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«Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y

hierbas»

Cántico de las criaturas de San Francisco

A los Educadores y al Pueblo de Dios en Costa Rica Mes del Educador 2019

Un saludo fraterno en el Señor que, como en otro tiempo, camina con nosotros, nos solicita con su Amor y nos sigue educando para que pongamos en acción los dones que nos ha dado al servicio de su Reino, en la construcción de la Casa común.

La Comisión Nacional de Educación y Cultura ha decidido retomar, para el mes del educador, el lema que ya tuvimos el año anterior, por la importancia que le concede al tema: “Educador: maestro en el cuidado de la casa común”. Sigue inspirándonos la encíclica Laudato Si del Papa Francisco.

Ya el pasado año, en la carta de presentación del mes del educador, aludía a algunas de las propuestas de esa encíclica como la ciudadanía ecológica, educar para la alianza entre la humanidad y el ambiente. La conversión ecológica, como todo un movimiento transformador para mirar y actuar en favor de la Casa común. La ecología integral que une el cuidado de la naturaleza y la justicia social, cuidar de la tierra y de las personas. Y del planteamiento de fe que está en la base de la encíclica, porque es desde el Dios Creador de donde brota la belleza de las criaturas y la fraternidad de todos, el sentirnos hermanados en una misma Casa que estamos invitados a custodiar ante el Señor que nos la confía.

Tenemos en esa propuesta una gran fuente de inspiración para nuestra tarea educativa como educadores. Suscita una serie de valores motivadores para fundamentar la educación. Ofrece la contextualización necesaria que da sentido y direcciona los planteamientos educativos. Posibilita una mirada y enfoque holístico e integral necesario para abordar adecuadamente la situación de la persona en la naturaleza y las mutuas implicaciones en nuestro mundo. Ofrece también una finalidad, el cuidado de la casa común, que motiva y enriquece el camino educativo para sensibilizarnos y crear toda una cultura en ese sentido.Educadores somos todos los que nos proponemos tener una actuación que posibilite el crecimiento de otros. Desde las familias, primeras

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educadoras de sus hijos, y los educadores de escuelas y colegios, hasta los profesores universitarios, los implicados en la educación técnica y la educación no formal, como los centros y hogares de niños en situación de riesgo… y tantas otras personas que fomentan iniciativas educativas diversas en favor de los demás. Todos estamos involucrados en el campo educativo y podemos ayudarnos mutuamente a crecer. En este sentido, también los educandos son agentes de la educación, por cuanto que son los primeros responsables de su crecimiento y porque ayudan a crecer a sus educadores. Cuando se profundiza en la tarea educativa reafirmamos la convicción de que, en ella, somos los educadores los más beneficiados, los más invitados a crecer por coherencia con nuestra misión de ayudar a otros a hacer lo mismo.

Rendir aquí un homenaje a los educadores que hacen de esta tarea apasionante su estilo de vida, su profesión. Invitarles a ser personas testimoniales que encarnen los valores que pretenden transmitir en la educación, en particular los referentes a la ecología integral. A crear ambientes educativos acogedores y estimulantes para la tarea de mejorar como personas, ambientes en sintonía con la naturaleza y la sociedad, que introduzcan en una ciudadanía ecológica. Invitar a los educadores cristianos a vivir su fe y a ser evangelizadores en el campo educativo puesto que sabemos bien que, solo desde Dios las personas tienen la gran dignidad que Él ha querido para nosotros, la sociedad puede ser una gran familia y el mundo el escenario de su Reino.

Agradecer a la Comisión Nacional de Educación y Cultura su trabajo en beneficio de estos campos tan importantes de nuestra sociedad. Gracias especiales a los profesores que han elaborado estos temas que ahora les ofrecemos, con sus respectivas guías metodológicas. Confiamos en la buena acogida de los planteamientos de este mes del educador 2019 y en su contribución a enriquecer la tarea educativa en nuestro país.

Nos inspira nuestro Dios, creador de tanta belleza, con sus designios de amor y salvación, a engrandecer a las personas con la conciencia de ser sus hijos; a propiciar un ambiente fraterno desde la ecología integral que haga crecer la justicia y el bienestar para todos; a apreciar y custodiar la naturaleza con la que nos sentimos hermanados… Le agradecemos por llamarnos, nada más y nada menos, que a ser colaboradores de una verdadera recreación que quiere realizar hoy a través de nosotros en la educación.

Fraternalmente: + Bartolomé Buigues Oller, TC

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TEMA I

Educador: Maestro en el Cuido de la Casa Común

MSc. Seidy Fallas Mora.

Basta recorrer las calles de las distintas comunidades para encontrar vallas publicitarias con mensajes similares a la frase que encabeza el presente artículo. En las redes sociales, en programas de televisión o radio, en el contenido de películas de cine, entre otros, se denota un tema transversal que pretende formar conciencia sobre la gravedad del estado de los recursos naturales. De hecho, la degradación de los recursos naturales, las consecuencias del efecto inverna dero, y la problemática social que proviene de un desequilibrio en el desarrollo humano y el impacto ambiental, son el contenido de las noticias cotidianas.Incluso a nivel mundial, las manifestaciones de muchos grupos a favor de cambios de actitudes de consumo, tanto a nivel personal, familiar, social y nacional, para paliar los efectos de la enfermedad ambiental del planeta tierra. Prueba de ello son los Protocolos mundiales ambientales para afrontar dicha problemática, a pesar de que algunos líderes políticos los desconocen por motivos económicos, como lo es el mercado de los combustibles fósiles.

Particularmente la Iglesia Católica, desde su misión profética, ha dado su aporte mediante la Encíclica Laudato Sí, (Papa Francisco), dirigida a todas las personas de buena voluntad, creyentes o no, para buscar acciones por el bien común de la Casa Común de la humanidad.Ante dicha situación que experimenta la sociedad mundial es oportuno durante el mes del Educador, reflexionar sobre ¿cuál es el papel protagónico de la persona docente en estos procesos, y particularmente, ante la el cuido de la naturaleza?

