Brumario 8 Junio 2013 Digital
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7/28/2019 Brumario 8 Junio 2013 Digital
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PENSAR A CHAVEZ
Escriben:
ISSN 1853-0362. Junio 2013. Repblica Argentina
#8
Cuadernos de PENSAMIENTO
BrumarioRevista deCienciasSociales
.Cecilia Bustos Moreschi
.Lisandro Angelini
.Enrique de Goycoechea
.Natasha Ibarra
.Fernando Chvez Solca
.Anala Vogel
.Rosario Zabala Gallardo
.Macarena Barrile
.Nadia Nasanovsky
.Shagira Cortez Chain
.Daniel Roura
.Fanny Santiago
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ISSN 1853-0362. Junio 2013. Repblica Argentina
Direccin postal: Pedro de Ledesma 2393 - Crdoba - Argentina
Mail: [email protected] - [email protected]
#8
Revista de
CienciasSociales
DirectorRMULO MONTES
Consejo editorialGEORGINA TAVELLA
RMULO MONTESFRANCISCO VIALE LINARES
Comit AcadmicoDRA. MARTA PHILP (CEA UNC)DRA. MARIA CECILIA CARO (UES21)DRA. ANA FASS (UCC UES21)DRA. ALEJANDRA MARTINEZ (UES21 CONICET)DR. EDUARDO BOLOGNA (CEA- UNC- UCC)
DR. JAVIER MOYANO (CEA UNC)MGTR. BELEN MENDE (UES21 UCC)MGTR. LUISA TILLERO SALAZAR (UES21)MGTR. PABLO CABAS (UES21 UCC)
Brumario
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indice
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Cecilia Bustos Moreschi - Seguid el ejemplo que Caracas dio
Lisandro Angelini, Enrique De Goycoechea - De Rmulo Gallegos a
Chvez: procesos de ampliacin de ciudadana en la Venezuela del
siglo XX
Analia Vogel - Nuevos populismos en Amrica Latina
Natasha Ibarra - Chvez Pensamiento provisorio o doctrina?
Fernando Chvez Solca - La Democracia venezolana. Algunas notas
crticas sobre lo dicho
Macarena Barrile - Rosario Zabala Gallardo - Post Chavismo sin
pedido de disculpas
Nadia Nasanovsky - Venezuela: la Revolucin despus de Chvez
Shagira Cortez Chan - Nueva poltica minera venezolana: Los
picos y los cascos se suman a la Revolucin
Daniel Roura, Algunos elementos sobre la transicin en Venezuela
Fanny Dianela Santiago - Venezuela: un pas de grandes convic-
ciones
Foro Debate sobre Relaciones Internacionales
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Editorial
Tras la muerte del comandante Chvez, comenzamos a pensar en este Brumario y
dbamos por sentado que el proceso chavista seguira sin problemas en Venezuela.
Hay que asumirlo, ese es otro defecto de nosotros como cientcos sociales, dejarnos
tentar por ese sueo o mejor dicho esa pesadilla que nos ordena que la ciencia debe
predecir, debe ser predictiva y dar por sentado el futuro, porque el futuro es un ter-
reno que se puede explorar con el equipaje de la ciencia: es un error.
As tambin, fascinante es ver que en los procesos sociales hay tantas variables queson imposibles de prever y controlar. Hoy, el proceso venezolano se encamina hacia
una zona de mucha niebla y pocas certezas.
Para este Brumario 8 convocamos a egresados y estudiantes, tanto de la Universidad
Nacional de Crdoba, como de la Universidad Siglo 21, y convocamos sabiendo que
todos ellos tienen posturas diferentes respecto al proceso venezolano, el punto de
acuerdo necesario fue nuestra certeza del compromiso democrtico de nuestros
colaboradores.
Pensar a Chvez es una tarea ineludible para los cientcos sociales latinoamericanos,
en este tiempo que comienza, se acallan los rezos y los homenajes, se inicia la etapa
necesaria de entender su legado.
Esperamos haber logrado un nmero plural y respetuoso, donde todas las voces
sirvan comprender al personaje, donde todas las palabras ayuden a pensar.
El Director
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Cecilia Bustos Moreschi
La Independencia
En Venezuela, la serie de transformaciones
polticas y econmicas de nes del sigloXVIII, gener precoces levantamientos a
favor de la independencia: los mantuanos,
hacendados criollos, dueos de los cabildos
y del podero econmico, colisionaban con
los funcionarios peninsulares que les
negaban una mayor participacin poltica y
en el comercio. Por su parte, los pardos
venan protagonizando una decidida luchapor obtener el estatus que posean los
criollos, mientras que la poblacin negra
esclava y los indgenas amenazaban revivir
las hazaas de Toussaint-Louverture y
Tpac Amaru (Ochoa, 2011). Esta situacin
fue acentuada con la invasin napolenica
a Espaa en 1808.
El 19 de abril de 1810, en el Ayuntamientode Caracas se dispuso el establecimiento de
una Junta de Gobierno defensora de los
derechos de Fernando VII. Esta Junta,
integrada exclusivamente por mantuanos,
comenz a actuar con total independencia
de la Metrpoli e instaur la Primera
Repblica de Venezuela. Entre sus primeras
medidas estuvieron el desconocimiento elConsejo de Regencia, la expulsin a los
altos mandatarios reales, la eliminacin de
los impuestos reales y del tributo indgena,
la prohibicin de la trata e introduccin de
esclavos negros, declar el libre comercio y
llam a elecciones para elegir diputados
para el primer Congreso Constituyente.La mayora de las ciudades venezolanas se
adhirieron a la decisin de Caracas y envi-
aron sus representantes (Domnguez y
Franceschi, 2010).
En este proceso Simn Bolvar, un rico
mantuano de Caracas, comenz a destac-
arse, marcado a fuego por su tutor, Simn
Rodrguez, que lo inspir en las ideas rev-olucionarias para rebelarse contra el poder
colonial. Otra de sus inuencias fue el
caraqueo Francisco de Miranda quien
crea en la necesidad de la unin del territo-
rio latinoamericano como frente defensivo
contra la dominacin colonial.
En julio de 1811, la Capitana General de
Venezuela fue el primer territorio del conti-nente hispanoamericano en declarar su
soberana e independencia y sancionar una
constitucin3. Entre los principales puntos
que estableca la Carta Magna estaban los
de formar un Poder Legislativo bicameral,
un Ejecutivo conformado por tres miem-
bros, la soberana popular y la expansin de
los derechos civiles y polticos, la elimi-
nacin de los ttulos de nobleza y la pro-
hibicin del comercio de de esclavos.
El proceso independentista venezolano,
como el de toda la Amrica Hispana tuvo
muchos reveses y contradicciones.
Seguid el ejemploque Caracas dio
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Fragmento del Himno nacional de Venezuela.Licenciada en Historia, Escuela de Historia, Facultad de Filosofa yHumanidades, Universidad Nacional de Crdoba.
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El proceso independentista venezolano,
como el de toda la Amrica Hispana tuvo
muchos reveses y contradicciones. La com-
plejidad del proceso radic en el hecho de
que las fuerzas realistas que defendan al
rgimen colonial espaol resistieron feroz-
mente ante los avances de los patriotas
independentistas. Entre stos estaban los
mantuanos, mientras que entre los eles a
la monarqua estaban los espaoles, los
blancos de orilla, los negros, los indgenas y
la mayora de los pardos.
Los realistas explotaron las diferenciassociales emprendiendo una guerra racial
entre propios venezolanos desconados de
los proyectos de igualdad promulgados por
los mantuanos. Esto explica los fracasos de
los primeros gobiernos republicanos, faltos
de apoyo popular disponible para el lider-
azgo revolucionario (Ochoa, op. Cit.).
Pese a las adversidades, Bolvar no iba aabandonar su lucha revolucionaria y em-
prendi una nueva campaa libertadora en
marzo de 1816, junto con otros lderes
patriotas como Piar y Pez.
Para eso obtuvo el apoyo britnico en
Jamaica y de la reciente repblica negra de
Hait. El hecho de que un criollo mantuano,
hubiera liberado a sus propios esclavos ycambiara la composicin de su ejrcito
demostr la superacin del racismo. Gracias
al apoyo de los negros, indios, zambos y
pardos el Libertador logr derrotar a las
tropas leales al rey y establecer una nueva
Repblica.
En febrero de 1819 se instal el Congreso
Constituyente en Angostura, conformado
por representantes de Venezuela, Nueva
Granada y Quito, que ratic a Bolvar como
Jefe Supremo y elabor una nueva Con-
stitucin. Bolvar propuso la unin de
Nueva Granada y Venezuela con el nombre
de Repblica de Colombia, con un gobi-
erno central fuerte. Esta unin fue raticada
en el Congreso de Ccuta de 1821, que
organiz polticamente a la nueva repblica
y eligi a Bolvar como presidente (Figuera
y Valderrama, 2011).
El fracaso de la Patria americana
La idea de la unidad Hispanoamericana era
una constante en el pensamiento de Bol-
var, plasmado no slo en su permanente
esfuerzo por mantener la unidad de la
Repblica de Colombia sino de toda His-
panoamericana (Domnguez y Francheschi,
op. Cit.).
La discrepancia entre los bolivarianos y lasfuerzas centrfugas de los federalistas hizo
fracasar el sueo del Libertador. Esto dio
lugar al fraccionamiento del territorio en
numerosos Estados inestables, dbiles y
dependientes, con gobiernos oligrquicos,
que mantuvieron la exclusin de los indge-
nas y de las castas. Triunf el separatismo y
para 1831, la Gran Colombia se hacaaicos; el Congreso Constituyente de Valen-
cia proclam la independencia de Ven-
ezuela; Bolvar decepcionado renunci a la
presidencia.
