Cahiers Du Cinema Espana
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7/26/2019 Cahiers Du Cinema Espana
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7/26/2019 Cahiers Du Cinema Espana
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A la izqda., una imagen deLos lmitesd el control^de JimJarmuscli;
a
la dcha.,un pianode Malditosbastardos deQuentin Tarantino
6.
G R A N A N G U LA R
La
venganza
es
intil
Adrin
Martin
Quent in
Tarant ino
Entrevista
Quentin Tarantino
CharlotteGarson
/
Thierry
Mranger
Crtica'Malditos bastardos'
Carfos
F
Heredero
Eltiempo dilatado
ngel
Quintana
Queridsimos
verdugos
RobertoCueto
Ji m Jarmuscl i
Entrevista
Jim Jarmusch
GavinSmith
Crtica'Los lmites del control'
JaimePena
31. SCANNER
C a m i n a n d o
s o b r e la
Luna
Adrin
Martin
32.
C U A D ER N O C R T IC O
Let's
Get
Lost
Gonzalode
Lucas
A s h e sofT ime
Redux
RobertoCueto
Distrito9Jean-PhilippeTess
Si lacosa
funciona
ngelQuintana
H a z m e
rer
Jonathan Rosenbaum
Dest ino:Woo dstock
CarfosReviriego
50.
R E S O N A N C I A S
La luz delOeste
Carlos
Reviriego
53.
C U A D E R N O
DE
A C TU A LID A D
Festivales
LocarnoJaime
Pena
Vila
do
CondeJaimePena
FidMarseille
Gonzalo
de
Pedro
Adelanto programacin de
San
SebastinJara
Yez
Informe
Encrucijadasdel cine mexicano
Fernanda
Solrzano
63. F IRMA INVITADA
Lacuenta
de la
vieja
IsakiLacuesta
64. MED IA TEC A
DVD
Eldiario de los muertos
ngelQuintana
EntrevistaGeorge A.
Romero
Giulia
DAgnolo
Vallan
Libros
Le Corps
du cinema
FranBenavente
73. LO
V IEJO
Y LON U E V O
No
has
v isto nada
en
Treblinka
SantosZunzunegui
74. I T INERARIOS
Encruci jadas
de la
critica
/ 11
CrticavsAnlisis: los lmites de la
interpretacin
Francisco
Javier
Gmez
Tarn
Peter
Wa tk ins
Las
mltiples revoluciones implcitas
en 'La Commune'
ngel
Quintana
81.
DOSSIER ESPECIAL
U N PER R O A N D A LU Z
La
sintona de dos imaginarios
RomnGubern
Buel y el cine surrealista
JacquesRancire
No
mirars
Jordi Costa
Buuel y los lmites
de(l)
su (r)realismo
Jenaro Talens
Apuntes sobre la sonorizacin
Ferrn Albericl^
Formas
que dialogan
Pedro Poyato
La
dimensin internacional
y
vanguardista
Manuel
Palacio
El
eslabn perdido
SantosZunzunegui
Cuidadocon el perro, imuerde
Jean Vigo
Otraportada
posible
para este
nmero deCahiers-Espaa
En
portada; Quentin Tarantino (arriba)
y Jim Jarmusch
(abajo)
en los
rodajes respectivos
d e Malditos tjastardosyL os lmitesdel control
C A H I E R S D U C I l E y A E S P A I A S E P T I E M B R E 2 9 3
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7/26/2019 Cahiers Du Cinema Espana
3/90
Director
Carlos F. Heredero
Redactor Jefe:
Carlos Reviriego
C oor d i na dor
en Catalua:ngel Quintana
Consejo d eredaccin:Asier Aranzubia Cob, Fran Benavente, Roberto
Cueto, Jos
Antonio
Hurtado, Eulalia Iglesias, Jos
Manuel
Lpez, Carlos
Losilla, Gonzalo de Lucas, Jos Enrique Monterde, Gonzalo dePedro,
Jaime Pena,Antonio Santamarina
Redacc in:Jara Yez
Secretarla deredaccin:
Azucena Garanto
Direccin
de
arte
y
maquetacin:ngel Ibez
Documentac inyProduccin:
Pedro Medina
Consejo Edi tor ia l: Jordi Bail, Domnec Font, Jean-Michel Frodon,
Leonardo Garca Tsao, Romn Gu bern, Adrin
Martin,
David Oubia,
Manue Prez Estremera, Jos Mara Prado, Jonathan Rosenbaum,
Jenaro Talens, Santos Zunzunegui
Colaboraneneste nmero
Textos:
Ferrn Alberich, Fernando Bernal, Jordi Costa, Giulia D Agnolo
Vallan, Javier Garmar, Charlotte Garson, Francisco Javier Gmez
Tarfn, Romn Gubern,
Isaki
Lacuesta, Adrin Martin, Thierry Mranger,
Lourdes Monterrublo, David Oubia, Manuel Palacio, Pedro Poyato,
Jacques Rancire, Jonathan Rosenbaum, Santiago Rubn
de
Celia,
Diego Salgado, Gavin Smith, Fernanda Solrzano, Jenaro Talens, Jea n-
PhilippeTess,Jean Vigo, Santos Zunzunegui
Traduccin:Antonio
Francisco Rodrguez Esteban, Carlos Reviriego,
Natalia
Ruiz
Proyecto grf ico:
Pablo Rubio/ Erretrs Diseo
R E D A C C I N
C / Soria, n 9,4 piso
28005Madrid
(Espaa)
TeL: (+34) 914685835
ax +34)915273329
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enbibliotecas, cenfros culturalesyuniversidades de Es
paa,
para
la
totalidad
de los
nmeros
editadosen el ao.
Independencia
(2)
Carlos
F. Heredero
Decamos
ayer...Ha
pasado
un trridoverano,
las carteleras han sufrido
un empacho ca lenturiento de banalidades, com ienza el nuevo curso y
nos encontramos, otra
vez, con
dos estrenos que nos
devuelvenalterri
toriodel cine independiente americano.
All
donde
Michael Mann
y
Gus Van
Sant nos daban
pie,
el pasado mes de
julio,
para establecer un
flagrante contraste entre dos modelos situados casi en las antpodas,
ahoraQuentinTarantinoy Jim Jarmuschvienenapropiciarunadico
toma no menos ostensible.
Y
ahora tambin, de
nuevo,
ese mismo
con
trastealberga en supropianaturaleza reveladorasysimultneaspautas
de confluencia
ydivergencia
que merece la pena contemplar.
Sedalacuriosacircunstanciade que tantoMalditosbastardos(Taran-
tino)
como
Los lmitesdel
control(Jarmu sch) acceden a lassalasespa
olas distribuidas po r la misma y poderosa
major
y despus de pasar,
ambos cineastas, por elFestival
de
Sebastin,
al
que llegan acompa
ando
a
sus respectivaspelculas. Produc ida
la
pr imera bajo
el
paraguas
del
estridente tycoonindependiente
HarveyWeinstein(Miramax)
y la
segunda
por elpropio
Jarmusch(Pointblank)y
por
una pequea compa
ajaponesa (EntertainmentFarm),con elrespaldo financiero de Focus
Features
y
James Schamus
(colaborador
habitual de
Ang Lee y
produc
tor, a su vez, deDestino:Woodstock,otro estreno de septiem bre), las "dos
pelculas surgen de impulsos industriales de
muy
diferente envergadura
yse
dirigen
a segmentos de audiencia que comparten zonas comunes,
pero que son m uy distintos en superfily en su amplitud.
Las dos pelculas se ocupan de contar, a suvez, sendos itinerarios de
venganza,
pero
lo
hacen -com o sugiereAdrin
Martin-
desde perspec
tivas narrativas y ticas prcticamente opuestas, de la misma manera
que el estilo
hiperblicoyexhibicionista
de Tarantino contrasta con
elintrovertido
vacoy con el despojamiento de Jarmusch (Jaime Pena
dixit). Uno y otro afirman con voluntad de hierr o sus respectivos
uni
versos flmicos y apuestan con valenta casi kamikaze po r diferentes,
pero igualmente heterodoxas co nstrucciones formales
y
narrativas. Son
dos opciones, dos caminos que
vienen
a enriqu ecer ese paisaje hetero
gneo que dibuja,hoyen da, el cine independiente americano.
Tarantino
y
Jarmusc h ofrecen dos obras que -desde una perspectiva
industrial-
se sitan en
un territorio
intermedio entre el
Michael Mann
deEnemigos
pblicosy el Gus Van
Sant de
ParanoidPark,
pero las cua
tro
nos obligan a sealar, una
vez
ms, lavitalidad creativa
y
la radical
modernidad con las que
se
expresan diferentes opciones y estilos que
arraigan en
laproduccin
norteamericana actual.
Se
puede
no
tener los
medios que hansidopuestos adisposicindeMannydeTarantino,por
supuesto, pero
Gus \"an
Sant
y Jim
Jarmu sch no han necesitado m ucho
dineropara atreverse aexplorarcaminos tan personales como estimu
lantes.
Algo
no
demasiado
diferente,
en
definitiva,
de las condiciones
enlas que trabajany del
riesgo
queasumen, en Espaa, otros cineastas
presentes tambin en
San
Sebastin,como
Isaki
Lacuesta
y
Javier
Rebo
llo,
a losquesin
duda
ser necesariovolverel mes que
viene.
C I N I E R S
DU
C I I E > E S P A I A S E P T I E M B R E 2 0 09
http://www.calmanediciones.es/mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]://www.calmanediciones.es/ -
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GRANANGULAR
Quent in
Tarantino
yJ i m Jarmusch.Malditos bastardos y Los lmites del control.
D o s cineastas
y dos pelculas que lle gan a las
salas
tras
pasar p or el festival de San
Sebastin y cuya con fron tacin sugieretantosparalelismos como divergencias.
La venganza esintil
ADRIN MARTIN
E x i s t e n muchas y sorprendentes afi
n idades en t re
Malditos bastardos
( In g l o u r i o u s Bas te rds ) , de Quen t in
Tarantino,yLos/imites
deZ
centro/(The
Limi t s
o f
Cont ro l ) ,
de J im Jarm usch .
