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Terapia narrativa 20 Emlly Sued

La terapia narrativa es una aproximac1on a la ps1coterap1a y al trabajo comun1tano. que se centra en las personas considerándolas expertas en sus propias vidas y separadas de los problemas que les aquejan. La terapia narrativa asume que las personas cuentan con un bagaje de habilidades, capacidades. creen­Cias, valores, conocimientos y recursos que les pueden ayudar a reducir la influencia de los oroblemas en su v1da personal.

La palabra "narrativa" hace referencia al énfas1s puesto en las historias de v1da de las personas y las posi­bilidades que pueden abrirse a través de formas particulares de relatar y volver a recrear dichas historias. La narrativa Implica una invitación a comprender las historias de la vida y la forma de recrearlas en un trabajo colaborat1vo entre el terapeuta o trabajador comunitario y el consultante. Es una forma de trabajo que se caracteriza por su profundo interés en la historia, el contexto circundante que está afectando la vida de las personas y la ética o política de la terapia, y que se enfoca en la influencia que tienen las reali­dades sociales en el s1gn1ficado que las personas dan a sus experiencias y el tejido de relaciones de poder en el que se msertan las personas tanto fuera como dentro del espacio terapéutico. Éstos son algunos de los temas que dan cuenta de lo que se conoce como terapia narrativa. Por supuesto, cada persona se re­lacionará con estos temas a su propia manera. Hay algunos que prefieren hablar de "prácticas narrativas" en vez de terapia narrativa ya que piensan que la frase terapia narrativa es un tanto lim1tante para una actividad que se encuentra en constante proceso de transformación y que se va !igando a muy diferentes contextos. Utilizar la metáfora narrativa nos lleva a pensar en la vida de las personas como historias y a trabajar con ellas para que puedan tener expenencias plenas y sign ificativas.

Freedman y Combs ( 1996) hacen referencia al cambio que surge al e!egir centrarse en la metáfora de narrat1va y construcción social, y no la metáfora de "sistemas", que ha sido básico en la historia de la terapia familiar. Al moverse el foco de cibernética de primer orden a cibernética ce segundo orden, cam­bian también las metáforas que se utilizan para comprender el proceso terapéutico, y de términos físicos como termostatos y equipos de presión, se pasa a sistemas biológicos y ecológicos. Al aplicar las ideas de Bateson (1972) a la terapia familiar, se pasa de tratar de encontrar patrones de comportamiento, a buscar patrones de significado, los mitos y premisas que guían a las familias en sus interacciones.

La influencia del grupo de Milán es un paso importante para la perspectiva del trabajo en equipo, así como las ideas acerca de la jerarquía, la curiosidad, la importancia del lenguaje, que diríamos cristalizan en el surgimiento de las preguntas circulares (Cecchin, 1987). Esta nueva metáfora no es simpleme[lte un grado más allá de la visión sistémica, es un salto cualitativo, un nuevo idioma. Surge a parti r de la llamada era posmoderna y de las ideas del construccionismo socia l, se ha llamado deconstruccionismo. o bien en la analogía del texto, que nos ocupa, es definido como postestructuralismo.

Una de las premisas principales del construccionismo social es que nuestras ideas. valores, pensamientos y real idades sociales se construyen por los miembros de la cultura en interacción. Para Maturana ( 1987), no hay una realidad objetiva, sólo una "realidad entre paréntesis" construida por consenso. Las realidades construidas son los "lentes" a través de los cuales interpretamos las historias acerca del mundo.

PARTE TRES 1!!1

Con base en el postestructuraltsmo, Michael White y David Epston ( 1 990) son los iniCiadores de la prác­ttca terapéutica conocida como terapia narrativa. Ellos son trabajadores sociales y terapeutas familiares, originarios de Australia y Nueva Zelanda. David Epston estudió antropología en Auckland, y posterior­mente trabajó en Australia, donde conoció a Michael White en el Primer Congreso de Terapia Fam1liar, en Melbourne en 1980. Ambos describen su primer encuentro como: "Senür que el otro daba voz a sus pensamientos", y comienza una amistad y sociedad que fue la base de esta nueva manera de acercarse a la terapia , con una gran influencia de la filosofía y la antropología.

En 1990 escribteron su ltbro, ahora un clásico, "Med1os narrativos para fines terapéuticos ·, en el cual exponen sus principales ideas, hacen explícita la influencia de Foucault y sus ideas acerca del poder y el conocimiento, presentan con detalle lo que denominan como externalización. y ofrecen múltiples ejemplos del valor de la palabra escrita en la terapta.

Acerca de su postctón en la terapta, escriben:

"Hemos sido firmes en nuestra negativa a definir nuestro trabajo de una manera consistente. No nos identificamos con ninguna escuela particular de terapia familiar, y nos oponemos con fuerza a la 1dea de que nuestra contribución sea nombrada como escuela. Creemos que tal nombramiento sólo restaría a nuestra libertad a explorar varias ideas y prácticas, y dificultaría para otros reconocer sus contribucio­nes al desarrollo de este trabajo, al que vemos como un libro abierto" (Epston y White, 1992).

Por otro lado, Anderson y Goolishian (1988), así como Tom Andersen (1987), han escrito extensamente acerca de la posición de "no saber" del terapeuta, así como de una posición colaborativa y de la impor­tancia del lenguaje en las conversaciones terapéuticas.

Por la brevedad de este texto no explicaré en detalle las ideas y premisas principales de la práctica na­rrativa, aunque son temas muy complejos. Seré sucinta en la exposición de los fundamentos teóncos, y para una mejo1 comprensión del trabajo en sí presentaré varios ejemplos de preguntas e intervenciones en cada tema.

