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Machu Picchu Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu , "Montaña Vieja") es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta (antiguo poblado andino ) incaica construida a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de la Cordillera Central , al sur del Perú y a 2490 msnm (altitud de su plaza principal). Su nombre original habría sido Picchu o Picho . Según documentos de mediados del siglo XVI, 2 Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec (primer inca del Tahuantinsuyo , 1438-1470). Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqta demostrarían que esta fue usada como santuario religioso. 3 Ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de "fortaleza" o "ciudadela" podrían haber sido superados. 4 Ubicación geográfica Se encuentra a 13º 9' 47 "latitud sur y 72º 32' 44" longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba , en el Departamento del Cuzco , en Perú . La ciudad

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Machu Picchu

Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, "Montaña Vieja") es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta (antiguo poblado andino) incaica construida a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de laCordillera Central, al sur del Perú y a 2490 msnm (altitud de su plaza principal). Su nombre original habría sido Picchu o Picho.

Según documentos de mediados del siglo XVI,2 Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec (primer inca del Tahuantinsuyo, 1438-1470). Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqta demostrarían que esta fue usada como santuario religioso.3 Ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de "fortaleza" o "ciudadela" podrían haber sido superados.4

Ubicación geográfica

Se encuentra a 13º 9' 47 "latitud sur y 72º 32' 44" longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba, en el Departamento del Cuzco, en Perú. La ciudad importante más cercana es Cuzco, actual capital regional y antigua capital de los incas, a 130 km de allí.

Las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu son parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilcabamba, en la Cordillera Central de los Andes peruanos. Se encuentran en la rivera izquierda del llamado Cañón del Urubamba, conocido antiguamente como Quebrada de Picchu.7 Al pie de los cerros y prácticamente rodeándolos, corre el río Vilcanota-Urubamba. Las ruinas incas se encuentran a medio camino entre las cimas de ambas montañas, a 450 metros de altura por encima del nivel

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del valle y a 2.438 metros sobre el nivel del mar. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, contando con 172 edificios en su área urbana. Biogeográficamente se sitúa en la ecorregión de las yungas peruanas.

Las ruinas, propiamente dichas, están dentro de un territorio intangible del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE),8 llamado Santuario Histórico de Machu Picchu, que se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas, (80.535 acres o 325,92 km²) de la cuenca del río Vilcanota-Urubamba (el Willka mayu o "río sagrado" de los incas). El Santuario Histórico protege una serie de especies biológicas en peligro de extinción y varios establecimientos incas,9 entre los cuales Machu Picchu es considerado principal.

Formas de accesoLa zona arqueológica en sí solo es accesible, bien desde los caminos incas que llegan hasta ella, o bien utilizando la carretera Hiram Bingham (que asciende la cuesta del cerro Machu Picchu desde la estación de tren de Puente Ruinas, ubicada al fondo del cañón). Ninguna de las dos formas exime al visitante del precio de ingreso a las ruinas. La mencionada carretera, sin embargo, no está integrada a la red nacional de carreteras del Perú. Nace en el pueblo de Aguas Calientes, al que a su vez sólo se puede acceder por ferrocarril (unas 3 horas desde Cuzco)11 o helicóptero (30 minutos desde Cuzco). La ausencia de una carretera directa al santuario de Machu Picchu es intencional y permite controlar el flujo de visitantes a la zona, que, dado su carácter de reserva nacional, es particularmente sensible a las muchedumbres. Ello, sin embargo, no ha impedido el crecimiento desordenado (criticado por las autoridades culturales) de Aguas Calientes, que vive para y por el turismo, pues hay hoteles y restaurantes de diferentes categorías en este lugar.

Para llegar a Machu Picchu por el principal Camino Inca se debe hacer una caminata de unos 3 días. Para ello es necesario tomar el tren hasta el km 82 de la vía férrea Cuzco - Aguas Calientes, desde donde parte el recorrido a pie.12

Algunos visitantes toman un autobús local desde Cuzco hasta Ollantaytambo (víaUrubamba) y de ahí toman un transporte hasta el mencionado km 82. Una vez allí recorren las vías del tren hasta cubrir los 32 km que hay hasta Aguas Calientes.

ClimaEl tiempo es cálido y húmedo durante el día y fresco por la noche. La temperatura oscila entre los 12 y los 24 grados centígrados. La zona es por regla general lluviosa (unos 1.955 mm anuales), especialmente entre noviembre y marzo. Las lluvias, que son copiosas, se alternan rápidamente con momentos de intenso brillo solar.

