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    1/9

    126

    MODERNIDAD

    LlQUlDA

    milita

    en contra

    de

    las estructuras

    durables

    y

    especialmente

    en contra

    de

    las

    estructuras

    con

    expectativas

    de una

    vida

    laboral

    que

    insuma toda

    la

    vida

    util

    del

    trabajador.

    En estas

    condiciones,

    la idea

    de

    "Carrera"

    resul-

    ta

    nebulosa

    y

    fuera

    de

    lugar.

    Sin

    embargo,

    esta

    diferencia

    es

    una

    mera

    disputa

    verbal.

    Sea

    o no

    co-

    rrecto

    el

    empleo

    de los

    trminos,

    lo

    fundamental

    es

    que

    la

    comparacin

    de

    Cohen

    capta

    certeramente

    el cambio

    de

    la

    historia

    moderna

    del

    tiem-

    po

    y

    alude

    al

    impacto

    que

    esta

    empezando

    a

    ejercer

    sobre la

    condicin

    existencial

    humana.

    El

    cambio

    en cuestion

    es

    la nueva

    irrelevancia

    del

    espacio,

    disfrazado

    como

    aniquilacin

    del

    tiempo.

    En

    el universo

    soft-

    ware

    de

    los

    viajes

    a la

    velocidad

    de la

    luz,

    el

    espacio

    puede

    recorrerse,

    literalmente,

    "en

    una

    fraccion

    de

    tiempo";

    las

    diferencias entre

    "lejos"

    y "aqui

    nomas"

    desaparecen.

    El

    espacio

    ya

    no

    limita

    la

    accion

    ni su s

    efectos,

    y

    cuenta

    m uy p oco

    o

    nada

    en absoluto.

    Ha

    perdido

    su

    "valor

    estratgico",

    como

    dirian

    los

    expertos

    militares.

    Todos

    los

    valores,

    como

    observara

    Georg

    Simmel,

    son

    "valiosos"

    so-

    lamente

    mientras se

    consigan

    "renunciando

    a

    otros

    valores";

    el "desvio

    del

    logro

    de

    ciertas cosas"

    es

    la

    causa

    de

    que

    "se los

    considere

    valiosos

    [a

    los

    valores]".

    Sin

    usar estas

    mismas

    palabras,

    Simmel

    cuenta la

    histo-

    ria

    del

    "valor

    fetiche":

    las

    cosas,

    escribio

    Simmel,

    "valen

    justo

    lo

    que

    cuestan"

    y

    esta

    circunstancia

    parece,

    perversamente,

    "decir

    que

    cuestan

    lo

    que

    valen".

    Lo

    qu e

    las

    hace valiosas son

    los obstaculos

    que

    hay que

    superar

    para

    poder

    apropiarse

    de

    ellas,

    "la

    tension

    de

    la

    lucha

    po r

    con-

    seguirlas".22

    Si no

    hace falta

    tiempo,

    si no

    hay que

    renunciar

    a

    l

    -no

    hay que

    "sacrificarlo"-

    para

    llegar

    a

    los

    mas

    remotos

    lugares,

    los

    luga-

    re s han

    sido

    despojados

    de

    valor

    en

    el sentido simmeliano.

    Una

    vez

    que

    las

    distancias

    pu_eden

    recorrerse

    (y, po r

    lo

    tanto,

    se

    puede

    actuar

    sobre

    partes

    distantes

    del

    espacio)

    con la

    velocidad

    de l as senales

    electronicas,

    todas las

    referencias

    al

    tiempo aparecen,

    como

    diria

    jacques

    Derrida,

    sous rature.

    El

    trmino

    "instantaneidad"

    parece

    referirse

    a un

    movi-

    miento

    mu y rapido

    y

    a un

    lapso

    mu y

    breve,

    pero

    en realidad

    denota

    la

    ausencia

    de

    tiempo

    como

    factor

    del acontecimiento

    y, po r

    consiguiente,

    (blandos).

    Y

    son

    ta n

    duros

    como

    pocos

    de sus

    antecesorcs,

    capaces

    de

    permanecer

    inmvi-

    les o

    de

    moverse

    po r

    pistas

    bien

    marcadas

    y

    mantenidas. EI

    capitalismo

    software

    no

    es

    me -

    nos

    duro

    que

    su antecesor

    hardware.

    Y lo

    liquido

    no

    es nada

    soft.

    Basta

    pensar

    en un

    diluvio,

    un a

    inundacin

    o

    la

    ruptura

    de

    un

    dique.

    22

    Vase

    Georg

    Simmel,

    "A

    chapter

    i n t he

    philosophy

    of

    value",

    en:

    The

    Conflict

    in

    Modern Culture

    and Other

    Essays,

    trad. de

    K. Peter

    Etzkorn,

    Nueva

    York,

    Teachers

    Co-

    llege

    Press, 1969,

    pp .

    52-54.

    EsI>Ac1orr1EMI>o

    127

    su

    ausencia

    como

    elemento

    en el

    calculo

    del

    valor. El

    tiempo

    ya

    no

    es

    "el

    S _h5=11a

    l

    l0gf0",

    Y

    POI

    eso

    ya

    no

    confiere

    ningun

    valor

    al

    espacio.

    Sl

    instantaneldad

    de la

    epoca

    del

    software

    augura

    la

    devaluacin

    del

    espacio.

    r- Ep

    la

    poca

    del

    hardware,

    de

    la

    modernidad

    pesada

    que

    segun

    los

    te rmmos

    de

    Max

    Weber

    era

    tambin la

    poca

    de

    la

    racicfnalidad

    instru-

    fnentab

    el

    tiempo

    era

    el

    medio

    qu e

    requerfa

    ser

    cuidadosamente

    mane-

    ]ad0_ para

    que

    los

    rditos

    del

    valor,

    que

    eran

    espaciales,

    pudieran

    mainmizarse;

    en

    la

    poca

    del

    software,

    de

    la

    modernidad

    liviana

    la

    efi-

    C 3? 3 C

    tiempo

    como

    medio de

    conseguir

    valor

    tiende a

    aprmfimarse

    al

    1nf1n1to,

    con el

    paradjico

    efecto de

    igualar

    (mas

    bien

    para

    abajo)

    el

    valor

    de

    todas

    las

    uniclades

    que

    conforman

    el

    Campo

    de

    los

    potenciales

    0blCUV0-

    L3

    PICSUUFH

    SC

    ha

    desplazado,

    pasando

    de

    los

    medios

    a

    los

    fi-

    ;

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    128

    MODERNIDAD

    LIQUIDA

    t s

    'sigue

    siendo

    el

    tiempo

    "tal

    como

    lo

    conocemos"?

    L21

    @XPfe5i6"

    O

    '

    4

    vitales

    un

    amomemo

    de

    tiempo"

    parece,

    al menos

    en

    ciertos

    aspectos

    ,

    oximoron.

    gSera,

    tal

    vez,

    que

    tras

    haber

    aniquilado

    al

    espacio

    como

    vril-

    lor

    el

    tiempo

    se

    ha suicidado?

    gN o

    habri

    Sido

    el

    @5PaC'

    Slmplenwme

    fl

    pri'mera

    victima

    de

    la

    frentica

    carrera

    del

    tiempo

    hacia

    su

    pf0P'a

    am'

    _

    .

    ,

    quilacion.

    _

    .

    .

    . _

    la

    Lo

    que

    hemos

    descripto

    es,

    po r

    supuesto,

    una

    condicion

    llrmnal

    die

    historia

    del

    tiempo

    -lo

    que

    PUCCC

    SCF,

    CH

    nuest fa

    etapa

    actual'

    la

    te n en'

    ,

    ~

    'em

    o

    necesa-

    cia

    ultima

    de

    es a

    historia-.

    Por

    cerca

    que

    este

    del

    C 0

    l

    U

    P

    I

    Cluso

    rio

    para

    llegar

    a

    un

    destino

    espacial,

    todavia

    no

    l leganl ios

    a

    cero.

    n

    do

    -

    *

    s

    rocesa

    la

    tecnologia

    mas

    avanzada,

    equlpada

    C011

    105

    mffls

    P2

    H050

    P

    I

    re s no

    ha

    logrado

    atin

    una

    genuina

    "instantaneidad

    _

    Tampoco

    e

    espa-

    '

    _

    '

    nos

    cio

    ha

    caido

    en

    una

    irrelevancia

    total

    y

    absoluta,

    ni los

    agentes

    hpma

    an

    logrado

    ingravidez,

    ni

    infinita

    volatilidad

    y

    flexibilidad.

    Pero

    adslgui-

    .

    ~

    1-

    cion

    descripta

    se

    avizora,

    sin

    dudas,

    en

    el

    horizonte

    de

    la

    modernl

    a

    t

    viana.

    Y,

    mas

    imP0ff2\m@

    allfh

    C5 el

    ideal

    que

    Pefslguen

    fonstantgmen

    e

    -aunque

    nunca

    lo

    alcancen

    (go

    porque

    n u n Ca

    lo

    2llC;1HZ-an-lzilos

    l;";$5;

    les

    operadores

    de

    nuestra

    poca,

    el

    ideal

    que,

    en

    e

    avatar

    e

    es

    I

    norma

    satura

    cada

    organo,

    cada

    tejido

    y

    cada

    celula

    del

    cuerpo

    SOCl3

    7

    _

    as

    Milan

    Kundera

    describio

    "la

    msoportable

    levedad

    del

    se r

    0m0

    FIC

    ds

    la

    tragedia

    de

    la

    vida

    moderna.

