02 El Proclamador La Ida RobertSilverberg

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El Proclamador trata acerca de la relación del hombre con el hecho religioso cuando la fe, que suele ser su único sustento, pierde todo su sentido. El desencadenante lo produce una secta que, mediante la oración, consigue que la Tierra detenga su rotación durante 24 horas, sin que ocurran las cataclísmicas consecuencias que aparecerían de suceder naturalmente. La única explicación posible no es sólo que Dios existe y ha atendido la plegaria, sino que tiene un enviado que fue el que lo propició: Tomás, El Proclamador. Y donde se podría esperar paz y tranquilidad, después de todo la vida sería más "sencilla", aparecen todo tipo de algaradas, posicionamientos, miedos y reflexiones, en una caótica sucesión que pone a la humanidad, una vez más, al borde del abismo.

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ROBERT SILVERBERGEL PROCLAMADORLA IDAColeccin dirigida por Mario Len

Ttulo original: Thomas the Proclaimer. Going

Versin espaola de Dons Rolfe

1971, Robert Silverberg

1978, Ediciones Albia. General Salazar, 1. Bilbao-12para la versin espaola

Depsito legal M 16 134-1978

ISBN 84-7436-302-0

Impreso en Espaa

Printed in Spain

Imprime Fareso

Paseo de la Direccin, 3. Madrid-29

EL PROCLAMADOR

1LUZ DE LUNA, LUZ DE ESTRELLAS, LUZ DE ANTORCHAS

Cunto durar esta noche? La oscuridad, aunque atravesada por la luz de la luna, las estrellas y las antorchas, es densa y tangible. Cantan, entonan himnos en el valle. El humo amargo de las teas asciende a lo alto de la colina donde est Toms flanqueado por sus ms ntimos seguidores. Fragmentos de viejos himnos bailan entre los rboles: Roca de las edades, hendida para m. Oh, Dios, nuestra Ayuda en edades pasadas. Jess, Amante de mi alma, djame volar a Tu Seno. Toms es el centro de toda atencin. Una especie de atmsfera invisible rodea su figura fornida y poderosa, un resplandor imperceptible, crepitante, elctrico. Sal Kraft, a su lado, parece eclipsado y oscurecido, un hombre pequeo y aparentemente frgil, ensombrecido ahora, pero en absoluto insignificante respecto a los acontecimientos de esta noche. Ms cerca, mi Dios, de Ti. Toms empieza a entonar la meloda a media voz, luego a cantar. Su voz, aunque profunda y mgica, una voz verdaderamente carismtica, da tumbos al azar, de tono en tono: El profeta no tiene odo para la msica. Kraft sonre agriamente escuchando los desconsolados sones de Toms.

Guarda, cuntanos de la noche.

Sus seales de promesa, cules son?

Viajante, detrs de las altas montaas

mira la estrella brillante de gloria.

speros gritos desde abajo. De vez en cuando, sollozos y fuertes golpes de tos. Qu hora es? Una hora avanzada. Toms pasa las manos por su largo pelo enredado; tira, atusa, estira las hebras hacia sus gruesos hombros. El gesto conocido, amado por las multitudes. Se pregunta si debera presentarse. Estn clamando su nombre; oye los gritos rtmicos que taladran la maraa de himnos en discordia. To-ms! To-ms! To-ms! La histeria en sus voces. Quieren que se presente ya y extienda los brazos y haga moverse los cielos de nuevo, exactamente como los hizo detenerse. Pero Toms se resiste a ese gesto grande pero vaco. Qu fcil es desempear el papel de profeta! De todos modos, l no caus la detencin de los cielos, y sabe que no puede hacerlos andar otra vez. No por su propia voluntad, en cualquier caso.Qu hora es? pregunta.Las diez menos cuarto le dice Kraft. Y aade, despus de pensar un momento: de la noche.As que el plazo de veinticuatro horas casi ha terminado. Y todava el cielo est en suspenso, helado. Y qu, Toms? No es lo que pediste? Poneos de rodillas, gritaste, y rogadle a l que os d una seal, para que podamos saber que l est todava con nosotros, en sta nuestra hora de necesidad. Y rendir hacia l una gran voz. Y la gente se arrodill por todas las tierras. Y rogaron. Y gritaron. Y fue dada la seal. Por qu, entonces, este presentimiento ominoso? Por qu estos miedos? Seguro que pasar esta noche. Mira a Kraft. Que sonre serenamente. Kraft nunca ha experimentado ninguna duda. Esos ojos fros, esos labios delgados, tersos, la expresin fija de tranquilidad.Debes hablarles dice Kraft.No tengo nada que decir.Unas pocas palabras de consuelo.Vamos a ver qu pasa primero. Qu puedo decirles ahora?Vaciado de palabras, Toms? T que has tenido tanto que proclamar?Toms se encoge de hombros. Hay veces que Kraft le pone furioso: Ese pequen, pinchndole, incitndole, maquinando intrigas, sin parar, siempre empujando esta Cruzada hacia algn fin determinado o slo comprendido por Kraft. La intensidad de la fe de Kraft agota a Toms. Molesto, el profeta le vuelve la espalda. Toms ve incendios esparcidos por el horizonte. Reuniones para rezar? O son motines? Fijando la vista en los lejanos fuegos, Toms da unos golpes distrados en el sintonizador de la radio que hay delante de l.... Completando el transcurso sin precedente de veinticuatro horas de luz de da continua en la mayor parte del hemisferio oriental, un amanecer interminable sobre el Cercano Oriente y un medioda interminable sobre Siberia, la China oriental, las Filipinas e Indonesia. Mientras tanto la Europa occidental y las Amricas inmovilizadas bajo una noche interminable.... Entonces Josu habl a Jehov el da que Jehov entreg al Amorrho delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gaban, y t, Luna, en el valle de Ajaln. Y el sol se detuvo, y la luna se par hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos. No est esto escrito en el libro de Jasher? Y el sol se par en medio del cielo, y no se apresur a ponerse durante casi un da entero...... Una culminacin asombrosa, aparentemente de la campaa encabezada por Toms Davidson de Reno, Nevada, conocido popularmente como Toms el Proclamador. Barbudo, con melena larga, este autoelegido Apstol de la Paz, llev al climax ayer su Cruzada de la Fe con el programa mundial de oraciones simultneas que parece que han sido la causa de...

Guarda, predice su rayo hermoso

alguna felicidad, alguna esperanza?

Viajante, nos acerca el da,

el da prometido de Israel.

Kraft dice severamente:

Oyes lo que cantan, Toms? Tienes que hablarles. T les metiste en esto y quieren que les digas cmo vas a sacarles ahora.Todava no, Sal.No debes dejar que tu momento se te escape. Mustrales que Dios todava habla por ti.Cuando Dios est dispuesto a hablar otra vez dice Toms framente dejar que surjan Sus palabras. No antes. Mira con odio a Kraft y empuja el botn para cambiar de estacin.... Reuniones continuadas en Washington, pero todava sin boletn oficial. Mientras tanto, en las Naciones Unidas...... He aqu que viene con las nubes, y todo ojo lo ver, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarn sobre l. As sea. Amn.... Incidentes de saqueo en Caracas, Ciudad de Mxico, Oakland y Vancouver. Pero en la mitad del mundo con luz de da, la violencia y otros incidentes destructivos han sido leves, aunque un reportaje no confirmado de Mosc...... Y cundo, hermanos, se detuvo el sol en su curso? A las seis de la maana, hermanos, las seis de la maana, hora de Jerusaln! Y en qu fecha, hermanos? Pues, el seis de junio, el sexto da del sexto mes! Seis-seis-seis! Y qu nos cuentan las Sagradas Escrituras, mis bienqueridos hermanos, en el captulo trece del Libro de la Revelacin? Que una bestia subir del mar, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cuernos diez diademas, y sobre las cabezas el nombre de blasfemia. Y el Libro Sagrado nos cuenta el nmero de la bestia, hermanos, y el nmero es seiscientos sesenta y seis, en el que vemos otra vez los dgitos significativos: seis-seis-seis! Quin puede negar que stos son los ltimos das, y que debe estar encima de nosotros el Apocalipsis? As en este tiempo de afliccin y de fuego mientras estamos sentados sobre este inmovilizado planeta esperando Su juicio, debemos...... El ltimo reportaje del observatorio reconfirma que ninguno de los efectos apreciables del mpetu se podran detectar mientras la Tierra se desplaz hacia su actual perodo de rotacin. Los cientficos estn de acuerdo cuando afirman que la sbita disminucin de la velocidad del mundo sobre su eje debera de haber producido una catstrofe global culminando, quiz, en la destruccin de toda vida. Sin embargo, nada salvo alteraciones menores de la marea se han registrado hasta ahora. Hace dos horas, tuvimos una entrevista con el Consejero cientfico del Presidente, Ray Bartell, quien nos dio el siguiente informe:Los clculos demuestran ahora que el perodo de rotacin de la Tierra y el perodo de revolucin se han igualado de repente; o sea, la duracin del da y la del ao es la misma. Esto inmoviliza la Tierra en su actual posicin con respecto al Sol, de modo que el lado de la Tierra que ahora disfruta de la luz del da seguir as indefinidamente, mientras que el otro lado se quedar bajo la noche permanente. Otros efectos del retraso que se hubieran esperado incluyen la inundacin de las zonas litorales, el derrumbe de la mayora de los edificios, y una serie de terremotos y erupciones de volcanes, pero nada de eso parece haber ocurrido. Por el momento, no tenemos una explicacin racional de todo esto, y confieso que es una gran tentacin decir que Toms el Proclamador se lo deba de haber ingeniado para conseguirse el milagro, porque aparentemente no hay otra manera de...

... Yo soy Alfa y Omega, el principio y el fin, dice el Seor, que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso.Con un rabioso golpe del dedo, Toms silencia todas las voces alborotadas de la radio. Alfa y Omega! Basura de los apocalipsistas! Las boberas de predicadores histricos saliendo a chorros de mil transmisores, envenenando el aire! Toms odia a todos estos pregoneros del juicio final. Ninguno de ellos sabe nada. Nadie entiende. Su garganta se llena de una turbulencia de enfurecidas palabras incoherentes; casi le ahogan. Un sabor cobrizo de denuncias. Otra vez Kraft insiste en que hable; Toms le echa una mirada colrica. Por qu no habla Kraft mismo, una vez siquiera? Es un creyente ms verdadero que yo. l es el autntico profeta. Pero claro, la idea es ridicula. Kraft no es elocuente, no tiene fuego. Slo ideas y visiones. Dejara a todos hechos astillas de aburrimiento. Toms se rinde. Seala con los dedos.

El micrfono susurra. Dame el micrfono.Entre su cortejo hay una excitacin agitada.

Quiere el micrfono! susurran. Dale el micrfono! Mucha actividad entre los tcnicos.Kraft le entrega una placa de metal fro, apretndoselo en la mano del Proclamador. Hace una mueca, guia el ojo.

