CartonPiedra 29-12-2014

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  • Un espacio suscitador del pensamiento

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    De 2014a un nuevo inicio

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    NDICE

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    Dilogos Dos escritores conversan

    con dos escritores. Luis Carlos Muss convers con la poeta cuencana Catalina Sojos, y Ren

    Jurado convers con Alfredo Noriega, radica-

    do en Pars.

    Homenaje En este 2014 fueron muchos los personajes del mundo

    de la cultura que partieron. Sin embargo, a raz de estas partidas, quienes disfrutaron su arte han hecho que sus obras circulen con ms frecuencia. Este es un pequeo homenaje a quienes nos dejaron pero quedan

    en la memoria.

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    Perfil Daniel Flix nos presen-

    ta un perfil de Oswald de Andrade, precursor

    del modernismo en Brasil y fundador el

    movimiento antropfago en sus tierras, como

    reaccin a lo europeo.

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    Poesa El poeta y artista plsti-

    co Kelver Ax present recientemente su poe-mario Pop-Up. Andrs

    Villalba Becdach nos ofrece un anlisis de la

    obra de este lojano, que pretende recuperar la

    infancia, territorio de la crueldad.

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    Entrevista Alfredo Landman, direc-

    tor general de editorial Gedisa, estuvo reciente-

    mente en nuestro pas para afianzar la llegada de su fondo editorial al Ecuador. En entrevista con cartNPiedra, nos

    cont sobre la visin de Gedisa, los autores que publican en esa casa y

    cules son las temticas que proponen a futuro

    en la editorial.

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    Personaje Francisco Porra, Paco para los amigos, fue un editor mtico, aunque la palabra suene a cli-

    ch. Aqu una breve bio-grafa de l y de sus

    aportes a la literatura.

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    Resea Santiago Vizcano nos

    presenta el nuevo poe-mario de Julio Pazos, Silva de la tierra y el

    amor con resguardo de otros poemas.

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    Agenda Qu hacer durante esta semana? Aqu una gua

    que te ayudar a decidir qu actividades cultura-les o artsticas realizar, y a qu conciertos, mues-

    tras de cine y teatro asistir.

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    Facebook: cartNPiedra Twitter: @cartNPiedraET e-mail: [email protected]

    Portada: Fotograzxvzxc

    Director Orlando Prez

    Editora

    Sandra Araya

    Concepto grfico Karlos Almeida

    Diseo Pedro Jos Dalgo J.

    Fotografa

    EL TELGRAFO e Internet

    Gerente General Santiago Len

    Colaboradores Luis Carlos Muss

    Ren Jurado Daniel Flix

    Andrs Villalba Becdach Santiago Vizcano

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    EDITORIAL

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    Las deudas de la cultura son los hoyos de la historia

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    uede parecer un clich, pero como uno termine el ao, as comen-zar el prximo. Entonces, sin quedarnos anclados en el pasado, es necesario hacer

    un recuento, un examen mental, de conciencia, etc. para hacer balances, cuentas con nosotros mismos y con el entorno. Sucesos tristes y logros, en cada fin de ao, se presentan a la vista, y es en ese momento en que hay que ponderar el comportamiento, los logros conseguidos, los errores cometidos. Y es que de todo se aprende. El ao prximo se presenta duro, lo han dicho incluso nuestras autoridades, pero qu poca no lo ha sido? En el mundo de la cultura seguramente en otros mbitos tambin los desafos prximos son muchos: pensar en la interculturalidad de forma orga-nizada, establecer polticas pblicas que favorezcan a los actores y beneficia-rios de nuestros procesos, abrir las fronteras para que la cultura, interrela-cionada con otros sectores, realmente aporte a lo importante: el desarrollo de cada persona. En este ao muchos fueron los que nos dejaron, pero a la prdida se siguie-ron las ancdotas, los recuerdos, la obra, en fin, de aquellos, y que revive todos los das gracias a quienes no olvidaron. Nadie desea vivir en el pasado, pero tampoco es necesario vivir en un futuro distante, incierto. Que el ao nuevo sea un presente continuo, un proyecto que se nutre cada da con el pensamiento, la reflexin, y s, la accin. Terminamos el ao con viento fuerte, seguro, y as debe mantenerse esta navegacin, no hacia un horizonte paradisiaco pero lejano, sino sobre aguas que uno disfruta de ver. A nuestros lectores queremos desearles un buen 2015, que empiece tal como termin, con buenas lecturas, con la reflexin en cada acto y palabra, con el pensamiento libre, con la idea en la punta de la boca. Feliz a o nuevo.

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    DIALOGOS

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    Luis Carlos Muss Escritor

    Catalina Sojos:

    del Austro para el mundo

    La autora Catalina Sojos (1951), ha ganado, entre otros, el Premio Jorge Carrera Andrade.

    Foto: Catalina Sojos

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    esde su visita a la Universidad Casa Grande (hace 16 aos), en Guayaquil, hasta que su desti-no all muta al MAAC, hemos

    escuchado a la poeta Catalina Sojos. Lee, obsequia algunos ejemplares de sus libros, charla con el pblico, mantiene animada la velada. Qu hay de sus aos de formacin? Cmo se educ? No tengo formacin acadmica. Pienso que ha sido un vaco que me ha perseguido siem-pre y, a pesar de que llegu a los inicios del estudio de Lengua y Literatura, no tengo ttu-lo. Ahora bien, si vamos a mis aos de forma-cin intelectual, he gozado de privilegios. Crec entre bibliotecas, escritores, teatreros, periodistas, poetas... amigos entraables que estaban (y siguen) dispuestos a compartir experiencias de lecturas, escrituras y todo aquello que nos une. Por otro lado, adems de haber sido invitada permanente a diversos espacios de cultura a nivel nacional, encuen-tros de literatura, seminarios y otros, me declaro biblifaga, devoro poesa, narrativa y los libros que me apasionan. Pienso que una incontable serie de vivencias nicas ha hecho de m un aprendiz permanente de poe-sa.

    Cul es su mayor preocupacin a la hora de encarar la escritura de un nuevo poema? El poema es una estructura dentro de la cual la palabra debe ser precisa; es el resultado de un trabajo con la lingstica, por lo tanto, es imprescindible conocer y utilizar sus herra-mientas. Un texto terminado debe reflejar lo que se ha intentado trasmitir. Una debe ser implacable consigo misma, mi mayor preocupacin es la criba de mis textos. El ejercicio de la relectura y la reescritura es permanente.

    Cunto queda de los aos de Hojas de poesa y Fuego, sus libros primeros? Dice Borges: .../ lo que mi barro ha bendeci-do/ no lo voy a negar como un cobarde.../. Me encantara descubrir algo de aquellos pri-meros intentos hoy, cuando el trabajo poti-co es mucho ms cuidadoso. De todos modos, hay ciertos poemas de aquellos que conside-ro terminados.

    Cuenca ha estado siempre en su escritura. Puede el terruo volverse universal en el texto? Sin lugar a dudas. La poesa buclica, aquella del paisaje decadente ha muerto. Cuenca es un lugar cierto en mi obra. La ciudad se rees-cribe constantemente y, por ello, es un ejer-cicio que requiere tenacidad, oficio, pasin y

    D distancia en su elaboracin. Pienso que Cantos de piedra y agua y El rincn del Tambor, cada uno con su estructura idiom-tica, son textos que pueden ser ledos por cualquier lector interesado en poesa y prosa potica. Una de las pruebas de mi asevera-cin es que Cantos... ha sido traducido a varios idiomas.

    Trboles marcados, de 1991, tuvo buena acogida. Fueron sus fintas con el azar, con el destino? Pienso que fue un libro escrito en el momen-to adecuado, y la lnea argumental de Trboles marcados golpe de alguna forma a los lectores. Por ello ese libro obtuvo el Premio Jorge Carrera Andrade. Es gratifican-te recordar que fui la primera mujer que logr esa distincin del Municipio de Quito, con un jurado muy estricto en el que estuvie-ron poetas, que en esa poca, ni siquiera

    conoca personalmente.

    Algunos textos suyos han sido musicaliza-dos. Cmo se llev a cabo ese trabajo? En Cuenca hay una buena formacin musical. Ese proceso se hizo como una investigacin hacia la msica contempornea y result interesante. El intertexto, la composicin simbitica con el piano, la realiz una musi-cloga muy reconocida en el medio. Fue un trabajo didctico, que traspas esos lmites porque fue muy bien acogido por un pblico que, en ese entonces, todava no estaba fami-liarizado con el experimento. Revisti una interesante reflexin el abordaje de las obras de msica vocal desde el punto de vista ana-ltico, en el que una visin integradora de msica y texto verbal, como partes de un

    nico mensaje, reclam un instrumento te-rico lo ms homogneo posible.

    Ha trabajado en teatro y cine. Qu memo-ria guarda de aquellos tiempos? La ms gratificante de toda mi trayectoria. Fue un divertimento que compart con per-sonajes de la poca y que me oblig a interac-tuar con ellos. Es interesante saber que, cuando hicimos teatro en Cuenca, fuimos los primeros en romper esquemas en una ciudad pacata y conventual. Corran los aos sesen-ta y el grupo ATEC, siglas de Asociacin de Teatro Experimental de Cuenca, patrocinado por la facultad de Filosofa de la Universidad de Cuenca, tuvo un xito tremendo. Posteriormente, con el cine, sucedi algo parecido, la pelcula La ltima erranza es una pieza antolgica dentro de los avatares del cine nacional. Totalmente domstica, con recursos incipientes, de alguna manera, pro-voc reacciones en la sociedad y, sobre todo, en la juventud.

    Celebr su condicin de abuela con Brujillo, con el que, adems, incursiona en literatura infantil. Cmo se incorpora la experiencia vital a las letras? En mi caso personal, naturalmente. Ese libro fue delicioso escribirlo. Me limit a hablar con el nieto mientras estaba todava en el vientre de mi hija. Con un lenguaje simple, casi como un susurro fui accediendo a mi condicin de abuelazgo.

    En Lminas de la memoria, escribe: Y aqu estoy/ con un pedazo de vigilia/ trazando jeroglficos/ la vida no es el desciframiento de los signos... As es. Esos pequesimos estados de vigilia que te obligan a mirar ms all de la realidad, esos estados plenos de jeroglficos, interroga-ciones, mientras la vida adviene con sus cer-tezas, implacable y despiadada, absoluta-mente gentil, sin respuestas a tus elucubra-ciones.

