Conferencias de merchita tomo 7

65
1 CENTRO ESPIRITA AMOR FRATERNO CONFERENCIAS DE MERCHITA TOMO VII MERCHITA 04/08/2013

description

 

Transcript of Conferencias de merchita tomo 7

Page 1: Conferencias de merchita tomo 7

1

CENTRO ESPIRITA AMOR FRATERNO

CONFERENCIAS DE MERCHITA

TOMO VII

MERCHITA 04/08/2013

Page 2: Conferencias de merchita tomo 7

2

TOMO SÉTIMO

ÍNDICE

La felicidad.......................................................................... 1

La oración un recurso para hablar con Dios ............ 2

La desencarnación ........................................................... 3

El valor de la riqueza ....................................................... 4

El gobierno y la política en el Espiritismo ................ 5

El doble etérico .................................................................. 6

Page 3: Conferencias de merchita tomo 7

3

LA FELICIDAD

Todos los seres humanos tenemos un mismo deseo en común: ser felices y no experimentar sufrimiento. Incluso los recién nacidos, animales e insectos también lo tienen. Éste ha sido nuestro deseo principal desde tiempo sin princi-pio y lo sigue siendo en todo momento, incluso cuando dormimos. Dedicamos toda nuestra vida a trabajar duramente para satisfacerlo.

Desde los orígenes de este mundo, los seres humanos han dedicado mucho

tiempo y energía a mejorar sus condiciones externas, buscando así felicidad y soluciones a sus muchos problemas. Pero ¿cuál ha sido el resultado? En vez de ver cumplidos sus deseos, los seres humanos han presenciado cómo su sufri-miento ha ido en aumento, al tiempo que disminuyen cada vez más sus expe-riencias de paz y felicidad. Ello demuestra claramente que nos urge encontrar un verdadero método con el que podamos lograr una felicidad pura y liberar-nos del sufrimiento.

La búsqueda de la felicidad se asemeja una cacería difícil. El sentido, el

significado de la vida se centra en la búsqueda y en el encuentro de la felicidad. Es un desafío existencial responsable por las continuas realizaciones humanas.

La felicidad es difícil de lograr y generalmente, es muy compleja, difiriendo

de contenido entre las personas en sí mismas y grupos sociales. Confundida con el placer, se des caracteriza porque se torna frustrante y atormentadora.

Considerada la felicidad un don que se podría conseguir fácilmente, se

convierte a veces en la perdición de muchas conciencias, unos la buscan en la posesión del oro, a costa de paralizar las más bellas facultades del alma en la fosa de la usura; están los que luchan por ella con el placer de los sentidos, pa-ra despertarse en el camastro de la enfermedad; otros se creen encontrarla en el poder terrestre, hasta que se cobija en el dolor de la suprema desilusión; y no falta aquel que trata de obtenerla mediante la retención de lo superfluo y cae sin embargo en la corrupción del tedio dentro de aposentos dedicados a la pe-reza.

Definir el concepto de felicidad es tarea ardua. Seguramente sea una de las

definiciones más controvertidas y complicadas. El ser humano ha tendido siempre a perseguir la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que llegar, sin embargo, parece ser que la feli-

Page 4: Conferencias de merchita tomo 7

4

cidad se compone de pequeños momentos, de detalles vividos en el día a día, y quizá su principal característica sea la futilidad, su capacidad de aparecer y desaparecer de forma constante a lo largo de nuestras vidas.

La felicidad no es una conquista fácil, prodigio de herencia, episodio social

o ráfaga de la fortuna. El sueño humano de la felicidad es de color rosado, mar-cado por el confort, el ocio y el poder, gracias a los cuales se disfrutaría de bienestar y de gozo, inadvertidamente considerados sus logros. Ciertamente las personas ricas disponen, de bastantes horas así vividas, sin que se hayan considerado felices, por el contrario se han sentido tediosas, aburridas, ese te-dio es uno de los grandes opuestos, en cuyo interior fermentan muchas desgra-cias.

La felicidad se manifiesta mediante varios requisitos, entre otros los de na-

turaleza cultural, atavismo que concede al individuo el medio social de donde se origina y en el cual se encuentra, de nivel de conciencia y de madurez psi-cológica, estableciendo estos factores las diferencias de cualidad de lo que es ser feliz, frente a las variantes que imponen en los grupos y en los seres huma-nos, demostrando que las aspiraciones de unos no siempre corresponden a la de los otros.

El nivel de conciencia y la madurez psicológica establecen los grados en los

cuales se expresa, las realizaciones que conducen a la plenitud, a los estados de felicidad.

La felicidad tiene que ver con la identificación del individuo con sus senti-

dos y sensaciones, sus sentimientos y emociones o sus más elevadas aspiracio-nes idealistas, culturales, artísticas, religiosas, con la verdad.

En la fase de los sentidos, el gozo se transforma después en insatisfacción,

ansiedad, depresión, en el periodo de los sentimientos, el placer cae en pasiones posesivas, que dan margen a tragedias y angustias después que están sacia-dos; en el ciclo idealista, religioso, transcendental, la búsqueda transpersonal fomenta el auto-descubrimiento, la auto-realización, la auto-entrega, en servi-cios desinteresados de liberación del ego de los seres, de la vida, de la Tierra…

Somos convidados por la vida a crear la felicidad en nosotros y por noso-

tros, como sucede con todas nuestras adquisiciones humanas. Plantas el trigo y el trigal te responde a la laboriosa siembra, con el tesoro

de la cosecha.

Page 5: Conferencias de merchita tomo 7

5

La felicidad lanza las propias simientes en el camino de todos, especial-mente entre aquellos que yacen atormentados por desengaños y lágrimas, y, al poco tiempo, hela que ofrece mieses valiosas de esperanza, ventura, tranqui-lidad y cooperación.

Sabemos que en la Tierra no existe la completa felicidad. Solamente pen-

samos en ella, hablamos de ella y escribimos sobre esa forma de vida de que tenemos noticia; no obstante, basta que oigamos hablar de la felicidad para que podamos sentir su clima de luz dándonos esperanzas.

Al hombre la vida se le ha dado como prueba o expiación; de él depende

el dulcificar sus males y el ser tan feliz como le sea posible en la Tierra. Todos podemos constituirnos una felicidad relativa, practicando la ley de

Dios, así evitamos muchos males, y nos proporcionamos la mayor felicidad de que somos susceptibles en nuestra grosera existencia.

Muchos saben que la felicidad no es de este mundo, más todos también te-

nemos conocimiento de que ella existe y que, en el futuro, existirá también en la Tierra. Eso es un consuelo para los que esperan ese mundo de paz; para tal cosa, el espiritismo vino a preparar el lugar, donde el amor, la caridad y el perdón encuentren ambiente, creando condiciones para que los benefactores puedan sembrar con provecho el germen creciente de la felicidad.

La tierra es un planeta de expiación y de pruebas y las almas que hemos

renacido en este planeta encontramos en todos nuestros pasos dolor; más su-frimos porque el planeta es de sufrimiento, aquí experimentamos todo tipo de sufrimientos.

Los males que sufrimos son consecuencia de la infracción de las leyes de la

existencia corporal por medio de los males, que son consecuencia de esa in-fracción y de los propios excesos. La mayor parte de nuestros sufrimientos son consecuencia de la desviación del camino recto.

La felicidad en la tierra es relativa a la posición de cada uno, lo que para

algunos constituye la felicidad, es la infelicidad para otro. Sin embargo existe una medida común de felicidad para todos los hombres y es la siguiente: para la vida material es la posesión de lo necesario; para la vida moral, es la con-ciencia tranquila y la fe en el porvenir.

El dolor no puede ser evitado, hay que considerarlo como un proceso natu-

ral de la evolución y encararlo como un instrumento de promoción del ser con

Page 6: Conferencias de merchita tomo 7

6

relación a la vida, es la forma eficaz de lograr la alegría, superando sus meca-nismos, desgastantes y los acontecimientos degradantes, que al no ser com-prendidos y aceptados con equilibrio conducen a la infelicidad.

El hombre actual traduce la felicidad en el éxito en la vida, en el campo de

los bienes materiales; sin embargo, cuanto más oro posee, mayor es el riesgo que corre de ser infeliz por estar sus pasos repletos de preocupaciones, dolen-cias, y aun mismo tristezas. La humanidad ya comienza a pensar en otros ca-minos de ventura. El tiempo se encarga de esa transformación, y el dolor es el ángel que nos hace comprender la verdad, que nos libera de los engaños.

Quien coloque a la felicidad como siendo la conquista de títulos y triunfos

mundanos, destaque social y poder, disfrutar de privilegios y dinero, no salió de la periferia inmediatista de los placeres sensuales, que responden por la competitividad y por el desequilibrio de la emoción.

Si pensamos en el pasado del planeta, estudiando los principios de la casa

terrenal, notamos el amor del Creador para con sus hijos. Vemos como era la vida antes, comparando la vida que realizamos hoy; los nuevos descubrimien-tos, para ayudar a mejores días, la mejora de los seres humanos, los grandes misioneros que descendieron a la Tierra para la esperanza y el fortalecimiento de la fe de los compañeros en la carne… ¿No nos está demostrada la existencia de la felicidad?

Es tan grande la bondad de Dios, que junto a las pruebas y expiaciones,

nos envió al Consolador, ayudándonos a sustentarnos en la fe y en la esperan-za. No inducimos a nadie a salir de su religión, más si a que observe bien sus preceptos más profundos sobre la vida espiritual. Si tenemos alguna cosa que decir es que lea los libros espiritas, analizando lo que ellos dicen sobre la vida futura. La verdad no impone; ella expone las leyes naturales, porque solamente ella quedará en pie, sustentando la fe, sino el amor.

Si deseas ser feliz, podrás serlo, porque la felicidad pertenece a todos, sin

embargo, la naturaleza pide tu participación en el esfuerzo de mejorar moral-mente.

Jesús definió con seguridad el concepto pleno de la felicidad, en el conteni-

do del pensamiento “mi reino no es de este mundo” considerando la imperma-nencia de la vida física, la transitoriedad del ser existencial, terrenal, en cons-tante transformación, en su continuo venir a ser.

Page 7: Conferencias de merchita tomo 7

7

La criatura no es lo que se presenta, ni como se encuentra. Ese estado es impermanente es el tránsito para lo que será. En el placer o en el sufrimiento, no es eso, sino se está en eso, concientizándose del habiente en el cual se en-cuentra inmerso.

El empeño en buscar la felicidad conduce a la elección de objetivos fuera

del mundo físico. La meta más allá del mundo se establece como prioritaria, porque, en la vida terrenal, lo que se constituye esencial en una faja etaria, en otra se transforma en una carga pesada, responsable por arrepentimientos y angustias insoportables.

Se torna necesario reflexionar en el periodo de búsqueda de la felicidad la

comprobación de todo lo que es efímero ya que solo así nos elevaremos hacia la felicidad y alcanzaremos la paz intima, y la realización espiritual de nuestro espíritu, que son las condiciones esenciales para culminar el encuentro.

Madurando el individuo irradia del mundo interior el bienestar y pasa a

disfrutar de la felicidad. La reflexión se torna en el frecuente, la oración se hace natural y la meditación es un reconfortante normal. Esto no impide que ten-gamos problemas, pero los dirigimos con equilibrio, sin perturbarnos, sin de-primirnos en ellos. Los problemas solucionados son los que nos proporcionan madurez y armonía interior, porque no nos deprimimos con ellos.

Esperemos y trabajemos ya que la felicidad se aproxima y con nuevos ras-

gos, nos muestra el amor y la caridad en una expresión más digna de alaban-za a Dios, en profunda comunicación con Jesús. La felicidad, , podemos creerlo, se está aproximando con todo su fulgor; no en tanto, es necesario que los hombres entiendan sus deberes, trabajando en la reforma intima, para recibir la visita de esas bendiciones de luz, que quedaran para siempre con los que me-joran y trabajan en la mejoría de los otros.

No tendremos felicidad sin el deber rectamente cumplido, por eso hemos

de reflexionar acerca del deber que la vida encomienda. Lo podemos hallar a todas horas en el escenario de las circunstancias. En la fe que demanda servicio. En el servicio que te exige comprensión. En el carácter que te exige firmeza. En el ejemplo que te demanda disciplina.

Page 8: Conferencias de merchita tomo 7

8

En la disciplina que te exige humildad. En el hogar que te demanda renuncia. En la renuncia que te exige perseverancia. En el camino que te demanda cooperación. En la cooperación que te exige discernimiento. Por más hostiles que se tornen los obstáculos de la marcha no debemos

desviarnos de la obligación que requiere el bien de todos, siempre que podamos y cuanto podamos, sea donde fuera.

A fuerza de comportarse con fidelidad podremos ser tratados de ingratos

y rebeldes, de fanático y locos. Sin embargo, no siempre, optamos por lo justo. No podemos olvidar que en el momento supremo de la humanidad, la ma-

yoría estaban con Barrabas y en contra de Cristo. Entonces cabe al hombre el cumplir con su deber, tomando solo de la tierra

nada más que lo necesario para su manutención, de forma de no apropiarse de la felicidad de los demás, y así alcanzará la verdadera felicidad que como una bendición de Dios, resplandece invariablemente en la conciencia tranquila.

Al agigantarse en el ser la conciencia alcanza la para normalidad superior

y se inter-relaciona con los seres de las fajas espirituales más elevadas, vivien-do en el cuerpo y fuera de él en plenitud.

De esta forma alcanza la iluminación, la bienaventuranza, que son las

máximas expresiones de la felicidad. Entonces su encuentro con la vida espiri-tual pujante se convierte en una fuente perenne de alegría, que se refleja en to-das las cosas y personas.

Por tanto, descubrimos que la conciencia iluminada, es responsable por la

felicidad. En el comienzo es apenas vislumbrada, intuida, hasta tornarse una realidad, sin necesidad de desviarse del mundo.

Todos los seres humanos tenemos derecho a la felicidad y debemos disfru-

tarla, desde sus mínimas expresiones a las más grandiosas en todo el panel de la existencia.

Page 9: Conferencias de merchita tomo 7

9

Con la visión transpersonal de la felicidad, todo y todos deben ser vistos, sentidos y amados como son. La conciencia los absorbe con su estructura. Si la felicidad es el resultado de la inducción externa o de una auto-sugestión, se tornaría en un engaño propuesto y conseguido por el inconsciente.

Si deseas ser feliz, podrás serlo, porque la felicidad pertenece a todos; sin

embargo la naturaleza pide tu participación en tu esfuerzo de mejorarte mo-ralmente. En todas las naciones, se enseñan caminos ciertos, mostrando vías llenas de espinos, más la mayoría de las criaturas, se entretiene, con el bienes-tar breve, con los placeres efímeros.

Limpiemos nuestros sentimientos de sentimientos inferiores, alcanzando

un discernimiento más elevado. La felicidad es aquella que perdona, que olvida las ofensas, que ampara a los débiles, que renuncia en favor de la propia vida, ayudando a los que sufren más.

La felicidad se constituye en hacer caridad, aquella que no exige, que no

maltrata, no calumnia, no tiene odio, porque ella es amor permanente, que sa-le del corazón del ser humano, atendiendo a todo y a todos, en las dimensiones correspondientes. Felicidad es Cristo dentro de nosotros, mostrándonos a Dios en la conciencia…

Franciscos de Asís cuando fue preguntado por uno de sus compañeros para

que hablara sobre la felicidad, dijo: que solamente tenemos noticias de la feli-cidad en la tierra de su belleza de su estado permanente de bienestar. Que de-pende de cada uno, en el pleno ejercicio del perfeccionamiento. Ella no es ni nunca fue dada; es conquistada por el alma que sube el calvario de la vida. La felicidad no se vende ni se compra, es acumulada paso a paso, por las líneas de la oportunidad que la vida nos ofrece en todos los momentos. La felicidad es pues, el conjunto de virtudes acumuladas en el corazón.

Todos somos candidatos a la tranquilidad imperturbable, más, para eso,

tenemos que luchar y vencer la más dura de las batallas, en la guerra con noso-tros mismos, que carece de vigilancia permanente para eliminar a los enemi-gos que mucho conocemos: el odio, la envidia y los celos, la discordia y la male-dicencia, la venganza y el orgullo, el egoísmo etc.… Son frentes de batallas que debemos impedir para vencernos a nosotros mismos y conocer el terreno sa-grado de nuestro corazón.

Existen muchas criaturas que se desaniman en la búsqueda de la felicidad,

por desear disfrutarla de inmediato, un hecho que es impracticable. Ella co-mienza con el simple cambio de pensamiento, descendiendo por las ideas, do-

Page 10: Conferencias de merchita tomo 7

10

minando las acciones, buscando la vivencia, demorando, a veces, un tiempo prolongado. La verdadera felicidad exige, en la vida de cada uno, la pureza de pensamientos, de ideas y de sentimientos, la pureza de corazón, de la palabra y de la vida. Después de conquistar todo es, el clima de la felicidad perfumará nuestro ser, y nunca más la perderemos y ella nos acompañará en el tiempo que se llama eternidad.

