DE INCORPORACIÓN DE PORCINAZA EN ENSILAJES PARA ... · Al Presidente de Tesis y al Comité...

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1 DE INCORPORACIÓN DE PORCINAZA EN ENSILAJES PARA SUPLEMENTACIÓN DE BOVINOS Presentado por Julián Estrada Álvarez Candidato al título de Doctor Nota de aceptación certificada por el comité tutorial ________________________________________ Dr. Francisco Javier Henao Uribe ________________________________________ Dr. Emilio Manuel Aranda Ibáñez ________________________________________ Dr. Gastón Pichard Descalzi

Transcript of DE INCORPORACIÓN DE PORCINAZA EN ENSILAJES PARA ... · Al Presidente de Tesis y al Comité...

1

DE INCORPORACIÓN DE PORCINAZA EN

ENSILAJES PARA SUPLEMENTACIÓN DE

BOVINOS

Presentado por Julián Estrada Álvarez

Candidato al título de Doctor

Nota de aceptación certificada por el comité tutorial

________________________________________

Dr. Francisco Javier Henao Uribe

________________________________________

Dr. Emilio Manuel Aranda Ibáñez

________________________________________

Dr. Gastón Pichard Descalzi

2

Estrategias de incorporación de porcinaza en

ensilajes para suplementación de bovinos

_______________________________________________________

Tesis

presentada a

la Facultad de Ciencias Agropecuarias

Universidad de Caldas

_______________________________________________________

Requisito parcial

para obtener el grado de

Doctor

Por

JULIAN ESTRADA ALVAREZ

Francisco Javier Henao Uribe, PhD. Director de Tesis

Agosto de 2011

3

Dedicatoria

A Clara Inés, Santiago y Laura, mi querida familia, quienes me dieron

todo su apoyo y acompañamiento en todos los momentos, sobre todo

en los difíciles.

A mis queridos padres, por haber sembrado en mi el deseo de

superación.

A Daniel y Luz Helena, quienes me ofrecieron su hogar y su apoyo

incondicional en todo momento.

A mis compañeros de siempre, Francisco Javier y Germán, por todos

esos oportunos consejos y

A todos mis hermanos, por creer en mí y ofrecerme su apoyo.

A todas aquellas personas que ofrecieron su apoyo para llevar a feliz

termino este trabajo.

4

Agradecimientos

A la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados de la Universidad

de Caldas por los recursos asignados para la realización de los estudios Doctorales.

Al Presidente de Tesis y al Comité Tutorial por toda la formación y

apoyo recibido.

A la Asociación Colombiana de Porcicultores, por el aporte económico

brindado para la realización de esta investigación.

Al Colegio de Posgraduados Campus Tabasco, por su apoyo en mi formación académica.

A la Universidad Católica de Manizales, por la disponibilidad del área

de laboratorios de microbiología, especialmente a Gloria María Restrepo F.

Al Sistema Granjas de la Universidad de Caldas por su aporte en las áreas experimentales, administrativas y de campo.

Al Grupo Directivo, Administrativo y de laboratorios que conforman el

Instituto de Biotecnología Agropecuaria de la Universidad de Caldas, especialmente a Juan Manuel Salgado y a Diana Cárdenas.

Al Ingenio Presidente Benito Juárez (IPBJ), por el apoyo dado durante mi pasantía en México

5

Tabla de contenidos

Página

Agradecimientos. i

Lista de figuras. ii

Lista de tablas. iii

Resumen general. 1

Capitulo I

1. Introducción. 5

1.1. Antecedentes. 5

1.2. Objetivos. 14

1.2.1. General. 14

1.2.2. Específicos. 14

Capitulo II 15

2. Revisión de literatura. 15

2.2. Introducción. 15

2.2.1. Avances en técnicas biotecnológicas. 15

2.2.2. Intensificación de la producción bovina. 15

2.2.3. Suplementación de bovinos en pastoreo. 16

2.2.4. Empleo de subproductos en la producción animal. 17

2.2.4.1. Utilización de porcinaza en alimentación animal. 17

2.3. Alimentación del rumiante. 18

2.4. Principales fuentes de alimentación para rumiantes. 19

2.4.1. Gramíneas forrajeras. 20

6

2.4.2. Leguminosas forrajeras. 20

2.4.3. Otras plantas forrajeras. 21

2.5. Los rumiantes como productores de metano. 21

2.5.1. Moduladores del metano. 22

2.6. Características generales de los forrajes. 22

2.6.1. Características de las pasturas tropicales. 23

2.7. Metabolismo energético de los rumiantes. 23

2.8. Características agronómicas de la caña. 24

2.8.1. Alimentación de rumiantes con caña de azúcar. 24

2.9. Subproductos agropecuarios utilizados en alimentación

animal. 25

2.9.1. Utilización de la porcinaza. 26

2.9.2. Población porcina nacional y su producción de

porcinaza. 26

2.9.3. Porcinaza como fuente potencial de patógenos. 27

2.10. Suplementación de bovinos en pastoreo. 28

2.10.1. La técnica de fermentación en fase sólida (Ensilaje). 29

2.10.1.1. Principios del ensilaje. 29

2.10.1.2. Condiciones ideales de un buen ensilaje. 29

2.10.1.3. Los lactobacilos como fermentadores de azúcares. 30

2.10.1.4. Acondicionamiento del material a ensilar. 31

2.10.1.5. La caña de azúcar como insumo en ensilajes. 31

2.11. Características del rumen de los bovinos. 32

2.11.1. Dinámica ruminal. 34

2.11.2. Digestibilidades in situ e in vitro en forrajes

tropicales. 35

2.12. Producción intensiva de bovinos. 36

2.12.1 Suplementación estratégica en bovinos. 37

2.13. Metano como productor de gases efecto invernadero 38

2.13.1. Factores responsables de la producción de metano en

7

el rumen. 38

2.13.2. Mitigación de la producción de metano utilizando

leguminosas tropicales. 39

Capitulo III 40

Ensilaje de caña de azúcar integral enriquecido con

porcinaza fresca. 40

Resumen. 40

Abstract. 41

Introducción 42

Materiales y métodos. 47

Resultados. 49

Discusión. 55

Conclusiones. 60

Capitulo IV

Efecto de la fermentación en estado sólida de la

porcinaza sobre la persistencia de patógenos en

el ensilaje. 62

Resumen. 62

Abstract. 63

Introducción. 64

Materiales y métodos. 66

Resultados y discusión. 69

Conclusiones y recomendaciones. 76

Capitulo V Primera aproximación a la utilización de un ensilaje

porcinaza en alimentación de bovinos. 77

Resumen. 77

Abstract. 78

8

Introducción. 79

Materiales y métodos. 85

Resultados y discusión. 88

Conclusiones y recomendaciones. 93

Capitulo VI Discusión general 94

Capitulo VII Literatura citada 101

9

Lista de figuras

Figura Página

1. Promedios de las variables dependientes

afectadas significativamente (P≤0.05)

por el TF en ensilaje de CAIM. 51

2. Comportamiento de las variables

dependientes afectadas significativamente

(P≤0.05) por el nivel de incorporación

de porcinaza en ensilaje de CAIM. 53

3. Perfil de AR, MS, pH, GT, CT y FB de

acuerdo con el TF en ensilaje de CAIM. 55

4. Degradación de la MS in situ e in vitro de

un ensilaje de CAIM con 40% de inclusión

de porcinaza 90

5. Curvas de lactancia en vacas F1 Cebú

X Holstein 91

6. Curva de respuesta en la producción diaria

de leche (kg/d) en los 19 días experimentales

en vacas F1 (Cebú x Holstein) suplementadas

con ensilaje de porcinaza vs ensilaje de maíz. 92

10

7. Cuantificación de metano (ppm) en vacas

F1 Cebú X Holstein consumiendo ensilaje con

Porcinaza vs ensilaje de maíz 94

11

Lista de tablas

Tabla Página

1. Procedimientos sugeridos para estandarizar

los procesos in situ. 35

2. Ingredientes del vitafert en porcentaje. 48

3. Cuadrados medios para AR, T°, pH, H, MS,

PT, GT, FB, CT, P, K, Mg, Ca, Na, Fe, Cu,

Mn y Zn, de acuerdo con FP, IP. 50

4. Comportamiento de las variables dependientes

de acuerdo con el factor fermentación previa

(FP) en ensilaje de CAIM. y TF en ensilaje de

CAIM. 51

5. Comportamiento de las variables dependientes

de acuerdo con el factor nivel de incorporación

de porcinaza (IP) en ensilaje de CAIM. 52

6. Comportamiento de las variables dependientes

de acuerdo con el TF en ensilaje de CAIM. 54

7. Recuento de Coliformes totales (CT) y fecales

(CF) (NMP/g) en ensilajes de Porcinaza y CAIM

12

a los 21 días de fermentación. 70

8. Recuento de esporas de Clostridium sulfito

Reductor en ensilajes de Porcinaza y CAIM a

los 21 días de fermentación. 71

9. Recuento de Coliformes totales y fecales en

ensilajes de Porcinaza y CAIM con 40% IP

en 12 momentos de fermentación. 74

13

Estrategias de incorporación de porcinaza

en ensilajes para suplementación de bovino

Resumen general.

Este estudio se orientó a evaluar estrategias competitivas de

incorporación de porcinaza fresca en la preparación de ensilajes de

caña de azúcar integral molida (CAIM), para alimentación de

bovinos. La investigación fue realizada en el Instituto de

Biotecnología Agropecuaria de la Universidad de Caldas, Manizales,

Colombia, en tres momentos consecutivos.

En el primer momento, se estudió el efecto de 8 tiempos de

fermentación (TF), de 3 niveles de incorporación de porcinaza (IP)

(20, 30 y 40%), y de la fermentación aeróbica previa (FP) de 48

horas, sobre las características físico-químicas indicadoras de calidad

del ensilaje, y sobre la calidad sanitaria del mismo al día 21 de la

fermentación, mediante un arreglo factorial 8x3x2, en bloques

completos al azar, con tres replicaciones por tratamiento y un

microsilo de PVC, de 2.5 Kg, como unidad experimental. La FP afectó

el contenido de azúcares reductores (AR) (P≤0.01), el pH, las

cenizas totales (CT) y el Cu (P≤0.05). El porcentaje de IP afectó

(P≤0.01) proteína total (PT), grasa total (GT), CT, P, K, y Mg.

Respecto al tiempo de fermentación (TF), hubo un descenso leve

(P>0.05) en AR y MS del día 3 al 21, y más fuerte (P≤0.01), del 21 al

50. El pH bajó entre el tercero y el sexto día (P≤0.01), permaneció

constante hasta el día 21 y tendió a aumentar a los 50 días (P>0.05);

por el contrario, la GT se elevó a partir del día 3 (P≤0.05). Ambas

variables registraron valores normales. Las CT disminuyeron

14

(P≤0.05) entre el día 3 y 6, y permanecieron constantes desde allí.

La adición de porcinaza fresca al ensilaje de CAIM mejoró los

principales indicadores de calidad nutricional de este, con un

comportamiento sobresaliente de la mezcla con 40% de porcinaza,

sometida a fermentación previa, a partir del día 15 de fermentación.

La calidad sanitaria del ensilaje se evaluó mediante el recuento de:

lactobacilos, levaduras, Coliformes totales y fecales, Salmonella,

Clostridium sulfito reductor, Staphylococo de tipo coagulasa positivo,

huevos de parásitos y virus. Los huevos de parásitos detectados

fueron inviables; la carga de Coliformes totales y fecales, de

Clostridium sulfito reductor, de Salmonella, de Staphylococo tipo

coagulasa positivo, y de levaduras, fue compatible con la

alimentación animal. Se detectó abundante presencia de lactobacilos

en todas las muestras evaluadas confirmando el tipo de fermentación

deseado.

En el segundo momento se estudió el efecto del tiempo de

fermentación en fase sólida de una mezcla de CAIM con 40% de

porcinaza con vitafert, a los 0, 3, 6, 9, 12, 15, 18 y 21 días, sobre la

calidad sanitaria del ensilaje, mediante un diseño de bloques

completos al azar, con tres replicaciones por tratamiento y un

microsilo de PVC, de 2.5 Kg, como unidad experimental. En este

momento se realizó, además de los mismos recuentos del momento

uno, el recuento de mohos y la evaluación, por PCR multiplex, de la

presencia de los siguientes virus al día 21 de fermentación:

parvovirus porcino (PVP), circovirus porcino tipo I (PCV-I), circovirus

porcino tipo II (PCV-II), virus del síndrome reproductivo y

respiratorio porcino (PRRS), y herpesvirus porcino tipo I (HVP-I) ó

virus de la enfermedad de Aujeszky.

15

Los huevos de parásitos presentes en la porcinaza fresca, fueron

inactivados a partir del tercer día de fermentación. Ninguna muestra

evidenció crecimiento de mohos y levaduras. Los Coliformes totales y

fecales se redujeron a niveles aceptables para la alimentación animal,

desde el sexto día. La carga de Salmonella, Clostridium sulfito

reductor, Staphylococo de tipo coagulasa positivo, encontrada en la

porcinaza fresca desapareció por efecto de la fermentación, desde el

tercer día. Las muestras fueron negativas para los cinco virus

evaluados.

Complementariamente se evaluó la presencia de bacterias, mohos,

levaduras y parásitos, en la mezcla de 21 días de fermentación, los

días 22, 23, 26, 27 y 28, con el propósito de analizar lo sucedido en

la semana siguiente a la apertura del microsilo, para lo cual se cerró

el recipiente sin restablecer el vacío, como ocurre en la práctica.

Todos los recuentos realizados fueron negativos.

En concordancia con los expuesto anteriormente, se puede afirmar

que en este estudio se ha probado la inocuidad del ensilaje de CAIM

enriquecido con porcinaza y la viabilidad de su uso en alimentación

de rumiantes.

En el momento tres se determinó la degradabilidad tanto in situ,

como in vitro hasta las 72 horas, de una mezcla ensilada de CAIM y

porcinaza fresca, y se evaluó su efecto en la suplementación de

bovinos y en la generación de metano en el rumen. Para el ensayo de

suplementación se emplearon 9 vacas F1 Cebú x Holstein, de primera

a tercera lactancia, seleccionadas de un lote de 30 vacas en pastoreo

de pasto estrella (Cynodon plectostachyus), suplementado con

ensilaje de maíz. Se suministraron 5 kg de ensilaje de

16

porcinaza/vaca/día, y se evaluó la producción de leche diaria, el

consumo del ensilaje y la condición sanitaria de las vacas. La cantidad

de metano contenido en muestras de gases ruminales, obtenidas por

punción ruminal, se midió por cromatografía. La evaluación in situ

determinó un rápido incremento en la degradación de la materia seca

del alimento, entre la hora cero (58.3%) y la hora 24 (70.3%), y

estabilización a partir de allí; para la evaluación in vitro también

determino un rápido incremento entre la hora cero y la 24. Los

animales consumieron totalmente el ensilaje ofrecido y su

administración durante 21 días no alteró la curva de producción

láctea esperada ni la condición sanitaria de los animales. Las vacas

alimentadas con ensilaje de porcinaza fresca tendieron a producir

menos metano (6.9 ppm) que las que recibieron ensilaje de maíz (7.6

ppm).

Finalmente, la información aportada por esta investigación permite

confirmar la factibilidad de incorporar hasta un 40% de porcinaza

fresca a mezclas con CAIM, sometidas a fermentación anaeróbica

previa de 48 horas. La calidad sanitaria, las propiedades físico-

químicas, la digestibilidad, la producción de metano, y su efecto

sobre la producción y la salud animal, a partir de los 15 días de

fermentación, son compatibles con las características de un

suplemento balanceado.

17

Capitulo I

1. Introducción.

1.1. Antecedentes.

La caña de azúcar (Saccharum officinarum) ha sido utilizada

intensivamente por la alta concentración de carbohidratos (75 a

92%) en el jugo extraído de ella (Larrahondo, 1995), por esta misma

razón ha sido utilizada para otros propósitos comerciales en la

industria azucarera y en otras producciones, como: biocombustible,

alcohol en la industria de licores y forraje en la alimentación animal

(Zapata, 2000). Su cultivo se realiza en los trópicos de cáncer y de

capricornio y en las zonas intertropicales. Para el 2007 el área

sembrada en caña de azúcar fue estimada a nivel mundial en

21.980.000 has; siendo Brasil, China y Paquistán los mayores

productores (SIAP, 2008). En el 2008 (Asocaña, 2010) Colombia

ocupó el octavo lugar a nivel mundial, con una producción media de

117.6 Ton/ha. El Decreto 948 (Minambiente, 1995), generó un

incremento en el volumen de residuos no aprovechables en la

producción convencional de azúcar y alcohol (SIAP, 2008); a partir de

ello se plantean 2 estrategias básicas, la producción de alcoholes de

2ª generación (Sánchez y Cardona, 2008) y la alimentación animal

(Zapata, 2000).

Por la alta producción de biomasa de este cultivo por unidad de área,

como por elevado aporte energético, ha sido ampliamente utilizado

18

como forraje en la alimentación animal (Zapata, 2000; Albarracín et

al., 2008).

Trabajos clásicos en alimentación de bovinos (Van Soest, 1994)

demostraron que la utilización de forrajes voluminosos como la caña,

en la dieta para rumiantes, puede ser limitada por su alto contenido

de fibra detergente neutro (FDN) (Albarracín et al., 2008). En el

empeño de disminuir este efecto, se han utilizado enzimas fibrolíticas

en ensilajes que coadyuvan a la conservación por fermentación en

estado sólido (FES) de los forrajes (Peláez et al., 2007).

La CAIM ensilada posee deficiencias nutricionales, corregibles

mediante la adición de elementos enriquecedores como la urea

(Albarracín et al., 2008), también se han utilizado otros productos

nitrogenados como porcinaza (Campabadal, 2003; Barrón et al.,

2003), gallinaza (García, 2007) y pollinaza (Gerig et al., 2000), como

sustitutos de la urea. Sustancias energéticas (melaza, miel, azúcar,

etc.) han sido adicionadas para mejorar la fermentación láctica

durante el proceso de conservación (Albarracín et al., 2008).

Actualmente las excretas animales generan enormes problemas de

polución, por las sustancias contaminantes que producen, y que

pueden limitar la expansión de la industria animal; la opción de la

utilización de excretas surge como una alternativa estratégica en

biorremediación (Barrón et al., 2000). Estudios previos indican que

las excreta puede tener un impacto positivo, cuando se utilizan como

alimento en forma de ensilado para vacunos y otros rumiantes

(Padilla et al., 2000), disminuyendo así el problema ambiental que

ocasiona (García et al., 2007).

19

Algunos investigadores (Campabadal, 2003; Barrón, et al., 2000)

describen la porcinaza como la mezcla de heces con porciones no

digeridas del alimento, células de descamaciones intestinales,

productos de secreción de las glándulas, microorganismos de la biota

intestinal, sales minerales y un bajo porcentaje de material extraño.

La Resolución ICA No 2640 (ICA, 2007), la define como residuos

consistentes en deyecciones ganaderas, materias fecales, la cama, el

agua del lavado y restos de alimentos, en proceso de cambio

biológico. La edad de las excretas es un factor importante en la

variación de su composición y en la volatilización del nitrógeno

(García et al., 2007).

Las excretas, son fuentes potenciales de microorganismos patógenos

que pueden provocar enfermedades en los animales que los

consumen; estudios científicos con excretas fermentadas informan la

desaparición de patógenos, virus y parásitos (Ramírez et al., 2005;

Martínez-Gamba et al., 2001; Serrano et al., 2008). Por el contrario,

pueden crecer microorganismos beneficiosos como Lactobacillus y

levaduras (Ramírez et al., 2005).

Martínez-Gamba et al. (2001) y Serrano et al. (2008) demostraron

que las enterobacterias presentes en la porcinaza, son inhibidas en su

desarrollo por el pH ácido dado en el ensilaje y no fueron recuperadas

en muestras que provenían de porcinaza ensilada; además,

condiciones adversas de temperatura (Tº), luz ultravioleta, acidez,

calor, otros microorganismos y residuos de desinfectantes inactivan

severamente los virus (Martínez-Gamba et al., 2001).

20

Michell et al. (2002), señalan que los procesos fermentativos se

pueden dividir en: FLS y FES; estos se diferencian en la cantidad de

líquido libre en el sustrato. La FES se define como la fermentación

que ocurre en ausencia o casi ausencia de agua libre, empleando un

sustrato natural o un material inerte como soporte sólido.

Para 2010, Colombia reporto para el sector porcícola un sacrificio de

2.477.193 cabezas (Asociación Colombiana de Porcicultores, 2011);

si se acepta que la población porcina está cercana a los 3.668.208

animales, y que la fracción sólida de estiércol/animal/día es de 1.03

kg (Villamil et al., 2000), el volumen de porcinaza diario, disponible

sería de 3.778 Ton de excretas.