    De quin es la voz del poeta, suya o del mundo? En algn texto digo: .../Quin espa debajo

    El poema es una estructura dentro de la cual la palabra debe ser precisa; es el resultado de un trabajo con la lingstica, por lo tanto, es imprescindible conocer y utilizar sus herramien-

    tas. Un texto terminado debe

    reflejar lo que se ha intentado

    trasmitir. Mi mayor preocupacin

    es la criba de mis textos. Una

    debe ser implacable...

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    de tu angustia?.../ son las miles de voces que nos pueblan, voces pretritas y presentes que estn all para ser descubiertas. Esas voces repletas de palabras infieles y menes-terosas que pugnan por salir, como nica forma de redencin y registro de uno mismo y del mundo.

    Nos hace ver la insondable mirada propia cuando dice: Solo un designio hay/ la cada final/ aquella que no posee dueo/ ni tan siquiera abismo/ la cada total en uno mismo. Cun enigmtico es el ser huma-no? Es esa cada total, intransferible, en el espa-cio de la individualidad. Ese desenlace que espera ms all de todas las palabras. Luego de las definiciones, los enigmas prevalecen.

    Qu tal result su paso por la Casa de la

    Cultura? Excelente! Al igual que mis otros avatares, me ayud a reconocerme en diversas situa-ciones; fue un espacio enriquecedor, al cual considero, como una etapa cumplida. A la Casa de la Cultura aprend a amarla desde que era nia y la goc durante toda mi vida. Puedo decir que ella y yo estamos en paz.

    Y como articulista de prensa? Me encanta. Precisamente porque es un ejercicio cotidiano con una forma de len-guaje ms coloquial, ms directo inclusive. Ser articulista de opinin requiere discipli-na, oficio, responsabilidad. El lector de peridico es absolutamente distinto de aquel que lee poesa, por ello es un trabajo intelectual que demanda, entre otras cosas, anlisis y conocimiento crtico de la reali-dad diaria.

    Alfredo Noriega: en los escaparates de Pars

    Ren Jurado Escritor

    lfredo Noriega present este ao en Ecuador La piel en la oscuridad, con el sello Lnea imaginaria, una coleccin

    dirigida por el poeta Edwin Madrid. La actualidad literaria de Noriega fuera del Ecuador parece estar en un punto impor-tante. Publicaciones de sus novelas en Espaa, Cuba y Argentina, y la traduccin al francs de Tan slo morir, en Ombres Noires, la lnea de novela negra de la edito-rial Flammarion, una de las ms importan-tes de Francia. La crtica francesa ha dado a la obra buena acogida, calificndola de fascinante, potica, inslita y de gran efica-

    A

    cia novelstica.

    Cmo han sentado estas crticas? Muy bien, claro. T sabes que en Francia se publican ms o menos 6 mil novelas al ao. Lo peor que te puede pasar, cuando eres un autor desconocido, como yo, es que nadie diga nada, y que tu texto pase desapercibido. En mi caso, han salido varias crticas, bastan-te positivas. La feria del libro de novela negra y policiaca ms importante de Francia, Quai du polar, la seleccion entre las mejores 20 novelas internacionales del ao. Lo intere-sante de esto es poder acercarse a un nmero de lectores importante. Por otro lado, a nadie, el universo quiteo, le ha parecido hermtico o difcil de captar, confirmando que lo local puede ser, y casi siempre lo es, si est bien tratado, universal.

    Efectivamente, suele utilizar mucho argot, un lenguaje que podramos calificar de muy quiteo o muy ecuatoriano. Cuntenos, cmo lograron traducir la variante ecuato-riana del espaol? En Francia se han traducido pocos textos ecuatorianos, por lo que no existe una gran tradicin con el espaol de Ecuador, como es

    Noriega trasciende de singular manera los temas ms apreciados en la novela negra (injusticia social, corrupcin y fatalidad

    del destino), a travs de una escritura densa y magntica. Este texto crepuscular, donde aparecen incluso algunos versos de

    Borges, cultiva con gracia las flores del mal. Franois Lestavel, crtico literario de

    la revista francesa Paris Match.

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    el caso con Argentina, Mxico o Colombia. Nathalie Lalisse-Delcourt, la traductora, hizo un gran trabajo. Adems, como yo hablo francs, pude colaborar con ella y el resulta-do creo que es muy bueno.

    Dnde hubo dificultades? En muchos momentos. Por ejemplo, la pala-bra plumas. Tuve que explicarle que no se trataba de las plumas de los pjaros sino de los limpiaparabrisas. Siempre encontramos soluciones para guardar el tono familiar, o el argot, nuestro espaol no es ms complejo que el colombiano o cubano. Una traduccin, cualquiera que sea, venga o no de un autor ecuatoriano, es un ejercicio de interpreta-cin, se necesita creatividad pero al mismo tiempo respeto del texto. Tanto para la tra-ductora como para m fue una muy buena experiencia.

    Hubo ecuatorianos que llegaron a publi-car as en Francia? Vivo en Francia desde hace casi 30 aos y no he visto, lamentablemente, a ningn escritor ecuatoriano expuesto a un gran pblico de lectores francfonos, lo poco que se ha tradu-cido siempre ha quedado en un mbito res-tringido. ltimamente, la MEET (La Casa de los escritores extranjeros y traductores) ha traducido e invitado a varios autores a una residencia en Saint Nazaire. Esto es muy bueno para la literatura ecuatoriana, pues poco a poco se van abriendo espacios, crean-do puentes. Confo en que de all surjan otras publicaciones como la ma, en editoriales de distribucin masiva, para que podamos decir que la literatura ecuatoriana tiene presencia en el mercado francs, como es el caso de otros pases.

    Qu proyectos tiene ahora? Como cualquier escritor, estoy escribiendo siempre. Acabo de publicar mi segundo poe-mario, La piel en la oscuridad, en Lnea ima-ginaria, una coleccin que dirige Edwin Madrid, en Ecuador. Recin conclu la terce-ra parte de mi triloga en torno al mdico legista; el texto est reposando antes de la primera gran correccin. Tengo avanzada otra novela y proyectado un libro de crnicas. Lo que a m me interesa es estar en la escri-tura, no tengo otra ambicin. De lo que s estoy consciente es de que toda escritura debe venir acompaada de publicacin y en la medida de lo posible difusin; en mi caso estos dos aspectos empiezan a funcionar, y eso es chvere.

    Su novela De que nada se sabe fue llevada al cine por Vctor Arregui, tiene otros pro-yectos o propuestas de esta ndole? Tan solo morir est en proyecto de ser adap-

    tada al cine, en Francia, por la realizadora y guionista Nadine Lhermitte. Le Film dici, que es una importante productora, est inte-resada en acompaarnos; pero t sabes que esas cosas tienen su complejidad y pueden tardar mucho tiempo, o nunca concluirse. Sin embargo, hay buena onda y somos opti-mistas. Tambin escrib el guion de 9 mm Parabellum, que es otra de mis novelas, y que espero en algn momento se realice.

    Qu les dira a los jvenes escritores ecua-

    ra siempre est lejos de la rimbombancia. Se ha publicado tambin una de las novelas

    de Noriega en Espaa (De que nada se sabe), que ha tenido crticas muy positivas. En El Pas, Manuel Rodrguez Rivero la ha califica-do de notable y Ernesto Ayala-Dipp dice que Noriega se desenvuelve con tino, mane-jando un material que se hubiera prestado, en otras manos menos experimentadas y sen-sibles, al paisaje naturalista y tremendista. Precisamente es su impregnacin de delica-deza estilstica y trazo elptico lo que acre-cienta que la novela nos contagie una sensa-cin de fatalidad inexplicable, maldita, ina-gotable.

    Estas son las buenas nuevas de uno de nuestros autores clave en la literatura ecua-toriana actual. Quedamos a la espera de la tercera parte de su triloga, que saldr simul-tneamente en Francia y en Ecuador.

    torianos? Te voy a ser sincero, a m nunca me han gus-tado los consejos. Aparte de mi poca del taller con Miguel Donoso, quien comparti con nosotros muchas de sus herramientas, y en donde me hice perseverante y trabajador, no me ha servido de gran cosa leer los dec-logos o las recetas del buen escritor. No creo que los consejos de uno sirvan forzosamente para otros. Por otro lado, detesto la pedante-ra literaria que abunda por todas partes, y no quiero encontrarme en esa postura. Tengo mis maas y mi universo; siempre he procu-rado preservarme del ego de los otros, con el mo me basta y sobra. Espero que los jvenes estn ya lejos de las nfulas de alguna gente de mi generacin y de la que me precedi; una de ellas, esa absurda necesidad de figu-rar; ojal su literatura no sea un muestrario de ideas bien pensadas o peor, categorizacio-nes estticas o ideolgicas; la buena literatu-

    www.unomasunoeditores.com

    Alfredo Noriega (Quito, 1962) reside en Pars. Desde ah sigue escribiendo profusamente.

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    Oswald de Andrade

    y las guerras antropfagas contra Europa

    Daniel Flix Escritor

    Retrato de Oswald de Andrade, por Tarsila do Amaral.

    Imagen: http://fotos.estadao.com.br/

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    n ocasiones, lo poltico del arte (no lo ideolgico, sino la intensin, la voluntad estti-ca) da como resultado obras

    particulares, expresiones individuales que relatan, por supuesto, un universo propio, cuya influencia fecunda perdura en el tiempo y sienta las bases para el desarrollo de nue-vas propuestas de manera excepcional. Esta suerte de voluntad del discurso esttico se expresa con gran acierto en el modernismo brasilero, en el movimiento antropfago de la primera mitad del siglo, y con gran aliento en su principal figura: Oswald de Andrade.

    Poeta, narrador y ensayista, Andrade es uno de los nombres ms importantes para el arte del Brasil. La autoridad de su propuesta resulta determinante, no solo en la literatura, sino ampliamente en otras artes: en la msi-ca, la arquitectura y la plstica del Brasil.

    Desde sus primeros proyectos los funda-mentales: Manifiesto de poesa de Palo-Brasil (1924); y Manifiesto Antropfago (1928), Andrade inicia un recorrido poltico-esttico que junto a sus contemporneos lo lleva directamente a la disidencia, el desa-rraigo y la separacin de las cepas occidenta-les, no obstante estas fueron su principal ali-mento.

    Son los antropfagos, los devoradores de la modernidad, los comensales de una mesa de smbolos deglutidos de manera pantagrulica y visceralmente transformados en un primer proyecto del arte propio, descolonizado de Europa: Oswald de Andrade (con sus mani-fiestos de poesa y una abundante obra en prosa y ensayo); Tarsila do Amaral, principal modernista de la plstica brasilera (su memorable Abaporu expresa la sntesis del movimiento antropfago); Mrio de Andrade, el clebre Macunama; Anita Malfatti, maes-tra de Amaral, y muchos ms, la falange antropfaga de inicios del siglo XX.

