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Andrea Lower Fairfield University "TAL CUAL A CULTA EPÍSTOLA CONVIENE": APROXIMACIONES A LA EPÍSTOLA POÉTICA ESPAÑOLA DEL SIGLO DIECISÉIS La epístola en verso, uno de los géneros menores del Renacimiento, se cultivaba extensivamente en la Europa de los siglos dieciséis y dieci- siete, pero nunca ha recibido la atención crítica debida. Colocada en los márgenes del canon poético, por estar escrita en verso, y de la literatura epistolar, por ser carta, ha sido difícil precisar su condición en cuanto a género. En las letras hispánicas, los estudios sobre la epístola en verso suelen identificar dos tipos de epístola principales, siguiendo sus antece- dentes latinos: la epístola horaciana de filosofía moral y la ovidiana de tema amoroso, y la mayoría de los estudios se han concentrado en la horaciana. Ahora bien, mientras que tenemos varios estudios excelentes de Elias Rivers, Claudio Guillen y Gonzalo Sobejano, sobre ciertos aspectos de la epístola poética española y sobre un determinado tipo, la llamada horaciana, lo que falta es una aproximación teórica que nos ayude a hacer sentido de todo el corpus de epístolas poéticas españolas del Renacimiento, muchos de los cuales no se entienden sólo con los modelos horaciano y ovidiano. 1 En mi tesis doctoral de 1990, propongo una nueva aproximación a la epístola poética española. 2 Trazo su evolución desde la antigüedad clásica hasta el siglo dieciséis español, examinando las transformaciones que ocurren en el género y su interacción con otros géneros poéticos como la sátira, elegía y capítulo, y con la tradición epistolar en prosa. Al estudiar sincrónicamente la epístola poética del dieciséis, saco a relucir su índole como género. En esta ponencia resumo algunas de mis conclusiones. Debo aclarar que en esta ponencia igual que en mi tesis, mi investigación sobre el género en España se limita a las epístolas poéticas del llamado Renacimiento; es decir, de Garcilaso, Boscán, Diego Hurtado de Mendoza, Cetina, y Aldana. Para acercarse diacrónicamente a la epístola poética española del dieciséis es imprescindible hablar de Horacio y Ovidio, los reconocidos

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Andrea LowerFairfield University

"TAL CUAL A CULTA EPÍSTOLA CONVIENE":APROXIMACIONES A LA EPÍSTOLA POÉTICA

ESPAÑOLA DEL SIGLO DIECISÉIS

La epístola en verso, uno de los géneros menores del Renacimiento,se cultivaba extensivamente en la Europa de los siglos dieciséis y dieci-siete, pero nunca ha recibido la atención crítica debida. Colocada en losmárgenes del canon poético, por estar escrita en verso, y de la literaturaepistolar, por ser carta, ha sido difícil precisar su condición en cuanto agénero. En las letras hispánicas, los estudios sobre la epístola en versosuelen identificar dos tipos de epístola principales, siguiendo sus antece-dentes latinos: la epístola horaciana de filosofía moral y la ovidiana detema amoroso, y la mayoría de los estudios se han concentrado en lahoraciana.

Ahora bien, mientras que tenemos varios estudios excelentes de EliasRivers, Claudio Guillen y Gonzalo Sobejano, sobre ciertos aspectos de laepístola poética española y sobre un determinado tipo, la llamadahoraciana, lo que falta es una aproximación teórica que nos ayude ahacer sentido de todo el corpus de epístolas poéticas españolas delRenacimiento, muchos de los cuales no se entienden sólo con losmodelos horaciano y ovidiano.1

En mi tesis doctoral de 1990, propongo una nueva aproximación a laepístola poética española.2 Trazo su evolución desde la antigüedadclásica hasta el siglo dieciséis español, examinando las transformacionesque ocurren en el género y su interacción con otros géneros poéticoscomo la sátira, elegía y capítulo, y con la tradición epistolar en prosa. Alestudiar sincrónicamente la epístola poética del dieciséis, saco a relucirsu índole como género. En esta ponencia resumo algunas de misconclusiones. Debo aclarar que en esta ponencia igual que en mi tesis,mi investigación sobre el género en España se limita a las epístolaspoéticas del llamado Renacimiento; es decir, de Garcilaso, Boscán, DiegoHurtado de Mendoza, Cetina, y Aldana.