Una de las estrategias para la utilización de las excretas porcinas es

la utilización de ellas en la alimentación animal (Barrón et al., 2000),

especialmente bajo la forma de ensilaje para el ganado vacuno y

otros rumiantes (García et al., 2007). A pesar de que el uso de

excretas frescas y procesadas en la alimentación animal se ha

convertido en una práctica común, (Campabadal, 2003; Ogunbanwo

et al., 2003; Boucurt et al., 2006), es preciso considerar su pequeña

cantidad de nutriente, frente a la posible carga microbiológica,

parasitaria y viral, potencialmente agresiva para las poblaciones

animales y humanas. La evaluación de la presencia de estos

organismos en las diferentes vías de utilización de excretas en

alimentación animal cobra gran importancia, y constituye

actualmente un requisito ineludible (Espinosa et al., 2009). Sollins et

al. (1984) comprobaron que en estiércoles frescos y fermentados

bajo condiciones caracterizadas por: temperaturas muy bajas, pH

ácido, falta de agua y de oxigeno, ocurre siempre la destrucción de

microorganismo y parásitos; además, los huevos de los parásitos

presentes en la porcinaza son muy susceptibles a Tº superiores a los

21

30°C y a un pH cercano a 4 (Nuñez et al., 1987; Reyes, 1963).

Martínez-Gamba et al. (2001) comprobaron que los virus de Aujeszky

y el causante de ojo azul, son destruidos durante el proceso de

fermentación en fase solida de excretas de cerdo.

La porcinaza se ha empleado como fuente de proteína y de minerales

en la producción de ensilajes (Campabadal, 2003), mezclada con

plantas forrajeras, como la caña de azúcar (Saccharum officinarum),

pobres en estos nutrientes, pero rica en carbohidratos de fácil

fermentación (De Lima, et al. 2010). De otro lado se ha comprobado

que en este tipo de mezclas, la porcinaza mejora de manera

sustantiva la digestibilidad del ensilaje (Pinto et al., 2003),

especialmente si se incorporan aditivos microbianos como las BAL,

utilizadas para mejorar o aumentar la fermentación y conservar los

ensilajes, al tiempo que promueven el crecimiento de

microorganismos benéficos (Pedroso, 2003; Hernández, 1997;

Martínez-Gamba et al., 2003).

Tradicionalmente los rumiantes han sido alimentados a partir de

praderas (gramíneas, leguminosas o mezclas de ellas), muchas veces

suplementadas con subproductos regionales tanto de origen animal

como vegetal, buscando un suministro adecuado de proteína, energía

y minerales, los cuales realizan un aporte sustantivo a la buena y

sana nutrición (Chamberlain y Wilkinson, 2002; Church, 2002). En

animales con producciones mayores al promedio, se han utilizado

alimentos balanceados (concentrados) o suplementos que mejoren su

aporte nutricional al animal, sin embargo, estos alimentos son

dependientes de materias primas importadas (cereales, oleaginosas,

etc.), generalmente de alto costo (CEGA-Uniandes, 2011).

22

Hall et al. (1998), encontraron que tanto la estructura como la

cantidad y tipo de carbohidratos almacenados en el forraje,

determinan su digestibilidad o disponibilidad para las bacterias

ruminales; la tasa de fermentación, más la degradabilidad absoluta

de esos carbohidratos, hacen que el proceso sea eficiente o no, en la

síntesis de microorganismos (Van Soest, 1994). La dinámica ruminal

es dependiente de la calidad y cantidad de alimento ofrecido al

animal, por lo cual, debemos prevenir desbalances ruminales de pH

como de ácidos grasos volátiles (AGV) (Church, 1993).

A partir de la dinámica de digestibilidad ruminal, las investigaciones

de Ørskov y McDonald (1979) y Ørskov et al. (1980) fueron pioneras

en buscar técnicas para determinar la digestibilidad in situ en

rumiantes; Huhtanen y Sveinbjorsson (2006), encontraron errores en

las técnicas de Ørskov como, que no todo el material que desaparece

de la bolsa de poliéster, ha sido fermentado.

La intensificación de la producción bovina depende de la calidad y

cantidad del forraje disponible ofrecido al animal, siendo este en la

zona intertropical una de las limitantes en la producción debido a las

fluctuaciones climáticas a través del año, bajando principalmente el

contenido de proteína y la digestibilidad en las pasturas,

consecuentemente reduciéndose el consumo de forraje y reflejándose

en pérdidas de producción (Villalobos et al., 2000). La

suplementación de rumiantes en pastoreo, en estas zonas, es una

práctica común y consiste en ofrecer los nutrientes deficientes para

llenar sus requerimientos nutricionales, siendo los nutrientes más

determinantes proteína, energía y minerales. Esta suplementación se

busca a partir de materias primas producidas dentro del país, por ello

los ensilajes se han convertido en una buena alternativa para la

23

producción tanto de carne, como de leche (Zapata, 2000; Medina et

al., 2008).

Desde 1994 (tratado de Kyoto), se busca disminuir las emisiones de

gases de efecto invernadero, donde la ganadería genera metano y

otros gases como un subproducto. Los rumiantes son alimentados

con forrajes compuestos por celulosa, que los microorganismos

ruminales desdoblan, convirtiéndolos en productos que pueden ser

absorbidos y utilizados por el animal; las bacterias metanogénicas

son productoras de metano, pero también ayudan a eliminar el

hidrógeno producido en el rumen (Berra y Finster, 2010). Es conocido

que las leguminosas ricas en taninos (Hess et al., 2003; Mera, 2004)

modulan la fermentación ruminal, siendo capas de reducir la

población de metanógenos y modificar la presencia de otros grupos

microbianos que habitan en ese complejo ecosistema. Es importante

indicar que el empleo del modulador no compromete la microbiota

responsable de fermentar la fibra, lo que indica la existencia de

interrelaciones entre las bacterias celulolíticas y las metanogénicas a

nivel del rumen (Galindo et al., 2008).

1.2. Objetivos.

1.2.1. General.

Generar estrategias competitivas de utilización de niveles

moderados de porcinaza en alimentación de bovinos, mediante

procesos de fermentación en fase solida.

24

1.2.2. Específicos.

Establecer la calidad nutricional de las materias primas

utilizadas y de los productos obtenidos en el proceso de

fermentación.

Establecer la calidad sanitaria de las materias primas

utilizadas y de los productos obtenidos en el proceso de

fermentación.

Evaluar el efecto de la estrategia elegida con relación a la

generación de metano.

25

Capitulo II

2. Revisión de literatura.

2.2. Introducción.

2.2.1. Avances en técnicas biotecnológicas.

En los últimos años, se han obtenido grandes logros en las técnicas

biotecnológicas, lo cual ha permitido mejorar la eficiencia

alimenticia para las diferentes especies animales; todo ello

soportado en investigaciones científicas que documentan los

beneficios obtenidos en el campo nutricional y su repercusión en la

salud animal (Camí et al., 2008).

A partir de investigaciones realizadas en latino América,

especialmente en biotecnologías para alimentación animal, se ha

dado respuesta parcial al incremento constante de la demanda de

alimentos de origen animal (carne, leche, huevos, etc.), lo que ha

forzado modelos de producción más intensivos y eficientes para

atender la demanda (FEDEGAN, 2006; CEGA-Uniandes, 2011),

aportando no solo a la dieta animal, si no humana, niveles

adecuados de proteína, energía y minerales (Chamberlain y

Wilkinson, 2002).

26

2.2.2. Intensificación de la producción bovina.

la intensificación de la producción bovina (más animales por área)

a nivel mundial, se inició en los años 50, donde Europa tuvo hasta

la década de los 80s un incremento sostenido de la producción,

acompañado del aumento de la demanda de productos pecuarios

de calidad (Herrero y Gil, 2008); donde es necesario contar con

una buena calidad y cantidad de forraje disponible ofrecido al

animal, marcándose este en la zona intertropical como una de las

limitantes en la producción de rumiantes, debido a las fluctuaciones

climáticas que se presentan a través del año, por la disminución

principalmente del contenido de proteína y la digestibilidad en las

pasturas, consecuentemente reduciéndose el consumo de forraje y

reflejándose en pérdidas de producción (Villalobos et al., 2000).

2.2.3. Suplementación de bovinos en pastoreo.

La suplementación de rumiantes en pastoreo, en zonas

intertropicales, es una práctica común y consiste en ofrecer los

nutrientes deficientes en las pasturas, para llenar sus

requerimientos nutricionales, siendo la proteína, la energía y los

minerales, los nutrientes más determinantes. Regularmente, la

suplementación en estas zonas se realiza a partir de alimentos

balanceados, los cuales dependen fundamentalmente de materias

primas importadas, que sus costos los determina el mercado

internacional de los cereales y oleaginosas; por ello en nuestros

países intertropicales se busca la suplementación a partir de

materias primas producidas dentro de nuestros países, convirtiéndo

al ensilaje en una buena alternativa para la producción tanto de

carne como de leche (Zapata, 2000; Medina et al., 2008).

27

FEDEGAN, (2006) propone mejorar la carga animal por área, sin

perder producción, por ello se han propuesto alternativas de

suplementación para la alimentación de rumiantes, encontrando el

ensilaje como una de las mejores alternativas.

2.2.4. Empleo de subproductos en la producción animal.

El empleo de subproductos de la producción agropecuaria y

agroindustrial (estiércoles, pelos, plumas, sangre, contenido

ruminal, follajes, seudotallos, etc.), con diferentes niveles de

procesamiento, constituye en la actualidad uno de los caminos más

eficientes en la disposición y utilización estratégica de los mismos.

En esta tendencia, la porcicultura ha ensayado diferentes

estrategias para la disposición de la porcinaza, tal vez el principal

contaminante generado por esta industria, entre las que sobresale

la producción de ensilajes mediante la fermentación de ella en fase

sólida. Con diferentes niveles de éxito, se ha conseguido por esta

vía una buena opción para prevenir la contaminación y dar valor

agregado al subproducto, como materia prima para alimentación de

rumiantes. (Campabadal, 2003; Barrón et al., 2000).

2.2.4.1. Utilización de porcinaza en alimentación animal.

La porcinaza se ha empleado como fuente de proteína y de

minerales en la producción de ensilajes (Campabadal, 2003),

mezclada con plantas forrajeras, como la caña de azúcar (S.

officinarum), pobres en estos nutrientes, en razón a que en países

intertropicales como Colombia, es una planta que además de su

alta producción por unidad de área (100 a 150 Ton de

caña/ha/año), tiene un alto contenido de carbohidratos de fácil

28

fermentación, bajos costos de producción por tonelada de materia

seca (MS), mantiene su valor nutritivo hasta 6 meses después de

su maduración y está disponible en épocas de baja producción de

otros forrajes en los potreros (De Lima, et al. 2010). De otro lado

se ha comprobado que en este tipo de mezclas, la porcinaza

mejora de manera sustantiva la digestibilidad del ensilaje (Pinto et

al., 2003), especialmente si se incorporan aditivos microbianos

como las BAL, utilizados para mejorar o aumentar la fermentación

y conservar los ensilajes, al tiempo que promueven el crecimiento

de microorganismos benéficos y la inhibición de indeseables como

el Clostridium y virus (Pedroso, 2003; Hernández, 1997; Martínez-

Gamba et al., 2003).

2.3. Alimentación del rumiante.

Los rumiantes son mamíferos que se han especializado en consumir

material vegetal fibroso, que sus enzimas digestivas son incapaces

de degradar, pero mediante la fermentación que proporcionan los

microorganismos que viven en simbiosis en el rumen, son

aprovechados (Van Soest, 1994; Chamberlain y Wilkinson, 2002;

Church, 2002). La gran capacidad gástrica de los rumiantes es

necesaria para mantener los alimentos el tiempo suficiente para ser

digeridos (Araujo y Vergara, 2007). Ørskov (1994), asegura que el

tiempo de retención en el rumen se encuentra entre 48 y 60 horas;

esta retención provee suficiente tiempo a los microorganismos para

degradar eficientemente los alimentos ingeridos (Yokoyama y

Johnson, 1988). La anterior información es esencial para optimizar

el nitrógeno y la energía disponible para la síntesis de proteína

microbial en el rumen (Bulang et al., 2007). Tradicionalmente los

rumiantes se han alimentado de praderas (gramíneas, leguminosas

o mezclas de ellas), muchas veces suplementadas con

29

subproductos regionales tanto de origen animal (porcinaza,

gallinaza, pollinaza) como vegetal (caña de azúcar, remolacha

forrajera, pastos de corte), buscando un suministro adecuados de

proteína, energía y minerales, los cuales realizan un aporte

sustantivo a la buena y sana nutrición (Cañas, 1998; Chamberlain

y Wilkinson, 2002; Church, 2002).

Hall et al. (1998), encontraron que tanto la estructura como la

cantidad y tipo de carbohidratos almacenados en el forraje,

determinan su digestibilidad o disponibilidad para las bacterias

ruminales. La tasa de fermentación, más la degradabilidad absoluta

de esos carbohidratos, hacen que el proceso sea eficiente o no, en

la síntesis de microorganismos (Van Soest, 1994). Se sabe que la

eficiencia del rumiante depende de dos aspectos críticos en el

proceso de fermentación: la velocidad de fermentación o tasa de

degradación y la velocidad de paso o tasa de pasaje (Fox et al.,

2000). Las gramíneas tropicales, pueden limitar la fermentación

ruminal debido a la cantidad de nitrógeno disponible en ella; en

dietas con predominio de forrajes, el pH del fluido ruminal se

encuentra entre 6.2 y 7.0, mientras que en dietas predominantes

en concentrado el pH se encuentra entre 5.5 a 6.5, siendo la

digestión de la celulosa inhibida cuando el pH alcanza valores

inferiores a 6.0, lo que puede perjudicar la digestibilidad de la dieta

(Campos et al., 2007).

2.4. Principales fuentes de alimentación para rumiantes.

Los rumiantes evolucionaron su tuvo digestivo hacia el consumo de

30

alimentos voluminosos (ricos en fibra), como lo son, las gramíneas,

las leguminosas y las plantas forrajeras; además, pueden utilizar

subproductos de la industria agropecuaria (Church, et al., 2002).

2.4.1. Gramíneas forrajeras.

Se agrupan en 600 géneros, con 5000 especies; de la familia de los

pastos el 75% son cultivadas para pastoreo y corte. Estas son

plantas monocotiledóneas, que se caracterizan por poseer una

doble hilera de hojas alternas, con nervaduras paralelas; sus tallos

son cilíndricos y a veces aplanados, generalmente huecos, con

nudos macizos; muchas de las gramíneas poseen tallos

subterráneos o rizomas; la inflorescencia está formada por

espiguillas que pueden describirse como un conjunto de flores

escalonadas en las ramificaciones; sus raíces no son profundas,

pero son densas y finamente ramificadas, lo que las hace una de

las plantas que mejor aprovechan el agua (Hughes et al., 1969). Es

la planta más utilizada para la alimentación de los rumiantes

domésticos, por su gran valor energético y su gran palatabilidad.

2.4.2. Leguminosas forrajeras.

Estas plantas se caracterizan por poseer hojas anchas, constituidas

por tres o más foliolos ovalados dispuestos en pares y con un

foliolo terminal que es más largo que los demás; los tallos son

cilíndricos pero sin nudos; sus semillas están contenidas en vainas,

con una o varias semillas por vaina; su raíz es pivotante y

31

generalmente profunda, lo que la hace muy resistente a

condiciones de baja humedad de suelo, además realizan simbiosis

con las bacterias del género Rhizobium, a través de nódulos

nitrificantes localizados en su raíz pudiendo fijar hasta 300 kg de

nitrógeno atmosférico al suelo. Las leguminosas son el segundo

grupo en importancia después de las gramíneas forrajeras; se

caracterizan por su gran valor forrajero (Hughes et al., 1969). Las

leguminosas tropicales poseen un alto contenido de taninos, los

cuales hacen que la proteína de la leguminosa no sea tan

degradable en rumen, como lo son las leguminosas templadas;

según Galindo et al. (2008) estos taninos tienen un efecto

modulador de la emisión de metano rumino-enterico.

2.4.3. Otras plantas forrajeras.

En Colombia además de las gramíneas y las leguminosas

forrajeras, se encuentra un grupo de plantas, árboles y arbustos

forrajeros que realizan un aporte proteico a la dieta de los

rumiantes, entre ellas están el nacedero (Trichanthera gigantea), la

morera (Morus alba), el botón de oro (Tithonia deversifolia), etc.;

estas plantas forrajeras normalmente se han utilizado bajo el

sistema de corte y acarreo, debido a que no soportan un pastoreo

directo por parte del rumiante (Gómez et al., 2002).

2.5. Los rumiantes como productores de metano.

Los rumiantes han sido señalados como grandes emisores de

metano a la atmosfera, ayudando a incrementar así la producción

de este gas de efecto invernadero (Berra y Finster, 2010). Por lo

32

anteriormente enunciado, es necesario buscar alternativas de

suplementación en rumiantes, que contribuyan a mitigar la emisión

de metano; es así que investigadores como Hess et al. (2003) y

Mera (2004) han buscado disminuir la emisión de este gas con la

incorporación de leguminosas ricas en taninos dentro de las áreas

de pastoreo. En los resultados encontrados por Galindo et al.,

(2008) se demuestra que la utilización de Leucaena leucocephala

modula la fermentación ruminal, siendo capás de reducir la

población de metanógenos y modificar la presencia de otros grupos

microbianos que habitan en ese complejo ecosistema.

2.5.1. Moduladores del metano.

Es importante indicar que el empleo del modulador como las

leguminosas ricas en taninos, no compromete la microbiota

responsable de fermentar la fibra, lo que indica la existencia de

interrelaciones entre las bacterias celulolíticas y las metanogénicas

a nivel del rumen; de las experiencias in vitro se deduce que este

efecto pudiera observarse in situ en aquellos animales que reciban

o pastoreen en bancos de leguminosas.

2.6. Características generales de los forrajes.

Desde finales de la década de los 60s, se ha intensificado la

investigación sobre la calidad y cantidad de forrajes, de los cuales

dependen la conversión y la producción de los rumiantes, donde la

ganancia de peso y la producción de leche dependen de un sin

número de factores asociados tanto al forraje como al animal

(Hughes et al., 1969); además, este mismo autor señala que el

33

valor nutritivo de los forrajes está caracterizado por su composición

química y su digestibilidad. En la zona intertropical los niveles de

productividad animal (carne, leche y lana) normalmente son

inferiores a los obtenidos en pasturas de zonas templadas.

2.6.1. Características de las pasturas tropicales.

Las pasturas tropicales poseen una estructura caracterizada por

una menor densidad de hojas verdes que afecta la eficiencia de

cosecha por parte del animal, ocasionando un menor consumo de

proteína y energía digestible (Faría-Mármol, 1998). (Jung et al.,

1988) determinaron que las paredes celulares de los forrajes

tropicales, sirven como fuente primaria de energía para los

ruminates; estas paredes celulares están compuesta

principalmente por polisacáridos, proteínas y un alto contenido de

lignina que disminuyen su digestibilidad; por otra parte, las altas

temperaturas, obligan a los animales en zonas intertropicales a

restringir el consumo de alimentos en el día y aumentarlo en la

noche; adicionalmente, la producción de forraje varia de una época

a otra durante el año y de un año para otro, por lo que la carga

animal se debe ajustar para permitir que exista suficiente forraje

disponible aún en las épocas desfavorables (Faría-Mármol, 2006).

2.7. Metabolismo energético de los rumiantes.

El metabolismo de la energía en ruminates se basa en su habilidad

para digerir los carbohidratos estructurales de las plantas, como la

celulosa y la hemicelulosa; ésta digestión se lleva a cabo bajo

condiciones anaeróbicas por un complejo de bacterias, hongos y

protozoos (Scholfield, 2000). El metabolismo de los carbohidratos

por los microorganismos del rumen determina la producción de

34

AGV que, a su vez, proporcionan entre 70 y 80% de las

necesidades calóricas totales del animal hospedero (Church, 1993).

2.8. Características agronómicas de la caña.

La caña de azúcar (Saccharum officinarum) es una planta que

contiene 15% de sólidos (azúcar y fibra) pero su fibra es altamente

lignificada lo que disminuye su digestibilidad, bajos contenidos de

proteína (<4%), bajo contenido de minerales y una ausencia casi

total de grasa y almidones (Viniegra, 2001; Urdaneta, 2005). Las

raciones alimenticias con caña de azúcar se deben enriquecer con

fuentes proteicas y minerales, para mejorar su valor nutricional;

sin embargo, no se recomienda como única fuente de alimento

(Viniegra, 2001; Hernández , 2002; Urdaneta, 2005).