    La

    levedad

    y

    la

    velocidad

    (ilumas-)

    fue'

    ron

    elegidas

    po r

    ltalo

    Calvino,

    el

    inventor

    de

    esos

    personayes

    completel-

    ente

    libres

    (libres gracias

    a

    su

    elusividad,

    que

    imposibrlita

    filla

    qule

    intento

    de

    atraparlosl

    "el bafn

    famP3"te

    Y

    el

    Caballero

    lnvwble'

    qdui

    funcionan

    como

    encarnaciones

    Liltimas

    del

    eterno

    poder

    emancipador

    arte

    literario.

    _

    _

    I-lace

    mas

    de

    treinta

    aiios

    (en

    su

    clasico

    Bureaucratzc

    Phenomenon),

    _

    .

    .

    -

    la

    Michel

    Crozier

    identifrco

    la

    dominaclon

    (en

    todas

    su s

    vanedades?

    Con

    cercania

    a las

    fuentes

    de

    incertidumbre.

    Su

    veredicto

    todavia

    esta

    vigen-

    te -

    dominan

    las personas que

    consiguen

    mantener

    su s

    actos

    en

    libertad,

    gin

    regulacion

    y, po r

    lo

    tanto,

    impredecibles,

    mientras

    regulan

    normati-

    vamente

    (rutinizan,

    es

    decir,

    vuelven

    monotonos,

    repetitivos

    Y

    Pfedecl'

    bles)

    los

    actos

    de

    otras

    personas.

    Las

    perS0I1-HS

    Clue

    ellen

    las

    miings

    libres

    dominan

    a

    las

    personas

    que

    tienen

    las

    manos

    atadas;

    la

    liberta

    e

    las

    primeras

    es la

    causa

    principal

    de la

    falta

    de

    _libertad

    de

    las

    segundas;

    y

    la

    falta de

    libertad

    de

    las

    segundas

    es el

    sentido

    ultimo

    de la

    liberta

    de

    las rimeras.

    _

    _

    .

    En

    Este

    aspecto,

    nada

    ha

    cambiado

    con

    la transicion

    de la

    moderni-

    dad

    pesacla

    a

    la

    liviana.

    Pero

    el

    marco

    se

    ha llenado

    con

    un

    nuevofonte-

    nido.

    mgg

    precisamente,

    "la cercania

    a

    las

    fuentes

    de

    incertidumbre

    se

    ha

    3

    ESPACIO/TIEMPO

    129

    reducido,

    centrandose

    en

    un

    objetivo...

    la

    instantaneidad.

    Las

    personas

    que

    se

    mueven

    y

    actuan

    mas

    rapido,

    las

    que

    mas se

    acercan

    a

    la

    instan-

    taneidad

    de

    movimiento,

    son

    ahora

    las

    personas

    dominantes.

    Y

    las

    per-

    sonas

    que

    no

    pueden

    moverse tan

    raipido,

    y especialmente

    las

    personas

    que

    no

    pueden

    dejar

    su

    lugar

    a

    voluntad,

    son

    las

    dominadas.

    La

    domina-

    cion

    consiste en

    la

    capacidad

    de

    escapar,

    de

    "descomprometerse",

    de

    "es-

    tar

    en

    otra

    parte",

    y

    en

    el

    derecho

    a

    decidir la

    velocidad

    con la

    que

    se

    hace

    todo eso...

    mientras

    que,

    simultaneamente,

    se

    despoja

    a

    los

    domi-

    nados

    de

    su

    capacidad

    de

    detener

    o

    limitar

    esos

    movimientos. La

    batalla

    contemporanea

    de

    la

    dominacion

    esta

    entablada

    entre

    fuerzas

    equipadas,

    respectivamente,

    con

    las

    armas de la

    aceleracion

    y

    la

    demora.

    El

    acceso

    diferencial a la

    instantaneidad

    es

    crucial

    en

    la

    version

    pre-

    sente

    del

    fundamento

    eterno

    de la

    division

    social

    en

    todas

    su s

    formas

    historicas:

    el

    acceso

    diferencial

    a

    la

    impredecibilidad

    y,

    po r

    lo

    tanto,

    a

    la

    libertad.

    En

    un

    mundo

    poblado

    po r

    siervos

    dedicados

    a

    avanzar

    po r

    tie-

    rra,

    saltar

    los

    arboles

    era

    para

    los

    nobles

    una

    receta

    segura

    cle

    libertad.

    Los

    barones

    de

    hoy

    tienen el

    privilegio

    de

    comportarse

    de

    una

    manera

    semejante,

    manteniendo

    a

    los sucesores de

    los

    siervos

    en

    su

    lugar,

    y

    es a

    inmovilidad

    forzosa

    qu e

    los a ta

    al

    suelo

    es la

    que permite

    a

    los

    barones

    seguir

    saltando.

    Po r

    profunda

    y

    terrible

    que

    se a

    la

    miseria

    de

    los

    siervos,

    no

    tienen

    contra

    quin

    rebelarse,

    y,

    de

    rebelarse,

    tampoco

    lograrian

    al-

    canzar a

    los

    agiles y

    movedizos

    destinatarios

    de

    es a

    rebelion.

    La

    modernidad

    pesada

    mantenia

    el

    capital

    y

    el

    trabajo

    dentro

    de

    una

    jaula

    de

    hierro de

    la

    que

    ninguno

    podia

    escapar.

    La

    modernidad

    liviana

    solo

    ha

    dejado

    a

    uno de

    ellos

    dentro

    de la

    jaula.

    La

    modernidad

    "soli-

    da"

    era

    una

    poca

    de

    compromiso

    mutuo. La

    modernidad

    "fluida"

    es

    una

    poca

    de

    descompromiso,

    elusividad,

    huida

    facil

    y persecucion

    sin

    esperanzas.

    En

    la

    modernidad

    "liquida"

    dominan

    los

    mas

    elusivos,

    los

    que

    tienen

    libertad

    para

    moverse

    a

    su

    antojo.

    Karl

    Polanyi

    (en

    The

    Great

    Transformation:

    the

    Political

    and

    Econo-

    m ic

    Origin of

    our

    Time

    [La

    gran

    transformaci6n],

    publicado

    en

    1944)

    proclamo

    que

    era una

    ficcion tratar

    el

    trabajo

    como

    si

    fuera

    una

    "mer-

    cancia",

    y

    revelo las

    consecuencias

    de

    las

    estructuras

    sociales

    basadas en

    es a

    ficcion.

    El_trabajo,

    senalo

    Polanyi,

    no

    puede

    ser

    una

    mercancia

    (al

    menos

    no

    una

    mercancia

    como

    las

    otras),

    ya

    que

    no

    puede

    venderse

    ni

    comprarse

    independientemente

    de

    quienes

    lo

    hacen.

    El

    trabajo

    sobre

    el

    que

    escribio

    Polanyi era,

    sin

    duda,

    el

    trabajo

    encarnado: el

    que

    no

    podia

    trasladarse sin

    trasladar

    a los

    trabajadores.

    Solo

    se

    podia

    cont ra tar

    y

    em-

    plear

    mano de

    obra

    humana

    junto

    con

    el

    resto

    de

    los

    cuerpos

    de

    los tra-

    bajadores,

    y

    la

    inercia de

    los

    cuerpos

    contratados

    limita la

    libertad

    cle

    los

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    3/9

    13o

    MODERNIDAD

    LlQUIDA

    empleadores.

    Para

    supervisar

    el

    trabajo

    y p ar a

    canalizarlo de

    acuerdo con

    la

    idea

    previa,

    habia

    que

    ordenar

    y

    supervisar

    a

    los

    trabajadores;

    para

    controlar el

    proceso

    de

    trabajo,

    habia

    que

    controlar a

    los

    trabajadores.

    Ese

    requerimiento

    ponia

    al

    capital

    y

    al

    trabajo

    frente

    a

    frente

    y

    los

    obliga-

    ba a

    mantenerse

    juntos,

    para

    bien

    o

    para

    mal.

    El

    resultado

    era una

    gran

    cantidad

    de

    conflicto,

    pero

    ademas

    una

    buena

    cantidad

    de

    adaptacion

    mu-

    tua:

    amargas

    acusaciones,

    encarnizada

    lucha

    y poco

    amor,

    pero

    tambin

    un

    gran

    ingenio

    para

    establecer

    reglas

    de

    cohabitacion

    moderadamente

    sa -

    tisfactorias

    o

    apenas

    tolerables. La

    revolucion

    y

    el

    estado de

    bienestar fue-

    ron las

    dos

    consecuencias

    inevitables

    de es a

    situacion

    que

    impedia que

    el

    descompromiso

    se

    convirtiera

    en

    una

    opcion

    viable

    y

    factible.

    Ahora

    es tamos

    viviendo

    otra

    "gran

    transformacion",

    y

    uno

    de su s

    aspectos

    mas

    destacados

    es un

    fenomeno

    radicalmente

    opuesto

    al

    des-

    cripto

    po r

    Polanyi:

    la

    "desencarnacion" del

    trabajo

    humano

    que

    es la

    principal

    fuente

    de

    alimentacion

    o

    el

    campo

    de

    pastura

    del

    capital

    con-

    temporaneo.

