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[1] CUSCO: «LA OTRA ROMA» ur[b]es ur[b]es ur[b]es ur[b]es ur[b]es, Vol. II, Nº 2, Lima, abril 2005 ur[b]es Vol. II, Nº 2, Lima, Abril 2005, pp. 14-37 Abstract Classical influences on XVI century chroniclers analysis on Inca urban organisation is carried out, bearing in mind distortion possibilities of the newly found «reality», as well as analogies. Quite a number of Spaniards, future urban settlers, have been in Italy before, warring in the «tercios», during the «Italian wars», in the battle of Pavia (1525),in the Sack of Rome (1527), etc. Similar analysis is carried out to find classical and Renassaince influences on initial colonial Cusco urban developments, city image and analogies (1534-1556). The essay ends pointing out for the first time, significant urban Renaissance events on two squares -possibly linked among them- one in front of the roman Pantheon and the other, on the main plaza of Cusco; both originating from former rectangular main imperial public squares. Key Words: Urban planning. History. Colonial period. Incas. Cusco. Rome. XVI century. Iconography. Resumen Se pasa revista a influencias clásicas encontradas en los análisis de la organización inca hechos por los cronistas de la época, y a la consecuente posibilidad de distorsión de la «realidad» encontrada buscando analogías entre Roma y Cusco; recordando que no pocos españoles, futuros fundadores de ciudades, habían estado en Italia, guerreando en «los tercios» durante las «guerras de Italia», batalla de Pavía (1525), Saco de Roma (1527), etc. Igualmente en las primeras transformaciones urbanas, de la capital inca, hechas por los conquistadores (1534-1556) se analiza la influencia de la cultura clásico-renacentista en la ciudad, en su imagen, y las analogías. El ensayo concluye asociando, por primera vez, dos significativos eventos urbanísticos del Renacimiento: la subdivisión española de la gran plaza rectangular inca y la poco precedente nueva formalización de la plaza del Panteón romano, y alrededores, sobre parte de la superficie que había ocupado en época imperial, la gran plaza rectangular. Palabras clave: Urbanismo. Historia. Colonias. Incas. Cusco. Roma. Siglo XVI. Iconografía. * Investigación presentada al Congreso «América Latina y lo Clásico» (Org.: Centro Estudios Clásicos Universidad M.C.E. Santiago, Chile; Coord. Sección: T. Hampe, Soc. Peruana Estudios Clásicos), Erice (Italia), 1 de marzo, 2001; y en la Mediterranean XXVConference. (Dowling College, N.Y.), Castellamare di Stabia (Italia), 2 de julio, 2003. ** Arquitecto-urbanista y restaurador con Maestrías en Gran Bretaña (M.Sc) e Italia. Dedicado a la investigación y la docencia iniciada con Emilio Harth-Terré en la Universidad Nacional de Ingeniería, en la U. de Roma (Cátedra Guidoni), y en el ICCROM; donde fué miembro del Consejo y del Comité Académico. Director del Instituto de Estudios Urbanísticos ITA.L.A. E-mail [email protected] CUSCO: «LA OTRA ROMA» Influencias clásicas en el análisis del urbanismo inca y en las transformaciones del siglo XVI* Leonardo Mattos-Cárdenas**

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CUSCO: «LA OTRA ROMA»

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ur[b]esVol. II, Nº 2, Lima, Abril 2005, pp. 14-37

AbstractClassical influences on XVI century chroniclers analysis on Inca urban organisation is

carried out, bearing in mind distortion possibilities of the newly found «reality», as well asanalogies. Quite a number of Spaniards, future urban settlers, have been in Italy before,warring in the «tercios», during the «Italian wars», in the battle of Pavia (1525),in the Sack ofRome (1527), etc. Similar analysis is carried out to find classical and Renassaince influenceson initial colonial Cusco urban developments, city image and analogies (1534-1556). Theessay ends pointing out for the first time, significant urban Renaissance events on twosquares -possibly linked among them- one in front of the roman Pantheon and the other, onthe main plaza of Cusco; both originating from former rectangular main imperial publicsquares.Key Words: Urban planning. History. Colonial period. Incas. Cusco. Rome. XVI century. Iconography.

ResumenSe pasa revista a influencias clásicas encontradas en los análisis de la organización inca

hechos por los cronistas de la época, y a la consecuente posibilidad de distorsión de la«realidad» encontrada buscando analogías entre Roma y Cusco; recordando que no pocosespañoles, futuros fundadores de ciudades, habían estado en Italia, guerreando en «los tercios»durante las «guerras de Italia», batalla de Pavía (1525), Saco de Roma (1527), etc. Igualmenteen las primeras transformaciones urbanas, de la capital inca, hechas por los conquistadores(1534-1556) se analiza la influencia de la cultura clásico-renacentista en la ciudad, en su imagen,y las analogías. El ensayo concluye asociando, por primera vez, dos significativos eventosurbanísticos del Renacimiento: la subdivisión española de la gran plaza rectangular inca y lapoco precedente nueva formalización de la plaza del Panteón romano, y alrededores, sobreparte de la superficie que había ocupado en época imperial, la gran plaza rectangular.Palabras clave: Urbanismo. Historia. Colonias. Incas. Cusco. Roma. Siglo XVI. Iconografía.

* Investigación presentada al Congreso «América Latina y lo Clásico» (Org.: Centro Estudios ClásicosUniversidad M.C.E. Santiago, Chile; Coord. Sección: T. Hampe, Soc. Peruana Estudios Clásicos),Erice (Italia), 1 de marzo, 2001; y en la Mediterranean XXVConference. (Dowling College, N.Y.),Castellamare di Stabia (Italia), 2 de julio, 2003.

** Arquitecto-urbanista y restaurador con Maestrías en Gran Bretaña (M.Sc) e Italia. Dedicado a lainvestigación y la docencia iniciada con Emilio Harth-Terré en la Universidad Nacional de Ingeniería,en la U. de Roma (Cátedra Guidoni), y en el ICCROM; donde fué miembro del Consejo y del ComitéAcadémico. Director del Instituto de Estudios Urbanísticos ITA.L.A. E-mail [email protected]

CUSCO: «LA OTRA ROMA»Influencias clásicas en el análisis del urbanismo inca y en las

transformaciones del siglo XVI*

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1. La urbe romana y el nuevo orbe

El inca Garcilaso en el Proemio al lector de su Primera parte de los Commentarios Reales, quetratan del origen de los Yncas, reyes que fveron del Perv...., publicado por primera vez en Lisboa en1609, declaraba haber nacido en «la ciudad del Cusco, que fue otra Roma en aquel imperio». Masadelante ampliando esta analogía (Garcilaso 1609: III, 21) recuerda que «el Cusco en su imperiofue otra Roma en el suyo; y así se puede cotejar la una con la otra, porque se asemejan en la cosas masgenerosas que tuvieron. La primera y principal, en haber sido fundada por sus primeros reyes. La segunda, enlas muchas y diversas naciones que conquistaron y sujetaron a su imperio. La tercera, en las leyes tantas y tanexcelentes que engendraron, y [que] con su buena doctrina urbana y militar criaron…»1.