Hazles volar el corazn murmura. Mndales en viaje! Todos esperan. En el valle las antorchas suben y bajan, serpentean; han empezado a bailar all abajo? Arriba, la luna picada mantiene agarrado su rincn del cielo en un apretado fro abrazo. Las estrellas estn encadenadas en su sitio. Toms respira profundamente, deja viajar el aire hacia adentro, hacia arriba, surgiendo hasta los apartados huecos de su crneo. Espera a que le llegue el buen mareo, el boyante vigor que le suelta la lengua. Piensa que est listo ya para hablar. Escucha el canto desesperado: To-ms! To-ms! To-ms! Ha pasado ms de la mitad del da desde su ltima declaracin pblica. Est tenso, vaco; ha ayunado durante este Da de la Seal y, por supuesto, no ha dormido. Nadie ha dormido.Amigos comienza. Amigos, soy Toms.Los amplificadores lanzan su voz. Mil altavoces que flotan en el aire recogen sus palabras que rebotan a travs del valle, repercuten como ecos mellados. Oye gritos, chillidos espantosos; su propio nombre sube hacia l con distorsiones borrosas: Too-ms! Too-ms! Too-ms!Casi un da entero ha transcurrido dice desde que el Seor nos dio la Seal que pedimos. Para nosotros ha sido un largo da de oscuridad, y para otros ha sido un da de extraa luz, y para todos ha habido miedo. Pero esto os digo ahora: NO... TENGIS... MIEDO. Porque el Seor es bueno y nosotros somos del Seor.Ahora, pausa. No slo para el efecto: Su garganta est rabiosa. Hace seas furiosas y Kraft, ceudo, le entrega un frasco. Toms toma un gran trago del buen vino rojo, fresco, fuerte. Ah. Echa una mirada hacia la pantalla que est a su lado, la imagen del videocaptor retransmitida desde el valle. Qu locura all abajo! Frenticos, ojos saltones, sudados locos, medio desnudos y ms, giran, saltan. Clamando su nombre, invocndole como si fuera divino. Too-ms! Too-ms!Hay los que os dicen ahora sigue Toms que el fin de los das est a mano, que ha venido el da del juicio. Hablan de Apocalipsis y la ira de Dios. Y qu digo yo a eso? Digo: NO... TENGIS... MIEDO. El Seor Dios es el Dios de la misericordia. Le pedimos una Seal y fue dada una Seal. No debemos alegrarnos por eso? Ahora podemos estar seguros de Su Presencia y de Su consejo. No hagis caso a los anunciadores del juicio final. Dejad el miedo atrs. Vivimos ahora en el amor de Dios!Toms para de nuevo. Por primera vez, que se acuerde, siente que no domina a su pblico. Hay algo de comunicacin? Est tocando la cuerda sensible? O ya ha empezado a perderlos? Quiz fue un error dejar que Kraft le molestara hasta hacerle hablar antes de tiempo. Pensaba que estaba listo. Quiz no. Ahora ve que Kraft le mira fijamente, horrorizado, hacindole gestos para que hable, dicindole silenciosamente: De una vez, tienes que seguir hablando ahora, anda! La confianza de Toms se tambalea un momento, el terror inunda su alma, porque sabe que si falla en este punto, bien puede ser destruido por las mismas fuerzas que l ha desencadenado. Vacilando al borde del abismo, busca desesperado su acostumbrada confianza. Dnde est esa columna inflexible de palabras que siempre surge espontneamente de sus entraas? Otro trago de vino, rpido. Bien. Kraft, frotndose las manos, nervioso, intenta una sonrisa para animarle. Toms tira de su pelo. Endereza los hombros, saca el pecho. No tengis miedo! Siente que le vuelve el control despus del lapso aterrador. Son suyos, todos los que escuchan. Siempre han sido suyos. Qu estn clamando ahora en el valle? Ya no su nombre; algn grito nuevo. Pone tenso el odo para entender. Dos palabras. Qu son? De-dol! De-dol! De-dol! Qu? De-dol! De-dol! De-dol! To-ms, de-dol! Qu? Qu?

El sol dice Kraft.

El sol? S. Quieren el sol.

El sol! El sol! El sol!El sol Toms dice. S. Hoy el sol se queda quieto, como nuestra Seal de l. NO TENGIS MIEDO! Un largo amanecer sobre Jerusaln ha decretado l, y una larga noche para nosotros, pero no tan, tan larga, y pronto transcurrir. Toms nota surgir el poder al fin. Kraft asiente con la cabeza, mirndole, y Toms hace lo mismo y escupe un chorro de vino a los pies de Kraft. Est consciente de ese sentimiento de riesgo donde encuentra la alegra de profetizar. Yo pondr de manifiesto lo que veo, y confiar en Dios, que l lo haga real. Ese sentimiento del riesgo aceptado, del triunfo sobre la duda. Con calma dice: Terminar el Da de la Seal dentro de unos minutos. Una vez ms el mundo girar, y la luna y las estrellas se movern cruzando el cielo. Ahora, bajad vuestras antorchas, e iros a casa y ofreced alegres oraciones de gratitud a Dios, porque pasar esta noche, y vendr el amanecer a la hora designada.Cmo sabes, Toms? Por qu ests tan seguro?Entrega el micrfono a Sal Kraft y pide ms vino. A su alrededor, hay caras tensas, ojos rgidos, mandbulas encajadas. Toms sonre. Anda de un lado a otro entre ellos, da palmadas en los hombros, les golpea los brazos, se re, les abraza; con guios burlones, juguetn, mete los dedos en las costillas. Confiad, vosotros que segus mi camino! No comparts mi fe en l? Pregunta a Kraft cmo ha salido. Bien, dice Kraft, salvo ese momento incmodo en medio. Toms le da una palmada en el hombro, tan fuerte como para aflojarle los dientes. El bueno de Sal. Mi inspiracin, mi consejero, mi gua. Toms empuja su frasco hacia la cara de Kraft. Kraft lo rechaza con la cabeza. Es quisquilloso en cuanto al beber, en cuanto al decoro en general, tan decoroso es l como Toms malafamado. Tienes mala opinin de m, verdad, Sal? Pero te hace falta mi carisma. Necesitas de mi energa y de mi voz grande y alta. Qu pena, Sal, que los profetas no sean tan limpios y domesticados como te gustara que fueran.

Las diez dice alguien.

Ahora hace veinticuatro horas que contina esto. Una mujer dice:

La luna! Mira! No acaba de moverse la luna?Kraft dice:

No podras verlo as, a simple vista. No, es imposible. En absoluto.Pregntale a Toms! Pregntale!Uno de los tcnicos grita:

Lo puedo sentir! La Tierra est girando!Mira las estrellas!Toms! Toms!Se lanzan hacia l. Toms, benigno, sereno, extendiendo las manos para tranquilizarles, les dice que l lo ha sentido tambin. S. Hay movimiento en el universo otra vez. Quiz los giros de los cuerpos celestiales son demasiado sutiles para ser percibidos con una simple mirada, quiz har falta una hora o ms para verificarlo; sin embargo l sabe, est seguro, est absolutamente seguro. El Seor ha retirado Su Seal. La Tierra gira.

Vamos a dormir ahora dice Toms, contento y saludar el amanecer con alegra.2EL BAILE DE LOS APOCALIPSISTAS

Durante las ltimas horas de la tarde, todos los das, una banda de apocalipsistas se rene junto a la pestilente ribera del lago Erie para bailar con la puesta del sol. Sus caras estn pintadas con rayas grotescas, de pesadilla, su aspecto es brbaro; bailan agitando brazos y piernas, con pasos espasmdicos, tambalendose, torpes, convulsivos: la clsica danza de los muertos. Dos enormes altavoces dorados, montados como dolos encima de astas metlicas clavadas en la tierra empapada braman ritmos abstractos desde ambos extremos. El lder del grupo est hundido hasta los muslos en las aguas contaminadas, cantando, llamndoles por seas, dirigindoles con rfagas de cortos gritos:

Pueblo... pueblo santo... pueblo escogido... pueblo bendito... pueblo perseguido. Bailad!... Bailad!... El fin... llega pronto... Y ellos bailan. Dedos estirados, electrizados en el aire, codos empujando el vaco, rodillas levantadas, se lanzan hacia el lago, se retiran, avanzan, se retiran, avanzan, tres pasos adelante y dos atrs, un s lo hars-no lo hars-s lo hars-no lo hars, tipo de acercamiento a la salvacin.Han hecho esto siete veces por semana desde principios del ao este ominoso ao terminal pero slo desde el Da de la Seal han atrado a un pblico importante. Al comienzo, durante el helado enero, nadie se preocupaba de venir a observar a una docena de locos haciendo cabriolas sobre el hielo barrido por el viento. Luego el culto empez a tener cobertura espordica por la televisin, y eso atrajo a unos pocos que buscaban curiosidades. Durante las noches ms templadas de abril, se poda encontrar en el lago quiz treinta bailarines y veinte mirones. Pero ahora estamos en junio, el junio apocalptico, cuando se revel el Seor en toda Su Majestad, y los bailes de todas las noches son un acontecimiento que atrae a miles desde las afueras de Cleveland. Los cordones de polica mantienen la muchedumbre a una distancia prudente de los que bailan. Un circuito cerrado de video transmite la accin a los del pblico que estn alejados, demasiado lejos para verlo directamente. Helicpteros de la red radiotelevisora dan vueltas encima, con las cmaras listas para el caso de que suceda algo inusual: La muerte de un bailarn, la erupcin de la muchedumbre, conversiones en masa, otro milagro, cualquier cosa. Esta noche el aire es fresco. Delicadamente borrado y empurpurado por la humosa neblina que perpetuamente torna espeso el cielo de esta regin, el sol cae hacia el seno del lago. Los bailarines se mueven formando figuras frenticas, los que estn en primera lnea se acercan al agua, meten los dedos, se retiran. Su lder, dando palmadas en el lago, levantando fuentes de espuma, sigue exhortndoles con la voz aguda y forzada.Pueblo... pueblo santo... pueblo escogido...Aleluya! Aleluya!Venid y sed sealados! Pueblo bendito... pueblo perseguido... Venid! Sed! Sealados! Para! El! Seor!Aleluya!Los espectadores se mueven inquietos. Algunos se dan suaves codazos, ren tontamente. Algunos, la mirada fija, encajan los brazos cruzados y arrugan la frente. Algunos mueven los labios, rezando o maldiciendo en silenci. Algunos parecen estar tentados a arrojarse hacia adelante y unirse al baile. Algunos lo harn. Cada noche hay unos pocos que deciden tomar parte. Cada noche, tambin, hay algunos que intentan romper los cordones de la polica y atacar a los bailarines. Slo en el mes de junio, siete espectadores han sufrido ataques de corazn durante el festival nocturno: cinco muertos.Siervos de Dios! grita el hombre del agua.Aleluya! contestan los bailadores.El ao se va rpido! La hora se acerca!Aleluya!La trompeta sonar! Y nos salvaremos!S! S! S! S!Oh, el fervor de la danza! La ferocidad de las caras! Las rayas pintadas se revuelven y corren mientras el sudor invade la espesa pintura grasienta. Ahora se podran echar brasas sobre la playa y los bailadores avanzaran de todas formas, inconscientes, dichosos. La coreografa de su fe ya les absorbe totalmente y no deja lugar a distracciones. Al fin y al cabo, queda tan poco tiempo, y se les requiere una produccin tan grande de esfuerzo sagrado antes del final. Casi la mitad de junio ha pasado. Casi la mitad del ao ha pasado. Se acerca enero: el amanecer del nuevo milenio, el da de la trompeta final, el momento del Apocalipsis. El primero de enero, del ao 2000: quedan seis meses y medio. Y ya l ha dado la Seal de que el fin de los das est cerca. Bailan. Por los movimientos de xtasis viene la salvacin.Temed a Dios y dadle honra, porque la hora de su Juicio ha llegado!Aleluya! Amn!Y adorad a Aqul que ha hecho el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de las aguas!Aleluya! Amn!Bailan. La msica se vuelve ms intensa; espinosos estallidos de tonos speros tiemblan en el aire. Los espectadores empiezan a batir palmas y oscilar. Ya viene el primer converso de la noche, ahora, una mujer de edad madura, regordeta, rogando que le abran paso por el cordn de la polica. Un mecanismo elctrico la inspecciona buscando armas escondidas y explosivos; la encuentra inocente; pasa el control y corre, tropezando, a unirse al baile.Porque ha llegado el gran da de Su ira y quin podr estar?Amn.Siervos de Dios! Sed sealados para l y salvaos.Sealados... sealados. Seremos sealados... seremos salvados...Y vi cuatro ngeles que estaban sobre los cuatro ngulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento sobre la tierra, ni sobre la mar, ni sobre ningn rbol el hombre del agua brama. Y vi otro ngel que suba del nacimiento del sol, teniendo el sello de Dios vivo: y clam con gran voz a los cuatro ngeles, a los cuales era dado hacer dao a la tierra y a la mar, diciendo: No hagis dao a la tierra, ni al mar, ni a los rboles, hasta que sealemos a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.Sealados! Aleluya! Amn!Y o el nmero de los sealados; ciento cuarenta y cuatro mil sealados de todas las tribus de los hijos de Israel.Sealados! Sealados!Venid hacia m y sed sealados! Bailad y sed sealados!El sol cae en el lago. La mancha violeta de la puesta de sol se extiende por el horizonte. Los bailadores chillan extasiados y se lanzan hacia el agua. Se salpican unos a otros; ofrecen bautismos frenticos; beben, arrojan lo que han bebido; beben otra vez. Rodeando a su lder. Pidiendo su bendicin. Un espeso, airado susurro de los observadores. Estn asqueados por esta turbulenta exhibicin de fe. Un zoolgico, dicen. Un espectculo de circo. Estos fenmenos. Estos pos fenmenos. A quienes hemos venido a observar, para poder despreciarles.Y si tienen razn? Y si el mundo s acaba el primero de enero y vamos al fuego del infierno? Imposible. Disparatado. Absurdo. Pero, sin embargo, quin lo puede decir? Apenas la semana pasada, la Tierra se qued quieta un da entero. Vivimos ahora bajo Su mano. Siempre ha sido as, pero ya no tenemos la libertad para dudarlo. Ya no podemos negar que est all arriba, observndonos, escuchndonos, pensando en nosotros. Y si se acerca el fin de veras, como creen los locos bailarines, qu debo hacer para prepararme? Debo unirme al baile? Dios me ayude. Que Dios nos ayude a todos. Ahora cae la oscuridad. Mira a los locos fanticos revolcndose en el lago.Aleluya! Amn!3EL SUEO DE LA RAZN PRODUCE MONSTRUOS

