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Aportes para un Ideario Sindical en el marco de la celebración de los 200 años de independencia de Costa Rica con respecto a España (1821 - 2021): ¿Cuál es la propuesta sindical de corte estratégico que podríamos formular a la clase trabajadora y a la ciudadanía costarricense con ocasión de la llegada del Bicentenario? Les compartimos algunas ideas al respecto. Albino Vargas Barrantes Secretario General ANEP Coordinador Colectivo Sindical PATRIA JUSTA Martes 7 de noviembre de 2017

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Aportes para un Ideario Sindical en el marco de la celebración de los 200 años de independencia de Costa Rica con respecto a España (1821 - 2021): ¿Cuál es la propuesta sindical de corte estratégico que podríamos formular a la clase trabajadora y a la ciudadanía costarricense con ocasión de la llegada del Bicentenario? Les compartimos algunas ideas al respecto.

Albino Vargas Barrantes Secretario General ANEP

Coordinador Colectivo Sindical PATRIA JUSTA Martes 7 de noviembre de 2017

Diario Extra www.diarioextra.com Página de opinión Miércoles 14 de diciembre de 2016 Artículo semanal, el número 754 (el número 926 para el Grupo EXTRA) del Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

(parte 1) En el año 2021 Costa Rica celebrará (junto a sus hermanas centroamericanas Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua), los 200 años de independencia política con respecto a España. Nuestro país se prepara en diversos campos para la celebración del bicentenario de su nacimiento como Estado y a menos de cinco años de tan importante acontecimiento, estamos desde ya lanzando el planteamiento de prepararnos para el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, así en mayúsculas. Lanzamos este planteamiento el pasado jueves 1 de diciembre con ocasión de la realización del foro sindical “La Convención Colectiva en el Sector Público de Costa Rica: Desafíos”, evento al cual fuimos invitados como expositor. Agrademos que se nos tomara en cuenta para tal propósito, tanto a la prestigiosa entidad facilitadora, la Fundación Friedrich Ebert (FES), de Alemania; así como a la más representativa corriente sindical de la actualidad de nuestro continente, la Confederación de Trabajadores y de Trabajadoras de las Américas (CSA). Sin duda alguna deben estarse ya dando muchos preparativos para la conmemoración del bicentenario de la independencia patria y el sindicalismo no puede quedarse atrás. La organización sindical, duélale a quien le duela, continúa siendo la instancia natural, la realmente legítima, la que consagra toda la normativa del Derecho Internacional del Trabajo y los propios pactos universales en materia de Derechos Humanos, para la defensa de los derechos laborales, sociales y económicos de la clase trabajadora. Ya no solamente en la característica clásica de la misma (relación asalariada con empleo formal y salario fijo), sino en las otras vertientes producto del desarrollo de sociedades de exclusión, de desigualdad y de innovaciones tecnológicas aceleradas. También es clase trabajadora quien está en el desempleo o en el subempleo, quien está en la actividad del sector informal de la economía, quien labora por cuenta propia (cuentapropismo), quien trabaja por tarea y/o con relaciones de trabajo disfrazadas; e, incluso, quien está en microemprendimientos empresariales, en pequeñas y medianas empresas. Este amplio universo obrero, socialmente comprendido, se encuentra hoy en día en un práctico abandono de representación y de interlocución. Los partidos políticos, partidos a su vez en su propio interior, solamente parecen están interesados en la próxima elección y los cargos en disputa. Aunque se dan excepciones, la lógica sistémica dominante y el papel del latifundismo mediático parece no dejar “títere con cabeza” en cuanto a partidos políticos. Esto explica, por supuesto que en parte, que más del 50 % de la ciudadanía electora no crea más en ellos.