Para acercarse diacrónicamente a la epístola poética española deldieciséis es imprescindible hablar de Horacio y Ovidio, los reconocidos

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creadores de la epístola moral y amorosa, respectivamente. No obstante,el insistir demasiado en estos modelos desvía nuestra comprensión deldesarrollo del género ya que los tipos renacentistas no se distinguen tanclaramente y una mirada al corpus entero de epístolas poéticas deldieciséis revela cuatro tipos básicos, no dos.

De los cuatro tipos, la más practicada es la epístola moral. Destinadaa un amigo, se discursa informalmente sobre algún aspecto de la filosofíamoral como la mejor manera de vivir, o de encontrar felicidad, citandoejemplos de la vida del poeta o su destinatario. Se les considera elprecursor al ensayo moderno. La crítica moderna suele llamar este tipode epístola poética, horaciana, pero habría que señalar que los casos deinfluencia directa son mínimas. Y si en la epístola de Garcilaso a Boscánpodemos ver el espíritu de Horacio, como Elias Rivers señaló, en otrasepístolas morales de la época su influencia es mínima. Diego Hurtado deMendoza, por ejemplo, utilizó una fuente horaciana para su epístola aBoscán, pero sus otras epístolas morales utilizan fuentes clásicas varias,y la forma y estilo generales de sus epístolas tienen poco que ver conHoracio. Con esto, no quiero quitarle importancia a Horacio comomodelo, sino sugerir que hay otras influencias también.

Un segundo tipo de epístola, la heroida, gozaba de un perfil másdestacado que la horaciana debido a su artificio llamativo de las figuraslegendarias desdichadas que escriben a sus amantes; pero su impacto enla epístola poética del dieciséis se ve más en las traducciones o adapta-ciones del modelo ovidiano. Las heroidas influían más en el desarrollode la novela epistolar que en la epístola poética. La epístola poéticaespañola funcionaba como vehículo para la auto-expresión, para el poeta,hablando en su propia voz. Por esta razón, no incluyo la epístolaovidiana en mi investigación.

Por otro lado, la epístola poética amorosa escrita en la voz del poetaofrecía terreno fértil para la invención poética. La forma epistolar servíabien para tratar ciertos aspectos del amor cortés como la distancia quesepara los amantes y el esfuerzo del poeta para obedecer la ley delsilencio impuesta por su dama, la cual rompe, naturalmente al escribir.Mientras que hay precedentes clásicos aislados para la epístola poéticaamorosa, sin duda la influencia más importante es el cancionero dondese encuentran muchas epístolas de amor cortés. Creo necesario distinguireste tipo de epístola de la heroida porque aparte del tema amoroso,tienen poco en común. En el dieciséis encontramos epístolas amorosas

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de Boscán, Mendoza, Cetina y Aldana.Finalmente podemos discernir una cuarta categoría de epístolas que

la crítica no ha reconocido del todo pero que parecen ser equivalentes enverso a la carta mensajera, género en prosa tan cultivado durante elRenacimiento al que pertenecen las Epístolas familiares de Antonio deGuevara o las cartas de Pietro Aretino. Las he designado epístolasinformativas porque en ellas el poeta relata noticias personales o chismesde la corte. Mientras que es posible ver en ellas algo de Cicero o Plinio,este tipo de epístola no tiene precedente clásico obvio sino que parecehaber surgido de varias tradiciones. Hay buenos ejemplos de este tipode epístola en Cetina, Aldana, y por supuesto, Lope.

