Agatías, Historias

436

Click here to load reader

Transcript of Agatías, Historias

  • BIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 372

  • AGATAS

    HISTORIAS

    INTRODUCCiN, TRADUCCiN Y NOTAS DE

    BEGOA ORTEGA VILLA RO

    EDITORIAL GREDOS

  • Asesor para la seccin griega: CARLOS GARdA GUAL.

    Segn las normas de la B.C.G., la traduccin de este volumen ha sido revisada por PATRICIA V .... RONA CODESO.

    EDJ1'ORIAL GREDOS. S. A. U 2008 Lpez de Hoyos, 141 , 28002 Madrid. www.rbalibros.com

    Depsito legal: M. 45.637-2008.

    lSBN 9788424903244.

    Impreso en E!;paa. Printed in Spain. Impreso en Top Printcr Plus.

  • INTRODUCCIN

    1. VIDA DE AGATAS

    Nuestro conocimiento de la vida de Agatas procede de re-ferencias no muy amplias en diversas fuentes y de algunos co-mentarios que aparecen en su propia obra, no siempre todo lo detallados y claros que quisiramos.

    De acuerdo con ellos, se puede afirmar con cierta seguridad que naci alrededor del 532. ya que en Historias JI 15,7 Y 16 nos dice que estaba en Alejandra cuando tuvo lugar el gran te-rremoto que asol Berilo en el 551 y que visit Cos en su viaje de vuelta de Alejandra a Constantinopla, poco despus del ma-remoto que afecl a la isla en aquel entonces (JI 17). En gene-ral. la educacin superior comenzaba a partir de los diecisis aos y la duracin del curso de retrica posterior poda ser de uno a seis afios'; un escritor de la habilidad de Agatas es muy probable que cursara al menos tres, de modo que tendra unos diecinueve o veinte aos cuando volva de Alejandra en el 551 , lo que queda adems apoyado por el hecho de que los estudios

    I Sobre las escuelas de retrica en la Anligedad, vase H.1. MARROU, Historia de la Educacin en la Antigedad, Buenos Aires, 1965. pgs. 347-355. El propio Agatas nos haDla de un estudiante de leyes con diecisiete (Antologa PalatifUI VII 589. SODre Eustorgio).

  • 6 HISTORIAS

    de leyes comenzaban hacia los veinte aos2: por ello se da el 532 como fecha muy probable de nacimiento.

    Agatas nos proporciona en su obra otros datos sobre su ori-gen: Me llamo Agatas, Mirina es mi patria, Memnonio mi pa-dre, mi trabajo el Derecho romano y los procesos en los tribuna-les. La Mirina a la que me refiero no es la ciudad de Tracia ... sino la de Asia (Proem. 14).

    Sobre su familia, algunos epigramas de la AntoloRa Pala-tina nos hablan de sus padres, el rtoT Memnonio y su esposa Periclea, que muri en Constantinopla cuando Agatas tena tres aos3.

    Por el epigrama y por el hecho de que Agatas, en el frag-mento de sus Historias citado antes, dijera que vo Berito en su viaje de vuelta a Constantinopla, se deduce que la familia viva en esta ciudad desde muy pronto; sabemos adems que estudi su carrera all por AP 1 35, una dedicacin' de Agatas y tres compaeros al acabar sus cuatro aos de estudios de leyes'.

    1 Para toda esta cuestin, McCAIL. '

  • INTRODUCCIN 7

    Aunque, como veremos, desarroll su actividad profesio-nal en la capital, Agatas y su familia debieron seguir teniendo contacto con su ciudad natal, Mirina, cerca de Prgamo. Se nos ha conservado un epigrama votivo de un desconocido Miguel Gramtico, que acompaaba a una estatua de nuestro autor (AP XVI 316). La ciudad de Mirina se la dedica a Agatas, el rtor y poeta y tambin a su padre Memnonio y su hermano, como smbolos de una familia nobilsima. La causa la encon-tramos en un grupo de epigramas de Agatas, AP IX 642-644 Y 662; en este ltimo se llama a s mismo el padre de la ciu-dad, expresin que se refiere al edil encargado de las obras p-blicas'. Era un cargo muy importante y por ello muy conmemo-rado en las inscripciones. Para algunos autores, resulta extrao que Agatas ejerciese en una ciudad distinta de la suya, en la que ni siquiera viva. Tampoco tenernos ninguna referencia suya a Esmirna, y s en cambio, palabras de agradecimiento para con su ciudad natal: Ojal pudiera recompensarl. con todo lo posible por haberme criado y escribir una exhaustiva relacin de sus ilustres hechos (Proem. 15). Para explicar estas contradiccio-nes, la mayora de los editores modernos admiten la correccin que en su momento hizo Brunck, de Esmima por Mirina?

    6 Con algunas responsabilidades aadidas como las de cuidar de los dep-sitos de armas. A lo largo del siglo VI fue progresivameme asumiendo las atri-buciones del curator civitatis, en principio el administrador financiero de la ciudad; vase D . FEISSEL, L'empereur el l'adminislration impriale, en C. MORRlSSON (dir.), Le monde byzamine, pg. 105, Y 1. GASCOU, L'gypte}}, bid., pgs. 417-421.

    7 BRUNCK. en su edicin de la Anthologia Graeca de 1776. Lo siguen G. VIANSINO, Agazia Scolastieo: Epigrammi, Miln 1967, ad loe., 1. lRIGOIN, P . LAURENS, en Anlhologie greeque, VIII (AP IX 359-827), Pars, 1974, a(/. loe. Otros, como A. M"1TSON, Untersuehungen zur Epigrammsammlung des Agathias, Lund, 1942, pgs. 87-88, y especialmente CAMERON, Agathias, pgs. 2-3, admiren la posibilidad de que sea Esmima. . .. ,e no es el nico pro-blema de estos epigramas, ya que el estilo no es muy acorde con el presentado

  • 8 HISTORIAS

    Por su parte, McCail' supone que podra ser el primer cargo que tuvo Agatas al principio de su carrera, antes de ejercer de abo-gado en Constantinopla.

    De su familia poco ms sabemos que lo ofrecido por estas fuentes. Su padre, Memnonio, rtor en Asia, probablemente un abogado provincial en la misma Mirina', procur la misma pro-fesin o, al menos, los mismos conocimientos a sus hijos: no slo a Agatas, tambin a su hija Eugema, a laque califica de ex-perta en la muy gloriosa ciencia jurdica en un epitafio que el poeta le dedica 10

    Aunque Memnonio tendra un nivel econmico suficiente-mente elevado como para dar esta educacin a sus hijos, Aga-tas tuvo que dedicarse con afn a su profesin de abogado, que, de acuerdo con lo dicho por l mismo y por otras fuentes, ejer-ci en Constantinopla: Juan de Epifana lo llama llno de los ms importantes rtores de Bizancio I J Y l mismo nos dice que trabaja en el Prtico Imperial, de la maana a la noche" . De la referencia de la Suda procede el sobrenombre escolstico,

    por Agatas en el reSlo de sus composiciones, por ello hay dudas incluso de la autora, vase CAMERON, loco cit.

    8 The early career. .. )}. pgs. 147-151. ':1 Vase C,I,MEKON, AgaJhias, pg. 3. Quiz sea tambin a quien el gra-

    mtico Martirio califica de iudex facundiae , vase R. A. KASTER, Guordjans of Language: The Grammarian and Society in J/e Antiquity, Berkeley. 1997, pgs.310-31l.

    10 AP Vll 593. En AP VII 596 nos habla, adems, de la vida desgraciada que padeci Eugenia a causa de sus problemas conyugales.

    11 Frag. 1 (pg. 375 DindorO. En el caso de Agalas el uso de este trmino pa-rece claramente referirse a su actividad como abogado. aunque rhitorpoda apli-carse tambin a oradores o sofistas en esta poca e incluso a historiadores, como es el caso, por ejemplo, de Procopo de Cesarea --quiz por el recitado de sus obras, segn G. FATOUKOS.

  • INTRODUCCIN 9

    abogado en esa poca: Agatas: escolstico, de Mirina, escri-bi la historia a partir de Procopio de Cesarea, las acciones de Belisario y lo sucedido en Italia y en Libia, y tambin lo de Nar-ss en ItaHa, en Lzica y en Bizancio. Compuso asimismo otros libros en verso y en prosa, el llamado Dafnacas y el Ciclo de nuevos epigramas, que l mismo recogi de los poetas del mo-mento. Fue contemporneo de Paulo Silenciario, Macedonio Cnsul y Triboniano, en tiempos de Justiniano.

    La referencia a sus contemporneos tiene un valor no slo cronolgico. Carecemos de pruebas que lo siten - a diferencia de otros historiadores, como Procopio o Juan Lido, que escri-bieron a instancias de los emperadores- en los Crculos de po-der. En el Proemio nos explica que se dedic a la escritura de la Historia gracias a la insistencia de sus amigos" . Y aunque, segn Cameron l \ el Proemio parece pensado para ofrecrselo y agradar a Justino, no tenemos ninguna prueba de que esto pa-sara. Sin embargo, el hecho de que contara con la colaboracin de los grandes hombres de letras del momento en la composi-cin de su Ciclo de epigramas y distintas referencias en sus obras nos permiten pensar que se relacion con los hombres nlluyentes de la poca. Uno de ellos fue Pablo Silenciario, el hijo de Ciro, el de Floro, del que habla con admiracin en His-torias V 9, 7-9. Es autor de la Descripcin de Santa Sofa y de unos 79 epigramas IS . La opinin ms extendida es que Pablo era unos treinta aos mayor que Agatfas e incluso se supuso

    13 Proem. 11. G. G EATREX , Lawyers and Historians in Late Antiquity, en R . W. MATHISEN (ed.), lW, Society and Authority in Eme Antiqui/y, Ox-ford. 2001 , pgs. 148-161 , seala que la causa de la abundancia de abogados-historiadores de la tardoanligiledad es la posibilidad de progreso social y pro-fesional que facilitaba la composicin de una obra histrica, generalmente critica con el poder anterior, pero complaciente con el cOnlemporneo.

    14 C.~MERON , Agulhias, pgs. 5-6. I~ Editados, respectivamente, por G. VIAN SINO, Puolo Siienario: Epi-

  • 10 HISTORIAS

    que era su suegro, segn una libre interpretacin de los epigra-ma,AP IX 770 Y V 292-293".

    Tambin e'taba bien ,ituado Eutiquiano, de la famili a de Floro (el mi,mo Floro padre de Pablo?), con un cargo de'ta-cado en la secretara imperial, al que Agatas parece conside-rar su amigo ms cercano y el responsable en ltima in'tancia de su dedicacin a la Historia17 , Otro amigo asimismo bien si-tuado es Oamcari" al que el lema de AP VII 588 llama Oa-mcaris el gramtico, amigo y discpulo de Agatlas y que quiz sea el mismo que aparece como procnsu! en Asia en una inscripdn de feso ~. Debi de conocer tambin a otros personajes importantes que participaron en el Ciclo: Macedo-nio Cn,ul, nacido en el 490 d. c., que ejerci vario, cargo, pblicos en Constantinopla, entre ellos el de cnsul honora-rio"; Juliano de Egipto, probablemente prefecto del pretorio

    grammi, Turn. 1963, y M. C. FAYANT, P. CHUVIN. Pall/le Silentiaire, Des-cription de Saime-Sophie de Constontinople, Pars, 1997.

    1 ~ En contra A.-Av. C. .... MERON. The Cyc1e of Agathias, }ournal of Hel-(enic Studies 86 (I966), 6-25, para quienes es probable que tanto Horo como Ciro sean dos cnsules atestiguados por otras fuentes; ello soslcndla el noble linaje y la fortuna de la que nos habla Agatas y que haran a Pablo contempo rneo de Agatas, lo que encaja mejor con la fntima amistad entre ambos poe tas, indiscutible por los epigramas que se cru7.-an entre ambos (A P V 292-293). Vase, para otra hiptesis, MCCAlL, The early carcer ... . pgs. 143- 147.

    17 Inexplicablemente olvidado por CAMERON, Agathias. que admite sin embargo en pgs. 6-7, nota 1, que el misteriously anonymous nOlary pueda tener que ver con la familia de Pablo, y seala la opinin de A. VENIERO, Pao-lo Silenziario, Catania, 1916, pg. 16, de que es el mismo Pablo.

    18 Segn CAMERON, The Cycle ... , pg. 11. Lo encuentra muy poco pro-bable R. A. KASTER, Guardiam: oI Language: Tile Grammarian ami Society in lAte Anliquity, Berkeley. 1997, pgs. 264-266, que ofrece una amplia discusin de todos los testimonios.