2.8.1. Alimentación de rumiantes con caña de azúcar.

La utilización de la caña de azúcar para la alimentación de

rumiantes, está limitada por los altos niveles de fibra, esta

característica condiciona su consumo; pero con procesos

biotecnológicos las respuestas en nutrición animal son

satisfactorias; otra limitante son los bajos contenidos de azufre,

fósforo, zinc y manganeso, y sus bajos niveles de lípidos (Morais de

Lima et al., 2010). Oliveira et al. (1998), evaluó su contenido

nutricional encontrando valores promedios de 30-35% de materia

seca, 2-3% de proteína total en la materia seca, FDN entre 45-

56%, FDA entre 27-35%, y entre 4.2-4.6 Kcal/kg de MS de energía

bruta. Para que los microorganismos del rumen cumplan con sus

necesidades nutricionales, es necesario un aporte mínimo de 7%

de proteína degradable en rumen, niveles inferiores pueden reducir

el crecimiento microbiano y por ende, disminuye el aporte de

35

proteína microbiana al intestino delgado (Morais de Lima et al.,

2010).

La literatura reporta valores discrepantes para digestibilidad de la

FDN 23.1 (Corrêa et al., 2003) a 54.42 (Hernández, 1998). En las

ultimas décadas, los criterios para escoger una variedad de caña de

azúcar como forraje esta basado en su relación FDN y su

concentración de azúcar; se sugiere una baja relación FDN/azúcar

o sea bajo contenido de FDN y alto contenido de azúcar, puesto

que el alto contenido de FDN limita la ingestión de caña y por ende

el consumo de energía (Gooding et al., 1982). Se debe recordar

que, la caña de azúcar posee bajos niveles de algunos nutrientes,

los cuales deben ser suministrados conjuntamente con ella; es aquí

donde, subproductos como la porcinaza entraría a aportar varios de

estos nutrientes deficientes en la caña de azúcar.

2.9. Subproductos agropecuarios utilizados en alimentación

animal.

El empleo de subproductos de la producción agropecuaria y

agroindustrial (estiércoles, pelos, plumas, sangre, follajes,

seudotallos, vinasas, afrechos, etc.), con diferentes niveles de

procesamiento, constituye en la actualidad uno de los caminos más

eficientes en la disposición y utilización estratégica de los mismos.

Una característica que es necesaria que cumplan todos los

subproductos que se utilicen en la alimentación animal, es su

inocuidad; a partir de dicha premisa se debe conocer además su

aporte nutricional y sus factores antinutricionales. Un subproducto

que se ha utilizado con diferentes niveles de éxito para

alimentación de rumiantes, ha sido la porcinaza, asegurando que a

36

través de ella no se afectará la salud tanto del animal, como la

humana (Campabadal, 2003; Barrón et al., 2000).

2.9.1. Utilización de la porcinaza.

Actualmente las excretas animales generan enormes problemas de

polución, por las grandes cantidades de sustancias contaminantes

que producen, y constituyen limitantes a la expansión de la

industria animal cuya búsqueda de soluciones debe ser abordada

con la misma intensidad con que se investiga en áreas como la

nutrición, la genética y la reproducción, entre otras. La opción de la

utilización de excretas surge por tanto como una alternativa

estratégica en biorremediación (Barrón et al., 2000). Estudios

previos indican que la excreta puede tener un impacto positivo, al

ser utilizado como alimento en forma de ensilado para el ganado

vacuno y otros rumiantes (Padilla et al., 2000), permitiendo de

esta forma disminuir el problema ambiental que ocasiona (García et

al., 2007).

2.9.2. Población porcina nacional y su producción de

porcinaza.

Las estadísticas reportan para Colombia una población porcina

cercana a los 3.668.208 animales, y que la fracción sólida de

estiércol/animal/día es de 1.03 kg (Villamil et al., 2000), el

volumen de porcinaza diario, disponible sería de 3.778 Ton de

excretas. Si estas excretas no son bien utilizadas, se convierten en

generadoras de gases efecto invernadero, contaminantes de

fuentes de agua y generadoras de malos olores (Morais de Lima et

al., 2010).

37

Algunos investigadores (Campabadal, 2003; Barrón et al., 2000)

describen la porcinaza como la mezcla de heces a la cual se unen:

la porción no digerible de los alimentos, células de descamaciones

de la mucosa del aparato digestivo, productos de secreción de las

glándulas, microorganismos de la biota intestinal, diversas sales

minerales y un porcentaje ínfimo de material extraño. De manera

similar, bajo la denominación de porcinaza la Resolución ICA No

2640 (ICA, 2007), la define como residuos consistentes en

deyecciones ganaderas, materias fecales, la cama, el agua del

lavado y restos de alimentos, en proceso de cambio biológico. En

función del sistema de producción tendrán diferentes contenidos de

agua, dando lugar a los estiércoles sólidos, semisólidos o líquidos.

Además, se ha señalado que la edad de las excretas es otro factor

de importancia en la variación de la composición de ella y que está

determinado por la volatilización del nitrógeno (García et al.,

2007).

2.9.3. Porcinaza como fuente potencial de patógenos.

Aunque las excretas, como materiales de desecho, son fuentes

potenciales de microorganismos patógenos que pueden provocar

enfermedades en los animales que los consumen, hasta ahora,

ninguno de los estudios microbiológicos con estos materiales

fermentados mediante métodos estándares de cultivo y por

detección molecular informan la presencia de patógenos

(Salmonellas, Escherichia coli, Campylobacter spp., Yersinia spp. y

Listeria spp) (Ramírez et al., 2005; Serrano, et al., 2008). Por el

contrario, sí hacen saber la existencia de microorganismos

beneficiosos como Lactobacillus y levaduras (Ramírez et al., 2005).

38

Se ha demostrado que las enterobacterias como Clostridium

presentes en la porcinaza, son inhibidas en su desarrollo por el pH

ácido dado en el ensilaje y no fueron recuperadas en muestras que

provenían de porcinaza ensilada (Martínez-Gamba et al., 2001;

Serrano et al., 2008). Además, se ha encontrado que condiciones

adversas de temperatura, luz ultravioleta, acidez, calor, otros

microorganismos y residuos de desinfectantes inactivan

severamente los virus (Martínez-Gamba et al., 2001).

2.10. Suplementación de bovinos en pastoreo.

Dentro de las alternativas utilizadas para suplementar las

deficiencias dadas por las praderas como fuente de nutrientes para

la buena alimentación de los bovinos, están los alimentos

balanceados, los suplementos proteicos o energéticos, los henos y

henolajes y los ensilajes (Hughes et al., 1969).

Una condición mayúscula en la suplementación de rumiantes es el

nitrógeno, ya que se ha estimado que entre el 22 y 49% de los

forrajes tropicales y 16% de los templados son deficientes en

proteína (Huerta 1993); además, la respuesta animal sugiere que

las deficiencias de nitrógeno en los pastos y forrajes, es una de las

principales limitantes para la producción en las zonas intertropicales.

La suplementación debe estar dirigida a satisfacer los

requerimientos nutricionales del animal y de su población

microbiana (Preston y Leng 1989) y corregir las deficiencias del

forraje para incrementar su consumo, aumentar la eficiencia de

utilización de nutrientes y la producción (Puruchena 2004), sin

obviar la aplicación de los principios fundamentales de manejo del

39

pastizal, lo que incrementará su rendimiento, calidad y

sostenibilidad (Senra, 2005 y Senra et al., 2005).

2.10.1. La técnica de fermentación en fase sólida (Ensilaje).

Un buen ensilaje, es el resultado de la combinación de varios

factores; entre los más determinantes están: buena expulsión del

aire (es el factor más importante para producir las condiciones

ideales en el proceso de ensilaje), dada por una buena

compactación, un corte o picado fino, un buen aislamiento del

medio externo (cubiertas plásticas), y así mantener su anaerobiosis

(Hughes et al., 1969). Este mismo autor, indica que la textura del

ensilaje es un buen indicador de calidad, y está dada por un pH con

valores menores a 4.5, bajos niveles de nitrógeno amoniacal, poco

o ninguna producción de ácido butírico, y un contenido de ácido

láctico de 3 a 13% en la MS. Los objetivos biológicos y tecnológicos

del ensilaje son: minimizar las pérdidas de nutrientes y evitar

posibles cambios en el valor nutritivo de los alimentos, los procesos

de preservación deben impedir que se produzcan efectos negativos

en la salud animal y en sus procesos productivos, deben garantizar

la durabilidad del alimento conservado, tanto durante el

almacenamiento como en su suministro a los animales,

incrementar la potencialidad productiva de los forrajes y garantizar

el aprovechamiento óptimo de sus capacidades de rebrote en los

meses más favorables para ello, y adecuar, en cada caso concreto,

las mejores opciones en función de los recursos disponibles (Ojeda

et al., 1991).

40

2.10.1.1. Principios del ensilaje.

El proceso esta gobernado principalmente por la interacción de tres

factores: 1. las bacterias en el material vegetal, 2. La cantidad de

amonio dentro del recipiente en que se almacena y 3. la

composición del material vegetal que está en el silo (Hughes et al.,

1969). Durante la fabricación de los ensilajes se pueden distinguir

dos etapas: la fase aeróbica o enzimática y la fase anaeróbica o

microbiológica, aunque en la practica ambas pueden ocurrir

simultáneamente (Ojeda et al., 1991).

2.10.1.2. Condiciones ideales de un buen ensilaje.

Las bacterias contenidas en el material vegetal a ensilar, crecen en

su mayoría en un medio aeróbico. Son conocidas como bacterias

facultativas, incrementan su número y su actividad en ausencia de

oxigeno dentro del silo. Según Ojeda et al. (1991), en este

proceso ellas usan los carbohidratos disponibles produciendo agua,

calor y CO2. Esta reacción se puede esquematizar de la siguiente

forma:

Azúcares + oxigeno CO2 + H2O + calor.

En esta reacción Ojeda et al. (1991) encontraron cuatro elementos

negativos para la conservación: 1. Elevación de la Tº, que en casos

extremos puede provocar la pérdida del ensilaje por carbonización

o la disminución del valor nutritivo de las proteínas por

desnaturalización; 2. Disminución del contenido inicial de los

carbohidratos solubles, que posteriormente serán necesarios como

fuente energética para las bacterias, 3. Pérdida de MS en forma de

CO2 no recuperable, y 4. Aumento de la humedad en los forrajes, lo

cual favorece el desarrollo de un grupo de bacterias indeseables.

41

Por otra parte, tanto las bacterias como la planta siguen

respirando. Es difícil separa los efectos de los dos sistemas de

enzimas, el bacterial y el de la planta. Al final de la cuarta o quinta

hora en condiciones anaeróbicas, el acido láctico hace que las

bacterias incrementen su número, por otra parte, el ácido láctico

producido por las bacterias disminuyen su número; este factor

determina las condiciones para producir un buen ensilaje en

condiciones optimas. El ácido láctico producido por las bacterias,

actúa sobre los carbohidratos disponibles en el forraje. Estos son

principalmente: azucares, sucrosa, monosacáridos, glucosa y

fructosa. Hughes et al. (1969) calcularon que un gramo de glucosa,

atacado por una BAL produce 2 moles de ácido láctico, pero se

genera una pequeña pérdida de energía del 3,1%, como se

muestra en la siguiente reacción:

Glucosa ------- Ácido láctico

C6H12O6 2(C3H6O3)

673 calorías 652 calorías, perdiendo 21 calorías (3,1%)

2.10.1.3. Los lactobacilos como fermentadores de azúcares.

La acción de las BAL en los carbohidratos disponibles, producen

ácidos orgánicos, H2O, CO2 y calor; pero su principal función es

producir ácido láctico, sin embargo, otros ácidos orgánicos como

acético, fórmico y succínico son producidos. El ácido desarrollado

por el material vegetal reduce el pH hasta 4.5 o menos, está acidez

impide el desarrollo de bacterias y la acción de las enzimas

preserva el ensilaje. Es determinante la inhibición de las bacterias

proteolíticas y de la putrefacción en la producción de un buen

ensilaje. El proceso del ensilado esta completo entre 10 días y 2

semanas después de su sellado; si se produce suficiente ácido y no

entra aire el ensilaje, este puede durar muchos años.

42

La calidad del ensilaje se puede medir con la aplicación del sistema

de Wieringa, este se basa en la apreciación de tres indicadores: pH,

contenido de ácido butírico y nitrógeno amoniacal como porcentaje

del nitrógeno total (Ojeda et al., 1991). Esta evaluación se

determina con la aplicación de los siguientes valores:

Apreciación Puntuación pH Ácido butírico N-NH3/Nt

Bueno 2 <4.2 <2 <8

Medio 1 4.3 - 4.5 2 – 5 8 – 15

Mediocre 0 >4.5 >5 >15

Fuente: Ojeda et al. (1991)

2.10.1.4. Acondicionamiento del material a ensilar.

Hughes et al. (1969), indican que al realizarle laceraciones al tejido

vegetal, ayuda a producir una mejor calidad en el ensilaje

producido; se plantea que este proceso, hace que los carbohidratos

de las células de la planta sean utilizados más rápidamente por las

bacterias, mejorando su fermentación.

2.10.1.5. La caña de azúcar como insumo en ensilajes.

La utilización de la caña de azúcar en ensilajes es recomendable

por su elevado nivel de carbohidratos de fácil fermentación y

reducido poder tampón, pero algunos autores han observado en

caña ensilada, que presenta problemas en las rutas bioquímicas de

fermentación (típicamente alcohólica con perdida de su valor

nutritivo, además de la reducción de su contenido de azúcar debido

a la fermentación por levaduras) (Morais de Lima et al., 2010).

Nussio et al. (2005) determinaron que el acumulo de alcohol

43

representa perdidas tanto en el material ensilado como en los

animales. Existen muchos microorganismos epifíticos en los

forrajes, que cuando son sometidos a ensilaje, las entrobacterias,

hongos y levaduras presentes en los forrajes interactúan de

diversas formas con la microbiota anaerobia del silo; estos

microorganismos compiten con las bacterias lácticas por el sustrato

en la fase fermentativa del ensilaje. La enterobacterias y los

Clostridium son inhibidos por el bajo pH del ensilaje. Las levaduras

son componentes de la microbiota epifítica presente en la caña. A

diferencia de otros microorganismos las levaduras no son inhibidas

por el pH (pueden sobrevivir a pH 2). Estos microorganismos

producen deterioro anaeróbico del ensilaje al convertir los

carbohidratos en etanol. Resultando en bajos niveles de ácido

acético, deterioro de la MS y aumento en el nivel de FDA del

ensilaje. En una revisión realizada por Zopollatto et al., (2009)

encontraron que la utilización de Lactobacilos buchneri resulto en

un 100% de respuesta favorable para la variación del nivel de

carbohidratos no estructurales (CNE), el nivel de nitrógeno

insoluble en detergente neutro, recuperación de CNE, recuperación

de MS digestible y estabilidad aeróbica de los ensilajes de caña de

azúcar; por otro lado, el nivel de etanol se redujo

significativamente en al menos dos trabajos incluidos en esta

investigación.

2.11. Características del rumen de los bovinos.

El desarrollo de la función ruminal en los animales jóvenes, el

control de la fermentación ruminal, y el efecto de la dieta, realizan

una intregración entre la fisiología digestiva y la nutrición. Una

44

característica del rumiante es ingerir el alimento rápidamente y

después rumiarlo; en el proceso de rumia además de fraccionar el

alimento en partículas más pequeñas, se da la mezcla del alimento

con la saliva formando el bolo alimenticio, la saliva juega un papel

fundamental en la estabilidad del rumen, por su efecto buffer; en el

rumen las partículas más pequeñas tienden a sobrepasar al tracto

posterior y las más grandes tienden a ser retenidas para ser

atacadas por los microorganismos ruminales lo que genera una

menor densidad y por lo tanto también escapan al tracto posterior

(Maynard et al., 1989). El rumen es un sitio de fermentación

anaeróbico, donde los alimentos consumidos son fermentados por

los microorganismos, generando AGV que son absorbidos por la

pared ruminal y otros gases (CO2, CH4, O2 y otros) que son

expulsados del rumen con los movimientos secundarios del rumen

(Church, 1993). La fermentación es la transformación de una

sustancia orgánica (generalmente un carbohidrato) en otra

utilizable mediante un proceso metabólico por la acción de las

enzimas. Estas enzimas pueden ser producidas por hongos,

bacterias y levaduras, y provocar reacciones de oxidación-

reducción dentro en el interior del rumen, de las cuales el

organismo productor deriva energía suficiente para su metabolismo

(Chamberlain y Wilkinson, 2002). Las fermentaciones pueden ser

anaeróbicas, si se producen fuera del contacto con el aire, o

aeróbica, que solo tiene lugar en presencia de oxígeno.

Los microorganismos anaeróbicos ruminales, obtienen la mayor

parte de la energía de las reacciones de oxidación-reducción en

ausencia del oxígeno molecular; los electrones pasan desde un

intermediario orgánico producido en la degradación del azúcar, el

suministrador electrónico, hasta otro intermediario orgánico, que

45

actúa como aceptor electrónico. En estos procesos de fermentación

anaeróbica, no se produce la oxidación neta del combustible. Los

productos finales son los que caracterizan los tipos de

fermentaciones y pueden ser alcoholica, láctica, butírica o acética

(Jay 1994).

Los organismos que emplean la fermentación como fuente de

energía, se pueden dividir en dos clases: los anaeróbicos estrictos

u obligados, que no emplean el oxigeno en absoluto y los

anaeróbicos facultativos, que pueden vivir en ausencia o en

presencia de oxígeno. Estos últimos, cuando viven

anaeróbicamente, obtiene la energía de un proceso de

fermentación y cuando viven aeróbicamente, continúan

degradando su combustible mediante la ruta anaeróbica, pero

después oxidan los productos de aquella a expensa del oxígeno

molecular (Lehninger 1991). Es importante anotar, que el pH

optimo de los ensilaje está entre 3.8 y 4.5, y que al llegar al rumen

puede causar una disminución del pH ruminal dependiendo de la

cantidad suministrada (Church et al., 2002); por lo anterior es

necesario determinar la cantidad máxima de ensilaje suministrado

diariamente a los animales.

2.11.1. Dinámica ruminal.

A partir de la dinámica de digestibilidad ruminal, se llego a la

utilización de dos metodologías (in situ e in vitro), donde las

investigaciones de Ørskov y McDonald (1979); Ørskov et al. (1980)

fueron pioneras en la técnica de digestibilidad in situ, aunque

46

Huhtanen y Sveinbjorsson (2006), determinaron algunos errores a

tener en cuenta como que no todo el material que desaparece de

la bolsa de poliéster, ha sido fermentado y que se considera un

proceso lento y de alto consumo de tiempo y recursos; a pesar de

ello, es una de las metodologías más utilizadas en el mundo, solo

se debe ajustar los protocolos, como lo sugiere Vanzant et al.,

(1998) (Tabla 1).

Tabla 1. Procedimientos sugeridos para estandarizar los procesos in

situ.

Items Recomendaciones

Dieta Tipo

Nivel de fermentación

Frecuencia de alimentación

Bolsas

Material

Tamaño del poro

Tamaño de la muestra/área de

superficie

Proceso de la muestra

Replicación Número de animales

Número de días

Número de bolsa

Proceso de incubación

Preincubación

Posición ruminal

Entrada/salida

Tiempo de incubación

Lavado Corrección microbial

Modelo matemático

Estándar del sustrato

60 a 70% de forraje

Mantenimiento

≥ 2 veces al día

Poliéster

40 a 60 μm

10 mg/cm2

2 mm de tamaño

≥ 2

≥ 2

≥ 1

No es necesario

Ventral en rumen

Remover simultáneamente

El que describe la curva

En maquina (5 veces/ 1 minuto) con

agua limpia continua

Si

Fuente: Vanzant et al., (1998)

47

También, existe la alternativa de la digestibilidad in vitro; Tilley and

Terry (1963) aportaron al avance de esta metodología, la cual ha

seguido desarrollándose por el interés de investigadores como

Menke y Steingass (1989); Pell y Schofield (1993); Theodorou et

al. (1994) y Cone et al. (1996) llegando a la digestibilidad in vitro

por producción de gas. Mertens (2002), realizó una estandarización

de las técnicas de FDN, contando con el apoyo de 14 laboratorios;

los materiales seleccionados para el estudio comparativo fueron

tomados de un amplio rango de concentración de amilasa en la

FDN del alimento, la cual vario entre 0 y 90%. Los materiales

también variaron en concentración de cenizas (1 - 16%), grasas

medidas como extracto etéreo (1 – 20%), proteína cruda (1 –

40%), y almidones (0 – 50%).