En el inicio de su vida independiente Ven-
ezuela adopt una nueva Constitucin, que
perdur hasta 1857, liberal y centralista
pretenda darle una verdadera integracinterritorial y social a la nueva repblica me-
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diante el reordenamiento poltico y la
reestructuracin econmica aunqueman-
teniendo las diferencias sociales de los
tiempos de la colonia. Esta Constitucin
legitimaba y garantizaba el poder de una
clase dominante que colocaba a Caracas
como centro poltico y administrativo
(Carvacho, 2011).
A partir de ese momento, los sucesivos
gobiernos venezolanos del siglo XIX busca-
ron consolidar una economa primaria
exportadora apoyada en la produccin de
productos agropecuarios como caf ycacao, conando en las promesas de la
divisin internacional del trabajo (Camejo,
2011).
La oligarqua utiliz el aparato estatal para
mostrar una imagen de estabilidad, pros-
peridad y civilizacin hacia las potencias
mundiales, aunque manteniendo la esclavi-
tud y el peonaje: quedaba, entonces, pen-diente la libertad y la tierra para las grandes
mayoras explotadas (Carvacho, 2011:20).
Esta oligarqua fue heterognea: antiguos
mantuanos, militares de la independencia
enriquecidos con tierras y comerciantes
ligados al abastecimiento del estado fueron
sus representantes. Las diferentes facciones
oligrquicas, de posiciones irreconciliablesentre s, ganaron el gobierno en sucesivas
oportunidades. Desde 1831, Jos A. Pez,
seguido por los residentes Jos Mara
Vargas y Carlos Soublette establecieron
medidas ultraliberales que beneciaron a la
burguesa comercial.
Fue la poca del Partido Conservador o
Colorado que se prolong hasta 1846.
Esta situacin inaugur una temprana
lucha federalista, cuando los jefes militares
exigieron el control de sus territorios y sus
privilegios, disputando el poder al gobierno
central (Carvacho, op. Cit.). Entre 1836 y
1908 los enfrentamientos entre caudillos
signaron la imposibilidad de fortalecer un
gobierno central, mientras que explotaron
su condicin de lderes locales para som-
eter a los sectores populares.
Conservadores y Liberales
El Partido del General Pez garantiz eldominio Oligrquico Conservador en un
marco de disputas entre regiones y gobi-
erno central, enfrentando con escaso xito
los avatares que el mercado mundial
impona a esa economa exportadora. En el
marco de la crisis, surgi un nuevo partido,
el Liberal o Amarillo, que tuvo como
vocero el peridico El Venezolano. Sudueo, Antonio Guzmn, encarn otro tipo
de caudillo: civil e intelectual que inici
alianzas con los lderes regionales con-
trarios al fortalecimiento de la nacin.
Pronto el Partido Amarillo canaliz el des-
contento de otros agraviados como los
sectores rurales de pequeos y medianos
propietarios despojados de sus tierras,campesinos y peones y los comerciantes
menores que haban perdido
sus circuitos de mercados agropecuarios
(Carvacho, op. Cit.).
El siglo XIX asisti a los enfrentamientos
entre la oligarqua conservadora y la liberal
con mayor xito para los primeros cuando
se produjo el triunfo de Jos Tadeo Mona-
gas, candidato paecista (Domnguez y
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Franceschi, op. Cit.). Sin embargo Monagas
se ali con los liberales, fortaleciendo el
poder ejecutivo, sometiendo al Parlamento,
mayoritariamente conservador y convo-
cando lderes
liberales como Guzmn. Su gobierno y el de
su hermano por su condicin autoritaria,
fueron llamados la dinasta de los Monagas.
Su red de alianzas hizo abortar todos los
levantamientos de los conservadores, al
tiempo que modernizaron al pas, abo-
liendo la esclavitud, entre otros logros. No
obstante, algunos liberales desplazados ylos conservadores, optaron por el golpe a
una corrupta repblica y tuvieron xito
cuando eligieron a un lder desconocido
llamado Julin Castro que inaugur una
nueva etapa de conciliacin bajo el lema:
unin de los partidos y olvido del pasado.
El experimento tuvo poca vida ya que su
nueva constitucin, que reeditaba el rgi-men centralista de 1830, le rest rpida-
mente las simpatas de sus aliados liberales
que entre 1859 y 1863 organizaron la
Guerra Federal, que vino a conjurar sin xito
las rivalidades entre centralistas y federalis-
tas acuadas desde 1811.
La guerra vio n con el Tratado de Coch en
1863 que inaugur un nuevo perodoliberal aunque signado por los conictos
nunca acabados con los conservadores
pero sobre los cuales, la constitucin de
1863 puso cierto barniz de estabilidad
cuando form los Estados Unidos de Ven-
ezuela, aunque una nueva revolucin, la
Azul, liderada por Jos T. Monagas acab
con el gobierno liberal para perderse nue-
vamente la estabilidad cuando estall otra
revolucin, la de Abril de 1870.
Esta ltima, inaugur una nueva etapa, la
Regeneracin Nacional, bajo la exclusiva
direccin del partido Liberal Amarillo, una
forma autoritaria para la transformacin del
pas que no logr aplacar viejos males
como el regionalismo, la pobreza, las
enfermedades endmicas, el analfabetismo,
la corrupcin y los negociados econmicos.
En los treinta aos que dur el poder de los
liberales amarillos, el partido se fragment
en mltiples grupos personalistas mientras
los conservadores fueron casi aniquiladospolticamente (Carvacho, op. Cit.). Durante
estas dcadas y en coherencia con el posi-
tivismo imperante a nes del siglo XIX, se
trabaj para modernizar el pas y lograr un
orden y estabilidad permanentes: obras de
infraestructura y de servicios pblicos que
siguieron el ejemplo de las ciudades euro-
peas, el estmulo (de alcance muy limitado)al desarrollo de la educacin, la ciencia y el
arte por parte de un estado laico y anticleri-
cal quitndole a la Iglesia Catlica sus tradi-
cionales espacios de control e inuencia. A
su vez apunt a consolidar la economa
agroexportadora. Se sancionaron dos Con-
stituciones: la de 1874 que estableci entre
otras reglas el sufragio directo pero nosecreto, el perodo presidencial de dos aos
y la no reeleccin inmediata; y la Con-
stitucin de 1881, o Constitucin Suiza que
estableci un Consejo Federal, electo por el
Congreso y constituido por un Senador y
un Diputado por cada uno de los nueve
Estados y un Diputado por el Distrito Fed-
eral, formando un rgano que elega alPresidente de la Repblica escogindolo de
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entre sus miembros (Domnguez y Franc-
eschi, op. Cit.).
La administracin liberal sobrevivi hasta
1899 cuando otros lderes alejados del
poder organizaron la Revolucin Liberal
Conservadora e iniciaron una nueva etapa
en la historia venezolana.
De la Venezuela agroexportadora a la
Venezuela petrolera: los comienzos
El siglo XX inici en Venezuela con la dicta-
dura de Cipriano Castro y continu con lagomecista.
Durante casi la mitad del siglo se alent una
economa monoproductora, atenta al mer-
cado mundial aunque ya no productora de
caf sino de petrleo. El pas agropecuario y
rural devino en extractivo y urbano e incre-
ment y estabiliz los ingresos por exporta-
ciones. La modernizacin autoritariaimplic la erradicacin del caudillismo y la
legitimacin de las Fuerzas Armadas; se
cre un ambiente propicio para la tranquila
y estable explotacin petrolera por parte de
los trusts extranjeros que impusieron a su
favor beneciosas condiciones.
El gobierno de Castro reimprimi una
nueva constitucin de carcter centrali-zado, dirigida a fortalecer y concentrar el
poder en el presidente, elimin las
autonomas, el Consejo de Gobierno y el
sufragio universal y directo, limit el poder
del Congreso y de los juzgados, nalmente
elev el perodo presidencial a seis aos.
Una de sus disposiciones ms polmicas
fue el desconocimiento de la deuda externa
generada antes de 1899 dando un golpe a
muchas compaas extranjeras y a sbditos
de otras naciones.
La marcada postura antiimperialista del
presidente Castro le cost en 1903, el
enfrentamiento con la Revolucin Liberta-
dora, la ltima sublevacin caudillista tradi-
cional. Su lder, Manuel Antonio Matos, un
reconocido banquero recibi el apoyo y
subsidio de las empresas extranjeras, princi-
palmente de la exportadora norteameri-
cana de asfalto, la New York Bermdez
Company, pues el gobierno les haba anu-
lado la concesin realizada durante el gobi-erno liberal de Guzmn Blanco (Domnguez
y Franceschi, op. Cit.).
Mientras esto ocurra el rgimen sufri el
bloqueo naval del Reino Unido, Alemania e
Italia, principales potencias afectadas por
las medidas castristas. El trasfondo del
episodio eran las ambiciones imperialistas
de estas potencias sobre los paseslatinoamericanos. La defensa de la sober-
ana y de la integridad venezolana signic,
paradjicamente, la intromisin de los
Estados Unidos como mediador para
resolver el conicto (Nbrega, 2011). Ven-
ezuela fue centro de disputa dentro del
conicto interimperialista del momento,
dando comienzo a una etapa caracterizadapor la tutela e injerencia del imperialismo
norteamericano. El gobierno de Castro
naliz con un nuevo golpe de estado por
parte de su vicepresidente, Vicente Gmez.
La dictadura gomecista (1908-1935) habil-
it la intervencin norteamericana y se
reconocieron y reestablecieron los contra-
tos y concesiones realizadas a las empresasextranjeras que haban sido afectadas
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durante el gobierno de Castro. Este rgi-
men se mantuvo por treinta aos en el
poder gracias al apoyo otorgado por parte
de los empresarios ya que pues les garan-
tizaba la estabilidad poltica, econmica y
social. Mediante el establecimiento del
terror, desplegado por un Ejrcito Nacional
fortalecido y leal, y con el apoyo de las
fuerzas estadounidenses y europeas, con-
trol y aplast a toda la oposicin. En
1914 sancion otra Constitucin que per-
mita la reeleccin presidencial y la dura-
cin de siete aos del mandato, plasmandosu inters continuista y dirigido a reforzar el
poder del Ejecutivo. De esta manera
Gmez, hacia 1922, consolid su poder de
forma tal que deriv en la dictadura petrol-
era (Domnguez y Franceschi, op. Cit.:273).
