Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los...

21
Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI antropocentrismo productivista aI ecocentrismo naturalista Changes in the conception and the uses of rurality: from productivist antropocentrism to naturalist econcentrism , , Francisco Entrena DURAN*, José Luis VILLANUEVA PEREZ RESUMEN La ruralidad es concebida aquí como una construcción social, es decir, como un producto (no intencional ni previsto, en la mayoría de los casos) de la acción social humana. Los usos y la concepción de la ruralidad, que varían en función dei tiempo y la situación social en que se lleva a cabo su construcción social, han pasado. durante la segunda mitad dei siglo XX, de desarrollarse en un contexto que los autores califican como antropocentrismo productivista a hacerlo en otro de creciente preponderancia de lo que ellos tipifican como ecocentrismo naturalista. Esto ha implicado cambios en la manera de entender el papel de la agricultura y la relación de ésta con la naturaleza, a la vez que ha dado lugar a una nueva concepción de la ruralidad. Este artículo, que presta una especial atención a la evolución sociohistórica de la imagen y los usos de la ruralidad en Espana, concluye con un análisis de las posiciones y las actitudes manifestadas actualmente en este país con respecto a la nueva manera de entender la ruralidad y a la creciente incidencia en los efectos medioambientales de la agricultura que ello conlleva. ABSTRACT Rurality, in this paper, is considered as a social construction, that is to say, as a product (in most cases neither intentional nor anticipated) of the human social action. The uses and the conception of rurality. which depend on the specific time and social situation in which its social construction is performed. have changed its way of development since the second half of the twentieth century. from a context of a productivist antropocentrism to a growing prevalence typified as naturalist econcentrism. according to the terms used by the authors. This transformation has generated some changes in the understanding of agriculture and how this is related to nature, creating a new rurality conception. This paper, which focuses its attention on the socio-historic evolution of the image and the uses of the Spanish rurality, concludes with an analysis of the postures and the commonest attitudes shown in this country. This are related to the new rurality understanding and the growing incidence implied in the environmental effects caused by the agriculture. * Departamento de Sociología de la Universidad de Granada (Espana). Página Web personal: http://www.ugr.es/-fentrena/E-mail: [email protected]. es Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR 11

Transcript of Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los...

Page 1: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deIantropocentrismo productivista aI ecocentrismo naturalista

Changes in the conception and the uses of rurality: fromproductivist antropocentrism to naturalist econcentrism

, ,Francisco Entrena DURAN*, José Luis VILLANUEVA PEREZ

RESUMEN

La ruralidad es concebida aquí como una construcción social, es decir, como un producto (no intencionalni previsto, en la mayoría de los casos) de la acción social humana. Los usos y la concepción de laruralidad, que varían en función dei tiempo y la situación social en que se lleva a cabo su construcciónsocial, han pasado. durante la segunda mitad dei siglo XX, de desarrollarse en un contexto que losautores califican como antropocentrismo productivista a hacerlo en otro de creciente preponderancia delo que ellos tipifican como ecocentrismo naturalista. Esto ha implicado cambios en la manera de entenderel papel de la agricultura y la relación de ésta con la naturaleza, a la vez que ha dado lugar a una nuevaconcepción de la ruralidad. Este artículo, que presta una especial atención a la evolución sociohistóricade la imagen y los usos de la ruralidad en Espana, concluye con un análisis de las posiciones y lasactitudes manifestadas actualmente en este país con respecto a la nueva manera de entender la ruralidady a la creciente incidencia en los efectos medioambientales de la agricultura que ello conlleva.

ABSTRACT

Rurality, in this paper, is considered as a social construction, that is to say, as a product (in most casesneither intentional nor anticipated) of the human social action. The uses and the conception of rurality.which depend on the specific time and social situation in which its social construction is performed. havechanged its way of development since the second half of the twentieth century. from a context of aproductivist antropocentrism to a growing prevalence typified as naturalist econcentrism. according tothe terms used by the authors. This transformation has generated some changes in the understanding ofagriculture and how this is related to nature, creating a new rurality conception. This paper, whichfocuses its attention on the socio-historic evolution of the image and the uses of the Spanish rurality,concludes with an analysis of the postures and the commonest attitudes shown in this country. This arerelated to the new rurality understanding and the growing incidence implied in the environmental effectscaused by the agriculture.

* Departamento de Sociología de la Universidad de Granada (Espana). Página Web personal: http://www.ugr.es/-fentrena/E-mail:[email protected]

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR 11

Page 2: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad...

De la agricultura de subsistencia tradicionalaI antropocentrismo productivista

La ruralidad es el resultado de una construcciónsocial. Con elIo no queremos decir que la ruralidadsea una especie de constructo o invención de lasociedad humana, sino que la misma constituye unasituación social cuya construcción o conformaciónes un efecto (no intencional ni previsto, en la mayoriade los casos) resultante a partir de procesos de acciónsocial humana, entendida aquí esta acción en unsentido amplio que engloba lo socioeconómico, lopolítico-institucional y lo simbólico-cultural (Entre­na, 1998). Los usos y la concepción de la ruralidadcambian en función deI contexto social y temporalen el que se lIeva a cabo su construcción social. Enlas páginas siguientes, veremos como, durante lasegunda mitad deI siglo XX, los usos y la concepciónde la ruralidad han pasado de desarrolIarse en uncontexto que calificamos como antropocentrismoproductivista a hacerlo en otro de creciente preponde­rancia de lo que tipificamos como ecocentrismo na­turalista. Esto ha implicado cambios en la concepciónde la agricultura y deI papel de ésta, y, como conse­cuencia, modificaciones en las relaciones entre lasociedad y la naturaleza que en el ámbito ruralconlleva la actividad agraria.

A lo largo de la evolución de la humanidad, eldifícil e inestable equilibrio de las relaciones entreel hombre y la naturaleza se ha encontrado ame­nazado desde ambas orillas: por un lado, la historiarefiere casos de grupos humanos que se extinguieronaI sobrepasar las formas permisibles y tolerables dela explotación de su entorno natural, así comotambién es posible encontrar zonas devastadas deIplaneta donde, como resultado de la acción deI hom­bre, es inviable cuaIquier mínima actividad produc­tiva. La agricultura, en tanto que práctica productivaa través de la cuaI el hombre ha influido tradicional­mente en su entorno natural, puede ser consideradacomo una manipulación de los "ecosistemas natu­rales" con el propósito de convertidos en "agroecosis­temas". Partiendo de esta premisa, la producciónagraria seria el resultado de las presiones técnicas y

socioeconómicas que el hombre lIeva a cabo sobre elmedio natural.

En el contexto de la economía de subsistenciapreponderante en las tradicionaIes sociedadesagrarias existía un alto grado (en comparación conlo que sucede en Ias formas de agricultura modernatípicas de sociedades industriales avanzadas) deadaptación y sometimiento deI hombre a los cambiosexperimentados por la naturaleza, de tal forma quela renovabilidad de los recursos naturales y laconsiguiente preservación de los ecosistemas estabangarantizadas por la propia dinámica interna de losciclos de la naturaleza. Sin duda, esta situación con­tribuía a favorecer, entre los moradores deI agro tra­dicional, el desarrollo de una cierta percepción delos problemas medioambientales de su entorno. Así,están en lo cierto aquellos autores que, como es elcaso de Brenton (1994), sostienen que en las socie­dades tradicionales agrarias se han planteado algunosde tales problemas, como, por ejemplo, los deriva­dos de la existencia de una excesiva presióndemográfica en relación con la capacidad productivaque tiene el medio rural. Lo cierto es que, sin queello pueda ser considerado como una conciencia eco­lógica en el sentido en que ésta es entendidaactualmente, la generalidad de las sociedadestradicionales agrarias suele manifestar un sentido(más o menos acentuado, según los casos) de surelación de vinculación con su entorno medio­ambiental natural. En gran medida, esto se debe aque, para dichas sociedades, tal entorno es, a la vez,su espacio para la producción agraria y ellugar en elque viven y consumen dicha producción, por lo quesu interés en la preservación deI mismo estriba, so­bre todo, en que en ello les va su propia supervivenciacomo sociedades y como colectivos poblacionales.Pero, también, este sentido de vinculación con elentorno medioambiental natural está motivado porlas considerables carencias de conocimientos, demedios y de técnicas que tienen las sociedades

,agrarias tradicionales. Estas, si se compara susituación a este respecto con la de las sociedadesindustriales modernas avanzadas, manifiestannotables limitaciones para enfrentarse con eficacia a

12 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul./dez, 2000. Editora da UFPR

Page 3: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambias en la concepción y en los uso de la ruralidad...

los retos y problemas que les plantea su entorno na­tural. Limitaciones que propician una necesidad deacomodarse a dicho entorno, una especie deadecuación a las exigencias dei mismo basada en unasensación general de impotencia para dominarlo ycontrolarlo que llevaba a los seres humanos a asumirla idea de que estaban sometidos a las leyes de lanaturaleza.

De esta forma, la actividad social, productiva ycultural de la población rural tradicional acaba poradaptarse a los ritmos de la naturaleza, a sus ciclos oestaciones anuales, lo que, a su vez, da lugar a quedicha población suela participar de una visión circu­lar y quietista deI tiempo, de la vida y de la marchade los fenómenos cósmicos, cuya estabilidad se ve,por ejemplo, constatada mediante la observación delas transformaciones cíclicas experimentadas por elmedio natural en el transcurso de las estaciones deiaõo, o, desde otro punto de vista, a través de laexperiencia cotidiana de la secuencia, también cíclica,de los ritmos de nacimiento, vida, muerte yregeneración de la totalidad de la materia viviente(Entrena, 1992, p. 154-155).

Como es sabido, el paulatino afianzamiento dela sociedad industrial moderna conllevó notablesavances técnicos y científicos que alentaron laextensión de esa idea de progreso, tan extendida enel siglo XIX, según la cual las posibilidades decrecimiento y de desarrollo, que entonces se suponíaeran prácticamente ilimitadas, eran de tal magnitudque podía considerarse que, por fin, la humanidadse encontraba en condiciones de hacer frente, con lagarantía de que iba a superarias, a las ancestraleslimitaciones técnicas y de conocimientos que habíandeterminado su relación con su medio natural. Esto,que en el mundo rural hizo posible el tránsito gradualde una economía agraria tradicional de subsistenciaa otra de carácter industrial capitalista, tuvo lugar

paralelamente ai paulatino reemplazo de la idea desubordinación de los hombres a su medio natural poruna nueva mentalidad, según la cual éstos puedencontrolar la naturaleza y romper su tradicional rela­ción de dependencia con respecto a ella. Se extendió,así, una conciencia antropocéntrica, que estaba enconcordancia con las enormes posibilidades deactuación humana que ofrecían los avances científi­co-técnicos, y de la que participaba la generalidadde los clásicos deI pensamiento sociológico, incluido

,el propio Marx. Este, análogamente aI resto de suscontemporáneos, también compartía la idea de queel hombre es el dueõo absoluto deI medio natural, elcual está completamente a su servicio dispuesto paraser conquistado y explotado de manera ilimitada l

.