La figura docente, no se puede limitar únicamente, a funciones de instrucción en procura de conceptos de educación ambiental o de desarrollo sostenible, sino, que debe contribuir con la formación plena de la persona, desde la vivencia de actitudes cotidianas, que sirvan para el modelaje positivo, en lo que respecta a su relación con la naturaleza, es decir la Creación, como Casa Común de toda la humanidad.

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A la luz de la nueva Política Educativa, que tiene a la persona como centro del proceso educativo (2017), es necesario superar el paradigma academicista basado en un énfasis en contenidos sobre la crisis ambiental, para avanzar a un modelo de desarrollo de habilidades, es decir de capacidades para resolver problemas, como el desarrollo sostenible, de manera multidimensional. Para lograr desarrollar las habilidades se conciben desde las maneras de pensar, las formas de vivir, integrar y relacionarse con el mundo.

Desde la antropología cristiana, presente en los primeros capítulos de la Encíclica Laudato Sí (2016), se expresa un concepto de persona como un ser en relación: consigo mismo (autocuidado), con los demás (social), con la Creación (ecológico) y con su Creador (espiritual, religioso o trascendente).

Incluso, desde el mensaje propuesto en el Evangelio, Jesús al reconciliar la humanidad con Dios, también la reconcilia con la Creación. Desde las parábolas Jesús enseña a mirar la naturaleza con sus ojos, y encontrar en ella el mensaje de Amor de Dios presente en toda la Creación.

Por ello, la en la figura de San Francisco de Asís, se propone como el creyente al reconciliarse con Dios y vivir en su voluntad, puede expresar esa armonía con la naturaleza, haciendo alusión al proyecto original de la Creación y la promesa mesiánica de la Nueva Tierra.

Esta concepción antropológica y cristiana, está en consonancia con los lineamientos curriculares del Ministerio de Educación Pública, y por ello, las personas educadoras, desde su vocación humana y cristiana, están llamadas a ser maestros y maestras en el cuido de la Casa Común, a partir de acciones cotidianas permanentes a lo largo del todo el año escolar y en toda la comunidad educativa

Desde todas las asignaturas, en todas las modalidades y durante todo el año escolar, el estudiantado puede tomar conciencia de la problemática ambiental con la guía del personal docente, para llevar al desarrollo de habilidades que puedan impactar no solo en el ámbito escolar, sino también en la vida familiar, social y comunal.

La educación no se puede limitar a acciones dentro de las cuatro paredes de un aula escolar, debe buscar resolver problemas de manera racional, emocional y actitudinal, de manera que provoque aprendizajes significativos que mejoren la calidad de vida, personal y comunitaria.

El arte de cuidar la Casa Común, comienza desde la contemplación de las grandes maravillas de la naturaleza que hacen posible la vida, como

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el agua potable para valorar su uso racional y así, tomar decisiones como evitar ensuciar los cauces de los ríos y usar racionalmente el agua en la casa.

La clasificación de los desechos, la cultura del reciclar, reusar, el ahorro de materiales como el papel, son pequeños grandes detalles que pueden fortalecerse desde los centros educativos, con el modelaje de la persona docente y el personal administrativo. Una comunidad educativa que protege las zonas verdes, que optimiza los recursos, que integra a la familia en actividades ecológicas según su contexto geográfico y social, puede impactar en el proyecto de vida tanto personal como social en el contexto de una nueva ciudadanía local y mundial.

Un reto para la presente generación, y de manera particular para el personal docente, es ¿cómo se puede impactar a las nuevas generaciones para procurar mejorar las condiciones actuales del planeta? La influencia de los y las educadores puede marcar la diferencia, ya que la actitud sustentada en la razón y motivada por los sentimientos de procurar un mundo mejor para heredar a las próximas generaciones, puede dejar huellas permanentes en la vida del estudiantado.

PROPUESTA METODOLÓGICA

1-Una mirada a lo que está sucediendoen nuestra casa común:

Primero conozcamos un poquito la Encíclica “Laudato si” la cual iremos reflexionando y lo que es más importante tratando de poner en práctica en nuestra labor educativa y en la vida diaria, observemos con atención el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=Ox7iSsAVFRw

El Papa Francisco en el numeral 21 de la Laudato Si nos dice una frase que nos debe hacer pensar:

“La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada día más

en un inmenso depósito de porquería”

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En conversatorio reflexionamos la frase y examinamos nuestro entorno a la luz de la misma.

Así mismo el Papa propone cuatro ámbitos en los que el deterioro de la casa común es más latente: el clima, el agua, la biodiversidad y la calidad de la vida humana.

En cuatro grupos leemos y reflexionamos en torno a los numerales, confrontándolos con nuestra realidad:

Grupo 1: El Clima: del número 23 al 26 Grupo 2: El agua: del número 27 al 31 Grupo 3: La biodiversidad: del número 32 al 42 Grupo 4: La calidad de la vida humana: del número 43 al 47

Preparamos una presentación creativa (mimo, canto, socio drama, cuento u otros) con el fin de dar a conocer a los compañeros lo reflexionado. Una vez que los cuatro grupos han presentado su trabajo se realiza una síntesis de lo que más les ha llamado la atención en las presentaciones.

2- Iluminemos esa realidad.

En pequeños grupos leemos y reflexionamos el texto “Educador: maestro en el cuidado de la casa común” y extraemos aquellas ideas que nos permiten visualizar acciones que podemos realizar para mejorar y prevenir el deterioro de nuestra casa común. Escogemos algunas de esas ideas y utilizando materiales de desecho elaboramos un collage o una maqueta que las representen. Con la técnica de museo observamos los trabajos de los demás grupos y escuchamos sus explicaciones. En conjunto hacemos un listado de todas las ideas que surgieron, con el fin de utilizarlas en el trabajo siguiente.

3- Manos a la obra

Volvemos a retomar el listado elaborado en la actividad anterior y tomándolo como base, redactamos, en forma individual, un decálogo que refleje lo que voy a tratar de poner en práctica como “Educador: maestros en el cuidado de la casa común”. Cada participante escribe y decora su decálogo en una hoja grande y lo cuelga en el lugar preparado previamente por el facilitador con mecates y prensas. Algunos en forma voluntaria hacen lectura de su decálogo.

