1. Gorz - miserias Del Presente Riqueza de Lo Posible - Capitulo 1

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Gorz - miserias Del Presente Riqueza de Lo Posible - Capitulo 1

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    DEL ESTADO SOCIAL AL ESTADO DE CAPITAL w ...... w -

    "El~apitalismo le declar la g:uerra a la clase obrera y la gan.g', escr~-~e Les ter Thurow. 1 ~a manera de entrar en tema no es mala):a gtop[[i~j9' en efecto, 110 se ex lica orla revolucin irormtica ni or l bus ue a e nueva~ ~~lidas comerSJiile~. Al principio fue una res ues _l _ _e~en~cia mente ;eolticaa Jo ue, hacia mediados de los a.il~_setenta se ama a" a crisis de gobernabilidad". Esta risis rincipal preoCUj2acin e' ~oSables . politices y_:pi!yiaos_~gyP.ado,A.gn.,d seno.,de1a.Tri1ateral, se m~ en todos Jqs 11iY,~~de 1?. s,o~ied~d:,$1 de_Us>~ -~~gosl lqs,.vmv~r;.Qde.& .. ;i,~scuelas, las em resas, las ciudade l hos itales los a aratos ue deban ase~ar ! ;eprodw;dn ;:ultural de la sgdeda . . ""'"'En Estados Unidos, la crisis, a partir de la primavera de 1964, tom for-

    mr.s cas~ insurrec

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    .:.u n::.~u1:1s ue1 preseme, nqueza oe 10 posible

    ; :!~s; negHva a delegat eh los"represe.htl!~tes lega-el personal el podar de '';~egciar; ~egtiva.a trAnsigir s5>bte las reivindicaciones surgidas de la base;

    ~encilllmente rechlzo del trabajo: -. ' , En esto habfa otras tantas man'tas de rechaz\r -ms all~ de !a organiza-cin' opresiva d las 'gtan'd~ fbtitas'de las randes oficinl'IS, de las gran-des tiendas-In bsqUeda pem1nente; casi nstitudonal, del compromiso de clase, ~squeda qu ei'a la base :l\isma del "compromiso fordista": Lds mo-:Vimiet\toS sociales de)$ afias 1@9~ se situabah deliberadamente fuera t!_el terrno balizado pbr jas instituciones de la'sociedad-EStaau. En lugar de reivindicar, buscabrt cinbiar eUos mismos '1a vida". lo que la..con.Q.kioni'l: ba y aguello de lo gue estaba h!!cha. Cambiarla sustrayndola a la lgka de la roductividad, ero tambin a la del frilba o abstracto, la estandarizacin,

    ~~ consumo ma a norma idad 1 la cuantificacin, la sincronizacin. e;: mbiarla afirmando la es ecicidad de las necesidades y de los deseos sin ::. posi ~~a lS acc10n mercantil y monet~-1 "La polmica feminista va mu-

    ~~10 m's lejos qu~ la de los econqmistas", escriben sob~e este tema Pietro fu grao y ;Rossana. R~demos h~cerrt~~ \i~a ldea'd~ la radicalidad aiegremente subversiva de los movimien-tos d entonces leyendo releyendo Alexis Chas5agne, Gasten Nontracher. lA fin du trvnil, Parls, Stock 2, 1976; compuesto por extractos de libros, revistas, diarios franceses, norteameri-anos e italianos; textos situdo~tas,'anarquistas Y marxistas, en los cuales "Abajo el traba-jo!" vuelve como un leitmotiv. Ver tambin Franco Berardi, llamado Bife: lL ciel tsl wfin lombl sur la Terre, Pars, Le Seuii, j 978. ' . .. '

    ' ,; .. 3: P. trgr

  • '".:~ \ sociedad. E~ los paises con polticas sqciales ms a- zads, los gastos pbli-\\i~ cos se aproXllnaban y, a menudo, superaban el 70 W el producto bruto inter-:;_/ i no, la tasa de dficits pblicos, ellO %. Adoptado por el PartidoSocialdem-

    l crata sueco, el plan lvliedner demoshaba que la propiedad_ privada del capi->' 1 lal dejaba de ser in tangible: prevea que los fondos sociales administrados por ; 1 los si.I1.dicatos iban a volver a comprar progresivamente las principales empre-