Historia

La quebrada de Picchu, ubicada a medio camino entre los Andes y la floresta amazónica, fue una región colonizada por poblaciones serranas, no selváticas, provenientes de las regiones de Vilcabamba y del Valle Sagrado, en Cuzco, en busca de una expansión de sus fronteras agrarias. Las evidencias arqueológicas indican que la agricultura se practica en la región desde al menos el 760 a. C. Una explosión demográfica se da a partir del Período Horizonte Medio, desde el año 900 de nuestra era, por grupos no documentados históricamente pero que posiblemente estuvieron vinculados a la etnia Tampu del Urubamba. Se cree que estos pueblos podrían haber formado parte de la

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federación Ayarmaca, rivales de los primeros incas del Cuzco. En ese período se expande considerablemente el área agrícola "construida" (andenes). No obstante, el emplazamiento específico de la ciudad que nos ocupa (la cresta rocosa que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu) no presenta huellas de haber tenido edificaciones antes del siglo XV.

Hacia 1440, durante su campaña hacia Vilcabamba, la quebrada de Picchu fue conquistada por Pachacútec, primer inca del Tahuantinsuyo (1438-1470). El emplazamiento de Machu Picchu debió impresionar al monarca por sus peculiares características dentro de la geografía sagrada cusqueña. y por ello habría mandado a construir allí, hacia 1450, un complejo urbano con edificaciones de gran lujo civiles y religiosas.

Se cree que Machu Picchu tuvo una población móvil como la mayoría de las llactas incas, que oscilaba entre 300 y 1.000 habitantes pertenecientes a una élite (posiblemente miembros de la panaca de Pachacutec) y acllas. Se ha demostrado que la fuerza agrícola estuvo compuesta por colonos mitimaes o mitmas (mitmaqkuna) procedentes de diferentes rincones del imperio.24

Machu Picchu no era desde ningún punto de vista un complejo aislado, por lo que el mito de la "ciudad perdida" y del "refugio secreto" de los soberanos incaicos carece de asidero. Los valles que confluían en la quebrada formaban una región densamente poblada que incrementó espectacularmente su productividad agrícola a partir de la ocupación inca, en 1440. Los incas construyeron allí muchos centros administrativos, los más importantes de los cuales fueron Patallacta y Quente Marca, y abundantes complejos agrícolas formados por terrazas de cultivo. Machu Picchu dependía de estos complejos para su alimentación, pues los campos del sector agrario de la ciudad habrían resultado insuficientes para abastecer a la población. La comunicación intrarregional era posible gracias a las redes de caminos incas: 8 caminos llegaban a Machu Picchu. La pequeña urbe de Picchu se llegó a diferenciar de las poblaciones vecinas por la singular calidad de sus principales edificios.

A la muerte de Pachacútec, y de acuerdo con las costumbres reales incas, ésta y el resto de sus propiedades personales habría pasado a la administración de su panaca, que debía destinar las rentas producidas al culto de la momia del difunto rey. Se presume que esta situación se habría mantenido durante los gobiernos de Túpac Yupanqui (1470-1493) y Huayna Cápac (1493-1529).

Entre la colonia y la república (s.XVII-s.XIX)

Tras la caída del reino de Vilcabamba en 1572 y la consolidación del poder español en los Andes Centrales, Machu Picchu se mantuvo dentro de la jurisdicción de diferentes haciendas coloniales que cambiaron varias veces de manos hasta tiempos republicanos (desde 1821). No obstante, ya se había vuelto un lugar remoto, alejado de los nuevos caminos y ejes económicos del Perú. La región fue prácticamente ignorada por el régimen colonial (que no mandó edificar templos cristianos ni administró poblado alguno en la zona), aunque no por el hombre andino.

En efecto, el sector agrícola de Machu Picchu no parece haber estado completamente deshabitado ni desconocido: documentos de1657 y de 1782 aluden a Machu Picchu, en tanto tierras de interés agrícola. Sus principales construcciones, sin embargo, las de su área urbana, no parecen haber sido ocupadas y fueron ganadas pronto por la vegetación del bosque nuboso.

Machu Picchu en el siglo XIX

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En 1865, en el curso de sus viajes de exploración por el Perú, el naturalista italiano Antonio Raimondi pasa al pie de las ruinas sin saberlo y alude a lo escasamente poblada que era entonces la región. Sin embargo todo indica que es por esos años cuando la zona empieza a recibir visitas por intereses distintos a los meramente científicos.