Hablamos de conciencia antropocéntrica porque, deacuerdo con ella, de estar subordinada a los reque­rimientos de los ritmos y ciclos de la naturaleza, lahumanidad pasaba a erigirse en un sujeto central deiorden natural y cósmico, concebidos, sobre todo,como una realidad externa a ella, cuya voluntad yacción son decisivas en la explotación y trans­formación deI mundo.

El antropocentrismo conllevaba el progresivoasentamiento de esa nueva forma de racionalidad queWeber (1979, p. 29) conceptuó como una racionalidadinstrumental medios-fines, lo que suponía la paula­tina instauración de una praxis (determinante/deter­minada de/por los adelantos tecnológicos queacompaõaron su desarrollo) amparada en unamentalidad manipuladora de la realidad en generalque, frente a las restricciones y carencias a las que sehabía encontrado sometida la humanidad hastaentonces, propugnaba la articulación racional deproyectos (a fin de cuentas, de medios instrumentales)encaminados a participar activamente en laregulación y modificación de la naturaleza, a rom­per los límites que imponía la misma para la trans-

1 Aunque Marx contempló la importancia de lo que se denomina la "naturaleza" como fuente de riqueza y aunque lJegó a percatarsede que el proceso productivo desarrollado por el sistema capitalista pone en peligro la "naturaleza", no lJegó a superareI antropocentrismocaracterístico de los pensadores de su tiempo. Es más, este antropocentrismo está tan arraigado en Marx que. para él, la "naturaleza" noproduce por sí misma valor, sino que sólo transfiere su propio valor en el proceso de trabajo. Tal proceso, que para Marx es una de lasactividades básicas deI ser humano, constituye una de las bases fundamentales de ese antropocentrismo o de lo que es igual deI protagonismocentral que dicho autor otorga aI hombre en la gestión deI funcionamiento y deI cambio de la "naturaleza" (Marx, 1975).

Desenvolvimento e Meio Ambiente. n. 2. p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR 13

Page 4: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,

DURAN, F. E., PEREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad.,.

formación del mundo y el desarrollo de las fuerzasproductivas. Estaba extendida la presuposición, máso menos explícita o implícita, de que los recursos dela naturaleza eran prácticamente inagotables y de queésta estaba ahí para ser explotada por los hombressin ninguna restricción. Se consideraba que lasposibilidades de crecimiento eran virtualmente infi­nitas. Todo esto estaba de acuerdo con una visiónprometéica de la tarea de los actores humanos indi­viduales y colectivos, según la cual éstos eran conce­bidos como artífices dei funcionamiento y de laexplotación de los recursos supuestamente ilimita­dos dei planeta, como protagonistas activos dei cam­bio y, en definitiva, "como productores dei progreso",entendido "como algo que ha de alcanzarse,construirse, desarrollarse, y que requiere por tantoun esfuerzo creativo, una lucha, una búsqueda"(Sztompka, 1995, p. 54),

Esta mentalidad estaba en pleno vigor cuando,después de la Segunda Guerra Mundial, el mediorural de los países avanzados experimentó un procesode progresiva modernización y mecanización de lastareas de labranza. La aplicación de losconocimientos científicos y técnicos entonces exis­tentes a la agricultura se hacía orientada por lasuposición y la confianza de que, por fin en suhistoria, los seres humanos tenían los medios parasuperar las ancestrales limitaciones y carencias delas tradicionales economías agrarias de subsistencia,por fin era posible aumentar e intensificar laproducción hasta alcanzar unas cotas hasta entoncesinimaginables; el crecimiento económico pasaba aerigirse en el principal indicador de desarrollo y deprogreso. Desde la conciencia antropocéntrica queorientaba y alentaba esta visión cuantitativista yproductivista (expansión de la producción frente alas carencias seculares de las economías agrarias desubsistencia dei medio rural tradicional) deidesarrollo, el medio agrario, como la generalidad deientorno natural, estaba ahí, como una realidad ex­terna a los hombres, dispuesto para ser explotadosin ninguna limitación, lo único que se precisaba eraponer en práctica los métodos y las técnicas de culti­vo adecuadas para conseguir de él unos incrementos

de la productividad y de la producción, así como unosbeneficios cuya evolución se suponía tenderia haciaun continuo incremento.

Bajo la orientación de estas premisas, se poníanen práctica unas nuevas formas de agriculturatecnificada que iban reemplazando a las tradicionalesprácticas agrarias y que conllevaban serios peligrospara la renovabilidad natural de los ecosistemasrurales, tal y como correspondía a una visión frag­mentaria de los mismos, los cuales, a medida queavanzaban y se afianzaban estas nuevas formas deagricultura, tendían a dejar de ser concebidos comoámbitos en los que una población producía, vivía yconsurnía lo producido para pasar a ser considera­dos, sobre todo, como lugares destinados a laproducción. En consonancia con ello, más que haciala población rural en general, el interés de las políti­cas agrarias de entonces se dirigía hacia los agricul­tores, en tanto que productores, cuyo grado depreparación para desarrollar las tareas de cultivo yproducción de alimentos se trataba de mejorar: laIlamada profesionalización de este sector. En talsituación, de acuerdo con la racionalidad instrumen­tal medios-fines que como hemos dicho antesconstituye uno de los pilares básicos de legitimacióny sustentación de la conciencia antropocéntrica, laeficacia en los métodos de producción y en el incre­mento de los rendimientos de ésta pasaban a erigirseen los objetivos centrales. Para conseguir estos obje­tivos, los impulsores dei proceso de modernizaciónde la agricultura concentraron sus esfuerzos funda­mentalmente en favorecer la dimensión productivadei agro, lo que, como es sabido, acabó por dar lugara una creciente degradación de la calidad de éste comomedio de vida y, a la larga, también de la calidad delos productos agrarios producidos mediante el abusode fertilizantes, de los pesticidas y de otros productosquímicos usados en el cultivo.

En el caso específico de Espana, el proceso demodernización agraria comenzó a partir de los anoscincuenta dei siglo XX. Este proceso y el consiguienteafianzamiento deI antropocentrismo productivista enla agricultura espanola tuvieron lugar en el marcodei relativo aislamiento que, para nuestra situación

14 Desenvolvimento e Meio Ambiente. n. 2, p. 11-27,jul.ldez. 2000. Editora da UFPR

Page 5: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,DURAN. F. E., PEREZ, J. L. V. Camhios en la concepción y en los uso de la ruralidad...

los retos y problemas que les plantea su entorno na­turaL Limitaciones que propician una necesidad deacomodarse a dicho entorno, una especie deadecuación a las exigencias dei mismo basada en unasensación general de impotencia para dominarlo ycontrolarlo que llevaba a los seres humanos a asumirla idea de que estaban sometidos a las leyes de lanaturaleza.

De esta forma, la actividad social, productiva ycultural de la población rural tradicional acaba poradaptarse a los ritmos de la naturaleza, a sus ciclos oestaciones anuales, lo que, a su vez, da lugar a quedicha población suela participar de una visión circu­lar y quietista deI tiempo, de la vida y de la marchade los fenómenos cósmicos, cuya estabilidad se ve,por ejemplo, constatada mediante la observación delas transformaciones cíclicas experimentadas por elmedio natural en el transcurso de las estaciones deiafio, o, desde otro punto de vista, a través de laexperiencia cotidiana de la secuencia, también cíclica,de los ritmos de nacimiento, vida, muerte yregeneración de la totalidad de la materia viviente(Entrena, 1992, p. 154-155).

Como es sabido, el paulatino afianzamiento dela sociedad industrial moderna conllevó notablesavances técnicos y científicos que alentaron laextensión de esa idea de progreso, tan extendida enel siglo XIX, según la cual las posibilidades decrecimiento y de desarrollo, que entonces se suponíaeran prácticamente ilimitadas, eran de tal magnitudque podía considerarse que, por fin, la humanidadse encontraba en condiciones de hacer frente, con lagarantía de que iba a superarIas, a las ancestraleslimitaciones técnicas y de conocimientos que habíandeterminado su relación con su medio natural. Esto,que en el mundo rural hizo posible el tránsito gradualde una economía agraria tradicional de subsistenciaa otra de carácter industrial capitalista, tuvo lugar

paralelamente ai paulatino reemplazo de la idea desubordinación de los hombres a su medio natural poruna nueva mentalidad, según la cual éstos puedencontrolar la naturaleza y romper su tradicional rela­ción de dependencia con respecto a ella. Se extendió,así, una conciencia antropocéntrica, que estaba enconcordancia con las enormes posibilidades deactuación humana que ofrecían los avances científi­co-técnicos, y de la que participaba la generalidadde los clásicos deI pensamiento sociológico, incluido

,el propio Marx. Este, análogamente aI resto de suscontemporáneos, también compartía la idea de queel hombre es el duefio absoluto deI medio natural, elcual está completamente a su servicio dispuesto paraser conquistado y explotado de manera ilimitada l

.

Hablamos de conciencia antropocéntrica porque, deacuerdo con ella, de estar subordinada a los reque­rimientos de los ritmos y ciclos de la naturaleza, lahumanidad pasaba a erigirse en un sujeto central deIorden natural y cósmico, concebidos, sobre todo,como una realidad externa a ella, cuya voluntad yacción son decisivas en la explotación y trans­formación dei mundo.

El antropocentrismo conllevaba el progresivoasentamiento de esa nueva forma de racionalidad queWeber (1979, p. 29) conceptuó como una racionalidadinstrumental medios-fines, lo que suponía la paula­tina instauración de una praxis (determinante/deter­minada de/por los adelantos tecnológicos queacompafiaron su desarrollo) amparada en unamentalidad manipuladora de la realidad en generalque, frente a las restricciones y carencias a las que sehabía encontrado sometida la humanidad hastaentonces, propugnaba la articulación racional deproyectos (a fin de cuentas, de medios instrumentales)encaminados a participar activamente en laregulación y modificación de la naturaleza, a rom­per los límites que imponía la misma para la trans-

1 Aunque Marx contempló la importancia de lo que se denomina la "naturaleza" como fuente de riqueza y aunque llegó a percatarsede que el proceso productivo desarrollado por el sistema capitalista pone en peligro la "naturaleza", no llegó a superar el antropocentrismocaracterístico de los pensadores de su tiempo. Es más, este antropocentrismo está tan arraigado en Marx que. para él, la "naturaleza" noproduce par sí misma valor, sino que sólo transfiere su propio valor en el proceso de trabajo. Tal proceso, que para Marx es una de lasactividades básicas dei ser humano, constituye una de las bases fundamentales de ese antropocentrismo o de lo que es igual dei protagonismocentral que dicho autor otarga ai hombre en la gestión dei funcionamiento y dei cambio de la "naturaleza" (Marx, 1975).