Cuando yo tena unos siete aos, que quiere decir un da de los ltimos aos de la dcada de los sesenta, estaba jugando enfrente de la casa, una maana de domingo, quiz cazando al acecho de unas mariquitas para mi coleccin de insectos, cuando tres pecosos chicos irlandeses que vivan en la manzana prxima cruzaron por all paseando. Regresaban de la iglesia a casa. El menor tena mi edad, y los otros dos tendran ocho o nueve aos. Para m eran muchachones: harapientos, fuertes, jactanciosos, extranjeros. Mi padre era catedrtico de la Universidad y el suyo era seguramente un revisor de autobuses o un minero del carbn, y as resultaban tan extraos para m como lo hubieran sido tres turistas de la Patagonia. Se detuvieron y me observaron un momento y entonces el ms grande me llam a la calle y me pregunt cmo era que nunca me vean en la iglesia los domingos.La cosa ms simple y ms discreta que hubiera podido decirles, habra sido que suceda que yo no era catlico. Y era verdad. Creo que la nica cosa que queran saber era a cul iglesia s asista yo, puesto que evidentemente no asista a la suya. Era yo judo, mahometano, presbiteriano, bautista, qu? Pero yo era un pequeo mocoso repipi entonces, y en vez de tratar la situacin con diplomacia, les dije alegremente que no iba a la iglesia porque no crea en Dios.Me miraron como si acabara de sonarme la nariz con la bandera americana.Repite eso? me mand el ms grande.Que no creo en Dios dije. La religin es una gran estafa. Mi padre lo dice y creo que tiene razn.Arrugaron la frente y se echaron unos pasos atrs y se consultaron en voz baja e intensa con muchas miradas hacia m. Evidentemente yo era el primer ateo que haban encontrado. Yo supona que ahora bamos a tener un debate acerca de la existencia de la Deidad: Me explicaran los motivos que les haban llevado a gastar tantas horas valiosas de rodillas dentro de la iglesia de Nuestra Seora de los Dolores, y luego yo intentara demostrarles qu tonto resultaba preocuparse tanto por un viejo invisible en el cielo. Pero una disputa teolgica no era de su estilo. Salieron de su conferencia y se me acercaron lentamente, y de repente not la amenaza en sus ojos, y en el momento que los dos pequeos arremetan contra m, me deslic hacia un lado y empec a correr. Ellos tenan las piernas ms largas pero yo era ms gil; adems, yo estaba en mi propia manzana y conoca el terreno mejor. Corr a toda velocidad hasta llegar a la mitad de la manzana, me lanc hacia un callejn, pas por el sitio abierto entre la cerca y el garaje de los Allerton, volv calle arriba por la callejuela de atrs, y llegu sin peligro a mi casa por la puerta de la cocina. Durante el siguiente par de das, me quedaba cerca de la casa despus de salir del colegio y me mantena en cautelosa alerta, pero los pos mozos irlandeses no pasaron por all otra vez para castigar al blasfemo. Despus de eso aprend a tener ms cuidado al expresar mis opiniones en cuanto a asuntos religiosos.Pero nunca llegu a ser creyente. Tena una propensin natural hacia el escepticismo. Si no puedes medirlo, no existe. Eso inclua no slo al Viejo Barbudo y Su Unignito Hijo, sino tambin, a todo el otro equipaje mstico que le gustaba a la gente llevar encima en esos tensos aos crdulos; los platillos volantes, el budismo zen, el culto de la Atlntida, Hare Krisna, la macrobitica, la telepata y otras especies de percepcin extrasensorial, la teosofa, el culto a la entropa, la astrologa y tal. Estaba dispuesto a aceptar neutrinos, quasars, la teora de la deriva continental y las varias especies de quarks, porque respetaba la evidencia de su existencia; no poda tragar los otros disparates, disparates irracionales, el variado surtido de los opios de las masas. Cuando la Luna est en la sptima casa, etc., etc. lo siento, no. Me aferr a la senda de la razn mientras haca mi inquieto viaje hacia la madurez, y el pequeo, prctico Billy Gifford, sabelotodo coleccionista de bichos, se quedaba sin pertenecer a ninguna iglesia mientras se maduraba hacia el profesor William F. Gifford, doctor en Filosofa de la Facultad de Fsica, Harvard. No senta hostilidad hacia la religin organizada, simplemente no le haca caso, como podra no hacer caso a un informe periodstico sobre una competicin de jai-alai en Afganistn.Envidiaba a los fieles su fe, oh, s. Cuando los oscuros tiempos se oscurecieron an ms, qu dulce debera haber sido correr a Nuestra Seora de los Dolores en busca de consuelo! Ellos podan rezar, ellos tenan la ilusin de que un plan divino gobernara este mundo, el mejor de todos los mundos posibles, mientras yo estaba abandonado en un desolado limbo tormentoso, desconsoladamente consciente de que el mundo no tiene sentido y de que la nica verdad universal que hay es que la Entropa Gana a la Larga.Haba veces en las que sinceramente quera poder rezar, en las que estaba cansado de operar solamente con mi propio capital existencial, en las que quera humillarme y gritar, Vale, Seor, me rindo, encrgate T desde ahora en adelante. Pensaba pedirle favores. Dios, que baje la fiebre de mi hijita. Que no se estrelle mi avin. Que no maten a tiros a este Presidente, tambin. Que las razas aprendan a vivir en paz antes de que los negros encuentren tiempo de pegar fuego a mi calle. Que los estudiantes ilustrados y amantes de la paz no pongan bombas en el centro de computadoras este semestre. Que el prximo escndalo de drogas en el jardn de la infancia no estalle en la escuela de mi hijo. Que el len se eche junto al cordero. Mientras volamos zumbando en el tren Caos Expreso, a veces senta la tentacin hacia la piedad como los pos sienten la tentacin hacia el pecado. Pero mi amor a la razn divina no me dejaba camino para escoger lo irracional. Llmalo dureza de cerviz, llmalo egolatra desenfrenada: No le importaba lo mal que se pusieran las cosas, Bill Gifford no iba a someterse a la tirana de un espantajo. Aunque fuera benvolo. Aunque tena favores que pedirle a l. Tanto que pedir, tan poca fe. La honradez intelectual ber alles, Gifford. Mientras, cada ao las cosas estaban un poco peor que el ao anterior.Cuando era joven, en los aos setenta, estaba de moda entre la gente preparada y seria reunirse y decirse que la civilizacin occidental estaba cayndose en ruinas. Los alemanes tenan una palabra para eso: Sehadenfreude, el placer que se saca de hablar de catstrofes. Y los setenta estaban ensombrecidos por catstrofes, verdaderas o esperadas: el aumento de la polucin, la explosin demogrfica, Vietnam y todas las pequeas Vietnams, el transporte supersnico, el separatismo negro, la reaccin violenta de los blancos, la inquietud entre los estudiantes, la liberacin femenina extremista, el neofascismo de la Nueva Izquierda, el neonihilismo de la Nueva Derecha, un centenar de otras variedades de la irracionalidad dinmica marchando a todo vapor, s, combustible en abundancia para el sndrome de Schadenfreude. S, mis padres y sus amigos civilizados dicen solemnes, tristes, jubilosos: Todo est estallando, todo se hunde, todo se va silbando por el desage. A travs del tufo de la marihuana del sbado por la noche, llegaban las inevitables citas ominosas de Yeats: Las cosas se caen a pedazos; el centro no puede sostenerse: La mera anarqua se desata sobre el mundo. Bien, qu vamos a hacer ahora? Quiz ahora est de veras fuera de nuestro control. Hermanos, recemos? Alzad la voz hacia l! Pero no puedo. Me sentira un tremendo imbcil. Perdname, Dios, pero no debo negarte! Los mejores carecen de toda conviccin, mientras que los peores estn repletos de intensidad apasionada.Y por supuesto todo se puso mucho ms terrible de lo que esperaban realmente los anunciadores del juicio final de los aos setenta. Incluso los que ms profundamente gustaban de enumerar las calamidades venideras todava pensaban, por debajo de su alegra siniestra, que de alguna manera la razn triunfara al fin. El ms sombro Jeremas abrigaba esperanzas secretas de que las nobles resoluciones ecolgicas se tradujeran por fin en accin significante para el medio ambiente, que la ascendente espiral loca del ndice de la natalidad se cortara a tiempo, que la estridente retrica de los innumerables grupos de protesta se templara y se modulara mientras el tiempo les dejara ver el principio del cumplimiento de sus objetivos revolucionarios; pero no. Vinieron los 80, la dcada de mi adultez joven, y toda la histeria salt hasta el prximo, ms alto nivel de energa. Eso fue cuando empezamos a observar el Da de la Mscara de Antigs. La suspensin programada de la electricidad. El caos internacional, elegantemente orquestado, del Grupo para la Prosperidad de los Pueblos del Tercer Mundo. Los motines en los aeropuertos. Las lluvias negras. La Purga de las Computadoras. El Programa para la Pacificacin del Brasil. La Lista de Libros Claude Harkins, acompaada por sus respectivas quemas de bibliotecas. La Accin Policiaca Ecolgica. La Liga de la Pureza Gentica y su contrapartida negra an ms espantosa. La Cruzada de Nios para la Cordura. La Guerra de Nueve Semanas. La Noche de los Rayos Lser. Haca mucho que el centro dej de sostenerse: ahora estbamos atados con correas a una rueda desbocada. En medio de las furias, yo hice mis estudios, me cas, engendr hijos, constru una carrera, luch contra el terror diario y, como todo el mundo, esperaba la inevitable calamidad final.Quin duda de que vendra? Ni t, ni yo. Y no esa extraa gente de ojos locos que surgi entre nosotros como oscuros tumores brotando de troncos podridos, los apocalipsistas, que elevaron la Schadenfreude al nivel sacramental y organizaron una religin exttica del juicio final. El fin del mundo, nos dijeron, fue proyectado para el primero de enero de 2000 d. de J. C, y en esa fecha, 144.000 almas escogidas, que se haban sealado ante Dios por medio de la devocin y las buenas obras, se salvaran; a los dems, a nosotros pobres pecadores, nos arrastraran delante del Juez. Yo poda ver el sentido. Aunque rechazaba su idea del Segundo Adviento, como rechac el Primero haca mucho, y aunque no comparta ni su confianza en la fecha exacta del Apocalipsis, ni sus conceptos de cmo se iba a escoger a los supervivientes, estaba de acuerdo con ellos que el fin estaba cerca. El hecho de que durante un cuarto de siglo hubiramos estado exprimiendo grrulas charlas frivolas para horas de cctel sobre el colapso de la civilizacin occidental, no era garanta en s de que la civilizacin occidental no fuera a derrumbarse; algunas de las cosas que le gusta a la gente decir en horas de cctel pueden dar en el blanco. Como fsico con un entendimiento decente del proceso de la entropa, encontr fcil la identificacin de todas las seas de la avanzada decadencia social: durante un siglo habamos aumentado la complejidad de las funciones de la sociedad de manera que se requera un nivel de organizacin en constante aumento para hacer marchar las cosas, y durante mucho de ese tiempo haba una tendencia simultnea hacia la total democracia universal, hacia un mundo consistente en varios miles de millones de repblicas autnomas con un mximo de tres ciudadanos cada una. Cualquier sistema cerrado que experimenta agudos aumentos simultneos de la complejidad mecnica y de la difusin entrpica, se cae a pedazos mucho antes de llegar a la distribucin mxima de la energa. El sistema de acuerdos y contratos en el que se basa la civilizacin se destruye; cada interaccin social, desde aparcar el coche hasta resolver una disputa de lmites internacionales, pasa a ser un problema que se puede tratar slo por medio de la fuerza, desde que todas las tcnicas civilizadas de reconciliar los desacuerdos se han desechado como no pertinentes; cuando el reparto del correo es un asunto de negociacin privada entre un ciudadano y su cartero, qu esperanza hay para el reino de la razn? En alguna parte, de alguna manera, habamos cruzado el punto del que no podamos regresar en 1984, 1972, quiz ese horrible da de noviembre de 1963, incluso y nada podra salvarnos ahora de arrojarnos por encima del borde.Nada?Salido de Nevada nos lleg Toms, el tosco, hirsuto Toms, Toms el Proclamador, elevndose por encima de las mquinas de juego y las ruedas de ruleta para gritar: Si tenis fe, os salvaris! Un profeta anti-apocalipsista, nada menos, cuyo mensaje era que todava se podra conservar la civilizacin, que an no era demasiado tarde. La voz de la esperanza, el enemigo de la entropa, el nuevo Apstol de la Paz. Aunque para la gente como yo, pareca tan loco y peludo y peligroso y espantosamente psictico como los devotos del holocausto, porque l, como los apocalipsistas, traficaba con fuerzas que operaban fuera del reino de la cordura. Por derecho, l debera haber surgido del monte atrasado de Arkansas o de los rincones ms locos de California, pero no fue as; era un ratn del desierto, de Nevada, un come-arenas Juan el Bautista de los ltimos das. Un verdadero profeta de nuestros tiempos, adems, rado, de mala fama, borrachn de vino, cnico. Capaz de comenzar un sermn mundialmente televisado con un eructo. Un ex-soldado que haba arrojado napalm alegremente sobre provincias enteras durante el Programa de la Pacificacin del Brasil. Un traficante temporero en alucingenos falsos. Un carterista fino y experto en atascar computadoras. Se haba dedicado al negocio del evangelismo porque pensaba que podra ganar unos dlares fcilmente, como buhonero del Evangelio y ladrn de cepillos, pero una cosa curiosa le pas, afirmaba: que haba visto al Seor, que haba descubierto el error de su vida; se haba inflamado con la justicia. Sin ocultar su mugriento pasado, ahora se ofreca como la personificacin de la redencin: Mirad vosotros, si yo puedo salvarme del pecado, hay esperanza para todos! La prensa y la radiotelevisin lo recogieron. Esa magnfica voz, esa gran mata de pelo espeso, esos ojos, esa confianza hipntica: perfecto. Fue caminando de California a Florida para proclamar el milenio venidero. Y junt seguidores, miles, millones, todos aquellos que no estaban dispuestos a dejar que empezase el Armagedn, y l les haca rezar y rezar y rezar, y conduca reuniones de renovacin de la fe, que se transmitan a Karachi y Katmand y Addis Abeba y Shangai; no predicaba ninguna teologa en particular, ningn escrito sagrado en particular, sino nicamente un liso tesmo ecumnico que casi cualquiera poda tragar, fuese confucionista o mahometano o hind. Escuchad, dijo Toms, Dios existe, alguna clase de ser todopoderoso all lejos cuyo plan divino gua el universo, y l nos cuida, hay que creerlo! Y l es bueno y no nos dejar en peligro si nos conformamos y seguimos Su senda. Y nos ha probado con todas estas penas para medir la profundidad de nuestra fe en l. As que vamos a mostrarle, hermanos! Vamos a rezar juntos alzar un gran grito hacia l! Porque l nos dar una Seal, sin duda, y los descredos sern convertidos al fin, y la poca de la pureza comenzar. La gente dijo, por qu no hacemos la prueba? Tenemos mucho que ganar y nada que perder. Una versin vulgar de la vieja apuesta de Pascal: si l est all de veras, nos puede ayudar; y si no est, slo hemos gastado un poco de nuestro tiempo. As que se fij la hora de suplicar.En los crculos sociales de los profesores, nos burlamos bastante de la idea entera; nosotros: tipos irritables, racionales y mundanos; pero a veces haba un sabor nervioso en las bromas y un entusiasmo forzado en la risa, como si algunos de nosotros sospechramos que quiz Pascal haba ofrecido una ventaja bastante buena, o que quiz Toms haba dado con algo. Naturalmente yo estaba entre los escpticos, aunque, como siempre, no revelaba mis dudas. (La leccin aprendida hace tiempo, escapndome por un pelo de los mozos irlandeses.) De veras, no haba hecho mucho caso a Toms y su mensaje, como tampoco a los resultados de juegos de ftbol, o los programas de video para nios: no era mi esfera, no era cosa ma. Pero mientras se acercaba el da de rezar, la vieja tentacin me acosaba. Entrgate por fin, Gifford. Inclina la cabeza y rinde homenaje. Aunque es el mito que siempre has sabido que es, hazlo. Hazlo! Yo discuta conmigo mismo. Me mandaba no ser idiota, no sucumbir ante las antiqusimas alegaciones de la supersticin. Me recordaba a m mismo las guerras santas, la Inquisicin, los lascivos papas renacentistas, todos los crmenes de la gente pa. Y qu, Gifford? No puedes ser un ordinario, humilde ser humano que teme a Dios, ni una vez en tu vida siquiera? Ponerte de rodillas junto a tus hermanos? Lee tu Pascal. Suponte que l existe y te escucha y suponte que tu denegacin es la que inclina la balanza en contra de la humanidad. No te estamos pidiendo tanto. Todava luchaba contra esa maosa voz interior. Creer es absurdo, no debo dejar que la desesperacin grit me haga huir por pnico hacia la renuncia de la razn, aun en este momento apocalptico. Toms es un bellaco astuto y sus seguidores son histricos guarros tontos. Y t eres un elitista arrogante, Gifford. Que quiz vivir bastante tiempo como para arrepentirse de su arrogancia. Era la guerra psicolgica: Gifford contra Gifford, la razn contra la fe.Al fin, la razn perdi. Yo estaba agitado, desequilibrado, desmoralizado. Las ms asombrosas personas se estaban apuntando para apoyar a Toms el Proclamador, y yo me senta ms y ms aislado, un hombre de hielo, corazn de piedra, el ateo del pueblo mirando con mal humor las guirnaldas de Navidad. Hasta el momento final, no estaba seguro de lo que iba a hacer, pero cuando lleg la hora y me encontr en el estudio, solo, la puerta cerrada con llave, sin riesgo, apartado de mujer e hijos quienes todos, algo desafiante, ya haban anunciado sus intenciones de participar y all estaba de rodillas, sintindome ridculo, absurdo, las mejillas ardiendo, los labios en movimiento, diciendo las palabras. Diciendo las palabras. Por todo el mundo los miles de millones de creyentes rezaban, y yo, tambin. Tambin rec, avergonzado de mi debilidad y el dolor de mi vergenza era una piedra en mi garganta.Y el Seor nos oy y nos dio una Seal. Y durante un da y una noche (menos 1 x 12-4 da sideral) la Tierra no sigui su curso alrededor del Sol, tampoco gir. Y se confundieron las leyes de los momentos, como yo. Entonces la Tierra reemprendi su curso designado de nuevo, como si no hubiera ocurrido nada excepcional. Imagnate mi mortificacin. Me gustara saber dnde encontrar a esos muchachos irlandeses. Tengo que pedirles algunas disculpas.4TOMS PREDICA EN LA PLAZA DEL MERCADO

