Brumario 8 Junio 2013 Digital

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    PENSAR A CHAVEZ

    Escriben:

    ISSN 1853-0362. Junio 2013. Repblica Argentina

    #8

    Cuadernos de PENSAMIENTO

    BrumarioRevista deCienciasSociales

    .Cecilia Bustos Moreschi

    .Lisandro Angelini

    .Enrique de Goycoechea

    .Natasha Ibarra

    .Fernando Chvez Solca

    .Anala Vogel

    .Rosario Zabala Gallardo

    .Macarena Barrile

    .Nadia Nasanovsky

    .Shagira Cortez Chain

    .Daniel Roura

    .Fanny Santiago

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    ISSN 1853-0362. Junio 2013. Repblica Argentina

    Direccin postal: Pedro de Ledesma 2393 - Crdoba - Argentina

    Mail: [email protected] - [email protected]

    #8

    Revista de

    CienciasSociales

    DirectorRMULO MONTES

    Consejo editorialGEORGINA TAVELLA

    RMULO MONTESFRANCISCO VIALE LINARES

    Comit AcadmicoDRA. MARTA PHILP (CEA UNC)DRA. MARIA CECILIA CARO (UES21)DRA. ANA FASS (UCC UES21)DRA. ALEJANDRA MARTINEZ (UES21 CONICET)DR. EDUARDO BOLOGNA (CEA- UNC- UCC)

    DR. JAVIER MOYANO (CEA UNC)MGTR. BELEN MENDE (UES21 UCC)MGTR. LUISA TILLERO SALAZAR (UES21)MGTR. PABLO CABAS (UES21 UCC)

    Brumario

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    indice

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    Cecilia Bustos Moreschi - Seguid el ejemplo que Caracas dio

    Lisandro Angelini, Enrique De Goycoechea - De Rmulo Gallegos a

    Chvez: procesos de ampliacin de ciudadana en la Venezuela del

    siglo XX

    Analia Vogel - Nuevos populismos en Amrica Latina

    Natasha Ibarra - Chvez Pensamiento provisorio o doctrina?

    Fernando Chvez Solca - La Democracia venezolana. Algunas notas

    crticas sobre lo dicho

    Macarena Barrile - Rosario Zabala Gallardo - Post Chavismo sin

    pedido de disculpas

    Nadia Nasanovsky - Venezuela: la Revolucin despus de Chvez

    Shagira Cortez Chan - Nueva poltica minera venezolana: Los

    picos y los cascos se suman a la Revolucin

    Daniel Roura, Algunos elementos sobre la transicin en Venezuela

    Fanny Dianela Santiago - Venezuela: un pas de grandes convic-

    ciones

    Foro Debate sobre Relaciones Internacionales

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    Editorial

    Tras la muerte del comandante Chvez, comenzamos a pensar en este Brumario y

    dbamos por sentado que el proceso chavista seguira sin problemas en Venezuela.

    Hay que asumirlo, ese es otro defecto de nosotros como cientcos sociales, dejarnos

    tentar por ese sueo o mejor dicho esa pesadilla que nos ordena que la ciencia debe

    predecir, debe ser predictiva y dar por sentado el futuro, porque el futuro es un ter-

    reno que se puede explorar con el equipaje de la ciencia: es un error.

    As tambin, fascinante es ver que en los procesos sociales hay tantas variables queson imposibles de prever y controlar. Hoy, el proceso venezolano se encamina hacia

    una zona de mucha niebla y pocas certezas.

    Para este Brumario 8 convocamos a egresados y estudiantes, tanto de la Universidad

    Nacional de Crdoba, como de la Universidad Siglo 21, y convocamos sabiendo que

    todos ellos tienen posturas diferentes respecto al proceso venezolano, el punto de

    acuerdo necesario fue nuestra certeza del compromiso democrtico de nuestros

    colaboradores.

    Pensar a Chvez es una tarea ineludible para los cientcos sociales latinoamericanos,

    en este tiempo que comienza, se acallan los rezos y los homenajes, se inicia la etapa

    necesaria de entender su legado.

    Esperamos haber logrado un nmero plural y respetuoso, donde todas las voces

    sirvan comprender al personaje, donde todas las palabras ayuden a pensar.

    El Director

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    Cecilia Bustos Moreschi

    La Independencia

    En Venezuela, la serie de transformaciones

    polticas y econmicas de nes del sigloXVIII, gener precoces levantamientos a

    favor de la independencia: los mantuanos,

    hacendados criollos, dueos de los cabildos

    y del podero econmico, colisionaban con

    los funcionarios peninsulares que les

    negaban una mayor participacin poltica y

    en el comercio. Por su parte, los pardos

    venan protagonizando una decidida luchapor obtener el estatus que posean los

    criollos, mientras que la poblacin negra

    esclava y los indgenas amenazaban revivir

    las hazaas de Toussaint-Louverture y

    Tpac Amaru (Ochoa, 2011). Esta situacin

    fue acentuada con la invasin napolenica

    a Espaa en 1808.

    El 19 de abril de 1810, en el Ayuntamientode Caracas se dispuso el establecimiento de

    una Junta de Gobierno defensora de los

    derechos de Fernando VII. Esta Junta,

    integrada exclusivamente por mantuanos,

    comenz a actuar con total independencia

    de la Metrpoli e instaur la Primera

    Repblica de Venezuela. Entre sus primeras

    medidas estuvieron el desconocimiento elConsejo de Regencia, la expulsin a los

    altos mandatarios reales, la eliminacin de

    los impuestos reales y del tributo indgena,

    la prohibicin de la trata e introduccin de

    esclavos negros, declar el libre comercio y

    llam a elecciones para elegir diputados

    para el primer Congreso Constituyente.La mayora de las ciudades venezolanas se

    adhirieron a la decisin de Caracas y envi-

    aron sus representantes (Domnguez y

    Franceschi, 2010).

    En este proceso Simn Bolvar, un rico

    mantuano de Caracas, comenz a destac-

    arse, marcado a fuego por su tutor, Simn

    Rodrguez, que lo inspir en las ideas rev-olucionarias para rebelarse contra el poder

    colonial. Otra de sus inuencias fue el

    caraqueo Francisco de Miranda quien

    crea en la necesidad de la unin del territo-

    rio latinoamericano como frente defensivo

    contra la dominacin colonial.

    En julio de 1811, la Capitana General de

    Venezuela fue el primer territorio del conti-nente hispanoamericano en declarar su

    soberana e independencia y sancionar una

    constitucin3. Entre los principales puntos

    que estableca la Carta Magna estaban los

    de formar un Poder Legislativo bicameral,

    un Ejecutivo conformado por tres miem-

    bros, la soberana popular y la expansin de

    los derechos civiles y polticos, la elimi-

    nacin de los ttulos de nobleza y la pro-

    hibicin del comercio de de esclavos.

    El proceso independentista venezolano,

    como el de toda la Amrica Hispana tuvo

    muchos reveses y contradicciones.

    Seguid el ejemploque Caracas dio

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    Fragmento del Himno nacional de Venezuela.Licenciada en Historia, Escuela de Historia, Facultad de Filosofa yHumanidades, Universidad Nacional de Crdoba.

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    El proceso independentista venezolano,

    como el de toda la Amrica Hispana tuvo

    muchos reveses y contradicciones. La com-

    plejidad del proceso radic en el hecho de

    que las fuerzas realistas que defendan al

    rgimen colonial espaol resistieron feroz-

    mente ante los avances de los patriotas

    independentistas. Entre stos estaban los

    mantuanos, mientras que entre los eles a

    la monarqua estaban los espaoles, los

    blancos de orilla, los negros, los indgenas y

    la mayora de los pardos.

    Los realistas explotaron las diferenciassociales emprendiendo una guerra racial

    entre propios venezolanos desconados de

    los proyectos de igualdad promulgados por

    los mantuanos. Esto explica los fracasos de

    los primeros gobiernos republicanos, faltos

    de apoyo popular disponible para el lider-

    azgo revolucionario (Ochoa, op. Cit.).

    Pese a las adversidades, Bolvar no iba aabandonar su lucha revolucionaria y em-

    prendi una nueva campaa libertadora en

    marzo de 1816, junto con otros lderes

    patriotas como Piar y Pez.

    Para eso obtuvo el apoyo britnico en

    Jamaica y de la reciente repblica negra de

    Hait. El hecho de que un criollo mantuano,

    hubiera liberado a sus propios esclavos ycambiara la composicin de su ejrcito

    demostr la superacin del racismo. Gracias

    al apoyo de los negros, indios, zambos y

    pardos el Libertador logr derrotar a las

    tropas leales al rey y establecer una nueva

    Repblica.

    En febrero de 1819 se instal el Congreso

    Constituyente en Angostura, conformado

    por representantes de Venezuela, Nueva

    Granada y Quito, que ratic a Bolvar como

    Jefe Supremo y elabor una nueva Con-

    stitucin. Bolvar propuso la unin de

    Nueva Granada y Venezuela con el nombre

    de Repblica de Colombia, con un gobi-

    erno central fuerte. Esta unin fue raticada

    en el Congreso de Ccuta de 1821, que

    organiz polticamente a la nueva repblica

    y eligi a Bolvar como presidente (Figuera

    y Valderrama, 2011).

    El fracaso de la Patria americana

    La idea de la unidad Hispanoamericana era

    una constante en el pensamiento de Bol-

    var, plasmado no slo en su permanente

    esfuerzo por mantener la unidad de la

    Repblica de Colombia sino de toda His-

    panoamericana (Domnguez y Francheschi,

    op. Cit.).

    La discrepancia entre los bolivarianos y lasfuerzas centrfugas de los federalistas hizo

    fracasar el sueo del Libertador. Esto dio

    lugar al fraccionamiento del territorio en

    numerosos Estados inestables, dbiles y

    dependientes, con gobiernos oligrquicos,

    que mantuvieron la exclusin de los indge-

    nas y de las castas. Triunf el separatismo y

    para 1831, la Gran Colombia se hacaaicos; el Congreso Constituyente de Valen-

    cia proclam la independencia de Ven-

    ezuela; Bolvar decepcionado renunci a la

    presidencia.

    En el inicio de su vida independiente Ven-

    ezuela adopt una nueva Constitucin, que

    perdur hasta 1857, liberal y centralista

    pretenda darle una verdadera integracinterritorial y social a la nueva repblica me-

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    diante el reordenamiento poltico y la

    reestructuracin econmica aunqueman-

    teniendo las diferencias sociales de los

    tiempos de la colonia. Esta Constitucin

    legitimaba y garantizaba el poder de una

    clase dominante que colocaba a Caracas

    como centro poltico y administrativo

    (Carvacho, 2011).

