Domund 2015 van clar

Post on 13-Apr-2017

1.006 views 0 download

Transcript of Domund 2015 van clar

Misionerosdelamisericordia

EL COMPROMISODEL VANCLARISTA Y LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2015

"Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones". (Jer 1,5)

La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada

Los religiosos son una invitación viviente a vivir la misericordia, por eso la Vida Consagrada es un regalo para la Iglesia y el mundo

Entre la vida consagrada y la misión subsiste un fuerte vínculo, y Van-Clar vive su compromisomisionero de la mano de la vida consagrada llevando misericordia a todos, porque así lo pensó nuestra beatamadre fundadora.

La beata María Inés Teresa solía decir a las Misioneras Clarisas desde los inicios de Van-Clar cosas como esta: “Mucho les encargo el que traten de imbuirse más y más de lo que es Van-Clar, en que consiste su trabajo y del bien que está llamado a realizar en el mundo”

Ustedes son parte de nuestra familia misionera y participan tanto de los gozos como esperanzas, tristezas, etc… de nuestra querida Congregación…

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

“Yo oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?». Yo respondí: «¡Aquí estoy: envíame!»". (Is 6,8)

Dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter misionero, los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen plenamente este mismo carácterSiendo misericordiososComo Él.

La misión no es proselitismo o mera estrategia; la misión es parte de la «gramática» de la fe, es algo imprescindible para aquellos que escuchan la voz del Espíritu que susurra «ven» y «ve».

“Irás adondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte”. (Jer 1,7)

Quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en misionero de la misericordia, y sabe que Jesús «camina con él, habla con él, respira con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 266).

La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo.

“A esto está llamado Van-Clar: a enrolar misioneros seglares que vivan el espíritu de Cristo, que se apasionen por Él, que den testimonio de Él con su vida, sus ejemplos, su cristianismo”.

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

El amor que nace del corazón traspasado de Cristo, se extiende a todo el pueblo de Dios y a la humanidad entera.

Él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado y de todos aquellos que lo buscan con corazón sincero.

Todos están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de vida.

"Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación”. (Mc 16,15)

Santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, es inspiradora del vínculo íntimo de la vida contemplativa con la misión.

La beata María Inés,fundadora de nuestra familiamisionera, es quien nosimpulsa a la misión.

“VOCACIÓN MISIONERA: Esa vocación que debe aunar a la contemplación la vida de apostolado. Es así como la vivimos, como tratamos al menos de vivirla”.

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

Es urgente volver a proponer el ideal de la misión en su centro: “Jesucristo”, y en su exigencia: la donación total de sí mismo a la proclamación del Evangelio.

Quién, por la gracia de Dios, recibe la misión, está llamado a vivir la misión esparciendo misericordia…

“Conquistar almas para el cielo, con nuestra acción misericordiosa, con nuestra palabra evangélica, con nuestra enseñanza catequística; es un sagrado deber que nosotros mismos hemos escogido”.

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

Para estas personas, el anuncio de Cristo, en las diversas periferias del mundo, se convierte en la manera de vivir el seguimiento de él y recompensa los muchos esfuerzos y privaciones.

“Los discípulos salieron a predicar por todas partes con la ayuda del Señor”. (Mc 16,20)

Cualquier tendencia a desviarse de esta vocación, aunque sea acompañada por nobles motivos relacionados con la muchas necesidades pastorales, eclesiales o humanitarias, no está en consonancia con el llamamiento personal del Señor al servicio del Evangelio.

Hay que dar un testimonio valiente y realizar hazañas generosas a veces contra corriente

No dejen que les roben el sueño de una misión auténtica, de un seguimiento de Jesús que implique la donación total de sí mismo.

“Irás adondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte”. (Jer 1,7)

En el secreto de su conciencia, pregúntense cuál es la razón por la que han elegido la vida misionera y midan la disposición a aceptarla por lo que es: un don de amor al servicio del anuncio del Evangelio

Antes de ser una necesidad para aquellos que no lo conocen, el anuncio del Evangelio es una necesidad para los que aman al Maestro.

¿Quiénes son los destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?

La respuesta es clara y la encontramos en el mismo Evangelio: los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son despreciados y olvidados, aquellos que no tienen como pagar lo recibido.

“Me envió para llevar la Buena Nueva a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor”. (Lc 4,18)

Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 48). Esto debe estar claro

Vivir el testimonio cristiano y los signos del amor del Padre entre los pequeños y los pobres y promover, en el servicio de la misión, la presencia de los fieles laicos.

Los laicos cooperan a la obra de evangelización de la Iglesia y participan de su misión salvífica a la vez como testigos y como instrumentos vivos» (Ad gentes, 41)

Compartir la vocación misionera es algo inherente al Bautismo.

“Serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra”. (Hech 1,8)

La Obra Misionera del Sucesor de Pedro tiene un horizonte apostólico universal. Por ello también necesita de los múltiples carismas, para abordar al vasto horizonte de la evangelización y para poder garantizar una adecuada presencia en las fronteras y territorios alcanzados.

La pasión del misionero es el Evangelio.

San Pablo podía afirmar: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Cor 9,16).

El Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los hombres. La Iglesia es consciente de este don, por lo tanto, no se cansa de proclamar sin cesar a todos «lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos» (1 Jn 1,1).

La tarea de los misioneros es la de poner a todos, sin excepción, en una relación personal con Cristo.

“«La mies es tan abundante y los obreros tan pocos». Se necesitan corazones para orar, manos para trabajar, y pies para caminar en pos de las ovejas de Cristo, no solo en las misiones propiamente tales, sino también en el mundo entero que cada día se paganiza más…”

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

En el inmenso campo de la acción misionera de la Iglesia, todo bautizado está llamado a vivir lo mejor posible su compromiso, según su situación personal.

“También ustedes tienen que cooperar con su granito de arena, a la salvación del mundo. ¿Cómo? En primer lugar, siendo cada día mejores en todo y también ofreciendo sus oraciones, su trabajo, sus penillas y los sacrificios que se les vayan presentando. La santa Iglesia, el Santo Padre, las misiones y muchas almas, necesitan de ustedes también”.

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

“Me hice débil con los débiles para ganar a los débiles. Me hice todo para todos, para salvar por lo menos a algunos. Y todo lo hago por el Evangelio”. (1Cor 9,22)

María es Madre de la Iglesia y modelo misionero

"Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho»". (Lc 1,38)

“Sabes por qué los Misioneros son tan alegres y viven tan felices en medio de los sufrimientos y amarguras que los rodean? Porque María Santísima, su dulce Madre del Cielo, los acompaña a todas partes; Ella les aligera la cruz, les prepara los caminos, da unción y fuerza a sus palabras”.

BEATA MARÍA INÉS TERESA.

®www.padrealfredo.blogspot.com