En efecto una investigación actualmente en curso divulgada recientemente41 revela información sobre un empresario alemán llamadoAugusto Berns quien en 1867 no sólo habría "descubierto" las ruinas sino que habría fundado una empresa "minera" para explotar los presuntos "tesoros" que albergaban (la "Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca"). De acuerdo a esta fuente, entre 1867 y 1870 y con la venía del gobierno de José Balta, la compañía habría operado en la zona y luego vendido "todo lo que encontró" a coleccionistas europeos y norteamericanos.42

Conectados o no con esta presunta empresa (cuya existencia espera ser confirmada por otras fuentes y autores) lo cierto es que es en esos momentos cuando los mapas de prospecciones mineras empiezan a mencionar Machu Picchu. Así, en 1870, el norteamericano Harry Singer coloca por primera vez en un mapa la ubicación del Cerro Machu Picchu y se refiere al Huayna Picchu como "PuntaHuaca del Inca". El nombre revela una inédita relación entre los incas y la montaña e incluso sugiere un carácter religioso.

Por fin en 1880 el explorador francés Charles Wiener confirma la existencia de restos arqueológicos en el lugar (afirma "se me habló de otras ciudades, de Huayna Picchu y de Machu Picchu"), aunque no puede llegar al emplazamiento.45 En cualquier caso está claro que la existencia de la presunta "ciudad perdida" no se había olvidado, como se creía hasta hace algunos años

Redescubrimiento de Machu Picchu (1894-1911)Las primeras referencias directas sobre visitantes de las ruinas de Machu Picchu indican que Agustín Lizárraga, un arrendatario de tierras cusqueño, llegó al sitio el 14 de julio de 1902 guiando a los también cusqueños Gabino Sánchez, Enrique Palma y Justo Ochoa.46 Los visitantes dejaron un graffiticon sus nombres en uno de los muros del Templo de las Tres Ventanas que fue posteriormente verificado por varias personas.47 Existen informaciones que sugieren que Lizárraga ya había visitado Machu Picchu en compañía de Luis Béjar en 1894.48 Lizárraga les mostraba las construcciones a los "visitantes", aunque la naturaleza de sus actividades no ha sido hasta hoy investigada.49

Hiram Bingham, un profesor norteamericano de historia interesado en encontrar los últimos reductos incas de Vilcabamba oyó sobre Lizárraga a partir de sus contactos con los hacendados locales.50 Fue así como llegó a Machu Picchu el24 de julio de 1911 guiado por otro arrendatario de tierras, Melchor Arteaga, y acompañado por un sargento de la guardia civil peruana de apellido Carrasco.51 Encontraron a dos familias de campesinos viviendo allí: los Recharte y los Álvarez, quienes usaban los andenes del sur de las ruinas para cultivar y bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un manantial. Pablo Recharte, uno de los niños de Machu Picchu, guio a Bingham hacia la "zona urbana" cubierta por la maleza.52

Bingham quedó muy impresionado por lo que vio y gestionó los auspicios de la Universidad de Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano para iniciar de inmediato el estudio científico del sitio.53 Así, con el ingeniero Ellwood Erdis, el osteólogo George Eaton, la participación directa de Toribio Recharte y Anacleto Álvarez y un grupo de anónimos trabajadores de la zona, Bingham dirigió trabajos arqueológicos en Machu Picchu en 1912 hasta 1915 período en el que se despejó la maleza y se excavaron tumbas incas en los

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extramuros de la ciudad. La "vida pública" de Machu Picchu empieza en 1913 con la publicación de todo ello en un artículo en la revista de la National Geographic.

Si bien es claro que Bingham no descubre Machu Picchu en el sentido estricto de la palabra (nadie lo hizo dado que nunca se "perdió" realmente), es indudable que tuvo el mérito de ser la primera persona en reconocer la importancia de las ruinas, estudiándolas con un equipo multidisciplinario y divulgando sus hallazgos. Ello pese a que los criterios arqueológicos empleados no fueran los más adecuados desde la perspectiva actual, y pese, también, a la polémica que hasta hoy envuelve la más que irregular salida del país del material arqueológico excavado (que consta de al menos unas 46.332 piezas) y que recién en marzo de 2011 comenzaron a ser devueltas al Perú.

Machu Picchu desde 1915Entre 1924 y 1928 Martín Chambi y Juan Manuel Figueroa hicieron una serie de fotografías en Machu Picchu que fueron publicadas en diferentes revistas peruanas, masificando el interés local sobre las ruinas y convirtiéndolas en un símbolo nacional.57 Con el transcurrir de las décadas, y especialmente desde la apertura en 1948 de una vía carrozable que ascendía la cuesta de la montaña hasta las ruinas desde la estación de tren, Machu Picchu se convirtió en el principal destino turístico de Perú. Durante los dos primeros tercios del siglo XX, sin embargo, el interés por su explotación turística fue mayor que el de conservación y estudio de las ruinas, lo que no impidió que algunos investigadores notables avanzaran en resolver los misterios de Machu Picchu, destacando especialmente los trabajos de la Viking Found dirigida por Paul Fejos sobre los sitios incas del entorno de Machu Picchu ("descubriendo" varios establecimientos del Camino Inca a Machu Picchu) y las investigaciones de Luis E. Valcárcel que relacionaron por primera vez al sitio con Pachacútec.