    A partir de ese momento, los sucesivos

    gobiernos venezolanos del siglo XIX busca-

    ron consolidar una economa primaria

    exportadora apoyada en la produccin de

    productos agropecuarios como caf ycacao, conando en las promesas de la

    divisin internacional del trabajo (Camejo,

    2011).

    La oligarqua utiliz el aparato estatal para

    mostrar una imagen de estabilidad, pros-

    peridad y civilizacin hacia las potencias

    mundiales, aunque manteniendo la esclavi-

    tud y el peonaje: quedaba, entonces, pen-diente la libertad y la tierra para las grandes

    mayoras explotadas (Carvacho, 2011:20).

    Esta oligarqua fue heterognea: antiguos

    mantuanos, militares de la independencia

    enriquecidos con tierras y comerciantes

    ligados al abastecimiento del estado fueron

    sus representantes. Las diferentes facciones

    oligrquicas, de posiciones irreconciliablesentre s, ganaron el gobierno en sucesivas

    oportunidades. Desde 1831, Jos A. Pez,

    seguido por los residentes Jos Mara

    Vargas y Carlos Soublette establecieron

    medidas ultraliberales que beneciaron a la

    burguesa comercial.

    Fue la poca del Partido Conservador o

    Colorado que se prolong hasta 1846.

    Esta situacin inaugur una temprana

    lucha federalista, cuando los jefes militares

    exigieron el control de sus territorios y sus

    privilegios, disputando el poder al gobierno

    central (Carvacho, op. Cit.). Entre 1836 y

    1908 los enfrentamientos entre caudillos

    signaron la imposibilidad de fortalecer un

    gobierno central, mientras que explotaron

    su condicin de lderes locales para som-

    eter a los sectores populares.

    Conservadores y Liberales

    El Partido del General Pez garantiz eldominio Oligrquico Conservador en un

    marco de disputas entre regiones y gobi-

    erno central, enfrentando con escaso xito

    los avatares que el mercado mundial

    impona a esa economa exportadora. En el

    marco de la crisis, surgi un nuevo partido,

    el Liberal o Amarillo, que tuvo como

    vocero el peridico El Venezolano. Sudueo, Antonio Guzmn, encarn otro tipo

    de caudillo: civil e intelectual que inici

    alianzas con los lderes regionales con-

    trarios al fortalecimiento de la nacin.

    Pronto el Partido Amarillo canaliz el des-

    contento de otros agraviados como los

    sectores rurales de pequeos y medianos

    propietarios despojados de sus tierras,campesinos y peones y los comerciantes

    menores que haban perdido

    sus circuitos de mercados agropecuarios

    (Carvacho, op. Cit.).

    El siglo XIX asisti a los enfrentamientos

    entre la oligarqua conservadora y la liberal

    con mayor xito para los primeros cuando

    se produjo el triunfo de Jos Tadeo Mona-

    gas, candidato paecista (Domnguez y

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    Franceschi, op. Cit.). Sin embargo Monagas

    se ali con los liberales, fortaleciendo el

    poder ejecutivo, sometiendo al Parlamento,

    mayoritariamente conservador y convo-

    cando lderes

    liberales como Guzmn. Su gobierno y el de

    su hermano por su condicin autoritaria,

    fueron llamados la dinasta de los Monagas.

    Su red de alianzas hizo abortar todos los

    levantamientos de los conservadores, al

    tiempo que modernizaron al pas, abo-

    liendo la esclavitud, entre otros logros. No

    obstante, algunos liberales desplazados ylos conservadores, optaron por el golpe a

    una corrupta repblica y tuvieron xito

    cuando eligieron a un lder desconocido

    llamado Julin Castro que inaugur una

    nueva etapa de conciliacin bajo el lema:

    unin de los partidos y olvido del pasado.

    El experimento tuvo poca vida ya que su

    nueva constitucin, que reeditaba el rgi-men centralista de 1830, le rest rpida-

    mente las simpatas de sus aliados liberales

    que entre 1859 y 1863 organizaron la

    Guerra Federal, que vino a conjurar sin xito

    las rivalidades entre centralistas y federalis-

    tas acuadas desde 1811.

    La guerra vio n con el Tratado de Coch en

    1863 que inaugur un nuevo perodoliberal aunque signado por los conictos

    nunca acabados con los conservadores

    pero sobre los cuales, la constitucin de

    1863 puso cierto barniz de estabilidad

    cuando form los Estados Unidos de Ven-

    ezuela, aunque una nueva revolucin, la

    Azul, liderada por Jos T. Monagas acab

    con el gobierno liberal para perderse nue-

    vamente la estabilidad cuando estall otra

    revolucin, la de Abril de 1870.

    Esta ltima, inaugur una nueva etapa, la

    Regeneracin Nacional, bajo la exclusiva

    direccin del partido Liberal Amarillo, una

    forma autoritaria para la transformacin del

    pas que no logr aplacar viejos males

    como el regionalismo, la pobreza, las

    enfermedades endmicas, el analfabetismo,

    la corrupcin y los negociados econmicos.

    En los treinta aos que dur el poder de los

    liberales amarillos, el partido se fragment

    en mltiples grupos personalistas mientras

    los conservadores fueron casi aniquiladospolticamente (Carvacho, op. Cit.). Durante

    estas dcadas y en coherencia con el posi-

    tivismo imperante a nes del siglo XIX, se

    trabaj para modernizar el pas y lograr un

    orden y estabilidad permanentes: obras de

    infraestructura y de servicios pblicos que

    siguieron el ejemplo de las ciudades euro-

    peas, el estmulo (de alcance muy limitado)al desarrollo de la educacin, la ciencia y el

    arte por parte de un estado laico y anticleri-

    cal quitndole a la Iglesia Catlica sus tradi-

    cionales espacios de control e inuencia. A

    su vez apunt a consolidar la economa

    agroexportadora. Se sancionaron dos Con-

    stituciones: la de 1874 que estableci entre

    otras reglas el sufragio directo pero nosecreto, el perodo presidencial de dos aos

    y la no reeleccin inmediata; y la Con-

    stitucin de 1881, o Constitucin Suiza que

    estableci un Consejo Federal, electo por el

    Congreso y constituido por un Senador y

    un Diputado por cada uno de los nueve

    Estados y un Diputado por el Distrito Fed-

    eral, formando un rgano que elega alPresidente de la Repblica escogindolo de

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    entre sus miembros (Domnguez y Franc-

    eschi, op. Cit.).

    La administracin liberal sobrevivi hasta

    1899 cuando otros lderes alejados del

    poder organizaron la Revolucin Liberal

    Conservadora e iniciaron una nueva etapa

    en la historia venezolana.

    De la Venezuela agroexportadora a la

    Venezuela petrolera: los comienzos

    El siglo XX inici en Venezuela con la dicta-

    dura de Cipriano Castro y continu con lagomecista.

    Durante casi la mitad del siglo se alent una

    economa monoproductora, atenta al mer-

    cado mundial aunque ya no productora de

    caf sino de petrleo. El pas agropecuario y

    rural devino en extractivo y urbano e incre-

    ment y estabiliz los ingresos por exporta-

    ciones. La modernizacin autoritariaimplic la erradicacin del caudillismo y la

    legitimacin de las Fuerzas Armadas; se

    cre un ambiente propicio para la tranquila

    y estable explotacin petrolera por parte de

    los trusts extranjeros que impusieron a su

    favor beneciosas condiciones.

    El gobierno de Castro reimprimi una

    nueva constitucin de carcter centrali-zado, dirigida a fortalecer y concentrar el

    poder en el presidente, elimin las

    autonomas, el Consejo de Gobierno y el

    sufragio universal y directo, limit el poder

    del Congreso y de los juzgados, nalmente

    elev el perodo presidencial a seis aos.

    Una de sus disposiciones ms polmicas

    fue el desconocimiento de la deuda externa

    generada antes de 1899 dando un golpe a

    muchas compaas extranjeras y a sbditos

    de otras naciones.

    La marcada postura antiimperialista del

    presidente Castro le cost en 1903, el

    enfrentamiento con la Revolucin Liberta-

    dora, la ltima sublevacin caudillista tradi-

    cional. Su lder, Manuel Antonio Matos, un

    reconocido banquero recibi el apoyo y

    subsidio de las empresas extranjeras, princi-

    palmente de la exportadora norteameri-

    cana de asfalto, la New York Bermdez

    Company, pues el gobierno les haba anu-

    lado la concesin realizada durante el gobi-erno liberal de Guzmn Blanco (Domnguez

    y Franceschi, op. Cit.).

    Mientras esto ocurra el rgimen sufri el

    bloqueo naval del Reino Unido, Alemania e

    Italia, principales potencias afectadas por

    las medidas castristas. El trasfondo del

    episodio eran las ambiciones imperialistas

    de estas potencias sobre los paseslatinoamericanos. La defensa de la sober-

    ana y de la integridad venezolana signic,

    paradjicamente, la intromisin de los

    Estados Unidos como mediador para

    resolver el conicto (Nbrega, 2011). Ven-

    ezuela fue centro de disputa dentro del

    conicto interimperialista del momento,

    dando comienzo a una etapa caracterizadapor la tutela e injerencia del imperialismo

    norteamericano. El gobierno de Castro

    naliz con un nuevo golpe de estado por

    parte de su vicepresidente, Vicente Gmez.

    La dictadura gomecista (1908-1935) habil-

    it la intervencin norteamericana y se

    reconocieron y reestablecieron los contra-

    tos y concesiones realizadas a las empresasextranjeras que haban sido afectadas

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    durante el gobierno de Castro. Este rgi-

    men se mantuvo por treinta aos en el

    poder gracias al apoyo otorgado por parte

    de los empresarios ya que pues les garan-

    tizaba la estabilidad poltica, econmica y

    social. Mediante el establecimiento del

    terror, desplegado por un Ejrcito Nacional

    fortalecido y leal, y con el apoyo de las

    fuerzas estadounidenses y europeas, con-

    trol y aplast a toda la oposicin. En

    1914 sancion otra Constitucin que per-

    mita la reeleccin presidencial y la dura-

    cin de siete aos del mandato, plasmandosu inters continuista y dirigido a reforzar el

    poder del Ejecutivo. De esta manera

    Gmez, hacia 1922, consolid su poder de

    forma tal que deriv en la dictadura petrol-

    era (Domnguez y Franceschi, op. Cit.:273).