El corporativismo gremial de carácter patronal-empresarial, parece estar interesado únicamente en la representación de los consorcios más grandes de la acumulación de capital. Por otra parte, los sistemas solidarista y cooperativista se enfocan, por lo general, en el segmento obrero y social que ofrece seguridad y estabilidad para sus correspondientes estabilidades financieras Por su parte, el sindicalismo actual, atrincherado en su campo corporativo-gremial por razones obvias, lógicas y hasta de sobrevivencia, muestra cortedad de visión e inmediatismo existencial que autocríticamente se debe reconocer, porque la excepción no alcanza para hablar del bienestar de todo su conjunto. El sindicalismo no está pasando por su mejor momento (tanto por razones objetivas como subjetivas), aunque su peso en la sociedad costarricense de hoy en día no se puede desconocer, no se puede menospreciar, no se puede eliminar. Bien podríamos sentarnos a pensarnos nosotros mismos, a modo de introspección colectiva, ver cómo llegamos a la etapa del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, como sólida alternativa de organización obrera y laboral, representando la diversidad de la misma en un ámbito de lucha por una real Democracia Social (que no es lo mismo que socialdemocracia). Bien podríamos pensarnos cuál sería la naturaleza estratégica del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO en un mundo y en una sociedad como la que nos está tocando vivir, cuya principal característica es la de la apropiación de la riqueza planetaria: el 1 % de toda la población mundial tiene una riqueza acumulada equivalente a la riqueza del restante 99 % sumado conjuntamente. Bien podríamos pensarnos las concepciones fundamentales que podría tener el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO en nuestro país considerando estratégicos planteamientos que se vienen formulando desde distintos ámbitos, tanto nacionales como internacionales; altamente preocupados por el rumbo del país y del planeta mismo ahora que la globalización neoliberal está mostrando su fracaso con el advenimiento de las xenofobias como políticas de Estado; del racismo, del nacionalismo chauvinista, de la misoginia, de las olas migratorias sin control, del fanatismo religioso genocida; de los TLC’s diseñados para el exterminio de lo social en pro del gobierno mundial-planetario de los mega corporaciones transnacionales monopólicas, duopólicas y/u oligopólicas. Continuar

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www.diarioextra.com Página de opinión Miércoles 21 de diciembre de 2016 Artículo semanal, el número 755 (el número 928 para el Grupo EXTRA) del Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

(parte 2)

Indicamos la semana pasada lo siguiente: “Bien podríamos pensarnos las concepciones fundamentales que podría tener el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO en nuestro país considerando estratégicos planteamientos que se vienen formulando desde distintos ámbitos, tanto nacionales como internacionales; altamente preocupados por el rumbo del país y del planeta mismo, ahora que la globalización neoliberal está mostrando su fracaso…”.

