8/9/2019 Dalton y Francisco Escobar

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Dalton y Francisco Escobar: Poetas for ever

Miguel Huezo Mixco

El mes de mayo que est por finalizar tuvo a poetas como personajes principales. Losconflictos del momento (rebelin en las crceles, protestas callejeras, los catorcemuertos del da, marchas campesinas y paros de buseros) le dieron espacio a dosnombres muy queridos: Francisco Andrs Escobar y Roque Dalton. De diferentesmaneras, uno y otro acapararon la atencin de miles de personas.

Dalton, como sabemos, encontr la muerte de manera prematura en 1975. Su asesinatole abri paso a un mito que se actualiza ao con ao. Si ambos estuvieran vivos, Roquesera once aos mayor que Paco. Paco Andrs muri el recin pasado 9 de mayo, y creoque l mismo hubiera sido el primero en sorprenderse por la cantidad de expresiones derespeto y cario que ha recibido. Esto es ms notable si pensamos que, como lo handescrito quienes le fueron ms cercanos, Paco Andrs viva en una especie deanonimato.

Paco fue retrado; Roque, explosivo. Dalton fue un poeta experimental. Mir las formasclsicas con irreverencia y quizs hasta con desdn. Francisco, en cambio, se decanthacia formas poticas tradicionales. Sus versos, rtmicos y de tonos suaves, tienen elaire aejo de los buenos licores. Era, como me dijo alguien, un "poeta de los de antes".Pero no es verdad, Francisco y Roque son poetas "for ever".

Ms all de las formas, Francisco estuvo siempre en la primera lnea al lado de quienesentienden la poesa como una levadura para despertar conciencias y una poderosa armade denuncia. En esto ambos se parecen, y ello prueba que en la vida, como en la poesa,no existe un solo camino.

Uno y otro ardieron en su pasin por el pueblo. Dalton nos dej vehementesllamamientos a la lucha e inolvidables testimonios sobre la crcel y el exilio. Francisco

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8/9/2019 Dalton y Francisco Escobar

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hizo retratos de la pobreza y del alcoholismo, con un aire que recuerda a AlbertoMasferrer (de quien Dalton, por cierto, se mofaba). Paco Andrs fue un cristiano, no decatedrales sino de catacumbas. Roque, que se profesaba ateo, anhel esa pureza para su

propia causa.

No creo que ninguno de ellos haya visto a la poesa como una religin. Esta es una delas tonteras ms antiguas y nocivas, que viene pasando de generacin en generacin, yde la cual no consiguen escapar algunos poetas de nuestros das: los pequeos dioses.

Desde luego, la literatura de Roque y de Francisco Andrs, va mucho ms all de lasefusiones a favor de la transformacin social. Sin embargo, fuera de ciertos crculos, laobra de Francisco es prcticamente desconocida; y en el caso de Dalton, habr queesperar un poco todava para que su poesa se independice de su martirio y de losconflictos que este sigue suscitando.

Como pudimos verlo este mes, uno y otro han probado tener una inmensa capacidad para convocar a viejos y jvenes hacia el mundo de la poesa; un mundo que, por cierto,no est hecho solo de palabras. Ellos son parte fundamental de nuestro canon. En estesentido, ya son insuperables. Sus letras tocaron, cada uno a su manera, el alma de estaextraa comunidad humana, la salvadorea, de la cual recogieron sus grandezas ymiserias, y a la cual quisieron servir con el ejemplo de la modestia o la sedicin.Francisco y Roque estn all para probarnos que las nfulas rupturistas pueden ser irrelevantes. Lo que cuenta, al final del da, es escribir con el corazn.

Foto: Narava

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