    Ya

    no son

    necesarias las

    enormes

    y

    torpes

    instalaciones de

    vigilancia,

    del

    tipo

    del

    panoptico.

    El

    trabajo

    ha

    salido del

    panoptico

    pe-

    ro ,

    mas

    importante

    aun,

    el

    capital

    se

    ha

    liberado

    de la

    terrible

    carga

    y

    de los costos

    exorbitantes

    que implicaba

    mantenerla;

    el

    capital

    se

    ha li-

    berado,

    en

    realidad,

    de la

    tarea

    qu e

    lo ataba

    y

    lo

    obligaba

    a

    enfrentarse

    directamente

    con

    los

    agentes

    a

    los

    que

    explotaba

    para

    lograr reprodu-

    cirse

    y

    extenderse.

    El

    trabajo

    desencarnado de

    la

    poca

    del

    software

    ya

    no at a

    al

    capi-

    tal: le

    permite

    ser

    extraterritorial,

    volzitil

    e

    inconstante. La

    desencarna-

    cion del

    trabajo

    augura

    la

    ingravidez

    del

    capital.

    La

    mutua

    dependencia

    entre

    ambos ha

    sido

    unilateralmente

    cortada;

    mientras

    que

    la

    capacidad

    de

    trabajo

    sigue

    siendo

    incompleta

    e

    insatisfecha si se la

    deja

    sola,

    y

    de-

    pende

    de la

    presencia

    del

    capital,

    el

    caso

    inverso

    ya

    no

    es

    aplicable.

    El

    capital

    se

    desplaza

    tranquilamente,

    contando

    con la

    posibilidad

    de bre-

    ve s aventuras

    provechosas,

    confiado en

    que

    esas

    oportunidades

    no

    esca -

    searan

    y

    que siempre

    habra

    socios

    con

    quienes

    compartirlas.

    El

    capital

    puede viajar

    rapido

    y liviano,

    y

    su

    liviandad

    y

    motilidad

    se

    han

    conver-

    tido en

    la

    mayor

    fuente

    de

    incertidumbre

    de

    todos los demas.

    En

    esta

    ca-

    racteristica

    descansa la

    dominacion de

    hoy, y

    en ella

    se

    basa

    el

    principal

    factor de

    division

    social.

    La

    pesadez

    y

    el

    gran

    tamano han

    dejado

    de

    ser

    posesiones

    valiosas

    pa-

    ra

    convertirse

    en

    desventajas.

    Para

    los

    capitalistas dispuestos

    a

    cambiar

    los

    enormes

    edificios de oficinas

    po r

    las cabinas

    presurizadas,

    la

    levedad

    es

    la

    posesion

    mas

    cara

    y

    provechosa,

    y

    la

    mejor

    manera

    de

    lograrla

    es

    arrojar

    po r

    la borda

    cualquier

    carga

    no

    vital

    y

    dejar

    en

    tierra

    a todos

    los

    ESPACIO/TIEMPO

    13'

    miembros

    no

    indispensables

    de

    la

    tripulacion.

    Uno

    de

    los

    item

    mas

    en~

    gorrosos

    del

    qu e

    hay

    que

    deshacerse

    es la

    onerosa

    tarea

    de

    direccion

    5

    supervision

    de

    un

    plantel

    numeroso

    -una

    tarea

    qu e

    tiende

    a

    crecer

    ince-

    santemente

    y

    a

    volverse

    mas

    pesada

    con

    el

    agregado

    de

    nuevos

    compro~

    misos

    y

    obligaciones-.

    Si

    la "ciencia

    gerencial"

    del

    capitalismo

    pesadc

    se

    concentraba

    en

    conservar

    "la

    mano de

    obra",

    forzandola

    o

    sobornan-

    dola

    para

    que

    permaneciera

    en

    su

    puesto

    y

    cumpliera

    con

    los

    horarios

    de

    trabajo

    y

    los

    programas

    de

    rendimiento,

    el

    arte

    gerencial

    de

    la

    poca

    del

    capitalismo

    liviano

    se

    preocupa

    po r

    deshacerge

    de

    "la

    mano de

    obra",

    obligndola

    a

    irse.

    Nadie

    planta

    un

    bosquecillo

    de

    limones

    para

    exprimir

    un

    limon.

    El

    equivalente

    gerencial

    de

    la

    liposuccion

    se ha

    convertido

    en

    la

    prin-

    cipal

    estratagema

    del

    arte

    gerencial:

    adelgazar,

    reducir,

    achicar,

    cerrar

    o

    vender

    algunas

    unidades

    porque

    no'son

    suficientemente

    eficientes,

    y

    otras

    porque

    es

    mas

    barato

    que

    los

    demas

    se

    las

    arreglen

    po r

    su

    cuenta

    en

    ve z

    de

    asumir

    la

    carga

    y

    el

    tiempo

    qu e

    insumiria

    una

    supervision

    gerencial...

    stos

    son los

    preceptos

    fundamentales

    del

    nuevo

    arte.

    Algunos

    comentaristas

    se

    han

    apresurado

    a

    concluir

    que

    "lo

    mas

    grande"

    ya

    no

    es

    "lo

    mas

    eficiente".

    Sin

    embargo,

    en

    una

    afirmacion

    ta n

    general

    la

    conclusion

    no

    es

    correcta. La

    obsesion

    po r

    reducir,

    en

    reali-

    dad,

    es un

    inseparable

    complemento

    de

    la

    mania

    de

    fusionar.

    Los

    mejo-

    re s

    actores

    del

    campo

    negocian

    o

    deciden

    fusiones

    para

    tener

    mas

    poder

    de

    reducir,

    mientras

    qu e

    la

    radicalidad

    de

    "desnudar

    el

    hueso"

    o

    "des-

    pojarse

    de

    acciones"

    es

    aceptada

    como

    precondicion

    vital

    para

    el

    xito

    de

    los

    planes

    de

    fusion.

    Fusionar

    y

    reducir

    no

    son

    propositos

    contradic-

    torios:

    se

    condicionan,

    respaldan

    y

    refuerzan

    entre

    si.

    Solo

    se

    trata

    de

    una

    paradoja

    aparente;

    la

    contradiccion

    se

    disuelve

    una

    vez

    que

    se

    con-

    sidera

    la

    version

    "nueva

    y

    mejorada"

    del

    principio

    de

    Michel

    Crozier.

    La

    mezcla

    de

    las

    estrategias

    de

    fusion

    y

    reduccion

    ofrece

    al

    capital

    y

    al

    po -

    der

    financiero

    el

    espacio

    para

    moverse

    y

    para

    moverse

    rapido,

    globali-

    zando

    todavia

    mas

    la

    esfera

    de

    su s

    viajes,

    y

    al

    mismo

    tiempo

    privando

    al

    trabajo

    de

    su

    poder

    de

    negociacion

    y

    rebelion, inmovilizandolo

    y

    atndole

    las

    manos

    con

    mayor

    firmeza.

    _L a

    fusion

    augura

    una

    soga

    aun

    mas

    larga

    al

    delgado

    y

    liviano

    capital

    estilo

    Houdini,

    que

    ha

    basado

    su

    dominio

    en

    su

    capacidad

    de

    evasion

    y

    huida,

    sustituyendo

    los

    compromisos

    duraderos

    po r

    tratos a

    corto

    plazo

    y

    encuentros

    fugaces,

    y

    manteniendo

    siempre

    la

    opcion

    de

    "un

    acto

    de

    desaparicion".

    El

    capital

    gana

    mas

    lugar

    para

    maniobrar

    -mas

    refugios

    donde

    esconderse,

    una

    matriz

    de

    permutaciones

    mas

    grande,

    una

    mayor

    variedad de

    avatares

    disponibles

    y, po r

    lo

    tanto,

    mas

    fuerza

    para

    man-

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    4/9

    132

    MODERNIDAD

    LIQUIDA

    tener

    la fuerza

    laboral

    controlada,

    junto

    con

    la

    ahorrativa

    capacidad

    de

    lavarse

    las

    manos

    de

    las devastadoras

    consecuencias

    de

    las

    sucesivas

    re-

    ducciones;

    ste

    es

    el

    rostro

    contemporaneo

    de

    la

    dominacion-

    con

    aque-

    llos

    que

    ya

    han

    sido

    golpeados

    y

    con

    los

    qu e

    temen

    ser

    los

    sigulentes

    en

    la

    fila.

    Segun

    consta

    en

    un

    estudio

    realizado

    po r

    la

    Asoclaclon

    Nortea-

    mericana

    de

    Management,

    "la moral

    y

    la

    motivacin

    de

    los

    traba|adores

    decayeron

    aguclamente

    durante

    las

    diversas

    reducciones.

    Los

    traba}ado-

    re s

    sobrevivientes

    quedaron

    a la

    espera

    de

    que

    les

    llegara

    el

    turno

    en

    vez

    de

    festejar

    su

    victoria

    sobre

    los

    que

    fueron

    despedidos".23

    Sin

    duda,

    la

    competencia

    po r

    la

    supervivencia

    no

    es solamente

    el des-

    tino de

    los

    trabajadores

    -o,

    mas

    generalmente,

    de

    aquellos

    que

    estan del

    lado

    receptor

    de

    la

    nueva

    relacion

    espacio-tiempo-.

    En

    realidad,

    se mfll-

    tra

    de arriba

    abajo

    en la

    empresa

    -permanentemente

    a

    dieta-

    de

    la mo-

    dernidad

    liviana.