Ambas pelculas
estn
situadas
y
se han
rodado en Europa, y se benefician de
una financiacin no americana.
E n
los
dos filmes se escuchan mltiples
idio
mas y vario s de sus mejores mo men
tos t iene n relac in con los problemas
de comunicac in intercul tural ,desde
B r a d P i t t rumiando "buongiorno" a
Isaach De Bankol t ratando de pedir
dos "expresos" po r separado. La s dos
pelculas son, de formaexplcita,par
bolas sobre el prop io cine: Tara nt ino
apunta hacia una gran metfora al
estilo Samuel Fuller,una pelcula que
se inflama de llamas justicier as
llevn
dose por delante a todos los villan os;
mientras que Jarmusch
hace
que sus
personajes hablen sobre el placer de
las pelculas que te dejan apreciar los
detalles de lav idaordin aria, como es
exactamente la pelcu la que l mism o realiza.
Ambas historias tratan de
asesinos
profesionales, y en
ambas
se
desliza
una fugaz pero poderosa
alusin
a nuestra era co ntem
pornea: B ankol en Espaa, y los Bastardos e n la Francia ocu
pada, todos ellos son considerados "terroristas" por las malignas
fuerzas del conservadu rismo:B i l l M u r r a ycomo unpolticoame
ricano a loDickCheney , Chr i s toph
Wal tz
como el m aquinador
y
sdico naziCorone lLanda .
Y ,
finalmente, las dos pelcula s tra
tan sobre
la
ven ganza . Pero es en
este
punto en el que realmente
ambas
toman cam inos separados.
ParaTarantino,
l a
ve nganz a se haconvertidoen su
tema
domi
nante, quizs elnico. Ki
Bill,
DeathProof y ahora
Malditos bas
tardos
ponen en escena su teorema preferido: anunciar el plan
de venganza de un personaje, ofrecer una razn persuasiva
parallevarloa cabo, seguir meticulosamente cada uno de suspasos
y, finalmente, dar alespectador elorgsmico placer deverlocom
pleto y elaboradamente
cumplido.
E lt tulo del film de Imamura
Trase l11 S,la venganza seha convertido
en el
nicotema
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QUENTIN TARANTINO/JIM JARMUSCH
parece habe r pro duc ido un efecto del i rante en l : sus pelculas
se han con ver t ido enestticas fbulas de
v io lenc ia
sin trabas,
aunque just i ficada por una coartada moral . E l derecho a"devol
v e r
e lgolpe"-qu e t iene un importante peso en la
ideologa
y en
la psique nortea meric ana- supera cualquier barrera material en
suspelculas:geografa,
idioma, cultura, dinero.
L os
factores ms
complicados seel iminan:al reduc ir la Segunda
Guerra Mundia l
a una luc ha entre u n malvado nazi(mascul ino)y una
jud a
agra
viada (femenina), Tarantino se las apaa para, milagrosamente,
obliterar la Resistencia francesa
A u n q u eJa rmu sch com enz en los aos
setenta
y Tarant ino
se mater ia l i z a pr inc ip ios de los noventa , l a perc epc in que
lo s espectad ores tien en de ellos es similar, en el sentid o de que
so n " in ter tex tual i s t as" amer icanos , posmodernos que regre
san a las here ncias del
H o l l y w o o d
clsico, slo que filtrado
ste
para Tarantino;mientras que Jarm us ch se ha suavizado
p o r
las reinvencion es de dichas herencias ofrecidas por cineas
tas europeos y asit icos. En
Malditos bastardos,
Tarant ino es
feliz
al
rev iv i r esta
imagen pblica : amalgamando picas
bl i
cas que van desde Samuel
F u l l e r
y R o b e r t
A l d r i c h
a J o h n
W o o y
E n z o
G . C aste llari, allana el pastiche de citas gen ricas
c o n un compr ens ivo es t i lo de
cartoon
que toma prestado de
SergioL eo n e . P e ro este es film a la man era de Leo ne ; no es
Erase
una vez enAmrica
(1984).
Jarm usch toma u n camino menos familiar, y deestemodo se
arriesga a perder muchos fieles.
Los imites del control
( u ndel i
cadamente est i l izado docum ento de arqui tectura, luz y ri tuales
cot id ianos)
es
bastante
ms parecido a
En la ciudad de
Sylvia
(2007) que a A
quemarropa
(Po int Blank,
1967).E n su argumento
estrictamente minimalis ta, la pel cu la reco rre todo un cam ino
de retorno a su prime r largometraje, el experim ental Permanen
Vacation (1980). Jacques Rive t te es una influe ncia poderosa :
Pars nous appartient
(1960),
Duelle
(1976)y
Secret dfense
(1997)
so n todas ellas recicladas de un mo do deliberad amen te anacr
nico.Los imites del controles una pelculasin telfonos m viles
n i ordenadores, s in suspense y s in accin. En lugar de armas,
ha y
guitarras; en lugar de peleas, hay flamenco. Convivencierta
mente algunos elementos de gnero (una
femmefatale
desnuda,
u n
agente atraca do e n la calle, mensajes cifrado s y diama ntes
transportados en una caja decerillas),pero
estos
estn
relat ivi-
zados, ecualizado s: las traiciones y lo s secuestros no se muestran
co n ma yor dramatism o que com o se filma a Bankol a ndando
p o r las calles, o sus much as c onve rsacio nes, perezosa s y me di
tabundas, con extraos.
N i Malditos bastardos
n i
Los imites del control
nos muestran
a sus directo res en su mejor forma. E l enrgico entretenimiento
de Tarant ino deja expuestas las debi l idades de sus construc
ciones narrat ivas, una vez que los habi tuales sal tos y combi
naciones t emporales y o t ros t rucos
estn
ausentes.
Ta rant ino dota con e l
mismo peso y figura, de forma repe
titiva, a cada escena-tab/eux: siempre
el mismo suspense dilatado, el mismo
dilogoexte ndido , el mismo despl ie
gue dearmasa la mexicana, el m ismo
es ta l l ido cat ico de muer te y cata
clismo. Acasoel cine deTaran t inoha
caminado haciaatrs desde su adap
t a c i n d e l
Jackie Brown
d e E l m o re
L e o n a r d , s u n i ca p e l cu l a co n u n
fuerte subtextopol t ico-racial ,por no
men ciona r la his toria de amor adul ta
que tiene en su centro?
E n
cont ras te .
Los lmites del con
trol e s u n f i l m a d m i r a b l e m e n t e
am b i c i o s o , p e ro t am b i n d e l g ad o
y
s u p e r f i c i a l . A l co n t r a r i o d e Dead
Man, l a obra maes t ra que Jarm usc h
todavadebe igualar, es una pel cu la
que mues t ra todas sus joyas en un
n i c o v i s i o n ad o . E neste sent ido, se
parece mucho a
Malditos bastardos.
P ero u n e s p ec f i co , e s p l n d i d o
d e t a l l e
ausente
c o l o c a
Los limites
del control
d i rectamente en confrontacin y por encima de
Malditos
bastados.
E l
cd igo de acci n viole nta y de suspense
de Ta ran t ino se exp resa p or s so lo , sobre todo , en su min u
ciosa
obsesin c on las
entradas
y las salidas: c mo sus asesinos
entr an y salen del stano de u n ba r o de un a sala de cine. Pero el
sol i tar io samurai de Jarmusch slo necesi ta mirar con calma a
u n
edificio
mil i tar norteamericano de alta seguridad para pene
trar instantneamente en l : co mo un fantasma, aparece entre
sus paredes, y despus, de la mism a manera, escapa, desapa
rece, huye. L a ven gan za le pertenece a l (o a quie nqu iera que
le haya cont ra tado) , pero
esta
venganza es, despus de todo,
int i l :
no resuelve nada, no cambia nada. Puede que
Los limi
tes del control
n o sea una obra maestra v angua rdista, pero a su
modo , amableme nte resistente, s logr a ofrecer aq uello que Petr
K r l
u na vez l lam"una imagen secreta del mundo".
Traduccin:
Carlos Reviriego
C A H I E R S O U C I N E M A E S P A A / S E P T I E M B R E 2 D D 9 7
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GRANANGULAR
C u a n d o p resen t
Death Proofen
Cannes , en 2007, Q u e n t i n
T a r a n t i n o
conced i a
Cahiers du cinema
una larga entrevis ta
a l a que quer a dar co n t inu idad .
A h o r a
repasa aqu , a prop
sito de
Malditos bastardos,
su relacin con los gneros y con
las historias: los relatos escritos y filmados, y el lugar que en
el los ocup an los personajes , pero tam bin la his tor ia del cine
y la "gran His to r ia" . . . . . . .
Hace dos aos declar a
Cahiers du cinema
que
Deatli
Proof
era "u n
punto
de inflexin",
peroMalditos
bastardos
es
un
proyecto
mucho ms
antiguo. Es
una vuelta atrs,
antes
d elviraje
grindfiouse?
Permtame cambiar de metfora, ya que han
pasado
dos aos:
para m
Malditos bastardos
e ra una montaa .
A h o r a
que he
subido a el la con suma dif icul tad y he plantado mi bandera
en la cima, contemplo lasmontaas de alrededor. Necesi taba
l iberarm e de ese p r oyec to , escr ib i r lo , aun cuand o en aquel
mom ento no sabia s i pod ra hacer una pel cula con aquello . No
lograba a\-anzar sin retomarlo y
conclu i r lo .
Hace ms de diez
aos, cuando empec, la his toria era muy diferente. Trabaj
dos
aos
en el la , y el relato adq uiri una dim ensi n abruma
dora. Era un
folletn.
T u v eque d ejarlo a un lado y rodar los dos
Kill
Bill.