Por tanto la felicidad es, una forma de vivir y para que se torne permanen-

te, es necesario que adquiramos el nivel de conciencia del espíritu y esto co-mienza cuando se descubre y se atiende a lo que realmente se desea de la vida más allá de los niveles del gozo y del placer.

Si deseas un mensaje extraído de estas enseñanzas, consulta al amor y

entrégate a él en el servicio a la Humanidad. Avanza tranquilo y feliz, sin más interrogantes o necesidades, porque el amor es Dios que se revela en tu co-razón y en el de todos los hombres.

Piensa en el amor y procura sentirlo. Entrégate al bien, al prójimo, e inevi-

tablemente encontrarás a Dios dentro de ti, que pulsa, ama y te conduce rum-bo a la plenitud.

Trabajo realizado por Merchita Extraído de los libros:

EL SER CONSCIENTE de Divaldo Pereira Franco MAXIMAS DE LUZ de Juan Nunes

RELIGIÓN DE LOS ESPÍRITUS de Chico Xavier

Page 11: Conferencias de merchita tomo 7

11

Page 12: Conferencias de merchita tomo 7

12

ORACIÓN RECURSO PARA HABLAR CON DIOS

La oración es una elevación por encima de las cosas terrenas, una ardiente invocación, un transporte, un batir de alas hacia las regiones que no turban los murmullos y las agitaciones del mundo material, y donde el ser obtiene inspi-raciones que le son necesarias. Cuanto más poderoso es su transporte, cuanto más sinceras es la invocación, más distintas y más claras se revelan las armon-ías, las voces y las grandezas de los mundos superiores. Es como una gran ven-tana que abrimos hacia lo invisible, hacia lo infinito, y por donde percibimos mil impresiones consoladoras y sublimes, nos impregnamos con bellas emana-ciones y nos embriagamos y sumergimos en ellas como en un baño fluídico ge-nerador.

Cuando nuestras almas están enternecidas, conmovidas por un sentimien-

to profundo, por el espectáculo de lo infinito, bien sea a la orilla del mar, en la claridad del día, bajo la luz de la luna con sus relucientes estrellas, en los cam-pos, bajo el verdor de un césped frondoso, en el silencio de nuestra habitación, en un lugar apartado donde estemos tranquilos, serenos, es cuando podemos orar, y conmovidos y emocionados sentir deslizarse en nuestro rostro las la-grimas, que nos hacen doblar nuestras rodillas y brotar de nuestro corazón un cantito de amor o un grito de adoración hacia Dios Huya Eterno que dirige nuestros pasos por el borde de los abismos.

Es como cuando lanzamos una piedra al agua, y vemos vibrar en la super-

ficie ondulaciones concéntricas. Así es el fluido universal se pone en vibración por nuestras oraciones y nuestros pensamientos, con la diferencia de que las vibraciones de las aguas son limitadas y los fluidos Universal se suceden hasta lo infinito. Si pudiéramos medir el efecto producido por una oración ardiente, por una voluntad generosa y enérgica sobre los desdichados, nuestras plega-rias se elevarían a menudo hacia los desheredados, hacia los abandonados del Espacio, hacia aquellos en los que no se piensa y que están sumidos en un taci-turno desaliento.

La oración es el roció divino que destruye el excesivo calor de las pasiones;

hija primogénita de la fe nos lleva al sendero que conduce a Dios. El primer deber de toda criatura humana, el primer acto que debe señalar

para ella la vuelta a la vida activa del día, es la oración. La oración del cristiano, del espirita, de cualquier culto debe elevarse

humilde al Señor, para recomendar su debilidad, pedirle apoyo, indulgencia y

Page 13: Conferencias de merchita tomo 7

13

misericordia. Debe ser profunda, porque es el alma la que debe elevarse hacia el Creador, la que debe transfigurarse como Jesús en el monte Tabor, y volverse blanca y radiante de esperanzas y de amor.

La oración debe encerrar la súplica de las gracias que sean necesarias, de

una realidad evidente. Es inútil pedir al Señor que abrevie nuestras pruebas, que nos facilite los goces y las riquezas; los bienes más preciosos que el hombre puede pedir son la paciencia, la resignación y la fe.

La oración, es ante todo, una actitud mental de la criatura con su Creador.

La oración se divide en tres etapas, en las cuales el ser dilata sus percepciones y amplia su capacidad de entendimiento en relación así mismo y a Dios.

La oración antes que nada, es un acto de alabanza al Padre, el creador de

todas las horas, Fuente Augusta de todas las cosas, Progenitor Soberano de donde todo procede y hacia cuya grandeza todo marcha…

La alabanza es una expresión de cariño, y reconocimiento que debe fluir

del ser, a fin de producir una sintonía a través de la cual transiten los senti-mientos de exaltación del bien, para abrirse en un ruego a favor de las legiti-mas necesidades, aquellas que son indispensables para una existencia feliz y correcta en el mundo, cuya transitoriedad constituye, por si misma, una adver-tencia y una invitación a la humildad.

No siendo el cuerpo más que una vestimenta, el uso desgasta con facilidad

esa estructura, y su extinción señala, inesperadamente, la conclusión de la eta-pa para el cual fue elaborado.

Saber pedir es un arte, la petición no debe constituir nunca una imposición

apasionada o un capricho que no merece consideración. La plegaria debe revestirse con la emoción de la confianza y el reconoci-

miento, en una postura a través de la cual, una vez encaminada la petición, su concesión dependerá de valores que no pueden ser conocidos por el solicitan-te, y su respuesta, cualquiera que sea, se aceptará con alegría…

El hombre aun no está capacitado para saber lo que le conviene para su

crecimiento espiritual, su felicidad real, el hombre solicita lo que le parece más importante. No obstante, solo el Padre sabe lo que es más valioso para el hijo que está adquiriendo experiencias.

Page 14: Conferencias de merchita tomo 7

14

Debido a esta realidad, El no siempre concede lo que se le pide y conforme se quiere, sino aquello que puede contribuir al bien legitimo del ser.

Entonces la oración debe revestirse de tres actos consecutivos: alabar, pe-

dir y agradecer confiando. El exceso de palabras, el modo como se piden, con palabras revestidas de

ideas, es que la oración adquiere valor. Es por la entereza del contenido y por el sentimiento que lo acompaña que alcanza más fácilmente los divinos oídos, y, al mismo tiempo, conduce de regreso la respuesta celeste.

La oración, en los círculos del Cristianismo, se caracteriza por una gradua-

ción infinita en sus manifestaciones, porque existen creyentes de todos los ma-tices en los variados cursos de la fe.

Los seguidores inquietos reclaman la realización de propósitos inconstan-

tes. Los egoístas exigen la solución de caprichos inferiores. Los ignorantes del bien llegan a rogar el mal para el prójimo. Los tristes piden la soledad con ociosidad. Los desesperados la muerte. Innumerables beneficiarios del Evangelio imploran eso o aquello, con alu-

sión a la marcha de los negocios que le interesan en la vida física. En suma bus-can la fuga. Anhelan solamente la distancia de la dificultad del trabajo, de la lucha digna.

Jesús soporta, paciente todas las filas de candidatos de su servicio, de su

iluminación, extendiéndole manos benignas, tolerándole las quejas inmereci-das y las lágrimas inoportunas. Sin embargo, cuando acepta a alguien en el discipulado definitivo, algo acontece en lo íntimo del alma contemplada por el Señor.

Cesan las rogativas ruidosas. Se calman los deseos tumultuosos, se convierte la oración en trabajo edifi-

cante.

Page 15: Conferencias de merchita tomo 7

15

El discípulo nada reclama. Y el Maestro respondiéndole a las oraciones, le modifica la voluntad, todos los días, alejándole del pensamiento los objetivos inferiores…

El corazón que se une a Jesús es un siervo alegre y silencioso. La verdadera oración no debe ser recitada, sino sentida. No debe ser un

cómodo movimiento de los labios, revestido de bellas palabras, sino una expre-sión de sentimiento vivo, real, con el fin de que realicemos una legitima comu-nión con la Espiritualidad Mayor.

La oración es una conversación que entablamos con Dios, Nuestro Padre;

con Jesús, Nuestro Maestro y Señor y con nuestros amigos espirituales. Es un dialogo silencioso, humilde, contrito, revestido de unción y fervor, en que el hijo, pequeño e imperfecto, habla con el Padre, Poderoso y Bueno. Perfección de las Perfecciones.

Cuando el espírita ora, sabe, por anticipado, que su oración no hace modi-

ficaciones en la ley, que es inmutable, lo que si consigue es que se altere su mundo intimo, el cual se fortifica, valerosamente, de manera que afronta con gallardía las pruebas; y estas se atenúan al influjo de la comunión Espiritual Superior.

Jesús definió, claramente, la manera correcta de orar, que puede ser en-

tendida como las cualidades que una oración debe tener: El nos recomienda que, cuando oremos, no nos debemos poner en evidencia, sino orar en secreto. Que no es por la multiplicidad de las palabras que seremos atendidos, sino por la sinceridad de ellas. Nos recomienda también, perdonar cualquier cosa que tengamos contra nuestro prójimo, antes de orar, para que nuestra oración sea agradable a Dios. El esclareció que la oración debe estar revestida de humil-dad, procurando ver los propios errores y no los del prójimo.

En el aislamiento, la oración fluye con mayor madurez, sin interferencias,

sin preocupaciones con formulas y formas, favoreciendo la comunión legitima con la Espiritualidad.

Lo esencial no es orar mucho, sino orar bien. Las oraciones muy largas,

además de cansar, pueden revelar una forma de ostentación, que es siempre contraria a la humildad. Otra cualidad de la oración es el ser inteligible.

Aquel que ora sin comprender lo que dice, se habitúa a dar más valor a las

palabras que a los pensamientos; para el las palabras son eficaces, aunque el

Page 16: Conferencias de merchita tomo 7

16

corazón no participe. La principal cualidad de la oración es que sea clara, sim-ple y concisa. Sin fraseología inútil, ni lujo de epítetos, que no dejan de ser ves-timentas de lentejuelas; cada palabra debe tener su alcance, despertar un pen-samiento, mover una fibra; en una palabra, debe hacer reflexionar, solo con esta condición la oración puede alcanzar su objetivo, de lo contrario no pasa de ser un ruido.

La oración debe ser siempre espontánea, nacida en el corazón. No debemos

olvidar que la intención es todo para Dios. El más perfecto modelo de concisión en el caso de oración es, sin duda, la Oración Dominical (El Padre Nuestro) es una verdadera obra prima de sublimidad en la simplicidad. Bajo la más redu-cida forma, esa oración resume todos los deberes del hombre para con Dios, para consigo mismo y para con el prójimo.

El Padre Nuestro debe ser visto no solo como una oración, sino también

como un símbolo que debe destacar por encima de cualquier oración, sea por-que procede del propio Jesús (Mateo:6,9 y 13) sea porque puede suplir a todas conforme sean los pensamientos que se le conjuguen:

Siendo la oración una llamada, evidentemente somos llevados, de acuerdo

con las instrucciones de los Bienhechores Espirituales, a clasificarlas de varios modos.

En primer lugar, tenemos la oración vertical, es decir, aquella que expre-

sando aspiraciones realmente elevadas, se proyectan en dirección de lo más Alto, y está dentro de los mencionados principios de afinidad recogidos por los Misioneros de las Esferas Superiores.

En segundo lugar, tenemos la oración horizontal, traduciendo deseos vul-gares (…) encontrará resonancia entre aquellos Espíritus aún ligados a los problemas terrestres.

La oración descendente, que no se le da la denominación de oración, susti-

tuyéndola por invocación (…) En la invocación la llamada recibirá la respuesta de entidades de bajo tenor vibratorio. Son los petitorios inadecuados, expre-sando desespero, rencor, propósitos de venganza, ambiciones etc. La oración es vertical, horizontal o descendente, en relación al potencial mental de cada per-sona que ora, o de los sentimientos que ella expresa.

La oración, cualquiera que ella sea, es acción provocando reacción que le

corresponde. Conforme sea su naturaleza, parará en la región que fue emitida o se elevará, más o menos, recibiendo la respuesta inmediata o remota, según las finalidades a que se destina. Deseos banales encuentran realización horísi-

Page 17: Conferencias de merchita tomo 7

17

ma en la propia esfera que surge. Impulsos de expresión algo más noble son amparados por las almas que se ennoblecieron. Ideales y peticiones de signifi-cación profunda en la inmortalidad remontan a las alturas.

Cada oración, tanto como, cada emisión de fuerza, se caracteriza por de-

terminado potencial de frecuencia y todos estamos cercados por inteligencias capaces de sintonizar con nuestra llamada, a la manera de estación receptora.

Es muy importante la oración en la reunión mediúmnica, es por la oración

que el hombre atrae el concurso de los Buenos Espíritus, que vienen a susten-tarlo en las buenas resoluciones e inspirarle buenos pensamientos. Así adquie-re el la fuerza necesaria para vencer las dificultades y entrar en buen camino, si de este se hubiera apartado.

El día de la reunión mediúmnica, por lo menos durante algunos minutos,

horas ante de los trabajos, sea cual sea la posición que se ocupe en el conjunto, debe dedicarse el compañero de servicio, a la oración y a la meditación en su propio hogar. Conectar el pensamiento con lo Alto. Retirarse, en espíritu, de las vulgaridades del día a día y ore, buscando la Inspiración de la Vida Mayor. Re-flexiones, que en breve tiempo, estará en contacto, aunque ligero, con los her-manos domiciliados en el Mundo espiritual (…)

El Espiritismo aconseja el habito de la oración antes y después de sus reu-

niones: Si el Espiritismo proclama su utilidad, no es por el espíritu de sistema, sino porque la observación permitió constatar su eficacia y el modo de acción.

La oración antes de la reunión debe ser cortita, ya que hay entidades en

angustiosa espera de socorro, en el aspecto de enfermo desesperado. Recla-mando medicación substancial.

La oración tiene el poder de calmar al espíritu comunicante desequilibra-

do, suministrándole fluidos saludables para su armonización intima. Como la oración es la expresión más alta y más pura del pensamiento tra-

za una vía fluídica, que permite a las Entidades del Espacio descender hasta nosotros y comunicarse; en los grupos constituye un medio favorable para la producción de los fenómenos de orden elevado, al mismo tiempo preserva con-tra los malos Espíritus.

El médium que desee servir en la siembra debe hacer de la oración su ali-

mento diario, porque, cuanto más importante sea la tarea que este ejecutando, mayor será el asedio que lo experimentará.

Page 18: Conferencias de merchita tomo 7

18

Constantemente cada ser recibe trillones de rayos de variado orden y emi-

timos fuerzas que nos son peculiares y que van a actuar en el plano de la vida, a veces en regiones muy apartadas de nosotros.

El vampirismo espiritual existe, la oración es el más eficiente antídoto con-

tra el vampirismo. la criatura que ora, movilizando las propias fuerzas, realiza trabajos de inexpresable significación. Semejante estado psíquico revela fuer-zas ignoradas, revela nuestro origen divino y nos coloca en contacto con las fuentes superiores. Dentro de esa realización, el espíritu, de cualquier forma, puede emitir rayos de espantoso poder.

En ese círculo de permuta incesante, los rayos divinos, expedidos por la

oración santificadora, convirtiéndose en factores anticipados de cooperación eficiente y definitiva en la cura del cuerpo, en la renovación del alma e ilumina-ción de la conciencia. Toda oración elevada es manantial de magnetismo crea-dor y vivificante y toda criatura que cultiva la oración, con el debido equilibrio del sentimiento, se transforma, gradualmente, en foco irradiante de energías de la Divinidad

Debemos orar por los Espíritus desdichados, orar con compasión y con

amor es una de las formas más eficaces de la caridad. Todos podemos ejercerla, cuando oramos para nuestro prójimo, para los infortunados y enfermos, cuan-do lo hacemos de corazón recto y con una fe ardiente, puede producir saluda-bles efectos. Aun cuando las leyes del destino le pongan un obstáculo, aun cuando el sufrimiento haya de ser soportado hasta el final, la oración no es in-útil. Los fluidos bienhechores que lleva en si se acumulan para esparcirse.

Se cuenta que una pobre señora, con visible aspecto de derrota estampado

en el rostro, entró en un almacén, se acercó al propietario, conocido por su tra-to grosero, y le pidió fiado algunas provisiones.

Ella contó que su marido estaba muy enfermo y no podía trabajar y que

tenía siete hijos para alimentar. El dueño del almacén se burló, y le pidió que se retirara de su estableci-

miento. Pensando en la necesidad de su familia ella imploró: "Por favor señor, le traeré el dinero en cuanto lo tenga...” Pero el hombre le contestó que ella no tenía crédito ni cuenta en su comer-

cio.