Algunos años después, cuando se publica póstuma la segunda parte de su obra, llamándolaHistoria General del Perv..., al referirse brevemente a México-Teotihuacán, antigua capital delimperio azteca, motiva análogamente su interés en ese otro imperio del Nuevo Mundo,«porque como soy indio, soy aficionado a las grandezas de aquella otra Roma en sus tiempos» (Garcilaso,1617).

Ya cuando publicó en Lisboa en 1605 su obra, La Florida del Ynca...narrando la conquistay las invitantes riquezas en aquella región de la América Septentrional - había de igual modoaugurado en su Proemio al lector , que continúen llegando españoles al Nuevo Mundo, «no seamas de para hacer colonias [...] como hacían los antiguos romanos cuando no cabían en su patria; porque estierra fértil y abundante de todo lo necesario para la vida humana y se puede fertilizar mucho mas» (Garcilaso,1605).

Como sabemos durante la Colonia las obras de Garcilaso de la Vega, inca como se haciallamar, fueron ampliamente divulgadas, traducidas y varias veces editadas en Europa.

Roma, y el imperio romano, en efecto significó un conjunto de experiencias semejantes alas que España comenzaba a vivir desde su desembarco en el llamado Nuevo Mondo afinales del siglo XV. La idea de Roma fue una componente ideológica, doctrinal y vital en losanálisis, los planteamientos, las justificaciones y las acciones españolas en sus colonias americanas.Jaime González considera que el escaso interés y análisis de estos aspectos, ha creado unalaguna en el estudio de la historiografía indiana, y una insuficiente evaluación del pensamientoy del arte del renacimiento hispanoamericano (González, 1987: 6, 149).

Por otro lado, el emperador de entonces -su Cesárea majestad Carlos V- llamado «apóstolarquitectónico» por fray Bartolomé de Las Casas, fue elogiado también por el soldado-cronista Cieza de León que consideró su acción urbanizadora en América superior a la deDidone cuando tuvo que fundar Cartago, a la de Rómulo cuando fundó Roma y a la deAlejandro cuando levantó Alejandría en Egipto (Cieza, 1962: II: 35). El era llamado «emperadorde los romanos» además de «baluarte viviente de la fe». En 1535 de regreso de su victoria enTúnez contra los «infieles» turcos, entra triunfalmente en la península itálica: Trapani, Palermo,Reggio Calabria y a Nápoles. A Roma, ingresa finalmente para ser recibido por Paolo III,atravesando los Foros imperiales en 1536.

Roma fue un modelo para el mismo Las Casas, que la visitó en 1507 admirando lacalzada imperial que conducía a España (la vía consular Aurelia) y otros lugares de «la provinciade Italia, donde hay tanta policía, orden de vivir, e tan delicada, y tan populosas famosas e ilustres ciudadeshay, y de las cosas a la vida no sólo necesarias, pero curiosísimas, superfluas y deleitables a la sensualidad, y

1. El paralelismo Roma-Cusco readquiere significado en tiempos neoclásicos v.g. Bolívar (Del autor,1992: II: 763)

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Fig. N° 01. «Cusco y sus Ceques». Blas Valera(1618). (Ms. Exsul Immeritus, Col. Miccinelli,Nápoles. Reproducción prohibida sin autorización).Sistema de recorridos rituales o ceques que partende un núcleo cuadrangular amarillo. En cada unose indica la cantidad de adoratorios o huacas quelo componen (representadas con un ojo al final decada eje). La división social tripartida Collana,paya y cayao - ya estudiada por Zuidema (1964)-se expresaría con los colores rojo, verde y amarillode las trayectorias (Laurencich 2003). A la derechaun reticulado (yupana), a la quinta columna (conun ojo arriba), da el total de huacas según lamodalidad inca: tres centenas (círculos rojos) +dos decenas (círculos oscuros) + 8 unidades(círculos claros)= 328. Análogamente de lascuatro columnas precedentes resultan las huacasexistentes en Chin[chaysuyu: 85], Co[llasuyu:85], Ant[isuyo: 78], Cun[tisuyo: 80]. Las huacasde cada ceque pueden ser contadas sumandoigualmente, los nudos en cada uno de los ejesque se irradian hacia las 4 regiones: las cifrascoinciden con las obtenidas por Polo de Ondegardohacia 1561 (trascrito después por Cobo) quienafirma, al igual que Varela, haberlas obtenido«leyendo» quipus. Gráfico LM-C.

Fig. N° 02. Cusco. Perspectiva imaginaria. En Ramusio (1556) Navigationi et Viaggi. Venecia, Vol. III. Basada en ladescripción de Pedro Sancho publicada en el mismo volumen.

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2. El nombre deriva del hecho que durante el imperio romano, España había sido sede de la TerceraLegión.

3. Algunos de los futuros conquistadores participaron a la batalla de Pavía en 1525, ganada por emperadorCarlos V contra Francisco I de Francia, e inclusive al Saqueo de Roma de 1527.

donde florecieron las artes y sobre todo la religión no supersticiosa y verdadera…» (Las Casas, 1958:XLVII: 160).

En efecto, en el urbanismo hispano-americano actuaron modelos ideológicos ymorfológicos, poco conocidos que contribuyeron a la evaluación y a la formación de ciudadesa lo largo del siglo XVI; durante la conquista estuvo presente inclusive el Mito de Venecia conrelación a la fundación de Lima (Del autor, 1989: XIX: 18,19).

La prosa y la poesía nos recuerdan obras como el Canto al Tíber de Pedro de Oña, conreferencias al río Rímac. Ambos nombres de ciudad derivarían además del nombre del ríoque las atraviesa: Lima de Rímac y Roma de Rumón: río, nombre etrusco del Tíber, según els.j. I. Guidi , 1878 (cfr. Poggi, 2000).

La península itálica era recorrida entonces por un apreciable número de españoles futurosfundadores de ciudades, principalmente soldados enrolados en los Tercios2, operantes en elMilanesado español, en los Presidios de Toscana, o en Roma3 como el padre de nuestro cronistael Capitán Garcilaso de la Vega, y en Nápoles (capital de un territorio virreinal español queincluiría casi todo el sur de la península y la isla de Sicilia) como el mismo Francisco Pizarro;quien después de partir para el Nuevo Mundo en 1502, llevó a otros paisanos y parientes en1530 como Hernando Pizarro. Este hermano del conquistador había crecido en el hogarlegítimo del Capitán Gonzalo Pizarro que a su regreso a España fue apodado «el romano»,por sus continuas evocaciones a su experiencia italiana. En el entretiempo, del Viejo al NuevoMundo continuaron llegando otros españoles con esas experiencias, directas e indirectas.