    Comienza si se quiere en febrero de 1922 (fecha en que se publican, en Europa, El castillo, de Kafka, y Ulises, de Joyce) en Brasil, con la primera edicin de la Semana de Arte Moderno de Sao Paulo, donde con-fluyeron artistas cuyo principal elemento en comn sera la declaracin de guerra a la cultura occidental, en contra de la historia y los lenguajes del Viejo Continente. Esta es la guerra del salvaje, del antropfago que devo-ra a su enemigo para convertirlo en ttem,

    E

    para apropiarse de sus smbolos, claro, pero en la tarea de dar voz y vida a sus propias tri-bus.

    Poesa Lo ms representativo de Oswald de Andrade, lo ms puro, en los trminos polti-cos que se han mencionado antes, puede per-cibirse en sus dos manifiestos: Poesa Palo-Brasil y Manifiesto Antropfago. En ambos, Andrade da inicio a ese desarraigo, una suer-te de rechazo argumentado, de cara a cual-quier vnculo con la cultura occidental. Desplaza todo lo sagrado del pensamiento de Occidente (la historia, la economa, la cien-cia, la filosofa y la poltica), en tanto signo y cultura, para asumir en los restos devorados la tcnica y el lenguaje.

    La antropofagia de la forma es la que asume el salvaje moderno que no se reconoce ni sal-vaje ni moderno, que sobrevive alimentado de aquello que lo aliena. Lo que cuenta es vivir libre, de acuerdo con valores propios.

    El hombre forzadamente moderno en el que todava laten los tambores y el pensamiento mgico:

    La poesa existe en los hechos. Los tugurios de azafrn y de ocre en los verdes de la Favela, bajo el azul cabralino, son hechos estticos.

    El Carnaval de Ro es el acontecimiento religioso de la raza Palo-Brasil. Wagner sucumbe ante las Escuelas de Samba de Botafogo. Brbaro y nuestro. La formacin tnica rica. Riqueza vegetal. El mineral. La cocinada del vatap. El oro y la danza.

    [] Un cuadro son lneas y colores. La estatua-

    ria son volmenes bajo la luz. La poesa Palo-Brasil es un comedor domin-

    guero, con pajaritos cantando en la selva reducida de las jaulas, un sujeto flaco compo-niendo un vals para flauta y la Mariquita leyendo el diario. En los diarios anda todo el presente.

    Ninguna frmula para la contempornea expresin del mundo. Ver con ojos libres

    (Poesa Palo-Brasil) Este es el rito en el que Occidente es el ban-

    quete de una mesa salvaje, que engulle un cuerpo viviente, mutando del mundo de las naciones de Zumbi(2) a las favelas, hijas de la industrializacin del mundo. La transmuta-cin de lo comido, la digestin y los restos deglutidos:

    Tup, or not tup that is the question Contra todos los catecismos. Y contra la

    madre de los Gracos. Slo me interesa lo que no es mo. Ley del

    hombre. Ley del antropfago []

    Hijos del sol, madre de los vivos. Hallados y amados ferozmente, con toda la hipocresa de la aoranza, por los inmigrados, por los trafi-cados, por los turistas. En el pas de la vbo-ra-vbora.

    [] Solo podemos atender al mundo oracular [] Nunca fuimos catequizados. Lo que hicimos

    fue Carnaval [] Lunanueva Luna nueva Arresopla en fulano

    Recuerdos de m Manifiesto antropfago

    Narrativa El arte del siglo XX en particular la nove-

    la y el relato experimenta un acto generali-zado de bsqueda y ruptura de los lmites del lenguaje; da cuenta de la invencin de nuevas formas, para relatar sobre la mquina indus-trializada; leviatanes de la sociedad moder-na.

    La poesa Palo-Brasil es un comedor dominguero, con pajaritos cantando en la selva reducida de las jaulas, un sujeto flaco componiendo un vals para flauta y la Mariquita leyendo el diario. En los diarios anda todo el presente. Ninguna frmula para la contempornea expresin del mundo. Ver con ojos libres.

    Porque yo seguir llamando guerra a toda esta poca desbarajustada de inditos

    valores y estridentes ofensivas que nos leg el otro lado allende el Atlntico con las

    primeras bombardas heroicas de la tremenda conflagracin europea (1)

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    Esta experimentacin en la forma alcanza es sabido las cimas en personajes como Benji, en El ruido y la furia, de Faulkner, o Poldy, de Ulises. Siempre son el universo y el tiempo que caen y arremeten contra los per-sonajes; y es a travs del experimento narra-tivo, la geometra o la mquina literaria, que el dilema del infierno en los otros logra desa-rrollarse en la complejidad del mundo al que los personajes pertenecen.

    Son novelas modernas, sobre todo, porque las sociedades que las incuban se encuentran padeciendo las crisis del crecimiento y el desarrollo. Empero, emerge el antihroe como reparador de un mundo absurdo y cao-tizado.

    Tengo ganas de escribir una novela natura-lista, ya que est muy de moda. Comenzara as: A todo lo largo del medio crculo de la playa de Jurujuba, haba una vida sensual de atmsfera griega y pagana. El mar pareca un stiro contento despus del coito, dijo Andrade.

    As, antropfago vido, escribe la novela experimental Serafn Ponte Grande en 1929 [era de Wall Street y Cristo] para atrs, comedia cnica que relata las aventuras deli-rantes del profesor de geografa y gimnasia Serafn: esposo, padre de familia, canalla y gigol latino, impdico y enemigo de toda moral, que persigue con desenfreno a las mujeres, enredndose en mltiples tramas, momentos de locura y vanidad, como en una fiesta bquica. Un microuniverso de la orga y la antropofagia de la carne.

    Yo fui el onanista ms grande de mi poca Todas las mujeres Durmieron en mi cama Sobre todo la cocinera Y la cantante inglesa Hoy crec Las mujeres huyeron Pero t viniste Trayndomelas todas en tu cuerpo

    Es la historia del loco (el luntico) que des-

    dea y abandona una familia, esposa e hijos que no quiere. Ha perdido todo rasgo de jui-cio por Dorotea bailarina de los tangos ms-ticos, flexin, rubia, boca donde mora la poe-sa. Un relato que se deconstruye, cubista; en el que el narrador juega a la infinitud de puntos de vista, se aprovecha de conversa-ciones, diarios, monlogos, guiones y el entonces recin descubierto verso libre, para enfocar y desenfocar los acontecimientos y producir una realidad voluble y fcilmente cambiante. Se trata, en realidad, de una voz lrica soando ser prosa.

    As, Serafn Ponte Grande asesina, traiciona y es traicionado, en la urbana Sao Paulo, y huye en un barco desatinado el Conte

    La distincin bsica se da entre el hombre moderno (hijo de Atenas, Roma, Francia e Inglaterra) y el hombre primitivo. Lo que separ a ambos mundos fue el derecho sobre los hijos (patriarcado-matriarcado). La

    consecuencia: sociedades

    antropfagas vs. esclavistas. Fue

    entonces cuando el hombre dej

    de devorar a otros hombres...

    Operarios, obra de Tarsila do Amaral, amiga y esposa de Oswald de Andrade y otra de las rep

    Pilhanculo que deambula por el mundo del desenfreno, donde el hroe puede libe-rarse a un erotismo desenfrenado.

    Luego, arribado a Europa, Serafn se dedi-

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    ca por completo a ser un latin lover, conquis-tando a todo tipo de seoras, seoritas, damas de alta sociedad.

    El humor en De Andrade es la constante. El personaje, desde la desilusin del romanti-cismo, se entrega a la seduccin, la picarda y la fantasa con cada mujer que conoce: S pirata! Burdeliza los automviles! Las mujeres de tu siglo no usan pantaletas y son peludas como recin nacidos!.

    Serafn recorre las faldas de Europa y luego, antropfago insaciable, llega a Medio Oriente, a Tierra Santa, Turqua y Egipto, siempre embaucando, tramposo en el juego, malicioso para la conquista, hasta encontrar de nuevo a Dorotea y resarcir sus intestinos. Por ltimo, cumplida su venganza, huye en otro barco, El Durasno, con la intencin de establecer una sociedad pripica en el silen-cio del mar.

    Todos, mancebos y mujeres, culonas, coco-

    yudas, perfumadas, sudadas, fueron despoja-das de toda pantaleta, falda, taparrabo o paal [] En la lejana, en las nostalgias de los salones, en los tumbadillos, al pasar el capitn grticos cnicos que recordaban fingi-

    dos pudores [] El Durasno solo se detiene para comprar aguacates en los malecones tropicales.

    Ensayo Si Oswald de Andrade en su poesa y narrati-va ya atisba estos postulados antropfagos, en sus ensayos logra concretarlos; aterriza en una crtica formal a Occidente esta intensin poltica antropfaga la anarqua como est-tica.

    En Crisis de la Filosofa Mesinica (1950), De Andrade argumenta y debate el derecho antropofgico, el tragarse simblicamente a otro sin convertirse en eso otro; y sin ningn reparo arremete contra todo lo que proviene de Europa: literatura, historia, economa, Scrates, Esquilo, Shakespeare, Garibaldi, Kant, Schopenhauer, Marx Todo y todos pasan por la lanza del antropfago.

    Todo el Fedn no pasa de ser un terrible drama ntimo para Andrade. Con su comple-jo de comadrona, heredado de la mayutica materna, Scrates elabora un terrible mon-logo para convencerse a s mismo ms que a los dems de la existencia del alma inmortal. La cicuta pasa a ser la clave de la supervivencia en el mundo del ocio que siempre haba sido negado, a l, pobre des-guarnecido del Peloponeso y parsito peren-ne de las ricas clases de Atenas.

    La distincin bsica se da entre el hombre moderno (hijo de Atenas, Roma, Francia e Inglaterra) y el hombre primitivo. Lo que separ a ambos mundos fue el derecho sobre los hijos (patriarcado-matriarcado). La con-secuencia: sociedades antropfagas vs. escla-vistas. Fue entonces cuando el hombre dej de devorar a otros hombres para convertirlos en sus esclavos.

    As, De Andrade cohesiona la separacin antropfaga, el desarraigo; desde el anlisis de las culturas mesinicas (esclavistas), en las que el seor de la tierra se convierte en la imagen del Seor de los cielos, acontece el derecho de explotacin sobre los dems. Hesodo, teognico y cantor de los trabajos, conecta el cielo con la servidumbre. Orestes y Hamlet estn resentidos con sus madres. Marx queda reducido a un simple contador. Freud no es ms que un mstico del nuevo cielo: el Estado.