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4- Celebremos Juntos

“ALABADO SEAS”

A cada participante se le entrega un verso de la oración de San Francisco “Alabado seas mi señor” al cual le integrará algunos elementos que considere contextualizan ese verso, tomando en cuenta todo lo reflexionado durante el desarrollo del encuentro, para luego en un lugar ambientado por el facilitador para la oración, cada participante comparte su verso y en conjunto se cierra con un canto apropiado para la ocasión se propone en el siguiente:

https://www.youtube.com/watch?v=m1DFge9TBnY

TEMA II

La mano y la huella de los hijos de Dios en la Casa Común.

MSc. Edgar Solís Barquero

“No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica” L.S 101

INTRODUCCIÓN:

“Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.». Génesis 1,28

O Se lee en voz alta la cita bíblica anterior, y al final todos repiten “Gracias Padre por confiarnos tu Casa Común”

O Se leen los dos párrafos siguientes y hacemos un Acto de Contrición por nuestras faltas a la Casa Común: Cada participante hace una reflexión en torno a sus faltas hacia la Casa Común, por ejemplo “Perdóname Padre por no cuidar el agua que tú nos diste para alimentar nuestra vida y la de todos tus seres vivos” Todos responden Perdón, Señor te hemos fallado.

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Desde un principio Dios entrega la Tierra y cuanto contiene, al hombre; con una sola razón, cuidarla para que esté a su servicio. Sin embargo con el transcurrir de los siglos nos damos cuenta que el cuidarla y someterla fue para el hombre una acción que lo llevó más bien al uso desmedido y al abuso de la creación entregada por Dios.

En su papel de co creador, el hombre aprovecha su inteligencia para mejorar sus condiciones de vida desde las nuevas invenciones, sin embargo no todas llevaron ese fin de bien. Cuando analizamos el papel de la ciencia y de la tecnología, descubrimos grandes beneficios para el ser humano y para la creación en general; pero también aparece el uso equivocado que el hombre ha hecho de ellas y las graves consecuencias que para la humanidad entera y para la creación esto ha tenido.

En este tercer taller queremos profundizar esa “raíz humana de la crisis ecológica”, como la ha llamado el Papa, para proponer, desde la educación, el inicio de la construcción de una nueva conciencia ecológica que produzca un estilo de vida distinto, una cultura nueva basada en el cuido de la Casa Común.

1- Demos una mirada a lo que está sucediendo en nuestra casa común:

Nuestra vida cotidiana está inserta en mundo que se rige por la tecnología, en nuestra casa, en nuestro trabajo, en nuestros ámbitos educativos, en la sociedad en general, convivimos y utilizamos diferentes invenciones tecnológicas; con el fin de analizar su impacto en la Casa Común vamos a realizar la siguiente actividad:

Trabajo en pequeños grupos:

1- En hojas blancas o papel de colores para reciclar, cada miembro del grupo hace un dibujo de un aparato tecnológico, en especial de aquellos que utilizamos en las escuelas y colegios; se construye un mural en el piso y el grupo se sienta alrededor del mismo. Se observa lo construido.

2- Se hace lectura del numeral 102 de la Laudato SI y se comenta acerca de los beneficios que la tecnología nos da a diario en todos

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los ambientes donde nos desenvolvemos, en especial en nuestros ámbitos educativos. Podemos comentar sobre el uso positivo que le damos a algunos artefactos tecnológicos que aparecen en el mural, igualmente los beneficios que nos da para las buenas relaciones con los demás y con la Casa Común.

102. “La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada. Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio: el motor a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la electricidad, el automóvil, el avión, las industrias químicas, la medicina moderna, la informática y, más recientemente, la revolución digital, la robótica, las biotecnologías y las nanotecnologías”.

3- Se hace lectura del numeral 104 de la Laudato SI y se comenta sobre los daños que a la Casa Común le ha causado la tecnología. Cómo ha afectado las relaciones entre los seres humanos y las relaciones de estos con los demás seres de la creación. También se comenta acerca de las consecuencias negativas de su mal uso, del poder que la tecnología da al ser humano.

104. “Pero no podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo”

4- Enlistamos 5 beneficios de la tecnología para la educación y 5 consecuencias negativas de la tecnología que afectan los procesos educativos para compartir en la celebración.

5- Se hace un cierre grupal de esta parte, mirando el Video “tecnología y sociedad moderna”

https://www.youtube.com/watch?v=-zv1TgS8n8M

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2-Iluminamos la realidad de nuestra casa

Confrontamos nuestra realidad con la palabra de la Iglesia que nos ilumina para mejorar el uso de la tecnología y con ello contribuir al cuido de la Casa Común.

1- En pequeños grupos se leen las siguientes frases del capítulo III de la Encíclica. Se comenta cada enunciado, subrayando palabras o frases claves y extrayendo el mensaje que el Papa nos quiere dar respecto a nuestra relación con la Tecnología.

2- Se realiza un conversatorio dirigido por el facilitador, retomando el mensaje de los numerales comentados.

3- Cada grupo presenta sus Palabras o frases claves y se comentan

111. La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático. 112. Sin embargo, es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral.

117. Todo está conectado. Si el ser humano se declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador absoluto, la misma base de su existencia se desmorona, porque, «en vez de desempeñar su papel de colaborador de Dios en la obra de la creación, el hombre suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión de la naturaleza»[95].

125. Si intentamos pensar cuáles son las relaciones adecuadas del ser humano con el mundo que lo rodea, emerge la necesidad de una correcta concepción del trabajo porque, si hablamos sobre la relación del ser humano con las cosas, aparece la pregunta por el sentido y la finalidad de la acción humana sobre la realidad. No hablamos sólo del trabajo manual o del trabajo con la tierra, sino de cualquier actividad que implique alguna

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transformación de lo existente, desde la elaboración de un informe social hasta el diseño de un desarrollo tecnológico.