Si uno de los propósitos de mi investigación es señalar la granvariedad de tradiciones de las que surge la epístola poética del dieciséis,otro objetivo es precisar su perfil genérico. Cabe organizar estas trescategorías de epístolas de acuerdo con algún concepto de géneroliterario. Útilísima ha sido la teoría de Alastair Fowler que expone en ellibro, Kinds of Literature? Fowler define el género (histórica! kind) en basea lo que llama el repertorio genérico que es "the whole range of potentialpoints of resemblance that a genre may exhibit" (55). Fowler haidentificado una serie de características internas y externas que informanla mayoría de los géneros literarios. Para poder calificar de géneroliterario a un grupo de textos, según Fowler, habría que encontrar enellos terreno común en características tales como la estructura externa,estructura métrica, tamaño, escala, estilo, tema, valores, actitud y tambiénen rasgos más tenues como el talante (lo que Fowler llama mood oemotional coloration) y en otro recientemente reconocido: la tarea del lector(reader's task) (63-70). Según Fowler, los géneros pueden subdividirse ensubgéneros. Por ejemplo, la elegía tiene los subgéneros de la funeral yamorosa. En los subgéneros tanto las características externas como lasmenos definidas coinciden, pero difieren en el tema tratado.

La distinción entre género y subgénero es, a mi modo de ver, esencialpara que tenga sentido la epístola poética española del dieciséis, pues alaplicarle al corpus el modelo de Fowler, podemos leer la epístola poéticadel dieciséis como un género con varias categorías de subgénero. Esdecir, las características genéricas de los tres tipos de epístolas españolascoinciden en todo menos el tema tratado. Aunque unas discursan sobreamor, otras sobre filosofía moral, y otras sobre noticias, la forma externa,el estilo epistolar y hasta la actitud del yo hacia el tú son parecidos.

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Requeriría mucho más tiempo de lo que se me concede ahora paradesarrollar debidamente mi argumento, de manera que me limitaré acomentar unos cuantos ejemplos que revelan bien la diferencia entre laidentidad genérica de las epístolas de Horacio y Ovidio —dos génerosdistintos— y las de las epístolas españolas —que se organizan comosubgéneros de la epístola poética española del dieciséis—.

Como ya indiqué, las epístolas de Horacio y Ovidio constituyen dosgéneros independientes en vez de subgéneros porque lo único que tienenen común es la forma epistolar externa. La diferente temática —filosofíavs. amor— es sólo la distinción más obvia. La métrica, el tamaño, laescala y el estilo son distintos, tanto como la actitud, el tono y losvalores. Bien mirado, el mensaje amoroso de las epístolas de Ovidio esirreconciliable con el discurso filosófico de Horacio.

Cuando Horacio escribe a sus amigos lo hace desde la perspectiva deun hombre mayor exhortando a su amigo menor a seguir la vidafilosófica de estudio, retiro, y reposo en busca del bien y la verdad. Lesurge, especialmente, que mantengan un equilibrio mental. Este mundoexcluye la dimensión erótica ya que no puede menos que destruir elbienestar psíquico. Efectivamente, la actitud de lamento y desesperaciónpresentes en las heroidas, tan contradictorio al mensaje filosófico,indirectamente refuerza el buen consejo de Horacio.

Ahora bien, cuando leemos las epístolas amorosas y morales deldieciséis, estas distinciones de dos géneros no se mantienen. El discursoamoroso invade la epístola moral e informativa afectando no sólo el temasino otros elementos del repertorio genérico como la actitud, el tono, eltalante, y los valores. Podemos ver hasta qué punto el discurso amorosose apodera del filosófico en las epístolas morales del dieciséis, leyendolas epístolas españolas donde la influencia horaciana es más notable, enlos que se esperaría que el discurso filosófico resistiera más.