Page 19: Conferencias de merchita tomo 7

19

De pie, en el mostrador al lado, un cliente que escuchaba la conversación entre los dos, se aproximó y le dijo al dueño del almacén que debería darle a esa mujer lo que ella necesitaba para su familia, pues correría por su cuenta.

Entonces el comerciante le dijo titubeando a la pobre mujer. "¿Tiene usted una lista de provisiones?" "Sí", ella le contestó. "Muy bien, ponga la lista en la balanza y le daré lo que ella pese en provi-

siones". La pobre mujer vaciló un momento y con la cabeza baja, retiró un trozo de

papel, escribió algo y lo depositó suavemente en la balanza. Los tres se admiraron cuando el plato de la balanza que tenía el papel bajó

y allí permaneció. Completamente admirado con el fiel de la balanza, el comerciante giró len-

tamente hacia su cliente y comentó contrariado: "¡No puedo creerlo!" El cliente se sonrió y el hombre empezó a poner las

provisiones en el otro plato de la balanza. Como el fiel de la balanza no se equilibraba, él continuó poniendo más y

más provisiones hasta que no cabía nada más. El comerciante se detuvo por unos instantes mirando para la balanza, intentando entender lo que había su-cedido... Finalmente, tomó el trozo de papel de la balanza y se espantó al ver que no era una lista de compras sino una oración que decía así:

"Mi Señor, usted sabe mis necesidades y estoy dejando esto en sus manos..." El hombre le entregó las mercaderías a la pobre mujer en silencio absolu-

to. Ella agradeció y se marchó. El cliente pagó la cuenta y dijo: "ha valido cada centavo..." Solamente más tarde el comerciante pudo darse cuenta que la balanza se

había roto, en ese momento entendió que sólo Dios sabe cuánto vale una ora-ción...

Page 20: Conferencias de merchita tomo 7

20

Muchos nos hemos olvidado del poder de la oración en los momentos de di-ficultades.

Generalmente lo único que hacemos es lamentar la situación y dudar del

amparo divino. Sin embargo, Jesús, el Maestro por excelencia, buscaba elevar el pensa-

miento al Padre, en muchos momentos de su existencia en la Tierra. Y varias veces para rogar por la humanidad entera.

El rezo debería ser nuestra primera actitud en las horas difíciles y también

en los momentos de felicidad. En dificultad, para rogar fuerzas y discernimien-to y en la alegría para agradecer.

Al fin de cuentas, la oración es la puerta que abrimos para comunicarnos

con las fuerzas superiores que, en última instancia, vienen del Creador del uni-verso.

¡Piense en esto! La oración tiene el valor que nuestra emoción le da. Solamente la oración impulsada por el sentimiento y por la verdadera fe,

alcanza su objetivo. Puede ser solamente una frase, una palabra, o simplemente un gesto de

humildad. Dios, que sabe de nuestras intenciones más secretas, siempre atenderá de

acuerdo con nuestros méritos y necesidades. Oremos amigos míos, no perdamos nunca la esperanza en que todo pa-

sará, que la vida es un corto viaje, y que debemos hacerlo con los valores mate-riales y sobre todo con los espirituales, los materiales ayudan al cuerpo, los es-pirituales fortalecen nuestra alma, quizás muy agotada, solo quedara aquello que es realmente valioso y una oración es algo que vibra en el mundo que no vemos, y que se queda como una construcción de las que nunca desaparecen, porque es nuestra conversación particular establecida con Dios, Ser Supremo del Universo, que guarda celoso las cartas de sus hijos, escritas con el corazón y elevadas con el sentimiento, son muestras palpables de que lo reconocieron y buscan afanados su ayuda, ellas un día al leerlas al otro lado, veremos sus efec-tos y nos llenaran de alegría, porque nos recordarán los atavismos que pasa-

Page 21: Conferencias de merchita tomo 7

21

mos y de los cuales salimos airosos gracias a ese alimento espiritual que nos sirvió de ayuda. Alabando así a Nuestro Padre, reconociendo su auxilio, y emo-cionados cantaremos hosannas de alegría.

Trabajo realizado por Merchita Extraído del libro de León Denis (después de la Muerte) Del Evangelio de Allan Kar-

dec (Por los Caminos de Jesús de Divaldo Pereira Franco)Y del Estudio de la Mediúmni-dad. Y de la inspiración de Merchita

(Historia recibida por correo electrónico, autor desconocido)

Page 22: Conferencias de merchita tomo 7

22

Page 23: Conferencias de merchita tomo 7

23

LA DESENCARNACIÓN

El hombre consciente de las realidades de la vida considera la desencarna-ción como irrecusable invitación a la anticipada preparación del viaje que, ine-vitablemente, realizara.

Cuidadosas estadísticas esclarecen que, en cada minuto, en la tierra, des-

encarnan 75 personas, en un total aproximado de 40 millones anualmente... La barrera que oculta el Mundo Espiritual es muy frágil y se rompe in-

conscientemente, sonando para cada conciencia el instante propicio del des-pertar más allá del cuerpo.

Muchos, avisados sobre el Más Allá, desperdician excelentes ocasiones de

crecimiento íntimo, abrigando la duda y la inseguridad en que se complacen, dementes e inquietos...

...Y despiertan más tarde, ligados a los hilos del pavor, en indescriptible

estado de perturbación. Muchos moribundos que disponen de voz, antes del gran coma, preparan

despedidas y profieren adioses, presentando las “últimas voluntades” con las cuales se vinculan, después de la partida, a los que tornaron cómplices al aten-derlos, alargando la enfermedad en los tejidos sutiles del periespíritu y gene-rando delicados procesos de obsesión pertinaz en los que quedaron.

Algunos que no pudieron expresar sus pensamientos atormentados del le-

cho de agonías, se remuerden en los arrepentimientos y tartamudean mental-mente, sin embargo...

Otros, ante el mensaje aviso desencarnatorio se preparan apresurada-

mente, para despejar la mente sombreada de remordimientos, exponiendo los errores en que incidieron y ruegan perdón... mientras tanto, si recuperan la sa-lud por impositivo de la continuidad de las luchas en la forma física, retornan a los viejos sitios donde se complacían, recomenzando, ávidos, el comercio con la locura a que se entregaron...

Jesús, el Operario Incansable, llegando la hora del encuentro con Dios, no

pronuncio en la Cruz, quejas o recriminaciones, lamentos o petitorios y estando tranquilo por la tarea bien cumplida “ entrego el Espíritu a las manos del Padre

Page 24: Conferencias de merchita tomo 7

24

“, serenamente, inaugurando, luego, con su Resurrección Gloriosa tras el Túmulo, la Era nueva del espíritu inmortal.

Él nos quiso decir, que vivamos correcta conducta ante la desencarnación,

porque también nosotros, resucitaremos después de la muerte. El destino de casi todos en la Tierra es seguir arduo camino con los pies

desgarrados por las piedras y las Azexas. Un Espíritu vestido de negro guía nuestros pasos, es el dolor, dolor santo, que debemos bendecir, pues solo él sa-cudiendo nuestro ser, le libera de las bajas inclinaciones y le hace apto para sentir lo que es verdaderamente noble y hermoso.

Estas enseñanzas hacen perder a la muerte todo carácter espantoso; la de-

ja reducida a una transformación necesaria, a una renovación. En realidad na-da muere. La muerte no es más que aparente. Solo la forma exterior cambia; el principio de la vida – el alma – continúa en su unidad permanente, indestructi-ble.

Más Allá de la tumba, el alma, se recobra, ella y su cuerpo fluídico, en la

plenitud de sus facultades, con todas sus adquisiciones: luces, aspiraciones, vir-tudes, potencias, con las que se enriqueció durante sus existencias terrenas. He aquí los bienes imperecederos de que nos habla el Evangelio cuando nos dice: “Ni los gusanos ni el moho los corroen y los ladrones no pueden arrebatárnos-lo”. Estas son las únicas riquezas que nos es posible llevar con nosotros y utili-zar en la vida del porvenir.

El Cristianismo es la Religión de la Inmortalidad. Sin esta no se comprende

la Misión de Jesús, no se puede absolutamente comprender su pensamiento In-timo.

La pérdida irreparable del Maestro consternaba el corazón de sus discípu-

los, cuando las potestades superiores rasgan el velo de la muerte y se aparece a Magdalena a descubrirle los misterios de la Vida del Más Allá en su pujanza.

Seguido a esta aparición, se manifiesta, también el recién muerto, que,

demostrando así el proseguimiento de su existencia, recomienda, a su media-dora, dar cuenta a sus discípulos, de aquella manifestación, para que también así ellos se aseguraran, porque, como ya les había dicho, el discípulo debe ser como el Maestro. La Resurrección es la vida, y la Vida se manifiesta en el hom-bre y al hombre.

Page 25: Conferencias de merchita tomo 7

25

Jesús es la Vida porque se manifiesta vivo a los hombres para que los hom-bres comprendieran que el túmulo no es el fin: Jesús es la resurrección.

El espíritu vive, insistimos, la muerte no es más que una transformación

para un estado mejor. No hay muerte, nadie se equivoque. Solo hay vida, donde quiera que se detenga el pensamiento.

De la descomposición pestilencial de la materia surgen multiplicadas for-

mas complejas de vida. Muere el gusano en histólisis de desagregación para surgir la mariposa en histogénesis admirable...

Muere el semen para formar el cuerpo... muere el cuerpo para que se libere

el espíritu, que del se utiliza como de un vehículo en peregrinación purificado-ra.

La muerte constituye, un dolor muy grande, cuando arrebata al ser queri-do, retirándolo de la convivencia y de la ternura de los que lo aman...

La ausencia del cuerpo no impide, la presencia del ser, desagregado en la

forma, más, sin embargo, no destruido en la esencia. Desencarnar es desembarazarse de la carne. Morir literalmente, significa

cesar de vivir. Es un cambio de estado, la destrucción de una forma frágil que ya no proporciona a la vida las condiciones necesarias para su funcionamiento y su evolución.

El rompimiento del lazo fluídico que lo unía al cuerpo es la causa de la ex-

tinción de la vida orgánica. Esa separación nunca es brusca. El fluido periespi-ritual poco a poco se desprende de todos los órganos, la separación solo es completa y absoluta cuando no reste ningún átomo del periespíritu unido a una sola molécula del cuerpo.

Cuando comprendemos la vida futura, el temor de la muerte disminuye,

aguardamos el fin con calma, resignados y serenamente. La certeza de la vida futura da otro curso a las ideas, otro hito al trabajo.

La certeza de reencontrar a los amigos después de la muerte, de reanudar

las relaciones que tuviésemos en la tierra, de no perder un solo fruto de nuestro trabajo, de engrandecernos incesantemente en inteligencia, perfección, nos da paciencia para esperar y coraje para soportar las fatigas transitorias de la vi-da terrestre.

Page 26: Conferencias de merchita tomo 7

26

Él haber penetrado con el pensamiento en el mundo espiritual y haber hecho de la una idea lo más exacta posible, nos hace liberarnos del temor a la muerte.

Somos viajeros de la Eternidad realizando nuestro propio progreso de eta-

pa en etapa, las experiencias vividas en cada jornada carnal establecen los me-canismos de la evolución, con referencia a la próxima, facilitándonos un inter-minable desarrollo.

Desde que fuimos creados, sufrimos las incesantes transformaciones que

nos hacen surgir, rompiendo las mazmorras en que nos encarcelamos y crece-mos buscando el destino eterno, que aun no nos es dado vislumbrar, por falta de recursos y aptitudes que nos capaciten al entendimiento, profundo.

Morimos o desencarnamos conforme hemos vivido. Nuestros pensamientos

y actos son los tejedores responsables por el desenlace final del Espíritu del cuerpo.

El desprendimiento se verifica gradualmente y con una lentitud variable,

según los individuos y las circunstancias de la muerte. Las ligaduras que unen el alma al cuerpo solo se rompen poco a poco, y tanto menos rápidamente cuanto más material y sensual fue la vida.

En el momento de la muerte, el alma esta en confusión, necesita de algún

tiempo para reconocerse. Esta como aturdida, en el estado de un hombre que sale de un profundo sueño y que se esfuerza en darse cuenta de su situación. La lucidez de las ideas y la memoria de lo pasado le vuelven a medida que se bo-rra la influencia de la materia de que acaba de desprenderse y que se disipa la especie de niebla que oscurece sus pensamientos.

El tiempo de la turbación que sigue a la muerte es muy variable; puede ser

de algunas horas solamente, así como de muchos años. Es menos largo en aque-llos, que cuando Vivian, se identificaron, con su estado futuro, porque com-prendieron inmediatamente su situación, y más largo cuanto más apegados a la materia vivieron.

La sensación que experimentan en el momento de la muerte es variable

también. La turbación que sigue a la muerte nada tiene de penoso para el hom-bre de bien; es como la que acompaña a un despertar apacible. Para aquel cuya conciencia no es pura y que tuvo más afecto a la vida material, que a la espiri-tual es desasosegada y llena de angustias que aumentan a medida que se va

Page 27: Conferencias de merchita tomo 7

27

reconociendo, porque entonces se apodera del, el miedo y una especie de terror en presencia de lo que ve y sobre todo de lo que presiente.

En su nueva situación, el alma ve y oye lo que veía y oía antes de la muerte,

pero ve y oye además cosas que se sustraían a la tosquedad de los órganos cor-porales; tiene sensaciones y percepciones que nos son desconocidas.

Se dice muchas veces, que la vida futura no se sabe lo que en ella pasa,

porque nadie ha vuelto para relatarlo. Esto es un error, porque precisamente los que están allí son los que vienen a darnos sus instrucciones, y Dios le permi-te más que en otra época alguna, como advertencia ultima dada a la increduli-dad y al materialismo.

Conversemos sobre la desencarnación con nuestra familia, sin sentimien-

tos ridículos y sin indiferencia. Todos somos conscientes de que cada día nos estamos aproximando al ^más Allá.

La desencarnación de los seres queridos, tanto hoy como mañana, nos en-

contrara frente a frente. Es considerable el dolor, el desencanto o incluso la sorpresa que se deberán abatir sobre los corazones.

Nadie dudara del dolor que muestran los que conducen al sepulcro el des-

pojos de los que rompieron los grilletes de la carne, dirigiéndose al país de la Verdad, despidiéndose de los vínculos de la materia.

Después de la muerte, los seres amados reciben, donde se encuentren vi-

vos, los dardos de la rebelión negativa para ellos como también los recuerdos afables del amor.

El pensamiento es fuerza vital gravitando en el Universo. Es un imán pode-

roso, manteniendo su propia fuerza y atrae las ondas semejantes que en él se fijan o a las cuales se liga.

Por eso, debemos recordar a nuestros muertos con alegría y ternura, aun-

que nos parezca paranoico. La muerte no visita solo nuestro hogar. Pasa por todas las puertas, invariablemente.

Si amamos conforme decimos, debemos atestiguarlo con nobleza y no por

medio de la insensatez. Una memoria que inspira desesperación, realmente no fue útil ni noble. Solamente el amor verdadero inspira ánimo y confianza, alegría y esperanza.

Page 28: Conferencias de merchita tomo 7

28

Si nos colocamos en el lugar de quien partió y consideramos la forma como nos sentiríamos si fuéramos la causa del infortunio de la persona que diciendo amarnos, piensa en huir, en vengarse, en abandonar la vida...

Reflexionaríamos mejor y transformaríamos el dolor en flores de alegría,

conservando la certeza de que el mañana traerá nuestro reencuentro con aquel que amamos.

En la familia Cristiana, que aprendió las lecciones de la resurrección y de

la vida de ultratumba, las ideas de la miente no deberán promover ninguna ruina, en la vivencia común, por la comprensión de que la vida persiste exube-rante más allá de los lazos carnales.

El entendimiento de la muerte, que aprendemos a llamar – con el pensa-

miento espirita – la desencarnación, no hace más que dislocarnos de un sector para otro, o sea, de los tejidos de la densificada materia hacia la tejedura del Espíritu.

En la vida familiar, aprendemos a tener respeto para los que se van, sin

que el dolor se incline hacia el ridículo excesivo, de los disparates emocionales. Evitaremos, pasadas las horas de tensión emocional y de amargura compren-sible, que el sufrir se vuelva elástico, por medio de las evocaciones torturantes e inconsolables.

Cuando recordemos a los seres que partieron al más allá, busquemos los

momentos de cariño, de trabajo, de alegrías, de amor, que con ellos hayamos convivido.

Cada vida es un libro abierto, rico de experiencias y lecciones de las cuales

se pueden retirar provechosas enseñanzas para la realización interior. Aun en las existencias humanas más oscuras fluye un manantial de alto valor, si sa-bemos evaluar las realizaciones y sufrimientos, las luchas y renuncias, los es-fuerzos y los silencios vividos para la adquisición de la felicidad, según el pare-cer de la criatura.