    ..- ;~.==. . )\ ~ sas del pas para adrr.nis trarlas y desarrollarlas como cooperativas obreras, - de acuerdo con el proyecto de civilizacin socialdemcra ta. . ,, Amenazado .RQrlla so.~in o la estatizacin,el~ital tena el mxi- G D mo int.~rs en .P-Oner fin a su simbiosis con un Es tado que se haba vuelto in- .

    l ,''3< capaz de ase urar la ex ansin del mercado interno. La planificacin o = ( ~-cf''-- ~ -1 -/ _ ' concrtacin" econmica no haba si o u ti ms que durante el perodo de

    \:, ~ "crecimiento extensivo", en el curso del cual la reduccin de los costos uni-\ ..____/' tarios se haba obtenido por la produccin en masa en series ~ez ms

    \\ ~por:_ tan te~ y _e_:::..!;:;~~_a

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    .;. 1vu:;tmeis uetpreseme, nqueza oe 10 postble

    ~as, del3 % en Gran Bretaa, Irlanda y B:rbados tt servicios informticos y ge marketing.

    ';~ 1, -. -~=: .. .; ~ .. . . 4. Marco Revelli: "Eco~omi~ e ~dello social e ~el passagio tra fordismo e toyotismo," en r.' Ingra~ y R J\ossanda: oh. 'at., pgs. 211-213. \ !' ., '-~ . . .

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    Jps stad~ de2a& ita la polftica, La~!:_t!:_ _a ~ ~~ ex i&~t1Cias de movilidaJ, 1 de flex!bilida ', de privatizacin, de desr~gJla.cin. de reduccin de los \) gastos pub icos. costos sricia les y salarios, todas cosas pretendidamenle ilt- '-

    qispe~s\bles para el libre juego de la ley del mercado. . La snacionalizaci6n de las econona evidentem ente tropieza con re- \ (.'"\ sistentias-(moperan~es por sernac1on es que ortan en dos tanto a la el ere- JV cha cbri-\6 ~ la ip.iierda poltica .- A un costado e~~ la burgusa globaliza-1

    da~ ~e~l~~~ral, ~de~l6gicame_nte'

  • 26 Miserias del presente, riqueza de.lo posible pleos, el de teri~ro de Ja s condiciones de trabajo, etctera. Todo eso, se

    ~rice, es mev1fliole y necesario. Por qu? Porque, explica con una lgica urefutable P ierre-Noel Giraud, la capacidad competitiva de las firmas depende de sus inversiones de produccin. "Deben tener al por mayor la misma tasa de invers iones" para seguir siendo capaces de competir. J/Eso significa que la relacin salarios-ganancias de ahora en adeli1te no

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    pu~de [ser elegcl'asegun los cntenos cletqmiitica-econmic~e/ ~) _territorio es el qrte tiene In participnci11 m~ favorable en lns' ganancias, es ~e-

    cir. el crecimiento potef!cial ms grande [de las inversiones], es lo lJ.ill..lll!.-pQJllllU.Wtlnf!-!!S. .

    Dicho de otra manera, para poder sostener la, competencia con firmas norteamericanas o japonesas, por ejemplo, sera preciso que las empresas e.uropeas tuvieran tasas de beneficio norteamericanas o japonesas. Ese razo-namiento formalmente correcto no sera sin embargo pertinente mcs que si las tasas de inversin de las firmas fueran iguales a su tasa de beneficio, di-cho de oi:Ta manera, si la totalidad de los beneficios fuera reinvertida. Pero la realidad es muy diferente.