131. Si no se puede prohibir a un artista el despliegue de su capacidad creadora, tampoco se puede inhabilitar a quienes tienen especiales dones para el desarrollo científico y tecnológico, cuyas capacidades han sido donadas por Dios para el servicio a los demás. Al mismo tiempo, no pueden dejar de replantearse los objetivos, los efectos, el contexto y los límites éticos de esa actividad humana que es una forma de poder con altos riesgos.

3-Pongamos manos a la obra

1- Se escucha y entona el canto “El Progreso” de Roberto Carlos; asociando su contenido a lo comentado en el punto anterior.

2- Juntos se realiza una selección de las Palabras Claves que más se repiten en el punto anterior y se construyen los compromisos que como educadores tenemos frente a las mismas, ayudados por el siguiente esquema:

Palabra Clave Ej. Agotamiento de reservas Naturales

Acciones a vivencia

Siembra de árboles en Nacientes

3- Se determinan acciones concretas para asumir lo colocado en el esquema.

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4-Celebremos como hermanos

Como educadores creyentes, nos comunicamos con nuestro Padre Dios Educador, creador del universo, le alabamos y le bendecimos por esta Casa Común que nos ha regalado:

1- Construimos un altar con lo que haya a mano, en él colocamos los aparatos tecnológicos que tengamos cerca, los dibujos del VER, las frases seleccionadas en el JUZGAR, los compromisos del ACTUAR. Nos colocamos cerca del altar.

2- Entonamos el Cántico de las Criaturas de San Francisco 3- Construimos el Cántico de las Criaturas del Siglo XXI, dando

gracias a Dios por lo que caracteriza este siglo, además podemos contextualizarlo a nuestra realidad comunitaria y educativa. Se pueden utilizar lo construido durante la actividad.

Ejemplo:

O Alabado seas Señor por el Hermano inventor del celular, que me permite día a día encontrarme con mis seres queridos y con tu Palabra.

O Alabado seas mi Señor por el Hermano Volcán Arenal (Turrialba, Irazú, Tenorio…) quien con su majestuosidad y fuerza me muestra tu grandeza.

O Alabado seas mi Señor por mi Vocación de Educador, a través de la cual sigo tus pasos de Maestro.

4- Construimos la oración final de la siguiente forma, buscando que participen la mayoría y basados en la temática reflexionada hoy:

O Señor, yo como Educador, Maestro en el cuido de la Casa Común, me comprometo a ___________________________________________

5- Hacemos la Oración del Padre Nuestro y la Oración de San Francisco de Asís “Hazme un Instrumento de Tu Paz”

6- Saludo de la Paz.

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TEMA III

Educación y espiritualidad ecológica: nuevo paradigma la persona, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza.

MSc. Xinia María Castillo Esquivel.

La ecología integral que plantea el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si, tiene una dimensión espiritual profunda. La frase que introduce el sexto capítulo evidencia el núcleo central del mismo, al indicar con claridad que: “Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar” (#202). Para lograr ese cambio la educación es herramienta clave en la formación de la espiritualidad ecológica, aporta al cómo, coloca ante la realidad, ante la propia Naturaleza y ante Dios.

Para sumir la educación ecológica el MEP en La Política Curricular, Educar para una Nueva Ciudanía (2015) plantea: “la sostenibilidad como paradigma para pensar en un futuro, en el cual las consideraciones ambientales, sociales, culturales económicas se equilibran en la búsqueda del desarrollo y de una mejor calidad de vida, a partir de un accionar que inicia hoy. (pág. 53) El cambio es integral y empieza en la persona. No se puede pensar en un cambio hacia el futuro sin dar los pasos aquí y ahora.

El Papa Benedicto XVI presenta el concepto de ‘emergencia educativa’, como un llamado a tomar medidas urgentes ante la realidad. Laudato Sí es clara al señalar que la “humanidad posmoderna no encontró una nueva comprensión de sí misma que pueda orientarla, y esta falta de identidad se vive con angustia. Tenemos demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines” (LS 203). La “emergencia educativa” debido a la incapacidad de transmitir valores humanos, culturales, se hace evidente en la relación que se tiene con la casa común. Se puede constatar según lo expresa el Papa que:

“Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir. En este contexto, no parece posible que alguien acepte que la realidad le marque límites. Tampoco existe en ese horizonte un verdadero bien común. Si tal tipo de sujeto es el que tiende a predominar en una sociedad, las normas sólo serán respetadas en la medida en que no contradigan las propias necesidades” (LS 204).

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Es clara la emergencia educativa cuando se hace énfasis al gran desafío cultural, espiritual y educativo al cual nos enfrentamos hoy. El Papa Francisco asume el concepto “emergencia educativa” para aplicarlo a los desafíos derivados de un consumismo que limita la posibilidad que tiene la persona humana para vivir por los demás, con los demás en la casa común.

La concepción que ha predominado en la relación con la creación o el planeta ha favorecido una tentación dualista, según la cual los seres humanos estamos ante (y frente a) una realidad compleja, como es la naturaleza, pero distinta de nosotros, por lo que la mayoría de personas reducen toda la problemática del planeta en buscar cuál es y debe ser la actitud ante la misma. La naturaleza se asume destinataria de nuestra acción, objeto a cuidar y contemplar que, en el mejor de los casos, permite observar en ella retazos de la presencia de Dios en la creación, en el peor, a una víctima más de la acción humana. Por lo tanto no se asume una clara posición en la relación de la persona, con la Casa Común. Laudato Si brinda la oportunidad para reorientar el rumbo, desde una educación que potencie la espiritualidad ecológica para:

OO Asumir la creación, el planeta, como nuestra “casa común”, sentirnos implicados con ella al valorarla como nuestro hábitat necesario, hábitat a la vez compartido con el resto de seres humanos, asumiendo el compromiso de no deteriorarla aún más.

OO Reconocer que nosotros mismos somos parte de la realidad, de esa “casa común” que tenemos que cuidar y contemplar, conservar, e incluso mejorarla, para las generaciones futuras.