    La era del petrleo, fue mrito de Castro y

    Gmez que batieron records de conc-

    esiones a las empresas petroleras extran-jeras, principalmente de los Estados Unidos

    de Amrica, Inglaterra y Holanda. Para

    1919, las haciendas de caf y cacao fueron

    abandonadas y los pozos de petrleo

    comenzaron a poblar el lago Maracaibo.

    Venezuela dejaba de ser un pas agroexpor-

    tador para convertirse en una regin estra-

    tgica a los intereses norteamericanos.En 1920 se sancion la primera Ley de

    Hidrocarburos y Dems Minerales Combus-

    tibles. Su nalidad era evitar establecer

    tasas e impuestos a la actividad petrolera

    (Ramrez Colina, 2007:19).

    Esta primera ley fue reformada en 1922 a

    favor de las empresas extranjeras. La explo-

    tacin del petrleo llev a la ocupacin de

    nuevos territorios y a la dinamizacin de las

    ciudades incentivando la movilizacin

    poblacional, lo cual fue acompaado y

    favorecido por el desarrollo de obras de

    infraestructura, principalmente viales, por

    parte del Estado que extendi su cobertura

    y se fortaleci gracias a los ingresos genera-

    dos por la renta petrolera. A su vez per-

    mitan la comunicacin con Caracas que era

    el centro poltico y administrativo del pas,

    ampliar y desarrollar el mercado nacional,

    facilitar las exportaciones, y la movilidad

    entre el campo y la ciudad.

    En vsperas de la crisis econmica de 1929,un grupo de jvenes conformaron la Gener-

    acin del Veintiocho: Jvito Villalba, Andrs

    Eloy Blanco, Rmulo Betancourt, Ral Leoni,

    Elas Toro, entre otros, comenzaron a

    pugnar por el n del gobierno de Gmez. El

    movimiento vino a ocupar el lugar de rep-

    resentacin de una oposicin, agotada y

    agobiada por el autoritarismo yentreguismo del presidente. La insurreccin

    estudiantil de 1928 despert a la organi-

    zacin de los distintos frentes que se

    oponan a la dictadura, integrados por

    aqullos que estaban dentro como fuera

    del pas. De esta manera se impuso una

    forma de lucha novedosa mediante ideas y

    discursos, de carcter colectivo y urbanovisibilizando un nuevo actor social: los

    estudiantes (Nbrega, 2011:27).

    Gmez reaccion modicando nueva-

    mente la Constitucin en la que se prohibi

    todo tipo de propaganda comunista. Esta

    dictadura de 27 aos termin en 1935 con

    la muerte del ya enfermo y anciano Juan

    Vicente Gmez. En ese momento, los recla-mos de la sociedad a favor de una apertura

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    democrtica se multiplicaron.

    Transicin a la democracia

    En la dcada de 1940, la lucha por el control

    del petrleo gener golpes de Estado,

    enfrentamientos armados y asesinatos

    polticos, dndole al pas un clima de caos

    institucional. Con la muerte de Gmez se

    inici un perodo marcado por la movili-

    zacin de distintas fuerzas populares. Toda

    esta dinmica poltica y social supuso el

    enfrentamiento entre los herederos delgomecismo y la vanguardia poltica que

    organiz los partidos de masas.

    Con la muerte de Juan Vicente Gmez, el

    General Lpez Contreras, quien era Ministro

    de Guerra y Marina, fue designado Encar-

    gado del Poder Ejecutivo hasta 1936

    cuando result electo. Con su gobierno se

    comenz la transicin hacia la democracia.Sin embargo, los intentos de avance en este

    sentido estuvieron limitados por el mar-

    cado anticomunismo. Ms tarde, la Doctrina

    de Seguridad Nacional y el discurso legiti-

    mador de la Iglesia Catlica, se unieron para

    combatir todo tipo de accin, movilizacin,

    insurreccin y pensamiento de izquierda

    (Torres Iriarte, 2011). El gobierno se ocupde desalentar la representacin de grupos

    de izquierda a travs de un aparato legal

    que impeda la organizacin de partidos.

    Sin embargo, la clandestinizacin de los

    partidos polticos no hizo ms que generar

    su orecimiento y de toda forma de

    expresin y movilizacin poltica contra el

    rgimen (Snchez, 2011). Los lderes polti-

    cos de la Generacin del 28 resurgieron y se

    les sumaron los obreros en la demanda por

    la democracia y la ampliacin de derechos

    laborales.

    Desde mediados de los treinta, se haba

    lanzado el Programa de Febrero, que inclua

    la restitucin de las garantas constitucion-

    ales, la normalizacin y restablecimiento de

    un rgimen de legalidad en todas las

    instituciones pblicas, la higiene pblica y

    asistencia social, el desarrollo de las vas de

    comunicacin, la implementacin de polti-

    cas educativas para erradicar el analfabet-

    ismo, la creacin del Banco Central de Ven-ezuela para organizar las nanzas locales, la

    reorganizacin del Ministerio de Agricultura

    y Cra a n de programar y preparar el

    terreno para una posterior Reforma Agraria

    y la implementacin de medidas protecci-

    onistas para el desarrollo de la produccin

    agropecuaria postergada por el auge

    petrolero. A partir de 1938, el gobiernovenezolano plante una reforma radical del

    rgimen legal petrolero. El objetivo era

    hacer que el Estado, como representante de

    la nacin, fuera el ms favorecido en el

    negocio petrolero (Ramrez Colina, op. Cit.).

    A pesar de los intentos de modernizacin

    ciudadana y econmica, el gobierno no

    reconoci los logros electorales de lospartidos de la oposicin ni permiti la

    legalizacin de los partidos polticos

    democrticos expulsando del pas a sus

    lderes "por estar aliados a doctrinas

    marxistas" (Snchez, op. Cit.:32).

    Para las elecciones presidenciales de 1941,

    el favorito de Lpez Contreras fue el Gen-

    eral Isaas Medina Angarita quien resultelecto presidente sin muchas sorpresas.

    11

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    Durante su gobierno se realizaron reformas

    a n de profundizar el proceso de democra-

    tizacin, y promulg una Ley de Hidrocar-

    buros en 1943 que fue negociada con las

    empresas extranjeras, restringiendo la

    participacin de las multinacionales, fortal-

    eciendo la potestad del Estado y unicando

    los criterios jurdicos, administrativos y

    tcnicos de las concesiones.

    En 1941, se cre la Accin Democrtica

    (AD), liderada por Rmulo Betancourt y

    Rmulo Gallegos, quienes le dieron un

    lineamiento socialdemcrata, progresista ypoliclasista a favor de la democracia. El

    partido creci de forma tal que se concibi

    como una posibilidad real de alternativa

    poltica (Domnguez y Franceschi, op. Cit.).

    Paralelamente se consolid el partido

    ocialista o medinista denominado Par-

    tido Democrtico Venezolano (PDN). Por

    primera vez despus de muchos aos nohaba presos polticos ni exiliados. Con las

    reformas constitucionales se haba estable-

    cido el sufragio directo de diputados y

    senadores y extendi este derecho hacia las

    mujeres. Tambin se organiz la burguesa

    nacional a travs de la Federacin de

    Cmaras y Asociaciones de Comercio y

    Produccin (FEDECAMARAS). Al interior delas Fuerzas Armadas, se organiz la Unin

    Patritica Militar decididos a establecer un

    gobierno nacional y honrado. Esta coincidi

    con AD y efectuaron un golpe de Estado en

    octubre de 1945 y conformaron una Junta

    Revolucionaria presidida por Rmulo

    Betancourt. La Junta decidi mejorar los

    mrgenes en la captacin de la renta

    petrolera aunque no imagin transforma-

    ciones para los desposedos. Este nuevo

    gobierno fue aplaudido por una sociedad

    agobiada por las restricciones a sus liberta-

    des y derechos. Los partidos de izquierda,

    las organizaciones estudiantiles, los sindica-

    tos de obreros e incluso los sectores empre-

    sarios le dieron su apoyo.

    Una nueva Constitucin en 1947 se carac-

    teriz por incorporar novedosos elementos

    en materia social y poltica al garantizar los

    derechos econmicos y sociales de la clase

    obrera y del campesinado y se estableca

    que el pueblo, a travs del voto directo,universal y secreto de los mayores de 18

    aos, era el nico que poda escoger a sus

    gobernantes y representantes.

    Se garantizaba el derecho a la sindicali-

    zacin y a la huelga, se garantiza el salario

    mnimo y el derecho a las prestaciones

    sociales. El Estado se atribua el derecho a

    "planicar la economa" y se estipulaba elantimonopolio, restringiendo algunas

    libertades y derechos econmicos, particu-

    larmente de las patronales, a favor del

    inters colectivo (Domnguez y Franceschi,

    op. Cit.:324).

    Regida por esta constitucin, en diciembre

    de 1947 se celebraron los comicios

    resultando electo Rmulo Gallegos, peroantes de que terminara ese ao se produjo

    un golpe de militar que lo derroc y con-

    stituy una nueva Junta de Gobierno pre-

    sidida por Carlos Delgado Chalbaud. Esta

    Junta derog la Constitucin de 1947 y se

    dedic a perseguir y reprimir a los lderes

    de AD y de

    todos los partidos opositores. Las FuerzasArmadas tambin fueron vigiladas por los

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    cuerpos de seguridad, reprimiendo a aquel-

    los subversivos dentro de las fuerzas.

    En 1950 el nuevo gobierno, censur las

    publicaciones peridicas; ante la huelga del

    1 de mayo de los obreros petroleros

    disolvi los sindicatos obreros del rubro y

    decret la disolucin de Partido Comunista

    y A.D.

    El proyecto del gobierno militar y de la

    burguesa consista, por un lado, en propi-

    ciar un alto comercio de importacin,

    expandir la infraestructura nanciera, la

    banca comercial y en aumentar los servi-cios, mientras por el otro, se trataba de

    incidir en el sector agrcola, con un criterio

    capitalista implantando medidas tendi-

    entes a realizar reformas profundas en las

    formas de tenencia de la tierra. La burgue-

    sa, aliada con estos capitales extranjeros,

    lucr con las posibilidades que le ofreci la

    dictadura, valindose del Estado y de sucapacidad promotora para constituir espa-

    cios seguros para la inversin.

