la habitan.
Construidas al interior de las manzanas, y como resultado de una necesidad
imperiosa de vivienda, poseen dificultades en el estado técnico, sobre todo en la
estructura y las terminaciones. Las soluciones inadecuadas respecto a materiales,
calidad de ejecución y falta de mantenimiento, han influido en el estado de deterioro
actual de las cuarterías.
La falta de espacio habitable, así como las molestias generadas por el uso colectivo
de baños, inodoros, cocinas y lavaderos han condicionado acciones de
transformación específicas, entre ellas la construcción de barbacoas y la ampliación
hacia los patios, acción conocida como agregado, fundamentalmente para la
ubicación de núcleos sanitarios.
Factores urbanísticos
El origen de las cuarterías está dado como respuesta temprana al hábitat de la
población de menos recursos en las principales ciudades del mundo. Producto de
situaciones socioeconómicas y urbanas histórico-concretas, en las que amalgaman
factores socioculturales, este fenómeno se concibe generalmente en zonas
56
periféricas y/o no centrales de las ciudades, de ahí que problemas como la lejanía
con las principales zonas de servicios, la insuficiente infraestructura y las carencias
en la urbanización aquejen a la población que habita dichos lugares.
Es importante resaltar que, en el caso cubano, estuvo asociado con el aumento
demográfico, el cual, al no ser acompañado por políticas estatales para la vivienda,
fue aprovechado por empresas privadas que no garantizaban las condiciones de
vida. La expansión urbana de las ciudades cubanas estuvo directamente
relacionada con las características propias de esta modalidad de vivienda, lo que
dejó una huella que persiste hasta nuestros días. Esta tipología se adoptó de forma
coherente a la trama compacta y semicompacta de las zonas urbanas de enclave,
evidenciándose desde el inicio, su marcado componente especulativo en el uso del
suelo.
En Cuba, sobre todo en La Habana, su presencia es significativa en las zonas
centrales de la ciudad, donde ocupan las áreas más demandadas por su
centralidad, accesibilidad y cercanía a los servicios, lo que plantea en la práctica
contradicciones difíciles de resolver.
Las modificaciones en la estructura física realizadas a conveniencia de sus dueños
con el fin de obtener cuartos para el alquiler, las condiciones críticas de
habitabilidad, los espacios insuficientes permiten apreciar el incumplimiento de las
regulaciones urbanísticas establecidas para la zona donde se enmarcan.
2.2. Variables de transformación para la rehabilitación de las cuarterías
El análisis de los factores condicionantes de habitabilidad en las cuarterías permite
establecer las variables de transformación para la rehabilitación de las mismas.
Cada variable tiene una manera específica de comportamiento sobre la base de la
multidimensionalidad de los factores y el caso objeto de transformación.
Las cuarterías se definen como un fenómeno que es producto de la necesidad
inminente de vivienda por parte de la población de menos recursos, como resultado
de su crecimiento. Las transformaciones indiscriminadas e inadecuadas a las que
se someten estos inmuebles inciden proporcionalmente en el deterioro de sus
57
valores arquitectónicos, funcionales, técnicos constructivos, así como en los
ambientes urbanos en los que se insertan.
Variables técnico-constructivas
Las técnicas constructivas a emplear deben ser susceptibles de armonizarse
con las soluciones existentes en los inmuebles a intervenir.
Es conveniente que las técnicas constructivas permitan un carácter
apropiado en la participación de los propios residentes y personal auxiliar con
oficios, así como en los materiales locales y disponibles.
Los materiales de construcción que se empleen deben corresponderse con
los existentes y permitir la durabilidad y aplicación de manera apropiada.
Tanto técnicas como materiales deben propiciar, en los casos que se
requiera, el desarrollo en altura para el aprovechamiento del suelo y de los
espacios (entrepisos, escaleras, etc.)
Variables arquitectónicas
La disponibilidad espacial en cuanto a distribución planimétrica y volumétrica
es condición fundamental en las viviendas a rehabilitar.
Las acciones de rehabilitación deben adecuarse al número de habitantes de
cada vivienda y las demandas de las viviendas.
Las soluciones de diseño deben garantizar el mínimo de habitabilidad para
cada vivienda, con la incorporación de baño a cada célula habitacional y el
adecuado funcionamiento de las redes hidráulicas y sanitarias.
En el caso que se requiera sustituir elementos constructivos o decorativos
que se hayan perdido o sean irrecuperables, se emplearán tecnologías y
materiales similares a los originales, en una versión sustentable.
Independientemente de la degradación física de los inmuebles, las
intervenciones tendrán en cuenta la recuperación del perfil y entorno urbano.
Las soluciones arquitectónicas deben responder a la vivienda progresiva,
adaptable al alcance económico de las familias en su desarrollo final. De esta
forma, si bien el desarrollo queda a cargo de las familias, no resulta
espontáneo, sino de manera controlada.
58
Variables urbanísticas
Es imprescindible el cumplimiento de las regulaciones urbanas, tanto
generales como específicas para cada zona.
Variables ambientales
Las soluciones ambientales interiores, en cuanto a ventilación e iluminación,
deben contemplar variantes de poco consumo energético y a la vez que
posibiliten niveles aceptables para la habitabilidad de sus moradores. Para
esto pueden emplearse tecnologías activas artificiales y soluciones
arquitectónicas y espaciales adecuadas.
El acceso al agua y las soluciones de saneamiento ambiental tienen que
prever su efectividad, aun en condiciones de restricción espacial y
complejidades específicas. Pueden emplearse tecnologías modernas de
tratamiento de residuales y tener en cuenta el almacenamiento mínimo de
agua potable para los conjuntos de viviendas rehabilitadas.
Variables sociales
El proceso de rehabilitación de estos inmuebles debe garantizar la
participación comunitaria.
Alcanzar soluciones de diseño que tenga en consideración las características
etarias y de género de la población residente en estos modelos
habitacionales, siempre que sea posible.
Aplicación de técnicas grupales, donde se profundice en la conciencia de la
necesidad por el cambio en sus propias capacidades para ser protagonistas
en la transformación.
Deben asentarse y consolidarse las organizaciones de la comunidad (CDR,
FMC, MTT, etc.) y hacer partícipe a los residentes de las cuarterías.
La aplicación del proceso de rehabilitación debe permitir la participación
activa de la comunidad a la que va dirigida la acción, de esta manera se logra
una apropiación de la problemática y la solución.
59
Variables legales
Es imprescindible una regularización de la tenencia legal de los inmuebles
para factibilizar su rehabilitación. Aprovechar la legislación vigente para
lograrlo.
Es condición imprescindible la obtención de licencias o permisos por parte
de las entidades estatales de Planificación Física o Vivienda para realizar
cualquier transformación en las viviendas.
Ordenar y regularizar estos espacios en cuanto a su estatus de propiedad,
siempre que sea posible.
Variables económicas
Las acciones de rehabilitación deben ser de mínimo costo, pero de total
efectividad, manteniendo opciones asequibles a los presupuestos de las
personas implicadas y para los fondos públicos que se movilicen al efecto.
La solvencia económica de los residentes para financiar la rehabilitación, sea
de manera parcial o total es importante en el proceso de apropiación e
identificación de la comunidad.
La posibilidad de los habitantes para adquirir subsidios o créditos bancarios
que apoyen el financiamiento en las obras de rehabilitación.
Variables culturales
Las soluciones deben contar con adecuación cultural a las tradiciones,
preferencias, formas de vida y asimilación por los residentes, garantizando
un nivel superior a insuficiencias existentes.
En los inmuebles con valores patrimoniales o arquitectónicos las acciones
estarán encaminadas a conservar los principales elementos tipológicos y
formales de valor patrimonial en la fachada e interior de la edificación,
independientemente del grado de protección que tenga asignado.
Variables de gestión
La rehabilitación de las cuarterías debe organizarse como un proceso, que
parta de estrategias de intervención propias para cada caso.
60
El proceso de transformación del hábitat en la rehabilitación debe ser
eminentemente participativo, tanto de los propios residentes, como de
diversos actores locales, públicos y privados.
La transformación del hábitat no puede limitarse a la rehabilitación
arquitectónica, sino que deben transformarse las condiciones sociales de la
comunidad.
En el proceso de gestión de la rehabilitación debe priorizarse la utilización de
los recursos endógenos del lugar, para abaratar gastos de transportación,
almacenamiento, producción y otros.
2.3. Análisis de herramientas de diagnóstico del hábitat precario
Para lograr un abordaje integral y una mejor solución se analizan para implementar
el proceso de intervención una serie de herramientas e instrumentos de diagnóstico,
empleados tanto en el marco nacional como internacional.
La selección se decide a partir de que son procedimientos y herramientas validados
y empleados por las diferentes instituciones que intervienen en el proceso de
diagnóstico y planeamiento del desarrollo del hábitat precario urbano.