Adicionalmente, para un planteamiento estratégico sobre esto del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, creemos que el movimiento sindical tiene la capacidad de producir pensamiento propio y lo ha demostrado ya en varias oportunidades y coyunturas. En nuestro modesto caso y en una serie de cuatro artículos publicados en este mismo espacio hicimos ya un pequeño esfuerzo inicial al respecto: “¿TRUMP? ¿CLINTON?... EL MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO”. Se trata de ideas “sueltas” para el aporte constructor de una tesis estratégica sobre el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO; sin presunciones de ningún tipo y, mucho menos, sin creernos dueños de la verdad. Ayer martes 19 de diciembre bajo el título “OIT: EMPLEO Y DESARROLLO PRODUCTIVO COMO PROPUESTA SINDICAL”, se publicó un artículo en La Prensa Libre (digital) reseñando un reciente y enorme esfuerzo intersindical de reflexión propositiva, con el auspicio de la oficina regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ubicada en San José; esfuerzo que culminara con las PROPUESTAS SINDICALES SOBRE EL EMPLEO Y SOBRE EL DESARROLLO PRODUCTIVO PARA EL DIÁLOGO SOCIAL. Se trata de un trabajo intenso y exitoso de las tres centrales que en la Costa Rica actual responden a la más grande y a la más representativa corriente sindical en la América de hoy, la Confederación Sindical de Trabajadores y de Trabajadoras de las Américas (CSA). Hablamos de la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP-ANEP), de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum (CTRN) y de la Central del Movimiento de Trabajadores Costarricenses (CMTC). A estas agrupaciones se unió para este proceso la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Estas PROPUESTAS SINDICALES SOBRE EL EMPLEO Y SOBRE EL DESARROLLO PRODUCTIVO PARA EL DIÁLOGO SOCIAL, bien pueden alimentar la construcción estratégica de ese SINDICALISMO DEL BICENTENARIO como parte de su agenda programática. Por otra parte, La propuesta “TRABAJO DECENTE Y LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”, es un extraordinario planteamiento que da, a su vez, contenidos estratégicos para ese SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Pero, ¿de qué estamos hablando?... Documentos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), indican que la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible es un compromiso político de los dirigentes mundiales, aprobado en setiembre de 2015, mediante una cumbre histórica de la ONU y que pretende de aquí al año 2030 intensificar al máximo “…los esfuerzos para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás”. Supuestamente, en el marco de la Agenda 2030 los países ricos, pobres o de ingresos medianos deben adoptar medidas para promover la prosperidad al tiempo que protegen el planeta. De los 193 países que componen la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Costa Rica fue el primer país en comprometerse, de manera oficial, a respetar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Fue una acertada decisión política del presente Gobierno que se anunció el pasado 6 de setiembre de 2016.

Autocríticamente se debe reconocer que, en términos generales, para el sindicalismo costarricense este acontecimiento pasó sin pena ni gloria pese a que se nos “tomó en cuenta” para su firma. Lo que pasa es que esto se hizo a contratiempo, contrarreloj y casi para que se tuviese una participación sindical-protocolaria buscando darle al evento el contenido de compromiso nacional. No obstante, se está tiempo, es el momento oportuno y es congruente con la construcción de una plataforma estratégica hacia el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, que todas las corrientes sindicales nacionales hagamos nuestra la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, ahora compromiso nacional del Estado costarricense. Nos parece que las centrales sindicales nacionales que responden a la corriente sindical continental CSA, tenemos la oportunidad político-histórica y la obligación ético-moral desde la perspectiva obrera, de que la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible sean parte esencial, hacia y luego del bicentenario de la independencia nacional con respecto a España, desde el plano del sindicalismo sociopolítico. “Trabajo Decente y Crecimiento Económico” es el Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 8 de los 17 que componen la Agenda 2030. Perfectamente calza, nutre, alimenta el planteamiento del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Continuará…

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Miércoles 28 de diciembre de 2016

Artículo semanal, el número 756 (el número 930 para el Grupo EXTRA) del Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

(parte 3)

Tengamos presente que con esta serie de artículos buscamos posicionar en el seno del sindicalismo nacional y en el ámbito de la realidad sociopolítica costarricense de la actualidad, un planteamiento desde la perspectiva obrero-laboral con ocasión de la llegada del año 2021, cuando ha de festejarse los 200 años de la independencia política de Costa Rica con respecto a España. Anhelamos que el movimiento sindical no quede al margen, no se automargine, no sea invisibilizado y no se le ninguneé de una celebración tan significativa para la historia republicana de nuestro amado país. Por eso es que ya hemos empezado a hablar del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Evidentemente nuestros planteamientos en el tema no son “los” planteamientos sindicales. De seguro habrá otros según pueden generarse de otras corrientes sindicales. ¡Así lo esperamos!