Postestructuralismo

El postestructuralismo es una manera de pensar que cuestiona la idea que hay estructuras fundamen­tales, leyes fijas, que gobiernan desde el cosmos hasta las mínimas partículas. Me gustaría presentar algunos puntos que Michael White (2002) desde el postestructuralismo ha relacionado con la terapia, y que han sido retomados por Leonie Thomas (2002):

Nuestras identidades no son fijas, siempre están en pmceso de ser creadas. Las historias que nos contamos dan forma a nuestra vida y "nos viven".

• Nuestras identidades se construyen en relación con los demás, con las instituciones y a través de los discursos de poder.

• No hay objetividad. Lo que pensamos, lo que creemos y de dónde venimos le da forma a lo que bus­camos y encontramos. En cierta forma, el umapa crea el territorio". Si no hay una realidad objetiva, no podemos ser los únicos poseedores de la verdad.

• En vez de pensar en términos de superficie versus profundidad, pensamos en historias magras, tenues, escasas versus sólidas, densas, espesas. O sea, en lugar de buscar lo profundo en el otro, lo que hay de verdad detrás de sus actitudes, buscamos engrosar las historias magras de los recursos.

El significado de las cosas no está dado, se construye a través de interpretaciones. Los significados se negocian a través del lenguaje.

Un efecto poderoso de estas ideas ha sido tomado por el feminismo, y las ideas de ser más sensibles a cuestiones de género, donde se cuestionan las formas dominantes de comprender las relaciones de género y los efectos del patriarcado en la historia. Se niega la idea de que hay un self masculino y un self femenino, y se habla ya de que cada persona posee múltiples feminidades y masculinidades.

29b

L.:as historias

Entre las 1deas principales de la narrat1va, se propone que las personas, para dar sent1do al mundo, para explicarse qué es una mujer, un hombre. una pareja, un niño, un loco o bien lo normal, lo anormal, lo bueno, lo malo, etc., lo hacemos a través de histonas. Son las historias que nos contamos las que nos explican el mundo, nos dicen cómo somos y al mismo tiempo cómo debemos ser. Estas histonas son al m1smo t1empo particulares y generales. Particulares porque cada individuo ha tenido historias únicas, específicas en su vida. Generales, porque se desarrollan en sociedades y en estructuras culturales ya establecidas Muchos de los conceptos dominantes en la cultura especifican, marcan nuestras actitudes y conoc1m1entos con respecto al género, sexo, raza. clase y otros.

Todos tenemos múltiples histonas, pues nuestras vidas son tan amplias que sería 1mposible describir, ni siqu1era percibir conscientemente todo lo que nos sucede. Por esto cualquier historia que eleg1mos contar (o contarnos) es una historia editada, una visión de la realidad. En toda la gama de experiencias, hay algunas que destacan, les damos mayor Significado, y hay otras que minimizamos, o ni siquiera perc1b1mos. Es decir, para cada versión que contamos hay otras versiones, histonas alternativas, que podrían leerse entre líneas

LA ESTRUCTURA DE LAS HISTORIAS

Jerome Bruner (1991) propone que para que una h1storia sea buena no tiene que ser verdadera, smo creíble. Menc1ona varios elementos que deben estar presentes en toda historia· los personajes, los eventos, la trama que se desarrolla, y la dimensión del tiempo. Asimismo dice que todas las historias cont1enen dos panoramas: el panorama de acción y el panorama de la conciencia o identidad.

El panorama de acción está compuesto por todo lo que los personajes hacen o dicen, por los hechos que llevan a cabo en el transcurso del tiempo. El panorama de conciencia o de identidad se refiere al s1gn1ficado que tienen estos hechos o eventos. O sea, la interpretación que le damos a esos eventos. Esta Interpretación se refiere a los deseos, intenciones, motivos, sueños. creencias y valores de los personajes, y se construye sobre la base de las historias de los personajes, su contexto y sus experiencias.

EL LENGUAJE

Para Humberto Maturana el aprendizaje, se desarrolla en el lenguajear y el emocionar, que llama con­versar.

"Una cultura es una red de coordinaciones, de emociones y acciones en el lenguaje que configura un modo particular de entrelazamiento del actuar y el emocionar de las personas que la vtven. Yo llamo conversar, aprovechando la etimología latina de esta palabra que significa dar vueltas juntos, al entre­lazamiento del lenguajear y el emocionar que ocurre en el vivir humano en el lenguaje. Mantengc que todo quehacer humano ocurre en el conversar" (Maturana , 1991).

El lenguaje no es solamente descriptivo de la realidad, sino que es acción y creación. En el lenguaje se generan mundos y realidades. Es a través del lenguaje y las historias que los otros cuentan acerca de nosotros, que sabemos quiénes somos:

Tomando en consideración lo que dice Vigotski acerca de la interiorización del lenguaje, apreciamos que:

"La socialización no es progresiva. La función primordial de/lenguaje es la comunicación. Por lo tanto, el primer lenguaje del niño es esencialmente social. No <se convierte> en social después de haber sido otra cosa. En su esquema de desarrollo, el lenguaje es primero social, después egocéntrico y más adelante interiorizado" (Silvestre y Blanck, 1993).

Así, en el lenguaje aprendemos, y con lenguaje podemos deconstruir y tener conciencia sobre lo que sabemos. Es a través del lenguaje y el uso de preguntas que los terapeutas podemos crear un espacio diferente para desarrollar mundos alternativos. Una vez más hablamos de poder, del poder del lenguaje,

PART[ TRES

y de la responsabilidad que tenemos como terapeutas, en crear realidades alternativas Somos entonces moralmente responsables de la manera en que describimos a las personas y de cómo nos relacionamos con ellas y sus posibilidades.