    19 Vase J. A. MAOOEN, Macedonius Consul. The Epigrams, Hildesheim, 1995. Yen CAMERON, The Cycle ... . pg. 17, donde establece una posible re-lacin entre Agatas, Macedonio y Pablo.

  • INTRODUCCIN 11

    en el 530-531"', Y Juliano Antecesor, jurisconsulto y autor de obras y traducciones legales, quiz profesor de Derecho de Agatas21, Parece tambin conocer bastante a la fami tia de An-temio de Tralles, el arquitecto de Santa Sofa, y del que habla con entusiasmo en Historias V 6. Por ltimo, hay que sealar al decurin Teodoro, a quien dedica el Cicla22,

    No obstante, no parece que todas estas relaciones fueran ms all de amistades personales o comunidad de intereses literarios, lo que finalmente se tradujo en la realizacin del Ciclo: no hay prueba de patronazgo alguno y todos sus comentarios apuntan en la direccin de que tuvo que trabajar duro para ganarse la vida. As lo apoya tambin la abundancia de hombres de leyes ---

  • 12 HISTORIAS

    mencin alguna de que llegara a ser emperador, parece plausi-ble que no hubiera ascendido an al trono (582), 10 que coloca el fin de la redaccin entre los aos 579 y 582, momento en el que la obra se interrumpe abruptamente: parece lgico pensar que fuera por la muerte de su autor'.

    2. SU OBRA LITERARIA

    2.1. Oafnacas

    De su obra de juventud, las Dafnacas, no tenemos ms da-tos que los proporcionados por l mi smo en las Historias: unos cortos poemas en hexmetros a los que di el nombre de Dafnfaeas, engalanados con historias de amor y repletos de ador-nos igual de encantadores (Proem. 7), aunque conservamos el epigrama de dedicacin de la obra a Afrodita, AP VI 80": ste presenta un tono ligero que, aunque no es muy acorde con el resto de los epigramas de Agatas, sera coherente con el ca-rcter de la obra que trataba con detalle los amores del pastor Oafnis, siguiendo el ejemplo de Nono de Panpolis y su obra Dionisaeas (e! Historias IV 23)". La publicacin de las Daf-

    24 Vase C.-\MERON, Agathias. pgs. 910 y 143- 144. lS L. STERNBACII, Anthologiae Planudeae Appendix 8arberino- Vaticana,

    Leipzig, 1890, pg. 79. quiso ver en AP V 77 Y 305. escritos en hexmetros y atribuidos a Agatas en una de las colecciones menores de epigramas, la llamada Appendix Barherirw-Vaticalla, fragmentos de las Dafnacas, ~ro en realidad son composiciones del siglo IV.

    26 Donde se narra la expedicin del dios Dioniso a la India. Nono es el gran modelo potico del momento y. en general, todos los poetas lo imitan de cerca en mtrica, fmseologa, imgenes, etc., en cualquier tipo de compoi'icin, desde el epigrama hasta largos poemas dedicatorios como la De.w.:ripci6n de Santa Sofa

  • INTRODUCCIN 13

    niacas hay que situarla en tiempos de Justiniano, ya que en todo momento habla de ena como obra de juventud y la presenta en el Proemio de Historias en primer lugar; sin embargo, aade (Proem. 8): Antes pens que sera una empresa digna de con-sideracin ... si los ltimos y ms recientes epigramas. los reu-na en una coleccin lo ms completa posible ... ; puede enton-ces que la idea de la coleccin de epigramas le rondase desde antes de la composicin de las Dafnacas, pero le llevara mu-cho ms tiempo y la publicacin fuera posterior o, por el con-trario, que las Dafnacas tuviesen que esperar a ser publicadas tras el xito obtenido por el Ciclo" .

    2.2. El Ciclo de epigramas

    La obra potica ms importante de Agatas es su coleccin de epigramas, a la que la Suda da el nombre de Kjklos". Esta obm no ha llegado a nosotros directamente, sino incluida y mezclada con otras similares en lo que ahora conocemos como la Antologa Palatina o Antologa Griega, una coleccin del si-glo x, basada a su vez en la realizada por Constantino Cefalas un tiempo antesN . Con esta coleccin Agatas continuaba con una tradicin muy antigua, coherente con el propio carcter del epigrama como gnero30, de reunir en una coleccin epigramas

    dc Pablo Silenciario. Vase, entre olros, ,. G. GAI.LI CALDERINI, L'epigramma greco tardoantico. Tradizioncc mnovazione, Vichiuna 16 (1987), 103-134.

    27 Vase la discusin sobre este asunto en CAMERON, Agalhias, pg. 5. nota 9, y BALDWIN, Four problems ... , pgs. 301 -304.

    2!1 Llamado tambin syllog en el lema a AP IV 3 -el poema introducto-rio al Ciclo- y synagog en un escolio al mismo.

    19 Para la fonnacin y composicin aclUal de la Anlolog(a Griega, vase A. C AMERON. The Greek AnthoLogy: from MeLeager lO Planudes, Oxford, 1993.

    30 Las caractersticas del epigrama como son, fundamentalmente, su bre-

  • 14 HISTORIAS

    de distintos autores y temas. Los modelos ms importantes, aunque no los nicos, son las Guirnaldas de Meleagro del si-glo [a. c., que recoge lo ms significativo del epigrama helens-tico, y la de Filipo, del siglo [d.C., que nos proporciona una muy nutrida representacin del epigrama de poca imperial. Poste-riormente, hay que esperar a los siglos [V y v d. C. para ser testi-gos de un renacimiento del gnero, de manos de dos autores opuestos pero signjficativos de la dicotoma espiritual e intelec-tual del momento, Pladas y Gregario de Nazianzo". Su obra goz de un gran xito y ayud a extender la moda del epigrama inscripcional, sobre todo cristiano, en los dos siglos siguientes: autores como Ciro, quiz el padre de Pablo Silenciario, Juan de Gaza, Mariano y Cristodoro de Capto, con su descripcin de las estatuas de Zeuxipo (491-518), anticipan la gran floracin que aparece en el siglo Vl, caracterizada sin embargo por una vuel-ta al epigrama literario pagano, como no poda ser menos en el ambiente erudito y culto de la poca de Justiniano y Justino n. El propio Agatas (AP IV 3, 39-41) nos dice que quien quiera leer epigramas distintos a los que figuran en su antologa, pue-de ir al mercado a comprarlos, lo que es prueba del auge del que gozaba el gnero en su momento.

    Sobre la fecha del Ciclo no hay un acuerdo unnime: por un lado, la mayora de los editores de la Antologa Pa1atinaJ2 esta-

    vedad, su dependencia del contex to y su carcter imitativo hacen de l objeto ideal de antologas y colecciones variadas, que incluyen diversos autores, te-mas, lugares de origen, etc. Vase K. GUTZWILLER, Poetics Garlands. Helle-nistic Epigrams in Context, California. 1998.

    31 Vase B. ORTEGA VILLARO, El epigrama griego tardoantiguo, entre la literatura y la historia, en D. E'iTEFANA, M. DOMNGUF1., M.a T. AMADO (eds.), Cuadernos de Literarura Griega y Latina IV. El final del Mundo anti-guo como preludio de la Europa Moderna, Santiago, 2003, pgs. 175-214.

    32 A.-Av. CAMERON, (The Cyclc ... , pg. 6. para las referencias a autores anteriores.

  • INTRODUCCIN 15

    blecen una fecha temprana, en tiempos an de Justiniano, que ha sido rebatida por Averil y Alan Cameron, The Cycle ... , quienes tras un anJisis detallado de las referencias internas de los poemas contenidos en el Ciclo y de determinados rasgos lingsticos y conceptuales del Proemio (AP IV 3), establecen que su publicacin ha de fecharse en los aos 567 o 568, en tiempos de Justino !l, al que, en su opinin, est dedicado dicho Proemio. Posteriormente se ha demostrado que su datacin no es la nica posible y que cabe muy bien seguir manteniendo la fecha temprana33 . Quiz 10 nico que pueda considerarse claro es lo establecido por McCail: independientemente de la fecha del Ciclo, la mayora de los epigramas recogidos en l, y en es-pecial los del propio Agaas, reflejan hechos y actitudes de poca justinianea.

    Como antologista, Agaas imita el modo de sus predeceso-res: agrupar en una nica coleccin epigramas de distintos autores y temas. Pero con una importante novedad: mientras Meleagro o Filipo realizan una seleccin que va desde siglos antes hasta su propio momento, Agatas nos ofrece slo com-posiciones contemporneas e oc1uso, con toda probabilidad, encargadas especficamente para esta obra (Proem. 8)34. Por otro lado, frente a las antologas precedentes, que presentaban una ordenacin alfabtica o mixta, sta es temtica, en siete ca-ptulos: votivos, descriptivos, funerarios, anecdticos, satricos, amorosos y bquicos. Las series de Agatas se presentan en la Antologa Palatina, que sigui la misma clasificacin, mucho menos desordenadas que las de las dos Guirnaldas y sus auto-res son fcilmente reconocibles o por estar junto a los grandes

    )] R. C. MCCAIL, 'fhe Cycle of Agathias: New IdentificaLions Scrutini -sed. Journal of Hellenic Studies 89 (1969), 87-96, Y B. BALDWIN. The Dale of (he Cycle of Agathias, Byzantinche Zeitschrift 73 (1980), 334-340.

    ). Lo mismo dice en el Proemio al Ciclo, AP IV 3, 115. Y tambin la Suda.

  • 16 HISTORIAS

    nombres como Silenciario, Juliano, Macedonio, o por sus ttu-los bizantinos, como Escolstico o Referendario" .

    Como poeta, Agatas presenta una epigramtica heredera de la tradicin helenstica en sus temas (principalmente amorosos, votivos, funerarios); aunque hay algn epigrama cristiano, la mayora son paganizan tes y marcados por una fuerte retorici-dad, as como por una muy notable influencia de Nono. Lo ms novedoso en Agat(as es, por un lado, cierto tono moralizante y didctico que estaba ausente en sus modelos y una preferencia por epigramas muy largos que desarrollan pequeas escenas muy similares a mimos y en los que demuestra una gran capa-cidad expresiva para retratar a la perfeccin. de manera muy v-vida y muy colorista, la gente y la vida que le rodeaban". Con las lgicas diferencias, ambas caractersticas, como veremos, marcan tambin su obra histrica.

    2.3. Otras obras de Agatas

    El autor nos dice en Proemio 8 que compuso otras muchas obras como diversin y embeleso y la Suda, como hemos vis-to antes, tambin nos habla de distintas obras en verso y prosa. Sin embargo, no tenemos ninguna noticia sobre qu obras pudie-ron ser stas y las distintas propuestas no pasan de ser meras hi-

    31 Por ello y aunque el catlogo completo no est an absolutamente cla-ro, hay acuerdo en los poctas que participaron en e l Ciclo. Vase CAMERON, Thc Cycle ... , con lns precisiones posteriores de estos autores en Further Thoughts on lhe Cycle of Agathias, Journal 01 Hellenic Studies 87 (1967), 131 , Y McCAIL,

  • INTRODUCCIN 17

    ptesis: ReitzensteinJ7 SUpUSO que era autor de unos escolios a Calmaco nicamente por el hecho de imitar a este poeta en sus epigramas; y McCail" apunta que pudiera tratarse de esas obras en honor de su nativa Mirina de las que habla en el Proemio.

    3. LAS HISTORIAS

    3.1. Contenido y fecha de la obra

    Agatas narra los acontecimientos que tuvieron lugar en las campaas militares de Italia y Lzica entre los aos 552-559, du-rante el reinado de Justiniano. Sobre la fecha de escritura, nos dice en el Proemio que comienza la redaccin poco despus de la ascensin de Justino 11 y despus de la publicacin del Ciclo, es decir, despus del 568, Y que continu con Tiberio. Segn el Se-gundo Proemio del libro 1II, 139, pas un tiempo entre la redac-cin de los dos primeros y la de los tres ltimos; para McCail40, las citas a epigramas de los libros 1 y II prueban que stos fueron muy prximos al Ciclo, mientras que los ltimos estaban ya muy lejos de las aficiones poticas del autor. Aunque su intencin era llegar a los acontecimientos de su propia poca (Proem. 22) es muy probable. como ya hemos visto, que la muerte le impidiera completarla, lo que ocurri seguramente entre los aos 579 y 582.