En un vetusto y noble hospital, había un paciente que llegaba a su fin, en el

plano físico. En el pabellón de los indigentes, en un apartamento bien decorado, se debatía en las garras de la tuberculosis pulmonar, un señor de aproxima-damente sesenta años.

Había un buen ambiente, en la habitación, con una amplia ventana abierta

en la dirección del bosque, en la montaña, por donde entraba la claridad del

Page 29: Conferencias de merchita tomo 7

29

día, todo contrastaba terriblemente con la psicosfera allí reinante, irrespirable, en la cual se movían Espíritus vicioso, ostentando mascaras de agresividad, con actitudes visiblemente hostiles. Confabulaban irónicos, y se referían al mori-bundo con animosidad no disimulada.

El señor era propietario de inmenso latifundio próximo. Heredero de una

inmensa fortuna y grandes propiedades de tierra, ha vivido inconforme, ingi-riendo vibraciones de baja calidad, a las que se hace merecedor, en razón de su temperamento irascible y rudo.

Internado casi cinco años, sin que la enfermedad pudiera ser vencida, pese

a los cuidados de todos los que le asisten con el desvelo que su dinero puede comprar. Tirano domestico, torno en un continuo tormento la vida de la esposa y de los dos hijos, hoy adultos; hace ya bastante tiempo. El enfermo, veía la in-diferencia de los suyos, reaccionando con cólera y mortificándose por no poder descargar, con su réplica, la maldad del inconformismo sobre aquellos que pa-decieron su imposición familiar. Se rebelaba ante la proximidad de su muerte, por el hecho, de dejar el inmenso patrimonio que preservara y aumentara con ambición y avaricia.

No obstante, sus dolores no se terminaran, cuando cesen los movimientos

físicos, las presencias espirituales que lo rodeaban, son de pésima procedencia y tenían motivos para hacerlo.

Unos son adversarios personales de vivencias anteriores, otros fueron ad-

quiridos en la actual encarnación, y otros, todavía proceden de simpatizantes y amigos de aquellos a quien él perjudicó más recientemente, que desean el ex-terminio del personaje odiado.

Sembrador de males, recoge ahora los primeros frutos amargos de su

plantación. A pesar de las plegarias de las religiosas que le cercan de desinte-resado cariño, conociéndole las flaquezas y defectos morales, no lucia la paz ni se encontraba esperanza... la alucinación se apodero del, le hizo apartarse de Dios, de cualquier sentimiento religioso.

El enfermo en agonía, debatiéndose en la campana de oxigeno, la mirada

enloquecida, la disnea violenta. Dejaba ver un hilo de sangre viva que le escurr-ía por la comisura de los labios. La tos impertinente, cansina, le obligaba a ex-peler chorretones sanguíneos que le hacían revolcarse en punzante aflicción. Una religiosa oraba, mientras que una experimentada enfermera le asistía aguardando el momento final, ya próximo.

Page 30: Conferencias de merchita tomo 7

30

En razón de sus actitudes, nuestro enfermo pasó a sufrir el cerco de las en-tidades perversas que interferían en su comportamiento mental con las natu-rales reacciones psicológicas y humanas.

Las personas pasaron a lanzarle, flechazos mentales, deseándole la ruina,

la infelicidad, la muerte. A medida que los minutos pasaban, el agonizante, da-ba muestras de mayor sufrimiento, padeciendo estertores y emitiendo pensa-mientos de ira mal contenida contra todos y todo.

El sudor abundante y el colapso periférico, con el entorpecimiento y el

amoratar de las extremidades del cuerpo, denotaban que no podía más luchar, en cuanto que el Espíritu permanecía lucido, en la desbaratada fabrica mental, amarrándose a los despojos que se negaban al comando.

Uno de los más terribles obsesores que le afligía, le intentaba desgarrar

del cuerpo. El desencarnado percibió que su hora había llegado y, aterrado ba-jo la asfixia, se debatía, intentando gritar, sin embargo, la tos ronca le venció con brutal hemoptisis, impidiéndole la respiración, victimándole definitiva-mente.

Comenzaba para el enfermo, doloroso y prolongado periodo de reparación,

en el cual el dolor desempeñará el papel que él no permitió fuese realizado por el amor. El tiempo, ese benefactor ignorado y paciente, se encargara de ajustar y poner en sus debidos lugares todo cuanto se encuentra en desconcierto y des-equilibrio.

Conforme vivimos, así desencarnamos experimentando las presencias es-

pirituales con los cuales nos afinamos y atraemos, de la misma forma que los sentimientos cultivados se transforman en amarras constrictoras o en alas de liberación.

La desencarnación es momento grave para todos los Espíritus que no prac-

tican el bien, felices aquellos que se dan cuenta de los deberes a ejecutar y se fatiguen en los esfuerzos por la edificación de la responsabilidad activa sin me-canismos exculpatorios o justificaciones livianas, destituidos de cualquier legi-timidad...

Es razonable que comprendamos la sustancia de los actos que practicamos

diariamente. Aunque estemos obedeciendo a ciertos reglamentos del mundo, que nos compelen a determinadas actitudes, es imprescindible examinemos la cualidad de contribución personal en el mecanismo de las circunstancias, por-que es de ley de Dios que toda sembradura se desenvuelva.

Page 31: Conferencias de merchita tomo 7

31

El bien siembra la vida, el mal siembra la muerte. El primero es movimien-to evolutivo en la escala ascendente hacia la Divinidad, el segundo es el estan-camiento.

Solamente el bien puede conferir el galardón de la libertad suprema, re-

presentando la llave única susceptible de abrir las puertas sagradas del infini-to al alma ansiosa.

Tengamos, pues, suficiente cuidado en nosotros, cada día, porque el bien o

el mal, habiendo sido sembrado crecerá junto a nosotros, de conformidad con las leyes que rigen la vida.

Si la hora que vivimos en la tierra nos parece de sombra e inquietud, como

aquellas que preceden a la muerte, debemos acordarnos de la ansiedad de las “mujeres piadosas de Jerusalén” en el camino del túmulo y no retrocedamos. La noche procede a la aurora y el día es más claro cuando la sombra es más densa.

Cercado de problemas y vestido de enfermedades, confiemos aun. El pro-

blema es divisa a conquistar en el cofre de la oportunidad, como la enfermedad es el impuesto que la vida tributa al hombre.

Dominados por la tensión o caídos en el desencanto hemos de reanimarnos

y confiar, a pesar de ello. La tensión que nos conduce deberíamos conducirla nosotros y el desencanto que nos vence es nimbo que el viento de la confianza derrama y expulsa, dejando nuevamente claro el cielo de nuestra alma.

Si la incomprensión y la impiedad forjan trampas peligrosas en las cuales

has sido prendido, ora, espera y confía, así mismo. Quien viese al Maestro en la Cruz no diría que Él es el Gobernador Sublime de la Tierra. Mientras tanto en aquel lugar Su causa parecía inútil...

... y si por fin, la muerte, que vendrá un día, se acerca a nuestro domicilio

carnal, rompiendo las paredes celulares que nos visten y el miedo, intenta adueñarse de los paneles de nuestra mente, no temamos, confiemos siempre. Luego, después, resplandecerá invencible la madrugada de luz y resurgiremos de las cenizas, siguiendo al Resurgido, por el camino hermoso y profundo de la Excelsa Galilea Espiritual...

Anotemos las dificultades y engaños de hoy, hagamos una lista y comen-

cemos, aún ahora, una cerrada campaña contra ellos, venciéndoles lenta y se-guramente.

Page 32: Conferencias de merchita tomo 7

32

No nos autosugestionemos de que no mejoraremos, antes de intentarlo o aún después de comenzar repitiendo la experiencia provechosa hasta el can-sancio o más allá del agotamiento.

A veces, la tentativa que no se hizo, sería exactamente la de la victoria... Comencemos ahora, hagamos ánimo y prosigamos valerosos. Ignoramos cuando sonara el momento de la desencarnación, y cuando lle-

gue no seamos uno de esos incansables muertos. La existencia en la Tierra es un libro que estamos escribiendo y cada día

añadimos en él una página. Cada hora es una afirmación de nuestra personalidad, a través de las per-

sonas y de las actuaciones que nos buscan. No menospreciemos la oportunidad de crear epopeya de amor alrededor de nuestro nombre.

Las buenas obras son frases de luz que dirigimos a la Humanidad entera. En cada respuesta a los demás, en cada gesto hacia los semejantes, en cada

manifestación de nuestros puntos de vista y en cada demostración de nuestra alma, grabamos, con tinta perenne, la historia de nuestro pasaje.

En las impresiones que producimos, se yergue el libro de nuestro testimo-

nios. La muerte es la gran coleccionadora que recogerá las hojas esparcidas de

nuestra biografía, grabada por nosotros mismos, en las vidas que nos rodean. No despreciemos la compañía de la indulgencia, a través de la senda que el

Señor nos dio a trillar. Hagamos un área de amor alrededor del propio corazón, porque solo el

amor es suficientemente fuerte y sabio para orientarnos en la escritura indivi-dual, convirtiéndonos en compendios de auxilio y esperanza para cuantos nos siguen los pasos.

Vivamos con Jesús, en la intimidad del corazón, no nos alejemos de Él en

las acciones de cada día y el libro de nuestra vida se convertirá en un poema de felicidad y en un tesoro de bendiciones.

Trabajo extraído de diversos libros espiritas.

Page 33: Conferencias de merchita tomo 7

33

Page 34: Conferencias de merchita tomo 7

34

EL VALOR DE LA RIQUEZA

Existen libros y libros, orientando los diversos servicios, indispensables a la administración de la moneda que surge, en todas las regiones del mundo, como símbolo de poder adquisitivo, entretanto, esta charla se refiere única-mente a esclarecer la aplicación de los recursos financieros, en el cambio del amor al prójimo.

En el mundo existe los avaros de la inteligencia, que se ocultan en las flori-

das trincheras de la inercia; los provistos de la salud que desamparan a los afligidos y a los enfermos; los privilegiados de la alegría que cierran la puerta a los tristes, aislándose en el oasis del placer; los felices de la fe que procuran la soledad, con el pretexto de preservarse contra el pecado; los exponentes de la juventud que menos precian la vejez; los favorecidos de la familia terrestre, que olvidan los andarines de la penuria que vagan sin hogar.

Todos esos ricos de la experiencia común contraen pesados débitos con la

humanidad. Recordemos que el Tesoro Real de la vida está en nuestro corazón. Quien no puede donar algo de sí mismo, en la buena voluntad, en la sonrisa

fraterna o en la palabra sincera de bondad, en balde extenderá las manos re-pletas de oro, porque solo el amor abre las puertas de la plenitud espiritual y siembra en la Tierra la luz de la verdadera caridad, que extingue el mal y disi-pa las tinieblas.

Habitualmente, atraemos la riqueza y suponemos detenerla para siem-

pre, adornándonos con las facilidades que el oro proporciona… un día, sin em-bargo, en las fronteras de la muerte, somos despojados de todas las posesiones exteriores y si algo nos queda será simplemente la plantación de las migajas de amor que hemos distribuido, valoradas en nuestro nombre por la alegría, aun mismo que sean precarias y momentáneas, de aquellos que nos hicieron la bondad de recibirlas.

Cuando traspasamos el horizonte y volvemos al otro lado de la vida, todo el

bagaje de aquello que no necesitamos nos es confiscado, entretanto, las Leyes Divinas determinan que recojamos, con gran alegría, todo lo que dimos de lo que somos, de lo que hacemos, de lo que sabemos y de lo que tenemos, en soco-rro a los otros, transfigurándonos las concesiones en valores eternos del al-ma, que nos aseguraran amplios recursos adquisitivos en el Plano Espiritual.

Page 35: Conferencias de merchita tomo 7

35

En las horas de peligro, todas las distinciones sociales, los títulos y las ven-tajas de la fortuna se miden en su justo valor. Todos somos iguales ante el peli-gro, el sufrimiento y la muerte. Todos los hombres, desde el más encumbrado hasta el más miserable, están hechos con la misma arcilla. Revestidos de hara-pos o de suntuosos trajes, sus cuerpos son animados por Espíritus del mismo origen, y todos volverán a encontrarse confundidos en la vida futura. Solo su valor moral los distinguirá. El más grande en la Tierra puede convertirse en uno de los últimos del espacio, y el mendigo puede vestir un traje resplande-ciente. No tengamos la vanidad de los favores y de las ventajas pasajeras. Na-die sabe lo que no reserva el mañana.

Si Jesús prometió a los humildes y a los pequeños la entrada en el reino ce-

lestial, es porque la riqueza y el poder engendran con demasiada frecuencia la soberbia, , en tanto que una vida laboriosa y oscura es el elemento más seguro del progreso moral. En la realización de su tarea diaria, las tentaciones, los de-seos y los apetitos mal sanos asedian menos al trabajador; puede entregarse a la meditación y a desarrollar su conciencia; el hombre de mundo, por el contra-rio, es absorbido por las ocupaciones frívolas, por la especulación o por el pla-cer.

La riqueza nos liga a la Tierra con lazos tan numerosos y tan íntimos, que

rara vez consigue la muerte romperlos y liberarnos de ellos. De aquí las an-gustias del rico en las vidas futuras. Sin embargo, fácil es comprender que na-da es nuestro en este planeta. Los bienes a los cuales nos consagramos a toda costa no nos pertenecen más que en apariencia. Muchos han creído poseerlos, y todos más tarde o más temprano los abandonan. Nuestro cuerpo mismo es un préstamo de la Naturaleza, y ella sabe muy bien recobrarlo cuando le convie-ne. Nuestras únicas adquisiciones duraderas son de orden intelectual y moral.

Delante de la exuberante tierra, paraíso donde Dios nos ha colocado, exis-

ten infinidad de posibilidades de progreso y de engrandecimiento de valores, pero el hombre se manifiesta la mayoría de las veces con mezquindad y avari-cia, creyendo que solo la posesión efímera, le garantizará la perennidad de la vida y la seguridad existencial.

Dice un dicho que “allí donde está tu corazón, se encuentra tu tesoro” por

ignorancia el hombre no sabe ver la variedad de recursos que existen a su alre-dedor y le servirán para la preservación de la vida.

Del amor a los bienes materiales nace la envidia. El que lleva en si este vi-

cio puede despedirse de todo reposo y de toda paz. Los éxitos la opulencia del

Page 36: Conferencias de merchita tomo 7

36

prójimo despiertan en él ardientes codicias y una fiebre de posesión que le con-sumen.

La riqueza no es, sin embargo, un mal en sí misma. Es buena o mala, según

el empleo que se hace de ella. Lo importante es que no inspire soberbia ni du-reza de corazón. Es preciso que seamos dueños de nuestra fortuna y no sus es-clavos; es sensato que nos mostremos superiores a ella, desinteresados y gene-rosos. En estas condiciones, la prueba peligrosa de la riqueza se hace más fácil de soportar. No ablanda los caracteres, no despierta esa sensualidad casi inse-parable del bienestar.

Es una fuerza, as central afincada en el ego, que es la responsable por los

conflictos sociales y económicos, políticos y psicológicos, que le arrastran a muchos a la desesperación, esclavizando los sentimientos y las aspiraciones, por la posesión, que se expande en el área de la afectividad como herencia pa-triarcal de que todo cuanto se encuentra a su alrededor es de su propiedad. En ese sentido, la familia, los amigos, los objetos son siempre suyos, sin que, a su vez, se permita donar a los otros.

La prosperidad es peligrosa por las tentaciones que da, por la fascinación

que ejerce sobre los Espíritus. Puede, sin embargo, ser la fuente de un gran bien cuando se dispone de ella con prudencia y mesura. Con la riqueza se puede con-tribuir al progreso intelectual de los hombres, al mejoramiento de las socieda-des, creando instituciones benéficas o escuelas, haciendo participar a los des-heredados de los descubrimientos de la ciencia y de las revelaciones de la belle-za. Pero, sobre todo, la riqueza debe orientarse hacia aquellos que luchan con-tra la necesidad, en forma de trabajo y de socorro.

Jesús cuando un hombre se le acerco para pedirle que recomendase a su

hermano que dividiese la herencia con él, que era motivo de litigio entre los dos, el Maestro le respondió, interrogando. ¡Hombre! ¿Quién me designó para juzgaros o para hacer vuestras particiones? Y enseguida a continuación, y tras una breve reflexión, agregó: Tened cuidado de preservaros de toda avaricia, por cuanto, sea cual fuere la abundancia en la que el hombre se encuentre, su vida no depende de los bienes que posee.

Para que esa lección se tornarse inolvidable, narró entonces la parábola

del rico que era dueño de tierras, quien cuidaba de ampliar la fortuna hasta el exceso, y cuando no tenía ya más donde almacenar los bienes, se propuso dor-mir y gozar, y disfrutar de todo lo que le pertenecía, olvidado de que en aquella noche el Señor de la Vida tomaría su alma.