    Para

    seguir

    con

    vida,

    los

    gerentes

    deben

    reducir

    los

    equipos

    de

    empleados,

    y

    los

    directivos

    deben

    reducir

    su s

    cargos

    geren-

    ciales

    para

    ganar

    el reconocimiento

    de

    la

    bolsa

    y

    los

    votos

    de los

    accro-

    nistas,

    y

    asegurarse

    el derecho

    a

    un

    buen

    apreton

    de

    manos

    cuando

    termine

    esta

    vuelta

    de

    reducciones.

    Un a vez

    iniciada,

    la tendencia

    al

    "adelgazamiento"

    desarrolla

    impulso

    propio;

    se

    vuelve

    autoimpulsada

    y

    de

    aceleracion

    autonoma,

    y

    (como

    el

    empresario

    perfecciomsta

    de

    Maac

    Weber,

    que

    ya

    no

    necesitaba

    el

    arrepentimiento

    calvinista

    para

    seguir

    adelante)

    el motivo

    original

    -mayor

    eficacia-

    se

    vuelve

    cada

    vez

    .mas

    irrelevante.

    El

    miedo

    a

    perder

    la

    competencia,

    a ser

    clest i tuido, de]ado

    atras

    o

    expulsado

    de

    la

    empresa

    es

    suficiente

    para

    mantener

    en

    inarcha

    el

    juego

    de

    fusion/reduccion.

    Este

    juego

    se

    convierte

    cada

    vez

    mas

    en

    _su

    propio

    fin

    y

    su

    propia

    recompensa

    0,

    mas

    bien,

    el

    ]uego

    ya

    no

    neceslta

    tener

    propsito

    si

    la

    unica

    recompensa

    es

    permanecer

    en el.

    La

    vida

    instantcinea

    Durante

    varios

    aios,

    Richard

    Sennett

    fue

    un

    observador

    regular

    de

    la

    reunion

    global

    de

    los

    ricos

    y

    poderosos

    que

    se

    realiza

    anualmente

    en

    Da -

    vos.

    El

    dinero

    y

    el

    tiempo

    que

    invirti

    en

    Davos

    tuvieron

    un

    buen

    reditoa

    de su s

    escapadas,

    Sennett

    trajo

    algunas

    sorprendentes

    ychocantes

    inter-

    23

    Segun

    un

    informe

    de

    Eileen

    Applebaum

    y

    Rosemary

    Batt,

    The

    Ne w

    American

    Workplace,

    Ithaca,

    Cornell

    University

    Press,

    1993.

    Aqui

    se

    cita a

    Richard

    Sennett,

    The

    Co-

    rrosion

    of

    Charactern.,

    ob.

    cit.,

    p.

    50.

    ESPACIO/TIEMPO

    133

    pretaciones

    de los

    motivos

    y

    los

    rasgos

    de

    caracter

    que

    mantenian en

    mar-

    cha a los

    principales

    actores del

    juego

    global.

    A

    juzgar

    po r

    su

    informe,24

    Sennett

    quedo particularmente

    impresionado

    po r

    la

    personalidad,

    la ac-

    tuacion

    y

    el credo

    de

    vida

    de

    Bill

    Gates.

    Gates,

    dice

    Sennett,

    "parece

    libre

    de la

    obsesin

    de

    aferrarse

    a

    las

    cosas.

    Sus

    productos

    aparecen

    furiosa-

    mente

    y desaparecen

    con

    igual_rapidez,

    mientras

    que

    [Nelson]

    Rockefeller

    deseaba

    poseer

    pozos

    petroleros, edificios,

    maquinaria

    o

    ferrocarriles

    a

    largo

    plazo".

    Gates

    declar

    repetidamente

    que

    preferia

    "posicionarse

    dentro de

    una

    red

    de

    posibilidades

    en

    vez

    de

    paralizarse

    en

    un

    trabajo

    en

    particular".

    Lo

    que

    parece

    haber

    impresionado

    mas a

    Sennett fue

    la des-

    vergonzada,

    manifiesta

    y

    casi

    jactanciosa

    voluntad de "destruir

    lo

    que

    l

    mismo

    ha

    hecho,

    segtin

    las

    exigencias

    del

    momento inmediato".

    Gates

    parecia

    ser un

    jugador qu e

    "florece en

    medio de

    la

    dislocaci6n".

    Tuvo la

    cautela de

    no

    desarrollar

    apegos

    (particularmente

    apegos sentimentales)

    o

    compromisos

    duraderos con

    nada,

    incluyendo

    sus

    propias

    creaciones.

    No

    sintio miedo

    de

    tomar un

    camino

    errado,

    ya

    que

    ningun

    camino

    lo

    llevaria en

    la

    misma

    direccion

    durante

    mucho

    tiempo,

    y

    dado

    que

    volver

    atras o

    desviarse

    eran

    para

    l

    opciones

    constantes

    e

    inmediatamente dis-

    ponibles.

    Podemos

    decir

    que,

    exceptuando

    el creciente

    espectro

    de

    opor-

    tunidades

    accesibles,

    Gates no

    acumulaba

    ninguna

    otra

    cosa

    en

    su

    camino;

    los

    rieles

    eran

    levantados en

    cuanto la

    locomotora

    avanzaba

    unos

    metros,

    se borraban

    las

    huellas

    y

    las

    cosas se

    arrojaban

    ta n

    rapida-

    mente

    como se

    armaban...

    y

    mu y

    pronto

    eran

    olvidadas.

    Anthony

    Flew

    cita a uno

    de los

    personajes

    interpretados

    po r

    Woody

    Allen;

    "no

    quiero

    alcanzar la

    inmortalidad

    gracias

    a mi

    obra,

    quiero

    al-

    canzarla no

    murindome".25

    Pero el

    significado

    de

    la

    inmortalidad

    deri-

    va

    del

    sentido

    de

    la

    admision

    de

    la

    mortalidad;

    la

    preferencia

    de

    "no

    morir"

    no

    es

    tanto una

    eleccion

    de

    Otra

    forma de

    inmortalidad

    (una

    al-

    ternativa

    a

    "la

    inmortalidad

    gracias

    a la

    propia

    obra")

    como una

    decla-

    racin

    de

    despreocupacion

    po r

    la

    duracion

    eterna,

    y

    de

    favoritismo

    po r

    el

    carpe

    diem. La

    indiferencia

    a

    la

    duracion transforma

    la

    inmortalidad

    de idea

    en

    experiencia,

    y

    la

    convierte' en

    objeto

    de

    inmediato

    consumo:

    la

    manera en

    que

    uno

    vive

    el

    momento

    convierte

    es e momento

    en

    una

    "experiencia

    inmortal".

    Si el

    "infinito"

    sobrevive

    a la

    transmutacion,

    es

    solo como

    medida

    de la

    profundidad

    o intensidad

    del

    Erlehnis. El

    catac-

    ter

    ilimitado de

    las

    posibles

    sensaciones

    ocupa

    el

    lugar

    que

    los sueios

    de

    duracin

    infinita

    dejaron

    vacio. La

    instantaneidad

    (anular

    la

    resistencia

    24

    Richard

    Sennett,

    ibid.,

    pp.

    61-62.

    25

    Anthony

    Flew,

    The

    Logic

    ofMortality,

    Oxford, Blackwell,

    1987,

    p.

    3.

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    5/9

    148

    MODERNIDAD

    LlQUIDA

    mas

    enganoso

    y

    confuso

    debido

    a

    la inextricable

    superposicin

    de

    pisadas,

    la

    cacofonia

    de

    indicaciones

    y

    el

    constante

    agregado

    de

    nuevos

    pasadizos

    sinuosos

    y

    caminos

    sin

    salida.

    Los

    sedentarios

    se

    han

    transformado

    en

    "nmades

    involuntarios",

    al

    recordar

    demasiado

    tarde

    el

    mensaje

    recibi-

    do al

    comienzo

    de

    su

    viaje

    historico

    e

    intentar

    desesperadamente

    recupe-

    rar

    su contenido

    olvidado,

    el

    cual

    -segrin

    sospechan-

    puede

    darles

    la

    "sabiduria

    necesaria

    para

    su

    futuro".

    Una

    vez

    mas,

    el

    laberinto

    se trans-

    forma

    en

    la

    imagen

    maestra

    de

    la

    condicion

    humana

    -representacin

    de

    "un

    opaco

    lugar

    en el

    que

    el

    trazado

    de

    las

    calles

    puede

    no

    obedecer

    a

    ninguna

    ley.

    El azar

    y

    la

    sorpresa

    rigen

    en

    el

    laberinto,

    emblema

    de

    la

    derrota

    de la

    Razon

    Pura"-.9

    En

    este mundo

    inexorablemente

    laberintico,

    el

    trabajo

    humano,

    asi

    co-

    mo

    el

    resto

    de

    la

    vida

    humana,

    esta

    partido

    en

    episodios

    cerrados

    en

    si

    mismos.

    Y

    como

    sucede

    en

    el

    caso

    del

    resto de las

    acciones

    que

    los

    huma-

    nos

    puedan

    emprender,

    el

    objetivo

    de

    lograr

    que

    su

    curso se

    ajuste

    a los

    designios

    de

    su s

    protagonistas

    es

    esquivo,

    quizas

    inalcanzable.