La era del petrleo, fue mrito de Castro y
Gmez que batieron records de conc-
esiones a las empresas petroleras extran-jeras, principalmente de los Estados Unidos
de Amrica, Inglaterra y Holanda. Para
1919, las haciendas de caf y cacao fueron
abandonadas y los pozos de petrleo
comenzaron a poblar el lago Maracaibo.
Venezuela dejaba de ser un pas agroexpor-
tador para convertirse en una regin estra-
tgica a los intereses norteamericanos.En 1920 se sancion la primera Ley de
Hidrocarburos y Dems Minerales Combus-
tibles. Su nalidad era evitar establecer
tasas e impuestos a la actividad petrolera
(Ramrez Colina, 2007:19).
Esta primera ley fue reformada en 1922 a
favor de las empresas extranjeras. La explo-
tacin del petrleo llev a la ocupacin de
nuevos territorios y a la dinamizacin de las
ciudades incentivando la movilizacin
poblacional, lo cual fue acompaado y
favorecido por el desarrollo de obras de
infraestructura, principalmente viales, por
parte del Estado que extendi su cobertura
y se fortaleci gracias a los ingresos genera-
dos por la renta petrolera. A su vez per-
mitan la comunicacin con Caracas que era
el centro poltico y administrativo del pas,
ampliar y desarrollar el mercado nacional,
facilitar las exportaciones, y la movilidad
entre el campo y la ciudad.
En vsperas de la crisis econmica de 1929,un grupo de jvenes conformaron la Gener-
acin del Veintiocho: Jvito Villalba, Andrs
Eloy Blanco, Rmulo Betancourt, Ral Leoni,
Elas Toro, entre otros, comenzaron a
pugnar por el n del gobierno de Gmez. El
movimiento vino a ocupar el lugar de rep-
resentacin de una oposicin, agotada y
agobiada por el autoritarismo yentreguismo del presidente. La insurreccin
estudiantil de 1928 despert a la organi-
zacin de los distintos frentes que se
oponan a la dictadura, integrados por
aqullos que estaban dentro como fuera
del pas. De esta manera se impuso una
forma de lucha novedosa mediante ideas y
discursos, de carcter colectivo y urbanovisibilizando un nuevo actor social: los
estudiantes (Nbrega, 2011:27).
Gmez reaccion modicando nueva-
mente la Constitucin en la que se prohibi
todo tipo de propaganda comunista. Esta
dictadura de 27 aos termin en 1935 con
la muerte del ya enfermo y anciano Juan
Vicente Gmez. En ese momento, los recla-mos de la sociedad a favor de una apertura
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democrtica se multiplicaron.
Transicin a la democracia
En la dcada de 1940, la lucha por el control
del petrleo gener golpes de Estado,
enfrentamientos armados y asesinatos
polticos, dndole al pas un clima de caos
institucional. Con la muerte de Gmez se
inici un perodo marcado por la movili-
zacin de distintas fuerzas populares. Toda
esta dinmica poltica y social supuso el
enfrentamiento entre los herederos delgomecismo y la vanguardia poltica que
organiz los partidos de masas.
Con la muerte de Juan Vicente Gmez, el
General Lpez Contreras, quien era Ministro
de Guerra y Marina, fue designado Encar-
gado del Poder Ejecutivo hasta 1936
cuando result electo. Con su gobierno se
comenz la transicin hacia la democracia.Sin embargo, los intentos de avance en este
sentido estuvieron limitados por el mar-
cado anticomunismo. Ms tarde, la Doctrina
de Seguridad Nacional y el discurso legiti-
mador de la Iglesia Catlica, se unieron para
combatir todo tipo de accin, movilizacin,
insurreccin y pensamiento de izquierda
(Torres Iriarte, 2011). El gobierno se ocupde desalentar la representacin de grupos
de izquierda a travs de un aparato legal
que impeda la organizacin de partidos.
Sin embargo, la clandestinizacin de los
partidos polticos no hizo ms que generar
su orecimiento y de toda forma de
expresin y movilizacin poltica contra el
rgimen (Snchez, 2011). Los lderes polti-
cos de la Generacin del 28 resurgieron y se
les sumaron los obreros en la demanda por
la democracia y la ampliacin de derechos
laborales.
Desde mediados de los treinta, se haba
lanzado el Programa de Febrero, que inclua
la restitucin de las garantas constitucion-
ales, la normalizacin y restablecimiento de
un rgimen de legalidad en todas las
instituciones pblicas, la higiene pblica y
asistencia social, el desarrollo de las vas de
comunicacin, la implementacin de polti-
cas educativas para erradicar el analfabet-
ismo, la creacin del Banco Central de Ven-ezuela para organizar las nanzas locales, la
reorganizacin del Ministerio de Agricultura
y Cra a n de programar y preparar el
terreno para una posterior Reforma Agraria
y la implementacin de medidas protecci-
onistas para el desarrollo de la produccin
agropecuaria postergada por el auge
petrolero. A partir de 1938, el gobiernovenezolano plante una reforma radical del
rgimen legal petrolero. El objetivo era
hacer que el Estado, como representante de
la nacin, fuera el ms favorecido en el
negocio petrolero (Ramrez Colina, op. Cit.).
A pesar de los intentos de modernizacin
ciudadana y econmica, el gobierno no
reconoci los logros electorales de lospartidos de la oposicin ni permiti la
legalizacin de los partidos polticos
democrticos expulsando del pas a sus
lderes "por estar aliados a doctrinas
marxistas" (Snchez, op. Cit.:32).
Para las elecciones presidenciales de 1941,
el favorito de Lpez Contreras fue el Gen-
eral Isaas Medina Angarita quien resultelecto presidente sin muchas sorpresas.
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Durante su gobierno se realizaron reformas
a n de profundizar el proceso de democra-
tizacin, y promulg una Ley de Hidrocar-
buros en 1943 que fue negociada con las
empresas extranjeras, restringiendo la
participacin de las multinacionales, fortal-
eciendo la potestad del Estado y unicando
los criterios jurdicos, administrativos y
tcnicos de las concesiones.
En 1941, se cre la Accin Democrtica
(AD), liderada por Rmulo Betancourt y
Rmulo Gallegos, quienes le dieron un
lineamiento socialdemcrata, progresista ypoliclasista a favor de la democracia. El
partido creci de forma tal que se concibi
como una posibilidad real de alternativa
poltica (Domnguez y Franceschi, op. Cit.).
Paralelamente se consolid el partido
ocialista o medinista denominado Par-
tido Democrtico Venezolano (PDN). Por
primera vez despus de muchos aos nohaba presos polticos ni exiliados. Con las
reformas constitucionales se haba estable-
cido el sufragio directo de diputados y
senadores y extendi este derecho hacia las
mujeres. Tambin se organiz la burguesa
nacional a travs de la Federacin de
Cmaras y Asociaciones de Comercio y
Produccin (FEDECAMARAS). Al interior delas Fuerzas Armadas, se organiz la Unin
Patritica Militar decididos a establecer un
gobierno nacional y honrado. Esta coincidi
con AD y efectuaron un golpe de Estado en
octubre de 1945 y conformaron una Junta
Revolucionaria presidida por Rmulo
Betancourt. La Junta decidi mejorar los
mrgenes en la captacin de la renta
petrolera aunque no imagin transforma-
ciones para los desposedos. Este nuevo
gobierno fue aplaudido por una sociedad
agobiada por las restricciones a sus liberta-
des y derechos. Los partidos de izquierda,
las organizaciones estudiantiles, los sindica-
tos de obreros e incluso los sectores empre-
sarios le dieron su apoyo.
Una nueva Constitucin en 1947 se carac-
teriz por incorporar novedosos elementos
en materia social y poltica al garantizar los
derechos econmicos y sociales de la clase
obrera y del campesinado y se estableca
que el pueblo, a travs del voto directo,universal y secreto de los mayores de 18
aos, era el nico que poda escoger a sus
gobernantes y representantes.
Se garantizaba el derecho a la sindicali-
zacin y a la huelga, se garantiza el salario
mnimo y el derecho a las prestaciones
sociales. El Estado se atribua el derecho a
"planicar la economa" y se estipulaba elantimonopolio, restringiendo algunas
libertades y derechos econmicos, particu-
larmente de las patronales, a favor del
inters colectivo (Domnguez y Franceschi,
op. Cit.:324).
Regida por esta constitucin, en diciembre
de 1947 se celebraron los comicios
resultando electo Rmulo Gallegos, peroantes de que terminara ese ao se produjo
un golpe de militar que lo derroc y con-
stituy una nueva Junta de Gobierno pre-
sidida por Carlos Delgado Chalbaud. Esta
Junta derog la Constitucin de 1947 y se
dedic a perseguir y reprimir a los lderes
de AD y de
todos los partidos opositores. Las FuerzasArmadas tambin fueron vigiladas por los
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cuerpos de seguridad, reprimiendo a aquel-
los subversivos dentro de las fuerzas.
En 1950 el nuevo gobierno, censur las
publicaciones peridicas; ante la huelga del
1 de mayo de los obreros petroleros
disolvi los sindicatos obreros del rubro y
decret la disolucin de Partido Comunista
y A.D.