Oigo lo que me decs. Me decs que soy profeta. Me decs que soy santo. Algunos incluso me decs que soy el Hijo de Dios venido de nuevo. Me decs que hice detenerse el sol sobre Jerusaln. Pues no. No hice eso; el Seor Todopoderoso lo hizo, el Seor de los Ejrcitos. Por Su Divina Voluntad, en respuesta a vuestras oraciones. Y yo soy slo el vehculo por el que fueron canalizadas sus oraciones. No soy ningn tipo de santo, amigos. No soy el Hijo de Dios renacido, ni ninguna de las otras cosas que han dicho que soy. Slo soy Toms.Quin soy yo?Solamente una voz. Un portavoz. Un instrumento por el que se ha manifestado Su Voluntad. No os estoy engaando con el viejo nmero del humilde, amigos, intento haceros ver la verdad en cuanto a m.Quin soy yo?Yo os dir quien era, aunque ya lo sabis. Era bandido, era un hombre del mal, un violador de la ley. Era asesino, mentiroso, borracho, timador! Yo haca lo que me sala de las narices. Haca lo que me daba la gana. Si me hubieran cogido alguna vez estad seguros no habra llorado pidiendo piedad. Le habra escupido al juez en la cara y aceptado el castigo con los ojos abiertos. Salvo que nunca me cogieron, porque estaba de suerte y porque estos son tiempos en los que un hombre realmente malo puede prosperar, en los que los malvados son alzados y los virtuosos son aplastados en el barro. Fuera de la ley, se fui yo! Toms el criminal! Toms el bandido, hacindoles burla a todos! Hacer el mal era mi religin, todo el tiempo cuando estuve all abajo en el Brasil con esos lanzallamas, o cuando me tomaba libertades con vuestros bolsillos en nuestras ciudades, y cuando marcaba nmeros graciosos en las grandes computadoras. Yo perteneca a Satans, ms que nadie, es la verdad, y entonces qu pas? El Seor vino hacia Satans, y le dijo: Satans, dame a Toms, tengo necesidad de l. Y Satans me entreg a l, porque Satans es el siervo de Dios tambin. el Seor me cogi y me sacudi y me peg unos golpes, y dijo: Toms, no eres ms que basura!

yo dije: lo s, Seor, pero quin me hizo as?

el Seor ri y dijo: Tienes agallas, Toms, contestndome con insolencia. Me gusta el hombre con agallas. Pero ests equivocado, compaero. Te hice con la capacidad de ser santo, o pecador, y t escogistes ser pecador, s, por tu propio libre albedro! Crees que me molestara en crear gente para que sea malvola? No me interesa crear tteres, Toms, no; me puse y quise hacerme una raza de seres humanos. Te di alternativas y t te apuntaste al mal, eh, Toms? No es sa la pura verdad?

yo dije: Pues, Seor, quiz lo sea; no s.

el Seor Dios se puso molesto conmigo y me cogi otra vez y me sacudi y me dio ms golpes, y cuando me levant tena el labio hinchado y la nariz sangrante, y l me pregunt cmo hara yo las cosas si pudiera vivir la vida de nuevo desde el principio. Y yo le mir directamente a los ojos y dije: pues, Seor, yo dira que el mal pagaba bastante bien en mi caso. Yo viva bien, una vida bastante agradable, y pasaba mis buenos ratos y nunca pas ni un da entre rejas, no, Seor. As que dime, Seor, puesto que siempre me sala con la ma la primera vez, por qu no me apuntara a pecador otra vez?