    Del

    univer-

    so de

    la

    construccion

    del orden

    y

    del control

    del

    futuro,

    el

    trabajo

    se

    ha

    desplazado

    al

    ambito

    del

    juego;

    el

    acto

    de

    trabajar

    se

    parece

    mas

    a

    la

    es -

    trategia

    de

    un

    jugador

    que

    se

    plantea

    modestos

    objetivos

    a

    corto

    plazo

    sin

    un

    alcance

    que

    vaya

    mas alla

    de

    las

    prximas

    dos

    o tres

    jugadas.

    Lo

    que

    cuenta son

    los

    efectos

    inmediatos

    de

    cada

    jugada y

    los

    efectos

    deben se r

    aptos

    para

    su

    consumo

    tambin inmediato.

    Se

    sospecha

    que

    el

    mundo

    es -

    ra

    lleno

    de

    puentes

    lejanos

    en

    los

    que

    uno

    prefiere

    no

    pensar

    hasta

    el

    mo-

    mento

    de

    toparse

    con

    ellos

    y

    tener

    que

    cruzarlos,

    cosa

    improbable

    en

    lo

    inmediato.

    Hay

    que

    ocuparse

    de

    un

    obstaculo

    po r

    vez;

    la

    vida

    es una

    se -

    cuencia

    de

    episodios

    -cada uno

    debe

    ser

    calculado

    separadamente,

    ya

    que

    arroja

    su

    propio

    balance

    de

    prdidas

    y ganancias-_

    Los

    caminos

    de

    la

    vi-

    da

    no

    se

    enderezan

    a

    medida

    que

    los

    recorremos,

    y

    una

    curva

    bien tomada

    no es

    garantia

    de

    que

    la

    prxima

    nos

    resulte

    igual.

    Por

    consiguiente,

    el

    caracter

    del

    trabajo

    ha

    cambiado.

    En

    la

    mayoria

    de los

    casos,

    es

    algo

    excepcional:

    la

    treta

    de un

    bricoleur

    que

    aprovecha

    lo

    que

    tiene

    a mano

    y que

    esta

    inspirado

    y

    limitado

    po r

    lo

    que

    tiene

    a

    mano, algo

    creado

    pero

    no

    creativo,

    que

    es

    mas

    el

    resultado

    de

    la

    opor-

    tunidad

    qu e

    de

    la

    planificacin.

    Guarda

    un

    asombroso

    parecido

    con

    el

    famoso

    "cibertopo",

    que

    se

    mueve

    de

    aqui

    para

    alla

    buscando

    un

    enchu-

    fe

    al

    que

    conectarse

    para

    recargar

    la

    energia

    necesaria

    para

    buscar

    otro

    enchufe

    al

    que

    conectarse

    para

    recargar

    la

    energia

    necesaria

    para...

    9

    jacques

    Attali,

    Cbemins

    de

    sagesse:

    trait

    du

    labyrinths,

    Paris,

    Fayard,

    1996,

    pp.

    19,

    23

    y

    eo.

    TRABAJO

    149

    I

    Qjuif

    "lllgueteo"

    se a

    el

    t

    ueIz;,er;afrb.?}ol;

    divorcciado

    del

    grandioso diseno

    de

    la

    mision

    comtin

    y

    a

    umani

    ad

    y

    del

    no

    me mo s

    ~

    _

    ~

    dio

    d

    C10

    d

    _

    gran

    so

    iseno

    de

    la

    vo

    _

    suS"ra;e ' ; ldn2;gD;spo}ado

    de

    su

    'parafernalia

    escatologica

    y

    separadoCe

    isicas, el

    trabajo

    ha

    perdido

    la

    centralidad

    que

    le

    fue

    asi

    nada

    '

    _

    S

    C11

    la

    galaxia

    de

    los

    valores

    dominantes

    de

    la

    era

    de

    la

    moder-

    Eiidlaiii

    Slida

    y

    el

    caljitalismo

    peSado

    El

    "trabalo"

    Ya

    0

    Puede

    ofrece

    so

    5gUrO

    en

    e

    cual

    enrollar

    y

    fijar

    defin

    I

    y

    pro

    e

    t

    d

    _

    ICIOHCS

    del

    yo

    identldades

    de

    la

    lsoici i fdaci l

    vliia

    Tampocf)

    _puede

    Se r

    Pensado

    C0010

    flmdamenro

    figo

    '

    H'

    C o m o

    cle

    etico

    de

    la

    vida

    individual.

    En

    ca

    b'

    ~

    -

    m

    10,

    el

    trabayo

    ha

    adquirido

    -asi

    como

    otras

    actividades

    de

    la

    espefa

    (IUC

    resulte

    gratifi-

    rmin

    O

    qu e

    melol'

    Xp e sa

    a

    nueva

    natura_

    vida-

    `

    `

    _

    U

    Slgnlflflado

    mayormente

    estetico. Se

    cante

    po r

    y

    en si

    mismo

    no

    or

    su

    bre

    nu

    t

    h

    '

    Y

    P

    S

    ECUUIHOS

    _o

    supuestos

    efectos

    so-

    es

    ros

    ermangs

    y

    hermanas

    de

    la

    humanidad

    o

    sobre

    el

    ode;-io

    de

    nuestra

    naci

    P

    OH

    men

    ~

    _

    ,

    Y

    os

    aun

    sobre

    el

    bienestar

    de

    las

    generaclones

    fu-

    turas.

    Solo

    u

    as

    Pocas

    PGFSOHHS

    -y

    en

    contadas

    ocasiones-

    pueden

    recla_

    mar

    el

    `

    .

    _

    de

    _

    privileglo,

    el

    honor

    y

    el

    prestlgio

    de

    realizar

    un

    trabajo

    que

    Se a

    importancla

    y

    beneficio

    para

    el

    bien

    Comun

    Ya

    casi

    nunca

    5

    .

    e

    c

    dera

    que

    el

    trab

    O n s *

    a

    0

    _

    1

    ennoblezca

    0

    que

    "haga

    melores

    Seres

    humanosn

    a

    su s

    ejecutores,

    y

    rara

    ve z se

    l

    o

    admira

    o

    elogia

    po r

    es a

    razon.

    Por

    el

    contrario

    se

    lo

    mide

    e

    _

    _

    y

    valua

    por

    su

    valor

    de

    diversion

    y

    entretenimjgm

    tO,

    que

    satisface

    no

    tanto

    l

    a

    vocacion

    etic

    for

    O

    d

    _

    21,

    Prometeica,

    de

    un

    pr0duC_

    crea

    Or,

    C o m o

    las

    necesldades

    y

    deseos

    esteticos

    de

    un

    consumidof

    un

    buscador

    de

    sensaciones

    y

    coleccionista

    de

    experiencias

    ,

    EI

    ascenso

    y

    la

    caida

    de

    la

    mano

    de

    obm

    D

    _

    _

    e

    acuerdo

    con

    el

    Oxford

    Englzsh

    Dzctionary,

    el

    primer

    uso

    del

    trmi-

    co

    orientado

    al

    abastecimiento

    30 1

    mano

    de

    obra"

    como

    "esfuerzo fisi

    UC

    aslnecesidades

    materiales

    de

    la

    Comunidad"

    esta

    fechado

    en

    1776

    n

    Sig

    O

    mas

    faf

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    6/9

    /~

    150

    MODERNIDAD

    LIQUIDA

    politica

    basal

    de

    es a

    autoconstitucion-;

    en

    otras palabras,

    el

    vinculo

    en-

    tr e considerar

    al esfuerzo

    fisico

    como

    fuente

    principal

    de

    la

    riqueza

    y

    el

    bienestar

    de

    la

    sociedad, y

    la

    autoafirmacion

    del

    mov imiento

    de

    los

    tra-

    bajadores.

    ]untos

    ascendieron,

    y juntos

    cayeron._

    I

    _

    La

    mayoria

    de

    los

    historiadores

    coincide

    en afirmar

    (vease,

    por

    e|

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    7/9

    152

    _MODERNIDAD

    LlQUIDA

    vecinos

    de

    Europa po r

    haber

    destruido

    a

    su

    campesinado, y

    junto

    con

    s-

    te,

    el lazo

    "natural"

    entre

    la

    tierra,

    el

    esfuerzo

    humano

    y

    la

    riqueza.

    Pri-

    mero

    los

    labradores

    debian

    quedar

    inactivos,

    a

    la deriva

    y

    "sin

    amo",

    para

    que

    pudieran

    se r

    considerados

    recipientes

    ambulantes

    portadores

    de

    una

    "fuerza

    laboral"

    de uso

    inmediato,

    y para que

    es a

    fuerza

    pudiera

    Se r

    considerada

    a su

    vez

    "fuente

    potencial

    de

    riqueza"

    po r

    si sola.

    A los

    testigos

    mas

    esclarecidos

    de

    la

    poca

    les

    parecio

    que

    la nueva

    inactividad

    y

    el

    desarraigo

    de

    los obreros

    eran

    indicadores

    de

    una eman-

    cipacion

    de la

    mano

    de obra

    -y que

    formaban

    parte

    de la excitante

    sensa -

    cion

    de

    liberacion

    general

    de las habilidades

    humanas

    respecto

    de las

    exasperantes

    y

    embrutecedoras

    limitaciones

    pueblerinas,

    de

    la fuerza

    de la

    costumbre

    y

    de

    la inercia hereditaria-.