El establecimiento de una Zona de Protección Ecológica en torno a las ruinas en 1981, la inclusión de Machu Picchu como integrante de la Lista del Patrimonio Mundial en 1983, y la adopción de un Plan Maestro para el desarrollo sostenible de la región en 2005 han sido los hitos más importantes en el esfuerzo por conservar Machu Picchu y su entorno. Sin embargo han conspirado contra estos esfuerzos algunas malas restauraciones parciales en el pasado,58 incendios forestales, como el de 1997 y conflictos políticos surgidos en las poblaciones cercanas en aras de una mejor distribución de los recursos obtenidos por el Estado en la administración de las ruinas.

Hechos recientes

El 8 de septiembre del 2000, al grabarse un comercial publicitario de cerveza cusqueña (Backus & Johnston), una grúa utilizada cae sobre el famoso Intihuatana ("reloj solar"), rompiendo cerca de 8 cm de la punta. El caso llevó a una demanda por parte del INCy la solicitud de la respectiva indemnización, en el 2005.59

En julio del 2003 la cantante Gloria Estefan visitó la ciudadela y grabó con los paisajes el video clip de letra del canta autor peruanoGian Marco para el tema Hoy (Today) del álbum Unwrapped.

En 2007, el gobierno del Perú decretó el día 7 de julio como el "Día del Santuario Histórico de Machu Picchu, Nueva Maravilla del Mundo", debido a que el 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue nombrada como una de las ganadoras en la lista de las Nuevas maravillas del mundo.

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En septiembre de 2007, la Universidad de Yale manifestó que devolverá 4.000 piezas arqueológicas encontradas por Hiram Binghamy que actuará como promotor de su exhibición en un museo itinerante y finalmente en un museo en el Cuzco.

Descripcion de Machu PicchuEl área edificada en Machu Picchu es de 530 metros de largo por 200 de ancho e incluye al menos 172 recintos. El complejo está claramente dividido en dos grandes zonas: la zona agrícola, formada por conjuntos de terrazas de cultivo, que se encuentra al sur; y la zona urbana, que es, por supuesto, aquella donde vivieron sus ocupantes y donde se desarrollaron las principales actividades civiles y religiosas. Ambas zonas están separadas por un muro, un foso y una escalinata, elementos que corren paralelos por la cuesta este de la montaña.63

Una parte apreciable de las ruinas que se pueden ver en la actualidad son en realidad reconstrucciones recientes, como se aprecia al comparar las imágenes obtenidas en la década de 1910 con las actuales.

Zona agrícolaLos andenes (terrazas de cultivo), de Machu Picchu lucen como grandes escalones construidos sobre la ladera. Son estructuras formadas por un muro de piedra y un relleno de diferentes capas de material (piedras grandes, piedras menores, cascajo, arcilla y tierra de cultivo) que facilitan el drenaje, evitando que el agua se empoce en ellos (téngase en cuenta la gran pluviosidad de la zona) y se desmorone su estructura. Este tipo de construcción permitió que se cultivara sobre ellos hasta la primera década del siglo XX. Otros andenes de menor ancho se encuentran en la parte baja de Machu Picchu, alrededor de toda la ciudad. Su función no era agrícola sino servir como muros de contención.

Cinco grandes construcciones se ubican sobre los andenes al este del camino inca que llega a Machu Picchu desde el sur. Fueron utilizados como colcas o almacenes. Al oeste del camino se encuentran otros dos grandes conjuntos de andenes: unos concéntricos de corte semicircular y otros rectos.

Zona urbanaUn muro de unos 400 metros de largo divide la ciudad del área agrícola. Paralelo al muro corre un "foso" usado como el principal drenaje de la ciudad. En lo alto del muro está la puerta de Machu Picchu que contaba con un mecanismo de cierre interno.

La zona urbana ha sido dividida por los arqueólogos actuales en grupos de edificios denominados por un número entre el 1 y el 18. Aún tiene vigencia el esquema planteado por Chávez Ballón en 1961 que la divide en un sector hanan (alto) y otro hurin (bajo) de acuerdo a la tradicional bipartición de la sociedad y la jerarquía andina. El eje físico de esa división es una plaza alargada, construida sobre terrazas en diferentes niveles de acuerdo al declive de la montaña.