Ahora bien, empezamos a construir tales planteamientos a partir de los mensajes del papa Francisco a los y a las representantes de los movimiento sociales que se han reunido con él. Especialmente, en la tercera ocasión ocurrida en este ya casi terminado año 2016. El papa Francisco nos ha dejado un conjunto de reflexiones, de sugerencias, de inspiraciones esperanzadoras para la lucha social de estos duros tiempos. Las PROPUESTAS SINDICALES SOBRE EL EMPLEO Y SOBRE EL DESARROLLO PRODUCTIVO PARA EL DIÁLOGO SOCIAL, son otro insumo a considerar para la construcción de un pensamiento integral de cara al SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Los resultados del proceso de reflexión impulsado por la oficina de la OIT en nuestro país en tal sentido, dan un gran material de trabajo para impulsar procesos de incidencia sindical de nuevo calado, potenciados si pueden articularse intersectorialmente para direccionar las políticas públicas por venir hacia el bien común, la inclusión social, la reducción de las desigualdades. La semana pasada hicimos mención de lo que podría ser un tercer componente para la reflexión-construcción de un planteamiento integral del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Hablamos de la propuesta “TRABAJO DECENTE Y LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”, que está proponiendo y promoviendo la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE” que, su vez, constituye un mandato emitido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comprende 17 grandes objetivos estratégicos para el mejor bienestar de la Humanidad presente y futura. Precisamente, el “TRABAJO DECENTE”, el número 8 de esos 17, calza a la perfección con una visión estratégica hacia el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Ahora bien, siguiendo esta línea de “inventario” diagnóstico de las bases estratégicas que tendría ese SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, están los otros 16 grandes objetivos de “LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”. Tan sólo mencionémoslos y se comprenderá a cabalidad que podemos considerarlos para nuestro propósito. 1) Fin de la pobreza. 2) Hambre cero. 3) Salud y bienestar. 4) Educación de calidad. 5) Igualdad de género. 6) Agua limpia y saneamiento. 7) Energía asequible y no contaminante. 8) Trabajo decente y crecimiento económico (ya mencionado arriba). 9) Industria, innovación e infraestructura. 10) Reducción de las desigualdades. 11) Ciudades y comunidades sostenibles. 12) Producción y consumo responsables. 13) Acción por el clima. 14) Vida submarina. 15) Vida de ecosistemas terrestres. 16) Paz, justicia e instituciones sólidas. 17) Alianzas para lograr los objetivos. Como verán, los 17 grandes objetivos estratégicos de “LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”, que ha adoptado y que promueven las Naciones Unidas (ONU), pueden considerarse como un cuarto componente de esa construcción de pensamiento, de estrategia y de acción que proponemos como SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Costa Rica, por decisión sumamente acertada del actual gobierno, ha sido el primer país de la Tierra en convertir estos 17 objetivos como política de Estado, razón de más para que desde las tiendas del movimiento organizado de la clase trabajadora, también, se conviertan en parte de su agenda de trabajo y de lucha, con las adaptaciones rigor desde una perspectiva de clase.

Es realmente sorprendente la gran cantidad de pensamiento que se ha producido en los últimos tiempos como para que tengamos un planteamiento integral de cara el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO y que nos dé herramientas de lucha tanto de corto, como de mediano y largo plazo. Es más, con humilde modestia podríamos afirmar que la construcción de contenido para este SINDICALISMO DEL BICENTENARIO hay que asumirlo como una responsabilidad para con la nueva generación de sindicalistas que ya está en puertas y la que ha de venir; tanto procedente de las corrientes sindicales actuales como de las futuras pues como somos optimistas pensamos que la entrada en vigencia, el próximo 25 de julio de 2017, de la Reforma Procesal Laboral (RPL), el espacio para la acción sindical se ha de expandir al sector privado con una mayor certeza y seguridad jurídicas. La semana próxima plantearemos, muy generalmente, otros componentes que podemos integrar a la construcción del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

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Miércoles 4 de enero de 2017

Artículo semanal, el número 757 (el número 932 para el Grupo EXTRA) del Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

(Parte 4)