E n ese mom ento me di cuenta de que
deseaba
hacer
una pe l cu la . En ton ces escr ib o t ra h i s to r i a con los m ismos
personajes,
lo s
mismos
temas,
e imag in una mis in al esti lo de
Los
caones deNavarone ( J .Lee Th om ps on , 1961): el sabotaje
de unpreestreno nazi en un cine del Pars ocupado. La pel
cula
e n la qDCn n g rupo de hombres , un pe lo tn ,parte en una
misinal
stiloUloce
de/paftuZo (R .Aldr i ch , 1967), es slo uno
de losge n e r as
que
abordo, evidentemen te. M i t rabajo c on los
gneros es ' * J H H E nKill Bill, cada cap tu lo co r responde
a la entrad a de la he ro na en un nuev o gnero. Este aspecto
es menos
p r a a ^ K i a d o
enMalditos bastardos, pero me gusta
c o n c e b i r
n a
O M n como una novela, con cap tulos , para que
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QUENTINTARANTINO
sean mu y diferentes y tengan u na atmsfera dist inta.Aqu , los
gneros so n otros, pero los dos primero s cap tulos t ienen una
tonal idad de
western,
e inclu so de
spagueti-western,
y el ter
cero corresponder a a un film francs. Y a par t i r del cap tu lo
cuarto, nos encontramos anteu n film de mis in blica . E lin i
ci o del cuarto po dra ser la ober tura de un film de gnero.
Por
qu
Francia?
L e tengo ms cario a Fran cia que a Polonia o Checoslov aquia.
Adems , es un pa s apropiado para una h i s tor ia cons t ru ida
alred edor de un cine, impre gnad a po r el amor al cine. Pero, en
part icular, porque los nazis ocuparon Francia, como los japo
neses C h in a , contrariamente al modo en que los japoneses
ocu paro n F i l ip ina s o Bi rmania . Qu iero deci r que era pos ib le
exis t i r
al marge n de la esclav i tud durante la
O c u p a c i n .
Po r lo
tanto, tena ms libertad con mis personajes, que no se encuen
tran sometidos a una presi n constante.
Su
herona, Shosa nna Dreyfus(MlanieLaurent)consigue
escaparde los
nazis,
al contrarioque su familia. Y
poste-
riormente decidevengar a los
judos.
La relaci n co n la
Novia de
Kill Bill
pareceevidente.
E n m i p r i m era
ve r s in ,
imagin a Shosanna como una Juana
de
A r c o
juda.
E ra ms b ien
bad ass,
lanzaba ccteles
Molo tov
y disparaba con carabina a los camiones nazis; se escapaba
c o r r i e n d o por los tejados. Por l t imo, t ransfer este p e r s o
naje a laN o v i ade
Kill
Bill; en la reescr i tura, se parec an dema
siado. Co nv er t a Shosan na en un personaje ms real is ta. Es
u n a
superv iv ien te ,
no unabad ass.Sin embargo, en el p eque o
film que rueda para presentar su atentado en el cine,
aparece
en prim er plano en pantal la, con las l lamas lam indole el ros
t ro: la imagen de Jua na deA r c o permanece... A l mismo t iempo
es el diablo,B ig Brother. . .
Las referenciasalcinedegnero,aDoce de lpatbulo y a la
serieB nos
parecencasi superficiales.Pensamos
ms bien
en Ser o no ser,
de
Lubitsch,
b asada en el teatro en una
pocaen la que
simular
e s
cuestin
d e
vida
o muerte.
M e enorgu llece especialmente que algunas de misescenascmi
cas tengan un l igero toque de Ser o no ser (1942), en especial
el desayuno c on Goebbels . Y Sylves terGro t h , que interpreta
a Goebb els, es realm ente bue no. E n efecto, las pelculas
ame
ricanas de losaos cuarenta son las que ms han influido en
Malditos bastardos,
por ejemplo, las de Lonide
Moguy,
aquel
ruso e xiliad o en Pars y luego en Estad os Unidos ,donde dirigi
ParsAfter Dark (1943) y
Aventura en
Arabia (1944), co n Geo rge
Sanders, formidable. Me enamor de aquellos filmes antinazis,
en su mayor
parte
rodados por europeosexiliadosenH ol lywood,
como Jules Dassin
(Nazi
Agent,
1942;
Reunin in
France,
1942),
Douglas Sirk
(Hitler's
Madman,
1943) y F r i t z L a n g
(El hombre
atrapado,
1941,
y Los verdugos tambin mueren,
1943).
Y Esta tierra es ma 1943),de
Jean
Renoir?
O h , me encanta
Esta
tierra
es ma,
la adoro. Y la idea de que
R e n o i r
estaba
exi l iad o lejos de Pars parece tan absurda E l
pr imer p lano , cuando los nazi s a t rav iesan la p laza del pue
blo... es emocionante saber que lo ha filmado Renoir.YGeorge
Sanders Tambinapareceen Confessions ofa Nazi Spy (1939),
d e An a t o l e Lir^^ak. V i
todas
esas
pel culas y me pareci de
locos que George Sanders estuviera en todas partes: es, real
mente, la estrel la del gnero. Cuando bosquej el personaje
de
H i c o x
(M i ch ae lFassbend er), el cr t ic o de cine miemb ro de
u n com ando bri t nic o, me di je que Sanders habra s ido per
fecto para el papel . Llegu incluso a escribir:"Entra Hicox;
se
dira
que es George Sanders,
joven".
Y el general Fenech
(Mike
M y er s )
interp reta con l como Ge orge Sanders
viejo
M i plano
preferido del filmtambin proc ede de losaos cuarenta: cuando
Shosanna se apoya contra la ventana de ojo de buey del cine.
Enfren te ,
en la cal le, vemos el cartel de un film co n B r i d g e t
v o n Ham m ers m arck (D i an e
Kru g e r ) .
Las dos mujeres nunca
l legan
a encontrarse.
p)ero
ambasconspira n por el mismo obje
t ivo y cohabitan, furt ivamente, dentro de ese plano. Encontr
ese ojo de buey en
un a
de mis "pel culas Georg e Sanders":
The
Prvate
Ajfairs ofBelAmi
(1947), de A l b e r t L e w i n , cuando el
actor acude alapartamento abuhardi l lado de la mujer
casada.
T a mb i n
m e gusta e l plan o
co n gr a que une >
pasa
a
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GRANANGULAR
el
cap tu lo
1
con el 2: os
l levo
a Pars de la mano de la msica
country swamp.
Cmo
ha trabajado con las composic iones de Ennio
Morricone?
M o r r i c o n e
es
el
maestro
de lcine.
Ut i l ic
muc ha de su msica en
Kill
Bill y
enDeath Proof;
desde
e l
p r inc ip io
tena la idea de
vo l
ve r
a ella en
este
film,
pa ra conso lidar e l aspecto de
spaguetd-
western.
Ya
en e lg u i n
pens
en el
tema
de la pelcula Revolver
(Serg io
Solim a, 1973) y conceb e l r i tmo a par t ir de ese f rag
mento. Sergio Leo ne me ha
influido
mu cho, pero como no hago
westerns,
me ap ropio de su est i lo. N o lo copio , me
s i rvo
de sus
atmsferas
y las aplico a gneros que l no abord. M or r ic on e
juega un pape l impor tan te en
este
proceso. Pero en
Malditos
bastardos se dan cita todos los grandes comp ositores del c ine:
Lalo Schifr in , M o r r i c o n e , Dimi t r i T iomkin ,Char le s Berns te in ,
E l m e r Bernste in. . .
Es com o su idea de introducir a Hitler yGoebbelsen la
misma sala de
cine. Dud
en el momento de prender la
mecha,al montar, en la bandasonora,CatPeople (Putting
Out
Fire), deDavid
Bowie?
N u n c a
habr a enca rgado a un compo si tor un fragmento musi
cal sobre Shosanna . Me gus ta que esa canc in de segunda
mano adquiera un sentido nuevo y que podamos escuchar la
le t ray dec i r que func iona. E n lugar de u n
tema
musical ideado
para la ocasin o una
pesadavo z
en
ojf,
pref iero que una can
c in
existente juegue el papel de un monlogo inter ior .
Ellugar de la catarsis: un cinesolitarioen el Pars ocupado
Sin
embargo,
las
pelculas
antinazis
de los aos cuarenta
estabananimadaspor el afn decombatira lenemigo,una
suerte
d eobjetivo
primario
queacaso la
reelaboracin
del
gnero puedeerosionar...
E n realidad pref iero trabajar en los subgneros, ms espec
ficos.
N u n c a
sigo los cdigo s a l pie de la le tra , s ino los pla ce
res que procuran; qu ie ro presenta r los como nunca los han
presentado . Pe ro se trata tan s lo de un punto de pa r t ida .
Preten do trasc ender e l gnero, subve rtir lo un poco, pero tam
b i n
cumpl i r la s promesas . Puedo d ive r t i rme con los gne
ros a lo largo de un
film,
pe ro en un de te rmina do mom ento .
Adolf H itler en la versin pulp de Quentin Tarantino
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QUENTINTARANTINO
es toy obl igado a cons t ru i r un c l imax que funcione como es
debido. Y es la prim era v ez que he jugad o a fondo
este
juego.
C u a n d o Shosanna proyecta l a l t ima bobina durante e l p re-
estreno, no pue do juga r a la sub ver sin , ya que entonces me
dis tanciar a , me s i tuar a en l a medi tacin sobre e l gnero .
Es
una de las "grandes secuencias" con las que,
despus
del
combate de artes marcia les en Kill Bill, me pongo a prueba
c i n em at o g r f i cam en t e . En
Death Proofue
l a p e r s ec u c i n
automovi l s t ica;
aqu es la escena al estilo de
E lBosco.
N o slo
pretendo queestassecuencias-desafo estn logradas: quiero
que sean las mejores en su gner o. Das
antes
de rodarlas me
s ien to muy nerv ioso , porqu e soy muy capaz de equivocarme .
La s
preparo t cn icamente . N o s hacer las
antes
de rodarlas ,
pero tambin soy consciente de que tengo que confiar en m,
y que las
ideas
surg i rn en e l p roceso . La determinacin te
permi te encont rar so luciones .