    Pero la

    emancipacion

    de

    la

    mano

    de obra

    de su s

    "limitaciones

    naturales"

    no

    le

    permitio

    flotar

    libremente sin

    ataduras

    ni "amos"

    po r

    mucho

    tiempo

    ni hizo nada

    po r

    darle

    autonomia,

    autodeterminacion

    o

    libertad de

    elegir y

    seguir

    su

    propio

    Camino.

    Quan-

    do el

    autoperpetuado

    "modo

    de vida tradicional"

    del

    cual

    el

    traba|o

    for-

    maba

    parte

    antes de

    su

    emancipacion

    fue desmantelado

    o

    simplemente

    cayo

    en

    desuso,

    fue

    reemplazado

    po r

    otro

    orden;

    pero

    esta

    vez no

    se

    tra-

    taba,

    sin

    embargo,

    del sedimento

    de los erraticos

    meandros

    del destmo

    o

    los deslices

    de

    la

    historia,

    sino

    de

    un

    orden

    predisenado,

    "construido",

    producto

    racional

    del

    pensamiento

    y

    la

    accion.

    Cuando

    se

    supo

    que

    el

    tra-

    bajo

    era la

    fuente de

    la

    riqueza,

    la razon fue

    la

    encargada

    de

    drenar,

    expo-

    liar

    y

    explotar

    es a

    fuente

    mas

    eficazmente

    que

    nunca

    hasta

    entonces.

    Algunos

    comentaristas

    imbuidos

    del

    tumultuoso

    espiritu

    de

    la

    epoca

    moderna

    (con

    Karl

    Marx a la

    cabeza)

    vieron

    en

    la

    muerte

    del

    antiguo

    orden

    el resultado

    de

    una

    detonacion

    deliberada:

    la

    explosion

    causada

    po r

    una

    bomba

    colocada

    po r

    el

    capital,

    empeiiado

    en

    "disolver

    lo

    soli-

    do

    y profanar

    lo

    sagrado".

    Otros,

    como

    De

    Tocqueville,

    masescepticos

    y

    mucho

    menos

    entusiastas,

    consideraron

    que

    es a

    desaparicion

    era

    mas

    un

    caso

    de

    implosion

    que

    una

    explosion:

    mirando

    hacia

    atras,

    ellos

    vis-

    lumbraron

    el

    germen

    de

    la

    destruccion

    en

    el

    Corazon

    del

    Ancien'Rgzme

    (al

    que

    siempre

    es

    mas facil desenmascarar

    o

    adivinar

    retrospectivamen-

    te)

    y

    notaron

    que

    la

    agitacion y

    la altaneria

    de los

    nuevos amos

    eran,

    en

    esencia,

    los

    estertores

    de

    un

    cadaver,

    apenas

    mas

    que

    la

    busqueda

    vigo-

    rosa

    y

    resuelta

    de

    las

    mismas curas

    milagrosas

    que

    el

    viejo

    orden

    ya

    ha-

    bia

    probado

    mucho

    tiempo

    antes en

    su

    desesperado

    y

    sin

    embargo

    vano

    intento

    de

    conjurar

    o

    al

    menos

    demorar su

    propia

    muerte. Esos

    pensa-

    dores

    estaban

    de

    acuerdo,

    no

    obstante,

    acerca

    de las

    posibilidades

    del

    nuevo

    rgimen

    y

    de

    las

    intenciones de

    sus amos:

    el

    antiguo

    orden,

    para

    es e

    entonces

    difunto,

    seria

    reemplazado

    po r

    uno

    nuevo,

    menos vulnera-

    TRABA]O

    153

    ble

    y

    mas viable

    que

    el

    precedente.

    Era

    necesario

    concebir

    y

    forjar

    soli-

    dos

    nuevos

    que

    llenaran

    el

    vacio

    dejado

    po r

    los

    que

    se

    habian

    disuelto.

    Lo

    que

    se

    hallaba a la

    deriva

    debia

    ser

    amarrado

    otra

    vez

    y

    con

    mas

    fuer-

    za

    que

    antes.

    O,

    para

    expresarlo

    en

    trminos

    mas

    de

    moda:

    lo

    que

    habia

    sido

    "desarraigado"

    tenia

    que

    ser,

    tarde

    o

    temprano,

    "rearraigado".

    El

    desgarramiento

    de

    los

    antiguos

    lazos

    locales/comunales,

    la

    declara-

    cion de

    guerra

    a

    las

    normas de

    usos

    y

    costumbres

    y

    la

    pulverizacion

    de

    les

    pouvoirs

    intermdiaires

    desembocaron

    finalmente en

    la

    delirante

    em-

    briaguez

    de

    "volver a

    empezar".

    La

    sensacion

    de

    "disolver

    los solidos"

    era

    como

    fundir

    el

    hierro

    o

    derretir

    pilares

    de

    acero. Las

    realidades,

    aho-

    ra

    disueltas

    y fluidas,

    parecian

    estar

    listas

    para

    ser

    recanalizadas

    y

    verti-

    das

    dentro de moldes

    nuevos,

    para

    que

    se les

    diera

    una

    nueva

    forma

    que

    nunca

    habrian

    tomado de haber

    fluido

    libremente

    po r

    el lecho

    de los r ios

    que

    ellas

    mismas

    horadaron.

    Ningfin

    proposito, po r

    ambicioso

    que

    fue-

    ra ,

    parecia

    exceder la

    capacidad

    humana

    de

    pensar,

    descubrir,

    inventar,

    planificar

    y

    actuar.

    Si bien

    la

    sociedad feliz

    -la

    sociedad

    de

    la

    gente

    feliz-

    no

    se

    vislumbraba

    todavia a

    la

    vuelta

    de la

    esquina,

    su

    inminente

    llegada

    ya

    habia sido

    prevista

    en

    los

    tableros

    de

    dibujo

    de los

    pensadores,

    y

    su s

    contornos,

    bosquejados

    po r

    ellos,

    habian

    encarnado

    en

    las

    oficinas

    y

    puestos

    de

    comando

    de los

    hombres

    de

    accion.

    Tanto

    los

    pensadores

    co-

    mo

    los

    hombres de

    accion

    orientaban

    su s

    esfuerzos hacia

    un

    mismo

    ob-

    jetivo:

    la

    construccion de

    un

    nuevo

    orden.

    La

    libertad

    recientemente

    descubierta

    debia

    ser

    aplicada

    al

    esfuerzo

    de

    conseguir

    una

    metodica

    ru-

    tina

    futura.

    Nada

    debia

    quedar

    librado a su

    propio

    capricho

    o

    derrotero

    impredeciblle,

    a

    la

    fatalidad

    o la

    contingencia;

    nada

    debia

    quedar

    como

    estaba si

    podia

    ser

    mejorado

    para

    que

    fuera

    mas

    util

    y

    efectivo.

    El

    nuevo

    orden

    en

    el

    que

    todos los

    cabos

    sueltos

    hasta es e

    entonces se -

    rian

    anudados

    otra

    vez,

    en

    el

    que

    los

    restos

    de

    las

    fatalidades

    pasadas,

    los

    naufragos

    abandonados

    y

    a la

    deriva

    pisarian

    tierra

    y

    serian

    reubicados en

    el

    lugar

    que

    les

    correspondia,

    es e

    orden debia

    ser

    macizo,

    solido,

    tallado

    en

    piedra

    o

    forjado

    en

    acero:

    pensado

    para

    durar.

    Lo

    grande

    era

    hermo-

    so,

    lo

    grande

    era

    racional;

    "grande"

    era

    sinonimo de

    poder,

    ambicion

    y

    coraje.

    El

    predio

    en

    construccion del

    nuevo

    orden

    industrial estaba

    salpi-

    cado

    aqui

    y

    allai

    de

    monumentos

    dedicados a

    es e

    poder

    y

    a

    es a

    ambicion,

    monumentos

    que

    finalmente

    resultaron

    0

    no

    indestructibles

    pero

    que

    cier-

    tamente

    fueron

    construidos

    para

    parecerlo:

    po r

    ejemplo,

    las

    gigantescas

    fabricas

    atiborradas

    de

    enormes

    maquinas

    y

    multitudes

    de

    operarios,

    0

    las

    densas redes de

    canales,

    puentes

    y

    lineas

    frreas,

    jalonadas

    po r

    las

    majes-

    tuosas

    estaciones

    de

    tren

    que

    emulaban

    antiguos

    templos

    erigidos

    para

    la

    adoracion de

    lo eterno

    y para

    eterna

    gloria

    de

    los

    fieles.

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    8/9

    154

    MODERNIDAD

    LlQUlDA

    El m ismo

    Henry

    Ford

    que

    declaro

    qu e

    "la historia

    es

    una

    P3Vada"

    que

    "nosotros

    no

    queremos

    tradicioni'

    y que

    "queremos

    v1v1r

    en

    el

    pre;

    sente,

    y

    nos

    importa

    un

    bledo

    la

    historla

    que

    no

    seala

    que

    hacemos

    hoy

    cierto dia

    duplico

    el

    salario

    de sus

    operarios

    aduciendo

    que

    querla

    que

    sus

    empleados

    compraran

    su s

    autos .

    Esa,

    po r

    supuesto,

    no

    era

    una

    CXPII'

    cacion

    en

    serio:

    los

    autos

    comprados

    po r

    los

    operarios

    de

    Ford

    represen-

    taban

    una fraccin

    insignificante

    de

    las ventas

    totales,

    mientras

    que

    la

    duplicacion

    de los salarios constituia

    una

    pesada

    carga

    sobre los

    costos

    dei

    roduccion.