El proyecto del gobierno militar y de la
burguesa consista, por un lado, en propi-
ciar un alto comercio de importacin,
expandir la infraestructura nanciera, la
banca comercial y en aumentar los servi-cios, mientras por el otro, se trataba de
incidir en el sector agrcola, con un criterio
capitalista implantando medidas tendi-
entes a realizar reformas profundas en las
formas de tenencia de la tierra. La burgue-
sa, aliada con estos capitales extranjeros,
lucr con las posibilidades que le ofreci la
dictadura, valindose del Estado y de sucapacidad promotora para constituir espa-
cios seguros para la inversin.
Los comicios planicados para 1952 se
realizaron bajo las presiones de un clima
fuertemente represivo. Los partidos legales,
COPEI, U.R.D, Partido Socialista Venezolano,
pudieron realizar sus campaas polticas y
participar de las elecciones con relativalibertad aunque los resultados de las vota-
ciones fueron manipulados a favor de uno
de los integrantes de la Junta Militar,
Marcos Prez Jimnez. A partir de 1953, el
nuevo presidente implant una dictadura y
tanto la prensa como las radios fueron
totalmente censuradas. Se ilegalizaron los
sindicatos y se abrieron crceles inhu-
manas. Mientras, la oposicin perseguida
haba pasado a la clandestinidad y desde
all organizaba resistencias populares con-
cretadas en la Junta Patritica, frente multi-
partidista que logr fortalecer la lucha
clandestina en todo el pas (Snchez, op.
Cit.). La corrupcin y la represin del gobi-
erno de Prez Jimnez coadyuvaron para el
crecimiento del frente al cual se sumaron
los militares progresistas, estudiantes, parti-
dos democrticos y trabajadores. Final-
mente, en enero de 1958, el clima fue de tal
intensidad que el movimiento cvico militar
oblig al presidente a abandonar no slo sucargo sin el pas (Snchez, 2011 y Nbrega,
2008).
Venezuela y la democracia del Punto Fijo
La conspiracin tuvo xito y provoc la
huida del dictador tras la cual se conform
una Junta de Gobierno presidida por elContralmirante Wolfgang Larrazbal. Inme-
diatamente realiz una serie de medidas
tendientes a restituir la democracia.
Caldera y Betancourt, lderes de COPEI y AD
respectivamente, trajeron desde los Estados
Unidos un proyecto de democracia depen-
diente. A travs de la instalacin de este
proyecto llamado Pacto de Punto Fijo, seestableci un acuerdo de gobernabilidad
entre los partidos polticos destinado a
cerrar el paso al avance de corrientes
nacionalistas y populares y al peligro
comunista. Como consecuencia, Rmulo
Betancourt, Rafael Caldera y Jvito Villalba
por Unin Republicana Democrtica (URD)
se comprometieron a estabilizar el rgimendemocrtico y a gobernar cooperando
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conjuntamente, sin importar cul de ellos
ganara las elecciones. El PCV, qued segre-
gado de este pacto y asumi la lucha
armada as como el Movimiento de Izqui-
erda Revolucionaria (MIR), desprendimiento
de AD.
En las elecciones de 1958, gan Rmulo
Betancourt asumiendo en 1959. Con l se
inici una etapa de gobiernos democrticos
regidos por el Pacto de Punto Fijo. Su gobi-
erno comenz con una crisis econmica y
como consecuencia se implementaron
medidas como la devaluacin de lamoneda, la reduccin de un 10% de los
salarios y una poltica proteccionista
dirigido a sustituir las importaciones. Otro
avance fue la sancin de una nueva Con-
stitucin en 1961, la cual recuperaba los
principios democrticos de la de 1947 que
haba sido derogada durante el gobierno
del dictador Prez Jimnez (Domnguez yFranceschi op. Cit.).
De esta manera se consolidaba el sistema
poltico bipartidista en manos de AD y
COPEI. El gobierno de Caldera (1969-1974),
al legalizar al PCV y al MIR, pudo aplacar la
accin guerrillera y encauzarla a travs de
las vas institucionales, pese a que algunos
frentes guerrilleros siguieron actuandohasta mediados de la dcada de 1970. En
concordancia a este proceso de paci-
cacin,
el gobierno elabor la Reforma de la Ley de
Universidades con la cual se coartaba la
autonoma universitaria y se cercenaban los
derechos del profesorado y el estudiantado.
Mientras la poltica rentista del petrleo se
aanzaba tambin lo haca la democracia
dependiente.
La agricultura fue abandonada y descui-
dada a favor de una economa puramente
petrolera, dependiendo de las importa-
ciones de los dems productos para abas-
tecerse.
Un importante avance hacia la recuper-
acin del pas de sus riquezas fue la nacion-
alizacin de la industria del hierro, anun-
ciada en mayo de 1974, y un ao ms tarde
el gobierno introdujo en el Congreso el
Proyecto de Ley de Nacionalizacin de la
Industria Petrolera, que signic el controlde la industria por parte de un reducido
grupo de empresarios. Naci PDVSA, y con
ella la meritocracia petrolera que control
de manera corrupta y en benecio propio la
renta del petrleo. Como consecuencia se
implement un rgimen cuya fachada de
democracia participativa en realidad
restringa la participacin poltica y de losbenecios econmicos del pueblo, ya que
ambos derechos quedaban en manos de
una minora.
En 1989 asumi la presidencia por segunda
vez Carlos Andrs Prez (1989-1993). Inme-
diatamente anunci un paquete de medi-
das econmicas de fuerte corte neoliberal,
incorporadas dentro del Plan de AjusteEconmico: la liberacin de las importa-
ciones, eliminacin de los controles de
cambios y de precios, privatizacin de las
empresas no estratgicas, aumento del
precio de la gasolina, congelacin de sala-
rios, reduccin del Estado as como del
gasto pblico. Este plan econmico se
contradeca con lo propuesto durante sucampaa electoral y someta a los todo el
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pas a los mandatos del FMI a cambio de la
renanciacin de la deuda externa. El 27 de
febrero de 1989 sali el pueblo a protestar
contra las medidas neoliberales y contra la
democracia puntojista provocando un
episodio conocido como el Caracazo. El
gobierno recurri al Ejrcito para reprimir el
levantamiento dejando de cientos (segn
cifras ociales) a miles de muertos y de
heridos.
El 4 de febrero de 1992 se produjo un
intento de golpe de Estado por parte de un
movimiento cvico-militar nacionalista,patritico y progresista de las Fuerzas
Armadas, denominado Movimiento Boli-
variano Revolucionario 200 (MBR-200),
encabezado por el Teniente Coronel Hugo
Chvez. El intento fracas y decenas de
personas murieron, pero la popularidad de
Chvez creci de manera tal que ste,
desde la crcel, impuls su movimientopoltico.
El pueblo venezolano vio en esta insurrec-
cin, la continuacin de su lucha iniciada
tres aos antes con el Caracazo y sali nue-
vamente a las calles, haciendo uso de su
soberana, para que Chvez fuera liberado.
En este sentido la movilizacin popular
puso en evidencia la profunda crisis institu-cional que atravesaba a las Fuerzas Arma-
das venezolanas, el desprestigio de los
partidos polticos y del bipartidismo y el
derrumbe de la imagen internacional del
sistema poltico venezolano. El impacto de
la insurreccin fue tan fuerte que ms all
de su fracaso militar, el MRB 200 comenz a
sumar apoyo popular y poltico, y a elaborar
una estrategia para tomar el poder medi-
ante el voto popular que le permiti a Hugo
Chvez obtener una victoria abrumadora
en las elecciones presidenciales de 1998
(Burgos, 2012).
La Revolucin Bolivariana
Hugo Chvez, capitaliz su popularidad e
inici su campaa poltica para acceder al
poder en 1998. A tal n form su propio
partido llamado Movimiento V Repblica y
logr el apoyo de una coalicin de izqui-
erda llamada Polo Patritico. En respuesta aello los partidos AD y COPEI se aliaron
contra el nuevo contendiente electoral,
postulando un solo candidato: Henrique
Salas Rmer. El triunfo de Chvez con el
56,20% de los votos, signic una ruptura
del sistema bipartidista puntojista que
rega desde 1958.
Venezuela se presentaba para ese mo-mento con alarmantes niveles de pobreza,
desempleo, consumo y trco de drogas y
una industrializacin raqutica y dependi-
ente de la extraccin minera, fundamental-
mente petrolera. Chvez comenz pronta-
mente la transformacin poltica a travs de
la convocatoria del pueblo soberano que se
expresara mediante el referndum.En todos los espacios posibles a lo largo y
ancho del pas, se abrieron los debates
sobre la construccin de una nueva
Repblica basada en los principios bolivari-
anos que reconoca por primera vez los
derechos de los pueblos indgenas y el
derecho de los ciudadanos a vivir en un
ambiente sano y ecolgicamente equilib-
rado.
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En el ao 2000, se inici una poltica petrol-
era tendiente a recuperar la soberana
nacional.
Para tal n promulg en 2001 la Ley
Orgnica de Hidrocarburos que j el 30%
de regala para la explotacin de petrleo,
incrementando la contribucin scal. El
Estado se reservaba el derecho a scalizar la
estructura de costos en las distintas fases
del negocio petrolero. Se crearon empresas
mixtas que contemplan una participacin
mnima del 51% del Estado venezolano en
el negocio petrolero. Las empresas petrol-eras debieron cancelar los impuestos y
someterse a las leyes laborales nacionales.
Como resultado, el Estado recuper la
soberana sobre el petrleo obteniendo
una participacin real mayor a 80% en el
negocio del producto (Travieso, 2011).
El apoyo a las polticas chavistas provino de
los sectores populares, invisibilizados porcientos de aos. En este sentido las clases
media y alta se plantearon como opositoras
al gobierno, el cual tuvo que enfrentarse a
grandes crticas surgidas por su poltica
internacional, especialmente por aliarse con
los pases petroleros de Medio Oriente y
con la Cuba de Fiel Castro, lo que le augur
una fuerte oposicin por parte de EstadosUnidos.