    Agadas quiere continuar la obra de Procopio allf donde l la dej. Como Procopio, hace una obra historiogrfica a la mane-ra clsica y. organizada en estaciones a ]a manera tuciddea, se

    37 En Zu den Pausanias-Scholien, Hermes 29 (1894), pg 23 1. J8 Four problems .. . , pg. 303. 39 As lo llama KEYDELI..., pgs. VII y IX. 4Q MCCAIL. Poetic Reminisccncc ... , pgs. 533-535.

  • 18 HISTORIAS

    centra en la poltica exterior de J ustiniano y es claramente secular; en ella encontramos discursos, abundantes digresiones y comentarios de tipo general del autor, que entorpecen mucho el desarrollo de los sucesos.

    Su condicin de continuador ha determinado en muchos sentidos el estudio de su obra, vista en relacin con la de Pro-copio. Sin embargo, presenta unas caractersticas propias y ni-cas an no suficientemente analizadas. Agatas afronta su tra-bajo como historiador desde un doble ngulo que distorsiona de algn modo los hechos narrados : por un lado, escribir Historia tiene como fin no el desnudo conocimiento de los hechos sino proporcionar una enseanza moral; por otro, la Historia es una rama ms de ]a literatura, y desde la perspectiva de la literatura clsica la escribe, Ambas ideas estn expuestas en el Proemio y vuel ve a ellas en el Segundo Proemio del libro IlI41 . A e110 se suma su concepcin religiosa que, como la de muchos autores contemporneos, plantea ciertos interrogantes.

    La obra est salpicada de opiniones personales que en al-gunos casos son contradictorias. Enumerar y exp1icar estas contradicciones constituye la parte central de la crtica sobre las Historias, que oscila entre considerar a Agatas un autor torpe y confuso de ideas, con una calidad nfima como historiador42 y tenerlo por un autor con una preparacin y una habilidad inte-lectual muy notables4J Pasaremos ahora a analizar estas opi-

    ~ I La ms complela comparacin, en H. LI EBEklCH, Studien zu den Pruo-mien in der griechisc:hen und by,anrinischen Geschichlsschreibung, 1-11, M-nieh, 1976, pgs. 8-12.

    42 Desde E. GlBBON, The Histor)' oJ the Decline and Fall of the Roman Empire. Nueva York, 1901 (ed. J. B. Bury), I V, 420. nota 78. tambin M. lTEs. Zur Bewertung ... )).

    43 Especialmente KALDELLIS. The hi f>torical and religious ... . Una postu-ra intermedia es la defendida por CAMERON. Agathias. y BRODKA, Die Ge-schic:hlSphilosophie ...

  • INTRODUCCIN 19

    niones en el contexto en el que aparecen y en relacin con los principios sobre los que quiso sustentar su trabajo.

    3.2. Finalidad de la obra

    Para Agatas, la Historia tiene valor en la medida que es til, y lo expresa con claridad en el Proemio: til tanto pam sus pro-tagonistas, pues realizan sus hazaas en la esperanza de verlas inmortalizadas (Proem. 3), como para los dems, pues al ofrecer ejemplos en los que los hombres han conseguido buena reputa-cin por haber hecho uso de la prudencia y de la justicia y en los que no dieron con 10 conveniente al estar dirigidos por un mal criterio o una mala fortuna, as infunde las virtudes, con calma y disimulo, en las almas de los hombres (Proem. 5). No tiene sentido para l, pues, dejar la Historia reducida a una simple enu-meracin de hechos, ya que en ese caso no seria ms que cuen-tos de mujeres a la vera del telar (17,7). Esta idea aparece formulada en trminos muy similares en Diodoro (Biblioteca Histrica 1, 1). Pero no es un mero prstamo retrico, ya que nuestro autor se mantiene fiel a esta idea durante toda la obra, acompaando la narracin de la mayora de los acontecimientos con algn comentario de carcter moral. Slo en una ocasin, tras el relato de la peste que asol Constantinopla, defiende exactamente 10 contrario: Pues cumplo las normas de una obra histrica slo si hago una relacin, y mejor si breve, de los acon-tecimientos sucedidos (V 10, 7).

    Pues bien, la detenninacin de este objetivo lastra, en opi-nin de Cameron44, toda su visin histrica: primero parece im-ponerse el criterio de utilidad moral sobre el de verdad, despus determina la seleccin de los acontecimientos ms importantes .

    .44 CAMERON, Agathias, pg. 33.

  • 20 HISTORIAS

    que 10 son no por sus consecuencias, sino s610 por la leccin moral que de ellos se puede obtener y por ltimo hace innece-sarias las causas , que para la mayora de los historiadores son imprescindibles.

    Kaldellis" ha matizado esta idea: hay, en efecto, cierto con-flicto entre utilidad y verdad, aunque, en general, estn conju-gadas con originalidad a lo largo de la obra. Agatas es cons-ciente de que no siempre la verdad y la exhortacin moral son compatibles y en ocasiones es necesaria, o beneficiosa, una fal-sa creencia si sus efectos morales son positivos; as lo afirma con ocasin de la muerte desgraciada del malvado Anatolio en el terremoto de Constantinopla (V 4, 5)46. No se trata tanto de falsear acontecimientos o de inventarlos como de presentarlos para que puedan ser interpretados desde el punto de vista moral, a menudo como manifestaciones de la justicia divina.

    3.3. l causalidad histrica

    La idea que parece predominante en la obra es que las de-rrotas y las desgracias que afectan al hombre son consecuencia de su maldad; as, la derrota del ejrcito de francos y alamanes est explicada como consecuencia bien del pecado cometido por estos ltimos, que haban saqueado sin piedad ni respeto las iglesias que se encontraron en su camino. bien de la invasin de Italia por parte de los francos (l 1, 9-11). Del ntismo modo, el castigo que cay sobre Leotaris (ll 3, 5-6) Y Butilino (n 6, 8). Justino recibir el castigo de la justicia divina por extorsionar a los coleos (IV 22, 7). El asesinato de Gubaces causa de manera

    4~ ((The historical and religious ... , pgs. 210-223. 46 Un ejemplo concreto es el episodio de la falsa carta quc lee Martino a

    sus hombres en IIl23. 5-13.

  • INTRODUCCIN 21

    indirecta la derrota romana de Onoguris (111 3,8-6,8). Por otra parte, ante el terremoto del 551 nos dice: Nos bastara con sa-ber slo esto: que todo est diseado por una mente divina y una voluntad superior (11 15, 13). De la misma manera, la re-compensa tambin viene de Dios: Teodoro y los lazos se salvan por intervencin divina (lll 22, 5).

    Todos estos ejemplos parecen apuntar a que la creencia de Agatas es que Dios, sumo moderador del Universo, por cuya voluntad inescrutable se causan los fenmenos naturales, es el regulador de la vida humana a travs de una justicia superior: l castiga a los malvados y ayuda y protege a los justos, como a los brbaros y a los romanos, respecti vamente47, una idea que aproximara las Historias a la historiografa cristiana48

    Sin embargo, hay ideas que parecen contradecir este princi-pio. Ante el terremoto del 557, en el que murieron muchos ino-centes junto al malvado Anataho, lo reduce todo a una cuestin meramente fsica (V 3, 9). El castigo no siempre se cumple, co-mo en el caso de Martino por el asesinato de Gubaces (IV 21,3). Y lo ms importante: la causa de los males del mundo que afec-tan a los hombres tambin puede ser el error y la necedad, como en el caso de la derrota de Nacoragan en Fasis (111 19,6). Para Cameron49 esto demuestra la falta de cuidado de Agatas en sus exposiciones y en sus razonamientos. Para Brodkaj O, en cam-bio. Agatas cree en dos factores que detenninan los aconteci-mientos: un factor moral o religioso, sobre el que insiste conti-nuamente porque ayuda a la funcin educadora de la Historia y,

    47 As lo cree CONSTANZA, Orienlamenti ... , pg. 103. 48 As conduye MEIER, Prokop, Agathias ... , tras analizar la postura de

    Procopio y de Agatas frente a la peste. 49 CAMERON , Agathias. pg. 55.

    ~() Die geschichtsmachligcn Fakloren ... , pg. 17 1. Las ideas de este artculo estn desarrolladas posteriormente en Die Geschichtsphilosopllie .... un estudio comparativo entre Procopio. Agatfas y Teofilacto.

  • 22 HISTORIAS

    paralelamente, un factor racional. que ya estaba anunciado en el primer libro (1, 1, 3-4): el resultado de una accin depende de las acciones humanas51 El delicado equilibro entre estas dos causa-lidades est expuestoS2, segn el mismo autor, en los discursos de Eetes y de Fartaces, que representan entre los colcos respectiva-mente la faccin antirromana y, por tanto, el lado negativo, y el lado prerromano y, por tanto, positivo, El primero expone la teo-ra de una causa moral; Fartaces propugna un anlisis racional de los hechos: aunque Dios rija la Historia, los hombres disean sus actuaciones de acuerdo a premisas racionaJes53, no morales: esta teora de compromiso es la defendida por Fartaces y no es desca-bellado pensar que est reflejando la propia ideologa de Agatas,

    y en ntima relacin con sus opiniones sobre la causalidad histrica nos encontramos con sus tambin debatidas creencias religiosas.

    3.4. El cristianismo de Agallas

    Como sucede en la crtica sobre otros autores contempor-neos, en especial Procopio, el cristianismo de Agatas ha sido objeto de un encendido debate.

    ~1 Constantemente, Agatfas demuestra la alla estima en la que liene a la n~ teligencia y a la preparacin humanas, a travs de distintos exempla: desde Narss en II 12, 1 ~9, a la admiracin por la familia de Antemio de Tralles, vase Z. V. UDAL'COVA, Le Monde vu par les HisIOnenfi. ... , H)'zantinosla~ vicu 33.2 (1972), pg. 2M, para la diferencia con Procopio en esta idea.

    ~2 En cualquier caso, el problema de la Providencia o la necesidad es una cuesli6n debatida en la poca, en la que los escritores ban de enfrentar y a ve-ces conjugar las antiguas creencias con los principios cristianos. Para un anli-sis de estas ideas, vase LAMMA, Ricerche .... pgs. 120-1 25.

    53 Tambin es la causa de la derrota de Nacoragan en Fasis: su orgullo le conduce a la insensatez (11.1 19,6).

  • INTRODUCCIN 23

    Por un lado, parece c1ard. la idea de la justicia divina, a'\ como la defensa de la comunidad entre pueblos cristianos, y entre ellos alaba en especial a aquellos que viven en la orlodox.ia, fe que ni se preocupa en definir (1 2, 4, sobre los francos). Hay crtica a los paganos: desde el emperador Arcadio por confiarles a su hijo (IV 26, 6), hasta los ritos y los sacrificios animales entre el pue-blo alamn (17), pero demuestra una inusitada comprensin poco habitual de la poca, disimulada entre su manifiesto antipaganis-mo, y que puede verse54 como una crtica hacia la intransigencia religiosa cristiana. La mitologa es criticada por ser invento de poetas -y utilizada como ta155 pero en otros casos recibe va-lor histrico: la llegada de la nave Argo.lle sirve como referencia en la cronologa persa (n 18,4)-. Asimismo critica. muy seve-ramente, las visiones y las adivinaciones (V 26, 3). O a sujetos como Uranio, que buscan explicar lo inescrutable en 29, 3)56.

    Sin embargo, sus ideas cristianas son ms claras cuando coinciden con ideas que autores paganos ya haban manifestado y que al tiempo aparecen recogidas en autores cristianos: la idea de la justicia divina es compartida por la historiografa clsica, como la de Herdoto o Polibio (XXIIl lO, etc.), pero tambin tiene que ver con el Viejo Testamento (Ecl. 7, 11-17), Y es una idea que aparece en no pocos cristianos como Lactancio's7, por ejemplo. Lo mismo puede decirse de sus crticas a los sacrifi-cios animales o a los astrlogos'sR.

    Sol As KALDELUS, The historica! and religious ... . pgs. 236-252 . . ' 5 Apolo y Marsias. IV 23, 2-6, Jasn, I11 5, 2-5, etc. Vase RAMPI . La

    storiografia ... , pgs. 40-51. para un delallado anlisis de este aspecto. 56 Por todo cllo su cristi anismo ha resultado claro a autores como

    CONSTANZA, Orientamienti cristiani ... , o CAMERON, Agathias, en especial pgs. 87-111.

    5' En Sobre la ira de Dios y Sobre las muertes de los perseguidores. ss Para las referencias concrelaS, vase KALDELUS, The historieal and re-

    Ii gious .. . , pg 245, nota 106.