2. En la interpretación del urbanismo inca

2.1. Orígenes, ritos y mitos

Ya cuando Hernando Pizarro entra en Pachacamac, el mayor centro ceremonial delPacifico, para saquearlo y «completar» el rescate de Atahualpa, hace exclamar al cronistaanónimo que «... así llevaron sus caballos al pueblo donde la mezquita estaba, el qual puebloes mayor que Roma» (Porras 1967: 94). Al estudiar otras descripciones sobre organizacióny estructura de ciudades encontradas, no podemos pasar de largo igualmente la explicacióndada sobre el origen del Cusco y el significado de su nombre. Garcilaso que estuvo en Italiay el jesuita Anello Oliva que vino de Nápoles creyeron que significase «ombligo», seguramenteinfluenciados por dos clásicos: el «umbilicus mundi» de la mitología griega en el «onphalos» deDelfos y el «umbilicus urbis» del Foro Romano; ya que no existen trazas que «Cosco» significaseentonces ombligo ni en la lengua quechua ni en la aymara. Éste significado puede haberseintroducido parcialmente (según Pardo, 1957:I: 98) solo después de las lecturas de loslibros de Garcilaso, a lo largo del siglo XVII.

Otros cronistas precedentes que conocían el quechua como Juan de Betanzos, en 1551,dieron interpretaciones diferentes o reconocieron que «lo que quiere decir este nombre Cosco no losaben declarar». Morúa supuso que venía de Cosco-huanca , «pedrón-allanado», segundo decuatro míticos hermanos Ayar, vinculados a la fundación de la ciudad. Cosco-huanca llegóhasta el valle y logró ser proclamado jefe principal (Pardo, 1957: I: 77,78). Resalta así un

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evidente paralelismo con Rómulo -uno de los dos hermanos fundadores de Roma-considerado igualmente al origen del nombre Roma, dado a la ciudad.

Durante la fundación de ciudades y de edificios incas, los cronistas describen ritosadivinatorios y astrológicos. Juan de Betanzos afirmaba que el Inca Yupanqui antes de iniciarla obra de «reedificación» de la ciudad del Cusco observó y consultó el cielo y el sol, paradecidir el mejor emplazamiento, donde «con el cordel midió y trazó la Casa del Sol» (Betanzos,1987: 49). El jesuita Anello Oliva narraba que para la fundación del Cusco fueron convocadosadivinos «sunqoyoq» para que se pronunciasen sobre los «climas y planetas que predominaban sobreella». Calancha en el siglo XVII enfatiza similares preocupaciones. Por investigaciones recientesresulta imposible negar esos ritos referidos en las crónicas, sin embargo ellos muestrancuriosas semejanzas con costumbres descritas en textos clásicos como el tratado deArquitectura de Vitrubio, redescubierto en esos años y con ciertos ritos y horóscopos pre-fundacionales practicados hasta ese entonces en ciudades como Florencia y Ferrara (Delautor, 1989: 18,51).

Por el contrario, la abundante documentación existente sobre fundaciones españolas enAmérica no enfatiza preocupaciones astrales similares, aunque si describe otros ritualesfundacionales: lanzar alardes y piedras, herir un árbol o tronco (rollo) con la espada, galoparalrededor de él, etc.

2.2. Componentes urbanos

Los españoles hicieron constantes referencias clásicas frente a algunos edificios incaicosencontrados, sobre las casas de las mamaconas y acllas, no me detendré ya que existen numerososestudios. Cieza de León narra (1548-1550) que en Tumbes -primer asentamiento inca conocidopor los españoles- había restos de una «fortaleza» y de un «templo del sol y casa de mamaconas que

Fig. N° 03. Cusco. Planta imaginaria. Jacques Nicolas Bellin ( De Bry, 1757). París. Es una proyecciónzenital del prototipo de Ramusio.

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quiere decir mujeres principales vírgenes, dedicadas al servicio del templo, las cuales casi al uso de la costumbreque tenían en Roma las vírgenes vestales vivían y estaban…» (Cieza, 1962:IV:42). Otros como Juande Betanzos describieron igualmente las mamacunas (acllaconas) como vírgenes del sol.

Franklin Peace lo consideraba un ejemplo de «romanización del pasado incaico», llegando apensar que «no sorprende que las vírgenes finalicen caracterizando parte del culto solar», para él tambiénromanizado (Pease, 1999: 33). Después de 1550 los cronistas acentuaron aun más esaromanización convirtiendo las acllas en auténticas vestales.

Garcilaso en sus Comentarios Reales de los Incas (Cap.II: 10), tomando de Cieza de León,reitera que «en los templos principales tenían gran cantidad de vírgenes muy hermosas, conforme a las quehubo en Roma en el templo de Vesta , y casi guardaban los mismos estatutos que ellas». Para él los «antiguosy nuevos gentiles»(romanos e incas) tenían mucho en común, - v.g. el origen divino de susgobernantes como Manco Capac- ambos imperios culminaron siendo cristianizados siguiendoun proceso gradual de conversión. Estas comparaciones en la época representaron manerasde armonizar el mundo indígena con el mundo español (Anadón, 1997: 103) como yaanotaron igualmente Durand Florez y Florez Galindo.

Justus Lipsius en su libro De Vesta et Vestalibus Syntagma publicado en Amberes en 1603,citaba igualmente la autoridad de Cieza de León y la de Agustín de Zarate a éste respecto.De la misma manera el jesuita francés Lafitau, que había leído a Garcilaso, cuando escribiósu libro sobre «Las costumbres de los salvajes americanos comparadas con las costumbresde los primeros tiempos» (Lafitau, 1724) relaciona el culto al fuego de las vestales romanasal de las «vírgenes del Estado» inca agregando al todo los rituales y la organización del culto alfuego de los indios iroquíes del Canadá donde había estado como misionero (cfr.

Fig. N° 04. Kouba en Argel. Siglo XIX. Actualmente esta antiquísima cúpula o bóveda (qubba), da el nombre al importantesector en la ciudad donde tuvimos ocasión de trabajar. Colección: LM-C.

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MacCormack 1995: 121, 108). Tratando de demostrar de ésta manera, como muchos otros,que toda la humanidad compartía un origen común -incluyendo su descendencia de Noé yel conocimiento y contacto en algún momento con el Verdadero Dios- como escrito en laBiblia.

Debemos notar sin embargo que la existencia y refinada organización de comunidadesfemeninas encargadas de la elaboración de productos para el inca y para la guerra, fue unarealidad indiscutible. Este sector identificado como «acllahuasi» a cargo de las mamacunas -al igual que en edificios similares en otras poblaciones inca- se presenta asociado físicamentea los sectores abiertos y cerrados dedicados al sol: el Intipampa, el Koricancha; y antes segúnotros a un más genérico Inticancha: «terreno del sol». En el Cusco todos estos sectores, encontacto con el sector del Amarucancha -identificado también como «palacios del inca HuaynaCapac», alcanzaban así la gran plaza inca, donde hoy vemos asomarse la iglesia jesuita y suconvento.