Desde los dos puntos de vista anteriores la espiritualidad ecológica facilita entender cómo, efectivamente, no hay separación posible entre la ecología medioambiental y la ecología humana, sino que ambas están intrínsecamente relacionadas. “La situación actual del mundo provoca una sensación de inestabilidad e inseguridad que a su vez favorece formas de egoísmo colectivo. Cuando las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en su propia conciencia, acrecientan su voracidad.” (LS 204) Somos, “casa común” formamos parte del entramado de relaciones en el que viven, conviven, muchas otras personas y criaturas, y muchas de ellas sobreviviendo en condiciones de gran penuria, escasez y violencia.

El Papa es directo cuando indica que: “La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica debe traducirse en nuevos hábitos” (LS 209). La formación hacia una espiritualidad ecológica, como propuesta

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hacia un humanismo centrado en la persona de Jesucristo, brinda a los educadores el fundamento necesario para la ‘educación ecológica’. La Política Curricular Hacia una nueva Ciudadanía (2015) es clara al señalar que:

“La crisis ecológica mundial obliga al ser humano a la definición de otras formas de relacionarse con la naturaleza. Las desigualdades sociales, los patrones de consumo, el desconocimiento del medio y la falta de compromiso con la ética ambiental arriesgan el estado de la salud terrestre y, por ende, el de toda forma de vida. Incluso, en los espacios del planeta donde no hay conflictos armados, aparecen indicadores de la guerra que libra la humanidad contra su entorno y contra sí misma. Costa Rica forma parte de tal problemática socio ambiental. El deterioro cotidiano de la calidad ambiental en el territorio es evidente… El interés nacional debe enfocarse en la construcción de un modelo de desarrollo sostenible, que armonice el desarrollo económico con las necesidades sociales, culturales y ambientales del país; reducir la desigualdad social y eliminar las brechas de pobreza, social y tecnológica”. (pag.65)

Es absolutamente necesario reconocer y educar que somos parte de un planeta único. El compromiso radica en sentir que se es parte de él, a partir de nuevas relaciones del ser humano entre sí y con su entorno. La Política Curricular Hacia una nueva Ciudadanía (2015) aporta que:

“La educación cumple un rol fundamental, al ser la vía de empoderamiento de las personas para que tomen decisiones informadas, para que asuman la responsabilidad de sus acciones individuales y su incidencia en la colectividad actual y futura, y que, en consecuencia, se desarrollen sociedades con integridad ambiental, viabilidad económica y justicia social para las presentes y futuras generaciones, en los marcos del respeto hacia la diversidad cultural y de la ética ambiental” (pág.12).

Profundizar en la tarea educativa y su aporte al desarrollo de una espiritualidad ecológica como nuevo paradigma no es casualidad, es una gran necesidad. Ante la emergencia educativa, urgen “nuevos hábitos”. Es necesario desde la comunidad educativa formar para la realización de “pequeñas acciones cotidianas”, hacer conciencia sobre los ámbitos educativos para “difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza.” (LS 215). Embarga de esperanza saber que “no todo está perdido, porque los seres humanos,

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capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse…son capaces de mirarse a sí mismos con honestidad, de sacar a la luz su propio hastío y de iniciar caminos nuevos hacia la verdadera libertad” (LS 205)

Los educadores, llamados a ser maestros en el cuido de la casa común, aportan en la formación de una nueva conciencia, a una nueva forma de comprendernos a nosotros mismos, a nuestro lugar en el mundo: “…la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos” (LS 202). Una conciencia, por tanto, de filiación, fraternidad y esperanza, tarea que la educación debe desarrollar y compartir para contribuir a mantener la casa común, acogedora para todos.

La educación debe aportar de manera significativa para comprender lo que somos en la casa común, acoger y actuar conforme a ello, para trascender así, al proceso fundamental de la dimensión espiritualidad.

Desde una educación integral se aporta a una auténtica espiritualidad ecológica fundamentada en la convicción de que el Evangelio enseña, alimenta la pasión por el cuidado del mundo (LS 216). Para lograr esos cambios urgen educadores convencidos, convertidos y comprometidos desde una conversión personal, una conversión que conlleva gratitud y gratuidad amorosa, conciencia de nuestra comunión universal, que cada criatura refleja algo de Dios. Es necesario como educadores tomar conciencia de que los esfuerzos individuales, por si solos, no pueden remediar la compleja situación de nuestro mundo; se necesita una eficaz unión de fuerzas y redes comunitarias (#219).

La Pastoral Educativa tiene la misión de la crear redes comunitarias, en la comprensión de una autentica espiritualidad cristiana en coherencia con la espiritualidad ecológica, tomando como modelo el ejemplo de San Francisco de Asís. Educadores formados desde una espiritualidad ecológica cristiana trascienden paz consigo mismo, una paz interior estrechamente ligada al cuidado de la ecología y del bien común que, vivida automáticamente, se refleja en un estilo de vida equilibrado, unido a una capacidad de admiración que lleva a la profundidad de la vida.

“Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros ideales, para contemplar al creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea, cuya presencia no debe ser fabricada sino descubierta, develada” (LS 225). En un contexto de amor a la creación, el Papa desafía a los creyentes a retornar a la práctica de la oración de acción de gracias antes y después de las comidas, de manera que ellos

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recuerden su dependencia de Dios por la vida, fortalezcan su sentido de gratitud por el don de la creación y sean agradecidos hacia aquellos que, con su trabajo, proporcionan estos bienes y refuercen su solidaridad con los más necesitados (LS 227).

Para potenciar una autentica espiritualidad ecológica en las comunidades educativas se urgente “recuperar los distintos niveles del equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios“(LS 210) Por lo tanto si se desea forjar ese cambio ecológico, el cambio y el compromiso debe partir de los educadores y de manera significativa de aquellos que han optado por ser parte de la Pastoral Educativa. La preocupación por el ambiente abre a las personas a cuestiones profundas, a las que sólo la fe puede dar una respuesta satisfactoria. El hacerse presente serenamente ante cada realidad, por pequeña que sea, nos abre muchas más posibilidades de comprensión y de realización personal. La espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y una capacidad de gozar con poco (LS 222), sobre todo cuando se es capaz de cultivar los encuentros fraternos en la comunidad educativa, el servicio, el despliegue de los carismas, en la música, en el arte, en el contacto con la naturaleza y en la oración (LS 223). El Papa Francisco señala que las líneas de espiritualidad ecológica nacen de las convicciones de nuestra fe, porque lo que el Evangelio nos enseña tiene consecuencias en nuestra forma de pensar, sentir y vivir. (LS 216)

En este cambio paradigmático la educación es la llave que brinda a las personas elementos para interpretar la realidad, vivenciar valores, promover actitudes conductas y aspiraciones. Mediante la apropiación de una propuesta educativa la ciudadanía se incorporará como parte de la solución en la problemática ambiental. Como transformador social, el educador modera las relaciones del ser humano con la Casa Común.