Desenvolvimento e Meio Ambiente. n. 2, p. 11-27,jul.ldez. 2000. Editora da UFPR 13

Page 6: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,DURAN, F. E., PEREZ, J. L. V. Cambios en la concepciân y en los uso de la ruralidad...

fonnación dei mundo y el desarrollo de las fuerzasproductivas, Estaba extendida la presuposición, máso menos explícita o implícita, de que los recursos dela naturaleza eran prácticamente inagotables y de queésta estaba ahí para ser explotada por los hombressin ninguna restricción. Se consideraba que lasposibilidades de crecimiento eran virtualmente infi­nitas. Todo esto estaba de acuerdo con una visiónprometéica de la tarea de los actores humanos indi­viduales y colectivos, según la cual éstos eran conce­bidos como artífices dei funcionamiento y de laexplotación de los recursos supuestamente ilimita­dos dei planeta, como protagonistas activos dei cam­bio y, en definitiva, "como productores dei progreso",entendido "como algo que ha de alcanzarse,construirse, desarrollarse, y que requiere por tantoun esfuerzo creativo, una lucha, una búsqueda"(Sztompka, 1995, p. 54).

Esta mentalidad estaba en pleno vigor cuando,después de la Segunda Guerra Mundial, el mediorural de los países avanzados experimentó un procesode progresiva modernización y mecanización de lastareas de labranza. La aplicación de losconocimientos científicos y técnicos entonces exis­tentes a la agricultura se hacía orientada por lasuposición y la confianza de que, por fin en suhistoria, los seres humanos tenían los medios parasuperar las ancestrales limitaciones y carencias delas tradicionales econornías agrarias de subsistencia,por fin era posible aumentar e intensificar laproducción hasta alcanzar unas cotas hasta entoncesinimaginables; el crecimiento econórnico pasaba aerigirse en el principal indicador de desarrollo y deprogreso. Desde la conciencia antropocéntrica queorientaba y alentaba esta visión cuantitativista yproductivista (expansión de la producción frente alas carencias seculares de las economías agrarias desubsistencia dei medio rural tradicional) deidesarrollo, el medio agrario, como la generalidad deientorno natural, estaba ahí, como una realidad ex­terna a los hombres, dispuesto para ser explotadosin ninguna limitación, lo único que se precisaba eraponer en práctica los métodos y las técnicas de culti­vo adecuadas para conseguir de él unos incrementos

de la productividad y de la producción, así como unosbeneficios cuya evolución se suponía tenderia haciaun continuo incremento.

Bajo la orientación de estas premisas, se poníanen práctica unas nuevas formas de agriculturatecnificada que iban reemplazando a las tradicionalesprácticas agrarias y que conllevaban serios peligrospara la renovabilidad natural de los ecosistemasrurales, tal y como correspondía a una visión frag­mentaria de los rnismos, los cuales, a medida queavanzaban y se afianzaban estas nuevas fonnas deagricultura, tendían a dejar de ser concebidos comoámbitos en los que una población producía, vivía yconsumía lo producido para pasar a ser considera­dos, sobre todo, como lugares destinados a laproducción. En consonancia con ello, más que haciala población rural en general, el interés de las políti­cas agrarias de entonces se dirigía hacia los agricul­tores, en tanto que productores, cuyo grado depreparación para desarrollar las tareas de cultivo yproducción de alimentos se trataba de mejorar: lallamada profesionalización de este sector. En talsituación, de acuerdo con la racionalidad instrumen­tai medios-fines que como hemos dicho antesconstituye uno de los pilares básicos de legitimacióny sustentación de la conciencia antropocéntrica, laeficacia en los métodos de producción y en el incre­mento de los rendimientos de ésta pasaban a erigirseen los objetivos centrales. Para conseguir estos obje­tivos, los impulsores dei proceso de modernízaciónde la agricultura concentraron sus esfuerzos funda­mentalmente en favorecer la dimensión productivadei agro, lo que, como es sabido, acabó por dar lugara una creciente degradación de la calidad de éste comomedio de vida y, a la larga, también de la calidad delos productos agrarios producidos mediante el abusode fertilizantes, de los pesticidas y de otros productosquímicos usados en el cultivo.

En el caso específico de Espana, el proceso demodernización agraria comenzó a partir de los anoscincuenta dei siglo Xx. Este proceso y el consiguienteafianzamiento dei antropocentrismo productivista enla agricultura espanola tuvieron lugar en el marcodei relativo aislamiento que, para nuestra situación

14 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul.ldez, 2000. Editora da I.JFPR

Page 7: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepciân y en los uso de la ruralidad...

sociopolítica, supuso el régimen dictatorial fran­quista. De la particular evolución dei agro hispano aque esta situación dio lugar nos ocupamos a conti-

, ,nuaClOn.

El agro espaiiol: de la ideología franquistade la "soberanía política del campesinado"al desarrollismo productivista

EI régimen de Franco se impuso en sus inicioscomo una opción que formalmente pretendía favore­cer la cultura y el modo de vida agrarios tradicionalesfrente a la modernización. Sin embargo, esto no hade ser entendido en el sentido de que el franquismofuera favorable a los intereses de todo el campesinado,pues, de hecho, supuso un reforzamiento brutal de laposición hegemónica de las clases terratenientes másreaccionarias dei Antiguo Régimen. EI poder de es­tas clases había persistido prácticamente intacto ensus nuevas manifestaciones oligárquico-caciquilesdurante la Restauración monárquica (1875-1917) yla dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), yape­nas había sido afectado durante el breve paréntesisrepublicano.

Los discursos programáticos e ideológicosiniciales dei régimen franquista abogaban por unideal de lo rural como ámbito de una armonía y deuna integración social corporativa más aliá de lasdivisiones entre las clases. En este sentido, la actua­ción de este régimen, análogamente a lo acaecido enla Alemania de Hitler, en la Italia de Mussolini o enel Portugal de Salazar, estaba legitimada por unadoctrina política que propugnaba la organización dela sociedad en estructuras corporativas de naturalezaprofesional. Este corporativismo, estatalmente con­trolado o regulado, era propuesto como alternativapara superar y evitar los conflictos, los desequilibriosy la desintegración social que, a juicio de talesregímenes, implicaba la acción sociopolítica de los

partidos y sindicatos en tanto que instrumentos de lalucha de clases. Sin duda, las profundas crisis y lainestabilidad en que se encontraban los países refe­ridos contribuyó a que en ellos se establecieran yafianzaran estos sistemas autoritarios.

En consonancia con la retórica integradora quelegitimaba el corporativismo entonces preponderan­te, la política agraria franquista se basó, sobre todoen su primera etapa, en lo que Sevilla-Guzmáncalifica como la ideología de la soberanía política

,deI campesinado. Esta fue construida por agrónomos,juristas, clérigos y algunos economistas. que no teníanuna específica formación sociológica y cuyasprincipales referencias eran el catolicismo social ylos presupuestos doctrinales falangistas. La ideologíade la soberanía política dei campesinado se sustentabaen unos esquemas teóricos de la realidad que teníancomo elemento clave la mitificación de la poblaciónrural y la idealización bucólica de la agricultura,concebida, más que como una actividad económica,como un modo de vida tradicional que era superiormoralmente ai urbano (Sevilla-Guzmán, 1979, p. 41).A través de esta ideología se manifestaba una aspira­ción a conservar o a crear un modelo armónico eintegrado dei mundo rural ai margen de cualquierconflicto social, que estaba muy de acuerdo con lospresupuestos corporativistas y negadores de los an­tagonismos sociales típicos dei franquismo2

,

A pesar de sus originarios planteamientos tra­dicionalistas y agraristas, especialmente a partir dela década de los cincuenta dei siglo XX, el régimenfranquista fue dejando gradualmente de lado laideología de la soberanía política deI campesinado,a la vez que de facto se entraba en un proceso demodernización general de la sociedad espanola quese tradujo en una creciente industrialización de ésta,así como de mecanización y de modernización de susector agrario. Durante un período de transición, losdiscursos legitimadores de la política agraria fran­quista oscilaron entre las posiciones ideológicas

2 AI adoptar esta visián integradora y armánica de la sociedad, la dictadura de Franco se comportaba de acuerdo con los esquemas ypresupuestos de funcionamiento de lo social inherentes aI fascismo. Sin embargo, conviene precisar que, a pesar de su carácter autoritario yde sus semejanzas con los regímenes fascistas, la naturaleza sociopolítica deI franquismo fue globalmente diferente de la de aq.iellos. Sí fueclaramente fascista Falange Espaiíola, encabezada por José Antonio Primo de Rivera,

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul.ldcz. 2000. Editora da UFPR 15

Page 8: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,DURAN, E E" PEREZ, J. L. V. Cambias en la concepción)' en los uso de la ruralidad...

favorables a mantener la antigua situación y laspartidarias de optar por los nuevos planteamientosmodernizadores. No puede dejar de referirse aquí, ladecisiva función que en dicho período desempenó la"Ley de colonización e interés local", en lo querespecta a la creación de las condiciones que hicieronposible la modernización tecnológica mediante elapoyo financiero a las inversiones encaminadas a estefin (Castelló, 1970). Pero, sobre todo, para entenderlas razones y circunstancias que determinaron lanueva orientación ideológica que, a partir de aquellosanos, se le comenzó a dar a la política agrariaespanola, hay que tener en cuenta que, tras el perío­do de autarquía que sucedió a la Guerra Civil, seprodujo una creciente apertura hacia el exterior dela economía deI país como consecuencia deIdesbloqueo intcrnacional. Como es sabido, esto sevio facilitado, en gran medida, por el establecimientode bases militares norteamericanas en Espana y por­que, a raíz deI advenimiento de la guerra fría, elrégimen de Franco pasó, de ser considerado comopróximo a los totalitarismos nazi o fascista, a servisto como un potencial aliado de Occidente en suenfrentamiento contra el comunismo. Además, hayque tomar en cuenta, que, paralelamente a esto, teníalugar el progresivo reemplazo en la elite dirigentefranquista de los grupos y/o las ideologías falangistastradicionalistas agraristas por una mentalidadfavorable a la modemización técnica y económicaque estaba representada, sobre todo, por los miembrosdeI Opus Dei, los cuales, a partir de entonces,entraron a formar parte deI gobierno como destaca­dos artífices deI proceso de industrialización ymodemización en aquellos anos iniciado. En estecontexto fue acunado el término desarrollismo parahacer referencia a la peculiar manera espanola deentender y buscar el desarrollo. Así, aunque eldesarrollismo, análogamente a lo que acaecía en losprocesos de desarrollo vigentes entonces en los paí­ses industriales avanzados, buscaba el crecimientoeconómico y la intensificación y el aumento de laproducción (productivismo), en el caso espanol todoesto tenía lugar en una situación de falta de demo-. . , ,craCla, para cuya conseCUClOn tampoco se poman enmarcha los cambios sociopolíticos necesarios. Estos

cambios era pospuestos con el pretexto de que el paísno estaba todavía preparado para vivir en democra­cia y de que el mero desarrollo económico y técnico(de ahí, como hemos dicho, la expresión desar­rollismo) tendrían como uno de sus efectos el propi­ciar las transformaciones que llevarían aI estable­cimiento de las condiciones necesarias para elafianzamiento y la viabilidad de la democracia.