A lo largo de los años se afinaron otras analogías en las crónicas, como las del Pantheonromano con el Koricancha o Templo del Sol. El licenciado Polo de Ondegardo hacia 1571nos refiere que durante el Imperio de los Incas una vez conquistada una provincia se «poníaesta wakka en el templo del sol llamado Coricancha donde había muchos altares […] o ponía las taleswakkas de las provincias en otras partes diferentes[...] y como era tanta la gente que acudía allí de toda latierra, todos se industriaban por lo que allí se les enseñaba […] cuya veneración aun dura todavía» -agregaPolo. Descripción que parece corresponder a la verdad, inclusive sobre la persistencia delculto inca, a pesar que como sabemos ya estaban en acto las violentas campañas de «extirpaciónde idolatrías». En la «Relación anónima» se lee en efecto, que «había en Cusco un templo que era comoel Pantheon de Roma, donde colocaban todos los ídolos de todas las naciones y pueblos subjetos al inga, cadaídolo en su altar con su insignia, pero con una cadena al pie, para denotar la subjeción y vasallaje de su gente».

El dominico Gregorio García en su libro «Origen de los indios del Nuevo Mundo»,aparecido por primera vez en 1607 -tomando de cronistas anteriores como Cieza, Zárate yde Garcilaso que a su vez tomó de Blas Valera- desarrolló mas analogías: «... De la plaza delCuzco, que era la Ciudad principal donde estaba la Corte i el famoso Templo del Sol, salían quatro CaminosReales [...] .De manera, que como en España hacían los Romanos división de toda ella, por Provincias: así losIngas i sus Vasallos, para contar las que havía en Tierra tan grande, lo entendían por sus caminos. [...] delos quales solo quiero decir lo que tenían semejante a los que hicieron los Romanos en España. Lo primero (dela Colu[m]na Itineraria que estaba en medio de el Foro, o Plaza Maior de Roma, salían los CaminosMilitares, i en ella se daba fin a ellos, como dice y explica bien Caramuel» 4. La conocida organizaciónterritorial y vial imperial descrita además por Bernabé Cobo -quien copió una relación hechapor Polo de Ondegardo hacia 1561- merece ser integrada con un dibujo que aquí graficamospor primera vez, atribuido a Blas Valera (1618) que presenta un sistema radial que comocuerdas de un quipus (Cequecuna) da cuenta de un total de 328 adoratorios (coincidiendo enlos totales parciales con Polo) divididos a lo largo de directrices o «senderos invisibles que amarrande tres en tres y tienen unidos y ordenan familias y aldeas, pueblos y ciudades del antiguo imperio, hecho conorden y medida, cuyo corazón es el Coricancha. Como el hilo de Ariana conducía a la salida del Dédalo, asícada uno de estos ceques conduce a las huacas sagradas... ». (fig. 1)

4. VII. De Caminos, i Calzadas que hicieron los Ingas en el Perú, semejantes a los de los Romanos en España (García,[1607] 1729: 186, 187). Las líneas después de la paréntesis redonda fueron evidentemente otroañadido de 1724 hecho por el editor González de Barcia, quien cita una Architectura Practica -delconocido arquitecto español , obispo Juan Caramuel de Lobkowitz (Madrid 1606-Vigevano, Italia1682).

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Con relación a las «familias imperiales» o «panacas incaicas» se sospecha que la historiografíade la época, puede haberlas tratado a la manera de los «demos» griegos (Pease, 1999:34).Podemos inclusive encontrar ciertas analogías entre las «gens» romanas de la República, quedieron después origen a los linajes imperiales con sus respectivos componentes urbanos, y laconcepción española del urbanismo inca del Cusco, formado por sectores o «palacios de esosemperadores incas». Se puede lanzar la hipótesis que una no correcta «lectura clásica» de lasfinalidades de los diferentes «Foros» existentes en Roma -mandados construir primero porel Pontífice Máximo y sucesivamente por cada emperador (doce)- haya influenciado no soloel análisis de los «linajes» inca sino la misma concepción de los doce «palacios de los incas»mencionados por los cronistas conquistadores, entendidos como sectores de la ciudad cuyasfunciones sobrevivían a los emperadores que los mandaron construir5.

Pedro Sancho de la Hoz que fue secretario de Francisco Pizarro entre 1533 y 1534,refiriéndose a la capital inca vista por ellos por primera vez, escribe que «en ella no vive gentepobre y cada Señor[el Inca] labra en ella su casa, y así mismo todos los caciques, aunque estos no habitabanen ella de continuo […] cada Señor difunto tiene aquí su casa [...] porque ningún Señor que sucede ( y esto esley entre ellos) puede después de la muerte del pasado tomar posesión de su herencia [...]Los caciques y Señoresmuertos mantienen sus casas de recreo con la correspondiente servidumbre…» .

Esta posible confusión interpretativa parece reforzarse con las palabras del inca Garcilasoen Los Comentarios Reales de los Incas. (1609: Libro VII, Cap.XXVII) «ésto es lo que los historiadores

5. Nótese además la correspondencia entre los doce incas del Cusco propuestos por cronistas comoSarmiento de Gamboa y después por Guamán Poma, etc. , con Los doce Césares del romano Suetonio.

Fig. N° 05. Cusco. A.M. Mallet (1683). París. Nótese elmayor énfasis en la cúpula. Deriva del prototipo de Ramusio,aunque con la ciudad desplazada y con elementos nuevospor integración de otros datos: torrecillas en las colinas(similares a las de La Nueva Coronica, entoncesdesconocida). Colección: LM-C.

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españoles dicen en confuso, que tal inca hizo tal linaje y tal inca otro…siendo todo uno, como lo dan a entenderlos indios con llamar en común a todos aquellos linajes divididos».

2.3. La imagen de la ciudad inca

Por otro lado en lo que se refiere a la imagen de la capital del imperio en su conjunto,Pedro Sancho al verla a comienzos de 1534, describe Cusco bordeado por dos ríos, concalles rectas y en cruz, con acequias al centro, con una gran plaza principal rodeada deimportantes palacios construidos en piedra; dominada por una fortaleza defendida por treslíneas de murallas (Sacsahuamán ), etc.

Su descripción publicada en Venecia en 1556 en el volumen III de las Navigationi et viaggide Gian Battista Ramusio, inspiró el conocido grabado «a vuelo de pájaro» (fig. 2) que ilustróesa misma edición y que sin embargo, no corresponde a la realidad.

Edwin Palm en relación al trazado vial simétrico de esta visión ideal notaba que, «No sinalguna dificultad, el patrón de damero podría leerse como símbolo de una organización imperial al modoromano, idea ésta que tal vez el artista quiso transmitir. Sin embargo la fortaleza-santuario dominante nocabe dentro de este concepto» y propone como posible influencia para las tres murallas querodean la fortaleza- templo, la iconografía de los tres muros que rodeaban el edificio deltemplo de Salomón en Jerusalén; y para la insólita cúpula algo acebollada que domina laciudad propone la iconografía de la mezquita de Omar en esa ciudad considerada en laépoca, templo de Salomón (Palm, 1979: 125-127). A pesar que no excluimos la interesante tesisde Palm con respecto al edificio cupular, mas adelante introduciremos nuevos elementos deanálisis sobre el posible origen de esa forma.