Un nuevo estilo de vida es posible desde los procesos educativos se debe sembrar la semilla de la esperanza, no se puede seguir dando la espalda a la realidad, a los hermanos, a la madre la tierra. No es lícito ignorar lo que está sucediendo alrededor, como si determinadas situaciones no existieran o no tuvieran nada que ver con nuestra realidad. No nos es lícito, más aún, no es humano, entrar en el juego de la cultura del descarte.

No basta con ofrecer respuestas para «crear una “ciudadanía ecológica”», tampoco bastan normas o leyes y un control efectivo de las mismas, si se quiere que se produzcan «efectos importantes y duraderos es necesario que la mayor parte de los miembros de la sociedad la haya aceptado a partir de motivaciones adecuadas, y reaccione desde una

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transformación personal. Sólo a partir del cultivo de sólidas virtudes es posible la donación de sí en un compromiso ecológico» (LS 211). Se requiere desde la educación, transformar la cultura para fomentar esas disposiciones. El compromiso con la casa común, impulsa a «hacernos cargo de esta casa que se nos confió, sabiendo que todo lo bueno que hay en ella será asumido en la fiesta celestial» (LS 244).

Cuidar la casa común supone, por tanto a nivel personal cuidar cómo somos casa, cómo influimos en la vida de otras personas, cómo contribuimos a que se sientan acogidas y acompañadas en su medio. El reto va mucho más allá del mero cuidado de algo externo, significa: cuidar de nosotros mismos, de nuestra humanidad y de la red de relaciones que nos mantiene vivos; contribuir con dignidad, a mantenernos con dignidad.

La Pastoral Educativa como acción evangelizadora en su compromiso concreto con la ecología integral está llamada a educar en la vivencia de gestos cotidianos, para romper la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo. Educador: Maestro en el cuido de la casa común, es aquel que con pequeños gestos cotidianos en la vivencia del amor, promueve estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y alienten una cultura del cuidado que impregne toda la comunidad educativa. El educador que reconoce el llamado de Dios a intervenir junto a los demás en el cuido de la casa común, debe reconocer que ese llamado es parte de su espiritualidad, que es ejercicio de la caridad y que de ese modo madura y se santifica.

Los centros educativos son un semillero, una posibilidad, tierra fértil para cuidar, estimular y proteger y compartir la Casa Común como el espacio que Dios nos da, para construir con nosotros. El mundo, la historia, el tiempo es el lugar donde vamos construyendo ese nosotros con Dios, el nosotros con los demás, el nosotros con la tierra. Nuestra vida, siempre esconde esta invitación, es una invitación que siempre permanece. Que “el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia hacia la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida” (LS 207).

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PROPUESTA METODOLÓGICA

1. Una mirada a lo que está sucediendo en nuestra casa común:

O Para la ambientación se recomienda utilizar signos, materiales que se han utilizado en los talleres anteriores de manera que se logre evidenciar el proceso formativo.

OO Saludo de bienvenida y motivación sobre la continuidad del proceso formativo en torno al

cuidado de la Casa Común. Es importante conectar a los educadores con los temas que se han desarrollado. Evaluar de qué manera han impactado las comunidades educativas con la Laudato Sí.

OO Oración de invocación al Espíritu Santo

OO El equipo facilitador previamente al encuentro prepara un espejo con imágenes que presentan la realidad que vive nuestra casa común. Se tapa con una manta para que los participantes no la vean. El facilitador coloca las siguientes palabras en el espejo: Responsable – Inocente. Se invita a los participantes a observar el espejo, cada uno en silencio regrese a su lugar sin comentar sobre lo observado. Se invita a detenerse en un detalle de lo observado. Cuando todos terminan de dos en dos conversan sobre lo que les impactó y el elemento en cual se detuvieron a reflexionar. Se concluye con la audición del Canto Hermano Sol y Hermana Luna, como sensibilización a la actividad siguiente.

https://www.youtube.com/watch?v=dyP_U56TxGU

OO Se invita a los participantes a realizar lectura personal o de dos en dos de los numerales LS 202-203. Se subrayan palabras claves y se comparten. El facilitador dirige conversatorio a partir de las palabras claves que se compartieron para construir el concepto “emergencia educativa” (se puede apoyar en la síntesis del tema).

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OO Para sensibilizar e impactar, hacer mayor conciencia sobre la realidad de la casa común y de esa manera asumir las palabras del Papa en la Laudato Si: “Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar” (#202) se propone realizar la dinámica “El Planeta tierra en juego”(Anexo N°1)

OO Se realiza un eco de la experiencia vivida en la dinámica (Anexo N°2) expresan emociones y sentimientos sobre lo que significa la relación del ser humano con la Casa Común. Se concluye el “ver” con la lectura LS N° 207.

2-Iluminamos la realidad de nuestra casa común

1-El facilitador presenta las ideas claves del tema “Educación y Espiritualidad Ecológica...” destacando en la iluminación los conceptos: espiritualidad ecológica, ecología integral, educación ecológica, ciudadanía ecológica.

2- Posterior a la exposición se hace lectura del Salmo 24,1-5 como preparación a la interiorización en equipos del capítulo VI de Laudato Sí . Es importante que el facilitador antes de la reflexión por equipos recuerde la misión de la Pastoral Educativa en las comunidades educativas en el cuido de la casa común, el llamado a formar una nueva conciencia, una nueva forma de comprendernos a nosotros mismos y a nuestro lugar

en el mundo: “…la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos” (LS 202).