    Durante lo~ aos och enta, gracias al reingeneerillg,los beneficios -antes de la aplicacin de impuesto.s- de las quinientas firmas norteamericanas ms gra~des aumentarori un 92% como media. En 1987, se los metieron en el bolsillo a razn del 61 % (contra el22 % en 1953) los P-D-G [Primeros Di- rectores GeneraJesJ(Ios c/z ief exec11live officers o CEO) de dichas firmas; en muchos casos, los divfd endos dishibuidos entre los accionistas se multipli-caron por cuatro. Los dos tercios del crecimiento econmico norteamerica-no fueron acaparados por ell %de la poblacin activa.6En 1994, un P-D-G (CEO) ganaba, promedio, 187veces ms que un obrero o unuempleado. Ga-naba "solamente" 41 veces ms en 1975 y 145 veces ms en 1992.7 La misma tendencia se registr en el resto del mundo. En Francia, llamativamente, las disminuciones fiscales a corda das a os ingresos financieros entre 1989 y 1991 habran privado al Estado de 80 millones de ingresos por ao. En todas par-tes se explicaba gravem ente que "el imperativo de la competitividad" exi-ga una reduccin de los impuestos sobre los ingresos altos, pues el ahorro de los ricos es lo que financia (en parte) las inversiones indispensabl(!s para la competitividad de las firmas.

    Pero lo que se produjo fue lo contrario, y no slo en Estados Unidos. :gn Francia, llamativamente, la tasa de inversin de las empresas cii.y.en 1995 a su nivel ms bajo en treinta y cinco aos: 16,2% contra 19,4 '!o en

    S. P. -N. Giraud: L'i11galill 1ftt monde, Pars, Gallimrd, 1996, pgs. 212-~. La bastardilla es 1na.

    6. Segn ]. Rifkin: ob. cit., cap. 11 , pgs. 173174.

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    Del Estado social al Es lado de capital 27

    1980 y 21~6% en 1970. El monto de los beneficios 1~0 d~j, desde 1992, d~ ser sup~nor al monto de las inversiones. En 1993; super a estas ltimas en 71 nullones de francos. 71 millones ganados graciasa reducciones de ,. personal, a "reestructuradones" y a la "flexibilizacin" d.e efectivos, a la .t precariedad. 71 millones esterilizados, puestos en los mercados financie~

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    En Alemania, los salarios netos representaban, en 1978iel54% del ingre-so nacional disponible; l()s ingresos de capital representaban el22 %, las prestaciones sociales y jubilaciones el23 o/o. En 1994,la pal:te conespondien-te a los salarios haba cado al45% (es decir una reduccin del17 %),la par-te correspondiente a los ingresos de capital y a los beneficios pas al 33. % (es decir un aumento del 50%). En moneda constante, los beneficios aumen-taron el 90 % entre 1919 y 1994, los salarios un 6 %, pero la proporcin del

    . ll!puesto sobre los beneficios en el total de los ingreso~ fiscales disminuy la mitad durante esos quince aos~ pasando del25 al13 %. Era del35 % en 1960, llil perodo de fuerte expansin econmica. .

    Era con certeza la presin de la competencia internacional lo que exiga esos cambios? No sirve ms bien corno coartada para redistribuciones de abajo hacia arriba, de los ms pobres a los ms neos, y para las ofensivas contra "el estado social" y los "privilegios" de los asalariados? En qu ex- "' plica la competenCia internacional que los editores frariCe~es hagan compq- ': ner sus obras en Madagascar, en Tnez, en la isla Mai..ricio, para ganar al~ ' ' gunas decenas de cntimos sobre el precio de-cost!J de i,m libro? Es para 1: sostener la competencia que los fabricantes d~ camisas de lujo hacen coser . !: en China artculos que venden cincuenta o cien\eces m~ .caros que sy pr.:.: 1![ cio de costo.? O que Nike (o Reebok; o Puma) higan fabriCar sus zapatillAS !;, ; en las Filipinas, luego en Indonesia, luego en Chin\ y en Vi~tnam, donde ~~ ;-,:: costo salarial de un par de "Pegasus'', que se venden .a 70 dlares, es de 1,66 ;ii dlares, y que Jos catorce gerentes norteamericanos de la firma hn);ln pocli~ - f ;, do embolsarse un ingreso anual igual a los salarios 'd.~ 18.000 obrerqs. t~, .. .. filipinos? O que Ford e~e de la noche a la IDi'.\l.ana: a los-asalariads de q