    La

    verdadera

    razon de

    una medida ta n

    _poco

    ortodoxa

    era

    e

    deseo de Ford

    de detener

    la creciente

    e irritante

    movilldad

    laboral.

    Queria

    atar a su s

    empleados

    a las

    empresas

    Ford

    de

    una

    vez

    y

    para

    sremplie,

    Y

    ha'

    cer

    que

    el

    dinero invertido

    en su

    entrenamiento

    y

    CHPSCIIHCIQII

    dlera

    SUS

    frutos,

    una

    y

    otra

    vez,

    en

    tanto

    durara

    la vida

    util

    de sus

    trabaladores.

    Pa-

    ra

    lograrlo,

    tuvo

    que

    inmovilizar

    a

    su

    personal

    y,

    de

    ser

    posible,

    mantener-

    lo

    donde

    estaba

    hasta

    que

    su

    capacidad

    laboral hubiera sido

    drenada

    po r

    completo.

    Tuvo

    que

    hacer

    que dependiera

    del

    empleouen

    su

    fabrlca

    y

    de

    vender

    su

    trabajo

    a

    su

    propietario

    como

    si

    su

    propia

    rlqueza

    y

    poder

    de-

    pendieran

    de

    su s

    empleados

    y

    del

    uso

    de

    su

    capacidad

    laboral.

    Ford

    expresaba

    a

    viva

    voz

    las ideas

    que

    otros atesoraban

    pero

    que

    s6lo se

    atrevian

    a

    susurrar;

    o mas

    bien

    manifestaba lo

    que

    otros

    en

    su si-

    tuacin sentian

    pero

    no eran

    capaces

    de

    expresar

    con tantas

    palabras.

    Fue

    mu y

    apropiado

    tomar

    el

    nombre de Ford

    como modelo

    de las

    inten-

    ciones

    y

    practicas

    tipicas

    de

    la

    modernidad s6lida

    o

    capitalismo

    pesado.

    El

    modelo

    Henry

    Ford

    de un nuevo

    orden

    racional

    f1]o

    los

    estandares

    de

    la

    tendencia

    universal de su

    poca:

    era

    el

    ideal

    que

    todos o

    casi

    todos los

    demas

    empresarios

    de la

    poca

    se

    esforzaban,

    con

    xito

    dispar,

    po r

    al-

    canzar. Ese

    ideal

    consistia

    en hacer de la union

    entre

    el

    capital,y

    el

    tra-

    bajo algo qu e

    -como

    el

    matrimonio celebrado

    en el clelo-

    nlngun

    poder

    humano

    pudiera,

    u

    osara,

    desatar.

    _ _

    La modernidad slida

    era

    tambin,

    de

    hecho,

    la

    poca

    del

    capitalis-

    mo

    pesado

    -del vinculo entre

    capital

    y

    mano

    de

    obra

    fortalecido

    por

    su

    compromiso

    mutuo-.

    La

    supervivencia

    de los

    trabaiadores

    dependia

    de

    que

    fueran

    contratados;

    la

    reproduccin

    y

    el crecimlento

    del

    capital

    de-

    pendian

    de es a contratacin.

    El

    punto

    de

    encuentro

    era

    fijo;,n1nguno

    de

    los dos

    podia

    ir

    mu y

    lejos

    po r

    su

    cuenta -la

    solidez

    de la

    fabrica

    ence-

    rraba

    a

    ambos socios

    en

    una

    celda

    comun-_

    Capital

    y

    traba]o

    estaban

    unidos,

    podriamos

    decir,

    en la

    riqueza y

    en la

    pobreza,/en_la

    salud

    y

    en

    la

    enfermedad,

    y

    hasta

    que

    la muerte

    los

    separase.

    La fabrica era su do-

    micilio

    comun -simultaneamente

    campo

    de batalla de una

    guerra

    de

    trincheras

    y

    hogar

    natural de

    suenos

    y

    esperanzas-.

    TRABAJO

    155

    Lo

    que

    puso

    al

    capital

    y

    al

    trabajo

    frente a

    frente

    y

    los

    unio fue

    la

    re-

    lacin

    de

    comprar

    y

    vender;

    entonces,

    para

    seguir

    con

    vida,

    cada

    un a

    de

    las

    partes

    debi

    mantenerse

    en

    forma

    para

    es a

    transaccionz

    los

    duenos

    del

    capital

    debian ser

    capaces

    de

    seguir

    comprando

    mano de

    obra,

    y

    los

    due-

    nos de

    la

    mano de

    obra debian

    mantenerse

    alerta, saludables,

    fuertes

    o

    con

    el

    suficiente

    atractivo

    para

    no

    alejar

    a

    los

    potenciales

    compradores

    ni

    resultarles

    una

    carga.

    Los

    "intereses

    creados"

    de

    cada

    una

    consistian

    en

    qu e

    la

    contraparte

    se

    mantuviera

    en

    forma.

    No

    es

    extrano

    que

    la

    rear-

    ticulacion

    del

    capital

    y

    el

    trabajo

    se

    transformase

    en

    la

    principal

    funcin

    y

    preocupacion

    tanto de

    la

    politica

    como

    del

    agente

    politico

    po r

    excelen-

    cia,

    el

    Estado.

    El

    Estado

    debia

    velar

    po r

    el

    capital

    para

    que

    estuviese

    en

    condiciones

    de

    comprar

    trabajo

    y

    de

    afrontar

    sus

    costos.

    Los

    desempleados

    eran

    un

    verdadero

    "ejrcito

    de

    reserva

    de

    trabajo",

    y

    debian

    estar

    prepa-

    rados

    en

    las

    buenas

    y

    en

    las

    malas

    en

    caso

    de

    ser

    convocados al

    Servicio ac-

    tivo.

    El

    Estado

    benefactor,

    puntal

    imprescindible

    sin

    el

    cual

    ni

    capital

    ni

    trabajo

    podian

    subsistir

    saludablemente

    y

    menos

    aun

    prosperar,

    estaba

    justamente

    po r

    es o

    "mas

    alla

    de la

    izquierda

    y

    la

    derecha".

    Para

    algunas

    personas,

    el

    Estado

    benefactor

    era

    un

    recurso

    tempora-

    rio

    que

    iria

    desapareciendo

    po r

    si

    solo

    en

    la

    medida

    en

    que

    un

    seguro

    colectivo

    contra

    los

    infortunios

    cubriera

    ta n

    amplia

    y

    cabalmente

    a los

    asegurados

    que

    stos

    pudieran

    desarrollar al

    mximosus

    potenciales

    y

    juntar

    el

    coraje

    necesario

    para,

    po r

    as i

    decirlo,

    "pararse

    sobre

    su s

    pro-

    pios

    pies".

    Para

    los

    observadores

    mas

    escpticos,

    el

    Estado

    benefactor

    er a

    un

    dispositivo

    sanitario

    colectivamente

    financiado

    y

    administrado

    -una

    indispensable

    operacion

    de

    lavar-y-curar,

    ya

    que

    la

    empresa

    capi-

    talista

    seguia

    generando

    desechos

    sociales

    para

    cuyo

    reciclaje

    no

    tenia

    ni

    la

    intencin ni

    los

    recursos

    necesarios

    (ni

    siquiera

    a

    largo

    plazo)-_

    Todos

    estaban

    de

    acuerdo,

    sin

    embargo,

    en

    que

    el

    Estado

    benefactor

    era

    un

    ar-

    tilugio

    para

    hacer

    frente

    a

    las

    anomalias,

    impedir

    las

    deserciones

    a

    la

    norma

    y

    desactivar

    las consecuencias de las

    infracciones

    alli

    donde

    de

    todos

    modos

    stas se

    produjeran.

    La

    norma

    en

    si,

    pocas

    veces

    cuestio-

    nada,

    era

    el

    compromiso

    directo,

    mutuo

    y

    frente

    a

    frente

    entre

    capital

    y

    trabajo

    y

    la

    resolucin

    de

    todos

    los

    importantes

    e

    irritantes

    problemas

    sociales

    dentro del

    marco

    de

    es e

    compromiso.

    Cualquier

    aprendiz

    que

    comenzara su

    carrera

    laboral

    en

    Ford

    podia

    es tar

    seguro

    de

    que

    terminaria

    su

    vida

    laboral

    en el

    mismo

    lugar.

    Los

    ho-

    rizontes

    temporales

    del

    capitalismo

    pesado

    eran

    lejanos.

    Para

    los

    traba-

    jadores,

    el

    horizonte

    se

    acercaba

    ante

    la

    perspectiva

    de

    una

    vida

    de

    trabajo

    dentro

    de

    una

    empresa

    que

    podia

    o

    no

    ser

    inmortal,

    pero

    que

    con

    seguridad

    los

    _sobreviviria

    largamente.

    Para

    los

    capitalistas,

    la

    "for-

  • 8/10/2019 Bauman Modliqu Trabajo.pdf.Searchable

    9/9

    156

    MODERNIDAD

    LlQUIDA

    tuna

    familiar",

    que

    debia

    perpetuarse

    mas

    alla

    de

    la

    vida

    de cada

    uno

    de

    su s

    miembros,

    era sinnimo

    de las

    fabricas

    que

    heredaban,

    construian

    o

    intentaban

    agregar

    a la lista

    de

    reliquias

    familiares.