Puedes
t eo r i za r d u ran t e aos
y slo en el momento del rodaje te podrs decir:
"Ah, s, vale,
lo
he entendido".
De ah la enorm e ansiedad cuando todo sigue
abierto. N o hago
storyboard,
tan slo teng o algunas imgen es
en mente, pero s que en el momento preciso, lo conseguir.
E n l a escena d el incendio , ins ta lamos la p i ro tec nia , pero en
rea l idad n o visu al i zo el mu ro de l lamas: tengo que ve r s i es
suficiente, s i me he qued ado corto , etc. E l pr im er da ensay
la escena con los dobles, la avalancha, sin el fuego; as disip
das enteros de angustia y me dije:
"D e
acuerdo, funcionar,
va
a salir bien".
Sie mp re oc urr e as en las secuencias de acci n: si
intentas
hacer una l is ta de los planos, t ienes la impresin de
que harn fal ta mil , pero al rodarlos, te das cuenta de que los
t ienes, consigues cubrirlo todo.
Por
qu el
cine
q ue
dirige Sliosanna
se llama Gamaar?
D e b a
l l amarse Garmar , pero mi decorador se equivoc . A n
sigo
hecho una fiera. Cuando
yo
era pequeo, m i padre me lle
vaba a l c ine Garmar , en Mon tebel lo , en L os Angeles Es te . Era
mi prefer ido . Cerr aprincipiosde los
aos
ochenta . Cua ndov i
queestaba mal escrito, pens: "Ser gilipollas ", pero no par
el rodaje, habra s ido como cast igarme a m mismo. A decir
verdad ,
todo lo que era incorrectodesde el punto de vista de
lado cum entac in sobre la Fra ncia de la poca lo he tenido que
rectificar yo :
mi decorador contrat a un documental is ta que
trabaj mal . Por ejemplo, me mostraban carteles de pel culas
de la poca y
yo
les deca:"No, no podemos utilizarlos.
Por
qu?
Porque
esas
pelculas fueron prohibidas
por
los nazis, idiotas ".
Prefer an un a t rezo boni to a uno verdadero . Colocaban car te
les de pel culas co nL i h an Ha rv ey ; pero cuando el la abandon
laA l em an i anazi ,era imposible incluso pro nun cia r su nombr e,
hasta tal pun to la odiaba Goebbels .
Casi todos
lo spersonajes deMalditos bastardos son, al
menos,
bilinges.P ero losBastardossonfalsamen te pol-
glotas;
io
simulan
imperfectamente.
E n efecto , como a men udo o cur re con los es tadounidenses
que creen dominar una l engua ex t ran jera . Me alegr mucho
la reaccin del pbl ico en el audi tor io Lum ire . Cua ndo t ra
bajas
una pel cu la , s i empre hay una secuencia que p lan tea
problemas, y con frecuencia se
trata
de una secuencia cmica:
funciona? Me gusta, me parece simptica, pero... Slo lo des
cubres en el estreno del film: el pb l ico se re o
>pasa
a
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GRANANGULAR
no se re. Si no re, tengo la opcin de dejarla a pesar de todo:
la secuencia pued e ser espir i tual s in ser hi larante. L a cues t in
se plante en la
escena
en la que
A l d o
Raine
(Brad
Pitt) y sus
hombres se ven obl igados a hablar i tal iano en el preest reno:
no es un poco disparatado? No rompe el
suspense?
A m me
haca gracia, pero dudaba. Sin embargo, e n la sala Lum ir e la
gente se desterni l l . Y no slo por el i tal iano r id cu lo de Aldo,
s ino t ambin porqu e e l co ro nel Lan da hab la it a l i ano per fec
tamente. Los Bas ta rdos po dr a n hab lar lo , han com bat ido en
Sicil ia, pero en cuanto abren la boca, te dices: "-Ese
es su ita
liano?
Entonces, estn jodiaos ".
Las mscaras l ingsticas caen incluso antes, en la taberna
La Loulsiane.
E s la secuencia de la que estoy ms o rgu l loso . T r e i n t a m i n u
tos en un espacio tan l imi tado; el objet ivo es mostrar hasta
qu pun to es minscu lo . Nad ie puede
escapar, estn atrapa
dos . A par t i r de l mom ento en e l que empie zan los t i ros , es
i n e v i t a b l e que todo e l mundo se conv ier t a en b lanco . Es un
Reservoir Dogs en min ia tu ra , reduc ido a med ia hora y rodado
en alemn.
En
un alemn imperfecto, en el caso de Hicox (Michael
Fassbender ) , un britnico nacido en Alemania.
D e hecho, habla un buen alemn, pero su acento es un poco
ex t rao .
E nesta escena, la idea es evitar los lugares comunes
de las pelculas blicas, del gnero: se neu tral iza a un centin ela
si n que el chico tenga t iempo de gri tar (aqu lo hacen, pero cor
tndole elcuel lo , lo que efectivamen te le imp idegri tar) ,o bien:
uno tumb a a u n soldado alemn, se pone su uniforme y, como
p o r
arte
de m agia, es la talla corre cta
Sin
hablar de los lugares
comunes relativos a la lengua, siempre falaces. Se supona que
MelanieGr if f i th tena que hablar como una pastora t i rolesa en
AldoRainey su mandbula: CosasdeBrad...
Resplandor
en la oscuridad (S h i n i n g T h r o u g h ; D a v i d
Sel tzer ,
1992).. . M i personaje, H i c o x , habla un alemn fluido, pero no
se
trata
de eso: es una cuestin de dialecto.
E l dialecto es a la lengua lo que el sub gn ero al gn ero,
para usted?
Cier t amen te . Y cuando H i c o x se deja
atrapar,
no es tan ev i
dente: tan slo hay una duda respecto a su acento. Cuando
e l oficial de la Gestapo le preg unta de dn de es y el amigo de
H i c o x le responde que no t iene que di r igi rse a el los en
esos
t rminos , e l oficial r e s p o n d e : "No leestoy hablando a usted,
teniente
Munich,
ni a usted, teniente
Francfort;
le hablo al capi
tn No-s-sabe-de-dnde". Es ta d i f i cu l t ad de l b i l ing i sm o es
real ,aunque e l c ine l a to rna d i fusa . Ap ar t e de Diane Kruger ,
que in t e rp re t a a Br idg e t vo n Ham mersm arck , me hab r a cos
tado muc ho encon trar a un actor alemn que
pasara
realmente
p o r americano.
Por
qu el comando judo-americano est dirig ido por el
no judo Aldo Raine?
H a y toda una h i s to r i adetrs de
este
personaje. Es un chico
de lasmontaasde Tennessee. N o esj u d o ,peroest ah para
l u c h a r con t ra e l rac i smo; s i sobrev ive , v o l v e r a sus Smoky
Mo u n ta in spara comb at i r al
K u
K l u x
Klan .
Sabe que, al escoger
a so ldados jud os , puede t rans f o rma r e l an t inaz i sm o en una
" lu c h a sagrada". T i e n e nu n es t mulo del que carecen los ot ros
americanos. L os ot ros luch an por la pat r ia , se per mi ten el lujo
de ser soldados; ellos t ienen la
ob l igac in
de ser guerreros .
Hacer alarde del carcter judo es
tambin
un a
forma
de
provocac in en la Europa del Reich.
Abso lu tam ente . La hora de l a veng anza son para sus fami
l i as que se que daro n en Eu ro pa y fuero n
asesinadas
por los
boches . Vuestrasabuelassucum bieron a la impotenc ia cuando
l l a m a r o n a su puerta, sufr ieron.
Voso t ros
sois sus nietos
ame
r icanos , os respalda la nacin ms grande d el mu ndo. O s toca
hacer sufri r
Por
qu Raine tiene una cicatriz alrededor del cuello?
E s
una quemadura p rovocada por una cuerda . No puedo reve
la r suo r igen . Es un secreto.
Hay
prevista una precuela?
Si la hay. el secreto ser revelado.
Por
qu tiene una mandbula promine nte?
Cosas de B r a d _
En
Death Proof,
simul rayaduras en la pelcula, saltos de
imagen y la
falta
de una twbina. Pero en
Malditos bastar
dos va ms lejos al con vertir lo
inflamable
de la pelcula de
nitrato
en el arma d e un atentado antina zi. Ade m s, en los
crd i tos da lasgncias a Monte Hel lman, cuya
Carretera
asfaltada dedo serecciones (Two-Lane Blacktop,
1971)
concluye cua ndo ta petcula se quema.
Carretera es ve rda d, ao haba pensado en ello.E n rea l idad
le do y lasgracias
a
l i a n t eH el lm an por l a p r im era secuencia ,
i n s p i r a d aO L At n n d e fhu rac n (1966). Pero en efecto, la idea
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QUENTIN TARANTINO
(Mlanie
Laurent) apoyada contra
la
ventana
de
ojo
de
buey
en el
cine:
el
plano preferido
de
Tarantlno
l
ni t rato me pareci mu y sugerente. Por un lado, es una
frtil
del po de r del cine, y po r otro no es una m etfora sino
ad l i teral : cuand o disponem os de pel cula de ni t rato,
L i t e r a l y metafr ico : formidable .
l adas para pro voca r el incendio . E n una
ve r s in ,
l a propia
dudaba en la elecc in del prim er
que haba que quemar: b ien El
Suss
(1940), as la crea cin mon s
pr ime ra bo bina
e
La gran ilusin
(1937), y as Pap
dest ruira a los nazis a su lado.
'Lo que cuento no sucedi
en la realidad, pero al
sume rgirlo en laHistoria ,
staqueda modificada"
dos
versiones
de la muerte
Hitler yGoebbels: la que ofreceMalditos
bastardos
y
verdadera muerte
histrica.
no
de mis pun tos fuertes com o esc ritor consiste en que nu nca
a mis personajes ir donde lesapetece.E l los mandan,
les s igo. N o im por ta que yo tenga una t rama, el los pue den
demo strarme que es chun ga. U n personaje avanza
r un camino. Cuan do l lega a un cruce, los guionistas c ortan
m ay o r
parte
de los caminos, porque no asumen aquel lo en
que se con ver t i ra la his toria : ya no sera una pel cu la, sera
otra cosa. Siempre me he dich o: poco im por ta a dnd e vam os,
sigamos adelante.