Page 37: Conferencias de merchita tomo 7

37

Jesús jamás vino para juzgar y condenar, dividir y justificar. Eso significar-ía destruir el sentido profundo de Su mensaje, tornándolo trágico en Su cons-trucción de Amor. El no era juez, no imponía la ley, la vivía y la sufría, enseñan-do sumisión a los códigos, aun cuando eran injustos, con el fin de estimular a cada ser a ascender a los niveles superiores del pensamiento y de la concien-cia, liberándose de cualquier permanencia de egoísmo, o en la inferioridad existente en los peldaños inferiores de la transitoriedad carnal.

Consagrar los recuerdos a la satisfacción exclusiva de la vanidad y de los

sentidos, es perder la existencia y crearse penosas dificultades. el rico deberá dar cuenta del depósito que se ha puesto en sus manos para bien de todos.

La cuestión de la riqueza asumió en la Buena Nueva una postura relevante,

porque verdaderamente los ricos no son los poseedores de cosas y volúmenes de la ambición, sino aquellos que se convirtieron en pobres del espíritu de ava-ricia, de pasiones inferiores, de angustias, enriqueciéndose en el reino de los Cielos que se inicia en la Tierra, con los dones de la renuncia, de la abnegación, del amor que se engrandece hasta alcanzar la postura de la caridad.

Esa es la búsqueda ininterrumpida a la que se debe entregar el ser huma-

no, es el desafío psicológico del auto encuentro, del descubrimiento de la reali-dad espiritual, del sentido profundo de la existencia más allá del campo de las formas objetivas y sensuales.

La misión inteligente del ser humano en la Tierra, es la de promover el

progreso propio así como el general, y ahí reside el fin providencial de la rique-za, que estimula la creatividad con fines nobles y la dignificación espiritual, mediante la ampliación del pensamiento que se despoja de las corazas del mito para realizar obras a favor de su crecimiento emocional y moral.

A través de la postura del amor surge la comprensión de cómo aplicar la

riqueza, multiplicándola en obras que favorezcan a todos los seres con oportu-nidades de desarrollo de los valores internos, alterando los paisajes íntimos por medio de las conquistas que le son presentadas.

Hay que vivir el presente, como presente, en un constante servicio de cons-

trucción interior, es el deber que cabe a los poseedores de riquezas, que las tor-naran bienaventuradas por la cooperación que expande en derredor de sus re-cursos.

Los bienes más importantes que los acumulados en las arcas y en los ban-

cos, son los bienes de carácter emocional y espiritual, social y moral: la inteli-

Page 38: Conferencias de merchita tomo 7

38

gencia que sabe administrar la existencia corporal; la memoria que se encarga de archivar las experiencias, las tendencia hacia el bien, lo bueno, lo bello, lo eterno; los sentimientos del deber que nacen de la conciencia que actúa en con-sonancia con las soberanas Leyes de la Vida.

Estos tesoros, sin duda alguna, son más preciosos que los materiales, ya

que se pueden transformar en valiosos emprendimientos salvadores de vidas, como la instrucción, la educación, la liberación de los vicios en razón del ampa-ro en el campo de la salud y del trabajo, propiciando felicidad en todas partes.

La fortuna, sea como sea que se manifieste, es una alta responsabilidad,

que el que la posee tendrá que rendir cuentas, inicialmente a si mismo, por la incitación de la conciencia responsable y cuando despierta e impone la culpa por el mal empleo, y delante de la Conciencia Cósmica, de la cual nadie se evade por presunción, capricho o infantilidad emocional…

En la pobreza y en la riqueza el ser adquiere experiencias valiosas que

constituyen su patrimonio de crecimiento en el rumbo Infinito, en la marcha inexorable por la búsqueda de Dios, ampliando la capacidad de servir y amar, porque nadie está libre, de que a la noche, suene la voz que le dirá: ¡Que insen-sato! Esta misma noche tomaran tu alma… ¿Y qué sentido tendrá todo cuanto fue almacenado, si no fue aplicado con elevación y sabiduría.

Francisco de Asis, Miguel Angel, Vicente de Paul y tantos nobles Espíritus

que vivieron en este mundo, sabían que el trabajo, las privaciones y el sufri-miento desarrollan las fuerzas viriles del alma, en tanto que la prosperidad las aminora. En el desprendimiento de las cosas humanas, unos encontraron la santificación y otros el poder que proporciona el genio.

La pobreza nos enseña a compadecernos de los males de los demás,

haciéndonos conocerlos mejor; nos une a todos los que sufren; da valor a mil cosas hacia las cuales son indiferentes los dichosos. Los que no han conocido sus lecciones ignoran uno de los aspectos más conmovedores de la vida.

No envidiemos a los ricos, cuyo esplendor aparente oculta tantas miserias

morales. No olvidemos que bajo el cilicio de la pobreza se esconden las virtudes más sublimes, la abnegación y el espíritu de sacrificio.

Reflexionemos en los talentos divinos que nos bendicen en todas las esferas

de la existencia y, deseando la felicidad y la victoria, a todos los amigos que se mueven, en el mundo, bajo el peso de la fortuna transitoria, con difíciles pro-blemas a resolver, anotemos con imparcialidad como empleamos, día a día,

Page 39: Conferencias de merchita tomo 7

39

los créditos del tiempo y los tesoros de la vida, para que vengamos a saber con seguridad lo que estamos haciendo realmente de nosotros.

Había una vez una familia, que tenían una casa que no les satisfacía, en

algún momento, el Dios de los cielos les obsequió con una hermosa mansión. Adentro de ella, se vivía confortable con todas las comodidades y con todo lo necesario. Este hombre llevó a su familia a la mansión y con ella compartió las comodidades y todo lo confortable de la casa. Mas un día, uno de ellos se quedó mirando la hermosa puerta de la casa y dijo:

- Dios de los cielos, ¡Qué fea está esta puerta! ¡Qué dañada y envejecida! No

es ésta, la puerta de moda. No es ésta, la puerta preciosa que merezco. Deberías Tú, Dios de los cielos, obsequiarnos una puerta de oro, pues en realidad lo que merecemos es una puerta de oro puro.

Y entre sus ruegos durmió, y al despertar su gran sorpresa fue, que no es-

taba ya la puerta de madera que antes estaba en la casa, y en lugar de esa puerta no había ninguna. Confundido miró cómo quedaba el espacio y el hueco de la puerta, y cómo no llegaba ninguna puerta de oro. Entonces, otro de ellos se quedó observando las paredes de la casa y dijo:

- ¡Qué feas paredes! ¡Qué rayadas, dañadas y envejecidas están! No son

éstas, las paredes que merecemos en nuestra familia. ¡Dios de los cielos!, env-íanos paredes de esmeraldas, rubíes y cristales preciosos para adornar nuestra casa, como realmente lo merecemos que esté adornada.

Y entre sus ruegos se fue a dormir, y al despertar ¡cuál sería su sorpresa!,

cuando vio que la casa ya no tenía paredes, y en lugar de las paredes no había ningunas otras. Solamente quedaba el espacio, y las paredes de esmeraldas, rubíes, y cristales... ¡no habían llegado! Entonces otro de ellos miró hacia arri-ba y dijo:

- ¡Dios de los cielos!, creo que te has olvidado de cambiarnos este feo techo.

¡Mira qué envejecido y feo está! Creo que ha sido un olvido tuyo. Pero ahora he de recordarte, que merecemos un techo de finos cuarzos que cubra nuestra ca-sa, y que la adorne como realmente lo merecemos.

Y entre ruegos se fue a dormir, y al despertar... ¡cuál sería su sorpresa!,

cuando vio que ya no había techo en la casa. Ni techo, ni paredes, ni puerta. En-tonces llegó otro de ellos y dijo:

Page 40: Conferencias de merchita tomo 7

40

- ¡Qué feos pisos tenemos! ¡Qué empobrecidos y deteriorados están! Dios de los cielos, envíanos unos pisos realmente hermosos, del más fino mármol, para que nuestros pies puedan caminar y sentirse premiados.

Y entre ruegos, fue a dormir y al despertar, ¡cual no sería su sorpresa!,

cuando vio que ya no había pisos. Ni pisos, ni puerta, ni paredes ni techos... ¡Ya no había casa! Entonces todos juntos miraron al cielo y dijeron:

- Señor, ¿por qué nos has quitado nuestra casa? ¿Por qué te has llevado la

puerta, las paredes, el techo, y el piso? ¿Por qué no has atendido nuestro llama-do de hacerla mejor para nosotros? ¿No dices Tú, que pidamos con fe y todo lo que pidamos nos será dado? Te hemos pedido con fe, pero Tú en lugar de dar-nos... ¡nos has quitado lo que teníamos!

Entonces el Dios de los cielos les contestó: - Lo que ustedes tenían, les había enceguecido, y les estaba impidiendo ver

lo más maravilloso que realmente tienen. Y en medio de su ceguera, cuando se quejaron por la puerta de madera, hube de quitar la puerta de madera para que sus ojos pudieran mirar hacia afuera y apreciaran el más hermoso valle, lleno de verde y lleno de árboles, que Yo con amor les he obsequiado.

Cuando se quejaron por las paredes, tuve que quitarlas para que sus ojos

tuvieran la oportunidad de mirar el precioso mundo que les he obsequiado, con lagos, mares y ríos, con pájaros que cantan para ustedes, con peces y vida por donde ustedes puedan mirar, con verde césped y con hermosos trigales. Las pa-redes a veces no les permitían ver ni recordar lo que había afuera.

Al ver que no apreciaron lo que había afuera, sino que simplemente mira-

ron hacia arriba y se quejaron del techo, tuve que quitarles el techo, para que se dieran cuenta de que arriba de ese techo, había el más precioso y perfecto cielo, que sólo con el más infinito amor, pude crear para ustedes. Un cielo pre-cioso, en el que les obsequio el sol para que les de calor y luz, y en el que des-pués les adorno con estrellitas y con lunas diferentes, para que se sientan pre-miados por mi amor infinito. Pero como el techo les impedía ver más allá, tuve que quitarlo para recordarles lo maravilloso del cielo.

Pero como no apreciaron el cielo, sino que miraron hacia abajo y se queja-

ron del piso, tuve que quitarlo para que recordaran que sus hermosos pies, pueden tocar la más preciosa y perfecta tierra, que sólo desde mi más profundo amor pude crear para ustedes. Una tierra en la que están depositadas todas las riquezas necesarias para su existencia terrena. Una tierra de la que pueden

Page 41: Conferencias de merchita tomo 7

41

brotar todas las riquezas que pedían en sus paredes, en sus techos, en sus pisos, y en sus puertas. Porque de esa tierra que empezó a ser tocada por sus pies, pueden hacer que brote el oro, las esmeraldas, los rubíes, los cuarzos y todos los materiales necesarios para la abundancia terrena que merecen. Puse en la tierra todas esas riquezas, para que ustedes pueden caminar sobre ellas como un símbolo de que son mucho más grandes que las riquezas materiales, porque las riquezas materiales están justo abajo de sus pies.

Ahora, podrán apreciar los más hermosos tesoros, y sintiéndose premia-

dos por esos tesoros, pongan ahora sí, los pisos que quieran y pongan ahora sí, las paredes que quieran, y construyan los techos, y pongan las puertas que quieran, pues todas las riqueza están puestas en la tierra para ustedes. Pero para hacerlo, han de agradecer y reconocer el verdadero valor de las cosas, han de relevar un poco sus órdenes, y han de entender lo que realmente vale, porque Dios les ha premiado de riquezas y les ha hecho abundantes.

Piense cada uno en su corazón, ¿con qué dinero podría comprar lo que Dios

les ha obsequiado, sin pedirles un centavo? No habría ninguna suma posible que comprara el cielo, ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, ni el viento, ni los árboles, ni los pájaros, ni la tierra, ni los valles, ni las montañas, ni los ríos, ni los lagos, ni los mares, ni los peces, ni la vida... ¡ni el latido de su corazón! Todo eso ha sido un obsequio del amor de Dios, y han de disfrutar ese obsequio y enaltecerlo. Todo está dispuesto para su dicha, todo está puesto ahí de forma perfecta para su plenitud y su abundancia. Con su libre albedrío, podrán hacer lo que quieran hacer y obtener los resultados que quieran obtener, y no han de reclamarle a Dios por lo que ustedes han creado. Al Padre eterno, simplemente agradézcanle lo que les ha obsequiado, y continúen sus luchas en amor, reco-nociendo. .. ¡Que hay mucho para ustedes, sin necesidad de que lo compren!

Consideremos los talentos imperecibles que ya retenemos en la intimidad

de la propia alma y recordemos que transportamos en el corazón y en las ma-nos los recursos inefables para extender, infinitamente, los tesoros de trabajo y las riquezas del amor.

Solamente el trabajo sentido y vivido es capaz de generar la verdadera for-

tuna y acrecentarla infinitamente, y, por eso, amando la tarea que el Señor nos confió por más inquietante o sencilla que sea, valgámonos del tiempo para en-riquecernos hoy de luz y amor, comprensión y merecimiento, a fin de que el tiempo no nos encuentre mañana con el corazón fatigado y las manos vacías.

Derrama el tesoro del amor que el Padre Celestial te situó en el corazón, a

través de bendiciones de fraternidad y simpatía, bondad y esperanza para con

Page 42: Conferencias de merchita tomo 7

42

los semejantes, y en cualquier grupo social en el cual te veas, serás, invaria-blemente, la criatura realmente feliz, bajo las bendiciones de la Tierra y de los Cielos.

Trabajo realizado por Mercedes Cruz Reyes, extraído del libro

Jesús y el Evangelio de Divaldo Pereira Franco Y DEL LIBRO: DESPUÉS DE LA MUERTE DE “LEÓN DENIS.

La historia es de autor desconocido.

Page 43: Conferencias de merchita tomo 7

43

Page 44: Conferencias de merchita tomo 7

44

El GOBIERNO Y LA POLITICA SEGÚN EL ESPIRITISMO

La humanidad terrícola está todavía insatisfecha, es turbulenta y se divide en agrupaciones nacionalistas y adversas, así como también en doctrinas reli-giosas y credos separativistas que solo tratan de defender intereses propios por medio de conflictos recíprocos.

En general los sistemas de los gobiernos de nuestro mundo no favorecen

integralmente las ansiedades de los pueblos que rigen. La Ley Espiritual con-ceptúa que “A cada uno le será dado según sus obras”, de ahí también se justifi-ca el viejo refrán que dice “El pueblo tiene el gobierno que merece”

Los pueblos de la tierra son egoístas, belicosos, indisciplinados, celosos,

avaros, racistas y orgullosos, cuando se trata de naciones poderosas y domi-nantes; pero se manifiestan indefensos e injustificadamente sometidos cuando son humillados por las guerras a través de los adversarios victoriosos. Esas na-ciones recuerdan a las personas que se descontrolan en sus emociones y son capaces de llegar a los peores extremos en su ambición y violencia cuando son fuertes e independientes, pero se acobardan servilmente cuando caen sus pe-destales de viento.

Los pueblos gritan y protestan contra sus dirigentes, tildándolos de políti-

cos ambiciosos y corrompidos, porque no satisfacen totalmente sus pretensio-nes personales. Sin embargo, olvidan que son gobernados por hombres de la misma fuente humana, o generados en el medio ambiente, los que únicamente reflejan la idiosincrasia de la mayoría que es gobernada. Los electores eligen a sus dirigentes por su libre y espontánea voluntad, mientras que gran parte de ellos cometen irregularidades, perfidias y estrategias para llegar a elegir a su candidato favorito o a quien le formula mejores promesas para el futuro. Es bien claro que de un grupo deshonesto, ambicioso e interesado, jamás surgirá un candidato que se encuentre exceptuado de faltas o defectos, por el solo hecho de estar representando la síntesis de sus electores.

Los mandatarios son el producto del medio que gobiernan y proporcionan

los frutos según el tipo de cultura del terreno donde se nutren. Algunos pueblos y naciones han sido gobernados por hombres inteligen-

tes, hábiles y honestos y que superaron el medio defectuoso donde se genera-ron. La “Administración Sideral” del orbe escoge ciertas épocas para la encar-nación de espíritus preparados y destinados a regir o gobernar a determinadas

Page 45: Conferencias de merchita tomo 7

45

naciones. Ellos son verdaderos valores, en lo espiritual, para que la humanidad no se atrofie en un bajo nivel intelectivo, artístico y moral. Otras entidades, de menor graduación sideral, pero correctas, dinámicas y filantrópicas, son pues-tas en lugares claves, como en la dirección de industrias, instituciones cultura-les y científicas del mundo, apresurando el sentido y los objetivos financieros y económicos del mundo, que han de servir a las masas de menores recursos.