"Basta mirar lo que le pasa al niño cuando uno lo acepta en su intimidad y legtttmtdad. Creo que ésa es la experiencia más conmovedora que uno puede tener con un niño o con un animal. En el momento en que el ntño acepta la mano que uno le ofrece. acepta la convivencta con uno. pero lo hace sólo cuando esta reconocida su dtgnidad, no como una reflexión, sino como una acctOn que lo trata como un legíttmo otro en la convivencia" (Maturana, 1991).

Poder y deconstrucción

EL P ODER M ODERN O

Durante muchos años Michael Whlte ha estudiado y compartido las ideas de M1chel Foucault, y hace notar que las relaciones de poder dan forma a práct1cas institucionales, estructuras económ1cas, Siste­mas legales, relaciones de trabajo y familiares, y otros dominios de la v1da. Muchas veces estas prácticas nos son invisibles, y si no tratamos de examinar y comprender estas formas de poder moderno, podemos reproducirlas y perpetuarlas. Hace una clara distinción entre dos tipos de poder, el tradicional y el mo­derno (Tabla 20-1).

La Tabla 20-l marca las distinciones entre el poder tradicional y el poder moderno. De acuerdo a Michel Foucault, a partir de la segunda mitad del siglo xvu, estas operaciones modernas del poder han desplazado progresivamente a las operaciones tradicionales del poder como mecanismo primario de control social.

LA D ECONS TRUCCIÓN

En las conversaciones terapéuticas pretendemos reconocer en lo posible estas expresiones de poder moderno, y por medio de la deconstrucción hacerlas visibles, "desenmascararlas" y darnos cuenta de las restricciones que nos imponen. Cuando estas ideas pueden ser analizadas, muchas veces vemos que no se deben a problemas individuales, o a estructuras dañadas o impedidas, que no es un déficit interno.

Para White ( 1989) el explorar estas prácticas relacionales y ese "saber cómo", manifiesto en las habili­dades de la vida cotidiana, estas prácticas no son en sí constructos, sino están apoyadas por las ideas de los constructos. Toma de Derridá la idea de desconstrucción, para detectar y averiguar desde dónde las personas han sido "reclutadas" en ciertas prácticas de los discursos culturales.

Aclara White (1989) que su definición de deconstrucción es bastante flexible, y que en terapia, podemos deconstruir las prácticas de poder moderno objetivizando y examinándolas. Al "hacer exótico lo domés­tico", aquellas ideas y acciones que se dan por descontadas son vistas bajo una nueva luz. Se pone en tela de juicio la idea de una sola verdad y de una explicación objetiva y sin prejuicios (Bordieu, 1988), y con esto podemos hacer más conscientes los discursos que modelan nuestra vida, y entonces sería posible elegir y decidir entre pensamientos e ideas preferidas.

Para Freedman y Combs (1996) las preguntas de deconstrucción por lo general se refieren <1 creencias, prácticas, sentimientos o actitudes de las personas, y podemos preguntar acerca de:

La historia que tiene la relación de la persona con estas prácticas, creencias, sentimientos o actitu­des.

• Las influencias del contexto en estas prácticas, creendas, sentimientos o actitudes.

Los efectos o resultados de estas prácticas, creencias, sentimientos o actitudes.

Las interrelaciones con otras prácticas, creencias, sentimientos o actitudes.

• Las tácticas o estrategias de estas prácticas, creencias, sentimientos o actitudes.

Tabla 20-1

Poder tradicional versus poder moderno (White, 2002)

Poder tradicional

Un mecanismo de poder que:

Establece el control social a través de juicio moral institucionalizado que se ejercita a través de repre­sentantes designados del estado y de las instituciones del estado.

Inocula en la gente la aspiración de lograr una garan­tía de valor moral.

Está localizado en un centro definido, y es tomado, y expresado de acuerdo a intereses unitarios de aqué­llos que lo apropian y monopolizan.

Se desarrolla e implementa de arriba hacia abajo.

Actúa para oprimir, reprimir, limitar, prohibir, imponer • y coercionar.

Actúa predominantemente en grupos populosos o . definidos de gente.

La gente está en general afuera y se encuentran "como sujetos de".

Pone el foco en el centro del poder: a. Siempre visible a los excesos de poder de aquéllos

que lo monopolizan, y que pueden ser llamados para ejercer éoerción sobre ellos y para castigar­los.

b Invisible, a través de prácticas exclusorias, inclu­yendo desaparición, exilio, expulsión, ejecución, de aquéllos que están principalmente en el foco de sus operaciones.

Emplea una tecnologfa de poder caracterizada por símbolos de influencia-incluyendo pompa, ceremo­nia, castigo público, y edificios que inspiran sorpre­sa- y mecanismos de supervisión y estructuras para vigilar a la gente.

PART[ TR[S ------ - - -

Externalización

LA EXTERN ALIZACIÓN

Como se ha dicho, cuando los consultantes llegan a terapia, muchas veces han mternalizado ideas ne­gativas. Creen que el problema se localiza dentro, que ellos son el problema, que una parte de su ser, o de su 1dent1dad está dañada, contiene un déficit, y que esto les 1mp1de ser mejores personas, esposos. padres, trabajadores, etcétera.

Las prácticas de externalización surgieron a partir de los años ochenta, sobre todo en el trabajo con niños. con la idea de separar al individuo del problema, de clanficar que la persona no es el problema, sino que la persona tiene el problema. Es decir, la externalizac1ón coloca al problema fuera de la persona Esta forma de ver las cosas no es Simplemente una técnica lingüística, sino una manera de pensar ligada al postestructuralismo. Es común que las personas se describan en térmmos mternalizantes, como "Soy muy tímido, soy indecisa. tengo un autoconcepto negatiVo, soy celoso. soy torpe, soy miedoso", obten "Soy decidido, soy tranquilo, pac1ente, fuerte, comprensivo", como SI estas características descnb1eran la esencia, la generalidad de la persona, su totalidad. Cuando uno es algo, no hay salida, no se puede ya sorprender a sí mismo siendo diferente.