Aparte de estas razones contextuales, en la pau­latina orientación de la agricultura espanola hacia eldesarrollismo, en tanto que forma peculiar deadopción de lo que aquí hemos conceptuado como elantropocentrismo productivista, tuvo una impor­tancia decisiva la creación, en 1955, deI Servicio deExtensión Agraria (SEA). Este hecho determinó que,a partir de aquella fecha, la política agraria empezaraa regirse, cada vez más, por criterios y objetivos mástécnico-económicos que sociales, buscando unamayor profesionalización y eficacia económica. Conobjeto de conseguir tales propósitos, paralelamentea la creación deI SEA, se procedió a la reorganizaciónde la ensenanza y de la investigación agrarias,creándose el Instituto Nacional Agronómico,dependiente de los ministerios de Agricultura y deEducación, con el cometido de emprender lamodificación de los planes de estudios en la EscuelaEspecial de Ingenieros Agrónomos y en la de PeritosAgrícolas, así como con el fin de aproximar los téc­nicos a las características de las diversas agricultu­ras espanolas y a las necesidades de los agricultores(Gómez Benito, 1995, p. 204; Sevilla-Guzmán, 1979,p. 182).

La aplicación de estas políticas agrarias hizoposible un proceso de industrialización general, asícomo de modernización y mecanización deI sectoragrario. Como consecuencia, se experimentó eltrasvase de una gran proporción de fuerza de trabajodeI campo a los sectores industrial y de servicios, loque implicó un masivo éxodo de población rural alos centros urbanos que, junto con la notable cantidadde emigrados aI extranjero, supuso un relativo aliviopara la situación de los trabajadores que se quedaronen el campo, los cuales vieron elevados sus salarios,a la vez que se produjo una considerable mejora desus condiciones de vida y posibilidades de encontrar

16 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul.ldez, 2000. Editora da UFPR

Page 9: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad. ..

sociopolítica, supuso el régimen dictatorial fran­quista. De la particular evolución deI agro hispano aque esta situación dio lugar nos ocupamos a conti-

. ,nuaClOn.

El agro espanoI: de la ideología franquistade la "soberanía política dei campesinado"ai desarrollismo productivista

El régimen de Franco se impuso en sus inicioscomo una opción que formalmente pretendía favore­cer la cultura y el modo de vida agrarios tradicionalesfrente a la modernización. Sin embargo, esto no hade ser entendido en el sentido de que el franquismofuera favorable a los intereses de todo el campesinado,pues, de hecho, supuso un reforzamiento brutal de laposición hegemónica de las clases terratenientes másreaccionarias deI Antiguo Régimen. El poder de es­tas clases había persistido prácticamente intacto ensus nuevas manifestaciones oligárquico-caciquilesdurante la Restauración monárquica (1875-1917) yla dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), yape­nas había sido afectado durante el breve paréntesisrepublicano.

Los discursos programáticos e ideológicosiniciales dei régimen franquista abogaban por unideal de lo rural como ámbito de una arrnonía y deuna integración social corporativa más allá de lasdivisiones entre las clases. En este sentido, la actua­ción de este régimen, análogamente a lo acaecido enla Alemania de Hitler, en la Italia de Mussolini o enel Portugal de Salazar, estaba legitimada por unadoctrina política que propugnaba la organización dela sociedad en estructuras corporativas de naturalezaprofesional. Este corporativismo, estatalmente con­trolado o regulado, era propuesto como alternativapara superar y evitar los conflictos, los desequilibriosy la desintegración social que, a juicio de talesregímenes, implicaba la acción sociopolítica de los

partidos y sindicatos en tanto que instrumentos de lalucha de clases. Sin duda, las profundas crisis y lainestabilidad en que se encontraban los países refe­ridos contribuyó a que en ellos se establccieran yafianzaran estos sistemas autoritarios.

En consonancia con la retórica integradora quelegitimaba el corporativismo entonces preponderan­te, la política agraria franquista se basó, sobre todoen su primera etapa, en lo que Sevilla-Guzmáncalifica como la ideología de la soberanía política,deI campesinado. Esta fue construida por agrónomos,juristas, clérigos y algunos economistas. que no teníanuna específica formación sociológica y cuyasprincipales referencias eran el catolicismo social ylos presupuestos doctrinales falangistas. La ideologíade la soberanía política deI campesinado se sustentabaen unos esquemas teóricos de la realidad que teníancomo elemento clave la mitificación de la poblaciónrural y la idealización bucólica de la agricultura,concebida, más que como una actividad económica,como un modo de vida tradicional que era superiormoralmente aI urbano (Sevilla-Guzmán, 1979, p. 41).A través de esta ideología se manifestaba una aspira­ción a conservar o a crear un modelo armónico eintegrado deI mundo rural aI margen de cualquierconflicto social, que estaba muy de acuerdo con lospresupuestos corporativistas y negadores de los an­tagonismos sociales típicos dei franquism0 2

A pesar de sus originarios planteamientos tra­dicionalistas y agraristas, especialmente a partir dela década de los cincuenta deI siglo XX, el régimenfranquista fue dejando gradualmente de lado laideología de la soberanía política de! campesinado,a la vez que de facto se entraba en un proceso demodernización general de la sociedad espafíola quese tradujo en una creciente industrialización de ésta,así como de mecanización y de modernización de susector agrario. Durante un período de transición, losdiscursos legitimadores de la política agraria fran­quista oscilaron entre las posiciones ideológicas

, AI adoptar esta visión integradora y armónica de la sociedad, la dictadura de Franco se comportaba de acuerdo con los esquemas y

presupuestos de funcionamiento de lo social inherentes aI fascismo. Sin embargo, conviene precisar que, a pesar de su carácter autoritaJio y

de sus semejanzas con los regímenes fascistas, la naturaleza sociopolítica deI franquismo fue globalmente diferente de la de aCflellos. Sí fueclaramente fascista Falange Espaiiola, encabezada por José Antonio Primo de Rivera.

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul.ldez. 2000. Editora da UFPR 15

Page 10: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

- -DURAN, F. E., PEREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad...

favorables a mantener la antigua situación y laspartidarias de optar por los nuevos planteamientosmodernizadores, No puede dejar de referirse aquí, ladecisiva función que en dicho período desempenó la"Ley de colonización e interés local", en lo querespecta a la creación de las condiciones que hicieronposible la modernización tecnológica mediante elapoyo financiero a las inversiones encaminadas a estefin (Castelló, 1970). Pero, sobre todo, para entenderlas razones y circunstancias que determinaron lanueva orientación ideológica que, a partir de aquellosanos, se le comenzó a dar a la política agrariaespanola, hay que tener en cuenta que, tras el perío­do de autarquía que sucedió a la Guerra Civil, seprodujo una creciente apertura hacia el exterior dela economía dei país como consecuencia deidesbloqueo internacional. Como es sabido, esto sevio facilitado, en gran medida, por el establecimientode bases militares norteamericanas en Espana y por­que, a raíz dei advenimiento de la guerra fría, elrégimen de Franco pasó, de ser considerado comopróximo a los totalitarismos nazi o fascista, a servisto como un potencial aliado de Occidente en suenfrentamiento contra el comunismo. Además, hayque tomar en cuenta, que, paralelamente a esto, temalugar el progresivo reemplazo en la elite dirigentefranquista de los grupos y/o las ideologías falangistastradicionalistas agraristas por una mentalidadfavorable a la modernización técnica y económicaque estaba representada, sobre todo, por los miembrosdei Opus Dei, los cuales, a partir de entonces,entraron a formar parte dei gobierno como destaca­dos artífices dei proceso de industrialización ymodernización en aquellos anos iniciado. En estecontexto fue acunado el término desarrollismo parahacer referencia a la peculiar manera espanola deentender y buscar el desarrollo. Así, aunque eldesarrollismo, análogamente a lo que acaecía en losprocesos de desarrollo vigentes entonces en los paí­ses industriales avanzados, buscaba el crecimientoeconómico y la intensificación y el aumento de laproducción (productivismo), en el caso espanol todoesto tenía lugar en una situación de falta de demo-

. . ... ;

craCla, para cuya conseCUClOn tampoco se poman enmarcha los cambios sociopolíticos necesarios. Estos

cambios era pospuestos con el pretexto de que el paísno estaba todavía preparado para vivir en democra­cia y de que el mero desarrollo económico y técnico(de ahí, como hcmos dicho, la expresión desar­rollismo) tendrían como uno de sus efectos el propi­ciar las transformaciones que llevarían ai estable­cimiento de las condiciones necesarias para elafianzamiento y la viabilidad de la democracia.

Aparte de estas razones contextuales, en la pau­latina orientación de la agricultura espanola hacia eldesarrollismo, en tanto que forma peculiar deadopción de lo que aquí hemos conceptuado como elantropocentrismo productivista, tuvo una impor­tancia decisiva la creación, en 1955, deI Servicio deExtensión Agraria (SEA), Este hecho determinó que,a partir de aquella fecha, la política agraria empezaraa regirse, cada vez más, por criterios y objetivos mástécnico-económicos que sociales, buscando unamayor profesionalización y eficacia económÍca. Conobjeto de conseguir tales propósitos, paralelamentea la creación deI SEA, se procedió a la reorganizaciónde la ensenanza y de la investigación agrarias,creándose el Instituto Nacional Agronómico,dependiente de los ministerios de Agricultura y deEducación, con el cometido de emprender lamodificación de los planes de estudios en la EscuelaEspecial de Ingenieros Agrónomos y en la de PeritosAgrícolas, así como con el fin de aproximar los téc­nicos a las características de las diversas agricultu­ras espanolas y a las necesidades de los agricultores(Gómez Benito, 1995, p, 204; Sevilla-Guzmán, 1979,p. 182),

La aplicación de estas políticas agrarias hizoposible un proceso de industrialización general, asícomo de modernización y mecanización dei sectoragrario, Como consecuencia, se experimentó eltrasvase de una gran proporción de fuerza de trabajodei campo a los sectores industrial y de servicios, loque implicó un masivo éxodo de población rural alos centros urbanos que, junto con la notable cantidadde emigrados ai extranjero, supuso un relativo aliviopara la situación de los trabajadores que se quedaronen el campo, los cuales vieron elevados sus salarios,a la vez que se produjo una considerable mejora desus condiciones de vida y posibilidades de encontrar

16 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11·27,jul./dez, 2000. Editora da UFPR

Page 11: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DlJRÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad. ..

trabajo. Aunque, hay que precisar que en lageneralidad deI agro hispano siempre persistió unaapreciable proporción de desempleo y se mantuvointacta la situación social inherente a las profundasdesigualdades estructurales existentes en el repartode la propiedad de la tierra, problemática que nuncafue afrontada realmente por el franquismo.