Y l dijo: porque ya has hecho eso, y ahora te toca hacer algo distinto.Yo dije: Qu es, Seor?l dijo: Quiero que hagas algo importante para m, Toms. Hay un mundo all fuera lleno de gente que ha perdido toda fe, gente sin esperanza, gente que ha decidido que no vale la pena hacer un esfuerzo ya que se acaba el mundo. Quiero llegar hasta esa gente de algn modo, Toms, y decirles que estn equivocados. Y mostrarles que pueden formar su propio destino, y que si tienen fe en s mismos y en m pueden construir un mundo bueno.Dije: Es fcil, Seor. Por qu no apareces en el cielo y se lo dices a ellos, como acabas de decrmelo a m?Ri otra vez y dijo: Ah, no, Toms, es demasiado fcil eso. Te dije que no manejo un teatro de tteres. Tienen que querer levantarse de la desesperacin. Tienen que dar el primer paso solos. Me sigues, Tomas?S, Seor, pero qu tiene que ver conmigo?Y l dijo: Presntate ante ellos, Toms, y cuntales todo eso de tu vida malgastada, intil, desafiante, y luego cuntales cmo el Seor te dio la oportunidad de hacer algo que valiera la pena, para cambiar, cmo te elevaste por encima de tu ego malo y aceptaste la oportunidad. Y luego diles que se renan y recen y renueven la fe y pidan una Seal del cielo. Toms, si te escuchan, si rezan y es una oracin sincera, te prometo que s les dar una Seal, que s me revelar a ellos y todas las dudas caern como escamas de sus ojos. Hars eso para m, Toms?Amigos, yo escuch al Seor, y descubr que temblaba y tiritaba y empec a sudar, y al instante, en un abrir y cerrar de ojos, yo ya no era el viejo, sucio Toms; era alguien nuevo y limpio, era un hombre con altos propsitos, un hombre que crea en algo ms grande y mejor que sus propios deseos codiciosos. Y yo baj a caminar entre vosotros, cambiado como estaba, y os cont mi historia y todos conocis el final de la historia, cmo nos juntamos libremente y le ofrecimos nuestro corazn a l y cmo nos garantiz un milagro hace dos semanas y media, y nos dio una Seal de que todava nos protege.Pero qu veo ahora, en estos ltimos das despus de que nos fue dada la Seal? Qu veo?Dnde est ese nuevo mundo de fe? Dnde est ese nuevo sueo de esperanza? Dnde est la humanidad, hombro con hombro, alabndole a l y trabajando juntos para alcanzar la luz?Qu veo? Veo este podrido planeta que se vuelve negro por dentro y se parte desde la mdula. Veo el cncer de la duda. Veo el virus de la confusin. Veo Su Seal mal interpretada por todas partes, y su belleza pisoteada y destruida.Veo a tontos pintados que bailan y tocan tambores y gritan que el mundo ser destruido al fin de este ao de mil novecientos noventa y nueve. Qu locura es sta? No ha hablado Dios? No os ha dado jubilosas noticias? Dios est con nosotros! Dios es bueno! Por qu estos apocalipsistas no aceptan todava la verdad de Su Seal?Incluso peor! Todos los das se forman nuevas locuras! Qu son estos cultos que surgen entre nosotros? Quin es esta gente que exige de Dios que regrese y explique en detalle sus propsitos, como si no fuera bastante para ellos la Seal? Y quines son estos cobardes blasfemos que dicen que debemos echarnos en tierra y llorar lgrimas lastimosas, porque hemos evocado no a Dios sino a Satans, y que la destruccin es nuestra suerte? Quines son estos hombres de alma vaca que balan y murmuran y lloriquean entre nosotros? Y mirad a los eminentes clrigos en sus vestiduras de sacerdote y brillantes tiaras que intentan explicar para hacerla desaparecer que la Seal es algn accidente de la naturaleza! Qu manera de hablar es sta y de los propios ministros de Dios? Observad a los antiguos descredos, que chillan como monos asustados ahora que se les ha desgarrado y arrancado su impiedad! Qu veo? Veo locura y terror por todos lados, donde slo debiera ver la felicidad abundante!Os ruego, amigos, tened cuidado, pedid consejo al alma. Os ruego que pensis claramente ahora si alguna vez habis pensado algo. Escoged una senda sabia, amigos, o tiraris toda la gloria del Da de la Seal y devastarais nuestro gran logro. No deis consuelo a las fuerzas de las tinieblas. Guardaos de estos buhoneros de cultos lunticos. Luchad para recobrar la maravilla de ese momento cuando toda la humanidad habl con una sola voz. Os ruego cmo podis dudar de l ahora?, os ruego la fe el triunfo de la fe que no permitamos que no permitamos, no permitamos.(Jess, mi garganta! Todo este gritero, es como tragar fuego. Dame esa botella, quieres? Anda, dmela! El vino. El vino. Ah. Ah. Ah, mucho mejor. Mucho mejor, ah, s. No, espera, dmela otra vez bien, bien, no me mires as, Sal. Ah. Ah.)Y as yo os imploro hoy, hermanos, hermanas en el Seor hermanos (qu deca, Sal? Qu empec a decir?). Os llamo que os dediquis de nuevo que os ofrezcis a (es eso? no me acuerdo) a una nueva Cruzada de la Fe, eso es lo que necesitamos, purgarnos de todas las dudas y de toda la indecisin y todo nuestro (ay, Jess: Sal, me pierdo, no me acuerdo dnde diablos debo estar. Que toquen la msica. Pronto. Ya est. Bien y ms alto. Ms alto.) Amigos, vamos a cantar todos! Alzad la voz jubilosa hacia l!

Alabar al Seor mi Dios,

fuente de todo poder...

As se hace! Cantad! Cantad todos!5CEREMONIAS DE INOCENCIA

Por el mundo entero contina la bsqueda de una reaccin apropiada al acontecimiento del da 6 de junio. No se ha establecido ninguna interpretacin satisfactoria de los eventos de ese da, aunque se han propuesto muchas. Mientras tanto las pasiones estn encendidas; se pierde fcilmente la calma; un sorprendente grado de violencia ha complicado la situacin. El retraso temporal de la rotacin axial de la Tierra claramente ha impuesto una excepcional tensin emocional sobre la poblacin entera del globo, creando fatigas serias que han persistido e incluso se han intensificado en las semanas subsiguientes. Crmenes aparentemente sin motivo, sobre todo el incendio intencionado y el vandalismo han aumentado mucho. Las autoridades gubernamentales del Brasil, la India, la Repblica rabe Unida e Italia han insinuado que grupos clandestinos revolucionarios o contrarrevolucionarios estn detrs de muchas de estas actividades, al aprovecharse del extendido estado de inseguridad para fomentar el descontento. Ninguna evidencia de esto se ha hecho pblica hasta ahora. Mucha hostilidad se ha dirigido contra las religiones organizadas, un fenmeno para el cual todava no se ha encontrado una explicacin generalmente aceptada, aunque varios socilogos han afirmado que esta forma de comportamiento anticlerical violento es una reaccin al fracaso hasta ahora de la mayora de los cuerpos religiosos establecidos cuando intentaron dar interpretaciones oficiales para el llamado milagro del 6 de junio. Reportajes sobre la destruccin por parte de la muchedumbre, de templos de varios cultos, acompaados del informe sobre los heridos o muertos sufridos por el personal eclesistico, han llegado de Mxico, Dinamarca, Burma, Puerto Rico, Portugal, Hungra, Etiopa, las Filipinas, y en Estados Unidos, de Alabama, Colorado y Nueva York. Los lderes de la mayora de los cultos principales han prometido hacer declaraciones dentro de poco. Mientras tanto, se ha desarrollado una tendencia en ciertos crculos eclesisticos hacia el apoyo del concepto de una causa mecanicista o racionalista del acontecimiento del 6 de junio; as el martes el arzobispo de York, que subray que hablaba como ciudadano privado y no como prelado de la Iglesia de Inglaterra, declar que no debamos descartar enteramente la posibilidad de una manipulacin de los movimientos de la Tierra por seres superiores originarios de otro planeta, empeados en extender la confusin preparatoria de la conquista. Telogos modernos, dijo el arzobispo, no ven una imposibilidad inherente en la doctrina de un acto de creacin separado que diera origen a una especie inteligente en algn planeta extraterrestre o extragalctico, ni tampoco es inconcebible, segua, que pudiera ser el propsito ltimo de Dios el causar una purga de la pecaminosa humanidad a manos de esa otra especie. As, la retardacin de la rotacin de la Tierra podr haber sido un intento por parte de estos enemigos del espacio de explotar las emociones generadas por la campaa reciente del llamado profeta Toms el Proclamador. Un portavoz del Patriarca copto de Alejandra, al comentar favorablemente, dos das despus, la teora del arzobispo, aadi que, en la opinin particular del Patriarca, parece menos improbable la idea de que existieran tales especies ajenas que la de que un milagro divino del tipo del 6 de junio se pudiera invocar por la demanda popular. Varios otros lderes religiosos, hablando de manera semejante extraoficial, han advertido al pblico que no se debera aceptar demasiado rpidamente el concepto del arzobispo de York. El viernes, el doctor Nathan F. Scharf, Presidente de la Conferencia Central de Rabinos Americanos, pidi con urgencia que los cientficos americanos e israeles produjeran un esquema matemtico generado por computadora, capaz de demostrar cmo una conjuncin nica pero natural de fuerzas astronmicas podra haberse resuelto en el acontecimiento del 6 de junio. La nica respuesta a esta peticin ha provenido de Ssu-ma Hsiang-ju, Ministro de Ciencias de la Repblica Popular China, quien ha revelado que una fuerza operante de varios cientos de astrnomos chinos ya est trabajando en tal proyecto. Pero su colega sovitico, el acadmico N. V. Posilippov, por el contrario, ha pedido una revisin de la teora astronmica marxista-leninista para abarcar lo que l califica como la posibilidad de intervencin por fuerzas hasta ahora no identificadas, quiz de un aspecto sobrenatural, en los movimientos de los cuerpos celestes. Podemos concluir, por eso, que la situacin est en estado variable. Los observadores estn de acuerdo en afirmar que los principales beneficiados por el acontecimiento del 6 de junio, en este punto, han sido las varias sectas apocalpticas recientemente fundadas, que ahora consideran el llamado Da de la Seal como una indicacin de la destruccin inminente de la vida en la Tierra. Sin duda, se podra encontrar en el aumento de la actividad de tales grupos el origen de gran parte de la violencia actual y de otros comportamientos irracionales. Una manifestacin relacionada con lo anterior es la expansin dramtica en semanas recientes de las sectas milenarias ms antiguas, notablemente las iglesias de Pentecosts.El mundo protestante en general ha experimentado un renacimiento del fenmeno inspirado en la secta de Pentecosts, conocido como glosolalia, o el don de lenguas, una tcnica de penetrar en niveles profticos o reveladores por medio de estallidos extticos desenfrenados illalum gha ghollim ve illalum ghollim ghaznim kroo! Aiha! Kroo illalum nildaz sitamon ghaznim de slabas aparentemente cogidas al azar, de ningn lenguaje conocido por el que habla; el valor de esta prctica ha sido mehigioo cmale ele e honistar zam, asunto de controversia en crculos religiosos durante muchos siglos.6LA MUJER DE CORAZN DOLIDO REPROCHA A TOMS

Yo saba que estaba en nuestra regin y tenan que dejarme verlo porque fue l quien empez todo este lo para m. As que fui a su oficina central, el sitio donde hacan las transmisiones esa semana, y lo vi en medio de un grupo de sus seguidores. Un hombre muy guapo, realmente, demasiado sucio y con cara de loco para mi gusto, pero si le afeitara y cortara el pelo, sera bastante atractivo en mi opinin. Alto y fuerte, s lo es, y cuando lo ves te dan ganas de arrojarte en sus brazos, aunque por supuesto yo no estaba de humor para hacer nada semejante en ese momento, y en todo caso no soy de esa clase de mujeres. Me dirig directamente hacia l. Haba un tremendo montn de gente en la calle, pero no me desanimo fcilmente; a mi marido le gusta llamarme su pequeo mastn a veces, y yo simplemente me abr paso a la fuerza por entre esa chusma, unas cuantas patadas y algunos codazos y creo que una vez le mord el brazo a alguien y pas adelante. All estaba Toms y junto a l ese pequen flaco que siempre est a su lado, ese Sal Kraft, que supongo que es su agente de prensa o algo. Cuando me acerqu, tres guardaespaldas suyos me miraron y luego se miraron unos a otros, diciendo seguramente: cuidado, ac tenemos otra vieja chiflada, y empezaron a rodearme y sacarme de all, y Toms ni me miraba, y empec a gritar, diciendo que tena que hablarle a Toms, que tena algo importante que decir. Y luego este Sal Kraft les mand soltarme y dejarme pasar adelante. Me cachearon buscando armas ocultas y entonces Toms me pregunt qu quera.Me senta nerviosa frente a l. Un hombre tan famoso. Pero me plant con los pies aferrados al suelo y saqu la barbilla como pap me ense, y dije:

T hiciste todo esto. Me has destruido, Toms. Me tienes de tal forma que no s si estoy cabeza abajo o si estoy de pie.Me mostr una extraa sonrisa ladeada.