Pasos para la reflexión por equipos del Capítulo VI:

OO Los equipos se asignan un nombre que tome en cuenta algún elemento de la creación.

OO Se conforman 8 equipos para realizar la lectura de los numérales que les correspondió (Anexo N°2). Reflexionan siguiendo las claves para potenciar como educadores la espiritualidad ecológica cristiana. Cada persona del equipo debe tomar nota de lo que se reflexiona. Cada equipo elabora una porra en la que integran el nombre que escogieron. Cuando concluyen el primer momento elaboran una perra y juntos la dicen como señal para dar el paso siguiente.

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3-Manos a la obra:

OOSe dividen los participantes en 4 equipos que integren representantes de los 8 grupos que realizaron la reflexión anterior. Se le asigna una de las claves de espiritualidad ecológica cristiana (Anexo N°2), comparten lo reflexionado en el grupo anterior, sacan palabras o frases iluminadoras, que inspiran su compromiso con la Casa Común, con ellas se elabora un Padre Nuestro en clave Laudato Sí.OOSe dialoga sobre prácticas institucionales

que contradicen la espiritualidad de la Laudato Sí, se priorizan esas situaciones, se selecciona aquella que sea la causa mayor, la raíz del problema. Para transformar esa realidad es necesario ponernos “manos a la obra” para que nuestro centro educativo viva en clave Laudato Sí. La problemática seleccionada será fundamental en la elaboración del proyecto pedagógico institucional en clave Laudato Sí.

OO En plenaria de manera creativa cada equipo comparte la situación que quieren transformar para vivir la Laudato Si y las palabras o frases iluminadoras, que inspiran su compromiso con la Casa Común.

OO La problemática seleccionada, las palabras y frases iluminadoras serán un aporte significativo para fundamentar e inspirar el Proyecto educativo “YO SOY LAUDATO”.

4- Celebremos Juntos

“ALABADO SEAS”

OO Se glorifica al Señor por su creación realizando la lectura del Libro de Daniel 3,57-88.56 “Toda la creación alabe al Señor”. La oración se puede realizar a dos coros.OO En oración comunitaria se ofrece la problemática

seleccionada, el Padre Nuestro Laudato Sí como compromiso hacia la Casa Común. OO Se finaliza con el canto “La Creación”

https://www.letras.com/piero/554669/ (Anexo N°3)

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ANEXOS

Anexo N°1 EL PLANETA TIERRA EN JUEGO:

La dinámica consiste en formar juntos un ecosistema. Se sugiere hacer la dinámica con ecosistemas específicos, por ejemplo un río. El propósito de la dinámica es evidenciar el impacto negativo de la mano del ser humano en la creación.

PASOS:

1-Se forma un círculo y el facilitador entrega por escrito un elemento del ecosistema que seleccionó a cada participante (árbol, hierba, pájaro, agua, tierra, aire, etc.) Cuando el facilitador lo indica los participantes dicen su nombre en voz alta y el elemento que le correspondió para que todos conozcan su función.

2-El facilitador utiliza un ovillo de lana y comienza a pasar el ovillo conforme va nombrado los elementos del ecosistema, de manera que se van entrelazando según la relación de interdependencia que exista entre ellos, se observan así los distintos vínculos que se van formando entre las partes integrantes de ese ecosistema. Los participantes deben estar atentos para recibir el ovillo y pasarlo al siguiente elemento que indique el facilitador. ( El facilitador tiene una lista de los distintos elementos del ecosistema para irlos nombrando)

3- Cuando todos los participantes han pasado el ovillo se observa la interrelación de los elementos del ecosistema entre sí. El facilitador, ubicado en el centro del círculo, promueve un conversatorio a partir de lo formado por el grupo. Se reflexiona sobre agentes externos, situaciones, abusos que provocan desequilibrio ecológico del ecosistema que conformaron.

4- Cuando los participantes expresan agentes externos o abusos hacia el ecosistema, el facilitador corta con una tijera el hilo del elemento perjudicado. Inmediatamente los demás elementos del ecosistema se acomodan para seguir funcionando y así sucesivamente hasta que van desapareciendo los seres vivos del ecosistema. En el centro queda el facilitador, el cual representa la mano y la huella del ser humano en la creación. Se invita a los participantes a observar cómo queda el ecosistema después de los abusos y maltrato del ser humano en la creación

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Anexo N°3

Todo era frío, sin vida y tenebroso cuando de pronto se oyó la voz de Dios la luz rasgó con un trueno las tinieblas y el mundo entonces de la nada surgió.

Nace el universo la tierra soleada risa de alborada de la creación espigas que ondulan sabia que se agita seres que se invitan a alabar a Dios.

Crea Dios las aguas frescas y muy anchas para hacer la plancha y poder nadar Dios crea ballenas crea mojarritas que en las lagunitas se pueden pescar.

Al crear a Eva crea Dios las madres obra formidable todo lo hizo bien cuantos seres brincan ante nuestra vista todo es una pista para hallarlo a él.

Por eso hay que cantar aleluya, por eso hay que cantar aleluya, por eso hay que cantar aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.

Al crear la vaca Dios hizo la leche hizo el dulce de leche todo lo hizo bien crea el firmamento pone en él la luna hizo media luna, todo lo hizo bien.

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TEMA IV

PROYECTO EDUCATIVO

YO SOY LAUDATO SÍ

MSc. Xinia María Castillo Esquivel

Pasar de la teoría a la acción en el cuidado de la casa común, es el llamado más importante que hace el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Sí. La Pastoral Educativa pasará a la acción, asumiendo compromisos concretos con la propuesta del Proyecto Educativo al que le daremos el nombre: “YO SOY LAUDATO SI”, el cual implica que cada miembro de la comunidad educativa reconozca que: “Hemos de transformarnos a nivel profundo, es decir, cambiar los corazones y las conciencias” (Papa Francisco, 6 de julio de 2018). Desde cada centro educativo es posible cambiar “el estilo de vida actual, que al ser insostenible, solo puede generar desastres…” (LS, 161).