La documentación objeto de análisis comprende:
Cuan Muñoz, Jessica (2013). Consideraciones para el proyecto de
planeamiento estratégico de la rehabilitación integral del sistema de
cuarterías en el centro histórico de la ciudad de Santa Clara, empleando
enfoques de género. Trabajo de diploma. Facultad de Construcciones,
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
La tesis plantea como objetivo desarrollar la solución de planeamiento estratégico
para la rehabilitación integral del sistema de cuarterías y pasajes en el Centro
Histórico de la ciudad de Santa Clara, aplicando el “Procedimiento Metódico para
planeamiento y plan especial de la rehabilitación integral del hábitat urbano ”,
desarrollado por Artze, (2014) profundizando en el estudio de enfoques de género.
Partiendo de la necesidad de un análisis más profundo de las características socio
demográficas y condiciones socioculturales vigentes en el sistema habitacional
61
cuarterías y pasajes, que actúa como una condicionante de prioridad en la
intervención estratégica de la rehabilitación integral del hábitat, para la formulación
de los Plan Especial, se establecen como objetivos de la tesis: establecer el marco
teórico- conceptual y metodológico así como el estado del arte de la temática;
aplicar los instrumentos de análisis y diagnóstico del “Procedimiento Metódico para
planeamiento y plan especial de la rehabilitación integral del hábitat urbano ” para
la obtención de soluciones al planeamiento estratégico de la rehabilitación en el
sistema de cuarterías, incorporando las nuevas herramientas de profundización al
estudio del subsistema sociocultural y aplicar los instrumentos de planeamiento
estratégico para la obtención de la solución al planeamiento del sistema de
cuarterías y pasajes en el Centro Histórico de la ciudad de Santa Clara.
De las 83 cuarterías existentes en el Consejo Popular Centro se toma como muestra
de análisis y diagnóstico un total de 27 inmuebles que albergan 283 viviendas y 862
habitantes, y a partir de ahí se aplica el instrumento de diagnóstico.
La tesis se fundamenta primeramente en un análisis general del sistema de
cuarterías y pasajes de la zona Centro Histórico de la ciudad de Santa Clara, donde
se realiza una caracterización multidimensional de los factores que condicionan el
fenómeno de las cuarterías como parte del hábitat precario urbano, abarcando
desde su estado de conservación técnico-constructivo, las condiciones
estructurales, hidrosanitarias y ambientales, características urbanas hasta las
condiciones actuales de sus habitantes, ,sus condiciones etarias, el grado de
ocupación ,el nivel ,estabilidad, y movilidad ocupacional, la organización de familia,
ingresos familiares y comportamientos económicos, a fin de evaluar los procesos y
problemas desde una perspectiva de género que supone analizar las relaciones
intergenéricas, así como la evaluación de las mujeres y los hombres como sujetos
históricos condicionados socialmente.
A partir de los datos obtenidos en la primera etapa se procede a la confección de
planos de análisis y diagnóstico en base a los subsistemas (edificado,
medioambiental, espacio público, gestión económica y sociocultural). La segunda
etapa consiste en la identificación y desglose multidimensional de las variables que
62
caracterizarán las cuarterías y pasajes, se analizan tanto las variables generales,
las urbanas, arquitectónico-patrimoniales, ambientales y se profundiza en las
variables sociológicas, según el enfoque de Género. En la tercera etapa se realiza
la confección de las tablas que clasifican y agrupan los modelos habitacionales de
cuarterías por Tipos (se establecen cuatro modelos habitacionales de cuarterías y
a cada uno se le asigna un tipo) y por último se confeccionan las fichas sociológicas
que recogen una serie de datos generales y sociales que determinan la prioridad de
intervención que requieren o no según las propias necesidades de sus habitantes,
generando a su vez una serie de indicadores relacionados con la medición de
aspectos de las relaciones de (in)equidad de género, las cuales son susceptibles de
ser medidos, cuantificados o sistematizados.
Como aspecto positivo de la tesis destacar que brinda un procedimiento de estudio
basado en fichas sociológicas que contienen (la cantidad de viviendas, cantidad de
núcleos familiares, número de habitantes, tabla de condición etaria y tabla de
comportamiento de género) y de aspectos generales (ubicación, clasificación según
modelo habitacional, valores patrimoniales, uso original del inmueble, época de
construcción y estado constructivo) de las cuarterías que permite un punto de
partida para la formación de una base de información que facilita la intervención.
Por otra parte, en el desglose de dichos grupos de variables, se evidencia la
existencia de indicadores o aspectos (cantidad de menores, cantidad de adultos y
cantidad de ancianos, cantidad de trabajadores estatales, cantidad de
cuentapropistas, cantidad de jubilados, cantidad de amas de casa, cantidad de
habitantes que tiene nivel primario, nivel secundario o universitario, cantidad de
padres solteros, cantidad de discapacitados, cantidad de alcohólicos) que permiten
conocer elementos de la precariedad social y económica de los propios residentes
de las cuarterías. Se realiza un estudio profundo que contiene las variables sociales
(caracterización socio-demográfica, comportamiento laboral, estructura de nivel
educacional, casos sociales) que permite una caracterización de la comunidad
residente y deja sentado que la precariedad habitacional se relaciona con otras
manifestaciones de precariedad o vulnerabilidad social, económica, cultural y de
63
otra índole que presentan las personas, familias y grupos que habitan este tipo de
viviendas.
Como aspecto negativo podemos señalar que, a pesar de ser un estudio sociológico
de los residentes de las cuarterías y que se abordan variables generales y
arquitectónico-patrimoniales y ambientales, es necesario un estudio que abarque
las variables legales, de gestión y económicas que tanta importancia poseen en las
condicionantes de habitabilidad de las personas en este tipo de vivienda.
Rodríguez Alvarado, Anaisa (2019). Recomendaciones para la conservación
patrimonial y reducción de la precariedad del hábitat en el sistema de
cuarterías y ciudadelas del Centro Histórico de Santa Clara. Tesis de maestría
de Restauración y Rehabilitación del Patrimonio Edificado. Facultad de
Construcciones, Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
La tesis parte del objetivo de proponer recomendaciones a partir de la
caracterización del sistema de cuarterías y ciudadelas del Centro Histórico Urbano
de Santa Clara, para su conservación patrimonial y reducción de la precariedad.
Teniendo en cuenta que el hacinamiento y la precariedad habitacional constituyen
uno de los principales problemas para el Centro Histórico de Santa Clara.
Generadores de otros males sociales como la marginalidad, las ilegalidades y la
inseguridad ciudadana, tal situación se expresa además en el deterioro físico de las
edificaciones como resultado de la falta de mantenimiento y la transformación
incontrolada de los inmuebles con la consiguiente pérdida de los valores
patrimoniales presentes en muchos de ellos e incidiendo negativamente sobre la
imagen urbana, se establecen como objetivos: identificar el marco teórico
conceptual y metodológico, así como el estado del arte de la temática; caracterizar
el sistema de cuarterías y ciudadelas en el Centro Histórico de Santa Clara e
identificar tipos o modelos de cuarterías y ciudadelas en el Centro Histórico de Santa
Clara y proponer recomendaciones para su conservación patrimonial y reducción
de la precariedad.
64
Del total de 414 cuarterías existentes en la ciudad de Santa Clara se toma como
muestra de análisis y diagnóstico el Centro Histórico de la ciudad, pertenecientes al
Consejo Popular Centro, un total de 25 inmuebles que albergan 278 viviendas y 853
habitantes, y a partir de ahí se aplica el instrumento de diagnóstico conformado por
cinco etapas.
La primera etapa consiste en la recopilación de la información: Partiendo de la
documentación registral existente en la Dirección Municipal de la Vivienda que se
complementa con estudios precedentes de la Dirección Municipal de Planificación
Física y de Cuan (2013), incluyendo levantamientos arquitectónicos y datos
demográficos (, todo lo cual se complementó y actualizó mediante trabajo de campo,
observación y entrevistas. La segunda etapa se basa en la identificación de las
variables, definiendo tanto las generales como urbanas y arquitectónico-
patrimoniales que se usarán en la confección de las fichas para el atlas de
caracterización. La tercera etapa consiste en la confección de fichas de inventario
que conformarán el atlas de caracterización del sistema de cuarterías y ciudadelas
del Centro Histórico de Santa Clara. En la cuarta etapa se decide cuáles de las
variables urbanas y arquitectónicas hacen la diferencia entre todos los inmuebles
inventariados y en atención a su coincidencia en algunos de ellos permiten
clasificarlos o agruparlos en alguno de los cinco tipos y subtipos identificados y la
quinta etapa consiste en la propuesta de recomendaciones para su conservación y
reducción de la precariedad, teniendo en cuenta la confluencia de atributos,
características y valores de cada uno de los tipos. Se propone un número de
recomendaciones generales y específicas que sirvan como guía para el
establecimiento de prioridades y alcance de las acciones de rehabilitación y
conservación de los inmuebles.
Como aspecto positivo de la tesis destacar que brinda un procedimiento de estudio
basado en fichas de inventario de las cuarterías que permite un punto de partida
para la formación de una base de información que facilita la intervención.