2.11.2. Digestibilidades in situ e in vitro en forrajes

tropicales.

Ambas metodologías, se han aplicado a la investigación en

degradación ruminal de forrajes tropicales; la cual se sugiere que

debe estar acompañada de una caracterización físico-química

detallada, para establecer efectos de metabolitos secundarios y

diferencias en estructura de la pared celular y carbohidratos

solubles, sobre la degradación de cada una de las fracciones

(Arreaza et al., 2005).

Las gramíneas tropicales, pueden limitar la fermentación ruminal

debido a la baja cantidad de nitrógeno disponible en ella; en dietas

con predominio de forrajes, el pH del fluido ruminal se encuentra

entre 6.2 y 7.0, mientras que en dietas predominantes en

concentrado el pH se encuentra entre 5.5 a 6.5, siendo la digestión

48

de la celulosa inhibida cuando el pH alcanza valores inferiores a

6.0, lo que puede perjudicar la digestibilidad de la dieta (Campos

et al., 2007).

2.12. Producción intensiva de bovinos

La intensificación de la producción bovina (más animales por área)

a nivel mundial, se inició en los años 50; Europa tuvo hasta 1980

un incremento sostenido de la producción, acompañado del

aumento de la demanda de productos pecuarios (Herrero y Gil,

2008); pero la producción bovina depende de la calidad y cantidad

del forraje disponible ofrecido al animal, siendo este en la zona

intertropical una de las limitantes en la producción debido a las

fluctuaciones climáticas a través del año, bajando principalmente el

contenido de proteína y la digestibilidad en las pasturas,

consecuentemente reduciéndose el consumo de forraje y

reflejándose en pérdidas de producción (Villalobos et al., 2000). La

suplementación de rumiantes en pastoreo, en estas zonas, es una

práctica común y consiste en ofrecer los nutrientes deficientes para

llenar sus requerimientos nutricionales, siendo los nutrientes más

determinantes proteína, energía y minerales. Regularmente, la

suplementación en estas zonas se realiza a partir de alimentos

balanceados, los cuales dependen fundamentalmente de materias

primas importadas (cereales, oleaginosas, etc.), dependientes del

mercado internacional en su costo; haciendo que nuestros países

intertropicales busquen la suplementación a partir de materias

primas producidas dentro del mismo país, por ello, dentro de los

suplementos más utilizados están los ensilajes, ellos se han

convertido en una buena alternativa para la producción tanto de

carne como de leche (Zapata, 2000; Medina et al., 2008).

49

2.12.1 Suplementación estratégica en bovinos.

En las regiones intertropicales, la suplementación estratégica es una

herramienta importante para mejorar la producción bovina,

soportada en pasto; puesto que permite corregir las dietas

desbalanceadas, aumentar la capacidad de carga e incrementar la

eficiencia de utilización de los pastos en su máxima producción,

mejorar la ganancia de peso por animal y por unidad de superficie y

acortar los ciclos de crecimientos y engorda de los bovinos

(Peruchena, 2004).

Tradicionalmente el desarrollo de la suplementación está asociada,

principalmente, con la utilización de granos y subproductos

agroindustriales regionales. El uso de concentrados comerciales no

siempre está al alcance de los productores debido a su alto costo en

el mercado. Además, algunas materias primas empleadas en su

elaboración son de importación, lo que ocasiona grandes gastos de

divisas al país de que se trate. Esto hace necesario buscar

alternativas productivas y económicamente factibles, puesto que los

monogástricos, utilizan más eficientemente los cereales que los

rumiantes, para producir energía o proteína comestible (Ensminger

1993). Es sabido que, vacas con producciones de 3600 kg de

leche/lactancia, es una producción obtenible con pastos y forrajes

tropicales (Church et al., 2002).

2.13. Metano como productor de gases efecto invernadero

Desde 1994, con el tratado de Kyoto, se inicio la lucha contra las

emisiones de gases de efecto invernadero, originadas en las

50

actividades humanas; las actividades agrícolas y ganaderas

aportan directamente a estas emisiones, donde la ganadería

contribuye a la emisión de metano, por la fermentación entérica y

las excreciones de los animales; este proceso digestivo normal de

los animales, produce metano como un subproducto; en los

rumiantes el metano es exhalado o eructado, convirtiéndose en

uno de los principales emisores. En condiciones normales, los

rumiantes son alimentados con forrajes compuestos por celulosa,

que los microorganismos ruminales desdoblan, transformándola en

productos que pueden ser absorbidos y utilizados por el animal; las

bacterias metanogénicas son las responsables de la producción del

metano y, si bien constituyen una fracción muy pequeña de la

población microbiana total, cumplen una función muy importante,

al proveer un mecanismo para eliminar el hidrógeno producido en

el rumen (Berra y Finster, 2010).

2.13.1. Factores responsables de la producción de metano

en el rumen.

Johnson y Johnson (1995) indican dos factores responsables de las

variaciones en la producción de metano: 1. la cantidad de

carbohidratos fermentados en el retículo-rumen, lo que implica

diversas interacciones dieta-animal, afectando el balance entre

tasa de fermentación de los carbohidratos y tasa de pasaje; 2. la

relación de ácidos grasos volátiles (AGV) producidos, que regulan

la producción de hidrógeno y la subsecuente producción de

metano. El aspecto de mayor impacto en la metanogénesis es la

relación acético:propiónico. Si esta relación llega a 0.5 la pérdida

energética puede ser de 0%. Pero si todos los carbohidratos fuesen

fermentados a ácido acético y no se produjera ácido propiónico, las

pérdidas energéticas podrían llegar a ser del 33%. Esta relación

51

puede variar entre 0.9 y 4, por tanto las pérdidas por metano son

muy variables (Johnson y Johnson, 1995).

2.13.2. Mitigación de la producción de metano utilizando

leguminosas tropicales.

Es necesario buscar alternativas de suplementación en rumiantes,

que contribuyan a mitigar la emisión de metano, como en los

estudios realizados con la incorporación de leguminosas ricas en

taninos (Hess et al., 2003; Mera, 2004). En los resultados

encontrados por Galindo et al., (2008) se demuestra que la

utilización de L. leucocephala modulan la fermentación ruminal,

siendo capas de reducir la población de metanógenos y modificar la

presencia de otros grupos microbianos que habitan en ese

complejo ecosistema. Es importante indicar que el empleo del

modulador no compromete la microbiota responsable de fermentar

la fibra, lo que indica la existencia de interrelaciones entre las

bacterias celulolíticas y las metanogénicas a nivel del rumen; de las

experiencias in vitro se deduce que este efecto pudiera observarse

in situ en aquellos animales que reciban o pastoreen en bancos de

leucaena.

52

Capitulo III

Ensilaje de caña de azúcar integral enriquecido con

porcinaza fresca

Silage of integral sugar cane enriched with fresh swine

manure

Resumen

Este estudio se oriento a evaluar estrategias competitivas de

incorporación de porcinaza en ensilajes de caña de azúcar integral

molida (CAIM), para alimentación de bovinos. La investigación fue

realizada en el Instituto de Biotecnología Agropecuaria de la

Universidad de Caldas. Se utilizó un diseño factorial de 8x3x2 (8

tiempos de fermentación; 20–30 y 40% de porcinaza; y con y sin

fermentación previa), en bloques completos al azar, 3 replicaciones

por tratamiento y un microsilo de PVC, de 2.5 Kg, como unidad

experimental. La fermentación previa afectó el contenido de azúcares

reductores (AR) (P≤0.01), el pH, las cenizas totales (CT) y el Cu

(P≤0.05). El porcentaje de incorporación de porcinaza (IP) afectó

(P≤0.01) proteína total (PT), grasa total (GT), CT, P, K, y Mg.

Respecto al tiempo de fermentación (TF), hubo un descenso leve

(P>0.05) en AR y MS del día 3 al 21, y más fuerte (P≤0.01), del 21 al

50. El pH bajó entre tercero y sexto día (P≤0.01), permaneció

constante hasta el día 21 y tendió a aumentar a los 50 días (P>0.05);

Por el contrario, la GT se elevó a partir del día 3 (P≤0.05). Ambas

variables registraron valores normales. Las CT disminuyeron

(P≤0.05) entre el día 3 y 6, y permanecieron constantes desde allí.

53

La adición de porcinaza fresca al ensilaje de CAIM mejoró los

principales indicadores de calidad nutricional de este, con un

comportamiento sobresaliente de la mezcla con 40% de porcinaza,

sometida a fermentación previa, a partir del día 15 de fermentación.

Palabra clave: Porcinaza, excretas de cerdo, ensilaje, fermentación

en estado sólido.

Abstract.

The objective was to Evaluate competitive strategies of incorporation

of swine manure in silages of whole grounded sugar cane (WGSC),

for cattle food. Study carried out at the Institute of Agricultural

Biotechnology at University of Caldas. A factorial design of 8x3x2 was

used (8 times fermentation ; 20-30 and 40% of swine manure; and

with and without previous fermentation), in a randomized complete

blocks, 3 replications per treatment and a PVC microsilo of 2.5 Kg, as

experimental unit. The previous fermentation affected the content of

reducing sugars (RS) (P≤0.01), pH, total ash (TA) and Cu (P≤0.05).

The incorporation of swine manure (IS) affected (P≤0.01) total

protein (TP), total fat (TF), TA, P, K, and Mg. Regarding the time of

fermentation (TF), there was slight decline (P>0.05) in RS and dry

matter (DM) the day 3 to 21, and higher stronger (P≤0.01), from 21

to 50. The pH lowered between the third and sixth day (P≤0.01),

remained constant until day 21, and tended to increase after 50 days

(P>0.05); on the contrary, the TF increased from day 3 (P≤0.05).

Both variables recorded normal values. The TA decreased (P≤0.05)

between day 3 and 6, and remained constant from there. Adding

swine manure to WGSC improved the main indicators of its nutritional

quality, with an outstanding performance of the mixture with 40% of

54

swine manure, subjected to previous fermentation, starting on the

day 15 of fermentation.

Key words: swine manure, silage, solid fermentation state.

Introducción

La caña de azúcar (Saccharum officinarum) ha sido utilizada

intensivamente por la alta concentración de carbohidratos (75 a

92%) en el jugo extraído de ella (Larrahondo, 1995), por esta misma

razón ha sido utilizada para otros propósitos comerciales en la

industria azucarera y en otras producciones, como: biocombustible,

alcohol en la industria de licores y forraje en la alimentación animal

(Zapata, 2000). El cultivo de esta planta se realiza en los trópicos de

cáncer y de capricornio y en las zonas intertropicales, que son

consideradas las más propicias para esta planta. Para el 2007 el área

sembrada en caña de azúcar fue estimada a nivel mundial en

21.980.000 has; en este mismo año los 3 primeros lugares en

producción los ocuparon en su orden: Brasil, China y Paquistán (SIAP,

2008). En el año 2008 según Asocaña (2010) Colombia ocupó el

octavo lugar a nivel mundial, con 223.307 has sembradas y una

producción media de 117.6 Ton/ha. La prohibición de la práctica

tradicional de la quema del follaje (Minambiente, 1995) por el

Decreto 948 de 1995 del Ministerio Colombiano del Medio Ambiente,

ha generado un incremento considerable en el volumen de residuos

no aprovechables en la producción convencional de azúcar y alcohol

(3). En la utilización de dichos residuos se plantean 2 estrategias

básicas, la producción de alcoholes de 2ª generación (Sánchez y

Cardona, 2008) y la alimentación animal (Zapata, 2000).

55

Por la alta producción de biomasa por unidad de área de este cultivo,

basada en CAIM y subproductos, ha sido ampliamente utilizado como

forraje en la alimentación animal (Zapata, 2000; Albarracín et al.,

2008); además, su elevado aporte energético, representado

principalmente por azucares simples (entre 2 y 4% de glucosa y

fructosa, respectivamente) (Larrahondo, 1995) la hace rápidamente

asimilable por rumiantes y monogástricos.

Trabajos clásicos en alimentación de bovinos (Van Soest, 1994) han

demostrado que la utilización de forrajes voluminosos como la caña,

en la dieta para rumiantes, puede ser limitada por su alto contenido

de fibra detergente neutro (FDN) (59.87%) (Albarracín et al., 2008).

En el empeño de disminuir este efecto, se ha tratado de mejorar la

disponibilidad de compuestos fibrosos de fácil asimilación a través de

la incorporación de hongos ligninolíticos (Pleurotus sapidus) en

ensilajes de caña de azúcar, gracias a que estos producen enzimas

fibrolíticas que coadyuvan a la conservación por fermentación en

estado sólido (FES) de los forrajes (Peláez et al., 2007).

La CAIM ensilada posee deficiencias nutricionales, corregibles

mediante la adición de elementos enriquecedores. La urea es el de

mayor utilización para mejorar los niveles de nitrógeno (Albarracín et

al., 2008), en este propósito también se han utilizado otros productos

nitrogenados como porcinaza (Campabadal, 2003; Barrón et al.,

2003), gallinaza (García, 2007) y pollinaza (Gerig et al., 2000), al

punto que son considerados sustitutos de la urea; (Albarracín et al.,

2008) afirma que el comportamiento del ganado alimentado con

excretas es similar al que consume dietas convencionales. De otro

lado, otras sustancias (melaza, miel, azúcar, etc.) se adicionan para

aumentar los niveles de azúcares y así asegurar la fermentación

láctica durante el proceso de conservación (Albarracín et al., 2008).

56

Los mejores resultados durante el proceso de ensilaje de CAIM y

cogollo se han obtenido con melaza y urea, con estas mezclas se

obtiene una acidez óptima (pH 4 – 5 o inferior) que garantiza el éxito

en el proceso y en el producto resultante (Barrón et al., 2000).

Actualmente las excretas animales generan enormes problemas de

polución, por las grandes cantidades de sustancias contaminantes

que producen, y constituyen limitantes a la expansión de la industria

animal cuya búsqueda de soluciones debe ser abordada con la misma

intensidad con que se investiga en áreas como la nutrición, la

genética y la reproducción, entre otras. La opción de la utilización de

excretas surge por tanto como una alternativa estratégica en

biorremediación (Barrón et al., 2000). Estudios previos indican que la

excreta puede tener un impacto positivo, al ser utilizado como

alimento en forma de ensilado para el ganado vacuno y otros

rumiantes (Padilla et al., 2000), permitiendo de esta forma disminuir

el problema ambiental que ocasiona (García et al., 2007).

Algunos investigadores (Campabadal, 2003; Barrón, et al., 2000)

describen la porcinaza como la mezcla de heces a la cual se unen: la

porción no digerible de los alimentos, células de descamaciones de la

mucosa del aparato digestivo, productos de secreción de las

glándulas, microorganismos de la biota intestinal, diversas sales

minerales y un porcentaje ínfimo de material extraño. De manera

similar, bajo la denominación de porcinaza la Resolución ICA No 2640

(ICA, 2007), la define como residuos consistentes en deyecciones

ganaderas, materias fecales, la cama, el agua del lavado y restos de

alimentos, en proceso de cambio biológico. En función del sistema de

producción tendrán diferentes contenidos de agua, dando lugar a los

estiércoles sólidos, semisólidos o líquidos. Además, se ha señalado

que la edad de las excretas es otro factor de importancia en la

57

variación de la composición de ella y que está determinado por la

volatilización del nitrógeno (García et al., 2007).

Aunque las excretas, como materiales de desecho, son fuentes

potenciales de microorganismos patógenos que pueden provocar

enfermedades en los animales que los consumen, hasta ahora,

ninguno de los estudios microbiológicos con estos materiales

fermentados mediante métodos estándares de cultivo y por detección

molecular informan la presencia de patógenos (Salmonellas,

Escherichia coli, Campylobacter spp., Yersinia spp. y Listeria spp)

(Ramírez et al., 2005; Martínez-Gamba et al., 2001; Serrano et al.,

2008). Por el contrario, sí hacen saber la existencia de

microorganismos beneficiosos como Lactobacillus y levaduras

(Ramírez et al., 2005).

Se ha demostrado que las enterobacterias como Clostridium

presentes en la porcinaza, son inhibidas en su desarrollo por el pH

ácido dado en el ensilaje y no fueron recuperadas en muestras que

provenían de porcinaza ensilada (Martínez-Gamba et al., 2001;

Serrano et al., 2008). Además, se ha encontrado que condiciones

adversas de temperatura, luz ultravioleta, acidez, calor, otros

microorganismos y residuos de desinfectantes inactivan severamente

los virus (Martínez-Gamba et al., 2001).

En experiencias (Morais et al., 1999) en las cuales se suministró millo

ensilado con gallinaza en diferentes niveles a ovinos adultos, y

encontraron que el consumo voluntario de la MS fue mayor en los

tratamientos que contenían excretas y que su digestibilidad se

58

incrementó a medida que aumentaba el porcentaje de inclusión de

gallinaza en el ensilaje.

Michell et al. (2002), señalan que los procesos fermentativos se

pueden dividir en fermentación liquida sumergida (FLS) y

fermentación en estado solido (FES). La diferencia mayor entre estos

dos procesos biológicos, es la cantidad de líquido libre en el sustrato.

La FES deben definirse como fermentación que ocurre en ausencia o

casi ausencia de agua libre, empleando un sustrato natural usando un

material inerte como soporte sólido.

Para Colombia, el informe del sector porcícola 2010 reporto un

sacrificio de 2.477.193 cabezas; los Departamentos con mayor

sacrificio son Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca y eje cafetero

con el 88,8% (Asociación Colombiana de Porcicultores, 2011). Si se

acepta que Colombia cuenta con una población porcina cercana a los

3.668.208 animales, y que la fracción sólida de estiércol/animal/día

es de 1.03 kg (Villamil et al., 2000), el volumen de porcinaza diario,

disponible sería de 3.778 Ton de excretas.

En razón de lo anterior y buscando estrategias competitivas para la

utilización de la porcinaza, el presente estudio tuvo como propósito

fundamental evaluar la incorporación de niveles moderados de

porcinaza en ensilajes de CAIM con destino a alimentación de

bovinos.

59

Materiales y Métodos

Este trabajo se desarrollo en el laboratorio de Nutrición Animal y

Bromatología adscritos al Instituto de Biotecnología Agropecuario de

la Universidad de Caldas, en Manizales, ubicada a 05°04” latitud N

75°31” longitud O, temperatura media 18°C, humedad relativa media

80% y 2.150 m.s.n.m. La porcinaza utilizada se colectó fresca, a

mano y recién emitida, y proveniente de cerdos de 40 a 60 kg de

peso vivo, alimentados con una dieta basada en maíz, sorgo, torta de

soya, harina de arroz, aceite acidulado, carbonato de calcio R 35, sal,

bentonita, núcleo cerdos sulfato de cobre, zinc, biosure L, metionina

liquida, L-lisina.

El estudio se desarrolló como un arreglo factorial de 8x3x2, 8 niveles

para tiempo de fermentación (TF) en microsilos (3–6–9-12-15-18–21

y 50 días), 3 niveles de incorporación de porcinaza (IP) (20–30 y

40% en base húmeda), y 2 niveles de fermentación previa (FP) (con

y sin fermentación previa de 48 horas), en un diseño de bloques

completos al azar (se bloqueó por la fecha de inicio del experimento),

con 3 replicaciones por tratamiento y un microsilo como unidad

experimental.

Se utilizó porcinaza con 36.16% de MS, enriquecida con vitafert, un

producto biológico de color oscuro, olor agradable, obtenido como

resultado de la FLS de la mezcla referida en la tabla 1. Este aditivo es

rico en bacterias lácticas, levaduras y sus metabolitos, que funciona

como probiótico, que le confieren la propiedad de estimular la

producción de ácidos orgánicos de cadena corta (láctico, acético,

propiónico, succínico, y pirúvico), de vitaminas y enzimas; además,

disminuye el pH, incrementa y estabiliza la proteína, aumenta la

digestibilidad de la materia seca y disminuye la fracción de la pared

60

celular (Elías y Herrera, 2010). Para la preparación del vitafert se

siguió la metodología descrita por Arias (2010). Este aditivo fue

agregado a razón de 0.4 kg por kilo de porcinaza fresca, en base

húmeda, es decir con un 28.6% de vitafert (Tabla 2) en la mezcla

final de porcinaza enriquecida. De acuerdo con el diseño anterior, a

los ensilajes de CAIM, previamente picados con molino de martillo, se

adicionó 20, 30 y 40% de porcinaza enriquecida, y esta FES se

mantuvo durante 50 días, realizando muestreos seriados en 8

tiempos de fermentación.

La mezcla de porcinaza con vitafert más CAIM se evaluó con y sin

fermentación aeróbica previa de 48 horas.