Pero empezamos con el discurso típico de una epístola amorosaespañola. En los primeros versos de la epístola amorosa de Boscán quesigue, se notará que la relación entre el poeta y su dama es típica delllamado amor cortés:

El que sin ti vivir ya no querría,y ha mucho tiempo que morir dessea,por ver si tanto mal s' acabaría,a tu merced supplica que 'sta lea,

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porque no es para durar más parte,sin que de algún alivio se provea.Y pues verás que en mi 'scrivir no ay artesino dolor, comienza de dolertede quien, a su pesar, ha d' enojarte.4

En cuanto a la actitud, vemos al yo humilde, suplicante, auto-denigranteante su destinatario feminino. El talante es de desesperación. Deboaclarar que aunque este discurso amoroso se puede remontar hastaOvidio, es sólo de manera muy indirecta, pues más cercana es la vozpetrarquista y del cancionero.

Ahora vemos la famosa epístola que Diego Hurtado de Mendozaescribe a Boscán que imita la sexta epístola de Horacio sobre el tema denil admiran o no maravillarse de nada. Esta epístola y la respuesta deBoscán, son las únicas del corpus que constituyen una imitatio directa deuna epístola específica de Horacio. En esta epístola, siguiendo a Horacio,Mendoza le propone a Boscán que el no ser afectado por nada en elmundo es la mejor manera de vivir felizmente. Describe "el hombre justoy bueno" como uno que "siempre vive contento con su suerte" y "encualquier medio vive satisfecho."5 Mendoza se imagina que él podríavivir contento pero sólo si su dama Marfira le tratara bien. En unaapostrofe petrarquista dice: " ... / por ti quer[r]ía la vida y el reposo; /por ti el ardiente arena en el desierto, / por ti la nieve helada en lamontaña, / por ti me place [todo] desconcierto" (vv 225-228).

No tengo que insistir mucho en que al demostrar que su bienestarpsíquico dependa del favor de su dama caprichosa, Mendoza falsea eldiscurso horaciano que había desarrollado en la primera parte de laepístola. Localizar la felicidad propia en ser o cosa ajenas viola el espíritude la filosofía de auto-suficiencia y equilibio.

Es interesante ver cómo Boscán, en su respuesta a Mendoza negociaentre el discurso filosófico y el amoroso. Empieza su epístola concordan-do que el nil admirari propuesto por Mendoza es, en efecto, la mejormanera de vivir bien, pero después de afirmar su creencia en estafilosofía, lo contradice indirectamente explicando que es el matrimoniolo que le ha dado equilibrio y felicidad, no la filosofía. Confiesa que lasolución horaciana —la filosofía sola— no aliviaba sus males:

De manera, señor, que aquel reposo

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que nunca alcancé yo, por mi ventura,con mi philosofar triste y pensoso,una sola muger me 1' asegura,y en perfeta sazón me da en las manosVitoria general de mi tristura, (vv 166-171)

De manera que Boscán ha realizado la medianía que elude aMendoza y aunque sitúa su equilibrio fuera de sí —en su esposa— diceque la estabilidad del matrimonio no le deja vulnerable. Si el dependerde otro (u otra) contradice la filosofía de auto-suficiencia, bien mirado,el matrimonio parece ser una medianía entre los rigores del amor cortésy la austeridad de la vida soltera. Así que Boscán sustituye el discursofilosófico de Horacio por el del amor matrimonial.

El discurso amoroso se insinúa de manera más sutil en otras epístolasmorales; por ejemplo, en la epístola que Garcilaso escribe a Boscán. Enésta Garcilaso reflexiona sobre la amistad que comparte con Boscán, pormedio de la teoría aristotélica sobre la amistad. Pero con todo, en el tonode la carta y en su actitud hacia Boscán no percibimos la seguridad yoptimismo de un Horacio presentando sus recetas para la vita beata sinouna melancolía y tedio del vivir en que la amistad con Boscánrepresenta, tal vez, el único aspecto placentero. Al final de la epístola,además, nos ofrece una pista para entender su condición. Hay dosalusiones al amor: una sarcástica —sospecha que su dama napolitana nole haya sido fiel durante su ausencia— y otra reverencial que es untributo al gran amor que Petrarca tuvo por Laura y, tal vez, un recuerdodel amor de Garcilaso por Isabel Freyre: "Doze del mes d'otubre, de latierra / do nació el claro fuego del Petrarca / y donde están del fuegolas cenizas."6 La epístola que empezó celebrando la amistad con Boscántermina con la palabra "cenizas."