¡”Pa’ que no nos falte”! Hemos venido hablando de cuáles podrían ser los componentes que integrarían un planteamiento estratégico desde la perspectiva obrero-social hacia la construcción de la propuesta SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. ¡Sigamos! Tenemos otra gran cantidad de material intelectual producido en los últimos tiempos, desde diversos ámbitos y pensamientos como para que, sin más tardanza, nos arrollemos las mangas y empecemos la tarea. ¡Comencemos!… ¡Note usted qué maravilla!: La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución del 10 de diciembre de 1948, en París, Francia, que planteó los 30 artículos de los Derechos Humanos considerados básicos, a partir de la carta de San Francisco (26 de junio de 1945), mediante la cual se estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Agreguemos los demás tratados sobre Derechos Humanos, tanto continentales como globales firmados por nuestro país; incluyendo el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), con su Protocolo Facultativo que entró a regir el 5 de mayo de 2013. En este punto del PIDESC y su Protocolo Facultativo, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas rindió, el pasado mes de octubre de 2016, sus “Observaciones finales sobre el quinto informe periódico de Costa Rica”; algo así como un examen de lo que el país tiene pendiente para cumplir en este tema de los Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales.

Precisamente, en el año 2021 se nos hará un nuevo examen al respecto, el sexto, lo que nos indica que el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO debería tener posición al respecto para tal coyuntura. También podemos considerar para el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO cómo nos insertamos en el movimiento global en desarrollo, tendiente a la emisión planetaria de la Declaración Universal de Derechos Humanos Emergentes (DUDHE). Sus promotores plantean que la DUDHE será “un instrumento programático de la sociedad civil internacional dirigido a los actores estatales y a otros foros institucionalizados para la cristalización de los derechos humanos en el nuevo milenio”, pues actualmente “…la sociedad civil desempeña un papel fundamental a la hora de afrontar los retos sociales, políticos y tecnológicos que plantea la sociedad global contemporánea”. “Pactos para la igualdad-Hacia un futuro sostenible”, es otro extraordinario material de corte fundamental si queremos, en realidad, cristalizar el sueño de una propuesta estratégico-integral de cara al SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Se trata de un riguroso planteamiento generado por la prestigiosa Comisión Económica para América Latina (CEPAL), entidad perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La CEPAL tiene muchos materiales en esta línea propositiva para enfrentar el grave problema sociopolítico y económico de la desigualdad en nuestra región latinoamericana que, por cierto, es la más desigual del planeta. El más reciente trabajo de la CEPAL en esta línea se titula, precisamente, “La matriz de la desigualdad social en América Latina”. Este gran trabajo tiene contundentes conclusiones y recomendaciones que nos permitirían desde una perspectiva de SINDICALISMO DEL BICENTENARIO marcar pautas de lucha social y obrera como, por ejemplo, para superar las desigualdades mediando “en un enfoque de derechos y con una mirada integral”, o para “proteger el gasto social y fortalecer los ingresos tributarios”, entre otros puntos conclusivos de esta gran investigación de la CEPAL. La Economía del Bien Común es una tesis que se está planteando en varios foros de reflexión considerando el fracaso de las experiencias colectivistas en los países del llamado “socialismo real”, por un lado; y, por otro, el desengaño del sistema capitalista con sus crisis económicas y excesos de poder de mercado. Así nos lo plantea el Dr. Joan Ramón Sanchis Palacio, Doctor en Economía de la Empresa de la Universidad de Valencia, España: “La Socialdemocracia europea y la Tercera Vía han sido intentos por buscar un nuevo paradigma económico y social alternativo al comunismo y al capitalismo que han acabado en fracaso o que no han tenido el impacto suficiente”. Este intelectual lanza una provocadora tesis en un reciente artículo suyo, “La Economía del Bien Común-En busca de un nuevo paradigma económico”, que nos abre una veta de reflexión riquísima para un contenido estratégico con el horizonte del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. La vigésimo segunda edición del Estado de la Nación (EN), el prestigioso informe “Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible”, por demás un producto académico-intelectual nacional que respetamos y admiramos muchísimo; expone una impresionante cantidad de rigurosos y profesionales contenidos de elevado consenso nacional, convertibles muchos de ellos en tesis

obreras para un SINDICALISMO DEL BICENTENARIO pues tienen relación directa no solamente con el bien común de la sociedad sino, particularmente, con el de las mayorías trabajadoras, esas que reivindica como eje central de su lucha el movimiento sindical. ¡Qué va! ¡Es tanto!... Con su honrosa venia volveremos con una quinta parte la semana próxima. ¡FELIZ AÑO NUEVO!