La tierra en ciertas épocas, presenta índices espirituales que tanto mejora

como empeora, demostrando cuando predomina en su seno la carga de Espíri-tus buenos o defectuosos. En determinadas fases, el planeta entra en convulsión por los conflictos bélicos y por la presión de una gran cantidad de tiranos y conquistadores, apareciendo la hierba dañina, sofocando los tiernos brotes de la buena simiente. También se matizan periodos de paz y de trabajo fructífero, compensando las violencias y destrucciones del pasado. Ciudades antiguas, su-cias e inapropiadas para la naturaleza evolucionada del hombre, son destrui-das por el enemigo, siendo “, de sus ruinas resurgen otras demarcaciones que son más compatibles.

En la Edad Media la tierra fue dominada por espíritus de las tinieblas,

verdaderos primitivos de la espiritualidad, que aliados con los políticos y reli-giosos del mundo, amordazaron conciencias, toleraron el libertinaje, revolvie-ron el lodazal de las creencias y oscurecieron el arte, redujeron el derecho de creencia y oscurecieron los más simples ideales humanos. Después de esa expe-riencia tenebrosa en afinidad con la carga espiritual encarnada, la dirección de lo Alto frenó el descenso en masa de los espíritus diabólicos y programó la en-carnación de espíritus de mejor condición espiritual, y reactivo en el plano de la tierra el arte, liberando la devoción religiosa y dando entrada a la bella vida del periodo renacentista.

El gobierno de una nación debería entregarse al ciudadano de mejor pre-

paración intelectual, moral y sentimental. Como máximo exponente de la cua-lidad de su pueblo, deberá demostrar con el ejemplo los valores que a través de su vida ciudadana consiguió, y que a partir de ese instante, accionará, a favor de la colectividad.

Ninguna nación o pueblo consigue soluciones políticas satisfactorias,

dejándose gobernar por cualquier tipo de persona, doctrinario o político, pro-ducto de un grupo de personas asociadas por simpatía y gustos particulares y formando una organización aparte. Es absurdo, que un grupo de criaturas de preferencias políticas y personales pretenda dirigir al resto mayoritario y va-riadísimo en su gama mental, psíquica y emotiva, como son los integrantes de una nación, es decir, la propia humanidad. Un sistema doctrina o partido polí-

Page 46: Conferencias de merchita tomo 7

46

tico es un molde a ser llenado por determinando tipo de hombres afines en sus ideas, gustos e intenciones. Son los ingredientes particulares los que a veces no satisfacen al todo colectivo que demuestra ser del más variado contenido.

Un pueblo o una nación indiscutiblemente, es un todo orgánico que mate-

rializa la síntesis de una sola voluntad psíquica y que debe someterse a una dirección espiritual superior. La selección de un gobernante debería regirse por las normas de un riguroso “concurso”, tal como se aplica en las funciones públicas, en vez de ser el producto de un grupo de voluntades, aliadas bajo un sistema o partido político. Es necesario que ese hombre elegido para tan ele-vado cargo público, presente, lo más que pueda, su elevado índice de sabiduría, razón y sentimientos investigados por todo el conjunto a ser gobernado. En ca-so contrario, el todo pasa a obedecer a una dirección propuesta por intereses particulares y que no le podrá proporcionar el equilibrio y la armonía, que solo es posible a través de un conocimiento global.

Casi todos los gobiernos ignoran la inmensa responsabilidad asumida ante

la “Administración Sideral”, la que en realidad es la que gobierna el planeta. De ahí que se juzga autorizado e independiente detentor de un “poder máximo” sobre la colectividad, sin necesidad de tener ningún tipo de obligación con el Gobierno Oculto que acciona desde el Mundo Espiritual. El rey, el gobernador o el mismo dictador no dejan de ser agraciados con la confianza divina, por cuyo motivo les será exigido después de la muerte corporal, las más severas cuen-tas por sus trabajos en la materia. Jamás serán tolerados cuando distorsionen el sentido de su gobierno a favor de sus intereses particulares y del enriqueci-miento de su “familia”, pues la Ley Espiritual no les perdona la mínima subver-sión de los intereses del patrimonio público.

El gobierno de la tierra deriva de los compromisos esquematizados y asu-

midos en el Espacio por sus responsables, pues en una nación se incluye la re-cuperación Karmica de los individuos que conforman el conjunto de los gober-nados. Cada espíritu encarnado está vinculado a un organigrama sideral, donde se tasan todas las posibilidades de éxito y fracaso eventuales en la ruta Karmica. Después de la desencarnación cada hombre rinde cuenta de sus rea-lizaciones en el mundo material y es responsable de las irregularidades come-tidas. Desgraciado el gobernante terreno que, debido a su ambición política o falta de escrúpulos altera, perturba o modifica la vida de sus gobernados, im-pidiéndoles cumplir con ciertas tareas Kármicas o apartándolos de los objeti-vos de responsabilidad espiritual. De hay el concepto sideral tan popular en el mundo espiritual: “¡Más vale ser mil veces un apóstol de Cristo, que un minis-tro de Estado!”…

Page 47: Conferencias de merchita tomo 7

47

Los políticos del mundo no toman con la debida seriedad estas adverten-cias. Ellos no ignoran que la vida en el mundo material no es producto del “aca-so”, ni sucede por capricho de nadie. La tierra, en su función de escuela de alfa-betización espiritual, obedece a un planeamiento vinculado a las otras huma-nidades de la constelación solar, por cuyo motivo, es autentico el concepto po-pular que dice: “no cae ni un solo cabello de vuestra cabeza sin que Dios lo se-pa”. Por eso el hombre que ambiciona las glorias transitorias de los cargos políticos y públicos del mundo, que lo hagan de modo sensato, digno y benefi-ciosos, pues la Ley del Karma lo juzgará en la medida de sus realizaciones, buenas o malas. Quien roba en la tierra aquello que la Administración de lo Al-to puso en sus manos para la felicidad de los ajenos, tendrá que responder por las perturbaciones e injusticias emanadas de sus actos, puesto que se desvió de su objetivo espiritual. La Justicia Divina dice: “La siembra es libre, más la cose-cha, obligatoria”…

En la esfera política del mundo, alimentada por los partidos, doctrinas y

sistemas específicos, desgraciadamente, existen personas que hubieran sido verdaderos problemas para la policía si les hubiera tocado vivir en la pobreza, pero al haberles tocado el clima favorable de la Administración Pública llevan con éxito su habilidad como delincuente. Hay políticos que suben al poder sien-do delincuentes innatos.

El déspota, el tirano, en general, es el producto del resentimiento o de la

frustración contra el mundo. Cuando vive en la mediocridad es un servil, quejo-so e inseguro en sus actos, retiene su ira interior y evita las complicaciones perjudiciales. Entonces acumula energía por fuerza de su contención compulsi-va, mientras que los extrovertidos dispersan sus fuerzas y manifiestan sus in-tenciones a la luz del día. En general, son envidiosos, celosos, ambiciosos y fácilmente hipócritas, ante la capacidad de esconder sus inadaptadas intencio-nes bajo preceptos morales y sociales de la vida en común. Odian con suma fa-cilidad y, una vez resentidos, jamás olvidan la menor de las ofensas recibidas. Cada gota de hostilidad recibida la contabilizan de tal forma, que exigen la compensación de un tonel en la hora oportuna.

Hitler por ejemplo cocinero del ejército alemán en 1918, era un resentido

contra sus superiores, huía constantemente de los judíos, que Vivian pendientes de su vida para poder cobrarle los prestamos atrasados. Una vez que alcanzo el máximo poder en Alemania, centuplico y dio rienda suelta a sus frustraciones, venganzas, enemistades, y despechos que había acumulado en el transcurso de su juventud mediocre. Se vengó de sus antiguos superiores, jubilándolos o haciéndoles renunciar a sus argos, mando quemar la plaza pública obras cul-turales preciosas, impidió que se realizaran exposiciones artísticas de pintores

Page 48: Conferencias de merchita tomo 7

48

modernos, que intentaban mostrar cosas sutiles y renovadoras, y ordenó ce-rrar los teatros que le habían negado su consagración dramática. Cuando mando matar a los millones de judíos en los campos de concentración, posi-blemente estaba atendiendo al resentimiento causado por el antiguo acree-dor, que le perseguía para cobrar los pagos atrasados. Humillado desde la ni-ñez por su descendencia mediocre, no atendiendo en sus deseos de dirigir a la juventud política y resentida por su vida, sin mayor trascendencia, sublimó su naturaleza psíquica incapaz y enfermiza por el culto del “superhombre de Nietzsche”…

Pero como el pueblo tiene el gobierno que merece, el pueblo alemán bajo

la inflexible Ley del Karma, la misma juventud que aplaudió delirantemente las masacres y los pillajes llevados a cabo por las huestes de Hitler, , envejecida y desilusionada, sufrió través del “muro de la vergüenza” de los rusos la infeliz cosecha de la simiente deteriorada.

Aunque los hechos sucedidos fueron indeseables, nos recuerdan a ciertas

enfermedades que para ser curadas necesitan una terapia violenta y cáustica. Es una pena que la humanidad terrestre necesite tales recursos belicosos para procrear su reajuste Karmico, masacrándose en las guerras fratricidas, des-truyendo ciudades, sembradíos y parque preciosos, lo cual más tarde repercute en la miseria, neurosis y mutilación de los hombres. No tenemos dudas de que el Bien también puede provenir del Mal, pero lo lógico es que el Bien se haga por el propio Bien.

Las cuestiones políticas, religiosas y sociales dividen al pueblo en grupos

adversos, manteniendo el clima de guerra permanente, ante la preocupación de cada sector para imponer su preferencia o simpatía. Aunque las revolucio-nes glorifiquen a sus autores y los resalten en el altar de sus héroes, patriotas o salvadores del pueblo, en verdad, siempre existe un juego de intereses, en que los grupos dominados reaccionan contra los grupos dominantes. La revolución es un estado de espíritu en el hombre insatisfecho, que piensa en “cambiar” de cualquier forma, y casi siempre procura casi exclusivamente su propio bien. Cuando ese oculto estado espiritual se exterioriza en forma de movimientos be-licosos o luchas sangrientas, apenas materializa la insatisfacción de un grupo de hombres sintonizados en la misma frecuencia de los deseos. Solo en casos raros un ideal exceptuado de intereses personales mueve una revolución a fa-vor del pueblo, pues en general la codicia y la ambición son inherentes a los revolucionarios de todos los tiempos. La prueba se tiene en que constantemen-te en las nuevas revoluciones que sustituyen a las viejas porque los salvadores del pueblo siempre cuidan de su propia salvación.

Page 49: Conferencias de merchita tomo 7

49

A pesar del beneficio que a veces ciertas revoluciones proporcionan, bajo una intención superior, jamás pueden promover la felicidad de un pueblo, por-que no atienden específicamente los intereses totales de la colectividad, peo son generadas por grupos de hombres asociados, por la misma simpatía grupal. Evidentemente, si la felicidad, tolerancia, honestidad y el patriotismo de raza existieran unificados por un esquema evangélico sobre “el bien ajeno, jamás habría necesidad de revoluciones, las cuales significan el corolario de una insa-tisfacción colectiva.

Mientras el hombre no cambie fundamentalmente, vivirá constantemente

en guerra con sus propias pasiones y vicio esclavizantes. La revolución es in-herente al alma del hombre terrenal, por eso es tan frecuente que por la tarde se arrepienta de aquello que hizo por la mañana, es una guerra constante con-sigo mismo. De esa forma. Se establece la lucha silenciosa o ruidosa en el seno de la familia, de la vecindad, en las calles y en los establecimientos de trabajo. Las noticias de los diarios comentan con grandes letras los grandes robos, crímenes, violencias, asaltos, desmanes, locuras de borrachos, anormalidades de los drogadictos, adulterios, prostitución y corrupción pública. Los líderes co-rruptos no pueden solucionar y armonizar esos estados críticos y revoluciona-rios, en los hombres terrícolas.

El advenimiento de Cristo también fue una revolución, pues por su trabajo

sublime se cambiaron las formas del comportamiento humano, puesto que el “amor debe sustituir al odio, la humildad al orgullo, la renuncia al pillaje, el bien al mal, la paz a la guerra…

El Maestro Jesús nos e endioso bajo la infantil vanidad de los distintivos y

medallas pendiendo del pecho perecedero, ni preparo hombres para la gloria del poder transitorio; sin embargo, revoluciono al mundo levando los pies de los apóstoles y sacrificando su vida por la felicidad de la humanidad.

Fue un revolucionario jamás igualado, porque enseño el gobierno del espí-

ritu sobre las pasiones y los vicios, en verdad ¡los peores enemigos del hombre! En las guerras los militares y civiles marchan eufóricos por las calles al son de la banda portando banderas, distintivos de guerra y fusiles modernos, como salvadores, que un poco más tarde transforman sus patrias en ruinas, Jesús mientras tanto, era el “gran amigo”, cuyo sequito revolucionario estaba inte-grado por viudas, pescadores, hombres pacificaos, que manoseaban las armas del amor para establecer la Paz y la Compasión en el alma.

Page 50: Conferencias de merchita tomo 7

50

A través de la silenciosa dirección del alma, Jesús instituyo la revolución del Amor, del Bien y de la Paz para toda la humanidad, ajena a las condiciones de razas, credos, sistemas políticos o entendimientos intelectivos.

La humanidad terrícola todavía es incapaz de ser feliz, pues enfrenta los

mismos problemas de orden espiritual de antaño. Lo partidos políticos, los sis-temas doctrinarios, las castas sociales y las segregaciones raciales forman tremendas limitaciones verrugosas en el cuerpo saludable de la vida hecha por Dios. A pesar de las reuniones amistosas de las clases profesionales, de las con-fraternizaciones artísticas, de los congresos eucarísticos, de los simposios de espiritas y de otras iniciativas espiritualistas modernas, apenas se observa una demostración que exalta la oratoria, pero sin resultados prácticos, porque los hombres, en lo intimo de sus almas, todavía dependen de las superficialidades y de los intereses del mundo transitorio de la carne.

Muy pocas son las criaturas a quien le importa investigar la autenticidad

del espíritu inmortal en su manifestación educativa sobre la faz del mundo, a fin de dirigir la vida bajo el imperativo de un orden superior. Por esa causa, los hombres no saben gobernar y gobernarse, hasta que llegue el día, en que aprendan a colocar las circunstancias provisorias de la existencia física por debajo de la normas de la vida eterna y verdadera del espíritu.

Todas las doctrinas, la socialista, fascista democrática o nazista, desean

formalizar una cúpula de protección para ciertos grupos de hombres congre-gados por simpatía personal y dedicada a la misma concepción política, y que consideran como la panacea preferida para solucionar todos los problemas humanos. De ahí el fanatismo y la sumisión servil de esos grupos, a “su” siste-ma político, que consideran el mejor del mundo aunque ello sea del desagrado de otras doctrinas semejantes. Todos esos sistemas serán superados por el tiempo en base a la modificación y evolución de las costumbres y temperamen-tos de los hombres. Innumerables sistemas y doctrinas económicas, políticas, filosóficas y hasta educacionales, de otros tiempos, se podrían ajustar al pen-samiento y a la emotividad del hombre atómico.

El sistema que pude salvar al mundo es la doctrina de Jesús que además de

haber sido el hombre más santo y sabio es el mejor amigo del hombre. Es una doctrina sana, universalista e incriticable, que siendo practicada por todos los hombres elimina efectivamente las dificultades, carencias y desventuras de la humanidad. No tiene estructura capitalista, fascista, democrática, nazista o so-cialista sino que se rige por una regla Áurea e irreducible que es el sublime sentimiento del Amor. Los hombres no se salvan substituyendo sistemas políti-cos, sino mediante ¡el ejercicio incondicional de Amor!...en el desierto de la vida

Page 51: Conferencias de merchita tomo 7

51

humana, la doctrina de Jesús es el “oasis” capaz de mitigar la sed del viajante más desventurado.

Es la forma inalterable en cualquier latitud geográfica del mundo, clima

social, político o religioso, así como también la más avanzada solución moral y espiritual de las relaciones de los hombres. “Ama a tu prójimo como a ti mismo” no se refiere específicamente a grupos de hombres socialistas, fascistas, demó-cratas, nazistas, capitalistas o comunistas, sino, ¡Al género humano!

Los hombres pueden alegar que es difícil vivir el Evangelio, tal como el Ma-

estro Jesús lo vivió; pero ningún hombre del mundo podrá negar que si tal Código de Moral fuera practicado por la humanidad, se eliminarían todos los problemas económicos, financieros, políticos, morales, racistas, religiosos, y hasta recuperarían la salud humana ante la inevitable liberación de los vicios y pasiones mórbidas.

En consecuencia no somos partidarios de ningún partido, doctrina o siste-

ma político, filosófico o religioso del mundo, pero si estamos con el “amor” pre-gonado y vivido por Jesucristo, el cual es independiente de cualquier diferencia de raza, cultura, fortuna, política o religión.