Yo hice eso?Mira dije yo te contar cmo fue. Yo iba a misa todas las semanas, con toda la familia, la iglesia del Redentor en la avenida Wilson. Pagbamos el diezmo, hacamos todo lo que los curas nos mandaban, intentbamos vivir buenas vidas cristianas, verdad? No digo que pensbamos mucho en Dios realmente. Si de veras estaba all arriba y me escuchaba al decir el padrenuestro. Yo me imaginaba que l tena demasiado que hacer como para preocuparse de m, y yo no poda ocuparme demasiado de l, porque l sobrepuja mi entendimiento, me sigues? En cambio, yo rezaba a los padres. Para m el padre McDermott era como Dios Mismo, de una manera, sin faltar al respeto. Lo que quiero decir es que las personas medias, corrientes, no tienen una relacin muy estrecha con Dios, me sigues? Con la Iglesia, s, con los curas, pero no con Dios. Ahora t vienes ac y dices que el mundo est hecho un lo, que vamos a rezar a Dios para que se nos muestre a S Mismo como en los tiempos antiguos. Yo le pregunto al padre McDermott en cuanto a aquello, y dice que est bien, que est permitido aunque no es una idea que vino de Roma, que en tal y tal da vamos a tener este momento mundial de rezar. As que rezo, y se para el Sol. El 6 de junio, t hiciste que se parara el Sol.Yo no. l. Toms estaba sonriendo otra vez, como si pudiera leerme el alma entera.Dije:

T sabes lo que quiero decir. Es un milagro en todo caso. El milagro ms grande desde, qu s yo, desde la Resurreccin. El da siguiente necesitamos ayuda, consejos, verdad? Mi marido y yo vamos a la iglesia. La iglesia est cerrada. Cerrada a cal y canto. Vamos a la puerta de atrs e intentamos encontrar a los curas. No hay nadie salvo el ama de casa y est asustada. No nos quiere abrir. Por qu est cerrada la iglesia? Tienen miedo a los amotinados, dice. Dnde est el padre McDermott? Se ha ido a la Archidicesis a una conferencia. Tambin se han ido todos los otros curas. Que se vayan ustedes, dice ella. No hay nadie aqu. Me sigues, Toms? El milagro ms grande desde la Resurreccin, y cierran la iglesia el da siguiente.Toms dijo:

Se pusieron nerviosos, supongo.Nerviosos? Claro que estaban nerviosos. Eso es exactamente lo que te digo. Dnde estaban los curas cuando nos hacan falta? En conferencia en la Archidicesis. El cardenal llam a una reunin especial sobre la crisis. La crisis, Toms! Dios Mismo hace un milagro, y para la Iglesia es una crisis! Qu debo hacer yo? Dnde me deja a m? Necesito la iglesia, siempre me lo han dicho, y de repente la iglesia cierra las puertas con llave y me dice: Vete y resulvelo t sola, mujer, no estamos hasta dentro de un par de das. Estaba asustada la Iglesia! Creo que teman que el Seor entrara y les dijera: ya no nos hacen falta los curas, ni las iglesias, todo este asunto de la religin organizada no ha salido tan bien como pensaba, as que vamos a olvidarlo y pasar directamente al Milenio.Cualquier cosa grande y extraa siempre les molesta a la gente del poder dijo Toms, encogindose de hombros. Pero la iglesia se abri otra vez, verdad?Claro, cuatro das despus. Los negocios, todo sigue igual, salvo que todava no debemos hacer ninguna pregunta acerca del 6 de junio. Porque todava no han recibido la Palabra de Roma, la interpretacin, la poltica oficial. Tuve que rer. Tres semanas casi desde que pas, y el Colegio de Cardenales todava est en consistorio especial, intentando decidir la posicin que le conviene a la Iglesia. No te parece una locura, Toms? Si el Papa no reconoce un milagro cuando lo ve, para qu sirve la Iglesia entera?Est bien dijo Toms, pero, por qu echarme la culpa a m?Porque me has quitado mi iglesia. Ya no me fo de esa gente. No s qu creer. Tenemos a Dios aqu a nuestro lado, y la Iglesia no da seas de guiarnos. Qu hacemos ahora? Cmo manejamos esto?Ten fe, mi hija dijo y reza pidiendo la salvacin, y sigue firme en tu rectitud. Dijo una cantidad de estas tonteras y otras semejantes, recitndolo todo a chorros como si fuera una computadora programada para dar bendiciones. Yo vea que no lo haca de buena fe. No intentaba contestarme, slo calmarme y deshacerse de m.No dije dejndole cortado. Esa palabrera no basta. Ten fe. Reza mucho. Llevo toda la vida haciendo eso. Bien, rezamos y lo conseguimos: Dios se mostr a S Mismo. Ahora, qu? Qu proyecto tienes, Toms? Dime eso. Qu quieres que hagamos? Nos quitaste nuestra iglesia. Qu nos dars para reemplazarla?Yo poda ver que no tena ninguna respuesta.Se puso rojo y tir de los mechones de su pelo y mir a Sal Kraft con asco, casi como si le dijera ya-te-lo-dije con los ojos. Entonces me mir de nuevo y yo vi o tristeza o miedo en su cara, no s qu, y me di cuenta en ese momento que este Toms es slo un ser humano como t y como yo, un ser humano asustado, que no entiende realmente qu pasa y no sabe cmo seguir ahora. Trat de fingirlo. Me dijo otra vez que rezara, que no debiera desestimar el poder de la oracin, etctera, etctera, pero no pona el corazn en las palabras. Estaba atascado. Qu proyecto tienes, Toms? No tiene ninguno. No ha pensado las cosas bien ms all del punto de conseguir la Seal de Dios. No puede ayudarnos ahora. Ah tienes a tu Toms, el Proclamador, el profeta. Est aterrado. Todos estamos aterrados, y l no es ms que uno de nosotros, no es distinto, ni ms sabio. Y anoche los apocalipsistas pegaron fuego al centro comercial. Sabes, si me hubieras preguntado hace seis meses cmo me sentira si Dios nos diera una Seal de que realmente nos protege, yo te habra dicho que sera la cosa ms maravillosa que podra pasar desde Jess en el pesebre. Pero ahora ha pasado. Y no estoy tan segura de que sea maravillosa. Voy de un lado a otro y creo que la tierra puede abrirse en grietas debajo de mis pies en cualquier momento. No s qu va a pasarnos a todos. Dios ha venido, debera ser tan bello! En cambio, no es ms que espantoso. Nunca imaginaba que sera as. Oh, Dios. Dios, me siento tan perdida. Dios, me siento tan vaca.

7LA PERSPICACIA DE LOS DISCERNIDORES

Hablar ante un pblico no era nada nuevo para m, por supuesto. No despus de todos esos aos que he pasado en aulas, pacientemente instruyendo a la nueva cosecha de jvenes hirsutos de cada temporada en los misterios de la teora taquin, de partculas de anti-carga y de ecuaciones de la inversin del tiempo. Tampoco era este pblico particularmente ajeno ni alarmante: consista en su mayor parte de gente del profesorado de Harvard y M. I. T., algunos estudiantes de la escuela graduada, y unos pocos abogados, psiclogos y otra gente profesional de Cambridge y las afueras. Todos nosotros eramos parte de la comunidad de la erudicin, por decirlo as. El tipo de pblico que podra reunirse para protestar por el ltimo incidente de violacin ecolgica y de liberacin nacional preventiva. Pero me inquietaba un aspecto de mi papel esta noche. Esta era, en el verdadero sentido de la palabra, una reunin religiosa; eso es, nos juntbamos para discutir la naturaleza de Dios y para llegar a alguna comprensin de nuestra debida relacin con l. Y yo era el conferenciante principal, yo, el viejo Bill Gifford, que durante casi cuatro dcadas haba considerado a la Deidad como un ente anticuado y no pertinente. Yo era el pastor de este rebao. Me causaba una sensacin rara.