    Los comicios planicados para 1952 se

    realizaron bajo las presiones de un clima

    fuertemente represivo. Los partidos legales,

    COPEI, U.R.D, Partido Socialista Venezolano,

    pudieron realizar sus campaas polticas y

    participar de las elecciones con relativalibertad aunque los resultados de las vota-

    ciones fueron manipulados a favor de uno

    de los integrantes de la Junta Militar,

    Marcos Prez Jimnez. A partir de 1953, el

    nuevo presidente implant una dictadura y

    tanto la prensa como las radios fueron

    totalmente censuradas. Se ilegalizaron los

    sindicatos y se abrieron crceles inhu-

    manas. Mientras, la oposicin perseguida

    haba pasado a la clandestinidad y desde

    all organizaba resistencias populares con-

    cretadas en la Junta Patritica, frente multi-

    partidista que logr fortalecer la lucha

    clandestina en todo el pas (Snchez, op.

    Cit.). La corrupcin y la represin del gobi-

    erno de Prez Jimnez coadyuvaron para el

    crecimiento del frente al cual se sumaron

    los militares progresistas, estudiantes, parti-

    dos democrticos y trabajadores. Final-

    mente, en enero de 1958, el clima fue de tal

    intensidad que el movimiento cvico militar

    oblig al presidente a abandonar no slo sucargo sin el pas (Snchez, 2011 y Nbrega,

    2008).

    Venezuela y la democracia del Punto Fijo

    La conspiracin tuvo xito y provoc la

    huida del dictador tras la cual se conform

    una Junta de Gobierno presidida por elContralmirante Wolfgang Larrazbal. Inme-

    diatamente realiz una serie de medidas

    tendientes a restituir la democracia.

    Caldera y Betancourt, lderes de COPEI y AD

    respectivamente, trajeron desde los Estados

    Unidos un proyecto de democracia depen-

    diente. A travs de la instalacin de este

    proyecto llamado Pacto de Punto Fijo, seestableci un acuerdo de gobernabilidad

    entre los partidos polticos destinado a

    cerrar el paso al avance de corrientes

    nacionalistas y populares y al peligro

    comunista. Como consecuencia, Rmulo

    Betancourt, Rafael Caldera y Jvito Villalba

    por Unin Republicana Democrtica (URD)

    se comprometieron a estabilizar el rgimendemocrtico y a gobernar cooperando

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    conjuntamente, sin importar cul de ellos

    ganara las elecciones. El PCV, qued segre-

    gado de este pacto y asumi la lucha

    armada as como el Movimiento de Izqui-

    erda Revolucionaria (MIR), desprendimiento

    de AD.

    En las elecciones de 1958, gan Rmulo

    Betancourt asumiendo en 1959. Con l se

    inici una etapa de gobiernos democrticos

    regidos por el Pacto de Punto Fijo. Su gobi-

    erno comenz con una crisis econmica y

    como consecuencia se implementaron

    medidas como la devaluacin de lamoneda, la reduccin de un 10% de los

    salarios y una poltica proteccionista

    dirigido a sustituir las importaciones. Otro

    avance fue la sancin de una nueva Con-

    stitucin en 1961, la cual recuperaba los

    principios democrticos de la de 1947 que

    haba sido derogada durante el gobierno

    del dictador Prez Jimnez (Domnguez yFranceschi op. Cit.).

    De esta manera se consolidaba el sistema

    poltico bipartidista en manos de AD y

    COPEI. El gobierno de Caldera (1969-1974),

    al legalizar al PCV y al MIR, pudo aplacar la

    accin guerrillera y encauzarla a travs de

    las vas institucionales, pese a que algunos

    frentes guerrilleros siguieron actuandohasta mediados de la dcada de 1970. En

    concordancia a este proceso de paci-

    cacin,

    el gobierno elabor la Reforma de la Ley de

    Universidades con la cual se coartaba la

    autonoma universitaria y se cercenaban los

    derechos del profesorado y el estudiantado.

    Mientras la poltica rentista del petrleo se

    aanzaba tambin lo haca la democracia

    dependiente.

    La agricultura fue abandonada y descui-

    dada a favor de una economa puramente

    petrolera, dependiendo de las importa-

    ciones de los dems productos para abas-

    tecerse.

    Un importante avance hacia la recuper-

    acin del pas de sus riquezas fue la nacion-

    alizacin de la industria del hierro, anun-

    ciada en mayo de 1974, y un ao ms tarde

    el gobierno introdujo en el Congreso el

    Proyecto de Ley de Nacionalizacin de la

    Industria Petrolera, que signic el controlde la industria por parte de un reducido

    grupo de empresarios. Naci PDVSA, y con

    ella la meritocracia petrolera que control

    de manera corrupta y en benecio propio la

    renta del petrleo. Como consecuencia se

    implement un rgimen cuya fachada de

    democracia participativa en realidad

    restringa la participacin poltica y de losbenecios econmicos del pueblo, ya que

    ambos derechos quedaban en manos de

    una minora.

    En 1989 asumi la presidencia por segunda

    vez Carlos Andrs Prez (1989-1993). Inme-

    diatamente anunci un paquete de medi-

    das econmicas de fuerte corte neoliberal,

    incorporadas dentro del Plan de AjusteEconmico: la liberacin de las importa-

    ciones, eliminacin de los controles de

    cambios y de precios, privatizacin de las

    empresas no estratgicas, aumento del

    precio de la gasolina, congelacin de sala-

    rios, reduccin del Estado as como del

    gasto pblico. Este plan econmico se

    contradeca con lo propuesto durante sucampaa electoral y someta a los todo el

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    pas a los mandatos del FMI a cambio de la

    renanciacin de la deuda externa. El 27 de

    febrero de 1989 sali el pueblo a protestar

    contra las medidas neoliberales y contra la

    democracia puntojista provocando un

    episodio conocido como el Caracazo. El

    gobierno recurri al Ejrcito para reprimir el

    levantamiento dejando de cientos (segn

    cifras ociales) a miles de muertos y de

    heridos.

    El 4 de febrero de 1992 se produjo un

    intento de golpe de Estado por parte de un

    movimiento cvico-militar nacionalista,patritico y progresista de las Fuerzas

    Armadas, denominado Movimiento Boli-

    variano Revolucionario 200 (MBR-200),

    encabezado por el Teniente Coronel Hugo

    Chvez. El intento fracas y decenas de

    personas murieron, pero la popularidad de

    Chvez creci de manera tal que ste,

    desde la crcel, impuls su movimientopoltico.

    El pueblo venezolano vio en esta insurrec-

    cin, la continuacin de su lucha iniciada

    tres aos antes con el Caracazo y sali nue-

    vamente a las calles, haciendo uso de su

    soberana, para que Chvez fuera liberado.

    En este sentido la movilizacin popular

    puso en evidencia la profunda crisis institu-cional que atravesaba a las Fuerzas Arma-

    das venezolanas, el desprestigio de los

    partidos polticos y del bipartidismo y el

    derrumbe de la imagen internacional del

    sistema poltico venezolano. El impacto de

    la insurreccin fue tan fuerte que ms all

    de su fracaso militar, el MRB 200 comenz a

    sumar apoyo popular y poltico, y a elaborar

    una estrategia para tomar el poder medi-

    ante el voto popular que le permiti a Hugo

    Chvez obtener una victoria abrumadora

    en las elecciones presidenciales de 1998

    (Burgos, 2012).

    La Revolucin Bolivariana

    Hugo Chvez, capitaliz su popularidad e

    inici su campaa poltica para acceder al

    poder en 1998. A tal n form su propio

    partido llamado Movimiento V Repblica y

    logr el apoyo de una coalicin de izqui-

    erda llamada Polo Patritico. En respuesta aello los partidos AD y COPEI se aliaron

    contra el nuevo contendiente electoral,

    postulando un solo candidato: Henrique

    Salas Rmer. El triunfo de Chvez con el

    56,20% de los votos, signic una ruptura

    del sistema bipartidista puntojista que

    rega desde 1958.

    Venezuela se presentaba para ese mo-mento con alarmantes niveles de pobreza,

    desempleo, consumo y trco de drogas y

    una industrializacin raqutica y dependi-

    ente de la extraccin minera, fundamental-

    mente petrolera. Chvez comenz pronta-

    mente la transformacin poltica a travs de

    la convocatoria del pueblo soberano que se

    expresara mediante el referndum.En todos los espacios posibles a lo largo y

    ancho del pas, se abrieron los debates

    sobre la construccin de una nueva

    Repblica basada en los principios bolivari-

    anos que reconoca por primera vez los

    derechos de los pueblos indgenas y el

    derecho de los ciudadanos a vivir en un

    ambiente sano y ecolgicamente equilib-

    rado.

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    En el ao 2000, se inici una poltica petrol-

    era tendiente a recuperar la soberana

    nacional.

    Para tal n promulg en 2001 la Ley

    Orgnica de Hidrocarburos que j el 30%

    de regala para la explotacin de petrleo,

    incrementando la contribucin scal. El

    Estado se reservaba el derecho a scalizar la

    estructura de costos en las distintas fases

    del negocio petrolero. Se crearon empresas

    mixtas que contemplan una participacin

    mnima del 51% del Estado venezolano en

    el negocio petrolero. Las empresas petrol-eras debieron cancelar los impuestos y

    someterse a las leyes laborales nacionales.

    Como resultado, el Estado recuper la

    soberana sobre el petrleo obteniendo

    una participacin real mayor a 80% en el

    negocio del producto (Travieso, 2011).

    El apoyo a las polticas chavistas provino de

    los sectores populares, invisibilizados porcientos de aos. En este sentido las clases

    media y alta se plantearon como opositoras

    al gobierno, el cual tuvo que enfrentarse a

    grandes crticas surgidas por su poltica

    internacional, especialmente por aliarse con

    los pases petroleros de Medio Oriente y

    con la Cuba de Fiel Castro, lo que le augur

    una fuerte oposicin por parte de EstadosUnidos.

    Los primeros cinco aos de gobierno de

    Chvez estuvieron plagados de levantami-

    entos de la oposicin, negada a aceptar los

    cambios. Entre diciembre de 2001 y abril de

    2002 hubo intentosde desestabilizacin sin

    xito. La oposicin se reuni en torno al

    presidente de FEDECAMARAS, Pedro Car-

    mona, mximo dirigente de los sectores

    empresariales venezolanos, quien se

    autoproclam presidente tras haber

    secuestrado a Chvez. Esta oposicin

    poltica, conformada principalmente por las

    grandes cmaras empresariales y los

    grandes medios de comunicacin privados,

    exigi convocar a un referndum para

    sacarlo del poder. Como consecuencia, en

    2004 Chvez fue raticado en su cargo.

    Los fallidos intentos de la oposicin por

    derrocar a un gobierno popular, redirigi-

    eron la poltica de Chvez hacia el social-

    ismo, rotundamente antiimperialista, esta-bleciendo una democracia revolucionaria,

    enmarcndose de esta manera dentro de lo

    que es el socialismo del siglo XXI y agudi-

    zando los ataques contra los Estados

    Unidos.