Los primeros cinco aos de gobierno de
Chvez estuvieron plagados de levantami-
entos de la oposicin, negada a aceptar los
cambios. Entre diciembre de 2001 y abril de
2002 hubo intentosde desestabilizacin sin
xito. La oposicin se reuni en torno al
presidente de FEDECAMARAS, Pedro Car-
mona, mximo dirigente de los sectores
empresariales venezolanos, quien se
autoproclam presidente tras haber
secuestrado a Chvez. Esta oposicin
poltica, conformada principalmente por las
grandes cmaras empresariales y los
grandes medios de comunicacin privados,
exigi convocar a un referndum para
sacarlo del poder. Como consecuencia, en
2004 Chvez fue raticado en su cargo.
Los fallidos intentos de la oposicin por
derrocar a un gobierno popular, redirigi-
eron la poltica de Chvez hacia el social-
ismo, rotundamente antiimperialista, esta-bleciendo una democracia revolucionaria,
enmarcndose de esta manera dentro de lo
que es el socialismo del siglo XXI y agudi-
zando los ataques contra los Estados
Unidos.
Desde 2003 y como resultado de obras
pblicas como la construccin de hospi-
tales, y de misiones alfabetizadoras como laMisin Robinson, las cifras de pobreza y
mortalidad infantil redujeron y se resta-
blecieron los servicios pblicos de salud y
educacin, tras considerarse en derechos
sociales mnimos y bsicos. Asimismo, el
Estado recuper la propiedad de diversas
industrias y recursos estratgicos, entre
ellos el petrleo. En el mbito latinoameri-cano, el gobierno de Chvez promovi el
rechazo al ALCA, logr la incorporacin de
Venezuela al Mercosur y su participacin en
la formacin del UNASUR. De esta forma se
inici la formacin de un fuerte frente
regional contra los embates de los Estados
Unidos.
En diciembre de 2007 y octubre de 2012
Hugo Chvez fue reelecto como presidente
16
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Venezuela, dando continuidad al proyecto
bolivariano. El 5 de marzo de 2013, uno de
los lderes populares ms inuyentes del
continente, falleci tras luchar contra el
cncer.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
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Nbrega, Enrique, Los sectores populares han dado importancia al petrleo, en Revista Memorias de Venezuela, N23,pp.23-26, diciembre de 2011.
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Introduccin
Reexionar en torno a la gura de Hugo
Chvez, y el proceso poltico que lider en
la Repblica Bolivariana de Venezuela, es
una tarea harto compleja en funcin de lo
reciente de los acontecimientos y procesos
que aun est transitando esta nacin en
trminos polticos. En este trabajo, medi-
ante una perspectiva histrica, se ponen en
relieve algunos aspectos del devenir
histrico venezolano durante el siglo XX,
que aportan a la compresin del Chav-
ismo.
Asimismo, creemos que es posible adquirir
una visin de conjunto ms amplia si
entendemos el modo en que Venezuela se
encuentra posicionada al momento de
insertarse en la modernidad durante el
siglo XX, principalmente teniendo en
cuenta la conguracin de su Estado-
Nacin, como algunos de los procesossocialmente inclusivos iniciados a mitad de
siglo que se vieron truncados por golpes
militares. De este modo, se pretende apor-
tar a la contextualizacin de este fen-
meno, en el proceso histrico venezolano
del siglo XX; para ello apelamos a la utili-
zacin de algunos de los aspectos desarrol-
lados en nuestro Trabajo Final de la Licen-ciatura en Historia (UNC).
La trayectoria de Rmulo Gallegos, reejada
en sus obras literarias, as como en su rol
polticointelectual, al margen de su breve
desempeo como presidente de Venezuela
entre el 15 de febrero y el 24 de noviembre
de 1948, representa una opcin pertinente
para el anlisis de la funcin que cumpli-
eron los intelectuales en la construccin delEstado moderno venezolano. Esto es as
porque Gallegos fue un destacado protago-
nista de su tiempo, tanto desde su desem-
peo como docente en el Liceo Caracas, as
como por su dinmica actividad poltica,
pero por sobre todas las cosas debido a que
su obra literaria reeja las tensiones y con-
tradicciones del territorio donde le tocdesenvolverse, adquiriendo por esto
mismo, gran visibilidad como escritor y
narrador de su tiempo entre sus conciu-
dadanos. Asimismo el autor, sostuvo un
discurso poltico inclusivo, que pretenda
una ampliacin de la ciudadana,
resultando un caso pertinente para acercar-
nos a comprender algunas de las polticaschavistas.
Es necesario dejar de lado las visiones esen-
cialistas que denen a estos fenmenos en
forma absoluta, recuperando la visin que
reconoce su construccin particular en el
devenir histrico, existiendo durante este
18
De Rmulo Gallegos a Chvez: procesos de ampliacin de
ciudadana en la Venezuela del siglo XX
Lisandro Angelini - Enrique De Goycoechea
Licenciados en Historia, Escuela de Historia, Facultad deFilosofa y Humanidades, Universidad Nacional de Crdoba.
4
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proceso modicaciones y cambios, que
vistos como una imagen no dan cuenta de
cmo fueron construyndose en funcin de
la realidad que atravesaban.
En las prximas pginas, y para una mejor
organizacin del trabajo, desarrollaremos
en primer lugar, una descripcin de algunas
particularidades del proceso de consoli-
dacin del Estado-Nacin venezolano
durante el siglo XX. En segundo trmino,
abordamos algunos de los aportes de la
obra literaria de Rmulo Gallegos que
permitan poner en evidencia ciertos rasgos
distintivos de la sociedad venezolana. Por
ltimo, se rescatan del proceso electoral de
Gallegos en la dcada del 1940, a partir de
una dimensin histrica, elementos que
aporten a la comprensin de Chvez, en
tanto procesos polticos de ampliacin de
ciudadana.
Consolidacin tarda del Estado-Nacin
venezolano
Los estudios acerca del proceso de consoli-
dacin del Estado-Nacin venezolano
son escasos en la produccin historiogr-
ca argentina; por el contrario, se observa
que gran parte de las investigaciones aca-dmicas realizadas sobre el espacio ven-
ezolano se han centrado en la etapa de la
independencia y el perodo inmediata-
mente posterior.
De este modo, el pensamiento de Rmulo
Gallegos, resulta de inters en la medida en
que tiene proyeccin hacia las problemti-
cas y procesos atravesados por otros Esta-dos Nacionales americanos, en cuanto a la
exaltacin de los valores nacionales y la
detraccin de los regmenes caudillistas. Al
mismo tiempo, su obra adquiere dimen-
siones protosociolgicas porque aporta
conocimientos valiosos sobre la sociedad
venezolana de la
primera mitad del siglo XX.
A lo largo de este apartado, desarrollare-
mos entonces, algunas particularidades del
proceso de consolidacin de dicho Estado-
Nacin durante el siglo XX. Sostiene Oszlak,
que al nivel de la generalidad, no es casual
que orden y progreso hayan aparecido
como las cuestiones centrales del perodo
de formacin y consolidacin de nuestras
naciones, pero en cierto modo, ni los prob-
lemas del orden ni los del progreso
terminaron por
resolverse nunca . Slo lo fueron, continu-
ando con este autor, en el sentido estricto
de que con la intervencin protagnica delEstado, durante una etapa crucial de su
historia, se eliminaron las resistencias a la
implantacin de un sistema capitalista.
A su vez, arma que con la consolidacin
del Estado, Orden y Progreso tendieron a
convertirse en tensiones permanentes del
nuevo patrn de organizacin social. Al
surgir dichas tensiones en mltiples cues-tiones no slo se pone de maniesto su
renovada vigencia, tambin queda expre-
sada la permanencia, a lo largo del siglo XX,
de ciertas contradicciones fundamentales.
En cuanto al espacio venezolano especca-
5
6
5
6
7
OSZLAK, Oscar, Formacin Histrica del Estado en Amrica Latina:elementos terico-metodolgicos para su estudio, Estudios CEDES, Vol. I, N3,1978.Ibdem, p. 25
OSZLAK, Oscar, La formacin del Estado argentino (Orden, progreso yorganizacin social), Editorial Planeta, Buenos Aires, 1999.
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mente hablando, este mismo proceso que
Oszlak describe para la Argentina en la
segunda mitad del siglo XIX , en un pas
como Venezuela, se produjo ms tarda-
mente, ya que los atributos de estatidad
que el autor describe y desarrolla se con-
guraron durante la primera mitad del siglo
XX, tal como podemos observar en la obra
de Gonzlez Silva, quien seala que en
dicho proceso tuvo mucho que ver la
unidad poltica y econmica que se con-
solid durante el rgimen dictatorial de
Vicente Gmez, que aunque con marcados
rasgos autoritarios, a partir de la
explotacin petrolfera de la cuenca del
Maracaibo, logr obtener los recursos
econmicos y nancieros necesarios para
desarrollar los atributos restantes, tales
como la centralizacin del poder poltico, la
consolidacin de un mercado interno y el
monopolio del uso de la fuerza legal .Mientras el territorio argentino hacia la
segunda mitad del siglo XIX, se presenta
atravesado por tensiones, sobre todo
porque no todos los actores polticos del
momento perciben dicho espacio y a sus
habitantes de la misma manera, y porque
obviamente tampoco estaba vaco; el
venezolano, siempre a travs de la percep-cin de Gallegos, aunque tambin se mani-
este como una tierra dilapidada, desap-
rovechada, a diferencia del argentino,
muestra tensiones mucho ms exibles. Al
comprobar que cada habitante tiene su
propia voz, dentro de un relato literario que
busca dar cuenta de una Venezuela que
contiene en su interior una diversidadcultural que ya no puede ser desconocida y
un drama histrico que tampoco puede
seguir siendo desodo: el de los aborgenes
venezolanos que bajo el rgimen de la
encomienda o de la misin no hicieron sino
perder vigor y la frescura de la condicin
genuina, sometidos como braseros incon-
scientes a un trabajo ajeno a sus necesita-
des" , pero si aquello solamente le report
la colonia, menos an y a veces peor le ha
dado la Repblica .