Pero yo creo que muchos de vosotros estis en la misma situacin difcil les dije. Hombres y mujeres para quienes el impulso religioso ha sido algo esencialmente ajeno. Cuyas vidas eran satisfactorias y plenas aunque la oracin y el rito estaban enteramente ausentes de ellas. Quienes consideraban el concepto del Ser Supremo como sin sentido y quienes consideraban las costumbres dominicales eclesisticas de los que les rodeaban como nada ms que la supersticin de la clase baja por un lado y la mojigatera de la clase media por el otro. Entonces vino la gran sorpresa del 6 de junio: que nos obliga a reconsiderar las doctrinas que habamos despreciado, que nos obliga a reexaminar nuestros esquemas filosficos bsicos, que nos obliga a buscar una explicacin aceptable de un fenmeno que siempre habamos juzgado imposible y poco plausible. Todos vosotros, como yo, de pronto os encontris pedaleando en aguas metafsicas muy profundas.El ncleo de este grupo se haba reunido ad hoc la semana despus de que ocurri Eso y, desde entonces, se juntaba dos o tres veces a la semana. Al principio no haba una estructura formal de organizacin, ningn nombre oficial, ninguna poltica; era simplemente una reunin de inteligentes personas refinadas, procedentes de Nueva Inglaterra, que individualmente se sentan incapaces de salir adelante con el problema de la alterada naturaleza de la realidad y que necesitaban refuerzos y afirmacin. Por esa razn yo empec a asistir, de todos modos. Pero a los diez das estbamos tanteando hacia un propsito ms positivo: ya no queramos simplemente aprender cmo aceptar lo que haba acontecido a la humanidad, sino que queramos encontrar alguna manera de virarlo hacia un objetivo til. Yo haba comenzado a articular algunas ideas en estos trminos durante una conversacin privada, y abruptamente varios de los lderes del grupo me pidieron que hiciera pblicos mis pensamientos en la prxima reunin.Un acontecimiento asombroso ha ocurrido segua. Un buen nmero de teoras ingeniosas se han propuesto para dar razn de l, como, por ejemplo, la que explica que la Tierra fue detenida por la operacin de una fuerza extrasensorial telequintica generada por la concentracin mental simultnea de toda la poblacin mundial. Tambin hemos odo las explicaciones astrolgicas: que los planetas o las estrellas se alinearon de cierta forma por una-vez-en-la-vida-del-universo para dar tal resultado. Y ha habido discusiones, algunas salidas de tono bastante sorprendentes en favor de la nocin de que el acontecimiento del 6 de junio fue la obra de seres malvolos del espacio exterior. La hiptesis de la telequinesis tiene cierta plausibilidad superficial, desfigurada slo por el hecho de que los experimentadores nunca han podido detectar ni un pice de habilidad telequintica en ningn ser humano ni conjunto de seres humanos. Quiz un esfuerzo de alcance mundial podra generar fuerzas no descubiertas en unidades menores que la total poblacin mundial, pero tales razonamientos requieren una multiplicacin indeseable de hiptesis. Yo creo que la mayora de vosotros est de acuerdo conmigo en que las otras explicaciones sobre el acontecimiento del 6 de junio dan por sentado lo que queda por probar: Por qu ocurri la retardacin de la Tierra tan rpidamente, al parecer en respuesta directa a la campaa para la oracin global de Toms el Proclamador? Podemos creer que esa alineacin nica de fuerzas astrolgicas ocurri por casualidad el da despus de esa hora de oraciones? Podemos creer que los malvados seres extragalcticos se metieron por casualidad en la rotacin de la Tierra exactamente ese da? El elemento de coincidencia necesario para sostener stos y otros argumentos es mortal para ellos, creo yo.Con qu nos quedamos, entonces? Slo con la explicacin de que el Seor Todopoderoso, haciendo caso a las peticiones de la humanidad, obr un milagro para que nos confirmramos en nuestra fe en l.sa es mi conclusin. sa es la de muchos de vosotros. Pero se deduce necesariamente que la penosa historia religiosa de la humanidad, con todas sus guerras santas, sus dogmas absurdos, sus ritos infantiles, sus ayunos y flagelaciones, se justifica por eso? Porque t y t y t y yo fuimos arrollados ese 6 de junio, fuimos destrozados, deshechos de nuestro escepticismo por un acontecimiento que no tiene una explicacin racional, debemos ir corriendo a las iglesias y las sinagogas y las mezquitas para inscribirnos inmediatamente en la ortodoxia de nuestra preferencia? Yo creo que no. Creo que era correcto mantener nuestras actitudes de escepticismo y de racionalismo, aunque nuestro objetivo fue equivocado. Al desdear los atavos triviales y ostentosos de la fe organizada, al pasar por alto las iglesias donde se arrodillaban devotamente nuestros vecinos, erramos tambin al apartarnos del asunto que era la base de su fe: la existencia de un Ser Supremo cuyo plan divino gua el universo. El hacer girar los molinillos de oraciones y el susurrar de credos nos parecan acciones tan inanes que en nuestra repulsin por tales cosas, llegamos a negar todos los conceptos de un orden ms alto, de un universo teleo-lgico, y abrazamos el concepto de un cosmos enteramente azaroso. Entonces la Tierra se inmoviliz durante un da y una noche.Cmo ocurri? Admitimos que fue la obra de Dios, t y yo, aunque estamos asombrados al encontrarnos dicindolo. Hemos sido empujados hacia una posicin de creencia por ese acontecimiento inexplicable. Pero qu queremos decir por Dios? Quin es l? Un viejo con una larga barba blanca? Dnde se le puede hallar? En alguna parte entre las rbitas de Marte y de Jpiter? Es un ser sobrenatural, o meramente un ser extraterrestre? Reconoce l tambin una autoridad superior? Y as sucesivamente, una infinidad de nuevas preguntas. No poseemos un conocimiento vlido de Su naturaleza, aunque ahora tenemos un conocimiento seguro de Su existencia.Muy bien. Una oportunidad tremenda existe para nosotros, los pocos discernientes, para nosotros que tenemos costumbre de la actividad intelectual. A todo nuestro alrededor vemos un mundo enloquecido. Los apocalipsistas se desmayan de placer pensando en la catstrofe que se acerca, los glosolaliacos cotorrean con jbilo manitico, los superiores de las jerarquas eclesisticas atrincheradas estn horrorizados ante la posibilidad de que el Milenio pueda estar realmente a mano; todo est en flujo, todo es nuevo y extrao. Surgen nuevos cultos. Se disuelven viejas doctrinas. Y ste es nuestro momento. Vamos a intervenir y reemplazar la credulidad y la supersticin con la razn. El fin de los cultos; el fin de la teologa; el fin de la fe ciega. Que sea nuestro objetivo relacionar los acontecimientos de ese pasmoso da con algn principio de la razn, y desarrollar un movimiento til, dinmico y racional: un movimiento de renacimiento y renovacin, no una religin per se, sino un conjunto de creencia basada en el concepto de que existe un plan divino, de que vivimos bajo la autoridad de un Ser Supremo o por lo menos superior y de que debemos luchar para llegar a algn tipo de relacin racional con este ser.Ya hemos tenido la fuerza moral de admitir que fue un error nuestro viejo escepticismo. Ahora, que proveamos una alternativa atractiva para los que todava encontramos desagradable la ortodoxia ritualista, pero que tememos un colapso total hacia la confusin apocalptica si no se dan pasos para fortalecer la perspicacia espiritual de la humanidad. Vamos a crear, si podemos, un movimiento puramente secular, una religin no-religiosa, que ofrezca la esperanza de establecer un dilogo significante entre nosotros y l. Vamos a hacer planes. Vamos a encontrar smbolos poderosos con los cuales podamos influir a los indecisos y a los confundidos. Vamos a marchar adelante como cruzados en un esfuerzo dramtico de salvar a la humanidad de la sinrazn y de la desesperacin.Y as, sucesivamente. Creo que fue un discurso bastante elocuente, especialmente cuando se considera que vena de alguien que no tiene la costumbre de pronunciar oraciones. Una copia sali en el peridico local el da siguiente y se reimprimi en todas partes. Mi lnea nosotros los pocos discernientes recibi mucha atencin, y engendr una etiqueta instantnea para nuestro previamente innominado movimiento. Llegamos a ser conocidos como los Discernidores. Una vez que tuvimos nombre, cambiamos de categora. Ya no ramos simplemente un grupo de ciudadanos preocupados. Ahora constituimos un culto, un culto escptico, racional, antisupersticioso, verdad, pero sin embargo un culto, una secta, la faceta ms nueva de la furiosamente prolfica locura mundial de los ltimos das.8UNA EXPECTACIN DE ESPERADORES

Yo s que no ha estado de moda creer en Dios durante estos veinte, treinta, cuarenta aos pasados, la gente no ha seguido Su senda mucho pero yo siempre lo haca, an cuando era pequeo crea de veras y le amaba a l y quera asistir a la iglesia todo el tiempo, incluso a mitad de la semana yo le deca a mi madre, vamos a la iglesia, sinceramente me gustaba arrodillarme y rezar y sentirle a l cerca de m pero ella deca: no Davey, tienes que esperar hasta el domingo porque estamos slo a mircoles ahora. As que como dicen no soy extrao a Sus senderos y, por supuesto, cuando llamaron a ese da de oracin yo rezaba con todo el corazn rogando que l nos diera una Seal, pero an as no soy ningn tonto, quiero decir, no acepto todo en una bandeja de plata, hago preguntas, tengo dudas, pruebo cosas y tanteo el asunto un poco, no soy uno de sos tpicos palurdos campesinos que aceptan todo por fe. De un modo supongo que se podra decir que pertenezco a los pocos discernientes aunque no quiero que nadie tenga la idea de que soy un discernidor; ah, no, no tengo ninguna simpata de ninguna clase por esa cuadrilla de ateos. De cualquier forma todos rezamos y la Seal vino y mi primera reaccin fue la alegra, no me importa contarles que llor de alegra cuando se par el Sol todava creyendo que toda la fe de toda la vida haba sido confirmada y que los descredos haran mejor temblando de miedo, pero entonces un da o ms despus empec a pensarlo y me pregunt cmo sabemos que la Seal realmente vino de Dios? Cmo podemos estar seguros de que el ser que habamos invocado est realmente de nuestro lado?, me pregunt, y por supuesto no tena una buena respuesta para eso. Qu s yo, quiz habamos conjurado a Satans el Maldito y lo que imaginbamos que era un milagro fue realmente una mala jugada salida de las profundidades del infierno hecha para llevarnos a todos a la perdicin. Ac estn los discernidores que nos cuentan que se arrepienten de su atesmo porque ya saben que Dios es real y que Dios est con nosotros, pero qu ingenuos son, ni consideran la posibilidad de que la Seal sea una trampa y una decepcin, les digo que no podemos estar seguros de qu cosa es, no podemos estar seguros absolutamente. La Seal podra haber venido de Dios o del Diablo y no sabemos, no sabremos hasta que recibamos una segunda Seal que yo espero, que yo creo vendr bastante pronto. Y qu nos dir esa segunda Seal? Yo sostengo que eso no se ha decidido an en lo alto, puede ser una Seal anunciadora de nuestra condenacin absoluta o puede ser una Seal dndonos la bienvenida al Paraso Terrestre y debemos esperarla humilde y devotamente, mis amigos, debemos rezar y purificarnos y prepararnos para lo peor tan bien como para lo mejor. Me gusta pensar que dentro de poco Dios Mismo se nos presentar no de ninguna manera indirecta como detener el Sol, sino en manifestacin directa o como Dios Padre o como Dios Hijo y nos salvaremos, pero esto pasar slo si nos mantenemos rectos. Si nos sometemos al error y al mal suceder que el adviento del Diablo descender sobre nosotros porque como Toms mismo ha dicho, nuestro destino est en nuestra mano tan bien como en la de l y creo que la primera Seal fue nicamente el comienzo de un proceso que se decidir para bien o para mal en los das inmediatos. Por eso yo, Davey Strafford, les llamo a ustedes mis amigos a guardar la senda de la fe porque no debemos vacilar en nuestra esperanza de que El Que Viene se incline en amor hacia nosotros, y yo digo que sta es nuestra hora de la prueba suprema y que si no la aprobamos quiz descubramos que es Satans que se presenta a reclamar nuestra alma. Digo una vez ms que no podemos interpretar la primera Seal, slo podemos tener fe en que es verdaderamente de Dios y tenemos que rezar para que sea as mientras esperamos el ltimo veredicto del cielo, por lo tanto, hemos conseguido alquilada la tienda de comestibles desocupada en la Avenida Coshocton, a la que hemos puesto el nuevo nombre de la Primera Iglesia de los Esperadores de la Redencin y rezaremos las veinticuatro horas del da; somos diecisiete ahora y rezaremos en turnos de tres horas cinco de nosotros a la vez en rotacin los nmeros aumentando mientras tome lugar el esperado crecimiento rpido. Yo confo en que ustedes vendrn con nosotros y aumentarn nuestra voz porque hay que rezar, tenemos que hacerlo, no hay otro remedio ahora, slo rezar mucho para que El Que Viene sea benvolo, y les ruego que sigan rezando y que tengan el corazn lleno de confianza en sta nuestra hora de espera.9UN CLAMOR DE PROCLAMADORES

Kraft entra al cuarto mientras Toms cuelga el telfono.Con quin hablabas? pregunta Kraft.Gifford el Discernidor que llam de Boston.Por qu ests t contestando el telfono?No haba nadie ms aqu.Haba tres apstoles en la otra oficina que podan haber tomado la llamada, Toms.Toms se encoge de hombros.

Habran tenido que pasrmela a m al fin. As que lo cog yo. Qu tiene de malo?Tienes que mantener las distancias entre t y las rutinas diarias. Tienes que quedarte all sobre tu pedestal y no ir de ac para all cogiendo telfonos.Tratar de hacerlo, Sal dice Toms apesadumbrado.Qu quera Gifford?Le gustara unir los dos grupos, el suyo y el nuestro.Los ojos de Kraft echan chispas.