En las conversaciones externahzantes, nos refenmos tanto a las características que son consideradas negativas como a las positivas Entonces nos podemos relacionar con nuestras cualidades, podernos decidir, ser activos frente a los problemas, en vez de recibir pasivamente los mandatos. Esto ayuda a libe1arnos de la sensación de fracaso o de culpa que muchas veces nos invade cuando sentimos que deberíamos superar un problema, pero no sabemos cómo hacerlo.

Algunas preguntas que puede hacer un terapeuta para externalizar son: cuando interviene la timidez, ¿Te impide hacer cosas que tú quisieras? ¿cómo te habla la voz de la mdecisión? ¿cómo afectan los celos tu relación de pareja? We qué te trata de convencer la torpeza acerca de quién eres como persona? ¿Cómo quisieran los miedos que vivas tu vida? We qué manera crees que puedes utilizar la tranquilidad para combatir los temores? Si tu razonamiento pudiera tener una conversación con los celos, ¿Cómo sería? Cuando escuchas la voz del cariño, ¿cambia tu forma de escuchar a tu hijo?

EXTERI'I.IALIZACIÓN DEL PROBLEMA

Si se va a extemalizar el problema, es importante contar con una descripción cercana a la persona, una descripción que coloque al problema como una forma familiar, ponerle un nombre. Así se personaliza el problema, se objetiviza, y se le dan características e intenciones. Por ejemplo, una mujer que hablaba de ser sumamente paranoide, al pregunta rle cómo le llamaba ella a su problema, dijo que era como una gran lupa que vivía dentro de ella. Esta definición más familiar fue muy útil, y así nos ayudó a distinguir los efectos que dicha lupa causaba en ella. El hablar de los efectos de un problema, en tres dimensiones. ayuda al consultante a externalizarlo. Se puede preguntar:

Los efectos del problema en la persona: Wué te hace sentir? ¿Cómo te das cuenta que llega? ¿Cómo te hace actuar?

Los efectos del problema en las relaciones de la persona: i.A quién más afecta este problema? ¿Cómo afecta tu relación con tu esposo? ¿con tus padres? Wuién se da cuenta primero que pasas a tu vida en la cueva?

Los efectos del problema en la relación de la persona consigo misma: Wué te hace pensar acerca de ti misma este prcblema? Wué intenciones crees que el problema tenga para tu vida?

Al averiguar la historia del problema, podemos dar cuenta de la influencia del problema en la vida de la persona, de la fuerza que posee, y de los intentos que se han hecho para minimizarlo y eliminarlo. Es frecuente notar las influencias culturales y sociales (raza, género, clase, y otras relaciones de poder) en la construcción del problema.

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La rJefin1C1on clPI pr0hlem;¡ es generalmente fiUid<l y cambiante. no estática Muchas veces hay varias definiCIOnes, y se elige en colaboración con el consultante cuál o cuáles son más apropiadas para tra­bajar

El 1d1oma español es maravilloso en la externalización. Yo vivo en México, y he encontrado que muchas expresiones populares me ayudan, corno "me ganó la p1pí", "yo me estaba controlando, pero me ganó la rabia", "la lavadora no quiere lavar", "se me salió sin querer" y otras.

Uno de los efectos más notables de este tipo de preguntas es que ayudan a las personas a relacionarse de manera diferente con los problemas, pues al darse cuenta que tienen c1erto poder sobre éstos, se res­ponsabilizan por sus actitudes y pueden eleg1r sus acciones, sm pensar ya que no tienen otra opción.

C ONVERSACIONES EXTERN AUZANTES

Desde el postestructuralismo no se considera que la persona "tenga"o "posea" ciertas características, sino que hay un aprendizaje y una internalización de ciertas ideas y formas de pensar. Por tanto, las personas podemos adoptar o elegir nuestras 1deas y respuestas ante situaciones existentes. Por esto se considera más útil externalizar tanto las cualidades negat1vas como las positivas. Al externalizar las negat1vas e internalizar las positivas resulta una historia demasiado magra, sin una amplia gama de posibilidades alternas.

Por ejemplo, en una conversación con un hombre joven de 19 años, él me explica cómo la flojera y el desgano están arruinando su vida, cómo la flojera se instaló hace ya más de un año, y cuando se presen­ta no lo deja trabajar ni estudiar. Esto ha llegado al punto en que está por perder sus estudios universita­rios, lo hace mentir, hacer trampa, ya no se reconoce. Antes, dice, era un luchador, y era inteligente, no se dejaba vencer. y ahora ya ni tiene el deseo de esforzarse. Es en este momento cuando externalizo el ser luchador y la mteligencia, preguntando acerca de la historia de estas actitudes. de estos valores. Así el "luchar por lo que él cree" se amplía, y contiene el amor por la justicia, la perseverancia, me cuenta cómo aprendió esto de su abuelo, y cómo en diferentes circunstancias de su vida estas cualidades han estado disponibles. Al preguntar más acerca de esto, la historia de su vida y su relación con estos valores se va enriqueciendo. engrosando, llega al punto que exclama "ipero esto que me pasa no es justo!", y es el momento en que decide luchar contra el problema y recuperar su vida de la apatía y el desgano.

Ejercicios:

Imagine un proolema, póngale nombre y lleve a cabo una conversación con él. Pregúntele sus inten­ciones, propósitos, alcances, orígenes, fuerzas y debilidades, objetivos. Escuche sus respuestas y en base a éstas elabore más preguntas pertinentes. A continuación reflexione y descnba su experien­cia .