Uno de los principales objetivos del Proyecto Educativo “YO SOY LAUDATO SÍ” es trascender hacia la familia, la comunidad, abrir las puertas para que los estudiantes lleven su compromiso más allá de la escuela, permeando y trascendiendo desde sus comportamientos y actitudes el amor por la creación, al sentirse parte de ella. “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar” (No. 13). El Papa Francisco hace “una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos” (No. 14).

La introducción de la Encíclica es muy clara al señalar: “que todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo, por lo que propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana” (No. 15) ya que tengo “la convicción de que en el mundo todo está conectado” (No. 16). La escuela y el colegio con educadores que se sienten llamados a ser Maestros en el cuido de la Casa común, son evidencia de que “la humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos” (LS, 13).

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El Proyecto Educativo “YO SOY LAUDATO SÍ” es una oportunidad para afrontar los desafíos desde la realidad misma del centro educativo, la familia y la comunidad. Emprender la misión con toda la comunidad educativa empoderando de manera muy especial a la niñez y a la juventud para que, desde su frescura y originalidad, libres de condicionamientos e intereses egoístas, tomen la iniciativa y respondan de forma comprometida, creativa y colaborativa con la creación. La propuesta del proyecto incluye como bien lo señala el nombre, una metodología en la que los estudiantes sean protagonistas y actúen, trabajando juntos en acciones concretas hacia el cuido de la casa común. Una metodología en la que todos:

1. Sientan e identifiquen la situación que está afectando la Casa Común, desde sus realidades concretas.2. Piensen en soluciones posibles y escojan aquella que consideran más viable, significativa y transformadora.3. Actúen construyendo juntos y creando procesos de cambio que contribuyan a mejorar su centro educativo, familia y comunidad 4. Compartan sus experiencias de cambio con otros, para inspirarlos, contagiarlos y crear una cadena de personas que con pequeñas acciones aporten al cuidado de la casa común.

El Proyecto Educativo “YO SOY LAUDATO SÍ” debe ser una iniciativa abierta y colaborativa, elaborada y propuesta desde la alegría de sentirse parte de la creación, de forma que todos sean artífices y partícipes de la misma.… El Papa no para de repetirnos que “no podemos darnos el lujo de perder el tiempo en este proceso”. Seamos uno, trabajemos juntos, completémonos unos a otros, con respeto y admiración hacia todos… demos la voz y la decisión a los niños y jóvenes, confiemos en ellos y dejémonos sorprender por ellos.

Es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones a la hora de elaborar el Proyecto Educativo “Yo Soy Laudato Sí”:

OO Dialogar con el director del centro educativo para presentar la propuesta a la Comisión de Educación Ambiental ya que en la mayoría de instituciones se cuenta con ellas, de esa manera se unen los esfuerzos, se evitan acciones aisladas. OO Tomar en cuenta el contexto institucional, para partir de

situaciones concretas.OO Definir qué vamos a hacer y el porqué del Proyecto, el para

qué y el cómo del mismo; los destinatarios con los cuales vamos a responder a los retos.

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OO Realizar una memoria de las evidencias de cambio surgidas de los distintos procesos, para que sean parte de la herencia institucional y luego se puedan convertir en esas historias institucionales que animen y contagian a otros.

El Papa resalta que “la educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza”, e invita a los niños y jóvenes a “responder a los desafíos” y a “hacer lío”. Es necesario dejarse impactar por la realidad en la que se vive, próxima o lejana, compadecerse de ella y pasar a la acción, enseñando a los estudiantes a que confíen en ellos mismos y que se contagien unos a otros, compartiendo sus historias de cambio. En la comunidad educativa todos son invitados a sentir, pensar, actuar y compartir el cuido por la casa común.

1- Propuesta para realizar el Proyecto Educativo “YO SOY LAUDATO SÍ”:

OO Para responder a uno de los pilares que sustentan la Política Curricular hacia la Nueva Ciudadanía (2015) que propone “la conexión e interacción inmediata entre personas en todo el mundo, en cualquier lugar y momento...” (pág.15) con el propósito de contagiar a otros en el cuido de la casa común se puede realizar un “hashtag” (#) (#YOSOYLAUDATOSI) para compartir las experiencias significativas que a nivel institucional se construyen, como oportunidad para aprender unos de otros. OO Tomar en cuenta la actividad que se propuso en el tema

N°3 “dialogar sobre prácticas institucionales que contradicen la espiritualidad de la Laudato Sí… La problemática seleccionada será fundamental en la elaboración del proyecto pedagógico institucional en clave Laudato Sí. OO Realizar un concurso institucional con la elaboración de una

imagen, logo que represente el proyecto educativo.

2- Estructura propuesta para la elaboración del proyecto educativo

1- Nombre del Proyecto: “YO SOY LAUDATO SÍ”

2- Introducción: Frase que exprese el nombre del proyecto, que motive e inspire.

3- Justificación del proyecto: OO Responde a las preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo

impacta la persona, el centro educativo, la familia y la comunidad?OO Alcance y límites (Lugar se llevará a cabo de manera concreta

el proyecto)

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4- Objetivos: OO Objetivo GeneralOO Objetivos específicos, uno para cada aspecto del método:

VER – JUZGAR – ACTUAR

5- Metodología: Se fundamenta en el método VER – JUZGAR – ACTUAR es importante tomar el qué de los objetivos específicos para fundamentar cada uno de los momentos.

OO VER: Situación institucional la realidad que se vive en torno al cuido de la casa común. Se pueden integrar prácticas institucionales que contradicen la espiritualidad de la Laudato Sí… Fundamentar la problemática seleccionada, causas, consecuencias, impacto.

OO JUZGAR: Fundamentar el proyecto con la Sagrada Escritura y con la Laudato Sí, de manera que sean los principios inspiradores para transversar todo el proyecto.

OO ACTUAR: especifica lo que se realizará de manera concreta para alcanzar los objetivos planteados: ¿Qué vamos a hacer? (Políticas) ¿Cómo lo vamos a hacer? (Estrategias). Para llevar a la práctica el proyecto se propone el siguiente instrumento:

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