Un o
de
esoscaminos
serael relato
histrico:
el m odo en
que Hitler yGoebbels murieronen la realidad.
S, y a decir verda d, me dispon a a seguir ese ca mino. Pero en
mitad del proceso de escri tura me dije:mis personajes igno ran
que pertenecen a la
H i s to r i a ,
y en mis
pel cu las nunca ha n formado
parte
de
una historia preescri ta, entonces, por
qu eso deba cambiar de
repente?
N o
oc urr i en la real idad porque mis
p e r s o n a j es "n o h an ex i s t i d o " . P e ro
en cuanto los sumerjo en l a His tor ia ,
sta queda modi f icada. La l eccin de
la
c i en c i a f i cc in consiste en que si
remontas el t iempo y cambias u n deta
lle,
todo se altera. Slo me queda in tenta r queesos hechos sean
plausibles, y no me refiero slo a Shosanna y a pel culas de
ni trato, ni a los Bastardos y su bomba, s ino a Fredrick
Zoller
( D a n i e l B r h l ) : s i un so ldado a lemn se hubiera mos t ra do
especialmente heroic o en una batalla, Goebbels habra rodado
un
film sobre l, y de haber ten ido los rasgos de B r h l habr a
in terpretado u n papel, comoA u d i e M u r p h y tu vo un papel en
Regreso del infierno (T o
H e l l and Back;
Jesse
H ib b s , 1955). De
hecho, Goebbels encarg a l
final
de la gu err a >
pasa a pg. 14
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GRANANGULAR
El
nazi Hans Landa
en la
primera
secuencia
del
film
u n
film
de
este
est i lo,
Kolberg (Vei t H a r a n ,
1945), cuando los
nazis ya saban que no haba nada que esperar en los campos
de ba ta l la y que la propa gand a e ra e l n ico f ren te que q ue
daba. Si
Z o U e r
h u b i e r a e x i s t i d o , G o e b b e l s h a b r a p r o d u c id o
" E l orgul lode la nac in " y orga niza do un preestreno en Par s ,
donde podra haber tenido lugar un atentado.
recordar que el hroe de
esta
aventura es Hans Landa; es su
p lan ,
l es e l hroe, re cib ir la
legin
de ho no r americana, e tc .
Pero la
H i s t o r i a
no dir nada de Shosanna. E l m u n d o ig n o r a r
para siem pre lo que ella
h i zo .
T odo s los que
v i e r o n
la pe l cu la
han mu erto. Cuntas veces, en e l curso de la
His tor i a ,
se han
trun cad o los hecho s y los hroes h an sido olvidados?
E l
atentado es plausible una vez que las puertas de la sala
de cine se cierran a cal y can to, como para ser impermea
bles a la Historia.
Suelo asist ir a mu chos preestrenos , y una ve z que la pelc ula
emp ieza bie n y cautiva a los espectadores, los pasil los se que
dan d esier tos y los vigilan tes se va n a fumar un pitillo.
Como
aquel Jefe de estudio que dijo al terminar una pro
yecc in:
no he sa l ido a or inar, as que la pel cula debe ser
buena.
Exactam ente Es mi aspecto sdico: en la sala , te encuentras
e n la misma si tuaci n que los nazis
ante
e l film. Por eso nu nca
se pasan p elcu las de catstrofes en un avin.Os enc ie r ro en un
cine y os muestro e l incend io de una sala. M e gustar a q ue los
espec tadores mira r an a l rededo r y se d i je ran :
"Sera de locos
siestopasara ahora ". Pero hay algo ms. Todossabemos que
H i t l e r
no m ur i en e l incend io de un c ine . Qu es la His tor ia?
H e c h o s
co noc id os po r media c in de los e sc r i tos de los h is
tor i ado res. L a pel cu la mu estra qu e, f inalmente , la
H i s t o r i a
Slo
la ficcin puede imaginar su gesto.
E s
por eso por lo
que procura mostrar el c ine doble y completamente des
truido, pr imero por el fuego y luego por la bomba de los
Bastardos?
E l n i t r a to e s muy inf lamable , por lo que la bomba de los
B a s t a r d o s
es
i n t i l .
Pe ro e l hecho de que es ta l le v iene a
borrar lo todo. De ex is t i r s lo e l incendio de Shosanna , la
secuencia
debera
durar cuatro min utos ms. L a bomba es ms
econmica,
disipatoda dud a sobre eventua les superv iv ien tes .
Adems, cuando t ienes a tu dis pos ici n dos grupo s de hroes,
quieres
qu e losdos pa r t ic ipen .
Cuando
Sho sanna dice, en la pel cula que el la proyecta a
los nazis:
~Esta es la venganza de
los
judos ,
no podemos
evitar pensar en las consecuencias polticas del hecho de
que
histr icamente, esa venganza no tuvo lugar, y tam
bin
pensamos
en Israel y en todo lo que vino despu s.
Sin embarga en mi guin, todo eso an no ha sucedido. Escrib
un epfloBK
coat
das despus del atentado, Alemania
se
rinde.
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QUENTIN TARANTINO
guerra hubieraacabadoen
junio
de 1944 gracias
a los ame
la
guerra
fra
habra sido diferente.
Lo s
rusos se habran
con Polonia de
todas
formas, pero Alemania no se
divididoen dos y elequilibrio entre EstadosUnidosy
mundo comunista habra sido distinto. Es
fcil
apreciar las
consecuencias de
este
cambio de
guin.
Si
escribo una
estar
situada en un futuro alternativo.
Historia podra haber ocurrido desde el
el granjero francs que esconde a los judos, el
Lapadite
podra no haber confesad o.
, eso no habra cambiado nada, salvo que habra muertoysu
co n
l. El
coronel Landa, que llega a sucasaal
princi
se presenta como un
agente
de la
"libre
eleccin",pero se
de unailusin.Es su tcnica: no pregunta r nada directa
pero hacer h ablar a los otros.
n
el desayuno con Shosanna, por qu Landa le
ofrece
hitchcockiano
vaso de leche?
ay
dos niveles.
T al
vez
sabe
quin es ella y le toma el pelo.
por otro lado, qu se puede beber
co n
una
tarta
de man
(risas).ExisteSospecha (1941),claro:ya
lo
intent, pero
xito.Coloquuna
lu z
en un
vaso
devodkanaranja en una
Jackie
Brown(1997). Pero fue algo rid
pareca
el
experimento de un sabioloco
E l
vaso pareca
abombilla
director,
un director de escena...
me dio a entender que, en cierto sentido, era un
showman
como
yo ,
un narrador. Da
impresin de conocer siempre tus secretos. Sin que el di
los subraye, comprendemos progresivamente sus mto
todas
las proyecciones de Cannes, cuando le dice al
"Hablo
un
francstan malo que me cansa
en esta
lengua;
podramos pasar al ingls
para
el resto
conversacin?",la gente ri porque crey que se
trataba
convencinparapasardel francs al ingls.Puesmuy
Adelante, equivocao s Pero alfinalde la escena, com
parte
de su tcnica
2.
Poder hablar de
judo s ocultos bajo el suelo sin que ellos com prendan lo
cuando afirma, en ingls:
Ya
que estn ah
abajo
no se han movido entiendo que no hablan
ingls,
pero
ahora
y a volvera lfrancs yquieroque
siga
m ijuego,est
claro?
Lapadiiite...",es algo ipante [risa deogro].A con
el ingls no seutilizanunca como una convencin:
habla alemn, francs, italiano e
ingls.
Pero en el caf,
n Shosanna, selimpialas migajas delatartade manzana yle
H a
probado
yaelstrudeldeaqu?". E l
hombre que
matado
a su familia le imparte un c urso sobre el strude l
y la
"Esperaa
la
crema ". M imontadora y yo la convertimos
nuestras
expresiones favoritas: espera a la crema,
for the
good
stujf.
Declaraciones recogidas en Cannes, mayo de2009
Cahiers du
cinema,
n 646. Junio,2009
Traduccin: Antonio Francisco Rodrguez Esteban
C A H I E R S
D U
C I N E M A E S P A A
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GRANANGULAR
CRITICA
Pulp
(History) Fiction
CARLOSF.HEREDERO
H a y al menos dos razone s bien visibles
( u n a de ord en es t r i c tamente f lmico y
otra de naturaleza historiogrfica-ideo-
lgica)por las que
Malditos bastardos
v a
a
estar
en el centro de algunas polmicas
condenadas a cruza rse entre s.L a pr ime
ra t iene que ver con el hecho de que el
cine sea, en
este
caso, no slo el "alm acn
de formas" subgenricas del que Quen-
t i n Ta ran t ino extrae los materiales que
despus
reelabora con mayor o menor
virtuosismo
(a la mane ra dePulp Fiction,
Jackie Brown, Kill
Bill
o Death
Proof), s i
no tambi n la pro pia materia dramtica
y, a l av ez , veh culo sustancial del discur
so de fondo que subyace bajo el film. L a
segunda po ne en juego unaapuestatoda
v a ms arriesgada: la volu ntad exp l ci ta
de
fantasear
con laHis tor iay de reescri-
b i r su rumbo mediante una construccin
imaginaria en la que personajes de ficcin
convivensin dificultades co n figuras his
tricas de enorme rel ieve.