El espacio venezolano, del mismo modo
que algunos otros americanos, aun cuando
haya sido emancipado polticamente de la
metrpoli hispnica, social y econmica-
mente sufre las consecuencias de un pro-
ceso independentista cargado de contra-
dicciones y exclusiones; por ende, el ven-
ezolano, aun en pleno siglo XX, puede ser
entendido como un Estado incompleto. En
sntesis, podemos armar que en los cuen-
tos de Gallegos, se desarrollan de modoextenso, slidas convicciones pesimistas
sobre la incertidumbre que se cierne sobre
el futuro inmediato de Venezuela, Gallegos
expresa su dolorosa conviccin de que la
fuerza es el atributo principal de los triun-
fadores en un medio primitivo como el
venezolano; y que esa realidad per-
manecer inmodicable mientras noacten aquellos factores que pueden trans-
formarla: la educacin y la cultura .
Para Gallegos, el fracaso venezolano era
consecuencia de fundamentales errores
7
8
9
10
11
8 GONZALEZ SILVA, Milko Luis, Repensando las relaciones Estado-sociedad civilen Venezuela, Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales(ILDIS), Venezuela, 2011.
9 GALLEGOS, Rmulo, Canaima, Biblioteca Letras del Exilio, Plaza y JansEditores S.A. 1 edicin, Barcelona, [1935], 1984, p. 174.
10 Ibdem, p. 174.11 FAUQUI, Rafael, Bajo el signo de la decadencia (Un estudio del primer
momento de la escritura de Rmulo Gallegos), en Espculo Revista deestudios literarios, Universidad Complutense de Madrid, N 38, 2008, p. 21.
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que haban ido jalonando su historia:
demasiados caudillos, demasiada sumisin
de las masas ignorantes, demasiada incon-
stancia, un gran potencial desaprovechado,
y una enorme fuerza de voluntad desorien-
tada y sin norte, tal como quedara expre-
sado en palabras del autor: Ah tiene la
historia de Venezuela: un toro bravo, tapao-
jeado y nariceado, conducido al matadero
por un burrito bellaco .
En este apartado hemos reseado algunos
aspectos, referidos a la consolidacin tarda
del Estado Nacin venezolano en la primera
mitad del Siglo XX, hemos sealado algu-
nos aspectos materiales, referidos a la reali-
zacin de atributos de estatidad tales como
el monopolio del uso de la fuerza, la derrota
de los poderes locales que se oponan al
rgimen central, consolidacin de un mer-
cado interno, etc., y asimismo hemos esbo-
zado tambin, algunos de los problemasque se generaron en el plano simblico,
encontrando dicultades para la instalacin
de un proyecto hegemnico de Nacin. En
las siguientes
pginas, desarrollamos algunos de los
aportes de la obra literaria de Rmulo Galle-
gos, que permiten poner en evidencia
algunos rasgos distintivos de la sociedadvenezolana.
Rmulo Gallegos: hacia una nueva
redenicin de la nacionalidad ven-
ezolana
Las ideas-fuerza de Gallegos de desarrollan
a partir de la construccin discursiva dealgunas cciones orientadoras, siguiendo
una tctica narrativa similar a la de algunos
intelectuales americanos del siglo XIX,
donde se intenta recongurar un espacio
geogrco para disear una cartografa en
la que luego toda una subjetividad
colectiva debe insertarse a travs de la
incorporacin de una subjetividad tam-
bin previamente desarrollada .
Empero, en la obra de Gallegos, tambin
podemos identicar que algunas
cciones orientadoras cumplen una fun-
cin opositora en relacin a la forma en que
es percibido el entorno socio-geogrco
por muchos sectores de la lite letrada
venezolana.
Los relatos de Gallegos, reejan tambin los
cambios que paulatinamente se fueron
produciendo en la sociedad venezolana a
medida que iban aanzndose ciertos
atributos propios de un Estado moderno,
tales como una profunda apertura del pasal mercado internacional luego del descu-
brimiento de la cuenca petrolfera de Ma-
racaibo, un relativo crecimiento del mer-
cado interno, el surgimiento de partidos
polticos modernos que reclamaban una
mayor apertura democrtica y el desarrollo
urbano de la sede del poder poltico cen-
tral: Caracas.Venezuela, y que no podemos dejar de
analizar y desarrollar si queremos entender
mejor el modo en que un intelectual como
Rmulo Gallegos perciba la reconstruc-
cin de la nacionalidad venezolana a me-
diados de la dcada de 1930, tal como lo
8
12
13
12 GALLEGOS, Rmulo, Canaima, op. Cit., p. 32.
13 DE GOYCOECHEA, Enrique, ANGELINI, Lisandro, Estado-Nacin: visin y construccin conceptual desde el pensamiento de Domingo F. Sarmie-nto, en Anuario de la Escuela de Historia Vir tual, ao 3, nm.3, 2012, p. 125.
14 FAUQUI, Rafael, op. Cit., p. 7.
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podemos inferir a partir del contenido de
sus textos. Frente a su diagnstico, postu-
laba tambin algunas soluciones: la
creacin de nuevos partidos polticos asen-
tados sobre reales bases ideolgicas y
propuestas programticas concretas. La
otra gran propuesta de Gallegos, de funda-
mental importancia segn ste para el
porvenir venezolano, era transformar un
sistema educativo tradicional inoperante y
contrario a toda nalidad formadora de
voluntades democrticas. Para tal n, segn
el autor, los venezolanos deban ser innova-
dores en sus hallazgos y logros. Por
supuesto, que a raz de semejante audacia y
sinceridad, la dictadura de Vicente Gmez
no tard en clausurar la publicacin de la
revista La Alborada. Una vez disuelta,
comenz a escribir sus primeros cuentos
para otra publicacin de la poca: El Cojo
Ilustrado. En ellos, la voz de la ccin con-tinu la voz de la idea, sin embargo su
propsito se mantuvo inalterado: testimoniar
el pas.
La difusin y la recepcin de las obras de
Gallegos en un momento histrico crtico
del estado venezolano, fue la responsable
de la transmisin, a amplios sectores de la
sociedad, de un epos fundacional enpleno siglo XX, donde el contenido
cultural, tico y poltico del relato gallegui-
ano pas a formar parte de una interpre-
tacin representativa de la "identidad
nacional venezolana de gran peso, ya que
en el corpus novelstico de Gallegos, se
encuentra presente un entramado social
que pese a sus contradicciones cumple una
funcin identitaria mediante la construc-
cin de un epos/antiepos por parte del
autor.
Rmulo Gallegos, desde su rol como novel-
ista que trataba de evocar las tensiones del
contexto donde se desarrollaba su produc-
cin intelectual, trabajaba por cierto desde
parmetros axiolgicos y epistemolgicos
occidentales. Sin embargo, al evocar a
travs de una realidad ccional un conjunto
de valores en conicto, el autor lo hace
desde su admiracin por la diversidad
cultural y la exuberancia geogrca de su
Venezuela, rescatando el valor intrnseco de
una sociedad enriquecida por la fusin de
componentes
europeos, indgenas, africanos y mestizos.
De este modo, las viejas concepciones que
interpretaban la realidad social
latinoamericana como el genuino productode un continente enfermo, razonamiento
que no se derivaba nicamente de la con-
clusin de intelectuales como Le Bon de que
la raza latina estaba degenerada, sino tam-
bin de las crticas cientcas que predomina-
ban contra la mezcla racial , quedaban
seriamente cuestionadas por una lectura
renovada, que reinterpretaba dicha reali-dad valorizando precisamente tal mezcla.
No son pocos los pasajes de los relatos
galleguianos en los que podemos apreciar
dicha valorizacin. Por ejemplo, en Pobre
Negro se alude una y otra vez a una raza
postergada, que espera ser redimida de
alguna manera por una Repblica naciente,
que ha comenzado a sacudirse el yugo deun imperio invasor, opresor y esclavista. No
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15 HALE, Charles, Ideas polticas y sociales en Amrica Latina, 1870-1930 enBETHELL, Leslie (ed.), Historia de Amrica Latina, 8. Amrica Latina: cultura
y sociedad, 1830-1930, Editorial Crtica, Barcelona, 1991, p. 29.16 GALLEGOS, Rmulo, Pobre negro, Ed. Aguilar S.A., Madrid, [1937] 1958
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obstante, al momento de alcanzarse la
ansiada independencia de la joven nacin,
las esperanzas de libertad, aun cuando se
ven realizadas, rpidamente se frustran, al
comprobar que la nueva Repblica ha
dejado totalmente desamparado, y librado
a su suerte al negro, esclavo que fue trans-
portado en las sentinas de los barcos mer-
cantes a las costas de una tierra extraa,
pero por la que fue seducido, generacin
tras generacin, hasta adoptarla como
propia.
Ciertamente, Rmulo Gallegos, a lo largo de
su produccin literaria, se reere a las
potencialidades desaprovechadas del pas,
a la energa de los ros turbulentos que se
pierde indefectiblemente al no poseer, en
sus cauces, las represas y los diques que la
contenga, a n de utilizarla para liberar las
fuerzas del progreso venezolano. Los frutos
que dan naturalmente las selvas y que al sermal explotados agravan la miseria del
pueblo mientras engrosan unos pocos
bolsillos, como en el caso del oro, el cacao y
el purgo. Toda la naturaleza pareciera estar
aguardando la hora de la planicacin y
quizs por este motivo a Gallegos, del
mismo modo que al personaje principal de
Canaima, Marcos Vargas, le interese la geo-grafa viva, aprendida a travs del relato de
los caucheros .