Tabla 2. Ingredientes del vitafert (%)

Ingredientes %

Harina de soya

Harina de arroz

Melaza

Sal mineralizada

Sulfato de amonio

Urea

Agua

Yogurt

4.0

4.0

15.0

0.5

0.3

0.4

70.8

5.0

Total 100.0

La prueba se realizó en 144 microsilos de PVC de 2.5 kg de

capacidad, con válvula de vacío y cierre hermético. Cada uno de los

microsilos fue llenado con la mezcla correspondiente, compactado,

tapado y sellado con cinta adhesiva. A todos los microsilos se les

realizó extracción del aire (vacío) con una aspiradora Karcher®, por

10 segundos.

61

El proceso de fermentación se evaluó los días 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21

y 50, mediante el registro de las siguientes variables: azúcares

reductores (AR) por la metodología del DNS (Miller, 1959), pH,

temperatura (T°), y análisis químico proximal usando la metodología

de la AOAC (1995) para las siguientes características: MS, PT, fibra

bruta (FB), GT, CT, macronutrientes: P, K, Mg, calcio (Ca), sodio

(Na), y micronutrientes: hierro (Fe), cobre (Cu), manganeso (Mn) y

zinc (Zn).

Los datos obtenidos fueron evaluados con el paquete estadístico R-

project (2011), mediante análisis de varianza y prueba de Tukey.

Resultados

En la Tabla 3 se presenta una síntesis del análisis de varianza

realizado para probar el efecto de los tres factores simples

(fermentación previa (FP), porcentaje de incorporación de porcinaza

(PI) y tiempo de fermentación (TF), y de las interacciones dobles y

triple entre ellos, sobre las variables dependientes medidas (AR, Tº,

pH, humedad (H), MS, PT, GT, FB, CT, P, K, Mg, Ca, Na, Fe, Cu, Mn y

Zn. Las interacciones no registraron efectos significativos (P>0.05), y

por tanto, en esta tabla se consignan solo los cuadrados medios para

los tres factores simples, señalando en cada caso el nivel de

significancia encontrado.

62

Tabla 3. Cuadrados medios para AR, T°, pH, H, MS, PT, GT, FB, CT, P,

K, Mg, Ca, Na, Fe, Cu, Mn y Zn, de acuerdo con FP, IP y TF en

ensilaje de CAIM.

AR T° pH MS NT PT GT FB CT

FP 0.0007852** 0.1736NS 0.3501* 4.5939 NS 0.00001NS 0.0005NS 0.8680NS 51.8400NS 8.38*

IP 0.0000007NS 0.0069NS 0.0985NS 8.7375* 1.13375** 44.2926** 8.9497** 34.9851NS 46.10**

TF 0.0002139** 21.4276** 0.1748* 5.1660 NS 0.11837NS 4.6291NS 0.5523NS 148.3595* 3.61NS

P K Ca Mg Na Fe Cu Mn Zn

FP 0.0951NS 0.0747NS 0.0003NS 0.0225NS 0.00002NS 28610.31NS 3370.38* 289.48NS 43.97NS

IP 0.6657* 0.4494** 0.0487** 0.0022NS 0.00483** 1202039.96** 48655.87** 17403.59** 73236.45**

TF 0.2047NS 0.2048** 0.0043NS 0.0899* 0.00142** 48919.69NS 1117.16NS 808.77* 5841.51NS

FP= fermentación previa, IP= incorporación de porcinaza, TF= tiempo de fermentación.

AR= azúcares reductores, T°= temperatura, pH, H= humedad, MS= materia seca, PB= proteína bruta,

GT= grasa total, FB= fibra bruta, CT= cenizas totales, P= fósforo, K= potasio, Ca= calcio, Mg=

magnesio, Na= sodio, Fe= hierro, Cu= cobre, Mn= manganeso, Zn= zinc

NS: Efecto no significativo (P>0.05); *: Efecto significativo (P≤0.05); **: Efecto altamente significativo

(P≤0.01)

En razón de lo anterior, a continuación se presentan los resultados

arrojados por las variables dependientes medidas, en relación con los

tres efectos simples probados. En la tabla 4 se presentan los valores

promedio registrados por estas variables, de acuerdo con el factor FP.

De otro lado, en la figura 1 se hace la confrontación grafica de los

promedios para AR, pH, CT y Cu, con y sin fermentación previa, para

las cuales se encontraron efectos por lo menos significativos

(P≤0.05).

En la tabla 5 se presentan los valores promedio registrados en cada

una de las variables dependientes medidas en el estudio, de acuerdo

con el factor IP. A su vez, en la figura 2 se grafica las comparaciones

de los promedios para MS, PT, GT, CT, P, K y Mg, variables para las

cuales se encontró efecto por lo menos significativo (P≤0.05) del

nivel de incorporación de porcinaza.

63

Tabla 4. Comportamiento de las variables dependientes de acuerdo

con el factor fermentación previa (FP) en ensilaje de CAIM

AR (mg/g SS)

Tº pH MS (%)

NT (%)

PT (%)

GT (%)

FB (%)

CT (%)

Sin

fermentación 0.69b 18.93a 3.95a* 32.83a 1.19a 7.45a 2.78ª 30.56a 7.76a

Con

fermentación 0.81a 19.00a 3.85b 33.20a 1.19a 7.45a 2.63a 29.36a 7.28b

P (%)

K (%)

Ca (%)

Mg (%)

Na (%)

Fe (mg/kg)

Cu (mg/kg)

Mn (mg/kg)

Zn (mg/kg)

Sin

fermentación 0.39a 0.44a 0.16a 0.33a 0.07a 728.86a 126.03a 84.45a 168.44a

Con

fermentación 0.44a 0.40a 0.16a 0.36a 0.07a 700.67a 116.35b 81.61a 167.33a

*Promedios identificados con la misma letra fueron iguales en la prueba de Tukey (P>0.05)

* Promedios identificados con letra iguales fueron iguales en la prueba de Tukey (P >0.05)

Figura 1. Promedios de las variables dependientes afectadas

significativamente (P≤0.05) por el TF en ensilaje de CAIM.

Con Fermentación Sin Fermentación0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9 a

b

Azú

care

s r

ed

ucto

res,

mg

/g s

óli

do

seco

Con Fermentación Sin Fermentación0.0

0.5

1.0

1.5

2.0

2.5

3.0

3.5

4.0 a b

pH

Con Fermentación Sin Fermentación0

1

2

3

4

5

6

7

8 ab

cen

izas t

ota

les,

%

Con Fermentación Sin Fermentación0

25

50

75

100

125

150

ab

co

nte

nid

o c

ob

re,

mg

/kg

64

Tabla 5. Comportamiento de las variables dependientes de acuerdo

con el factor nivel de incorporación de porcinaza (IP) en ensilaje de

CAIM.

PI pH T° AR (mg/g SS)

NT (%)

PT (%)

MS (%)

FB (%)

GT (%)

CT (%)

20% 3.85a* 18.96a 0.76a 1.03c 6.43c 32.59b 30.86a 2.26c 6.49b

30% 3.91a 18.98a 0.76a 1.21b 7.58b 33.03ab 29.87a 2.72b 7.63b

40% 3.94a 18.96a 0.76a 1.33a 8.34a 33.44a 29.16a 3.13a 8.44a

PI P (%)

K (%)

Ca (%)

Mg (%)

Na (%)

Fe (mg/kg)

Cu (mg/kg)

Mn (mg/kg)

Zn (mg/kg)

20% 0.28b 0.32b 0.13b 0.35a 0.06b 549.20c 87.89c 62.35c 123.08c

30% 0.51a 0.43a 0.17b 0.34a 0.07b 730.58b 124.34b 86.91b 185.79b

40% 0.45a 0.58a 0.19a 0.34a 0.08a 864.51a 151.33a 99.83a 194.78a

* Promedios identificados con la misma letra fueron iguales en la prueba de Tukey (P>0.05)

En la Tabla 6 se presentan los promedios registrados para las

variables dependientes afectadas significativamente (P≤0.05), por el

factor TF; del mismo modo, en la figura 3 se grafica este mismo

efecto para las variables AR, pH, GT y CT, dado que estas cuatro

permiten apreciar el componente sustantivo de esta parte del

análisis.

65

* Promedios identificados con letra iguales fueron iguales en la prueba de Tukey (P >0.05)

Figura 2. Comportamiento de las variables dependientes afectadas

significativamente (P≤0.05) por el nivel de incorporación de

porcinaza en ensilaje de CAIM.

20% 30% 40%0

5

10

15

20

25

30

35 b ab a

Porcentaje incorporación porcinaza

co

nte

nid

o m

ate

ria s

eca,

%

20% 30% 40%0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

c

ab

Porcentaje incorporación porcinaza

co

nte

nid

o p

rote

ina t

ota

l, %

20% 30% 40%0.0

0.5

1.0

1.5

2.0

2.5

3.0

3.5

c

a

b

Porcentaje incorporación porcinaza

co

nte

nid

o g

rasa t

ota

l, %

20% 30% 40%0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

b

ab

Porcentaje incorporación porcinaza

co

nte

nid

o c

en

izas t

ota

les,

%

40% 30% 20%0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6 a

b

a

Porcentaje inclusión porcinaza

co

nte

nid

o p

ota

sio

, %

40% 30% 20%0.0

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

a

b

a

Porcentaje inclusión porcinaza

co

nte

nid

o f

ósfo

ro,

%

40% 30% 20%0.00

0.05

0.10

0.15

0.20

0.25

0.30

0.35 a aa

Porcentaje inclusión porcinaza

co

nte

nid

o m

ag

nesio

, %

66

Tabla 6. Comportamiento de las variables dependientes de acuerdo

con el TF en ensilaje de CAIM.

Días de fermentación

3 6 9 12 15 18 21 50

pH 3.99ab* 3.78b 3.92ab 3.85ab 3.82ab 3.86ab 3.9ab 4.09a

AR

20.78a

0.88a

20.39ab

0.79a

18.17c

0.81a

18.33bc

0.81a

18.00c

0.79a

19.33abc

0.76a

18.67abc

0.76a

18.06c

0.05b

MS

NT

33.66a

1.32a

33.49ab

1.09a

33.02ab

1.23a

32.62ab

1.15a

32.88ab

1.24a

33.24ab

1.24a

33.27ab

1.15a

31.97b

1.10a

PT 8.25a 6.83a 7.70a 7.21a 7.78a 7.78a 7.17a 6.85a

GT 2.34b 2.72ab 2.69ab 2.61ab 2.76ab 2.74ab 2.83ab 2.94a

FB 36.73a 28.53b 28.82b 29.03b 30.61ab 29.47b 27.49b 28.99b

CT

P

8.45a

0.51a

7.69ab

0.33a

7.60ab

0.37a

6.91b

0.32a

7.35ab

0.54a

7.35ab

0.27a

7.25ab

0.53a

7.55ab

0.43a

K 0.59a 0.38b 0.32b 0.32b 0.39b 0.38b 0.40b 0.58a

Mg 0.32ab 0.26ab 0.41a 0.38ab 0.42a 0.35ab 0.40ab 0.23b

Na

Ca

Fe

Cu

Mn

Zn

0.071abc

0.20a

778.1a

131.5a

91.6a

180.0a

0.058c

0.16a

664.0a

110.5a

74.3a

151.5a

0.079ab

0.16a

669.9a

114.5a

77.6a

153.3a

0.078abc

0.15a

638.4a

113.1a

79.2a

156.8a

0.080a

0.18a

781.3a

130.6a

93.0a

172.8a

0.061abc

0.16a

707.6a

121.5a

79.8a

158.3a

0.069abc

0.16a

723.2a

124.5a

82.5a

205.3a

0.060bc

0.16a

745.6a

123.3a

86.2a

165.1a * Promedios identificados con letra iguales fueron iguales en la prueba de Tukey (P >0.05)

67

* Promedios identificados con letra iguales fueron iguales en la prueba de Tukey (P >0.05)

Figura 3. Perfil de AR, MS, pH, GT, CT y FB de acuerdo con el TF en

ensilaje de CAIM.

Discusión

En la tabla 4 se aprecia que la fermentación previa afectó de manera

altamente significativa (P≤0.01) el contenido de AR y de manera

significativa (P≤0.05) el pH, el contenido de CT y el contenido de Cu.

El contenido de AR fue de 0.81 y 0.70 mg/g de sólido seco (SS), con

y sin fermentación, respectivamente (Fig. 1). La disminución del

3 6 9 12 15 18 21 500.00

0.25

0.50

0.75

1.00a

a a a a a a

b

Días

Azú

care

s r

ed

ucto

res,

mg

/g s

óli

do

seco

3 6 9 12 15 18 21 5022.5

25.0

27.5

30.0

32.5

a

abc

c

ab

cbc

c

c

Días

Mate

ria s

eca,

%

3 6 9 12 15 18 21 50

3.6

3.7

3.8

3.9

4.0

4.1

4.2

4.3

abab

ab abab

ab

a

b

Días

pH

3 6 9 12 15 18 21 502.2

2.3

2.4

2.5

2.6

2.7

2.8

2.9

3.0

3.1

b

abab

ab abab

a

ab

Días

Gra

sa t

ota

l, %

3 6 9 12 15 18 21 506

7

8

9

a

ab

b

ab ab abab

ab

Días

Ce

niz

as

to

tale

s,

%

3 6 9 12 15 18 21 5025

30

35

40

a

b bab

b

bbb

Días

Fib

ra b

ruta

, %

68

contenido de AR en el ensilaje sometido a fermentación previa se

debe a la acción de los microorganismos homofermentativos

(Lactobacillus bulgaris y Streptococcus termophillus) presentes en el

yogurt e incorporados en el vitafert, los cuales propician la reducción

de los azúcares presentes y su conversión en ácidos orgánicos, a

través de fermentación láctica (Elías y Herrera, 2010; Arias, 2010).

El material ensilado sometido a fermentación previa registró un valor

promedio de pH inferior (P≤0.05) al del ensilaje sin fermentación

(3.85 vs 3.95), diferencia atribuible a la fermentación láctica de los

azucares contenidos en la mezcla (Elías y Herrera, 2010; Arias, 2010)

(ver fig. 1). Elías y Herrera (2010) encontraron una correlación lineal

simple de 0.79 (P≤0.01) entre el pH y el crecimiento de los

lactobacilos, en un ensayo de fermentación líquida de la melaza de

caña de azúcar con urea y pollinaza fresca.

Las diferencias (P≤0.05) encontradas en CT y Cu, en el ensilaje, con

y sin fermentación previa (7.28 y 7.76% de CT y 116.35 y 126.03

mg/kg de Cu), solo pueden atribuirse en este trabajo a

inconsistencias en el muestreo del material ensilado debidas a las

características físicas de la porcinaza y de la CAIM, por la mayor

humedad y untuosidad de aquella; estas diferencias, por tanto,

pueden considerarse irrelevantes, debido a que lo esperado sería un

incremento proporcional en CT y algunos minerales, en razón de la

pérdida de materia representada en CO2. Sin embargo, es necesario

resaltar que los valores de CT y de la mayoría de los minerales, en

general, superan a los reportados para la caña de azúcar (Zapata,

2000; Albarracín, 2008).

Por otra parte, no se encontraron diferencias significativas (P>0.05)

para MS, PT, FB y GT. Los valores de MS con y sin FP (33.20 y

69

32.83%) fueron superiores a los valores de MS reportados para la

caña (26.2 a 28.7%) (Zapata, 2000; Albarracín, 2008), y para

ensilaje de caña (30%) (León y López 2009); estas cifras señalan la

importancia de la porcinaza en el ensilaje. La PT (7.45%) y la GT

(2.63% y 2.78%, con y sin FP, respectivamente) encontradas,

evidenciaron un aporte sustantivo en estos nutrientes debido a la

incorporación de la porcinaza, puesto que la caña de azúcar en el

estado fisiológico utilizado en este trabajo, posee entre 2 y 5.43% de

PT, y 1.91% de GT (Zapata, 2000; Albarracín, 2008), valores

inferiores a los encontrados en el presente trabajo. La FB con y sin

fermentación (30.56% y 29.36%) estuvo levemente por encima del

27.9% reportado para la caña (Albarracín, 2008).

En razón de lo anterior es posible afirmar que es conveniente la FP de

un ensilaje como el evaluado en el presente trabajo.

También se determinó (tabla 5) que el porcentaje de IP afectó de

manera altamente significativa (P≤0.01) el contenido de PT, GT y CT;

de manera significativa MS (P≤0.05); y de manera por lo menos

significativa (P≤0.05) el contenido de los minerales estudiados, con la

excepción del Mg. El contenido de PT en el ensilaje se incrementó

(P≤0.05) de 6.43% a 7.57% y a 8.34% con 20, 30 y 40% de

porcinaza, respectivamente (Fig. 2). Del mismo modo se registró

aumento (P≤0.05) de 2.26 a 3.13% en GT y de 6.49 a 8.44% en CT

(Tabla 5 y Fig. 2). Resultados similares fueron encontrados por

Campabadal (2003), Barrón et al. (2000), Berger et al. (1981) y

Oliviera et al. (1997) quienes reportan que a medida que se

incrementa la proporción de porcinaza en el ensilaje (0 a 30%),

aumenta de manera significativa (P<0,05) la PT (8.25 a 10.65%), la

GT (2.65 a 8.03%) y la CT (10.17 a 16.69%), mientras que la fibra

total disminuye (30.4 a 21.9); estos mismos autores atribuyen estos

70

cambios a los niveles de nitrógeno, grasa y minerales aportados por

la porcinaza.

Para los minerales evaluados se aprecia claramente en la tabla 3 que

a medida que aumenta la IP mejora de manera significativa (P≤0.05)

el nivel de cada mineral, las excepciones a lo anterior fueron el P, que

registró un valor para 40% de porcinaza (0.45%) inferior a 30%

(0.51%), y el Mg que no registró diferencias entre los tres niveles de

porcinaza (0.34 – 0.35%).

Por el comportamiento evidenciado en las variables MS, PT, GT, CT y

la mayoría de los minerales evaluados (P, K, Ca, Na, Fe, Cu, Mn y Zn)

es posible afirmar que la incorporación de porcinaza a ensilajes de

CAIM mejora la calidad nutricional de estos, y que el mejor PI en este

trabajo es 40%, quedando abierta la posibilidad para indagar en el

futuro sobre la incorporación de niveles superiores.

En la tabla 6 y en la figura 3 aparecen los valores promedio de todas

las variables dependientes consideradas en este estudio y la

representación grafica del comportamiento de pH, AR, MS, GT, CT y

FB, de acuerdo con los diferentes niveles del factor tiempo de

fermentación. El pH registrado en la mezcla de porcinaza y CAIM,

antes de iniciar la fermentación fue de 5.8. Es evidente que por

efecto de la fermentación el pH descendió drásticamente en los

primeros tres días del proceso, a un valor de 3.99, de manera muy

similar a lo reportado en estudios previos (León y López, 2009) con

materiales similares, en los cuales se encontraron disminuciones de

6.3 a 4.2 en las primeras 24 horas de fermentación. Entre el tercero

y el sexto día se acentuó el descenso de pH (de 3.99 a 3.78), se

mantuvo relativamente estable hasta el día 21 (3.9), y se elevó

levemente entre el día 21 y el día 50 de fermentación (4.09) (Ver fig.

71

3). Estas cifras muestran claramente que la mezcla ensilada alcanzó

el pH indicado (Van Soest, 1994) para un ensilaje desde el tercer día

del proceso, y se estabilizó en niveles adecuados hasta el día 50 del

estudio. En concordancia con Elías y Herrera (2010) se asume que los

productos de la fermentación láctica de los azúcares son los

responsables de la disminución y la estabilización del pH antes

mencionados. Esta dinámica concuerda con lo planteado por

Campabadal (2003) y Elías y Herrera (2010), quienes establecieron

que tras aproximadamente tres días de fermentación, el aumento de

los lactobacilos y la concentración de ácido láctico coinciden con un

descenso del pH por debajo de 4.5.

La mezcla de porcinaza y CAIM evaluada en este trabajo registro un

valor promedio de 34.06% de MS, el día cero. El contenido de AR y

de MS se redujo levemente (P>0.05) entre los días 3 y 21 del

proceso (de 0.88 a 0.76 mg de AR/g de SS y de 33.66 a 33.27% de

MS, respectivamente), y disminuyó de manera significativa (P≤0.05)

(a 0.05 mg de AR/g de SS y a 31.97% de MS) entre el 21 y el 50, sin

embargo es prudente considerar que el cambio en los azucares

reductores indica la transformación de azucares en ácido láctico por

vía bacteriana, benéfico desde todo punto de vista para la nutrición

de los animales, dado que representa una ruta directa hacia el ciclo

de Krebs (Van Soest, 1994). En cuanto a la GT, la tendencia fue

contraria, debido a que esta variables se elevo de forma significativa

(P≤0.05) entre el día 3 y el 50 de fermentación (de 2.34 a 2.94%).