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Michael White (2002b) nos ofrece una guía para ayudarnos a la externalización, que contiene cuatro pasos:

- Nombrar el problema (definición cercana a la experiencia de la persona).

- Efectos (explorar los efectos del problema en la vida de las personas)

- Evaluación (invitar a las personas a evaluar estos efectos).

- Justificar (invitar a las personas a justificar su evaluación: ¿Por qué?).

Los ACONTECIMIENTOS EXCEPCIONALES

Como se mencionó anteriormente, los acontecimientos excepcionales (llamados por algunos autores acontecimientos extraordinarios o logros aislados) son aquellas instancias que no están dominadas por la historia saturada del problema, aquellos sucesos que escapan a la influencia del problema en la vida de la persona. Se podrían describir como intenciones de algo diferente, intenciones frustradas o detenidas por algún obstáculo. Siempre, en toda historia, si escuchamos con genuina curiosidad y atención a los

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detalles aún ms1gnificantes. podremos encontrar lo que son los "ladrillos" para construir una historia di­ferente. Al un1r los ladrillos y darles fuerza, la histona alternativa se va formando, y espesando, adqu1ere una intensidad diferente, y la antigua historia ya no es la base de la defimc1ón de la persona. Un aconte­cimiento excepcional solo no constituye la diferencia. Es cuando se entretejen varios a través del tiempo, y se les da sigmficado, que se construye una h1storia. Cuando un evento forma parte de una historia con s1gnificado, se convierte en una experiencia.

Los acontecimientos excepcionales pueden pertenecer al panorama de acc1ón o al panorama de concien­Cia. Alice Margan (2000) nos ofrece una detallada descripción de los acontecimientos excepcionales:

Un plan. David planea varias respuestas para cuando otros niños lo agredan en la escuela.

Una acción. Alicia contando un cuento a sus niños, cuando el aislamiento qu1s1era lo contrano

Un sent1m1ento: Raúl smtiendo placer al rec1b1r una carta de un am1go, a pesar de los deseos de la depresión

Una declaración: Martha expresando claramente su opos1c1ón frente a sus vecinos a pesar del deseo de ser aceptada por todos.

Una cualidad: Pedro siendo honesto en un juego, aunque pierda, a pesar de las altas expectat1vas que le ex1gen ganar

Un deseo o sueño: El deseo de Sofía de vivir una vida diferente, a pesar de los design1os de la ano­rexia .

Un pensamiento: Cuando AleJandra p1ensa que no está de acuerdo con comentarios homofób1cos de su esposo.

Una creencia: Cuando Alberto dice: "Sé que voy a salir de esta recaída ante el alcohol", a pesar de que muchos han perdido la fe en mí.

Una habilidad: Andrés, de 8 años, riendo con sus amigos cuando le hacen bromas sobre su pelo rojo, utilizando así su sentido del humor.

Un compromiso: Cuando a pesar de sentirse desesperada, Margarita no utiliza la fuerza física con sus hijos, pues se ha convencido de que les hace daño a todos en la familia .

Un efecto: Cuando Humberto dice: "Fui a visitar a mi padre, y a pesar de sus reclamos esta vez no me enoJé tanéo".

Como podemos observar, estos acontecimientos son una resistencia u oposición al problema, una resistencia a aceptar pasivamente la historia dominante, aunque la mayor parte de las veces parecen esfuerzos mínimos, no se les da importancia hasta que el terapeuta elige ampliarlos dándoles mavor intensidad, haciendo más "espesa" la historia.

LA HISTORIA ALTERNATIVA

Una vez que se identifican algunos acontecimientos o logros excepcionales, el terapeuta puede ayudar a generar una historia más rica, más orientada hacia las preferencias y valores del consultante. Al elaborar preguntas que den intensidad y significado a estos hechos, que muestren una realidad alternativa y se puedan situar en una trama diferente, que no apoye la historia dominante, se puede construir una visión más deseable y esperanzadora.

Al averiguar la historia de los acontecimientos excepcionales, y rastrear su significado, se pueden hacer preguntas acerca de los panoramas de acción y de identidad, e ir al pasado, al presente y al futuro.

"El pasado, el presente y el futuro no sólo están construidos sino que se encuentran conectados en una secuencia lineal que está definida por relaciones sistemáticas, si no causales. La manera en que definimos cualquier segmento se refiere a nuestra concepción del todo que decidimos concebir como 'Jrc hiy;toria" CBrune>~ 1 986'

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Panorama de acción. Algunas preguntas acerca del pasado podrían ser· "¿Recuerdas alguna otra ocas1ón en que dec1d1ste confiar en tus planes más que en los de los demás? t.Ha hecho usted esto an­tes. o es fa primera vez? ¿cómo te preparaste para esto? ¿Quién hubiera sabido cuando eras pequeño que eras capaz de dar este paso? ¿cuánto tiempo fa pensaste antes de hacerlo? ¿Hay algunos otros he­chos en su vida que se relacionen con esto? ¿En qué período de tu vida te has sentido más segura?".

Del presente: "Entonces, esta semana lograste mayor control sobre la bulimia, ¿me podrías explicar un poco más? ¿Quién estaba contigo? ¿Hubo algún momento en que casi te arrepientes de dar este paso? ¿Que pensó usted justo en el momento que decidió no golpearlo?".

Del futuro: "¿$1 fueras a llevar a cabo este proyecto, que pasos seguirías? ¿Qué reacción crees que tendrá tu hijo cuando se dé cuenta de tu nueva actitud?".