    Las referencias son innumerables. Todas antagnicas de la sociedad sin Estado, la sociedad del salvaje. Agotados, redundantes, los pensadores occidentales son un perro persiguiendo su propia cola.

    Se dijo, al principio de este texto, que la importancia de la obra de Oswald de Andrade era la influencia que ejerci poste-riormente en las corrientes artsticas brasi-leras.

    Se ha reconocido en el movimiento antro-

    pfago la descolonizacin del arte y la filoso-fa del Brasil, y es a partir de estos que comienza una poca fecunda para la cultura brasilera.

    Por ejemplo, el salvaje ldico, el creativo, el antropfago y su tribu liberados de cadenas que los aten a Europa, pueden ocuparse de su propio ocio. Un sentimiento de pertenencia el valor de ser diferente, al tiempo que devora y se alimenta de sus enemigos los digiere.

    De esta manera, Banden Powell y Vincius de Moraes (Os Afro-Zambas), inventaban la bossa nova y el tropicalismo en la fusin de los ritmos afros y el jazz (entonces ya euro-peizado), 30 aos despus de Oswald de Andrade. Pero todo esto ya excedera estas lneas dedicadas a la antropofagia.

    presentantes del modernismo en Brasil.

    Imagen: http://noticias.universia.com.br/

    Notas 1.- Oswald de Andrade. Memorias Sentimentales de Juan Miramar (1924). 2.- Zumbi dos Palmares, lder histrico de los quilom-bos y efigie de la lucha negra en Brasil.

    Oswald de Andrade Naci en Sao Paulo en 1890. Hijo de una fami-lia acaudalada, pudo dedicarse a la escritura, aunque inici su carrera de Derecho. En 1909 comenz su carrera periodstica como crtico de teatro y en 1911 fund el semanario O Pirralho (El mocoso). Despus de su viaje a Europa (1912), volvi a Brasil con ideas nuevas y revolucionarias sobre el arte. En 1922 organiz, junto a otras perso-nalidades del mundo artstico, la Semana del Arte Moderno. En 1924 se traslad a vivir a Pars, donde redact su poemario Poesa Palo-Brasil, en el que propugnaba un regreso del arte a las tra-diciones de su tierra. A su regreso a Brasil, en 1928, fund la Revista de Antropofagia, desde la cual radicaliz sus posturas artsticas. Su postura de izquierda y antifacista tambin se endureci. Falleci en Sao Paulo, en 1954.

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    HOMENAJE

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    n este 2014, en el mbito mun-dial enfrentamos la prdida de varias figuras del mundo de la cultura. Es cierto que todos los

    aos debemos afrontar las prdidas, pero este ao, quiz, algunas fueron un poco ms sentidas, por la sorpresa, por la decepcin de que la salud de algunos no mejorase, por el impacto que produce una temprana muerte que llega, fatalmente, por la propia mano.

    Es as que la sorpresa se transforma en tris-teza, pero tambin surgen, casi al instante, los recuerdos, las ancdotas, y parece que aquellos que parten no se han ido realmente.

    Quiz entre las noticias ms impactantes de este ao est el fallecimiento de Gabriel Garca Mrquez, el 17 de abril. Si bien hubo rumores de que sus facultades mentales no estaban ya bien, y de que su salud se deterio-raba de a poco, la noticia de su muerte no dej de impactar a todos quienes lo leyeron y lo admiraron. En palabras del presidente colombiano, Juan Manuel Santos: Garca Mrquez es el colombiano que, en toda la historia de nuestro pas, ms lejos y ms alto ha llevado el nombre de la patria. Que des-canse y revivan sus letras, una y otra vez.

    Dos fallecimientos, tristsimos, por su tr-gico teln de fondo, fueron los de los actores estadounidenses Philip Seymour Hoffman (2 de febrero) y Robin Williams (11 de agosto). Ambos actores con amplias trayectorias, murieron por excesos, por la carga, por la

    Aquellos que se

    quedarn en la memoria

    Redaccin cartNPiedra

    E extraa tristeza que embarga a los seres humanos. Pero a la pena de su deceso le siguieron las demostraciones de afecto y sus actuaciones revivieron en todas las panta-llas.

    Repentina fue la muerte del guitarrista Paco de Luca el 25 de febrero, cuando juga-ba con sus hijos en una playa de Cancn. Fue una triste sorpresa, pues Paco an daba conciertos magistrales, y la gente esperaba con ansias sus prximas presentaciones.

    La esperanza se vio decepcionada cuando el 4 de septiembre falleci, al fin, Gustavo Cerati, despus de haber estado durante 4 aos en estado de coma a causa de un ata-que cerebrovascular en 2010, despus de un concierto en Caracas. Su familia y fanticos an esperaban su despertar.

    El 28 de noviembre, una triste noticia embarg a muchos cuando se supo del dece-so de Roberto Gmez Bolaos, Chespirito. Si bien surgieron opiniones encontradas sobre su humor y sobre los criterios polti-cos del guionista y actor, el hecho innegable es que la figura de Chespirito es icnica para varias generaciones en Latinoamrica y que sus personajes, el Chapuln Colorado y El Chavo del 8, entre otros, sern recordados por muchsimo tiempo.

    Otros personajes nos han dejado este ao. Por eso, hoy, presentamos un pequeo homenaje, los recordamos, para que su memoria sigua viva.

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    14 de enero

    Poeta, traductor y periodista. Naci en Buenos Aires (1930). Fue galardonado con el Premio Cervantes en 2007. A su muerte, el Gobierno argentino decret 3 das de luto.

    Actor en varios papeles y facetas. Naci en Fairport, N.Y. (1967). En 2005 gan un premio scar por su papel en Capote.

    Terico cultural, socilogo y docente. Naci en Kingston (1932). Uno de los grandes referentes de los estudios culturales.

    Juan Gelman

    Poeta, ensayista y traductor. Naci en Ciudad de Mxico (1939). Obtuvo el Premio Cervantes en 2009. Perteneci a la Generacin del 50.

    Jos Emilio Pacheco

    26 de enero

    2 de febrero

    Philip Seymour Hoffman

    10 de febrero Stuart Hall

    Periodista, traductor, novelista, ensayista. Naci en Tijuana (1941). Obtuvo la beca Guggenheim en 1995.

    15 de febrero

    Federico Campbell

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    25 de febrero

    Paco de Luca Compositor y guitarrista de flamenco. Naci en Algeciras (1947). Obtuvo dos premios Grammy Latino, 2004 y 2014, as como el Premio Prncipe de Asturias a las Artes (2004). Gracias a su arte, el flamen-co se universali-z y lleg a todas partes del mundo.

    1 d emarzo

    Alain ResnaisGuionista y direc-tor de cine. Naci en Vannes, Francia (1922). Form parte de la Nueva ola del cine francs.

    5 de marzo

    Leopoldo Mara PaneroPoeta, narrador, ensayista y traductor. Naci en Madrid (1948). Es considerado uno de los grandes poetas contempor-neos, form parte de la generacin de poetas llamados Novsimos.

    6 de abril

    Mickey Rooney

    17 de abril

    Gabriel Garca MrNovelista, cuentista, ensayista y periodista. NaciColombia, en 1927. Quizs es el representante mllamado boom de la literatura latinoamericana,Mrquez han sido traducidas a la mayora de idapareci Cien aos de soledad, en 1967, se vendejemplares en una semana. Empez entonces stura poltica, de izquierda, le vali el rechazo de conservadores y en Estados Unidos. Paradjicamvo personal ha terminado en la universidad de Dobtuvo el Premio Nobel de Literatura.

    17 de abril

    Cheo FelicianoCompositor y cantante. Naci en Ponce, Puerto Rico (1935). El Nio mimado de Puerto Rico grab varios discos de bala-da romntica, bolero y salsa. Su falleci-miento fue una sorpresa, pues se produ-jo por un accidente de trnsito. Obtuvo varios premios a escala latinoamericana.

    Actor y animador de televisin. Naci en Brooklyn (1920). Dedic 80 aos de su vida a la actuacin, pues su primer papel lo interpret a la edad de 6 aos. Obtuvo dos premios scar, uno en 1938, Premio Juvenil, y otro en 1982, honorfico.

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    rquez en Aracataca,

    ms visible del , las obras de iomas. Cuando dieron 8 mil u fama. Su pos-los sectores

    mente, su archi-Denver. En 1982

    28 de mayo

    Maya AngelouPoeta, narradora, activista por los dere-chos civiles, actriz y cantante, naci en San Luis, Misuri, en 1928.

    25 d e junio

    Ana Mara Matute

    Novelista. Naci en Barcelona (1925). Miembro de la Real Academia Espaola, tam-bin obtuvo el Premio Cervantes en 2010. Es de las mejores narra-doras de la pos-guerra.

    11 de agosto

    Robin Williams

    Actor. Naci en Chicago (1951). Se espe-cializ en comedia. Gan 5 Globos de Oro y un premio scar por Mejor Actor de Reparto en 1997.

    4 de septiembre

    Gustavo CeratiCompositor y cantante. Naci en Buenos Aires (1959). Fund el grupo Soda Stereo y luego sigui su carrera como solista.

    28 de noviembre

    Roberto Gmez Bolaos

    Guionista y actor. Naci en Ciudad de Mxico (1929). Cre los famosos persona-jes El Chavo del 8 y El Chapuln Colorado.

    29 de noviembre

    Mark Strand

    Poeta, traductor y ensayista. Naci en la Isla del Prncipe Eduardo (1934). Obtuvo, entre otros, el Premio Pulitzer en 1999. Como traductor, llev al ingls a Rafael Alberti y a Dante Alighieri.

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    POESA

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    Andrs Villalba Becdach Escritor

    Pop-up de Kelver Ax

    Portada del libro Pop-up, de Kelver Ax, presentado el 18 de diciembre pasado, en Quito.

    Imagen: cortesa Cascahuesos

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    a poesa ecuatoriana recibe un estupendo bao de frescura y revitalizacin con el poemario Pop-up, del joven lojano

    Kelver Ax, (Kleber Enrique Ajila), quien con humor dad, inventiva envidiable y un len-guaje aparentemente sencillo lo que resul-ta dificilsimo de lograr cultiva un pensa-miento pardico y anarquista que piensa contra s mismo para aprender a vanagloriar-nos de nuestras carencias: Amo lo que no soy porque en ello radica mi riqueza, dice Kelver, que a fuerza de versos cortos, preci-sos, haiks y aforismos escribi su libro. En el aforismo, ms an que en el poema, es donde la palabra es dios, deca Cioran; no es gratuita la cita que Kelver utiliza del pensa-dor rumano: Mi idea de escribir un libro es despertar a alguien, azotarle.