  • 24 HISTORIAS

    Dado que est haciendo una historia clasicista huye en lo posible de cualquier manifestacin marcadamente cristiana. Evita todo tnnino que no est relacionado con los autores que l imita, como ocurre con su principal modelo, Procopio59, Por ello nos encontramos palabras paganas como angke (m 24), aunque con el significado comn de necesidad inmediata 60, Un uso mucho ms frecuente de Iyche provoca que en algunas ocasiones parezca mantener su antiguo significado (IlS , 2) aun-que ms bien puede considerarse un tpos retrico para des-cribir lo imprevisible de algunas situaciones61 Por ese mismo clasicismo nos encontramos con tenninologa abstracta y per-frasis que evitan la utilizacin de palabras cristianas: para refe-rirse a Dios, utiliza muy raramente thes y ms bien lo theion, t agathn, I kreitton. No hay duda de que se refiere al Dios cristiano en contextos tales como los misimianos invocando su comunidad de creencias religiosas, la es lo Ihelon (IV 20, 7). In-cluso declara abiertamente sus preferencias lxicas cuando dice que prefiere llamar a un lugar Onoguris, en lugar del nombre ms reciente San Estfano) porque (encaja muy bien con el estilo histrico (111 5, 7). En general, hay muchas ms referen-cias al cristianismo en los discursos que en la narrativa princi-pal, porque las razones religiosas constituyen la base de muchas de las argumentaciones, tal y como suceda en la diplomacia del momento, y Agatas no se resiste a reflejarlo62.

    Para Kaldellis", hay dos aspectos en los que Agatas mues-

    ~9 Para ste, vase J. SIGNES,

  • INTRODUCCIN 25

    tfa un cristianismo ms que tibidJ4 El primero. su dudosa creen-cia en la inmortalidad del alma, reflejado en la idea del Proemio acerca de la Historia como nica forma de inmortalidad, lo que viene apoyado por la referencia irnica a Salmoxis65 . El segun-do se refiere a su posible paganismo66 Cameron67 rechaza la posibilidad de un Agalas "pagano porque no lo cree capaz de expresarlo con la sutileza necesaria para que no fuese peligro-so. Kaldellis" encuentra, en cambio, pruebas de que ideolgi-camente est ms cerca de los filsofos neoplatnicos que de los cristianos: la ms importante, la simpata reflejada hacia los filsofos neoplatnicos en su viaje a Persia (11 30, 3-31, 2)fIJ, el uso de trminos neoplatnicos como kratOllsa d6xa, etc.

    En conclusin, el resultado es que la obra presenta incohe-rencias, en cuanto a su cristianismo. a las causas de la Historia, al papel de Dios ... Una primera lectura de las Historias puede darnos la impresin de no tener una idea slida a propsito de la causalidad histrica y de presentar un cristianismo que al mismo tiempo manifiesta evidentes simpatas por los paganos.

    64 Sin ser tan radical, CATAUDELLA, Historiography ... , pgs. 415-417, afirma que es imposible que Agatfas no fuera cristiano, pero que fOUS opinio-nes pueden estar reflejando ciertas actitudes poco clara, pgs. 388-389.

    67 CAMERON, Agathias. pgs. 104-105. 611 The historical and religious ... , pgs. 240-242. 69 Aunque es la opinin general, hay autores Que lo di scUlen, como 1. HA-

    OOT, Simplicius. Commentaire sur le Manuel dph.:tete, Le iden - Nueva York -Colonia, 1996, pgs. 3-50, para quien los filsofos aparecen ridiculizados como inocentes e ingenuos. Vanse, para un comentario ms detallado. las no-tas al texto.

  • 26 HISTORIAS

    Quiz deberamos fijarnos primero en la idea clara e indiscuti-ble acerca del papel que ha de jugar la Historia como gnero: la Historia es educadora, ha de ofrecer unos modelos de conduc-ta que sirvan a los hombres para mejorar desde el punto de vista moral. Con este objetivo siempre en mente, Agatas selec-cionar o desarrollar aquellos acontecimientos que le permitan ofrecer esta leccin y aprovechar cualquier oportunidad para expresar estas ideas. Ms an. cuando es evidente que ni le gus-ta ni est preparado70 ----

  • INTRODUCCIN 27

    critica duramente a aquellos que, como Uranio, pierden el tiem-po en estos 38uot0871 . Y no es su intenci n ser como ellos: Aga tas no es telogo. ni siquiera un buen historiador: es un poeta que se dedica a la Historia porque es un gnero ms til que la poesa. Y por otro lado, independientemente de que fuera o no un sincero cristiano, es claro que para l el cristianismo es sin-nimo de romanitas: la fe ortodoxa legitima el Imperio y es un rasgo de la superioridad romana sobre los brbaros: la comuni-dad de fe supone comunidad cultura1 y los otros dejan de ser-Io cuando son cristianos, como los francos 72 .

    3.5. Carcter literario de su obra. Relacin de la Historia y la Poes(a

    Hay un segundo aspecto de la obra que tambin distorsiona los hechos narrados: la base sobre la que est construida la obra es eminentemente literaria, no pragmtica. Escribe una obra li-teraria en la que se pretende no slo presentar unos hechos, sino presentarlos de la manera ms bella y grata posible. El medio para ello es la imitacin de los autores antiguos; su estudio es la principal labor para l como escritor: Tendria que ocupar-me en leer a los escritores antiguos para imitarles e informarme de los acontecimientos sucedidos en el mundo y valorarlos en su justa medida, teniendo mi mente completamente disponible

    1 1 No es improbable que haya que ver en estas observaciones una crtica a las disputas religiosas y al comportamiento de los obispos en el snodo, vase para este aspecto. CATAU DELLA, Historiography ... , pgs, 418-419.

    12 Es posible que en ello se observe, como apunta BRODKI\. Die ge-sch ichtsmachtigen Faktoren ... , pg. 175, nota 38, una evolucin, desde los tre'i primeros libros al quinto, y que se est renejando un cambio en su pensamien-to que la falta de una revisin completa de su obra ha dejado sin corregir.

  • 28 HISTORIAS

    para ello (111 1,4), porque l pretende escribir en el estilo his-trico, al que le convienen los trminos antiguos (cf III 5, 7). De entre estos autores, el primero que se encuentra el lector de la obra en muchas de las observaciones del Proemio es Diodoco. Pero no todas las ideas all expuestas proceden de Diodoro, en especial la ntima relacin entre Historia y Poesa73. Con ello Agatas entra de lleno en una larga tradicin de reflexiones acer-ca de los principios que deben regir el gnero historiognfico74 Nos relata cmo sus amigos le animaban a dedicarse a la Histo-ria, en especial Eutiquiano, diciendo que Poesa e Historia eran hermanas de la misma sangre y que qui z slo se diferenciaban por el metro (Proem. 11-12). Esta idea, que parece una decla-racin de principios, se ve refutada en varias ocasiones en la obra75 : en el mismo Proemio, tilda varias veces a sus obras po-ticas de banales (8, 11) que no tienen utilidad prctica ni para su receptor, ni para su autor. Un autor de una obra histrica, en cambio, conseguir el mismo honor que aquellos de los que ha-bla en su obra (Proem. 6, 10-1 2, Y V 20,7). La poesa, por otra parte, no tiene como fin la verdad (lll 5, 4; IV 23, 4) mientras que sa ha de ser la finalidad de la Historia (Proem. 20).

    Todo este asunto se ha relacionado con el opsculo de Lucia-no, De c6mo ha de escribirse la historia76 , donde se critica seve-

    13 Y tambin es muy significativa la diferencia con los principios defendi -dos por PROCOPIO en Guerras 1 1.4.

    7.l Vase, entre otros trabajos, B. GENTILI, G . CURI, Le teorie del raecon-10 slorico nel pensiero ~tori()grafico dei greci, en Le leorie del discorso slOricO nel pensiero greco e la storiograjia romana arcaica, Roma. 1975, pgs. 17-45.

    75 Anlisis de estos fragmentos en KALOEUJS, Agathias on History._.. Vase lambin RAM PI, La storiografia agaziana ... }" pgs. 48-49, para lo que da como ejemplo el episodio de la muerte de Naeoragan y el mito de Apolo y Marsias, en IV 23, 2-6.

    16 Para H. LIEBERlCH, Studien zu den Proomien in der griechi.w:hen und byumtschen Geschichtsschreibung. l-II , Mnich, 1900 (1976), pgs. 10-12,

  • 1 NTRODUCCIN 29

    ramente la unin de historia y poesa. Agatas parece seguir los consejos de Luciano en algunos aspectos, como los elementos estructumles tpicos que ha de tener una obra histrica'7: narra-ciones de batallas78, asedios79, desastres naturales80, digresiones etnogrficas y descripciones de objetos y lugares81, elogios o condenasS2 y mitos83 Ambos insisten tambin en la radical dife-rencia entre historia y panegricoS4, ya que la primera tiene como objetivo fundamental la verdad, mientras que el segundo slo el elogio. contra el que Agatas se muestra especialmente combati-vo, cuando no corresponde a la verdad. Al identificar Luciano el panegico con la poesa (8), ha de diferenciarla radicalmente de la Historia; de hecho, si la poesa, entendida como

  • 30 HISTORIAS

    Agatas modifica en parte y profundiza en esas ideas de Lu-ciano. No cree en la igualdad entre poesa e historia, pero tam-poco cree que haya entre e11as una radical diferencia, o al me-nos, l no quiere asumirla en su trabajo de historiador. La poesa es un asunto sagrado y divino (Proem. 9), mientras que la his-toria tiene ventajas de orden prctico, proporciona honor, y pue~ de beneficiar a su nombre y sus intereses (Proem. 12). Justifi-ca, de este modo, su cambio de gnero, buscando en la historia las vinudes que tiene la poesa, en especial su capacidad para ha-cer a los hombres mejores, y utiUzando en su obra histrica, con-secuentemente, recursos caractersticos de la poesa.

    3.6. Mfmesis literaria

    Como era de esperar, la mmesis literaria a la que asistimos en las Historias tiene como modelos indiscutibles a los grandes historiadores antiguos.

    Aunque afirma que la primera exigencia de su labor como historiador es leer a las grandes figuras del pasado (In 1,4), no todos han dejado la misma huella". De Herdoto toma prsta-mos lxicos, de Diodoro ideas sobre la Historia, como las que hemos visto previamente.

    De ms envergadura es la imitacin de Tucdides, comen-zando por la ordenacin de la narracin en inviernos y veranos. Hay tambin escenas -asedios, debates"- que Carneron" ve

    86 Para los ejemplos concretos. FRANKE. Quaestiones Agathianae, pgs.I(J.15.

    87 Asedios (por ejemplo. Onoguris, 1lI V, basado en el sitio de Platea. 11 71 -78), debates (el del juicio en IV 1-6, inspirddo en el debate de Mitilene. 1([ 39, IV 7), Y los discursos de los embajadores tebanos y corcireos (I1I 64, III 10).

    ss CAMERON, Agathias, pgs. 60-62.

  • INTRODUCCIN 31

    como imitaciones muy superficiales, escenas tpicas que proce-den s610 de los libros 1 y IT".

    Sin duda, el autor que le sirve de modelo principal es Pro-copio90 Esto es indiscutible en lo que respecla al planteamien-to de la obra desde el punto de visla cronolgico y geogrfico. No obstante, no todo en Agatas es imitacin de Procopio'': muchas de las coincidencias, que hemos ido viendo, lxico cla-sicista, cristianismo matizado, etc., son lgica consecuencia de su compartida condicin de (ltimos) historiadores en un mo-mento de transicin entre la historiografa paganizante y la his-toria cristiana, as como de la utilizacin por pane de ambos de los mismos modelos clsicos.

    Como ha sucedido con otros escritores de la poca92, la cr-tica ha pasado de sealar los casos de imitacin, en general con la intencin de minusvalorar al escritor tardoantiguo, no s610 como poco original sino sobre todo poco veraz, a valorar esta mmesis en el contexto de la literatura del pelodo9J , y a estudiar la obra no s610 como obra histrica sino, sobre todo, como obra literaria. En este sentido, se han analizado con ms profundidad y menos prejuicios los recursos de composicin, y de algunos de estos estudios se desprende que la imitacin de los autores antiguos no es puramente mecnica. De esta manera la presen-

    89 Por el contrario. es muy llamativa la ausencia en Agalas de la descrip-cin de la peste a la manera tucidfdea. sigu iendo el consejo de LVCIANO. en De cmo debe escribirse la hi.floria 15.

    90 Vase. para el anJisis de los ejemplos de imitacin. SPYROPOULOS. Ka/a t{ mimeftai Agathlas ...

    9J An lisis de las principales diferencias en CAMERON, Agat/ias, pgs. 131-134. y CESA. Agatia ScolaSlco ... .

    n Para el caso concreto de Procopio. va~ J. SIGNES, Procopio .... pgs. 105-112.