En otras epístolas morales y también en el grupo de epístolas que hellamado informativas hay coincidencia con otros aspectos del discursoamoroso. Me refiero a la actitud del yo hacia su correspondiente.Recordemos que en las epístolas de Horacio el yo se presenta como elamigo consejero que, si bien de manera suave, establece su autoridadsobre el destinatario. La epístola amorosa (tanto ovidiana como la delsiglo dieciséis español), por el contrario, cede autoridad al tú al amantecruel que mantiene poder sobre el yo.

En las epístolas morales e informativas, el tú no es un amante cruel

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sino un amigo muy respetable, pero la actitud es parecida en que el túsiempre es presentado como más sabio, virtuoso y alguien capaz deguiar al yo. Así que la relación entre el yo y el tú de la epístolahoraciana es invertida. Ahora bien, es verdad que estos casos formanparte del captatio benevolentiae y fórmulas de modestia que son topoi dela literatura epistolar de siempre hasta Horacio se vale de ellos. Ladiferencia es que mientras Horacio los utiliza como meras fórmulas, enla epístola española establecen el tono para toda la carta.

Las diferencias que notamos entre el discurso horaciano y el de lasepístolas morales españolas indican que ha ocurrido una serie detransformaciones en el género, lo cual, según Fowler, es un procesonatural en el desarrollo de los géneros literarios. Al tratar de darlesentido a la reorganización de los géneros antiguos en subgéneros,podemos explicar la invasión del discurso amoroso por el petrarquismo,el predominio del tema amoroso en la poesía del Renacimiento. Elcambio en la actitud del yo hacia el tú tal vez se entienda también porel discurso cristiano que en general se apodera del de la filosofía greco-romana. En el mundo cristiano, el individuo no depende de sí mismosino que su fuerza se sitúa en Dios. Esto se refleja de una manera u otraen el discurso de la epístola española. La salvación no se encuentra enDios, necesariamente —puede consistir en el amor de una mujer o laamistad con un hombre— pero el depender de otro se da por descontado.Pero quede esto para otra ponencia.

Notas

1 Ver Rivers, "The Horatian Epistle and its Introduction into SpanishLiterature," Hispanic Revino 22 (1954): 175-94; y "The Horatian Epistle inSpanish," Muses and Masks: Some Classical Genres of Spanish Poetry (Newark,

DE: Juan de la Cuesta, 1992): 63-90; Guillen, "Sátira y poética en Garcilaso,"Homenaje a Casalduero, ed. Pincus Sigele y Gonzalo Sobejano (Madrid: Gredos,1972) 209-233; "Notes toward the Study of the Renaissance Letter," RenaissanceGenres: Essays on Theory, History, and Interpretation, ed. Barbara Lewalski

(Cambridge: Harvard, 1986) 70-101; Sobejano, "Confianza y literatura: lasepístolas poéticas de Lope de Vega," ínsula 520 (1990): 17-20. Ver también,Carol Le Vine, "The Verse Epistle in Spanish Poetry of the Golden Age," Diss.Johns Hopkins University, 1974, una tesis doctoral excelente.

2 "The Generic Repertoire of the Horatian Epistle and the Spanish Renaissance

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Verse Epistle: Assembly and Transformation," Diss. Universidad de Californiaen Santa Bárbara, 1990.

3 Kinds of Literature: An Introduction to the Theory of Genres and Modes (Cam-bridge: Harvard, 1982).

4 Las obras de Juan Boscán de nuevo puestas al día y repartidas en tres libros, ed.Carlos Clavería (Barcelona: PPU, 1991) 506, w . 1-9.

5 (86, vv. 104, 115, 127). Todas las citas textuales de Diego Hurtado deMendoza proceden de la edición siguiente: Poesía, ed. Luis F. Día Larios yOlga Gete Carpió (Madrid: Cátedra, 1990).

6 Obras completas con comentario, ed. Elias L. Rivers (Madrid: Castalia, 1981).