Sin embargo, ambas variables permanecieron en un rango

considerado normal (Barrón et al., 2000; Berger et al., 1981 y

Oliveira et al., 1997). El contenido de CT tendió a disminuir entre el

día 3 y el día 6 de forma significativa (P≤0.05) (8.45 a 7.69%), y a

mantenerse relativamente constante a partir de allí.

72

Por los valores encontrados en los perfiles, de acuerdo con el TF, para

las variables pH, AR, MS, GT, CT y FB es evidente que la mezcla

ensilada presenta características nutricionales propias para la

alimentación de rumiantes desde el tercer día de fermentación; sin

embargo la información relativa a la apariencia y olor del material,

indican que solo hasta el día 15 adquiere aroma láctica y apariencia

aceptable como ensilaje. Además, es fundamental confrontar los

resultados de este estudio con evaluaciones complementarias sobre

presencia de parásitos y bacterias potencialmente patógenos y sobre

digestibilidad comportamiento de animales suplementados con el

ensilaje.

Conclusiones

Los resultados registrados y analizados en este estudio permitieron

allegar las siguientes conclusiones:

1. Los valores de MS con y sin FP (33.20 y 32.83%), la PT

(7.45%) y la GT (2.63% y 2.78%, con y sin FP,

respectivamente) fueron superiores a los valores reportados

para caña de azúcar en el estado fisiológico utilizado en este

trabajo, y evidencian la ventaja de someter el material a

fermentación previa, y un aporte sustantivo en estos nutrientes

debido a la incorporación de la porcinaza.

2. Por el comportamiento evidenciado en las variables MS, PT, GT,

CT y la mayoría de los minerales evaluados (P, K, Ca, Na, Fe,

Cu, Mn y Zn) es posible afirmar que la incorporación de

porcinaza a ensilajes de CAIM mejora la calidad nutricional de

estos, y que el mejor PI en este trabajo es 40%, quedando

73

abierta la posibilidad para indagar en el futuro sobre la

incorporación de niveles superiores.

3. Por los valores encontrados en los perfiles, de acuerdo con el

TF, para las variables pH, AR, MS, GT, CT y FB es evidente que

la mezcla ensilada presenta características nutricionales propias

para la alimentación de rumiantes desde el tercer día de

fermentación; sin embargo la información relativa a la

apariencia y olor del material, indican que solo hasta el día 15

adquiere aroma láctica y apariencia aceptable como ensilaje.

Además, es fundamental confrontar los resultados de este

estudio con evaluaciones complementarias sobre presencia de

parásitos y bacterias potencialmente patógenos y sobre

digestibilidad comportamiento de animales suplementados con

el ensilaje.

4. En síntesis, a partir de este estudio es posible concluir que la

adición de porcinaza fresca al ensilaje de CAIM mejora los

principales indicadores de calidad, con un comportamiento

sobresaliente de la mezcla con 40% de porcinaza, sometida a

fermentación previa, a partir del día 15 de fermentación.

74

Capitulo IV

Efecto de la fermentación en estado sólida de la

porcinaza sobre la persistencia de patógenos en el

ensilaje.

Resumen

Este trabajo se realizó para establecer la calidad sanitaria

(microbiológica, parasitaria y viral) de ensilajes de CAIM mezclada

con porcinaza fresca. Se condujó en los laboratorios del Instituto de

Biotecnología Agropecuaria de la Universidad de Caldas. En una

primera etapa se evaluó la presencia de patógenos parasitarios y

microbianos al día 21 de fermentación, en diferentes mezclas de

CAIM con porcinaza fresca; los organismos evaluados fueron:

lactobacilos, mohos, levaduras, Coliformes totales y fecales,

Salmonella, Clostridium sulfito reductor, Staphylococo de tipo

coagulasa positivo, y parásitos. En la segunda etapa se estudió el

efecto del tiempo de fermentación en fase sólida de una mezcla de

CAIM con 40% de porcinaza con vitafert, a los 0, 3, 6, 9, 12, 15, 18 y

21 días, sobre la calidad sanitaria del ensilaje, mediante un diseño de

bloques completos al azar, con tres replicaciones por tratamiento y

un microsilo de PVC, de 2.5 Kg, como unidad experimental. En esta

etapa se realizó, además de los mismos recuentos de la etapa

anterior, el recuento de mohos y la evaluación, por PCR multiplex, de

la presencia de los siguientes virus al día 21 de fermentación:

parvovirus porcino (PVP), circovirus porcino tipo I (PCV-I), circovirus

porcino tipo II (PCV-II), virus del síndrome reproductivo y

respiratorio porcino (PRRS), y herpesvirus porcino tipo I (HVP-I) ó

virus de la enfermedad de Aujeszky. Complementariamente se evaluó

75

la presencia de bacterias, mohos, levaduras y parásitos, en la mezcla

de 21 días de fermentación, los días 22, 23, 26, 27 y 28, con el

propósito de analizar lo sucedido en la semana siguiente a la apertura

del microsilo, para lo cual se cerró el recipiente sin restablecer el

vacío, como ocurre en la práctica.

Los huevos de parásitos presentes en la porcinaza fresca, fueron

inactivados a partir del tercer día de fermentación. Ninguna muestra

evidenció crecimiento de mohos y levaduras. Los Coliformes totales y

fecales se redujeron a niveles aceptables para la alimentación animal,

desde el sexto día. La carga de Salmonella, Clostridium sulfito

reductor, Staphylococo de tipo coagulasa positivo, encontrada en la

porcinaza fresca desapareció por efecto de la fermentación, desde el

tercer día. Las muestras fueron negativas para los cinco virus

evaluados. En concordancia con los expuesto anteriormente, se

puede afirmar que en este estudio se ha probado la inocuidad del

ensilaje de CAIM enriquecido con porcinaza y la viabilidad de su uso

en alimentación de rumiantes.

Palabra clave: Porcinaza, ensilaje, inocuidad, alimentación bovina.

Effect of fermentation in solid state of the swine stools on the

persistence of pathogens in the silage

Abstract

This work was carried out to establish the health quality (microbial and

parasitic) of silages whole grounded sugar cane (WGSC) enriched with

fresh swine stools. The study was conducted in the laboratories of the

Institute of Agricultural Biotechnology at the University of Caldas. In the

76

first step, it was evaluated the presence of parasitic and microbial

pathogens by the 21st day of fermentation, of different mixes of SCIG with

fresh swine stools; in a second phase involved evaluating the effect of the

fermentation time in solid phase (FTSP) of a mixture of SCIG with 40% of

fresh swine stools with vitafert at 3, 6, 9, 12, 15, 18 and 21 days, on the

sanitary quality of the silage. The evaluated organisms were: lactobacilli,

molds, yeasts, total and fecal coliforms, Salmonella, sulphite reductive

Clostridium, Staphylococcus type coagulase-positive, and parasites. The

eggs of parasites present in the fresh swine stools were inactivated from

the third day of fermentation. The total and faecal Coliforms detected on

the fresh swine stools were reduced to acceptable levels to animal feed,

from the sixth day; while the burden of Salmonella, sulphite reductive

Clostridium and Staphylococcus type coagulase-positive, found in the

fresh swine stools disappeared because the effect of the fermentation,

from the third day. The presence of lactobacilli in all the evaluated

samples enabled us to establish a good lactic fermentation. In this study

thas been tested the safety of the silage of WGSC enriched with swine

stools and, therefore, the feasibility of use in feeding to ruminants.

Key words: Swine manure, silage, innocuousless, Bovine feeding.

Introducción

Las excretas animales y particularmente las de cerdo y aves de corral

ocasionan graves problemas de contaminación, debido

particularmente a la facilidad con que sus componentes se integran al

agua y a los olores que generan. Las excretas pueden convertirse,

por tanto, en una barrera para la producción animal. Una de las

estrategias de solución a esta problemática podría ser la utilización de

excretas en la alimentación animal (Barrón et al., 2000),

77

especialmente bajo la forma de ensilaje para el ganado vacuno y

otros rumiantes (García et al., 2007).

A pesar de que el uso de excretas frescas y procesadas en la

alimentación animal se ha convertido en una práctica común,

(Campabadal, 2003; Ogunbanwo et al., 2003; Boucurt et al., 2006),

es preciso considerar que a pesar de que aportan pequeñas

cantidades de nutrientes, poseen una carga microbiológica y

parasitaria muy elevada, potencialmente agresiva para las

poblaciones animales y humanas. La evaluación de la presencia de

estos organismos en las diferentes vías de utilización de excretas en

alimentación animal cobra gran importancia, y constituye

actualmente un requisito ineludible (Espinosa et al., 2009). En

investigaciones realizadas por Sollins et al. (1984) se comprobó que

en estiércoles frescos y fermentados bajo condiciones caracterizadas

por: temperaturas muy bajas, pH ácido, falta de agua y de oxigeno,

ocurre siempre la destrucción de microorganismo y parásitos.

Además, en múltiples investigaciones (Ramírez et al., 2005;

Martínez-Gamba et al., 2001; Serrano et al., 2008), se ha

comprobado mediante métodos de cultivo convencionales y técnicas

moleculares, que organismos como: Salmonellas, Escherichia coli,

Campylobacter spp., Yersinia spp., Listeria spp, Clostridium, virus de

Aujeszky y virus causante de ojo azul, son destruidos durante el

proceso de fermentación en fase solida de excretas de cerdo.

Los huevos de los parásitos presentes en la porcinaza son muy

susceptibles a Tº superiores a los 30°C y a un pH cercano a 4 (Nuñez

et al., 1987; Reyes, 1963). Nuñez et al. (1987) encontraron que a

35ºC y a pH próximo a 4, se inactivan todos los huevos de parásitos,

con la excepción del 78,6% de los huevos de Ascaris; en una

experiencia similar, Reyes (1963) registró un descenso de la

78

viabilidad de los huevos de Ascaris hasta el 8%, cuando aumentó la

T° a 38ºC. La persistencia de los huevos de Ascaris es explicada por

estos mismos autores por las características particulares de la

cutícula de los huevos de estos parásitos.

El presente trabajo se realizó con el propósito de establecer la calidad

sanitaria (microbiológica, viral y parasitaria) de ensilajes de caña de

azúcar integral con diferentes niveles de incorporación de porcinaza

fresca.

Materiales y Métodos

Este trabajo se desarrollo en los laboratorios del Instituto de

Biotecnología Agropecuario de la Universidad de Caldas, en

Manizales, ubicada a 05°04” latitud N 75°31” longitud O, temperatura

media 18°C, humedad relativa media 80% y 2.150 m.s.n.m. La

porcinaza utilizada se colectó fresca, a mano y recién emitida, y

proveniente de cerdos de 40 a 60 kg de peso vivo, alimentados con

una dieta basada en maíz, sorgo, torta de soya, harina de arroz,

aceite acidulado, carbonato de calcio R 35, sal, bentonita, núcleo

cerdos sulfato de cobre, zinc, biosure L, metionina liquida, L-lisina.

El estudio se desarrolló en dos etapas; en la primera etapa, se

realizó un arreglo factorial de 3x2, 3 niveles de incorporación de

porcinaza (IP) (20–30 y 40% en base húmeda), y 2 niveles de

fermentación previa (FP) (con y sin FP de 48 horas), en un diseño de

bloques completos al azar (se bloqueó por la fecha de inicio del

experimento), con 3 replicaciones por tratamiento y un microsilo

como unidad experimental. De acuerdo con este diseño, a la caña de

azúcar integral previamente picada con molino de martillo (CAIM), se

adicionó 20, 30 y 40% de porcinaza enriquecida, y se sometió a

79

fermentación durante 21 días, al cabo de los cuales se realizó la

evaluación microbiológica y parásitaria en muestras de 120 g.

Se utilizó porcinaza con 36,16% de MS, enriquecida con vitafert, un

producto biológico de color oscuro, olor agradable, obtenido como

resultado de la FLS de la mezcla referida en la tabla 1. Este aditivo es

rico en bacterias lácticas, levaduras y sus metabolitos, que funciona

como probiótico, que le confieren la propiedad de estimular la

producción de ácidos orgánicos de cadena corta (láctico, acético,

propiónico, succínico, y pirúvico), de vitaminas y enzimas; además,

disminuye el pH, incrementa y estabiliza la proteína, aumenta la

digestibilidad de la materia seca y disminuye la fracción de la pared

celular (Elías y Herrera, 2010). Para la preparación del vitafert se

siguió la metodología descrita por Arias (2010). Este aditivo fue

agregado a razón de 0,4 kg por kilo de porcinaza fresca, en base

húmeda, es decir con un 28,6% de vitafert (Tabla 3) en la mezcla

final de porcinaza enriquecida. La mezcla de porcinaza con vitafert

más CAIM se evaluó con y sin fermentación aeróbica previa de 48

horas.

La prueba se realizó en 18 microsilos de PVC de 2,5 kg de capacidad,

con válvula de vacío y cierre hermético. Cada uno de los microsilos

fue llenado con la mezcla correspondiente, compactado, tapado y

sellado con cinta adhesiva. A todos los microsilos se les realizó

extracción del aire (vacío) con una aspiradora Karcher®, por 10

segundos.

En la segunda etapa se realizó un diseño completamente al azar,

con 3 replicaciones por tratamiento y un microsilo como unidad

experimental, para evaluar el efecto del tiempo de fermentación en

fase sólida (TFFA) a los 3, 6, 9, 12, 15, 18 y 21 de una mezcla de

80

CAIM con 40% de porcinaza con vitafert que fue sometida a

fermentación aeróbica previa de 48 horas (seleccionada en un estudio

previo (Estrada et al., 2011), por las características físico-químicas

del ensilaje). Se realizaron evaluaciones microbiológicas y

parasitarias, en muestras de 120 g, a la porcinaza fresca, y a la

mezcla antes de iniciar la fermentación, y en cada uno de los días de

la TFFA.

La prueba se realizó en 21 microsilos de PVC de 2,5 kg de capacidad,

con válvula de vacío y cierre hermético. Cada uno de los microsilos

fue llenado de manera similar a la primera etapa.

La mezcla de 21 días de fermentación fue evaluada, además, los días

22, 23, 26, 27 y 28; con el propósito de analizar lo sucedido en la

semana siguiente a la apertura del miocrosilo, para lo cual se cerró el

recipiente sin restablecer el vacío, como ocurre en la práctica.

A todas las muestras colectadas en las dos etapas del trabajo, se les

registró pH y Tº, inmediatamente después de colectadas. El análisis

bacteriológico siguió las siguientes pautas: para la determinación de

lactobacilos y levaduras se utilizó el agar RMS, por el método De

Man, et al. (1960), para las muestras de la primera etapa; recuento

de mohos y levaduras en agar rosa de bengala adicionado de

cloranfenicol, por el método de Marshall (1993), para las muestras de

la segunda etapa; recuento de Coliformes totales y fecales en caldo

Fluorocult® LMX-Broth, por el método de Ossmer (1993) y Manafi

(1996), en el que se utilizó el índice del número más probable por

gramo de materia seca (NMP/g MS) con un límite de confiabilidad

del 99%, para varias combinaciones de resultados positivos y

negativos cuando se usan: 3 tubos con porciones de 0,1 g de

muestra en cada uno, 3 con porciones de 0,01 g y 3 tubos con

81

porciones de 0,001 g (Moreno et al., 2009; Castillo y Andino, 2010);

recuento de gérmenes del genero Salmonella en agar Rambach®,

sembrados por agotamiento (método de Rambach, 1990 y Ossmer,

1992); recuento de gérmenes del género Clostridium, de tipo sulfito

reductores por el método de Pascual y Calderón (2000) (ISO 6888

construida por De Buyser (2003); recuento de gérmenes del género

Staphylococo, de tipo coagulasa positivo por el método de Baird-

Parker (1962); y el método de Vajda en la etapa uno y recuento de

huevos de parásitos en cámara de Mc Máster, por flotación en

solución salina saturada en la etapa dos Vélez (1995); las muestras

para parásitos se analizaron inmediatamente después de su toma.

Para virus se utilizó la metodología descrita por Elnifro et al., (2000)

en el diagnostico virológico con la aplicación del PCR multiplex; para

cinco virus: parvovirus porcino (PVP), circovirus porcino tipo I (PCV-

I), circovirus porcino tipo II (PCV-II), virus del síndrome reproductivo

y respiratorio porcino (PRRS), y herpesvirus porcino tipo I (HVP-I) ó

virus de la enfermedad de Aujeszky.

Los datos obtenidos fueron evaluados mediante estadística

descriptiva con el paquete estadístico R-project.

Resultados y discusión

A las muestras de la etapa uno, inmediatamente colectadas, se les

determinó pH y Tº. Los valores de pH encontrados fluctuaron entre

3,74 y 3,97 y los de Tº entre 18,3 y 19,3ºC; lo cual confirmó las

optimas condiciones físico-químicas de las preparaciones.

Los valores encontrados para Coliformes totales y fecales en la

primera etapa se reportan en la tabla 7, donde se registrá que en los

82

tres bloques con y sin FP el NMP/g de MS a los 21 días de

fermentación, estuvo entre >1100 y <3 NMP/g de MS, lo cual

estableció la necesidad de un análisis más detallado en la segunda

etapa. En la Norma Oficial Mexicana NOM-EM-034-FITO-2000, para la

producción y procesamiento de productos agropecuarios orgánicos, se

establece que los Coliformes fecales deben estar en un NMP/g de MS

de <1000 y de <10 huevos de helminto/g para parásitos (Comisión

del Codex Alimentarius, 2000).

Tabla 7. Recuento de Coliformes totales (CT) y fecales (CF) (NMP/g)

en ensilajes de Porcinaza y CAIM a los 21 días de fermentación.

FP

% de IP

20 30 40

CT CF CT CF CT CF

Con BI

BII

BIII

>1100

<3

23

23

<3

23

>1100

23

23

20

23

23

>1100

23

43

15

9

43

Sin BI

BII

BIII

>1100

23

23

240

460

36

>1100

9

23

23

4

23

>1100

23

23

23

23

23

BI = bloque I; BII = bloque II; BIII = bloque III.

83

A partir de las mismas muestras, se realizó el recuento de esporas de

Clostridium sulfito reductor, para los tres bloques, arrojando como

resultado, para los porcentajes de IP y FP, <10 UFC/g en el bloque I

y II, pero incontables en las diluciones 10-1 para el III (ver Tabla 8).

Tabla 8. Recuento de esporas de Clostridium sulfito reductor en

ensilajes de Porcinaza y CAIM a los 21 días de fermentación

Muestra Bloque I

reportado

Bloque II

reportado

Bloque II

reportado

20% FP

30% FP

40% FP

20% SFP

30% SFP

40% SFP

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

<10 UFC/g

Incontable en dilución 10-1

Incontable en dilución 10-1

Incontable en dilución 10-1

20 UFC/g

20 x 10-1 UFC/g

Incontable en dilución 10-1

FP= Fermentación previa; SFP= Sin fermentación previa

Para Staphylococcus coagulasa positivo (<100 UFC/g), como para el

recuento de Salmonella (ausencia en 25 g) en estos ensilajes,

reportaron valores que no alteran la salud animal y humana. Lo

anterior concuerda parcialmente con Berger et al., (1981) quien

encontró que el número de patógeno decreció con los días de

fermentación y que los Coliformes totales y fecales fueron

completamente destruidos por la fermentación durante el ensilaje.

Boucourt et al., (2006) reportaron que los Coliformes totales y

fecales disminuyeron cuando decrecía la cantidad de excreta en la

mezcla, y que a más días de fermentación monos Coliformes. Lo

anterior es atribuido a las relaciones ecológicas que se implantan,

84

posibilitando que unos surjan como dominantes, y otros disminuyan

en su número o desaparezcan. Este proceso de ajuste ecológico en

las fermentaciones mixtas puede ser consecuencia de la competencia

por los nutrientes y de la producción de sustancias antimicrobianas,

como los ácidos orgánicos, bacteriocinas y peróxido de hidrogeno

(Robredo y Torres, 2000; Ogunbanwo et al., 2003).

Además, en los microorganismos benéficos, se encontró que tanto las

BAL como las levaduras, estuvieron presentes en todos los microsilos

analizados, lo que indicó según Berger et al., (1981) y Robredo y

Torres (2000), una buena fermentación con producción de ácido

láctico, estabilidad del pH ácido y así asegurar la muerte de los

patógenos y la proliferación de benéficos para la fermentación.

Con los hallazgos encontrados en estos ensilajes de porcinaza y

CAIM, se realizó un nuevo experimento, donde se utilizó el mejor

resultado encontrado de las diferentes combinaciones (40% de IP,

con FP y 12 momentos de fermentación) (Estrada et al., 2011). Las

muestras se realizaron por triplicado para cada momento de

fermentación.