Como aspecto negativo tenemos que se identifican y operacionalizan en las fichas
de inventario tres grupos de variables de estudio de las cuarterías, en los niveles de
65
generales, urbanas y arquitectónico-patrimoniales; pero no se logra visibilizar en el
contenido de la tesis el proceso que llevó a esta caracterización. La información
queda plasmada en las fichas, y se plantea la realización de entrevistas y consultas
que no aparecen reflejadas en la estructura de la tesis.
Por otra parte, en el desglose de dichos grupos de variables, se siente la ausencia
de indicadores o aspectos que permitan conocer elementos de la precariedad social
y económica de los propios residentes de las cuarterías. El único dato que se
registra en las variables es la cantidad de habitantes de la cuartería, sin abundar en
su distribución por géneros, edades, antigüedad en la edificación, afiliación familiar
y otros elementos que permitan una caracterización de la comunidad residente
como tal y permita establecer las relaciones que el propio trabajo reconoce en sus
partes iniciales, donde deja sentado que la precariedad habitacional se relaciona
con otras manifestaciones de precariedad o vulnerabilidad social, económica,
cultural y de otra índole que presentan las personas, familias y grupos que habitan
este tipo de viviendas. (ausencia de un análisis multidimensional de los factores
condicionantes del hábitat en las cuarterías).
Covarino, Silvia; Mansilla, Mario y Zurita, Cecilia (2010). Guía de diagnóstico
urbano participativo para asentamientos precarios. Instituto de Investigación
en Diseño (INDIS) de la Universidad Rafael Landívar y Departamento de Diseño
Industrial, Tecnología de la Arquitectura y Cultura del Ambiente (ITACA) de la
Universidad Sapienza de Roma. Documento metodológico
Parte del objetivo de diseñar una guía de diagnóstico que permita identificar, por
medio de un proceso participativo, la situación de los asentamientos precarios a
nivel urbano.
Teniendo en cuenta que la información sobre la situación de los asentamientos
precarios es deficiente, y las entidades gubernamentales y municipales no cuentan
con una herramienta que les permita involucrar a la propia comunidad de manera
objetiva, concisa y técnica, para que pueda identificar las necesidades y problemas
que presenta cada asentamiento. Para ello se establecen como objetivos:
conceptualizar la herramienta de diagnóstico y definir los indicadores de riesgo y
66
vulnerabilidad, pobreza urbana y precariedad del hábitat, diseñar una estrategia
metodológica que defina la estructura de la guía de diagnóstico urbano para
asentamientos precarios, llevar a cabo el diagnóstico urbano de un asentamiento
precario, que permita generar los instrumentos base para la guía utilizando los
indicadores de riesgo y vulnerabilidad, pobreza urbana y precariedad del hábitat.
Compuesta por cuatro etapas, la primera de ellas consiste en la definición propia de
la investigación, la segunda corresponde al desarrollo del marco teórico, que gira
alrededor de tres aspectos principales: el ambiental, con énfasis en riesgo y
vulnerabilidad; el socioeconómico, relacionado con la pobreza urbana y el de
infraestructura y vivienda, enfocado a la precariedad habitacional. La tercera etapa,
que es la medular, es la estrategia metodológica, en donde se desarrollan las
herramientas que conforman la guía; y la cuarta constituye la puesta en práctica y
aplicación de las herramientas.
Como elemento positivo tenemos que señalar que representa un instrumento útil,
flexible y adaptable a diversos contextos, y por lo tanto es transferible, si se toma
en cuenta que su aplicación se llevó a cabo con el diagnóstico del estado actual de
un determinado asentamiento, y con la identificación de las prioridades de acción a
través de la participación de varios actores, comenzando con la comunidad local.
El análisis multidimensional de los factores condicionantes de habitabilidad en los
barrios precarios representa un aporte significativo como punto de partida para
afrontar la problemática de habitabilidad urbana y evidencia la necesidad de
políticas nacionales y municipales claras, que unan esfuerzos con las comunidades
a través de procesos participativos.
Como elemento negativo tenemos que, a pesar de abarcar la generalidad de los
factores y variables, que constituyen una base importante para cualquier
instrumento de diagnóstico, los estudios deben ampliarse con estudios
multidisciplinares y transdisciplinares, que abarquen los temas de seguridad y
violencia, desintegración familiar y exclusión social, trabajo, salud y educación. Es
fundamental contemplar los ámbitos económicos, ambientales y culturales a fin de
mejorar la calidad de vida y reducir la vulnerabilidad de los habitantes.
67
Grupo de Proyecto CCREA (2011). Programa de Rehabilitación de cuarterías
en el Centro Histórico de Santa Clara. Documento técnico.
El análisis se realiza ante la necesidad de un programa de rehabilitación que
garantice la calidad del hábitat a los residentes de las cuarterías.
Teniendo en cuenta que el hacinamiento y la precariedad habitacional constituyen
uno de los principales problemas para el Centro Histórico de Santa Clara.
Generadores de otros males sociales como la marginalidad, las ilegalidades y la
inseguridad ciudadana, tal situación se expresa además en el deterioro físico de las
edificaciones como resultado de la falta de mantenimiento y la transformación
incontrolada de los inmuebles con la consiguiente pérdida de los valores
patrimoniales presentes en muchos de ellos e incidiendo negativamente sobre la
imagen urbana, se establecen como objetivos: realizar el diagnóstico de las
cuarterías seleccionadas, a partir de ahí elaborar un dictamen técnico que constate
las deficiencias existentes y realizar el proceso de rehabilitación requerido.
En la etapa de diagnóstico se realiza una caracterización de la edificación mediante
los aspectos generales (valores históricos, ambientales, artísticos, patrimoniales,
grado de protección), la segunda etapa corresponde al análisis de las patologías
por zonas en cada vivienda (cubiertas, muros, cimientos, pisos, entrepisos,
carpinterías) y el reconocimiento de los valores a preservar en la edificación, tanto
a nivel de fachada como en la planimetría. En la última etapa se realiza el dictamen
técnico a partir de las generalidades, el estado técnico de las edificaciones y las
áreas comunes, determinando las acciones emergentes a acometer.
Las herramientas empleadas para el diagnóstico no comprenden un enfoque
verdaderamente multidisciplinar y participativo. A pesar de plantear dicho enfoque,
no establece procedimientos o indicadores para determinar o evaluar el nivel de
participación.
Herramienta de diagnóstico completamente enfocada al análisis de los factores
arquitectónico-patrimoniales, no se toman en cuenta los factores de índole social
que tanta importancia revierte en las condiciones de habitabilidad en las cuarterías.
68
En la búsqueda de instrumentos y herramientas de diagnóstico, se analizaron otros
documentos como: Proyecto Hábitat 2 (2015). Instructivo metodológico para el
diagnóstico integrado del hábitat local. Documento metodológico. Universidad
Central “Marta Abreu” de Las Villas y Método para el Autodesarrollo Comunitario
desarrollado por el Centro de Estudios Comunitarios para la participación social en
los procesos (2011), los cuales fundamentan su procedimiento al diagnóstico del
hábitat en un territorio, basado en los procesos de participación social. No se toman
en cuenta por no constituir una herramienta aplicable en el diagnóstico de las
cuarterías.
2.4. Propuesta de instrumento para el diagnóstico de cuarterías
2.4.1. Objetivos del instrumento
Obtener y organizar información de tipo social, económica, técnico-
constructiva, arquitectónica, urbana y ambiental de cuarterías, para realizar un
diagnóstico que permita basar en él las acciones de rehabilitación o
transformación del hábitat.
Para ello se basa en el diagnóstico multidimensional del hábitat en las
cuarterías del municipio de Santa Clara, entendiéndose como un proceso de
análisis y síntesis, donde se hace una descomposición de sus diferentes
ámbitos de manifestación (lo físico, lo social, lo económico, lo ambiental, lo
tecnológico), con el propósito de conocer y evaluar sus características y
problemáticas particulares y, posteriormente llevar a cabo un proceso
integrado de rehabilitación a partir de la gestión pública y comunitaria local,
orientada a la solución de los problemas según el caso a intervenir, y el
planteamiento de vías para el mejoramiento continuo.
2.4.2. Indicadores a diagnosticar
El diagnóstico se ha concebido en una estructura categorial de tres niveles:
dimensión, variable e indicador. La dimensión se asume como aspecto
principal en que se manifiesta el hábitat humano, cuyo contenido tiene
naturaleza común en sus problemáticas, expresión conceptual y metodológica.
69
Las dimensiones en que se estructura el diagnóstico multidimensional del
hábitat son:
URBANA
ARQUITECTÓNICA
SOCIAL
ECONÓMICA
GERENCIAL
CULTURAL
AMBIENTAL
TECNOLÓGICA
DIMENSIÓN URBANA: Esta dimensión contiene el nivel de infraestructura y
servicios complementarios al hábitat derivados del desarrollo en materia
urbana. El estudio de esta dimensión permite concluir los déficits,
vulnerabilidades y potencialidades que poseen las cuarterías en materia de
equipamiento, conectividad y servicios básicos a la población.