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Miércoles 11 de enero de 2017

Artículo semanal, el número 758 (el número 934 para el Grupo EXTRA) del Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

(Parte 5)

Con la parte 6 de la próxima semana, Dios mediante, concluiremos esta serie de comentarios sobre el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO pues lo que queda es ponernos a trabajar para estructurar la propuesta con todos los insumos apuntados en las cuatro entregas anteriores, los que agregamos hoy y los de hoy en ocho. La verdad es que, por un lado, el tema SINDICALISMO DEL BICENTENARIO puede tener una sustentación de profundo contenido estratégico desde la perspectiva de que la política dejó de ser, hace ya bastante tiempo, monopolio de los partidos políticos aunque éstos seguirán existiendo; por otro, que ante democracias que sufren una especie de secuestro corporativo, que han sido privatizadas (como lo plantean ya varios estudiosos), correspondería a la sociedad civil organizada (incluyendo los sindicatos), potenciarse con propuestas de hondo calado y de inserción fuerte y movilizadora en el tejido social para construir un sujeto político de base que “desprivatice” las democracias cuyos procesos electorales implican enormes cantidades de capital y de dinero que no tienen los sectores populares y cívicos. La preparación para procesos de alta incidencia político-estratégica en el rumbo que deben tener políticas públicas hacia la promoción del bien común y la integración social, pareciera representar un serio pero riquísimo desafío en una sociedad como la costarricense de hoy; misma que muestra una ciudadanía decepcionada con la política-electoral al punto de que entre un 50 y 70 por ciento no desea apuntarse en nada en tal ámbito. O, al menos, nada (partido) ni nadie (candidato) le emociona y le motiva en estos momentos. La PLADA: Plataforma de Desarrollo de las Américas es un documento realmente inspirador en la dirección apuntada, es decir, la alta incidencia político-estratégica desde la “bajura” hacia la superestructura política tan desacreditada. La Confederación de Trabajadores y de Trabajadoras de las Américas (CSA), que es en los actuales momentos la más grande y la más representativa corriente sindical de nuestro continente tardó más de una década en su elaboración, mediando un extraordinario esfuerzo de articulación intersectorial; de estudio, análisis y reflexión; de elaboración teórica y propositiva, como para que hoy tengamos el mejor documento sindical de los últimos tiempos en esta región americana. La PLADA es una integral guía para la acción sociopolítica en cuatro dimensiones (política, económica, social y ambiental), que podemos adaptar para la realidad costarricense en una propuesta de SINDICALISMO DEL BICENTENARIO.