A pesar de haber sido encontrada la Salmonella en la porcinaza

fresca, el resultado fue negativa para todos los casos, incluida la

etapa entre los días 22 y 28 de fermentación; lo mismo sucedió con

Clostridium, el cual se hallo tanto en la porcinaza fresca como el día

cero, determinándose incontables colonias en todas las diluciones

(10-1 a 10-6); el día tres se determinaron incontables colonias en la

dilución 10-1 y algunas colonias en 10-2 y 10-3 (3 y 2

85

respectivamente), a partir del día seis de fermentación todas las

muestras fueron negativas.

En la tabla 9, se reportan los resultados encontrados para Coliformes

totales y fecales, cuyos valores fueron ≥2400 NMP/g de MS en

porcinaza fresca, como el día cero, el día tres inició su descenso, con

valores de 210 NMP/g de MS, todas las muestras citadas

anteriormente fueron positivas a la prueba de Indol; a partir del día

seis de fermentación los valores estuvieron entre 500 y 4 NMP/g de

MS, pero negativas a Indol, excepto una de las muestras del día 23

que fue ≥2400 pero negativa a Indol, lo anterior pudo deberse a una

contaminación de la muestra. Oliva et al., (2004) señalaron un

contenido de Coliformes fecales en porcinaza fresca de 1 x 10-7

NMP/g de MS, señalando que el sistema de recolección de las

excretas en las granjas porcinas, influye sobre la calidad sanitaria de

las mismas, particularmente en relación a la carga en Coliformes

fecales.

Debido a que se encontraron levaduras en la primera etapa de esta

investigación, se decidió en la segunda realizar la determinación de

mohos y levaduras en agar rosa de bengala hasta las 120 horas; el

día tres de fermentación se hallaron colonias en una de las muestras

después de 48 horas de incubación, (52, 31, 23, 19, 8 y 1 para las

diluciones 10-2 a 10-7 respectivamente), posterior no se encontraron

mohos y levaduras, excepto el día 26 que se encontró crecimiento en

una de las muestras, a partir de las 72 horas >200 UFC/g para las

diluciones 10-2 y 10-3, y 199, 111, 86 y 31 UFC/g para las diluciones

10-4 a 10-7.

86

Tabla 9. Recuento de Coliformes totales y fecales en ensilajes de

Porcinaza y CAIM con 40% IP en 12 momentos de fermentación

Con FP % IP 40%

CT CF

0

3

6

9

12

15

18

21

22**

23**

26**

27**

28**

1*

≥2400

210

200

90

150

40

23

23

23

70

500

15

23

2*

≥2400

210

500

40

23

23

40

40

9

9

70

23

4

3*

≥2400

210

20

23

40

90

40

40

23

9

≥2400

4

40

1

Indol

+

+

2

Indol

+

+

3

Indol

+

+

* Limite de confianza 99%.

** Muestras tomadas sucesivamente en el microsilo abierto el día 21, abriendo y

cerrando sin realizar vacío.

A la porcinaza fresca recolectada para ser mezclada con vitafert, se le

realizó un coprologico, obteniendose 45 Eimeria spp, 21

Hyostrongylus sp y 15 Oesophagostomum sp/g.

87

En la primera etapa de este trabajo, se realizaron pruebas

cualitativas, para determinar la presencia o no de huevos y larvas de

parásitos en todos los microsilos, encontrando solo en 22 de ellos

huevos infertiles. En la segunda etapa se realizó cuantificación de

huevos en los diferentes días de fermentación para IP del 40% con

FP; el día tres de fermentación solo se encontraron 10 Eimeria, 9

Hyostrongylus y 6 Oesophagostomum/g con las técnicas de flotación

en solución salina saturada (Koffoyd y Barberd; Cardona, 2010) y en

cámara de Mc Master, a partir del día seis fue negativo, para todos

los casos. Alcaíno et al. (1989), determinó que en la porcinaza fresca

es común encontrar huevos y larvas de Nemátodos como:

Choerostrongylais pudendotectus, Metastrongylus apri, y M. salmi,

Hyostrongylus rubidus, Physocephalus sexalatus, Asearops

strongylina, Ascaris suum, Oesophagostomum dentatum y Oe.

longicaudum, Trichuris suis, Strongyloides ransomi y protozoos

intestinales como: Isospora suis (Balantidium coli y diversas

Coccidias del género Eimeria).

De acuerdo a lo expresado por Alcaíno et al. (1989), a una muestra

homogénea de porcinaza fresca, se le debe determinar la presencia o

no de huevos de parásitos. Autores como, Nuñez et al. (1987);

Morais et al. (1999); Barrón et al. (2000); Oliva et al. (2004),

encontraron que en ensilajes con excretas, los huevos de los

parásitos desaparecen con el pH ácido.

Además, por PCR multiplex, se busco la presencia de los siguientes

virus al día 21 de fermentación: parvovirus porcino (PVP), circovirus

porcino tipo I (PCV-I), circovirus porcino tipo II (PCV-II), virus del

síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS), y herpesvirus

porcino tipo I (HVP-I) ó virus de la enfermedad de Aujeszky.

88

Conclusiones y recomendaciones

Con los resultados microbiológicos encontrados, se puede determinar

que los microorganismos patógenos presentes en la porcinaza, bajan

a niveles que no son perjudiciales para la salud de los rumiantes y

por ende del hombre.

La utilización de la porcinaza ensilada para alimentación de

rumiantes, disminuye la presión ambiental por el mal uso de este

valioso subproducto.

Antes de mezclar la porcinaza con el vitafert, se recomienda realizar

un análisis coprologico a la porcinaza para determinar la presencia o

no de huevos de parásitos en ella.

Se debe analizar por PCR multiplex la presencia o no de virus (PVP,

PCV-I y PCV-II, PRRS, HVP-I) del material a ensilar.

Se recomendaría realizar nuevos estudios con la porcinaza, tanto

microbiológicos como virales para ratificar la inocuidad de este

subproducto en la alimentación de ruminates a través de su ensilaje.

89

Capitulo V

Utilización de un ensilaje de porcinaza fresca en

alimentación de bovinos.

Resumen

A un ensilaje de porcinaza fresca y CAIM, se le determinó la

degradabilidad in situ e in vitro, a las 72 horas, además, se evaluó su

efecto en suplementación de bovinos y la generación de metano en el

rumen. El trabajo se desarrollo en los laboratorios del Instituto de

Biotecnología Agropecuario de la Universidad de Caldas. Se evaluó el

efecto del tiempo (0, 3, 6, 9, 12, 24, 48, 72 horas) sobre la

degradación de la materia seca in situ e in vitro, en un diseño de

bloques completos al azar con tres repeticiones por tratamiento (se

bloqueo por la variable bovino fistulado de rumen). La unidad

experimental fueron dos bolsas de poliéster de 20x10 cm, con poro

de 53 μ y 5 g de muestra molida con criba de 1 mm, según la

metodología descrita por Romero (1990). Para la degradación de la

materia seca in vitro, se utilizó el mismo diseño, pero la unidad

experimental utilizada fue un tubo de 50 mL con 100 mg de MS, por

duplicado. Para el ensayo de suplementación se emplearon 9 vacas F1

Cebú x Holstein, de segunda a octava lactancia, seleccionadas de un

lote de 30 vacas en pastoreo de pasto estrella (Cynodon

plectostachyus), suplementado con ensilaje de maíz. Se

suministraron 5 kg de ensilaje de porcinaza/vaca/día, y se evaluó la

producción de leche diaria, el consumo del ensilaje y la condición

sanitaria de las vacas. La cantidad de metano contenido en muestras

de gases ruminales, obtenidas por punción ruminal, se midió por

cromatografía.

90

Palabra clave Degradabilidad in situ e in vitro, suplementación de

rumiantes, producción de metano.

Use of fresh swine manure silaje in feeding of cattle

Abstrat

It was determined in situ dry matter degradability and within 72

hours, of a mixture of ensiled sugar cane integral ground and fresh

swine manure, and assessed their effect on the supplementation of

cattle and in the generation of methane in the rumen. The work

developed in the laboratories of the Institute of Agricultural

Biotechnology at the University of Caldas. Evaluated the effect of time

(0, 3, 6, 9, 12, 24, 48, 72 hours) on the degradation of the dry

matter in situ in a design of randomized complete blocks with 3

replicates per treatment (blockade by the variable beef fistulado of

rumen). As an experimental unit were used two samples of 5 g of

silage ground (particle 1 mm) in two bags of polyester 20x10 cm

pore-53 μm. For the supplementation trial were used 9 cows F1 Cebu

x Holstein and first to third lactation, selected from a batch of 30

cows grazing, Cynodon plectostachyus), supplemented with corn

silage. The supplied 5 kg of silage porcinaza/cow/day, and we

assessed the production of milk daily, the consumption of the silage

and the health status of the cows. The amount of methane content in

samples of ruminal gases, obtained by ruminal puncture, were

measured by gas chromatography. On-site assessment led to a rapid

increase in degradation of the dry matter of the food, between the

zero hour (58.3%) and the hour 24 (70.3% ), and stabilization from

there. The animals consumed totally silage offered and his

administration for 21 days did not alter the production curve

expected milk nor the health status of animals. Cows fed silage fresh

91

porcinaza tended to produce less methane (6.9 ppm) than those

receiving corn silage (7.6 ppm).

Key words in situ and in vitro degradability, bovine suplementation,

methane production.

Introducción

El empleo de subproductos de la producción agropecuaria y

agroindustrial (estiércoles, pelos, plumas, sangre, follajes,

seudotallos, etc.), con diferentes niveles de procesamiento,

constituye en la actualidad uno de los caminos más eficientes en la

disposición y utilización estratégica de los mismos. En esta tendencia,

la porcicultura ha ensayado diferentes estrategias para la disposición

de la porcinaza, tal vez el principal contaminante generado por esta

industria, entre las que sobresale la producción de ensilajes mediante

la fermentación de ella en fase sólida. Con diferentes niveles de éxito,

se ha conseguido por esta vía una buena opción para prevenir la

contaminación y dar valor agregado al subproducto, como materia

prima para alimentación de rumiantes. (Campabadal, 2003; Barrón et

al., 2000).

La porcinaza se ha empleado como fuente de proteína y de minerales

en la producción de ensilajes (Campabadal, 2003), mezclada con

plantas forrajeras, como la caña de azúcar (S. officinarum), pobres

en estos nutrientes, en razón a que en países intertropicales como

Colombia, es una planta que además de su alta producción por

unidad de área (100 a 150 ton de caña/ha/año), tiene un alto

contenido de carbohidratos de fácil fermentación, bajos costos de

producción por tonelada de MS, mantiene su valor nutritivo hasta 6

meses después de su maduración y está disponible en épocas de baja

92

producción de otros forrajes en los potreros (De Lima, et al. 2010).

De otro lado se ha comprobado que en este tipo de mezclas, la

porcinaza mejora de manera sustantiva la digestibilidad del ensilaje

(Pinto et al., 2003), especialmente si se incorporan aditivos

microbianos como BAL, utilizados para mejorar o aumentar la

fermentación y conservar los ensilajes, al tiempo que promueven el

crecimiento de microorganismos benéficos y la inhibición de

indeseables como el Clostridium y virus (Pedroso, 2003; Hernández,

1997; Martínez-Gamba et al., 2003).

Los rumiantes son mamíferos que se han especializado en consumir

material vegetal fibroso, que sus enzimas digestivas son incapaces de

degradar, pero mediante la fermentación que proporcionan los

microorganismos que viven en simbiosis en el rumen, son

aprovechados (Van Soest, 1994). La gran capacidad gástrica de los

rumiantes es necesaria para mantener los alimentos el tiempo

suficiente para ser digeridos (Araujo y Vergara, 2007). Ørskov

(1994), asegura que el tiempo de retención en el rumen se encuentra

entre 48 y 60 horas; esta retención provee suficiente tiempo a los

microorganismos para degradar eficientemente los alimentos

ingeridos (Yokoyama y Johnson, 1988). Esta información es esencial

para optimizar el nitrógeno y la energía disponible para la síntesis de

proteína microbial en el rumen (Bulang et al., 2007). Los rumiantes

tradicionalmente se han alimentado de praderas (gramíneas,

leguminosas, mezclas de ellas o plantas forrajeras), muchas veces

suplementadas con subproductos regionales tanto de origen animal

(porcinaza, gallinaza, pollinaza) como vegetal (caña de azúcar,

remolacha forrajera, pastos de corte), buscando un suministro

adecuados de proteína, energía y minerales, los cuales realizan un

aporte sustantivo a la buena y sana nutrición (Chamberlain y

Wilkinson, 2002; Church, 2002).

93

Hall et al. (1998), encontraron que tanto la estructura como la

cantidad y tipo de carbohidratos almacenados en el forraje,

determinan su digestibilidad o disponibilidad para las bacterias

ruminales. La tasa de fermentación, más la degradabilidad absoluta

de esos carbohidratos, hacen que el proceso sea eficiente o no, en la

síntesis de microorganismos (Van Soest, 1994). Se sabe que la

eficiencia del rumiante depende de dos aspectos críticos en el proceso

de fermentación: la velocidad de fermentación o tasa de degradación

y la velocidad de paso o tasa de pasaje (Fox et al., 2000).

A partir de la dinámica de digestibilidad ruminal, se utilizó la

degradabilidad de la materia seca in situ; donde las investigaciones

de Ørskov y McDonald (1979); Ørskov et al. (1980) fueron pioneras

en esta técnica, aunque Huhtanen y Sveinbjorsson (2006),

determinaron algunos errores a tener en cuenta, como que no todo

el material que desaparece de la bolsa de poliéster, ha sido

fermentado y que se considera un proceso lento y de alto consumo

de tiempo y recursos; a pesar de ello, es una de las metodologías

más utilizadas en el mundo, solo se debe ajustar los protocolos, como

lo sugiere Vanzant et al., (1998) (Tabla 1).

Estas metodologías, se han aplicado a investigaciones en degradación

ruminal de forrajes tropicales; la cual sugiere un acompañamiento

detallado de sus caracterización físico-química, y así establecer

efectos de metabolitos secundarios y diferencias en estructura de la

pared celular y carbohidratos solubles, sobre la degradación de cada

una de las fracciones (Arreaza et al., 2005).

94

Las gramíneas tropicales, pueden limitar la fermentación ruminal

debido a su bajo contenido de nitrógeno disponible en ella; en dietas

con predominio de forrajes, el pH del fluido ruminal oscila entre 6.2 y

7.0, mientras que en dietas predominantes en concentrado oscila

entre 5.5 y 6.5, siendo la digestión de la celulosa inhibida cuando el

pH alcanza valores inferiores a 6.0, lo que puede perjudicar la

digestibilidad de la dieta basada en forrajes (Campos et al., 2007).

En la década de los 50s la producción bovina se intensifico (más

animales por área) a nivel mundial; Europa hasta 1980 tuvo un

incremento sostenido de la producción, acompañado del aumento de

la demanda de productos pecuarios (Herrero y Gil, 2008); pero la

producción es dependiente de la calidad y cantidad del forraje

disponible ofrecido al animal, siendo esta condición en la zona

intertropical, una de las limitantes en la producción debido a las

fluctuaciones climáticas a través del año, bajando principalmente el

contenido de proteína y la digestibilidad en las pasturas,

consecuentemente reduciéndose el consumo de forraje y reflejándose

en pérdidas de producción (Villalobos et al., 2000). La

suplementación de rumiantes en pastoreo, en estas zonas, es una

práctica común y consiste en ofrecer los nutrientes deficientes para

llenar sus requerimientos nutricionales, siendo los más determinantes

proteína, energía y minerales. Regularmente, la suplementación

animal en estas zonas se realiza a partir de alimentos balanceados,

que dependen fundamentalmente de materias primas importadas,

cuyos costos dependen del mercado internacional; por ello, en los

países intertropicales se busca suplementar a partir de materias

primas producidas dentro del mismo país, convirtiéndose los ensilajes

en una excelente alternativa para la producción tanto de carne como

de leche (Zapata, 2000; Medina et al., 2008).

95

Con el tratado de Kyoto (1994), se inicio la lucha contra las emisiones

de gases de efecto invernadero, originadas en las actividades

humanas, donde la agricultura y la ganadería aportan directamente a

estas emisiones (la ganadería contribuye con emisiones de metano y

CO2), debido a la fermentación entérica y las excreciones de los

animales; este proceso digestivo normal de los animales, produce

metano como un subproducto; en los rumiantes el metano es

exhalado o eructado a la atmosfera. En condiciones normales, los

rumiantes son alimentados con forrajes ricos en celulosa, que los

microorganismos ruminales desdoblan, transformándola en productos

que pueden ser absorbidos y utilizados por el animal; las bacterias

metanogénicas son las responsables de la producción del metano, sin

embargo, también cumplen una función muy importante, al proveer

un mecanismo para eliminar el hidrógeno producido en el rumen

(Berra y Finster, 2010). Johnson y Johnson (1995) indican dos

factores responsables de las variaciones en la producción de metano:

1. la cantidad de carbohidratos fermentados en el retículo-rumen, lo

que implica diversas interacciones dieta-animal, afectando el balance

entre tasa de fermentación de los carbohidratos y tasa de pasaje; 2.

la relación de AGV producidos, que regulan la producción de

hidrógeno y la subsecuente producción de metano. El aspecto de

mayor impacto en la metanogénesis es la relación de los ácidos

acético:propiónico, si esta relación llega a 0.5, la pérdida energética

puede ser de 0%, pero si todos los carbohidratos fuesen fermentados

a ácido acético y no se produjera ácido propiónico, las pérdidas

energéticas podrían llegar a ser del 33%. Esta relación puede variar

entre 0.9 y 4, por tanto las pérdidas por metano son muy variables

(Johnson y Johnson, 1995).

A partir de estos hechos, es necesario buscar alternativas de

96

suplementación en rumiantes, que contribuyan a mitigar la emisión

de metano, como se ha encontrado en los estudios realizados con

incorporación de leguminosas ricas en taninos (Hess et al., 2003;

Mera, 2004) a la dieta de los rumiantes. En estos resultados, Galindo

et al., (2008) demostraron que la utilización de L. leucocephala

modula la fermentación ruminal, siendo capaz de reducir la población

de metanógenos y modificar la presencia de otros grupos microbianos

que habitan en ese complejo ecosistema. Es preciso indicar, que el

empleo del modulador no compromete la microbiota responsable de

fermentar la fibra, lo que indica la existencia de interrelaciones entre

las bacterias celulolíticas y las metanogénicas a nivel del rumen; de

las experiencias in vitro se deduce que este efecto pudiera observarse

in situ en aquellos animales que reciban o pastoreen en bancos de

leucaena.

Este trabajo tuvo como objetivo determinar la degradabilidad de un

ensilaje de CAIM y porcinaza, a las 72 horas (técnicas in situ e in

vitro) y evaluar el efecto de está estrategia en la suplementación de

bovinos y su relación con la generación de metano.

Materiales y métodos

La evaluación de la degradabilidad tanto in situ como in vitro

determinó un rápido incremento en la degradación de la materia seca

del alimento, entre la hora cero (58.1 y 48.9%) y la hora 24 (70.3 y

63.5% respectivamente), y su estabilización a partir de allí. A pesar

de la diferencia obtenida entre la degradabilidad in situ e in vitro, su

tendencia fue similar a lo largo de las 72 horas; la diferencia inicial a

favor de la degradabilidad in situ, puede explicarse por lo encontrado

por Huhtanen y Sveinbjorsson (2006), quienes determinaron que no

todo el material que desaparece de la bolsa de poliéster, ha sido

97

fermentado, debido a que por el molido, quedan partículas muy

pequeñas que pueden escapar por los microporos (40 a 60 μ) de las

bolsas. Los animales consumieron totalmente el ensilaje ofrecido y su

administración durante 21 días no alteró la curva de producción

láctea esperada ni la condición sanitaria de los animales. Las vacas

alimentadas con ensilaje de porcinaza fresca tendieron a producir

menos metano (6.9 ppm) que las que recibieron ensilaje de maíz (7.6

ppm).

La canulación y el cuidado de los animales fistulados usados en este

proyecto, al igual que los animales de donde se extrajo metano por

punción ruminal directa, fue aprobado por el Comité de Ética para

experimentación con animales, Acta No 1 del 06 de abril de 2010.

Este trabajo se desarrollo en los laboratorios del Instituto de

Biotecnología Agropecuario de la Universidad de Caldas, en

Manizales. La porcinaza utilizada para el ensilaje, se colectó fresca, a

mano y recién emitida, y proveniente de cerdos de 40 a 60 kg de

peso vivo, alimentados con una dieta basada en maíz, sorgo, torta de

soya, harina de arroz, aceite acidulado, carbonato de calcio R 35, sal,

bentonita, núcleo cerdos sulfato de cobre, zinc, biosure L, metionina

liquida, L-lisina.