    9J H. HUNGER, 00 lhe imitation (m{mesis) of Antiquity in Byzantine Literature, Dumbarlon Oale Papers 23/24 (1969-1970), 17-38.

  • 32 HISTORIAS

    cia de Tucdides es modelo para una organizacin narrativa ms compleja, segn ha estudiado Adshead94, como la estructu-ra narracin-discurso-narracin (1, 14: acciones y discurso de FuJcaris). La situacin y el contenido de los excursus tambin corresponden a un plan detenninado, que ha estudiado Ques-taos. Por su parte, Taragna96 ha analizado con detalle los discur-sos que aparecen en la obra y, aunque formalmente hay muchos rasgos (frmulas introductorias, finales, etc.) que se relacionan con la tradicin, tambin hay intentos de innovacin. Destacan en este sentido los dos discursos del juicio sobre el asesinato de Gubaces, el de acusacin (IV 3,2-6,6) Y el de defensa (IV 7, 4-10,6). Kennedy" seala que, a pesar de que son ejercicios re-tricos, reflejan en la realidad lo que un jtricio ideal debera ser y son magnficos ejemplos de oratoria forense, mezcla de la Teora de los estados98, procedente de los manuales de ret-rica, y del estilo tuciddeo.

    3.7. Rasgos poticos en las Historias

    Como era previsible dada la estrecha relacin que para l te-nan ambos gneros. hay un gran componente potico en las Historias. En las ediciones de Keydell y Constanza se sealan numerosos paralelos lxicos con Nono, Eurpides, Tecrito, Homero ... La mayora de estos paralelos son slo lxicos y pro-

    94 K. ADSHEAD, Thucydides and Agathias ... . 9~ C. QUESTA, 11 morto e la madre ... . % TAKAGNA, Logo; historias ... , pgs. 143-184. 97 G. A. KENNEDY, Greek Rhetoric under Christian Emperors, Princeton,

    1983, pg. 16. 98 Desarrollada por Hermgenes y Hermgoras; vase R. NADEAU, Clas-

    sical Systems of Stases in Greek.: Hermagoras to Hermogenes , Greek. Roman & Byz.antine Studies 2 (1959), 51-71.

  • INTRODUCCiN 33

    cederian, en opinin de Cameron", de f1orilegios'OO, pero para algunos pasajes puede suponerse una influencia de contenido y estructura, como la ticoscopia de 1 12, 8, cuando los habitantes de Luca observan la falsa decapitacin de sus rehenes, en una escena similar a la homrica, en la que aparecen tambin los trminos poco comunes utilizados por Homero lOl Para Pertu-si 102, la mayora son influencias directas, como por otra parte se ve en los epigramas: Agatas tiene las condiciones, la ca-pacidad, el aprendizaje y el gusto, as como tambin el pbli-co, que son todos sus amigos que panicipan con l en el Ciclo. A este pblico escogido estn dedicadas, tambin, en opinin de Kaldellis103, ciertas mitologizaciones de algunos hechos histricos, que embellece deformndolos a travs de relatos literarios poticos, con la intencin de adornar su obra y tam-bin de establecer un juego de alusiones con su pblico, en primera instancia el crculo de amigos intelectuales a los que alude en el Proemio: el ejemplo ms significativo es la muer-te de Leotaris devorndose a s mismo, un relato similar al de Erisicton (ll 3, 6-8).

    99 CAMERoN,Agalhias, pgs. J 12--113, sobre el estudio hecho por H. VAN HERWEROEN, Varia ad varios. 11. Ad Agathiae Scholastici Historias, Mne-ma.' yne 17 (1889). pg. 19.

    100 Para los libros que circulaban entonces, G. CAVALLO, (,La circolazione Iibraria nell'eta di Giustiniano, en G. G. ARCHI (ed.), L'lmperatore Giustinia-no. Storia e mito, Miln, 1978, pgs. 201-236.

    101 Para ms ejemplos, vase F. CONCA, ~~Note sull'impiego dellinguag-gio poetico ... )).

    102 A. PERTuSl, -KGiustiniano e la cultura del SUD tempo)). en G. ARCHI (ed.), L 'lmperatore Giustiniano. Storia e mito. Miln, 1978. pgs . 181-199.

    103 KALOF.LLlS, Things are not... .

  • 34 HISTORIAS

    3.8. Estilo y lengua

    Consecuentemente con lo anterior~ tambin en su estilo y su lengua Agatas va a presentar un clasicismo muy marcado, al lado de escasas, pero inevitables, entradas del griego tardo 10'. Su voluntad clasicista huye de terminologa y onomstica que pueda ser tenida como no clsica: prefiere usar los topnimos antiguos 105; los ttulos oficiales nunca aparecen en Jatn 106 y esto puede dificultar un poco la comprensin del texto y entorpecer la narracin con pesadas perfrasis para evitar el trmino tcni-CO, latino o cristiano 107

    Por otra parte, su estilo resulta muy caracterstico tambin porque, como acabamos de ver. presenta en terminologa, fra-seologa y figuras literarias'" un grado de poetizacin muy ele-vado para una obra histrica y a veces la adecuacin entre con-tenido y forma no es todo lo armnica que podra desearse. Adems, sus frases son demasiado largas, a veces desarticula-das y con un gusto excesivo por la unin de miembros con un simple kil. Una prueba de que Agatas no se encontraba com-pletamente a gusto escribiendo historia en sentido estricto es

    1{)4 Ejemplos concretos en CAMERON, Agathias, pgs. 66-74, 149-150: ef tambin el Index Graecitatis de la edicin de KEYDELL, pgs. 2 18-232.

    lO!! Como el antiguo Onoguris pan! San Estfano, III 5. 7. 106 Slo en un caso, para curadores utiliza el trmino latino, con la apos-

    tilla los romanos los llaman (V 3, 10): de hecho, no usar eltnnino latino di-ficulta un poco la comprensin del texto, por ejemplo, cuando usa laxarchos no sabemos si se refiere al du.x o al rribunus.

    107 Por ejemplo, hombres expertos en escribir y repasar lo escrito a gran velocidadlJ por tach)'grfos en IV 1,2; lugar sagrado en extremo entre los cristianos por ekklisfa en lIJ 24. 7; los que se ganan la vida luchando con fie-ras en los espectculos pblicos por bestiarius en 1 14,5. Ms ejemplos en CAMERON. Agazhias, pgs. 75-88.

    108 Metforas, perifrasis, etc., que tambin son destacables en sus epigramas.

  • INTRODUCCiN 35

    que su estilo gana en correccin y frescura cuando se aleja de la narracin histrica para hablar de sus propias experiencias, opi-niones y conocimiento de primera mano, algo que hace siempre que puede (Proentio, comentarios de tipo moml. incluso los lar-gos excursus). Desde el punto de vista estilstico, las Historias se encuentran entre la relativamente senci na prosa de Procopio y la muy retrica y pomposa de Teofilacto.

    3.9. Veracidad de los hechos contados

    A partir de la opinin de Gibbon de que al historiador Pro-copio le sigue el poeta y retrico Agallas, hay muchos autores que ponen en duda la veracidad de la mayora de los hechos na-rrados por l 109. Hay episodios que sin duda son fruto de una elaboracin retrica e incluso potica ms que narracin de he-chos verdicos, como la descripcin del engao de Narss en el asedio de Luca (1 12). Pero antes de aplicar este calificativo a toda la obra, conviene comprobar las fuentes utilizadas, tal y como hace Cameron, para valorar la validez de las informacio-nes que nos proporciona el autor a lo largo de ella.

    En la obra se adivina una diversidad de fuentes. La ms lla-mativa es el intrprete Sergio, quien, a instancias de Agatas. obtuvo autorizacin para consultar los Anales Reales Persas y en ellos se inform de nombres, cronologa y principales suce-sos, que resumi para el historiador. Estos Anales fueron la principal fuente del perdido Khvadhiiynamagh, o Libro de los Reyes. cuya evidencia ms temprana es la coleccin de crnicas persas y rabes del siglo IX en adelante. Dado que Agatas es la

    109 E. G1880N, The decline andfatl ofthe ROl1Uln Empire, IV. Londres. 1901 (con sucesivas reimpresiones). pg. 420, nota 78. eco que recoge BURY, HLRE n 2. 430, Y otros autores, cf. c,.\MERON, Agathias, pg. 39.

  • 36 HISTORIAS

    fuente directa ms antigua, su testimonio es de gmn importan-cia y puede ser comparado con las crnicas posteriores para comprobar la vaJidez de los datos ofrecidos J 10. Por el contrario, en el excurSllS franco (11 2-4) no hay confesin de la fuente uti-lizada, y se ha propuesto que fuese el embajador del rey Sigi-berto de Austrasia, que visit Constantinopla en 571 111

    Adems de los grandes historiadores (Tucdides, Herdoto, Jenofonte), Agatas cita a oscuros autores acerca de la historia asiria y persa, como Beroso, Atenocles y Smaco (II 24, 8), o Bin, Ctesias y Alejandro Polihstor (Il 25, 5). Es muy probable que en poca de Agatas las obras de todos ellos, excepto la de Ctesias, estuvieran ya perdidas, de modo que hubo de conocerlas por otro autor. Treadgoldll2 propone el Compendio de Historia Universal de Hesiquio de Mileto, que comienza con los asirios.

    Se cita a s mismo como testigo directo en el terremoto de Berito (II 15 Y 17), quiz en el del 557 (Y 5) Y en la invasin de los cotriguros en el 559 (Y 11); habla tambin de una fuente oral en la batalla de Casulino (Il 10, 7) Y en el asesinato de Gu-baces (ID 4, 6). Para Carneron, utiliza principalmente informantes orales1\), ya que el mtodo que defiende Agatas en ID 1,4 pa-rece ms de indagacin que de consulta de material escrito, del que por otra parte, hace referencia cuando lo tiene il4. La obra entonces resulta el producto de la combinacin de dos mtodos:

    IIU Hay, sin embargo, una gran diferencia de tratamiento de este material entre el primer excursus y el segundo, vase CAMERON, On Sassanians ... .

    111 GREGORIODE TOURS, Historia de losfrancos IV 40. As, B URY, Hum II 275, nota 3, y CAMERON, Early merovingians ... , p

  • INTRODUCCIN 37

    un acercamiento sistemtico y a veces documenta] en los largos excursus ----que quiz estn en la obra, se podra aadir, porque Agatas contaba con esas fuentes y quera utilizarlas plenamen-te- y el mtodo de la historiografa tradicional contempornea, basada en fuente orales, como la de Procopio; pero, dadas sus li-mitaciones personales, trae como consecuencia incoherencias y errores' " , Ejemplo de ello es la descripcin de la cueva de la Si-bila (1 8), que se corresponde con la tradicional que aparece en diversas fuentes, como Lido, Procopio, Licoffn, y resulta poco detallada. Pero, al mismo tiempo, la descripcin del emplaza-miento de la cueva es precisa, muy ponnenorizada y reall 16; esto supone por tanto una doble fuente: una llteraria y otra, un infor-mante local que le proporcion datos exhaustivosl17.

    Tambin utiliza a veces a Procopio como fuente de informa-cin. reconociendo incluso sus extensos conocimientos (IV 26, 4). Pero en ocasiones se desmarca de las opiniones o datos de su antecesor y presume de sus diferentes fuentes. Y cierto es, al-guno de los datos de Agatas se han revelado ms fidedignos que los de Procopio118 .

    el mundo. Para TARAGNA, Logoi historias, pgs. 148- 149, en cambio, se re-fiere a elementos compositi vos y recursos literarios.

    115 El nmero de soldados en el asedio a Onoguris, rn 8, 2; confusin en-tre ApeniDos y Andes, 11 3,2, etc. Tambin hay errores cronolgicos, como que en la campaa italiana presenta dos aos en uno (553-554), vase CAMERON, Agalhias, pgs. 143-144.

    116 Se ajusta a la perfeccin a la caverna encontrada por Maiun en sus ex-cavaciones, A. MAIURI, L' Assedio di Narsete a Cuma nel racconlO dello sto-rico Agathias, Parola del Pasal0 4 (1949), 41-46.

    117 Vase C. MONTI, The Topographical and Literary Evidence for the Identificaton of the Sibyl's Cave al Cumae, Vergiliul" 37 ( 199 1),46-54.

    l iS CESA, Agatia Scolastico ... : el origen de Ragnaris (11 13,3, frente a Gue-rrm" VOl 26,4); el excursus sobre los hunos (V 11, frente a Guerras VIII 5,1), o la presentacin de los lazos (1118, 4, frente a Gue rras VIII 1. 10).