DIMENSIÓN ARQUITECTÓNICA: El contenido de esta dimensión refleja la
composición y caracterización de las viviendas y el hábitat.
DIMENSIÓN SOCIAL: En el contenido de esta dimensión se obtienen datos
que permiten evaluar las características socio-demográficas de los residentes
en las cuarterías, su condición social, composición etaria y por género, población
asistenciada.
DIMENSIÓN ECONÓMICA: Permite conocer la capacidad de las familias de
las cuarterías para asegurar los recursos financieros que un Proyecto de
Rehabilitación para el mejoramiento del hábitat requeriría, garantizando así la
factibilidad económica de su emprendimiento, así como la demanda previsible
de los recursos según el tipo de cuartería a rehabilitar.
DIMENSIÓN GERENCIAL: Esta dimensión permite evaluar las condiciones,
tanto del municipio como de las cuarterías para asumir, con efectividad, todo
70
el proceso de gestión del programa estratégico de mejoramiento del hábitat
que se requiere implementar.
DIMENSIÓN CULTURAL: Esta dimensión pretende lograr una gestión
habitacional que refleje la sensibilidad cultural que se requiere en este proceso
y que permita consolidar la identidad de los habitantes, mejorar favorablemente
la imagen urbana de las cuarterías, fortalecer sus tradiciones comunitarias,
preservar los valores tangibles e intangibles de las mismas y sus estilos de
vida.
DIMENSIÓN AMBIENTAL: Esta dimensión refleja las condiciones ambientales
específicas en las cuarterías que limitan la habitabilidad y permita evaluar los
riesgos.
DIMENSIÓN TECNOLÓGICA: Esta dimensión expone la composición
tipológica y constructiva del fondo habitacional de las cuarterías, calidad y
estado técnico-constructivo de las viviendas en las cuarterías.
Tabla 1. Dimensiones, variables e indicadores a diagnosticar
Dimensión Variable Indicador
URBANA
1. Ubicación general
1.1. Dirección de la cuartería 1.2. Ubicación en la manzana o sector 1.3. Características del contexto inmediato -Urbano
2. Normativas 2.1. Regulaciones urbanas específicas
3. Acceso a infraestructuras
3.1. Energía eléctrica 3.2. Agua y residuales 3.3. Comunicaciones
4. Conexión/movilidad 4.1. Acceso peatonal y vial 4.2. Relación con los flujos urbanos principales
ARQUITECTÓNICA 5. Vivienda
5.1. Cantidad de viviendas 5.2. Cantidad de núcleos familiares/vivienda 5.3. Situaciones de hacinamiento
(h=cant.hab/cant.dorm) 5.4. Área útil de cada vivienda 5.5. Función y Áreas del espacio público
71
6. Caracterización arquitectónica
6.1. Época de construcción 6.2. Estilo arquitectónico 6.3. Uso original del inmueble 6.4. Funciones principales 6.5. Disposición general de locales y espacios
por niveles
SOCIAL
7. Población residente
7.1. Cantidad de población residente y Composición por núcleos familiares
7.2. Composición etaria 7.3. Composición por género 7.4. Antigüedad promedio de residencia en el
inmueble 7.5. Procedencia de la población
8. Situación social
8.1. Presencia de problemas sociales (adicciones, delincuencia, violencia doméstica, etc.)
8.2. Núcleos familiares encabezados por mujeres solas
8.3. Emprendimientos por cuenta propia asentados en el inmueble
8.4. Personas desempleadas con edad laboral 8.5. Nivel de escolaridad 8.6. Habitantes incorporados en asistencia
social
ECONÓMICA
9. Financiamiento
9.1. Residentes con requisitos para acceder a subsidios
9.2. Posibilidad de financiamiento de la rehabilitación por programas estatales o de otro tipo
9.3. Posibilidad de acceso a créditos por los residentes
10. Ingresos
10.1. Proporción de los residentes con ingresos inferiores al salario medio de la provincia
10.2. Otros ingresos que aumentan la capacidad adquisitiva de los residentes
GERENCIAL
11. Tenencia legal 11.1. Estatus legal de la ocupación de la
vivienda
12. Institucionalización
12.1. Actores institucionales implicados 12.2. Marco de acción por programas
institucionales 12.3. Fuentes de recursos materiales para la
rehabilitación
13. Participación comunitaria
13.1. Disposición a la participación colectiva de los residentes
13.2. Ciudadanos con potencialidad de liderar acciones comunitarias
72
13.3. Dominio de oficios útiles por parte de los habitantes
13.4. Participación de organizaciones comunitarias y de masas
CULTURAL 14. Valores patrimoniales
14.1. Grado de protección del inmueble 14.2. Valores existentes Culturales Históricos Ambientales
AMBIENTAL
15. 1Redes técnicas
15.1. Instalaciones hidro-sanitarias Fuente de abasto de agua Sistema de almacenaje y/o distribución 15.2. Disposición de residuales Sistema de tratamiento
16. Ventilación e iluminación
16.1. Soluciones de ventilación existente Ventilación natural directa Ventilación progresiva Ventilación forzada 16.2. Soluciones de iluminación existente Iluminación natural directa Iluminación artificial
17. Situación higiénico-ambiental
17.1. Focos contaminantes 17.2. Impactos ambientales (internos y externos) 17.3. Condiciones de salubridad
TECNOLÓGICA
18. Estructura
18.1. Tipos de sistema estructural existentes Muros de carga Columnas y vigas Mixtos
19. Tecnologías constructivas
19.1. Materiales de construcción predominantes Según tipos de elementos constructivos
19.2. Soluciones técnico-constructivas Cubiertas y entrepisos Muros divisorios y de cierre
20. Estado técnico 20.1. Elementos estructurales
-Cubiertas y entrepisos -Terminaciones -Otros elementos -Muros
73
2.4.3. Formato del instrumento
A continuación, se indica el contenido y formato de las fichas, a través de las cuales
se diagnostican y registran todos los datos relevantes de las cuarterías analizadas,
como base para un posterior proceso de intervención.
El formato adoptado (A-3) vertical, permite reunir la totalidad de los datos
registrados de cada cuartería y exponerlos completos en ambas caras de la ficha.
Se emplean las fichas porque es una de las más empleadas en los procesos de
diagnóstico, por su especificidad y fácil aplicación.
Siendo el contenido general de cada ficha el siguiente:
FICHA 1
-Información general de la cuartería
-Microlocalización
-Caracterización arquitectónica
-Conexión y movilidad
-Vivienda
FICHA 2
-Infraestructura y redes técnicas
-Ventilación e iluminación
-Situación higiénico-sanitaria
FICHA 3
-Población residente
-Situación social
FICHA 4
-Financiamiento
-Participación comunitaria
-Regulaciones urbanas
FICHA 5
-Estructura
-soluciones técnico-constructivas
-Estado técnico-constructivo de los elementos
-Materiales de construcción predominantes
FICHA 6
-Galería de imágenes complementarias, que
apoyan la información escrita referida a los
materiales componentes de la edificación, el
estado técnico-constructivo de la edificación,
soluciones técnicas existentes, modificaciones
realizadas por los residentes)
74
FICHA 1:
Cara A: Información general, microlocalización, caracterización arquitectónica y
conexión/movilidad.
Información General, incluye:
Dirección de la cuartería
Consejo popular
Uso original del inmueble
Cantidad de viviendas
Cantidad de habitantes
Área total de la parcela
Área útil total
# de niveles
Tipología constructiva
Estado constructivo general del inmueble
Nivel de integridad del inmueble (Medida en que el bien inmueble conserve
inalterados sus elementos de composición, construcción y decoración
originales)
Microlocalización, incluye:
Ubicación en la manzana o sector
Forma geométrica de la parcela
Características del contexto inmediato
Existencia de barreras arquitectónicas
Presencia de arbolado (se hará referencia a árboles de 5 metros o más de
altura.
Caracterización arquitectónica, incluye:
Época de construcción
Estilo arquitectónico
Valores patrimoniales
Grado de protección
75
Condición legal de la vivienda
Tipos de viviendas
Condición de hacinamiento
Conexión y movilidad, incluye:
Tipo de acceso a la cuartería
Tipos de vías colindantes
Estado de las vías
Relación con los flujos urbanos principales
CARA B:
Croquis general en planta
Imágenes del estado actual de la cuartería
FICHA 2
CARA A: Infraestructura y redes técnicas, ventilación e iluminación, situación
higiénico-sanitaria.