“Más democracia, más derechos, por más y mejores empleos” eje fundamental que inspiró, precisamente, el tercer congreso de la CSA, celebrado el pasado mes de abril de 2016 en Sao Paulo, Brasil, complementa la PLADA. Se trata del documento base y de las resoluciones para un programa sindical amplio y de trabajo pues tiene orientaciones sobre Desarrollo Sustentable; sobre tratados de libre comercio y tratados de protección de inversiones; sobre poder corporativo, multinacionales y cadenas globales de producción; sobre alianzas sociales; sobre Paz, Democracia y Derechos Humanos; democratización de las comunicaciones; reforma agraria; juventud trabajadora; equidad e igualdad de género, por ejemplo. Una propuesta de SINDICALISMO DEL BICENTENARIO tiene un extraordinario material para construirse con estas tesis planteamiento de Sindicalismo Sociopolítico de la CSA. En el 2009 escribimos un trabajo que titulamos “El sindicalismo en tiempos de TLC’s”, planteando nuestro criterio sobre el concepto de Sindicalismo Ciudadano que definíamos en ese momento así: “Es el involucramiento comprometido y activo de las diferentes personas integrantes de la organización sindical que se insertan en la vida social activa de sus comunidades, a lo interno de sus diversas expresiones organizativas ya creadas (o fomentando su creación), generando la construcción y el desarrollo de una corriente de pensamiento y de una práctica política que garantice el compromiso del Estado con la ciudadanía en cuanto a la provisión de la serie de servicios públicos imprescindibles para el bienestar colectivo; y, a la vez, incentivando, desde la perspectiva sindical, la acción ciudadana para mayores conquistas en cuanto a derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales; aportando así para la construcción de la nueva hegemonía política restauradora de la promoción del bien común como norma fundamental de la convivencia social”. Este escrito nuestro se inspiró en una especie de proclama de contenido ético lanzada un año antes, el 2008, denominada Sindicalismo Rebelde. Habría que analizarla a la luz de las circunstancias sociopolíticas actuales de nuestro país. ¡Bueno! Eso de Sindicalismo Ciudadano que lo escribimos en el 2009, ¿estará desactualizado? ¿Podría el Sindicalismo Ciudadano así conceptuado aportar a la base de un pensamiento para el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO? ¿Y qué tal sería el cruce de ambos con el Sindicalismo Sociopolítico de la PLADA y del documento “Más democracia, más derechos, por más y mejores empleos”, que son las resoluciones del tercer congreso de la CSA? ¿Qué podría salir de todo ello?...

Como apuntamos al principio, la semana próxima terminamos estas series.

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Miércoles 18 de enero de 2017

Artículo semanal, el número 759 (el número 936 para el Grupo EXTRA) del Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

SINDICALISMO DEL BICENTENARIO

(Parte 6 y final)

Empezamos con este pensamiento: “La globalización, como ideología política, triunfó sobre la derrota de la alternativa del socialismo de Estado; esto es, de la estatización de los medios de producción, el partido único y la economía planificada desde arriba”

Seguimos con este otro: “La caída del Muro de Berlín, en 1989, escenifica esa capitulación. Entonces, en el imaginario planetario quedó solo una ruta, un solo destino final. Lo que ahora está pasando es que ese único destino triunfante también fallece. Es decir, la humanidad se queda sin destino, sin rumbo, sin certidumbre. Pero no es el ‘fin de la historia’ -como pregonaban los neoliberales-, sino el fin del ‘fin de la historia’. Es la nada de la historia”. Álvaro García Linera es un académico-intelectual y político que ocupa en estos momentos el cargo de Vicepresidente de Bolivia. Él es el autor de los pensamientos anteriores incluidos en su reciente artículo “La globalización ha muerto” (“La Jornada” en línea). Por supuesto que esta es una conclusión cargada de polémica pero que a uno lo pone a pensar. El próximo viernes 20 empieza la era Trump en la política estadounidense antecedida por el brexit en el Reino Unido. Todo el mundo está hablando de esto: un Estados Unidos decadente pero militarmente agresivo, la vuelta del proteccionismo, los nacionalismos, la xenofobia, la multipolaridad, el cuestionamiento a los TLC’s; más el desprestigio de la política, el ascenso de los recién llegados (“outsiders”), la privatización de la democracia y su secuestro por el poder del dinero corporativo, el poder de los latifundios mediáticos, etc., etc. Agréguese que el fracaso de la globalización neoliberal está dramatizado por la circunstancia de que el sistema económico planetario en que vivimos está funcionando solamente para el 1 % de la población mundial; pues la riqueza que acumula este 1 % equivale a la que tiene en 99 % de las personas de la Tierra. El último informe de Oxfam International es demoledor a respecto. Con base en este contexto es que estamos hablando de la propuesta del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO para el caso costarricense, de forma tal que estemos a la altura del desafío de la construcción de un sujeto sociopolítico impulsado desde la arena sindical, con amplia perspectiva ciudadana superadora del esquematismo corporativismo-gremial para, de alguna manera, brindar a las clases trabajadoras una renovada perspectiva de lucha en estos escenarios de tanta confusión, de tanto engaño y estafa electoral; de tanta incertidumbre, miedo, indignación e impotencia. Bien lo apuntó el recientemente fallecido rebelde-pensador Zygmunt Bauman, gran intelectual de estos tiempos: “El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas” (“The Clinic on line”, www.theclinic.cl). La propuesta del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO parte de la inevitabilidad de la existencia de partidos políticos en las democracias electoreras; no pretende, ¡jamás!, sustituir a los mismos ni derivar, él, el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, en un partido. El deterioro de la credibilidad y de la legitimidad de los partidos políticos solamente beneficia a la hegemonía imperante del capital y sus latifundios mediáticos que establecen la agenda del país y que la impulsan conforme a sus intereses sectarios; lo cual se posibilita cuando la pelea fundamental en el seno de esos partidos y entre ellos mismos es solamente por cargos electorales como fuentes de empleo y de buenos salarios. Por supuesto que la generalización siempre es odiosa, pero es esto lo que percibe la gente en estos momentos para el caso costarricense, con alguna excepción.