Fig. N° 06. Maqueta en piedra.(S/d). Conhabitaciones de vanos trapezoidales y algunasparedes ortogonales en piedra al estilo inca,integradas a un sector de un muro circular quedelimita un núcleo central; con «dos grandespuertas por donde se entraba» al conjunto (comoel dedicado al sol según Las Casas), con espaciointerior abierto (¿un campo del sol: Intipampa ?),con campos de cultivo periféricos ortogonales(¿uno de ellos sembrados con pepinos de la costacomo refiere la crónica?) y con un disco solarque, en este caso, parece señalar el poniente. Anuestro juicio el todo completa una representación,muy esquemáticamente por cierto, del ampliosector dedicado al Sol en Cusco (que incluía el«recinto de oro»: Koricancha).

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Fig. N° 07. Santo Tomás de Aquino. En Gregorio García(1729).Origen de los indios del Nuevo Mundo. Madrid. Atributo«solar» y rayos en el pecho; con sus libros aplasta serpientes(símbolos de paganismo, herejía e infidelidad).

Fig. N° 08. Don Carlos Huaynacapac inca, Alférez real de suMajestad. (XVII). Cusco. El disco solar en la procesión deCorpus.

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En lo que respecta al origen del damero empleado según Palm, como símbolo de unaorganización al modo romano, podemos ampliamente confirmarlo ya que en el trazado axial deesa visión ideal del Cusco con plaza delante del edificio dominante, no es difícil reconocer latipología distributiva del castrum romano, descrito desde tiempos de Polibio con el Pretoriomilitar al fondo, ilustrado en 1525 por Machiavelli en su «Arte de la guerra»; especialmente siconfrontamos la planta de esa ciudad grabada por J. N. Bellin (De Bry, 1757) (fig. 3) con elprototipo de Ramusio, confirmándonos que se trata de una simple proyección zenital de esavisión ideal, que sigue un modelo militar, que llamamos «jerarquizado» (Mattos-Cárdenas,1989).

Sobre las murallas que encierran imaginariamente la ciudad por tres de sus lados con trestorres por lado, Palm no propone una interpretación iconográfica; nosotros creemos quefueron retomadas de la iconografía bíblica de las murallas de la Nueva Jerusalén que (aunquecerrada por cuatro lados y con doce puertas-torres, y no como en la visión cusqueña con solosiete torres) tenía sin embargo tres torres-ingreso por cada lado como en el grabado delCusco. La visión ideal de esa capital del orbe nuevo aparecida por vez primera en 1556, comparteademás detalles estilísticos con una xilografía coeva que representa una visión idealizada de laantigua Babilonia6, especialmente en lo que se refiere al manzaneo urbano, a la forma de lospalacios representados, a ciertos personajes y elementos del paisaje, que nos llevan a pensara un mismo autor por ahora desconocido, en ambos grabados.

Este grabado «a vuelo de pájaro» repetido por Antoine du Pinet en 1564 conmodificaciones casi imperceptibles en el margen inferior y vuelto a grabar para la edición dellibro de Ramusio de 1606 con ligeras modificaciones en la cartela superior, dio origen a

6. Babelis descriptio ex Herodoto, cum aliquo Diodori Siculi complemento: Grabado 390 x 480 mm. (Roma,Biblioteca Vallicelliana, Sala Borrominiana. F. VIII: 65 /7)

Fig. N° 09. El inca consagra su vaso al Sol. En Bernard Picart. (1735). Ámsterdam.

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Fig. N° 10. Temple du Soleil a’ Cusco. J.N.-L. Durand (1800). Paris. Parte de frontispicio del llamado «Grand Durand».

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otras variantes del prototipo Ramusio, elaboradas en las décadas que siguieron; como la deMallet de 1683 (fig. 5) en la cual la ciudad aparece en posición mas descentrada con respectoa la fortaleza, acercándose más a la realidad, aunque dominada en primer plano, por una aunmás prepotente cúpula «a la romana» como el Panteón.

A nuestro parecer la presencia insólita y prepotente del edificio cupular en todas esasvisiones del Cusco esta motivada por una errada traducción italiana de Ramusio del perdidotexto de Pedro Sancho: «Dentro di essa [Sacsahuaman] sono molti alloggiamenti, e una torre principalenel mezzo fatta a modo di cuba» (Ramusio, 1988: 848) esto es «Dentro de ella hay muchos alojamientosy al centro una torre principal hecha a modo de cúpula» - ya que cuba significaba cúpula en italiano yproviene del árabe «qubba» que significa bóveda7. (fig. 4).

Por otro lado nos puede dar luces sobre el asunto, una carta enviada por un florentinodesde Sevilla el 13 de diciembre de 1533, a su paisano el Cardenal Santiquattro a Roma,vuelta a copiar y enviada inmediatamente a Siena, con las primeras noticias sobre el Perú yapublicada, aunque sin analizar su contenido (Liberati, 1932: 3).

Fue escrita en italiano a pocos días de la llegada de la primera nave que llegó a Sevilladesde el Perú llevando sus tesoros, antes de la nave de Hernando Pizarro8. A nuestro pareceres la primera referencia sobre la arquitectura de los incas y sobre la existencia de ciertasformas abovedadas; ella describe aun prisionero al inca Atabalipa (Atahualpa), así como otrosaspectos de la conquista y los tesoros que se iban recogiendo en ese «país placentero, con muchosríos y fuentes de agua fría y caliente como en Italia, aunque de escasas maderas, grandemente poblado y conbellas casas de piedra labrada y abovedada». («delectevol paese con assai rivi e fonti d’acquafreda, e caldo come in Italia, solamente mancamento de legnami, popolatione grande, belle chase dipietra choncia, e in volta. » 9).

Datos que derivan evidentemente de lo narrado por los españoles que bajaban de esteprimer navío en Sevilla -no se conocían aun versiones escritas- y parecen describir mas bienlo visto en Cajamarca ya que Xeréz que llegó poco después -al publicar en Sevilla en 1534su Verdadera Relación- informa que en un palacio de Atahualpa «Otro cuarto fronterizo es decuatro bóvedas redondas como campanas, todas cuatro encorporadas en una». ProbablementeXeréz escribió «bóvedas» al ver habitaciones «labradas sin madera alguna» todas en piedraincluyendo el techo, como se observaba allí en algunas construcciones incas con falsa bóveda(notadas mas tarde, inclusive por Alexander von Humbolt). Bóveda significa también«habitación labrada sin madera alguna, cuya cubierta o parte superior es de bóveda»(Diccionario de la lengua, 1947: 192).

Estas visiones con cúpulas -quizás imaginadas erradamente en madera- se reforzaron anuestro parecer no solo con la imprecisión de la versión italiana de lo escrito por Sanchosino con una equivocación en la traducción de lo escrito por Xeréz en 1534 cuando «bóvedas

7. Cfr. Devoto, Dizionario etimologico, 1968:112. Desconocemos la palabra española empleada porPedro Sancho ya que no se conoce el texto original; García Icazbalceta la tradujo por primera vez en1849: «a modo de cubo (Sancho, 1962) que en español significa «torreón circular de las fortalezas antiguas»(Diccionario de la lengua, 1947: 378).

8. Porras refiere en efecto que en Sevilla, florentinos, genoveses, etc. que allí se ocupaban de actividadescomerciales, escribieron cartas llenas de admiración a la península, sobre las riquezas del imperio de losincas.