Análogamente a lo sucedido en otros procesosde modernización de las sociedades avanzadasindustriales de nuestro entorno, lo urbano constituíapor aquellos afíos el paradigma de progreso, dedesarrollo y de civilización, frente a lo rural que eraconsiderado como la manifestación de un mundopaleto y atrasado que debía de ser superado. A la vezque se devaluaba como forma de cultura y de vida, laruralidad pasaba a ser concebida, sobre todo, comoun mero espacio especializado en la producciónagraria, la cual cada vez se fue ajustando más a lasexigencias productivistas, de competitividad y deprofesionalización características de otros procesosde modernización e industrialización.

En 1975, tras la muerte deI general Franco quedio paso a la consiguiente instauración de la demo­cracia, los objetivos de la política agraria, tanto enlo que se refiere a la Unión de Centro Democrático(UCD) como aI posterior gobiemo deI Partido Socia­lista Obrero Espafíol (PSOE), continuaron partici­pando, en gran medida, deI antropocentrismoproductivista antes referido, el cual, con más o me­nos acusadas diferencias, seguía entonces estando envigor en el ámbito de la Europa comunitaria. Noobstante, cuando el día 10 de enero de 1986 tuvo lu­gar la incorporación de Espafía a la entonces deno­minada Comunidad Econórnica Europea (CEE), lapolítica agraria comunitaria (PAC) se encontraba yaen fase de revisión de sus tradicionales presupuestosfavorables a la protección y el fomento deI produc­tivismo. EI proceso de adaptación de la agriculturaespafíola a las exigencias de la PAC conllevó lanecesidad de una fuerte reestructuración en diversaszonas y diferentes sectores de nuestro medio agrario.

,Este ha estado tradicionalmente especializado en unaserie de productos denominados continentales (car­ne, leche, cereales, remolacha o patatas) en los queEuropa es excedentaria y, además, debido a sus másaltos niveles de competitividad, los produce acostesmás baratos. Con el fin de adecuarse a la realidad dela agricultura europea, la política agraria de nuestropaís ha venido incentivando la reducción, cuandono el desmantelarniento, de la infraestructura desti­nada a tales productos, bastante extendidos enGalicia, Extremadura, Asturias y Castilla-León, quehan experimentado el impacto de medidas restrictivasde la PAC como las cuotas de producción o lascongelaciones de precioso Un caso especialmentepreocupante es el de las zonas de cultivo de cereales,sobre todo a raíz de las restricciones de la reformade la PAC de mayo de 1992, que implicaron unaconsiderable disminución de la proporción de tierrasdestinadas a este cultivo. AI desaparecer gradualmen­te la base productivo-econórnica que sustentaba elentramado social deI medio rural, zonas enteras dela Espafía interior y de la cornisa cantábrica han ex­perimentado una intensificación de sus procesos dedespoblarniento y de creciente deterioro.

Dos objetivos importantes de la reforma de laPAC a la que venimos haciendo referencia eran3, deuna parte, encarar el problema de la superproducciónque daba lugar a una enorme acumulación de exce­dentes productivos de muy difícil comercialización,y, de otra, poner freno a la sobreexplotación produc­tivista de la tierra, que amenazaba la preservacióndeI equilibrio medioambiental de los ecosistemasagrarios. A fin de conseguir estos objetivos, sepusieron en marcha una serie de disposiciones de laPAC, tendentes a propiciar el desarrollo sostenibledeI medio rural y, sobre todo, a evitar la superpro­ducción y los enormes costes económicos que suponíala financiación deI modelo productivista en el que lamisma se sustentaba. Esto condujo a apoyar laextensificación y el control de la producción víacuotas, frente aI anterior énfasis en el aumento de

3 En el apartado de este trabajo titulado "La creciente regulación medioambiental de la agricultura por la Unión Europea" expondremoscon más detalle el contenido de esta reforma.

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR 17

Page 12: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambias en la concepción y en los uso de la ruralidad...

los rendimientos y de la competitividad. Como conse­cuencia, los agricultores se encuentran más incenti­vados para el "mantenimiento deI status quo" quepara seguir el tradicional camino de la intensificaciónproductiva (Etxezarreta y Viladomiú, 1997, p. 321).

En general, las referidas restricciones a laproducción o las reestructuraciones de ésta a escalaeuropea están generando incertidumbre ypreocupación entre bastantes agricultores comu­nitarios, precisamente en una situación de crecienteinserción de la agricultura en la lógica socio­económica globalizada que opera a escala planetaria.Una pregunta clave, que han de formularse todos losencargados de poner en práctica o llevar a cabo laelaboración de las políticas agrarias derivadas de laspresentes directrices de la PAC, es: l,como podránmaterializarse estrategias de desarrollo sostenibleviables para todas esas zonas deI agro espanol, cuyacrisis se ha acentuado precisamente comoconsecuencia de la aplicación de las actualesdirectrices de las políticas agrarias de la UniónEuropea (UE)?

Excedería los límites y los cometidos de estetrabajo tratar de encontrar posibles respuestas a estapregunta, pues lo que nos interesa ahora es tratar deexplicar las razones deI paulatino declive de lasmaneras de concebir el agro y sus usos orientadas ylegitimadas por lo que aquí denominamos antropo­centrismo productivista. Como veremos a continua­ción, a la generación de ese declive han contribuidoel aumento de las disposiciones de la DE encaminadasa la regulación medioambiental de la agricultura y,sobre todo, el hecho de que se estén experimentandounas tendencias, cada vez más acentuadas, hacia larevalorización de la ruralidad como habitat y paradig­ma de calidad de vida, en un contexto de crecienteafianzamiento de lo que aquí tipificamos como unecocentrismo naturalista.

La creciente regulación medioambiental dela agricultura por la Unión Europea

La regulación medioambiental de las acti­vidades industriales se produjo como resultado de

un aumento de la preocupación en las sociedadesoccidentales, durante la década de los setenta deI sigloXX, por los danos ecológicos causados comoconsecuencia deI fuerte desarrollo económico quevenían experimentando dichas sociedades desde unasdécadas atrás. Dentro de esta regulación medioam­biental, la agricultura se mantuvo libre de los con­troles impuestos a los sectores industriales. Este statusde excepcionalidad medioambiental de la agricultu­ra se justificaba a través de diversas razones (Whitby,1996): el carácter difuso de la contaminación agrí­cola aI producirse en explotaciones familiares dis­persas y atomizadas; la naturaleza diversa y, en oca­siones, retardada de la contaminación agrícola; laconsideración de la agricultura como una actividadarmónica con la naturaleza; las políticas proteccio­nistas que favorecían el aumento e intensificaciónde la producción agraria (productivismo) frente acriterios medioambientalistas.

Sin embargo, en la década de los ochenta, eldebate agroambiental comenzó a tener un importan­te desarrollo, especialmente en el ámbito de la Euro­pa comunitaria. Como consecuencia de la mayorregulación medioambiental deI sector industrial, lacontaminación producida por el sector agrario, quedurante dicha década continuó experimentando unagran intensificación en sus formas de producciónamparándose en criterios productivistas, se hizo másvisible. En este contexto, empezaron a plantearse enel ámbito comunitario las implicaciones ambientalesdeI modelo intensivo de producción agraria. Bajo lainfluencia de algunos Estados miembros (GranBretana, defendiendo la relación estrecha entre agri­cultura y paisaje; Dinamarca y Holanda, con gravesproblemas medioambientales ocasionados por la agri­cultura intensiva), la UE fue introduciendo un nuevodiscurso sobre las relaciones entre agricultura y medioambiente que terminó materializándose en lasprimeras normas de corte ambiental en la agricultu­ra (Garrido, 1998). La agricultura comenzaba así aser tratada como una actividad contaminante más,perdiendo su anterior status de excepcionalidad.

En 1992, la UE introdujo una serie de cambiosimportantes en la PAC; además de sustituir los me-

18 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul.ldez, 2000. Editora da UFPR

Page 13: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

canismos de apoyo a los precios por pagos directos alos agricultores por superficie y desligados de laproducción, se aprobaron tres medidas entre las quese incluía la ayuda a métodos de producción agrariaque fuesen compatibles con el respeto y la conser­vación dei medio ambiente. Estas medidas, conocidascomo el programa agroambiental, constituían unanovedad ya que, por primera vez, se aprobaba en laDE un conjunto estructurado de normas de cumpli­miento obligatorio para los países miembros, cuyafinalidad era propiciar la introducción de prácticasde agricultura sostenible (Garrido, 1999, p. 28).

Del declive deI antropocentrismo produc­tivista hacia un ecocentrismo naturalista

La creencia, tan extendida en el período devigencia dei antropocentrismo productivista, de queera posible mantener un crecimiento prácticamenteilimitado se sustentaba en lo que Nisbet ha calificadocomo la "enganosa metáfora dei crecimiento", segúnla cual se presuponía que había una analogía entreel cambio de la sociedad y los procesos de crecimientode un organismo individual (Nisbet, 1969, p. 166).Si bien esta idea propició los grandes avances quedieron lugar ai relativamente elevado nivelsocioeconómico actual, el hecho es que hoy nos he­mos percatado de la necesidad de poner límites aicrecimiento económico si no queremos destruirnuestro propio entorno ecológico. ElIo, sobre todo,porque como consecuencia de los excesos cometidosen nombre dei antropocentrismo productivistaaparecen el efecto invernadero, la lIuvia ácida, losagujeros en la capa de ozono, la deforestación, ladesertización, la contaminación dei agua, la extinciónde especies animales y vegetales ... una larga secuen­cia que sólo se verá detenida de producirse una nuevaconcepción de la relación hombre-naturaleza. Surgeasí la dramática y urgente necesidad de, sin cerrarsea las ventajas que ofrece para la producción agrariala implantación y extensión de las nuevas tecnologías,combinar esto con la consideración (muy extendida,como vimos, en las sociedades tradicionales) deimedio rural como un ámbito de vida. EI objetivo ha

de ser favorecer "una nueva forma de producir queno sólo deje de suponer una amenaza para la vida delas generaciones futuras, sino que además introduzcacn la actualidad unajusticia social" (Scvilla Guzmány López Calvo, 1993, p. 6).

En este sentido, hay que reconocer que cadavez está más generalizada la conciencia, tanto entrela población como entre las instituciones yorganizaciones implicadas en las políticas agrariasy medioambientales, acerca de la necesidad dereplantear la relación entre agricultura y naturaleza,lo que, sin duda, es una manera de contribuir a tra­tar de encontrar soluciones para el progresivo dete­rioro medioambiental que viene sufriendo el plane­ta. La extensión de dicha conciencia se enmarca enel contexto de unas crecientes preocupaciones porla búsqueda de lo que se ha dado en llamar desarrollosostenible. No tomamos aquí en consideración lamultiplicidad de significaciones y de prácticas a quehace referencia el concepto de desarrollo sostenible,el cual, como bien afirma Bill Adams (1993, p. 218),es una bandera de conveniencia bajo la que navegantodo tipo de iniciativas intelectuales y prácticas. Sóloqueremos destacar el cambio ideológico que, ai am­paro de las ideas y actitudes suscitadas por la cadavez mayor extensión de dicho concepto, se produceen la década de los noventa, desde la consideraciónde la protección dei medio ambiente como un frenoai desarrollo económico (criterio productivista) a lavaloración de la protección ambiental como motordei progreso económico (criterio basado en el desar­rollo sostenible).