D i g m o s l o
c l a ro :
stas
son las dos
apuestasde riesgo sobre las que p ivota no
slo lo esencial de la pelcula, sino tam
b insu pr op ia raz n de ser. Y no se trata,
adems, de dos opciones independientes,
dos factores que pue dan tene rvidapropia
al margen uno del otro: si las formas del
c ine ya no se conforma n con permane
cer en la retaguardia referencial, y siste
irrumpe en las imgenes para imponer la
puesta en escena de su propia materia (la
estrictamente visu al y la escenogrfica,
desde
luego, pero tam bin la de su infla
mable soporte de nitrato) no es slo por
u n p ru r i t o
meramente
cinefilo, sino para
in tervenir
co n plena determinac in en el
curso de la
His tor ia ,
para
jugar
un rol de
prim er orde n dentro de un relato hist ri
co del que el cine (el cine real, la historia
misma delcine,y del cine europeo eneste
caso) tambin forma parte sustancial.
A
la
sazn , los protagonistas de
Maldi
tos bastardos
se relac iona n intensamente
co n la his tor ia
viva
del cine europeo. El
teniente bri tnicoArch ieH i c o x (Michael
Fassbender) resul ta ser tambin un cr
t ico de cine que ha escrito un sesudo l i
b r o de estudio sobre la obra deGeorg W .
Pabst; un soldado alemn y unajoven j u
d a duea de un cine (Shosanna / M la -
nie Laurent ) d i scu ten sobre M ax
Linder
y L e n iRiefenstahl ; la actriz Bridget von
H a m m e r s m a r c k ( D i a n e
K r u g e r ) ,
p r e
sentada como una rutilante estrella de la
U F A y , a la v e z ,
agente
doble al servic io
de los aliados, es un evidente tra sunto fic-
cionalde
Li l ian
Harvey , la famosa actriz
que faci l i t la huida a S uiza de un core
grafo
amigo suyo y que se v io obl igada a
abandonar la Ale ma nia nazi ; y un gene
ra l ingls (Mike Myers)se llamaE d Fene-
ch , en t ransparente alusin de Tara nt ino
di rector de
Hostel)
que funciona como
una rpl ica pardica del verdadero cine
de propaganda impulsado po r Goebbels .
Y a la his toria del cine europeo perte
nece, igualmente, otro subgnero: el
spa-
ghetti-westem,
cuyos
cdigos
toma pres
tados Tarant ino para fi lmar la primera
secuencia
tras
un le t rero
inicial
que no
debera dejar lugar a dudas:
"Erase una
vez en
laFrancia
ocupada por los nazis...".
A part i r de entonces se nos introdu ce en
u n cuento dehadas
pulp,
capaz de bara
ja r co n inslito desparpajo la relac in de
la
ficcin conla
His tor iay de transgredir,
co n el mismo descaro,todas las exp ecta
tivas y moldes genrico s prop ios del cine
bl ico "de comandos" (modelo
Doce del
Es
el cine como utopa, como "representacin irrea l"
que aspira a reins cribir se en la
Historia,
como
dispositivo
para la
proyeccin
de las
fantasas
a su admirada E d w ig eF enech , conocida
actrizde cine
hlaxploitation
europeo.
Esta l t imaderivacinhacia el terri to
ri o del subgnero enlaza, a su v ez , con la
explc i tay recon ocida deuda que el pro
p io t tu lo or ig in al del film (del iberada
mente
distorsionado en su escri tura:
In-
glourious
Basterds) mant iene con Aquel
maldito tren blindado
(Italia,
1978), que se
es t ren en E E
U U
co m o
The Inglorious
Bastards
(aqu s, correctamente escrito),
u n producto
b lico-blaxploitation dir igi
do por
E n z o
G . Caste l lari , a quie n se le
da n las gracias en los cr dito s finales, y al
que Ta ran tino le ofrece aqu un breve
ca
rneo
como general alemn, preme ditado
eco del carneo que Castel lari haca tam
bin en su propio film, cuyo actor prota
gonista ( B o Svenson), a su v ez ,
hace
otro
carneo
-como coronel amer icano- dent ro
de la pelc ula que se proy ecta para los di
r igentes del Terce r
Reich,
t i tulada
El or
gullo de una nacin:
u n film de propagan
da nazi (fi lmado en real idad -pe rcu t ien
te paradoja - por el actor
jud o E l i
Roth,
patbulo, paraentendemos) .E n realidad,
una fantasa hist rico - 'lm ica de sote
r rado d iapasn romntico, salpicada de
"bocad i l los"dibaiados sobre la imagen
(a la manera
d e u n
coloristacm ic pop) ,
dividida encinco captuloscasi indepe n
dientes
entres ,
cincelada a machetazos
u n
tantobruscos j avecestambindese
qu i l ib rados ,
a]gD caprichosos e incluso
auto indulgentes .
que de
todo hay en su
desigualmetrsge).pero dotados de ex u
berante ^'i^tuosislIlo
y
capaces, sobre to
do , de
proponer- s i n
engolar lav o z y sin
afn detrascendencia- sugerentes poten
cialidades
del a
imaginacin.
En t ram o s pues en
Malditos
bastardos
co n las formas d e u n ^xighetti-western
para sumergimos e n u n apausaday lar
ga conversacinde casi vein te minutos
(l a p r i m era
de las
cuatroo cinco di lata
das
set-pieces qu e
confonnan la totalidad
de l
f i lm),
c uy o
p i oc agon i s m o
p e r t en e
ce por entero
a l a figura de
Han s Lan d a
(Chr is toph
W a h z X d o f i d a l
de las SS que
es el granhallazgod d fihn y en cuy o re-
16 C A H I E R S D U C I N E M A E S P A A / S E P T I E M B R E 2 9
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QUENTINTARANTINO
ntino da lo mejor de s mismo:
r la intel igente, cult ivad a, polg lota y
ve rbo rrea que le ofrece y por su
or co mo fascinante (l o que le ha
an ms aterra dor).
F igura
m ayor de la
flmica nazi,
La nd a es un gigante
encarnadura reabsorbe -en un re
a la
vez
pardico
y
ve ros mi l -
todos
tpicos del estereotipo con struido por
subgnero blico de referencia.
transgresiones
o que viene despus, una vez atravesa
ta ninslito prlogo,ser de nue vo una
tras
otra . Pr imero, porq ue la
blica del comando supuesta
protagonista (un grupo de solda
cuero cabe lludo a cuanto soldado
se encuentran po r el camino, cuando
reventar les la cabeza con un
bate
de
(gent i le za de uno apodado "e l
oj u d o " / E l iR oth) y,adems, porque
ese activismo
apenas
ocupa u n tercio del
metraje.
Luego,
porque la narracin se
desintegra en el inte r ior deesos grandes
bloques dialogados cuya dilatacin tem
pora l
interna (vase el artculo de ngel
Qu i n t an a , pg. 18) es llevada aqu por
Tarant ino ms lejos que nunca. Y terce
ro, por que estaes una pelc ula dond e el
lengua je -m uc ho ms que la ac t iv idad
bl ica propiamente dicha- emerge como
uno de los
temas
centrales de su drama
turgia:lengua je que sesustentasobre una
autntica babel idiomtica (francs, in
gls,
alemn,
italiano),
puesno slo cada
personaje habla en su pro pia lengua, sino
que
adems
muchos de ellos se deleitan
en hablar el idiom a de sus inter locutores
para dom inar la conv ersacin o para ha
cersepasarpo r lo que no son.
Lenguaje que es tambin el del cine,
por
supues to , porque slo e l lengua je
f lmico
puede dar cuerpo a la delirante
fantasa pop en la que desemboca el film
(Aviso: es inevitable contar lo , pueden
dejar de leer aqu, si lo desean), cuando
una nube de humo parece encarnar , a l
corporeizarsefuera de la pantalla, toda la
monstruo sidad n azi que el haz de luz
est
proyectando en ese momento (el ci tado
film
de propaganda) .E lhecho de que to
da la cpu la del
Tercer Reich
(Goebbels,
B o o r m a n ,
G o e r i n g y H i t l e r
inc lu idos) ,
atrapada
dentro de un cine parisino, aca
be siendo literalmente "gaseada"por una
j o v e n
juda -que a su vez f i lma su pro
pia pelcu la para proyec trsela a los ge
noc idas- y por suapuesto
amante
negro,
cuandoambosince ndian los ni tratos f l-
micos almacenados, y a la vez hecha pe
dazos po r la bom ba que colocan los Bas
ta rdos ( tambin judos , pero di r ig idos
po r un americano de or igen
indio:
Aldo,
elA pache /
Brad
Pitt),
va mu cho ms all
de una exultante revancha potica...
Es
"el
cine como
patrimonio
cultural
ca
paz
de autoinmolarse en aras de una causa
justa, el cine como ima gen
proyectada
que
saleliteralyfsicamente de >pasa a pg. 18
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GRANANGULAR
la
pantalla para dar cuenta de sus ver
dugos",
decamos al
volver
de Cannes.
Pero tambin un cine capaz de releer
los subgneros para edificar sobre la
me mo ria de sus viejos materiales una
impetuosa obra personal del
arte
pop
americano.
Y ,
al mismo t iempo, un
c i
ne bigger than
Ufe
que viene areivindi
car , suger a Je an-M chel Frodon ,
"un
espacio intermedio, liberador, en el que
vuelven a articularse concienciay sue
o,
com prensin del mundo
e
impulso
para
actuar" (Cahiers-Espaa, n"
24).
E l
cine com o utopa, como "represen
tacin irreal" que aspira a re inscr ibir
se en la
His to r ia ,
com o disposi t ivo de
proyeccinde las fantasas; un
cine,
e n
definitiva,
que pone a prueba su capa
cidad
de dialogar co n lo real.
Y a
lo dice Tarant ino:
"siento que,si
mis personajes hubieran existido en la
realidad, todo lo que ocurre en la pe
lcula habra sido realmente as".Y la
clave
es que sus imgenes trans mite n
exactamente esa misma sensacin sin
dejar de exhibir , al mismo tiempo, su
naturalez apu/p y su dim ensin fabula
dora, impregnadas
ambas
por un cier
to regis t ro burlesco que dinamita to
do natural ismo y por una arroUadora
vita l idad.