    En Pop-up, los contrastes entre enfermedad y riqueza funcionan a plenitud. Este juego no tiene lmite. Cada uno de nuestros deseos recrea el mundo y cada uno de nuestros pen-samientos lo devasta. La violencia se presen-ta contra quienes creen en la esperanza, por eso se critica el afn de los fanticos del hombre, creyentes del optimismo. Aqu aprendemos a humillar al hombre: un animal arrogante al que hay que hacerlo entrar en razn para mostrarle con qu lodo ftil est amasado. Pero no podemos subestimar los peligros de la humillacin.

    Kelver tambin se burla de la solemnidad de cierta poesa, del oficio infructuoso de escri-bir poemas, sobre todo de la palabra poeta, del clich, de la etiqueta barata y escribe:

    nosotros los poetas llegamos a grandes hoteles de ciudades heliocntricas para amanecer en recepcin podridos de hambre de fro (fro humano por supuesto) sin dinero escribiendo poemas para tener el posterior cinismo de ubicar debajo ciudad y fecha en que fueron escritos como si eso garantizara algo y nosotros lo sabemos por eso dormimos en el sof de un lujoso hotel llamado Poesa.

    Quiz sea necesaria la transicin de la pala-bra poeta a escritor de poemas, ya que poeta es otra palabra que lleg a la cspide de la ignominia. Seguramente porque la poesa sirve solo para esconderse: quin engaa a quin en este juego delirante? A quin le interesan los traumas y complejos del prji-mo si son suficientes los propios? Es un ejer-cicio radicalmente etreo, mezquino y ona-

    L nista. Pero en Pop-up sabemos de qu habla el poema porque es real, tiene su peso justo, gusta, viene de una necesidad, de una emer-gencia, uno se asombra y se reconoce ah:

    la poesa me lleva en su taxi o mejor dicho/ la polica me lleva en su auto escribir es algo as como morir (les digo) escribir es algo as como ofender (responden).

    Adems, en otro gesto irnico, hay una cita de la poeta estadounidense, suicida, Anne Sexton: Mis admiradores creen que me he curado, pero no, slo me he hecho poeta.

    Este osado crisol de licencias lingsticas, transgresiones verbales y experimentos con la forma tradicional de lectura guardan estre-cha relacin con el otro oficio que Kelver ejerce: la pintura, en el reino visual. En sus dibujos irracionales y descabellados, la cro-mtica se vuelca al detalle minucioso y mili-mtrico en el que el ojo gana su azar y nos dejamos vencer por obsequios visuales como

    un chorreo de iluminaciones. De ah la asociacin de que cada verso sea

    un gatillazo fulminante, preciso como una pincelada con el dominio cabal de todas las imgenes logradas a lo largo del libro. S que no voy a vivir de la literatura, pero con la pintura s hago platita, ha dicho y sentencia-do Kelver Ax con absoluta razn.

    De igual importancia, aqu asistimos a una capacidad admirable de asociar el engranaje potico con soportes tcnicos como celula-res, bluetooth y dems formas comunicacio-nales que el tecnicismo ha impuesto en la modernidad.

    El escritor Juan Jos Rodins afirma lo siguiente: Kelver Ax ha inventado algo: ha tomado la tradicin objetivista de la lrica occidental (Robert Creeley, por ejemplo) y las escrituras minimalistas, las ha convertido en una experiencia acumulativa y serial. Mediante una serie de artefactos visuales que intervienen sobre todo en la secuencia lineal del ojo, Kelver disea mundos en

    miniatura que, ms que la levedad del mirlo, semejan la ligereza del electrn. De hecho, este libro formulado como una especie de poema nico, a la manera de muchas obras poticas contemporneas parte de enten-der la vida como un artefacto electrnico cuya vivacidad parece proceder de un lugar atvico, indistinguible de las pantallas apa-gadas de los ordenadores y de los black-outs de las experiencias msticas, alcohlicas o sicotrpicas. Siento que este libro consigue ampliar el escenario de la ultimsima poesa ecuatoriana (divirtindose y padeciendo los

    lmites de las experiencias maqunicas), den-tro de un despliegue estilstico bastante per-sonal y un vuelo entre manso, paradjico y demencial. Pop-up es un mundo alucinado, alejado de la impostura del yo plenamente emprico, goza de la recreacin del mundo de la memoria, suenan zarpazos en las pginas, con escisin y mordedura, no se detiene porque no hay fronteras: hay parntesis de realidad en sus mltiples universos simblicos.

    Reflexionamos que existir es un vicio y un eco triste de algo terrible, vacuo y absurdo que ya sucedi. Como privilegio de incohe-rencia, el ejercicio negativo se erige como posibilidad de dignificacin, lo que equivale a decir que el proyecto de los individuos es la extincin de sus posibilidades, una sensacin de escarbar sin xito en las ruinas y pavesas del pensamiento y de la historia para sobre-vivir en tiempos de hecatombe: que alguien detenga el deshielo de mi cabeza siento miedo a colgar la pluma

    Quiz sea necesaria la transicin de la palabra poeta a escritor de poemas, ya que poeta es otra palabra que lleg a la cspide de la ignominia. Seguramente porque la poesa sirve solo para esconderse: quin engaa a quin en este juego delirante? A quin le interesan los traumas y complejos del prjimo si son suficientes los propios?

  • ese cuaderno mal escrito que es la vida pueda que el sol llegue a mi ventana con-vertido en colibr pero muere como todos: hediondo y sin orgullo.

    La palabra sale purificada desde el tutano del lenguaje y desde los intersticios del inconsciente, pero la esencia engaa por-que nada est quieto: la agilidad textual escapa y rehye a ser aprehendida. La mente carece de valor si no constituye un acto vertiginoso y arriesgado, caemos en cuenta que somos animales bochornosos, herederos de una existencia gratuita.

    En Pop-up, la mente sale de su laberinto trivial para encontrarse fracturada por la complejidad de otra posicin: tomamos partido y perdemos porque nuestras enfer-medades destruyen todo lo que tocan. No hay vuelta a la inocencia y no hay sosiego en la destruccin.

    Hay tambin en esta obra una obsesin con el mundo buclico, pastoral, con las sombras tutoriales y difuminadas de la madre y el abuelo de nuestro autor a lo largo del libro. Elucubrar sobre el tema de la infancia es difcil, delicado y muchas veces doloroso.

    La niez es como la patria y la patria a veces es una infamia: Infancia, pero no quera nombrarla/ quera encontrar tan solo el arte/ en que ella misma se escuda-ba, escribe el poeta argentino Arturo

    Carrera. Resulta admirable el ejercicio y desvelo de

    melancola de Kelver para reconquistar el pasado y saldar cuentas con el pequeo Kelvercito que fue. No podemos soslayar la crudeza y tristeza de la infancia, pues esta es el territorio donde todo sucede y sucede para siempre. El mito de la infancia es glo-bal, lo cifra un mundo. Y hay que volverse nio desde la escritura para restaurar y corregir la infancia de ese mundo, acaso siempre difano y nuevo:

    antes era un nio mezquino y acomplejado ahora recojo los huesos de nios hurfanos y cuidadosamente los disperso en el patio para verlos resplandecer con el primer rayo proyectar sus sombras de silenciosa fe y letales en una silla me espero y nunca llego el nio que sonre en mis viejas fotos es el mismo que me estrangula.

    Me detengo en otro poema: Y si detrs de cada letra/ hubiese un soldado que nos apunta/ Y si detrs de estas palabras: / una bala que se aproxima. Este breve texto es un claro ejemplo de cmo Kelver Ax soluciona de una forma particular muchos de sus poe-mas: toda una historia es sintetizada y des-plegada de forma lacnica y contundente. El encantamiento de contar ms diciendo menos, un arte en fuga para una mirada en fuga hasta respirar por piel ajena. Universalizar la propia ancdota lo cual tambin es un vicio triste, hasta que sea apoderada y quede como una aguja en el cerebro. El estupor de la primera lectura es conciso, su chirlazo es contundente y se polariza: pasa sbitamente de una carcajada a la irradiacin de una lgrima.

    Poesa como encuentro entre el flujo barro-co, impronta entre el espaol y la explosin del surrealismo, con hermetismo y subver-sin referencial: para qu escribir si el tachn supera al poema.

    El cubano Jos Lezama Lima deca: Solo lo difcil es estimulante, solo la resistencia que nos reta es capaz de enarcar. Sin duda, dedicarse a escribir o leer poesa es un acto de resistencia, pero como nos habla un poema, no nos habla nadie en el planeta.

    El poema es el nico lugar donde la lengua no miente, existen libros de poemas menti-rosos, pero cuando te sacude un poema, esa lengua no miente jams. Pop-up no miente y comulga de forma porfiada con gustar y gus-tarse, el mejor principio posible. Para no herir ms la fiesta de este fabuloso libro desde la pobreza de mis palabras, termino con un verso 1apidario: //lo terrible es no morir en cuerpo ajeno//.

    Pastilla ad-hoc. Obra de Kelver Ax. 2014.

    Imagen: cortesa Kelver Ax

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    ENTREVISTA

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    ditorial Gedisa existe desde 1977, fundada por Vctor Landman. Dada la coyuntura poltica de ese entonces en

    Espaa, Gedisa naci como una editorial enfocada hacia el pensamiento y la reflexin, las ciencias humanas, la expresin total de las ideas. As, las primeras publicaciones de la editorial abordaban temas como sicologa, sexologa y sociologa.

    Luego, autores reconocidos del pensamien-to fueron editados por esta casa, con obras como El nio feliz, de Corkille Briggs, y Cmo hacer una tesis, de Umberto Eco este lti-mo libro de seguro ha sido consultado ms de una vez por los afanosos universitarios de nuestro pas. Estos dos ttulos estn entre los best seller de la editorial.

    Al catlogo de Gedisa se sumaron autores como George Steiner, Clifford Geertz, Allan Bloom, Jean-Francoise Lyotard y Hannah Arendt, entre otros, expandiendo el universo de las publicaciones. Los estudiantes y los interesados en el pensamiento tuvieron, entonces, un nicho importante para consul-tar a sus autores de referencia.

    Desde los aos setenta hasta hoy, Gedisa ha crecido, por supuesto, y es as como mantie-ne un catlogo de obras vivas de 1.500 ttu-los, y presenta por lo menos 70 novedades anuales. Los ttulos que pueden estar desca-talogados, por cuestiones coyunturales, por ejemplo, son poqusimos, pues una de las

    Alfredo Landman: Editar es una

    propuesta cultural Sandra Araya

    Editora de cartNPiedra

    E polticas de Gedisa es mantener vivo su cat-logo: se hacen de 150 a 200 reimpresiones al ao, si el tiraje de una obra ya no es suficien-te para abastecer los puntos de venta.