Infraestructura y redes técnicas, incluye:
Tipo de servicio de energía eléctrica
Tenencia de equipos electrodomésticos en la cuartería
Instalaciones hidro-sanitarias
Almacenamiento de agua
Sistema de conducción de residuales
Ventilación e infraestructura, incluye:
Solución de ventilación existente
Aparatos utilizados para la obtención de ventilación
Soluciones de iluminación existente
76
Situación higiénico-sanitaria, incluye:
Existencia de focos contaminantes
Impactos ambientales
Condiciones de salubridad (Humedad interior)
Existencia de enfermedades
Desechos sólidos
Formas de eliminación de la basura
FICHA 3:
CARA A: Población residente y situación social, incluye:
Composición etaria
Composición por género
Composición por núcleo familiar
Problemas sociales existentes
Existencia de casos sociales
Habitantes incorporados a asistencia social
Vínculo laboral de los residentes
Nivel de escolaridad
FICHA 4:
CARA A: Financiamiento y participación comunitaria, incluye:
Residentes con requisitos a subsidios
Posibilidades de financiamiento por parte de los residentes
Posibilidad de acceso a créditos por parte de los residentes
Existencia de otros ingresos que aumenten la capacidad
adquisitiva de los residentes
Fuentes de recursos materiales para la rehabilitación
Disposición a la participación colectiva por parte de los
residentes
Existencia de líderes en la cuartería
77
Tipo de líderes
Dominio de oficios útiles por parte de los residentes
Posibilidad de participación por parte de organizaciones comunitarias y de
masas
Actores institucionales implicadas
CARA B: Regulaciones urbanas
Regulaciones urbanas específicas
FICHA 5:
CARA A: Estructura, incluye:
Sistema estructural existente
Materiales de construcción predominantes
Soluciones técnico-constructivas
Instalaciones hidro-sanitarias
Estado técnico-constructivo de los elementos estructurales
FICHA 6:
Galería de imágenes complementarias, que aportan una valoración visual del
estado actual de las cuarterías, sus materiales componentes, su distribución,
estado técnico
A continuación, se detalla el contenido de las Fichas de Diagnóstico a partir de las
variables e indicadores propuestos.
78
79
80
2.4.4. Requerimientos de aplicación
El apoyo y la participación activa tanto de los decisores locales, personal integrado
al análisis y diagnóstico y de la población involucrada, juegan un papel primordial
en la obtención de resultados satisfactorios, en aras de lograr soluciones que
contribuyan al mejoramiento de la calidad del hábitat en las cuarterías.
La implementación del instrumento de diagnóstico está basada en la participación
e intercambio continuo entre profesionales y residentes en las cuarterías como
máximos involucrados en el proceso para la transformación del hábitat precario en
este tipo de viviendas. Consta de 6 etapas fundamentales, entre las que juegan un
papel decisivo las visitas y el intercambio y capacitación tanto de profesionales
como con la población involucradas en el proceso.
1. Primera visita a las cuarterías seleccionadas:
Se desarrolla una primera visita de reconocimiento a las cuarterías propuestas,
corroborando la validez de la información de partida brindada por la Dirección
Municipal de Vivienda en Santa Clara (DMV).
Obtener una caracterización general de la situación actual en las cuarterías
objeto de estudio y verificar una serie de puntos determinantes para el desarrollo
del diagnóstico posteriormente. Para ello se emplea el instrumento de análisis
basado en la Guía de Observación.
Establecer un primer intercambio, de carácter informal con la población
residente en las cuarterías, identificando el por qué y para qué realizar este
instrumento de diagnóstico y, a su vez, convertirlos en partícipes principales del
proceso.
2. Proceso de capacitación:
Se requiere de una etapa de capacitación al personal encargado de aplicar el
instrumento de diagnóstico en las cuarterías.
Gestionar el personal calificado que se encargará de aplicar el instrumento
diagnóstico en las cuarterías (técnicos pertenecientes a la Vivienda y
81
Planificación Física, arquitectos de la comunidad, estudiantes universitarios
vinculados a la carrera de arquitectura).
Intercambio y orientación sobre métodos y procesos a aplicar en el instrumento
(información contemplada en las fichas, aplicación de encuestas, entrevistas,
intercambios).
Involucrar a las entidades estatales para que sean partícipes activos en el
proceso (Dirección Municipal del Poder Popular, Instituto de Planificación
Física, Dirección Municipal de Vivienda, Unión Nacional de Arquitectos e
Ingenieros de Cuba (UNAICC)).
3. Segunda visita a las cuarterías seleccionadas:
Realizar una primera aplicación del instrumento en las cuarterías, mediante la
recolección de información y el intercambio con los residentes, basado en la
aplicación de fichas a partir de variables e indicadores establecidos, y el papel
primordial de la participación de los residentes.
Intercambio entre el personal calificado y las entidades involucradas, para
establecer un balance de los resultados de la aplicación y la participación
comunitaria.
4. Tercera visita a las cuarterías seleccionadas:
Completar la información necesaria para la conformación de las fichas y el
posterior procesamiento de resultados.
5. Procesamiento de resultados:
La información cuantitativa y cualitativa obtenida durante la aplicación del
instrumento de diagnóstico, que pueda ser procesada, se someterá a un
proceso de tabulación y representación gráfica, en aras de implementar la
estrategia de intervención.
6. Conclusiones de la aplicación
Se realiza una evaluación crítica de los principales resultados obtenidos,
señalando insuficiencias como parte del proceso de corrección para una
posterior intervención y estimulando las fortalezas y puntos positivos durante
la implementación del instrumento de diagnóstico.
82
2.5. Conclusiones parciales
El municipio de Santa Clara cuenta con un diagnóstico que define el deterioro en
los espacios públicos, fondo edificado, la carencia de servicios y problemas de redes
e infraestructura técnica, en el que sobresale el alto número de cuarterías (414) en
la ciudad.
El análisis de las regularidades que se presentan como parte del desarrollo del
fenómeno de las cuarterías, posibilita abordar y caracterizar la multidimensionalidad
de los factores que inciden en la habitabilidad de las cuarterías.
Las variables de transformación para la rehabilitación en las cuarterías se
establecen a partir del análisis de los factores condicionantes de habitabilidad. Cada
una se comporta de manera específica sobre la base del caso a transformar.
En el caso de las cuarterías, no se implementa por parte de las instituciones un
método o procedimiento que permita, desde una perspectiva integral y
multidisciplinaria, la gestión y diseño del hábitat y la vivienda.
El análisis de herramientas e instrumentos de diagnóstico empleado, tanto en el
marco nacional e internacional, permite abordar integralmente la implementación de
un proceso de intervención en las cuarterías.
83
Capítulo III. Aplicación demostrativa del instrumento de
diagnóstico en cuarterías de Santa Clara.
3.1. Selección de los casos de estudio
En el año 2011 fue realizado un levantamiento por parte del Departamento de la
Vivienda en Santa Clara de la situación en las cuarterías en el municipio, como parte
del programa “Identificación y Localización de cuarterías y ciudadelas para la
ubicación de cabinas sanitarias en la ciudad de Santa Clara”. Otros programas como
“Erradicación de cuarterías” han sido implementados en el municipio, pero las
nuevas políticas de la vivienda pretenden el mejoramiento del hábitat precario
urbano mediante acciones de rehabilitación y recuperación en la medida que sea
posible.
Como parte de la solicitud realizada por la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV)
en Santa Clara, y respondiendo al objetivo de estudio del trabajo de diploma, se ha
realizado una selección de 4 cuarterías en la ciudad, para la aplicación demostrativa
del instrumento de diagnóstico.
Según información de base ofrecida por la DMV, ese organismo tiene identificadas
414 cuarterías (una de ellas clasificada como ciudadela); aunque no poseen una
actualización veraz de la situación de las mismas, así como deben comprobar si
alguna de ellas ha salido de esa condición por acciones estatales o de los propios
residentes.
Ante esta situación respecto al universo de cuarterías de la ciudad, este trabajo optó
por hacer una selección de muestra de manera intencional y según los principios de
la investigación cualitativa, sin pretender que sus conclusiones sean una
representación estadísticamente fiel del total de cuarterías; pero con la seguridad
que pueden ser suficientes para demostrar la aplicación de los principios e
instrumentos propuestos para su diagnóstico.
84
Las cuarterías estudiadas son:
1. Calle Padre Tudurí #75 e/ Juan B. Zayas y Esquerra, perteneciente al consejo
popular Centro. Ciudad de Santa Clara.
2. Calle Martí #115 e / Ignacio Pons Naranjo y Alemán, perteneciente al consejo
popular Centro. Ciudad de Santa Clara.
3. Calle Pablo Pichs #75 interior e/1ra y 2da, perteneciente al consejo popular
Abel Santamaría. Ciudad de Santa Clara.
4. Calle Tristá #53 e / Villuendas y Juan B. Zayas, perteneciente al consejo
popular Centro. Ciudad de Santa Clara.
3.2. Caracterización de los casos de estudio
Las cuarterías analizadas datan de finales del s.XIX y la primera mitad del s.XX,
caracterizadas por su ubicación perimetral dentro de la manzana, su forma regular
se inserta en el contexto de las manzanas compactas (ausentes de vegetación)
características de la ciudad. Las alturas de las edificaciones oscilan entre 1 y 2
niveles, manteniendo la armonía del conjunto arquitectónico.