Unirse? Unirse? Qu somos, algn tipo de fbrica? Somos un movimiento. Una fuerza espiritual. Hablar de fusiones es un disparate.l quiere decir que debemos empezar a trabajar juntos, Sal. Dice que debemos unir fuerzas porque los dos estamos al lado de la cordura.Y qu significa eso exactamente?Que somos los dos anti-apocalipsistas. Que estamos trabajando para conservar la sociedad en vez de enterrarla.Una simplificacin exagerada dice Kraft. Nosotros comerciamos con fe y l comercia con ecuaciones. Nosotros creemos en un Ser Divino y l cree en la santidad de la Razn. Dnde est el punto de coincidencia?Los incendios de Cincinnati y de Chicago son nuestro punto de coincidencia, Sal. Los apocalipsistas estn volvindose locos. Y ahora estos esperadores tambin, estos portavoces de Satans. No. Tenemos que actuar. Si yo me pongo a la disposicin de Gifford...A su disposicin?Quiere que haga yo una declaracin pblica apoyando el espritu, si no la sustancia de la filosofa de los discernidores. Piensa que servir para calmar la cosa un poco.Quiere apropiarse de ti para sus propios fines.Para los fines de la humanidad, Sal.Kraft re speramente.

Qu ingenuo eres, Toms! Has perdido el juicio? No puedes hacer una alianza con ateos. No puedes dejar que te transformen en un mueco de ventrlocuo que...Ellos creen en Dios tanto como...T tienes poder, Toms. Est en tu voz, est en tus ojos. Ellos no tienen ninguno. Slo son una cuadrilla de profesores. Quieren apropiarse de tu poder y usarlo para servir sus propios fines. No te quieren a ti, Toms, quieren tu carisma. Yo prohibo esta alianza.Toms tiembla; le saca dos cabezas a Kraft pero su cuerpo entero se estremece y Kraft se queda firme. Toms dice:

Estoy tan cansado, Sal.Cansado?La bulla. Los motines. Los incendios. Estoy llevando un peso demasiado grande. Gifford me puede ayudar. Con planes, con ideas. Es una cuadrilla de listos, esa gente.Yo puedo darte toda la ayuda que te haga falta.No, Sal! Qu me vienes diciendo desde siempre? Que rezar es suficiente en toda ocasin! Fe! Fe! Fe! La fe mueve montaas! Pues tenas razn, s! Canalizabas tu fe a travs de m y yo habl a la gente y nos conseguimos un milagro, pero ahora qu? Qu hemos logrado realmente? Todo se cae a pedazos, y nos hacen falta almas fuertes para construir y reconstruir, y t no ofreces nada nuevo. T...El Seor proveer a...Lo har? Lo har, Sal? Cuntos miles de muertos ya, desde el 6 de junio? Cuntos dlares en daos a la propiedad? El gobierno paralizado. El transporte quedndose interrumpido. Nuevos cultos. Nuevos profetas. Aqu est Gifford y dice: Vamos a juntar fuerzas, Toms, a tratar de trabajar juntos, y t me dices...Lo prohibo dice Kraft.Est todo hecho. Gifford llegar en el primer vuelo al oeste, y...Le llamar. No debe venir. Si lo hace, no le dejar verte. Les dir a los apstoles que le cierren la puerta.No, Sal.No lo necesitamos. Todo se vendr abajo si le dejamos acercarse a ti.Por qu?Porque es ateo y la fuerza de nuestro movimiento procede del Seor! grita Kraft. Toms, qu te ha pasado? Dnde est tu fuego? Dnde est tu fervor? Dnde est mi viejo Toms jactancioso que respondi a Dios? Eructa, Toms. Escupe en el suelo, rsgate la tripa, blasfema un poco. Te buscar un vaso de vino. Me escandaliza verte lloriqueando as. Dicindome qu cansado ests, qu asustado.No tengo muchas ganas de jactarme estos das, Sal.Joder! Jctate como nunca! El mundo entero te est mirando! Espera, escucha: te voy a hacer el bosquejo de un nuevo discurso y lo dars maana por la noche en la red entera. Vamos a rebasarles a Gifford y su cuadrilla. Vamos a apropiarnos de l. Toms, lo que vas a hacer es llamar a un nuevo acto de fe, algn tipo de manifestacin masiva, algo que sea simblico y poderoso, algo para sacar a la gente de la desesperacin y la destruccin. Seguiremos la lnea de los discernidores adems de nuestro propio elemento de fe. Vas a denunciar a todos los nuevos cultos falsos y animar a todo el mundo a... a... djame pensar... hacer un peregrinaje de algn tipo?... una reunin... un bautismo masivo, eso es, una marcha hacia el mar, todo el mundo se baa en el mar de Dios, se lava del pecado, de la duda. Est bien? Una rededicacin a la fe. Kraft tiene la cara roja. Le brilla la frente. Toms le mira con enfado. Kraft sigue: No pongas esa cara larga. Lo hars y funcionar. Alejar a la gente del abismo del apocalipticismo. Objetivos positivos, sa es nuestra tctica. Toms el Proclamador clama que debemos trabajar juntos bajo Dios. S? S. Vamos a tener la cosa bajo control dentro de diez das. Te lo prometo. Ahora, vete a tomar un trago. Descansa. Tengo que llamar a Gifford y luego empezar a esbozar tu nuevo discurso. Vete. Y no pongas esa cara triste, Toms! Tenemos un poder enorme en la mano. Esgrimimos la espada del Seor. Quieres entregar todo eso a esa gente de Gifford? Vete. Vete. Que descanses, Toms.10LA POSTRACIN DE LOS PROPICIADORES

todos los presidentes de parroquias:

copiar y distribuir, por favor

El reverendo August Hammacher a sus amados hermanos en Cristo, miembros de la Autntica Iglesia de la Doctrina de la Propiciacin, este mensaje del Templo Central: Saludos y bendiciones. Que sean avisados que hemos comunicado al Anciano Davey Strafford de la Primera iglesia de los Esperadores de la Redencin que desde esta fecha ya no nos consideramos en comunin con su iglesia, con motivo de irremediables diferencias doctrinales. Ahora est prohibido a los miembros de la Autntica Iglesia participar en el rito de los Esperadores, aunque continuaremos recordando a los Esperadores en nuestras oraciones y luchando para su salvacin como si fuera nuestra propia gente.El cisma entre nosotros y los Esperadores que ha estado en desarrollo durante ms de una semana, surge de un desacuerdo fundamental en cuanto a la naturaleza de la Seal. Es, por supuesto, nuestra creencia, reforzada mucho por los acontecimientos de los das recientes, que la Seal predice una venidera realineacin en el cielo, los probables beneficiarios de la cual sern las Fuerzas Diablicas. En la expectacin del establecimiento inminente de los Poderes Tenebrosos en la Tierra, nosotros, por lo tanto, dirigimos nuestro ms humilde homenaje a Satans, la Segunda Encarnacin de Cristo, esperando que cuando l venga entre nosotros tome conocimiento de nuestra reverencia y nos perdone del holocausto ltimo. Ahora, los Esperadores mantienen lo que es esencialmente una posicin agnstica, al decir que no podemos saber si la Seal procede de Dios o de Satans, y que hasta una revelacin ms, debemos seguir rezando como antes al Padre y al Hijo, para que quiz por nuestras splicas podamos parar enteramente el adviento de Satans. Hay un punto de parentesco superficial entre sus ideas y las nuestras, el cual es una renuencia a compartir la confianza de Toms el Proclamador por un lado, y de los Discernidores por el otro, en que la Seal es la obra de Dios. Pero se puede ver que existe un conflicto bsico de doctrina entre nosotros y los Esperadores porque ellos se niegan a comprender nuestras enseanzas en cuanto a la benevolencia potencial de Satans, y se aferran a una actitud que l puede considerar peligrosamente ofensiva. Mal dispuestos a comprometerse al fin con un partido o con el otro, esperan seguir un cauteloso curso moderado sin darse cuenta de que, cuando el Tenebroso venga, castigar a todos los que no quisieron aceptar el sentido propio de la revelacin del 6 de junio. Hemos esperado inclinar a los Esperadores hacia nuestra posicin, pero su actitud se ha vuelto cada vez ms insultante al tiempo que revelamos sus incongruencias doctrinales, y ahora no tenemos otra alternativa salvo pronunciarles excomulgados. Porque qu dice la Revelacin? Conozco tus obras, que ni eres fro ni caliente: Ojal fueses fro o caliente! Mas porque eres tibio, y no fro ni caliente, te vomitar de mi boca. No podemos correr el riesgo de ser contaminados por estos tibios Esperadores que no doblarn la rodilla al Tenebroso, aunque admiten la posibilidad (pero no la inevitabilidad) de Su Adviento. Sin embargo, amados amigos en Cristo, estoy feliz al revelar que hoy da hemos establecido comunin preliminar con la Iglesia Unida Demonlatra Apocalptica de Pentecosts de los Estados Unidos, cuya oficina central est en Los ngeles, California. No hace falta que recapitule sobre los profundos abismos doctrinales que nos separan de las sectas apocalipsistas en general, pero aunque aborrecemos ciertas enseanzas incluso de esta faccin demonlatra, reconocemos grandes reas de creencia comn que nos vinculan, y esperamos separar por completo, con el tiempo, a los Apocalipsistas Unidos Demonlatras de sus errores. Esto no se debe interpretar, de ninguna manera, como una autorizacin actual para que los comulgantes de la Autntica Iglesia de la Doctrina de la Propiciacin tomen parte en las actividades apocalipsistas, an las que no son destructivas, pero s quiero avisarles de la posibilidad de una relacin ms profunda con, por lo menos, un grupo apocalipsista, mientras rompemos nuestra unin con los Esperadores. Todos nosotros, los del Templo Central, les enviamos a todos ustedes nuestro amor. Nos postramos humildemente ante el Tenebroso cuyo triunfo est predestinado. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espritu Santo y de El Que Viene. Amn.11LA MARCHA AL MAR

Fue la cosa ms aterradora que ocurriera jams. Como un ejrcito de invasin, cay sobre nosotros. Como una plaga de langostas. Vinieron como las langostas sobre la tierra de Egipto cuando Moiss extendi la mano. Lo cuenta en xodo X, 15: Y cubri la faz de todo el pas y oscurecise la tierra: y consumi toda la yerba de la tierra, y todo el fruto de los rboles que haba dejado el granizo, que no qued cosa verde en rboles ni en yerba del campo por toda la tierra de Egipto. Como una pesadilla. Lucy y yo ramos los egipcios y toda la gente de Toms eran las langostas.Lucy quera estar en medio de eso desde el principio. Para ella, Toms era como un santo profeta de Dios desde el momento en el que empez a predicar, aunque yo trat de decirle ya entonces que era un charlatn y un loco peligroso con antecedentes criminales. Mrale la cara, le dije, mira esos ojos! Para qu me sirvi. Tena un lbum de recortes de l como si l fuera una estrella de cine y ella una chica de quince en vez de una mujer de setenta y cuatro. Fotos suyas, textos de todos sus discursos. Se enfadaba conmigo cuando le llamaba loco o sin escrpulos: tuvimos la peor pelea que hemos tenido quiz en treinta aos cuando ella quera mandarle 500 dlares para ayudarle a pagar sus gastos de televisin y yo se lo negu absolutamente. Despus del Da de la Seal, naturalmente lleg a considerar que l ocupaba un sitio all arriba en la misma categora exaltada de Moiss, Elias y Juan Bautista, una de las verdaderas voces ungidas del Seor, y supongo que yo empezaba a pensar en l de esa manera tambin, a mi pesar. Aunque no me gustaba ni tena confianza en l, perciba que l tena un poder especial. Cuando todo el mundo rezaba pidiendo la Seal yo rec tambin, no tanto porque pensara que iba a pasar, sino slo para evitar los con Lucy, pero s rec de todo corazn, y cuando la Tierra dej de girar tuve escalofros y me dio un sobresalto tal que pens que quiz fuera una embolia. As que le ped perdn a Lucy por todas las cosas que h