    Gedisa, hasta este ao, ha tenido distribui-dores en toda Latinoamrica, pero an no estaban al 100% en el Ecuador. Gracias a una nueva sociedad con editorial Ocano, desde el ao 2015 ser posible encontrar en nues-tro pas el 90% del fondo editorial de Gedisa.

    Y si un libro falta precisamente aquel que uno busca con desesperacin para la diserta-cin, para la investigacin que va a cambiar nuestro futuro acadmico (s, me sucedi a m), es posible pedirlo directamente al dis-tribuidor y este llegar prontamente.

    Este anuncio lo hizo Alfredo Landman, director general de Gedisa, en el mes de noviembre, cuando visit nuestro pas para coordinar este nuevo proyecto integrado con editorial Ocano. En un pequeo coloquio organizado por Mnica Varea en la librera Rayuela, Landman present la editorial Gedisa aunque esta ya es bien conocida por quienes siguen el mundo editorial de las Ciencias Sociales y de paso tambin pre-sent un nuevo sello editorial, NED, un pro-yecto que corre paralelamente a Gedisa y que abordar temas polticos y de sostenibilidad, as como temas de debate.

    Por supuesto, el fondo de este nuevo sello tambin llegar al Ecuador.

    La llegada de un fondo editorial a nuestro

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    pas debera ser siempre motivo de celebra-cin y es que editar libros es una propuesta cultural, tal como nos contaba Alfredo Landman, en la entrevista posterior al colo-quio.

    Como proyecto, esta editorial pretende una distribucin en el mbito iberoamericano de su material, para que cada autor pueda ser ledo en cada pas de la zona. Es decir, si un autor publica en Gedisa, tiene la seguridad de que su obra ser leda no solo en su pas de origen, sino en toda Amrica y Espaa.

    Por supuesto, esta visibilidad del autor debe tambin ser promovida por l, es decir, que sea un autor prdigo, en trminos de Landman.

    Y si un autor ecuatoriano est interesado en publicar con Gedisa, pues el proceso, quiz, puede acortarse. Sin embargo, cada autor debe circunscribirse a este circuito de la pro-digalidad.

    Me llam mucho la atencin la utilizacin de un trmino al referirse a los autores de Gedisa. Usted los llamaba autores prdi-gos. Qu es un autor prdigo? Gedisa se define principalmente como una

    editorial de ensayo. El ensayo para que tenga un posicionamiento en el mbito de las libre-ras y que la gente tenga un reconocimiento de esos libros, debe tener una entente muy fuerte entre el autor y la editorial.

    Si publicas a un autor consagrado, lo tienes todo ya, todos lo conocen, estn esperando su prximo libro. Pero Gedisa no solo publica a autores que son consagrados, sino tambin hace una poltica de autor con gente que est realizando ensayos, trabajos de investiga-cin, se trabaja con instituciones... Algo fun-damental de esta interaccin es que el autor sea una parte importante en el proceso de difusin de un libro.

    Considero que el autor es el primer motor de un proyecto editorial, evidentemente. Un editor publica multiplicidad de temas, y hay una enorme cantidad de personas trabajando detrs, para que ese proyecto funcione: ven-dedores, personal de prensa, etc. Entonces, el autor debe estar consciente de que esa gente est esperando las consignas para salir a tra-bajar, y que quien mejor puede dar esas con-signas es el autor, a pesar de que la editorial marca una lnea de un proyecto editorial y el manejo de la logstica que implica editar un

    El autor escribe un libro, pero su trabajo debe continuar. Si un autor despus se queda en su casa, lo ms probable es que su libro muera ah mismo. Pero si nosotros hablamos mucho de un autor antes y l participa en congresos, da clases, est en tertulias, tiene una vida activa en relacin con su pensamiento,

    todos los engranajes se empiezan a mover.

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    libro. El autor escribe un libro, pero su trabajo

    debe continuar en cmo l colabora con todo el equipo para la difusin. Si un autor des-pus se queda en su casa, lo ms probable es que su libro muera ah mismo. Pero si noso-tros hablamos mucho de un autor antes y l participa en congresos, da clases, est en ter-tulias, tiene una vida activa en relacin con su pensamiento, todos los engranajes se empiezan a mover. El autor es el motor de ese engranaje. Si el primer engranaje se mueve, mueves todo el universo asociado. En ese sentido es fundamental la complicidad del autor con el proyecto editorial.

    Ustedes invitan a algunos autores para que publiquen con Gedisa o solo se mueven con los originales que les llegan? Se cumplen todos los pasos. Muchas veces se habla con autores, los invitamos a publicar, investigamos si estn escribiendo o no.

    Por supuesto, hay que dividir claramente entre los autores que escriben en espaol y los autores que son de traduccin. En este segundo caso, la editorial investiga, participa en ferias internacionales, buscando autores que estn dentro de la lnea editorial y al pensamiento de punta, y por otro lado, hay un trabajo que se realiza en colaboracin con los asesores de la editorial o editores de coleccin. Se invita a autores a participar o recibimos las propuestas.

    Creo que en este momento hay lneas edito-riales en Gedisa que mal que bien hacen que esta est casi en el primer lugar en cier-tas temticas. Nosotros hemos creado una coleccin basada, por ejemplo, en el tema de la resiliencia. As, una persona que est aso-

    ciada al tema de la resiliencia, si quiere publicar y tener visibilidad, viene a Gedisa.

    Qu proyectos conjuntos emprende Gedisa con otras instituciones? Es decir, ferias, coloquios, presentaciones. Creo que para trabajar en el mundo del ensa-yo, hay que tomar en cuenta dos segmentos. Tenemos el libro cultural, que se asocia con los medios de prensa, en cmo se difunden temas en debate polticos, sociales, en medio de la opinin pblica, que se mueve por un trabajo de interaccin con los medios y con ciertas instituciones como museos.

    Tambin est el libro tcnico o acadmico y ah s es fundamental la interaccin con las instituciones. Si nosotros sacamos un libro de comunicacin o lingstica, por ejemplo, y no trabajamos a la par con asociaciones de especialistas, con las universidades quie-nes colaboran en un proceso de sinergia, esos libros tienen mucha dificultad de sobre-vivir. Entonces, s es muy importante para una editorial, cuando estamos hablando del segmento del libro tcnico, universitario, profesional, que siempre est en relacin con comunidades que participen activamente en el desarrollo del proyecto, ya sea porque organizan simposios o encuentros, o porque participan en un proceso de coedicin.

    Esto es fundamental para que el ensayo tenga vida. En estos das he estado en Quito conversando con universidades, especial-mente que se dedican a temas de posgrado, porque para estar, hay que interactuar; para que los libros tengan visibilidad, hay que interactuar con estas instituciones.

    El otro punto que hay que agregar es que una vez que se piensa en todo esto, y atado a

    la posicin del autor lo que nosotros inten-tamos, como elemento fundamental del pro-yecto editorial es que los libros lleguen por capilaridad a toda Latinoamrica. Esa es una parte fundamental o visin misin de Gedisa. Si nosotros sacamos a un autor, que-remos que ese autor pueda ser ledo en cual-quier ciudad, que pueda llegar a las bibliote-cas y libreras. Hasta ahora, en trminos generales, creo que esa ha sido la gran traba del pensamiento latinoamericano: un autor ecuatoriano tiene mucha dificultad de ser ledo en Chile, y as viceversa. Entonces, si queremos definir por algo el proyecto de Gedisa, es que busca entrecruzar el pensa-miento de toda Iberoamrica; es fundamen-tal pensar que un autor mexicano pueda ser ledo en Ecuador. Y creo que es una meta que pretende enriquecer el mbito del pensa-miento, es una cuenta pendiente del mundo del libro, que los autores estuvieran preocu-pados porque sus libros no llegasen a todos lados.

    Domina un criterio empresarial en gestin que para nosotros, como pequea o mediana editorial, no funciona. Hacemos un proyecto

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    totalmente inverso. La vida de un libro se da porque logra moverse de una forma capilar y eso produce riquezas e interacciones entre autores que viajan, instituciones que partici-pan en estos proyectos. Editar libros es una propuesta cultural.

    Gedisa es una editorial independiente, frente a estos nuevos conglomerados, las fusiones de las editoriales. Qu significa esto? Cul es el rol de una editorial inde-pendiente hoy? Gedisa y NED son proyectos independientes y esa independencia tiene que ver con la capacidad diferencial de ocupar un lugar en Latinoamrica hoy en da.

    Me resulta difcil definir esto pero s puedo decir que una editorial independiente se maneja por los deseos de sus editores. En un proyecto editorial grande a veces los niveles de decisiones superan la propia marca, para ser grandes decisiones a nivel estratgico del grupo empresarial. Se desdibujan en algn punto, a veces, las propuestas concretas de los directores de cada proyecto editorial, sin tener verdaderas decisiones en cada accin como podemos tenerlas nosotros, de mover-nos con cierta agilidad, incursionar en otros mercados Como contrapunto, los grandes conglomerados tienen herramientas de tra-bajo que nosotros no tenemos, pero que res-ponden a otras normativas.

    Le voy a hacer una pregunta que puede parecer de colegio. Aunque usted no lo crea, mucha gente desconoce qu hace el editor dentro del proceso de elaboracin de libros. Qu es un editor, qu hace? A ver: en la definicin de editor hay dos tr-

    minos. Uno es el editor latinoamericano, diferente al concepto del mundo anglosajn. En ese mundo, hay diferencia entre editor y publisher. El publisher es el empresario que define las polticas empresariales de una edi-torial. En castellano, no tenemos una dife-renciacin de conceptos, y el editor es quien hace todo.

    En grandes conglomerados, supongo, el edi-tor est al frente de la lnea editorial y ms all estn los ejecutivos que deciden la pol-tica empresarial.

    En el mbito nuestro, de empresas media-nas y pequeas, en el editor confluyen la figura del empresario y de quien dirige el proyecto en sus lneas editoriales. El editor tiene en sus manos el dibujo de toda la empresa: la lnea editorial y el trabajo empre-sarial, que va desde la definicin de los cat-logos, la poltica de precios a sus proyectos logsticos, sistemas de exportacin, ventas y comercializacin, impresin, toda la cadena del mundo del libro desde el punto de vista tcnico; y a la vez, se confluye en el editor como responsable ltimo de la lnea edito-rial, es decir, es quien decide qu proyecto emprender y cul es la cara de ese proyecto determinado.