Panorama de identidad. Como mencionamos anteriormente, las preguntas de panorama de identi­dad ayudan a entretejer la historia y dar significado a los hechos, y así fortalecer una visión alternativa de quien somos y la vida que preferimos. Algunos ejemplos de estas preguntas a través del tiempo serían:

Acerca del pasado: "¿Qué s1gnificó para usted el que su tío lo apoyara de esa manera? ¿cómo se imagi­na que hubiera podido ser su vida si su madre no hubiera muerto? ¿cuáles cualidades de su hijo fueron evidentes cuando usted vio que pudo dar ese paso? ¿Qué le dice acerca de usted mismo el que esta relación fuera tan Importante en su v1da?".

En el presente: ''¿Por qué es tan importante para ustedes como familia haber venido aquí hoy? iQué Significa para t1 que tus amigos hayan estado contigo en esto? ¿piensan que fa manera en que actuaron refleja fas intenciones que tienen para su vida de pareja? iTú crees que este paso obedece más a foque la anorexia desea de tu vida, o a lo que tú deseas?".

Para el futuro: "¿$1 s1gu1eras en este camino, cuáles serían los próximos pasos que quisieras dar? ¿consi­deras que ese camb1o fue gradual, o fue una sorpresa para ti? ¿Qué intenciones te imaginas que tenías con respecto a las ideas acerca de fa masculinidad entre tus amigos?".

Todas estas preguntas apuntan hacia las ideas, intentos e historias preferidas por los consultantes, los mvitan a extender sus historias hacia nuevas situaciones y nuevos lugares. Es claro que cada pregunta surge de la respuesta del entrevistado, que no hay un orden preestablecido, sino que al transcurrir la entrevista se mezclan y adaptan.

Es importante notar que con este tipo de conversaciones se fortalece en gran medida la agencia personal y la seguridad en los conocimientos propios. La agencia personal se podría describir como "ir al volante" del auto, en vez de ir "atrás como pasajero". Es saber que uno es participante activo en su propia vida, no recipiente pasivo. Es saber que lo que uno hace o piensa tiene efectos reales y directos en el mundo que lo rodea.

Para White la agencia personal y las construcciones de identidad son negociadas socialmente en comu­nidades de personas, y por tanto, el reconocimiento social, los testigos externos, juegan un rol central en la coconstrucción de nuevas identidades.

TESTIGOS EXTERNOS Y EQUIPO REFLEXIVO

Desde la narrativa. un testigo externo es cualquier persona(s) invitada(s) al contexto terapéutico, con el objeto de crear una ceremonia de definición, y atestiguar como audiencia a la conversación terapéutica. Éstos pueden ser parte de la comunidad de la persona, es decir, amigos, familiares, etc. Éstos constitu­yen una audiencia para las historias de vida preferidas, y ayudan a pasar del conocimiento privado al público, a la construcción de una identidad alternativa en relaciones dentro y fuera del consultorio. Pue­den ser personas que han estado en terapia, o que han vivido situaciones específicas, que son llamados como consultantes. David Epston (1992) ha ofrecido múltiples ejemplos de archivos que ha construido a través de los años, conteniendo datos, cartas y testimonios de personas que han luchado contra diversos problemas. Stephen Madigan (1995), con un grupo de personas, empezó en 1994 la liga antianorexia y antibulimia, que cuenta ahora con cientos de miembros que se ofrecen como consultantes.

PARTETRES •

Cuando los test1gos externos son terapeutas, pueden formar un equ1po reflex1vo, y tener una conversa­Ción entre ellos acerca de la sesión. Las conversaciones con los test1gos externos no son abiertas, sino que el terapeuta asume la responsabilidad de dirigir las preguntas hacia temas relevantes para el que escucha.

En la historia de la terapia familiar el trabajo con equipos ha sido documentado en numerosas ocas1ones Desde el grupo de Milán, Peggy Papp y otros, donde el equipo observaba detrás del espejo, no era visible para la fam1lia, y enviaba mensa¡es o mtervenciones desde la pos1c1ón del experto. Fue Tom Andersen (1987), terapeuta noruego quien ha desmitificado al equipo, elimmando el anon1mato y deconstruyendo la posic1ón del experto en los miembros del equipo.

M1chael Whlte retoma esta forma de traba¡o, y a través de la influencia de Bárbara Myerhoff, antropóloga norteamencana, desarrolla una v1s1ón particular de la aud1enc1a externa y de la ceremonia de defim­CIOn:

"Las representaciones culturales son un reflejo, en el sentido de mostrarnos a nosotros m1smos. Asimis­mo son reflexiVas, despertando la concienc1a de nosotros tal como nos miramos. Como héroes en nues­tros propios dramas. nos damos cuenta de quienes somos. consc1entes de nuestra propia conciencia . . estas ceremonias no son espontáneas, naturales. sino que son creadas. construidas y artificialmente mventadas" (Myerhoff, 1986).

Michael White (1995) desarrolla estas 1deas y propone una estructura para su elaboración en cuatro momentos, cada uno formando una entrevista diferente:

El terapeuta se reúne con los consultantes, mientras los miembros del equ1po están aparte, general­mente detrás del espejo, escuchando atentamente.

Se cambian de lugar, el terapeuta con los consultantes van detrás del espejo, mientras el equipo pasa al centro de la ceremonia y ofrece sus refleXiones acerca de lo que observaron y escucharon, en una conversación entre ellos.

Los participantes retoman sus lugares originales, y el terapeuta entrevista a los consultantes acerca de su experiencia, tanto acerca del proceso de la entrevista como acerca del contenido de lo que se dijo

En la última parte de la reunión, todos los integrantes: el terapeuta, los entrevistados y el equipo se reúnen para hablar acerca de lo transcurrido en la sesión. Esto constituye, para White, la deconstruc­ción de la sesión.