9. La traducción es nuestra. Carta al Cardenal de los SS: Cuatro Santos Coronados, Antonio Pucci, quienenvió copia parcial a Siena, a su amigo Alfonso Piccolomini Agente Cesáreo, del emperador Carlos V.(A.S.S. Concistoro. Scritture N° 411: 1532-33).

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redondas como campanas» (Xeréz, 1985: 118) se tradujo en «bóvedas redondas como cabañas»:«volte tonde come capanne» (Ramusio, 1988: 756). Ambos equívocos publicados en el volumende Ramusio que acompañó el grabado de 1556. Ya que como justamente reafirmaba elmismo Garcilaso, los incas «no supieron hacer bóvedas de arco».

Esta versión ideal del Cusco, obra de un grabador italiano desconocido, perduró durantecasi todo el periodo virreinal. Solo avanzado el siglo XIX, durante el periodo republicano sellegó a tener versiones planimétricas completas, no imaginadas, del Cusco.

2.4. Paralelismos

Podemos observar sin embargo que los sistemas imperiales presentan a vecescaracterísticas, condicionamientos y comportamientos sociales y religiosos comunes, conuna tendencia a la integración ideológica y formal, que puede reflejarse en el estilo, la arquitectura,el urbanismo, la organización territorial y vial; que nos puede llevar a ciertos paralelismos.

Desde el punto de vista religioso salta a la vista la analogía astronómica y religiosa queune la fiesta del Sol Victorioso, el «Dies Natalis Solis invicti» de los romanos en el solsticio deinvierno del hemisferio norte (24-25 diciembre: festividad igualmente reconocida en laantigüedad egipcia, persa y mesopotámica), y su correspondiente seis meses después duranteel solsticio de invierno en el hemisferio sur: la gran fiesta inca del Sol del 24 marzo: el IntiRaymi. Y desde los primeros siglos de nuestra era, la simbología solar se había visto facilitadaen su integración con la simbología cristiana al recurrir a textos bíblicos aplicados a Cristo,como el del profeta Malaquías «para vosotros surgirá el Sol de justicia» (3,20) y por Jesúsmismo que se llama «luz del mundo» (según Juan: 8, 12).

De otro lado, así como en Occidente existieron «otras Roma» (se ha identificado inclusiveanalogías urbanísticas entre Roma y Constantinopla la «nueva» Roma), durante el imperioinca existieron «otros Cusco». Betanzos refiere que el Inca ordenó que «vayan al Quito donde se hade hacer el nuevo Cuzco y ansí como son aquí poblados en torno desta ciudad han de ser allá poblados enla manera que aquí lo son». Garcilaso igualmente narra que el inca Capac Yupanqui llamó«Cusco» a otro asentamiento que ordenó construir en la costa de Lunahuaná frente a Guarco(Cañete) donde «a los cuarteles del ejército pusieron nombres de los barrios principales de la ciudad»cusqueña . La toponimia recuerda igualmente «otros Cusco» como el levantado sobre elcamino inca en los andes cerca de la Ligua, Quinta región interior, (Stehberg, 1995) en elllamado Norte Chico de Chile o el asentamiento levantado por Viracocha inca según Ciezaen Caca (Xaxa) Jaque Jahuana , al rehusarse a regresar a la capital, con típica cantería inca queaun subsiste en ruinas: el llamado Uchuy Cosco «pequeño Cusco». Sin embargo, Bonavia yotros, no han notado analogías urbanísticas saltantes entre la capital inca y estas nuevaspoblaciones10.

Los paralelismos con algunos ejemplos de la cantería romana son igualmente evidentes yfueron ya detectados por Alexander von Humbolt en el Foro de Nerva, y recordados porSquier (1863-1877). Notamos así mismo que las Puertas Latina y Pinciana abiertas en Roma,en las murallas aurelianas, presentan nudos semejantes a las que se observan en la canteríainca como por ejemplo la parte inferior del Rumicolca o «Palacio de Inca Roca». Estasprotuberancias han sido encontradas inclusive en Atenas en piedras de la Acrópolis (Gasparini

10. Ver Valcárcel (1980: V: 34), Harth-terré y Zecenarro (2000) donde se recuerda ciertas analogíasarquitectónicas de un sector de ese complejo con el Collcampata de Cusco. Quedaría por profundizarlas influencias que la historiografía indiana pueda haber recibido de las otras Romas: Constantinoplay la tercera, Moscú.

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Fig. N° 11. Inca nombrando orejones. Grabado por Fumagalli F.A.T. (c.1820) Milán. Para Il Costume antico e moderno.Colección: LM-C.

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y Margolies, 1977: 340). Sus funciones esotéricas o pragmáticas, transporte, anclaje, han sidoesgrimidas por estudiosos en todos esos casos: Harth-terré en lo inca.

3. Clasicismo y Cristianismo en el Cusco colonial

3.1. Convergencias estratégico-religiosas

Con respecto a la ciudad debemos tener presente que entre la llamada «romanitas» paganay el cristianismo romano existió una relación de continuidad y no solo de antagonismo(González, 1987:127). Después de la experiencia de Roma los cristianos elaboraron unaciudad metafísica, un proyecto de Ciudad de Dios en el tiempo, terrena, que proviene del«Civitas Dei» de San Agustín (Storoni, 1994) derivada de la ciudad metafísica bíblica y delmodelo social de Platón.

Concordemente, las nuevas poblaciones en América fueron organizadas y trazadassiguiendo criterios y modelos de diferente índole: «pragmáticos o clásicos», «agrícolascomunitarios», «legales», «jerarquizados» y «bíblicos» como el modelo de la Nueva Jerusalénque creemos fue aplicado inclusive en la reducción de indios de Santiago del Cercado deLima (Del autor, 1995, 2004).

En los antiguos edificios romanos se reemplazó las divinidades paganas con veneracionescristianas similares compatibles, como se refiere en la Historia de Roma en el medioevo el Pantheondedicado a la gran madre Cibeles y a todos los dioses, fue consagrado a la gran madreMaria y a todos los mártires como «pantheon cristiano»; la consagración cristiana de Romaestuvo avalada por una simultanea intervención divina: se refiere que se «vio» escapar entoncesdemonios a través del «ojo» central de la cúpula (Gregorovius, 1980, 3:1: 348).

La consagración cristiana del Cusco fue avalada igualmente por el «apoyo divino» puesla historiografía sucesiva refiere que sobre el amplio «galpón» de la plaza mayor inca queformaba parte del «Palacio» o conjunto urbano atribuido al inca Wiracocha se «vio» alapóstol Santiago con su caballo blanco y a la Virgen11. Ese edificio fue la primera Iglesia -dedicada a la Virgen Maria del Triunfo- y después Catedral12.

3.2. En la forma y en la función

Con relación al Koricancha (fig. 6) recordamos una carta desde el Cusco escrita por elobispo Valverde el 20 marzo de 1539 pidiendo a Carlos V que «de la Orden del Señor SanctoDomingo […] mande que vengan para que se pueble una casa que está en esta ciudad, que los indios teníanpor casa y templo del Sol, que es una cosa muy señalada...»13. El antiguo Templo del Sol terminó asíen manos de la orden de Santo Tomás de Aquino, otro «doctor Sol» de la teología cristianarepresentado, desde siglos antes, con un sol en el pecho o con un ostensorio ya que fue él el

11. Un estudio publicado ha identificado el episodio ocurrido al caballo blanco de un conquistador quedespués dio origen a esta versión.