    En un proyecto como el nuestro, un editor elige libros, habla con autores, dirige o coor-dina con los directores de coleccin, y a su vez tiene asesores editoriales que le ayudan a tomar decisiones. Esa es la figura del editor en un mundo iberoamericano.

    Cmo se maneja Gedisa con el formato de los e-book? En la pgina web de ustedes hay prlogos y extractos, pero no las obras completas.

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    Desde hace muchos aos Gedisa hace los libros en formato e-book y en papel. Existen los dos formatos. Desde nuestra pgina web no se pueden comerciar esos libros, pero s estamos trabajando los e-books desde otras plataformas digitales. Estamos totalmente involucrados con el desarrollo digital de las obras. Creemos que una editorial acadmica tiene un futuro digital seguro, ms all del papel.

    Lo que s hemos hecho son libros en los que hay una hibridacin entre digital y papel; es decir, hay libros que una parte est en papel y ponemos: Si usted quiere ver los anexos de este libro, puede descargarlos en nuestra pgina web. Un libro que antes poda tener

    800 pginas hoy puede tener un corpus en papel y en digital, pero toda la informacin de los anexos est directamente en formato digital. Estamos desarrollando estos mode-los hbridos en un mismo proyecto.

    Sobre la nueva lnea editorial que usted ha presentado, el nuevo sello, NED, es ms divulgativo? No es, efectivamente, ms divulgativo. Tiene, s, una primera lnea editorial que es ms divulgativa, pero el proceso total no va por ah, sino que tambin es ensaystica.

    No es un proyecto divulgativo, pero s es diferencial al proyecto de Gedisa porque quiz est ms orientado a temas polticos y temas de sostenibilidad. Despus hay otras colecciones, como Palabra extrema, que est basada en textos biogrficos.

    NED es un proyecto independiente a Gedisa, con otro equipo de gente, otras comunidades asociadas. Va a tener una lnea en temas de sostenibilidad y va a tener una fuerte lnea de pensamiento poltico, que se est desarrollando. Por ejemplo, estamos trabajando en una coleccin llama-da Emancipacin 21, que analiza el proyecto y el discurso emancipatorio en Amrica Latina y en Espaa. Estamos desarrollando una biblioteca sobre juventud en Iberoamrica, lo que implica pensar cul es rol de la juventud en Latinoamrica, con un directorio de especialistas de Mxico, Argentina, Espaa, que est entrecruzado de forma transversal el pensamiento de cmo tratar el tema de la juventud. Tenemos tambin una coleccin que se llama Utopizando, que habla sobre las uto-pas contemporneas.

    En trminos generales, NED es un proyec-to ensaystico, por un lado con una veta ms poltica y otro tema muy fuerte dentro de esta lnea es desarrollar y discutir temas de sostenibilidad.

    Desde temas en la parte ms divulgativa, por ejemplo, abordamos qu puede cambiar una persona en s misma. Lo ms divulgati-vo tiene que ver con temas de la alimenta-cin, temas de ecologa, temas de reciclaje, temas de cosmtica natural, todos pensados desde el anlisis de las conductas ecolgicas frente a las grandes corporaciones, y a los problemas que se han dado en la salud y en el medioambiente.

    Tambin sacaremos libros con temas periodsticos en los que se debaten temas como transgnicos y pesticidas. Este es todo un debate en Amrica Latina. Hay corpora-ciones como Monsanto que ponen las cosas muy difciles para repensar cul es el lugar de los transgnicos. As queremos tratar temas de salud, a escala global. Temas de debate, sobre todo lo que est viviendo Latinoamrica.

    Este ser un nuevo espacio al respecto.

    Domina un criterio empresarial en gestin que para nosotros, como pequea o mediana editorial, no funciona. Hacemos un proyecto totalmente inverso. La vida de un libro se da porque logra

    moverse de una forma capilar y

    eso produce riquezas e

    interacciones. Editar libros es una

    propuesta cultural.

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    PERSONAJE

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    Paco Porra: la construccin de una figura mtica

    en el mundo editorial

    Redaccin cartNPiedra

    De izq. a der.: Gabriel Garca Mrquez y Paco Porra, editor que sac a la luz la obra Cien aos de soledad.

    Foto tomada de www.pagina12.com.ar

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    l adjetivo mtico, manoseado hoy en da, suele desvirtuar una figura, antes que ponde-rarla. Se lo usa con liberalidad.

    Y sin embargo, quiz haya, an, unos pocos personajes que merezcan este apelativo, por su participacin en la historia.

    Paco Porra (Galicia, 1922) es uno de aque-llos hombres que hizo historia desde su papel de editor y traductor. Podra decirse, pues, que Porra es un editor mtico. Y los mons-truos, los hroes mticos, construyen su figu-ra a lo largo de una historia pica, magnfica.

    En 1955 inici su carrera en grande. Luego de leer sobre Ray Bradbury, uno de los maes-tros de la ciencia ficcin, Porra compr uno de sus libros y enseguida se convenci de que haba que ir ms all: adquiri los derechos de dos de ellos y fund la editorial Minotauro, especializada en ciencia ficcin. A esa empresa entr como socio Antonio Lpez Llauss, gerente de editorial Sudamericana, quien luego incorpor a Porra a su equipo en la emblemtica edito-rial fundada por Victoria Ocampo y Oliverio Girondo, entre otros, como asesor literario y en 1958 asumi la jefatura edito-rial hasta 1970.

    Paco Porra se convirti en el hombre id-neo en el momento exacto, en el sitio preciso. Todo se confabul para forjar una tremenda historia.

    En 1951, editorial Sudamericana haba publicado Bestiario, de Julio Cortzar, pero su venta estaba totalmente estancada y, si bien Cortzar ya era un lector de culto, segn Porra un culto pequeo, por supuesto, necesitaba un empujn, un voto de confianza editorial. Paco Porra no lo pens dos veces: public Las armas secretas, en 1959, y publi-c, luego, Rayuela, en 1963. Con respecto a este ltimo texto icnico, de los ms importantes de la literatura latinoamericana, quin podr negarlo, Porra no le sugiri nada a Cortzar, pues este era un texto transparente.

    Aos despus, cuando Luis Hars le habl de cierto escritor colombiano, y le facilit mate-rial de este, Paco Porra se puso en contacto con el autor. El creador de la mtica ciudad de Macondo, que no era otro que Gabriel Garca Mrquez, le contest a Porra que no poda cederle los derechos de sus primeras novelas La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y Los funerales de la Mam Grande, pues los tena ya una editorial mexicana, pero decidi enviarle el manuscrito de su obra indita, Cien aos de soledad. En una de esas, poda interesarle, pues es una novela muy larga y muy compleja en la cual tengo fincadas mis mejores ilusiones. (...) le asegu-ro que me dar una gran alegra poder cedr-selo a Sudamericana, escribi Mrquez en la

    E carta que acompaaba a una parte del escri-to. En ese preciso momento, el colombiano solo poda mandar una parte, debido a los costos del envo. Si a Porra le interesaba, enviara el resto.

    Paco Porra no solo acept que Mrquez le enviase el resto del escrito que en principio estaba titulado como La casa, sino que le pag un adelanto al colombiano para que pudiese, efectivamente, llevar a cabo el envo total de la obra. Era una poca dura para quien luego se convertira en Nobel. El resto es historia.

    Desde entonces, el nombre de Paco Porra est asociado a los grandes del boom latino-americano que si la memoria no nos falla fue, efectivamente, una expansin no solo literaria, sino editorial. Y gran responsabili-dad tuvo en ello este editor. Aunque l, en su infinita sencillez, siempre dijo que el papel del editor era solo el de mediador: estaban los lectores, la crtica, pero sobre todo, el autor.

    En Sudamericana no solo public a Garca Mrquez y a Cortzar, sino que incorpor tambin al catlogo a autores como Manuel Puig, Alejandra Pizarnik, Juan Jos Saer, Lawrence Durrell, y rescat del olvido la magistral obra de Leopoldo Marechal, Adn Buenosayres. En Minotauro, aunque al prin-cipio registr sus traducciones con seudni-mos, luego firm sus aportes y leg, por ejemplo, una traduccin de Crnicas marcia-nas de Bradbury, con un prlogo de Jorge Luis Borges, as como la edicin de otros tex-tos de autores como J. G. Ballard, Phillip K. Dick, Ursula K. Le Guin y Roger Zelazny, todos autores importantes de la ciencia fic-cin y la fantasa.

    En 1977, por la situacin poltica en Argentina, Porra se traslad a Espaa desde donde sigui con su editorial. Ah obtuvo los derechos para traducir y editar de la triloga de El seor de los anillos, obra que vendi un rcord de ejemplares. Al mismo tiempo, Porra trabajaba con editorial Edhasa.

    Ya en 2001, consider que deba descansar, dedicarse a la lectura, ms que nada.

    Hace pocos aos haba iniciado un proyecto editorial con su hijo, llamado Porra & Ca., cuyo trabajo se inici con Animalia, un homenaje a Julio Cortzar, propiciado por Aurora Bernrdez, pero el proyecto dur poco tiempo.

    Francisco Porra siempre editaba libros en los que crea, que le gustaban, aunque las apuestas fueran en contra, como en el caso de Cien aos de soledad, aunque parezca absur-do hoy en da vale recordar que de aquella obra se vendieron 8 mil copias durante la primera semana de circulacin.

    Asimismo, el oficio de editor, para Paco Porra, consista ms en un trabajo silencio-

    so, pausado, que estableciera un equilibrio entre la propuesta literaria y las ventas. Pero la paz era lo fundamental: Ms que la acti-vidad, ms que conocer escritores, ms que estar siempre pendiente de lo que dicen los peridicos y dems, lo que el editor necesita es trabajo solitario....

    Vaya trabajo solitario, paciente y dedicado que hizo Francisco Porra durante toda una vida. Por eso, en 2003, se le concedi el Reconocimiento al Mrito Editorial en la Feria de Guadalajara, tal como se les haba concedido a otros editores importantes como Jorge Herralde y Antoine Gallimard. Mticos, si se quiere.

    La vida de Paco Porra estuvo llena de actos incomprensibles que devienen en triunfos. Quiz por eso, hace pocos aos, como un hroe ocupado en memorias, dijo: Recuerdo con nostalgia la satisfaccin de publicar libros que yo crea admirables. Eso he dejado de hacerlo. No solamente porque trabajo menos sino tambin porque lo que se puede llamar el comercio de la literatura ha cambia-do mucho.

    Pero qued esa obra. Quedaron las obras mticas, asociadas a un nombre.