    Desde 2003 y como resultado de obras

    pblicas como la construccin de hospi-

    tales, y de misiones alfabetizadoras como laMisin Robinson, las cifras de pobreza y

    mortalidad infantil redujeron y se resta-

    blecieron los servicios pblicos de salud y

    educacin, tras considerarse en derechos

    sociales mnimos y bsicos. Asimismo, el

    Estado recuper la propiedad de diversas

    industrias y recursos estratgicos, entre

    ellos el petrleo. En el mbito latinoameri-cano, el gobierno de Chvez promovi el

    rechazo al ALCA, logr la incorporacin de

    Venezuela al Mercosur y su participacin en

    la formacin del UNASUR. De esta forma se

    inici la formacin de un fuerte frente

    regional contra los embates de los Estados

    Unidos.

    En diciembre de 2007 y octubre de 2012

    Hugo Chvez fue reelecto como presidente

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    Venezuela, dando continuidad al proyecto

    bolivariano. El 5 de marzo de 2013, uno de

    los lderes populares ms inuyentes del

    continente, falleci tras luchar contra el

    cncer.

    BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

    BURGOS, Andrs, Perl de un estallido rebelde (1982-1992), en Revista Memorias de Venezuela, N24, pp. 23-26, febrero de2012.

    CAMEJO, Jess Alberto, Vaivenes de una explotacin agrcola. El caf en la Venezuela del siglo XIX, en Revista Memorias deVenezuela, N23, pp. 17-19, diciembre de 2011.

    CARVACHO, Rodrigo, Las luchas campesinas 1830-1847, en Revista Memorias de Venezuela N21, pp. 20-25, agosto de 2011.

    Domnguez, Freddy y Franceschi, Napolen, Historia General de Venezuela. Versin electrnica, 2010, Caracas.

    Figuera, Ernesto y Valderrama, Dayanna, Los Gires, guerrillas a favor del Rey (1821-1828), enRevista Memorias de Venezuela, N21, pp. 17-19, agosto de 2011

    Nbrega, Enrique, Los sectores populares han dado importancia al petrleo, en Revista Memorias de Venezuela, N23,pp.23-26, diciembre de 2011.

    Nbrega, Enrique, Revista Memorias de Venezuela, N1, enero de 2008.

    Ochoa, Neller Ramn, Boves y la guerra de colores, en Revista Memorias de Venezuela N21, pp. 13-16, agosto de 2011.

    Ochoa, Neller Ramn, Economa y conicto social en la independencia, en Revista Memorias de Venezuela, N23, pp. 15-16,diciembre de 2011.

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    Snchez, Simn Andrs, Las bases partidistas durante el perezmejismo, en Revista Memorias de Venezuela N21, pp. 30-32,agosto de 2011.

    Torres Iriarte, Alexander, El primer mandamiento: no sers rojo, en Revista Memorias de Venezuela, N18, pp. 28-30 febrerode 2011.

    Travieso, Fernando, La refundacin bolivariana del petrleo, en Revista Memorias de Venezuela, N23, pp.27-29, diciembre de 2011.

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    Introduccin

    Reexionar en torno a la gura de Hugo

    Chvez, y el proceso poltico que lider en

    la Repblica Bolivariana de Venezuela, es

    una tarea harto compleja en funcin de lo

    reciente de los acontecimientos y procesos

    que aun est transitando esta nacin en

    trminos polticos. En este trabajo, medi-

    ante una perspectiva histrica, se ponen en

    relieve algunos aspectos del devenir

    histrico venezolano durante el siglo XX,

    que aportan a la compresin del Chav-

    ismo.

    Asimismo, creemos que es posible adquirir

    una visin de conjunto ms amplia si

    entendemos el modo en que Venezuela se

    encuentra posicionada al momento de

    insertarse en la modernidad durante el

    siglo XX, principalmente teniendo en

    cuenta la conguracin de su Estado-

    Nacin, como algunos de los procesossocialmente inclusivos iniciados a mitad de

    siglo que se vieron truncados por golpes

    militares. De este modo, se pretende apor-

    tar a la contextualizacin de este fen-

    meno, en el proceso histrico venezolano

    del siglo XX; para ello apelamos a la utili-

    zacin de algunos de los aspectos desarrol-

    lados en nuestro Trabajo Final de la Licen-ciatura en Historia (UNC).

    La trayectoria de Rmulo Gallegos, reejada

    en sus obras literarias, as como en su rol

    polticointelectual, al margen de su breve

    desempeo como presidente de Venezuela

    entre el 15 de febrero y el 24 de noviembre

    de 1948, representa una opcin pertinente

    para el anlisis de la funcin que cumpli-

    eron los intelectuales en la construccin delEstado moderno venezolano. Esto es as

    porque Gallegos fue un destacado protago-

    nista de su tiempo, tanto desde su desem-

    peo como docente en el Liceo Caracas, as

    como por su dinmica actividad poltica,

    pero por sobre todas las cosas debido a que

    su obra literaria reeja las tensiones y con-

    tradicciones del territorio donde le tocdesenvolverse, adquiriendo por esto

    mismo, gran visibilidad como escritor y

    narrador de su tiempo entre sus conciu-

    dadanos. Asimismo el autor, sostuvo un

    discurso poltico inclusivo, que pretenda

    una ampliacin de la ciudadana,

    resultando un caso pertinente para acercar-

    nos a comprender algunas de las polticaschavistas.

    Es necesario dejar de lado las visiones esen-

    cialistas que denen a estos fenmenos en

    forma absoluta, recuperando la visin que

    reconoce su construccin particular en el

    devenir histrico, existiendo durante este

    18

    De Rmulo Gallegos a Chvez: procesos de ampliacin de

    ciudadana en la Venezuela del siglo XX

    Lisandro Angelini - Enrique De Goycoechea

    Licenciados en Historia, Escuela de Historia, Facultad deFilosofa y Humanidades, Universidad Nacional de Crdoba.

    4

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    proceso modicaciones y cambios, que

    vistos como una imagen no dan cuenta de

    cmo fueron construyndose en funcin de

    la realidad que atravesaban.

    En las prximas pginas, y para una mejor

    organizacin del trabajo, desarrollaremos

    en primer lugar, una descripcin de algunas

    particularidades del proceso de consoli-

    dacin del Estado-Nacin venezolano

    durante el siglo XX. En segundo trmino,

    abordamos algunos de los aportes de la

    obra literaria de Rmulo Gallegos que

    permitan poner en evidencia ciertos rasgos

    distintivos de la sociedad venezolana. Por

    ltimo, se rescatan del proceso electoral de

    Gallegos en la dcada del 1940, a partir de

    una dimensin histrica, elementos que

    aporten a la comprensin de Chvez, en

    tanto procesos polticos de ampliacin de

    ciudadana.

    Consolidacin tarda del Estado-Nacin

    venezolano

    Los estudios acerca del proceso de consoli-

    dacin del Estado-Nacin venezolano

    son escasos en la produccin historiogr-

    ca argentina; por el contrario, se observa

    que gran parte de las investigaciones aca-dmicas realizadas sobre el espacio ven-

    ezolano se han centrado en la etapa de la

    independencia y el perodo inmediata-

    mente posterior.

    De este modo, el pensamiento de Rmulo

    Gallegos, resulta de inters en la medida en

    que tiene proyeccin hacia las problemti-

    cas y procesos atravesados por otros Esta-dos Nacionales americanos, en cuanto a la

    exaltacin de los valores nacionales y la

    detraccin de los regmenes caudillistas. Al

    mismo tiempo, su obra adquiere dimen-

    siones protosociolgicas porque aporta

    conocimientos valiosos sobre la sociedad

    venezolana de la

    primera mitad del siglo XX.

    A lo largo de este apartado, desarrollare-

    mos entonces, algunas particularidades del

    proceso de consolidacin de dicho Estado-

    Nacin durante el siglo XX. Sostiene Oszlak,

    que al nivel de la generalidad, no es casual

    que orden y progreso hayan aparecido

    como las cuestiones centrales del perodo

    de formacin y consolidacin de nuestras

    naciones, pero en cierto modo, ni los prob-

    lemas del orden ni los del progreso

    terminaron por

    resolverse nunca . Slo lo fueron, continu-

    ando con este autor, en el sentido estricto

    de que con la intervencin protagnica delEstado, durante una etapa crucial de su

    historia, se eliminaron las resistencias a la

    implantacin de un sistema capitalista.

    A su vez, arma que con la consolidacin

    del Estado, Orden y Progreso tendieron a

    convertirse en tensiones permanentes del

    nuevo patrn de organizacin social. Al

    surgir dichas tensiones en mltiples cues-tiones no slo se pone de maniesto su

    renovada vigencia, tambin queda expre-

    sada la permanencia, a lo largo del siglo XX,

    de ciertas contradicciones fundamentales.

    En cuanto al espacio venezolano especca-

    5

    6

    5

    6

    7

    OSZLAK, Oscar, Formacin Histrica del Estado en Amrica Latina:elementos terico-metodolgicos para su estudio, Estudios CEDES, Vol. I, N3,1978.Ibdem, p. 25

    OSZLAK, Oscar, La formacin del Estado argentino (Orden, progreso yorganizacin social), Editorial Planeta, Buenos Aires, 1999.

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    20

    mente hablando, este mismo proceso que

    Oszlak describe para la Argentina en la

    segunda mitad del siglo XIX , en un pas

    como Venezuela, se produjo ms tarda-

    mente, ya que los atributos de estatidad

    que el autor describe y desarrolla se con-

    guraron durante la primera mitad del siglo

    XX, tal como podemos observar en la obra

    de Gonzlez Silva, quien seala que en

    dicho proceso tuvo mucho que ver la

    unidad poltica y econmica que se con-

    solid durante el rgimen dictatorial de

    Vicente Gmez, que aunque con marcados

    rasgos autoritarios, a partir de la

    explotacin petrolfera de la cuenca del

    Maracaibo, logr obtener los recursos

    econmicos y nancieros necesarios para

    desarrollar los atributos restantes, tales

    como la centralizacin del poder poltico, la

    consolidacin de un mercado interno y el

    monopolio del uso de la fuerza legal .Mientras el territorio argentino hacia la

    segunda mitad del siglo XIX, se presenta

    atravesado por tensiones, sobre todo

    porque no todos los actores polticos del

    momento perciben dicho espacio y a sus

    habitantes de la misma manera, y porque

    obviamente tampoco estaba vaco; el

    venezolano, siempre a travs de la percep-cin de Gallegos, aunque tambin se mani-

    este como una tierra dilapidada, desap-

    rovechada, a diferencia del argentino,

    muestra tensiones mucho ms exibles. Al

    comprobar que cada habitante tiene su

    propia voz, dentro de un relato literario que

    busca dar cuenta de una Venezuela que

    contiene en su interior una diversidadcultural que ya no puede ser desconocida y

    un drama histrico que tampoco puede

    seguir siendo desodo: el de los aborgenes

    venezolanos que bajo el rgimen de la

    encomienda o de la misin no hicieron sino

    perder vigor y la frescura de la condicin

    genuina, sometidos como braseros incon-

    scientes a un trabajo ajeno a sus necesita-

    des" , pero si aquello solamente le report

    la colonia, menos an y a veces peor le ha

    dado la Repblica .