12. Para los conquistadores las huacas de la gentilidad inca eran consideradas, como hemos visto, mezquitas:templos paganos como los moros.

13. Carta donde se hacen además interesantes análisis de aspectos urbanísticos relacionados a las ciudadesfundadas, citándose inclusive la Política de Aristóteles (Del autor, 1989:36). Después del primerreparto de 1534, se refiere que Juan Pizarro cedió el importante conjunto al dominico Juan Olias,haciendo posible su reciclaje religioso.

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Fig. Nº 12. «La gran ciudad y cabeza y corte real de losdoce reyes yngas. Santiago del Cuzco...» En Nueva Coronicay Buen Gobierno (fines del siglo XVI, inicios del XVII).Nótese la plaza principal Aucaypata, los nuevos portales,la Cusipata o plaza del Regocijo o de la Merced (antes de laconstrucción de la casa de la moneda y del hotel de turistasactual que la redujeron), mas abajo la Cusicancha, actualplaza de San Francisco sobre antiguos andenes agrícolas.

Fig. N° 13. «Palacios reales ... ». Idem. En primer plano unsuntur huasi o «cubo» circular.

Fig. N° 14. «Gobernador de los caminos reales Capac-Nan...». Idem. Nótese las torrecillas en los recorridos ohuacas en los ceques.

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que dio significado y normas a la festividad del Corpus Christi (fig. 7). Con un sol en elpecho lo representa en 1695 el peruano Espinosa Medrano en la portada de su libro(reproducida en Rodríguez, 1994: 18) ya que Tomás es igualmente «luz del mundo» que alumbraa «los hombres de la tierra, las antorchas de la iglesia, las inteligencias del cielo» (Espinosa Medrano,1695: 252 )14. Con un sol en el pecho desfilaban igualmente, los miembros de la antiguanobleza inca durante la procesión de Corpus, como se aprecia hacia 1675 en la conocidaserie de lienzos cusqueños. (fig. 8 )

En 1615, también Antonio de Herrera en la portada de la Década Quinta de su HistoriaGeneral aparecida en 1615, hizo representar cuatro de los trece incas allí retratados con elatributo solar; Huayna Capac lo tiene en el tocado y en el pecho. Igualmente AmadeoFrezier en 1716 hizo representar a un inca con ese atributo en el pecho.

Existen además grabados representando el interior de un templo inca con un gran discosolar (Picart ,1735: VI: 29) (fig. 9), así como una perspectiva interior del Templo del Sol del Cuscograbado en el frontispicio de la Recueil et parallèle des edifices de tout genre, anciens et modernes(Durand, 1800) con un gran disco solar en el testero triangular (fig. 10 ). El sol venerado porlos incas y representado como lo entienden en el viejo continente, fue un concepto que, enefecto, se encuentra repetido desde antes del inca Garcilaso.

Sin embargo la estudiosa de religiones andinas, Sabine MacCormack y otros, partiendode la información que en el Koricancha se veneraba una estatua de un hombre joven (Punchao:versión antropomorfa del sol) y no habiendo encontrado a su entender, representacionessolares circulares con rayos como posibles elementos de culto en las figuraciones prehispánicas,llega a la conclusión que se trata de una transposición occidental ya que se encuentra descritoasí en Repúblicas del Mundo. República de Indios Occidentales de fray Jerónimo Román y Zamora(Medina del Campo, 1575), quien leyó y citó el inédito de Bartolomé de las Casas ApologéticaHistoria Sumaria (MacCormack,1995: 99). En efecto en ese manuscrito terminado en 1559,se lee que, era «la estatua del Sol, de bulto, toda de oro, con el rostro de hombre y los rayos de oro, comose pinta entre nosotros» (1958: II, CXXVI: 434).

Aparte de los numerosos sincretismos que se fueron desarrollando (rayo Illapa con elapóstol Santiago, etc), el criterio de «compatibilidad urbanística» entre el viejo y el nuevoculto, parece haber estado también presente cuando los jesuitas -poco después de llegar alCusco en 1571- aceptaron el Amarucancha (dado antes a Hernando Pizarro) para su residenciae iglesia. Un documento atribuido a Anello Oliva refiere una conversación con unquipucamayoc: «Hay que saber que existía en el Amaru Cancha un templo donde se veneraba un ídolo enforma de serpiente-dragón que devoraba un escorpión.Él sostenía que el dragón era una potencia de vida delcreador y como nosotros católicos reverenciamos el aspecto femenino de la S. Virgen Maria ellos igualmentesimbolizaban [...]; si los sacerdotes de la Compañía hubiesen considerado idolatra ese ídolo no habrían debidolevantar encima su Casa Divina...» (Historia et Rudimenta Linguae Piruanorum, Colección Miccinelli).

Concordemente, la antigua «casa de las vírgenes incas» en el Cusco, o Acllahuasi, fueentregado definitivamente a las monjas de Santa Catalina hacia 1600, para ser convertido asíen su Convento, o «casa de vírgenes cristianas».

3.3. En el estilo y en el urbanismo

Otras experiencias colegan el Cusco al Clasicismo y al Manierismo imperante en el sigloXVI. Como había notado Alexander von Humbolt, los palacios construidos por los

14. Con este atributo «solar» y rayos en el pecho se le representa igualmente en la obra a él dedicada,«Origen de los indios del Nuevo mundo» (García, 1729).

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conquistadores sobre los muros incaicos de piedra almohadillada presentan analogías estilísticasy formales con algunos palacios del Renacimiento italiano, como el Palacio Pitti de Florenciaque tiene almohadillados («bugnati» o «rustications») de piedra en la planta baja.

La arquitectura de los claustros interiores y otras construcciones del Cusco español parecenpresentar también mayores influencias del primer Renacimiento florentino y romano delsiglo XV que de las elaboradas variantes ibéricas, aparecidas en el siglo XVI (Sartorio, 2000:101).

Existen grabados europeos que ilustran interiores de palacios inca con paredes y arcosornados con motivos fito-zoomorfos, a la manera de los «grutescos» que fueron motivosornamentales manieristas del siglo XVI tomados de la Roma clásica por Rafael Sanzio despuésde descubrirlos en la Domus Aurea o Palacio de Nerón. Características de este tipo presentael grabado con el Inca que ofrece su vaso a un gran disco solar (Picart, 1735) (fig. 9 ). Fumagalli,graba igualmente otro interior de palacio inca con la figura del monarca mientras nombraOrejones (consejeros) interpretando crónicas coloniales al respecto -desconocemos si retomóel tema de grabados anteriores- para su publicación en Il Costume antico e moderno (Ferrario,1820 c.).(fig. 11)

A nuestro parecer otra influencia del Renacimiento fue la transformación urbana delCusco con la subdivisión de su gran plaza inca en plazas menores de la cual una de ellas es laactual Plaza principal. A pesar que muchos autores (Gasparini, etc.) insinúan que esta operaciónfue decidida por los españoles desde el primer momento de la fundación española del

Fig. N° 15. Cusco. Panorama de Monroy. (XVII). Catedral. Óleo. Vista desde la Catedral en ocasión del terremoto de 1650.Obsérvese la primitiva disposición especular de las plazas coloniales contiguas, inclusive de las fuentes de agua.