    En 1951, editorial Sudamericana haba publicado Bestiario, de Julio Cortzar, pero la venta de este estaba totalmente estancada y, si bien Cortzar ya era un lector de culto, segn

    Porra un culto pequeo, por supuesto, necesitaba un

    empujn. Paco Porra no lo

    pens dos veces: public Las armas secretas, en 1959.

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    RESEA

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    Santiago Vizcano Poeta y editor

    La Silva resguardada de Julio Pazos

    Portada del libro Silva de la tierra y el amor..., 2014.

    poyado en la relativa libertad de la silva como las glogas de Garcilaso o Las soledades de Gngora, este libro se

    abre con una especie de experiencia potica alucingena, un viaje como el de la ayahuas-ca, un ritual de iniciacin de un yo temeroso frente a lo desconocido. Esta Silva de la tie-rra y el amor es la trascripcin de lo descon-certante, es decir, el descubrimiento de lo propio.

    De un evidente mestizaje, este ritual al que asistimos est lleno de danzantes, santos y santas, pero tambin de cedros que lloran en silencio. Entre la luna y el sol, el yo lrico se abandona libremente a la experiencia visionaria:

    Vinieron personajes vestidos con anchos escapularios, noches partidas con ocasos fucsia. Vi danzar curiquingues en fajas que imitaban una constelacin innominada. Invocaron mi reducida fuerza.

    Este abandono sin duda le permite la con-templacin, tan propia de la poesa de Julio, llena de matices y percepciones de lo dimi-nuto y, por ello mismo, fundamental:

    En el sitio aromado del magnolio que aliviaba la pasin de la entrega remov los restos que sobraban: zozobra, espejismos, frenes y en una esquina de mi desolacin y la claridad del amor que jur.

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    Quiz por eso los poemas que resguardan a esta Silva estn apartados bajo el ttulo de Percepciones, y numerados para diferen-ciarlos, es decir para dividir la realidad que anuncian en mltiples fragmentos. As, como en un caleidoscopio, estos poemas son gran-des resplandores de una tierra siempre por descubrir. El yo nos devela el descubrimien-to y, por supuesto, el deslumbramiento de ese encuentro: Ninguna cosa es ma, ni

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    Foto: www.fkickr.com / francescaselva

    siquiera mi cuerpo que tiembla como un cordel extendido entre las cspides ilumi-nadas, mi cuerpo feroz.

    De mayor libertad formal, estos pequeos textos resaltan la visin de una naturaleza exuberante, un dejo romntico que Pazos maneja ostensiblemente para resaltar la palidez de los maderos que sufrieron los azotes de las aguas. Alguien dijo que las palabras vuelan y nunca regresan. Esta poesa, ms que ejecutar el acto sensible de la contemplacin, es un sobrevuelo, pero no solo de la mirada, sino de todos los senti-dos: La gente ignora el olor de la madera de eucalipto que se convierte en brasa.

    Este cmulo de percepciones se matiza en versos libres moldeados a travs de esa aguda percepcin en la que se respira un aire de rboles carbonizados y plumas de aves muertas. Pero tambin esta es una poesa de lo oculto, de la noche, de lo prohi-bido: El asesino, extasiado, huye y su res-piracin es viva candela. La ciudad aparece con su trfago y la poesa la encuentra como un paraso de pistones y de lluvia. La ciu-dad barroca como una bebida de oro can-dente.

    Los textos, adems, reflexionan sobre s mismos, divagan sobre su propio sentido y acuden a la metfora de enredadas guas de granadilla. En efecto, el poema se entrela-za, se anuda, se pierde por el muro de la len-gua y aparece por la ventana del habla: Texto y vida se entrelazan y un vago moti-vo se repite en esos parajes. El ser aparece como grito, un alarido insistente que mues-tra la soledad, la tristeza, pero tambin la dulzura y el jbilo. Porque la virtud del poema es la sinuosidad, la balada de la conciencia en el vaco, dice Julio.

    Como en toda su potica, el mundo de lo cotidiano andino puebla su poesa. Los objetos se convierten en palabras porque el yo est hecho de palabras: Esta mandarina dej su rbol y viaj hacia mi lugar, a mis habitaciones que retornan con su penum-bra; lleg y el aroma se hizo cabello, ojos, curvatura del cuello. El cuerpo, como fic-cin, es tambin el cuerpo del poema, en el que se escribe como un tatuaje. Como las posibilidades del observador son limitadas, as nos dice Julio, tiene que apresurarse ante la fugacidad, como el fotgrafo. La labor tambin se vuelve una pugna contra el olvido.

    Entre la ciudad y el campo, entre la natu-raleza y la pintura, entre el cuerpo y el sueo, cada estrofa se acerca ms a lo pro-saico, pero sin abandonar el lirismo. Porque aqu todo es msica. El poema es una prue-ba de la existencia.

    El poeta Julio Pazos Barrea (Baos de Agua Santa 1944).

    Julio Pazos Barrera Naci en Baos de Agua Santa en 1944. Es diplomado en Literatura Hispanoamericana, maestro de Lengua y Literatura Espaola. Entre los premios que ha obtenido constan Primer Premio y Medalla del concurso de Poesa de la Pontificia Universidad del Ecuador (1968), Conrado Blanco Fundacin de Madrid, Homage to Quito (1973), Premio Nacional Aurelio Espinosa Plit (1979), Premio Casa de las Amricas, Habana, Cuba (1982); Juan Len Mera, premio distintivo de la ciudad de Ambato (1988); Juan Montalvo, premio distin-tivo de la ciudad de Ambato (1994), Premio Jorge Carrera Andrade (1988), Premio Eugenio Espejo (2010). Es miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Obras - Plegaria azul (1963) - Ocupaciones del buscador (Quito, 1971) - Prendas tan queridas las palabras entregadas al vuelo (1974) - Entre las sombras y las iluminaciones (1977) - La ciudad y las visiones (1980) - Levantamiento del pas con textos libres (1982) - Ensayo: Medardo ngel Silva Estudio intro-ductorio (1983) - Oficios (1984) - Contienda entre la vida y la muerte o Cocina criolla, cocinemos lo nuestro (1990) - Literatura popular: versos y dichos de Tungurahua (1991) - Constancias (1993) - Oposicin a la magia de Francisco Proao Arandi. Estudio introductorio (1994) - La vorgine. Estudio introductorio (1985) - La victoria de Junn y otros poemas. Estudio introductorio (1988) - Juan Len Mera: una visin actual (1996) - Holograma (1997) - Acercamiento a la obra de Oscar Efrn Reyes (1997) - Arte de la memoria (1998). - Das de pesares y delirios (2001) - El sabor de la memoria (2008)

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    MEMORIA

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    En esta semanaEl 5 de enero de 1921 nace el narrador, ensayista, dramaturgo y guionista radial y pintor suizo Friedrich Drrenmatt. La mayora de sus novelas son de corte policial. Su casa ha sido acondicionada como museo.

    El 4 de enero de 1920 muere el escritor espaol Benito Prez Galds, considerado de los mejores exponentes de la novela realista del siglo XIX. Sus obras, manejadas con maestra, muestran una cara del hombre muy triste.

    No deje de leerEl juez y su verdugo Publicada en 1952

    Apuntes para la memoria

    Los cuentos de hadas son moral-mente necesarios, supongo. Estn en la

    misma lnea que otras mentiras que ayudan a preservar el Estado, como la piadosa frase

    que el crimen no paga, cuando uno solamente tiene que mirar a la sociedad para encontrar

    cuanta verdad existe en eso.... Friedrich Drrenmatt

    Precisamente el alma es la que se pierde, porque es la que se fascina, la

    que se engaa, la que suea mil bellezas y superiores goces, la que aspira con sed insa-ciable a lo que no posee y a hacer posible la

    imposibilidad, y a querer estar donde no est, y a marchar siempre de esfera en esfera....

    Benito Prez Galds

    Novela policial o negra, nos reve-la a un personaje inusual, empe-ado en hacer cumplir su idea del bien, aunque tenga que recu-rrir a medios ilcitos para conse-guirlo. La justicia, para el comisa-rio Brlach, es una idea que debe situarse ms all de las leyes, incluso, y de los hombres.

    Doa Perfecta Publicada en 1876

    Una novela que fue escrita por entregas, pero que no por eso deja de ser una obra maestra del costumbrismo y del manejo de las situaciones. Pepe Rey, ingenie-ro, catlico, pero progresista, quiere casarse con su prima Rosario, de provincia. El drama amoroso est servido.

    Justicia Publicada en 1985

    El consejero cantonal Kohler es un hombre tan inteligente que pro-duce escalofros: ha matado a un hombre, a vista y paciencia de muchas personas, pero es prcti-camente imposible castigarlo pues todas las evidencias, los tes-timonios, parecen contradecirse. Una novela muy divertida.

    Marianela Publicada en 1878

    Quiz la novela ms conocida de Prez Galds, esta es una crtica dursima, ms que social, huma-na. En esta, los personajes estn perfilados de forma precisa, la caridad se convierte en daosa cuando atenta contra la dignidad del ser humano, de un ser frgil y humilde como la Nela.

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    Msica Nuages, tro de jazz gitano, presenta su repertorio musical.

    Dnde: La Estacin, Pinto entre Diego de

    Almagro y Reina Victoria. Hora: 21:30

    Este es el ltimo plazo para dejar la

    inscripcin

    Convocatoria Se convoca a todos los msicos

    del Ecuador a formar parte de la Orquesta Acadmica Fest & Arts

    2015. Descargue el formulario de inscripcin en www.festan-

    darts.com.

    Fiesta Reciba 2015 bailando con mucho sabor del Caribe y para desayunar, un locro.

    Dnde: Caf Libro, Quito. Hora: 24:30. Costo: $ 10.

    Msica Tributo a Soda Stereo en

    la fiesta para recibir el nuevo ao. Dnde: El

    Garage, Maosca y Repblica. Hora: 01:00

    jue 1

    Comedia Estreno de la stand comedy de Pancho

    Viachi y Ave Jaramillo. Un show cmico e inte-

    ractivo, pues los asisten-tes eligen de qu hablar.

    Hasta el 18 de enero. Dnde: Patio de come-

    dias, Quito. Hora: 20:30.Costo: $6, $ 8 y $ 12

    Teatro El colectivo teatral Tres

    Tereques presenta la obra Las fantasas de Cornelio

    Saperoco y Filomena Puro Algodn, para los fines de

    semana. Hasta el 1 de febre-ro. Dnde: Patio de

    Comedias, Quito. Hora: 11:30. $ 6

    sab 3

    AGENDA

    Teatro Teatro Paraso y Les

    Atelliers de la Coline presentan la obra Vuela

    si puedes. Dnde: Teatro Auditorio,

    Cuenca. Hora: 18:00. Costo: $ 6