Con la mejor mezcla determinada en una etapa anterior (Estrada et

al., 2011), se realizó un ensilaje de la mezcla porcinaza y CAIM, en

canecas plásticas de 50 kilos de capacidad, con válvula de vacío y

cierre hermético, tapada y sellada con cinta adhesiva. A todas las

canecas se les realizó extracción del aire (vacío) con una aspiradora

Karcher®, por 20 segundos.

98

En este ensilaje la porcinaza con 36.16% de MS, fue enriquecida con

vitafert, un producto biológico de color oscuro, olor agradable,

obtenido como resultado de la FLS de la mezcla referida en la tabla 2.

Este aditivo es rico en bacterias lácticas, levaduras y sus metabolitos,

que funciona como probiótico, que le confieren la propiedad de

estimular la producción de ácidos orgánicos de cadena corta (láctico,

acético, propiónico, succínico, y pirúvico), de vitaminas y enzimas;

además, disminuye el pH, incrementa y estabiliza la proteína,

aumenta la digestibilidad de la materia seca y disminuye la fracción

de la pared celular (Elías y Herrera, 2010). Para la preparación del

vitafert se siguió la metodología descrita por Arias (2010). Este

aditivo fue agregado a razón de 0.4 kg por kilo de porcinaza fresca,

en base húmeda, es decir con un 28.6% de vitafert (Tabla 2) en la

mezcla final de porcinaza enriquecida.

Utilizando tres novillos de levante cebú comercial con 280 kg de peso

promedio, provistos de cánula ruminal, fueron acostumbrados

durante 14 días en pastoreo directo de una mezcla de gramínea (C.

plectostachyus) leguminosa (L. leucocephala), suplementada con sal

mineral y agua ad libitum; para la prueba de digestibilidad in situ se

evaluó el efecto del tiempo (0, 3, 6, 9, 12, 24, 48 y 72 horas) sobre

la degradación de la materia seca in situ, en un diseño de bloques

completos al azar (donde se bloqueo la variable bovino fistulado) con

tres repeticiones por tratamiento. Como unidad experimental se

utilizaron dos muestras de 5 g de ensilaje molido (partículas de 1

mm) en sendas bolsas de poliéster de 20x10 cm con poro de 53 μm,

según la metodología descrita por Romero (1990); la introducción de

las bolsas se realizó en sentido inverso al tiempo de incubación, es

decir, incorporando primero las bolsas incubadas por 72 horas, de tal

forma de remover el conjunto de bolsas al mismo tiempo. A los

99

animales fistulados adicionalmente, se les suministro sal mineralizada

y agua ad libitum durante todo el experimento.

Las bolsas recolectadas de la incubación ruminal, junto con la de la

hora cero fueron lavadas con agua corriente por 20 minutos, hasta la

no aparición de turbidez en éstas, las bolsas se colocaron por una

hora en detergente neutro en ebullición, como lo recomienda Van

Soest et al. (2000), posteriormente se secaron por 48 horas en

estufa de flujo a 60°C, trasladándolas posteriormente a un desecador

para ser pesadas con balanza analítica y así determinar su

degradación a las 72 horas (Van Soest, 1994).

Para la degradación in vitro, se utilizaron tubos de 50 mL, con fluido

ruminal filtrado, tomado a través de la cánula de tres animales

fistulados de rumen, de acuerdo a la metodología de Moloney and

Flynn (1992), incubados con 100 mg de MS, por duplicado. En esta

evaluación se utilizó el mismo diseño que in situ, pero la unidad

experimental fue un tubo de 50 mL de capacidad. Las incubaciones se

realizaron bajo estrictas condiciones de anaerobiosis con agitación a

39°C, colocando 7 mL de solución de bicarbonato-fosfato adicionando

solución reductora (Menke y Steingass, 1988), 1 mL de agua

destilada hervida y 2 mL de fluido ruminal; al finalizar las

incubaciones, se midió el pH a cada frasco, el cual se encontró en

6.5, considerándose la incubación ajustada a las condiciones de

crecimiento microbial óptimas (Pell y Schofield, 1993). Los residuos

sólidos se lavaron con detergente neutro, según lo descrito por Pell y

Schofield (1993), filtrándolos con vacío ligero sobre la bolsa utilizada

y lavándose finalmente con etanol y acetona. La degradación total se

cuantificó por diferencia de pesos entre el material antes de la

incubación y el residuo seco.

100

Tradicionalmente, en los laboratorios de nutrición de rumiantes en

Colombia, las bolsas de incubación se lavan en agua corriente a la

temperatura ambiente o, en máquina de lavado doméstica, no siendo

este lavado suficiente para desprender tanto partículas como

bacterias del rumen pegadas al material dentro de la bolsa (Arreaza

et al., 2005). En la digestibilidad in situ, las bolsas se deben

colocaron por una hora en detergente neutro en ebullición, como lo

recomiendan Van Soest et al. (2000) y Pell y Schofield (1993).

En forrajes tropicales estas técnicas, deben estar acompañada de una

detallada caracterización físico-química de la muestra, para

establecer efectos de metabolitos secundarios y diferencias en

estructura de la pared celular y carbohidratos solubles, sobre la

degradación de cada una de las fracciones (Arreaza et al., 2005),

puesto que estos metabolitos pueden limitar la fermentación ruminal

debido a la cantidad de nitrógeno disponible en ella; adicionalmente,

en dietas con predominio de forrajes el pH ruminal oscila entre 6.2 y

7.0, mayor al de dietas predominantes en concentrado que fluctúa

entre 5.5 a 6.5, siendo la digestión de la celulosa inhibida cuando el

pH alcanza valores inferiores a 6.0, lo que puede perjudicar la

digestibilidad de la dieta (Campos et al., 2007).

A partir de la información aportada por el experimento de

degradabilidad (in situ e in vitro), se realizó un ensayo de

suplementación, donde se emplearon 9 vacas F1 (Cebú x Holstein) de

segunda a octava lactancia, seleccionadas de 30 vacas en pastoreo

de pasto estrella (C. plectostachyus) suplementadas con ensilaje de

maíz. Se suministraron 5 kg de ensilaje de porcinaza/vaca/día y se

evaluó la producción de leche diaria, el consumo de ensilaje y la

condición sanitaria de las nueve vacas; para esta determinación, se

101

utilizo un análisis de regresión lineal mixto, donde la vaca fue la

variable aleatoria y el número de lactancias y los días d emedición

fueron considerados como efectos fijos. La cantidad de metano

contenida en muestras de gases, obtenidas por punción ruminal

directa con vacutainer® de 7 mL tapa roja, se midió por

cromatografía de gases acoplada a detección por ionización de llama,

con inyección Split-Less.

Todos los datos obtenidos fueron evaluados mediante estadística

descriptiva con el paquete estadístico R-project.

Resultados y discusión

En la Figura 4a - b, se presenta la cinética de degradación de la MS

(DMS) in situ e in vitro del ensilaje de la mezcla con 40% de IP CAIM;

la cual determinó un rápido incremento en la degradación de la MS

del alimento, entre la hora cero (58.1 y 48.9%) y la hora 24 (70.3 y

63.5%), y su estabilización a partir de allí hasta la hora 72 (71.7% y

73.6).

La cinética de degradación ruminal de la materia seca (MS), de

nitrógeno (N) y de algunos constituyentes de la pared celular puede

ser descrita a través de diferentes modelos matemáticos; el modelo

más utilizado es el no lineal propuesto por Orskov y McDonald,

(1979). Rosero y Posada (2007), indican que según Mertens (1993)

los modelos para estudiar la cinética de degradación in situ deben

describir el proceso de digestión incluyendo tres fases durante el

proceso, 1) una fase lag o tiempo de colonización, 2) un periodo de

rápida degradación y 3) una lenta digestión proporcional al

incremento de la fracción indigestible.

102

Bochi-Brum et al. (1999) aseguran que determinar la digestibilidad

de los alimentos en los ruminates, es básico para establecer su valor

nutritivo, para ello se han utilizado las técnicas de degradabilidad in

situ e in vitro que se constituyen en herramientas de gran valor para

su determinación.

El comportamiento encontrado en este ensayo puede deberse a un

conjunto de reacciones bioquímicas ruminales, que ocurren con la

adición de nutrientes a la dieta base como complemento de ella;

mejorando así la sincronización entre energía-proteína, el crecimiento

microbiano, el tiempo de permanencia del alimento en el rumen para

su degradación y la celulólisis ruminal (McAllister et al., 1994; Suárez

et al., 2007).

58,1 59,9 60,3

60,6

63,6

70,3 70,3 71,7

40

45

50

55

60

65

70

75

0 3 6 9 12 24 48 72

% d

e d

ige

stib

ilid

ad in

sit

u

Horas de fermentación

103

Figura 4a - b. Degradación de la MS in situ e in vitro de un ensilaje de

la mezcla de 40% de IP - CAIM.

En la Figura 5, se presentan en la parte superior derecha la curva de

producción de leche tipo para las vacas F1 (Cebú x Holstein) tomada

por Hernández y Ossa (2001) en el Centro de Investigaciones

Macagual, pie de monte caqueteño en Colombia, la cual alcanza su

pico de producción entre la séptima y decima semana, para

descender gradualmente hasta la semana 40.

En nuestras observaciones los animales consumieron ambos ensilajes

en su totalidad, y no se encontró ningún cambio en la condición

sanitaria de ellos; durante los 19 días de mediciones, se encontró una

diferencia altamente significativa (P<0.001) en la producción de

48,9 49,1 48,5

51,3

53,4

63,5

70,8

73,6

40

45

50

55

60

65

70

75

0 3 6 9 12 24 48 72

% d

e d

ige

stib

ilid

ad in

vit

ro

Horas de fermentación

104

Figura 5. Curvas de lactancia en vacas F1 Cebú x Holstein.

Figura 6. Curva de respuesta en la producción diaria de leche (kg/d)

en los 19 días experimentales en vacas F1 (Cebú x Holstein)

suplementadas con ensilaje de porcinaza vs ensilaje de maíz.

6,7

7,4 8,8

9,4

9,6 8,1

7,1

6,9

7,6

7,4

4

6

8

10

12

14

16

0 7 14 21 28 35 42 49 56 63 70 77 84 91 98 105 112 119

Pro

du

cció

n li

tro

s d

e le

che

Días de producción

2

4

6

1 4 7 10 13 16 19 22 25 28 31 34 37 40

Pro

du

cció

n li

tro

s d

e le

che

Semanas de producción

105

leche, entre los animales que consumieron ensilaje de maíz (4.38

lt/animal/día) y ensilaje de porcinaza (7.10 lt/animal/día) (Fig. 6).

Se puede evidenciar que el ensilaje de la mezcla con 40% de IP -

CAIM, no causo problemas en los animales experimentales; los cuales

se pueden atribuir a la calidad nutricional y sanitaria de dicho

ensilaje.

Además, entre los animales que consumieron ensilaje de porcinaza se

obtuvo una diferencia de 2.72 lt más que, los que consumieron

ensilaje de maíz; pero no se encontraron diferencias significativos

(P>0.05) entre la interacción tratamiento x tiempo y tratamiento x

lactancia, al igual que en días y número de lactancias.

En la figura 7, se puede observar las tendencias encontradas con las

mediciones de metano a nivel ruminal; las vacas alimentadas con

ensilaje de porcinaza fresca tendieron a producir menos metano (6.9

ppm) que las que recibieron ensilaje de maíz (7.6 ppm). Carrillo,

(2003) señala que los alimentos ricos en glucosa (como la caña de

azúcar) favorecen la formación de ácido propiónico, y reduciendo de

esta forma la producción de metano (Chandramoni, et al., 2000).

Además, Rodríguez y Valencia, (2008) señalan la producción de

metano como un proceso realizado por bacterias metanogénicas

anaeróbicas (grupo Archaea) que fermentan la glucosa y reducen el

CO2 hasta metano. Estas bacterias metanogénicas deben ser

controladas con la dieta, por ello se busca que las fuentes de energía

en el rumen sean utilizadas en beneficio del animal hospedero, sin

embargo, se conoce que estas bacterias son un grupo especial dentro

de la población ruminal por su papel en la regulación de H2;

manteniendo bajo su concentración, y favoreciendo el crecimiento de

106

otras especies bacterianas que permiten una fermentación más eficaz

(Yokoyama y Johnson, 1993).

Ensilaje porcinaza Ensilaje maíz0

4

8

6.97.6

Pro

du

cc

ión

de

me

tan

o,

pp

m

Figura 7. Cuantificación de metano (ppm) en vacas F1 (Cebú x

Holstein) consumiendo ensilaje con porcinaza vs ensilaje de maíz.

Conclusiones y recomendaciones

Los resultados tanto de cinetica ruminal, producción de leche, como

de metano encontrados, se puede concluir, que el ensilaje de la

mezcla con 40% de IP - CAIM es una alternativa viable para la

producción bovina nacional, la cual presenta indicios de disminuir las

emisiones directas de metano a la atmosfera. De otra parte, con la

utilización de la porcinaza en la alimentación animal se evita el

vertimiento de este subproducto a fuentes de agua.

107

Se recomienda profundizar en la evaluación de ensilajes con IP, como

suplemento para bovinos tanto de carne como de leche en pastoreo

directo.

Es necesario realizar más investigación de este tipo, para confirmar

las posibilidades del uso de las excretas porcinas, cuando son

procesadas a través de fermentación en estado sólida.

108

Capitulo VI

Discusión general

La FP afectó de manera altamente significativa (P≤0.01) el contenido

de AR y de manera significativa (P≤0.05) el pH, el contenido de CT y

el contenido de Cu. Por otra parte, no se encontraron diferencias

significativas (P>0.05) para MS, PT, FB y GT. En razón de lo anterior

es posible afirmar que es conveniente la FP de un ensilaje como el

evaluado en el presente trabajo.

También se determinó que el porcentaje de IP afectó de manera

altamente significativa (P≤0.01) el contenido de PT, GT y CT; de

manera significativa (P≤0.05) MS; y de manera por lo menos

significativa (P≤0.05) el contenido de los minerales estudiados, con la

excepción del Mg.

Para los minerales evaluados se aprecia claramente que al aumentar

la IP mejora de manera significativa (P≤0.05) el nivel de cada

mineral, las excepciones a lo anterior fueron el P, y el Mg que no

registró diferencias entre los tres niveles de porcinaza. Por el

comportamiento evidenciado en las variables MS, PT, GT, CT y la

mayoría de los minerales evaluados (P, K, Ca, Na, Fe, Cu, Mn y Zn)

es posible afirmar que la mezcla de IP – CAIM, mejora la calidad

nutricional de estos, y que el mejor PI en este trabajo es 40%,

quedando abierta la posibilidad para indagar en el futuro sobre la

incorporación de niveles superiores.

Para el factor TF, el pH registrado en la mezcla de porcinaza - CAIM,

antes de iniciar la fermentación fue de 5.8. El pH descendió

109

drásticamente en los primeros tres días del proceso. Entre el tercero

y el sexto día se acentuó el descenso de pH, se mantuvo

relativamente estable hasta el día 21, y se elevó levemente entre el

día 21 y el día 50 de fermentación, el aumento de los lactobacilos y la

concentración de ácido láctico coinciden con un descenso del pH por

debajo de 4.5.

La mezcla de porcinaza y CAIM evaluada registro un valor promedio

de 34.06% de MS, el día cero. El contenido de AR y de MS se redujo

levemente (P>0.05) entre los días 3 y 21 del proceso, y disminuyó de

manera significativa (P≤0.05) entre el 21 y el 50, sin embargo es

prudente considerar que el cambio en los azucares reductores indica

la transformación de azucares en ácido láctico por vía bacteriana,

benéfico desde todo punto de vista para la nutrición de los animales.

En cuanto a la GT, la tendencia fue contraria, debido a que esta

variables se elevo de forma significativa (P≤0.05) entre el día 3 y el

50 de fermentación. El contenido de CT tendió a disminuir entre el día

3 y el día 6 de forma significativa (P≤0.05), y a mantenerse

relativamente constante a partir de allí.

Por los datos encontrados es evidente que la mezcla ensilada

presenta características nutricionales propias para la alimentación de

rumiantes desde el tercer día de fermentación; sin embargo la

información relativa a la apariencia y olor del material, indican que

solo hasta el día 15 adquiere aroma láctica y apariencia aceptable

como ensilaje. Además, es fundamental confrontar estos resultados

con evaluaciones complementarias sobre presencia de parásitos y

bacterias potencialmente patógenos.

Los valores encontrados para Coliformes totales y fecales en la

primera etapa registran que en los tres bloques con y sin FP el NMP/g

110

de MS a los 21 días de fermentación, estuvo entre >1100 y <3

NMP/g de MS, lo cual estableció la necesidad de un análisis más

detallado en la segunda etapa. La norma NOM-EM-034-FITO-2000,

establece en <1000 NMP/g de MS para Coliformes fecales y de <10

huevos de helminto/g para parásitos.

A partir de las mismas muestras, se realizó el recuento de esporas de

Clostridium sulfito reductor, para los tres bloques; para

Staphylococcus coagulasa positivo, como para el recuento de

Salmonella en estos ensilajes, reportaron valores que no alteran la

salud animal y humana. Además, en los microorganismos benéficos,

se encontró que tanto las BAL como las levaduras, estuvieron

presentes en todos los microsilos analizados. Con los hallazgos

encontrados en estos ensilajes, se realizó un nuevo experimento,

donde se utilizó el mejor resultado encontrado de las diferentes

combinaciones (40% de IP, con FP y 12 momentos de fermentación).

Las muestras se realizaron por triplicado para cada momento de

fermentación.

A pesar de haber sido encontrada la Salmonella en la porcinaza

fresca, el resultado fue negativa para todos los casos, incluida la

etapa entre los días 22 y 28 de fermentación; lo mismo sucedió con

Clostridium, el cual se hallo tanto en la porcinaza fresca como el día

cero, determinándose incontables colonias en todas las diluciones

(10-1 a 10-6); el día tres se determinaron incontables colonias en la

dilución 10-1 y algunas colonias en 10-2 y 10-3, a partir del día seis de

fermentación todas las muestras fueron negativas. En Coliformes

totales y fecales, cuyos valores fueron ≥2400 NMP/g de MS en

porcinaza fresca, como el día cero, descendió a valores de 210 NMP/g

de MS, todas las muestras citadas anteriormente fueron positivas a la

111

prueba de Indol; a partir del día seis de fermentación los valores

estuvieron entre 500 y 4 NMP/g de MS, pero negativas a Indol,

excepto una de las muestras del día 23 que fue ≥2400 pero negativa

a Indol, lo anterior pudo deberse a una contaminación de la muestra.

Por haberse encontrado levaduras en la primera etapa de esta

investigación, se decidió determinar en la segunda mohos y levaduras

en agar rosa de bengala hasta las 120 horas; el día tres de

fermentación se hallaron colonias en una de las muestras después de

48 horas de incubación, posteriormente no se encontraron mohos y

levaduras, excepto el día 26 que se encontró crecimiento en una de

las muestras, a partir de las 72 horas.

A la porcinaza fresca, se le realizó coprologico, obteniendose 45

Eimeria spp, 21 Hyostrongylus sp y 15 Oesophagostomum sp/g. En la

primera etapa, se realizaron pruebas cualitativas, para determinar la

presencia o ausencia de huevos en todos los microsilos, encontrando

solo 22 huevos infertiles. En la segunda etapa se realizó

cuantificación de huevos en los diferentes días de fermentación para

IP del 40% con FP; el día tres de fermentación solo se encontraron 10

Eimeria, 9 Hyostrongylus y 6 Oesophagostomum/g con las técnicas

de flotación en solución salina saturada (Koffoyd y Barberd) y en

cámara de Mc Master, a partir del día seis fue negativo, para todos

los casos. Por lo anterior, antes de mezclar la porcinaza con el

vitafert, es necesario recolectar una muestra representativa de

materia fecal fresca de varios animales, y así cuantificar la presencia

o no de huevos de parásitos.

Para la cinética de DMS in situ e in vitro del ensilaje de la mezcla de

40% de IP – CAIM, la cual determinó un rápido incremento en la

112

degradación de la MS del alimento, entre la hora cero y la hora 24, y

estabilización a partir de allí; el porcentaje de degradación para

ambos casos estuvo alrededor de 12%. Por otra parte, se realizó una

observación del consumo del ensilaje de porcinaza y la tendencia de

la producción de leche en animales F1 Cebú X Holstein, observándose

que los animales consumieron totalmente el ensilaje ofrecido y su

administración no altero la curva de producción láctica esperada ni la

condición sanitaria de los animales.

113

Capitulo VII

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