La humanidad es un todo que se mueve lentamente por ciclos y camina en

dirección a un objetivo superior: la felicidad espiritual. Esos ciclos se renuevan y retornan y superan la fase anterior, transcurriendo los periodos de la “exal-tación” y “humillación” espiritual. Se parece a las olas del mar; cuanto más alta se eleva, más profundo cae después. Es una especie de “marea” espiritual, cuyo ritmo exige las fases positivas de las actividades en el trato con la materia, y las fases negativas de la reflexión, sobre lo que ha sucedido.

Los hombres, en su ceguera milenaria, buscan u rebuscan líderes políticos,

expertos economistas, consejeros diplomáticos socialistas inteligentes y de probada capacidad, para que el mundo pueda ser conducido hacia el estado de felicidad; sin embargo olvidaron la mayor y genial conducción humanista que fue la de Cristo, siendo el más avanzado y perfeccionado código para la vida humana que es el “Evangelio”.

El Espiritismo es la política del amor. Ligando los hombres entre si, en la

Tierra, y los hombres con los espíritus, entre la Tierra y el Espacio, el realiza la mayor y más bella política de todos los tiempos, para la buena administración de las riquezas publicas del espíritu. Más, siempre que sea posible, el espirita puede y debe dar, a la política del mundo, la ayuda divina de la política del cie-lo.

Page 52: Conferencias de merchita tomo 7

52

El espiritismo es una política superior, aplicada no apenas a la ciudad del mundo, sino también a la ciudad celeste y a las relaciones entre las dos ciuda-des. El espirita, por tanto, es político, en el buen sentido de la palabra. Pero su política no es ni puede ser hecha de intrigas, de golpes, de negativas, de manio-bras. Solo puede ser hecha de amor comprensión, fraternidad y luz.

Por eso los espiritas, en general, son extraños a la política del mundo. De-

testan el ambiente de mezquindad interesada en que se procesan las manio-bras políticas. Y no admiten que el Espiritismo sea envuelto en la política, cosa que hacen muy bien. Los pocos espiritas que se vuelven políticos mundanos, si son realmente sinceros y firmes en su fe, enfrentan duras dificultades y terri-bles sufrimientos. Porque no puede un espirita sincero respirar con naturali-dad en el ambiente pesado y malsano de la política mundana. Los que se adap-tan a ese ambiente son dignos de piedad, pues sacrifican la más ella oportuni-dad de perfeccionamiento espiritual que Dios les concede, en torno del plato de lentejas de los intereses mundanos. Brevemente pasa la vida presente de esos hermanos, pues breve es nuestra vida en la Tierra, y al entrar en la vida espiri-tual, ellos van a lamentar el tiempo perdido y la oportunidad desperdiciada.

El espirita debe evitar las infiltraciones políticas en las sociedades espiri-

tas, particularmente en los Centros Espiritas, que deben ser casa de oración y de paz de amor y fraternidad. Los espiritas fascinados suelen argumentar que no deben entregar a los malos la dirección de la vida pública. ¿Más, quien les dio el derecho de juzgarse mejor que los otros? El simple hecho de que hayan aceptado el Espiritismo no les concede ese derecho. El espirita debe ser sufi-cientemente humilde para no creerse capaz de reformar el mundo y transfor-mar a la sociedad, simplemente por su participación en la vida política. Si no lo es, será expuesto a muchos engaños, y principalmente estará expuesto a la in-fluencia mistificadora de espíritus perversos que se aprovechan siempre de nuestras pretensiones vanidosas, para transformarnos en sus instrumentos.

El espirita no debe abstenerse de sus deberes políticos. Muy por el contra-

rio, esos deberes deben ser cumplidos escrupulosamente por los espiritas. Más cumplir los deberes políticos es cosa diferente a entregarse a la vida política. para cumplir aquellos nos basta observar las leyes, comparecer a los pleitos electorales, votando con pensamiento elevado y sin pasiones, apoyar , con bue-nos argumentos, y cuando sea posible con ayuda practica, a las buenas causas, , defender a los oprimidos, librarse siempre de apoyar las causas más injustas, perjudiciales a la colectividad y librarse principalmente de compromisos con los crímenes políticos, sea en beneficio propio o de otros, y más aun con la pre-tensión absurda de beneficiar el Espiritismo o instituciones espiritas. Para en-

Page 53: Conferencias de merchita tomo 7

53

tregarse a la vida política, es necesario envolverse en todas sus complicaciones, en todas sus enmarañadas y confusas situaciones actuales.

La política del mundo es hecha, aun, de la pasión por las cosas mundanas,

particularmente la pasión de poder, que embriaga a la vanidad humana. El es-pirita tiene otra política a ejecutar: la humildad, que identifica al hombre con los infelices, los sufridores del mundo, y no le lleva para las altas posiciones te-rrenas, más si para los puestos de socorro de la caridad cristiana. “En mi Reino, dice Jesucristo, los mayores son los que sirven” Y para servir el no precisa de cargos en partidos políticos, de cargos o puestos en la administración pública. Le basta el sentido espirita de caridad, en todas sus formas, según enseña el Espiritismo. Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como así mismo: ¿Qué mejor política pude existir que esa? Pues esa es la política espirita y, por tanto, la de todo espirita sincero.

El espirita, desde el momento que aceptó conscientemente el Espiritismo,

se alisto en la política del amor universal; Su único partido es el Reino de Dios, y su plataforma política es el Sermón

de la Montaña; en el caso que sea llevado a cargos públicos, llamado a cual-quier actividad política del mundo, no debe olvidar su cualidad de espirita, y ha de hacer todo porque la luz que hay en el, no se hagan tinieblas; amor y caridad deben constituir sus armas políticas, aun mismo que eso le cueste la oposición de los propios compañeros, pues es mejor estar solo con la Verdad que estar acompañado por la mentira.

Trabajo realizado por Merchita Miembro fundador del centro espirita

Amor Fraterno de Alcázar de san Juan, Ciudad Real (ESPAÑA) Extraído de Diversos libros y del Tesoro de los Espiritas de Miguel Vives.

Page 54: Conferencias de merchita tomo 7

54

Page 55: Conferencias de merchita tomo 7

55

EL DOBLE ETÉRICO

El doble eterico es un cuerpo o vehículo provisorio, una especie de media-

dor plástico o elemento de ligazón entre el periespiritu y el cuerpo físico del hombre. Está constituido del éter físico emanado de la tierra y se podría decir que se disuelve en la tumba después de la muerte física. Recibe los impulsos del periespiritu y los transfiere a la carne y también lo hace en sentido inverso.

El doble eterico es idéntico al cuerpo físico y está formado por una energía

que se denomina cuerpo espiritual o espírita. Es la equivalencia del cuerpo físi-co que sigue viviendo después de la muerte. Se supone que pesa aproximada-mente 2½ onzas como resultado de los experimentos realizados al pesar per-sonas moribundas. Es, normalmente invisible, siendo visto ocasionalmente por los clarividentes. Se dice que durante la vida terrenal se halla vinculado al cuerpo físico por medio de un cordón; cuando éste se separa ocurre la muerte del cuerpo físico.

El doble eterico es parecido al hilo eléctrico, cumpliendo la función de

transmitir al cuerpo lo que siente el espíritu en su mundo oculto, las emociones que el alma plasma en la mente espiritual imponderable.

Es muy conocido y estudiado desde hace muchos siglos por otras doctrinas

espiritualistas. El doble eterico con sus “chacras” o centros de fuerzas etéricas está situado en la periferia del cuerpo humano, y es conocido hace muchos si-glos por los viejos ocultistas o iniciados hindúes, egipcios, esenios, caldeos, asi-rios y chinos.

Conociendo bien el doble eterico, los médiums podrán mejorar su tarea

mediúmnica y dinamizar las fuerzas magnéticas; y los espíritas adoctrinadores esclarecer innumerables incógnitas y las ventajas que reportan los trabajos de materialización, voz directa, levitaciones, transportes y operaciones fluídicas. En todos esos fenómenos, en doble eterico es el principal responsable por la elaboración de ectoplasma y de la coordinación de los fluidos nerviosos de los médiums de efectos físicos.

Es una materia de suma importancia para los adeptos. El Espiritismo al

ser una doctrina evolutiva y de constantes investigaciones en el campo de la mediumnidad, aconseja a los médiums “analfabetos” de muy “buena intención” es estudio de la mediumnidad, siendo la humildad una virtud muy discutida en-tre los hombres, pues casi siempre se confunde con el servilismo, que es el fruto

Page 56: Conferencias de merchita tomo 7

56

de las circunstancias, que obliga a la persona hacia un comportamiento mejor, accidente sin llegar a ser el resultado de la evolución.

La estructura, el mecanismo, la fisiología del doble eterico y su funciona-

miento, todavía es materia desconocida para la mayoría de los médiums, por eso, casi todos se aventuran en realizaciones imprudentes, sin el mínimo cono-cimiento de las funciones primarias de los diversos vehículos que conforman el periespiritu, y que sirven al periespiritu inmortal, para acondicionar la feno-menología mediúmnica en la tierra. Ignoran su verdadera composición fi-siológica cuando actúa en un campo vibratorio superior, al de la vida material.

El doble eterico envuelve al hombre como una cobertura de gas vaporoso.

Es un vehículo invisible para la vista del hombre común, y desconocido para la medicina terrena, es un cuerpo invisible para los ojos carnales, en la vista espi-ritual, se presenta como una capa densa, algo física, sensible al perfume, al frió, al calor, al magnetismo y también se afecta por los condimentos, ácidos, sus-tancias hipnóticas, sedativos, entorpecimientos y por el contacto humano en los momentos de mayor condensación.

El doble eterico, al separarse del cuerpo físico, ya sea durante el tiempo

que dura el efecto anestésico, el trance mediúmnico, o cuando el espíritu de no-che vaga fuera del cuerpo carnal, provoca en el hombre una considerable re-ducción de vitalidad física, y la bajada de la temperatura. Por eso también ad-quiere mayor libertad de acción, aumenta sus energías y se vuelve hipersensi-ble, porque al estar el cuerpo dormido o en trance, se mantiene con una reduci-da cuota de Prana para sustentarse. No es difícil, que el cuerpo físico, luego manifieste en su contextura material los efectos de cualquier acontecimiento ofensivo, que haya ocurrido durante la separación de su vehículo etérico.

Los clarividentes capacitados ven el doble etérico como un vehículo vapo-

roso, que cubre al cuerpo en todos los sentidos y le ínter penetra los poros físi-cos y periespirituales. Su configuración es transparente y su emanación etéreo física ultrapasa el cuerpo del hombre en un cuarto de pulgada en todos los sen-tidos. Además de su configuración, se forma un aura radiactiva semejante a un inmenso huevo, que despide, a veces, unas chispas argénteas. Es el aura de la salud” muy conocida por los ocultistas y magos, la que alcanza de cinco a diez centímetros más allá del cuerpo físico. También se ve de un color rosa blanque-cino, bastante luminoso, impregnado de tonos azules y que a veces emite fulgu-raciones violáceas.

Hay casos, donde su color se inclina hacia los matices del aluminio trans-

parente o al vidrio opaco, debido a la salud del hombre o a la mayor o menos

Page 57: Conferencias de merchita tomo 7

57

capacidad de absorción del Prana. La contextura del doble eterico varia con-forme al tipo biológico humano, siendo más sutil y delicado en los seres supe-riores y más densos en las personas primitivas.

La función principal del doble eterico, es la de transmitir hacia el cerebro

del hombre, las vibraciones que emiten las emociones e impulsos que el peries-piritu recibe del Espíritu o Alma inmortal.

Por lo tanto, también absorbe el Prana o la vitalidad del mundo oculto,

emanado del Sol, conjugándolo a las fuerzas exhaladas del medio físico; ense-guida las distribuye para el sistema nervioso y demás partes del organismo carnal. Aunque sea un intermediario entre los centros sensoriales de la con-ciencia periespiritual y los centros de conciencia cerebral física, el doble eterico es el resultado de las emanaciones radioactivas del cuerpo físico de la tierra.

No es un vehículo consciente, dado que es incapaz de actuar por si o en

forma inteligente, cuando está desligado del hombre. Aunque realice ajustes y tome providencias defensivas esto sucede por automatismo instintivo biológico del propio organismo carnal, pues este, cuando se mueve en forma indepen-diente de la dirección del espíritu, revela un sentido fisiológico rector y disci-plinado, nutriendo y reparando las células gastadas o enfermas, sustituyéndo-las por otras sanas, a fin de recuperar las pérdidas materiales.

El doble eterico, además de sus importantes funciones de intercambiar las

reacciones del periespiritu y del cuerpo carnal, es una gran reserva de vitali-dad indispensable.

Durante el nacimiento y crecimiento del hombre el doble eterico en la

prueba de la mediumnidad, se modela obedeciendo a la inclinación de la línea magnética del periespiritu, quedando algo apartado a la altura del bazo físico y del chacra esplénico, facilitando el trance mediúmnico, con más frecuencia. El epiléptico es una criatura cuyo doble eterico también se aparta con cierta frecuencia de su cuerpo físico, pero no es un fenómeno disciplinado por la in-tervención de la técnica Sideral antes de reencarnarse, sino, que sucede por la violencia y absoluta impresión de su portador.

El trance del médium de fenómenos físicos y el ataque del epiléptico, tienen

cierta semejanza entre sí. La diferencia está, en que el médium entra en trance de forma espontánea y en el momento oportuno para cumplir con su trabajo, y el epiléptico cae al suelo ni bien su doble eterico se satura de venenos expur-gados por el periespiritu, apartándolo violentamente, cuyas emanaciones que-dan en medio del ambiente. En ciertos casos, se comprueba que el epiléptico

Page 58: Conferencias de merchita tomo 7

58

también es un médium de fenómenos físicos en potencia, pues la constante sa-lida de su doble eterico de su cuerpo físico, termina por abrirle una senda para la fenomenología citada.

La doble inclinación del periespiritu y del doble eterico, que faculta la me-

diumnidad de efectos físicos, la psicografía mecánica o la incorporación com-pleta, nada tiene que ver con las facultades espirituales innatas del hombre su-perior.

A través de esa “abertura” que lo introduce en el más allá, el médium es el

hombre hipersensible en contactos demorados con los fenómenos del mundo oculto. Eso también es un cuchillo de doble filo, pues en cuanto falsee sus cos-tumbres y se dedique a las pasiones violentas y cultive los vicios degradantes, se arriesga al fracaso espiritual durante la vida física.

Los médiums, en general, son nerviosos, enfermizos, fácilmente, afectados

por los fenómenos materiales del medio donde viven, de las reacciones morales emotivas y mentales de los demás seres que los rodean en el mundo. Viven súper excitados por las preocupaciones comunes, mientras que las cosas más simples se les hacen voluminosas, afligiéndolos debido a la mente hipersensible y al contacto frecuente de su doble eterico con el mundo oculto.

El desvió parcial del doble eterico y del periespiritu que es bastante acen-

tuado en los médiums de efectos físicos, mucho más que en las otras facultades, los mantiene en sintonía frecuente con la humanidad desencarnada, haciéndo-le sufrir la influencia de los sentimientos y las emociones buenas o malas pro-yectadas del “otro lado” por los seres desencarnados.

Las sustancias alopáticas, toxicas, y agresivas, que dejan residuos en el

éter físico que fluye por el sistema nervioso de los médiums, como también pre-siona al periespiritu y al doble eterico, aumentan la “abertura” o “ventana vi-va” que se entre abre hacia el otro lado.

Por todo esto el médium debe vigilar constantemente sus emociones y ac-

tos, huir de las pasiones y de los vicios lascivos, antes que resistir a la voluntad subvertida y a las desmedidas ambiciones, como a los proyectos siniestros de los espíritus malévolos y mistificadores.

Los mentores siderales solo conceden la facultad mediúmnica a los espíri-

tus que seriamente desean cumplir, leal y correctamente en la tierra, los pre-ceptos y las normas necesarias para su aprovechamiento espiritual a su favor y de la humanidad. Mientras tanto, no pueden prever la falsedad, la vanidad, la

Page 59: Conferencias de merchita tomo 7

59

subversión, deshonestidad de sus pupilos, cuando están encarnados, dado que se dejan fascinar por las tentaciones, vicios, y convites pecaminosos que los hacen fracasar en la prueba de la mediumnidad.

Los espíritus endeudados ruegan a los técnicos Siderales por la hipersen-

sibilización periespiritual, para desempeñar los servicios mediúmnicos que les permita resarcirse de sus débitos del pasado; En general, después de encarna-dos, se dejan influir por las voces maléficas de las tinieblas, pasando a comer-ciar su mediumnidad.