La homogeneidad en el tamaño y la ocupación media de las viviendas, forman parte
de las características más distintivas de las cuarterías; un elemento común en todos
los casos lo constituye el patio lateral de la parcela, dado principalmente por el
ancho insuficiente de la cuartería, lo que impide la ubicación de viviendas a ambos
lados de la misma. Los espacios mínimos y la baja superficie de las viviendas
conllevan a las subdivisiones de los espacios interiores, provocando niveles
insuficientes de ventilación e iluminación en los locales.
Las variaciones en la estructura original, modificaciones en vanos y carpinterías,
soluciones de entrepisos y ampliaciones a segundos niveles, sustituciones en la
cubierta constituyen las modificaciones más significativas por parte de los
residentes, buscando mejorar las condiciones de habitabilidad.
Bajos índices de hacinamiento (2 habitantes/dormitorios), a partir de viviendas que
poseen un solo núcleo familiar.
85
La tenencia legal de la vivienda se comporta de manera irregular, en su mayoría las
viviendas no poseen título de propiedad, lo que dificulta un proceso para acceder a
subsidios y un posterior proceso de transformación.
3.3. Aplicación del instrumento de diagnóstico
Se muestra el procedimiento y la aplicación del instrumento en un caso específico
(escogido al azar entre los 4), que ha servido como base para la aplicación de los
casos restantes. Los 3 casos de cuarterías restantes se complementan como parte
de los anexos.
Cuartería #1: Ubicada en la calle Padre Tudurí #75 e/Juan Bruno Zayas y Esquerra.
Consejo Popular Centro.
86
87
3.4. Procesamiento de resultados
La muestra objeto de estudio de la aplicación del instrumento arrojó un
comportamiento en cuanto a nivel adquisitivo o de accesibilidad económica que
puede considerarse de medio a bajo (oscilando los valores de ingresos de los
residentes entre 275 y 425 pesos mensuales), en lo que influye el hecho que, dada
la composición etaria de los habitantes, se aprecia una proporción significativa de
jubilados y amas de casa, además el empleo estatal no satisface las necesidades
económicas de la población, ya que también existen testimonios de complementar
su solvencia con remesas familiares que reciben del exterior, pero en una magnitud
muy discreta.
En el plano social, se confirma la tendencia de que el tipo de habitantes de las
cuarterías que integraron la muestra, se mantienen en un estrato etario de adultos
maduros y personas de la tercera edad, por tanto, jubilados en su mayor parte,
predominando las mujeres amas de casa.
88
En cuanto al aspecto legal, es evidente la condición de tenencia irregular de las
viviendas por parte de los residentes, evidenciándose un alto porcentaje de
viviendas sin título de propiedad, que ni siquiera se encuentran en un proceso de
trámite para solicitar la propiedad, lo que dificulta la obtención de permisos para un
proceso de rehabilitación o la solicitud para acceder a subsidios.
Las condiciones higiénico-sanitarias están condicionadas en su mayoría por la
existencia de focos contaminantes por el vertimiento de desechos sólidos por parte
de la misma población, lo que puede provocar malos olores y afectaciones higiénico-
sanitarias en los residentes. La falta de espacio y áreas útiles de las viviendas no
satisfacen las normativas establecidas, lo que trae consigo falta de confort ambiental
e iluminación inadecuada.
El diseño precario, manifestado principalmente en las soluciones inadecuadas de
los materiales, la calidad de ejecución o la terminación de los inmuebles,
subdivididas una y otra vez por la imperante necesidad de vivienda son
características manifiestas en la muestra analizada. Materiales como madera y teja,
hormigón, bloque o ladrillo predominan tanto en la cubierta como en muros interiores
y exteriores, modificados en gran parte por los residentes buscando mejorar las
condiciones de habitabilidad.
La relación de las cuarterías con los principales flujos urbanos en la ciudad está
reflejada principalmente en su ubicación dentro de los consejos populares Centro y
Abel Santamaría. Caracterizadas por estar insertadas dentro de la trama compacta
de la ciudad, poseen una ubicación perimetral de la manzana, lo que se evidencia
mediante el acceso peatonal a través de pasillos hacia el interior de las cuarterías.
En los gráficos del 1 al 10 se resumen resultados complementarios, todo lo cual
reafirma la validez del instrumento creado para acopiar e interpretar un conjunto de
datos e informaciones de las cuarterías, con el objetivo de proceder a su posterior
rehabilitación.
89
90
3.5. Bases para la rehabilitación
El diagnóstico realizado a partir de la aplicación de los instrumentos en la muestra
estudiada permite establecer la conveniencia de replantear el número de viviendas
a lograr en la intervención de rehabilitación. Por ejemplo, en la cuartería Pablo
Pichs, se manifiesta hacinamiento (aunque en índices bajos) en la cantidad de
habitantes por dormitorios y en la cuartería Martí el área útil total de las viviendas
no satisface las normativas establecidas. Esto requerirá ofrecer alternativas de
reubicación a las familias que resulten relocalizadas.
Otra posibilidad a la opción anterior sería lograr un diseño en altura, aumentando la
densidad de aprovechamiento del suelo y distribuyendo las viviendas actuales para
evitar que se tenga que inducir el traslado de habitantes hacia otro emplazamiento.
Esto requerirá un análisis puntual, desde el punto de vista urbanístico, emplear
soluciones constructivas que lo permitan (entrepisos, introducir columnas y vigas y
solucionar escaleras para el acceso). También estaría en relación con la
composición del núcleo familiar implicado ya que, en caso de ser de la tercera edad,
crearía barreras a su movilidad limitada.
En las cuarterías muestreadas se deben realizar acciones para mejorar
ambientalmente la ventilación e iluminación naturales. Esto puede lograrse
mediante determinadas soluciones de patinejos, como en las cuarterías Tristá y
padre Tudurí, o logrando mayor abertura de vanos hacia el exterior y/o en las áreas
comunes, como en las cuarterías Martí y Tristá.
Lograr soluciones de diseño que garanticen para cada vivienda el mínimo de
habitabilidad, con la incorporación de un baño a cada célula habitacional y el
adecuado funcionamiento de las redes hidráulicas y sanitarias. Si se decide,
excepcionalmente, mantener el servicio sanitario de uso colectivo, se deben
garantizar las condiciones higiénico-sanitarias y la existencia de los aparatos
sanitarios requeridos para satisfacer las demandas de sus habitantes.
91
Es conveniente que las técnicas constructivas permitan un carácter apropiado en la
participación de los propios residentes y personal auxiliar con oficios, así como en
los materiales locales y disponibles.
Regularizar la tenencia legal de las viviendas, permitiendo llevar a cabo las
solicitudes de acceso a subsidios o acciones de rehabilitación.
Lograr que el proceso de rehabilitación y conservación de estos inmuebles sea a
través de la participación comunitaria, y que en todos los casos exista un Proyecto
Técnico y Ejecutivo, revisado y aprobado por un equipo especializado multifactorial.
Conservar la planimetría general del inmueble, manteniendo siempre que sea
posible, la presencia del patio interior para garantizar el bienestar físico ambiental.
En la implementación del programa de transformación deben aprovecharse las
características del ambiente colectivo entre los vecinos, dado que, aunque no
apareció un liderazgo manifiesto a nivel de la comunidad, existen condiciones de
cooperación mutua y motivación para fomentar un espíritu de autogestión.
Por parte de los actores institucionales implicados en la rehabilitación (sobre todo el
gobierno local y las direcciones de Vivienda y Planificación Física), deben buscarse
fórmulas jurídicas para regularizar la situación legal de la tenencia de las viviendas
y, eventualmente, facilitar el acceso de las familias que cumplan con el resto de los
requisitos, al programa de subsidios estatales para acometer la rehabilitación.
3.6. Conclusiones de la aplicación
1. La propuesta de instrumento a partir de la trilogía Dimensión-Variables-
Indicadores, permite abordar el proceso de análisis y diagnóstico de manera
integral.
2. La aplicación empleando fichas permite una mejor organización y
simplicidad, tanto a la hora de aplicarse como de obtención de resultados
3. Permite el diálogo activo entre los residentes y los actores institucionales
involucrados
4. El instrumento para el Diagnóstico en cuarterías, contempla la concepción y
elaboración integral de los planes de diagnóstico y, establece los elementos claves
92
que son necesarios abordar en un proceso de análisis y diagnóstico, con el objetivo
de orientar la realización del mismo en las cuarterías de la ciudad de Santa Clara.
5. Permite la aplicación del método de Investigación-Acción-Participación y
seleccionar y diseñar los procederes del análisis participativo para la situación en
las cuarterías. Se recomiendan y aplican, por su efectividad en el análisis, las
técnicas siguientes:
Guía de observación
Entrevistas en profundidad a los factores de las cuarterías
Entrevista abierta a los residentes en las cuarterías
Talleres de participación y capacitación
Encuestas (sociológicas-infraestructura-vivienda-socioeconómica)
6. El método de la capacitación técnica y el trabajo grupal cíclico con los
encargados de aplicar el instrumento y los residentes de las cuarterías, resulta muy
efectivo.