    El espacio venezolano, del mismo modo

    que algunos otros americanos, aun cuando

    haya sido emancipado polticamente de la

    metrpoli hispnica, social y econmica-

    mente sufre las consecuencias de un pro-

    ceso independentista cargado de contra-

    dicciones y exclusiones; por ende, el ven-

    ezolano, aun en pleno siglo XX, puede ser

    entendido como un Estado incompleto. En

    sntesis, podemos armar que en los cuen-

    tos de Gallegos, se desarrollan de modoextenso, slidas convicciones pesimistas

    sobre la incertidumbre que se cierne sobre

    el futuro inmediato de Venezuela, Gallegos

    expresa su dolorosa conviccin de que la

    fuerza es el atributo principal de los triun-

    fadores en un medio primitivo como el

    venezolano; y que esa realidad per-

    manecer inmodicable mientras noacten aquellos factores que pueden trans-

    formarla: la educacin y la cultura .

    Para Gallegos, el fracaso venezolano era

    consecuencia de fundamentales errores

    7

    8

    9

    10

    11

    8 GONZALEZ SILVA, Milko Luis, Repensando las relaciones Estado-sociedad civilen Venezuela, Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales(ILDIS), Venezuela, 2011.

    9 GALLEGOS, Rmulo, Canaima, Biblioteca Letras del Exilio, Plaza y JansEditores S.A. 1 edicin, Barcelona, [1935], 1984, p. 174.

    10 Ibdem, p. 174.11 FAUQUI, Rafael, Bajo el signo de la decadencia (Un estudio del primer

    momento de la escritura de Rmulo Gallegos), en Espculo Revista deestudios literarios, Universidad Complutense de Madrid, N 38, 2008, p. 21.

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    que haban ido jalonando su historia:

    demasiados caudillos, demasiada sumisin

    de las masas ignorantes, demasiada incon-

    stancia, un gran potencial desaprovechado,

    y una enorme fuerza de voluntad desorien-

    tada y sin norte, tal como quedara expre-

    sado en palabras del autor: Ah tiene la

    historia de Venezuela: un toro bravo, tapao-

    jeado y nariceado, conducido al matadero

    por un burrito bellaco .

    En este apartado hemos reseado algunos

    aspectos, referidos a la consolidacin tarda

    del Estado Nacin venezolano en la primera

    mitad del Siglo XX, hemos sealado algu-

    nos aspectos materiales, referidos a la reali-

    zacin de atributos de estatidad tales como

    el monopolio del uso de la fuerza, la derrota

    de los poderes locales que se oponan al

    rgimen central, consolidacin de un mer-

    cado interno, etc., y asimismo hemos esbo-

    zado tambin, algunos de los problemasque se generaron en el plano simblico,

    encontrando dicultades para la instalacin

    de un proyecto hegemnico de Nacin. En

    las siguientes

    pginas, desarrollamos algunos de los

    aportes de la obra literaria de Rmulo Galle-

    gos, que permiten poner en evidencia

    algunos rasgos distintivos de la sociedadvenezolana.

    Rmulo Gallegos: hacia una nueva

    redenicin de la nacionalidad ven-

    ezolana

    Las ideas-fuerza de Gallegos de desarrollan

    a partir de la construccin discursiva dealgunas cciones orientadoras, siguiendo

    una tctica narrativa similar a la de algunos

    intelectuales americanos del siglo XIX,

    donde se intenta recongurar un espacio

    geogrco para disear una cartografa en

    la que luego toda una subjetividad

    colectiva debe insertarse a travs de la

    incorporacin de una subjetividad tam-

    bin previamente desarrollada .

    Empero, en la obra de Gallegos, tambin

    podemos identicar que algunas

    cciones orientadoras cumplen una fun-

    cin opositora en relacin a la forma en que

    es percibido el entorno socio-geogrco

    por muchos sectores de la lite letrada

    venezolana.

    Los relatos de Gallegos, reejan tambin los

    cambios que paulatinamente se fueron

    produciendo en la sociedad venezolana a

    medida que iban aanzndose ciertos

    atributos propios de un Estado moderno,

    tales como una profunda apertura del pasal mercado internacional luego del descu-

    brimiento de la cuenca petrolfera de Ma-

    racaibo, un relativo crecimiento del mer-

    cado interno, el surgimiento de partidos

    polticos modernos que reclamaban una

    mayor apertura democrtica y el desarrollo

    urbano de la sede del poder poltico cen-

    tral: Caracas.Venezuela, y que no podemos dejar de

    analizar y desarrollar si queremos entender

    mejor el modo en que un intelectual como

    Rmulo Gallegos perciba la reconstruc-

    cin de la nacionalidad venezolana a me-

    diados de la dcada de 1930, tal como lo

    8

    12

    13

    12 GALLEGOS, Rmulo, Canaima, op. Cit., p. 32.

    13 DE GOYCOECHEA, Enrique, ANGELINI, Lisandro, Estado-Nacin: visin y construccin conceptual desde el pensamiento de Domingo F. Sarmie-nto, en Anuario de la Escuela de Historia Vir tual, ao 3, nm.3, 2012, p. 125.

    14 FAUQUI, Rafael, op. Cit., p. 7.

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    podemos inferir a partir del contenido de

    sus textos. Frente a su diagnstico, postu-

    laba tambin algunas soluciones: la

    creacin de nuevos partidos polticos asen-

    tados sobre reales bases ideolgicas y

    propuestas programticas concretas. La

    otra gran propuesta de Gallegos, de funda-

    mental importancia segn ste para el

    porvenir venezolano, era transformar un

    sistema educativo tradicional inoperante y

    contrario a toda nalidad formadora de

    voluntades democrticas. Para tal n, segn

    el autor, los venezolanos deban ser innova-

    dores en sus hallazgos y logros. Por

    supuesto, que a raz de semejante audacia y

    sinceridad, la dictadura de Vicente Gmez

    no tard en clausurar la publicacin de la

    revista La Alborada. Una vez disuelta,

    comenz a escribir sus primeros cuentos

    para otra publicacin de la poca: El Cojo

    Ilustrado. En ellos, la voz de la ccin con-tinu la voz de la idea, sin embargo su

    propsito se mantuvo inalterado: testimoniar

    el pas.

    La difusin y la recepcin de las obras de

    Gallegos en un momento histrico crtico

    del estado venezolano, fue la responsable

    de la transmisin, a amplios sectores de la

    sociedad, de un epos fundacional enpleno siglo XX, donde el contenido

    cultural, tico y poltico del relato gallegui-

    ano pas a formar parte de una interpre-

    tacin representativa de la "identidad

    nacional venezolana de gran peso, ya que

    en el corpus novelstico de Gallegos, se

    encuentra presente un entramado social

    que pese a sus contradicciones cumple una

    funcin identitaria mediante la construc-

    cin de un epos/antiepos por parte del

    autor.

    Rmulo Gallegos, desde su rol como novel-

    ista que trataba de evocar las tensiones del

    contexto donde se desarrollaba su produc-

    cin intelectual, trabajaba por cierto desde

    parmetros axiolgicos y epistemolgicos

    occidentales. Sin embargo, al evocar a

    travs de una realidad ccional un conjunto

    de valores en conicto, el autor lo hace

    desde su admiracin por la diversidad

    cultural y la exuberancia geogrca de su

    Venezuela, rescatando el valor intrnseco de

    una sociedad enriquecida por la fusin de

    componentes

    europeos, indgenas, africanos y mestizos.

    De este modo, las viejas concepciones que

    interpretaban la realidad social

    latinoamericana como el genuino productode un continente enfermo, razonamiento

    que no se derivaba nicamente de la con-

    clusin de intelectuales como Le Bon de que

    la raza latina estaba degenerada, sino tam-

    bin de las crticas cientcas que predomina-

    ban contra la mezcla racial , quedaban

    seriamente cuestionadas por una lectura

    renovada, que reinterpretaba dicha reali-dad valorizando precisamente tal mezcla.

    No son pocos los pasajes de los relatos

    galleguianos en los que podemos apreciar

    dicha valorizacin. Por ejemplo, en Pobre

    Negro se alude una y otra vez a una raza

    postergada, que espera ser redimida de

    alguna manera por una Repblica naciente,

    que ha comenzado a sacudirse el yugo deun imperio invasor, opresor y esclavista. No

    15

    16

    14

    15 HALE, Charles, Ideas polticas y sociales en Amrica Latina, 1870-1930 enBETHELL, Leslie (ed.), Historia de Amrica Latina, 8. Amrica Latina: cultura

    y sociedad, 1830-1930, Editorial Crtica, Barcelona, 1991, p. 29.16 GALLEGOS, Rmulo, Pobre negro, Ed. Aguilar S.A., Madrid, [1937] 1958

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    obstante, al momento de alcanzarse la

    ansiada independencia de la joven nacin,

    las esperanzas de libertad, aun cuando se

    ven realizadas, rpidamente se frustran, al

    comprobar que la nueva Repblica ha

    dejado totalmente desamparado, y librado

    a su suerte al negro, esclavo que fue trans-

    portado en las sentinas de los barcos mer-

    cantes a las costas de una tierra extraa,

    pero por la que fue seducido, generacin

    tras generacin, hasta adoptarla como

    propia.

    Ciertamente, Rmulo Gallegos, a lo largo de

    su produccin literaria, se reere a las

    potencialidades desaprovechadas del pas,

    a la energa de los ros turbulentos que se

    pierde indefectiblemente al no poseer, en

    sus cauces, las represas y los diques que la

    contenga, a n de utilizarla para liberar las

    fuerzas del progreso venezolano. Los frutos

    que dan naturalmente las selvas y que al sermal explotados agravan la miseria del

    pueblo mientras engrosan unos pocos

    bolsillos, como en el caso del oro, el cacao y

    el purgo. Toda la naturaleza pareciera estar

    aguardando la hora de la planicacin y

    quizs por este motivo a Gallegos, del

    mismo modo que al personaje principal de

    Canaima, Marcos Vargas, le interese la geo-grafa viva, aprendida a travs del relato de

    los caucheros .