  • 38 HISTORIAS

    3.10. Ideas polticas

    A diferencia de Procopio, Agatas se enfrenta a una historia de acontecimientos polticos sin mostrar demasiado inters o conocimiento sobre la implicacin poltica de los hechos que narra. Se limita a un relato de sucesos principalmente blicos, que slo mueven a reflexiones, como ya hemos visto, de tipo moral. Sin embargo, en la obra se detecta cierta penneabilidad a la poltica del momento. como la propaganda que se pretende hacer de los francos, a los que interesaba conseguir como a11a-dos cuando Agatas escribe su obra.

    Hay que notar tambin que sus principios religiosos y mo-rales le llevan a defender ciertas ideas que pueden tener una in-terpretacin poltica, ya que reflejaran una postura antiimpe-ria1i sta I 19 : Ayudar a]a patria, defender las leyes ancestrales .. , esto s seria sagrado y honroso en extremo. Pero aquellos que por codicia y por odio irracional, sin mediar causa justa al-guna, invaden la tierra de otros que nada criminal han hecho contra ellos, son unos seres malvados y soberbios (II. 1, 10). Aunque es la lnea comenzada por Procopio, en Agatas es pro-ducto de su sensibilidad, demostrada a lo largo de la obra, ha-cia temas sociales o hacia otros pueblos y creencias, que Pro-copio no tiene. En cualquier caso, es importante observar que Agatas escribe su obra en los reinados de Justino II y de Tibe-rio l20, de modo que una actitud crtica en algn sentido hacia la poltica de Justioiaoo puede ser expresada con bastante liber-tad. El caso ms claro son sus observaciones de V 14, donde critica la mala situacin del ejrcito debido a una poltica mili-

    119 CATAUDELLA, Hisloriography ... )), pgs. 420-421, con comentario de la bibliografa precedenle.

    12(1 En el Proemio dice que empez la obra tras ascender Justino al poder (565) y en IV 29, 8 se refiere al emperador Tiberio, que subi al trono en el 578.

  • INTRODUCCIN 39

    tar descuidada, aunque lo justifica por la avanzada edad del emperador; parece, pues. estar exponiendo las distintas actitu-des hacia la poltica de Justiniano, ms que una actitud per-sonal ncgativa l21 como la de Procopio en Historia Secreta 122 En esa clave puede leerse tambin el juicio contra los asesinos de Gubaces, que Lamma' " ha analizado como representacin de las dos corrientes ideolgicas del momento acerca de la rela-cin con los pueblos aliados brbaros: o bien una comunidad de pueblos, basada en la igualdad de intereses, en la que el Im-perio respete al sbdito y le permita cierta autonoma, lnea de-fendida por los acusadores, y por otra pane, la que mantienen los acusados, pam quienes los brbaros son un peligro en s, que slo puede neutralizarse por la fuer.la.

    3.11. Fortuna posterior

    No sabemos a ciencia cierta la opinin que sus contempor-neos tuvieron de las Historias, aunque las justificaciones del segundo Proemio (I1I 1) apuntan a que sus dos primeros libros haban recibido crticas l24 . Sin embargo, as como Agatas es el continuador consciente de Procopio, otros autores tuvieron la

    121 Sobre la relacin de las opiniones de Agatas con respecto a las de Pro-copio y Mcnandro, vase CAMEKON, Aglllhias, pgs. 125-129. con bibliografa precedente, y BAKALOV, ( Les ouvrcs d ' Agathias ... , pgs. 202-204.

    m Su conocimiento por parte de nuestro autor no se puede suponer de ma-nera definitiva. a pesar de que BAU>WIN, (Four problems .. . , pgs. 303-305, seale distintas coincidencias.

    m LAMMA, Ricerche ... , pgs. 102- 108, para quien Agatas expone con mucha habilidad las diversas interpretaciones del ;c: bien general, porque para l tienen ms importancia que los hechos mismos. al contrario que para Procopio.

    124 McC.

  • 40 HISTORIAS

    voluntad de continuar su labor. En primer y ms principal lugar, Menandro Protector[25. cuyo floruit debe de situarse en la segun-da mitad del siglo VI. A diferencia de Agatas, vivi del patro-nazgo del emperador Mauricio, que le encarg continuar la obra de aqul. Y as lo confiesa en el frag. 1, 1: "Mi intencin ha sido comenzar esta narracin y establecer el principio de mi historia desde la muerte de Agatias. Escribi una Historia en diez libros que cubria los aos 558-582, de la que se han conservado diversos fragmentos. Por ellos se ha juzgado a Menandro mejor historiador que Agatas y ms imponante como fuente, porque presenta una gran precisin histrical26. Sin embargo, se ha demostrado que Menandro copi en muchos casos a Agatias 127 .

    19noramos si para sus contemporneos Agatas era ms O menos vlido que Procopio o, posterionnente, que Menandro. Pero sabemos que su obra era conocida, aunque no disfrut de la misma difusin que Guerras: Evagrio Escolstico, autor de una Historia Eclesistica, que cubre los aos 431-593, nos dice en IV, 24: y otras muchas cosas dignas de mencin fueron he-chas por Narss, tras vencer a Buselino y Sindual y ganar mu-cho territorio hasta el mar. Esto fue escrito por Agatas el rtor, aunque no hemos tenido acceso a ello. Evagrio estaba traba-jando en Antioqua unos diez aos despus de la muerte de Agatas, lo que demuestra que la circulacin de estas obras his-tricat; secu1ares no era demasiado rpida l28,

    m Vase el estudio, con edicin y traduccin de R.e. BLOCKLEY, The History of Menander rhe Goordsman, Liverpool , 1985.

    12(; A.. VASIUEV , Hi.

  • INTRODUCCIN 41

    Tenemos pocos fragmentos de la obra de sus continuadores Tefanes de Bizancio, que narraba los acontecimientos del 566-576, Y de Juan de Epifana, patriarca de Antioqua. Ambos son, por los fragmentos conservados. historiadores seculares. Juan nos da testimonio del conocimiento de la obra de Agatas: en el frag. I (pg. 375 Dindort) leemos: Todas las luchas que pade-cieron e hicieron entre medos y romanos durante el reinado del emperador Justiniano lo escribi Agatas de Mirina, un hombre muy considerado entre los rtores de Bizancio y que tras Proco-pio de Cesarea relat los hechos contra los brbaros. No obs-tante, aunque lo cita, no sigue, al menos cronolgicamente, a Agatas, ya que su intencin fue dejar constancia de los sucesos posteriores a la ruptura de la paz en el 572, hasta el 593. Conti-nuador de Menandro. Tefanes y 1uanI2'\ Teofi]acto Simocata es el ltimo historiador clasicista, cuya obra se ha conservado ntegra"" y en la que trata el reinado de Mauricio (582-602).

    Posteriormente, una vez que e] tiempo de la historia secular ha pasado, pasa tambin el tiempo de influencia de Agatas, del que s610 queda una referencia en la Crnica de Juan de Ni-kiu, del siglo Vll, que lo relaciona, como no poda ser menos, con Procopio: Estas grandes victorias [de Justiniano] han sido cuidadosamente relatadas por Agatas, uno de los estudio-sos (prob. scholastiko, en el original griego) de la ciudad de Constantinopla, y tambin por un hombre cultivado lIamado Procopio el patricio 13 1.

    129 M. WHITBY. The Emperor Mauria and His Historian. 71zeophylact Sim(n:atta on Persian and Balkan Waifare. Oxford, 1988, pgs. 227-230.

    130 M. WHITBY, The HislOry of Theophylact of SimocaUa: An English TransJation with lntroduclion and NOle",., Oxford, 1986.

    01 XLII 19 (pg. 147 Charles). Es una obra originalmente escrita en grie-go, pero conservada en una traduccin parcial en sirfaco, Ed. y trad. R. H. C HARLES, The ChronjcIe oJ Jolm, Bisoop of Nikiou, Londres, 1916.

  • 42 HISTORIAS

    En la lnea ms o menos continua que representan todos es-tos historiadores, Agatas parece el punto de inflexin donde la historia secular empieza a confundirse con la historia eclesis-tica 132: en l se observa una tensin entre la forma clsica y el espritu cristiano que no se encuentra en Procopio pero que es evidente en Jos autores posteriores l 33

    3.12. Valoracin final

    En general podemos decir que las Historias estn elabora-das con la intencin primera de continuar con ]a narracin his-trica all donde la dej Procopio, pero esta intencin no es la principal en la obra: Agalas quiere hacer una obra til des-de el punto de vista moral y, desde el literario. utiliza todos los recursos a su disposicin para constn,Iir una obra variada y adornada que refleje todas sus lecturas y sus capacidades retricas y estilsticas, as como su preparacin jurdica y su conocimiento de historiadores, poelas y filsofos de la Anti-gedad. Agatas nos ofrece ms aspectos que los que nos brin-dan otros historiadores en la Antigedad: en su obra se nos presenta el Agatas jurista, el Agatas poeta, el Agatlas miem-bro de un crculo de intelectuales eruditos y, amalgamando to-dos esos aspectos, el Agatas filsofo y diramos moralista' ''. Pero, como atinadamente seala Kaldellis: A Agalas no se

    III Entendiendo, sin embargo, que la diferencia entre ambas no es absolu-tamente radical, vase J. SIGNES, La historiograffa en el Oriente ... .

    l3J Anlisis detallado de la relacin entre todos ellos, en CATAUDELLA, (

  • INTRODUCCIN 43

    le alaba por ser ms que un mero hisloriador; se le critica por ser menos que uno bueno 135. Si se busca en Historias una obra histrica, uno se senti~ decepcionado, pero si se ve en ella el resultado de una personalidad variada y de mltiples facelas, aunque a veces la mezcla no resulte afortunada por re-trica o poco precisa, no se puede dejar de disfrutar de este magnfico fruto de un autor que representa y dibuja a la per-feccin el mundo bizantino del siglo VI.

    4 . TRADICIN MANUSCRIT A

    Los manuscritos fundamentales de las Historias de Agatas son:

    V Vaticanus graecus 151. Los ff. 2-41, libro 1 y pane de/li-bro ll, son de papel y probablemente aadidos en el XVI, el res-to de pergamino, del siglo X-Xl. Contiene los cinco libros de las Historias en ff. 1-24 lr y en 241v-245v Apophthegmata philo-sophi5n. Hay una pequea laguna entre las dos panes.

    W Vaticanus gr. 152, de papel, del siglo XIV-XV. Contie-ne los libros I-IV de las Guerras de Procopio; fragmentos del Banquete de los siete sabios de Plutarco; los libros IV-VIII de Guerras y los cinco libros de las Histo rias (ff. 320r-379v) de Agatas.

    L Leidensis ex lego Vulcanii 54, de papel, del siglo XIV. Contiene las Historias (ff. 1-132r) y los epigramas AP IX 482 Y 344. Fonna parte de un conjunto con Vulcanius 56, que a su vez

    1 3~ KALDELLIS. Things are nol...)), pg. 295. Autores como BROf)J(A, Die Geschichrsphilosophie .. . , pgs. 152-156, siguen estudiando a Agatfas en com-paracin a Procopio y, por tanlo, concluyendo que es muy inferior, en talento. calificacin y experiencia.

  • 44 HISTORIAS

    contiene Sobre los edificios de Procopio, Poemas de Nicforo Blemides, y De thematibus I de Constantino Porfirognito.

    O Ollobonianus gr. 82, de papel, del siglo XIV-XV. Contie-ne (en ff. 1-84) las Historias de Agatas, y los libros III-IV de las Guerras de Procopio.

    M Marcianus 522, de pergamino, del siglo xv. Las Histo-rias comienzan en el frag. 101; falta el libro I y parte delH. Contiene Sobre el carcter del rtor Lisias de Dioniso de Hali-camaso, unos discursos de Lisias y otras obras retricas, as como algunos poetas: Teognis, Foclides. etc. Se cree que es una copia hecha sobre el Vaticanus V,

    R Rehdigeranus 11, papel, del siglo XVI. A Athous ex Laura [1048, e 186], siglo XV. Contiene las

    Historias (ff, I -23v y 32v-47v) e intercalado el libro III de las Guerras de Procopio.

    Se han conservado tambin fragmentos en distintas colec-ciones, como en De legationibus y De sententiis, la Suda o el Etymologicum GudianumU6.