    Abreviando:

    la

    mentalidad

    "a

    largo

    plazo"

    se

    correspondia

    con

    un a

    expectativa

    fruto

    de

    la

    experiencia,

    y

    era

    es a

    experiencia

    la

    que

    corrobo-

    raba,

    de manera

    convincente

    y

    siempre

    renovada,

    que

    los destinos

    respec-

    tivos de

    las

    personas

    que

    compran

    trabajo

    y

    los

    de

    aquellas

    que

    lo

    venden

    estarian

    intima

    e

    inseparablemente

    ligados

    duranre

    mucho

    tiempo

    toda-

    via

    -en

    la

    practica,

    para

    siempre-,

    y que

    po r

    lo

    tanto

    encontrar

    una forma

    de

    convivencia

    soportable

    era

    ta n

    importanre

    "para

    el

    inters

    de todos"

    como

    lo

    es la

    negociacion

    de

    reglas

    equitativas

    de

    vecindad

    entre

    los

    pro-

    pietarios

    de

    las Casas

    de

    un mismo barrio.

    La

    experiencia

    tard

    varias

    d-

    cadas,

    quiza

    mas

    de

    un

    siglo,

    en afianzarse.

    Emergio

    al

    final

    del

    largo y

    tortuoso

    Camino

    de

    la "solidificaci6n".

    Como

    lo

    sugirio

    Richard

    Sennett

    en

    un

    reciente

    estudio,

    no

    fue sino

    hasta

    despus

    de

    la

    Segunda

    Guerra

    Mundial

    que

    el

    desorden

    original

    de

    la

    poca

    capitalista

    fue

    reemplazado,

    po r

    lo

    menos

    en las

    economias

    mas

    avanzadas,

    po r

    "sindicatos

    fuerres,

    ga-

    rantes

    del Estado

    benefactor, y

    corporaciones

    a

    gran

    escala"

    que

    se

    com-

    binaron

    y

    dieron

    como

    resultado

    una

    era

    de "relativa

    estabilidad".13

    En

    la "relativa

    estabilidad"

    en

    cuesrion

    subyace,

    sin

    dudas,

    el

    eterno

    conflicto.

    De

    hecho,

    es a

    estabilidad

    hizo

    posible

    el

    conflicto

    y,

    en un

    sen -

    tido

    paradjico

    bien

    detectado

    en su

    tiempo

    po r

    Lewis

    Coser,

    lo

    hizo

    "fun-

    cional":

    para

    bien

    o

    para

    mal,

    los

    antagonistas

    estaban atados

    el uno

    al

    otro

    po r

    su

    dependencia

    mutua.

    La

    confrontacion,

    las

    pruebas

    de

    fuerza

    y

    los

    subsiguientes

    regateos

    fortalecieron

    la

    unidad

    de las

    partes

    en

    pugna

    precisamente

    porque

    ninguna

    de

    ellas

    podia

    irse

    po r

    su

    lado

    y

    las dos sa -

    bian

    que

    su

    supervivencia

    dependia

    de

    que

    hallaran

    soluciones

    aceptables

    para

    ambas.

    Mientras

    se

    presupuso

    que

    la convivencia

    estaba

    destinada a

    durar,

    sus normas

    fueron

    objeto

    de

    intensas

    negociaciones,

    a veces

    de ren-

    cores,

    choques

    y

    peleas

    y

    otras

    veces

    de

    tregua

    y

    compromiso.

    Los

    sindi-

    catos

    transformaron

    la

    impotencia

    individual

    de los

    trabajadores

    en

    poder

    colectivo

    de

    negociacion

    y pelearon

    con

    xito

    intermitente

    para

    fundir

    las

    regulaciones

    que

    coartaban

    los

    derechos

    cle los

    trabajadores y

    forjar

    con

    ellas

    limitaciones

    que

    constrineran

    la libertad

    de

    maniobra

    de los

    emplea-

    dores.

    Mientras

    es a

    dependencia

    mutua se

    mantuvo,

    hasta

    los

    impersona-

    les Sistemas

    de turnos

    ta n

    vehementemente

    resistidos

    po r

    los

    artesanos

    que

    se

    apinaban

    en

    las

    fabricas

    del

    primer

    capitalismo

    (y que

    segun

    do-

    cumento

    vividamente

    E.

    P.

    Thompson

    provocaban

    resistencia)

    -e

    incluso

    '3

    Richard

    Sennett,

    T/ze Corrosion

    of

    C/1aracter...,

    ob.

    cit.,

    p.

    23.

    TRABAJO

    157

    Su

    osteri

    ~

    ~

    dog

    h

    Of

    Yerslon

    nueva

    Y

    m o ada

    as

    tristemente

    celebres

    regula-

    _

    es

    orarias

    de

    Frederic

    Taylor,

    esos

    "actos

    de

    represin

    y

    dominagifm

    ejecutados

    po r

    la

    administracin

    en

    nombre

    del

    giganresco CI-ecimiemo

    gndustrial

    de la

    organizacin"-,

    en

    palabras

    de

    Sennett

    "se

    habian

    tra

    ormado

    -

    '

    ns'

    das

    una

    e;:;;fe"a

    C?

    la

    qUCfl0S

    frabmadores

    podian

    plantear

    su s

    deman-

    ue

    .

    Puelfle

    deni

    rar

    q

    es

    [Sen

    ena

    poder

    C"ClUY@

    5 1 1

    la

    rutma

    el

    t

    b

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    g '

    pero

    limi

    'en

    Puede

    Pfofegef;

    la

    rutina

    puede

    desarticular

    ra

    ayo,

    pero

    tambien

    puede

    articular

    un a

    vida"

    14

    En

    la

    actualidad

    las

    ~

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    es t

    b.

    _

    _

    C0535

    han

    amb|ad0

    Y

    el

    ingrediente

    crucial

    de

    e

    cam

    10

    multlfacetico

    es

    la

    nueva

    mentalidad

    "a

    corto

    plazo"

    ue

    vi

    'lo

    afiemplalaf

    3

    la

    mentalidad

    "a

    largo

    plazo".

    Los

    matrimonilos

    del

    [I

    din;

    503553

    qu e

    la

    mqerte

    nos

    separe"

    estan

    absolutamente

    fuera

    de

    mo-

    nn a

    rar

    ;

    ~

    .

    manecer

    .umos

    eza`h

    05

    _C0mpaneros

    ya

    no

    tienen

    la

    expectativa

    de

    per-

    _

    ld

    'mu,

    o

    tiempo.

    De

    acuerdo

    con

    los

    ultimos

    clculos,

    un

    OV g _ S 3

    unidense

    con

    un

    relativo

    nivel

    de

    educacin

    puede

    esperar

    ca

    b

    m

    liar

    dle

    empleo

    al

    me n o s

    once

    veces en

    el

    transcurso

    de

    su

    vida

    la-

    tafgg

    agyem; jitmo

    yi

    la

    frequincia

    de

    cambio

    seguramente

    habran

    aumen-

    e

    ue

    a

    v

    .

    "flexibilidadnqes

    el

    esioffl

    H

    stil

    cle

    la

    presente

    generacion

    concluya-,

    La

    C

    d

    d

    b

    _

    ,gan

    _C

    3

    eP0CH,

    que

    cuando

    es

    aplicado

    al

    mer-

    a

    o

    'e

    tr a

    ajo

    presagia

    el

    fin

    del

    "empleo

    tal

    y

    como lo

    conocemos"

    y

    anuncia

    en

    ca

    `

    '

    ~

    '

    ve s

    r

    bl

    mbioel

    advenlmiento

    del

    tra

    ba]o

    regido

    po r

    conrfatos

    bre_

    ,

    10Va

    es o

    directamente

    sin

    contratos,

    cargos

    que

    no

    ofrecen

    nin

    una se

    ~

    -

    `

    Euevo

    aiilsl-;Cl aCl_pOFcll

    rlusmos

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    que

    Se

    "gen

    po r

    la

    Cl-iusula

    de

    "hasta

    _

    a

    vi

    a

    aboral

    esta

    plagada

    de

    incertidumbre.

    Del

    matrimonio

    a

    la

    convivencia

    Se

    odr'

    n

    p

    ia

    argumentar,

    po r

    supuesto,

    que

    no

    hay

    nada

    parricularmente

    d;1;y(p

    pn

    esta

    situacionz

    la

    vida

    laboral ha

    estado

    llena

    de

    incertidumbre

    lem

    ~

    _

    _

    b

    pos

    inmemoriales.

    Sin

    embargo,

    la

    mcertidumbre

    actual

    es

    Ssom

    rosamente

    novedosa.

    Los

    temidos

    desastr

    e

    nuestros

    med'

    `

    -

    enfremados

    fqs

    ds

    Vida

    Y

    SUS

    perspectivas

    no

    pueden

    ser

    repelidos

    ni

    o

    .

    tiendo

    a

    dmitga

    os

    mancomunandofuerzas,

    cerrando

    filas

    o

    deba-

    horrencyos

    eior

    an

    o

    comuntamente

    medidas

    de

    fuerza.

    Ahora

    los

    mas

    una

    [6 ica

    besastres

    arrecran

    al

    azar,

    y

    escogen

    a

    su s

    victimas

    siguiendg

    8

    lzarra

    o

    sin

    loglca

    aparente,

    repartiendo

    su s

    golpes

    en

    for-

    CS

    que

    pueden

    privarnos

    M

    Richard

    Sennett,

    ibid.,

    pp.

    42-43.

    l