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    ;t:J _Misetias del pres~nte, riqueza de lo posib~e

    ::! l.: i~s co~pras d~empresas po~ parte de otral mpresas (las "fusiones"), ., , ~que h.~n dado lugar a transacciones de un monto de 400 a 800 millones de

    "dlar~s por ao, contra 20 a 40 nllones a comienzos de los aos ochenta. El financ.!_amiehto de e~tas fusi~~es absorbi el90 % de las inversiones de las -~-

    ~ra~snacipnales en e,l ~xtranjeto;1 . . ' 2. ~as colotacion~s purame':'lte firtancieras en el mercado monetario y el mercado de cambios, sobre todo, con las cuales innumerables firmas (en . espec_tal Siemens, que"es el trust europ'eo ms grande) ganan ms que con ~us acti~idades produdvas. ... . . ; 1~ erativo e a COmpehtiVI a lene espa as anc 1as; a lo a 1 '4~-ct. , . Ien~ es aldas anc.1a 1. ara sus actores prinCipales, no es una restric-

    ~Ion Iflpuesta; es 1.p"i conjunto de restricciones que imponen con el fin,...de ~p;po~er _~ tnundo ~updde(?se poder _Ianetario e~t caneen& eh un

    : -~ume~o de manos qda vez menor. o re las 37.000 firmas transnacionales rf:;\ _que controlan el40 % de los intercambios mundiales un tercio de la ro-\!). ~uccin r:'und!al contab' _'ziible; 370 firmas (es decirell %) controlan el 50%

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    ..,a e los. activos fmancieros. S~gn el Fondo Monetario Internacional (FMI); no 'l!'s de 50 bancos controlan las transacciones cotidiana~. de un monto de

    ~.400 inillones de dlares. en los mercados de cambiQS; No ms de seis ban-~s comerciales coirolan ei 90 % de las operaciones sobre los productos de,tivados.ll 1 "

    \' ' . .. , .-J . -~ 5. LA ;RJ!~asrrnLE orcrKmrnA. oE 'i.os MERcADos FINANCIERos

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    ' .. ;_ ' 1~ Lal6gica .financiera pud~ _nis que las Igkas econmicas, la renta tns l' . ' ' . u e e:~eneficio. El~er ii~cieJ0!1al s_.Ye.pdicanen_te se llama ''los i:ner~ ~

    . . ~ 1 ,oados-. se autonorruz~ respe~tode las socredades de la economfa rel e ; -0 , pone s~s.rtormas .d.e rentabilidad a las empresas y a los Esta b El presi- - {

    ,dente.del Bundesbank; Hans Tietmeyer, lo deca claramente en Davos, en !t ;-i. l [ebrero de 1996: ''Los mercados financieros 'u arn' cada vez ms el a el ;: :~e . ~ . .. . . . os .: deben com render ueahora estn bajo el @) f04~~~_de los mer~ad9sfnan~ieros y n

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    3 ~ ise rias del presenle, riqueza de lo posible

    La resp u esta a estas preguntas no es econmica; es poltica e ideolgica. Las reducciones y las desgravaciones fiscales no reflejan elecciones econ-' ni c~mente racionales. Significan simplemente que los gobiernos nacionales se disputan el privilegio de re lener en sus pases o de atraer a ellos capitales fin cmcieros que, en busca de beneficios mximos inmediatos, se desplazan de un mercado al otro, de una divisa a la otra, a la velocidad de la luz, miles de veces por da. No se trata ya de que los Estados favorezcan la inversin prod uctiva; se trata solamente de que eviten o frenen el xodo de capitales de su territorio, o que atraigan por el dumping fiscal; el dumping social, el di!lllp ing salarial, ias sedes sociales de las transnacionales, como lo hacen, con sus "centros de gestin" ,16 Blgica y los Pases Bajos.