Este cambio se manifiesta en la concienciacolectiva, cada vez más extendida, acerca de lanecesidad de buscar un nuevo marco paradigmáticopara la gestión y organización cconómica que ha deconducir a la implantación de un sistema deproducción y consumo alternativo ai todavía vigentede carácter productivista, con respecto ai cual estácomprobado que ya no puede seguir manteniéndosela idea de su ilimitada capacidad para aceptar modifi­caciones sin modificarse (Pérez Adán, 1994). Sinduda, contribuyen a favorecer el establecimiento deeste nuevo marco paradigmático las cada vez mayores

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2. p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR 19

Page 14: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambias en la concepción y en los uso de la ruralidad. ..

preocupaciones por preservar el medio ambiente paralas generaciones futuras, así como el hecho de quetales preocupaciones traigan aparejada unaconcepción alternativa dei desarrollo. De acuerdo conésta, a difcrencia de la noción de crecimiento quesugeria la idea de cantidad e implicaba una visiónde las relaciones con las cosas y las personas consi­deradas como objetos, ahora se trata de poner mayorénfasis en el término desarrollo que, entre otros as­pectos, remite a la idea de transformación cualitativay a la consideración de la relación con y entre laspersonas como sujetos. En este contexto, aún cuestaadmitir que un verdadero desarrollo sostenible puedeincluso llegar a representar un decrecimientoeconómico. Utilizando una expresión de Wallerstein(1991 ), no sólo se han de repensar los planteamientossobre los que descansa la ciencia social, sino que sehan de "despensar" muchos de esos planteamientos.

Pero, i,cómo se ha lIegado a una situación en laque los danos ocasionados, tanto ai hombre como ala naturaleza, ponen en peligro una coevolución deiprimero y de la segunda de millones de afios? Setrata dei lado oscuro de la modernidad, una conse­cuencia no intencionada o prevista dei ingenteproceso de transformaciones socioeconómicas y dedesarrollo tecnológico que ha eonllevado la evoluciónhistórica de la misma. El desarrollo tecnológico, quea lo largo dei siglo XX ha alcanzado una intensidady un grado de aceleración sin precedentes en lahistoria anterior de la humanidad, ha supuesto laadopción de innovaciones sin tener un conocimientopreciso y completo de su impacto medioambiental.Por lo tanto, la producción de riesgos ha pasado aconvertirse en un heeho consustancial dei avancetecnológico. No obstante, estos riesgos han sidoasumidos por la sociedad enmascarándolos dentrode unos estándares sociales de aceptabilidad que nison objetivos ni son temporal ni espacialmente está­ticos. Así, por ejemplo, en los anos cuarenta dei sigloXX el DDT era considerado inofensivo para la saludhumana; tres décadas más tarde, con un mejorconocirniento de sus riesgos (alta toxicidad y pro­longada persistencia en el medio ambiente) fueprohibido en los países desarrollados.

Ha sido quizá Ulrich Beck (1992a, 1992b)quien ha lIevado a cabo la más influyente caracteri­zación sociológica de los riesgos tecnológicosasociados a las sociedades modernas. A diferenciade los análisis de la producción y distribución socialde la riqueza en los que se ocupó la sociología aiestudiar la sociedad industrial avanzada, Beck secentró en la producción social de riesgos que entranala modernidad. Dos afios antes, Anthony Giddens(1990) ya había abierto una senda en esta direccióncuando calificó a la modernidad como un fenómenode doble filo, subrayando, por un lado, las grandesoportunidades de transformación social y de desar­rollo que genera y, por otro, poniendo ai descubiertosu cara más oscura. Así, en la modernidad, comoconsecuencia de la ruptura con la tradición, se haproducido la institucionalización de la duda y he­mos lIegado a una situación de enormes peligros yriesgos. Todo esto nos ha obligado a algo más que asuavizar o matizar la suposición que alentaba la, tanextendida en el siglo XIX y parte dei XX, idea de"progreso", según la cuai el surgirniento de la moder­nidad nos conduciria a un mundo más feliz y seguro.

La modernidad avanzada, de acuerdo con Beck,presenta una clara diferencia respecto a cualquiermomento histórico anterior: la distinta índole de susriesgos. Mientras que en las sociedades preindus­triales los riesgos eran naturales y externos, en lamodernidad avanzada éstos pasan a tener un carácterindustrial y a depender de ciertas decisiones políti­cas; siendo su alcance y poder de devastación globa­les, y abriendo un horizonte de danos irreparables(Beck, 1992b, p. 98). La globalización y omni­presencia dei peligro transciende las diferenciassociales y económicas, suponiendo un riesgo no sólopara uno de los dos elementos de la relación hombre­naturaleza, como había ocurrido anteriormente, sinopara la totalidad dei planeta. Esto plantea un hori­zonte de incertidumbre e impotencia en el que no setrata ya de que no sepamos como acertar, sino de queni siquiera podemos prever con exactitud en quemedida nos equivocaremos.

En esta situación, en contraste con los objeti­vos productivistas de la era en que se buscaba sobre

20 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR

Page 15: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,DURAN, F. E., PEREZ, J. L. V. Cambios e/lla cO/lcepció/l y e/llos uso de la ruralidad...

todo el crecimiento económico, actualmente, en elmarco global de la superproducción, la estanda­rización productiva y las rutinas laborales, así comodeI alto nivel de burocratización imperantes en lassociedades industriales modernas avanzadas, se ex­perimenta una tendencia hacia la implantación gra­dual de un nuevo modelo productivo más flexibleque, en vez de centrarse en el mero incremento deproductos homogéneos y despersonalizados, seencamina hacia la adopción de un sistema que genereproductos especializados de calidad y disefio. Se tra­ta de lo que puede conceptuarse como el paulatinotránsito deI fordismo aI posfordismo (Clarke, 1990,p. 73). En el sector agrario, dicho tránsito se mani­fiesta en que, mientras que antes el desarrollo consis­tía sobre todo en el crecimiento económico, en au­mentar e intensificar la producción (antropocentris­mo productivista), actualmente se tiende a enfatizarel fomento de la competitividad productiva a travésde la mejora de la calidad y de la presentación anteel consumidor de los productos agrarios4

• Pero, nose trata sólo de mejorar la calidad de estos productos,sino también la de las condiciones ambientales yvitales deI entorno rural. Esto significa la necesidadde apostar por el establecimiento de formas soste­nibles de desarrollo respetuosas con el medio ambi­ente y basadas en una explotación racional de losrecursos que tengan en cuenta el carácter limitadode éstos y no conduzcan a su agotamiento. Labúsqueda de la mejora de la calidad vital y ambiental,entendida de esta manera, se está traduciendo en unaespecie de reconstrucción social y vuelta a lo ruralque, mientras que durante las anteriores fases de lamodernización fue visto como un reducto dei pasado,como un paradigma dei atraso y dei subdesarrollo,en la presente situación toma a ser considerado po­sitivamente como un entorno cuyos modos de vida,formas de organización dei trabajo y maneras "eco­lógicas" de cultivar tienden a revalorizarse (Entrena,1998). Esta revalorización de lo rural, que se produce

paralelamente aI declive deI etnocentrismo urbano­industrial que legitimó, primero, la idea de "progre­so" y, luego, las teorías de la modernización (así comolas críticas a éstas), tiene lugar en un contexto, en elque cada vez es mayor el número de los que, comoJaime Loring, consideran que "el proyecto político,económico y social que en estos momentos debemosconcebir ha de ser el proponerse que la agricultura yla aldea, no sean en adelante el símbolo de lo atrasa­do, de lo paleto, frente a la industria y la ciudad,símbolos de lo moderno y lo civilizado" (1992,p. 267). La ruralidad, de este modo, tiende a adqui­rir una consideración positiva, a la vez que es vistaen su dimensión de habitat y como paradigma deforma y de calidad de vida deseables, frente a lastendencias preponderantes durante la vigencia deIantropocentrismo productivista a considerariabásicamente como un lugar especializado en laproducción de tipo agrícola.

En líneas generales, puede considerarse que esa partir de mediados de la década de los afios ochentacuando la agricultura ha comenzado a moverse haciauna era posproductivista (Ilbery, 1992), habiendoevolucionado desde unos valores materialistas a otrosposmaterialistas (Inglehart, 1991). Esos afios son elpunto de inflexión que marca el inicio de la transicióndesde un antropocentrismo productivista hacia unecocentrismo naturalista; es decir, desde la concep­ción dei ser humano como centro deI universo haciauna creciente conciencia acerca de la necesidad deconsiderar aI mismo como inmerso en un ecosistemafísico-natural cuyo equilibrio medioambiental ha deprocurar preservar. Con referencia a la ruralidad, estosupone la introducción de un nuevo discurso, en elque, más que la eficiencia y el mero incremento dela producción, se tiende a ver el medio agrario comoun espacio natural, cuyo entorno medioambiental hayque conservar y proteger, a la vez que se trata deencaminar dicho media hacia unos nuevos usos ofunciones de carácter cinegético, turístico o artesanal.

4 EI ténnino calidad es impreciso y está sujeto a diversas interpretaciones. Por ejemplo, para unos, los productos de mayor calidad sonlos de la agricultura "ecológica", los que el hecho de consumirlos proporciona una sensación de "vuelta a la naturaleza", precisamente en unmundo que está más alejado de ella que nunca; para otros, son los que son elaborados artesanalmente o son cultivados de acuerdo condirectrices y procesos de control no sujetos a procedimientos agro-industriales....

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27, jul.ldez. 2000. Editora da I.JFPR 21

Page 16: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN. F. E.. PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad...

A manera de conclusión: posiciones yactitudes de la sociedad espaiiola ante lanueva ruralidad

Partiendo de la idea de que la ruralidad es elresultado de una construcción social, hemosanalizado los cambios que se han experimentado ensu concepción y en sus usos aI pasar de lapreponderancia deI antropocentrismo productivistaa la deI ecocentrismo naturalista. Tales cambiosconstituyen el contexto en el que hay que ubicar lastransformaciones producidas en la década de los no­venta, tanto en las demandas sociales como en laspolíticas agrarias, que han dado lugar a un mayorénfasis en la ruralidad como entorno ecológico y aunas crecientes preocupaciones por preservar suequilibrio medioambiental para las generaciones fu­turas. La consideración de los valores paisajísticos,estéticos y socioculturales de ese entorno hace posibleuna diversificación de las actividades a realizar enél, más alIá de su anterior función de producción yabastecirniento de alimentos.