    Aun bien entrado el siglo XX, la tierra ven-

    ezolana aguarda un proyecto civilizatorio

    que la despierte del letargo expectante en

    el que todava se encuentra. No obstante,

    aunque sus pretensiones de progreso eran

    similares, a diferencia de otros proyectosamericanos, el de Gallegos tuvo muy en

    cuenta el margen de exibilidadanterior-

    mente mencionado respecto a las ten-

    siones que intentaba aliviar. Este rasgo le

    permiti expresar a travs de sus obras el

    deseo de ver progresar el desierto, sin

    necesidad de recurrir a vaciarlo previa-

    mente, tal como ocurri, por ejemplo, en la

    Argentina y en el Brasil durante las dos

    ltimas dcadas del siglo XIX. Es precisa-

    mente esta exibilidad la que le permite al

    autor explorar la identidad venezolana

    desde una ptica y perspectiva renovadas.

    Gallegos, de acuerdo con Mnica Marinone

    , al igual que sus personajes, se desplaza

    hasta los bordes del mundo conocido en

    bsqueda de los otros y se erige como

    mediador simblico entre distintos territo-

    rios y saberes. Con Canaima pone en

    cuestin los lmites del conocimiento fun-

    dado en la racionalidad moderna. Desde

    esta novela y tambin desde Doa Brbara, se desplaza hacia una zona fronteriza,

    como lo eran en ese entonces los llanos y

    las selvas, y desde all intenta congurar un

    nuevo centro fundante de otro orden.

    Por ende, la solucin propuesta por Galle-

    gos, detrs del formidable poder de met-

    fora de su narrativa, radica en la integracin

    de las diversidades culturales e identidades,en la construccin de un Estado moderno

    renovado. Este proyecto es el que pocos

    aos ms tarde tratar de llevar adelante

    como una propuesta poltica programtica,

    23

    18

    19

    17

    17 GALLEGOS, Rmulo, Canaima, op. Cit.,, p. 2018 MARINONE, Mnica, Rmulo Gallegos. Imaginarios de Nacin,

    Editorial El otro el mismo, Mrida, 2006.

    19 GALLEGOS, Rmulo, Doa Brbara, Ed. Stockcero, USA, [1929] 2009.

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    desde su participacin directa en Accin

    Democrtica y luego desde la presidencia,

    hasta el momento de su derrocamiento y

    posterior exilio. Derrocamiento que fue

    llevado a cabo fundamentalmente por el

    terror que inspiraba a los grupos domi-

    nantes de la sociedad venezolana las dsco-

    las masas que empezaban a hacerse visi-

    bles en los centros urbanos del pas, y las

    que comenzaban a amenazar la paz y el

    orden y la debilidad estructural de una

    burguesa que aun no encontraba la estabi-

    lidad institucional que necesitaba para su

    denitivo despegue.

    De Gallegos a Chvez: rescatando una

    dimensin histrica

    Es en una dimensin histrica que los fen-

    menos concretos pueden comprenderse

    acabadamente. Asimismo, se pretende quela visin histrica pueda aportar respuestas

    a la comprensin de los fenmenos

    sociales; de ello se desprende la posibilidad

    y necesidad de caracterizar un conjunto de

    ideas en el marco de un contexto histrico

    particular, recuperando la idea de que todo

    pensamiento es situado.

    Tanto el breve gobierno de Gallegos en ladcada de 1940, y el de Hugo Chvez Fras

    pueden ser considerados como procesos de

    ampliacin de ciudadana, al menos si nos

    atenemos a tres aspectos. En primer lugar,

    en ambos gobiernos se evidencia una

    mayor participacin electoral de la

    ciudadana, y particularmente la instalacin

    de un concepcin de la poltica que incluyea sectores, excluidos total o parcialmente

    de los procesos polticos de la sociedad.

    En segundo lugar, durante ambos gobier-

    nos, se produjeron intentos de golpe de

    Estado, por parte de sectores de las Fuerzas

    Armadas, con el apoyo de otros sectores

    sociales. En el caso de Gallegos, su gobierno

    naliz abruptamente por un golpe militar

    en noviembre de 1948, que intent demos-

    trar la capacidad de la joven ocialidad del

    Ejrcito para ejercer acertadamente la

    direccin del gobierno e impulsar el desar-

    rollo del pas por

    la senda que dichos ociales consideraban

    correcta. A partir de entonces, se congura,

    segn Olivar, un pretorianismo actuante ,

    donde la tendencia de los dirigentes mili-

    tares era adaptar monolticamente todas las

    instituciones existentes de acuerdo con sus

    propios preceptos de modernizacin,

    industrializacin y participacin poltica.

    Los movimientos militares desatados enVenezuela a mediados de la dcada de

    1940, representaron de este modo lo que

    puede entenderse como la evolucin de

    una institucin que se consideraba lo su-

    cientemente madura para actuar como

    garante de un proyecto poltico propio, y en

    este marco, sus altos mandos, ahora en la

    cspide del poder, postularon una consignaque pretenda ser unicadora: La Doctrina

    del Bien Nacional.

    En opinin de los mandos castrenses, la

    experiencia poltica previa a 1948 haba

    resultado absolutamente traumtica para la

    17

    20 OLIVAR, Jos Alberto, Prolegmenos de una dictadura military su losofa del poder (1948-1958), en Latinoamrica.

    Revista de Estudios Latinoamericanos, N 52, UniversidadNacional Autnoma de Mxico, 2011, p. 116.21 Ibdem, p. 126.009.

    20

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    25

    conservacin de la paz y la seguridad social.

    La reiterada convocatoria a elecciones, las

    pugnas entre los diferentes partidos y la

    aparicin de nuevos actores polticos, algu-

    nos de ellos salidos del seno de los sectores

    trabajadores urbanos y rurales, amenaza-

    ban el equilibrio entre los grupos tradi-

    cionalmente vinculados al poder poltico y

    econmico concentrado. De acuerdo con

    esta percepcin, los intelectuales e

    idelogos asociados al rgimen, sostenan

    que ms que vociferar demaggicamente

    las bondades de determinado sistema

    poltico, era siempre preferible construir sus

    bases sobre una realidad tangible, con el

    objeto de cambiar los hbitos y costumbres

    de un pueblo no apto para vivir en democra-

    cia" .

    Se trataba de reimponer un antiguo epos,

    un esquema de pensamiento nico

    que no admita disidencias o vaivenes, ariesgo de ser considerado como elemento

    daino para el bien de la patria. Los expo-

    nentes del Nuevo Ideal Nacional, concepto

    gestado por la intelectualidad orgnica del

    gobierno militar, se referan insistente-

    mente a la transformacin racionaldel

    medio fsico como condicin sine qua non

    para vencer las barreras naturales quedurante siglos haban dicultado la inte-

    gracin territorial, el saneamiento ambien-

    tal y el progreso econmico de los centros

    urbanos.

    Por otra parte, en el gobierno de Chvez, el

    intento de golpe militar fracas y pudo

    recuperar su cargo tras algunos das de

    agudos conictos sociales.Asimismo, podemos sumar un aspecto que

    constituye un factor estructural de

    relevancia en la realidad venezolana desde

    mediados del siglo XX, que es la importan-

    cia estratgica de la produccin petrolfera.

    En los casos aqu comparados, se observa

    cmo la cuenca petrolfera del Maracaibo,

    constituye un factor de gran peso, tanto en

    la poltica domestica, como en el mbito

    internacional. En este plano de establecer

    ciertas similitudes, es posible sealar que

    ambos, ms all de las particularidades

    contextuales, proponan la construccin de

    un nuevo imaginario nacional sobre reno-

    vadas bases.

    En el plano de las diferencias, se destacan al

    menos dos aspectos. El primero de ellos

    est dado por la brevedad de tiempo del

    gobierno de Gallegos, a diferencia de

    Chvez, lo cual limita las posibilidades de

    establecer comparaciones, si bien en el

    caso de Gallegos se considera todo el pro-ceso poltico previo a su victoria en las

    elecciones presidenciales.

    En segundo lugar, dieren tambin en

    cuanto a su perl. Chvez, militar de pro-

    fesin, intent dar un golpe de Estado, que

    result fallido en el ao 1992, nalmente

    optando por la participacin electoral en el

    marco de la institucionalidad democrtica.Gallegos, un intelectual, referente del

    mundo de las letras venezolanas durante la

    primera mitad del siglo XX, de fuertes con-

    vicciones democrticas, se enfrent, a un

    sistema poltico de escasa legitimidad,

    signado por el ejercicio autoritario del

    poder por parte de un grupo reducido.

    Retomando los procesos de ampliacin deciudadana como eje analtico, es posible

    21

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    sealar que, sin llegar a profundizar en las

    polticas desarrolladas durante los gobier-

    nos chavistas, es indiscutido el hecho de

    que se verica una reactivacin en la par-

    ticipacin ciudadana, ya sea en una mayor

    participacin en los procesos electorales,

    como en una mayor densidad de construc-

    ciones discursivas al respecto; as como una

    revalorizacin de la poltica en esta etapa, al

    igual que en otros pases latinoamericanos.

    Consideraciones nales

    El proceso de consolidacin del Estado-

    Nacin en Venezuela, en relacin a algunos

    Estados americanos, como por ejemplo el

    de Argentina y Brasil, es tardo, y genera

    una serie de posibilidades para disear un

    espacio socio-poltico, que estos otros

    Estados de la regin, por haberse consoli-

    dado en el siglo anterior, no tendrn. Estasposibilidades sern encausadas y desarrol-

    ladas por Gallegos, desde lo literario, para

    realizar lo que nosotros hemos interpre-

    tado, de acuerdo a nuestra hiptesis espec-

    ca, como una armacin poltica de lo

    nacional, en donde es claro el esfuerzo por

    visibilizar las particularidades que hacen a

    la Venezuela del siglo XX en tanto territoriore-descubierto y en relacin a las especici-

    dades de su sociedad. De esta manera,

    Gallegos se erige como mediador simblico

    entre la ccin, desde la cual intenta

    romper con el epos monolgico estable-

    cido por las lites letradas, y la realidad en

    la que quiere operar un cambio signicativo

    en cuanto a la forma en la que los venezola-nos se perciben as mismos.