C o n
todos sus
baches
y con
no pocos capr i chos au tocondescen-
dientes ( la aparicin de
C h u r c h i l l ,o
la
secuencia deH i t l e ren su despacho ,
perfectamente prescindibles ambas),
co n
su irri ta nte punto de ejercicio ex
hibicionista
y autosatisfecho. Malditos
bastardos abre una brecha -saludable,
desprejuiciada, necesaria- por la que,
de ahora en
adelante
(digmoslo
a
la
manera deJacques Rive t t e ) , d eber
pasar cua lqu ier in t en to de
v o l v e r
a
trabajar o reflexionar sobre la relac in
entre el cine blic o y la
His to r ia .
Malditosbastardos
(IngiouriDus Basterds)
Nacionalidad
Direcciny guin
Fotografa
Montaje
intrpretes
Produccin
Distribucin
Duracin
Pgina web
Estreno
EE UU
Alemania, Francia,
2009
Quentin Tarantino
Robert Richardson
Sally
Menke
Brad
Pitt,
Mianie Laurent
Christoph Waitz, Eli Roth
Universal Pictures,
A Band
Apari
Universal
Pictures
153minutos
www.universalpictures.es
18 de
septiembre
El
tiempo dilatado
NGEL
QUINTANA
Una
imagen de ta larga
1
ia tac
el
t iempo en
niendo en
crisis hs .
accin.D ehecfao^lai
rodeado durante ta
t reno comercial
deJ
ha sido otra
que lad e a sd a n c i n definiti
va. En el cat logbddfc f l ia lde
Cannes se
anunci unav e r s i da de
M O
minutos, que
finalmente acab
I C S A I M I O
de 140.
E n
la
distr ibucin
comeiCBide lapelcula
pare
ce que el t iempos ev a d a e a alargar
hasta
s
de
Malditos
la
excesiva du-
staban la ne-
escenas
y cri t i-
d i rec to r perd a
banalesp o -
escenas
de
incgnita
que ha
meses
el es-
bastardos no
18
C A H I E R S D U C I N E M A E S P A A S E P T I E M B R E 2 0 0 9
http://www.universalpictures.es/http://www.universalpictures.es/ -
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QUENTIN TARANTINO
A
la
izqda.,
Death
Proof,
en tre la
sHcom
femenina y
las
Amazonas
de l infierno;
a la
dcha.,
PulpFiction:
la
secuencia
final del
almuerzo
en el
restaurante
153 minutos. Particula rme nte, c reo qu e
pr incipal
problema deMalditos bastar
s
reside en que su du rac in es excesiv a
corta,puesdebera durar una hora
. L a pelcu la necesita tiem po para e x
dir sus largassetpieces y para conferir,
en las dospartes
deKillBl,
ayor unida d global a los diferentes
de la obra. Para que el genio de
estalle con fuerza es necesario
para la reso luci n de las se
preciso dejar que los ele men
banales generen una espera de la
puede estallar la emoc in.
y los
iconosdel pop
n 1993,despusde descub rir con inusi
in
Tar ant in o frente a
Reservoir Dogs,
el
Jos Lu isGuarner advirt i que el
del nuev o cineasta era una e xtraa
teatrode Samuel Beckett
los iconos de la cul tura pop. La muerte
que Gu arner pudierav e r n inguna
Tarant ino, pero el cr t ico
a
intuyque la novedad no vena mo tiva
s vistosas estructuras narrativas,
i
por la pasin por laviolencia ,s ino por
capacidad para hacer conviv i re lteatro
el absurdo c on los modelos de lacinefilia.
extraa mezc la se ha ido depuran do
hastael punto de c onvert i rse en
la atraccin, entre la creacin de una at
tensa
y el estallido de
ve ros imi l i tud
para en
na cierta esencial idad.
Si
analizamosPulp Fiction veremos que
su noveda d no reside en cmo su estruc
tura c ircu lar pro voc a que el relato se v i
sualicehasta llegar a espectacularizarse,
s ino en cmo toda la pel cu la funciona a
partir de destellos sorprendentes, que ac
tan co mo si fueran el instante de reve la
cinque surge de una larga espera. L a se
cuenciainicialacontece en unrestaurante
en el que una pareja almu erza charlando
hasta que se convier ten en unos "Bon-
nie and C l y d e " de la l t ima generacin.
L a
banda sonora subraya la exp losi n de
energa de una puesta en escena abruma
dora; s in embargo,
despus
de los ttulos
de crd ito el ritm o frentico n o tiene co n
t i nu idad .L a pel cu la se t ranqu i l i za
y ,
en
v e z de encadenar las acciones, asistimos
a una larga conversa cin donde otros ma
tones discuten sobre las diferentes cua
l idades de las hamburguesas. E n ve z de
c o n v e r t i r e l re la to en una acumulacin
de causasy efectos, Tar ant in o juega a la
digres in porque
sta
privi legia s iempre
la
c apacidad de sorpresa. Si nos pregu n
tamos
de dnde procede estejuego, en
contrare mos fci lmente la respuesta e n
la pecul iar estructura de las pel culas de
Sergio
Le one . E n ellas el tiemp o se d ilata
hastaconvert i rse en un conc epto i rre al y
la tensin es siempre ms importante que
la accin.La diferencia entre Le one y T a
rantino reside en que mientras el primero
uti l izael s i lencio comoestil izacin,el se
gund o juega con la palabra.
E n
Malditos bastardos
e l juego d ia
l c t i co
de Tar ant i no l lega a los n iveles
ms altos de paroxismo ya que la palabra
es p lu r i l in g e . La escena
in ic ia l
p r o p o
ne una es t ructura basada en un cur ioso
ejercicio de reescri tura de los momen tos
iniciales de Centauros del desierto ( J o h n
Ford ,1956) a la man era de Serg io Le one ,
cambiando e l mundo delwestern por el
de las pelculas blicas. La secuencia des
cribe
lamasacrede una fam il ia de judo s
p o r un coman do n azi . E n el la se estable
ce uno de los hi los conduc tores de la t ra
ma, consistente en la creaci n de una su
pervivienteque se transfo rma en la tpica
herona tarant iniana obsesionada por la
venganza. Lo pecul iar del momento re
side en que Tarant ino concentra sus es
fuerzos en art icular una larga conversa
cinen francs y en ingls entre el oficial
alemn y el agricul tor francs. E l juego
dialct ico otorga al momento una clara
autonoma. E s como si el
pr logo,
en vez
de se rvir de veh cu lo al clsico jueg o de
causas y efectos, s i rviera para modelar
los personajes.
L o mismo ocurre en la escena ms lar
ga de lapelcula,en la que asistimos a los
juegos de los Bastardos americanos y de
una doble espa en una taberna l lamada
' L a Louis iane ' . E l tiempo convierte las si
tuaciones en paradjicas y las diferentes
lenguas hacen an ms
abstracta
la po
t ica
beckettiana. T o d a laapuesta sobre el
absurdo consigue preparar al espectador
para los momentos finales. L a estil izacin
secuencial permite aTarant inodistanciar
se de los mecanismos narrativos clsicos
para ad verti r al espectador de que Maldi
tos bastardos no guarda ninguna relacin
co n el mun do factual , s ino con un unive r
so construido a part i r de l propio cine. E n
ese mundo, las leyes no tienen nada que
v e r
co n lave ros imi l i tudy lo pardico se
impone co mo pot ica.
C A H I E R S
D U
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Hemos ledo (y seguiremos leyendo) ya
hasta la saciedad que
Malditos bastardos
es la revancha que se toma el cine con
tra la
His to r ia .
Pero hay otro acto de clara
re ivindicacindentro de lapelcula,la del
cine popular con tra un cine que
trata
los
temas importantes con la gravedad que
estos
exigen. L a
cintaestplagada de p er
sonajesque mereceran una aventura para
ellos solos: un com ando que pod ra prota
goniza r
u n
film
'jewxploitation',
una espa
alemana
salida de un film de Sternberg,
u n negro que, inexpl icablemente , vive
tran quilo en el Pars ocupado... Entonce s,
por
qu todos ellos quedan oscurecidos
y
ar r inconados por l a g igantesca som
bra del nazi Hans Landa? E l actor que lo
interpreta, C h r i s t o p hWal tz , seh i zo con
e l premio a l a mejor in terpretacin en
el Festival de Cannes, lo que demuestra
que la
in tu ic in
d e
Q u e n t in
Tara nt ino era
acertada:es el personaje de la pelcu la.
L a
primera aparicin de Hans Lan da se
produc e a loscompasesd el
tema
L a con-
danna, qu e E n n i o M o r r i co n e co m p u s o
para el duelo final delwestern de Sergio
Sol l ima
El halcn y la presa (1966). La
p ieza
propone la insl i ta fusin del
Fr
Elise de Beethoven con las hiperbl icas
orquestaciones de
Morr icone ,
o, dicho de
otro modo , la al ta cu l turatedescad ev o
rada por el
fervor
latino del
spaguetti-wes-
tern.
Tarant ino ent iende a la perfeccin
que si los nazis nunca aparecieron en el
western fue por un simple problema cro
nolgico,
no po r falta de
ganas.
De hecho,
El
halcn y la presa
y o t ros
westerns
(Grupo salvaje, 1969; Agchate maldito ,
1971) hicieron la t rampa de introducir
malvadosaristcratas germanos y mi l i
tares prusianos que servan como sust i
tuto de los nazis sin necesidad de caer e n
anacronismos.
A s
qu e
Malditos bastardos
cumple el sueo de cualquier nio criado
en u n cine de barrio (o en un video club,
como
Tarant ino) :
ver a los nazis saliendo
de un
spaguetti-western.
H a y toda una posturadetrsde
seme
j an te broma, l a de cons iderar a l nazi
no s lo como un t r i s t e producto de l a
Hi s t o r i a
del siglo
X X ,
sino como el
ene
migoms atract ivo y pel igroso que n in
g n
escri tor
pn4>hay soado nunca. E l
c ine producid o
enHoDvwtKxl
durante la
I I Gu er raMundial
tendi
amostrar a los
nazis comocarcatmasOUibitsch)o como
mons t ruos sangrieiitD&"Rmuitino reco
noce su deuda
c o nF r i t z
Lang, pero es
evidente que sedecantamsp o rEl hom
bre atrapado
M a n
H u n t . 1941)
que por
Los verdugos tambin mueteiiCHangmen
Also Di e, 1943).