Estas transformaciones en los usos y en laconcepción de la ruralidad conlIevan la exigencia decambiar la relación entre la agricultura y su entornonatural, lo que, como senala Paniagua, plantea lademanda de un nuevo pacto social con los agriculto­res, el cual "no podría entenderse como una profun­da problematización ambiental deI medio rural y dela agricultura, sino como la generalización deI apro­vechamiento de entornos de calidad ambiental comopráctica habitual dentro deI tiempo de ocio, con cuyaconservación los agricultores conseguirían una nuevalegitimación social" (Paniagua, 1997, p. 990). Lanueva relación entre la agricultura y el medio ambi­ente presenta unas características particulares segúnel ámbito regional o subregional en el que sedesarrolIa (Bodiguel y Buller, 1991). Estas caracte­rísticas, que varían también de acuerdo con las pe­culiaridades de cada sistema agrícola, sólo puedenser cabalmente entendidas si se considera dicho sis­tema como una construcción social específica resul­tante de la interrelación existente entre un contextofísico, unas determinadas condiciones económicas y

un marco concreto de relaciones sociales entre lapoblación.

La actual relación entre agricultura y medioambiente suscita cambios en las posiciones y en lasactitudes sociales ante lo rural. En este sentido, en elcaso espanol, análogamente a lo que sucede en otrospaíses desarrolIados de nuestro entorno sociopolítico,observamos como, de una parte, persisten lasposiciones y actitudes tendentes a defender losplanteamientos antropocéntrico productivistas y, deotra, se extienden, cada vez más, las posiciones y lasactitudes que, basándose en una concepciónecocéntrica de las relaciones de los hombres con laruralidad, abogan por fórmulas de desarrollosostenible respetuosas con el mantenimiento deIequilibrio medioambiental. De todas formas, ennuestro país se observa todavía un alto grado deincumplimiento (en relación con lo que sucede en elresto de Europa) de la normativa comunitaria enmateria medioambiental. Esto puede ser explicadoen función de razones como las siguientes: la parti­cular estructura autonómica deI Estado que planteaciertas dificultades a la hora de aplicar normas decarácter general en todo su territorio, el hecho deque entre las sociedades menos desarrolIadas de laDE se encuentre Espana o, también, la celeridad conque en ésta fue incorporado el Derecho medioambien­tal europeo, cuando la capacidad de la estructuraadministrativa existente era inadecuada. Todo estohace que haya podido afirmarse que "el apresura­miento de las autoridades espanolas en promulgarlas directivas medioambientales comunitariasobedecería a la necesidad de ser vistos como partici­pando plenamente en Europa, más que a la existenciade una fuerte concienciación ambiental" (IzcaraPalacios, 1999, p. 116).

Además, la manifestación de esta concien­ciación va asociada a posiciones y actitudes muy di­ferentes, según la situación particular de cada unode los grupos o sectores sociales afectados por lanueva relación entre la agricultura y el medio am­biente o responsables de crear las condiciones que lahacen posible. Entre estos grupos o sectores, cabemencionar las instituciones y organismos encargados

22 Desenvolvimento e Meio Ambiente. n. 2, p. 11-27,juLldez. 2000. Editora da UFPR

Page 17: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

de elaborar y/o poner en práctica las nuevas políti­cas agrarias, los empresarios agrícolas, las organiza­ciones agrarias, los movimientos o asociaciones eco­logistas, etc. Dada la gran diversidad de situacionesde estos grupos o sectores sociales, sus posiciones yactitudes, que pueden ser concebidas comoexpresiones de la manera en que los mismosconstruyen y/o entienden las nuevas relaciones entreagricultura y medio ambiente y los cambios en losusos y en la coneepción de la ruralidad que elloconlleva, son también muy diferentes y variadas.

De entre la diversidad de posiciones y deactitudes en relación eon la nueva concepción de laruralidad que pueden observarse en Espana, distin­guimos a continuación tres tipos que pueden consi­derase básicos en este sentido; a saber: la posicióninstitucional, la de los profesionales (los agriculto­res y sus organizaciones representativas) y las queaquí denominamos como posiciones ecologistas.

Tipo I) La posición institucional. La entradaen la DE ha supuesto la necesidad de adecuar la agri­cultura espanola a la normativa comunitaria y a loscambios que ésta estaba experimentado, aI pasar deIproteccionismo productivista hacia un mayor énfasisen la preservación deI medioambiente. Además deesto, nuestra agricultura ha experimentado,simultáneamente, otro proceso de adaptación con eldesarrollo en el interior deI país deI Estado de lasAutonomías, lo cual ha venido a significar latransferencia completa en materia de agriculturadesde la Adrninistración Central a las ComunidadesAutónomas. Estos dos procesos adaptativos (interiory hacia el contexto exterior europeo de nuestro en­torno sociopolítico) han transformado de una maneraradical el contexto general e institucional queregulaba la actividad deI sector agrario en Espana,así como el marco en el que tienen lugar las relacio­nes sociales entre los distintos agentes sociales queintervienen en este sector.

Dada la heterogeneidad de situaciones, grupose intereses a los que va dirigida la política rural de laDE, su posición institucional se caracteriza por suambigüedad y pretensión de integrar objetivos dife­rentes, cuando no contradictorios entre sí. Todo estohace que pueda afirmarse que dicha política, en cuya

aplicación en Espana desempenan una labor decisi­va el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacióny las distintas Comunidades Autónomas, se presentacomo la yuxtaposición de una política de mercadosagrarios, una política estructural y una políticamedioambiental, con la intervención de instrumen­tos bastante complejos y sin homogeneidad global(DE, 1988). AI hallarse inmersa en el conjunto delas otras políticas rurales comunitarias, la políticaagroambiental europea aprobada por la DE en 1992no responde a una lógica autónoma de proteccióndeI medio ambiente rural, encontrándose su filosofíaimbuida por el carácter general de una reforma de laPAC, cuyo principal objetivo era el control deI gastoagrícola mediante la elirninación de los incentivosproductivistas a los agricultores para, de esta forma,reducir los excedentes. Por tanto, la posición institu­cional de la DE respecto a la nueva relación entre elhombre y la naturaleza se puede calificar como unintento de conservar el medio ambiente y de prote­ger el entorno natural a través de prácticas agrariasque sean compatibles con tal objetivo de la PAC. Enotras palabras, la política agroambiental europea debeconsiderarse no como una política autónoma, sinocomo un subproducto de la reforma de la PAC.

Pese aI corto período de tiempo transcurridodesde la aprobación de la política agroambiental,pueden mencionarse algunos factores significativosque influyen en su aplicación, tales como: a) la dife­rente sensibilidad de los gobiemos nacionales y delas propias organizaciones agrarias en la aplicaciónde tal política; b) la política agroambiental respondea la realidad de los países deI norte y deI centro de laDE, rnientras que los países mediterráneos, entre losque se encuentra Espana, muestran mayores dificulta­des para aplicarIa, ya que tienen una agricultura decarácter extensivo en la que los problemas ambien­tales son de una naturaleza distinta a los de losecosistemas centroeuropeos; c) el importante déficitde competitividad que sufren las agriculturas mediter­ráneas en relación aI centro y norte europeos (Garri­do, 1998).

Tipo lI) La posición de los profesionales. Latransformación deI marco institucional que regulala actividad agraria ha tenido un gran efecto sobre la

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul./dez. 2000. Editora da UFPR 23

Page 18: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,DURAN, F. E., PEREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la rura/idad...

visión que tienen los agricultores de su realidadsocioeconómica, política y profesional más inmedia­ta, así como sobre sus perspectivas de futuro. Estanueva visión puede abordarse desde dos puntos devista distintos pero complementarios: en primer lu­gar, desde el análisis de la opinión de los agriculto­res acerca deI medio ambiente en general, y en se­gundo lugar, desde el análisis de la posición colectivade las organizaciones agrarias que los representan.

Según encuestas realizadas en Espana (lDESs,1986; CIRES, 1994), existe un bajo grado deextensión de la sensibilidad ambiental entre los agri-

,cultores espanoles. Estos opinan (en un 79%), quela solución a los problemas ambientales debe pasarpor cambios sociales, y no a través deI desarrollotecnológico (opción que sólo defienden el 21 % res­tante). Preguntados por su actitud ante el hecho depagar precios más altos por la protección deI medioambiente, los agricultores con tierras en propiedadfueron quienes mostraron una menor predisposiciónaI respecto (un 33,3% se mostraron muy contrarioso contrarios). Además, estos mismos agricultorespropietarios fueron los que con mayor intensidadmanifestaron que la política de defensa deI medioambiente era simplemente una moda o que era im­portante pero existían otros problemas de mayorrelieve. En definitiva, la circunstancia de tener unapropiedad parece suponer un freno a la sensibilidadmedioambiental en el sector agrícola espano!.

En cuanto a la posición de las organizacionesagrarias representativas de los que ejercen laprofesión de agricultores, se observan notables dife­rencias entre aquellas que están más próximasideológicamente a la izquierda (por ejemplo, la Uniónde Pequenos Agricultores - UPA) Ylas que represen­tan los intereses de los que abogan por una agricul­tura más competitiva y rentable económicamente (esel caso de la Asociación Nacional de Jóvenes Agri­cultores - ASAJA). Así, rnientras que las primerassuelen enfatizar la cuestión ambiental, las segundasinsisten más en la dimensión empresarial de la

actividad agraria. No obstante estas diferencias, lasposiciones de ambos tipos de organizacionescoinciden en que si, se introduce el factor ambientalen la agricultura, la eficacia de ésta como actividadempresarial deja de ser la misma, por lo cuai seríanecesario que fuese mantenida gracias a la transfe­rencia de fondos provenientes de las institucionespúblicas. Esto supondría ligar la función ambientaldei agricultor a la percepción de nuevas rentas quepaliasen la disrninución de ingresos que provoca lalimitación medioambiental de la actividad produc­tiva, produciéndose una sustitución paulatina de las"primas de producti vidad" por las "primas deconservación". Se plantearía así un nuevo papel deiagricultor, uniéndose a su tradicional funciónproductiva dos más: el desarrollo dei mundo rural através dei uso de valores ambientales, y la proteccióndei medio ambiente (Paniagua, 1997, p. 992).