    Es en una dimensin histrica que los fen-

    menos concretos pueden comprenderse de

    un modo ms acabado. La visin histrica

    aporta respuestas a la comprensin de los

    fenmenos sociales; de all la posibilidad y

    necesidad de caracterizar un conjunto de

    ideas y polticas, en el marco de un con-

    texto histrico particular, recuperando la

    idea de que todo pensamiento es situado.

    Si bien, tal como hemos desarrollado en

    este trabajo, existen similitudes tanto

    como diferencias, entre el proceso enca-

    bezado por Rmulo Gallegos en la dcada

    de 1940 y el proceso encabezado por Hugo

    Chvez en el pasado reciente, en este

    trabajo se ha buscado poner en escena el

    complejo proceso por cual se congura la

    Venezuela moderna, y de qu manera, los

    procesos encabezados por Chvez y Galle-

    gos constituyen procesos polticos de am-

    pliacin de ciudadana. Son consideradosde este modo, al menos por tres aspectos;

    uno de ellos es una mayor participacin

    electoral de la ciudadana, as como la insta-

    lacin de un concepto de poltica que

    inclua a sectores, excluidos total o parcial-

    mente de los procesos polticos de su socie-

    dad.

    La reactivacin en la participacinciudadana durante los gobiernos chavistas,

    tanto en los procesos electorales de un

    modo directo, como en una mayor densi-

    dad de construcciones discursivas al

    respecto; as como una revalorizacin de la

    poltica en esta etapa, al igual que en otros

    pases latinoamericanos, marca un particu-

    laridad de esta etapa.

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    27

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    Cundo se produce una ruptura populista?

    La condicin ineludible es que haya tenido

    lugar una dicotomizacin del espacio social,que los actores se vean a s mismos como

    participes de uno u otro, de dos campos

    enfrentados.

    E. Laclau (2006)

    Describir el populismo como fenmeno

    poltico y tratar de entenderlo ha resultado

    siempre complicado y por tanto conictivo.Cuando se menciona el trmino populismo

    para denir el accionar de un gobierno, nos

    encontramos frente a una situacin contra-

    dictoria, porque cualquier gobierno puede

    ser populista, sin importar la ideologa que

    lo dena. A lo largo de la historia han exis-

    tido populismos de derecha o de izquierda,

    liberales o conservadores. Como mencionaAlejandra Salinas (2011) entre el autorita-

    rismo y la democracia liberal existe una

    gama conceptual de estilos populistas que

    se pueden manifestar en diversas ide-

    ologas, regiones y momentos histricos.

    Adicionalmente, resulta en nuestros das,

    un hecho delicado, ya que se han

    despertado sentimientos sociales enfrenta-

    dos en torno a los gobiernos que represen-

    tan el llamado socialismo del Siglo XXI en

    Amrica Latina, convirtindolo en un con-

    cepto peyorativo por quienes no logran

    comprender la razn de su xito poltico y

    la permanencia en el poder de los lderes.

    Al mismo tiempo no se puede entender al

    populismo latinoamericano sin entender la

    poltica en Venezuela y a Hugo Chvez

    como representante de la nueva corriente

    poltica. Amrica Latina ha vivido en los

    ltimos quince aos un cambio poltico

    importante dando un giro hacia la izqui-

    erda y consolidando una forma de hacer

    poltica que rompe, principalmente, con el

    pasado neoliberal de la dcada de los 90. El

    lder bolivariano embander al continente

    tras la idea de una Amrica Latina libre de

    colonialismo promoviendo la independen-

    cia real y centrando su discurso en la

    necesidad de los pueblos latinoamericanos.

    Pero todos estos cambios tienen una moti-vacin en un pasado lleno de frustraciones

    e injusticias sociales, y no es una casualidad

    ni un hecho aislado que la corriente popu-

    lista latinoamericana haya nacido en Ven-

    ezuela.

    A lo largo del presente artculo me pro-

    pongo explicar por qu es Venezuela la raz

    de una nueva forma de entender la polticaen Amrica Latina y la importancia de Hugo

    Chvez para la regin.

    28

    Nuevos populismosen Amrica LatinaLa corriente bolivariana y el legadode Hugo Chvez en la regin

    Analia Vogel22

    22 Licenciada en Relaciones Internacionales por la

    Universidad Empresarial Siglo 21.

    Mster en Gobernanza y Derechos Humanos por la

    Universidad Autnoma de Madrid.

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    Venezuela, cuna del socialismo del siglo

    XXI

    En 1958 se iba a cumplir en Venezuela el

    dcimo aniversario del golpe militar de1948 contra el novelista Rmulo Gallegos,

    sin embargo, se produjo un levantamiento

    militar contra el rgimen. Se daba inicio as

    al periodo democrtico ms largo de Ven-

    ezuela que se extiende hasta nuestros das

    (Caballero, 2000). A partir de ste momento,

    los partidos polticos se trasladan al centro

    de la poltica nacional llevando a cabo unpacto conocido como el Acuerdo de Punto

    Fijo.

    Segn arma Manuel Caballero, Venezuela

    recorre durante 40 aos un camino

    democrtico de luces y sombras, durante el

    cual coexisten periodos de auge econmico

    y desarrollo social con la sombra militar en

    la espalda y el miedo a un nuevo golpe deEstado que amenazaba con desestabilizar al

    pas. A pesar de esto, el sistema

    democrtico se mantuvo, en parte por la

    divisin existente dentro de las Fuerzas

    Armadas entre detractores del golpe y los

    realizadores del mismo, pero tambin se

    debi a la construccin de un sistema de

    partidos fuerte y una sociedad deseosa de

    libertad que se encarg de participar com-

    prometidamente en la vida poltica de su

    pas.

    Los cambios en Venezuela, con sus particu-

    laridades, se van desarrollando casi en

    paralelo al resto de pases de la regin, y

    sta es la clave para entender los acontec-

    imientos posteriores que desembocaron en

    la llegada al poder de Hugo Chvez y en la

    gestacin de otros gobiernos populistas.

    A grandes rasgos se puede decir que el

    error ms grave en la historia democrtica

    de Venezuela, desde 1958 hasta 1983 (crisis

    de la deuda) fue no haber fomentado una

    fuente de desarrollo econmico independi-

    ente de la explotacin y comercializacin

    del crudo. El perodo conocido como la

    Venezuela saudita, debido al boom del

    precio del petrleo en 1973, centr su

    poltica-econmica en el ensanchamiento

    del Estado. Principalmente se busc el

    pleno empleo a travs de la ampliacin de

    puestos de trabajo en la administracin

    pblica y dando benecios sociales a travs

    de subsidios a los alimentos y al transporte

    pblico, mientras paralelamente se daban

    mayores privilegios a las rentas de capital.

    Durante stos aos comenz el despegue

    de las clases medias hacia una forma de

    vida y consumo netamente capitalista. Almismo tiempo, las clases obreras se vieron

    afectadas gravemente por la inacin

    creciente, reducindose as sus posibili-

    dades adquisitivas (Uharte Pozas, 2008).

    Esta tensin social fue cada vez ms

    evidente. El modelo poltico y econmico

    de Venezuela se satur y cay por su propio

    peso. Si la legitimidad poltica se rega porlos xitos del modelo de desarrollo, la crisis

    de ste va a provocar el deterioro de

    aquella. Es el inicio del aumento del

    desprestigio de los partidos.

    Los ciudadanos comienzan a identicar a

    los partidos como culpables de la crisis.

    (Uharte Pozas, 2008: 131).

    El levantamiento popular del 27 de febrerode 1989, conocido popularmente como el

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    Caracazo, marcar el colapso del sistema.

    () los sucesos de febrero son una

    expresin de la radical desconexin entre

    el liderazgo poltico prevaleciente y los

    sectores populares que decan representar(Uharte Pazos, 2008:132). Adems de abrir

    un nuevo ciclo histrico donde se implan-

    tan de base las polticas econmicas neolib-

    erales guiadas por el FMI, el levantamiento

    es considerado como catalizador del poste-

    rior intento de golpe de 1992 y de toda una

    serie de acontecimientos que provocaron el

    n del rgimen de PuntoFijo y la victoria electoral de Hugo Chvez

    (Uharte Pazos, 2008).

    En resumen,

    El balance de estos treinta primeros aos dergimen de Punto Fijo, () nos muestra un

    modelo de democracia marcadamentesistmico, es decir, dentro de la lgica capital-

    ista y por ende reactivo a propuestas antisis-tmicas, insertado en un modelo de desar-rollo estatista y proteccionista del sector

    privado nacional. Un modelo de democraciapoltica de baja intensidad, donde el bipar-

    tidismo coloniz casi todos los espacios de lavida social, haciendo creble el concepto de

    partidocracia.Un rgimen con logros notables en el plano

    de la democracia social, por lomenos hasta principios de los aos ochenta,

    donde se obtuvieron avancesen educacin, salud, nutricin, pobreza,

    empleo y remuneraciones, a pesar de que seevidenci un retroceso progresivo de las

    rentas de trabajo frentea las rentas de capital en el reparto del

    ingreso nacional. Y un modelo de democraciarestringida en trminos de soberana, debido

    a la subordinacina las directrices de Estados Unidos (UhartePozas, 2008:132).

    Las decisiones econmicas y polticas siem-

    pre guiadas por los buenos aires

    econmicos y el miedo a un nuevo golpe

    militar, han condicionado a los pases

    latinoamericanos a lo largo de su historia

    democrtica. El debilitamiento institucional

    y la decadencia poltica, que tiene sus races

    en una profunda crisis de las instituciones

    democrticas, sern las causas que

    denirn tambin las tendencias polticasactuales.

    La victoria, el 6 de diciembre de 1998 de

    Hugo Chvez, implica el cierre de un

    periodo, abriendo una nueva etapa en el

    pas y en la regin, cargada de promesas y

    de incertidumbres (Uharte Pozas, 2008).

    El populismo de Hugo Chvez

    El discurso populista se construye en torno

    a signicantes vacos. Conceptos

    como patria o pueblo son verdaderos

    signicantes amo que han congurado las

    prcticas polticas de los gobiernos actu-

    ales. Por estar vacos, esos signicantes son

    susceptibles de ser hegemonizado, esto es,llenados por momentos de cierta signi-

    cacin funcional a quien ostenta poder

    (Gutirrez Vera, 2011). En trminos gener-

    ales, () la ecacia del discurso populista

    radica en la posibilidad de jugar sobre la

    polisemia de la nocin de pueblo ()

    (Basset, 2006:42).

    El ejemplo de Chvez es el que ms se

    aproxima al populismo clsico. La razn

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    radica en que se planteaba en Venezuela la

    tpica situacin pre populista. Haba

    demandas que nadie poda canalizar

    dentro del sistema poltico, alguien

    comienza a i