Aspectos constructivos

Ingeniería hidráulica y de suelosUna ciudad de piedra construida en lo alto de un "istmo" entre dos montañas y entre dos fallas geológicas, en una región sometida a constantes terremotos y, sobre todo, a copiosas lluvias todo el año supone un reto para cualquier constructor: evitar que todo el complejo se desmorone. Según Alfredo Valencia y Keneth Wright el secreto de la longevidad de Machu Picchu es su sistema de drenaje.71 En efecto el suelo de sus áreas no techadas está provisto de un sistema de drenaje que consiste en capas de grava

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(piedras trituradas) y rocas para evitar el empozamiento del agua de lluvias. 129 canales de drenaje72 se extienden por toda el área urbana, diseñados para evitar salpicaduras y erosión, desembocando en su mayor parte en el "foso" que separa el área urbana de la agrícola, que era en realidad el desagüe principal de la ciudad. Se calcula que el 60% del esfuerzo constructivo de Machu Picchu estuvo en hacer las cimentaciones sobre terrazas rellenadas con cascajo para un buen drenaje de las aguas sobrantes.

ArquitecturaMateriales

Todas las construcciones conservadas son de granito color blancuzco, compuesto en un 60% por feldespato, un 30% de cuarzo y un 10% de mica.76Todo el material procedía de las canteras ubicadas en los contornos del complejo inca.

La roca tiene entre 6 a 7 grados de dureza en la escala de Mohs. En tiempos incas esta fue trabajada con barretas y otras herramientas de bronce (no se usaba herramientas de hierro en el antiguo Perú) y percutores de rocas más duras. Las rocas fueron alisadas por abrasión con arena.77

Morfología

Casi todos los edificios son de planta rectangular. Los hay de una, dos y hasta ocho puertas, normalmente en uno solo de los lados largos del rectángulo. Existen pocas construcciones de planta curva y circulares.

Son frecuentes las construcciones llamadas huayranas. Estas tienen sólo tres muros. En estos casos en el espacio del "muro faltante" aparece a veces una columnata de piedra para sostener una viga de madera que servía de soporte al techo. También existen huayranas dobles, dos huayranas unidas por un muro medianero, a las que se llama masmas.

Las construcciones habitualmente siguen el esquema de las kanchas, es decir cuatro construcciones rectangulares dispuestas en torno a un patio central unidos por un eje de simetría transversal.78 A este patio dan todas las puertas.

MurosEl aparejo de los muros de piedra era básicamente de dos tipos.

De piedra corriente unida con mortero de barro y otras sustancias. Hay evidencias de que estas construcciones, que son mayoría en Machu Picchu, estuvieron enlucidas con una capa de arcilla y pintadas (en colores amarillo y rojo por lo menos),79 80 aunque la temprana desintegración de los techos las hicieron vulnerables a la permanente lluvia de la zona y por lo tanto no se han conservado.

De piedra finamente labrada en las construcciones de élite. Son bloques de granito, sin enlucido y perfectamente tallados en forma de prismas rectangulares (paralelepípedos, como los ladrillos) o poligonales. Sus caras exteriores podían ser almohadilladas, es decir protuberantes, o bien perfectamente lisas. En estos casos la unión de los bloques parece perfecta y ha hecho suponer que no tiene ningún tipo de mortero; pero de hecho sí lo tiene, es una fina capa de material aglutinante que se encuentra entre piedra y piedra aunque es invisible por fuera.81 El esfuerzo de estas realizaciones en una sociedad sin herramientas de hierro (sólo conocían el bronce, mucho más blando) es notable.

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Nueva maravilla del mundoEl día 7 de julio de 2007, Machu Picchu resultó elegida como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, una iniciativa privada de New Open World Corporation (NOWC), creada por el suizo Bernard Weber, no necesitando el aval de ninguna institución o gobierno para proseguir con sus fines electorales y permitir seleccionar las maravillas clasificadas por la votación de más de cien millones de electores.90 91 Esta votación fue apoyada por el gobierno de Alan García Pérez, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y el del sector Turismo; esta difusión tuvo sus frutos en una gran participación del pueblo peruano en su conjunto y también en el ámbito internacional.92 Al conocerse los resultados, el presidente Alan García declaró por decreto supremo, el 7 de julio como "Día del Santuario histórico de Machu Picchu", para recordar la importancia del santuario para el mundo, reconocer la participación del pueblo peruano en la votación y promover el turismo.93

Las "Nuevas siete maravillas del mundo moderno" se eligieron por votación popular bajo criterios estéticos, económicos, turísticos y recreativos más que por su importancia histórica o su mérito artístico, por lo que no cuentan con el respaldo de instituciones comoUNESCO.94 No obstante, la distinción cuenta con gran eco, lo que deriva en un importante reclamo suplementario para la captación de turismo. De hecho, Machu Picchu constituye hoy en día el principal destino turístico del Perú con 600,000 visitantes/año (según MINCETUR) y uno de los más deseados por los viajeros de todo el mundo.