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Cusco, leemos en cambio en esa acta, del 23 de marzo de 1534, que Francisco Pizarrodeseaba «que la plaza de este pueblo que hago sea ésta que estaba hecha por los naturales, ylos solares donde han de edificar sus casas los vecinos sean trazados y dados al derredor de ella en lo mejory a donde yo señalare, la cual fundación del pueblo hago» (Porras, 1953: 139).

La plaza inca era un gran espacio con un sector urbano Aucaypata, que estaba circundadopor tres de sus lados con palacios de los incas15 y que se extendía a otro sector abiertollamado Cusipata donde, «al poniente del arroyo no habían hechos edificios» y los incas «la ensancharoncon otra [plaza] poco menos grande que ella» como recordaba Garcilaso. Este otro sector de laplaza igualmente plano, al otro lado del río canalizado, fue una extensión destinada a lasactividades comerciales y sociales del pueblo, y tenia por límites algunos andenes o plataformascultivadas con maíz, que delimitaban esta parte de la plaza al subir las curvas de nivel, en esaotra vertiente.

En efecto siguiendo el criterio original de Francisco Pizarro de construir solo rodeandola antigua plaza inca con sus primitivas dimensiones de 850 x 550 pies, en la repartición desolares llevada a cabo el 29 de Octubre de 1534 se le otorgó, en este sector, «un solar en losandenes, por linderos el solar de Juan Pizarro y la Plaza» a Pedro de Oñate, así como a otros; elsolar con la casa de Oñate pasó en 1542 al Capitán Sebastián Garcilaso de la Vega.

Desde la galería alta de esa casa -más disfrutable por el andén sobre la que estaba construida-el futuro cronista presenció las fiestas de 1557 organizadas por la ciudad para la jura alnuevo rey Felipe II, y otros eventos hasta que la dejó en 1560, cuando se dirigió a España16.

Según el mismo Garcilaso esta gran plaza inca fue subdividida en las dos plazas cuandosu padre el Capitán Garcilaso17 fue elegido y ejerció el cargo de Corregidor del Cusco -estoes entre 1554 y 1556, siendo además Justicia Mayor de la ciudad- creándose así la nuevaplaza mayor española aun existente, y otra plaza simétrica adyacente que se llamó del Regocijo demenor profundidad pero, en su origen, de igual largo como se observa en el esquema deGuamán Poma (fig. 12) y en el conocido óleo llamado Panorama de Monroy (fig. 15) pintadoen ocasión del terremoto de 1650. Entre una y otra plaza -a caballo del río canalizado yparcialmente techado- se trazaron así dos nuevas manzanas y tres nuevas calles. Algunos delos solares trazados daban a la nueva plaza principal (Portal de Panes) y los restantes a lanueva plaza del Regocijo: «Cusipata» en quechua18.

Hemos detectado que en ese siglo, años antes, delante del antiguo Panteón romano sehabía llevado a cabo una operación bastante similar19. Ese edificio imperial y ese sector de laciudad casi abandonado durante el medioevo, recobraron importancia durante el nuevoclasicismo impulsado por Rafael. «En 1517 el Papa León X, uno de los pontífices iluminados,preocupado por la conservación del pasado, nombró a Rafael ‘Comisario de las Antigüedades de Roma’ quees por lo tanto considerado, como metáfora, el primer Superintendente de Roma»20 y allí fue enterrado en1520, cuando murió prematuramente. La nueva plaza delante del Panteón llamada de la

16. Pasando a otros dueños, fue valorizada y restaurada gracias a los estudios iniciados por el arq. Harth-terré, y a los trabajos del arq. Víctor Pimentel culminados hacia 1970.

17. Uno de los tantos que habían combatido en los tercios de Italia.18. Casi en la misma época (1555) se inicia la adquisición del terreno en los otros dos andenes superiores,

donde se trazó después la iglesia, el convento, y la plaza de San Francisco -más alta que las anteriores-llamada «Cusicancha» por Guamán Poma en su dibujo del Cusco.

19. Resultado de excavaciones en dicha plaza y de investigaciones para su restauración a cargo de laSuperintendencia de monumentos de Roma,1996c.

20. Lo recordaba Simona Antellini en su charla: «Restauro: Historia y teoría» (Mattos-Cárdenas, Leonardoy Pujal, J. Arnaldo ,2003)

15. Dentro de ese sector de la antigua plaza, existieron también uno o dos «cubos» circulares (¿ushnos osuntur huasi?) según Polo de Ondegardo, Cobo y Garcilaso.

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Rotonda que se reestructuró en ese entonces, casi cuadrangular con nuevos edificios, ocupabaparte de la antigua plaza imperial rectangular que se consideraba llegase hasta la superficieque ocupó otra plaza que se abrió en 1628 denominada de la Magdalena, separada de la delPanteón por una manzana y dos calles.

Estas operaciones urbanísticas otorgaron a las nuevas plazas de Roma y del Cuscoproporciones «modernas», más cuadrangulares y propias del gusto del Renacimiento; aunquede dimensiones menores la romana. En el Cusco las nuevas construcciones y lotesproporcionaron una renta adicional al Cabildo, ya que se trataba de bienes «propios».

No se puede subestimar la correspondencia de estas dos iniciativas urbanísticas, puestaen evidencia por primera vez en esta investigación21, y en el Perú llevada a cabo en elperiodo que siguió a las llamadas guerras civiles, periodo (iniciado hacia 1538 y casi superado afines de 1554) en que los conquistadores como recordaba Porras Barrenechea, «por sugestiónliteraria o porque muchos soldados habían estado en Italia […] mucho traen el recuerdo de las ciudadesitalianas». Ya Pedro Sancho de la Hoz en 1534 ante las murallas incaicas de Sacsahuamánexclamaba «…muchos españoles que la han visto y han andado en Lombardía y en otros reinos extranjeros22,dicen que no han visto otro edificio como esta fortaleza […] Los españoles que las ven dicen que ni el puentede Segovia ni otros de los edificios que hicieron Hércules ni los Romanos, no son cosa tan digna de verse comoesto. La ciudad de Tarragona tiene algunas obras en sus murallas hechas por este estilo, pero no tan fuerte nilas piedras tan grandes... ». Ofreciéndonos otros puntos de comparación con la cantería ciclópea,aun existente en esa ciudad española y antigua colonia romana.

Bibliografía

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sagrados...Por Joseph de Rueda. Valladolid

21. Anticipamos una comunicación oral en este sentido a los organizadores del programa Stargate, sobreCusco y los incas: TeleMontecarlo. Roma, Octubre, 2000.

22. Fue traducido incorrectamente al español como «extraños».

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