Cuando perciben su situación caótica, les falta la condición moral y el po-

tencial de voluntad para rehacerse ante la desdicha infranqueable. Las drogas hipnóticas y anestesias utilizadas en las operaciones, los anti espasmódicos, los gases volátiles, los sedativos hipnóticos, los barbitúricos, el oxido de carbono, el fumar y ciertos alcaloides, como la mezcalina, y el acido lisérgico y otros más, son sustancias que actúan violentamente en los intersticios del doble eterico, pues la catalepsia, el trance mediúmnico, la anestesia total, la hipnosis y el ataque epiléptico, son el resultado de la retirada súbita de ese cuerpo delicado y responsable por la absorción vital del medio.

Aunque la necesidad obligue al médium a utilizar las citadas sustancias,

en momentos imprescindibles, resulta imprudente abusar de las mismas, bajo cualquier pretexto o motivo.

Las drogas y los gases anestesiantes, en general, apartan al doble eterico

por el lado izquierdo, a la altura del bazo físico y sobre el cual funciona el “Cha-cra” esplénico; eso provoca trances, hipersensibilidad e inconvenientes bajan-do la temperatura del cuerpo y reduciendo la vitalidad orgánica.

El médium que abusa de las drogas, desconoce la causa, actúa frecuente-

mente sobre su doble eterico y en su sistema nervioso, pudiendo volverse un atrofiado psíquico, dado que se transforma en un blanco accesible al asedio del mundo inferior.

En los trabajos de efectos físicos, el doble eterico al apartarse por la iz-

quierda del médium, a la altura del bazo, se vuelve un punto de apoyo para los espíritus desencarnados, que actúan con más eficiencia entre los dos mundos. El es el responsable por la exudación del ectoplasma del médium y por el inter-cambio de los fluidos nerviosos, que sirve para la materialización, voz directa, levitaciones y transportes. Es el mediador plástico y el catalizador de las energ-ías mediúmnicas, aglutinándose de tal forma, que sirve al mismo tiempo, entre el plano espiritual y el mundo físico.

Page 60: Conferencias de merchita tomo 7

60

Los espíritus desencarnados no pueden materializarse, si pretenden utili-zar únicamente su periespiritu. Para lograrlo deben de revestirlo e ínter pene-trarlo con la sustancia plástica ectoplásmica, que se exuda del doble eterico proyectado por el médium o de las personas presentes. Algunas veces se produ-cen materializaciones algo deformadas, una especie de nubes blanquecinas y vaporosas, recordándonos a la figura humana, como si estuviera recortada so-bre el fondo de una cerrazón lechosa y pastosa.

Eso sucede, porque los espíritus solo pueden impresionar a los sentidos de

los “vivos” por el empleo y uso de esa masa lechosa, etéreo físico, movedizo e inestable, formado por el ectoplasma del médium y ofrecido a través de su do-ble eterico.

Cuando se trata de buenos espíritus, los llamados muertos, tienen buena

apariencia, son más bellos que los guapos de la tierra, pues su periespiritu es un organismo de contextura anatomo fisiológica muy superior a la configura-ción letárgica del cuerpo físico, que está sujeto a las transmutaciones celulares y al envejecimiento precoz.

En las materializaciones los espíritus al servirse del doble etérico de los

médiums, tienen que adaptarlos a su plástica espiritual, como cuando se infla un globo de gas, donde la menos deficiencia del aire a presión exterior, lo de-forma.

En virtud de la indocilidad del éter físico, que es difícil de someterse com-

pletamente al dominio de los entendidos de “el otro lado” a veces, se ven obli-gados a mostrarse a los encarnados en forma grotesca; unas veces, recordando nítidamente su cabeza, pero deformando el resto de su figura periespiritual; otras completando perfectamente las manos, más sacrificando la delicadeza de la fisonomía.

A pesar de su deformación ectoplásmica a la vista de los encarnados, los

espíritus, cuando son evolucionados, se presentan como focos de irradiaciones de donde emanan y bellos colores. Pero cuando se trata de seres primitivos o diabólicos, surge una espesa niebla o aura sombría.

Ningún espíritu se encarna en la tierra con la tarea obligatoria de ser

médiums, sino que cada uno lo hace por su libre y espontánea voluntad, dado que solicitó a lo Alto la oportunidad para redimirse espiritualmente, en un ser-vicio de beneficio al prójimo, pues en el pasado tan bien uso y abuso de sus po-deres intelectuales o aptitudes psíquicas en detrimento ajeno. Aun en la tierra,

Page 61: Conferencias de merchita tomo 7

61

las tareas más peligrosas deben aceptarse en forma espontánea, para que el responsable no huya posteriormente.

Es lógico, que al elegir el servicio peligroso, siempre recae sobre el hombre

más apto y capacitado, con el fin de alcanzar un buen éxito. La mediumnidad de efectos físicos, es un servicio poco común, difícil y peligroso, cuyos resultados y sorpresas exigen el máximo de prudencia, humildad, heroísmo y seguridad mo-ral.

El médium antes de encarnar, sabe todo perfectamente, si después comer-

cia con los bienes espirituales y fracasa en el desempeño de su función elevada, no debe culparse a los mentores, puesto que solo le ofrecieron la oportunidad tan reclamada. La culpa, no hay dudas, es del fracasado ante la imprudencia de aceptar tareas mediúmnicas que están más allá de su capacidad normal de re-sistencia espiritual. Las oportunidades mediúmnicas redentoras, se conceden a los espíritus que deben rescatar deudas. Pero la responsabilidad del éxito o fracaso, solo a ellos les debe ser atribuida. El médium es quien produce las con-diciones gravosas o favorables en el desempeño de su tarea asignada.

El uso indiscriminado de anestésicos, el fumar, el beber alcohol y comer

carne sustancias toxicas, que expulsan violentamente al doble eterico del cuerpo físico y si se entregan a las pasiones violentas, a los vicios y placeres condenables, se aíslan imprudentemente de los guías responsables de su segu-ridad mediúmnica.

La verdad es que, Jesús, Buda, Francisco de Asís, Teresa de Jesús, Antonio

de Papua, Vicente de Paul y otras almas de elevada estructura espiritual, fue-ron médiums poderosos y se colocaban en contacto frecuentemente con las en-tidades desencarnadas, durante su existencia terrena, sin correr riesgos de ser víctimas del poder y la fascinación de la tinieblas.

Los médiums de prueba, desgraciadamente, son personas que viven su

existencia humana, gravadas con grandes responsabilidades o deudas del pa-sado; por eso, en base a cualquier descuido o vigilancia espiritual, se vuelven vulnerables a las embestidas perniciosas del mundo invisible, pues los médiums de efectos físicos, salvo raras excepciones, entran en trance a seme-janza de los ataques epilépticos o los viciados con drogas. Los médiums de vida regular, serviciales y magnánimos, alcanzan el trance mediúmnico bajo la asis-tencia de los espíritus técnicos, que desde el “otro lado” los protegen y liberan de las interferencias nocivas y consecuencias perjudiciales.

Page 62: Conferencias de merchita tomo 7

62

Bajo ese control espiritual y amigo, el médium se aparta o retoma su doble eterico sin desperdicios inútiles de energías, puesto que está amparado contra el acecho del astral inferior. De esa forma se protege de la infiltración de los microorganismos peligrosísimos para su contextura etérea física, y de una de-bilitación que le desequilibre la salud corporal.

El accidente, la practica mesmérica, el pase magnético, el pase espirita, la

hipnosis y el trance mediúmnico, apartan parcialmente el doble eterico, mien-tras que la muerte, lo separa definitivamente.

El doble eterico al estar compuesto del éter físico, sustancia emanada de la

superficie terrestre, ejerce su acción, exactamente entre los dos mundos, el ma-terial y el espiritual, es decir, donde termina el primero y comienza el segundo.

Durante la desencarnación funciona como una especie de “amortiguador”

pues una vez que se aparta del cuerpo físico cadaverizado, suaviza el paisaje del periespiritu hacia el Más Allá. En esas circunstancias, el doble eterico se desliga del periespiritu, como si fuera una entrega suave y gradual hacia el verdadero “hábitat” sin provocar conmoción o choque al abandonar el sustento de la vida material.

Mientras el cuerpo del fallecido reposa en el ataúd, los espíritus técnicos

todavía pueden utilizar el doble eterico e intercambiar energías de amparo hacia el periespiritu del desencarnado, en concomitancia, para eliminar hacia el cadáver, los residuos psico-físicos que hayan quedado ligados al periespiritu. Algunas personas, que han sufrido la mutilación de un miembro de su cuerpo se quejan de dolores en esos órganos que le fueron extraídos. Esta sensibilidad, se debe, a que la operación quirúrgica no fue efectuada sobre el doble eterico, dado que este es inaccesible a las herramientas del mundo material. Los clari-videntes desarrollados, consiguen ver los brazos o piernas en sus moldes enté-ricos, invisibles, pero que producen las debidas reacciones en su medio.

Todas las cosas y seres tienen su doble eterico, estructurado del éter físico,

exhalado por la tierra, que los relaciona con el mundo invisible y con las fuer-zas del atavismo animal. Pero no todos los animales tienen periespiritu, dado que es un vehiculo evolucionado, porque incorpora en si el cuerpo astral de los “deseos” y el cuerpo mental del “pensamiento rudimentario”. El doble eterico por ser el vehiculo responsable de todos los fenómenos del mundo invisible manifestados en la materia, abarca diversas categorías de “materia eterica” como son, la electricidad, el sonido, el olor, la luz, la temperatura, la densidad, la presión y otras más, propias de la vida del orbe.

Page 63: Conferencias de merchita tomo 7

63

Los animales primitivos, sin capacidad cerebral para distinguir las reac-ciones emocionales, cuando mueren, les sobrevive el doble eterico compacto, pues su “actuación” está subordinada al instinto o acción del espíritu grupo, sin tener posibilidades de una conciencia individualizada. En este caso se en-cuentra el pescado, cuya vida se circunscribe a los movimientos instintivos del cardume, pues un pez cuando siente es semejante, exactamente igual a la reac-ción que posee otro pez. Las especies más evolucionadas como el perro, el gato, el mono, el elefante y el mismo buey, tienen un periespiritu rudimentario además de doble eterico poseen un cuerpo astral, aunque tosco, pero en condi-ciones que les permite manifestar ciertos deseos y emociones, que demuestran vislumbres de sentimientos.

El perro, por ejemplo, revela algunas nociones de sentimiento humano, ya

sea amando a su dueño hasta el sacrifico, u odiando a su verdugo, sin olvidarlo jamás. Ya denuncia un periespiritu en estado de “embrión” y con el correr del tiempo, incorporará el atributo mental, que se va formando, lo que permitirá una mayor y perfecta comprensión, aunque inherente a su especie animal.

Los animales poseen cierta sensibilidad mental de discernimiento, y des-

pués de su muerte, su “espíritu” embrionario será encaminado hacia otros pla-netas donde existen otros ambientes de vida, que es compatible con su concien-cia en formación. Así, poco a poco, irá alcanzando su independencia individual, para desprenderse definitivamente del espíritu del espíritu grupo de su espe-cie.

Cualquier hostilidad al cuerpo físico y al periespiritu, el doble eterico lo

acusa por medio de centros sensoriales correspondientes a la conciencia pe-riespiritual y a la física. Por eso en los trabajos mediúmnicos de buena asisten-cia espiritual, las entidades materializadas advierten a los presentes, que no les apreten las manos con violencia, pues el médium, en trance cataléptico, es muy hipersensible y vulnerable a cualquier presión que le fuera hecha en su doble eterico, proyectado a distancia.

El médium es quien entrega el material o sustancia que los desencarnados

se hagan perceptibles al tacto y a la vista carnal de los humanos. Todo es posi-ble porque el médium consiente que le utilicen el doble eterico durante la ma-nifestación de los fenómenos de materialización. Si alguien castiga al espíritu materializado, el médium acusa la ofensa porque lo hieren en su doble eterico, exteriorizado e impregnado de sus fluidos nerviosos. En ciertos casos, al volver a la vigilia física, llega a exhibir en su epidermis como si fueran manchas, algo parecidas a la sangre negruzca, correspondiendo en el cuerpo físico, exacta-mente a la zona ofendida estéricamente.

Page 64: Conferencias de merchita tomo 7

64

Pellizcando, o hiriendo al médium, durante el trance cataléptico, indefecti-blemente acusará la ofensa a través de un fuerte choque vibratorio, que ha de llegar a su conciencia, como si estuviera en vigilia.

El médium sin entrar en trance cataléptico puede ofrecer su ectoplasma

para las materializaciones, o voz directa, pues se trataría de un médium su-mamente experimentado, no solo en esta existencia, sino en las anteriores, o también puede haber efectuado cursos especiales en el espacio para dominar el fenómeno obviamente, después de encarnado. En vez de tomar los espíritus el doble eterico, para elaborarlo a gusto, según el fenómeno a presentar, el médium lo entrega en las cuotas necesarias y listas para su uso inmediato. De esa forma, el pude hablar. De esa forma, el puede hablar con las entidades que trabajan a su alrededor y atender a las solicitudes de los presentes, sin presen-tar anomalías o cesión del fenómeno que se procesa.

Otras veces, cuando los espíritus disponen de ectoplasma suficiente y pre-

parado en la formula química prevista, acostumbran a despertar al médium del trance cataléptico, para conversar con el también y darle instrucciones o hacerle advertencias sobre su conducta moral.

Existen casos, donde los espíritus, por la noche, dejan su cuerpo físico en el

lecho durante el sueño, penetran imprudentemente en las regiones inhóspitas del astral inferior, terminando por sufrir agresiones de los espíritus ignorantes y vengativos que se aprovechan de todas las circunstancias y ocasiones propi-cias para vengarse de los encarnados. Esos prejuicios son muy graves, porque las personas que viven censurablemente, se muestran indiferentes a las ense-ñanzas de Jesús.

La mala conducta practicada en el día, deja al espíritu desamparado en

sus salidas hacia el astral por la noche, pues cuando se desprende del cuerpo carnal queda aislado de sus protectores, dado a la masa de fluidos adversos que se les adhiere en los momentos de prácticas anti evangelistas.

Por eso, sus guías nada pueden hacer en los momentos de peligro, ni si-

quiera librarlos de ciertos traumas psíquicos, que al día siguiente se tornan como una pesadilla. Ciertos sueños tenebrosos, no dejan de ser escenas reales, vividas por la noche, fuera del cuerpo y bajo el dominio de sus perseguidores del astral. En tal condición, el espíritu del “vivo” retorna veloz y afligido del lu-gar donde se encuentra en peligro, para sumergirse aceleradamente en su es-cafandra de carne y protegerse contra los peligros del más allá.

Page 65: Conferencias de merchita tomo 7

65

Muchas personas que se dedican durante el día a las pasiones detractoras, a los vicios deprimentes, a la maledicencia y a llevar las estadísticas de los pe-cados del prójimo; después se arrojan a la cama para reposar, sin recurrir a los beneficios saludables de la oración, que traza una frontera fluídica protectora alrededor del espíritu encarnado.

De acuerdo con la concepción oriental, el Éter Cósmico es la esencia virgen

que ínter penetra y sustenta el Universo. Es la sustancia “Virgen” de la escolás-tica hindú. El éter físico es una especie de exudación cuyo éter o radiación del citado Éter Cósmico, fluye a través de los poros de la Tierra, la que funciona a manera de condensador del éter. Bajo tal aspecto, el Éter Cósmico pierde su ca-racterística de esencia “virgen” para volverse una sustancia impregnada de impurezas del planeta. Si consideramos el Éter Cósmico semejante al agua pu-ra, en su estado natural, el éter físico entonces ha de ser el agua, con las impu-rezas adheridas después que las utiliza el hombre.

La vida contiene más de lo que la imaginación de los hombres puede con-

cebir. El verdadero capullo de la vida crece más que la estatura del hombre y su corola bebe de las profundidades del río de la vida. En el corazón de esa flor, el hombre leerá los secretos de las fuerzas dominantes del plano físico. y verá escrita en ella la ciencia de la fortaleza mística. Aprenderá cómo exponer las verdades espirituales y a penetrar en la vida de su ser más elevado; puede aprender también cómo retener la gloria de ese Ser superior y, sin embargo, conservar la vida en este planeta, mientras perdure, si es necesario mantener-la con toda la fuerza de la virilidad, hasta que la obra esté terminada y haya enseñado a todos cuantos buscan luz estas tres verdades:

El alma del hombre es inmortal, y su futuro es el futuro de una cosa cuyo

desarrollo y esplendor no tienen límite. El principio que da vida en y fuera de nosotros es imperecedero y eterna-

mente benéfico; no se lo oye, ni se lo ve, ni se lo huele, pero es percibido por el hombre que desea percepción.

Cada ser humano es su propio legislador absoluto, su propio dispensador

de gloria o de sombras; quien decreta su vida, su recompensa y su castigo. Estas verdades, grandes como la vida misma, son tan sencillas como la

más sencilla mente humana, por eso debe darse este alimento llamado cono-cimientos a todos aquellos que ardientemente lo deseen.