7. La síntesis del diagnóstico se realiza interrelacionando cuantitativa y
cualitativamente los resultados obtenidos durante el proceso de aplicación del
instrumento desde las primeras etapas de planificación.
8. El instrumento diseñado para el diagnóstico de cuarterías, permite hacer una
radiografía del estado actual del lugar, identificando necesidades y problemáticas
de las cuarterías, a través de un proceso participativo.
9. El instrumento ha sido elaborado con un componente gráfico que facilita su
comprensión, permitiendo una adecuada comunicación e interacción con los
residentes en las cuarterías.
10. Con la aplicación del instrumento de diagnóstico en diferentes cuarterías, se
obtiene una base de datos de estas áreas en el tema ambiental, socioeconómico e
infraestructura y vivienda.
11. Los resultados después de ser tabulados, pueden ser ingresados a un
sistema de información estadística para generar una representación gráfica de la
condición específica para cada caso de estudio.
93
12. Se ha elaborado por medio de una investigación académica aplicada, con
una proyección social evidente, con el fin de contribuir de manera concreta en el
mejoramiento integral urbano de las cuarterías en condiciones precarias.
Como sugerencias tenemos:
1. La complejidad del problema ante la falta de recursos materiales y
financieros, requiere el aporte de las ciencias sociales como: la psicología de
comunidades y la sociología urbana, como aporte científico aplicado en función del
desarrollo.
2. En base a los resultados obtenidos, se recomienda realizar acciones en
orden a tres niveles básicos de intervención:
Nivel 0: acciones emergentes
Nivel 1: acciones de importancia para el cumplimiento de los objetivos de un
proyecto de rehabilitación
Nivel 2: acciones de completamiento y transformación progresiva de los
niveles integrales de precariedad en las cuarterías.
3.7. Conclusiones parciales
Para el estudio de esta tipología resultan significativos elementos tales como: la
ubicación en la manzana; la forma y proporciones de los lotes; la forma de acceso;
los pasillos y patios; la ubicación de los servicios colectivos; la ubicación de los
servicios sanitarios y el sistema técnico constructivo.
Tanto la complejidad del problema urbano en las cuarterías del contexto nacional
como el limitado avance de sus transformaciones hasta los momentos actuales
hacen insistir en la búsqueda de una gestión más sustentable para mitigar pobreza
y precariedad desde las instrumentos mismos de la planificación, que garanticen
enfoques de participación para la mejor toma de decisiones en la gobernabilidad al
trabajar en las estrategias de rehabilitación del marco físico-espacial con propósitos
de reducción de los indicadores de precariedad urbana.
Ante la creciente necesidad de concretar actuaciones estratégicas, resulta
obligatoria la búsqueda de vías cada vez más sustentables para ordenar y concertar
94
el desarrollo local desde los potenciales socio-económicos, culturales y políticos
endógenos de las cuarterías, así como la incorporación de herramientas
metodológicas cada vez más efectivas, en tal dirección partir de un análisis y un
diagnóstico participativo que propicie el conocimiento del grado de precariedad para
enfrentarse a las propuestas de ordenamiento a través de los instrumentos de
planeamiento.
La complejidad de la situación de conflictos acumulados y actuales de pobreza
urbana en el barrio precario argumenta la importancia de aplicar los recursos de las
ciencias al perfeccionamiento del planeamiento físico-espacial, como principal
herramienta en el logro de la sustentabilidad que exige el nuevo Modelo económico
y social cubano.
La propuesta metodológica para el análisis y el diagnóstico participativo resulta una
efectiva vía de asegurar soluciones al planeamiento participativo para el desarrollo
local en la rehabilitación integral del hábitat urbano en las cuarterías, lo que
constituye una alternativa al perfeccionamiento de esta actividad.
95
Conclusiones generales
Los estudios para la transformación de las casas de vecindad deben tener en cuenta
tres grupos de aspectos relacionados con la génesis del fenómeno que se analiza:
los urbanos, los socio-culturales y los de habitabilidad arquitectónica.
La tipología habitacional de casas de vecindad, solares, ciudadelas y cuarterías,
está presente en la historia urbana y socio-cultural de Cuba desde el siglo XIX. El
estudio realizado permite comprender el desarrollo histórico de un fenómeno urbano
muy complejo que aún se mantiene latente en muchas ciudades, entre ellas Santa
Clara, a pesar de acciones que se han efectuado para solucionar problemas
vinculados a su origen, como son la falta de privacidad, de espacio útil y de redes
técnicas, así como precarias condiciones ambientales y técnico- constructivas.
Mediante la elaboración y aplicación demostrativa de un instrumento de diagnóstico,
basado en una serie de variables e indicadores, se potencializa el análisis y
caracterización de las cuarterías en la ciudad de Santa Clara.
96
Recomendaciones generales
La elaboración del Instrumento de diagnóstico está encaminada a que el informe
sirva de herramienta a instituciones como la Dirección Municipal de Vivienda
(DMV), el Instituto de Planificación Física (IPF) y dotar las mismas de una
capacitación y fortalecimiento de las instituciones locales, con el fin de aplicar
instrumentos innovadores de gestión, planificación y ejecución de políticas,
programas y proyectos urbanos, además de potenciar la transformación del hábitat
precario urbano y mejorar las viviendas precarias existentes en la ciudad.
No obstante, se recomienda que el Instrumento de diagnóstico propuesto,
incluyendo su sistema de variables e indicadores, pueda ponerse a disposición de
otras instituciones, aprovechando su utilización en cuarterías de otros contextos
municipales o provinciales.
Este trabajo puede ser complementado mediante la vinculación al sistema de datos
estadísticos de la provincia, con el objetivo de identificar las zonas más afectadas
por el fenómeno de la precariedad en cuarterías y tener un análisis más actualizado
de la situación.
Con el instrumento de diagnóstico y el análisis realizado en el trabajo, se
recomienda someter a un proceso de transformación las cuarterías que lo
requieran.
El trabajo puede ser relacionado con otros campos investigativos con el objetivo de
lograr una multidimensionalidad de criterios que aporten en base a una misma y
mejor solución para el problema en las cuarterías, que afecta no solo la ciudad de
Santa Clara, sino a Latinoamérica en general. Se pueden citar campos como el
sociológico con el complemento de datos demográficos, condiciones de vida y
situación social de los habitantes, el campo ambiental que puede analizar en
profundidad las condiciones de saneamiento en la cuartería y establecer medidas
para contrarrestar enfermedades y malas condiciones higiénico sanitarias, así
como en temas referidos a la tenencia de la vivienda conjunto con el derecho a la
ciudad.
97
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Anexos
Anexo 1. Imágenes de cuarterías en Latinoamérica
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Anexo 2. Proyecto de Rehabilitación integral y participativa de la Población
Unión Obrera de Valparaíso. Chile
Fase del proyecto: Estado inicial del conjunto Población Obrera de
Valparaíso Fuente: Francisco Prado, s/f
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Fase del proyecto: Ejecución de las obras Población Obrera de Valparaíso
Fuente: Francisco Prado, s/f
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Fase del proyecto: Resultado final Población Obrera de Valparaíso
Fuente: Francisco Prado, s/f
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Anexo 3. Proyecto de Rehabilitación de la casa de vecindad en San Ignacio 360, La Habana. (OHCH)
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Anexo 4. Intervenciones realizadas por la población residente, en el Reparto
Vista Alegre. Santiago de Cuba.
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Anexo 5. Instrumentos aplicados para la observación
Instrumento 1. GUÍA DE OBSERVACIÓN
Objetivo: Identificar elementos relevantes que posibiliten potenciar el diseño
participativo de viviendas. Se particulariza en elementos urbanísticos,
arquitectónicos, técnico-constructivos, paisajísticos, sociales y culturales que
permitan la activación de un proceso de participación y favorezcan la colaboración
para: identificar problemáticas, restricciones y potencialidades; elaborar de un
concepto y variantes de solución; identificar la solución final, determinar criterios de
progresividad y de las etapas de intervención; organizar del proceso constructivo y
la administración de un presupuesto cooperativo a partir de la colaboración de todos
los implicados.
Unidades de observación: Inmuebles, sujetos involucrados.