La reclamación de piezas incas a Yale

Por Teodoro Hampe Martínez. Historiador 

Se puede decir que esta farragosa cuestión arranca el 19 de marzo de 1914, con la firma de un memorándum de entendimiento para llevar a cabo una expedición científica bajo la dirección del profesor Hiram Bingham, particularmente en los departamentos peruanos del Cusco y Apurímac, incluyendo estudios de topografía, botánica, zoología, antropología y arqueología. Por dicho convenio la National Geographic Society (NGS), de Washington, se comprometía a brindar un aporte de 20.000 dólares y todo el instrumental topográfico necesario. Mientras tanto, el aporte del personal calificado correría a cargo de la Universidad de Yale.

Se sabe que los expedicionarios dirigidos por Bingham establecieron su campamento cerca de Ollantaytambo, en una casa denominada Yanquihuasi. Desde este lugar Bingham escribía despachos al director de la NGS, Gilbert H. Grosvenor, detallando pormenores de su trabajo de investigación en el Valle Sagrado de los Incas y señalando las dificultades monetarias que habían sobrevenido a causa de la primera guerra mundial. También expresaba su convicción de que Machu Picchu correspondía al refugio inca de Vilcabamba.

En los archivos de Washington se encuentra un breve sumario de la Expedición Peruana de 1914-15, que hace referencia a los diversos estudios realizados. Este documento, fechado el 31 de enero de 1916, señala que la planeada excavación en las ruinas de Ollantaytambo se frustró debido a la interferencia del Instituto Histórico del Cusco (véase mi artículo "El Cusco contra Hiram Bingham", El Comercio, 30/12/2008). El punto

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neurálgico de la cuestión se halla en la resolución suprema del 27 de enero de 1916, emanada del Ministerio de Instrucción, que autorizaba a Elwood C. Erdis (subdirector de la expedición norteamericana) a transportar 74 cajones con objetos arqueológicos ―huesos, fragmentos de cerámica, ollas, etc.― hacia Estados Unidos, para que fueran estudiados en un plazo de 18 meses por los científicos de Yale y la National Geographic Society. Las cartas suscritas de su puño y letra por Bingham no admiten dudas sobre la plena conciencia que este tenía de los alcances de dicha resolución. En dichas misivas intercambia opiniones con Grosvenor acerca del modo de proceder en la investigación y la eventual devolución de aquellas piezas a su lugar de origen.

Pero el término de 18 meses fijado para el 27 de julio de 1917 venció sin que se conociera en el Perú ninguna novedad acerca de la devolución establecida. Entonces se inicia la ofensiva diplomática a través del ministro peruano en Washington, Manuel de Freyre Santander. Para calmar la situación, Grosvenor se dirigía a este con fecha 23 de noviembre de 1918, asegurando que todos los cajones con objetos arqueológicos se encontraban bien preservados en New Haven y explicando que Bingham se había retrasado en las tareas de investigación por haber estado sirviendo como coronel del ejército norteamericano en Francia.

Meses más adelante, ya instalado el gobierno de Leguía, proseguirá la ofensiva diplomática a través de Eduardo Higginson, cónsul general del Perú en Nueva York. Este solicitaba la devolución de las piezas originales y duplicadas remitidas a Yale, así como el envío de copias de los estudios e informaciones adquiridas por la expedición norteamericana. Es entonces que aparece una nueva dimensión en el entredicho, al señalar Bingham a los directivos de la NGS (en carta del 1 de noviembre de 1920) el "escaso valor museable" que tenían las piezas de Machu Picchu, por tratarse mayormente de fragmentos de cerámica y algunos restos óseos. Pese a esta aseveración, la Universidad de Yale solicitó al gobierno peruano una prórroga para culminar los trabajos de investigación y proceder a la devolución de las piezas incas. El 4 de diciembre de 1920, mediante resolución suprema Nº 2169, la Dirección General de Instrucción Pública prorrogó hasta el 1 de enero de 1922 el plazo para la definitiva restitución de los objetos seleccionados por la expedición científica de Yale. Esto quiere decir, pues, que aunque estamos cercanos a conmemorar el centenario del llamado "descubrimiento" de Bingham, son en realidad 88 los años que han pasado sin que la afamada casa de estudios de Connecticut se haya servido cumplir los términos bajo los cuales se llevó a cabo el préstamo de dichos objetos.