Lo que pretendemos con el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO es aportar para un empoderamiento ciudadano real y activo y, en nuestro caso, con perspectiva laboral, obrero-social y sociopolítica; buscando aportar para que el Movimiento Sindical Costarricense ingrese a nueva etapa de su vida y dar elementos para una discusión sobre la renovación estratégica de su accionar en la sociedad; buscando generar una alta incidencia política en esos partidos, en su accionar institucional y en la toma de decisiones para que éstas tengan profundo contenido de bien común, contra la desigualdad, por la inclusión social y por la protección ecológico-ambiental de nuestro entorno. Dice el intelectual boliviano García Linera que “…con el socialismo derrotado y el neoliberalismo fallecido por suicidio, el mundo se queda sin horizonte, sin futuro, sin esperanza movilizadora”. Ese SINDICALISMO DEL BICENTENARIO debería auscultar los primeros planteamientos que se dieron en los comienzos de nuestra vida republicana en torno a la cuestión social y al desafío de la promoción del bien común. Al acercarnos a los 200 años de independencia con respecto a España, nos sorprenderá conocer que desde el principio de nuestra historia como nación estos asuntos eran de interés público. El reconocido y respetado intelectual costarricense nos facilita el reto con la lectura de su pequeño pero riquísimo trabajo “Los orígenes del pensamiento socialista en Costa Rica”. Para terminar esta secuencia de seis comentarios sobre el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO queda mencionar el gigantesco reto de ir a beber a las refrescantes fuentes del pensamiento de los y de las compatriotas costarricenses del ayer, pero con un legado perenne y realmente vigente en estos “tiempos de confusión”. Por ejemplo, “El lado oculto del Presidente Mora” del prestigioso ciudadano costarricense don Armando Vargas Araya es obra de lectura obligatoria para aportar a la construcción del pensamiento que tendría el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Cerramos con otro pensamiento del Dr. García Linera: “En cualquier caso, no existe sociedad humana capaz de desprenderse de la esperanza. No existe ser humano que pueda prescindir de un horizonte, y hoy estamos compelidos a construir uno. Eso es lo común de los humanos y ese común es el que puede llevarnos a diseñar un nuevo destino distinto de este emergente capitalismo errático que acaba de perder la fe en sí mismo”. Al apostar en nuestro caso por esto del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, no tiene otro significado más que el de rebelarnos para no perder la esperanza.