Aun bien entrado el siglo XX, la tierra ven-
ezolana aguarda un proyecto civilizatorio
que la despierte del letargo expectante en
el que todava se encuentra. No obstante,
aunque sus pretensiones de progreso eran
similares, a diferencia de otros proyectosamericanos, el de Gallegos tuvo muy en
cuenta el margen de exibilidadanterior-
mente mencionado respecto a las ten-
siones que intentaba aliviar. Este rasgo le
permiti expresar a travs de sus obras el
deseo de ver progresar el desierto, sin
necesidad de recurrir a vaciarlo previa-
mente, tal como ocurri, por ejemplo, en la
Argentina y en el Brasil durante las dos
ltimas dcadas del siglo XIX. Es precisa-
mente esta exibilidad la que le permite al
autor explorar la identidad venezolana
desde una ptica y perspectiva renovadas.
Gallegos, de acuerdo con Mnica Marinone
, al igual que sus personajes, se desplaza
hasta los bordes del mundo conocido en
bsqueda de los otros y se erige como
mediador simblico entre distintos territo-
rios y saberes. Con Canaima pone en
cuestin los lmites del conocimiento fun-
dado en la racionalidad moderna. Desde
esta novela y tambin desde Doa Brbara, se desplaza hacia una zona fronteriza,
como lo eran en ese entonces los llanos y
las selvas, y desde all intenta congurar un
nuevo centro fundante de otro orden.
Por ende, la solucin propuesta por Galle-
gos, detrs del formidable poder de met-
fora de su narrativa, radica en la integracin
de las diversidades culturales e identidades,en la construccin de un Estado moderno
renovado. Este proyecto es el que pocos
aos ms tarde tratar de llevar adelante
como una propuesta poltica programtica,
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17 GALLEGOS, Rmulo, Canaima, op. Cit.,, p. 2018 MARINONE, Mnica, Rmulo Gallegos. Imaginarios de Nacin,
Editorial El otro el mismo, Mrida, 2006.
19 GALLEGOS, Rmulo, Doa Brbara, Ed. Stockcero, USA, [1929] 2009.
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desde su participacin directa en Accin
Democrtica y luego desde la presidencia,
hasta el momento de su derrocamiento y
posterior exilio. Derrocamiento que fue
llevado a cabo fundamentalmente por el
terror que inspiraba a los grupos domi-
nantes de la sociedad venezolana las dsco-
las masas que empezaban a hacerse visi-
bles en los centros urbanos del pas, y las
que comenzaban a amenazar la paz y el
orden y la debilidad estructural de una
burguesa que aun no encontraba la estabi-
lidad institucional que necesitaba para su
denitivo despegue.
De Gallegos a Chvez: rescatando una
dimensin histrica
Es en una dimensin histrica que los fen-
menos concretos pueden comprenderse
acabadamente. Asimismo, se pretende quela visin histrica pueda aportar respuestas
a la comprensin de los fenmenos
sociales; de ello se desprende la posibilidad
y necesidad de caracterizar un conjunto de
ideas en el marco de un contexto histrico
particular, recuperando la idea de que todo
pensamiento es situado.
Tanto el breve gobierno de Gallegos en ladcada de 1940, y el de Hugo Chvez Fras
pueden ser considerados como procesos de
ampliacin de ciudadana, al menos si nos
atenemos a tres aspectos. En primer lugar,
en ambos gobiernos se evidencia una
mayor participacin electoral de la
ciudadana, y particularmente la instalacin
de un concepcin de la poltica que incluyea sectores, excluidos total o parcialmente
de los procesos polticos de la sociedad.
En segundo lugar, durante ambos gobier-
nos, se produjeron intentos de golpe de
Estado, por parte de sectores de las Fuerzas
Armadas, con el apoyo de otros sectores
sociales. En el caso de Gallegos, su gobierno
naliz abruptamente por un golpe militar
en noviembre de 1948, que intent demos-
trar la capacidad de la joven ocialidad del
Ejrcito para ejercer acertadamente la
direccin del gobierno e impulsar el desar-
rollo del pas por
la senda que dichos ociales consideraban
correcta. A partir de entonces, se congura,
segn Olivar, un pretorianismo actuante ,
donde la tendencia de los dirigentes mili-
tares era adaptar monolticamente todas las
instituciones existentes de acuerdo con sus
propios preceptos de modernizacin,
industrializacin y participacin poltica.
Los movimientos militares desatados enVenezuela a mediados de la dcada de
1940, representaron de este modo lo que
puede entenderse como la evolucin de
una institucin que se consideraba lo su-
cientemente madura para actuar como
garante de un proyecto poltico propio, y en
este marco, sus altos mandos, ahora en la
cspide del poder, postularon una consignaque pretenda ser unicadora: La Doctrina
del Bien Nacional.
En opinin de los mandos castrenses, la
experiencia poltica previa a 1948 haba
resultado absolutamente traumtica para la
17
20 OLIVAR, Jos Alberto, Prolegmenos de una dictadura military su losofa del poder (1948-1958), en Latinoamrica.
Revista de Estudios Latinoamericanos, N 52, UniversidadNacional Autnoma de Mxico, 2011, p. 116.21 Ibdem, p. 126.009.
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conservacin de la paz y la seguridad social.
La reiterada convocatoria a elecciones, las
pugnas entre los diferentes partidos y la
aparicin de nuevos actores polticos, algu-
nos de ellos salidos del seno de los sectores
trabajadores urbanos y rurales, amenaza-
ban el equilibrio entre los grupos tradi-
cionalmente vinculados al poder poltico y
econmico concentrado. De acuerdo con
esta percepcin, los intelectuales e
idelogos asociados al rgimen, sostenan
que ms que vociferar demaggicamente
las bondades de determinado sistema
poltico, era siempre preferible construir sus
bases sobre una realidad tangible, con el
objeto de cambiar los hbitos y costumbres
de un pueblo no apto para vivir en democra-
cia" .
Se trataba de reimponer un antiguo epos,
un esquema de pensamiento nico
que no admita disidencias o vaivenes, ariesgo de ser considerado como elemento
daino para el bien de la patria. Los expo-
nentes del Nuevo Ideal Nacional, concepto
gestado por la intelectualidad orgnica del
gobierno militar, se referan insistente-
mente a la transformacin racionaldel
medio fsico como condicin sine qua non
para vencer las barreras naturales quedurante siglos haban dicultado la inte-
gracin territorial, el saneamiento ambien-
tal y el progreso econmico de los centros
urbanos.
Por otra parte, en el gobierno de Chvez, el
intento de golpe militar fracas y pudo
recuperar su cargo tras algunos das de
agudos conictos sociales.Asimismo, podemos sumar un aspecto que
constituye un factor estructural de
relevancia en la realidad venezolana desde
mediados del siglo XX, que es la importan-
cia estratgica de la produccin petrolfera.
En los casos aqu comparados, se observa
cmo la cuenca petrolfera del Maracaibo,
constituye un factor de gran peso, tanto en
la poltica domestica, como en el mbito
internacional. En este plano de establecer
ciertas similitudes, es posible sealar que
ambos, ms all de las particularidades
contextuales, proponan la construccin de
un nuevo imaginario nacional sobre reno-
vadas bases.
En el plano de las diferencias, se destacan al
menos dos aspectos. El primero de ellos
est dado por la brevedad de tiempo del
gobierno de Gallegos, a diferencia de
Chvez, lo cual limita las posibilidades de
establecer comparaciones, si bien en el
caso de Gallegos se considera todo el pro-ceso poltico previo a su victoria en las
elecciones presidenciales.
En segundo lugar, dieren tambin en
cuanto a su perl. Chvez, militar de pro-
fesin, intent dar un golpe de Estado, que
result fallido en el ao 1992, nalmente
optando por la participacin electoral en el
marco de la institucionalidad democrtica.Gallegos, un intelectual, referente del
mundo de las letras venezolanas durante la
primera mitad del siglo XX, de fuertes con-
vicciones democrticas, se enfrent, a un
sistema poltico de escasa legitimidad,
signado por el ejercicio autoritario del
poder por parte de un grupo reducido.
Retomando los procesos de ampliacin deciudadana como eje analtico, es posible
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sealar que, sin llegar a profundizar en las
polticas desarrolladas durante los gobier-
nos chavistas, es indiscutido el hecho de
que se verica una reactivacin en la par-
ticipacin ciudadana, ya sea en una mayor
participacin en los procesos electorales,
como en una mayor densidad de construc-
ciones discursivas al respecto; as como una
revalorizacin de la poltica en esta etapa, al
igual que en otros pases latinoamericanos.
Consideraciones nales
El proceso de consolidacin del Estado-
Nacin en Venezuela, en relacin a algunos
Estados americanos, como por ejemplo el
de Argentina y Brasil, es tardo, y genera
una serie de posibilidades para disear un
espacio socio-poltico, que estos otros
Estados de la regin, por haberse consoli-
dado en el siglo anterior, no tendrn. Estasposibilidades sern encausadas y desarrol-
ladas por Gallegos, desde lo literario, para
realizar lo que nosotros hemos interpre-
tado, de acuerdo a nuestra hiptesis espec-
ca, como una armacin poltica de lo
nacional, en donde es claro el esfuerzo por
visibilizar las particularidades que hacen a
la Venezuela del siglo XX en tanto territoriore-descubierto y en relacin a las especici-
dades de su sociedad. De esta manera,
Gallegos se erige como mediador simblico
entre la ccin, desde la cual intenta
romper con el epos monolgico estable-
cido por las lites letradas, y la realidad en
la que quiere operar un cambio signicativo
en cuanto a la forma en la que los venezola-nos se perciben as mismos.
Es en una dimensin histrica que los fen-
menos concretos pueden comprenderse de
un modo ms acabado. La visin histrica
aporta respuestas a la comprensin de los
fenmenos sociales; de all la posibilidad y
necesidad de caracterizar un conjunto de
ideas y polticas, en el marco de un con-
texto histrico particular, recuperando la
idea de que todo pensamiento es situado.