Todos los documentos que hemos citado aquí obran en el expediente de la demanda interpuesta por la República del Perú contra la Universidad de Yale, en diciembre de 2008, exigiendo la restitución de una propiedad obtenida ilícita y fraudulentamente. No hay prescripción que valga en este caso, ni por razones legales, ni por convicción ética. Las piezas del patrimonio cultural de Machu Picchu deben ser devueltas al lugar donde fueron elaboradas y utilizadas por nuestros moradores autóctonos, hace cientos de años.

El Comercio en la historia de Machu PicchuLas celebraciones por los 100 años del llamado “descubrimiento científico” de las ruinas de

Machu Picchu en el Cusco -que ocurrió el 24 de julio de 1911- han motivado muchas notas

en la prensa escrita, televisiva y digital. Pero la historia de su hallazgo también vino

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acompañada de la pérdida por muchas décadas de las piezas o tesoros arqueológicos,

que fueron a parar al Museo de Peabody de la Universidad de Yale, en Estados Unidos. El

Comercio nunca olvidó esa deuda patrimonial. Aquí la historia en síntesis.

Esta historia empezó la mañana del 23 de junio de 1911, cuando un vapor proveniente de

Panamá acoderó en el puerto del Callao. En él se transportaban cinco norteamericanos.

Eran los miembros de la “misión científica americana” enviada por la Universidad de Yale.

(Ver 23 06 1911 mision.pdf )

Hiram Bingham lideraba el grupo, integrado por un geólogo, un topólogo y dos ayudantes, cuya misión, según la edición de la tarde de El Comercio, “era estudiar las ruinas de Choquequirao y otras en el departamento de Apurímac”.

Pero el explorador no era un desconocido, había realizado en febrero de 1909 un viaje del Cusco a Lima, donde observó dichas ruinas cusqueñas.

Tras el hallazgo, la controversiaLuego de la noticia del descubrimiento de Machu Picchu, el 24 de julio de 1911, se llevaron a cabo diversos estudios de campo, lo cual requería un marco legal específico. Así se publicó el 19 de agosto de 1911 el decreto supremo que cedía los objetos duplicados de las excavaciones, siempre y cuando esa concesión se hiciese a “corporaciones científicas oficiales”.El 23 de diciembre de ese año se publicó otro decreto supremo indicando la “fianza” que pagarían los excavadores por posibles perjuicios. Sin embargo, la cuestión se complicó el 19 de agosto de 1912, cuando el Gobierno firmó un contrato que daba a Yale exclusividad de estudios por 10 años.

El diario El Comercio emprendió una campaña periodística, al lado del Instituto Histórico del Perú, que había denunciado el 10 de octubre de 1912 ante el Congreso el peligro de un monopolio.

La carta de BinghamEn esas circunstancias, el 25 de octubre de 1912 el diario decano expresó su protesta por la entrega de “nuestras riquezas arqueológicas”. Días después, recibiría una carta del propio investigador Hiram Bingham. La misiva fue publicada en El Comercio el 4 de noviembre de 1912. (Ver04_11_1912_carta.pdf )En ella aclaraba que fue el “Gobierno peruano anterior” (Leguía) el que otorgó “el monopolio de las exploraciones y estudios arqueológicos”. Añadía Bingham que aceptaron el hecho en un principio porque “así se resguardaba mejor los grandes monumentos en una sola institución en vez de varias”.

Su afán, y el de Yale, era seguir “fines altamente científicos (…); velar por el progreso científico de este país y sobre todo, demostrar la efectividad de su lema ‘luz y verdad’”. Bingham indicó también que estaban de acuerdo en no considerar la primera cláusula en discusión.

La polémica continuaría en los gobiernos de Billinghurst (1912-1914), Benavides (1914), y José Pardo (1915-1919), en el cual se registraron más envíos de materiales arqueológicos al extranjero.

Page 11: file · Web viewdel valle y a 2.438 metros sobre el nivel del mar. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, contando con 172 edificios en

El 31 de enero de 1916 el diario informó de la resolución suprema que disponía que Yale y la National Geographic Society, “están obligadas a devolver, en el plazo de 18 meses, los objetos que se permitió exportar (…)”.

El Comercio recordó los 18 meses, y el 27 de julio de 1917 señaló que ya se había cumplido el plazo. Pero esa fecha no pasó nada. Sin embargo, parte de este lote recién se recuperó el 18 de setiembre de 1921.