    5. EDICIONES. TRADUCCIONES Y CONCORDANCIA

    5.1. Ediciones

    BONAVENTURA VULCANJO, Agathiae historici el poetae eximii De imperio el rebus gestis Justiniani imperatoris libr quin-que, Lyon, 1594 (Pars, 1660; Venecia, 1729).

    B. G. NIEBUHR, Agathiae Myrinaei Historiarum libr quinque cum versione Latina el annotationibus Bon. Vulcanii, Bonn,

    13b Descritos con detalle en GENTlll, 1 codici ... , pgs. 165-168.

  • INTRODUCCIN 45

    \828 (Corpus scriptorum historiae Bywntinae 3); Migne, PG 88, \860, col. \249-\608.

    L. DINDORF, Histori Graeci minores n, Leipzig, \87\ , \32-392.

    R. K.F.:YDELL, Agathiae Myrinaei Historiarum libr quinque (Corpus Fontium Historiae Byzantinae 2), Berln, \ %7.

    S. CONSTANZA, Agathiae Myrinaei Historiarum libr quinque. Messina, 1969.

    5.2. Traducciones completas

    Latinas CRISTFORO PERSONA, Agathius [sic] de bello Gotthorum [sic]

    et aliis peregrinis historiis per Christophorum Personam romanum e greco in latino traductus, Roma, 1516, Basilea, \531,1576.

    BONAVENTURA VULCANIO, Agathiae historici el poetae eximii De imperio et rebus gestis Justiniani imperararis librE quin-que, Lyon, 1594 (Pars, 1660; Venecia, 1729).

    Francesas Mr. COUSIN, Histoire de Constantinople depuis le regne de 1 'an-

    cien Justin,jusqu 'ii laftn de l'empire. traduite sur les origi-naux grees, n, Pars, 167\ (pgs. 475-772).

    P. MARA VAL, Agathias. Histoires. Guerres el malheurs du temps .mus Justinien , Pars, 2007.

    Rusa M. V. LEVCHENKo,Agafti: O tsarstvovanii lustininna, Mosc, \953.

    Inglesa J. FRENDO, Agathias. The Histories, Berln - Nueva York, 1975.

  • 46 HISTORIAS

    5.3. Traducciones parciales

    HUGO GROTIUS, Historia Gotlhorum, Vandalorum el Lango-bardorum, Amsterdam, 1655 (pgs. 529-573, libros 1 y n 1-14).

    D. COSTE, Die Geschichlsschreiber der deutschen Vorzeit. 2. Gesamtausgabe. Bd. 7. Jahrhundert 6. Bd. 3 (Lief 76). 3. Aufl., Leipzig, 1922 (pgs. 327-371, libros 1, II 1-14).

    J. P. RICHTER, Quellen der byzantinische Kunstgeschichte, Viena, 1897 ( 56, libro V 9; 720, libro V 15).

    M. BOUQUET, Recueil des historiens des Gaules el de la Fran-ce, 11, Pars, 1869 (libros 1 y 11 1-14).

    E. COUGNY, Extraits des aufeurs grecs COIlCemanf la gogra-phie et l'histoire des Gaules, Pars, 1886 (reimpr. Pars, 1993), I1J, pgs. 208-245 (libros I y n 1-14).

    M. FUME, S. DE GENILL, Histoire des guerres faictes par l'empereur Justinian con/re les Vandales et les Goths. Es-crite en grec par Procope el Agathias el mise en fraflfois, Pars, 1587 (pgs. 320-359, libros 1, 11 1-17).

    5.4. Concordancia

    B. CoULlE, B. KrNDT, CENTAL, Thesaurus Agalhiae Myri-naei, Historia et Epigrammata, Turnhout, 2006 (Corpus Christianorum. Thesaurus patrnm Graecorum).

    5.5. La presente traducci6n

    La traduccin parte del texto fijado en la edicin de Key-del!. En muy pocos casos he tenido en cuenta lecturas diver-gentes; la discusin sobre ellas se recoge en notas. La traduc-

  • ; ; "

    iNTRODUCCiN 47

    cin no puede recoger siempre el estilo demasiado ampuloso de Agatas, pero he pretendido no perder del lodo su espritu si ello no dificultaba la comprensin del texto. He intentado que a travs de las notas se aclarasen los muchos y variados temas que trata Agatas en su obra y que tambin sirviesen para entenderla, adems de como una obra histrica, como una obra literaria.

    Mi agradecimiento por su inestimable ayuda en este trabajo a Juan Signes y a Maria Jess Prez, colegas, y amigos.

  • RELACIN DE FUENTES ANTIGUAS CITADAS, POSTERIORES AL 500

    ASIN 10 Cu ADRADO F. Jacoby, Die Fragmente der griechischen Historiker, Ber-ln, 1923 SS. , n.O 97.

    Cartas de Austrasia Epistolae Austrasicae, ed. W. Gundlach (Monumenta Ger-maniae Historica lIl), Berln, 1892, pgs. 110-153.

    CASIODORO, Varia Cassiodori variorum libri, ed. A. J. Fridh (Corpus christia-norum 96), Turnhuut, 1973.

    JORGE CEDRENO Historiarum Compendium, ed. l. Bekker (Corpus Scripto-rum Historiae Byzantinae), vol.I-Jl, Bonn, 1838-1839.

    Chronicon Pascha[e Chronicon Pascha/e, ed. L. Dindorf (Corpus scriptorum historiae Byzantinae) , Bonn, 1832.

    Cod.Just. COlfeX Justinianus, ed. P. Krger (Corpus Juris Civilis 11), Berln, 1877.

    CONSTANTINO PORflROGNITO, De cerem. Constantini Porphyrogenili impera/oris de ceremoniis aulae byzantinae libri duo, ed. J.J. Reiske (Corpus scriptorum historiae Byzanlinae) , Bono, J829.

    I I I I I

    I

  • 50 HISTORIAS

    CONSTANTINO PORFIROGNITO, De themat. De thematibus, ed. A. Pertusi, Costantino Poifirogenito. De thematibus (Studi e Testi. Biblioteca Apostolica Vaticana 160), Roma, 1952, pgs. 59-100.

    CONSTANTINO PORFIROGNITO, De legal. Excerpta historica iussu Imp. Constantini Porphyrogeniti. V. 1, Excerpta de legationibus, ed. C. de Boor, pars I - 11, Berln, 1903.

    CORIPO, Panegrico Corippo. In laudem lustini, ed. D. Romano, Palermo, 1970. Traduccin espaola: Coripo. Junide. Paneg[rico de Jusl-no l/, a cargo de A. Ramrez Tirado, Madrid, Gredos, 1997.

    COSMAS INDlCOPLEUSTES, Topografa cristiana Topographia christiana, ed. y traduccin francesa, W. Wolska-Conus, Topographie chretienne (Sources chretien-nes, 141), Pars, 1968.

    Digest. Digesta, ed. P. Krger (Corpus luris Civilis I), Berln, 1872.

    PSEUDO-DIONISIO DE TEL-MAHRE, Crnica The Syriac chronicle of Pseudo-Dionysius ofTel-Mahre: A study in the history of historiography, ed. W. Witakowsky (Acta Universitatis Upsaliensis), Liverpool, 1996.

    Evagrio The Ecclesiastical History of Evagrius, ed. J. Bidez, L. Par-mentier, Londres, 1898, reimpr. Amsterdam, 1964.

    GREGORIO DE TOURS Historiafrancorum, ed. H. Hahn (Monumenta Germaniae historica. Scriptores rerum Merovingicarum --editio alte-ra- 1), Hannover, 1937-1951.

    JORGE DE PISIOIA, Heracleda In Heraclium ex Africam redeuntem, ed. A. Pertusi, Geor-gio di Pisidia. Poemi. l. Panegirici epici (Studia Patristica et Byzantina 7), Ettal, 1959, pgs. 77-81.

  • RELACiN DE FUENTES ANTIGUAS CITADAS 51

    JOSU EL ESTILITA Crnica, ed. y traduccin inglesa de la obra en siraco, W. Wright, The Chronic/e of Joshua the Stylite, Cambridge, 1882.

    JORGE SINCELO GeorgU Syncelli Ecloga chronographica, ed. Alden A. Mossharnmer (Bibliotheca scriptorum Graecorum el Ro-manorum Teubneriana), Leipzig, 1984.

    JUAN DE FESQ, Historia Eclesistica Johannis Ephesini Historiae ecclesiasticae pars tertia, traduccin latina. E. W. Brooks, Lovaina, 1925 (Corpus Scriptorum Chrislianorum Orienlalium 106). La segunda parte s610 se conserva en la Crnica Universal siraca de Pseudo-Dionisio de Tel-Mahre.

    JUAN DE EPIFANA Historias. Fragmentos en L. Dindorf, Historici graeci mi-nores 1, Leipzig, 1870,375-382.

    J UAN Lmo, De mago Joannis Lydi de magistratibus popu/i romani libri tres, ed. R. Wuensch, Leipzig, 1903.

    JUAN Lmo, De mens. loannis Lydi liber de mensibus, ed. R. Wuensch, Leipzig, 1903 (reimpr. Stuttgart, 1967).

    JUAN MALALAS Chronographia, ed. L. Dindorf (Corpus Scriptores Histo-riae Byzanlinae), Bonn, 1831.

    LEN EL DICONO Historia, ed. C. B. Hase (Corpus Scriptorum Historiae Byzantinae), Bonn, 1828.

    Liber Ponto Le liberpontificalis, ed. L. Duchesne, Paris, 1886, reimpr. 1955.

    MARIO A VENTlCENSE Chronicon Imperiole, ed. F. Mommsen (Monumento Ger-maniae, Auclores antiqui), Berln, 1893, pgs. 232-239.

  • 52 HISTORIAS

    MAURICIO. Estratgico Das Strategikon des Maurikios, ed. George T. Dennis y tra-duccin alemana de E. Gamillscheg. (Corpus Fontium His-toriae Byzantinae 17), Berln, 1981.

    MENANDRO PROTECTOR The History of Menander he Guardsman, ed. y traduccin inglesa por R. C. Blockley, Liverpool, 1985.

    NICETAS CONIATES Annales Nicetae Choniatae, ed. Jan-Louis Van Dieten (Corpus Fontium Historiae Byzantinae 11), Berln, 1975.

    Nov. Novellae lustinianae, ed. R. Schoell, G. Kroll, (Corpus lu-ris Civilis I1I), Berln, 1895.

    PABLO SILENCIARIO, Descripcin de S. Sofa Pauli Silenriarii Descriptio S. Sophiae el Ambonis, ed. l Bekker (Corpus scrip/ores hisloriae Byzantinae) , Bono, 1837.

    PAULO DICONO, Historia de los longobardos Historia Langobardorum, ed. G. Waitz (Monumenta Genna-niae Historiea. Scriptores rerumLangobardicarum), Hanno-ver, 1878, pgs. 12-187.

    PRISCO, De legat. Excerpta de legationibus gentium ad Romanos, ed. C. de Boor (Historici Graeci Minores), Berln, 1903, pgs. 575-591.

    PROCOPIO, Edificios Procopii Caesariensis Opera omnia. 111.2. Peri ktismaton libri 6 sive de aedificiis cum duobus indicibus praefatione excerptisque Photii adiectis, ed. J. Haury, Leipzig, 1905-1913; rev. G. Wirth, Leipzig, Teubner, 1962-1964. Traduccin espaola: Procopio de Cesarea. Los edificios, Murcia, 2003, a cargo de M. Periago Lorente.

    PROCOPIO, Guerras Procopii Caesariensis Opera Omnia. De bellis libri [-JI,

  • RELACIN DE FUENTES ANTIGUAS CITADAS 53

    ed. 1. Haury, Leipzig: 1905-1913: rev. G. Wirth, 4 vols. Leipzig, Teubner, 1962-1964. Traduccin espaola: Procopio. Historia de las guerras, a cargo de F. A. Garca Romero (I-ll, V-VI), Y J. A. Aores Rubio (III-IV, VII-Vl1l), Madrid, Gredos, 2000-2007.

    PROCOPIO, Historia Secreta Procopii Caesariensis Opera omnia. l/l. l. Historia quae dicitur arcana, ed. 1. Haury, Leipzig: 1905-1913; rev. G. Wirth, Leipzig, Teubner, 1962-1964. Traduccin espaola: Procopio. Historia Secreta, Madrid, Gredos, 2000, a cargo de J. Signes Codoer.

    TEFANES DE BIZANCIO, Fragmentos Fragmenta, en C. Mller, Fragmenta Historicorum Grue-corum IV, pgs. 270-271, Y en Focio, Biblia/heca, ed. R. Henry, vol. 2, Pars, 1959, pgs. 76-79.