Se sugieren varios tipos de respuesta de parte de los miembros del equipo, como sería la curiosidad por los acontecimientos excepcionales, las preguntas de panorama de acción y de identidad, tal como se haría en la sesión terapéutica, así como comentarios acerca de los efectos de lo escuchado en cada una de las personas participantes. Estos efectos se refieren a la resonancia y reconocimiento en cada quien a raíz de lo escuchado y vivido en la sesión. Para los consultantes puede ser muy poderoso escuchar cómo los testigos externos pueden haber sido cambiados gracias a su experiencia.

Shona Russell y Maggie Carey (2004) han compilado algunas observaciones acerca de algunos puntos a cuidar en esta práctica:

• Evitar el aplauso: la narrativa no es una práctica de aplauso, que se podría convertir en un juicio acerca de lo que consideramos positivo o negativo. Aunque fa intención es reconocer fas intenciones y recursos de la gente, a veces puede ser experimentado como condescendiente. Ofrecer consejos o soluciones: se puede uno arriesgar a ·ponerse en la posición del experto que sabe lo que el otro debería hacer. Si la historia nos provoca resonancia , nos es familia~. puede ser más útil decir en qué forma nos impactó o nos movió de lugar.

Poner atención a las historias alternativas sin olvidar las dificultades: a veces nos podemos centrar únicamente en lo positivo, en los logros, cuando es importante también hablar de lo difícil que son algunas situaciones

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El traba1o rfe equ1po es muy poderoso cuando 1mplica una conversación entre las personas. y no so­lamente escuchar a cada uno hablar de su tema. Se puede tener cuidado de hacerse preguntas unos a otros, o bien, m1entras se va constituyendo el equipo, nombrar a una persona como moderador.

No interpretar· la práctica narrativa no Implica mterpretar ni ofrecer un Significado, el consultante es el experto en su historia y sus prop1os significados.

No hablar demas1ado: las reflexiones del equipo son escuchadas con más cuidado cuando los miem­bros hablan de dos o tres temas, y no se extienden demasiado, sobre todo en su propia historia.

• Tener cu1dado de no imponer nuestros propios valores. Cu1dar que nuestros comentarios no repro­duzcan ios discursos o normas culturales, a veces io que para uno es "positivo" para otro no lo es Continuamente nos sorprendemos al preguntar, pues la respuesta no es siempre lo que imagina­mos.

Ceremonias de definición en comunidades. Así como los individuos, parejas o familias, las ce­remonias de defin1c1ón se pueden llevar a cabo en comunidades, realizando encuentros organ1zados y estructurados. creando espacio para expresar y compartir los saberes y habilidades de la comunidad.

Existen vanos art1culos que descnben este tipo de encuentros, sobre todo desde Dulw1ch Centre, en Ade­lalda, Australia. y desde el equipo de Just Therapy en Nueva Zelanda. Por lo general son los m1embros de las comun1dades los que solicitan la consulta, cuyos temas van desde reconocer y desarrollar las habilidades en soluc1ón de problemas de sus miembros, algunas preocupaciones específicas. como el abuso en el consumo de sustancias, hasta espesar las fuerzas y recursos comunitarios, así como recatar los conocimientos especiales acerca de la vida que posee la comunidad.

A principios del año 2003 tuvieron lugar una serie de encuentros de este tipo coordinados por Dulwich Centre en conjunc1ón con la Red de Consumidores de Salud Mental ACT en Australia. Este encuentro está documentado (ACT, 2003) y algunos puntos que consideraron importantes para conversar fueron:

Nuestros conoc1m1entos especiales acerca de la enfermedad y la sanación.

Nuestro aprecio y valoración de contextos sanadores.

Las conexiones entre nosotros.

Nuestras conexiones con la familia, amigos, mascotas.

Nuestra conexión con los proveedores de servicios.

• Adoptando diversas esperanzas, valores y estilos de vida.

Cada uno de estos temas representó un área de interés para los miembros de la comunidad. Con este interés se trabajó en grupos, respondiendo a varias preguntas. Como ejemplo algunas serían:

¿se identifican con las descripciones ofrecidas por sus compañeros acerca de las habilidades especiales que han desarrollado (leer las señales, conocer ciertas medicinas, cuando retirarse a tiempo, cómo conectarse)?

iQué sería diferente para ustedes si otros honraran estos conocimientos y habilidades que ustedes han logrado?

¿cómo tratan ustedes de crear espacios tranquilos y sanadores en sus vidas?

dienen ustedes historias acerca de ocasiones en que alguna otra persona que ha pasado por situacio­nes parecidas a ustedes ha sido capaz de ofrecer compañía y solidaridad?

¿Ha habido ocasiones en que ustedes han podido ofrecer Jo mismo a otros?

iQué significa para ustedes el poder hacer esto?

¿Recuerdan alguna situación difícil en que las conexiones con la familia y amigos han tenido un signi­ficado importante para ustedes?

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PARTE TRES

¿Qué ptensan ustedes que tmpltca un buen contacto con agencias de salud'? ¿Cómo llegaron a esta conclusión?

Cuando piensan en el esttlo de vtda que desean llevar ¿cómo lo llamarían? ¿oe qué manera aprendieron que esto es lo que valoran en la vida'?

¿Cuáles son los conocimientos y habtltdades que los hacen senttr orgullosos? ¿Qe qué manera se de­sarrollaron'?

Al conversar acerca de estas 1deas el grupo func1ona como audiencia espec1a l, validando las voces de los consultantes.