Un ascenso al Huayna PicchuEl oncenio de Leguía acababa con una nueva escalinata hacía el Huayna Picchu. El Comercio reprodujo el 9 de setiembre de 1928 un texto del señor Nemesio Morales, secretario de la Prefectura cusqueña, quien contaba los detalles de esa exitosa ascensión.

Entre el 15 y el 20 de agosto, Antonio Santander y Melchor Valdivia, los jóvenes descubridores del Huayna Picchu, volvieron a la cima cubierta de nuevo por la selva que borró los senderos previamente trazados.

Según Morales, ellos pudieron también verificar cómo había trabajado la Comisión de Yale. En ello coincidió con el historiador Antonio Picasso, cuya nota en El Comercio, el 10 de setiembre de 1928, decía que tal comisión gozó de una perfecta organización, pero sin control del Estado.

“Se tenía el convencimiento de que la importación de víveres que hacía la Comisión y la necesidad de devolver los cajones vacíos, era solo un pretexto para exportar el producto de las excavaciones (…)”, denunció Picasso.

Décadas más adelanteLos años pasaron y cada cierto tiempo recordábamos las deudas arqueológicas pendientes. Pero fue a inicios de 1989 que El Comercio volvió a la carga con una campaña en búsqueda de la devolución de las piezas, que entonces se exhibían en el Museo de Peabody de la Universidad de Yale.

Los periodistas del diario decano siempre buscaron la versión de Yale, por ello se logró la comunicación con un representante, quien dijo que la custodia de las piezas era legal, ya que “fue entregado por el presidente de la República de ese entonces”.

En la edición del 7 de enero de 1989, el agente de Yale decía que los bienes incaicos estaban bien cuidados, y que solo una parte estaba en exposición. Incluso pretendió dar clases de conservación al decir que “resulta irónico pretender regresar las piezas arqueológicas que están en el museo ‘Peabody’ cuando en su país (el Perú) hay mucho por hacer en este campo”.

El Comercio solicitaba a los gobiernos de turno que se preocuparan por brindar las mejores condiciones de exposición para los objetos de Machu Picchu que quedaron aquí. Esa noble campaña rindió frutos cuando el INC-Cusco anunció la apertura de un mejor museo de sitio.

Las opiniones de los especialistas como José Antonio del Busto, Guillermo Lumbreras y Walter Alva se expresaron en las páginas del diario, y todos coincidían en la necesidad de volver a tener esas antiguas piezas en su contexto original.

Page 12: file · Web viewdel valle y a 2.438 metros sobre el nivel del mar. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, contando con 172 edificios en

Así fue esta historia de muchas décadas desde El Comercio, con etapas de protestas, reclamos y silencios. Hoy tenemos parte de esas “piezas de Bingham” en el Perú, o para ser más exactos, en el Cusco, donde siempre deberán permanecer.

Miércoles 30 de marzo de 2011 - 09:23 am

El primer lote de las piezas de Machu Picchu, que estuvieron en poder de la Universidad de Yale casi un siglo, llegaron esta mañana a Lima procedentes de Estados Unidos y están siendo trasladadas a Palacio de Gobierno, donde serán recibidas por el presidente García.

Todas las piezas de Machu Picchu estarán en el Perú a fines del 2012

Miércoles 14 de diciembre de 2011 - 09:36 pm

En total fueron 176 osamentas encontradas en el santuario que arribaron en 26 cajas procedentes de EE.UU.

Un lote de 176 osamentas encontradas en el santuario de Machu Picchu llegó hoy a Cusco, como parte del segundo bloque de piezas que devuelve la Universidad de Yale al Perú, tras casi 100 años de retenerlas.

Los bienes, distribuidos en 26 cajas, arribaron a las 3:25 p.m. al aeropuerto Alejandro Velasco Astete a bordo de un avión Hércules de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), donde fueron recibidos por autoridades locales.

Se trata de restos humanos y de animales, entre camélidos, venados y aves, que habrían sido enterrados como ofrendas. Hoy permanecerán en un depósito del aeropuerto y mañana serán llevados al Museo Machu Picchu de la Casa Concha de Cusco.

SERÁN PARA INVESTIGACIÓNLucy Salazar, curadora de la exhibición del Museo Machu Picchu, explicó que no todos los esqueletos están completos; en varios casos les faltan cráneos o extremidades superiores e inferiores. Las osamentas fueron retiradas en 1912 por la expedición científica peruana de Yale, que encabezó el explorador estadounidense Hiram Bingham.