    :_a tend encia a reemplazar los sistemas de proteccin social por seguros p tj vados y cajas de jubiJaci~n privadas (por capitalizacin) se inscribe en la misrna lgica: reemplazar la redistribucin fiscal por el seguro privadO; sus-tituir la administracin social de la proteccin social por parte del poder po-ltico por una aJministncin privada por parte del poder financiero. 17

    Con estas observaciones no preterido en absoluto negar que sea nei:e-sario repensar y refundar sobre nuevas_bases los sistemas de pro~~~ccin social. Se lo tratar ej. en la cuarta parte. Dtgo solamente. que son soc1al, po-Jfieay moralmente.L."'l~pt

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    :1 J: : IVI I:Ot:llla:. U"\ !Ji c~dllttJ, lltubLa Ud IU f)v~~t.. ,d e .,. den'.darse los medios de presentar "una altt;!rnativa a las polfticas maneta-;' r as ~nglosajonasU:1 Puede, agrega Patrick Viveret, utilizar el eur como pa-

    : lanca con el fin de "opon~r ~~ modelo de desarrollo ecolgico y social al '. modelo anglosajn con tendencia al/nissez fnire"Y Puede transformar las ,,: relaciones Norte-Sur iinp11iendo sobre sus importaciones lo que Lipietz ... llama los "socioimpuestos" y los "ecoimpuestos",23 cuyo producto sera

    integralmente restituido a los pases exportadores del Sur, para mayor , ven~aja de las dos partes.24 ,

    ,. j',

    , .. r . . . 1' ;.

    ~~~~SP~~ . ! . , ,~ A co;to o media"p.o plazo~- y con la cpnicin de unirse ptticos (lnslllut fu> exccpoona m er s e u 1ge , . . . Asienkunde) de Hamburgo, Di~ Zeil, 10, 1 de marzo 1996, pg. 14.

  • 34 Miserias del pre~ente, riqueza de lo posible

    J. f~!~~a ~:.e repr~duc!:n en todo el resto del mundo. La esh-ategia econ-1:~ qa~ptada por los nSnos "inwtsores' occtde~les excluye la posibi-li~ Basta, para darse cuenta, con leer a Keinich Ohriiae,17 uno de los ms

    enunentes estrategas del nuevo modelo de d;!2arrollo capitalista: el "d.esa-nollo a rayas". Es '!~~ir el desan-ollo no la del as o de terntonos SI.I1~ so-~ament:, en China entr~tros pases, de_ enclaves (una vern en a cuy~ u1gre--~, _segun ~ P2.@ _l.{~gg_2~dlez o veinte veces ms eieYaao:por 1-Bfu~~~cgue el mg_r~so ~~gs habitante~~to del pas. El/ctesarr'7illo:', J ~],no cj.gber~ d~:jrgj_~_de los encl~lasr1quez~~eStos

    . n~~. :~_e_r_ redl~~J~w_d~~-_p-=or_Ios _Es~ad~s-Nacin:._1 OE!~o debe P~~.l,:_1_producu su proE!_a espeCialidad dJSOC!ada de la de la nacin: deber

    P;)aer amui?~~~-~n .::~tad_?s -~iudnd~s,;-yen ~ -~omo ya s_~1cuen~ran en Es_t~~~lrudo_:;, conducir sus "gverras privadas" contra la~_po~ ~~lO~~~ve_r~~.?2. ~r~_!l~made~_8Uerreras tras la descomposicin de laSoC!ed~

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    ... ~ - - ;:.:.- ' -. ~=-! : - - ~ .. 4

    '[ .h I. SaC!;s: ;'L'urba~~~d6~ ~U:;{ d_ru~~!Sa tion1" en nnnsver~nles, 41; septlemb~-octubre . 1996.. . , .. ir . . , , . . .

    ~- 3~, VrrJ: Rifki.n: ''L'ut;~ati.sation' du tiers-mohde"; ob. dl, cap.13. - .. . : 1 . .,: _35. El estado de Keral_a/catliro y ComUnista, e el iad sudoeste de India ' es por su tngre:..

    ~o .percpita uno de los pruses m's 'pobres de la Federacin India -'ero su "indicador de des rrollo human " 1 " 1 1 ,.., ' 1" a-mide . . 0 -po: e cua . e .-ro grama de las Naciones Un d~s para el Des~rrollo (PNUDJ ~-'.' la calidad de VJda_d_e las pobladhes- es muy supenor a de los Estados ms ricos.