    TEFANES CONFESOR Theophanes Confessor, Chronographia, ed. C. de Boor, 2 vals. (Corpus scriptores historiae Byzantinae), Leipzig, 1883-1885; reimpr. Hildesheim, 1963.

    TEOFILAc ro SIMOCATA Theophylactus Simocattes. His/oriae, ed. C. de Boor, Leip-zig, 1887, reimpr. G. Wirth, Stuttgart, 1972.

    ZACARAS, Hist. Eclesistica H"toria Ecclesiastica Zachariae Rhetori vulgo adscrita, traduccin latina de E. W. Brooks, vol. II (Corpus Scrip/o-rum Christianorum Orientalium, Scriptores Syri), Lovaina, 1924, reimpr. 1965.

    ZACARiAS, Vida Severo Vira Severi Zachariae Rhetori, traduccin latina del siraco, M.-A. Kugener, Pa/rologia orien/alis II (1907).

    JUAN ZoNA RAS, Eptome Epi/ome historiarurn, ed. L. Dindor!', 6 vols. , Leipzig, 1868-1875.

  • BIBLIOGRAFA

    Estudios generales sobre la poca de Justiniano

    G. ARCHI (ed.), L'lmperatore Giustiniano. Storia e mito: gior-nare di srudio a Ravenna, Miln, 1978.

    1. W. BARKER, Justinian and (he Later Roman Empire, Madi-son - Londres, 1966.

    G. BOWERSOCK, Hellenism in Late Antiquity, Ann Arbor, 1990. O. BRAUND, Georgia in Antiquity: a history of Co/chis and

    Transcaucasian Iberia, 550 BDAD 562, Oxford, 1994. J. B. BURY, HLRE: History of the Later Roman Empire I-l/,

    Londres, 1923 (reimpr. Amsterdam, 1966). A. CAMERON, The last days of the Academy of Athens, Pro-

    ceedings of the Cambridge Philological Society 195 (1969), 7-29.

    - , Porphyrius the Charioteer, Oxford, 1973. Av. CAMERON, Continuity and Change in Sixth-Century Byzan-

    tium, Londres, 1981. CAMERON, CAH: Av. CAMERON, B. WARD-PERKlNS, M. WHITBY,

    Cambridge Andent History, XIV. Late Antiquity. Empire and Successors A. D. 425-600, Cambridge, 2000.

    A. CAPIZZI, Giustiniano J, (ra patifica e religione. Messina, 1994.

    A. CARILE, Consenso e dissenso fea propaganda e fronda nelle fonti narrative dell'etil gustinianea, en G. ARCHI (ed.),

  • 56 HISTORIAS

    L'lmperatore Giustiniano. Storia e mito: giornate di studio a Ravenna, Miln, 1978, 37-93.

    A. CHRlSTENSEN, L'lran sous les Sassanides, Copenhague. 1944.

    M. E. COLONNA, Gli .I'lOrici bizantini dallV al XV secolo, N-poles, 1956.

    L. R, CRESCI, Osservazioni sui rapporti tra historfa ed enkmion nella storiografia bizantin3 , en M. G. ANGEL! BERTINELLI, L. PICCIRILLI (eds.), Serta Historica Antiqua 11, Roma, 1989,291-294.

    G. DoWNEY, Constantinople in the Age of Justinian, Oklahoma, 1960.

    F. DVORNIK, Early Christian and BYl antine Political Philo-sophy: Origins and Background, Washington, 1966.

    J. A. S. EV ANS, The Age Di Justinian. The circunstances of im-perial power, Londres - Nueva York, 1996.

    G. GEATREX, Lawyers and historians in Late Antiquity, R. W. MATHISEN (ed.), Law, Society and Authority in Late Antiquity, Oxford, 2001 , 148-161.

    GERSHEVITCH, C/H 11: 1. GERSHEVlTCH (ed.), The Cambridge History of lran n, Cambridge, 1985.

    H. HUNGER, Die hochsprachliche profane Literatur der Byzan-tiner 1, Mnich, 1978.

    JONES, LRE: A. H. M. JONES, The Later Romnn Empire 21!4-602. A Social, Economic and Administrative Survey, Oxford, 1964.

    J. KARAYANNOPULOS, G. WEISS, Quellenkande zar Geschichte van Byzanz (324-1453) n, Wiesbaden, 1982.

    P. LAMMA. Ricerche suBa storia e la cultura del VI seco!o, en Oriente e Occidente nel/'Alto Medio Evo, Padua, 1%8,83-160.

    P. LEMERLE, Le Premier Humanisme byzantin. Notes el remar-ques sur enseignemenl el culture a Byzance des origines QU X' siecle, Pars, 1971.

  • BIBLIOGRAFA 57

    MAAS, CCAJ: M. MAAS (ed.), The Cambridge Companion to Ihe Age 01 Justinian, Cambridge, 2005.

    e. MANGO, G. DAGRON, Constantinople and lis Hinterland, Aldershot, 1995.

    J. R. MARTlNDALE, The Prosopography 01 the Later Roman Empire ll: a. D. 395-527, Cambridge, 1980; vol. ITI A-B: a. O. 527-641, Cambridge, 1992.

    G. MORA VCSIK, Byzantinoturcica 1: die byzantinischen Quellen der Geschu:hte der Turkv6lker, Berln, 1958 (reimpr. Leiden, 1983).

    C. MORRlSSON (dir.), Le monde byzantine l. L'Empire romain d'Orient 330-641 , Pars, 2004.

    OOB: A. P. KAZHDAN, The O;iford dictionary 01 Byzantium, Oxford, 1991.

    A. PERTUSI, L' atteggiamento spirituale della pi" antica storio-grafia bizantina, Aevum 30 (1956), 137-166.

    G. RAVEGNANI, Soldati di Bisanzio in eta giustinianea = Sol-dados de Bizancio en tiempos de Justiniano [trad. S. PEREA, E. VIGANj, Madrid, 2007.

    J. RUBIN, Das Zeitalter des Justinians [, Berln, 1960; n, Ber-ln, [995.

    J. SIGNES, La historiografa en el Oriente del Imperio Roma-no, en D. ESTEFANA, M. DOMfNGUEZ, M. T. AMADO (eds.), El final del mundo antiguo como preludio de la Eu-ropa moderna, Santiago, 2003, 114-173.

    STEIN, HBE: Histoire du Bas-Empire, ll: De la disparition de I'Empire d'Occident a la mort de Justinien (476-56), Pars, 1949.

    A. M. TARAGNA, Logoi historias: discorsi e letlere nella prima storiografia retorica bizantina, Alejandra, 2000.

    G. TATE, Justinien. L'pope de I'Empire d'Orient (527-565), Pars, 2004.

    R. THIEL, Simplikios und das Ende der neuplatonischen Schule in Athen, Maguncia, 1999.

  • 58 HISTORIAS

    F. H. TlNNEFELD, Kategorien der Kaiserkritik in der byzanti-nischen Historiographie , Mnich, 197 1.

    W. TREADGOLD, Bizantium and its Army. 284-1081, Stanford, 1995

    Z. V. UOAL'COVA, Le Monde vu par les Historiens byzantins du IV' au Vil' Siecle, Byzantinoslavica 33.2 (1972), 93-213.

    J. T. WALKER, The limits of late antiquity: philosophy between Rome and lram>, Ancient World 33.1 (2002),45-69.

    M. WHITBY, Greek Historical Writing After Procopius: Va-riety and Vitality, en Av. CAMERON , L. CONRAD (eds.), The Byzantine and early Islamic Near East, 1: Problems in rhe literary source material: papen, ollhe First Workslwp on Late Antiquity and Early Islam, Nueva York, 1992,25-80.

    E. YARSHATER, C/H 1JI: E.E. YARSHATER (ed.), The Cambridge History of Iran 11/. The Seleucid, Parthian and Sassanian Periods, Cambridge, 1983.

    Estudios particulares sobre las Historias de Agalias

    M. ACOSTA EsTEBAN, Los historiadores clasicistas de Justi-niano, en J. GONZLEZ (ed.), El mundo mediterrneo (s. lll-VlI), Actas dellII Congreso Andaluz EECC, 1999,255-264.

    K. AOSHEAD, Thueydides and Agathias, en B. CROKE, A. EMMET, History and Historians in Late Antiquity, Sid-ney, 1983, 82-87.

    E. AMATO, Agazia e Dioniso il Periegeta, Philologus 148.1 (2004),188-190.

    G. ARCHI (ed.), L'lmperatore Giustiniano. Storia e mito: gior-nate di studio a Ravenna, Miln, 1978.

    G. BAKALOV, Les Quvres d'Agathias de Myrne eornme souree de l'histoire des territoires balkaniques pendant la

  • BIBLIOGRAFA 59

    premiere moiti du VI' siecle, tudes Balkaniques 10,2-3 (1974),196-207.

    B. BALDWIN, Four problems in Agathias, Byzantinische Zeitschrift 70 (1977), 295-305.

    A. BORGHINI, Cane-uccel1o, cani e uccelli: incomprensione culturale, e recupero del reaLe come retorica, in alcuni passi di Agatia, en G. MAZZOLI. F. GAST[, Prospettive suL tar-doantico, Como, 1999, 157-165.

    D. BROOKA, Die geschichtsmiichtigen Faktoren in den Histo-riae des Agathias von Myrina, Jahrbuch der Osterreichi-schen Byzantinistik 52 (2002), 161-176.

    - , Die GeschichtsphiLosophie in der spatantiken Historiogra-phie. Studien zu Prokopios von Kaisareia, Agathias von Myrina und Theophylaktos S;mokattes , Frncfort del Meno, 2004.

    A.-Av. CAMERON, Christianity and Tradition in the Historio-graphy ofthe Late Empire, Classical Quanerly 14.2 (1964), 316-328.

    Av. CAMERON. Agathias and Cedrenus on Julian, JournaL 01 Roman Studies 53 (1963),91-94.

    - , Herodotus and Thucydides in Agathias, Byzantinische Zeitschrift 57 (1964), 34-52.

    -, Agathias and the Early Merovingians, Annali della Scuola Normale Superiore di Pisa 37 (1968), 95-140.

    - , Agathias on the Sassanians, Dumbarton Oaks Papers 23-24 (1969-1970), 67-183.

    - , Agathias, Oxford, 1970. M. R. CATAUDELLA, Historiography in the Past, en G. MA-

    RASCO (ed.), Greek and Roman Historiography in late an/;-quity. Founh 10 Sixth Century A. D., Leiden - Boston, 2003, 392-447.

    M. CESA, Agati. Scolastico lettore di Procopio, en R. PRE-TAGOSTINI, Tradizione e innovazione neLla cuLtura greca da

  • 60 HISTORIAS

    Omero aJl' eta ellenistica: scritti in anore di Bruno Gentili , IlI, Roma, 1993, 1171-1180.

    F. CONCA, Note sun' impiego dellinguaggio poetico nelle Sto-rie di Agatia, h, Hestasis, Studi di tarda antichita offerti a Salvatore Calderone, 1, Messina, 1988, 127-136.

    S. CONSTANZA, Orientamienti cristiani dena storiografia di Agazia, Helikon 1-2 (1962), 90-111 ,

    B. COULlE. B. KINDT, Thesaurus Agalhiae Myrinaei: historia et epigrammata, Tumhout, 2006.

    G. FRANKE, Quaestiones Agathianae, Breslau, 1914. B. GENTILI, 1 codici e la edizione dene storie de Agazi3, Bol-

    felino dell'/stitulO Slorico Italiano per il medioevo e Archi-vio Muratoriano 58 (1944), 165-176.

    G. GOTTLlEB, Die Nachrichten des Agathias aus Myrina ber das Christentum bei Franken uml Alamannen, Romisch-Germanisches Zentralmuseums 16 (1969), 149-158.

    J.IRMSCHER, ber die Weltanschauung des Agathias, Instru-menta Patristica 9 (1966), 63-68.

    -, Bemerkungen zu Agalhias. Antiker Mythus im frhbyzan-tinischen Geschichtsverstiindnis, Klio 66 (1984), 646-649.

    M. hES, Zur Bewertung des Agathias, Byzantinische Zeit-schrift 26 (1926), 274-285.

    A. KALDELLlS, Agathias on History and Poetry, Greek, Ro-man & Byzantine Sludies 38 (1997), 295-306.

    -, Things are nol what they are: Agathias Mythistoricus and the last laugh of classical culture, Classical Quarterly 53 (2003), 295-300.

    -, The hislorical and religious views uf Agathias: a reinter-pretarion, Byzantion 69.1 (1999), 206-2