Aspectos objetos de observación:
1. Relación del área con el entorno urbanístico en que se enclava:
-Accesibilidad
-Relación espacio exterior-interior. Cierres
-Tipología urbanística
-Densidad habitacional
2. Dotación de servicios de infraestructura y aspectos ambientales:
-Abasto de agua
-Solución de residuales líquidos
-Solución de residuales sólidos
-Red de drenaje pluvial
-Escurrimiento superficial
-Alumbrado público
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-Iluminación natural
-Ventilación
-Redes eléctricas
-Condiciones de salubridad
3. Aspectos técnicos constructivos:
-Tipologías constructivas
-Materiales
-Características del estrato resistente
-Estado técnico
4. Aspectos funcionales:
-Relación cantidad de habitaciones/habitantes
-Existencia de espacios privados, para qué función
-Existencia de espacios semipúblicos, para qué función
-Existencia de espacios públicos, para qué función
-Características funcionales distintivas
5. Aspectos estéticos:
-Estilo
-Colores y texturas
-Rasgos distintivos
6. Aspectos sociales:
-Composición etaria
-Existencia de casos sociales
-Nivel de escolaridad
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-Actividad económica
-Profesiones u oficios
-Niveles de delictividad
-Representación de líderes formales
-Identificación de líderes informales
-Rasgos culturales sobresalientes
7. Aspectos sobre la participación:
-Conciencia de los sujetos sociales sobre su problemática
-Percepción respecto a una conciencia colectiva de los problemas
-Se ha delegado algún tipo de responsabilidad formal o simbólica sobre alguno de
los líderes en relación con la problemática habitacional
-Opinión expresada sobre el sistema institucional de la vivienda, y de las
autoridades, en términos de reconocimiento, o no, de la posibilidad, disposición y
confianza hacia la ayuda
-Disposición manifiesta de los sujetos a participar de la solución de sus problemas
en relación con el hábitat
-Disposición a la cooperación con los restantes sujetos
-Identificación de vínculos de parentesco, de haberlos
-Existencia de materiales de construcción aprovechables, o reciclables
-Existencia de oficios o de profesionales afines, o de algún tipo de conocimiento
empírico afín.
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Instrumento 2. ENTREVISTA A INFORMANTES CLAVES.
Tipo de entrevista: semiestructurada.
Objetivo: Corroborar por medio de triangulación con la observación y la encuesta
los elementos relevantes que posibiliten potenciar el diseño participativo de
viviendas. Particularizar en elementos urbanísticos, arquitectónicos, técnico-
constructivos, paisajísticos, sociales y culturales que permitan la activación de un
proceso de participación y favorezcan la colaboración para: identificar
problemáticas, restricciones y potencialidades; elaborar de un concepto y variantes
de solución; identificar la solución final, determinar criterios de progresividad y de
las etapas de intervención; organizar del proceso constructivo y la administración
de un presupuesto cooperativo a partir de la formación de un subsidio colectivo.
Unidades de observación: Informantes claves. Líderes formales e informales,
autoridades y funcionarios.
1. ¿Cómo valoraría usted la calidad del hábitat en la cuartería?
Preguntas auxiliares: ¿Es segura? ¿Es confortable? ¿Es limpia? ¿Hay espacios
de intercambio… etc.?
2. ¿Pudiera comentarnos sobre las posibilidades de las redes de infraestructura
para incorporar viviendas nuevas en el área?
Preguntas auxiliares: ¿Cómo es el régimen de agua? ¿Se producen
inundaciones? ¿hay alumbrado público, funciona? ¿se inunda el agua cuando
llueve? ¿hay servicio de recogida de basura, cada qué tiempo?
3. ¿Cómo valora el estado constructivo de las viviendas?
Preguntas auxiliares: ¿Conoce si se han hecho reparaciones? ¿Quién? ¿Se ha
planteado en algún sitio los problemas que afectan a estos inmuebles?
4. ¿Cómo es el modo de vida de los habitantes de estas viviendas?
Preguntas auxiliares: ¿Tienen trabajo? ¿A qué se dedican? ¿Se reúnen en algún
momento, o sitio, o hacen algunas actividades juntos, cuáles?
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5. ¿Qué le gusta de estas viviendas en la actualidad? ¿Qué no le gusta? ¿Cómo le
gustaría que fueran?
Preguntas auxiliares: ¿Disposición? ¿Tamaño? ¿Alto? ¿Color? ¿Materiales?
¿Elementos decorativos? ¿Presencia de plantas?
6. ¿Cómo son las personas que habitan esas viviendas?
Preguntas auxiliares: ¿Cómo viven? ¿A qué se dedican? ¿Comparten
actividades? ¿Hay muchos adultos mayores? ¿Viven muchos niños ahí, dónde
juegan? ¿existen casos sociales, tienen atención? ¿Hay muchos enfermos,
cuáles son las enfermedades que más predominan? ¿Conoce de algún tipo de
práctica cultural, artística o religiosa?
7. ¿Considera Ud. que esas personas estarían dispuestas a participar?
Preguntas auxiliares: ¿Quiénes si, ¿Quiénes no, Por qué? ¿Existen vínculos que
posibiliten la colaboración entre ellos? ¿Es seguido el líder formal? ¿Hay otra
persona muy respetada? ¿Conoce de la existencia de algún recurso
aprovechable en el área para disminuir los costos, o que pueda ser reciclado?
Instrumento 3. ENCUESTA SOCIOLÓGICA
Objetivo: El conocimiento sociodemográfico de las cuarterías objeto de estudio en
la ciudad de Santa Clara para la concepción del Trabajo de Diploma:
“Transformación del hábitat precario urbano. Diagnóstico y propuesta en cuarterías
de Santa Clara”.
1. Nombre del presidente del CDR __________________________________
2. Dirección del CDR __________________ N° ____Circunscripción _______
3. Cantidad de viviendas_____
4. Estado constructivo de las viviendas en la cuartería: B___ R___ M___
5. Casos de derrumbe____________________
6. Estado técnico de las viviendas en la cuartería:
Infraestructura sanitaria________________________
Infraestructura hidráulica_______________________
7. Cantidad de núcleos familiares___________
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8. Composición del núcleo familiar (teniendo en cuenta los siguientes indicadores)
Según la edad:
Cantidad de menores__________
Cantidad de adultos____________
Cantidad de ancianos___________
Según empleo:
Cantidad de trabajadores _____________
Cantidad de cuentapropistas___________
Cantidad de jubilados_________________
Cantidad de amas de casa_____________
Según nivel de escolaridad:
Cantidad de habitantes que tienen nivel primario_____________
Cantidad de habitantes que tienen nivel secundario___________
Cantidad de habitantes que tienen nivel universitario__________
Según condición social:
Cantidad de padres solteros_____________
Cantidad de personas sin asistencia social___________
Cantidad de alcohólicos___________
Cantidad de discapacitados___________
Cantidad de desvinculados laboralmente___________
9. Interacción del estado con los casos sociales (seguimiento o asistencia social
que reciben dichas personas) ___________________________________
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10. Visitas por parte de la Oficina de Planificación Física o la Unidad Municipal de
Inversión de la Vivienda (UMIV), para futuros planes de rehabilitación en la
cuartería _________________________________________________
Instrumento 4. ENCUESTA DE INFRAESTRUCTURA Y VIVIENDA
Condición de la vivienda:
1. ¿Cuál es la condición legal de su terreno?
Título de propiedad _______ Título en trámite _______ No tiene título de
propiedad _______
2. ¿Su casa es propia o en usufructo? ______________
3. ¿Cómo está organizada su casa?
Cantidad de personas residentes ____ Cantidad de habitaciones ____ Cantidad
de núcleos familiares _____
Materiales constructivos:
4. El techo está compuesto por: Losa de hormigón ____ Zinc____ Teja ____
Fibrocemento _______ Otro ¿cuál? __________
5. Las paredes están compuestas por: Concreto _____ Ladrillo _____ Bloque
_____ Madera _____Otro ¿cuál?
6. El piso interior está compuesto por: Tierra ______ Cemento _____ Cerámico
______ Madera ______ Otro ¿cuál? ________
Infraestructura básica:
7. ¿Tiene acceso directo al agua potable? Si ___ No ____
8. Si la respuesta es sí, ¿Por qué medio la obtiene? ____________
9. Si la respuesta es no, ¿Cómo la obtiene? ______________
10. ¿Su casa se encuentra conectada a un sistema de drenaje? Si __ No __
11. ¿Qué tipo de servicio sanitario usa su vivienda? Letrina ____ Inodoro___
12. ¿Cómo es su conexión de electricidad? Contador propio ____ Cables generales
_____ Electricidad de un vecino _______
13. ¿A dónde va la basura de su casa? Calle ____ Barranco _____ Camión de basura
_____ Se quema _____ Otro ¿cuál?
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Anexo 6. Fichas para el diagnóstico de cuarterías
Cuartería #2: Ubicada en la calle Martí #115 e/ Río y alemán. Consejo Popular
Centro. Santa Clara.
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Cuartería #3: Ubicada en la calle Pablo Pichs #75 e/ 1ra y 2da. Consejo
Popular Abel Santamaría. Santa Clara.
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Cuartería #4: Ubicada en la calle Tristá #53 e/ Villuendas y Juan Bruno Zayas.
Consejo Popular Centro. Santa Clara.
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UNIVERSIDAD CENTRAL “MARTA ABREU” DE LAS VILLAS
FACULTAD DE CONSTRUCCIONES
CARRERA DE ARQUITECTURA