Tipo llI) Las posiciones ecologistas. Incluimosaquí las posiciones y actitudes que, sin serencuadrables en ninguno de los grupos sociales refe­ridos en los tipos I Y 11, se muestran, explícita oimplícitamente, favorables a la concepción y el usodei mundo rural y/o de la agricultura de acuerdo conlos nuevos plantearnientos ecocéntricos actualmenteen vigor. A este respecto, en primer lugar, cabe men­cionar a los grupos y movimientos ecologistas. Enunas circunstancias, en las que se ha ido extendiendola conciencia ecológica de la población, expresada através de un aumento de la presión a las institucionesen favor de la introducción de una serie de medidascorrectoras con el objetivo de restringir el uso deplaguicidas y fertilizantes y la elirninación de verti­dos agrícolas (elllamado proceso de ambientalizaciónde la agricultura), tales grupos y movimientosaprovecharon la coyuntura favorable para, graciasaI creciente apoyo popular recibido, aumentar su in­fluencia política, presionando no sólo en la direcciónde imponer controles a la contaminación generadapor la agricultura, sino también en favor de una agri­cultura menos intensiva y, por lo tanto, más

5 Encuesta realizada a comienzos de 1986 para la Dirección General de Medio Ambiente por el Instituto IDES. Se hicieron 2017entrevistas a escala nacional, tomando como universo la población espafio1a de ambos sexos de 18 o más afios.

24 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27,jul.ldez, 2000. Editora da UFPR

Page 19: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad...

respetuosa con el medio ambiente. La posición delos ecologistas con respecto a la nueva relación entreel hombre y la naturaleza presenta así un carácterdual: por un lado, una dimensión agraria, imbricadadircctamente con los problemas ambientales de lossistemas intensivos de producción; y por otro, unadimensión rural, estrechamente conectada con losefectos sobre el medio ambiente deI uso cada vez máscreciente de los espacios rurales como lugares de ocioy diversión por parte de una ciudadanía que disponede un mayor tiempo libre (Moyano y Paniagua, 1998).De ahí, que los debates actuales en el seno deIecologismo sobre la relación entre hombre ynaturaleza vayan en la dirección de implantar unaserie de lírnites aI acceso masivo a la naturaleza dela población, así como de controlar los efectosambientales de dicho acceso, bien a través de meca­nismos prapios deI mercado, o bien a través deregulaciones elaboradas con este propósito.

Por otra parte, en las posiciones y en lasactitudes de los ecologistas se manifiesta una nuevarelación de la sociedad humana con la naturaleza,en la que, si bien se toma en cuenta la dialéctica deinterdependencia e interinfluencia entre ambas y'seconsiguen evitar los excesos deI antropocentrismopraductivista, emergen, a veces, unas ideas de lanueva ruralidad, en las que se manifiestan visionesfundamentalistas y religioso místicas de lo ecológi­co, que es concebido desde una especie de "piedadcósmica que acaba negar o cuestionar los indudableslogros alcanzados con la modernización y laindustrialización, a la vez que por reducir la pers­pectiva ecológica a un mero discurso conservacionista(Oiner y Tábara, 1998). Este discurso está despro­visto, casi por completo, de la necesaria concienciademocrática en la que debe basarse dicha perspecti­va; entendida esta conciencia en el sentido departicipación y/o control colectivo, por parte de lapoblación, en los procesos socioeconómicos que

afectan a la gestión de su entorno vital, en este caso,desde el punto de vista medioambiental.

Por último, queremos mencionar como el, cadavez mayor, arraigo entre la población espafíola delas posiciones y las actitudes ecologistas da lugar aque en nuestro país, de manera similar a lo que acon­tece en otras sociedades avanzadas, tenga lugar eldesarrollo de ciertas prapensiones sociales tenden­tes a instrumentalizar lo ecológico (y por ende lanueva ruralidad a ello asociada) como artículo deventa y de consumo. Ejemplos de esto son lasinmobiliarias o las agencias de turismo que vendenpaisaje y naturaleza mediante sus propuestasresidenciales o de turismo rural, o, también, las cadavez más frecuentes ofertas que podemos encontrarde determinados "productos naturales"; es decir, cul­tivados de acuerdo con una "agricultura ecológica".En Espafía, como en los países de nuestro entorno,el mercado de este tipo de agricultura se encuentraen expansión, en gran medida, debido a las crecientespreocupaciones de la población por los posiblesefectos negativos para la salud que puedan derivarsedeI consumo de alimentos genéticamente transfor­mados o de frutas y verduras tratadas con diversosfertilizantes químicos o productos fitosanitarios, queson altamente tóxicos y contarninantes. Otras hechosque contribuyen especialmente a incrementar la de­manda de estos "productos ecológicos" son los repe­tidos escándalos alimentarios asociados a eseproductivismo industrial que tiene lugar aI margendeI contraI de los consumidores, tales como elescándalo de las "vacas locas" en 1996 en Oran Bre­tafía o, más recientemente en 1999, el de la apariciónde informaciones sobre la contarninación de la car­ne y otros derivados de los pollos procedentes dedeterminadas granjas de Bélgica, que habían sidoalimentados con piensos adulterados con grasas deorigen industrial que contenían dioxinas.

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27.jul./dez. 2000. Editora da UFPR 25

Page 20: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

, ,

DURAN, F. E.. PEREZ,], L V. Cambias en la concepción y en los uso de la ruralidad.. ,

REFERENCIAS

ADAMS, BilL Sustainable Development and the Greeningof Development Theory, en: Schuurman, Frans J, (eds,),Beyond the Impasse, New Directions in DevelopmentTheory, Londres: Zed Books, 1993,

BECK, Ulrich, Risk Society, Londres: Sage Publications,1992a,

BECK, Ulrich, From Industrial Society to the Risk Society:Questions of Survival, Social Structure and EcologicalEnlightenment, en: Theory, Culture and Society, v, 9,1992b,

BODIGUEL, M,; BULLER, H, L'agriculture etl'environnemcnt en Europe: au délà de la Communauteéconomique, en: Ecodecisión, n. I, p. 55-59, 1991.

BOWLER, L R.; BRYANDT, C. R.; NELLIS, M. D. (eds.).Contcmporary rural systems in transition, v. I, Agricultureand Environment, Londres: CAB Int., p. 100-116.

BRENTON, T. The greening ofMachiave/li, The evolutionof International Environmental Politics, Londres:Earthscan Pub. Ltd" 1994,

. -CASTELLO MUNOZ, Enrique. El papel dei crédito en eldesarrollo agrario. Confederación Espanola de Cajas deAhorros, Publicaciones dei Fondo para la InvestigaciónEconómica y Social de la Confederación Espanola de Cajasde Ahorros, Madrid, 1970.

CLARKE, Simon. The Crisis of Fordism or The Crisis ofSocial Democracy?, Telos, n. 83, 1990.

•ENTRENA DURAN, Francisco. Cambios en la concepcióny en la organización dei espacio rural, Revista de EstudiosRegionales, n. 34, Málaga, 1992.

•ENTRENA DURAN, Francisco. Cambios en laConstrucción Social de lo Rural. De la autarquía a laglobalización, Madrid: Tecnos, 1998.

ETXEZARRETA, Miren; VILADOMIÚ, Lourdes. EIavance hacia la internacionalización: crónica de una décadade la agricultura espanola, en: Gómez Benito, Cristóbal;González Rodríguez, Juan Jesús (edit.) Agricultura ysociedad en la Espana contemporánea. Madrid: Ministeriode Agricultura, Pesca y Alimentación/Centro de Inves­tigaciones Sociológicas (CIS), 1997.

GARRIDO, Fernando. La política agroambiental europea:una primera valoración de su aplicación en Espana,ponencia presentada aI VI Congreso Espanol de Sociología,A Coruna, 24 ai 26 de septiembre de 1998.

GARRIDO, Fernando. Análisis de los discursos, actitudesy estrategias de los agricultores y sus organizacionesprofesionales ante la introducción de métodos deagricultura sostenible en la agricultura europea, TesisDoctoral (inédita), presentada en la Escuela Técnica supe­rior de Ingenieros Agrónomos y de Montes, Universidadde Córdoba (Espana), 1999.

GIDDENS, Anthony. The Consequences of Modernity,Cambridge: Polity Press, 1990.

GINER, Salvador; TÁBARA, David. Piedad Cósmica yRacionalidad Ecológica, en: Revista Internacional deSociología, n. 19 y 20, p. 41-67, 1998.

•GOMEZ BENITO, Cristóbal. Políticos, burócratas yexpertos. Vn estudio de la política agraria y la sociologíarural en Espana (1936-1959), Madrid: Siglo XXI editores,1995.

ILBERY, B. State-assisted farm diversification in theUnited Kingdom, en: Inglehart, Roland, 1991. El cambiocultural enlas sociedades industriales avanzadas, Madrid:CIS/Sig10 XXI editores, 1992.

IZCARA PALACIOS, Simón Pedro. El deficit deimplementación de las directivas medioambientales de laUnión Europea, en: Revista Internacional de Sociología,n. 24, p. 95-119, 1999.

•LORING MIRO, Jaime. Crisis de la agricultura capitalistay crisis dei capitalismo, Revista de Fomento Social, n° 187,Córdoba: ETEA, 1992

MARX, Carlos. El Capital. Madrid: Siglo XXI editores,1975.

MOYANO, Eduardo; PANIAGUA, ÁngeL Agricultura,espacios rurales y medio ambiente, en: RevistaInternacional de Sociología, n. 19 y 20, p. 127-152, 1998.

NISBET, Robert. Social Change and History, Nueva York:Oxford Universiy Press, 1969.

PANIAGUA, AngeL Significación social e implicacionespara la política agraria de la "cuestión ambiental" en elmedio rural espanol, en: Gómez Benito y GonzálezRodríguez (eds.). Agricultura y Sociedad en la EspanaContemporánea, Madrid: Ministerio de Agricultura, Pescay Alimentación/Centro de Investigaciones Sociológicas(CIS),1997.

• •PEREZ ADAN, José. En busca de un paradigmaeconômico para la redefinición dei concepto de desarrollosostenible, ponencia presentada aI XIII Congreso Mundialde Sociología, Julio, Bielefeld, Alemania, 1994.

26 Desenvolvimento e Meio Ambiente, n, 2, p. 11-27,juLldez, 2000, Editora da UFPR

Page 21: Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad ... · Cambios en la concepción y en los usos de la ruralidad: deI ... la renovabilidad de los recursos naturales y la ...

DURÁN, F. E., PÉREZ, J. L. V. Cambios en la concepción y en los uso de la ruralidad...

SEVILLA-GUZMÁN, Eduardo. La evolución deicampesinado en Espana. Elementos para una sociologíapolítica dei campesinado. Barcelona: Península, 1979.

SEVILLA-GUZMÁN, Eduardo; LÓPEZ CALVO, Araceli.Agroecología y campesinado: rejlexiones teóricas sobrelas ciencias agrarias ante la crisis ecológica, ponenciapresentada a las Jornadas de Historia Agraria, Abril, 1993,Almería.

SZTOMPKA, PIOTR. Sociología dei cambio social,Madrid: Alianza Editorial, 1995.

UE. El futuro dei mundo rural. 1988.

WALLERSTEIN, Inmanuel. Unthinking Social Science,Cambridge: University Press, 1991.

WEBER, Max. Economía y sociedad., México: EC.E.,1979.

WHITBY, M. (ed.). The European Environment and CAPReform: Policies and Prospects for Conservation, U.K.:CAB International, 1996.

Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 2, p. 11-27, jul./dez. 2000. Editora da UFPR 27