Al fmal de cada encuentro entre todos compus1eron algunas canc1ones, un CD y un v1deo que se repart1ó a los part1c1pantes y un documento que da voz y Significado a algunas de estas h1stonas. Fue un acuerdo general que las ses1ones transformaron en forma posit1va tanto sus conoc1m1entos como sus relac1ones y esperanzas

R EMEMBRANZA

Una manera más para fortalecer y espesar la historia alternativa podría ser utd1zar la metáfora de remem­branza Hay una doble s1gnificac1ón en el término remembranza. Por un lado recordar, y po~ otro traer a la memona a un m1embro de nuestro pasado, y de este modo redescubnr su importancia en nuestra v1da y en la formación de nuestra identidad. Esta idea doble surge de la antropóloga Bárbara Myerhoff en 1982. En su clásico proyecto con ancianos sobrevivientes del holocausto, señala que éste es un recuerdo propos1t1vo y unificante, focalizado para dar significado y reintegrar partes olvidadas de nuestra historia. Para Myerhoff la remembranza transforma la vida en un documento moral.

Michael White (1997), con base en esta idea propone la metáfora de un club de vida en las relaciones de la persona.

Si imaginamos nuestra vida como un club o una asociac1ón muy especial, y podemos.1magmar que este club tiene reglas específicas para su pertenencia, para su inicio y para las conductas que debemos segu1r para pertenecer a este club, entonces podemos nombramos presidentes del club, y tomar las dec1s1ones que sean pertinentes.

En este club, como en muchos otros, hay diferentes tipos de miembros. Hay m1embros fundadores. miembros activos, algunos miembros expulsados, otros en suspens1ón temporal No cualqu tra puedE: pertenecer sin cumplir ciertas condiciones, en ocasiones se d_eben superar Ciertas pruebas. ¡ se debe seguir el reglamento para garantizar la permanencia en el club. Por ejemplo, s1 destruimos la propiedad o dañamos las instalaciones, corremos el riesgo de una suspensión temporal o definitiva. El presidente del club tiene el poder de aceptar o rechazar miembros, de elevarlos o bajarlos de categoría.

Si pensáramos en nuestra vida y en nuestras relaciones utilizando esta metáfora, tendríamos el poder para situar en cualquier lugar a las personas con las cuales nos hemos relacionado en el pasado o en el presente. Podríamos ofrecer una categoría especial a la persona o personas que están más cercanas a nosotros, que han tenido mayor influencia o importancia. Aquéllos que no son significativos tendrían una membresía de menor categoría.

En terapia, las conversaciones de remembranza nos of1ecen alternativas para que los consultantes revisen y analicen las membresías de su club de vida. Por ejemplo. Carmen, una mujer de 35 años, asiste a terapia porque hace unos meses terminó una relación de pareja muy conflictiva. Al hablar de cómo Roberto, su ex pareja, la agredía constantemente, admite su alivio y bienestar a partir de que la tensión disminuyó en su vida. Comenta cómo Perla, su madre, y Ramón su hermano la apoyaron y le dieron ánimos y fuerza cuando decidió terminar la relación. En la conversación terapéutica, se observa que Carmen ha decidido poner a Roberto como "miembro temporalmente suspendido" y tal vez con el paso del tiempo "definitivamente expulsado". Ramón su hermano había funcionado como una especie de "miembro fantasma" pues, a pesar de que su madre la tenía al día, no lo veía desde hacia 1 O años. [ s a Rarr1¿n entonces, a quien e'eva a un cstatus de ,,. f·r-.!p, ;;;_: . ,..

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le preguntó acerr.a del pasado, y le pidió que recordara alguna otra ocasión en la cual se había sentido apoyada de esta manera, tras pensarlo un rato Carmen mencionó a su abuelo materno, quien la llama­ba "mi pequeña abogada", siempre le decía que nadie le iba a ganar en las discusiones. Al recordar al abuelo que había fallecido cuando ella era adolescente, dijo entre lágrimas: "Mi abuelo tenía razón, no me van a ganar. ni la depresión ni las agresiones. Dondequiera que esté, se va a sentir orgulloso de mí". En esta conversac1ón tomó significado gran parte de la lucha de Carmen por recuperar su dignidad, y ésta es la historia que toma peso y se engrosa.

Conclusiones

Es d1fíc11 hablar de conclus1ones cuando estas prácticas terapéuticas están en proceso de desarrollo, son 1deas que se encuentran en continuo cambio y no pretenden representar un modelo específico. Más bien podría tratar de reflexionar acerca de los efectos que estas ideas han tenido en mí. Como terapeuta, tengo siempre presente que la historia que me cuenta el consultante es verdadera, pero no es la única historia. Tras toda historia hay siempre muchas otras, y una de mis metas es alentar a las personas a legitimar sus historias preferidas, pues cuando utilizan sus propias palabras y descripciones de su v1da, nadie tiene el derecho de descalificarlas. Cada persona podrá aprovechar y liberar las historias esperanzadoras que les han sido suprimidas por la tiranía de las historias dominantes. Yo me encuentro constantemente en un flu ir continuo entre dos tipos de conversac1ón. Ya sea el deconstruir ideas y acc1ones, o b1en construir nuevas alternativas no vistas previamente. Al reconstruir y fortalecer los acontecimientos excepcionales de cada persona, se generarán identidades diferentes e historias alternativas, congruentes con la forma de vida que desean v1v1r.

Muchas veces los problemas que nos aquejan, con los demás o con nosotros mismos, son el resultado de lecturas construidas de forma negativa acerca de nuestras intenciones o las intenciones de los otros. Por medio de la deconstrucción podemos revertir estas lecturas, y sentir el poder de nuestra agencia personal al elegir quién y cómo queremos ser, y construir historias congruentes con las vidas que inten­tamos viv1r.

Coinc1do con David Epston 1 cuando dice que los consultantes en terapia son huéspedes especiales, que deben ser tratados como invitados en nuestro hogar, con respeto, amabilidad y generosidad. Entiende por generosidad dar más allá de lo esperado, asumir responsabilidad por lo que decimos y hacemos en terap a. generosidad de espíritu , hacia los demás y hacia uno mismo.

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