Si bien, tal como hemos desarrollado en
este trabajo, existen similitudes tanto
como diferencias, entre el proceso enca-
bezado por Rmulo Gallegos en la dcada
de 1940 y el proceso encabezado por Hugo
Chvez en el pasado reciente, en este
trabajo se ha buscado poner en escena el
complejo proceso por cual se congura la
Venezuela moderna, y de qu manera, los
procesos encabezados por Chvez y Galle-
gos constituyen procesos polticos de am-
pliacin de ciudadana. Son consideradosde este modo, al menos por tres aspectos;
uno de ellos es una mayor participacin
electoral de la ciudadana, as como la insta-
lacin de un concepto de poltica que
inclua a sectores, excluidos total o parcial-
mente de los procesos polticos de su socie-
dad.
La reactivacin en la participacinciudadana durante los gobiernos chavistas,
tanto en los procesos electorales de un
modo directo, como en una mayor densi-
dad de construcciones discursivas al
respecto; as como una revalorizacin de la
poltica en esta etapa, al igual que en otros
pases latinoamericanos, marca un particu-
laridad de esta etapa.
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Cundo se produce una ruptura populista?
La condicin ineludible es que haya tenido
lugar una dicotomizacin del espacio social,que los actores se vean a s mismos como
participes de uno u otro, de dos campos
enfrentados.
E. Laclau (2006)
Describir el populismo como fenmeno
poltico y tratar de entenderlo ha resultado
siempre complicado y por tanto conictivo.Cuando se menciona el trmino populismo
para denir el accionar de un gobierno, nos
encontramos frente a una situacin contra-
dictoria, porque cualquier gobierno puede
ser populista, sin importar la ideologa que
lo dena. A lo largo de la historia han exis-
tido populismos de derecha o de izquierda,
liberales o conservadores. Como mencionaAlejandra Salinas (2011) entre el autorita-
rismo y la democracia liberal existe una
gama conceptual de estilos populistas que
se pueden manifestar en diversas ide-
ologas, regiones y momentos histricos.
Adicionalmente, resulta en nuestros das,
un hecho delicado, ya que se han
despertado sentimientos sociales enfrenta-
dos en torno a los gobiernos que represen-
tan el llamado socialismo del Siglo XXI en
Amrica Latina, convirtindolo en un con-
cepto peyorativo por quienes no logran
comprender la razn de su xito poltico y
la permanencia en el poder de los lderes.
Al mismo tiempo no se puede entender al
populismo latinoamericano sin entender la
poltica en Venezuela y a Hugo Chvez
como representante de la nueva corriente
poltica. Amrica Latina ha vivido en los
ltimos quince aos un cambio poltico
importante dando un giro hacia la izqui-
erda y consolidando una forma de hacer
poltica que rompe, principalmente, con el
pasado neoliberal de la dcada de los 90. El
lder bolivariano embander al continente
tras la idea de una Amrica Latina libre de
colonialismo promoviendo la independen-
cia real y centrando su discurso en la
necesidad de los pueblos latinoamericanos.
Pero todos estos cambios tienen una moti-vacin en un pasado lleno de frustraciones
e injusticias sociales, y no es una casualidad
ni un hecho aislado que la corriente popu-
lista latinoamericana haya nacido en Ven-
ezuela.
A lo largo del presente artculo me pro-
pongo explicar por qu es Venezuela la raz
de una nueva forma de entender la polticaen Amrica Latina y la importancia de Hugo
Chvez para la regin.
28
Nuevos populismosen Amrica LatinaLa corriente bolivariana y el legadode Hugo Chvez en la regin
Analia Vogel22
22 Licenciada en Relaciones Internacionales por la
Universidad Empresarial Siglo 21.
Mster en Gobernanza y Derechos Humanos por la
Universidad Autnoma de Madrid.
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Venezuela, cuna del socialismo del siglo
XXI
En 1958 se iba a cumplir en Venezuela el
dcimo aniversario del golpe militar de1948 contra el novelista Rmulo Gallegos,
sin embargo, se produjo un levantamiento
militar contra el rgimen. Se daba inicio as
al periodo democrtico ms largo de Ven-
ezuela que se extiende hasta nuestros das
(Caballero, 2000). A partir de ste momento,
los partidos polticos se trasladan al centro
de la poltica nacional llevando a cabo unpacto conocido como el Acuerdo de Punto
Fijo.
Segn arma Manuel Caballero, Venezuela
recorre durante 40 aos un camino
democrtico de luces y sombras, durante el
cual coexisten periodos de auge econmico
y desarrollo social con la sombra militar en
la espalda y el miedo a un nuevo golpe deEstado que amenazaba con desestabilizar al
pas. A pesar de esto, el sistema
democrtico se mantuvo, en parte por la
divisin existente dentro de las Fuerzas
Armadas entre detractores del golpe y los
realizadores del mismo, pero tambin se
debi a la construccin de un sistema de
partidos fuerte y una sociedad deseosa de
libertad que se encarg de participar com-
prometidamente en la vida poltica de su
pas.
Los cambios en Venezuela, con sus particu-
laridades, se van desarrollando casi en
paralelo al resto de pases de la regin, y
sta es la clave para entender los acontec-
imientos posteriores que desembocaron en
la llegada al poder de Hugo Chvez y en la
gestacin de otros gobiernos populistas.
A grandes rasgos se puede decir que el
error ms grave en la historia democrtica
de Venezuela, desde 1958 hasta 1983 (crisis
de la deuda) fue no haber fomentado una
fuente de desarrollo econmico independi-
ente de la explotacin y comercializacin
del crudo. El perodo conocido como la
Venezuela saudita, debido al boom del
precio del petrleo en 1973, centr su
poltica-econmica en el ensanchamiento
del Estado. Principalmente se busc el
pleno empleo a travs de la ampliacin de
puestos de trabajo en la administracin
pblica y dando benecios sociales a travs
de subsidios a los alimentos y al transporte
pblico, mientras paralelamente se daban
mayores privilegios a las rentas de capital.
Durante stos aos comenz el despegue
de las clases medias hacia una forma de
vida y consumo netamente capitalista. Almismo tiempo, las clases obreras se vieron
afectadas gravemente por la inacin
creciente, reducindose as sus posibili-
dades adquisitivas (Uharte Pozas, 2008).
Esta tensin social fue cada vez ms
evidente. El modelo poltico y econmico
de Venezuela se satur y cay por su propio
peso. Si la legitimidad poltica se rega porlos xitos del modelo de desarrollo, la crisis
de ste va a provocar el deterioro de
aquella. Es el inicio del aumento del
desprestigio de los partidos.
Los ciudadanos comienzan a identicar a
los partidos como culpables de la crisis.
(Uharte Pozas, 2008: 131).
El levantamiento popular del 27 de febrerode 1989, conocido popularmente como el
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Caracazo, marcar el colapso del sistema.
() los sucesos de febrero son una
expresin de la radical desconexin entre
el liderazgo poltico prevaleciente y los
sectores populares que decan representar(Uharte Pazos, 2008:132). Adems de abrir
un nuevo ciclo histrico donde se implan-
tan de base las polticas econmicas neolib-
erales guiadas por el FMI, el levantamiento
es considerado como catalizador del poste-
rior intento de golpe de 1992 y de toda una
serie de acontecimientos que provocaron el
n del rgimen de PuntoFijo y la victoria electoral de Hugo Chvez
(Uharte Pazos, 2008).
En resumen,
El balance de estos treinta primeros aos dergimen de Punto Fijo, () nos muestra un
modelo de democracia marcadamentesistmico, es decir, dentro de la lgica capital-
ista y por ende reactivo a propuestas antisis-tmicas, insertado en un modelo de desar-rollo estatista y proteccionista del sector
privado nacional. Un modelo de democraciapoltica de baja intensidad, donde el bipar-
tidismo coloniz casi todos los espacios de lavida social, haciendo creble el concepto de
partidocracia.Un rgimen con logros notables en el plano
de la democracia social, por lomenos hasta principios de los aos ochenta,
donde se obtuvieron avancesen educacin, salud, nutricin, pobreza,
empleo y remuneraciones, a pesar de que seevidenci un retroceso progresivo de las
rentas de trabajo frentea las rentas de capital en el reparto del
ingreso nacional. Y un modelo de democraciarestringida en trminos de soberana, debido
a la subordinacina las directrices de Estados Unidos (UhartePozas, 2008:132).
Las decisiones econmicas y polticas siem-
pre guiadas por los buenos aires
econmicos y el miedo a un nuevo golpe
militar, han condicionado a los pases
latinoamericanos a lo largo de su historia
democrtica. El debilitamiento institucional
y la decadencia poltica, que tiene sus races
en una profunda crisis de las instituciones
democrticas, sern las causas que
denirn tambin las tendencias polticasactuales.
La victoria, el 6 de diciembre de 1998 de
Hugo Chvez, implica el cierre de un
periodo, abriendo una nueva etapa en el
pas y en la regin, cargada de promesas y
de incertidumbres (Uharte Pozas, 2008).
El populismo de Hugo Chvez
El discurso populista se construye en torno
a signicantes vacos. Conceptos
como patria o pueblo son verdaderos
signicantes amo que han congurado las
prcticas polticas de los gobiernos actu-
ales. Por estar vacos, esos signicantes son
susceptibles de ser hegemonizado, esto es,llenados por momentos de cierta signi-
cacin funcional a quien ostenta poder
(Gutirrez Vera, 2011). En trminos gener-
ales, () la ecacia del discurso populista
radica en la posibilidad de jugar sobre la
polisemia de la nocin de pueblo ()
(Basset, 2006:42).
El ejemplo de Chvez es el que ms se
aproxima al populismo clsico. La razn
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radica en que se planteaba en Venezuela la
tpica situacin pre populista. Haba
demandas que nadie poda canalizar
dentro del sistema poltico, alguien
comienza a i