A l fin y al
cabo, la
p r i
mera se
basa
en
una
esDqKndanovela de
aventuras de Geofl&wHouseho ld donde
el co m p ro m i s o his tr ico pal idece ante
la
fabulacin sobre
d o s sportsmen
en
emocionante combate .George Sanders
compone un
m a q u i a i c & o
seductor que
envuelve su s per\-ersas
j i g um e nt o s
con
la re tr ica de losg r a n d e sv i l lanos ; en
cambio , los naziselasvTdagos tambin
mueren pueden ser odiososy repugnan
tes, pero no sonelegmtes en su maldad.
A u n q u e
ambascumpland mismo obje
t i vo . El hombre atrapado (e n la que la
denuncia del
h o r r o r
naz i
pasa
por la sen
sibilidadpulp)
esprefieriUea lasolemne y
circunspectaLo s verdugos tambin
mue-
l a C A H I E R S D U C I N E M A E S P A A / S E P T I E M B R E 2 9
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QUENTINTARANTINO
El
desafo
de las
guilas
19
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GRAN
ANGULAR
ENTREVISTAJIM
JARMUSCH
Los lmites de la imaginacin
GAVINSMITH
Ha dichoenvariasocasionesquesu forma deescribircon-
sisteen acum ular ideas y materiales en cuadernos,y que
encuentra
la historia a travs deldesarrollode los
perso-
najes.
Esto
es aplicable tambin a esta pelcula?
S,
quizs ms que nunca. Este
film
surge de la frustracin, por
que tena otro proye cto que me llevdemasiadotiempo escribir,
esto es, cuatromeses.Lo escrib para unos
actores
especficos,
com o siempre hago, y era una histo ria de dos personas, pe ro a una
leencantaba y la otra simplem ente no quera hace r la pelcu la.
Es to me arroj a un bucle. Entonces... no s si decir que perd
el tiempo, pero era un a pelcu la grande para m, quiz de diez o
quince millones de dlares, y la
gente
qu e estaba interesada en
financiarla empe z a hacer eso tan tradicio nal de
pasarme
listas
de actores que pudieran sustituir al actor para el que yo haba
escrito la pelcu la y que a ellos les venabien.Pero no eran acto
res co n los que
y o
quisiese trabajar, o siquiera que hubiera imagi
nado. No soy un d irector de e studio, as que me dije:"Wow,estoy
entrando en
este
tipo de estructura ",
de
manera
que,
bsicamente,
me qued frustrado y guard el gu in en un cajn.
Tenaun montn depequeas70), con el que
el film
de
L e e e s t a U e c e i m
claro dilogo,
ofrecindose c a c o n i o
s u
contraplano, si
bien
cabe
advenirqaeOestmo:
W oodstock
no glosaa q u d d o c n n K n l a lantropolgico,
p o r ms que a v e c e s c n m l es u split-screen
y
fotocopie
ih
l i
I M H I I I situaciones.
E n realidad,
de lo s temas
que sonaron
aquellostresdase n c ibarrizalde W o o d
stock, po dem o s
identificar
en esa leja-
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n a desde l a que suena n , dur an te un
m o m en t o c l av e d e l f i lm, e l
I Shall Be
Released compues to p or e l g ran
ausente
de l
fest n, Bob
Dylan ,
si bie n suena en la
vers in i n t e rp re tad a p o r Th eBand, que
s se escuch en Wo ods toc k (adems de
las de Joa nBaezy Joe
Cocker).
E l sent ido
espiritualde l tema ( un himn o a la l ibera
cin)a lumbra
e l
sentido de la poc a tanto
como
el de lapelcula,que no es otra cosa
que una com edia en torno a la necesidad
de emanc ipacin, tanto
ind iv idual
como
colectiva, de las
ataduras
sociales y la
opresin familiar,de la
convencin
sexual
y los valores caducos . De scr ib iend o los
grandes acontecimientos del fes t ival a
travs de las pequeas vidas de la fami
li a T i b e r - e l c m i c o D e m e t r i
M a r t i n
como
E l l i o t
(a lo
Du s t i n Hof fman
e n
El
graduado), Im elda Staunto n (sacando su
lado
Shelley Win ters)
com o su dramtica
madre, yH e n r yG oodm an como su apo
cado padre-, el
film
se detiene con espe
cialy sospechoso nfasis en los e ntresijos
monetarios de la aventura. N o es casual
queDestino: Woodstockse tome su tiempo
en la rueda de prensa que lanz el malen
tendid o sobre la "entrada gra tuita" alcon
cierto,o en la
negociacin
co ne l granjero
qu ealquilsus tierras, o en lapetic in de
una pr rrog a al banco que ha embargado
el mote l, o en la extra limita da usura de la
madre de
Elliot
o en la carica turesca apa
r i c in de unos prestamistas mafiosos en
la trama... E l subraya do de la presen cia de
lo s
ejecut ivos co n sus maletines bajando
de l hel icptero jun to a l o rganizado r del
evento,MichaelLang,parece hablarnos a
las claras de las conexio nes entre los sin
dicalistas del hedonis mo yl os esclavos de
Wal l Street , pues no en van o tambin el
flower
power entreg sus sueos a la caja
registrad ora de l capitalismo salvaje.
E s el tono leve, l a du lz ura p icante , e l
c o n o c i mi e n t o d i s f razado de inocencia
(que
recuerda fe l i zmente a l a mu y
infra
valorada Casi
famosos;
C a m e r o nCrow e ,
2000), lo que endefinitiva redime al film
de su apariencia hueca o demasiado sim
ptica,
incluso
de su cargado diseovisual
(qu
esperbamos de
Ang Lee )
o su sabor
edulcorado.Se aleja as de la seriedad de
la muy
sobrevaloradaBro/cebac?;
Mountain
parare ivindicaruna mirada ms despreo
cupada, en con nive ncia con e l es tereo
t ipo pardico,
aque l que se aprop ia de los
retratos del veterano de Vie tnam
(Emile
Hirsch) ,de la familia
juda ,
de la compa
a de teatro nudista, del guardaespaldas
t ransexual
(L iev
Schre ibe r ) ,
de los
p r o
pios figurantes de aquel
happening
que,
como e n un sueo, se pasean p or la panta
ll a
como espectros de un t iempo perdido.
Efectivamente, la referencia
final
al futuro
conciertode los
Roll ing
Stones, pasto de
Gimme Shelter (1970), no deja lugar a
dudas sobre el
final
de l sueo.
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Agallas
Samuel
M a r t n
yAndrsLuque
Espaa,
2009,
Intrpretes: Hug o Silva, Carmelo
Gmez, Carlos Sante, Rula Blanco, Toms Lij.
99 min.4deseptiembre
Recemos todos juntos. Siempre se ha
d icho que
un o
de
los caminos
de
sal
vac in del
cine espaol estaba
en los
gneros. Olv idar loscaprichos autora-
es
y
lanzarse, como han hec ho much os
directores yproduc toras conelcinede
terror, alculto pagano delos conforta
bles compart imentos genricos. Agallas,
pera prima de dos trabajadores de T V E
de larga experiencia, abre la mano y,
en
u n gesto de politesmo cinematogrfico,
se abraza aun ex trao credo que com
bina
la comedia disparatada con el cine
negro,
o
viceversa. Drogas, narcotraf i-
cantes,enredos de alijos quev a n , vienen,
y toda una galer a
de
traiciones
y
cam
bios
de bando con las ras gallegas como
marco para la histor ia .
E n real idad,
ms
que como pelcula,
habra que analizarAgallas en un curso
de int rodu cc in a la
p roducc in ,
porque
rene casi todos los elementos tipo
de
una pelcula espaola media contem
pornea: actor
con
pedigr (Carm elo
G me z ) que leaporta el toque denivel;
actor televisivo c on
t i rn
entre la pobla
cin
femenina (Hugo Silva); ambienta-
cin en una
provinc ia
con subvenciones
generosas para
las
producc iones pseu-
dolocales (lase
Galicia)
que,sumadas
a
las ventas a television es y las subve ncio
ne s
estatales,
levantan econmicamente
la pelcu la; y, finalmente, p reestren oen
el
Fest ival
de
Mlaga, donde
la
alfom
b ra roja
y
los gritos
de
las adole scentes
marcan el punto lgido en la carrerade
la pelcula. Porque, nonos engaemos,
no todo
el
m u n d o sale
a
hombr os
del
festivald e cine patrio, y
este
ao el podio
y a
est
copado por
Fuga de cerebros,
Pagafantas
y Tres
das con la familia.
Y
aunqueAgallas p od ra encajarse eneste
renacer espaol de la comedia sin com
plejos, est muy lejos de la renovac in
cmica, autoconsciente y contempor
nea que representa
la
pehcula
de
Borja
Cobeaga,o del fenmen o de fans de Fuga
de cerebros
(nos ahorraremos chistes con
e l
t tulo) .
Mient rasPagafantas demues
tra cmo
se
pue de n
exhib i r
c o n
orgullo
la
influencia
y los orgene stelevisivos,e n
u n ejercicio ms que necesario de h ib r i
dacin. Agallas muestra
el
peor car iz
d el lenguaje
televisivo,
ynoescapazde
levantar
una
autntica mirada prop ia
sobre el humor, l imitndose areeditar, en
clavelocal,los tpic os de la com edia ms
t radicional .
G O N Z A L O D E PEDRO
A M A T R I A
American
Playboy
David MacKenzie
Spread
EE U U
2009,
Intrpretes: Ashton
Kutcher, Anne Hectie, Margarita Levieva,
Sebastin S tan. 97 min. En salas
A pesar de que, segn afirma la mxima,
las comparaciones son siempre odiosas,
es sugestivo analizar comparativamente
American
Playboy (2009) con una pel
cula temticamente simila