    .. 36. A. Tofller.l.n lrotstbne vague, Pars, Denoel, 1980. En esta obra monumental rech~zada po: los marxistas con un desprecio estpidamente sectario, hay que leer o releer ~nte lodo el cap.ftu lo 2_3: "Phandl ms_ satlite~", crtica radical de jo que Serge Latouche llamar "la

    - ~~9dental za';l6n del mundo:'. y que muestm la posibilidad de lntegTar las teatologfas de Ter-ra ola (la miCJuelectrnlca) a la cultura de las sociedades preindustrlales Ver tamb' 1

    p!tWo 20, "Cuando el prosomma/eur sale de la sombra" donde Tof!Jer dem-uestra q 1 e.~ e ca-pare fl' ' ue 10 que . ce ~e aente cuando se razona tradicionalmente en trminos de [produccin para el mer-

    ...,_ ~9ol puede ser extraorc!liiariarnente eficiente 61 se considera la economfa en su conjunto en .. u,~ar de no ver en ella ms que un~ sol p~rte".

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    Captulo 2

    LTIMOS AVATARES DEL TRABAJO

    l. PosFORDJSMO

    El fin del crecimiento "fordista" dej a las empresas dos caminos para intentar escapar del estancamiento: 1) la conquista de porciones de merca-do suplemehtarias y 2) la renovacin acelerlda de la glma de sus produc-ciones, la obsoleScencia acelerada de sus produCtos. Para la conquista ele porciones suplementarias de mercado, los esfuer~os prometan ser ms efi-caces en la medida en que los mercados eran todava relativamente "vge-nes", en consecuencia, las firmas deban busca,r hacer pie en los pases "emergentes" . En euanto a la obsolescencia acele'rada de los productos, no

    -slo 'exigfa esni'erzos intensos y sostenidos en mat~ria de in-novacin; exiga tambin la capacidad de producir en series cada vez rris cortas a costos unitanos cada vez ms bajos.

    Uno y otro camino imponfan la ruptura con el modo d e produccin fordista. La competitividad no deba depender m ~ de las ewnomas de esca-la obtenidas, en el pasado, por la produccin en gran serie. Deba obtenerse,

    . por el. contrario, por la capacidad de producir lU1a variedad creciente de pro" ' duetos en plazos cada vez ms cotto~, en cantidades reducidas y a precios ms

    bajos. De cuantitativo y material, el crecimiento d eba volverse "cualita livo" e "inm.aterial"_. Los productos deban imponerse por su "im~gen", su nove-dad, su valor simblico. La competitividad eyJga un mximo de movilidad , de fluidez, de rapidez en la concepcin y producci.n de novedades. Las ern-presas deban ser capaces d~ improvisaciones con tinuas, deban saber susci-tar, anticipar y explotar a fondo los entusiasmos efmeros, las modas iffiprevi-sibles y-verstiles. En mercados virtualmente sat'liiados, el nico tipo de a-e-cimiento posible era el crecimiento de la diversidad de gustos y de modas, el crecimiento de ia rapidez.con la cual stos se sucedan. Para las empresas, no se trataba simplemente de "responder" de manera casi instantnea a la "de-manda'' cada vez ms verstil de los clientes: se tratal:la de acentuarla, anlici-parla, crear la versatilidad, la inconsistencia, el carde~ eff-mero de las modas y de los deseos, oponerse a toda normalizacin y a :todo sen6.do de la nonna-lidad. La normalidad .. s haba vuelto un faCtor de rig-idez que restringa la demanda; slo la oferta de lo imprevisto,Ja sorpresa, poda estimular a aqu -lla. Toda forma de'rigidez se converta en una traba qtie se deba,rPJnina.r.

    Pero las rigideces eran propias del modo de produccin ford~'fa: lTabajo .... .. _ .. J~a:ce~a~~ en~~~~~~ c~~~~as d:montaje, concebidas para la producd